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OrtopediaTraumatologia Silbermannn2daEdicion PDF
OrtopediaTraumatologia Silbermannn2daEdicion PDF
y Traumatología
,
a
2 EDICION
Fernando S. Silberman
Profesor Titular Consulto de Ortopedia y Traumatología
de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires
Ex Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología
del Hospital de Clínicas "José de San Martín"
Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires
Ex Presidente de la Asociación Argentina
de Ortopedia y Traumatolog{a
Osear Varaona
Profesor Adjunto de Ortopedia y Traumatología
de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires
Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología
del Hospital ¡nterzonal de Agudos "Eva Perón"
Provincia de Buenos Aires
Ex Presidente de la Asociación Argentina de
Ortopedia y Traumatología
Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana
de Ortopedia y Traumatología
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26. Afecciones ortopédicas del pie 169 41. Parálisis cerebral y poliomielitis 267
Fernando S. Silberman Juan C. Co uto y A(fredo Guerrini
39. Nociones de neuroortopedia 253 52. Lesiones traumáticas del codo 353
Arturo Otaño Sahores José R. VaUs
57. Fracturas del acetábulo 395 , 63. Lesiones traumáticas del pie 439
Héclor Patrucco, Osear Varaona Andrés A. Silberman
y Miguel de A zeuéllaga
64. Nociones de cirugía reparadora 445
58. Fracturas del extremo superior Claudio Angrigial1i, Daniel Grilli,
del fémur 401 Héetor Lanza y Juan C. Risk
Fernando S. Silberman
.
65. Tipos de inmovilización 453
59. Fracturas de la diáfisis femoral y Osear Varaona, Luciano A.
lesiones osteotendinosas de la Delia Rosa y Daniel E. Vaineras
rodilla - 407
Tristán Moreno y Luciano A. Delia Rosa Índice analítico 461
Sección
I
1
GENERALIDADES
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Capítulo 1
I
Definiciones, generalidades
y conceptos básicos en ortopedia
y traumatología
Fernando S. Si/berman
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La ortopedia es la fama de In medi cina que se Si bien las afecciones del aparato locomotor
oc upa de las enfermedades del aparato locomotor son las mismas que pueden comprometer cual-
mi entras q ue la traumatolog ía se ocupa de las le- quier otro aparato u órgano de un ser vivo, para su
o siones provocadas por noxas rísicas. mejor comprensión es necesario famil iarizarse
Si bien se trata de dos es pec ialidades diferentes co n la terminología habiLual.
con un denominador comú n (el aparato locomo-
la r), hay afecciones que podrían pertenecer a am-
bas, como por ej empl o las fract uras " patológicas", Fractura ósea
es decir aquell as lesi ones del esquelclO que se lo-
cali zan so bre tejido óseo de estru ctura anormal (p. La fractura ósea es la so lución de continuidad
ej ., hueso OSlcoporótico, hueso alterado por un te- de un hueso. El términ o fis ura, que no debería uli -
jido tu mo ral, etc.). lizarse, se emp lea para dar a entender al Lego que
Si nos gui amos por la eti mología de los térm i- se traLa de ulla fractura "sin trascendencia" pero un
nos tanto la ortopedia como la traumatología na- hueso está fracturado O no y es posible que la frac-
cieron con o bjeti vos o áreas de interés d istintos a tura sea más o menos co mplicada (con desp laza-
los actuales. La palabra ortoped ia proviene de las miento o sin él, con ex pos ición o no, extraarticular
raíces gri egas: orto = recto y paidós ::: niño mi en- o intraalticular, etc.).
tras que el vocablo traum atolog ía procede de las Las fracturas pueden ser clasificadas desde va-
raíces (tambi én griegas): trauma == herida y lagos ri os puntos de vista: 1) cen·adas o ex puestas (cuan -
= tratado; esto significa que al co mienzo la prime- do ex iste una cbIlluñkación con el exterior y por
ra se oc upó de la prevención y el tratamiento de las lo tanto la fracLun.l está contaminada), 2) con des-
afecciones que podían al terar el crecimiento co- plazamiento, que puede ser de diferentes ti pos (an-
rrec to del niño [y hoy se ha ampliado para inclui r g ulación; cabal gamiento, por rotación, etc.) o sin
a todas las enfermedades del aparato locomotor desplazamiento, 3) articul ares o extraarticul ares
(congénitas o adquiridas) que pueden ocurrir a (que según su locali zació n se dividen en epifisa-
cualquier edad] y la seg und a nació con el objetivo ri as, metafi sarias o di afi sari as), 4) transversales,
de ocuparse de las heridas y hoy se dedica fund a- oblicuas o espiroideas (segú n la dirección del tra-
mentalmente a las lesiones del esqueleto (fractu- zo) y 5) fracluras con dos fragme ntos y un tercer
ras, luxaciones, elc.) pero tambi én a muchas otras fragmento "en mariposa", multifTagmenLarias, etc.
lesiones del aparato locolTIOlor y en este campo se (según el número de fragmentos).
puede superponer COIl otras especiali dades médi- El especialista y el es tudi ante deben estar fa-
cas (neurología, ciru gía vascul ar, etc.). mili ari zado s co n la anatom ía normal. No sólo es
4 Ortopedia y Traumatología G ENERALI DADES
necesario q ue recuerden e l nombre de los hue- Seudoartrosis (falsa articulación): falta de con-
sos sin o tamb ién las cual idades de las articul a- so lidac ión ósea de una frac lUra o de una ar-
c io nes (c aracterístic as de las s uperfi cies arti cu- trodesis .
lares . disposició n de la cáp sul a y de los li ga- La seudoartros is puede ser:
me ntos de re fuerzo), el lipo de articulación a. Atrófi ca: los ex tremos óseos no muestran
(e n,artro sis, troclear, ctc .), los movimientos qu e nin guna reacc ión osteogénica.
pueden efectuar y los mú sc ul os qu e las movili- b. Hipertrófica: los ex tremos óseos han gene-
zan con sus inervaciones respecti vas. Deben le- rado una reacc ión osteogénica im portante
ner prese ntes los pl ex os nerv iosos, desde sus que no ha podido canal izarse hacia la conso-
raíces corres pondi e ntes has ta las ramas colate- li dación ("imagen en pata de elefante" ).
ra les y termin ales (sensi ti vas y motoras), y co- La literatura sajona diferencia la seudoartros is
nocer los dife rentes síndro mes que ocasionan de la ':falta de ul/ión ". En la primera los ex-
sus les iones . tremos fracturarios adqui eren los aspecLOs
anatómicos, radi ológ icos. etc., de un a neoart i-
culación mi entras que en la segunda sól o el
Glosario tiempo transcurrido hace pensar que no habr{¡
consol idac ión.
AI/quilosis: pé rd ida de la mov il idad arti cul ar. Valgo: desv iac ión hacia ¡,¡fuera (del fragmento O
a. Fibrosa: ocasionada por las parles blandas segmento del miembro distal co n respecto al
artic ulares o periart icu lares. proximal ).
b. Ósea: por fusión ósea o sinostosis con desa- Va ro : desviación hac ia adentro .
pari ción de la lu z arti cular.
Artrodesis: intervención qu irúrg ica que se reali z..\ llevaría mucho ti empo y sería tedioso para el
con el objeti vo de provocar anqui losis ósea. estudiante consignar los nombres de los médicos
A rt1Vplastia: intervención quirúrgica des tinada a que contr ibu yeron al progreso de la oltopedia y de
proporcionar movi lid ad a una arlÍcul ación da- la traum atol ogía y que con su ¡,¡ porl e lograron que
ñada por una en fe rmedad ortopéd ica o trau má- estas especialidades figu rara n entre las más apa-
tica. sion antes de la med icina.
Coxa (cadera) allleversa (o anteve rsión de la ca- Co mo refe renc ia his tórica, el mi smo Hipó-
dera) : aumento del án gulo de declinación del erates consignó en su "corpus hippocraficum "
cuell o femoral. importantes referencias a las fra cturas y las lu xa-
Coxa valga: disminució n de l ángul o de inclina- c io nes.
ción de la cadera (en el adulLo, 138 O) . Ga leno in trodujo términos como lordosis, cifo-
Coxa vara : lo o puesto a lo anterior. s is y escoliosis. aunq ue por <1y ud la ¿ pUI..:a los mi -
Esgl/ ince: pérdida transitoria de las rel aciones tos y las supersticiones eran barreras para e l pro-
anató micas de las superlicies articulares en- greso médi co (tam bién es de Galeno el concepto
frent adas (pese a la rad iografía normal , supone de "laud able pus").
la ruptura capsulol igmn entari a en menor o ma- La inmovilización ele las fracturas como prin ci-
yor grado). pio de su curación se ut ili za desde hace sig los y se
Gello wdgo (valg/lm ): rodillas juntas y tobillos se- atribuye a Guido Lanfranco ( 1290) la utili zación
parados. Se retiere a la desv iación de los seg- de clara de huevo para endurecer los vendajes. Se
mentos di stales: las piernas hac ia afu era. han ensayado muchas otras sustanc ias y si bien no
Genl/ varo (va rum): lo opu esto a lo anterior. es tá claro en qu é momento comenzó a usarse el
Luxaci611: pérdida de las re laciones anatómicas de yeso (a proximadamente entre los sig los XVIII y
las superficies arti culares enfrentadas (hasta X IX), se sabe que fu e Mathijsen (1852), un ciru -
que se realice su redu cc ión). Las luxaciones jano militar holandés, quien introd ujo la venda en-
(como las fracturas ) rec ibe n la denominación yes ada.
de sus desplazami entos (a mcri or, posterior) por Nicolás Andry ( 174 1), decano de la Facul tad de
la si tuac ión del segmen to distal. Medicina de París, creó el término onopedi;,¡ e
Retardo de la consolidación: prolongación del iluslró su libro La ortopedia o el arte de p n~vell ir y
pl azo de consolidación de una fractura, estim a- c;prregir en fos ,,¡¡70S fas deformidades del cue/po,
do como ti empo promedi o. con el grabado dc un {¡ rbo l y su rodrigón (tutor de
Definiciones, generalidades y conceptos básicos en ortopedia y trau matologfa 5
un úrbol) , que más tarde se convirt ió en el símbo- cación y e l estrés de la vi da contem poránea, q ue
lo universal de la oltopedia. co nvirt ieron a las lesiones de l aparato loco mo-
El progreso continuó con los aportes científi- tor en uno de los grandes flage los de la humani -
cos de la med icina en genera l y de 1<.1 cirugía en dad.
particular. Es injusto no me ncionar la larga se rie de fig u-
En coincidencia con los progresos logrados en ras célebres que contribuyeron al progreso de la
la antisepsia, en es pec ial por Lister a fines de l si- ortopedia y la trau matología pero por razones de
glo pasado y comienzos del presente, y con el des- es pacio nos limi taremos a de stacar el nom bre de
cubrim iento de la radiografía por Roentge n, son John Charnley, sin duda el pad re de las m'lro-
famosas las discusiones de un cirujano belga plastias. y la "téc ni ca AO" de la esc uela suiza
(L:lmbouc, de la Academia Francesa), para difun- (Arbeirsgellleinsclw¡; fuI' OSfeosynlhesef ra-
dir la utilizac ión de material es metálicos (placas y gell/Associalioll for ,he Stuody of Internal Fixa-
torni ll os y hasUJ tutores ex ternos) para la osteosín- lioH-AOI AS IF- ) par<l el desarrollo c ientífico
tesis de las fraclUras. de la O$lcosíntesis de las rractun.ls.
En el siglo actual los avances son numerosÍ- Por sup uesto que no han sido los únicos ni los
simas y no puede n deja r ele re lacionarse con las primeros ni los últ imos pero fueron sabios impor-
neces idades s urgidas de las con t i~ n da s bélicas. tantes qu e "se subieron a los ho mbros de los que
la era industria l, los medios rápi dos de comu ni - los preced ieron y pudieron mirar más lejos".
Capítulo 2
I
Crecimiento óseo
Arturo Otaña Sahares
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Actual mente se acepta que la sustancia ósea Desde la etapa de la vida embri onari a los 05-
qu e compone el tejido de sosté n del apa rato esq ue- tcoblastos puede n diferenci arse en el seno del teji-
léti co tiene su origen e n un fe nómeno espec ial de do mesenquimáti eo original , segú n dos mode los
prec ipitación de sales calcáreas en el seno de un a diferentes. En el prim er caso, que es el ele los hue-
matriz pro teica que ha sido elaborad a por eleme n- sos planos de! cráneo, la diferenciación ti ene lugar
tos celu lares llamad os osteoblaslOs. sobre un terreno me mbranoso e n el que al gunas
Los estudi os microscópi cos e hi stoquíllli cos células mesenquim atosas ya se han tran sFormado
demuestran que la sustancia preósca (aparente- e n fibroblastos , los que produce n una red de fibras
mente precursora del col ágeno) sufre una lfansfor- co lágenas que les dan ese pecu li ar aspecto en ma-
mación metabó lica compleja antes de que se veri- ll a. De ntro de esa red, 'y a partir de osteobhlslOS, se
fique la uni ón de los iones P04 y Ca qu e darán o ri - genera el proceso conocido como osteogéncs is
gen al fosfato tri cálcico que más tarde se deposita- membranosa.
rá en forma de cristales de hidroxiapati ta. Si n embargo, desde e! punLo de vista e mbrioló-
Los investigadores que han a nali zado la inti mi- gico la mayor parte del esqueleLO se origi na en rej i-
dad de este singular fenómc no de tran sformaci ón dos ci.\rlilaginosos, modelos que luego son sustitui-
tis ular se ñalan el aumento que experime ntan el dos por hueso qu e se forma tanto en la superficie
ácido ribonucl eico, la beta-glucuronidasa, la f05- como en el inte rior del esbozo condraL A medida
faLasa alca lina y, cntre otros, el ;:Ícido condroil in- que el modelo se osifica e! carLOago muerto es sus-
sul fú ri co, qu e sería el fa ctor vinc ulante de los tituido por hueso joven originado en los osteob las-
co mpo nentes orgánicos e inorgánicos del hueso. tos que rodean e invaden el te¡Teno preexistente.
Los oSLeob lastos, que son de orige n mesenqui -
mático y está n estrechame nte relacionados con los
capilares que los ilTi gan, secretan o prod ucen la Crecimiento del modelo cartilaginoso
sustancia inte rce lul ar típi ca del hueso que al ro-
dcar los ele mcntos celulLu·es que la originan va ais- El modelo carLilaginoso puede crecer, tan lo e n
lando progres ivamcnle a los osteoblastos y a sus longi lUd co mo a lo ancho, por crecimi ento inters-
prolongaciones citopl asmáricas h(l sta lograr su ticial -es decir, por multipli cación e hipenrofia
pau latin a transformación en ostcocitos maduros y de los eo ndrocitos- o por aposición de nuevas ca-
en los innu merables canalículos que atraviesan la pas ce lulares que se diferencian del mesénquima
sustancia intercelular orgánica. circundante.
8 Ortopedia y Traumatologia GENERALIDADES
pe
Crecimiento
Formación de columnas
Hipert rofia
Maduración
PO
Transformación
Osificación
Esponjosa primaria
Remodelado
Esponjosa secundaria
Asa metafisaria
La invas ión de los capi lares desde la ca pa cx- za la matriz orgánica y las sajes minerales. La ac-
lem a del cartílago (pericondrio ) lleva consigo los tividad de los osteoblastos y de los osteoclastos es
osteoblastos o cél ulas osteógenas, las que , agrupa- simultánea, lo que en cond iciones normales da lu -
das en determinados puntos del modelo cattilagi- gar a un fenómeno permanente de remodciado ti-
naso, constitu yen los núcleos de osificación (dia- sular adaptado a las necesidades fun cionales del
fisarios o cpiEsarios) responsables de la produc- hueso vivo.
ción de hueso. La estratificación más o menos concéntrica de
laminillas óseas alrededor de un canal centra l (ca-
nal de Havers) que contiene vasos constituye la
Estructura del hueso maduro unidad funcional y mecánica del hueso compacto
y se denomina osteón.
Como ya se ha dicho. los ostcoblastos son los Cada canal de Havers se vincula con el de los
e le me ntos de origen mesenquimáLico qu e por un osteones vecinos por medio de los canalículos per-
proceso de di fere nc iación fu ncional asumen un a forantes de Volkmann. los que comunican todos
clara actividad osteogénica o fo rmado ra de hueso. los planos del tejido óseo maduro , desde el perios-
Por otro lado, existe una resorción fisiológica del li o hasta e l cana l medular.
tejido óseo, que se vincula con la ex istencia de los Los espacios illterlaminares en el hueso es-
os teoclasto s, elementos ce lulares polinucleados ponjoso está n ocupados por numerosos elemen-
que tamb ién derivan del mesén quima indiferencia- tos de origen conectivo y por estructuras vascu -
do y de vida efímera. Los osteoclastos se alojan en lares cuya capacidad pro liferati va reviste una
las lagunas de Howship y son responsables de la gran importancia para la osteogénesis de repara-
resorción lacunar del hueso, fenómeno que alcan - ción .
Crecimiento óseo 9
Fémur Extremidad
Húmero Extremidad
20%
- - 10% 70% - -
~~l
- - 40%
- 10%
27%
Radio
cúbito Extremidad Tibia
peroné Extremidad
Fig. 2-2. Representación esquemática de la contribución relativa de las regiones individuales de creci miento a
la altura global de un hueso individual y de la extremidad en conjunto en el brazo (A) y en la pierna (8).
Cartílago conjugal o de crecimiento y está cons titui da por grupos ce lul ares que no
adoplan una d istribución regul ar.
En un hueso largo el tejido óseo q ue se origina
en los centros de os ificación epili sarios y el del 2 . Zona de células cartilaginosas en proli fe rac ión,
ce ntro diafi sario dejan entre sí un a placa o di sco que es más ancha que la anterior y está forma-
canilag inoso tr<msversal --el disco epifisario- que da por elementos redondeados encolullln ados.
pers iste como ta l hasta que se complela el creci- de núcleo grJ lldc y con numerosas mitosis. En
miento longitud ina l de los hu esos en la vida adul - esta zona ta mbi én es imponante la producción
ta: recién entonces el canílago conjugado es susti- de matri z ca rti laginosa, 1;.\ que di sminu ye en la
tuido por hueso. capa sigui enle.
Esta placa cartilag inosa, responsab le del creci-
miento longitudi nal de uno de los ex tremos del 3. Zo na de hi pertro lia cel ular, con elementos de
hueso, adopla una estructura estrati fi cada, en co- mayor ta maño y más madu ros a medida que se
lu mnas cel ulares. al ejan de la epífisis y un citoplasma en el qu e
En el corte lo ngitudina l de un hueso largo en se acumul an sustancias gra sas, glucógeno y lí-
crec imiento, el exa men del aspecto hi stológico del quid o, lo q ue le con fiere un aspecto vacuolar.
can ílago epifisJrio permile disti nguir cuatro zonns Las cél ul as de esta zona ya producen fosfatasa,
que re presentan las etapas de transformación ti su- lo que induce la calcificación de la matri z inter-
lar (li g. 2-1 ) : celul ar que rodea las cél ulas hipertrofiadas.
l . Zo na del cartílago en reposo o de las células 4. ZOI1<1 de cartílago calcificado, en la que I..\s cé-
germinales. qu e es la más ce rcana a la epífisis lul as cartilaginosas se han degenerado y mu e-
10 Ortopedia y Traumatología GENERALIDADES
ren; por ende, esta zona presenta un depósito de Con pequeñas diferencias según los autores, se
sales de calcio en la sustancia intersticial inter- acepta que el 70% del crecimiento longüudinal
columnar y adopta el aspecto del tejido espon- del fémur está a cargo del cartílago distal mien-
. .
JOsa Joven. tras que el cartílago superior de la tibia es res-
En un momento determinado del desarrollo ponable del 60% del desarrollo de ese hueso.
de los seres humanos - también de los anima- En los miembros superiores el cal1í1 ago proxi-
les- se agota la capacidad de reproducción de mal del húmero contribuye en un 80% al creci-
las células germinales, la metáfisi s se une con m.iento de dicho hueso y la misma proporción
es válida para la fisis del extremo di stal del an-
la epífisis, progresa la invasión vascular y el
tebrazo (fig. 2-2) .
Gutílago de crecimiento se cierra.
Todos estos datos, que con pequeñas varia-
Son muchos los factores que estimu lan o in-
ciones se mantienen constantes en los niños nor-
hiben la actividad de los cartílagos de creci-
males, pueden sufrir modificac iones e incl uso
miento o tis is y su asincronismo es la razón de invertirse ante estímulos o agres iones 'lile le-
las diferentes proporciones que tiene el cuerpo sionen la integridad anató mica del cartílago
hu mano en sus distintos segmentos. Por ejem- conjugado fértil.
plo, los canílagos más fértiles de los miembros El conocimiento c!inicorradiográfico de la
Infe riores son los que se encuentran próximos a evolu ción de los cartílagos epifisarios permite
la rodilla y los de los miembros superiores son predecir la talla final del individ uo joven y se-
los que se hallan lejos del codo; en todos 16s ñala la 0p0I1unidad para provocar el estímulo
casos la participación de cada cartílago conj u- terapéuti co o la detención quirúrgica de una fi-
gal en el crecimiento total del hueso tiene pro- sis en la conección de disc repancias de longi-
porciones di sti ntas. tud de los miembros.
Capítulo
I
3
Diagnóstico por imágenes
Osvaldo Velán
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W. C. Roentgen descubrió los rayos X (Rx) en timas décadas; su espectacul ar progreso se debi ó a
1895 y su descubrimiento marcó un hito importan- la adquisic ión de nuevos conocimi entos médicos y
[e en la hi storia de la medicina. Ese año fue pos i- a la integrac ión de la mi croelectrónica y los siste-
ble visualizar el interior del organi smo sin necesi- mas de computación a la tecnología méd ica. Ade-
dad de recurrir a una intervención quirúrgica ni de más de los procedimientos que utili zan Rx para
disecar tejidos y en 190 I Roentgen recibió el pri- generar las im ágenes, esta forma de diagnóstico ha
mer premio Nobel de física. incorporado otros que se basan en d iferentes prin-
En aquella época se inició un a nueva espec ial i- c ipios físicos. En el cuadro 3-1 se presenta una
dad médica que recibió diversos nombres y que en clasificación de los métodos de diagnóstico por
la ac tualidad se conoce como diagnóstico por imá- imágenes según la ene rgía que utilizan.
genes. No todas las técnicas eswdian las mis mas es-
El diagnósti co por imágenes lu vo un crec i- tructuras ni tienen la mi sma capacidad de discri-
miento constante, q ue se aceleró más en las dos úl - minación anatómica. A continu ac ión analizare mos
las características de cada una y su utilidad en or-
topedia y trau matología.
Energía
Los exámenes radiognil1cos si mpl es son los
que se utili za n con mayor frec uencia en un servi-
Rayos X Radiología convencional y digital cio de diagnósti co por imágenes. Los Rx son on-
(incluye estudios simples y das e lectromagnéticas (lo mi smo que la luz visi-
contrastados) ble, la luz ultraviol eta y las ondas de radi o) de lon-
Angiografía convencional y digita l gitud de onda muy corta que se orig inan dentro de
TOl11ografía computari zada
una ampollCl de vidrio al vaCÍo (q ue contiene un
Rayos gamma Gammagrafía o ccntcllogra fía
ánodo y un cÚlodo) a la qu e se le aplica un a dife-
Cltrasonido Ecografía o ultr.tsonografía rencia de potencial eléctrico. De esa forma se ge-
(con todas sus variantes) nera una nube de electrones en el cátodo que cho-
ca conlra el ánodo. Cuando se produce el choq ue
Magnélica y ondas Resonancia magnét ica la mayor parte de la energía es liberada como ca-
Je radiofrecue ncia
lor y só lo un a pequeña propo rción (aproximada-
12 Ortopedia y Traumatologia GENERALIDADES
Plomo, bario,
'. ::: ," . ." ' . yodo, calcio,
hueso
ligamentos,
4
Grasa
..... :.,- .....
),.:; .>..... 7 - . / ~ Gases
-'-6
7 2 4
Fig. 3-1. 1) Ampolla de vidrio al vacío. 2) Cátodo con
filamento. 3) Dirección del flujo de electrones. 4) Ánodo. Fig. 3-2. Atenuación de los rayos X. 1) Rayos X de
S) Rayos X que emergen en línea recta. 6) Coraza igual intensidad. 2) Diferentes tejidos atravesados por
metálica con una ventana por donde emerge la la radiación. 3) Rayos emergentes. 4) Efecto sobre
radiación. 7) Cono de radiación útil. una película radiográfica.
mente el 1%) se [ransforma e n Rx. La radiación duce una imagen "blanca", Otros eleme nt os ra-
emana en línea reCla en {Odas las direcc iones; la dioopacos son el calcio. el bar io, el yodo, el plo-
ampolla se enc uentra proteg ida por una coraza de mo y otros metales: el yodo y el bario se uti lizan
plomo excepto en ulla pequeña ve ntana que penlli- co mo sustancias de contraste . A continuació n se
te la salida de los rayos. Esa es la ra diación úLi I ubi ca n los tejidos y otros elementos qu e carecen
que se orienta hacia el sector que se desea radio- de grasa e n su co nst itu ción, como los múscu los,
grafiar (fig. 3- 1). los liga mentos, los tendones. los líq uidos, e tc; y
A lgunas de las propiedades de los Rx consi sten que absorben o atenúan menos Rx que e l hueso
e n que atraviesan casi lOdos los objetos, act úan so- y producen imágenes de un lOno gris claro en la
bre las sales de plata de una película radiográfica radiografía. La grasa se ubica en tercer lugar
sensible y generan luz al incidir sobre sustancias porqu e absorbe aun meno s radiación y produce
Iluore sce nte s. imágenes de co lor gr is osc uro . Los gases. qu e
La cant idad y la calidad de los Rx que se ori - pnícticamente no absorbe n los Rx y se ven de
ginnn e n In ampolla se modifi ca n según factores co lor negro en la película rad iográfica, so n 1'(1 -
ta les corn o el tiempo de exposición, el mi liampe- diollÍcidos (fig. 3-2).
raje y e l kilovo lraj e. La radiación que a traviesa Recordemos que c uando los Rx impactan en la
un cue rpo e me rge debi litada de él; algunos rayos película se obtiene un registro gráfico sobre un
son abso rbidos. otros se desvínn de su trayecto- plano de dos dimen siones (la pel íc ula) de un volu-
ria. El debilitamiento no es homogéneo sino que men (el objeto en estudi o). Para tener ulla idea tri-
depende del peso atómico o de nsidad de los ele- dimensional de ese volumen se requ ie re n por lo
mento s que atraviesa 1<1 radiació n: cU<l IlLO mayo r menos dos incidenc ias que habitualmente son el
es la de nsidad , mayor es la rad iación que absor- frente y el perfIl del sector exa minado.
ben los tej idos y más opacos son respecto de los Los Rx prod uce n imágenes con gran detall e
Rx. a nató mico de las estructuras óseas y ca1cific,l-
Si al sa lir del c uerpo los Rx inciden sobre una das; e n cam bio, su ca pac idad de di scriminación
pelíc ula radiográfica provocarán cambios latentes de la s partes blandas es muc ho menor por lo que
e n su emuls ión que se h<lrán vis ibl es mediante el para destacar su ubi cac ión y su anatomía se uti -
reve lado (efecto fotográllco), co n lo que se obten- li zan sustancias de contras te : estas susta ncias
drá un reg istro permanente: la radiografía. so n bás icamente tres: el sulfato de bario que se
Si se crea una escala que in cl uya los tej idos y ell1ple"j para el eswdi o del tracto d igest ivo, d i-
estos se ordenan en forma decreciente seg ún su versas sales de yodo que se lIS<.I1l para los exáme-
dens idad (opac idad respec to de la radiación) se nes vasc ulares (arte ri ografías, f1e bografías), para
verá que el hueso es el ('ejido que más rad iación el estud io del ap ~lrato urinario y para algun os es-
a bsorbe (es mdioopaco) y en la rad iografía pro- tudi os d igestivos, fistu logra fías. <.Irtrog rafías ,
Diagnóstico por imágenes 13
etc .. y el aire. que se re serva para e l aparato di - Illdicaciones del exal1l€1l radiográfico
gestivo y para al gun as articulacion es (neu moar-
trografía). Las ind icac iones del exame n radiográlico in-
Una variante de la rad iografía es la tom og ra- cl uyen:
fía convencio nal. léc nica qu e medi ante mov i-
mien tos sincróni cos y o puestos del tu bo y de la l . Estudi o de las enfermedades óseas y ani cul ares.'
pe lícula permite obtener registros nítidos de un 2. Ex amen co ntrastado de algunas a11icu laci one s
pla no elel organi smo mientras qu c e l resto tiende (artrografía).
a borra rse. Las ind icaciones actua les de la tomo - 3. MonitoJ'co para la reducc ión de fracturas y luxa-
gra na lineal so n escasas porque ha s ido reemp la- c iones.
zada con ventajas por la to mog rafía comp utari- 4. Control int raopcratorio de di versas lesiones es-
zada (Te) y la reso nancia magné tica (RM) . queléticas.
Ya hemos mencionado que los Rx ge neran lu z S. Locali zac ión de cuerpos ex traños radioopacos.
al incidir so brc susta ncias flu orescente s. Este 6. Estudio de tUllloraciones de las parles blandas.
efecto se util iza e n la radiosc opia (flu oroscopia); 7. Gu ía par~l la biopsia ósea.
cua ndo lo s R x atrav iesan un objeto e impact an
,;ob re una panta ll a fluo rescente se obtiene una
\ is ión directa y dinámica del obj cto. En la actua- Radiología digital
lid ad lo s equipos ti enen pantallas co n un sistema
ados ado q ue perm it e ver las im,ígc ncs en un 111 0- En la act uali dad se estún incorporando sistemas
n¡wr de T V. Este sis tema. que se deno min a in- digitales computarizados pan¡ los exá menes de la
tens ificado r de imágene s con c ircu ito cerrado de radio logía co nvencional. Los cbasis con las pe lí-
TV. es de gran uti lidad en lo s qui rófan os y las Srt- cul<.lS radi ográficas son reemplazados por detccw-
la>; de guardi a para controla r la redu cción de <.11 - res que almace nan los datos generados por los Rx .
gu nas frac turas y en ci rug ías de tumores, inj ertos Los datos so n procesados por computadoras que
ó~ eos . etc. tra nsforman 1" información dig ita l en ana lógic(\
Además de las propied ades que hemos seña- con proyección de las im ágenes en monitores de
lado los Rx tienen un e fec to bi o lógico qu e se uti- TV de alt a defi nición. Los registros se fotogra fían
liza para el tratami ento de al g ulli.l s afe cc ion es mediante cámaras especial es en pelíc ul as con emu l-
(radio terapia); no obstante , pu cdcn produ cir le- sión de un so lo lado.
~ io nes reversibles O permanentes sobre teji dos
sanos cua ndo se ac umulan en exceso en el orga-
ni smo. Los equ ipos mod ern os es tán co rrecta- Angiogratla convencional y digital
mente protegidos y ex isten c laras medidas de
pro tecc ión ambi ent al de los pacientes y de los El examen 3ngiográfi co cs el estudi o de los va-
ope radores qu e dete rminan la cas i ausencia dc sos y de los tej idos que éstos irri gan med iante la
contraindi cac io nes pa ra los exá menes radiológi- inyección intravascular de sustancias de contraste.
~o s : sin emba rgo, de be evitarse la irradi ac ión de l El acceso a los vasos se logra por medio del em-
few en la mujer embarazada y de las gónada s en pico de catéteres por vía percutánca (téc ni ca de
los niilos y los jóvenes. Seld inger) o por disección vasc ular. En la ang io-
Los Rx se ge neran en el mom ento de la ex po- grafía convenc iona l el registro es inmediato, en
... ición y un a vez fi na lizada ést a desaparecen il1 s- pel ícula radiográfi ca .
Llnlá nea mente: a p:.\ rt ir de ese mo mento no exis- En la déc ada de l 1980 se de sarro ll ó un nuevo
te rad iación res idual en e l ambiente. método radi o lóg ico con ayuda de computadoras
que facilita y mejora el es tu dio contrastado del
sis tema vasc ul ar; en el caso de este métod o, que
Registros se denomina l/I/giograjfa digital. la sustancia de
contraste se inyecta con técn icas simil ares a las
Los reg istros se obt ienen en pe lículas radi ográ- utili zadas para e l ex amen co nve ncional pero la in-
ficas de diferentes tamailos (18 x 24; 24 x 30; 35 x formación gc nerada por los Rx no actúa sobre la
.13. etc.: las cifras expresan la medida en centím e- película radi og rá1ica sino so bre detectores espe-
tro~ de cada lado de la película). ciales. Med ian te la com pu tadora del equipo se
14 Ortopedia y Traumatología G EN ERALIDADES
.. .
ñir los lumores de la médul a esp inal y de las par-
tes blandas.
Los tejidos sanos o enfermos con ulla señal
muy alla ti enen un color blanco bri lh:mte (son hi- ,.
peri mellsos) y los de baja señal presenta n un color
gris O gris-negro (son hipoilllensos).
1 ...
Registros
I
3
~,.'lulti i m áge n es en película con emulsión de un
",lo lado.
Fig. 3-5. Resonancia mag nética. El paciente se
encuentra dentro del equipo (1). Las señales son
l/ldicaciones de la resonancia procesadas por las com putadoras (2). Las imágenes
magnética se proyectan en un monitor de TV de la consola del
operador (3).
Las ind icacio nes de la RM inclu yen:
L Lesiones de la médula espinal (tumores, mieli-
lis. tra umati smos, etc. ). Procedimielltos diagnósticos
, Hernias di seales.
3. Ano malías congénitas de la co lumna vertebral La biopsia percWáll ell es el procedimiento
que co mprometen el condu cto raq uídeo. di ag nóstico de prác ti ca más frcc ucnte. Se ulili z~1I1
..! Tumores óseos y de partes blandas y lesiones agujas de d iferente calibre, longitud y diseño. Las
seudot ul1lorales . biopsias pueden rea lizarse bajo radioscopia, eco-
.:>. Enfermedades de la médul a ósea. grana o Te.
6. ;"¡ec rosis avascu lar. El objetivo de la biopsia perculánea es la obten-
- Rupturas de los mú sc ulos, los tendones, los li- ción de tejidos o líquidos para su examen hi stopa-
gamell LOs y los meniscos. to lógico o su cultivo cuando se sospecha la ex is-
Infecc iones o intlamaciones óseas, artic ul ares lencia de una infección.
y de partes blandas. Corno la morb ilidad del método es muy baja, és-
9. FraCluras. te es el procedimien to de elección para mribar al
d i¡lgnóstico etiológico de muchas lesiones orgánic;;ls.
Radiología intervencionista
Procedimielltos terapéuticos
Dentro del dii.lgnóstico por imi.lgenes en li.l úl -
tima década se han d esa r roll~ld o varios procedi- EI/tre los procedilllielllOs lerapéuticos se desta-
mientos que se eng loban bajo la denominación de can: a) el drenaje percutá neo de abscesos y otras
radiología intervencioni sta. El denom inador co- co lecc iones líq uidas, que cO/lsiste ell la coloca-
mún de estos procedinuen Los es que todos utilizan ciÓII de 1/11 catéter del/1m de la colección bajo la
algún método de diagnóstico por imágenes con el gl/ía de la Te o la ecogmji'a hasta Sil cOlllpleUl
ñn de orienta r la introducc ión de agujas, catétc- f vacIIlH:iólI, b) las terapéuticas vasculares. que ill-
re-.. guías II otros elementos dentro del organismo cll/yen la angioplastia percul ánea (dilatación de
para e l diagnósti co o el tratami cJ1w de diversas ({rferias eSlell usadas), la embolizac ión de lesiolles
afecciones . vasculares y I/l/Jlomles y la quimioterapia intraar-
Se los clasifica en proced imi c l1los diagnósticos tcrial y c) el tratam iento percutáneo de al gunas
. procedimientos terapéuti cos. fracturas y tumores .
Capítulo -4
I
Cirugía artroscópica
Mario Berenstein
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Las les iones intraarticulares agudas y c róni cas Para efectuar e l exa me n anroscópico prolijo de
h:lI1 ¡;ido m o ti vo n:ecuenlc de diagnósticos conlra- una articulación es p rec i ~o tener prese ntes ciertos
diclOrios y pese a los múlt iples métodos comp le- principios y di sciplin as sin las c uales no sería po-
mentarios dcsarroUados no sie mpre se ha podido sible ll evar a cabo con éx ito la técnica.
arribar a un d iagnósti co de certeza y por lo tanto A unque la artroscopia puede ser un procedi -
indicar el tratamiento ad ec uado . miento simple, existen muchos detalles que exigen
El ex a me n endoscópi co de ]ns anic ulaciones una ate nció n previa espec ial para que sea ll evada a
..e ha d ifu ndido mucho e n los últimos años y gra- cabo con facili dad . La aru"oscopia se rea liza a tra-
vés de pequeñas incisiones por lo que se debe le-
,: ia~ al desarrollo de nuevas ópt icas, mi c rocá ma-
ner conoc imiento de los pl anos anatóm icos por los
ras de circuito cerrado de telev is ión, se ha logra-
que atraviesan los in strumentos para no lesionar
do la visualización directa de 1íJS estru cturas in -
tejidos o estructuras nc urovasculares.
Udarliculares, con el consig uicn lc aum ento de la
La cirugía ortIVsc6pica requi ere entrenamien-
prec isió n diagnós tjca: adem ás, co n in strum en ta l y
to y hab ilidad e n el uso cuidadoso de las ópti cas y
técn icas qui rúrg icas, también es posi bl e rea lizar el manejo deli cado del instru mental.
,imuhánea me nte el tratami e nto adecuado por vía La efi ciencia del desarro llo de la práctica ar-
ndoscópica. por cirugía a cielo ab ierto o con <lm- lroscóp ica depende de la organización del equi po
a.:, téc nicas. huma no, del instrume ntal di sponi ble y del plan
preoperatorio.
Dos detalles téc nicos son esenciales para rea li -
Definición za r la artroscopia: la ilwI/il/aci611 y la distensióll
de {" (;avid(ld arliclI/(lI:
La cirugía artroscópica es un procedimie nto
quirú gico que mediante la di lalació n de la cavidad
.!!ticular con líquido y a través de peq ueñas inci- Iluminación
.. ione~ . con un disposi ti vo ópti co y un método de
Jumi nación. permite visualizar y (ratar estructuras La intensidad de la iluminación debe ser eo nsi-
de una anic uJación. dentdn de acuerd o con los requisitos de la artros-
20 Ortopedia y Traumatologia GENERALIDADES
copia; si es por visión directa, la intensi dad debe ne ra perder el tiempo en pas os con vencionales y
ser sufic iente para pode r vi suali zar los d istin tos que se fuerce la ópt ica con la posibilidad del de-
sectores de una articulac ión sin dañ ar el oj o del teri oro de ésta o la les ión de tejidos.
operador. Si se va a doc umentar con fotografías la
iluminació n debe ser increme ntada dado que se
pierde en el pasaje a través de las lentes fo tográfi- Control mallllal. Palpación
cas; si se realiza con circu ito cerrado de televisión
y documentación con vjdeocassete , la ilumin ació n Los mo vimienlos que se rca li z<.ln cua ndo se in-
debe ser suficientemente intensa para realizar la troducen cánul as, ópti cas o instrumentos deben ser
exp lorac ión ani cular, la fuente ele il umi nación de- precedidos por incisio nes de piel y trócares que
be contar con un reóstato para graduar la intensi- de marcan el trayecto a través de los tejidos hasta
dad o se deben util izar fuentes de luz con regula- la articulac ión. Estos movi mientos deben ser fir-
ción au tomática y evitar zonas oscuras o sat uradas. mes, certeros y a la vez del icados; el entre nam ien-
En la actualidad las microcámaras se han perfec- to posibilita un control y coordinación entre mano
cio nado de ma nera qu e exigen fu entes de luz con y ojo.
menores cond iciones lumín icas. La palpac ión y la pos lerior in strumentación se
logran por triangulación; esto significa una coord i-
nació n de tres puntos : pu nto 1, un sector o una le-
Distensión sión; punto 2, visión a través del anroscopio; pu n-
to 3, instrumentac ió n.
La distensión de la arti cu !ación es esencial pa-
ra poder recorrerla artroscópicamente: para ello se
crea una cav idad donde normalmente es tá co laps a- Indicaciones
da y ocupada con líquido sinov ial. En forma pre-
via a la in sti lac ión del líquido que servirá para la a. Rodilla
di stensión y lavado se debe retirar el líqu ido sin o-
vial; la presión de instilación, a través de la cánu- Vía de acceso. Para ex pl orar en su totalidad la
la del arlroscop io o por cán ula independ iente, de- rodilla es preferible la vía panurotu liana interna o
be ser mayor que la de su cción; ésta se obtiene ex tern a. La instil ación del líqui do de dilatación y
median le la co locación de los balo nes de la solu- lavado puede ser a través de la cá nu la del artro sco-
ción a un metro de alt ura de l lugar a insti lar. El pi o o por c<Ínula independiente en la bolsa sin ovi al
drenaj e puede ser por declive o con suctores con cuadricip ilal suprarrotu liana.
presión controlada . Anatomía artroscópica, La sistematizac ión de
La capacidad de absorción del tejido si novia l la ex plorac ió n de la rod illa posibi lita recorrerla en
de la rodilla es de 25 cm' de solución fisiológica su integridad y evitar zonas inex ploradas y, por en-
cada 5 minutos; se pueden utilizar medios de me- de, pasar por al to alguna patología ex istente; nues-
nor absorc ión como, por ejem pl o, solución de gli- tro criterio de exp loración consiste en comenzar
cina al 1,5%. por el compart imiento inte rno, el sector posteri or,
medio y anterior, seguir por la zona intercon dílea,
continu ar por el co mpart imiento ex terno, el sector
Posición pos terior, medio y an terior, la relació n fem ororro-
tu liana, la bolsa cuadri cip ital co n sus recesos in -
Una buena vía de ac ceso y una dirección tern o, med io, poster ior 'f externo y e l estudio del
aprop iada del artro scopio son ese ncial es para tej ido sinovia l (fi g. 4- 1).
poder visua lizar todos los sectore s pos ibles de
una articu lación; pequeñas d ife renc(as de só lo
mi límetros pueden dificu ltar la visión y los mo - Indicaciones en padecimientos agudos
vim ientos que se deben re al izar co n el artrosco- y crónicos
pio, por lo que debe n ser tomados en cuen ta los
reparos anatómicos marcún do los en la piel para 1. Meniscos. Rupturas meniscales traumáticas
que en el moment o de incidir la piel con e l bis - (li g. 4-2), pato lógicas, degenerativas, por ines-
tu rí sea en el lu gar exacto y se evite de esta ma- tabil idad, desprendimi entos mcniscales, blo-
Cirugía artroscópica 21
fi g. 4-1. Visión artroscópica por sectores en la rodilla. A, ligamento cruzado anterior; B, menisco externo del
cuerno anterior; e, menisco externo del cuerno posterior; D, cóndilo femoral; E, relación femororrotuliana; F,
'11eni sco interno del cuerno posterior; G, menisco interno de la parte media; H, menisco interno del cuerno
anterior; 1, relación entre el ligamento cruzado anterior y el posterior.
queos articulares, meniscos disco ideos sinto- 4. Sinovial. Patología traumática, hipertrófic2,
máti cos. evaluación de me niscectomías. degen erativa, reumática; gota, seudogota,
. . Cart/!agos. Patología condral traumática, de- ocronosis, condromatosis, si novi tis vello no-
generativa, por inestabilidad, ostcocondritis dular pigmentada. sinovitis hemorrágica, pli -
disec ante. secuelas de osteonecrosis. cas, hemangioma, artriti s psoriásica, sinovi-
3. Cuerpos libres illlraarliculares. Ratas articu - tis nodular pedunculada, lipoma sinovial, in-
lares. cuerpos extraños (agujas, espinas, vi - fecciones agudas y crónicas, síndrome de
dri ~s . bal ines, ba las , etc.). Reiter.
22 Ortopedia y Traumatología GEN ERALIDADES
Fig. 4-2. Patología meniscal interna. Lesión en "asa de balde". A, exploración artroscópica; B, palpación; e,
resección del cue rno posterior; D, resección del cuerno anterior; E, extracción del fragme nto meniscal.
b. Hombro e. Cadera
Lu xación y subluxac ión escapu lohu meral, al - Procesos degenerativos incipientes; sinovitis
gunas arecc iones congé nit as: lesiones de l Illan - agudas, degenerati vas, sépti cas; fracturas condra les
g ui lO rotador; c uerpos libres intraartic ulares o in - y ostcocondrales; osteocondriti s disecante: necros is
trabursalcs; artrit is degenerativas, rc umatoidea, aséptica; eval uación de c irugía reconstructiva.
sépti cas; pcritcn dini tis y rupturas de l tendón largo
del bíceps; hombro conge l.c.ldo; s inovitis hipertró-
fi cas local izadas; condrolllatosis sinov ial; bu rsiti s f Tobillo
su bac romiodeltoidea; burs it is calci t\cada: acro-
miopatías degenerativas: síndro me de 'compresión Ostcocondritis del aSlrágalo; c uerpos libres por
acrom ial. lesiones agudas y crón icas: aJ1riti s traumática, degc-
Cirugía artroscópica 23
nerati\'a. reumatoidca; f-ib rosis y adherencias en prcsc ntativo para arribar al diagnós tico histopato-
illeStabilidacles crónicas; les iones condrales de libia. lógico de certeza.
La m1oscop ia se puede efectuar e n form a am-
bulatoria o con internaciones cortas de 24 horas e n
a. ArtiClllación temporomalldiblllar promedio.
Dado que la cirugía al1roscópica es un mé todo
Dol or tem poroman dibul ar persistente sin diag- con siste ma de lavado continuo la incidencia de in-
nósti co: sublux aci6 n y luxaciones; artritis traum á- fecciones es mínima; no requiere inmovi li zación
tIca. dege ne rari va, re umaLO.idea; les iones menisca- poste ri or. La rehabil itación es inmediata, con rea-
les: sinovit is: tumores intraarticul ares nu dación a corto p lazo de las tareas habituales, de-
porti vas O labora les.
Deb ido a que esta técnic,l requie re sólo peque-
Yen tajas de la artroscopia ñas incisiones (3 mm) no deja cicatrices, por lo
qu e es un a ciru gía es té tica.
La ci rugía artroscóp ica se puede reali zar a cual- La cirugía ártroscópica es un método que tiene
,:¡uier edad , con anestesia general o local. Esta téc- sus indicaciones y sus limitac iones, requiere del
nica pos ibil ita la exp loración de toda la articula- ciruj a no dedicac ión pe rmanente y ex periencia que
ción y no só lo del sector sintomático; en el caso de se va gan ando a lravés de los años para poder vi-
la rodi lla. por ejemplo, se Licne acceso a los cuer- suali z.u e n forma adecuada una artic ulación, inte r-
oos posteriores de Jos meniscos; se puede estudiar pretar las diferentes patolog ías y resolverlas con
:. tratar la relación funcional femorolTotuliana y se éxito a través de pequeñas incisiones con el instm -
;cede reali za r una biopsia d iri gida con material rc- me ntal a propi ado.
Sección
I
2
PATOLOGÍA ORTOPÉDICA
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Capítulo 5
I
Semiología de la columna
vertebral
Franklin 1. Merlo
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La se mio logla de la col umn a vertebral compren- b. Alteración del volumen . La presenc ia de
de los siguientes pasos diagnósticos: interrogatorio, ülla Lumoración a nivel de la columna verte-
examen físico , estudi os por imágenes, exámenes de bral puede deberse a un proceso neoplásico
laboratO!io y estudios anatomopatológicos. o a uno inflamatorio (absceso).
3. AlteracloHes moforas
Interrogatorio a. Parálisis (paraplejía, cuadriplcjía, hemiple-
jía, monoplejía).
El interrogatorio es la principal etapa del diag- b. Paresias (debilidad de la función muscular).
DÓ:o.ticO: en ella se deben precisar el momento y las c. Contrac turas Illusculares. por lo común an-
circ unstancias de aparic ión de los síntomas, la tálgicas como integrantes de un síndrome
e\ol ució n de éstos y los tratamientos efectuados. doloroso.
El paciente afectado por una lesión de la co-
lumna vertebral acude a la cons ulta por algun o de 4. Alteraciones sensitivas
Joo;;, s iguientes síntomas : a. Anestes ia
b. Parestesias
Dolor: se debe interrogar acerca de c. Disestesias.
a. Loc alizac ión
b. Pro pagación
c. Intensidad Examen físico
d. Qué lo provoca o 10 exacerba
e. Q ué lo ca lma Con el paciente ell posición de pie
f. Característica (punzan le , quemanle).
Inspección: se debe examinar al paciente
Deformación: la deformación de la col umn a prácticamente sin ropas con el fin de apreciar
\enebral se mi.lIlificsta por una alteración de la el tronco en su conjunto y los rniembros superio-
(onna de l tronco . Esta deformación puede de- res e inferiores en su tota li dad; se lo debe obser-
berse a ull a alteración de los ejes o a ulla alte- var por detrás, de costado y por delante y ve rifi-
ración del vo lumen. car si ex iste simetría del tronco o por el contra-
a..Alterac ión de los ejes. El paciente refiere rio, si hay alguna deformación. Se debe obser-
deformación en el plano frontal (escolios is) var lal'0slura del paciente y su corrección vo-
o en el plano sagital (cifosis, lordosis). lunt aria.
28 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
l.
!;
V
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.J ~
I
=-19. 5-3. Palpación de la columna vertebral (véase xoextensión, rotación y de latcral idad . En el reslO
:.x!o). de l raquis y preferente me nte e n la reg ión lum bar
tambi én se explora n la !lexión. la ex te nsión. las in -
clinacionesJatcral cs y la torsión (lig. 5-5). En pre-
ne lugar un proceso intlamatorJo o neophísico. sencia de un síndrome dol oroso que habitualm e n-
i.....s perc usión dolorosa e n [a zona renal debe hacer te se acompaña de contra<.:tufa mu sc ul ar la mov ili-
pechar una alte ración de los riñones y no de la dad se ve notoria mente dismin uida. En los casos
... lumna vCI1ebral. de ~s poll d i l i tis anquilopoyétici.ll a movilidad se e n-
.\fo\'ilidad: el examen físico sigue con el estu - cuen tra totalmente abol id a .
O de la movi li dad. En la reg ión cervical se ind i- Marcha: sc observa la marc ha y sus posib les
":'4 al pac iente que ejecute movimi e ntos de !le- alleraci ones (cojera); éSlas pu eden deberse al do-
')
~
/~
i v
A B e ~
Fig. 5-5. Examen de la movilidad. A y B, flexoextensión; C. lateralidad y O. rotación .
30 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Fig. 5-6. Medición real y aparente de las extremidades inferiores. A-B: longitud real; A '-8: longitud aparente.
lar, que obliga al ,paciente a acortar el tiempo de a través de la boca abi erla. para observar las dos
apoyo de la extremidad dolorid a: a un a difere ncia primeras vél1cbras cervica les de rreme y e n posi-
de longitud de las ex tre midades in fe riores que pro- ción de Ferguson para visuali zar tamb ién de fren-
voca un a inclinación de la pel vi s hacia el lado más te a la quinta vértebra lumbar. .
cort o: a paráli sis de grupos musculares. especial- TOlllografía lil/eal. Esta técnica permite poner
me nte los vec inos al tronco, y a rig ideces aJ1ic ula- de manifiesto lesiones oSleolítieas que a veces que-
res de la cadera y de la rodilla. dan e nmascara das por el tejido óseo sano que se
inte rpone en la direcc ión del rayo. Cabe recordar
que ciertas lesiones destru ctivas pueden estar oc ul -
Con el paciente en decúbito supino tas e n las radiografías simples pues es menester
que ellas superen el 40% de l tejido óseo para po-
Medición de las exrrelllidades inferiores: se ne rse de manifi esto.
realiza por la medida de la di stancia e ntre la esp i- Celllellografía. L,\ ccmellografía permi te, me-
na ilíaca anterosuperi or y el ma léo lo ti biaJ (fig. 5- dian te la captaci ón del radiofá rmaco_ descubri r al-
6). Esta medición puede hallarse suj eta a error de- teraciones localizadas de la irrigación sa nguínea
bido al desplazamiento de los tegumentos sobre (procesos inflamatorios) o de la mu ltiplicación ce-
las est ru cturas óseas al apoyar la ci ma métri ca. lular (neoplasias); es muy úti l para localizar les io-
Más e xacta es la _medici ón radiográfica, de las ex- nes antes que la radi og rafía simple las desc ubra.
trem idades. TOII/ografia cOfllp lftari~.C/ da. Este estudi o. que
EWlJlell lIet1rológico básico: en este caso se exa- se realiza con IO mógrafo de alta resol ución , puede
minan los renejos osteotc ndinosos, los cutaneoab- efectuarse con med io de contraste o sin él y perm i.
dominales, la sensibi li dad y la fue rLa mu scular. te vi suali zar los di scos inre rvertebrales y el conte-
Pulsos pe qféricos: se pa lpan los pulsos de las nido del condu cto raquíd eo ; así como evaluar las
extremidades a fin de exc lu ir a lt eraciones circula- dimensiones de éste y diagnosticar la este nosis ra-
toria s peri réricas. quídea.
Resol/ancia fIlagnética . Esta técnica es de ma-
yor prec isión q ue el es tudio anterior. Co n e lla p~
Estudios complementarios de mos distingu ir con claridad las partes blandas
intrarraquídeas: la médula espin al , el líquido cefa-
Los estudios por imágenes de la col unma ver- lorraqu ídeo, las raÍCes nerviosas . Tamb ién se pue·
tebra l co mpre nden la radio g r~\fía simple, la tom o- de n apreciar por la diferencia de imágenes altera -
grafía lin eal , la centel lograf'ía, la lomografía com - ciones fis icoq uímicas del disco intervertebral.
putari zada y la resonancia mag nética. ,
Radiografía simple. La radio grafía si mpl e
muestra los detall es óseos de los di stintos compo- Exámenes de laboratorio
ne ntes ve rte brales. La columna verte bral se debe
es tu dia r con proyecc iones antc ropostclior y late- Ade más de los a ná li sis habituales se requ ieren,
ral. A veces se deben indi car proyecciones obli - eventualmente, los correspondienles a un reu mato-
c uas y al gunas posiciones espec ial es, por ejempl o grama o los reCerentes al melabolismo fosfocálcico.
Capítulo
I
6
Escoliosis y cifosis
Franklin 1. Merlo, Víctor Rosilla
y Gabriel Rositto
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ESCOLIOSIS jeres ado lescentes de 6: I con respecto a los va-
rones. Segú n la edad de apari ción de la c urva se
di viden en: ,,
Dellnición
a. Infantil: menores de 3 años.
La escoliosis consiste en la desv iación lalcruJ b. Ju venil : de 4 a 10 años.
de /<] co lumna vCI1cbral con rotac ión de las vérte- c. A dolescente: m;.ls de 10 años.
bras en famla pcrmanentc\(fig. 6- 1).
Existen dos ti pos de esco li osis: 1) la escolio- 2. Escoliosis congénita: se debe él malfonnacio-
sis estructural, e n la que se encuentran alteradas n es verteb rales.
las esttucturas de la colu mna vertebral: vértebras,
ligamentos, mú sculos, e l C. 2) la esco liosis fun- a. Por de recto de formación: he mivértebra,
cionaJ , en la qu e se observa una desviación del vértebra en cuña.
eje de la columna ve rtebral: defectos de postura , b. Por defecto de segmentación: barras (s inos-
cu nU"acturas antá lgicas, diferenc ia de lon gilud de to sis) imervertebral es.
las ex trem id ades in feriores , etc. En es te tipo de c. Mi xtas.
esco liosis no se produce modificación de las es-
tructuras anat ómicas y no se verifi ca rotac ión
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3. Esco!io.\·Ü fl euroll1l1SCulares
vertebral.
A. Neuro/uíticlI.\·._
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5. Poco frec uentes Fig. 6-2. Pacie nte afectado de enfermedad de [von
Recklinghausen. Nótese en el examen la coexistencia
de lesiones cutáneas y escoliosis.
a. Trastornos mescnquimáticos (p. ej., síndro-
me de Mrufan) .
b. Enfe rmedad reumatoidca.
c. Escol ¡asís traumática. 6-3) Y origin'!.,)a giba cos lal, caractelÍstica de las
d. Contracturas veI1ebrales. tsco liosis estructurales .
e. Infecc iones . .... La vértebra que ocupa el ce ntro de la curva es
f. Trastornos metabólicos (p. ej., raqui tismo). la más alejada de la línea med ia y la más rotada;
se la denomina vértebra ápice. Las vértebras si tua-
das en los extremos de la curva son las vén ebrus
Patogenia lím ite (superior e inferior).
Cuerpo vertebral
deformado hacia el lado
convexo
A B
Lado cóncavo
Fig. 6-3. A, Acuñamienlo vertebral; B, giba costal. Obsérvense las deformidades características de la rolación
en la costilla y el cuerpo vertebral.
ce una hipertensión arterial en el circuito menor Se le so li cita al paciente que se incl in e hacia
con insuficIencia catdíaca derecha adelante (maniobra de Aclams t fig. 6-5) con lo cual
se pone bien de manifiesto la giba costal; al obser-
varlo de costado se verifican posibles alteraciones
Cuadro clínico en el plano sagitaL
\ (
Diagnóstico diferencial
Fig . 6-6. Método de Cobb para [a medición de curvas
El diagnóstico diferencial se real iza con todas esco\ióticas.
las causas posibles de esco liosis (véase et io lo-
gía).
Pronóstico
,
~l esco liosis evoluciona durante el crecimi en-
to esqueléti co con aume nto progres ivo de la c urva
de 1 grado por mes e n un pro medio de acuerdo
con el patrón al cual pertenezca. Lu ego, ya e n In
Fig. 6-7. Signo de Risser.
_e.dad ad ulta. esta e nfermedad puCde seguir progre-
sando lentamente (1 grado por año) com o conse-
c uencia del remode[ado óseo sujeto a las fuerzas
gravilacionales que inc iden e n él. son: el ~trón de la c urva (tor{¡cica derecha, 10ra-
Escoli osis del adulto: los adultos puede n te- <co lumbar, ctcJ, la § dacJ del pacic nle~ la magnitud
ner. de acue rdo con el patrón el e c urva y la grave- ..Qg la deformidad (métod o de Cobb), el pote ncial
dad de ésta. dos síndro mes principales: de crec im iento (mcnarca. signo de Ri sser, cartíl a-
go t!"i rradiado. etc. ), la l nagniLud de la gi ba (ma-
l . U n síndro me ftfl1cional respiratori o en las cur- ni obra de Adams). el balance del tronco (signo de
vas torácicas graves con detrimc nt o de la capa- la plomada). cl,plan o sagital o perfi l del pacie nte y
cidad vi tal y al terac ion es c.;a rdíac.;<!s que a veces alg unos otros mús .
condu cen a la muerte del pac iente. Las opcio nes terapéu ticas incwxe n ejerc icios.
1. Un síndrolll e doloroso prefere ntem e nte en las terapia físiG~.2stirnulac ión e l é<;.trica.~rtesis. ci ru -
c urvas lumba res por la art rosis discal e interfa- g ía (v ía\ anteriorts . posteriores y colnbi nadas).
cetaria. Los _objetivos del trata miento no quirú rgico
consiste n e n el contro l de la curva, la prevenc ión
de la progres ión de la deformidad , la prevención
Tratamiento de una futura cirugía y la mcj oría de la cosmes is.
Las indicaciones de [as ortcs is (corsé) son ad e-
El trat amie nlo de la escolios is idiopálica (E l) c uadas en el caso de ni ños inmaduros desd e c[
depende de mLíltiple s factores, [o que podríamos punto de vis ta esquelé ti co (Risse r 3 o menor) con
de nomin ar la pe rsonalidad de la c urva. Estos fac- c urvas de 2SO ,o más co n progres ión doc umentada
tores dele nninanLes de la co nduela lerapéu~a e n el li empo y e n el caso de las c urvas de más de
• •
-
ciru gía espinal de las deformidades- es la aurode-
sj.s-Husióll), la que se realiza mediante la resección
de las facetas articulares y la fusión con injerto au-
tólogo tomado de l ilíaco (tig, 6-9) .
CIFOSIS
Definición
30-40° (se deben tratar en forma inmediata en lu- a. Cifosisjuvcnil (por lo genera l en la adolescen-
gar de esperar documentar progresión). Entre las 0-a ):
ortesis más utilizadas se encuentran el corsé de
• Postural, que puede ser corregida por la vo-
Milwuukee, los corsés de tipo TLSO (lOraco-lum-
luntad del individuo con sólo pararse ergu¡-
bo-sacro-ortesis), los corsés di námicos (en posi-
do.
ción de máxima laterali zac ión), etc. En el caso de
• Estructural, debido a 'lEuñamicnlo anlerio!
las curvas al ~~ (ápice de la deformidad por enci-
de 3 o 4 vértebras en el centro de la curva,.!
ma de ]'8) utilizamos corsé de tipo Milwaukc~
10 que se denoIllina enfermedad de Scheuer-
(fig. 6:8), mientras que en las curvas toracol umba-
.[!al}tl.
res y lumbares utilizamos Oltesis de tipo TLSO.
Para que el tratamiento ortésico sea realmente b. Cifosis sellil, secuela de un dorso romo juvenil
efectivo el paciente debe usar la ortesis no menos que se acentúa por el remodelado óseo natural.
de 18 horas al día . Esta entidad se encuentra sujeta a las_.!.'esultan-
En caso de enfrentarnos con cu rvas con valores tes de las fuerzas gravitacionales que se ejercen
angulares mayores de 45°, curvas progresivas X en la concavidad de la curva y por la osteopo-
c urvas dolorosas en pacientes adultos indicamos ros¡ s que favorece las fracturas aplastamiento
fcir~gía.i EI objetivo de nuestro tratamiento quirúr- de varias vértebras. \
gico consiste en obtener una columna balanceada,
~lntO en el plano sagital C0l110 en el plano frontal, -
con hombros , pelvis y escápulas niveladas y con Cifosis de állgulo agudo (giba)
tina fu sión só lida y estable (artrodesisJ. Para ello
se dispone de instrumentaciones de tercera gene- Ésta responde a diversas etiologías que ocasi o-
ración (tornillos, ganchos alambres) que posibili- nan una alteración localizada de una o dos vérte-
tan el manejo tridimensional de la deformidad por bras,
Escoliosis y cifosis 39
COllgéll ita: por hcmivérreb ra anterior o por ba- gran raQ.i o de curvatura que supera la inclIfvación
rra anterior interso mática. torácica normal. Por ~nc il11 a y por debajo de e lla
IlIflamatoria: TBC, osteomielitis vertebral. se crean ~u rvas lorelóticas co mpensadora s ce rvi ca-
Metabólica: raquiti smo, osteoporosis . les y lumbares.
• 7illlwml: por destrucción de un cuerpo verte-
bral por lo general mctastásico. Anatomía patológica: se han descrito _altera-
• Trallmática: por fractura por ap lasta miento del c iones de los discos apofisarios y henlÍas disca les
cuerpo vertebra l. inlracsponjosas (hernias el c Sehmorl).
Medición de la cww/: se trazan las langCnLCs a precoz, pues la correcc ión que se logra es COI11 -
los bordes superi or e inferior de las vértebras que pl eta.
limitan la curva y desde ell as sendas perpend ic ul a-
res las que. al cru zarse, forman el <Í ngulo de la CUf-
-
v? Normalmente ex iste una in curvación torácica
de _cllIre 20 y 35"; cuando el ángulo supera los 3S"
- Tratamiento: med iante el corsé de Milwaukee
con apoyos poste riores a nivel derápice de la cur-
se habla de citosis. va ~ logran excelentes resu ltudos en los casos en
que hay suficiente potencial de creci miento verLe-
Pron()stico: el pron ós li co es bueno c uan- ~ 1. Además se deben indicar ejercicios para re-
do el tra tam iento puede ser instituido en form a forza r la musculatu ra de la espa lda.
Capítulo 7
I
Tortícolis congénito
Enfermedad de Sprengel
Osear VaraonC/
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l. Vascular: por obst rucción vellosa, con apane inspección (fig. 7- 1). El paci e nte muesU'a incli -
arterial intacto. Edema : dege ne rac ión tisular nación de la cabeza hacia el laelo afectado ; la ~'
(de l hematoma obstétrico): fibros is. billa apunta hacia el lado opues to. Se obse rva limi-
2. Traum át ica: por ruptura d urante el parlo de l tac ión de los movi mientos de la columna cervical ,
vie ntre m uscular. he matoma subsiguiente y e n partic ular la rotación hacia el lado afectado. Con
fibrosis. e llo sobre la base de la asociación fre- el tiempo es posibl e aprec iar asimetría fac ial.
c ucnte del tortíco l is con la prese ntación pe l- Palpación Se observa un aum ento de vo luIl1g1
V li.ma. del vientre 111uscular y tumorac ión palpab l ~: en
42 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Estudios complementarios
I
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Apófisi s mastoides ---:- ) '"
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La resección total del múscu lo (M ickulicz) se Con frecuencia aparecen elemenlos anat6mj-
reserva para casos de pacientes ado lescentes con cos de unión entre el o móp lato y la col umn a ver-
e l mú sculo Illuy retraído. te bral. como bri das fibrosas y barras cartilaginosas
Cualquiera de estas intervenc iones presupone II óseas, las que constit uye n en este último caso los
una correcta inmov ilizac ión posope ratoria en posi- denomi nados huesos olllovcrlcbrales.
ción de hipcrcorrección. primero con collar y lue- Es dable observuf an Ql1l alías muscu lares conse-
go con 111ll1crVa de yeso . cuti vas a estos camb i o~ O la presenc ia de un repl ie-
gue cutáneo en e l cuello denominado "PlerygiulII
co/li".
Pronóstico
• •
TOll1ograjfa lil/ea! Lcaracterísticas del hueso c. Descenso medido de la escápula y pexia (fija-
omovertebral). ción a costilla en su arco poste rior) con mate-
Resol/al/cia lIIagllética (integración de imáge- rial no reabsorbible.
nes).
Importa señalar que la escápula preserva en es-
ta técnica su vascularización a través de las inser-
Tratamiento ciones musc ul ares del borde axilar.
La osteotomía del acromion pone a cubierto de
Por lo general el tratamiento tiene como .QbjeIi:. complicaciones severas. La pex ia (fijac ión) pre-
~ Ia mejoría de a) la deformidad y b) layérdida viene las recidivas, y de haJlarse el acromion en
funcional . crecim iento, fa vorece el remodelado escapular y
Las iniciativas quirúrgicas pueden agruparse se- su relación con la caja torácica.
gún sus fundamentos técnicos en: 1) intervenciones
en las masas musculares (desinserciones, mioplas-
tías, etc.), 2) resecciones óseas (escapulectoJlúas. Pronóstico
parciales, osteotomías, etc.) y 3) liberación y des-
censo de la escüpula con fijación de ésta o sin ella. El pronóstico es bueno en los casos de enfer-
La técnica recomendada por el autor es una medad de Sprengel como malformación única; sc
modi ficac ión de la original de Schrock, que él observa un a buena respuesta funcional y cosméti-
mismo efectuara junto con De Paoli ; podría resu- ca al tratamiento.
mirse en algunos pasos bás icos: En los casos asociados con otras malforma-
ciones son és tas las que determinan el pron ós ti-
a. Liberación subperióst ica de la escüpula (excep- co.
to el borde axilar). Even tual resección de hue- Librados al azar los casos de enfe rmedad de
so omovertebral. Sprengel tienen importantes prob lemas de adapta-
b. Osteotomía del acromion para permitir el des- ción en el medio soc ial, sobre todo en lo concer-
censo escapular si n producir fenómenos com- nient e a la cosmesis, lo que ju stifica plenamente la
presivos en plexos y vasos subclavios. Ciru gía.
Capítulo
I
8
Cervicalgias
y cervicobraquialgias
Franklin 1. Merlo
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Se de nomina cervicalgia hl jJolor localizado Cuadro 8-1. Causas que puedell ongll1ar cer-
en la reg ión posteri or del cuello; cuando se pro- vica/gias'
paga al mi embro supe rior se lrata de cervicabra:-
/. RW/llídcas
quialgia.
La eti ología de estas dos entidades es múltip le A. Malformaciones congénitas (p. ej .. de Klippel-FeiL de
Arnold Chiari )
cuadro 8- 1 y fig . 8- 1).
Las causas más frecuentes de las cervicalgias y B. In flamatorias
.ccrvicobraquialg ias son los lraSlOl11OS mÍofasc ia- 1. Específicas (p. ej .. pi6gC llilS. tuberculosis)
2. Inespecíficas (p. ej ., rcumatoidca. anquilnpoyéti ca)
le:-:.. la espondiloartrosi s y-Ia hern ia de disco cervi -
C. Degenerativas: espondiloartrosis
cal aguda.
D. Ncoplúsicas
1. Tumores de la columna venebral: prim itivo),. sec un-
darios
Trastornos miofasciales 2. Tumores nerviosos: de la fosa posterior del cr:lIlco dc
la médu la y las raíces ccrvicalc.<i
Estos trastornos s...c prese ntan por lo gene ral en
E. PO.<itraum<Íticas
mujeres ele mediana edad que realizan trabajos de l. l-krnia de djsco agudu
ofic ina y que debe n permanecer sentadas frente a 2. Fracturas
una máquina ele escribir o a una computadora d u- :t Luxaciones
rante varias horas. lo que origi na una ~e l1 s ión mus- 1/. E.x/rtlrraqllídc,(IS
cular do lorosa en la región de ta nuca y la parte at-
A. Miofascia1es
ra de lu espalda. Las mo lestias evolucionan con al-
l . Tensión muscu lar psic6gcna
ti bajos. La paciente relierc la molestia dolorosa a 2. Tensión muscular por fa tiga
una zo na que comprende preferentemente l a~ 3. Ten sión m uscular por mala-postura laboral
gión supr<lescapular y cervica l baja. Si bien el do- 4. TOl1ícoli's muscular agudo
tar no es muy intenso, es muy mole sto. B. De origen antclior: faringe. laringe, tiroides, vascular.
El examen físicoJevela só lo dotor a la palpa- ade nopatías
ción en la zona referida. Se puede apreciar ta C. Región supraclavicular
co ntract ura de la mu sc ulatura y si se pa lpa con l. Síndrome dc In sa lida loníc ica (escaleno)
cuidado se notan algunos punLos que despiertan 2. Tumores del vértice del pulmón (síndrome de Pan-
coasl-Tobías)
...maY-Qr dolor. Al es Ludi ar la mov ilidad cervical y
D. Región del hombro: pc riarlritis
de los ho mbros se percibe n crujidos, sob re todo
al mover la escápula (escápula crujiente do loro- E. Patología de los troncos nerviosos
48 Ortopedi a y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Défic it sensoriul e n cara lateral de ante brazo Déficit sensorial en el dedo medio y en el dedo índice
y e l dedo pulgar
cartilaginosa
Anillo fibroso ~l~~~···~··I~~'~?·~~·~:t.íJ~.'~::~ '~~§~~~~r-- Ligamento
Núcleo pulposo 'J amarillo
Fig. 9-1. Dibujo esque-
Apófisis
mático en corte sagital Cuerpo
espinosa
de un segmento de la co-
lumna lumbar en la Que
vertebral ---l+~t;{, r.~~;'Y
se observa el disco nor-
mal con sus respectivas
relaciones anatómicas. Canal raqu ídeo
54 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPEDICA
___ h
\ \
A B e A B e
Fig. 9·5. A, topografía del dolor irradiado a la extremi- Fig. 9-6. ídem figura 9-5, pero la raíz comprometida
dad inferior en el compromiso de la 3a raíz lumbar es la 4a lumbar (L4).
(L3) . B Y e, topografía de la alteración de la sensibili-
dad superiicial en la lesión de la L3.
\
lar de cintura, su durat:ión , la presencia o la aLlse!!- En la pUlología discal el dolor se exacerba
cia de bloqueos lumbares (quedarse uno duro, siempre con la tos , los estornudos y la defecación
.. trabado") , los tratamientos efectuados y la mejo- y cede con el reposo :...;
ría experimentada. Un comienzo solapado, insi - Al cuadro doloroso en los territorios señalados
~
dioso. hablará a favor de patología tul1lOrp.1 o in- en las figuras 9-5 a 9-8 se le adicionaf? casi siem-
feceios-ª.; en cambio, el dolor que aparece brus<.:a- pre p ~ stcsias (sentir distinto ), hormigueo, ca-
mente encaminará el diagnóstico hacia laJJernia.. lambres, etc.
discal. En el primer caso los analgésicos y el repo- La marcha pu ede ser normal o claudicante por
<;0 sll11inín poco efec. lo , pero sen'ín m;Ís f'Jectivos e l dolor o la rare~ a radicular. Cuando está ~om
cuando se trala de una hernia diseal ("el paciente ~ometida la raíz L5 el l1it.,se encuentr'!..,S.aído y el
con hernia de disco busca la cama"). enfermo debe levantar en forma exagerada la rodi -
Estado actual: éste comprende fundamental- lla para evitar que los dedos se arrastren por el sue-
me nte el anúlisis de I..dolor) componeme subjeLivo
~
lo; la marcha toma un aspecto equino. El deteri o-
po r el que consultan todos los pucientes. El dolor ro neurológico radicular se establece haciendo
se localiza en la {egión lumbosacra y plJede seguir deambul ar al paci ente en punta de pie o sobre los
distintos ~i!Yectos según cuál raíz esté afectada. Si talones. La imposibilidad de ¡2ararse sobre eU alóll.
es la raíz\.t3, sigue la c'.lra ~erjor del muslo.y lle.:- indica co!n p romis.~2! dicular d ~ L5 ; n ~ I? Rrarlo en
ga.a la rodilla; si es la raí~ .!,$ s e ~agrega la cara in- p_unta de pie, del) L
tern a de la pierna y el tobillo. En ambos casos se Scrá úti l ahora realizar un ejercicio cl ínico con
trata de una lJJ.'2U2J¿cl'llraJ.gia (figs. 9-5 y 9-6). En el la presentación de un caso hipotético. Se trata de
compromiso de la raíz ~el dolor se localiza en la un paciente varón de 35 ailos , operario metalúrgi-
cara posterior del muslo .y la anteroextcrna de la co, que al efectuar un esfuerzo ha sentido dolor
pierna hasta el dorso del pie y el dedo gordo. En el lumbosacro aco mpañado de bloqueo vertebral;
compromiso de la niíz.jJ el dolor sigue toda la ca- tratado con analgésicos mejoró. El paciente expe-
ra p osterior del muslo , la pantorrilla, el talón y el rimenta periódicamente otros episodios simil ares
borde externo del pie (figs. 9-7 y 9-8) Y configura hasta que e n el úl timo aparece dolor in adiado a la
una IUl/lhociatalgia . cara posterior del musl o izqu ierdo, la pan tOlTilla,
•
56 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
' J
A B e o
Si se agrega que en este caso hipotético se Los signos o ~ebas de Laseg ue y de Was-
produce dolor a la palpación ya la percusió n en- serman n ayudan en el_diªg!lóstic~de comQre-
tre las apófisis espinosas de i<.l quinta vértebra sió~radicu l ~ especialme nte cuando obedece a
lumbar y el sacro, se estab lece que el nivel es el una hernia distal.
qui nto espacio. El signo de Lasegue (tig. 9-9) se eval úa con el
'y Examen de los miembros inferiores: éste paciente en decúb ito supino; el médico debe le-
incl uye tomar los pulsos arteriales, evalua r am - yantar lentamente desde el plano de la cama la ex -
bas articulaciones coxofemorales (caderas) po r- ~rem i dad comprome[ida ,sin flexionar la rodilla.
que pueden simular patología rad icu lar e ins - Cuanclo es positix9 el paciente acusa dolor en la
peccionar y palpar el lono y el trofismo muscu - cara posterior de la pierna; indica el comprom iso
lar. radicular de L5 o S I producido por el estiramien -
La hipotonía y la hipotrofia de la pantorrilla to de la raíz sobre la patolog ía que la afecta.
ind ica el comprom iso de la raíz SI; el compro- El signo de Wassennann (fig. 9- 10) se evalúa
mi so de LS afecta la celda anteroexterna de la con el p_aciente en decúbito prono. flexionando
pi erna . la ~ i erna sobre e l muslo. Cuando en Jasara ante-
Se examinan los reflejos osteotendinosos, rior de éste aparece el dolor, el sig no pos itivo in-
patelar (L3 ), aql~liano ~1ed i o p lantar (S I - S~¿ dica el compromiso de las ra íces lu mbares altas
y se investiga la posible lesión neuronal cent ral (L2-L3-L4)
a través del signo de Babinski, el clonus o arn - El examen de la val idez musc ular también
baso puede aportar datos significativos. El paciente
Ciática crural
o distal Estudios complementarios
Tronco ciático
El clectromiograma puede ayudar a confirmar
le:-:iones a nivel de la neurona motora periférica, si
bien no determina la etiología ni el nivel lesiona\.
Fig. 9-11. Esquema que sintetiza los distintos tipos de
lumbociáticas. En ocasiones se recurre a los exámenes de labora-
tori o, las ecografías abdominopelvianas y los cen-
lelJogram<ls óseos.
La radiculografía ha caído en desuso y ha ~ ido
real iza fuerza con el músculo que se exa mi na reemplazada por la tomografía computarizada (Te)
contra una resistencia aplicada por el examina- y la resonancia magnética (RM).
dor. Por ejemp lo , puede to rnarse a nivel del ex - Las rad iografías simples en incidencia de fren -
tensor común de los dedos y ex tensor pro pio del te y de perfil y a veces oblicua s muestran los deta-
haUu x (L5 ) y del tríceps sural (S 1). La sensibili- lles morfológicos vertebrales, por [o que tienen es-
dad superficial también pued e hallarse alterada caso valor prospectivo en el estu dio de las lumbo-
(figs . 9-5 a 9-8) . ciáticas.
Por último respecto de nuestro ejemplo, si se L ~ es un vali oso método qu e muestra imá-
agrega que el paciente presenta el signo de Lase- genes seccionales en el plano tran sverso; pernlÍ le
gue con elevación de la extremidad inferior iz- examinar el estado dc . ~s vértebras y la Illorfo lo-
quierda a 40", arreflexia aqu ilian3, déficit muscu - .g ía deLconducto raguídeo y algun;ts estruc1.l!!!'1s de .
lar de tríceps su ral y un a banda dc hipocstesia en las _part~ndas, en pmticular [os d iscos inter-
el borde externo del pie se llega a la siguiente pre- v.er.tebral es y el lig;:tmento amarillo. --
sunción diagnósrica: síndrome de compresión ra- La RM ofrece la posibilidad de un diagnóstico
dicular deficitario de [a raíz SI izquierda por pro- -.:,>eguro:-OO ionizante y altamente sens itivo. Por
sicos, anti in fla m aco..rio~ y co r~ ic~ ides en peq l~eñ as Se debe tener siempre prese nte que la raíz no
dosis juntos O por separado, asociados con la kine- debe ser explorada en el quirófano y sí, en cambio,
si oterapia y la fisio!..erapia, es úti l en los estadios liberada en el caso de la eti ología compresiva.
de comienzo en los que no existe compromiso Una prolija evaluación cliniconeuroorLopédica
neurológico importante ; en resencia de una are- junto con el diagnóstico por imágenes lograrán al-
sia o parálisis radicul ar el camino indicado es la canzar la mela ansiada por el médico que consiste
~irugía. en liberar al paciente del dolor.
Capítulo
I
1O
Semiología
de la extremidad superior
Luciano Poitevin
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evaluación de las actividades de la vida diaria, el trofismo de la piel y se inspeccionará para detec-
qu e constituye una síntesis de las evaluaciones tar la posible existencia de atrofias mu sculares.
anteriores.
Palpación
Semiología general de la extremidad su- Palpación de estructuras anatómicas: acciden-
perior tes óseos, intcrlíneas articulares, relieves mu sc ul a-
res, tendones y nervios.
Interrogatorio Los accidentes óseos se palpan con diferentes
finalidades, a saber, en busca de dolor en un trau-
Los motivos más frecuentes de consulta en el mati smo porque en ese caso puede indicar una
caso de la extremidad superior consisten en: 1) do- fractura (p. ej., de la cúpula radial , del escafoides);
lor (localizado o con propagación), 2) trastornos el dolor localizado puede ser signo de una enfer-
del movimiento (disminución de la amplitud del medad de inserción, corno la epicond il iti s. La pre-
movimiento, debilidad, parálisis), 3) trastornos de sencia de dolor en las interlíneas articulares puede
la sensibilidad (hipoestesia, anestesia, parestesias, traducir una patología intraarticular (p. ej ., la arti -
di sestesias), 4) aparición de tumoraciones, 5) atro- cu lación trapecio-metacarpiana en la nzartrosis).
fia muscular y 6) alteración en las activ idades de Los relieves musculares pueden estar disminui-
la vida diaria. dos, como en las atrofias, o con soluciones de con-
El dolor debe estudiarse en los siguientes as- tinuidad, como en las roturas del bíceps braquial.
pectos: Los tendones pueden ser dolorosos, como en
la tendiniti s bi cipital en la enfermedad de De
- Localización, que suele indicar el si ti o de la Quervain.
afección (aunque a veces se trata de un dolor Los nervios pueden estar engrosados (como en
referido, corno el dolor de origen subacromio- la lepra) o ser muy sensibles (como en las neuriti s
delta ideo, que a menudo el paciente refiere más diabéticas y las neuropatías compresivas). Si el
abajo, sobre el deltoides). examinador comprime un nervio con un dedo (m a-
- Tipo: sordo, gravativo, urente, lancinante, tere- niobra de Hoffman) puede producir parestesias en
brante. el territorio de ese nervio si está seccionado o
- Periodicidad y ritmo: diurno o nocturno. comprimido.
- Circunstancias agravantes y atenuantes: de repo- Palpación de crepitaciones articulares, periar-
so, con la actividad, en detelmin ada posición ticulares o tendinosas: las primeras genera lmente
(corno el dolor de la fricc~ón acromial, entre los indican destrucc ión del cartílago articular (p. ej.,
60° y los 120 0 de abducción). el hombro en la artritis reumatoidea), las segundas
- Propagación: cuando hay compromiso de una indican roces o frotamientos anormales (p. ej., sín-
raíz o tronco nervioso sigue la distribución sen- drome de fricción acromial o "impingement") y
sit iva de éste y suele asociarse con parestesias. las terceras indican una tenosinovitis o tenovagini-
int~.orio
ti s (p. ej., la tenosinovitis crepitante de los exten-
El resto de los datos del se preci- sores de los dedos).
sará en el examen fíSiCO.,--- ~~-- \ Palpación de los pulsos.
Siempre debe indagarse sobre los antecedentes Palpación de posibles tumo raciones, que debe
traumáticos, que pueden haber producido lesiones incluir la fonna, el tamaño, la coloración, la con-
óseas, articulares, musculares o nerviosas. sistencia, la adherencia a los planos superficiales y
profundos y la excursión con la contracción mu s-
cular o el deslizamiento tendinoso.
Examen físico
Maniobras especiales
Inspección
Estas maniobras generalmente son específicas
Se estudian la configuración y los ejes segmenta- de cada región (maniobra del surco para la inesta-
rios y se investigará la posible presencia de tumefac- bilidad del hombro, maniobra de Finkelstein para
ciones o tI,lmoraciones, se observarán la coloración y la enfermedad de De Quervain, etc.).
Semiología de la extremidad superior 63
Interrogatorio
Fig. 10-1. Par deltoides-supraespinoso.
Dolor
En la patología periarticular (síndrome de fric -
ción acromial) el dolor se localiza por debajo del
~d eJ lOidcs y ~ supracspinoso (fig. 10-1 ) acromion, hacia afuera y adelante , aunque muchas
constituyen el par muscular que actúa sobre la ar- veces se refiere en el tercio proxima l de la cara ex-
ticulación escapulohumeral mientras que el se- terna del brazo, sobre el dc hoidcs. La intc nsidad
rrato mayor y el trapecio lo hacen sobre la cscá- _ del dolor aumenta con la elevac ión del hombro y
p_ula. El manguito fGlaclor (fig. 10-2) (subescapu- cuando existe una bursi ti s aguda el dolor es intole-
lar hacia adelante , supraespinoso hacia arriba y rable y puede revesti r un carácter cól ico.
redon~o menor hacia atrás) estabiliza la ca~eza En la patología articular del hombro, que es
del húmero y se adhiere a la superficie exterior de menos frec uente (artritis reumatoidea, artrosis) , el
la cJpsula articular. La indem!lidad de todas las dolor es más profundo y aparece con cualquier
articulaciones, músculos y nervios es imprescin- movim ie nto.
Acromian Clavícula
Infraespinoso
Rodete glenoideo
Acromion
/
Ligamento coracoacromial
Bursa subacromiodeltoidea --t~::::;::.:', .. .~
Tendón de la porción
larga del bíceps
Fig. 10-6. Palpación del manguito ralador con flexión Fig. 10-8. Palpación de la articulación acromioclavicu -
del hombro. lar.
Maniobras especiales
Arco de./i"icciólI acromia! (lIg. 10-9): el pacien-
Fig. 10-7. Palpación del manguito ratador con exten- te eleva el brazo en abducción y entre los 60 y los
sión y rotación interna del hombro. 120 0 se prod uce un dolor intenso, que refleja una
Semiología de la extremidad superior 67
-'-
/ ,
I
"'- Fig. 10-11. Maniobra de la tecla en la luxación aero-
mioclavicular.
,. ,
I externo de la clavÍCula hacia abajo desc iende
0 1 n'-/
como la tecla de un piano, lo que reduce la lu-
xación .
Test de la aprensión (tig. J 0.- 12): si en un pa-
~Í,
, '~Ii ciente con inestabilidad crónica del hombro se
ll eva el brazo a la abducción de 90° y luego a la
rOlación externa el paciente se defiende y no
Fig. 10-9. Arco de fricción acromial.
permite la rolación de su hombro. A menudo se
acompaña de dolor.
Traslación de la cabeza humeral: el examinador
se para detrás del paciente, que está sentado, y
peri artritis por fricción subacrorniodeiloidea. fija firmemente la escápu la con la mano del
También debe realizar la elevación en flexión. mi smo lado que va a explorar; en condiciones
normales la cabeza del húmero se traslada ha-
- Maniobra de Yergason (fig. 10- 10). cia adelante y hacia atrás. En las inestabilida-
- Maniobra de la lecla (fig. 10-11): en la luxa- des anteriores la cabeza se traslada anormal-
ción acromjoclavicular, al presionar el extremo mente hacia adelante mientras que en las ines-
\
,-~_.,
'.-V
I
'. / "- \. -
\. /
't
.. 1- IL
Fig. 10-10. Maniobra deYergason para inestabilida- Fig.10-12. Test de la aprensión para las inestabilida-
des del tendón de la porción larga del bíceps. des anteriores.
68 Ortopedia y Traumatología P ATOLOGíA ORTOPÉDICA
Evalllación !ullcionaIIlIllSCl/lar
/ '- /
'> Para eva luar e l sen·ato mayor se le pide al pa-
cie nle que empuje con ambos brazos ex tend idos
90 h<lci¡¡ el frente y las manos apoyadas COlllra
0
Rotación
interna Rotación
~.~
externa
90' '<\ I
90'
60º
O"
POS ICiÓN NEUTRAL
tuando el movimi e nto de rotac ión co rres pon-
diente.
Fig. 10-15. Arco de flexoexlensión del hombro.
Los rotadores internos (subescapular, pectoral
mayor, dorsal ancho) se evalúan de la mi sm a
manera.
Para evaluar el trapecio se le solicita al pa-
cie nte que se encoja de hom bros como si ex prc-
:-.ara ·'¡qué me importa!" (fi g. 10-20) .
_,_ O ~
I
90' ......u l
I
, I
¡' \. . J
I
75º
" J
I
I
1I
O"
POSICiÓN NEUTRAL
Saliencia
de la escápula
-_.-
SEMIOLOGÍA DEL CODO
/
;
\.
Nociones anatomof'uncionales
Húmero
Epieóndilo
Cú pula Epitróclea
f-- d el radio Cóndilo ___~~~6l~:
Tróelea
H-- - Cúbito
proximal
Fig. 10-23. Paleta humeral. Aspecto anterior.
Interrogatorio
h;;::;(;~~-- Olécranon
Dolor
El dolor puede ser locali:ado. como en las cpi-
condilitis y las epitrocleílis (menos frecuentes), lo-
Cabeza
del radio cal izarse sobre la clipul a radi al (como en las frac-
"jg;(j;¡i~
Cavidad
sigmoidea turas) y sobre el oléc ranon (COIllO en las bursicis y
en las frac{lJras de esta apófi sis) o ser d(fu so (co-
--'Í''=''':;;,L- Apófisis mo en las fra cturas supracondíleas e intercondí-
- co ronoides
Jeas del codo). También puede propagarse o irra -
diarse, COIll O en la ncurodocitis cubital , en la que
el dolor Ilace en el canal epitrocleoolecranean o y
.1-,\f1--é'c,',,-,,·''=f-_ _ T
, uberosidad se propaga por el borde interno del antebrazo has-
7" .-;; bicipital
\/ ,' ! ta el dedo mcñ.ique.
:.::.: ,
Inspección
En la inspección deben eva luarse el val go fi sio-
El brazo y el alHebrazo forman. con el codo ex- lógico, y las tu mefacciones cx traarti culares (burs i-
tendido, un ángul o abierto hacia afuera (valgo fi- lis retroolec raneana) o intraarticul ares (derrames).
siológico) de 10°. Las fracturas del cod o, sobre 10- También pueden aprec iarse deformacion es grosc-
do en los niños, pu eden alterar este ¡í ngulo. ras, como en las fracluras supracondíleas y en las
lu xaciones.
Palpación
La palpac ión comenza rá por las prominen-
Cavidad sigmoidea
mayor del cúbito - - -- - - f-- c ias óseas. Debe n palparse la epitróc!ea, el epi -
cónd il o y e l o léc rallo ll . qu e en los procesos in-
flamator ios ya mencionados y en las fra cturas
Ligamento anula r so n dolorosos. Estas tres promin enc ias, vistas
Cavidad sigmoidea po r la ca ra posterior (fi g. 10-27). forman un
menor triáng ulo con el codo en fl ex ió n y se encu entran
Li gamento anul ar --- -.n en una mi s ma lín ea con e l codo en extensión
(es tas relac io nes es tán con se rvad<l s en las fra ctu -
~ellO
ras supracond íl eas; pero no en las lu xaciones, en
del radío _ __ __ -><¡- las que el o léc ra non est<Í asce nd id o). A co nti -
nuación se palpa la interlín ea arti cular, en e l sec-
lor posterior y en e l sector ex terno o cond il orra-
Diáfi si S del cúbito dia l. Al gunos "codos de teni sta" obedece n a la
infl amac ión de una franja s inov ial ill tercon dil o-
rradial. Final men te se pa lpa e l can al epitro-
Diáfisis de l cúbi to --------.,c.~--..... cJ eoolecranea no en busca de engrosam ienlOs del
nervio cub ital (corno en la lepra) .
Liga mento anular
01écranon
- Malliohra de la flexiólI sostenida del codo : se Evaluar la pron o supinación (lig. 10-30) (no
manti e ne esta posición durante un minuto. El hay que ol vidar qu e tambi é n se evalúa la arti c u-
result <'I do es positivo en las ne uropatías com - lación radiocubital inferi or). Se coloca el bra zo
pres iv<'I s cuando la mani obra produce pareste- al costado del c uerpo co n e l codo fl ex ionado a
sia s que se propagan al dedo meñique. 900 y e l pulgar a pun tado hac ia e l tec ho . Ésta es
- Mal/iobra de /a extellsiól/ resistidl! del dedo la pos ic ió n neu tra. L uego se g ira con la pa l ma
medio: se extiende e l dedo medio cont ra resi s- h¡lCia abajo (pron ac ión) y hac ia arriba (supi na-
te nc ia. En las c picondiliti s aparece dolor sobre ción).
e l e pi cóndilo (inserción del exte nsor co mún de
los dedos) . Eva luaciáH f un ciof/al 1I11/.'.cu!ar y nerviosa:
e l braquial anterior se evalúa mediante la fl e-
E valuación fun cional x ió n activa del codo y e l ne rvio radial medi ant e
EmlulIcióll.!únciolla! articular la ex te nsi ón activa de l cod o (anular la grave-
Eva lua r el arco de Ilexocx tcns ión ( fig. 10-29) . d"d).
~
90º
"
F LEX1ÓN
1802
F~~~o'
------- 10º
Hiperextensión
Parte proximal_-;~S~~~
l'
,I
,1
del ligamento
Extensor propio
del meñique ---d1~~~~~~~~~~~~~~~~ Extensor corto
del pulgar
Cubital posterior
Abductor largo
del pulgar
CUBITO R ADIO
Med iales o de la aducción y fue rza de pinza Múscu los inleróseo.f (pa lma res y dorsa les): se
(incrvados por el cubital ). Son el ad uctor y el insertan e n dos met;;lcarpianos adyacentes y termi -
haz interno del flexor con o. nan c n la base de las primeras falanges y e n e l apa-
Mús culos del lIIeilique v hipo/el/tires: (inerva- rato ex tensor de los ded os (lig. 10-34). Son incrva-
dos por el cubital). do s por el nervio cubital. Flex ionan las articula-
MúsclIlos //lmbrica/es: se exti enden desde los c iones mc tacarpofal ángicas y ex tienden las inte r-
tendones del tlexor común profundo de los dedos. falángicas (mano e n escuadra) . Separan los dedos
e n la palma, hasta el aparato extensor de los dedos (los dorsales) y los aprox iman (l os pa lmares). Los
(e n el dorso) (lI g. 10-33) Y son inervados por el tendones Ocxores largos están c ubiertos en la pa l-
ne rvio mediano (los dos ex ternos) y por el cubital ma por la aponeurosis p"llmar media, que está for-
(los dos intern os). Exti e nden las articulaciones in - mada fund a me ntalmen te por fibras longitudinales
terfalá ngicas. que continúan al palmar menor y se inse rtan en la
cara profunda de la dermi s y e n la s vainas fibrosas
de los te ndones. Su engrosam iento y ulteri or re-
tracción constitu yen la enfe rmedad de Dupuyrren.
Los tendones f1 exores están e nvue ltos e n toda
la longitud de los dedos por una vaina fibrosa e n la
que alternan fibras circulares o poleas y fib ras
oblicuas o cruciformes (fi g. 10-35). La estrechez
de la polca más proximal, asociada con un nódu lo
en el tendón flexor, constitu ye el dedo en resorte.
Tendón flexor
profundo
Examen físico
Inspección
Colomciún y frojisl11o de la piel. Informan so-
bre e l estad o circulatorio, los posibles trastornos
neurovegerativos y las lesiones por anestesia.
A fillcamiemo (estudio de los ejes). El radio, el
carpo y el dedo medi o deben encontrarse alinea-
dos . En la artritis reumatoidea, por ejemplo, se
produce un deseje (desvío cubital de los dedos).
Actitud. Es la posic ión en la que se presenta la
mano: péndula en la parálisis radial,,,de predicadorJl
en la parálisis cubital, etc.
Deformaciones. Por ejemplo, los dedos en cue-
llo de cisne, en gaITa, en bo utonniere, etc.
Palpación
De relieves óseos
Esti!o ides radia l y cubital (la rad ial debe estar a Fig.10-36. Vainas sinoviales de los tendones flexo-
1 cm más distal). res.
78 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGiA ORTOPÉDICA
Maniobras especiales
Pisiforme y tendón del cubital anterior: en e l Maniobra de Finkelstein. Se cicna e l pu ño so-
sector palmar interno de la muñeca. bre e l pulgar y se im prime una inc linació n cu-
bilal pas iva enérgica. E n la en fermed ad de De
De partes blandas Quervai n se produce un dolor intenso a nivel
del dorso de la estiJoides radial.
Vaina del abductor largo y ex tensor corto de l Test intrínseco. Se em pl ea para evalu ar la re-
pul gar. Se palpa en el sector dorsa l de la apóti- tracción de los mú sc ul os intrínsecos. En cond i-
sis estiloides del radio. Es dolorosa en la enfer- ciones normal es, con las arti culaciones mel.a-
medad de De Querva in. carpofalángicas extendidas es posible fl ex ionar
Palmar menor. Se pone de manifiesto opo - pasivame nte las articulaciones interfa lán gicas
niendo e l pulgar al meilique y flexio nando la proximal es (test negativo). En caso de retrac-
rnui'íeca . ción esto no es posible (test pos iti vo).
Fondo de saco sinovial cubital: por den tro del Exploración del flexo,. común superficial de un
palmar me nor. Es e l sitio en el que se efectúan dedo (fi g. 10-37 A). Se sujetan lodos Jos dedos,
las infi ltraciones en los casos incipientes de sal vo el qu e se explora, para impidir su fl ex ión.
síndrome del túnel carpiano. Lo norm al es que el paciente pued<t flexionar
Nervi o cubital: inmedialamente por dentro ete! }Ictivmnente la articulación inte rfalán gica pro-
anterior. En relación con el cubita l an teri or, que ximal. En ca mbio, si está les ionado e l tlexor
es el eleme nto más iIJtcrno. comú n super fi c ial no podrá flexionar el dedo
Palmar mayor. Se palpa Oe,x ionando la mano explorado (test pos iti vo).
contra una resiste ncia. Puede presentar tendi - Exploración del flexor común profundo de un
nit is. dedo (fig. 10-37 B). Se bloquea la aniculación
Nerv io mediano. Entre el palmar mayor y e l interfal ángica prox imal e n ex tensión. E n esa si-
palm ar meno r. La percusión y compre.sión (ma- tuación e l paciente normal puede flexionar la
Semiolog ía de la extremidad superior 79
A B
articul ación interfalángica distal con el tlexor mirlas en fo rma alternada como en el test para
comú n profundo. S i este dedo estuviera lesio- la mu ñeca
nado no podtía hacerl o (test pos itivo).
- Prueba de TilleJ-Hoffman. Se percute o compri - Evaluación funcional
me un nervio en el sitio en que se sospecha su Evaluación f uncional articula/: Se mide la fl e-
compresión. La prueba es positiva cuando apa- xoex tensi6n de cada una de las articulaciones de
recen parestesias en el territorio del nervio. los dedos y de la muñeca (llgs. 10-38 A Y B). Se
Prueba de Pila ten. Se hiperflexiona la muñe- mide también la aducción/abducción de la muñeca
ca duran te un mi nuto . La prueba es pos iti va (figs. 10-3 9 A Y B).
cuando aparecen pares tes ias en el territorio
de l nervi o mediano (en el síndrome del túnel
carpiano).
Examen circulatorio
1. Múscu lo por músculo, oponi éndose a la ac - Fig. 10-41. Evaluación del nervio cubital: posición in-
ción correspondiente. Los resultados se tabu- trínseca plus o en escuadra.
lan para cada mú sculo según e l esquema de
Seddon.
2. Fuerza muscular o potenciometría. Se mide
en libras o en I11Jll Hg. Una fo rma sencilla de
medirla consiste en infla r e l mang ui to neumá- • Nervio c ubital
tico de un tensió rn ctro hasta 100 mm Hg. Se Extensión intcrfalángica más nex ión me La-
registra la fu erza de distintas pinzas y se con- carpofaJángica [mano en escuad ra - músc u-
signa el valor que excede los 100 mm Hg ba- los intrínsecos- (fig. 10-4 1)].
sa les. C ruce de los dedos índice y medio.
- SO: a nestesia.
- S I: sensibi lidad dolorosa profunda,
- S2: sensibilidad dolorosa superfici al. Algo de
lacto, Di sestes ias.
S3: Sensibilidad dol orosa supe rfi cial y t<lctil
grosera (se nsibil idad protec tora). No discrimi-
na dos puntos.
- S4: Discriminación normal de dos punto s.
Gnosia tác til (reconoc imiento de obje tos por Fig. 10-42. Test de Weber de la discriminación de dos
el tac to). puntos.
Definición Patogenia
Se define como parálisis obstétrica al síndrome Durante el desarrollo del parto la fisiopatología
posterior a la lesión traumática del plexo braquial de la lesión se corresponde con:
producida durante el mecanismo del parto.
3. Lateralización de la columna cervical y depre-
sión del hombro, lo que provoca tracción sobre
Sinonimia las raíces superiores (CS, C6) del plexo bra-
quial, solicitud mecánica que disminuye e n
Lesión obstétrica, parálisis del recién nacido. sentido caudal.
b. La abducción y la tracción ejercidas sobre la ex-
tremidad superior provocan so lic itudes mecáni-
Etiología cas a nivel de las raÍCes inferiores (eS y TI).
Traumática, como resultado de las siguentes Las lesiones anatomopatológicas que provocan
causas: estos mecanismos son:
f/
se ejercen tracciones que llegan hasta los 1SO kg
sobre la cabeza
bles de compresión y que a posteriori es reempla-
zado por tejido cicatrizal.
84 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Fig. 11 -1. Parálisis de Erb (alta) . Compromiso proxi - Fig. 11 -2. Parálisis de Klumpke (baja) con síndrome
mal únicamente. de Horner por lesión del simpático cervical.
Traumati s mos obstétricos 85
--------',")4,.
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1
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I
Supraespínoso
Subescapular
Pectoral
mayor
- --
-- ~
e D
Fig. 11-3. A Contractura en rotación interna del hombro. B. Incisión deltopectoral. C. Liberación de los rotado-
res internos. D. Yeso toracopalmar en posición de esgrimista.
El co mpro mi so se nsitivo es vari able y s610 Las más frec uentes inclu yen: 1) hombro en
puede expl orarse la sensi bilidad protectora. En las rotac ión in tern a y ad ucc ión. q ue rad io lóg ica l11 cn-
parálisis total es se registra anestes ia. le se expresa co mo displ as ia gleno idea y subluxa-
Con el correr del ti empo la les ión nerviosa da ción posterior de la cabeza humeral (fig. 11 -3 A ),
origen a deformidades resi duales por comp romi - 2) codo en I"l cx ión, acom pañado de cambios
-'0: a) mu sculolendi noso y b) osteoarti cuJar. óseo s tales como la hi pertro fi a de l olécran on y la
86 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTOPÉDICA
luxación posterior de la epífisis superi or del radio Registro de los potenciales evocados.
y 3) antebrazo en pronación (mano del policía
vena l). Mielograj(a: no está indicada a esta edad debi-
do a : 1) com plicac iones (meningitis transitoria,
convuls iones, etc.) y 2) datos no absolutamente
Diagnóstico diferencial confiables (falsos positivos de meningocele trau-
mático).
El diagnóstico diferencial debe incluir:
Resonancia magnética. De difícil práctica para
l. Fractura de clavícula: la obtención de imágenes satisfactorias. Búsqueda
de meningocclcs traumáticos 9ue de no ser múlti-
Tumefacción locaL pl es no excluyen la necesidad de exploración qui-
Hematoma de grado variabl e. rúrgica.
Dolor a la palpación (llanto) .
Radiografía, que define el diagnóstico.
Pronóstico
2. Deslizamiento epifisario proximal del húmero
(epifisiólisis): Depende de la gravedad del daño neurológico.
Los casos leves tralados en forma temprana curan
Tumefacción en la región deltoidea. prácticamente sin secuelas.
Alteración del contorno por el deslizamiento.
Dolor ante los movimientos pasivos.
Ausencia de expresión radiográfica (epífisis Tratamiento
humeral no os ificada).
Ecografía positiva. Al princip io es co nservador y se basa en:
Iniciativas quirúrgicas
Estndios complementarios
a. Cirugía directa del plexo braquial: indicada
RadiograFas de hombro, columna cervical y IÓ - después de] cuarto mes de vida si no se recupe-
rax: son úiles para el diagnóstico diferencial de le- ra la flexión activa del codo.
siones fracturari as perinatales y para evaluar las ca- b. Operaciones de relajación telldinolnuscular: in-
racterísticas de ambos hemidiafragrnas (por ejem- dicadas después de los dos años de edad; el
plo, lesión del nervio frénico). La osificación de la eje mpl o clásico es la operación de Scvcr (teno-
epífisis proxim al del húmero se produce recién des- tomía de los mú scul os pectoral mayor y subes-
pués de la tercera semana de vida extrauterina. capular, ambos rotadores internos del hombro) .
Electromiografía: es útil después del mes de c. Tramferencias tendinosas: indicad as de sp ués
vida y sólo si es llevada a cabo por manos experi- de los cinco años de edad y en presencia de
mentadas. un a actitud cooperativa del paciente para su
Traumatismos obstétricos 87
-
=1
_1
,= malía es resultado de una constricción de la polea
metacarpofalángica y de un nódulo reactivo tendi-
~
1:::
1
- noso prox ima l (nódulo de Notta). Debe efectuarse
el diagnóstico difere ncial con la agenes ia o la hipo-
1 ~
\ pI asia del aparato extensor de l pul gar. En este caso
la exte nsión pasiva puede reali zarse, mie ntras que
en la tenosinovitis congén ita no. El tratam iento es
quinírgico y consiste e n una resección de la po lea
lo sufi ciente como para permi tir la libre excurs ión.
1,
1) 1
":"f<:':
B '''-'''-'''''''',",-~~- Fig. 12-3. Polidactilia de! pulgar.
. . ... :,:...
cimientos. La incidenc ia es mayor e n la raza ne- Las formas idiopáti cas en general se asocian
gra. Puede asociarse con otras malrormaciones. con alteraciones de los nervios peri féri cos (hamar-
Las duplicaciones se clasifica n según sus compo- tomas, neuro libromas).
nen tes hísticos: El tratamie nto es de dos tipos:
De ti po 1: formada por tejidos bla ndos, sin co ne- l . O peracio nes desti nadas a destruir los cartílagos
xión esquelética. de crecimi e nto.
De tipo II : tie ne componen les ostcoartic ulares y 2. Operac iones reductoras, tnll1 sversales o longi-
eU{¡ duplicada desde el me tacarpia no o las fa - tudinales. Estas últimas se realizan en varios
langes. tiempos quirúrgicos.
De tipo IlI: es la menos frecuente. Está formada
por un dedo co mpleto. Por su ubicac ión el de-
do su pemuJl H::rürio puede ser central, rad ial o Anomalías generales esqllelédcas
cubital; este último es el má s frecuente.
Este grupo incluye malformaciones congén itas
Ellralamjcnto qu irúrgico de llipo I puede efec- de la extremidad superior en asoc iación con defec-
tu arse en el recién nacido: los ot ros conviene dife- LOS sisté mi cos esqu eléticos y comprende la dis-
rirl os hasta los 3 o 4 años, momento en que es ne- condroplasia, la aracnodactili a (Marfan) y la acon ~
cesario efectuar reconstrucción de li gamentos, droplasia, entre otras e ntid ades.
rcinserción de tendones, osteotomías, ctc. Esto se
da especialmente e n el grupo de las polidactilias
radi ales. Oportunidad qnirúrgica.
Conceptos generales
Nervio mediano
Fig. 13~1. Corte transversal de la muñeca a la altura Fig. 13-2. Disposición anatómica del nervio mediano
del canal carpiano en el Que se observan las relacio- a nivel de la muñeca y la mano con el ligamento anu-
nes anatómicas de sus componentes. lar del carpo.
94 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Fig. 13-3. Abordaje para el tratamiento del síndrome Síndrome de compresión cubital
de compresión del nervio mediano. a nivel del codo
,
El nervio cubital desciende por detrás de la
Entre las manifestaciones clínicas más destaca- epitróc lea hasta llegar al antebrazo él través de un
das fig uran una sensación de embotamiento. y "corredor" compuesto por la epitróclea, el liga-
adormeci miento de los dedos en el territorio de mento lateral interno y una arcada aponeurótica
di stribu ción de l nervio mediano así corno dol or de entre la epitrócJea y el oléc ranon (can al epitró-
exacerbación nocturn a, parestesias e hípoestcsia cleo-olec raneano). El volumen de ese canal va ría
con trastornos vasomotores escasos (cianosis, pa- con los movimientos del codo, dado que aumen-
lidez). Los U"astamos motores son secundarios a ta durante la exte nsión y di s minu ye con la fle-
una pares ia selectiva del abductor corto y del fle- xión. Al emerger de esa zona el nervio di sc urre
xor corto del pulgar que provocan una atrofia ca- entre las fibras de origen del músculo cubital an-
ractetistica de la eminencia tenar. teri or. La compresión nerviosa sostenida es el
Hay que investi gm- el signo de Tillel y efec- faclor determ inante de la aparición del cuadro
tuar el test de fl ex ión forzad a de la muñeca (Pha- clíni co.
len), e l de ex tensión forzada (lest de Tan zer) y la Los principales síntomas co nsisten en dolor y
prueba de sudoración (fibras si mpáticas vasomo- parestesias durante la flexió n del codo y la pro na-
loras). ción del antebrazo. Las pares tesias aumentan d u-
Cuando carecemos de signos objetivos y de rante la noche en el territori o cubital (dedos an u-
gran va lor en el diag nós ti co diferenc ial (d iscopa- lar y meñ ique). Co n el transc urso del tiempo di s-
tías cervicales, espond iloartrosis, síndrome del minu ye la fu erza de prensión y los mov imientos
escaleno anterior, costilla cervical, polineuriti s, de prec isión se tornan difícil es. La anamnesis de-
síndrome de l pronador, etc. ) utili za mos como be incluir la pesqui s:] de antecedentes relac iona-
medio diagnósti co la e lec lromiografía (velocidad dos con enfermedad de Hansen (lep ra).
de cond ucción, liem po de latencia d istal aumen- Está indi cado e l tratam iento conse rvador
tado y potencial evocado somatosensitivo). cuan do la sintomatología es leve y no hay altera-
En los cuadros con síntomas leves y de co na ciones motoras. Es correcto utilizar antiinflama-
evo lución y en las muj eres menopáusicas intenta- torios no esteroides (AINE), análgésicos y vita-
mos el tratamiento conservador co n feru laje, an- min a B en caso de neuriti s ai slada. Algu nos auto-
!"iinflam atorios y ultrasonido. Cuando la si ntoma- res indican la inmov ilizac ión con el codo en fle-
0
tología se intensifi ca progresivamente o hall amos xión de 70 y la ma no en sup in ac ión.
signos objetivos co n un electromiograma positi- Cuando el trata miento conservador no da re-
vo no dudamos en descomprimir el nervio med ia- sultado o en casos de deterioro motor o sensitivo
no con una vía de acceso pal mar. (fig. 13-3). severo y progresivo debe recurrirse al tratamien -
El med iano por lo general se hall a aplanado a to quirúrg ico. La cirugía consiste en la desco m-
nivel de la compres ión y engrosado por encima pres ión del nerv io cubital , aunq ue la mayoría de
de ella como s i fuera un n·e uroma. Si es necesario los autores coinciden en la necesidad de s u trans-
efectuarnos ulla sinovec tomía, la ex tirpación de pos ició n anterior subcutánea.
Síndromes del túnel carpian o, de compresión cubital a nivel del codo y del ca nal de Guyon 95
Sínd rome del canal de Guyon joyeros). Un ganglión tambi én puede ser causa de
compresión, así co mo la trombosis de la arte ria
Al igual que el síndrome del túne l carpiano, es - c ubital ; la artritis reumato idea puede prod ucir este
te síndrome se debe a la compresión de un nerv io síndrome j unto con el síndrome del túne l carpiano.
(en es te caso el cubilal) en su pasaje a través del Según que los s íntomas sean mOlOres, sensiti-
"can al de Guyon" e n el carpo. vos o de a mbos tipos podre mos diagnosticar el ni -
Este canal es un túnel I osteofib roso de form a ve l de la co mpres ión.
aproximadame nte triang ular e n el corte transver- Si 1<. les ión del ne rv io c ubital por otra patolog ía
sal, con una pa red interna limi tada por el pisifor- se encuentra a ni vel del codo por lo general se ha-
me, ull a pared pos ~e r ior compuesta por el fuerte li- ll an comprome ri dos el músc ulo c ubital anterior y
gamento anular del carpo y un tec ho constitui do la sensibilidad dorsocubü al de la man o.
por una expansión e n for ma de lám ina del te ndón El d iagnósti co di fe rencial de be incluir neuriti s
del cubital anteri or y la fas cia ant eb raqu ial j unio pe ri fé ricas, discopatías cervicales, síndrome de los
con el ligamento pisiunciforme. esca lenos y cien as afecc iones neurológicas (escl e-
Al abandona r este cana l el nervio cubi tal se d i- rosis lateral a miotró fi ca, e nfermedad de Aran-Du-
vide en sus dos ramas terminales, las ramas supe r- chenne). E n ~s o de duda la el ectromio&!aría con
fic ial y profunda (fi g. 13-4 A Y B). La rama supe r- medi ción de la ve locidad de conducción esae gran
fi cial da sen sibil id'.lC1 a la piel de la región hi pme- valor diagnóstico.
nar, a la supeIii cie pal mar del meñ ique y a la mi - Para estab lecer el nivel funciona l ex pl ora mos
tad c ubital del anular ade más de i.nervar al mÍlsc u- el músc ulo c ubital ante rior, el fle xor com ún pro-
lo palmar c uláneo . Por su parle, la rallla profunda fundo del meñ ique (en la inte rfalá ngica d istal),
inerva los músculos de la región hi pote nar, rós in- los inleróseos dorsales (separando los dedos
teróseos dorsal es y palm ares, los lumbrical es ter- co ntra res iste ncia), la fl ex ión de los dedos e n la
cero y c uarto, el adu ctor y el haz pro fundo del tl e- melacarpo fa lá ng ica y el signo de From ent (figs.
xor corto del pul gar. 13-5 y 13-6). La se nsibili dad debe ser exp lorada
Las causas mús frec ue ntes de este síndrome e n te rritorio c ubi tal, en es pec ia l la disc rimi na-
consisten en tra umatismos recientes del carpo c ión de dos punt os.
(frac turas del pi siforme, del ganchoso y de la base El trata miento, que es por lo gene ral q uirúrgi-.
de los metacarpianos, c uarlO y ·quinto) y micro- co, está destinado a explorar el c ubital a ni vel del
trau matismos re petidos (c icli stas, motoc iclistas, carpo por vía palmar y e liminar las causas de com -
96 Ortopedia y Trau mato logia PATOLOGíA O RTOPÉDICA
Fig. 13-5. Esquema de la garra cubital (hiperexlen- La afecc ión sue le come nza r e n fo rma localiza-
sión de la primera falange y flexión de las restantes en da (nodular) a nive l del pl ieg ue de fle xión pa lmar
el anular y el meñ ique; atrofia muscular tenar e hipo- distal, por 10 general se extiende al resto de la apo-
lenar y de los interóseos) .
ne uros is y fi na lme nte provoca una flexión irredu-
c ible de uno o más dedos .
Los cuat ro e le me ntos se miológicos por delec-
presión. En ocasiones puede resultar útil empicar tar son 1) e l nódul o. 2) UI1<I banda fi brosa. 3) e l ho-
infil trac iones loca les de anestés icos para el di ag- yuelo y 4) la seudoatro lia de la piel.
nósti co o in d i c ~tt· un ca mbio de oc upac ión de l pa- Los dedos más comprometid os suel en ser e l
cie nte e n caso ele patología labo ra l desencadena n- anular y el me ñiq ue y e l compromi so co n frec ue n-
te del c uadro . cia es bilate ral ; desde e l punto de vista casuístico
La sintoma LO logía subjeti va suele ceder rápida- exi ste un a asoc iac ión co n e l alcoholismo, la diabe-
me nte pero la recuperac ión m usc ular es lenla. tes y la epil e psia. La inc idenci a es defini damcnte
mayor en e l sexo masc ulino ( JO : 1) y la e nfe rme-
dad sue le a pa recer de la cliana década de la vi da
Enfermedad de Dupuytren e n adelante. -
E, vá li do me ncionar c ie n a predisposic ión fa-
Se trata de una enrermedad de l tejido conec ti - mili ar.
vo ca rac terizada por la retracc ión de la apone uro- Esque máti camente y según su evolu ción esta
sis pal mar y su s prolongaciones digita les (fi g. I J- e ntidad puede ser di vidi da en c uatro gracia s (J.
7). Desde el punto de vista de su fi s iopatolog ía Gosset):
los es tudi os ac tu a les confie re n es pec ia l im por-
tanc ia al pa pe l de los denomi nados miofibro- Primer g rado: nódulo pa lm ar.
blastos. es dec ir fib rob la stos co n propiedades Segulldo g rado : retracc ión digitopalmar leve.
cont rác ti les qu e pres entan una marcada sim ilitud Tercer grado: re tracció n di gitopa lmar grave.
co n la cél ula de l mú sc ulo li so . Cl/arlO g rado : (Igual al grado tres pero con ri-
gidez articular habitua lme nte inlcrfalángica proxi-
ma l) .
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Los tendones de los seres hu manos puede n su- Por cierto, hay rnuchas variaciones e n las forrnas
fri r les iones por tres causas fundamemales: de efectuar esta sutura (fi g. 14-2).
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Fig. 14-2. Distintos tipos de sutura tendinosa. Fig. 14-4. Principales fuentes de injertos de tendón .
Lesiones tendinosas de la mano 101
~ ·~)C
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"2 2. -="". -
A B
Refe rcncia a IlOIÚlllic(f. Los tendones f1 exores Referencia a/ulfállliclI. Con respecto a esta últi-
de los cuatro últimos-dedos se div iden en superli - ma transferencia debemos recordar que aparte de l
ciales y profundos. Eso significa que cada dedo te ndón ex tensor común de los dedos. tanto el dedo
tiene dos tendones Oexores, a saber, un tendón su- índi ce como el meñique tienen un tendón ex ten sor
perfi cial que toma como inserción la base de la fa- propio. Esto quiere decir que CO I1 una sección ais-
lange media y que tlexiona la i.!niculación Lnterfa- lada y com pleta de l tendón extensor común de los
híngica proxi mal y un tendón profundo que se in- dedos el segundo y el quinto dedo podrían exten-
serta en la base de la falange di sta l. Este último derse en forma norm al , lo que ex plica por qué se
re ndón. por sí mi smo, es capaz de flex ionar e l de- pueden utilizar los ten do nes ex tensores propios
do en fo rma completa. Esto ex plic<.I por qué se para tran sferencias, y sobre todo el del segundo
pueden usar los tendones tlexores superl1 ciales pa- dedo, que es más poderoso.
ra efectuar trans ferencias lendin osas.
~~
"-
Lesiones del aparato extensor
_"- de los cuatro últimos dedos
~'
1!1 ¡ Desde el punto de vista anatóm ico este aparato
A B ex tensor se halla constituido por (l1g. 14-7);
Ligamento
triangu lar
Tendón conjunto
~¿';o---- medio
Lengüeta central
_ _ _ _ _ _ Lengüeta lateral
Tendón
inleróseo
Banda
inte rlendi nosa
3cr palmar _ _ ~~ Tendón
lu mb rical
200 dorsal
del quimo dedo. Estos tendones ex tensores de- sólo dos fal<mges sim pli fica la anatoITÚa de este
termi nan fu ndame ntalmente la extensión de la aparato y ex plica por qué las patologías que lo com-
ralange proximal de Jos dedos; el resto del sis- prometen son distintas de las del resto de los dedos.
tema tendinoso está constituido por las prolon- Las lesiones del aparato exten sor pueden d ivi -
gac iones de los mú sc ulos intrínsecos de la ma- d irse en:
no , que so n los lum bricales y los interóseos
(estos mú sc ul os producen la extens ión de las 1. Deformidad en el/ello de cisne (fig. 14-8). Se
falanges media l y di stal del dedo). trata de un a patología relativamente frec uente
b. Un sistema retinacular formado por es tructuras del apa rato ex ten so r que a veces se produce por
liga mentosas y f'asciales que tienen el propósi- lesiones ajenas al aparato en sí, como por ejem-
to rundamenm l de estabilizar y retener el siste- plo una les ión del tendón del fl exor común su-
ma tendinoso y la piel. perficial de los dedos. Además puede presen-
tarse en forma secundaria a otra les ión del apa-
El aparato extensor del pu lgar presenta caracte- rato ex tensor, el mal/el finger. Desde e l punto
rísticas di rerenles. El hecho de que el pulgar tenga de vista clín ico la lesión se caracteriza por all -
Lesiones tendinosas de la mano 103
3
M:i.~ Zona 1
[')/,>:":1 Zona 2
~~:~~g:1 Zona 3
e D
de la falange . Esto es factible cuando la lesión ha
producido hasta aprox.imadamente J cm de distan-
cia de la inserción en la base de la falange. Este
procedimiento se denomina avance de tendón.
Lesiones de la ZOlla dos. Ha sta hace pocos
Fig. 14-11. Férulas para el tratamiento incruento de años, si un tendón fl exor profundo se lesionaba en
las lesiones del aparato extensor. esta zona, que se encuentra entre el pliegue palmar
distal y el pliegue de flexión de las articulaciones
interfalángicas proximales de los dedos , y se efec-
tuaba una sutura directa, las adherencias que se
Lesiones de los tendones flexores producían generalmente determinaban el fracaso
de la mano de la cirugía. Por esa razón esta zona recibió el
nombre de "tierra de nadie". Con el advenimiento
Estas lesiones pueden dividirse en: de nuevas técnicas, no sólo quirúrgicas sino tam-
bién de rehabilitación posoperatoria, se ha podido
evitar el serio problema de las adherencias.
Lesiones de los tendones flexores Cuando la sutura primaria se realiza en la zona
de los cuatro últimos dedos dos y siguiendo a Kleinert y col. se utiliza la deno-
minada técnica de Louisville. Esta técnica tiene
El tratamiento puede variar de acuerdo con el muchas modificaciones según los diversos autores.
lugar en que se produce la lesión. Distintos auto- Una vez efectuado el procedinu ento quirúrgico se
res han coincidido en dividir la palma de la mano inmoviliza la extrentidad superior con un vendaje
en diferentes zonas. Mediallle una síntesis de estos enyesado, con la muñeca en posición de 20 a 300
Lesiones tendinosas de la mano 105
A B
ele tl exió n y con las artic ulac iones metacarpofa lán-
gicas e inlc lfa láng icas prox imales entre 40 y 600 Fig. 14-14. A Actitw1 que presenta el dedo medio
de fle xión. Se col oca una sutura e n la uña para alar - en exten sión- co mo con secuencia de la sección
esa banda. que luego se lleva a un ganchi to que se de ambos tendones flexo res. B. Posición en la qu e
debe qu edar el dedo al completar la reparación del
coloca en el yeso a un 'ni vel aproxi mado alwbércu- te ndón flexor median te sutura o injerlo. Nótese la
lo del escafoides. Algun os autores co locan un gan- actitu d "en cascada" de los dedos, es decir, la fle-
cho intermedio que sirve de puente a la band a de xión au menta progresivamente desde et índice al
meñique.
go ma, un nivel del yeso q ue se ubica sobre el plie-
gue palmar dista l de la mano (fi g. 14-1 3).
El paciente debe exte nde r su arti culac ió n inter-
fa lángica proxima l contra la tracción de la gom ila. dedos. Sin e mbargo, en la práctica esto res ul ta muy
Esta extensión es li mitad a por e l vendaje e nyesa- difíc il por la rápida e importante retracc ión que su-
do, que evi ta la te nsió n exces iva y la consig uient e fre el cabo proxi m al del tend ón del fl exor largo del
ru ptura de la sutura. La flex ión se produ ce en for- pul gar, que ge nera lmente determ ina que sea muy
ma pasiva como resultado de la te nsión que ej erce d ifíci l hallarlo.
la go m ita. Co n esLOs mov im ientos se evitan las ad - E[ tratamiento de elección cs la tran sferencia eJel
he renci as. flexor superficial de l anulm a l flex or largo del pulgar.
E l} las zonas uno y dos, e n caso de que no se
pucda efectuar la sutura primaria se rec urre al in -
jen o de tendón (fi g. 14- 14). Comentario final
Lesiones en la : 01lG freso Si no es posible e fec-
tu ar la su tu ra pri maria se puede realizar un inj cn o En general, c ua ndo las les io nes ele los te ndo nes
de tendón o e n oc asio nes la un ión inte rte nd inosa. ex te nso res o fl exorcs. y sobre lOdo de estos últi -
mos. van aco mpai'íaeJas de otro tipo eJe lesiones,
como po r ej e mplo [a tensión de un nervio colate-
Lesiones del jlexor largo del pulgar ral , se las debe tratar en forma co nj unta e n e l mis-
mo ac to quirúrgico.
Teóricamente se podrían apl icar co nduelas si- Después de cualquie r lesión tendinosa se efec-
mi lare s a las aplicadas a las lesiones qu e compro- túa una inm ov ili zac ión e nyesada que dura entre 25
meten los tendo nes fle xores de los cuatro últim os y 30 días en pro medi o.
Capítulo
I
15
Lesiones nerviosas
traumáticas
Osear Varaona y Mario Sehnitman
La primera referencia a estas les iones en la li- La fibra nerviosa, ya se ha ex plicado, compren-
teratura médica con'esponde a Galeno de Pérgamo de el axón y sus cubicI1as, estructuras qu e son fá-
( 130-2 10 a.C), médico de gladiadores y la prime- ciles de identificar con la ayuda de la microscopia
ra descripción técnica de su reparación a Gug li el- electróni ca, o lo mi smo que algunas de sus partes,
mo de SaJicetti en 1275. como la vaina mielínica, con el auxilio de técnicas
Antes de entrar de lleno en el tema nos parece de tinción especiales y microscopia convencional
útil efectuar una somera descripción de la anato- (fig. 15- 1).
mía del nervio periférico.
La unidad macroscópica de ese nervio es el ras-
cíc ulo, que contiene cierto número de fibras ner- Cambios histopatológicos posteriores
viosas (axón y sus cubicnas) y se halla rodeado a la interrupción axónica
por un tejido conectivo especializado denominado
perineuro. Estos cambios pueden ser distales (degenera-
Los fascíc ulos (del lat ín Jascis) son estructuras ción walleriana) o proximales. Los cambi os dista-
longitudinales unidas por otras estructuras de tipo les co nsisten en interrupció n ax ónica, fragmenta-
circu lar que con frecuencia se reúnen en grupos ción de la vaina de mielina y fagocitos is de ambos
fasc iculares que pued en ser sensitivos, motores o elementos a partir del quinto día por las células de
mixtos. Schwann y por macrófagos de ori ge n hemático;
El gru po fasc icular se encuent ra rodeado y este proceso continúa por al go más de un mes y
sostenido por un tej ido conectivo especiali zado luego los tubos endo neurales vacíos comienzan a
denomin ado epineuro (epifasc ieul ar e interfasci- hundirse si no son rehabilitados. Los cambios pro-
cular) . ximales más s ignificati vos se producen a ni vel
La forma en que se di stribu ye el tej ido fascicu- neuronal y se conocen genéri camente con el nom-
lar y no fascicu lar varía en los d istinlOs nervios pe- bre de cromatólisis. En ocasiones despu és de ocu-
riféricos y de acuerdo con el nivel consid erado . rridos los cambios la célul a nerviosa no ll ega a re-
El elemcnlO que une e l nervio periférico con cuperarse.
los tejidos circundantes es el mesan euro, a través
del cual recibe aporte vascular y que en cierto mo-
do es un hom ólogo del mesenterio intestinal ; éste Tipos de lesión nerviosa traumática
es el sistema extrínseco. El sistema vasc ular in -
trínseco está constituido por los pl ex os endoneu- Las lesiones nerviosas traumáticas pueden con-
rales. sistir en:
108 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
~!i<"'---- Vaina
Célula de Schwann
Núcleo Nódulo de
Ranvier
Axón --i~4
Célula
Interno
Endoneuro
Fig.15-1. Esquema de la estructura longitudinal de una fibra nerviosa (axón y sus cubiertas).
NellrGpraxia, que es un proceso de desmieliniza- incluyen parálisis completa, preservación sens iti va
dón de las tibras motoras (p.ej., "parálisis de la no- (en ocasiones parcial) y ,mafia muscul ar escasa. No
che de los sábados"). Sus manifestaciones clínicas se observa degeneración wallerian3 (tig. 15-2).
Epine uraJ
PerineuraJ
EpineuraJ +
perineuraJ
··.';-:'N"~}:~If-~~·(-:;:':_·-··
.';'2ffu,:D_+.t4:::i;:;<:;:¿::-:.•
A
guientes condiciones básicas: 1) herida limpia o Sus pasos básicos cons isten en:
pasible de convert irse en ella, 2) rec ursos mate-
rial es adecuados en 10 concerniente al instru - l . Resección segmentaria del epineuro a nivel de
mental , las su turas y las Jentes de aumento entre los extremos nerviosos por reparar (fig. 15-6).
otras cosas, y 3) recursos humanos apropi ados 2. Disección cuidadosa de los grupos fasc iculares
(perso nal capacitado). La segunda posibilidad es sin dañar vascularizaciones.
la reparación secundaria, que está indicada en 3. Puntos de sutura epiperineurales con nailon fi -
caso de qu e no se di sponga de alguna de las con- lamento nueve o diez ceros (fig. J 5-7).
di ciones en ume radas ante s.
Su oportunidad comienza cuando la herida es- La denominada reparación fasc icular (fascícu -
tá a) cicatri zada o provista de una cubierta cutánea lo por fascícu lo) no se emplea por lo difícil y te-
y b) sin fenómenos inflamatorios locales. dioso de su técnica.
En ocasiones no es posible realizar la repara-
En cuanto a las técnicas (fig. 15-4), las más ac- ción directa en virt~d ~e la brecha (separación) de
wa1cs son: los cabos nervio sos, esto como consecuencia de la
retracci ón de los cabos o del tipo de lesi ón traumá-
a. Sutura epineural. Como su no mbre lo indica, tica, hecho especialmente cierto cuando el agente
las suturas se colocan en el epineuro y en el te- causal determina atrición o avul s ión, con pérdida
jido areolar superfi cial. Con frecuencia se rea-
liza sin aumento y por ende no es raro que los
grupos fasc icu lares queden sin aproximar o ali -
*Col/cep/o de microcirugra (.Iacobs(}/J): cs la rama dc la cirugía
near (fig. 15-5 A Y B ). que utiliza ayudas oculares con el propósito de aumentar la agu-
Los puntos de sutura son en forma de corona, deza visual y permitir la aplicación de l o~ pri nci pios halsteadia-
es decir que nunca se utiliza un surjet conti nuo. nos a pequeñas estructuras nnatómicas.
Lesiones nerviosas traumáticas 111
'.' . .1
- / /- -
Fig. 15-8. Técnica del injerto autólogo interfascicular
(tomado del safeno externo) .
Fig. 15-7. Punto epiperineural de la sutura de grupos
fasciculares.
de sustancia nerviosa. En estos casos debe uti li zar- a. ú , edad del paciente. El mejor pronóstico es
se un injel10, cuya fuente dadora por exce lencia es más favorable en las personas jóvenes y l os ni-
el safeno ex terno (s ural), rama de l ciático poplíteo ños debid o a la mayor capac idad de regenera-
imerno; en un adulto este nerv io brinda 40 cm y su ción axó nic3.
resección no ocasio na' trastornos significativos
(Ag. 15-8). b. Factores propios de la lesión
La técni ca em pleada para el injerto es la sutura - Calidad del agente trau mático (no es 10 mis-
epiperineural. mo la acción de un vidrio que la de una 111.1-
Este inj erto sobrevive en su totalidad porque es qui naria indu stli al).
de lgado y presenta un a óptim a re lación di ámetro- - Nivel de la les ión (e l pronósti co es mejor en
superficie. las lesiones dista les que se hallan lejos del
cuerpo neuronal).
•
Capítulo
I
16
Semiología de las extremidades
inferiores
Fernando S. Silberman
Consideram os difícil establecer la detin ición y rarse y muy especialmente al quitarse la ropa, in-
lo~ límites del "aparato locomotor" algunos de cluidos el calzado y las med ias.
cuyos nume rosos elementos consti tut ivos se co- En algu nas c irc unstanc ias será importan te que
noce n tradicionalm en te como propios, mientras el paciente reali ce determin ados movimientos co-
que otros pueden co nside rarse perte nec ien tes a mo cruzar las pierf\ as (c ruzar un muslo sobre otro,
otros aparatos o sistemas. El aparato locomotor es decir, flexo-aducci ón, o bie n apoyar el pie so bre
comprende el esquele to con sus huesos, articula- la rodilla opues ta, es decir, fl exo- abducción y ro-
ciones, cápsula y li gamentos como estabi li zado- tación exte rna).
res pasivos o estáticos y los mú sculos con sus ten - En los lactantes se observil la si metría de los
dones, incl uidas sus po lcas de reflex ión, como es- pliegues c utáneos.
ta bili zadores activos o dinámi cos; pe ro además Las mani obras de inspecc ión y las restantes
los elementos vascu lares y nerviosos determinan maniobras semiológicas en ocasiones se efectua-
que la semiol ogía de éste sea compleja y exija e l rán con el pacie nte en decúbito y en ocasiones con
conoc imiento de la anatomía y la fi sio logía bás i- el pac ie nte de pie. para observar el efecto de la
ca y aplicada. carga corpora l.
Con fines didác ti cos, las regio nes se div iden to- Se deben pal pa r los distintos relieves óseos :
pográfi camente para obtener la semio logía del por de/anle a) las c resl~ ilíacas (tig. 16- 1). b) el
aparmo locomotor. tamo de las extre midades supe- troc::l nte r mayo r (tig. l6-2), e) la sínf':§is pu bia na
riores como dc las in feriores y del tTonco, a unque (li g. 16-3) Y el) la obl icu idad pe lviana (Ii g. 16-4):
en ciertas circunstancias reali zaremos un estudio por detrás los mismos reli eves que por delante.
de conj unto, C0l11 0 e n el caso de In marcha o de la excepto que se debe palpar la tuberosidad isqui áti -
diferencia de long itud de las extrem idades inferi o- ca en lug.,?J de la sírilliis pubiana.
res o de cie rtos síndromes dol orosos como las cer- Sc deben !cconoce r las diferentes regiones ana-
vicobraq uialgias y las lumbociata lgias. tóm icas: 1) el trián gulo d~ S ca.!Ea y en espec ial la
di sposición del paquete vascllloncrvioso (VAN.
vena fe moral, arteria femoral y nervio crural de
Exploración de la cadera "de nlro a afu era") en la arcada c rural. y 2)&s ur-
y la pelvis co isg ui ot!9can~ ri c~ por donde transcurre el ner-
vio ciático mayor, e n especial ~ n la cadera fl ex io-
La ex ploración de la cadera y la pelvis comien- ~a da (fig. 16-5) .
za en el momento de ];.¡ recepción del pac iente no La cadera art i c u lac~611 coxofc moral) es una
sólo al verlo cam in ar. sino al ~e ntarse o incorpo- c nm1rosis y por lo tanto rea li za lodos los movi-
114 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGiA ORTOPÉDICA
Cresta
r:::lE~---t- ilíaca
Tuberosidad
iHaca
Espina
Espina illaca
ilíaca --IJfI:+':--\\,*, anterior
anterior \\ \ ~ y superio"'r,-t---\;-I!
y \ .
superior TUbe rosidad,+-,::"...~+-~;:¡¡
pubiana - C'i::--'"
Trocánter
mayor
Trocánter mayor
Fig. 16-2. Palpac ión del trocánter mayor. Fig . 16-4. Palpación de la oblicuidad pelviana.
Semiol ogía de las extremidades inferiores 115
Nervio ciático
Recto interno
Pectíneo
Aductores
{f .~
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""(-
A B
Fig. 16-14. Medición de las extremidades inferiores. A. Desde ta espina ilíaca anterosuperior hasta el vértice del
maléolo. B. Desde el ombligo hasta el vértice del maléolo interno.
en la poliomielitis) o por acercamiento de sus pun- Ex isten métodos de medi ción con cin tas métri -
los de inserción (como en la ruxación congénita dc cas y ~étodos radiográficos.
cadera), o i.Q.s uficiente en forma relati va, como en Para efecl uar las m edi c ion e~ se consideran pun-
ciertas afecciones de la cadera en que el múscu lo lOS de re ferencia: el ombligo, ~s pinaJ1ía ca an -
se encuentra sólo debilitado. terosuperior, el borde superior de la rótula o el pi-
co de ésta, el vértice de un o de los maléolos, etc.
(fig. 16- 14, A Y B).
Diferellcia de IOllgitud Tambi én ex isten métodos clínicos sencillos
de las extremidades illferiores factibles por la simple observac ión (fig. 16- 15).
Cuando requiere ulla mayor precisión se recu-
En rea lid ad es muy excepcional que las extre- rre a los métodos radiográficos, au nque tampoco
midad es inferiores ss:an exacta mente igual es, si son absolutamente exactos . En nuestro medio se
bien lo que in teresa es conoce r las diferenc ias que solicilan a menudo "eseanogramas", que en reali-
pueden objcli varse y provocar sínLOmas y afeccio- dad no son propiamente escanogramas porque no
nes secundarias y que desde luego pueden llegar a se dispone del apanllo mcdiame el que se pueda
ser graves cuanto mayores se<.m esas diferencias efectu ar un "barrido" de toda la ex tremidad sin de-
(se debe habl ar de diferencias y no de discrelnm - formar la imagen. Lo qu e se suele efectuar es una
cias). te leortorradiografía (tefe, 2 m de di stancia del apa-
Las diferencias de longitud de los miembros su- rato de rayos; 01'1110, in cidencia perpendicul ar del
periores son mucho mejor toleradas, tanto desde el rayo sobre puntos de refe rencia como la caclera.
punto de vista cosmético como anatomofuncionaJ.
Las diferencias de longi tud pueden ser aparen-
~s o rea l es.J:::.~ primeras son las que di ag!l0stica
el observador pero que no ha ccrficado con una '/,
medición. Una diferencia aparente puede estar da-
'-
da, por eje mpl.Q., en ul!a ob licui dad fija de la pelvis
y la aparición de la ex tremidad del lado descendi -
do de la hemipelvis como más larga y, viceversa,
C0 l110 más corta la del lado del ascenso de la hemi -
pelvis correspondi ente.
Lo que suele resultar difíci l es establecer con
precisión las dife rencias o, en otras palabras, me-
dir la ex tremidad con exactitud . Fig. 16-15. Diferencias de longitud por la observación.
118 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
42 ,5 cm
7,5 cm /
Ir;¡ 90º
Fig. 16-19. Medición de la circunferencia del muslo. Fig. 16-20. Arco de movimiento articular de la rodilla.
mentos im portante~. que por otra parte son muy Exploración del pie
vu lnerables en cualqui er accidente de la rod illa: a) y el tobillo
en el plano rrontal los li gamentos co laterales (me-
dial_y lateral) (fi g, 16-21 , A Y B) Y b) en el Rlano Los pies deben sopon ar, en la posición vcrti-
sagital los li g~ m entos cruzados (fig, 16-22, A Y B). c al ~ ~ l _ pe s<L~e..q ra ly estar adaptados para la
Ex isten otras pruebas (Lachman , pi vOLtest) que marcha. Fuera de un esq ue lclO espec ialmen te
~ describen en el capítulo respectivo. conform ado, la§: e S lru c~ura s pe parles _blandas
La laxitud excesiva lateral de la rótu la puede deben e..':itar en cQ!1 di ciones, sobre todo en cierlos
evidenciar una "rótula luxable" . punt os de apoyo, .pa ra amorti g uar esas cargas. El
, \..
r:-
;1,
... ,
B
A
\ \
'jI
\ \\
A B
Fig. 16-22. Estab ilid é!d _arJte~opos terjor (llgamento cruzado anterior (A) y ligamento cruzado posterior (B): .ma-
niobra "del cajón").
I
J I
,
•
Fig.16-25. Metatarso primo varo y hallux valgus. Fig. 16-27. "Juaneti llo de sastre".
A B
egipcio) o ig ual que el 2° (como en el ll amado pie tarsiano se co noce corn o "juanetillo de sastre"
c uad rado). (fi g. 16-27).
El primer metatarsiano ....2.!!~de cSJar desviado El pie goza de una gran estabilidad l ateral, den-
hacia adentro (en varo). Esta desvi ac ión puede ser tro de la mo rtaja tibioperonea , pero en los esgu in-
congénita C!ne[ a(a r~ril!10 varo)_o adg~irida y es ~s (entorsisl puede producirse la ruptura caps ulo-
una de las varias hip6te~i s sobre la formación de l Ij ga memari a extern a; -.kll es pec ial, el ligame nlO que
j.Y.flllcte o hallux yalgus (fig. 16-25). se lesiona l nás _a menudo es el pe roneoastraga li no
Las modificacJones ªc los pu ntos de apoyo <I nte rior que, si no se repara medi a nte una inm ov i-
provocan otras dcfor!..n idades, como los dedos en li zación Y.. a veces con tratamiento quirúrgico, pue-
marlillQ (fig. 16-26, A) o e n gamo (fig. 16-26, B), de terminar en una inestabi lidad (entorsis a repeti-
que tambi én rovacan ~ allosidad es do l oro~as . ción).
Las tal al gia plantar es provocada por lo general Esa inestabili dad se ev idencia desde el punto_
PQt....11 i n fl ª-,~c i ó ll de la fascia plantar. aunque la de vi sta clílli co por el peloteo astragalino y rad io.:..
expresic)11 r~ d ;o g r áfica sea un a hiperqstos is del gráficamente por la falta de paraJelismo entre las..
cald neo, llamada "espolón". superfici es articulares de la tib ia y el astrágalo,
En el lado exte rn o del pie el dolo r provocado que en la jerga mdiológica se conoce como baste=.
po r la promine ncia de la cabeza del qui nto meta - zo articular.
Capítulo
I
17
La marcha normal
José B. Cibeira
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El hombre viene utilizando la bipedestación apoyo del talón, 2) apoyo de la planta y 3) des-
des de hace cerca de un millón de años; los ha- pegue del pie; la seg unda fase es la de balanceo,
llazgos efectuad os en Tanzania en 1961 nos dan qu e se d ivide e n dos período s: a l comie nzo , e l
pie para especu lar sobre los ca mbios estructura- llamado de aceleraci ón, y ame s de ll egar al sue -
les que lo llevaron a esa po sición , lentamente du - lo el de desace leración. En genera l podríamos
rante much o tie mpo de adaptación, se lo impu- deci r que la fase de apoyo consti tu ye e l 60% de l
sieron el medio y la ca pacidad de su cerebro. La ciclo y el resto es balanceo. En la marcha hay un
causa principal parece haber sid o el espíritu de momento de soporte doble del c uerpo en el que
cazador del hombre, a quien el medio ambiente lo s dos pies se encuentran apoyados en el suelo ,
le exig ía ca minar grandes exlensiones para llevar e l de alrás co n el anle pi é y e l de ade lante con el
e l produ cto de su trabajo e n las extremidade s su- retropi é. Si no exis te esta fase por la veloci dad
periore s; só lo la verti calidad del cuerpo le podía que se le ha imp rimido al movim iento se está e n
dar esas ventajas j unto con el consumo mínimo presencia de la carrera. Los pasos pueden vari ar
de energía. de 60 a 130 por minuto. Se pu ede dec ir qu e a 90
El acLO de cami nar impli ca la pérdida arm óni - pasos por minuto se con su me n 75 calorías ca da
ca y co ntrolada del centro de gravedad con rec u- 1,5 km, mi en tras que un individuo am putad o de
peración de éste en forma alternante, co n mín i- mu slo COIl su prótesis gasta el 50% más con la
mos des plaza mientos de los seg me ntos del cuer- misma velocidad y en las mismas condi ciones,
po en el espacio tridim e nsi onal. Co n una pi e rna lo que se de be reco rdar c uando se trata de ese ti-
apoyada y la ofra en ba lanceo e l c uerpo se dirige po de paci entes con in suficiencia cardíaca. La
hacia ade lante hasta que es detenido por e l ta lón marc ha de un niñ o a los 6 o 7 a~os es, e n lo fun -
de la otra extremidad al hacer con lacto con el damemal , similar a la del aeJ ul lO. Se recom ienda
suelo. Es fundam e ntal reconocer qu e caminamos el análisi s del paciente en todos los dec úbilO s
por imperio de la inercia dado que la gravedad pero ta mbi én e n la marcha.
nos e mpuja y el músc ul o nos frena. Es por ell o Recomendaciones clínicas: 1) Se debe exa-
q ue e l 80 % de la fuerz:a mu scu lar se reali z:a e n e l minar e n princ ipi o seg mento por segme nto ele la
primer período de la fase de apoyo . En la marcha ex trem idad e n relación con toda la extremidad y
el médico clínico debe llnali zar sus variables tan - respecto del suelo y la otra extre midad , 2) se de-
to e n e l momen to de apoyo co mo en e l de balan- be evalu ar cómo varía lo observado cuando se
ceo. El ciclo de la ma rcha puede di vidirse e n dos modifi ca la velocidad de la marcha, 3) se debe tra-
partes, la primera de apoyo , e n la que se pueden tar de interpretar el mov imie nto de l tronco y el
obser var fundamentalmente tres períodos: 1) balanceo de los brazos en relac ión con los signos
124 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
previos, 4) se puede analizar el cuerpo qui eto y en rodilla s flexionadas, 6) las deforma ciones ortopé-
mov imiento, con los ojos abiertos y cerrados, 5) dicas también de ben ser ana lizadas con criterio
se debe indicar al paciente que se siente y después neurol6g ico, 7) se recomienda anotar las obse rva-
que se agache y vuelva a pararse otra vez y qu e ciones y pensar en, a veces fren te al libro, qu é se
c¡¡mi ne en puntas de pie. con los talones O con las ha establec ido mediante la obse rvació n clíni ca.
Capítulo
t
18
Desigualdad de longitud
de las extremidades inferiores
Roberto Ceruti
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Cuadro 18-1. Promedio del porcentaje de la media del crecimiento de las epfjisis de los huesos
largos principales de las extremidades inferiores
Fémur Tibia
Green y Anderson 29 71 57 43
(1947-1963)
Digby (1916) 31 69 57 43
Entre los 4 años y la madurez el fémur crece Este método tiene el inconveniente del au-
!."!t§.
aproximadamente 2 cm por año y la tibia 1,6 cm mento producido por los rayos divergentes.
por año. Un método más exacto es la ortorradiografía
Para saber el estado evolutivo del crecimiento descrita por Green Wyatt y Anderson en 1946,
óseo es importante determinar la edad esquelética que consiste en lItiliz~r rlaca grande y, ~on el tu.:
del paciente dado que la edad cronológica es un 92.2J...83 cm, efectuar 3 disparos sucesivos cen-
dato poco exacto. La cd ,!~ ~sca se determina ra- trados exactamente en la..cadera, la rodilla y el
diolónicamente con radiourafía
-~-- -.- ~--~ -
de la- mano
-
y la
~
tobillo.
muñeca deJ niño, que se compara con los datos es-
t~indar de Grculich y Pyle, en cuyo Atlas se en-
cuentran id~ntificados los aspectos ,radiológicos Tratamiento
desde el nacimiento hasta los 18 años en el varón
y la mujer. Para efectuar la corrección de una dismetría en
La edad ósea eS-YJLindicador excelente de la pacientes en crecimiento éstos dc b_cn ser seguidos
IJlªº-uCG.-z....Qsea y_se utiliza_en las predicciones del en una clíf!.ic~ de cr~cimiento durante un período
crecimiento futuro. etc aQ!oxima(!ame~~te 3 años] en el cual s~qetermi
En los casos -
de dismetrías en niños en creci-
~
.na l ,! _ed<!2. ó ~,!. Se deben efectuar mediciones
miento se utilizan l os gráficQs de predicción de anuales de la djsmelría y la predicción del creci-
crecimiefllo. miento futuro y considerar las características an-
Originalmente se utilizaron los gráficos de tropométricas del paciente dado que un niño de
Grecn y Anderson (cuadro 18-1) Y en la actualidad baja estatura recibirá un tratamiento diferente de
la gráfica lineal de Mosseley, mediante la que se otro de gran estatura; además se debe tener en
determina la magnitud final de la dismetría y se cuenta el ritmo de inhibición del crecimiento y la
obtiene una guía para el tratamiento correctivo, así posición de la columna dado que es muy impor-
como el establecimiento del momento oportuno de tante el equilibrio de la cabeza, el cuello y el tron-
éste. co sobre la pelvis.
Cuando se diagnQstica una dismetría .....cl primer
méto~o de t"!at ~~i ~.mo consiste en la compensa-
Método radiológico ción para re0:!Per,~r EL ~qui1ibrio de la columna y
para la determinación de la dismetrÍa evitar-l'ui de§..'{iacione5__compensatprias, para lo
que se utiliza.n desde correcciones. eILIQs. G.alzados__
Se pued ~ tilE3r la _~elerradiografía de las ex- hasta aparatos ortopédicos, de acuerdo con la gra-
tremidades inferiores con una distancia entre la vedad de la defornlidad, que posibilitan la nivela-
placa y el tubo de 183 cm para evitar las distorsio- ción de la pelvis.
Desigualdad de longitud de las extremidades inferiores 127
c;:rosis aséptica: Q!.ras afecciones pu eden ser artri- dra l cede y se esclerosa . ~ I ceder el hueso subcon-
!ii. enre rmc.Ead de Pagel, etc. dral s~Jo rm a n se udQ9uistcs o geodas en los qu~
El común denomi nador de !as artrosis secunda- lllmbién interv iene I ~ Qr.~s i ón del líquido sinov ial
rias es una situaci ón congénita de a lteración del y la reabsorción Lrabec ular. El desgaste canilagt
eje y de las relac iones articul ares,.? juntas o separa- no.§.o o~sion a un p inzamiento al1icular y aparece
das, o una enfermedad adquirida cuya secuela es un mecan.ismo reaccional que es el osteófito j esta
una incongrue ncia artic ular con la consiguiente a l- t?xcr~en c ia ósea en forma de picos es la qu e le dlL
te ración cartil ag inosa. el sello radi..Qgrtlf]co_a la arlrosis (fig. 19- 1) .
Aparle de las alteraciones anato mopatológicas
t.ld carlflago hialino articul ar, que presenta pérdi-
Mecanismos de producción da de brillo y erosiones, y de las articulac iones en
el hueso subcondral, que muestran depres iones,
El hecho de que ell las artic ul ac iones que no qu istes o gcodas y osLeófitos, ex isten alterac iones
so n de carga la man ifestación c líni ca y la incapa - en la sin ov ial con proli feración de ésta y alteracio-
cidad res ul tante sean menores que en las articula- nes de la ctlpsu la artic ular, que pierde elast icidad y
ciones de carga co mo la cadera, que cumple im- aumenta de espesor con la consecutiva fi brosis, lo
portantes fun ciones de soporte, locomoción y que contribuye a la disminución de la movilidad
oricm3ción de la ex tremidad inferior sobre la ba- art icular.
se de su ampli a gama de mov imientos (nexo.ex-
tensión, abducción, aducc ión, rotación y circun -
ducció n), determina que la artros is dc cadera sea Clínica
una entidad de--.S.ignificación clínica en sus fases
in iciales. Los síntomas más característicos de la artrosis
cons isten en e l ~o lor y la di sminución de la mov i-
lidad.
Anatomía patológica El dolor es característicame nte R9sinerc ial,
es dec ir, osterior al re osq; aumenta con la pro-
~e constata una degeneración e hipertrofia del l o n gada~.ip ede s tació n y la marcha y di sminu ye
cartílago y del hu eso. En las zonas de presió n el ,?Q.n el re osº--o e l l}so de un b<.b,> lón. La locali za-
cartílago gegenera y_ s~ desgasta, el hueso subcon- ción del dolor pJ.lede referirse a la zona de la ca-
dera, preferentemente la in gle o e l tri ángul o de Por lo expuesto definim os como 1iignos de
$:car(?a; tambi én ll-uede se r u n ~ c!,ura lgia anteri or, inestabi lidad cl'nica de la cadera a estas manifes-
es decir, dolor en la cara anterior del muslo; me- taciones de b.!Qgueo, fa ll a, inseguridad, . muchas
nos a menudo duele la región pos teri or de la ca- veces causantes de caídas, lo que determi na que el
dera (nalga). La gOllalgla interna, es decir el do- paciente, temeroso, use bastones naturales como
lor en la rcgión anterointerna de la rodi ll a, es un el brazo de un acompañante o el apoyo en parcdes
síntoma frecu ente de co nsul ta en la artrosis de u objetos, en las circ un stancias en quc no usa un
cadera, pues ésta, a l ig ua l que o tras patologías, bastón propiamen te dicho.
tiene que ver con el dicho " la rodi ll a canta por la
cadera" . Alteraciones del apoy~ en condiciones nor-
males el individuo distribu ye su carga corpora l en
Disminución de la movilidad: la primera en fo rm a s im étrica ~ si ti ene una artrosis de cadera
verse limitada es la {Qtación intem'!, luegQla ab- unil ate ral, instinti vamente (analges ia natural) se
ducción y por últin~o la ncx ión. apoya más sobre el otro miembro inferior y da el
El paciente puede ser interrogado si tiene di fi- paso más corto cuando tiene que cargar sobre la
cultades para ponerse las medias O cQl1arse las cadera enferma. Esto se podría objetivar haciendo
uñas de los pies, pues estos actos implican mov i- caminar al paciente sobre un piso sonoro y con ta-
mientos de rotación, abducción y Ocxión. Median - cos, donde se notará un so nido menar al apoyar la
te la semiología comparativa se co nstatan la dis- extremidad enferma.
minución de los movimientos de la cadera afecta- Una cadera normal es una cadera que no d ue-
da y el dolor que provoca la movilidad pasiva lími- k, Wc ti ene s u_mov ilidad co mpleta y que no
te; al efectu ar las rotacion es con la cadera y la ro- claudic.!l. en la ma rcha, es dec ir, q ue tien e 6 pun-
di ll a en nex ión es característi co e l dolor que acu- tos en los 3 ítem: dolor, march,1 y movilidad. En
sa el paciente. el extre mo opues to tenemos un a cadera co n in-
tenso dolor, impos ibilidad de caminar y nu lidad
Claudicación de la marcha o renquera: és ta de mov imientos, es dec ir, un a cadera I - l - I en
se acentúa con el deterioro artrósico y es determi- los 3 ítem. Esta ge ni al tabul ación de la evalua-
nada 01' el acortamiento de la extrem idad (apa- ción clín ica es de Charnley y fue confeccio nada
rente o real) y la insuficiencia del glúteo medio. El sobre la I;>ase de las tab las de Mcrle O' Aubtgne-
acortarru ento de la ex tremidad puede ser real por- Po~e l ; es muy concreta y nos permite, cuando
que el proceso anatomopatológico produce des- co nsulta un paciente con artros is de cadera, o~
Ln~cción y la "acorta", El acortamiento aparente es . letiva r de manera concreta su es!..adg y. asi mi sfl1g
determinado por la actiwd viciosa de la cadera, adoIllar co np l!ctas teraQéuti cas y dec idir cuándo
que en la gran mayoría de los casos es en fl ex ión se req ui ere una ci rugía de elección co rno el
y aducción. E~'Lacti tud yic iosa se puede determ i- reemp lazo tota l.
nar mediante la m.',!nio_bra de Thomas y la manio-,
bra de niv<;:lacióllQclas espinas ilíacas anterosupe-
riores. Estudios complementarios
Aunque es m.ill:'.laro, dcbemos consignar que
ulla artrosi s de cadera en posición viciosa de ab- Laboratorio: es normal en la artrosis, aunque
ducción es determinante de un alarga mi ento apa- úti l para excl uir otras enfermedades.
r.cnLe.
Radiología: la rad io logía simple sigue ten ien-
Ines~bilidad de la cadera: a veces el pacien- do vige ncia para el diagnóstico de artrosis, mien-
te nota que la cadera se le a!loj a, le falla, muchas tras que otros estudi os por imágenes son im portan-
veces en asociac ió!lfon que <!lgo se le "trabó" . Es- tes en el diagnósti co diferen cial.
to, que es más frec uente de lo que se piensa, se de- Las posiciones radiográfi cas serán siem.Q!e de
be a que las alteraciones de la congruencia coxo- frente y¿le perfil. Las alteraciones más frec uentes
fe moral determinan qu e en ciertos momentos la son 1) !ll§c1erosis del hu eso subcondral, 2) la os-
t!!l:!lfl!a s~ altere por el choque, la fricción o la in- teofitosis, 3) la dismin ución de la luz.arti cul ar,:q.)
If rposición ~e l a~ neoformacioJ:lcs osteocartil ,,!gi- las geoclas o qu istes en el hueso adyacente y 5) !9s
nosas de la arrrosis. gIc!,p.!W..Iibres intraal1 iculares (fig. 19-2).
132 Ortopedia y Traumatol ogía P ATOLOGíA ORTOPÉDICA
Tratamiento
La necrosis avascular de la cabeza fe morn l no res superiores e inferi ores. Éstos a su vez dan las
!';s una enti dad noso lógica específi ca; es resuILa- ram as metafi sarias supe rior e infe ri or y epifisaria
di> final de diferentes afecci onesguc conducen a extern a.
un trastorno de la irrigació n sanguínea d~ ia ca- La arteria obturatriz proporciona la arte ria del
beza femoral_ y en ocasio nes poco frec uentes, li gamento redondo, que Analiza como arteri a epi-
puede coex istir eDil lesiones similares de otras tisuri a interna.
epífis is.
La primera descripción de este tras torno se
atribuye a Alexandcr Munro en 1738. Después de Cuadro clínico y exámenes
varias comu nicaciones posterio res se atribuye a complementarios
Fre und la descripción deta ll ada de la necros is
avascular idiopática bilateral. La necrosi s avasc ular no traum ática afecta por
La necrosis vascular afec ta a adultos relati va- lo general a adul tos @lati vamentejóvenes de e ntre
mente jóvenes y es biJate!:.al en más d ~l_ 50 % de los 30 y 50 años y, como se dijo, ~e ra e .50% la bi-
@'iOS ; su dí a nósti co te mgruno no es fác il a pesar laterahdad gene ralmente dentro de 10s.1 años de
de uc la RM ha sign ificado una importante co n- ini ciada la enfermedad.
tribución pa ra e Uo. A veces e l interrogatorio pone al descubierto
factores predisponentes (80% de los casos): entre
ellos y con mayor frecuencia corti coides, sons uIno
Etiopatogenia excesivo de alcohol y enfe rmedades metabólicas
(cuadro 20- 1).
Si bien es un trastorno de irri gación de la cabe- Los síntomas no son específicos y a veces están
za femoral, ex iste una larga serie de patologías ausentes durante bastan le tiempo~ por el contrario,
asociadas con la necrosis avascular (c uadro 20-1 ). a veces e l dolor precede: a lasim_áge)les_rad iográfi -
La circ ulación de la cabeza femoral ha sido s;as y suele ser inguin ocrural (hasta la rodilla);
motivo de estudi o por numerosos investi gadores J2!1...ede ser e nlla nente e ro ~enta con el apoyo,
(un importa nte aporte fu e la investigación de J. basta que obllg-ª...a l IJi!cieJ1te a coj ear y más adelan-
Trueta rea li zada e n Oxford a mediados del siglo
pasado).
-
te a limi tar la movilidad .
-
Cua ndo la cabeza femoral se colapsa por la ne-
La artelj a circunnej'L interna proporc iona e l. crosis, se produce un acortamiento de la extremi -
mayor aporte san guíneo por los vasos retinacul a- dad . Los val ores humorales no se modifi can .
136 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTOPÉDI CA
JII1'ellile.~ AdllJ1O.~
FrrtCluras del cuel lo fe mo ral EnL de Legg - Calvé - Pcnhes Cort icoterap ia
Lu xaciones de cadera Espifisióli sis ue la cabeza femora l Etilismn
Reducción de lu xaciones congénitas ld iopática Trasplant es rena les
Reducción de cpifi~ i ólis i s Lupus eritematoso y (llra ~
Vías de acceso quirúrgicas a la cadera colagenopatías
Anemias y hcrnogJobi nopatía'
Enfermedad dcscomprcsi"'L (buzos)
H iperl ipidemias
Enfermedad de Gauchcl
Gota
Rad iaciones
T u mores
Idiopática
Tratamiento
Fig. 20-2. CarIe axial por TAC. Nólese la zona de ne-
crosis en la región anterior.
Si se ha establecido un diagnós ti co temprano,
antes de la aparici ón de deformidades de la cabe-
Fig. 20-1 . Radiografía en la que se aprecia una zona Fig. 20-3. CarIe fronlal por RM en el que se aprecia
de necrosis en el polo superior de la cabeza femoral. necrosis en la cadera derecha (cambio de señal).
Nec rosis avascular de la cabeza femoral 137
za fe moral y cuando aún se conserva una buena Ningu....la de estas illtervencioll,?s ha dado resul ta-
lu z art icular, está indi cado el reposo o_por lo me- dos totalm ~nlc_conti ables.
nos ev itar la carga del peso corporal. En los casos avanzados no qu eda otra altern ati-
Hay au tores que prefieren un a "cirugía profi- va que las arlroptlstías por reemplazo protés ico
láct ica" temprana con el obk!ivo de retardar rc- º (reel n plazo total de la cadera. con el inconve nien-
Yf= rtir_ I ~.?gres i ó n de la nccro~ i s avascular; fi gu- te de Yiltarsc de ad ul tos jÚ vl.;lIt::s ~n los cua les se
ran entre esas operaciones la trepan ac ión, la des- colocaría un a prótes is en una edad poco recomen-
C0 I1112Icsión, los injcILos óseos. y hl os teotomía. dablc.
Capítulo
I
21
Semiología de la cadera
en niños y adolescentes
Jorge A. Groiso. Rodolfo A . Goyeneche
y Jaime Candia Tapia
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La cadera tiene particu laridades anatómicas lo de enfermedad.. En el niño pequeño, hay que
que la indi vidualizan, lo que provoca ditic uJtades comparar__ la movil idad s," pontánea de ambos
en el d iagnóstico inicial. Su ubi cación en un plano miembros: la seudoparálisis es un signo .f.omún en
profundo, cubierta por grupos musculares, impide e l trauma y_~nla infección. Se observa la piel en
la observac ión de los signos precoces de inflama- busca de signos inJl amalOri os (enrºje..fimientq) o
ción, como rubor y tumefacción. La vecindad del de tumefacción. También hay que evaluar la pre-
nervio obturador provoca dolor referido a la rodi- sencia de hipotrofia o mroQa del muslo, indicati-
lla, que confunde el diagnóstico ini cial. Por otra vas ~un ~ceso de larg51 evolución; medir el
parle, la irrigación de la cabeza femoral es fác il - aCSlrtamiento de los miembros, por 10 genera l se-
mente vuln erable a los fenó menos de vecindad, cuela de lesión de un canílago de crecimiento y
por lo que una demora diagnóstica provoca lesio- observar la actitud de l paciente en decúbito dorsal:
nes de mayor gravedad que en atri:ls loca li zac iones una actitud en rol<!ción ex terna hará ~nsar en epi-
articulares. fisiólisis o fractura de cadera. Por último se obser-
va la marcha del nii1o. La claudicación [luede de-
berse a dolor (procesos inflamatorios como la si-
Interrogatorio novit is), a limi1ación de la movilidad normal (epi-
fisió lisis, Perthcs) o a pé rdida de la fuerza muscu-
Se debe obtener información ace rca de los an- lar (trastornos neurológicos, atrofia por inmovi li-
tecedentes fam iliares de trastornos en la cadera: zación prolongada).
luxación congénita, enfermedad de Perthes, epi fi -
s ióli~i s, etc. Luego es n ece~ar io interrogar acerca
de la presentación de síntomas: dolor, claudica: Palpación
ción de la marcha, di sminución de la movi lidad y
presencia o no de signos sistérnjcos (fiebre, decai- La Ra lpación puede aportar información acerc ,!
miento). de la presencia de lum efa~c i ó n O dolor a la presión
sobre la arcada ing!J inal (artritis séptic~. El ha-
llazgo de dolor a la resió!!.§obre las prominencias
Inspección óseas hará ensar e n osteomielitis. Hay que des-
cartar que la sintom atología no sea provocada por
El paciente debe estar s in ropas, ara confirmar procesos localizados en zonas vecinas: sacroileí-
las observaciones iniciales: há.bito,- f~cies y aspec- tis, pu balgia, disc iti s. apendicitis.
140 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTO PÉDICA
Normal Patológico
(Trendelenburg +) Fig. 21 -2. Signo de la flexión extrarrotada.
Rowción: eval uar el ,.JU mento de la rotación in- Maniobra de Tho11l11.\' (fig. 2 1-3) . Cuando e l pa-
terna (anteversión femoral ), 111 asimetría de las ro- cie nte se enc uentra en po sic ión supina, una defor-
tacione s o la presencia de dolor a la rotac ión inter- midad en flexión de la cade ra puede qu edar en-
na máxima presente en todo proceso inflamatorio. mascarada pgr un ~llm e rl1 0 de la lordosis l umbar.
bu t1e~ !§!!...Jl a:-; i va completa de la cadera opuesta
º Iimin a l:.L loldosis lumbar y .reve l<L1Lverebde ra
Maniobras especiales actiJud de la cadera. La contract ura en fl cxión se
o bserva en procesos infla matorios agudos o en de-
Estas ma niobras fueron desa rroll ad as para de- rormidades res iduales (osteoanriti s, enfer medad
tectar signos que pueden escapar al examen físico . de PCflhes, di spl asia cpifisaria) .
Semiología de la cadera en niños yadolescentes 141
A B
Esta patol ogía, denominada también ellferl//e~ ¡¡Igún grado de disp lasia o de inestabi lidad de la
dad /u.\"cmte de /a cadero () djsp!asia de cadera, es cade ra se e ncu e rllra e n 1 O 2 de cada 100 recié n
una de las más importantes ano malías del siste ma nac idos. En más de la mitad de los casos es bi la-
muculoesquclético por su frccuenci<l y su difícil teral. La enfe rmedad es nl<'í.s frecuente en las mu -
tratami ento. jeres (8 a l ).
Se habl a de luxación cuando la c1! beza femora l
se e nc uentra co mpl etame nte fuera del acetá bulo ;
slIhlll.mC'Íóll de la cadera significa que la cabcz"l fe-
~
Etiología
lllQral está apoyada en el reborde acetabul ar (d iag-
nósti co di fíc il). Ellérmino dispfasia acetabular se E n la e tiolog ía de la L eC se reco noce n factores
refi ere al desarroll o anormal de la forma del acetá- gené ti cos y ambientales. La posición _!!~.:l1 a l de la
bulo. que con el cOlTer del tiempo puede provocar ci.}dcra du rante la vida uterina es de flex ión y ah-
sub lu xac ión o luxac i6n de la cadera. ducción ligera. Esta posición ~ara nt i za un desaJTo-
110 co n·celo rlcl acetábulo, en tanto q ue la..r0sición
e n exte nsión..provoca la sub lu xación y la luxac ión.
C1asilicación Cuando se co mhi na una hiperlaxitud arricuhtr
(Factor genético) con al gú n trastorno de la posi-
Se deno min a luxación típica o fe ll¡/ a la enfe r- ción intrauterina (faclOr am biental), como posi- ,
medad de la cadera de un njfío por (o de más sano. ción de na lgas o una posición neo nata l con las ca-
Es la forma de presentación más [recuente y la dei·as e n ex rensión, la cabeza fe moral deForma
que se describe en este capítu lo. La lu xación q ue grad ualme nte el reborde acetabular y.....ocasiona la
form a parte de sín dromes ge néticos se de nomina displas ia o la luxac ión en los casos más severos.
luxacióll teratológica o embrionaria, y es de pre-
sentación rara y tratamie nto d ifícil.
Patología
~r imerparto.
Deformidades en las rodillas : luxación, hi -
perextensión .
Otras anomalías congénitas (cardíacas, renal es).
Todo si!ldrom!::_gcnético.
-
E n e l niño de m(Ís de un mes la limitació n de~
la a bducci ón~ucde ser e l úni co ha-llazgo fís ico,
sobre todo e n una cadera di splás ica. A med ida
rompe c uando la cadera está luxada o subl uxada.
pe rk i ns~
índice
ace1abular
Hilgenreiner
20º
!
H
Línea
Hilgenreiner
Shenton
Fig. 22-3. índice acetabular. Fig . 22-4. Líneas de Perkins, Hilgenreine r y Shenton.
No rma! Luxadas
ño presenta demasiada contractura de los múscu- so pel vi pédico que se cambia cada 2 meses. Si no
-
los ad~ tores c.omo para colocar cualquier apara-
- se obtiene la reducción es imperativa la reducción
to. Se hace necesario primero un período de trac- qUlfúrglca.
ción de las parles blandas de 3 o 4 semanas para
eliminar LOda contraClUra. Posterionn en te se reali - De los / 8 meses a los 3 alios: en esta edad por
za un examen y manipulación bajo anestes ia gene- lo general el tratamie nto es q~irúrg ~~ o. Luego de
ral. De lograrse una reducción sati sfactoria se un período de tracci ón de las panes blandas se
efectúa t,:notomía de ~d u c lores y se coloca U1! yc- realiza la redu cción qu irúrgica, que se comple-
menta con operaciones sobre el hueso ilíaco para
mejorar la config uración del acetábulo (osteoto-
mía pelviana).
Pronóstico
Fig. 23~1, Nótese el aumento de densidad radiológica Fig. 23-2. Período de fragmentación.
de la epífisis proximal del fémur respecto de los con-
tornos óseos secundarios.
El método eJe diagnóstico de primera línea con- 2. Quistes metafisiarios (zonas osteopénic ~ .
siste en el al" radiológico de frenle y con inciden- 3. Deformación de la cabeza femoral.
- ---
cia de Lowenstein. Esta última-es"fünaamental, ya 4. _Aplanamiento del acetábulo.
que suelen verse las lesiones características en for-
ma precoz. El período dejragmentación representa el co-
La radiología tiene un período negativo que du - mienzo de la corrección espontáncª, ya que son
ra entre 15 y. 3Q día ~ y en el cual es muy útil la CCll- los brotes conjuntivovasculares los que invaden la
tellografía co n cám~ r~galnm':l, con magnificación cabeza necrótica y comienzan a eliminar los teji -
"pin hale" utilizando corno trazador tecnecio 99. dos necróticos.
Cuando un niño presenta sintomatoJogía carac-
terística con radiología negativa, que persiste du- En el pedada de reas{ficacú;'~(fig. 23-3) se ob-
rante 2 selllanas a pesar del reposo y la administra- serva que la cabeza vuelve a caJcificars e~ comen-
ción de aspirina, está indicado realizar el estudio zando casi siempre por los lados hasta cubrir toda
centel 10gráf1co de .§~"ULf <!.dera . la superficie cefálica.
Siguiendo los parámetros radiológicos, Anthony En ocasiones, la reosificación puede efectuar-
Catteral dividió la evolución de esa patología en se ~ través del cartílago fisiario ocasionando alt~
cuatro períodos, necrosis, fragmentación, reosifica- raciones del crecimiento remanente del cuello fe-
ción y ren'íodelado. moral.
1-
11 111 IV
Definición ~le n jÓve nes con deseq uilibri o endoc rino. (1:!.!pogc)-
nadismo. adi posogen ital; y también en delgados
~c denomina así al desplazamiento de [a t:pífi- longi líneos. En el ~J os c asps es bilaLeral ~ ra-
.'lis femo ral )or una pa~ y del c uel lo por otra a ra vez en forma si mul túnea . L.l cudera izquierda
p<l rtir de una alteración de la placa de crecimiento. predom ina en c uanto a are ~ taci ó n.
Se trata de una condropatía conjugaL
La defo rmi dad má s frecuente co nsiste e n un a
lrasl ación h<lci a arriba y ha cia ad e lante del c uc- Patogenia
110 sob re la c abe za femoral. que se dc:;:;plaza ha -
ci a abajo (coxa vara) y atrá s en retroversión (ri g. Poco conoc id a. en rea lidad no se sabe todav ía
24-1 ). En ocasiones muy raras e l desp laznmien - e l mecanismo por el cual la placa epifisaria se de-
to de 1<1 e pífi sis fe moral e s hacia afu e ra (coxa val - bi lit a. Se propus ieron varias teorías para co mpren-
ga). der la patogenia de esta enfermedad.
\ Posterior
\, , Frente Perfi l
Teon'a 5: "tra umáric'I·' , El traumatismo sie mpre la ~'~g i ó n ingui nal suele (ener irradiación hacia lli
est{¡ presente en esta patología, pero su papel COI1 - rodilla (go na lgia reneji); la c laudicació n e impo-
siste en aclUar como factor desencadenan le una tenc ia funciona l varían de acue rdo con el grado de
~ ~ - -
desplilzarnienlO. En e l período de predeslizamien-
vez iniciado el proceso de debilitami e nto cartjlagi-
noso. to e l do lo r y la claudicación so n meno res pero
siempre la scmio logía articular revela una limita-
ción de la rotac ión imema y do lor con los movi-
Anatomía patológica mientos extremos.
Pronóstico
Depende de:
Tratamiento
\
Grado ( Grado 11
e D
Fig. 24-4. Síntesis ósea con utilización de: A, tornillo acan'cil~do; S, tres clavos de Knowles; e, imagen
radiológica, posiciones de frente y Lowensle in (O) de un enclavadb satisfactorio.
el cie rre definiti vo del cartílago del crecimiento ese medi o de fijación no incluya la zona de ca r-
con la menor deformidad posible. ga de la epífis is para evitar la necros is cefá li ca
El pri mer acto 'te rapéutico consiste en evilar (lig. 24-5 ) .
la carga del peso sobre la art iculació n. En el pe- En los grados III y IV se aconseja la fijación in,
ríodo de predesli zi.lmiento y en los grados IS.Jl situ anle !:0mposibilidad de efectuar una reduc-
se hace tratamie nto quirúrgico fijando la epífisis ción sin maniobras forzadas (ri esgo de necrosis)
~n el lugar que se c_ncLJe~tra sin rcdu~cc~ón. _Se~ en casos inveterados . En Jos casos inveterad os con
uliliznll tornillos roscados iipo KnowLes o torni - deformidad acen tuada la corrección se efectúa me-
llos acanalados (fig. 24-4. A-e). Es esencial que diante osteoto mías compensadoras (fig. 24-6).
Epifisiólisis de cadera 157
Complicaciones
IÍ
::;~-- La cabeza debe aparecer
en posición erguida
en el acetábulo
25'
Oposición firme
de la osteotomía
Corte del
trocánter menor
Fig. 24-6. Planea miento preoperatorio y aspecto rad iológico posquirúrgico en una osteotomía compensadora.
Capítulo
I
25
Artrosis de rodilla
Hernán del Sel y Hugo Senes
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Introducción Etiología
La rodi ll a es la mti cu lación lTIi.l.S vol uminosa La artrosis de rodilla puede ser primaria o se-
del c'ueqJo humano y se sitúa en [n un ión de los cundaria.
dos brazos de pal;mca óseos más largos del orga-
nis mo (fémur y tib ia) . Los principales grupos a. Anl'Osis primaria (t ambién llamada primi ti va o
rnusculares que le dan movil idad: c U:'lc1riceps cru - id io pá tic a). No reconoce una causa de finida ; es
ra l. bíceps c rural y tríceps sural. se halla n e ntre los m<Ís frec ue nte en las m ujeres. (i me nudo bilate-
más poderosos de la econom ía. EslOs rac l ore~ COI1- r<.ll: co mi enza a l red~dor de fU; 50 años e inter-
tri bu yen a que sea una de las articu laciones mCts vendrían en su desarrollo factores hormo nales.
traumati zadas y las secuelas de estas lesiones pue- metabólicos. tllec<Ín icos y hered itarios.
den genc rur tina enfermedad artrósic¿¡. b. Al'1msis sec/llldaria. Desencadenada por toda
noxa qu e lesione el cartílago articular. por
eje mplo:
Definición
1. Postraumática: sec uclas ele fracturas, luxa-
La artrosis de rodillu o gonarlrosis es la altera- c iones, inestabilidad c rón ica por deficiencia
c ión de la supcrticie articula r de uno () más de los ligamcntari a. trau mati smos de portivos repe-
tres compi.1I1imicntos q ue co mponen esta artic ula- tidos.
ción: fCllloroLi bial intern o. I'e morotibia! ex terno y 2. Sobreca rga:.:.9 besidaLdeponcs co n sobre-
rcmororrolUli ano. ESla a lteración ocu rre a conse- éarg ..~ (pesas, sallad ores). -
c uencia del desgaste y pérdida ulterior del calt íla- 3. In tlammoria: diversas formas de artritis: reu-
go artic ular y por el dcsarrollo de les iones asocia- matoiclea. gotosa, psoriásiea. lúpica. hemofí-
das : fo rmación de osteófi los marginales. qui stes lica. y también procesos infecciosos por le-
subcondral es. e tc. s iones pe nelrant es. fractu ras expuestas. etc.
4. NcuropMicas: por alteración dc la se nsibili-
dad profunda en c llabcs y la si ringom ie lia.
Sinonimia 5. Secuela de les iones oSlcocarti lagin osas: en
la adolescencia (osleocondrilis di secan te o
Anrosis de rodilla. gonanrosis, anropatía degc- enfermedad de Koeni g) o e n los anc ianos
neratiV¡l. osteoarrros is. osteoarlriti s (literatura sa- (osteonecrosis de cóndilo fe moral o e nfer-
jona), artrosis deformante. artritis seni l. medad de Ahl back).
160 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
tillos tibiales, osteo fitosis marg inal, agu za - eve ntual tratam iento de las les iones meni scales
miento de las espina s tibiaJes en un comienzo y asociadas.
borramiento de ellas en los casos avanzados
con subl uxación femorotibial.
b. Al!eraciones de la estruClUra: aumento de la Evolución y pronóstico
densidad ósea (esclerosis) en el hueso subcon-
dral del lado sometido a cargas excesivas: com- L¡l enfermedad es por lo general lentamellle
partimiento interno en los genu varo y externo progres iva, ya que las causas que la originan ti en-
en los genu va lgo, a veces con presencia de zo- den a acentuarse. De esta manera, la progresión de
nas redondeadas de menor dcnsidad (q ui stes la desviación en varo O valgo fa vorece la destruc-
subcond rales radio lúcidos o geod<\s). ción de las superfic ies art icu lares. L<ls es tructuras
c. Alteraciones de las relaciones: eSlrechanúemo Jigamentarias de sostén tamb ién se resienten ante
(pinz<.\miclllo) y dcsaparición ulterior de la inter- el <lumento de la deformidad, dando lugar a mayor
línea aJ1icu lar, alteración del valgo fisiológ ico fe- inestabi lidad. Estos factores se ven inlluidos por el
morotibi al, subluxaciones (m<Ís frecue nt.es de la peso del paciente, su actividad física y la res pues-
ti bia hacia imemo en los genu varo avanzados). ta a los di versos tratam ientos.
Trata miento médico. Se rese rva para los ca- - Osteotom ía (fig. 25- 1). La osteotomía como
sos incipien tes o pa ra los pacie ntes que no es tén operación de cOlTección de deformidades se en-
en co nd iciones quirúrgicas por su mal estado cuentra entre los procedimicmos ortopédicos
genera l. Pueden prescrib irsc anal gés icos y an - más antiguos. De indicación precisa, debe efec-
t¡inflama tori os no es tero ides y asoc iar terapi a tuarse an tes de que el proceso artrósico sea tri-
kill és ica con aplicac ió n de calor local (onda cor- compartimental, con dcsejes menores de 20" y
ta, ultraso nido, láser) y re habil itac ió n musc ular. deformidad en flexión inferior a 15°. E l objeti-
La inmov ilizac ión de la arLi cul ación sólo está vo de la osteotonúa es la realineación del micm-
ind icada en casos de gran dolor y de rrame art i- bro al valgo fi siológico. En los casos de genu
cular, y por períodos ca rlos para ev itar la acen- varo se efectuará un a osteotomía tibia! va lgui-
tu ación de la atrofia musc ular y la osteoporosis zante, de prefere ncia en la zona supracond íl ea
por des uso. Las in fi ltrac io nes intraarticu lares de femoraL Los efectos benéficos de estas ope ra-
cortic oides se indican muy rara vez, pues e l ciones duran por lo general entre 5 y 10 años,
efec to de l corti coide se mantiene por escaso sobre todo por la corrección del eje mecánico,
tiempo y la precipitac ión del fármaco e n forma aunque también habría un efecto antálgico vas-
de cri stales contribuye a ace lerar el proceso de cular al disminuir la presión ve nosa intra6sea.
des trucci9n arLi cula r. De efec tu arse, es primor- - Artroplastias o reemplazos totales (fi g. 25-2).
dial que se reali ce bajo las más estrl ctas normaS En la actual idad se puede efec tuar una sustitu-
de asepsia. ción de la articulació n enferma utilizando un
El uso de apoyo ex terno (bas Lón, muletas) pue- imp lante (prótesis interna) que reempl aza las
de ser benefi cioso, ya quc la traslación del peso superfi Cies arti cul ares del fé mur di sta l, libia
corporal puede descargarse hasta un 50%. proxi mal y cara articular de la rÓLula. Las pie-
zas utilizadas está n fa bricadas en acero inoxi-
Trata miento quirúrgico. Ante la fa lta de dab le y pl áslico de alta resistencia, y al igual
respuesta al tratam iento co nservado r, ex isten di- que en la cadera, deben estar unidas tUlllcmen-
versas posibilidades quirúrgicas, con grados cre- te al hueso, ya sea por medio de cemento acrí-
c ientes de co mp lejirlncl y d icacia de l resultado. lico o por crecirru cnto óseo en la superfi c ie po-
En pri mer lugar, puede util iza rse la artrosco pia rosa externa del imp lante.
como o perac ión de " lim pieza" de cuerpos li bres,
rupturas meni scales cró ni cas y resecc ió n de os- La técnica de colocación es muy rigurosa y la
tcófitos. Prese nta poca morbilidad pero su efica- durabi lidad a largo plazo (más de 10 años) depen-
cia es relativa, ya que la mejoría de la sin toma- derá de la téc nica quirúrgica correcta, del diseño
tología sólo abarca un período de un o o dos protésico y del desgaste de sus componentes, así
años. como del uso juicioso por parte del paciente.
164 Ortopedía y Traumato logía P ATOLOGíA ORTOP ÉDICA
Componente
fem oral •
'--_ _ _ _ _ _ _ Elevador
./J~~------ Espina
Componente
tibial
Fig . 25-2. A, componentes protésicos; B, imagen radiográfica de rodilla en posición de frente en una artroplas-
tia tolal.
RÓTULA LUXABLE
La ines tab ilidad de la rótula de pe nde de fa c to-
res óseos, capsuloligamentarios. desa lineación de
los ej es y del aparaw exte nsor de la rodilla: es
causa de do lores (gonalgia) y hasta ele bloqu eo
artic ular.
Los di stintos factores: óseos (p. ej.: hipotroli a ;1
del cóndi lo ex terno). capsuloligamc ntarios (p. ej.:
retracc ión del re tináculo ex terno). por cleseje (p.
ej.: gen u valgo), ctc., pueden actuar ais ladame nt e
o co mbinados entre sí.
El dolor puede ubi carse Gil la cara anterior de [a
¡-
rodilla y hasla e n la interlínea inte rna y confundir- Fig. 25-3. La maniobra de reproducir el dolor rotulia-
se con un síndrome 1l1c ni scal. A veces el dolor se no es la compresión y desplazamiento de la rótula ha-
cia el lado interno. El desplazamiento externo provoca
presenta al sentarse con las rodillas flexionad<ls el signo de la "aprensión" en el cual el cuádriceps se
(si gno del cinemHtógrafo). contrae para evitar una luxación.
Linea de Blumensaat ,
proyección de la línea
~-- intercondílea femoral
",+4-:'fI'1i*1I-'j'-- Cuádriceps
(30º de flexión) debe
coincidir con el pico
de la rótula
Longitud de la
rótula (L R)
,
.'
"1
/ " ,' . ", I'f-- - (LT) longitud de tendón
• • ' 1\. /', / / LT debe ser igualo
.\ ' I 1,\ "'.
::,.; , ' , I 1\\\" " •. ~/ aproximadamente a LR
'. )!~j
.. '.\\~~: :".. ~'~'.
\ -'
Ángulo Q Rótula
·,
,", ' ,
,\ , \
....... ,
, 90º
\
\
I
---~--
Chasis ";-. ---
Fuente
Haz de rayos
B
Ángulo patelofemoral Inclinación rotul iana anormal
Fig. 25-6. A, Técnica de Laurin; B, en rodillas normales el ángulo formado por las líneas A y B se abre lateral-
mente; en la subluxación recidivante, el ángulo formado se abre medialmente.
166 Ortopedia y Traumatologia PATOl OGiA OATOPEDICA
452 .602
/
/
---
A B
Cresta rotuli ana Ángulo de congruencia
1
I
I
,,-¡...'
I - 80
'---/;d :
- _ _ .....
-- --
--..,'
I
- - - 0 ,- - .,. .'"
Exte rno (+) I I Inte rno (o)
, , ....... -- ~
I
"
e D
Fig. 25-8. Mediciones de Merchant. A, el angulo del surco se mide formando el punto mas profundo y el más al-
to; B, se traza la bisectriz del ángulo del surco; e, se dibuja una línea desde el vértice del ángulo del su rco has-
ta el punto más bajo de la cresta rotuliana; D, el ángulo formado por la bisectriz y la línea que pasa a través de
la cresla rotuliana es el ángulo de congruencia. Su valor normal es _8 0 •
Artrosis de rodilla 167
La luxac ión es percibida fác ilme nte por el pa- axi les (técni ca dc Laurin : fi g. 25-6) o la técni ca
ciente quien, junlO con el inte nso dolor, observa la de Mercha nl con sus medi cio nes respectivas
situac ión anormal externa de la rótula. (ti gs . 25-7 y 25-8).
La inestabilidad o "rótul a luxable" se pone en El tratamiento depende de la relevancia de los
evidencia con una semiología prolija (fig. 25-3). síntomas, del grado de inestabilidad y de la impor-
Es im portante determinar el áng ul o del cuá- tancia de las lesiones arti culares provocadas: pue-
dri ceps (Q) (fig. 25-4) así co mo el diagn6stico ra- de ser un tratamiento fi siokinésico de rehabilita-
diográfi co: la lín ea de Blumcnsaat (fig. 25-5) o ción del aparato ex te nsor o puede llegar a ser qui -
las med iciones de Insall -Sal vati (vé ase expl ica- rúrg ico, destinado a corregir al guno o varios de los
ció n en 1;'1 figura) y desde luego las proyecc iones factores cau sales enume rados al comi enzo.
Capítulo
I
26
Afecciones ortopédicas del pie
Fernando S. Silberman
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E",briología y biomecánica del pie La transm isió n de la ca rga a partir eJel pilón li-
bial , q ue tran smi te la tOLalidad de la carga. está c la-
E l mie mbro inferior se desarro ll a me nos ráp ido rame nte establecida por la di spos ición trabec ul ar
que e l supe rio r. Comi e nza a aparecer entre la ter- de las líneas de fu erza (fi g. 26-2), pero se Illodilica
cera y c uarta se manas. pero su diferenciac ión se constantemente de acuerdo con la posición del pie
hace alrededor de la novena. Su pe ra en lo ngi rud al (en e l talón. en <ln gulo recto. e n equino: fig. 26-3).
miembro superior en el qui nto mes. El feto se e n- El ej e del pie va desde e l punto medio de l espa -
cuen tra co n las piern as cruzadas y los pi es e n eq ui - cio intermaleolar por el segundo metatarsiano a l
no-varo. es elec ir. con una forma de pie zamho. que seg undo dedo (fig . 26-4). Los ej es de. ambos pies
estudi aremos e n otro capítulo. pero que da lugar a deben unirse por det rás del talón y para manlem:r
una de las hipótes is: la de las mal posici one s in - el equi librio en la bi pedcstació n. la línea de g rave-
trauterinas. O Leoría mecú nica. e n la génesis de es- dad (q ue desciende desde la bóveda craneaL pasa
ta de form idad congén ita. por de lante de l raquis cervic al y dorsal. l: rU Z~1 la
lu mbar. pasa detrás del plano ele las caderas y por
En la figura 26- 1 aparer.::l!l1 los tiempos en que de lante de las rodillas) elebe caer denlro dd "área
se prcxlucen los respectivos pu ntos de os ifi cac ió n de sustentación" , q ue es e l es pac io comprend ido
en el pi e. cntre ambos pies.
Finalmente. señalaremos que en reposo el pi e se-
No considera mos COITecLO es tudi a r la patología meja una palanca de segundo género (fi g. 2ó-4, A),
del pi e ais lando cada una de las estructuras anató- pero que en el despegue (ncx ión plantar). al des-
mi cas qu e lo compone n. ni atribuyénd ole que SC~I plazarse e l centro de gravedad (resistencia R) ha-
una uni dad anatomoful1c ional fuera de l con texto cia adelante. se trun Sf0 n11 <l en una palanca de pri-
del aparato locomotor, pc ro a los fines didácticos mer género (fig. 26-4. B).
podemo s definirlo como si fue ra tin a unidad . ínti- No obstante . a los fi nes didácticos podemos es-
mamente vinculado a la pierna. COIl e l tobillo co- tablecer q ue el pie. au nque sea un com plejo O S leo-
mo el eme nto común e integrado e n forma indi so- rnu sc ul oligamcntoso. está eOlls LÍtuido por una se-
lubl e durante la marcha a la bio mcc{mica de todo rie de arcos. ejes y ángulos que. al alterarse. o rig i-
e l aparato locomotor. nan diversas consecuenc ias agravadas por el apo-
En vista de q ue e l pie desempeña un papel fun- yo y/o e l calzado. que pueden provocar afecciones
ela1ll e1lt~1I e n la marcha, se lo anali za aparte. dolorosas. no s ie mpre cOITcgib les.
170 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Es úri l considerar que el pie apoya en un Lrípo· metatarsiano. De esta manera quedan constituidos
de (de sustentac ión de Haller) (fig. 26-5) consti tui - principalmente el arco longitud inal intern o (fig .
do hacia atrás por la tube ros idad del calcáneo; ha- 26-6), fo rm ado de atrás hac ia adelante por el cal-
cia adelante y adentro, la cabeza del primer mela- cáneo, el as trága lo, el escafoides, las dos primeras
tarsiano; y adelante y afue ra, la cabeza del quinto c uñas y el pri mer metatarsiano, y el arco metatar-
siano (fig. 26-7), co nstitui do por las ca bezas de los
cinco metatarsianos.
Se descrihcn rl i s lint o~ tipos de pies, según la
long itud de los dedos (fi g. 26-8), que no siempre
coincide con la longitud de los metatarsianos co-
rrespond ie ntes.
Los ejes del astrágalo y del calcáneo son diver-
gentes (de atrás hacia adelante y de mTiba hacia
abajo el de l astrágalo, y de atrás hacia ade lante y
de abaj o hacia arri ba el del calcáneo) y a su vez la
proyección rad iográfi ca de l caJcáneo conforma
con su contorn o superior un ángul o intrínseco en-
tre la tu berosidad mayor y la supe rticie articular
Fig. 26-2. Transm isión de la carga: orientación de las
talámica, e l á ngul o de Bo hl e r, que osc il a e ntre 25°
0
líneas de fu erza. y 40 (lig. 26-9).
Afecciones ortopédicas del pie 171
•
45 kg 35 kg 80 kg
1) Posición neutra 2) En talo
80 kg
•
40 kg 40 kg 80 kg
11!
=~
t t
Xl
~ Ji
p p
m
A B
Fig. 26-4. A, El pie como palanca de segundo género; B, el pie como palanca de primer género.
172 Ortopedia y Traumatolog ia PATOLOGíA ORTOPÉDICA
~- ---e
\ I
\ I
, I
\fT\/
\ \..J,
Área de
sustentación
,,
,
I
, I
, I
o
• I
Pie griego: 2 > 1 > 3 > 4 > 5 Pie estándar: 2 > 3 > 1 > 4 > 5
13,1 % 9,2%
Pie egipcio: 1 > 2 > 3 > 4 > 5 Ligera halomegalia: 1 > 2 > 3 > 4 > 5
47,8% 1,5%
Pie cuadrado: 1 =2=3=4 >5 Igualdad del primero y del segundo dedos:
3,1% 1 = 2>3>4> 5
23%
Tríceps sural,
flexor plantar, PIE PLANO
> aducto r inversor
t
la cabeza de l astrágalo y de l tubérculo de l esca-
foid es, más aún si ex iste un escafoide s accesorio
(os I¡b ia¡;~).
..-+- Tp El movimiento descrito del a rco interno ob li -
PLC
PLL ::::::: ;=mc~ ---.....-
Fe
ga al primer metatarsiano a des viar la cabeza ha-
Fp c ia la línea medi a (metatarso varo), lo qu e de ter-
mina e l e nsanc ha mi en to de l arco trasverso me-
tarsiano, que a su vez puede provocar Qrra s de-
formidades.
El primer rayo (prime r metatarsiano y ha llu x
tomando como pu ma de apoyo o fulcro 1<1 cabeza
del primer metatarsiano) ocasiona la reacci6n del
dedo, desviándo lo hacia afu era o valgo : ha/hu
Fig . 26-10. Acción de los músculos sobre la movilidad
valgus. Los autores sajones dife rencian el jua nete
dellobmo y del pie. (bull ioll) de l halfux valgus (fig. 26- 12).
Por UIl mecanismo simil ar, pero illverso y me-
nos frecuente , se produce la deformidud en la
pal1e lateral de l arco metatars iano (qu imo meta-
Para algu nos el varo sería la sumac ión de la tarsia no desviado e n va lgo) ll amado jua ne lill o
inversión (s upinación ) con la adu cc ión y e l val - de sastre.
go la evers ión (pronaci ón) más la abducción (fi g . El varismo de l primer me tatars iano co ntribuye
26- 11). al e nsanchami ento del arco lransverso confo rmado
por l;.¡s cabezas de los metatat~ianos , perd iéndose
la acción de los músculos, e n especial de los in-
PIE ZAMBO (PIE BOT) trínsecos (pedia, flex or corto plan tar, inter6 seos y
lumbricales), lo que fac ilita e l desplazam ie nto ha-
Véase capítulo 27 . cia pla nla r de los metatarsianos ce ntrales; como
Afecciones ortopédicas del pie 175
Fl ex ión· Extensión
('>-___?F-
20 ·
Dorsiflexión (N)
Pie talo
Flexión plantar (N)
Equino
Pronación -supinación
(Eve rsiÓn·i nve rsión)
Inversión Eversión
o supinación o pronació n
FP
consecuenci a de esto, en parte por el efec lo tam- produce la deform idad ll am ada dedos en manill o
bién de fu lc ro de la cabeza del metatm·s iano (cen- (fi g. 26- 13).
tra l) y en pUlle por los tendones de los músculos L as modal idades clínicas del pie plano pueden
extIínsecos (ex tensor y flexor) desal ineados, se ser vari as, pero nos parece impOl1a nte di sti ngui r
176 Ortopedia y Traumatol og ía PATOLOGíA ORTOPÉDICA
HV ------'\f-
MVP Valgo
(metatarsiano del quinto Fig. 26-13. Dedo en martillo.
varo primo) metatarsiano
DEFORMIDADES
CONGÉNITAS
Fig. 26-14. Sinostosis calcaneoescafoidea (barra
Sinostosis del tarso ósea) .
I
~ ~
l
/
gráficas.
178 Ortopedia y Traum atología PATOLOGíA OATOPEOICA
Esta operació n presenta en la actualidad dis- 'n lln bién existen distintas intervenciones q ui-
tin tas variantes introd ucidas por diferentes auro- rúrgicas, tanto de las panes blandas como óseas o
res y existen otras operaciones, como los osteoto- combinadas para tratar de modificar el apoyo (os-
mías delmctatars iano y de la fa lange, o las artro- teotomías, rcmodelado del arco metatarsiano), pa-
desis. ra conservar la fó rmula 1° = 2° > 3° > 4° > 5° Y
Los dedos en manillo (flex ión de la intelfalá n- evitar desalineaciones, co mo el metatarso atávico
gica proximal) y los dedos en garra (flex ión de la ( 1° < 2°) II otras.
interfalá ngica distal) tambié n son de tratamiento La mClalarsalg ia de Morton (Thomas Morton
quirúrg ico. - 1876---, para di ferenciarlo de Dudley MOli on,
También se trata quirúrgicamenle el "juaneti llo que se ocupó de la mctatarsalgia de apoyo) es oca-
de sastre", que es la hiperostosis y bursiti s de la sionada por un neuroma del nervio interóseo, co-
cabeza del qu in to metatarsiano, casi siempre des- mo consecuencia de su emrampami enlO por las
viado en valgo, llamado así por vinc ulárselo a es- lllod i licaciones del refe rido arco trasverso meta-
ta actividad, cuando se la desarroll aba sentado en tarsiano.
el piso co n las piernas cru zadas y ;.\poyando el bor- Su tratamiento co nsiste en la resección qui rúr-
de ex terno del pie. gica del neuroma.
Se denomi na pie bOl o pie ztlmbo a toda defor- Esta compleja patología es el res ultado de la
midQd congéni ta pcrma neme del pie . qu e le impi - comb inación de deformidades co mo la adu cc ión y
di' apoyar en los puntos normal es. supinación del anLepié, varo y equino del talón, y
Las cuatro deformidades congénitas más fre- la rotación interna del cald neo por debajo del as-
cue ntes del pie son: el pie varo equ ino, e l metatarso
trágalo. La gravedad de la p:lLología se defi ne de
varo. el talo valgo y e l astrágalo vCI1ica l (fig. 27-1).
acuerdo con el grado de rigidez que presenten es-
lQS de formid ades (fig. 27 -2).
Pie varo equino congénito
El pie \'{1m equillo (PVE) es la anomalía con- Incidencia: e l PVE es una de las ma lfo lln3cio -
géni ta más importumc observada en e l pie. S j bien nes congéni tas más frec ue ntes. OC UlTe en 2 de ca-
su diagnóstico no ofrece dificultad, es difícil de da 1.000 nac idos vivos. El 50% de los Casos son
corregir compl etamente. bi laterales y e l 70% OCUlTe en varones.
Ión. Este tratamien to se man tiene hasta obtener un de Iluevos yesos o con operaciones que pueden in-
pie plantígrado; luego se pasa al uso pennanente de cluir resecciones óseas (osteoLOm ías) y, en otros
una férula de Denis Browne. Esta ol1esis manti ene casos leves, transferencias tendinosas.
el pie en flexión dorsal y rotac ión ex tern a. Cuando Esta enfermedad, de por sí recidivante, obliga a
el niflo comienza la marcha y liene el pie correg i- comrolar al niño hasta la finalizac ión del creci-
do, conlÍnuará con el uso nocturno de la féru la. miento.
Co n el tratamiento incruento se consigue una
corrección aceptable de las deformidades en el
60% de los pacientes. C uanto menor sea e l niño al Metatarso varo
comenzar el tratamien to, mayores se rán las posibi -
lidades de éxito. También ll amado antepié aducto, es la deformi-
dad congénita¿náli. frecuente dC;! pie. El antepié se
Tmllllllielllo quirúrgico. La edad adecuada pa- enc uentra en aducción, el borde externo del pie es
ra la cirugía es entre los 6 y los 8 meses. Para co- curvo, pero e l talón es norma l, ya que no hay eq ui -
rregir las deform id ades del pie es necesari o liberar no.
las articu laciones y alargar los tendones que man- El lnHamjento comienza ni bien se efectúa el
tienen las relaciones anorma les entrc los huesos diagnóstico, y consiste en manipulaciones y bOlaS
de l pie. De acuerdo co n la severidad de estas de- de yeso. El res ultado tinal es exitoso en la gran
formidades puede ser nccesario liberar las estru c- mayoría de los casos y la indicación quirúrgica es
turas posteri ores de l pie, las internas o extcndersc excepcional. .
hacia el lado externo (liberac ión completa de la ar-
tic ulación subastraga lina).
Pie talo valgo
Pronóstico: la recidiva de la de formi dad es fre-
cuente luego del tratamiento, tanto incruento co- Esta deformidad se caracteri za por la desvia-
mo qui rú rgico. Puede cOITegi rse COIl la aplicación ción permanente del pie en fl ex ión dorsal (tajo) y
184 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
valgo del talón. En la mayoría de los casos se pro- acompañada de equ ino del calcáneo. El pie se pre-
duce po r un vicio de posici ón en la vida intraute- senta sin bóveda plantar, observándose una conve-
rina, aunque también se lo ve asociado con otras xidad en la planta. El talón es alto y el dorso del
malformaciones congénitas. pie se encuentra próximo a la pierna por la retrac-
El tratamiento consiste en la aplicación de fé- ción de los músculos extensores.
rulas en la cara anterior de la pierna, que llevan Puede presentarse como deformidad aislada,
paulatinamente el pie a la posición de flexión pero se acompaña a menudo de otras malfonna-
plantar. clones.
El tratamiento ortopédico con yesos no da re-
sul tado. El tratamiento quirúrgico debe realizarse
Astrágalo vertical antes de que el niño comience la deambulación y
consiste en la liberación comp leta del astrágalo lo
También llamado pie jJ!WIO convexo congénito, que permite restablecer sus relac iones normales
es una malformación caracterizada por la posición con los demás huesos del tarso, y la elongación de
verticalizada del astrágalo (como en el pie plano), los tendones retraídos (extensores y tríceps sural).
Capítulo
I
28
Osteomielitis
Osear Varaona, Héctor Gallardo,
NéslOr Petri y Primitivo Burgo
WWWEL12CIRUJANO,BLOGSPOT.COM
Se enti e nde po r osteo mi elitis la inflamación Posee lus sigui entes particulari dades:
ósea con tod ns sus modillcacion cs neurohulllo-
raJes. a. Grupo clario más afectado:
Puede ser de dos tipos:
menores dc 2 años
- lncspecífica o piógena, ocasionada a menudo poblac ión entre 8 y 12 años
por cocos (Sraphylococclfs alf reu s, 60-90% de
los casos). La desnutrición se cuenta entre los factores
- Específica, ocasionada por el baci lo tubercul o- predisponc mes.
so , el bacilo de Han sen. el ganacoco de Ne is-
ser, etc. b. Las localizaciones más frecuentes en ord e n de-
crecie nte son:
Conviene precisar los té rmi nos que hemos de
uti lizar: me tá ri sis di stal del rém ur
me tM'i sis proximal de la tibia
- Compromiso cortical: osteíti s. me tM'i sis proxim al del fé mur
- Co mpro miso medular: mieliti s. mCláfisis di stal es del rad io y del húme ro
- Compromiso perióstico: pCliosriLi s.
- Combinada s: osteomi eliti s u oSlcopcriostitis (o
co rticoperios t iti s). Patogenia
Dadas las caractclísti cas de este capítu lo, hare- La llegada de los gérmenes a su locali zación
mos referencia a la eti o logía incspedfica , cuyo clásica, a nivel de la zona de osiricación primaria
origen puede ser: subcondral metafi saria de un hueso largo, produce
. la reacció n infl a matori a inicia!' con congcstión in-
- He ma(ógeno. tensa, edema y supuración.
- Por vecindad. Ini cialmente esta inflamación afecta sólo la
- Por inoculación . médula del hueso esponjoso. A través (le los con-
- latrogénico. ductos de Havers y de Vo lkmann, el ei u&.do infl a-
186 Ortopedia y Traumatolog ía PATOLOGíA ORTOPED ICA
Epífisis
Línea epifisaria
Hueso esponjoso
de la metáfisis
Perioslio
Hueso cortical
Conductos de Havers
Cavidad medular
matari a pu rule nto se diri ge a la superficie del hue- . c. Secuestros rodeados de abundante tej ido de
so y separa el periostio, que en la innamación, co- granulación.
mo dijimos, es desprendibl e. De conti nu ar el pro- d . Activa neoformación corticoperi óstica.
ceso, se extie nde entre la cortica l y e l periostio y
constitu ye los abscesos subperiósticos , que suelen E n la osteomieliti s de l ad l!l to no hay abscesos
avanzar hasta el punto en que el periostio está Il r- periósti cos ni parostales, así como tampoco invo-
Illc me nre unido al cartíl ago de crec imie nto y no se lucros ni los lÍpicos secuestros cortica les.
despega: de este modo se fre na la propagación de Por último, aun c uradas, persisten áreas irregu-
la infecc ión a la epífi sis (fig. 28- 1). lares de necrosis cOlticomcd ulares, a menudo de-
P uede producirse una alt eración ósea rápida, tergidas, con secues trac ión , supuración y fistuliza-
dado que e n los niños la cort ic ..d metafisaria a ese c ión ósea y dc partes blandas vecinas, que sigucn
nivel es de lgada , provocando ruplUra cortical y ne- drenando mater ial ma lo lie nte (cloacas) durante
c ros is ósea al despegarse e l periosti o y privar al muchos años y que se inrec tan sec undariam en te
hueso subyacente de circ ulación. La ruptura de la con gérmenes oportunistas. De ahí que puedan,
cort ica l y de l pe riostio perm ite además la forma- adcmás, complicarse con amiloidosis, carci nomas
c ió n rI ~ ah ",c~so s parost:lles y la fis ru lización. c pidcrmoides en la piel c ircu ndante a las bocas fis-
El periostio. con buen aporte vasc ular de l rico lulosas y, muy rafa vez, con trasformación sarco-
plexo que posee. continúa fo rm ando hueso qu e matosa sec undaria del hu eso reactivo.
c ircunsc ribe la necrosis corti cal (in vo lucro), el que
se halla fre nesrado por mú ltipl es fístu las óseas q ue
se continúan con las de las panes blandas. Un mal Cuadro clínico de la osteomielitis
tratamiento o uno inoportuno, o la a lta virulencia /¡ematógena aguda
del ger me n, pueden hacer que, de no sobrevenir
complicac iones clínicas inmediatas, e l proceso .Se registran antecedentes de otro foco séptico
evolucione hacia la croni cidad (cuadro 28- 1) . prev io (u na o dos se manas atrás), como infección
Instalada la osteomielitis c rónica se caracteriza de garganta, c után ea o intesti nal.
por:
Sill! OIJIlI/o!oXía . C uadro fe br il (h ip erler~lia
a. Persistencia de lesiones supurativas ostcome- m{¡s escalofríos).
dulare s. Impotencia funci ona l (p. ej., coje ra a ntálgica).
b. Dre naje conti nuo de pus a través de fístu las cu- Ausencia de dename articular.
táneas múltiples cuyas bocas se hallan circ un-
dadas por relieves de aspec to carn oso y fác il- Signología. Dolor local (one finge,. pain).
mente sangrante. Tu me facc ión, rubor (signos de inllamación ).
Osteomieliti s 187
Contractura musc ular (es pasmo de protecc ión). Cuadro 28-1. Corre/a ción en/re anatom (a pa -
El mov imi ento articul ar puede ex plorarse con sua- tológ ica y radiolog ía
vid ad al relajarse el paciente.
En los lactantes es te cuad ro es atenu ado porq ue Al/atO/lila patológica Rm li% g{o
ex iste escasa alteración del estado general (ausen-
cia de fie bre alta). Localización metafisaria 5 a1 4días
+ exte nsión OSleólisis
a. Radiulogía convencional: la radio log ía es posi- Necrosis ósea (secuestro) Radiodenso (densidad
tiva recién a los 12 días para la parte ósea (ra- conservada, osteopenia
circundante)
refacció n y osteó lisis); prev ia mente s610 se de-
tec ta tumefacc i6 n de las partes bl andas. Involuc ro Nuevas capas de hueso
Al progresar la enfermedad, aFectación variable neoformado (paralelas)
de la di áfi sis y a parición de sec uestros (radi o-
densos) o cavidades (fi gs. 28-2 y 28-3 ).
b. Radiograj(as cOIumstadas (p. ej ., fi stulografía): Cavidades Imagen cavi laria
útiles para detectar-trayectos fi stulosos en cuan-
to a su extensión y para el planeamiento poste-
Fístu las Rad iografía con contraste
rior de la conducta terapéutica (sinograma). (dimensión y extensión)
c. Estlldios de labo ratorio: arrojan por lo común
[os sigui entes datos:
Eritrosedimentación elevada.
Elevac ión del recuento de glóbul os blancos la evo lución . No obstanle, las alteracioncs de la
(neutrofi[i a más desviac ión de l índice a la proteína e reacti va son más precoces y confi ables.
izq uierda). Puede punzarse y aspirarse el sitio de máx im a
Hcmoc ulti vo pos iti vo en el 50% de lo s ca- sensibi Iidad en e l miembro afectado en busca de
sos. gérmenes, ya sea bajo el peri ostio o bajo la ce ni -
Proteína e reactiva positi va. cal. E SLO alToja un 40 a 60 % de positi vidad en
cuan to al cul tivo y determin ac ión de sens ibilidad a
La eritrosedim entación y el rec uento de glóbu- los antibi óticos.
los blancos sirve n como parámetros de control de
d. Radioisótopos: las técnicas que utilizan tecne- Otros procesos cróllicos : abscesos de Brodie
cio (difosfato) en tres fases revelan temprana- (localización metafisaria o metafisodiafisaria en el
mente la diferencia entre osteomielitis y cel uli- adulto joven antes del cierre e pifisario), osteomie-
tis, sobre la base de la combinación del alllnen- litis esclerosan te de Garré (engrosam iento óseo en
to del Oujo hemático y la captación ósea persis- adultos jóvenes o niños , carente de absceso).
tente en imágenes retardadas (confirma 90 a
95% de los casos). Su especificidad puede au-
mentarse si otros estudios dan positivos, como Diagnóstico diferencial
los que emplean citrato de galio 77 y leucocitos
marcados con indio 1 I I . Osteomielitis aguda . Debe efectuarse con:
c . TOII/ogrq{ra cOlllplllarizada ( Te): ventajas :
mayor resolución en cuanto a densidad que las Fiebre reumútica (que presenta dolor exquisito
radiografías convencionales. Posibilidad de articular no metafisario, movilidad articular li-
cortes axiales. Desve ntajas: su resolución mitada por e l dolor, fenómenos flogósicos má-
axial es menor que la de la radiografía con- ximos a nivel articular y no Illctafisario).
vencionaL Artritis séptica (afectación articular: derrame
r. Resonancia magnética: más flogos is, rad iología que muestra disten-
sión de sombras capsulares y aumento de ta-
Sensibilidad superior a la de la radiología maño de la interlínea articular y función arti-
convencional y a la de los estudios morfoló- cular positiva).
gicos. Es menos útil para ia detección de pe- Celulitis (p iel roja e indurada, con bordes ne-
queños secuestros o engrosamientos periós- tos).
ticos, pero valiosa para dar detalles de abs- Leucemia.
cesos intraóseos o cercanos al bueso (supe-
ra a la Te en ese aspecto). Osteomielitis subaguda. Con el sarcoma de
Capaz de diferenciar tejido graso de exuda- Ewing.
do inflamatorio.
Permite la obtención de imágenes en cual- Osteomielitis cróllica . Con el sarcoma de
quier plano; las longitudinales son útiles pa- Ewing, el gran ufoma eosinófilo y el osteosarcoma.
ra planear la cirugía. En cuanto al absceso de Brodie, debe difcren ~
ciarse del osteoma osteoide y la osteomielitis es-
g. Pllnción-biopsia : permite el diagnóstico de clerosante de Garré de la enfermedad de Pagel
certeza. (que afecta a los pacientes añosos).
Osteomietitis 189
La osteomieli ti s crónica sustenta sus bases te- La espora se mantiene du rante un tie mpo pro-
rapéuti cas en alguno s principios básicos: longado en las partes blandas, para luego. por ve-
cindad invad ir e l esqueleto, constituido por lo ta n-
Resección de los trayectos ti stul osos . to e n una etapa avanzada.
Eliminac ión de las cavidades cerradas. La lesión es un nódu lo a l principio indurado
Prov isión de una buena c ubierta c utánea (plás- q ue luego se reblandece en su porción central, se
tica, colgajos, ctc.). abre al ex terior y supura por un a fís tula. Luego
Extirpación de sec uestros . surgen otros nódulos, que rorman un conglome-
Re secciones óseas masivas (ap lanamientos. rado.
diafi sectomías. etc.) . El estado general del pacieme se compromete
después de años de evo lución y las característi cas
del cuadro clíni co depe nde n del agente causa l.
Micosis óseas
Dentro de este esquema tiene lugar la evolu- M(llIlfesf(lciones gel/erales. El cuadro de im-
ció n nmu ral de la lesión osteoartic ular, con las s i- pregnac ión toxi infecc ioso. con febrícula. d iafore-
gu ie ntes carac terísticas: sis, anorex ia y pérdi da de peso, se verifica e n las
for mas avanzadas de la e nfermedad. En los casos
a. Lesion es de cOflliell~o. Las más frec ue ntes son de com ienzo no hay cuadro ge neral. Se trata de un
[as les iones sinovial es, que e n forma lenta se adu lto jove n, con buen estado general.
congesti onan y sufre n un engrosamiento, en
sus comienzos inespecífico. AI/tecedentesjawiliares)' noción defoco. Si se
Las lesiones iniciales ta mbi é n puede n ser registra antecedente de foco pulmonar, es ev iden-
óseas, a nivel de las epífis is o las metátisis, pe- te su valor, pe ro en el 60 al 85% de los casos de tu -
ro esto es me nos frec ue nte. bercul osis os teoarticular es negativo. Del mismo
b. Período de esTado. En la sino vial tiene lugar un modo el anteced ente fam ili ar falta e n un 80% de
engrosamiento folicular. fun gosi dades, supura- las in stancias.
c ión COn eros ión y desaparición del cartíl ago
arti c ul ar y se alteran los elementos de estabili - Signos subjelivos. El dolor sie mpre está pre-
dad ligamentaria articular. sente. en la co lulllna o e n la articulac ión afcc lada,
En el tejido óseo se producen geodas, con des- de larga dala, de 3 a 6 meses o más; suele calmar
trucc ión ósea, " ulcerac ión progres iva de Lan- con el reposo y los analgés icos al comi enzo, pero
nelongue", y deformación de l sector afectado; es pers istente, sin mej oría, y se hace cada vez más
por eje mplo, la vél1ebra se co lapsa. manifiesto y mús res iste nte a los ca lm antes. Se
c, Período de repartición. A la alteraci ón profun- ag rega la impotencia fu ncional lenta y progres iva.
da de la articulac ión le sigue el proceso natural
de reparac ión con anquil os is ósea e n los niños Signos objeti vos. La sensi bilidad siempre est{¡
y rigidez fibros a en el adullo, con las COlTe s- presente, ya sea e n las vé rtebras o en la articula-
pondie ntes secuelas regionales. ció n afectada. En la co lumna puede ser el úni co
ha llaz.go clínico : dolor a la presión o a la percusión
local.
Diagnóstico En la cadera son positivos los puntos dolorosos
yen la rodilla es fácil co mprobar el dolor en la in -
Debe mos hacer hincapié en la necesi dad de un te rlín ea artic ular y e l de rrame sinovial. Se insta la
d iagnósti co de certeza y no demorado. No debe ins- e n forma progres iva un e ngrosamiento s inovial
titui rse un tratamie nto antibiótico quimiote rápico sin que lentamente enc uadra un a s inovi tis c rón ica.
la seguridad diagnósti ca, vale decir, no se admi te un Al dolor lo acompa ña la impotencia funci onal
tratamiento de pl1leba. En la LubercuJosis osteomti- con dorsalgia o lumbalgia que se incrementa con
cular se decide el tratamien to con diagnóstico cierto. el esfuerzo (fig. 29-1). En la cadera, cojera. En la
Es necesario además un di agnóstico temprano, rod ill a y el pie, la claud icación correspondiente.
esLO es, a mes de que se in stal en los daños óseos o En las formas avan zada s están presentes las
arLi cul ares definitivos. mani fes taciones generales: fi e bre, astenia, taqui -
Un diagnósLÍco opon uno y de certeza puede cardia, diafores is y pérd ida de peso. Del mi smo
permitir la curación sin secuela dada la eficiencia modo, la exi ste ncia de un absceso frío corres pon-
del trat am iento anti biótico. Para lograr este obj eti- de a una evol uci ón muy avan zada.
vo son necesm;os los datos que a portan la clínica,
el dÚIgnós lico por imágenes. la anatomía patológi- Estudios de laboratorio: suele n no ser útil es
ca y la bacteriol ogía. para el diagnósti co en las formas recientes, en las
que só lo permi ten com probar un aume nto di screto
Clínica: se tendrán. en c ue nta los sigui entes de la erilrosedim entación. En las formas avanZa-
ele me ntos de juicio: das esta última se eleva y aparece a nemia.
Edad. Rara en el lactante, es me nos común en Diagnóstico por imágenes: el ex ame n radio-
el niño por la vacu nación con BCG y el tratami en- grMico es de ruti na. Dada la lenta evol ución de la
to de la pri moinfección; frec ue nt e en el adu lto jo- tube rculos is o steoartic ul ar, dura nte un largo lapso
ve n con plena acti vidad. puede no ex istir modi ficación radiológica. En la
Tu berculosis osteoarticul ar 193
Ligamento longitudinal
comú n anterior
Giba
Médula
Absceso
Diagnóstico de certeza
Diagnóstico tardío
La obtención del mate ri a l se realiza por pun -
ción. Es importante asegurar que la toma para es- Se instala la c ifos is e n la column a y las altera-
tudiar sea co rrecta. En las les io nes prerrad iológi - ciones severas de las dcmás localizaciones. Los
cas en la columna. la pun ción se efectúa con COIl- abscesos fríos corresponden a un diagnóstico ta r-
trol tol11ográ fi co, al igual que en las otras localiza- dío.
ciones. Si la lesión aparece e n las radiografías. En e l ma l de Port, en la localización dorsol ulll-
basta e l comrol de la punci ó n con intensificador de bar (la de mayor rrecuencia) es clásica la aparición
imágenes. del absceso frío a nivel de la región ingu inal , si-
Es necesario asegurar el diagnóstico de tuber- g ui endo la vía del psoasilíaco. Del mismo modo,
culo:-¡is oSleoarticular. En la g ran mayoría de lo s e l absceso med iastín ico se prod uce en la loca li za-
casos (70 a l 80%) la anatomía patológica permite ción dorsal (fig. 29-4).
demostrar la prese ncia de las gran ulaciones tuber- La evo luc ión tardía en la columna puede deter-
culosas específicas y el laboralOrio identifi ca el minar como compli cación la paraplej ía. La para-
bacilo de Koch en el 20 " 30%. plejía reciente es de bue na evo lución; puede c urar-
Ame la duda, es preferible una breve demora, se íl1legramente con trata mie nro médico con ciru-
que no suele ser de riesgo, y ve ri fíe ar la iden ti fica - gía O sin clla. La parap lejía de larga data tiene mal
ción del proceso tuberculoso. pronóstico.
Tuberculosis osteoarticular 195
Tratamiento
ni tiva co mo solució n. En las caderas, complet a- · En resumen, la [unción alterada en las destruc-
do el tratam ien to, es fac tible la artroplaslia con ciones óseas por diagnóstico tardío requiere
pró tes is total. En las rod illas inestables, se deci - la ciru gía para la estab ili zación (artrodesis).
de la artrodes is (fi g. 29-5) o la artro plas tia se- En la actuali dad, un a vez dominado el pro-
g ún la edad , la profes ión y la si tuaci ón socioe- ceso bacilar, pu ede estimarse la posibilidad
co nó mi ca. de una artroplasti a con prótesis.
Capítulo
I
30
Artritis séptica
Héctor F. Gira rdi
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Es 1I11;J infecc ión bactcrinn a qu e afecla las arti - Estas alteraciones se producen, al menos en su
cul ac io nes y qu e reviste g ravedad s i no es tratada ini c io, dentro de un a cavidad ce rrada, lo c ual. al
de manera rúpida y co nveniente, las daña e n form a modi fic ar la pres ió n intraartic ular, puede inte-
pcnmUlcnte y dej a secue las incapac itantes . rrumpi r la circu lació n no rmal, ta nto de la arti cu la-
ción como del hueso vecino.
Etiología
Cuadro clínico
Los gé rm enes respon sabl es son similares a los
qu e ocas io nan las osteomi e liti s y, de ac uerdo con La afec ción sue le presentarse e n forma ag uda
di sti ntas eS ladísti cas, varían según la edad de los co n los sig nos cl¡Ísicos de la infl a mac ió n (ca lor,
pacie ntes. En los niños predom inan como grampo- dolor, tumor y ru bor) y con repercusión e n e l es-
sitivos 5Japhylncoccl/s aureus y el estreplOCOco, tado ge ne ra l (fie bre. le ng ua saburra l, aSle nia,
mi entras que en el adulto se enc uentra con más elc.).
frec uencia el gonococo. Entre los gramncga ti vos, El ex ame n fís ico revela estos sig nos inflama-
Pself(/O/llOnClS ae ru g ill usa, Esc.:hericllia coli y Sal- torios y la limitac ió n fun cio nal de la articul ac ió n
IIIO/Ie/ la, (habitua lm e nte en pos ic ió n antá lgica, que es la
pos ic ió n e n que mej or se lo lera e l den'am e a rti c u-
lar).
Patogenia En los niños de corla edad, la inmov ilidad de l
m ie mbro a fec tado puede simular un a pará li sis
Los mecan is mos responsables de las infeccio- (se udopará li sis).
nes arL.i cu lares son varios: 1) di sem inac ión he ma- Es im porta nte detectar la prese nc ia del con teni -
tógena: 2) po r conti g üidad del foco óseo y 3) por do arti c ul ar patológico (p. ej ., maniobra de l cho-
inoc ul ac ió n directa, acc ide ntal o terapé uti ca. que rotu liano e n la rodill a) , e l cua l de benl est u-
Indepe ndi e ntemente de s u ori ge n, la con si- diarse en sus característi cas tis icoquími cas y bac-
g ui e nte res puesta inflamatori a da lugar a una sino- te ri o lóg icas, cas i siem pre a través de la punc ión
vitis hipertrófi ca con alte rac ió n de la permeabili- articular. Cabe consignar que es te contenido debe
dad capilar. E l líquido purulento se ac umula, la ser a na lizado coo la mayor pre mura posible, al1les
nutri ción no rmal de l ca rlíl ~l go arti c ular se inle- de que sus caracte rísticas estén d istorsionadas por
rru mpe y e ll o co m prome te la bio logía arti cular. la alllibi ot icotera pia.
198 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTOPÉD ICA
Tratamiento
El avance del proceso séptico, junto con las
modificaciones humorales locales (disminución La artritis séptica es una urgencia terapéutica;
del pH) y los cambios histológicos, dañan sucesi- el daño puede ser irreversible a menos que se eva-
vamente: a) el cartílago articular; b) los tejidos pe- cue el pus arti cular y se instituya una terapia anti-
riarti culares (cápsu la, ligamentos, etc.) y e) el hue- microbiana efi caz y temprana.
so subcondral, y pueden conducir, si la enferme-
dad queda limi tada a su evolución natural , a la an- El tratamiento debe consistir en:
quilosis , primero fibrosa y después ósea.
l . Actuac ión inmedi:.ua, en lo posible antes de pa-
sadas las 48 horas del ini cio del cuadro .
Exámenes complementarios 2. Drenaje articular adec uado.
3. Antibióti cos bactericidas de elección.
Radiología: pu ede mostrar un foc o óseo veci- 4. Reposo articular en posición funcion al median-
no, mientras que en la articu lación el : ; igno más te vend<~ es enyesados que inclu yan las articu-
llamati vo es el aumento de la luz a[tic..ular por in- laciones proximales y di stale s a la afectada, en
~emento_ge l líqui do sirlovial y distensjón de las. la fa se aguda.
sombras capsul ares (fig. 30- 1). En los estadios 5 . Rehabilitación .
a-vanzados se observan grados progresivos de pin -
zanuento y destrucción anic ular. La descompresión articular es un paso esenci al
para alcanzar el éx ito terapéuti co.
Ecografía: es útil para poner en evi dencia la El tratamiento antibiótico se debe efectuar de
presenc ia de líquido articular, sobre todo en las ca- acuerdo con el germen y su sensibili dad , comen-
deras infantiles. zando siempre por vía intravenosa en dosis ade-
Artritis séptica 199
Díaz-Mouchet (1928)
Haglund-Sever (1907) - - ,
Buchmann-Brinon (1933)
K6hler (1) (1908) - --.._
fra gmentac ión de ésta, con alteración de la super- Tratamiento: en los pcríodos iniciales se indican
fi cie articular. Como consecue ncia de la defor- soportes plantares con descarga del metatarsiano ,
mació n y el ap lastamiento elmewlarsiano afecta- comp lementados con fisioterapia y restricción del
do se to rna más corto que los dcmás. En etapas apoyo, que deberá proseguirse mientras dure el pe-
avanzadas se observan signos de artros is co mo liodo doloroso. En el estado de secuela el trata-
secuela de las defo rmaciones sufridas por la ca- ntiento quirúrgico con resección y remodelado de la
beza del me(alarsiano. cabeza del metatarsiano puede dar buen resu ltado.
Osteocondropatias 203
Localizaciones apofisarias
uso excesivo de la rodilla (p. ej., deportes de sa l- ta a adol escentes y ad ultos j óvenes, más a me nu -
to). La percusión de la TAT provoca dolor que au- do a los varones, y a veces es bilate ral. Cuando
menta con los mov imientos de extensión d~JaLo: compromete el cóndilo intelllo del fé mur la osteo-
dll1a. OC¡lsionalmente existen signos inflamatorios con driti s se denom ina enfermedad de KOl/ig; pro-
locales sin que la art icu lación se enc uentre com- voca dolor con episodios de hidrarlrosis, bloqueos
prometid a. arti cul ares .(rala arti c ul ar) y puede si mular una le-
sión men iscal. La pres ión so bre la cara infe ri or
Radiología: el examen radio lógico mues tra un del cóndil o fe moral inte rno provoca dolor (s igno
aumento de la de nsidad y la pro mi nencia irregu lar de Ax hausen). En el caso del dÜlgnóslico y el tra-
de la tuberosidad seguida de rrag mentación de és- tam ie nto (ext irpación del cue rpo libre y eventual
ta: cura de manera espontánea hacia los 15 años curetaj e hasta el sangr<ldo de la zona del des pren-
con la fusión de la tuberos idad a la libia y a veces dimi e nt o) de esta e nfe rm edad se indica la artros-
queda COIllO secue la u lla hipe rtrofia de la tuberos i- cop ia.
dad con bursi ti s a repetición. C uando la osteocondritis disecante afecta e l
cóndi lo humeral se la COlloce co mo enfermedad de
Tmtamielllo: es conservador. con rc~o~e in=-. PWlIle/:
movilizació n enyesada (calza de yeso) en los pe-
ríodos de do lor. En- los casos rebeldes se han pro- Enfermedad de Schcucrmann (osteocondri-
puesLO las perforaciones de la tuberosidad. . tis verteb ral, dorso cu rvo juvenil): es una cifo -
sis que se presenta en ado lescentes de entre 10 y
Enfermedad de Haglund o de Sever (fig. 15 años . Las les iones de acuña miento con irreg u-
3 1-3): es una apofi siti s del ca lcá neo. Con cierta lari dad de los plat ill os superiore s e infe riores y
frec ue ncia aparece en el nú cleo sec undario de cns¿lne hami e nto anteropos terior de los cuerpos
os ificación posterior del ca lc.lnco un proceso oe presentan Jas ca racterísticas de una osteonec ros is.
osteo nec rosis q ue provoca do lor. El pac iente, ge- El pac ie nte refiere se nsació n de ca nsancio y dolo r
nera lmen te va rón , de entre 8 y 15 años, se quej a en la zona dorsal. Al principio la deformidad se
de dolor e n uno o ambos talones q ue le provoca corrige en forma activa y pasiva pero se va endu-
cOJ e ra. reciendo en los períodos má s avanzados. El trata-
mi e nto se basa en ej ercicios posturaJes y de eloll -
Clínica: el ex am en clínico muestra tumefac- gac ió n en lo s pe ríod os ini c ial es, mientras que e n
ción y a veces enrojecimien to de la zona de inser- los pe ríodos avanzados debe rec urrirse a corsés
ción del tendó n de Aquiles; s u pe rcusión provoca correctores.
dolor. La vértebra plana de Ca lvé es tá más ligada a un
granuloma eosinófiJo que a una necrosis aséptica.
Radiología: la imagen rad io lóg ica muestra es-
cl eros is e irregularidad del núcl eo ele osi fi cación Enfermedad de Kicnbock (osteocondritis
de la apófi sis, que en ocasiones se asocia con frag- del semilunar); si bien es una verdadera necrosis
mentación de ésta. Dado qu e es tas imáge nes pue- de l semi lunar, la edad de aparición 110 correspo n-
den presentarse tambi én en calcá ncos norm ales el de habitualmente a la común de las osteocolldritis
diagnós tico debe obte nerse c uando se acompaile y es rara por de bajo de los J5 años. En la mayoría
de l c uadro descrito en pacientes jóvenes. de los casos existe el a ntecedente traumáti co. Des-
de e l punto de vista clínico se o bserva do lor en la
TrarGmienlO: esta enfermedad cura sin secue las muñeca, que se acentúa con los movimientos y
en poco tiempo y a veces req ui ere reposo e inmo- con la presión de la cara dorsal sobre el semi lun ar.
vi li zación enyesad a dc acuerdo co n la inten sidad Las radiografías muestran la evo lución típi ca de
del dolor. una nec rosis con los períodos de condensac ión,
fragmentac ión y deformidad del hueso. En los CLl-
Ostcocondritis disecan te: es la necrosis del sos con poca sintomato Jogía está indicado el trata-
hucso subcon dral, re lativame nt e peque ña, con le- miento conservador y en los casos avanzados debe
sión del cartílago artic ul ar que lo c ubre~ puede recurri rse a la ci rugía (extirpación; la susti tución
desprenderse y enclavarse en la articulació n; afcc- con prótes is o la at1rodesis puede ser una so lución).
Capítulo
I
32
Tumores óseos primarios
Eduardo Sa/Jlini Araujo, Osvaldo Velón
v D, Luis Múscolo
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Los tumores óseos primarios son infrecuentes Según la localizac ión del ostcoma en e l hueso
(aproxi madamente el 2%( de tocios los tumores): se clasifica en osteoma yux tacortica l (parosta l) de
dos de cudi.l Ires son formadores de .tejido óseo o la superficie exte nHl ósea y osteoma med ular
cart il aginoso y los cartilaginosos predominan en (c nostosis) .
Ulla pro porción de 2: l.
Los tumores óseos pri marios benignos más fre- ClIl"ltcrcrísticas clíllicas: en ge ne ral los osteo-
cuen tes son el os teocondroma y el cO lldl~J11 a. En- Illas so n asintomáticos O se manifiestan por la apa-
tre los tumores malignos plimarios la mayor inci- rición de una tmTIoración de crecimiento lento en
dencia le corresponde al miclolll<l. el osteosarco- el caso de los yuxtacorticales. Las locali zac ion es
11l;.\, el conclrosarcoma y e l sarcoma de Ew ing . e n los se nos paranasales pueden produci r propto-
Las mct{¡stasis son la causu nla"STrecuc nte de sis ti obstrucción del ostiul1l del seno.
una lesión lllmoral ósea.
Ade más en el hueso pueden local izarse lesiones Diagnóstico por imágenes: en las radiografí<ls
seudotumora lcs como la displasia fibrosa. e l granu- simples esta lesi6n se presenta como una masa ra-
loma cos inófilo. el defecto fibroso Illctafisario. etc. diodensa (de color g ri s claro-bl anco) redondeada
El diagnóstico definitivo de un tumor óseo se o lobulada.
basa en un trípode constituido por la cl ínica. el
diagnóstico por imágen es y la anatomía patológica. Cll}"{/("/er(~'f i cas mw(O/!/O/,atológicas: los os-
A cuntinuació n se describirán las cara<.'terísti- teo mas son masas óseas densas. lobuladas, const i-
cas de las principales les iones tumorales junto con lU idas desde el punto dc visla hi stológico por hue-
las indicaciones terapéuti cas. so compacto conical y g ruesas rrabécu las de hue-
so maduro.
Osteoblastoma
queléüca co n un trasplante óseo masivo alogénico mefacción. Si bien la distribución elaria es ampli a,
de banco, prótesis o anrodcs is con hueso a utólo-
go.
el condroma Rredo mill i.l e n las décadas tercera y
-~-
cuart a de la vida._
--
Diagllóstico por imágelles: en las radiogra fías
2. TUMORES FORMADORES eSLe tumor se presenta como una lesión mc tafisa-
DE CARTÍLAGO ría o diafi saria radi olúc ida, expansiva, con calcifi -
caciones moteada s en su interior.
- -
que pueden ser ce ntral (encondroma) o periférico.
Los enconclromas son más frec ue ntemente so lita-
mes. raramente dobles , A veces se observan ,'ireas
de calcificación y os ifi cación encondral.
rios. pero pueden afec tar vari os hu esos: en este ca- La posibilidad de desarrollo de una neop lasia
so constituyen ulla cncondro matosis (fig. 32A). malig na en las les iones solita rias es excepc iona l,
C uando el co mpromiso óseo es un ilater<D, el con - bie n que se debe tener en e uenta en los casos de
droma se de nomina e nfe rmedad de O!lier~- enco nd romalosis mú ltipl e.
---
Características clínicas: los condromas son a Trata miento: en e l caso de los condromas pe ri -
men udo asin lomálicos y diagnosti cados luego de fé ricos y con aspecto radiográli co de be nignidad
una fractura patológica o de unu radiografía to ma- es aconsej able só lo su observac ión ; e n los prox i-
da por alfas razones; a veces producen dolor y tu- males, con imágenes sugestivas de mayor aClivi-
Tumores óseos primarios 209
dad, es aconsejable una punción biopsia o un CLl - Caracterúticas wwtolllopa fológicas: la lesión
relaje con injerto óseo. presenta una capa carlilaginosa superfici al seme-
jante al cartílago de creci miento epilisario con un
frente de osificación endocond ral que desarrolla
Osteocondroma \
lrabéculas óseas separadas por médula adiposa o
hematopoyét ica.
El osteocondroma es una "excrecencia ósea re- El desarToll o de un condrosarcoma secundario
cubierta de cartílago que se desarrolla en la super- es más frecuente en la osteocondromatosis múlti -
ficie externa de un hueso" (OMS). ple.
graclo de malig nidad hasta lesiones anaplásicas de tribuidas de ma nera un iforme por todo el tejido tu-
rápido c rec im ien to y alta malignidad. mora l" (OMS).
4. SARCOMA DE EWING
El sa rco ma de Ewing es un ··lU mor ma ligno ca-
racterizado por un tej ido de aspecto histológico
uniforme co nsti tu ido por pequeñas cé lul a~ dis-
puestas en conglomerados compactos con núde<ls'
redondos' (OMS). Fig. 32-8. Sarcoma de Ewing "
na vertebral y las ex trem idadcs infe riores implican suprim ir e l dolor y ev ita r () rcc uperar un c uadro de
un g ran riesgo. pu es pueden ll evar ~ll pac ie nte a la pará li s is.
p¡¡rapl ejía y a la inmovilidad. las que aparecen en
la ca lota craneana o en una costilla son de bajo Tratamientos médicos: una vez evaluado el
riesgo y el tratam icnt o se dirigir ..l casi en forma ex- paciente se deci de su tratalllient o. En el caso de le-
c lusiva a paliar el dolor. sio nes óseas sintomáticas. sin peligro de fractura.
Las áreas de alto riesgo de fractura incluyen las e ltralam ie l1l o de elección consiste en 1<.1 terapéuti-
lesiones diafisarias en huesos largos cuando por lo ca sisté mica de cada tumor (q uimioterapi a. hor-
mcnos una de las cortica les aparece destruida en monoterapia y e l tratam iento local con radiotera-
dos proyeccioncs radiogr<.Ílicas. Otros autores con- pia en el caso de las lesiones radioscnsi bl es).
sidera n del mismo tipo li.ls lesiones mayores de 2.5 El control del dolor se realiza mediante analgé-
cm de diámetro o qu e destruyan más del 50* del sicos comu nes para los dolores poco intensos. has-
di{¡mclro de la cortical. ta llegar a los protoco los que asocian analgésicos
Las lesiones líticas tienen más probabilidades con antidepresivos o bloqueos anestésicos en los
de fracturarse que las mixtas. m ientras que las casos más complicados.
bl<Ísticas raramente se fracturan. Que el paciente tenga ulla ex pectati va de vida
En la colu mna vertehral las vé rtc bras torúcicas li m it ada no dche co nsti tui r un im ped ime nto para
son las que más a menudo causa n compresión ne r- que se encare algún proced imie nto. sea méd ico O
viosa. mienLras que en las :í reas cerv ical y lumbar qui rúrgico: pues si e llo ha sido bien evaluado y
esto ocurre con menor frecuencia. realizado. con los conoc imientos y técnica s ade-
Los signos neurológicos uelic it arios (pareste- c uados mejorarán seguramente la calidad de viJa,
s ias. hipoestesias. debilidad. incontine ncia de es- lo que posibilitar,í una supervivenc ia más confor~
fínteres) requicren estudios de TAC y RM para lab lc.
una terapéutica definitiva.
Radioterapia: la radiac ió n de las metástas is
óseas está indicada co mo tra tam iento ana lgésico y
Tratamiento de las metástasis óseas p;'lra evitar fracturas.
La acción i.Int<Ílgici.l de la radioterapia es e fecti-
El enfoque terapéu li co de las melástas is óseas va en más de la mi tnd de los pacientes y la radio-
ti ene, "lde lmís de innumerabl es fundamentos ci en- se ns ib ilidad de las metásta sis (por su mayor vas-
tíEcos, ulla c arga filosófica decis iva . cularizaciún) supera la del tumor primitivo.
El d ilema no es saber c u~¡[ será c l plazo de su- Dosis de 3-4 mil radiaciones e n 2-4 sem anas
pe rvivencia del paci ente canceroso, s ino cómo se- son suti cientes par¡¡ vo lúmenes tumoral es med ios.
rá pos ible en lodo momento asegurarle el bienes-
tar físico y moral. Cirugía (fi g. 33-2): la cirugía de las metástLlsis
Con la depresión moral provocada por la revc~ óseas es paliativa y reparadora dado que col abora
!ación de la extensión de su enfermedad se asocia de manera indirecta co n e l tratamiento del Ci.Íncer
e l deterioro fís ico determinado por las comp lica- y con la devolución al seg me nto esque léti co arec.::~
cio nes propias de las me tástasis óseas (dolores lado de sus cualidades morfológicas y funcionales.
irres isti bles. fracturas espontáneas. parálisis pro- La cirugía rad ical (amputaciones) es excepcio w
r
Aloinjerto
B
rea li zar 1) resecciones con márgenes oncol6gicos.
2) ascl1Iamiento del implante en tejido sano. 3) rá-
Fig_ 33-2. Prótesis no convencional para extremidad picio al ivio del dolor y recuperació n fun cional in-
proximal de fémur. A, colocación y características; B.
luego de colocado el aloinjerto.
mediata. 4) excelente aceptació n.
Las metástasis de la co lumna verlcbnd repre-
sentan un capítulo más particular: de acuerdo con
su clasi ficación se puede inferir su tratamie n(O.
ras patol6gicas y ev itan estas últimas en el eswdo Las indicaciones quirúrgicas generales consis-
de prcfractura. ten en 1) síndrome do loroso res istente a la terapia
Pero s in duda los elementos protésicos (e nclo- convenciona l, 2) trastornos severos de la es tab ili -
prótes is no convencionales) (lig. 33-3) permiten dad vertehral. 3) síndrome ncurol ógico dericitari o.
Metástasis óseas 217
Las laminectomÍas amplias se deberían asociar un d,üo predecible sólo desde el punto de vista
siempre con una rigurosa eSlabilización. estadístico.
Ll asociación de una artrodesis posterolaleral El interés de la cirugía es eminentemente "pre -
en las lesiones abordadas por vía posterior cs ventivo" y tiene por objeto evitar l<l catástrofe de
aconsejable para los pacientes que tienen un pro- una fractura patológica o de una paraplejía o eua-
nóstico de supervivencia más prolo ngada (mama, driplejía.
melanoma. riüón). Los tratamientos paliativos de las metástasis de
Cuando la lesión metastásica compromete el los huesos largos y la columna vertebral deben ser
cuerpo vertebral (más del 50% de los casos) y de- concebidos en el seno de una estrategia terapéuti -
term ina una compresión anterior se debe efectuar ca global que implique la colaboración interdisei-
ün abordaje anterior asociando la resección del plinaria de cirujanos, oncólogos, radioterapeutas,
cuerpo vertebral con una estabilización anterior. psicólogos, etc.
Si la expectativa de los mios venideros consiste
en un control médico creciente de la enfermedad
Conclusiones neoplásica que conduzca a supervivencias mús
prolongadas, tocará a los cirujanos ortopédicos
En el estado actual del conocimiento la apari - brindar el mayor alivio y confort a los pacientes
ción de metástasis óseas es un signo de evolu- mediante métodos probados y mediante métodos
ción irreversible de la enfermedad neoplásica. innovadores que aseguren el comrol de las compli-
aunque la determinación de la supervivencia es caciones en las metástasis óseas.
Capítulo
I
34
Tumores de partes blandas.
Lesiones seudotumorales
Héctor Gallanlo, Beatriz Maccione y Daniel E. Vaineras
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CÉLULA
MESENQUIMÁTICA
INDI FERENCIADA
I I I I I
TEJ IDO CO NECTIVO TEJI DO TEJ IDO
TEJIDO T EJIDO TEJ IDO T EJIDO
PRO PIAM ENTE OSTEOCARTI RETICULOHIS-
ADI POSO VASC ULAR MUSCULAR Ll NFOI DE
DIC HO LAG INOSO T1OCITARIO
I I I I
Histiocitos
I
Leiomioblastos Osteoblastos linfocitos
Fibroblastos lipoblastos Angioblastos sinusoidales
Rabdomioblastos Condroblastos Plasmocito
Monocitos
Es necesario aclarar ta mbi én que no se d CSaJTO- Entre los tumores de tejido ad iposo son fre-
Han, en este capítul o los linfomas (e n relación con cuentes los lipomas circun scripl os o arborescen-
proliJeraciones linfoides y reti cu lohistiocitarias) tes ; en los de tej ido mu sc ul ar predominan los de
porqu e se los desc ribe como parte de los tumores músc ulo li so (angioleiomi omas) , En cambio, los
de gang li os linfáti cos. condromas y los osteomas son mu y raros y mu cho
Entre los tumores benignos fi brosos son frecucn- más los mese nquimo mas,
tes el dc¡matofibroma. como lesión nodular, a veces Con respecto a los tum ores de Oli gen mesotc-
pi gmentada, pequeña y sobreelevada en la piel. [ial predom ina el mesotelioma fibroso; en relac ión
Tejido
Tejido [¡{¡roso Tejido adiposo u'jido \'(/sclffar Tejido 1/l/1S' llla,. 0,1' tel Jca ni I{/ g i 11
oso
Bel/igllos Fibroma Li poma Hcma ngioma Lciomioma
Fibrohistiociotoma Li nrangiom:l (músculo li so) Condroma
Dermatolibroma Gl omangioma Rabdomioma Osteoma
(músculo estriado)
1 TUlllor menor de S Clll de diámctro O Sin compromiso ganglionar linfático O Sin evidencias de metástasis
2 Tumor de entre 5 y 10 cm Compromiso g¡lnglionar linf:í tico regional 1 Con mCI:íslasis única
3 T umor mayor de 10 cm s in 2 Compromiso ganglionar linfát ico alejado
compromi so vascu lar, nervioso,
óseo o de órgan os
4 T umo r mayor de 10 cm con
compromiso vascular. nerVIOSO,
óseo, CUlánco. artic ular o de órganos
de h\ región
con los tendones y las articul aciones, es frecuente Estadificación de los tumores
e l deno minado tumor-de cé lulas gigan tes de vaiml de partes blandas
tendinosa y. eOIl los nerv ios pe ri fé ricos, el ne uri-
no ma. Esta estadifl cación se aplica fundamentalme nte
Entre los tUlllores ma li gnos predomi nan e l ti- a los tumores malignos y está d irigida a de te rmi -
brosarcoma y el liposarcoma; son menos frecuen- nar la magni tud del proceso y la ex tensión y la in-
tes los rabdo m iosarco mas y las sin oviomas mali g- vasión de estructuras y órganos en e l momento de l
nos, y raros lo s ~H1 g i os a rc om a s y los linfa ngiosar- d iagnósti co.
co mas. Se utili za un sistema de clasili cación d c n o rn i ~
L<.l mayo r parle de lOdos estos tumores predo- nado T N M (T : tu mor; N: gan glios: M: me tástas is),
mi na e n las partes blandas de las ex trem idades y, seg ún lo es tableci do por la UICC ( Unió n Intern a-
de c llas. más e n las infer iores . cional contra e l Cáncer).
La s co nsid e rac io ne s respec to de la inc ide nc ia Estas c lasifi c ac ione s se re a lizan antes y des-
por e dad de ap ar ic ió n y predom ini o de sexo son pués del trat amiento q uirúrgico .
va ri a bl es según e l t umor de q ue se trate (p . ej ., e l En la pri mera clas ifi cación se efectúa e l d ia g-
rabdomiosarco m 3 bOl rio ide , q ue se ve e n los ni - nóstico presum ivo de la extensión de l proceso so-
ños. y e l rabdo mi osarc oma pl eo mó rfi c o, e n los bre la base dc los d istin tos estudi os preq uirúrg ic.:os
adul tos) . (c uadro 34-2); en la seg und a se determina , co n e l
LESIONES
SEUDOTUMORALES
Radiología; se ohservu imagen osteolítica bien Grannloma eosinófilo solitario (fig. 34-5)
definida epifisaria, suhcondral.
Va ri edad de las histiocitosis con componente
Histología: pared co n memhr¡mí.1 fibrosa. cola- poli nuclear eosinófi lo , que se manifiesta por:
gen izada.
Clínica : dolor o fractura patológica.
7i'atalllie/lto: curetaje.
Edad: entre 5 y 20 años.
Quiste de inclusión epidcrmo idc. cuyas canlC- Locali:aóólI: pri ncipalmente Illctáfi sis del fé -
¡erísticas son: mur. húmero. ilíaco O cní nco.
CHnico: dolor o hall<:!zgo radio lúgico . H,adio!og(a: lesió n oSlco líti ca de bordes poco
definidos. sin trama interior.
Edad: adultos.
HislOlogía: se observa proliferación hi stioc iw-
Sexu: fra ileo predominio en los varones. ría. con algu nas células gigan tes Illultinuc le ..\das y
nUl1lerosos eosinófi los.
Lo('ali;'lIción: predomin<..l en la fala nge di stal de
los dedos de la mano. Tmfamiell!o: consiste sobre todo en cureli~e o
resección .
Radiulogít/ : imagen quísti ci.l central de borde
neto.
Defecto fibroso metafisario (fig. 34-6)
Histvlvg/a: formación quística tapizada por
epitelio pavimenloso. El deterioro fibroso mCla fi sa rio consiste en una
allerac ión cortica l ribrohisliocitaria de la meláfi sis
Tral(lllliellf(): curelajc. de los huesos largos. cuyas carac terísticas son:
Tumores de pa rtes bland as . Le siones seudotumorales 225
H isrologíll: proli feración fibroh istioci taria y gi- Rm!i%g,t'a : imagen oSleolíti ca de li m itada. con
gantoccl ular. a veces xantOlnatom izada. aspecto de vidrio es meril ado.
Sexo: franco predominio en las mujeres. a. Clínico : los tumo res de partes blandas se mu -
nifi cslall por dolor. tumoración y. a veces. por
wc(/{i';,aciúlI: metafisodiafisaria en la tibia o e l impotencia funcional: pueden tener manifes-
fóm LI r. taciones cu tún eas, puede haber e nroj ecim ie n-
to, ulcerac ión sobre una masa tumoral. así co-
Radiolog/(/: imagen ostcolít ica. de límiles im- mo ede mati zac ió n o aume nto de la circula-
precisos. ción ve nosa cutánea. que puede hallarse mag-
nificada por el com promiso elel reLOrn o veno-
Histología: proliferación fibrohistioc itaria y g i- so profundo.
gantocclular. con áreas hcmorrágicas. b. Laboratorio: e n los est udi os de laboratorio só-
lo habrá modificaciones de los tumores malig-
Tra/(¡lIIiell!O: se debe ¡ratar sobre [oda la causa nos. las que. por otra parte. sólo suelen ser im-
del hiperparatiroidismo y. en forma sec undaria. las portantes c uand o e l proceso está avanzado.
com plicac iones óseas. como las frac turas paLOl6- c. Imágenes: en los [tunares de partes bla ndas la
gicas. radiología simple no es útil. pero sí lo son la
xerorradiogra fí(t. 1:1 :lrtcriograt"ía y la angiogra-
fía. que permiten determi nar la v~lscularización
y los límites del tu mor. Tamb ién puedc em-
LESIONES plearse la ecografía, con mucho cuidado en la
SEUDOTUMORALES int erprewción de sus resultados. Pero sin eluda
el estudio mús útil en la aCllmlidad es la reso-
DE PARTES BLANDAS
na nc ia magnética. que perm ite ev ide nc i¡¡r los
límites y la extensión del proceso con gran
Si bien no se hablará en detalle de estos pro- exact itud. La tornografía co mputarizada, SI
cesos. es necesario saber que existen ent idades bien es útiL en las partes blandas no liene la
que plantea n se ri as diCic u ltades d iagnóst icas. prec is ión de la resonancia.
tanto clínica como histopatológicame nte. con los u. Hi slO¡Jot%gí(/: e l cstudio hislOP~¡toI6gico
tumores verdaderos . ESlas lesiones son: 1) fasci - puede efec tuarse con material obtenido por:
tis Ilodular. 2) fascitis proliferativa. 3) miositis 1) punc ión, 2) biops ia quirúrgica y c) pieza
os ifi ca nlc. 4) fibroma de vai na tend inosa. 5) operatoria .
clastofibroma. 6) quc loide, 7) fib ro matosis su-
pe rfi c ial es (pal mar, pcniana. etc.) y 8) fib roma- 1. PI/I/ción: si hi c n estú ampliamente difundi -
tosis profundas (a bdo mina l. intraabdominal , ex- do el estudio de los tumores median te pun-
t!"aabdomi nal. pelvia na o mesen té ric;.\. c ión, a través de la cito logía y la hi slOpato-
Tumores de partes blandas. Lesiones seudotumorales 227
• Gigantismo Engelmann-Ribbing)
• Acromegalia • Mclorrcostosis
h. !\'Icwplasia ósea de la médula ó"ca • Ostcopalí,¡ estriad,. (Vuorhoevc)
.., Rl'lacilllladu.l· CO/I /0 di.\·/I/¡'lIu·iú" de la H'.\"(!/"("ilÍn de c. Por producc ión ()stco idc anormal:
flll('.w • Displasia tibrosa
:1. IliptlparatiroidisllIo con hipofuncitín o<.:tC(x:J¡Í~tiea • N cu roll bron1:lto.~is
Fracturas
de costillas
Cifosis
Aplastamientos
vertebrales
Fracturas
~~~~~~~n-- Deformidad
( pelviana
cervicales
del fémur
Fracturas Fracturas
, - - - - - , de la muñeca mú ltiples ramas
ilio-isquiopubianas
Cuello del fémur
~.
Aumen to
del espacio Mayor
medular cantidad
'--- P- =~¡;!'t.--- Espongiosis de osteoide Osteoide
-....e::.. cortical
Esponjosa con
adelgazamiento
trabecular
- (hueso no
mineralizado)
aumentado
en canales
de Havers
Imágenes
osleoliticas
Exostosis
múltiples
(osleocartilaginosas)
Enfermedad de Morquio: en este proceso los segme ntos óseos de una de las mitades del esque-
condroblastos epifisarios se hallan alterados y de- leto corresponde n a la denominada e nfe rmedad de
sorde nados. 10 que conduce a un déficit del creci - Ollíer.
miento con enan ismo. cifosis. aplastam ie nto y Estas rormacio nes cnconcJromatosas provocan
í,agme ntación epifi saria , sllblllxac ión de las cade- generalmente fracturas, seguidas de reparación
ras, etc. Los pacientes son psíqu icamente norma- ilTegular con deformidades y alteraciones del eje:
les y en la orina se pu ede delectar una eli minación puede n implicar una predi sposición mayor a la
anormal de queratosu lfalo. malig ni zac ión (cond rosarco müs) que los condro-
mas so li tarios.
Acondroplasia: la acondroplasia es un proce-
so en el qu e ex iste un dé fic it de la proliferación y Osteocondromatosis (cxostosis hereditaria
la madu rac ión del cartílago de crecimiento . Esta múltiple) (fig. 35-5) : en es ta afección los pacien-
condición es hereditaria y familiar. tes, a medida qu e crecen en la c tapa final de la pri-
Los pac ie ntes son de me nor ta lla, con huesos mera infancia y e n la ado lescencia, van desarro-
cortos y anchos y cabeza grande, porque la os ifi - llando forma ciones exofíticas metafisarias e n los
cuc ión membranosa está conservada; lienen un a huesos largos de las extremidades , como el húme-
lordosis lumbar acentuada y la pelvis estrec ha: ro. el radio o el c úbito , el fémur. la tibia y el pero-
desde el punto de vista psíquico son normales e in- né y e n Olras locali zaciones.
teligentes. Estas rormaciones son similares al ostcocon-
droma so litario y a veces conducen a alte raciones
Condromatosis múltiple (encondromatosis) del crecimiento, ad e más de los dolores que provo-
( fi g. 35-4): e n este proceso los pacie ntes muestran ca la pres ión.
sectores metafi soepitisarios de los huesos la rgos La posibilidad de tr ans rormación mali gna es
tubulares de la s extremidades, de la s mano s y de mucho menor que la de la condromatosis mú ltip le
l os pies reemplazados por enconclromas múlLÍpl es y el tratam iento qui rúrgico só lo se apl ica en los ca-
que, c uando afectan en forma predominante los sos con alteraciones runcionales que lo justi fiquen.
234 Ortopedia y Traumatología PATO LOGíA ORTOPÉDI CA
Picnodisostosis: estos pac ientes presentan dé- Esta osteopatía puede ser Illonostótica o poIios-
ti c il de las suturas c ran eanas . con aumento del ta- tótica y cuando predomina en una de las mitades
maño de los huesos de l cráneo (fron\a! y occipi - del c uerpo, con áreas de pIg mentación cutánea y
tal): la rama man dibuh.u· es hipo pl ús ica y se obser- di sendocrinia (pubertad precoz e n el sexo femeni -
van manos cort us que muestran osteó li sis de las no). se conoce co mo síndro me de Albri ght.
fal anges terminal es. El paciente es e nano y la cs- Las complic ac iones más importantes de es ta
truc tura del esq ue le to se hall a aumelllada y escl e- enfe rmedad son las fra cturas y las deformid ades
rosa. No se obse rvan deficiencias psíquicas y se!1iJ por incurvación del eje de los hue sos afectados: no
desc rito aume nt o de l (;ondroiún:o.ulfalü urinario. se maligni za y los caso s de malig nizaclón conoci -
dos so n secundarios a irradiac ión prev ia.
Osteogéncsis imperfecta: este proceso es cau - El tratam iento es sólo correcti vo. En a lg unos
sado por una fo rmilc ión defec tuosa de matri z ósea, c asos se ha rec urrido al curelaje y al re ll eno con
transmitido en general con carúcter aurosómi co injerto en las les iones de mayor tamaño, con pe li -
do nlinante y en e l c ua l se observa e nanismo. de- g ro de fractura.
formaciones y frac turas.
La osteogénes is impelt'ecLa se conoce tambi én Neurofibromatosis (enfermedad de von Rec-
como e nfermedad de Lobstcin. q ue se describía klinghauscn): anomalía congénila heredofamiliar
co mo integrada por una tríada: fragilidad ósea. es - con manchas pigmentarias c utáneas y tu11l0rac iones
cl eró ticas azul es y sordera, aunqu e no siempre se formadas por ncurofibromas múltiples. cutúneos.
presenta con es tas carac terísti cas. Po r este moti vo, e n las partes blandas o en el trayecto de los ne rvios.
S illence, Se nn y Danks propusiero n otra c lasifica- Pueden ex isti r alteraciones mentales y esquelé ti-
ci ó n e n cuatro tipos seg ún que se halle n presentes cas, como esco liosis, cifoescolios is y seudoartrosis
toda s estas alterac ion es. tran smitidas de manera congénita de la pierna. En al gunos casos los ne uro-
hereditaria en forma autosómica dominante (tipo fibromas experimentan transformación mali g na.
1). <l llLOSÓm ica reces iva. le lal (lipo 2). ilulosó m ica
reccs iva con todas estas alterac iones pero escleró-
ticas blancas (t ipo 3). o bien aUlOsó mica dominan - HEMOFILIA
le sólo con frag ilidad ósea y dcntinogé nesis ;mol"-
mal (tipo 4) . Introducción
co n una co ntrac tura Illu sc ul ar defe nsiva sec un- G RADO III o de ARTROPATíA C RÓN ICA, en el
daria. S i la he martrosis no es tra tada en for ma que ade más d e lo anterior ex islir;:in de fonni da-
wJecuada la contrac tura se torna fija y provoca d es axia les y rotac ionales y atrofia Illu scu la r.
ulla situación meCíÍnica anormal de la articula- G RADO IV o de ANQUILOSIS fibrosa u ósea.
c ión que favorece la re cu rre ncia de la hemartro-
sis y co nd uce a una destrucc ió n progres iva de la
articu lación. Clínica
musc ular antes de que éste se transfo rme en un rangos de mov imi e nto, corrección de las contrac -
qui ste o seudotumor. Una vez prese nte el qui ste tu ras por med io de tracción cutánea más ye sos
de be cubrirse con alta dos is de FAH. radiac iones progres ivos de esliramie nto seguidos de ortésis
del ord en de 1.000 a 15.000 rads e inmovili zac ión; larga con torn illo posterio r sin fin. para comple tar
la cirugía está indicada só lo si es de gran ta maño ac ti vamente la correcc ión de los últi mos grados y
y de gran agresivid ad. co mo método de rec urso, la cirugía. Debe tenerse
He mos desarrollado, en conjun to eDil e l doctor en c uenta que la ci ru gía debe log rar e n las ex tre-
Horado Cavig li a de la Fundación de la Hemofilia midades inferiores un apoyo co rrecto aun en de tri -
de Bue nos Aires, un nuevo método de tratamie nto me nto de la movi lidad. Corno últ imo recurso se
perc ut{mco de los qui stes o los grandes seudotu - deben considerar los reemplazos arti culares tota-
mores no resecables en forma qui rúrgica. Jes. Estos reem pl azos deben ser muy limitados en
El procedi mi ento cons iste en la previ a localiza- su indicaci ón pu es aparte de los riesgos de frn ca-
ción del quiste con e l in tensifi cador ele imágenes sos inherentes ,\ estos procedi mie nlOs, como los
radi ogní ficas y la introd ucción de un trocar para afloja mientos y las infecc iones.. en caso de la he-
proceder al vacia miento de la sangre de l qui ste. Se mofilia se de be tener en c uenta como otro gran
ll en a entonces eSle espacio a pres ión con "cola de fac tor de fracaso el sangrado que pueda ocurrir e n-
fibrina" Ti sS llcol ® o Berigplas ® y se retira el tro- tre hueso y prótes is o cemento y hueso . En adol es-
cal'. Estos preparados tiene n prop iedades hemostá- centes, L1n a vez aparec ida la progresiva destruc-
ti cas, se lladoras y c icatrizantes. La cant idad de co- c ión de la artic ul ación , ex iste n algunos métodos
la de fIbrin a a inyectar es de 1 cm) por cada 4 cm J no invas ivos que ayudan a retrasar el deteri oro ar-
de sa ngre extra ída del qui ste. ticular. Entre e ll os el que ha dado mejores resulta-
dos es la inyecc ión in traartic ular de un corticoide
de larga durac ión . Las inyecc iones intraarticuhu'es
Artropatía crónica de cortico ides han sido ampl iamcntc recomenda-
das en artritis reulllatoide<t y otros procesos no in-
Después de un sangrado inlrarticular aparece n amatorios y degenerati vos at1ic ul ares, contr.uia-
una reacción infla matoria con depósitos de hemo- mente a los inform es de su uso e n la artropat ía he-
siderina y organ ización de los exudad os intrarticu- l11ofíl ica, qu e son escasos. Es bien conoc ido el
lares que dan lugar a tabicaciones y ad herencias. efec to destruclOr que los corli co ides produce n en
e ngrosamiento de la sinov ial y destru cc ió n progre- el cartíl ago arti c ular pero. e n vista de la lellla des-
siva del cartíl ago articul ar, osteófi tos, quistes sub- trucc ión diaria que prod uce la sinovitis crónica y
condral es y rig idez arli cula r. los rec urre n les sangrados, se ha propuesto e l uso
Esta destrucción art ic ular se pone de manifi es- de este material C0 1110 trata mie nto paliativo de la
to e n radiografías simpl es como una oSleoporosis, art ropatía por su acc ió n antiinlhmatoria e n los ca-
a umento del diámetro condíl eo (rod illas y codos) sos de artropatía de grado 111 O IV, e n que la des-
oSlcófitos y quistes subcondrales y alteraciones de trucc ión artic ul ar no es tan ava nzada co mo para in-
la ali neación en ambos planos sagital y coronal. di car procedim ie ntos de ti po reemplazo articul ar o
El tratamiento de esta artropatía c rónica, un a artrodes is. Con es te método se logra dismin uir e n
vez establ ecida y espec ia lmente en niños y adoles- forma important e e l do lor causado por los cambi os
ce ntes, cons iste e n un intenso plan de rehabili ta- artrós icos y la seve ra sinoviti s crónica de la art icu-
ción y fortalecim ie nto muscular para a umentar los laci ón.
Capítulo
I
36
La biopsia en ortopedia
Rómu[o Cabrini
WWW.EL12CIRUJANOBLOGSPOT.COM
La biopsia ósea es un procedimiento muy exac- sia quirúrgica, y es mu y recomendable para el ci-
lo para el diagnóstico de un a ex tensa gama de le- rujano que tenga un entrenamiento en la macros-
siones osteoarticulares. co pía de las lesiones pas ibl es de ser biopsiadas; de
Desde un punto de visla co ncept ual la biopsia, este modo sabrá elegir la mejor área o mues tra y
tambié n llamada lOma bió psica, consiste en ex- elud ir sec(Qres vecinos a la lesión en donde pue-
traer un trozo de tejido de una zona problemática de n desarroll arse c uadros reaccionaJes secunda-
pafa su uhelior análisis histopatológico. rios (p. ej ., áreas infl amawri as vecinas de procesos
Tanto el ortopedista como el patólogo deben te- tu mora les) y también focos de necrosis en los que
ner un concepto claro de qu e la toma biópsica es el es tudio histopatol óg ico no es posible o ti ene un
un método de muestreo y por lo tanto deben reco- gran margen de error.
nocer las veJ1lajas y los inconve ni entes de este pro- En relación con el segu ndo comentario, es de-
cedimiento. cir, que la les ión renga una imagen hi stopatoló-
El prime r punto a co ns iderar es que sólo es po- gica diagnóstica, es necesa ri o q ue el ortopedi sta
sible realizar un diagnóstico hi sLOpatológico si el (o el cimjano) posea in fo rmación detall ada acerca
tejido es un fiel representante de la lesión o la pa- de qué ti po de lesiones es realmente diagnostica-
tolog ía y, además, algo mu y importante: que la le- ble por su histopatología.
sión a diagnosticar tenga una hi stopatología con- Sin ser exhausti vos en este punto convi ene re-
siste nte y si fuera posible biou nívoca. co rdar que las lesiones que ti enen un cuadro Imí.s
Con res pecto al primer punto in sistimos e n qu e caracte rístico son los procesos tumorales, e n parti-
no sólo es necesario procede r con una metodo lo- c ul ar los malignos. Otro tipo de patologías, como
gía precisa y bien reglada, sino que se debe tene r los procesos inflamalori os y las alterac io nes sisté-
clara información de que el material remitido es micas. es más difíci l de evaluar.
justamente de la lesión que se pretende d iagnosti-
car. Para ello el cirujan o debe tener toda la inror-
mación previa del caso, en particular las imágenes Tipo de biopsias de hueso
más re presentativas, y dentro de lo posibl e un aná- y partes blandas
li sis tridimensional de l lugar de la toma. Este últi -
mo aspecLO se ha facilitado e norm emente debido a Biopsia quirúrgica: este tipo de bio psia im-
las nuevas metodologías de im ágenes (tomogra- pli ca llegar en form a qu irú rgica al sector preciso
fías computarizadas asoc iadas con las tomas bióp- de la lesión, lo qu e de algu na manera se ve con-
sicas). Un dato impoflante es saber reconocer el di c ionado por el estudio clínico y de imágenes
tejido patológico, en particular e n la llamada biop- previo. El cirujano de be llegar a la zona proble-
240 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉDICA
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(o tej ido) y como la zona terminal de la aguja es - semejantes a una aguja pero ti enen un borde de
tá levemente estrec hada en su diámetro (lo qu e le corte asen'ado que facilita la introducción cuando
da un carácter retentivo) , el tej ido de la torn a qu e- se las hace girar. Un inconveniente importante de
da en la aguja. Para su extracción (q ue no se pue- la trefina es que cuando el borde aserrado no es
de reali zar corno en el caso anterior con una je- perfecto y los dien tes no están perfectamente
ringa) se debe introducir un mandril qu e viene orientados se puede destrui r la parte periférica del
con la aguja, de forma que penetre por la punta y hueso al hacerla avanzar. Además, todos los frag-
no por la base debido a la estrangulac ión ya men- mentos que se rorman pueden ser incorporados a
cionada. la torna por penetración en los espacios medulares
El diámetro de este tipo de agujas es muy va- en forma de detritos; esto en pato logía se llama
riable; en un principio eran de 3 mm, pero hoy se aserrín óseo y d ificulta el análisis de los espacios
obse rva la ten dencia a usar diámetros mayores (5 medulares.
a 7 mm) que permiten una muestra más represe n- El liSO de las trefinas, a nue stro criterio y COIl
tativa. las reservas ya menc ionadas, debe restri ngirse al
Por úl ti mo , realizaremos un comentario acerca estudio de lo s procesos melabó licos del tejido
de las trefinas. Estos instrumentos quirúrgicos son óseo.
242 Ortopedia y Traum atologia PATOLOGíA ORTOPÉDICA
Estudio de las piezas quirúrgicas cular representan un problema enlre procesos tu-
mora les, lesiones di splásicas y cuadros puramente
Una vez realizada la lOma biópsica, suel e re- infl a matorios. E n el caso de que los datos clíni cos
querirse hacer una intervención de cie rta magnitud se orienten a la posibilidad de cuadros inflamato-
qu e da por resultado la resección de una parte im - rios es muy conveniente que el estudio hi stopato-
porta nte de tejido enfermo y que se llama genéri- lógico se acompañe de un estudio bacteriológico
camente pieza quirúrgica. sim ultáneo. Para e ll o es necesario comuni carse
Conviene que este tipo de mate ri a l también sea con e l laboratorio mi crob io lógico que debe pro-
estudiado por e l pató logo. Si se U'ala de un caso de porcionar el material para la toma y también las
c ierto interés, es útil e n ese momento realizar una ind icaciones precisas para llevarl a a cabo e n forma
toma rOlográfica. Esto es importante dado que los adecuada. Por supuesto que los c uidados de esteri-
colores naturales de los tejidos se pierden cuando li dad deben ser só lo pa ra este tipo de tomas dado
son lijad os e n formol. Otra bu ena práctica es efec- que la fijación con form ol destruye prácticamente
tuar una toma radiográlica de la pi eza dado que es- lodo elemento mi crobiano o virósico.
te tipo de tomas suele brindar detalles muy su pe-
ri ores a los que se obtienen de los procesos in situ. Cuidados particulares del manejo del mate·
Por supuesto que de la mi sma manera que e n e l rial: se debe hacer hincapi é en que e l materi al
caso de la biopsia qui rúrgica O la punción el médi- biópsico de c ualquier origen (biopsia quirúrgica,
co debe e nviar todos los datos y la docu mentación' punc ión o pieza operatoria) debe manejarse con
pertinente. las normas de segu rid ad impu estas últimamente
Cabe preguntarse el objeto de este envío de un por el SIDA. En parti c ular cabe recordar que es -
mate ri a l quirúrgico, en partic ular c uando ya exis- tos materiales son en muchas ocasiones mu y ricos
ten una bi opsia quirúrg ica o una punción y partir en sangre. Si se da e l caso de enfermos HIV-posi-
de las cuales se ha arribado a un diagnósti co. El tivos el material debe ha ll arse identificado co n las
estudi o de la pieza penn ile obv ia me nte efectuar regul ac iones. que sean habilUales en e l centro e n
mej ores tomas para el estudio hi slológico y tam- donde se ha reali zado la biopsia, de modo qu e el
bié n efecluar un análi sis espac ial de las lesiones, pató logo tambié n pueda adoptar los cuidados per-
hecho muy importante en patología ósea. Desde el tinentes.
punto de vista diagnósti co e l estudio de la pieza
operatoria ofrece la posibilidad no só lo de verifi- Envío del material a l laboratorio de patolo-
car e l diagnóstico -lo qu e podría ser obvio--, sino gía: una vez reali zado e l procedimiento quirúrgico
la de mej orar el análisis del proceso, hecho impor- queda ulla parte muy im portante para ejecutar y es
tante e n algunos casos, co mo por ejemplo en los la de c umplir co n todas las recomendaciones para
tumores. Para definir la malignidad fi nal de un tu - el e nvío del material al laboratorio de patología. A
mor es imponantc estudiar grandes áreas en las veces los c iruja nos delegan esta mi sió n a ayudan-
que la más aupica es la qu e caracteriza al tumor. tes que, aunq ue tenga n buena voluntad, carecen de
Un paso importante del estudio del material qui- la información reque rida para cumplir una tarea
rúrg ico e n el caso de los tumores malignos y agre- que muchas veces es ta n importante como la mi s-
s ivos consiste en analizar con c uidado los planos ma lOma biópsica.
qui rltrgicos de la pieza ope ratoria para descarlar la
pos ibilidad de una infiltración tumoral , lo que
puede llevar a l ciruj ano a una nueva intervención Biopsia ósea metabólica
o detectar e n qué zonas se puede n esperar las reci-
di vas. En los últimos añ os se es tá generalizando un ti -
También, y en el caso de tratamientos previos po de biopsia ósea llamada " metabólica", la que
de tipo oncológicp , puede ser de gran utilidad de- no está orientada a desc ubrir, una lesión focaliza-
terminar la magnitud de áreas de necrosis, que de da, sino a estudi ar el estado metabólico de todo e l
alguna manera reflejan la efecti vidad de la tera- esque leto; esto es, que tie ne una orientac ión sisté-
péutica utili zada. mica.
Un objetivo primari o de este tipo de estud ios es
Controles bacteriológicos: muchas veces los ¡'ealizar una estimac ión c ierta de la relación e ntre
diagnósticos diferen ci aJ es en patología osteoarti- hu eso trabecular y espacios medulares, lo qu e se
La biopsia en ortopedia 243
llama genéricamente densidad ósea. Estos datos Técnica de roma: este lipo de biopsia implica
son va liosos para estudi ar las osteoporosis y las en forma ob li gatoria la mejor conse rvac ión de tra-
ostcoesclerosis; tambi én, y con estud ios comple- bécul as y espacios meduJares; también debe ser lo
mentarios, es un método ideal (casi único) para la menos cruenta posible dado que a menudo se tra-
estim ación cierta de las osteomalacias y también ta de pacientes lábiles. Por ese motivo, estos estu-
para ostcodistrofias paratiroideas O renales. dios se efectúan con las agujas de acero espec ial
Además de este primer dato (densidad ósea), que ya mencionamos o también con las trefi nas.
media nte este tipo de estudios se pueden evalu ar Ex isle una tendencia a la utili zación de ag ujas de
superficies en fo rmac ión, resorción y reposo. Es- gran diámelro (del orden del med io centímetro).
tos datos son imporLantes en relaci ón con la densi- Co n respecto al lugar de la toma la mayor
dad ósea y de gran uti lidad en el caso de algun as parte de los estudi os metabóli cos se rea li zan en
lesiones (p. ej ., osteomalacia o di sfunción renal o la cresta ilíaca por su rápido acceso y porque es-
para tiroidea). tá poco ¡nervada, lo que es ventaj oso para e l pa-
Por medio de marcadores de tejido óseo (se ciente.
usan especialm ente las tetracicl inas) se puede En estas biopsias se suelen usar fijadores espe-
estimar qué cantidad de hueso se ha for mado en ciales y tam bién un método de preparación del
un determinado período y de esta manera captar material que impl ica una impregnación con resi-
en forma di námi ca el es tado metabólico del es- nas acrílicas y el corte en equi pos especiales que
quelet o. lo realizan sin que se requiera la descalcificación.
Capítulo
I
37
Banco de huesos
Diego Verschoor y José M. Varaon.a.
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Procesamiento Distribución
El procesamiento comprende todos los pasos La ley 24. 193 establ ece qu e Jos teji dos no se
que sigue el banco desde la obtención de las pie- co mpran ni se venden, principio universalmente
zas óseas hasta su aprobación de acuerdo con cri- aceptado e n vista de que se trata de la donación
terios de cal id ad para el implante . vol untaria, so lidaria y no re mu nerada de parles del
Una vez que los tejidos llegan al banco son al- c uerpo humano.
macenados en freezers de cuarentena (-20 OC) has- S in embargo, los bancos de be n fac turar una la-
ta que el director méd ico evalúa los antecedentes sa por los serv icios que se prestan para procu.rar,
méd icos y sociales del donante, contro la las prue- procesar, conservar y distribuir Jos tej idos. La ley
bas serológicas y anali za los resul tados de los c ul - especifi ca que estos se rvicios debe n ser facturados
tivos real izados durante la ablación. por entidades sin fin es de lucro.
Capítulo
I
38
Artritis reumatoidea
Armando Maccagno
y Fernando B. Piqué Covone
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l . Poliarticll!(lr i/licial (35 % de l lotal de las AR): Las imágenes muestran en los primeros esta -
afecta múltiples articulaciones; el comienzo de dios de AR o steope nia yuxtaarticular, luego di s-
Artritis reumatoidea 249
If--- - - - - 23%
~;::;::~-- 34%
85%
80%
22% Laboratorio
Diagnóstico diferencial este últ imo qui en indica la o portun idad del tra ta-
miento.
El diagnósti co de la AR es relati vamente senci- Éste tiene 2 ctapas claramente definidas:
llo cuando las pruebas específicas muestran titula-
ciones pos iti vas, no obs tante en las fo rmas seronc- 1) Etapa precoz:
gativas es muchas veces complejo; debe realizarse a. S inovec to mías articulares o peritendi nosas,
con a) fiebre reumática; si bien son dos entidades que cons isten en la resección quirúrgica de
nosológicas tOlal mente di ferentes es frec uente su la sinovial afec tada. Éstas se practican muy
planteo; la presencia de un cuad ro in fecc ioso pre- rrec uente mente en las rodi ll as, las aI1icula-
vio y los elevados tÍlulos de antiestreptolisinas clones metacarpofaláng icas, las mu ñecas y,
(ASTO) y el hecho de que esta entidad "lame las sólo en ocasiones, en los tobillos; prev ienen
articulaciones y muerde el corazón" suelen ser su- lesiones erosivas aI1iculares y roturas tend i-
ficie ntes para el d iagnóstico diferenc ial; b) es pon- nosas espontáneas. Algunos autores sostie-
dilopatías seronegalivas, cuyo signo caraclerÍstico nen que la disminución de la masa sin ov ial
es la les ión de las artic ulaciones sacroil íacas; e) provoca una mejoría del curso de la AR, ge-
síndromes parancoplás icos, artriti s reactivas, en- neralmente temporaria.
fermedad por depósito de cristales (seudogota) y b. Tratami entos descompresivos, generalmen-
otras afecciones del tejido conectivo que requi eren te asociados con las sinovectonúas antes
eSlUd ios clín icos profund os para establecer el mencionadas y que se uti lizan en neuropa-
diagnósti co. tías compres ivas.
c. Li berac ión tendinosa, también asociada con
sinovecto mías, que se util iza, por ejempl o,
Pronóstico en los llamados dedos en resorte (véanse
caps. 10 y 14), frecuentes como signos ini-
El pronóstico depende del curso de la enferme- ciales en la AR.
dad y empeora conforme di smi nuye la edad de
presentación. 2) Etapa de tratam iento de las deformidades:
a. Attroplastias: pueden realizarse con prótes is,
que reemplazan superfic ies articulares por
Tratamiento elementos metálicos, plásticos, o cerámi cos;
por ejem plo, en las rod ill as, las caderas, las
EllralamienlO médico de la AR, que cuenta con mallos (a menudo en las metacarpofalángi-
un amplio arsenal medi camentoso, escapa a los cas) y los hombros . Muy ocasional mente se
objetivos de este vo lumen; por ello, nos referire- realizan <ll'lropl<lstias con interposición de
mos en forma excl usiva al tratamiento ortopédico partes blandas, músculo, cápsula, tendón cte.
y quirúrg ico. Las prótes is de rodilla, que se utili zan con
asiduidad , consisten en un componente tibial
de base metálica con una superficie articular
Tratamiellto Ortopédico 'plástic<I, adaptado a la ti bia med iante un vás-
tago metál ico y un componente femoralmc-
Destinado a preven ir las deformidades, este tra- láli co que remeda la supe rfi cie de los có ndi-
tamiento consiste en el uso de féru las, ol1esis, co- los femorales con una superfic ie plásti ca pa-
lla res cerv icales etc., en general en períodos agu- ra el compaltimiento rémora-rotul iano.
dos de la enfermedad. No obstante ta mbién se uti - Las prótesis de cadera constan de un
liza es tos elementos en etapas crónicas en pacien- compone nte fe moral que se introduce en la
tes no pas ibles de cirugía. medu lar del fé mur y un co mpo nente aceta-
bu lar que se fija por diversos medios al ace ~
tábulo; se usan, como tratam iento de la AR,
Tratamiento quirlÍrgico con mayor frecuenc ia en las secuelas de las
formas j u ven iles; en el ad ulto, en cambio, es
En general e l ciruja no de la AR debe actuar frecuente rea li zarlas como tratami ento rcha-
en eq uipo con e l rculllatólogo y gcnera lmenlc es bil itarorio por necros is asé ptica de la cade-
Artritis reumatoidea 251
ra, producto de la medicación a la que es so- c. Tenop lastías y tran sferenci as tendinosas:
metido el paciente. utili zadas en la mano, en casos de rotura
En el homb ro, en cambio, el uso de próte- espo nt ánea de tendones fle xores o exten-
sis es más restringido y se indica en casos en sores.
los que se encuentra severamente afectada la d. Osteotomías y capsuloplastias: utilizadas a
calidad de vida del paciente. Siempre deben men udo para la corrección de las deformi-
reemplazarse ambas superficies articulares. dades del antepié, las metatarsalgias, el ha-
Las artroplastias tienen indicaciones pre- Il ux va lgus, etc.
cisas y siempre deben ser utili z<ldas como
último recurso. Se debe recordar, al indicar El objetivo del tratamiento quirúrgico es mejo-
este tratami emo que, generalmente, por su rar la calidad de vida del pac iente.
enfermedad y tratamiento médi camentoso,
se trata de pacientes con trastornos inmuni-
tarios y es tado general regular. La duración
de los implantes es limitada. Fisioterapia y kinesioterapia
b. Anrodes is: son fijaciones quinírgicas articu-
lares destinadas a la remisión del dolor que La fi sioterapia y la kinesioterapia se indican en
provoca una articulación deteriorada y con- todas las etapas de la AR , como prevención de las
sisten en procedim ientos que generalmente deJonnidades y para la conservación de la movil i-
se asocian con la corrección de los ejes arti- dad articular; son de formidable ayuda en el mane-
culares. Se trata de ulla cirugía en cierta for- jo posoperatorio de pacientes poco colaboradores
ma mutilan te. La anrodcsis subastragalina y y de personalidad depres iva.
mediotarsiana, la de la muñeca (radiocar- Estas modalidades terapéuticas están contrain-
piana) y la venebral (entre el y e2) son las dicadas en los empujes (pollsses) agudos de la en-
más utili zadas. fermedad.
Capítulo
I
39
Nociones de neuroortopedia
Artwv Otaño Sahores
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Mu chas veces e l especialista debe est udiar a Es muy importante conocer cl li e mpo de evolu-
un paciente que presenta co mo síntoma predo- ción, la form a de aparición, la progresión en bro-
mi nante un tra sto rno de la marcha, a lguna de- tes o accesos y las remis iones espontáneas o por
form id ad perma ne nte derivada de pará lis is fl ác- efecto de al gu na med icación.
cid as o espás ticas o una a rt ropa tía progres iva En e l caso de las muj eres, los antecedellles per-
grave , todas exp resiones de e nfe rm edades I1 CU - sonales sobre posibles dificultades en el embarazo
rológicas de origen central o periféri co. o el parto - mu y prolongado, co n asfixia y ciano-
Por esa razón el c irujano ortopédico debe COIl- sis- revisten importancia e n las paráli sis espásti -
lar con una só lida formación en neuro logía bási ca caso La edad de comienzo de la marc ha, cuand o se
que le permita discern i.r enLre los mú lti ples c ua- ha demorado, indica pos ibles encefaloparías de la
dros neuroortopédicos que se le prese nta n a dia rio. infancia, mi opatías o ret rasos me ntales.
realizar un diagnósti co difere ncial correcto y seña-
lar el tratamiento más indic<:¡do. Examen objetivo: para el diagnóstico de algu-
nos síndromes neurológicos e l estudio de la/ocies
es fundam e ntal. Así. por eje mplo, la cara inexpre-
siva y de rasgos inmóv il es, la pie l untuosa y la mi-
Historia clínica rada viva son prop ias del parkin sonis l11o mientras
que la ptosis paJpebra l de tipo uni lateral con mo-
IntelTogatorio: es importan te la visión de COI1 - vim ie ntos oc ulares lentos se corresponde con la
j unto que el médico obtiene de l pac iente e n elm o- "ca ra de fatiga" propia de la nlÍas tcnia gra vis. Los
mento e n que éSle se presenta a la consulta. La fa- c uadros miopáti cos dele ll11inan una facies "en ca-
cies, la postu ra y la ac titud en la es tación de pi e, el reta" por la atrofia y la flaccide z musc ul ar de la
tipo de marcha, la fuer.w muscular al estrechar la frente y la meji lla que impiden el cien'e completo
mano, la agil idad. los movimientos invo luntarios, de la boca y los ojos por debilidad de los arb icula-
etc., pueden hacer presumi r un diagnósti co de te r- res respectivos .
mi nado. En el enfermo en coma es posib le e ncontrar e l
El interrogatorio debe comenzar por la enfer- rostro de "fu mador de pi pa" de l hemipléj ico, en el
medad actual. es decir interrogando al paciente so- qu e la mejilla del lado paralizado se diJata pasiva-
bre el mot ivo de su visita; ade más, se lo guiará con mente en cada mov imi ento respiralorio debido a la
preg untas que pennitan completar e l síndrome que hipotonía mu scular. Ot ra fac ies es la de la hemo-
describe. rragia cerebral grave. cuadro e n el que la cara se
254 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA ORTOPÉD ICA
encuentra enrojecida, congestionada , húmeda y profunda consciente). Este tipo de marcha pue-
caliente . de ser observado en la tabes, la esclerosis en
La inspecc ión permitirá de lerminar el grado placas y las po lineuropatías, así como en algu-
de tro fi smo o desarroU o de las masas mu scu la- nos procesos encefá li cos.
res. Puede baber hipertrofias en los deportistas o En estos casos la ataxia se debe a la desapa-
en las perso nas que reali zan trabajos pesados y ri ción de la sensibilidad arti cular y muscu lar de
seud ohipertrofias de las ex trem idades inferiores las ex tre midades in feri ores, lo que determi na
y la cinlUra pe lvi ana, como se observa en ciertas que el paciente no pueda aprec iar la orientación
mi opatías y atrofias d is tales, es peci almente en de sus miembros en el espacio y por ende deba
las extre midades superiores, po r lesió n de las ejecutar los movi mientos voluntariamente y
neuronas motoras peri fé ri cas o síndrom e de bajo el control de la vista porque, si cierra los
Aran -Du chenne. ojos, el trasLOrno aum enta.
La actitud que el enferm o ad opta al presentar- Para caminar un pac iente con ataxia medu lar
se puede brindar informaci ón valiosa sobre su pa- proyecta en forma al ternada sus extremidades
tología. Las posiciones antálgicas so n las que inferiores hacia adelante, las levanta y las deja
adoptan los pacientes para aliviar dolores peri féri- caer por los talones (marcha taconeante). De
cos, de tipo troncular o radic ular, I;UllIU suel e ver- noche esros enfenn os tienen grandes dific ulta-
se en los cuadros lumbociáticos. des para desplazarse.
En los pacientes en cmna el decúbi to de reposo, b) Otro vinculado con tras tornos en el cerebelo
con las rodillas en semi flex ión o en posición senu - que se debe a un defecto de la coordinación
sentada es propio de los enfermos con lumbocia- ma lora. Este tipo de marcha es irregu lar, no si-
talgia. En las hemiplejías fl ácc idas el decúbito es gue una línea recta , y com o la sensibilidad pro-
dorsal obli gado, con la ex tremid ad in fe rior en ro- pioceptiva no está afec tada, no se modifi ca al
tación externa. En los cuadros meníngeos se ob- cerrar los ojos a menos que exista un campo. .
serva una posición en "gati ll o de rusil", con la ca- nente vestibular. El enfermo es incapaz de ca-
beza en hiperextensión, el vientre "en tab la" y las minar "en tándem", es decir colocando un pie
ex tremidades inferiores en flex ión. delante del otro y manteniendo en contacto el
E l análisis de la marcha ti ene gran importancia. talón de uno con el extremo del anterior, y en la
La marcha normal es resultado de la coordinación marcha tiende a des viarse hacia el lado del ló-
de varios sistemas reflejos, automáti cos y volunta- bulo cercbeloso afectado .
rios cuya alteración determi na trastornos que co n-
lribuyen al diagnóstico neurológico. Las patolo- La marcha esp6slica, es un trastorno que pue-
gías que más inciden sobre la marcha son las que de clasificarse en dos tipos, según que esté afecu\-
afectan el s istema musc ul ar, el s istema nervioso do uno de los haces cOlticosp inales o que la lesión
periférico, el sistema de los cordones posteriores de dichos haces sea bilateral.
de la médul a (sensibi lidad propi oceptiva), las astas
medul ares, la cOlteza piramidal y los sistemas ex- a) En el primer lipo, la marcha de la hemi plejía es-
trapiramidal y cerebeloso y con sus respectivas pástica el paciente presenta un cuadro obv io de
vías descendentes. pi ramidalismo (hipertonía, hiperreflexia, hemi -
Los princi pales tipos de marcha asociada con plej ía y signo de Babinski) y la extremidad in -
alteraciones neurológicas son los siguientes: ferior afectada se man tiene en extensión de la
cadera y la rodilla, con el pie en equino. En ca-
La marcha tabética o aT6xica es un trastorn o de da paso el pacient e el che elev(1[ la c<ldera enfer-
la coord inac ión de los movimi entos, sin parálisis, ma y rotar toda la extremidad en semicírculo, lo
en el qu e la pérdida de la sensibilidad profunda de- que da Jugar a una marcha característica qu e se
tel111ina que el enfermo presente di smetría. ll ama helicoidal, "en guadaña" o "de Todd" .
Pueden encontrarse dos tipos de marcha atá- b) El segun do tipo, la marcha de la paraplejía es-
x ica: pástica, se observa en la diplejía congénita del
síndrome de Liute, debido a una lesión cere bral
a) Uno vinc ulado con trastornos propioceptivos temprana con comprom iso bi lateral de la vía
en los que la perturbación se produce por fallas piramidal. La parálisis de las extremidades in -
en la información propiocepti va (sensibil idad feriores se acompañ a de pi e equino con retrac-
Nociones de neuroortopedia 255
ción del tendón de Aquiles y contractura de los Los nervios perifé ricos puede n ex teriorizar una
ad uctores de la cade ra. Mientras ca mina el e n- sintomato logía pard al, correspondiente a la afec-
fe rmo arrastra las puntHs de los pies y las ex tre- ción aislada de un tronco ne rvioso, o prese ntar sín-
midades inferiores se entrecruzan mie ntras el dromes más o me nos amplios por el compromiso
tronco tiende a caer hacia adelante. Es la " mar- simultáneo de vari os nervios, como sucede e n las
cha en tij era" o de " muñeco de escaparate" . polin europatías.
La marcha de tipo estepage se caracteriza por Motilidad: la e xpl oración de la moli lidad
la di fi cultad para fl ex.ionar dorsalmente el pie, por presupone el conoc imiento de la zona de ine rva-
parálisis de los músc ulos de la reg ión anteroextcr- ción de cada un o rl c. los nervios perifé ricos. D u-
na de la pie rn a; el pie cae en equin o y, para com- rante la e xploració n hay que te ner en cue l1la la
pensar este defec to, dura nte la marc ha el pacie nte posib le aparición de los movimientos de nom ina-
de be fl exionar la cadera y elevar el muslo para le- dos Ó< tru cado s" , de sinergias y de la ut ilización
vantar el pie en la fase de despegue, luego de lo de m úsc ulos auxi lia res ; ta mbién hay que tener
cual vuelve a a poyarlo co me nzando por los dedos . presente la posibi li dad de ano malías de la iner-
La paráli sis puede de be rse a una lesión del ciá- vac ión .
tico poplíteo e xterno , a una les ión med ul ar que En la exploración clínica de los múscul os acce-
comprome ta la porción de la méd ul a comprendid a sibles a la inspección y la palpac ión es posible es-
entre el cuarto seg me~lt o lum bar y el primer seg- tablece r una clasificación en grados de fu erza
mento sacro O a una lesión de la co la de caballo muscu lar. Esto no s610 brinda información sobre
que incluya las raíces de los menci onados segmen- la evolución del pacie nt e en un proceso de regene-
tos. Las e nfe rmedades que con mayor frecuen cia rac ión, sino que ta mb ién fac ili ta la ex presión obje-
dan lugar a este tipo de marc ha son la polineuriti s, tiva de los resultados obte nidos con un tratamie n-
la amiotrofia de Charcot-Marie-Tooth, algunas se- to de te rm inado.
cuelas de la pol iomi eliti s y la escle rosis late ral La escala que utili za mos perm ite ex presar estos
ami otrófi ca de tipo Marie y Patriki os, por atrofi a resultados con un a cali ficación o con un núme ro.
del e nsanc hami ento lumbosacro de la médula. En este sentido no i mpofla c uál sea el siste ma que
La marcha parkinsollialla es un ti po de marcha se adopte sino que se utilice e n forma regul ar uno
que se caracteriza porque el paciente comie nza a de los sisle mas:
caminar con pasos cortos y se incl ina hacia adelan-
te para vencer la in ercia inicial. Falta el mov imien- o: ma lo (M). Paráli sis total.
to de balanceo de los brazos por pérd ida de los mo- 1: vestigios (V). In dicios de ligera contracción.
vim ientos automáticos asoc iados y el enfermo ter- 2: pobre (P). Movil idad activa des pués de anular
mina caminando con pasos COItos y rá pi dos, CO Ill O la gravedad.
persigui endo su centro de gravedad , y para no cae r 3: regul ar (R). Mo vil idad acti va contra la grave-
te rm ina cOITie ndo (marc ha festinanle o apurada). dad.
La marcha del pacieme miopático es ca rac te- 4 : bueno (B). Movilidad ac tiva con tra la gravedad
rística de la distro fi a mu sc ular progres iva. Cuando y la res istencia.
el paciente se halla de pie ll a ma la ate nción la mar- 5: normal (N). Fue rza musc ular normal.
cada lordosis lumbar por atrofia de los múscul os
glúteos; la ma rc ha se caracteriza por una llamati va La descripción de la téc nica de eval uación de
lateral ización o con toneo qu e se ha comparado cada un o de los mú sc ulos es tá más all á de los al-
con el an dar del pato. Esta marcha se debe a la de- cances de ésta obra. En la fi gura 39- 1 se observan
bilidad de los g lúteos y de los músc ulos de los ca- algu nos eje mplos de cuad ros pa ralíticos de tipo
nales vCl1ebral es. perifé rico.
Las les iones traumáticas de los nervios hitn sido
clasifi cadas por Seddoll en las sigui entes categorías:
Evaluación neurológica periférica a) neurotmesis o sección com pleta del nervio con
degeneración total y permanente de éste, b) axonot-
Las lesiones de los nervios periféricos pueden mesis O lesión axónica con conservación del peri-
mani festarse como trastornos de la Illotili dad , de neuro y el endoneuro y posibilidades de regenera-
la sensibil idad y de las fu nciones au tónomas. ción y e) ne uropraxia o intem¡pción transi tol; <l de
256 Ortopedia y Traumato logía PATOLOGiA ORTOPÉDICA
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Fig. 39-1. Lesiones paralíticas de origen periférico. A y B. En la parálisis cubital el paciente no puede abdu -
cir el meñique ni estrechar sus dedos entre los del examinador. C. Incapacidad del paciente pa ra flexionar
la falange distal del índ ice en la parálisis del mediano. D. En la interrupc ión com pleta del nervio radial el pa-
ciente no puede extender [a mano a nivel de la muñeca ni los dedos en las articulaciones metacarpofalán-
gicas. E. En la parálisis del nervio ciático poplíteo interno el pie no puede ponerse en posición de equino ac-
tivo. F En la pa rálisis del ciático poplíteo externo el paciente se ve impedido de realizar la dorsiftexión del
pie y los dedos.
carácter func ional debida a la compres ión de un tron- C uando la lesión es comp leta en el curso de po-
co nerv ioso. Esta última lesión no provoca una pará- cos meses se ll ega n la desaparición de las placas
li sis completa ni se acompaña de degeneración W3- termina les y a la aU'ofia de la mu sculatura; el vol u-
lIeriana y la recuperación ocurre en un plazo breve. men de las masas mu sculares d isminuye co n bas-
Nociones de neuroortopedia 257
lante ra pidez al principio para es tabilizarse aJ ca bo vación y también pueden demostrarse an o malías
de un año. de la inervación sensible.
La de snervación de los mú sc ulos cond uce a Si un nervio resulta secc ion ad o normalmen lC
ciertas alteraciones eléc tricas, de modo que la hay una recuperac ión parcial de la se nsibilidad
expl oración con corriente sobre los nervios o es- debido a la superpos ici ón de dermatom<l s, qu e
timulando los múscul os perm ite establecer un no sobrepasa la zo na de in ervación autóno ma, es
pronóstico y seg uir la evolu ció n de la rege nera- dec ir aqu ella que es inervada exc lusivamente por
ción. el nervio seccionado (fi g. 39-2) .
E l méLodo más moderno de in vesti gac ión eléc- Inmediatamente después de un a desnervac ión
tri ca es la eleclrO/l1iografíll. Los músculos y los el área all cstesiatJa I.:omprende la zona atll Ónoma
nervi os que los inervan constituyen un número de y la intermediaria ; luego de tran sc urri dos algu -
sistemas funcionales independientes que se deno- nos días los nervi os limítrofes toman a su cargo
minan unidades motoras. Cada una de estas unida- la ru nción sensiti va de la zona interm ed iaria de
des consiste en una célula del asta anterior de la modo que disminuye el perímetro de la zona
médu la con su cilind rocje y las fi bras Illuscul ares <:Jllestesiada.
que orig in an ca mbio s eléctri cos cuya detección es Las manire sta ciones dolorosas en la zona de
úlil con finc s diagnósti cos. in ervaci ó n cut{uJea son más frecuentes en las
En reposo la fibra Illuscul ar es mud a desde el seccio nes parci al es, sobre todo en las áreas tri-
punto de vista e léctrico pero si se la excita apare- butarias de l mediano y de l ciáti co poplíteo inter-
cen potenciales de acción que du ran unas milés i- no. La natural eza del dolor puede variar desde
mas de segundo. Vo luntari amente es casi imposi- una simpl e se ns<lc ió n ele malestar hasta una ver-
ble estimular una única unidad motora de modo dad era ca usalgia.
que cuando se introduce una ag uja en un músculo Después de la secció n de un nervio en la zo-
se registran los resultados de los potenciales de ac- na de inervación correspondiente aparece una fa -
ción de varias unidades. se denominada "calie nte" co mo co nsec uenc ia de
En e l diagnóstico de las lesiones nerviosas la vasodi lataci ón paralítica de las fibra s vaso-
periféricas la elec tromiografía es un medio auxi - con strictoras: la pi el desnervada se enc uentra ro-
liar extrao rdin aria men te exac to: mediant e el ji za y ca liente. Al cabo de tres se manas esta fase
e lectrodo de tipo aguja es posible local izar en cali e nte es seg uida por una fría: el área desner-
form a prec isa los pO le nciales de fibrilación que vada se vue lve azulada y fría, toma má s o menos
denun cian la dege neración de la neuro na moto ra la temperatura de l ambiente y. cuando ot ras P¡lf-
inferio r. Una les ió n nervi osa parcial puede diag- tes del cuerpo se calient an, el calor qu e hay en
nosti carse mediante la comprobación de poten- ell a apen as aum enta.
c iales de acció n normal es junto con fibrilacio- En las les iones dolorosas también aparecen
nes. Los potenciales compl ejos, in di cadores de trasto rn os tróficos de la pie!, qu e se torna luc ien-
regeneración, con frecuencia pueden comprobar- te y adelgazada, pierde s u elasticidad y no puede
se mu cho tiempo antes de la apari ción de mov i- ser plegada. También hay cambios en In pilosi-
mientos musculare s activos. dad de la zona y en las uíia s y a menudo se de sa-
rro ll an úlceras tróficas. La mo vi lidad de las arti-
Sensibilida d: hay que di stin guir entre la sc n- cul aciones disminuye, ha y retracción mu scu lo-
sibilid¡ld táct il , térm ica, dolorosa y profunda. En tend inosa y hasta puede ll egarse a la anquilosis.
el exa men clín ico de los pacientes con traum ati s- De al gun a manera, los trastornos local es recu er-
mos de los nervios periféri cos só lo in teresa la dan la atrofia de Sud eck, con os teoporos is mo-
exploración de la se n s ibi li d~ld táclil y dolorosa. teada (al goosteodi strofia paraJít ica).
La se nsi bilidad táctil se exp lora con un a to ru nda
de algodón y la dolorosa con una aguja.
Des pués de la secc ió n de un nervio se produ-
ce Ull déficit de sensibilidad en una zona cutánea Tratamiento
bien circun scri pta y q ue es mayor para la sensi-
bil id ad táctil q ue para el dolor. Como sucede con Para dec id ir un a actitud qu irúrg ica o co nser-
la Illoti lidad , en la se nsibilidad exi sten variacio- vadora des pués de un a lesión nerviosa se debe n
ne s respecto de la extensión de la zona de in cr- tener e n cuenta varios facto res.
258 Ortopedia y Traumatología PATOLOGíA OATOPEDICA
T2
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ca
S2
S1
Si gui endo la clas ificación de Sed don, la nCLl- ses y sólo en casos en los que no se haya produ-
ropraxi<l no requi ere tra tamien to algun o. En e l c ido una rec uperación sensible a los seis meses
caso de la axonolmcsis deberán mantenerse las estará indicada la exploración qui rú rgica.
articu laciones en buen estado de mov ilidad , así Las ncufOlmesis, en las qu e ex iste certeza de
como el lrofi smo muscular, con ejercicios pasi- la interrupción anatómica del nervio, debe n ser
vos conducidos por un fi sioterapeu ta de ex pe- resuellas medi ante tr:Hamiento qu irúrgico , con el
riencia. La regen eraci ón demora se manas o me- qu e se han logrado notables avances en las últi -
Nociones de neuroortopedia 259
mas décadas . Si bien con las técni cas trad ic iona ~ oportunidad debe tenerse en cuen ta que el pro-
les se oblienen buenos resu ltados, la sutura inter- nóstico empeora a partir de los seis meses de
hlscicu lar con ayuda del microscopio quirúrgico oc urrida la lesió n, especialmente para las fib ras
ofrece resultados co n frec uencia ó pti mos . moto ras; además, no es acon sejable practicar la
El pronóstico de un a sutura nerv iosa depe nde neurorrafia pasado un año desde el momento de
- fuera de la téc nica mi croqui rúrgica, que se la sección nerviosa porque los órganos efecto res
practica en cenLros muy especiali zados- del mo- periféricos caen en una degeneración irreversi-
mento de su rea li zación. Para elegir la mejor ble.
Capítulo
I
40
Mielomeningocele
Héctor Ma/várez y Ma rio Lampropulos
WWW.EL12CIRUJANO .BLOGSPOT.COM
MúsculO Duramadre
Piel Líquido
cefal orraquídeo"",,""'--'~--
Enfoque ortopédico
ción simélrica de la pel vis y el alto riesgo de rigi - Tralalniellto eOIl orlesis
deces posquirúrgicas.
En las les iones bajas ex iste un buen pron óstico Para qu e es tos niños pu ed an deam bul a r y te-
en c uanto a la marcha y por ende tanto las sublu- ner un a vida inde pendien te a menudo es necesa-
xaciones co mo las luxaciones unilaterales o bilate- rio que utili ce n orresis, para lo c ual es impo n an-
rales son siempre quirúrgicas . te que se encue ntren libres de deformid ades . El
req ui sito bás ico es que e l pac iente prese nte un
Deformaci ones de la rodilla: es probab le co ntrol norm a l de la cabeza y un ba lan ce de l
que la rodilla sea la a rticulació n c lave para la tro nco y las ex tre midade s supe ri ores co n fu nc ión
marcha y por lo tan to sus deformaci ones tienen suficielllc para manej a r bastones; ade más , de be n
un gran efecto sobre la deam bul ación ; las más tener un ni vel inte lec tual aceptable y co la borar
frec uentes so n e n flexión (80%). La causa mú s con el tratami e nto.
común es la persistencia de la flexión fija de la La ind icac ión de las ortesis depend e de l nive l
cade ra asoc iada con la posición fetal y con la neurológico de l niño . En ocasione s la indi cación
cx:.\ge rada te ns ió n de la banda ili o{ibial y los is- es influida por otros factores, pero en líneas ge-
qu io tibi ales. nerales puede deci rse qu e para e l ni vel torác ico
El tratami e nto de este tipo de contracturas se uti li zan o rLes is altas co mpensadoras, para e l
consis te en la elongación fi s ioteráp ica pasiva nivel lumbar a lto un a onesis larga con c inturón
con manteni mie nto en fé ru las de polipropilcI1o . pelvian o, para e l ni vel lu mbar bajo ortes is cortas
o yes os se riado s. lo que resulta eficaz en niñ os por debajo de rodi ll a y para e l nive l sacro una 0 1'-
peq ue ños. En caso de que no sea posi ble la co- tesis igual a la <lnterior o ca lzado adec uado. Las
rrección o e l mante nimiento se ind ica la libe ra- ortesis están confecci onadas con materiales m uy
c ión quirúrgica de rodos los tendon es o tran s fe- liv ianos (arti culac iones de alumini o y va lvas de
re nc ia s, y en c ie rtas c ircun sta nc ias, c uand o se poli propileno).
trata de niño s más grandes o de defo rm acion es Es importante tener en cuenta que las Ol·tesis no
severas en fl ex ión, se lleva n a ca bo osteotomías corrigen deformaciones.
femora les. El uso de sill as de ruedas debe desalentarsc,
La co ntractura e n extensión es o tra manifes- salvo para trayec tos muy largos.
tación de estas deformidades, a un q ue e n un por- En es tos pacien tes se observa n fra c turas fre-
ce nt aj e menor de pac ie ntes. El tratamiento ini - cuentes (25%) ante traumati smos mínim os O ma-
c ial co nsiste e n movi lización pasiva y malllcni - niobras fi sQ[erápicas in te mpestivas. El ti empo de
mie nto con fér ulas o yesos; si no es posi ble la inmovi lización dcbe ser lo más corto posible.
red ucc ión se rea li za rá la e lo ngaci ón qui rúrgi ca
del ten dón cuaclricipital y del sartori o.
Planificación llrológica
Deformidades en los pies: las deformi dades
e n los pies se encuentran e ntre las más frecuentes Durante los pri meros tres años la fi nali dad pri-
(63 %) y pueden presentarse como vameq uino-su- mordial , es mante ner intacta la función rena l.
pinado. talo val go, astrágalo verti ca l y pie ca lcá-
neo, lo que de pe nde e n gran medida de los mú scu-
los paralíticos comprometidos. El objetivo primor- Planificación nellroqllirúrgica
d ial de l tratami e nto es lograr pies pl ant ígrados pa-
ra una dca mbulación correcta. El objeli vo ne uroqui rú rg ico de la reparac ión
En los prim eros meses de vid a e l tra[3ll1i cn to es esta bl ece r un medio lo más no rmal po sib le
consistc en manipulaciones suaves y manteni - para los eleme ntos neuraJc s; es lO sign ifica pre-
mi ento en ortcsis ele poliprop il eno o yesos acol - se rvar el tejido ne ural fun c ional , reconstruir un
c hados: debe te nerse much o c uidado con las úl - saco dural he rmético, esc indir todo tej ido epite-
ce ras c utáneas que se puede n produc ir por la fa l- lial ec tópico y cubrir e l defecto co n pie l norma l.
ta de se nsi bilidad. En el mome nto de la biped es- Si hay prob lemas óseos im portantes qu e req uie-
lac ión, de no ser correg ida. se reali zará el trata- ran osteotomías o fu siones es tas operaciones
mien to quirúrgico correspond ien te a cada defor- pueden ser real izadas por e l ortopedi sta co n e l
midad . neurocirujano.
Mielomeningocele 265
Definición Etiología
Historia • Perinatales
- Acc idente isquémico-hemorrágico-an6xico
Fue desclita en 1862 por William Jolm Litrle en
• Posnatales
la presentación científi ca efectuada ante la Sociedad - Traum áti co
de Obstetricia de Londres refitiendo a la evolución - Infeccioso (meningoencefalitis)
naluraJ de niños que sufrieron " ... Ia influencia de
- Accidente isquémico-anóxico
l/na la bor dificultosa, 1110/ parto, prem a lurez)' asfi-
xia 11eol1a1Ol, COI1 relación a las condiciones físicas, En la actualidad la condicionante genética pre-
mema/es y ell especial, eDil sus deformidades ..." natal se considera la causa etiológica determinante.
descripción que caraclerizó la que sería denominada
duranLe mucho tiempo El/fe n l1edad de Lit/le. En
J 897, SigmuI/d Freud la caracrerizó por un cuadro Principales tipos y grado de compromiso
de lras/omos v¡slla!e.~, epilepsia y retardo memal.
Los p¡incipales tipos son:
Atáxico
Tratamiento
Mixto o combinado
El objc ti vo es mejorar la e ri c ie nc ia biolllecáni -
ca del sistema locol11olOr, ente ndi endo como lal a
Fisiopatología de las disfunciones la qu e logra mayores logros.
neuromusculares Dada la característi ca sistémic a, pe rm ane nte e
irreversi ble, debe tratarse en ronn a multid isc ipli-
Espasticiclud ·· ... condición resultante de una naria. Requ iere, además de la ncuroortopedia, la
respuesta aumentada del fe nómeno o reflejo de es- participac ión conjunta de la ne urología, la tisia-
tiram iento dele rminada por la tlexoex tc nsión pas i- tría, la rehabilitación física, la nutrición, la psico-
va de una artic ulac ión.. :", logía y la terapia ocupaciona l.
Parálisis ce rebral y poliomi el itis 269
POLIOMIELITIS
ANTERIOR AGUDA
A~rredo Glferrini
sas. y la even tual difere ncia de longi tud de los rodil la que evite que la arti culac ión se flexione pa-
miem bros infe ri ores. sivamente con e l apoyo). pero e n ge neral se tiende
Po r últi mo se hará co nstar en una planill a la a e limi nar los aparatos.
evaluación mu scu lar, ya sea por un a se mi o logía Las "transfe re ncias" tendinosas se realizan des-
prolija de cad a mú sculo O de grupos musculares pués de los 6 años, eOIl el fi n de contar con la cola-
seg ún s u fu nc ión (f1 exorcs , ex te nso res , e tc. ) . boración intelectual de l paci ente para su rehabi li ta-
La paní lis is de los músc ulos de la columna ción. Se debe tratar de utili zar músculos con bue na
verteb ra l cond uce a la escolios is paralít ica (véase va loración que actúen contra gravedad y resistencia.
ca p. 6). Los descj es se con'igen a veces con operaciones
Antes de los tratamientos qui rúrgicos se inte n- de las partes blandas. pe ro e n otras es necesario
tará ev itar las actitudes deformantes (p. ej ., el equ i- real izar o peraciones sobre e l esqueleto y hasta sa-
nismo de los pies o la fl exión de las rodillas) de cri ticar articulaciones (artrodes is). Se debe intc nt ar
mudo que a veces la imcrvcnción quirúrgica est<Í e fec lUar esta s ope rac ion es después de alcanzada
preced ida por la utilizaci ón de una ortesis. En oca- la mad uración esquel éti ca (de la adol escenc ia e n
siones la Ol"tes i s es defini tiva (p. ej .. una ortesis de adel<tn te) .
Capítulo
I
42
Responsabilidad profesional del
médico en ortopedia y traumatología.
Aspectos preventivos
en el accionar médico
Primitivo Burgo, Ma rio Malfatti y Guillermo P Vicario
WWWEL12CIRUJANO.BLOGSPOT.COM
Comenzamos este capít ulo recordando a Napo- Cl/I/sare {/ O/IV la muerte". el a rI. 94, que d ice: "Se
león. qu e d ijo "El destino de los grandes hombres impondrá prisión de Ifn mes {/ dos aiíos () lI//llla de
es ser juzgados por los mediocres" por eso, des- l/Iil a quince lIIil pesos e iJ1lwhilitach511 especial
pués de analizar la ca lificación de " mala praxis" por 1/1/0 a cuatro anos al que por impmdellcia ()
adoptada por e l uso ante un aero o pníctica méd i- lIe~/;gellcia. por impericia ell .w arle o pnH('sióll o
Co y comprobar que prete nde sig nificar que no se por illobserl'{lJIcla de los reglO/l/elllOs () deberes (1
respondió a las normas del buen arte de c urar, di- su corgo, callsare a otro lIlI dailo ell el cl/erpo o (:'11
sentimos con esa calificación apresurada por cuan- fa salud", yen el art. 106 que di ce: "El que jJll.üe-
to condi c iona a prejuzgar al profesional méd ico re ell pe!i~ro /a vida o /a so/ud de olro, Sea colo-
sin antes demostrar jurídicamente que su accionar cúndolo e1l sifllación de desamparo, sea (lbwulo-
estu vo incurso e n imperi c ia. negligenc i.. , impru - l/ando II su suerte a ulla persona ¡l/capa: de l/oler-
dencia O abandono de perso na como lo legi sla el se y a la que deba I/lClll1el/er o cuidar o C/ la que el
ritual e n e l artíc ulo 84 del Código Pen al que di ce : lIIi.l'1II0 al/tul' haya il/capacitado, será reprimido
"Será reprimido eOI/ prisiól/ de seis meses a lre~; COIl prisióll de dos a seis (lilas. La peno serlÍ de re-
mios e ill!wbifiwciáll especial, ell Sil caso, por cill- clllsión o prisión de lres a die ~ (//IOS si COIIIO COI/ -
co a die:. {/IIOS, el que por illlprudencia, lIegliMcn- secuencia del abandono resultare grm'e dallo ell
cia, impericia el/ su arte o profesión o illObsell'lIl/- el cl/erpo u eH la sall/d de la I'fc:tillla. Si ocurriere
óa de los reglalllcllfos o de los deberes a su cwgo fa lIIuerle. la pena será de cin co a quil/ce ailos de
272 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTOPÉDICA
reclusióll o prisión" y en el artíc ul o 1109 del Có- ración y atcnción quc deben consolidarse en la en -
digo Civ il, que at-irma "Todo el que ejeclIta 1111 he - trevista .
cho que por su cl/lpa o negligencia ocasio}/o /In Es preciso tener en cuenta que esta relación
dai/o a otro está obligado a la reparación de! per- contractual puede ser rescindida por el médico pe-
juicio. Esta obligación es regida por las lIIislI/as ro que és te, a diferencia de l paciente, no podrá
disposiciones refativas (l los delitos de! derecho apartarse en cualqu ier momento, sobre lod o c uan -
civil". do se suponga un abandono que puedo pOller en
Por todo lo dicho y respondiendo a lo referido peligro /a ¡,ida del jJaciellle , como lo es pec ifica el
en el artículo 18 de la Constitución naciona l prefe- artículo 19, inciso 2. de la ley 17.132, qu e impone
rimo~ la calificación de responsabilidad médica. al profesional el deber de co nti nuar con la ate n-
Nadie tiene derecho a declarar culpable prim a fa- ción del pacien te hasta que pueda delegarla en
cie a otro cuando Lodo ciudadano debe ser consi - otro médico o en un centro as iste nc ia l de comple-
derado inocente hasta que se demuestre lo contra- jidad adecuada. En cambio, la rel ación pasa a ser
rio. extracolltractual en los casos de urgencia o emer-
Será el juzgador quien en defin iti va sentencie si genci a en los que el paciente ve limitada su vol un-
hubo o no responsabilidad civil o penal en el JC- tad de decisión y el facultativo debe actuar según
cionar del médico. Para ello deben respetarse las las normas legales vigentes. En estos casos el mé-
normas impartidas por los Códigos de Procedi- dico debe actuar obligadamente sin respetar condi-
mi ento en cualquiera de los fueros. cionamientos de reglamentaciones subordinadas
El proccdimiento comicnza con la dcnuncia y de carácter administrativos.
postcrior demanda que dará origen al juicio: el No decimos nada novedoso si recordamos que
denunciante o demandante reclamará ante la justi- los médicos responden por sus actos como hom-
cia sus pretensiones y en esta circunstancia se le bres y como profesionales . Cu ando la conducta
solic itará al juez la medida cautelar del secuestro del médico como hombre determina responsabili-
de la historia clínica. dad el ele mento subj etivo característico es la in-
Aquí comienza el peregrinar ante lo incierto tención de causar daño, es decir el dolo . En cam-
y dudoso del acto o práctica médica. Se debe te- bio, en el ejercicio de su actividad profesional lo
ner presente que el primer proceso tecnológico característico es la ausencia de una actitud inten-
de gran importancia comienza con la entrevista. cional; sin embargo , debe responder por sus faltas
No perm itamos que el mundo global izado nos en el ejercicio de su arte, a título de la llamada
arrastre al "síndrome judicial del médico", con culpa .
en trev istas de cinco minutos solamente . Para La responsabilidad profesional de los médicos
e ll o debe mos dar com ienzo al acto médico con está contemplada tanlo en el ordenamie nlo civil
el es píritu que nos inspiró a abrazar esta profe - como en el penal; al igual que todas las personas
sión con respeto por cada una de las consignas el médico está obl igado a responder por los daños
q ue respondan a las normas del bucn arte de cu- q ue ocasione a terceros en el ejercicio de su arte,
rar. cuando actúe culposamente.
Todos conducimos un automóvil pero pocos Desde hace tiempo la doctrina es unáni me con
nos detenemos a leer la ley de tnínsito: del mismo respecto al hecho de que ser médico no otorga pri-
modo, los médicos ejercemos nuestra profesión vilegios y a que los médicos deben responder por
pero muy pocos nos in teriorizamos de los conteni- las consecuencias que determi nen sus fal tas cuan -
dos de la ley 17. 132 que rige el ejercicio de la pro- do no hayan previsto lo previsible, no hayan act ua-
fesión médica. do de acuerdo con las reglas del arte o con la de-
Existe UIl vínculo jurídico entre el paciente y el bida diligenc ia. prudencia o tino o hayan caído en
médico y es de carácter contractual. Este contra- la temeridad: en estas circunstancias, y si ocasiona
to, que vincula a las dos panes contratantes (el pa- daño a un tercero, el méd ico debe rendir cuentas
ciente que se compromete a pagar UI1 honorario acerca de ese daño .
y el médico que está obligado a disponer de los La entrevista debe ser paciente, ordenada y sis-
medios idóneos para alcanzar /a curación), se ri- tematizada y para ello es menester no excluir nin-
ge por las vol un tades de ambas partes como lo es- guno de los actos que la componen, a saber. escu-
tablecen los artículos 1137 y 1197 del Código Ci- char, interrogar y examinar. N uestra experiencia
vi l. A partir de entonces se unen volun tades de cu- dictamina que si se respetan estas consignas sin lu -
Responsabilidad profesional del médico en ortopedia y traumatología 273
gar a dudas e n un gran porcentaj e de los e ntrev is- por la cual, reiteramos, es el proceso tecnológico
tados nos ace rca rá e l diagnóstico e n " bandeja de más importante qu e debe mos impl e me ntar en la
piara" . El paciente es el que nos ori e ntará hacia el atención del pacie nte.
d iagnósrico. C uando todos estos parámelros se c umplen II OS
Además, si esc uchamos atentamen te, al enfer- alejamos cada vez más del riesgo de 1Illjuicio.
mo durante el tie mpo neces ario, si lo interrogam os L os médi cos debemos re fl e xionar ace rca dc
en función de lo que nos relaló y realizam os el que esa relación ar mónica no se limita a la rela-
exame n cl ínico sin ol vidm que el paciente debe ser ción méd ico- pacie nte sino que debe exte nde rse a
con sid erado e n for ma integral habre mos obteni do los propi os cOlegas y hacer respetar las condu ctas
los máx imos elemel1los que ¡imiladn la so lic itud é ticas P'Ui.I no ge ne rar suspi cacias e n el paciente
de estu dios comple me ntarios innecesarios que no que pudie ran ser moti vo del com ienzo de una de-
logran otro o bjeti vo que causa r pé rdidas de tiem- manda j udicial .
pos val iosas y grav ita n sobre el presupuesto de la No hay que 01 vid ar que detrás del juicio a UIl
salud . médico siempre hay otro médico .
Solici tar estudios complejos como medida pre- Ha ll egado la hora de hace r un alto en el ca mi-
ve nti va para cubrirse de pro bables culpas y poder no y re nexionar al respecto. de revertir nuestras
ju stificar el acc ionar médico ante una de manda ju- propias conductas y de in stru ir a los médi cos no-
didal res ulla cstérll por c uanto si exam ina mos co- ve les para q ue no la s impl e me nten en el accio nar
rrectame nte al paciente y arribamos al d iagnóstico cot id iano y, de ese modo. corregi r los graves e n·o-
a través de fun damen tos cient íficos d ispondremos res de la comun idad médica.
del arma necesaria para la defensa e n juicio, siem - Recorde mos la m<Í xima de T ho1llas Carly le que
prc y c uando lodo lo exp ueslo se hall e debidam en- prol oga este capít u [o.
te consig nado en la ri c.:ha as istencial del consulLO-
rio y e n la historia cl ínica.
Recordemos lo expresado por Hi pócrares al re- Deberes de los médicos
fe rirse al g ..t! cno: "Cultnto más f ilósofo es el11l é~
dico, más filósof o es, más se acerca a los dioses ". l. Deber di' ohm/' o de brillda r lIsislt'lIcia.
Ell o indica que en la med ida en que el acervo c ul- ") Deber de obra/' shJ demom.
tu ral del médi co se consolide con un espectro am- 3. Deber de obrar enforllla ca l U/cada.
plio de conoc im ientos generales y no se lim ite al 4. Deber de acol/seja r la illl" maó óll.
c.:onoc imie nto estricta llle nte técnico mayor y mc- 5. Deber de abstenerse de aseg ll/'{//, 1111 resul -
j or será el ejerc icio de su profesi ón. lado.
En estos momentos en los que la tec no logía nos 6. Debe r de deriva r al paciente.
abrum a y nos convi erte en tecnóc ratas cabe pre- 7. Deher de i/!/óffl/ ar correcWlI1 ellle a/ paciellle.
gunt arse lo sig uiente: ¿Q ué e leg iríamos para nues- 8. Deher de {/(/¡ 'e/'lel/(;;a.
tra atención: un médi co c ulto o un técnico? L'l res- 9. Deber de solicitar (lUw r;:ación para el tmra-
puesta es que optamos por el médico cul to porque miel1to propllesTO.
ese acervo culw ral le permi tc hum a ni zar su con- [O. Deber de denul/c ior delitos.
ducta méd ica y reconocer sus lim itacio nes: e n 11. Deber de certUicarj'aJlei'illliellfOS.
camb io. el téc ni co avasall a a l paciente con el ma- 12. Debe r de cOI,{ccciollar la hiSTOria clín ica de
nejo de la tec nología de avan z<1d a o lvidando que pacientes ambulatorios o inte rnados.
de trás de tod o eso hay un se r que sufre y requi e re
que se respe te n los principios cleont ológicos de La mejor defensa del méd ico ante una contie n-
justicia (el deber de obrar de ntro de las normas le- da judicia l es la historia clíni ca. s iempre y c uando
ga les que im peran en e l ej ercicio de la profesión haya sido co nfecc ionada correctamente y con letra
médica). beneficieucia (la protecc ión dc l q ue clara. como para ser leíd a por legos. sin si g las. res-
siente. sufre y enferma) y autonomía (el re.... pelO petando desde el e ncabezam iento o proemio lodos
po r decisión de l pacie nte y por ende la obligación los datos del pac iente. los motivos de la consult a y
de informarl o a través del consentimiento iI~fol' los antecedentes heredo famili a res o pe rso nales
mado, q ue debe ser sen cillo, veraz y objetivo). que puedan tener relación con los moti vos que die-
Para que todo esto se lle ve a cabo en forma ar- ron orige n a esa e ntrev ista a la imernación del pa-
mónica el punto de part ida es la ent rev ista, razón cie nte entrevistado.
274 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGíA ORTOPÉOICA
Nunca se debe cOl~fecciollar una Historia Cabe recordar que UBa vez iniciada la de manda
clínica eOIl temor a que pueda dar origen a IlIJ el temor y la incertidumbre acerca de lo que puede
juicio. acontecer a veces llevan a corregir o agregar datos
Además. debe n cOll signarse el día y la hora en que han sido o mitidos o no debidamente consigna-
forma cronológica, COIl firma y sello aclaratorio dos. Esta c ircunstanc ia, que es fácil mente detecta-
que permita identificar al profe sional actuante, so- da por los peritos de las panes aClUantes, por el
bre todo cuando la hi storia es confeccionada en abogado atento y por el mismo tribunal , constituye
centros asistenciales de seg un do nivel de carácter un agravante de magnitud para el profesional in-
público o privado, en los que hay participación ele vestigado,
varios proFesionales. Una hi storia cl ínica desordenada , mal foliada,
El hecho de consignar los diagnósticos presun - carente de conti nui dad crono lógica y con registros
tivo y di fere nc ial hasta arribar al diagnóstico de y evo luciones defi c ientes refleja prima facie una
certeza y de dejar asentada la p"lrticipación de atenc ión poco id ónea e irresponsable de modo q ue
otros profesionales en canícter de intcrconsultores pierde valor como prueba documental o in stru-
consti tuye un eleme nto probatorio, e n e l aspec to menta l en la etapa probatoria del j uic io,
médico-legal y jurídico. de gran re levancia para e l En síntesis , la hi.\'toria clínica es el fie l reflejo
cr iterio del magistrado. de! acciol/ar médico y los reg istros y los comenta-
El médico no debe se ntirse di sm inuido ante el rios que contiene demuestran el e mpeño y la dedi-
en'or diagnóst ico inicial: por el cOl1lral; o, los c rite- cación del médico e n las etapas de diagnóstico y
rios deben orientar, en forma ordenada, al diagnós- u-atamie nto del enf'e rmo,
tico final. Este procedimiento demuestra que ante Los peores en emigos SOIl e/l/pI/ro , la illlprovi-
un caso complejo se arbitraron lodos los medios sación y la omisión de datos eH la historia clínica.
necesarios para aJTibar al d iagnóstico final es pera-
do con el fin de instituir el trata mie nto con'ecto,
Dado que e l acto médico es una obligac ión de Indicaciones en la historia clínica
medios y no de resulLados, si en el transcurso de
la ate nción se presenta una complicación o se Las indicaciones deben segui r nonnaS precisas
produce un acc id ente el profesiona l actuante de- y ser volcadas en el folio respectivo con letra cIa-
be consignarlo claramen te y eval uar probabl es ra y especi ficaci ó n de la fecha y la hora en que se
complic aciones, Este accionar no deja dudas so- las reali za en la pane correspondiente ,1 \ trata-
bre la probidad, la idone id ad y la conducta é ti ca miento farmacológico deben co nsignarse c lara-
con que se act uó e n todo momel1lO, La negaci ó n mente el Ilombre comercial o farmacológico del
de una complicac ión hace presumir falta de ido- medicamellto, la dosis y la v(a y la frecuencia de
neidad de l profesional ac tuante e n relación con administración,
sus pares en c uanto a destreza, habilidad y co no- Nunca debe consignarse "iguales indicacio-
c imientos técnicos y c ientíficos para e l ejerc icio nes" au nq ue el tratamiento instituido no sufra mo-
del arlo de c urar. dificación alguna, Las indicaciones deben re petir-
Siempre debe tene rse presente quc la historia se día tras día con la misma normatizació n, Si el
c lín ica es un docu mento privado qu e co rres ponde u-atumiento sufre algú n ca mbio. se lo debe consig-
únicamente al paciente y no a las in st iruciones ni nar cn e l apartado de " Evoluc ión", e n el que debe-
a l médico y quc ell cualquier mom e nto puede tra- rán exp licarse y funda mentarse los motivos del
duc irse en un instrumento público de relevancia cambio o los cambios del plan te rapéutico,
instituc ional. Por esa razón la hi sto ri a clíni ca no Cabe reflex ionar sobre algunas experiencias
debe sufri r en mi endas ni modificac io nes y si se ha quc condujeron a complicaciones importantísimas
o mitido algún detalle re levante se lo debe salvar que dese mbocaron en la mucrte del paciente,
co nveni entemente para que, en todo momento,
g uarde una relación arm ó ni ca de continuidad cro- Caso J: en un sanatorio de la ciudad de Buenos
nológica e n su evo lución. Las enmiendas deben A ires. luego de realizar una brillante operación un
ser acreditadas por la firma y el sello del profesio- reconocido c irujano consi gnó en las indi caciones
nal actuante y no debe haber espacios en blanco médicas "Ca/manle si ho)' dolor", El paciente re-
para evitar cons piraciones que permitan su adul- quir ió la asistencia de la enfermera del piso y co-
teración. mo éSI<! o bservó que se quejaba de dolor le aplicó
Responsabilidad profesional del médico en ortopedia y traumatología 275
por propia decisión una ampolla de un fármaco La ex presión dd consenti miento pu ede llevar a
que contenía dipirona por tuhuladur:I. Com o el pa- su doc ume ntación mediante un ~sc r i to , que firma-
ciente era alérgico a la misma y este dalO no se ha- do y refrendado por el pac iente o su represe nta nte
llaba consignado e n la hi storia cl ínica. sufrió una legal de val idez a lo a nteriormente expresado: pa-
reacción anafiláctica de ta l magnitud que no alcan - ra e ll o se uti lizar¡Í un fo rmu lario previamente im-
zó a llegar a la unidad ele terapia inte nsiva (UTI) preso que deberá ser completado pero que no libe-
porque murió en el cami no. ra u[ prores ional interv iniente de todas las exp lica-
De l anális is del caso anterior se despre nde que c iones y aclarac iones correspond ienles.
se cometi eron dos errores importan tes : 1) 110 se Si no cumpl e con las consignas descritas en el
hallaba consignado en la historia e/flliea que el presente capíl ul o e l profesional in currirá a falta de
paciente era alérgico a la llipirollll y 2) se i"dicó confiallza médica..
en forma empírica "Calmante si hay dolor" !ÚU La culpa médica surge de la omisión de la
especfficllr el tipo de fármaco a través del nombre respon sabilidad profesio nal que requieren cier-
comercial o farmacológico y sin indicar la vía de tos pres upues tos: lI/W labor lII édica caracterizada
administración ni tampoco la frecuencia. por culflO () negligel/cia. IIl1a relación cOllsal entre
dicha labor y la e..;risteucia de 1111 dailo emergente
Caso 2: en un hospital provinóal había un pa-
y el dano s l~rrid() por el pacien/e.
c ie nt e imemado con plan de suero y sondas na so-
En caso de q ue e l acc ionar de l méd ico te nga
gástrica y ves ica l: el méd ico a -.:argo co nsignó en
e l propós ito del ib erado de les ionar al pac iente
las indicaciones un ar1tiácido 5 cm J . La e nfe rmcra
será cons iderado doloso. En ca mbio , si la les ió n
cargó una jeringa de 5 cm 3 e inyec lH cl fármaco
es prod uclO de la imperi c ia. la negligencia o la
por Oeboclisis. El pacicnte muri ó. La indicación
imprudenc ia. e l acc ionar será tenido por culposo
fue illcorrecta, a pesar de lafalta de idoneidad de
porqu e no hubo in tenc ión ::liguna de provocar esa
la enfermera a cargo, porque no se e.\pecificó la
Ie-sión.
vía de administración.
En co nsecuenci a, lodos los profes iona les médi -
Esto im plica que hl.S normas debe n cumplirse
cos eSliln obligados él ejerce r su práctica con la
en for ma estricta porqu e un error que a l princ ipi o
mayor idoneidad y c uidados solíc itos pos ibles
pudo considerarse trivial tu vo una magniflld tan
considerable que no perm itió posibilidad algu na porque c ua nto más complejo sea e l caso por tratar
de argumentación para sortear el e mbate j ur ídico. más ded icación y c uidados se les ex igirán. La in-
Ambos profesio nales y las dos auxiliares fuero n terco nsulta con superiores o profes io na les de ma-
procesados y sa nc ionados penal y c ivilmente. yor expe rienc ia de be ser la conducta de rigor.
En síntesis. la hi storia c línica es el fie l reflejo Los avances cient íficos y el accionar méd ico de
del accionar méd ico y los e le mentos consignados la hora actual exi gen la asistenci"l multidisciplina-
en e lla, al igua l q ue los co me ntarios y las irlle rcon- ria . Q uien se apan e de estos princip ios se acerca-
su Itas con especialistas, dem uestran e l e mpcño y rá aú n más al e rror de man e ra q ue nun ca debe
la dedicación a pli cados en las d istintas e ta pas del s ubesti marse pato log ía alguna. por más s im ple
diagnóstico y la impl e mcntación de l tratamiento que parezca, y no debe olvidarse que actuar e n for-
médico o quirúrgico . ma prec ipitada y omit iendo co nsign as norma1i za-
das cond uce a graves eq uivocac iones, que la ma-
yor part e de las veces se pagan con el lributo de la
Consentimiento informado muerte de l pac iente a nuestro cargo.
ESlamos transitnndo por el camino de una cicll -
El pacie nte de be conocer e l diagn ós tico o las di - cia fáclÍ ca, lo q ue indica que no sie mpre obtendre-
licu hades que deban vencerse para arribar a él, las mos los res ulmdos deseados y, c uand o esto ocurre.
di stintas sol uc iones terapéutica.,> y los riesgo s o po- es menester implementar todos los esfuel-los del
sibles secuela." del tratami e nto de las d ivers<ls pato- conocimie nto probo y la promoción de co nsu ltas y
logías. Y para brindarl e es ta infomli.lc iún, debe uti - opini ones oportunas q ue d isipen lOdo lipa de du-
lizarse un le nguaje claro que se ad apte a las c Lr- das ace rc a de nuestro acc ionar.
cunstancias y a su nivel intelectua l. La informac ión El mayor e nem igo del éx ito es la soberbia. Va-
se transmitiní durante UIlU charl a tra nqu il a y de ser Ic la pe na recordar 10 expresado por Frank.l in
posibl e con test igos que luego con'oboren los di - cuando dij o : uLa experiencia es una gran escue-
chos del méd ico y que a su vez los interprelen. la a la que los falllos y soberbios 110 asisten".
276 Ortopedia y Traumatologia PATOLOGiA ORTOPEDICA
Confucio dijo sabiamente: "No enmendar 1111 Por el contrario. los simpl es errores di:'lgnós li-
error que se ha cometido es caer en 011'0 error". cos co melidos en casos complejos y dudosos,
S i respeta mos es tos principios no nos precip i- c uando se demue stra q ue los pasos seguidos son
taremos e n el abismo de la cu lpa que muc has ve- correctos. no SO I1 punibles.
ces nos deja como secuela una impronta que in- La obl igación de informar al paciente sobre los
te rfi ere por m uc ho tiempo en Ilucstr¡¡ pníctica co- riesgos del tratamiento y las potenciales comp lica-
tid iana. que genera dudas e inseguridades q ue al- ciones forma parle de l conselltimiento informado
te ran el normal desenvolv imiento de nuestras a que se hizo referencia anteriormente.
o bligaciones y que nos conduce a cometer nuevos En los casos que no son de urgencia se d ebe pe-
errores. dir información médica sobre tratamientos ante-
riores. Las indicaciones del posopcratorio deben
efectuarse por escrito. con in strucciones cla ras so-
El médico traumatólogo y la ley bre dónde debe concurrir el paciente en caso de ur-
genc ia. la fecha de la siguiente consultn, etc. Es
El tratamienro de los paciemes po lilraulllati za- necesario q ue e n la historia clín ica o en la ficha de
dos suelen crear obligaciones vi nculadas con as - atención conste que estos datos han sido l:"omuni -
pectos jurídicos. Un ejem plo de ello consiste en cados y es conveniente que se lo haga constar ba-
los accidentes de trabajo. que con frecuencia de - jo la firma del familiar a cargo del pac ien te o del
term inan secue las. Los pacientes inician acciones' paciente mi smo, en car;íc ter de recibo () documen-
legales. en busca de resarcimiento cc'.'onómi co. y tación q ue realmente acredite que fueron co muni-
los tribunales requieren la historia clínica como cados.
medio de prueba. As im ismo. el médic o inlcrvi- No hay que dar altas apresuradas: d llamado
niente puede ser citado corno testigo de las disca- ··giro día ca ma" puede se r mal consejero para el
pacidades producidas por el acc idente. incrimina- médico. Si el caso es dudoso el pacienle debe per-
do por mala praxis o consultado en forma indepen- manecer en observación y si Si! le da el alw es obli-
d iente por la juslicia como perito. gatorio implcmentar el contro l domiciliario, tanto
para los pacientes de instllm.: iones públicas como
para los de instituciones privadas. No se debe ol -
Exigencias vidar que la responsabilidad es illlle/egable y que
exi~lc un con trut o. de manera que los conflic los
Los peores enemigos son el apu ro y la o mi sión admini strati vos potenci ales Jeben canalizarse por
de los datos en la historia clínica. med io de una consta nc ia escrita oe las autorida-
El médi co tiene la obligació n de es tar bien in- des . La carenc ia de medio s es una constante de
formado y at:lualizado: no debe utilizar aque ll os nuestra época. Estas faltas se denen comunicar y
procedimientos novedosos leídos durante la última re iterar a las autor idades correspondientes con la
noche en revistas médicas. solici tud de evacuación inmediata de los enfermos
La obligación de establecer un diagnósti co a los que el lugar de atención no ofrczca las garan-
<lcenado surge del celo. e l ti no y la d ilig encia tías mínimas: se rcgistranín l~\ hora y el día del pe-
puestos e n esta e tapa. Si el error surge de ha ber dido y se notificará inmed iatamente al jefe.
seguido en form a inadecuada los pasos del diag- La práctica hospitalaria lleva a delegar algu na s
nóstico habrá JlegligeJlcia~ así. e l hecho de no responsab ilidad es en el equipo tratante: por esa ra-
pensar en la ex istencia de lesiones asoci ad as en zón. el cuid ado de estos enfermos debe ser solíc i-
los pacientes poJitraumatizados puede originar lO y el méd ico debe actuar con particular precau -
responsabilidad. por ejemplo. saber que el pa- c¡ón en c uanto a 10 expresado acerca de la indele-
ciente ha caído desde un andamio con fracturas g~lb ilidad de la responsabilidad.
dc ambos calcá ne os y no invest igar la posibili - Ex iste el debe r de supervi sar la admini s tracü'lI1
. dad de fracturas d e la co lum na dorso lumbar. Es de medi camentos con un regi st ro .a decuado en la
necesario exigir radiografías amplias y complc- historia clínica por parle del personal de en ferme-
las. rech;aar las insuficien¡cs y de mala técnica ría. Si no consta que una medi cación ha sido sumi-
y solicitar nuevas placas. Asim ismo. las interpre- nistrada se dejará cO llslancia de ello en la historia
taciones erróneas de las radiografías pueden dar del pacie nte y también se regi stnuán las medidas
lugar a negligencia. implcmemad<Js p¡lra ev itar la re iteración d e l pro-
Responsabilidad profesional del médico en ortopedia y traumatología 277
blema: hay que reco rdar que en este sent ido l<l te. sin el debido conocim iento de las circu nstan -
confianza es mala consejera. cias y sin la presencia del médi co responsabl e del
El médico tiene el deber de atender al paciente tratamiento, son injustas y des leales y consti tuyen
cuando éste lo requiere. En este punto se plantean una instigación que abre el camino a potenciales
di sti ntas posibilidades cuando el médico li ene lis- demandas. Las actitudes y los gestos forman parte
tados bajo su tutel,",. Por ejemplo, e l Gobierno de de lo expresado.
la Ciudad y las obras sociales estarían obligados a
la asistencia por su contrato; en caso de que los en-
fe rmos no cumplan con las consignas se lo debe Relación médico-paciente
ac reditar en la hi storia clínica y se deben promo-
ve r cons ultas. Si el paciente pCI1cncce a sistemas La masificación de la medicina implica la des-
prepagos éstos habitualmente noti fica n al médi co humanización de esta discipli na. La. tran sforma-
que no tienen exclusividad, de modo que en casos ción del paciente en ti empo, limita y deteri ora su
exce pcionales éste podrá declinar su atención . En relación con el médico, que deja de ser un proceso
l:.1 prúctica pri vada. y no tratándose de casos de ur- enriquecedor en el que médico y paciente inter-
gencia o de ri esgo vital. e l médico está en li berlad cambian información acerca del motivo de la con-
de aeeplar o rechazar la atención de determ inados sult a y sus circunstancias, para converti rse en un
enfermos. examen nípido y superfi cial acompañado de un frío
Cuando el cirujalw ope ra a un paciente no pue- papel que representa una prescripción o una orden;
de delega r respon sabilidades en otro médico. sal - no se pregunta, no se responde y en tonces se su-
vo ex preso consenlimiento del enfe rmo: el c ontr~l mergen en un cono de sombra las circunst¡lI1cias.
to es personal. La enfermera tampoco debe practi- los antecedentes, el buen examen y el sal udable
car curaciones de las heridas quirúrgicas, como se di:ílogo que ayuda a aventar las divergencias que
observa con cierta frec uencia en algunos serv icios generalmente se instituyen en la primera relación.
hospitalarios: de moclo similar, el personal de en- Deberemos sacrificar tiempo y descanso para
fermería no debe retirar dre m~ cs . extender nuestro diúlogo a fin de enriq uecer nues-
Final mente. la prev isibi lidad de todas las con- tro quehacer. El buen profesional no es bueno
sec uencias qu e el accionar del méd ico o las com- sólo por lo que sabe sino también por el sentido
plicacione s pueden determinar constituye una par- humano que le da a su profesión, por su capa-
te esencial de este complejo capítul o de la respon - cidad de comprender)' adaptarse a las circuns-
sabilidad profesional. tancias que le toca enfrentar y, finalmente por
la preocupación y el celo que demuestra en ca-
da uno de sus actos.
Conducta médica La humi ldad unida a una gran carga de pacien-
cia y toleran cia permitirá comprender las desven-
Las críticas de otros médicos y de personal au- turas y las angu sti as de quien acude a nosotros en
xilim so bre ellratamienlo recibido por un pacie n- busca de una solución.
Sección
I
3
.
T RAUMA
WWW.EL12CIRUJANO.BLOGSPOT.COM
Capítulo
I
43 .
Generalidades de traumatología
Guillermo Vásquez Fe rro
Se denomina traumatología a la rama de la En general las contu siones sólo se tratan con
ciencia que se oc upa de conocimie ntos re laciona- r~p-QsQfunciollaJ, frío loca l en las primeras ho ras y
dos con los traumatismos y con los efectos que és- presc ripción de an'!!gésicos y antiintlarnatorios.
lOS producen e n el organi smo. Traulll,uj sIllo es un La necesidad de inmovilizar
--- ~ - el se2:llle ntQ afee-
~
término ge ne ral que comprende LOdas las con se- tado c!!:: penderú de la mag nilUd de la lesión.
cuencias ¡mem as y externas derivadas de una vio-
lencia exterior.
El erecto de los agentes traull1¿íticos se denomi- Heridas
na !csión. Según las características y el tipo de te-
jido afectado hay varias clases de las llamadas " le- Se denom ina de c~aa manera a las lesiones trau-
sione s fundamentales". ¡¡ saber. heridas. esgulIl - máticas m:ornpañadi.1S de soluc iones de conl in lli -
ces. luxaciones y fracturas. dad de la piel. Existen diferentes tipos de heridas.
Las heridas abrasims. también llamadas exco-
ri m.:iones . .son producidas por el ras pado o desgas-
Contusión te de las capas ex tcrnus de la pie l. Estas lesiones
son infecladas con fa c ilidad por los gérmenes que
La contu sión es una lesiónpostc ri or a la acción acompaílan a los cuerpos ex traños que entran e n
de un a.gente ...!.ralll11Útico en la que la piel resiste contacto co n la superficie excoriada y por lo lanto
pero los tejidos subcuti.Íncos su fre n desgarros y ex igen una perfecta limpi eza con agua y jabón, y
atriciones de mayor o menor cuantía, según la in- la co locación de curaciones locale s con todos los
tensidad de la fuerza vulne rallle. El dolor local es requisitos de la asepsia.
el sínt o ma fu ndamental. mientras q ue el ~am cn Las heridos iflcisas son ocasionadas por la ac-
de la zona are<:lada suele mos trar edema y Illlne- ción de un objeto ti loso cortante. Estas heridas
f~l, a veces acompafíados de t!x u'a vasación de fienden a sangrar r<Íci lmcllIe deb id o a la lesión de
sangre i.I los tejidos ci rcu ndantes (l1.f!natom<l). El los vasos subcutáneos pero en general son mi.Ís lim-
heJ11;1[orna puede ser profundo y no ob.-:crvarse a pias y menos propen sas a infectarse porque la in-
si mpl e vis ta pero con la palpudón la acumulación troducción de sustancias eX II'añas en e lla s es menor
sang uín ea puede tornarse eviden te co mo una zona y la misma hemorragia tiende a an'astral' esas sus-
f1uctuallle sec undaria al des<lrrollo de una co lec- tancias a l extelior. Si la herida es reciente ( menos
ció n hemática. En muchas oc asiones esta san gre de seis horas) y no hay elementos nobles cumpro-
ac ulllulada debe evacuarse por punció n o por dre- mel idos se la puede celTar media nte sutura. previa
naj e quirú rgico. inspección y limpi eza de la zona circ undante.
282 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
(
( ~sguinces~_
ciones se ll aman puras cuando ex iste.!l..eviden cias . ~eriarticll l ar~s que también limitan la fun ción de
de lesión ósea concomitante º- fraclUra-lu xacio- la artic ulación. C uando la lu xac ión articular se re-
.!}Ss cuando se a~o m pai1an del arrancar~~ c nt o produce con frecuencia por trau mati smos cada vez
~se o el.!! alg un ~ de los rebord es art icu lares. Si la menos intensos estamos frente a una luxac ión re-
~ ida de la_rel~l c ión .articu lar no es co mplfta se cid ivante que indi ca la persistencia de la ruptura o
denomina st~ blux ac i ón. En gc neral las lu xaciones una desi nserción capsuloli gamentaria.
traumát icas son producidas por el mi smo Ill CC<I - Además de las lu xaciones traumáticas, que son
~i~o que los e~guinces art iculares , pero en es te las más frecuentes, ex iste la luxación co ngénita.
caso se necesit a un traumatisn19 -Blás violento que como su nombre 10 indica. se debe a alterac io-
que venza la resistencia de los elementos de con- nes congéni tas de las superfici es artic ul ares.
te nción de las arti culaciones. Por ell o, para' qu e Las luxaciones palo lógicas sc producen cuando
una lu xaci6 n sea posible se req uiere un Lmpo rtan- las superfi cies articu lares se hallan alteradas o des-
tuesga rro del aparatQ capsul oligamentario pe- truida s por afeccioncs de v~ ri ada etio logía.
riarticular.
Toda luxación traumát ica va acompañada de
- -
dolor agudo, deformi dad -- articular
-. característica.
I~os i c i ón de la extrem idad t(pica de cada tipa de Lu-
. Fracturas
x_ación y acentuada im otencia funci.C)J1a l. La fractura puede defi ni rse como ulla ~ol ución
La mayor parte de los casos se presentan co n de continuidad en un hueso pl:5!<l ~c id a bruscamen-
. _-_ o - -
co ntractura mu sc ular refleja . Muchas veces la te por una viol encia extcrior o por una contracción
pérd ida de la relación articular no rma l trae apare- mu sc ulaflntcnsa.
jadas compresiones vasc u la res~'lrcs i as o ará- Es ta definición no inc!.!!yc las ll amadas frac-
lisis nerviosas . Si bien en 111uchos casos la luxa- t!:!.ras eSJ2Qnuíllcas, qu e como su nombre lo indi-
ción puede diagnosticarse co n el c~ 1ll e n clínic:.o, ca se producen s in la mediación de un age nte
nunca debe om itirse el examen radiográfi co por- tra um<Ílico. Estas les io nes pres uponen la presen-
que confirma la les ión y pone en ev ide ncia o des- ci a de un a importante éllt eraci ón preexistente en
_.
carta les iones óseas coexisten tes. De ig ua l mane- el g ueso, de variad a et iología y que debilita de
ra. se debe efectuar ulla rad iografía srcdu ccjón ta l for ma e l ' tej ido óseo que éste puede ceder
~
para confi rmar e l retorno a la congruencia art icu- frente a un traumati smo mínimo e incluso en au -
lar normal. senc ia de un trau mati smo. En este caso, co mo la
Si bien el t1~ 1lli e nt Q y.la técnica de reducci ón es tructura del hueso es patológica, ta mb ién se
de la luxac ión son específi cos.-s!.e cada articula.: !labia de fract uras prllológicas, las más frecue n-
ción, en términos generales puede dec irse que la tes el e las cual cs son las que se produce n so bre
reducción debe efect uarse lo más tcm rano posi- tumores óseos primit ivos o sobre huesos a fecta-
Q.!e, de preferencia bajo anestesia g~nera l , no sólo dos por lesio nes metastásicas.
para eli minar el do lor sino también para obtener El ritmo agitado de la vida diaria, el aumento
una perfecta relajación musc ular. indispensable del t.ránsito ve hicular en las grandes ciud ades, la
para la eficac ia de las man iobras de reducCo:ión. difusión de los deportes y la indusLrialización SO I1
Co n estas manio bras, qu e ti enen que ser suav'es las principal es fuentes de los traumatismos que ge-
para ev itar compli caciones traumát icas agregadas, neran las fracturas de los huesos.
se debe tratar de log rar que el extremo luxad o re-
corra el mi smo camino en sentido in verso al que
tuvo que recorrer para luxarse. Una vez I ~grada . la Clasificación
recl':!..cción habrá que i n~ i li zl\r la cxtre mi d~\d de
la manera más conve niente según la art iculación Scgú n el mccanislllo trUllmático que las origina
afectada, la edad de~ paciente y el pos ible ri esgo es clásico qu e las fraclllras se di vidan en cLirectas e
de una nueva rel uxación. indirectas.
Las complicaciones llul1ediaras dc las luxacio- Lns fracturas por cql/sa directa son las q ue se
~ en general so n secundarias a la co mpresi ón de prod llce ll en la zona de aplicación del agcnte vul -
ele menlOs vasc ul ares y nerviosos veci nos. Las ~lcrante. (p~oycct il. bastonazo, coz de caballo) y
comp licaciones tard ías más frecuentcs son las J i- son com unes ~ n el cráneo, la f ar8 y las f~l anges de
gj de~c s artic ul ~'es y la apari ción de o~ i fic acion es los dedos.
Generalidades de traumatología 285
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Silltomatología y diagnóstico
Fig. 43-5 . Clasificación de las fractu ras según el tipo
de trazo.
Los antecedentes del traumatismo. su intensi-
dad y demás característi cas son dat os val iosos que
deben te nerse en cucnta. Si el traum ati smo ha sido
Otra foon u de cl asificar las fr acturas, sobre 10- insignifi cante y no guarda relac ión con la mag ni -
do las d~\ri as de los huesos largos. e~~g úl] la tud de la les ión primiti va, hay que pensar en una
direcc ión -que adopte el t}'<lZO fracturad o. frac tura patológica.
Lasfraclllras IrallsverSllles son aque ll as en las El 2010r. que es el síntoma pri mord ial y es
cua les ellrazo es perpend icu lar o cas i perpen dicu- prác ti camcnte con stante, e n general es espontáneo
lar al ele long itudina l de l hueso. En general la s u- pero se ace ntúa ante c ualqui er intento de mov i-
perficie de l trazo es irreg ular o de nte linda. Los tra- miento.
zos transversales li sos sue le n observarse en las Es comú n qú'e e l paciente refiera haber semido
fracturas pat ológicas. un cruj ido o chasquid o en el momento del tra uma-
Las !rEcIuras oblicuas pueden se r cortas c uan - tismo. La impote ncia funcion al está casi siempre
do la obli cuid"ld es me nor de 45 grados y se com- presen te pe J'O p1:'cde ser mínim a en las fra cturas in-
port an en forma simi lar a las tran sversales. Si la comple tas.
obli cuidad es mu y ampli a se dcspl <.tzan co n fa cili - A l exa minar obj eti vamente al enfermo es pos i-
dad y cuand o llevan casi la direcc ión del eje del bl e obse rvar un a tumefacción e n la zona del trau -
hueso se de nom inan longitudinales. matis mo que c~s i sie llJQ!e va aco mpañada de equi -
Las fi!.fclllras eSIJiroideas se caracteri zan por n~os i s o he matoma loc.fll. La equimosis puede ser
tene r un tl~ZO de dirección he licoidal , se producen inm edi ata y e n este caso, junto co n las excoriacio-
por m ~ cani s m o de torsión y afectan sobre todo la nes y fli ctellas, es consec ue ncia de la acción local
tibia. el húmero yel fém ur (fig. 43-5). del ageme vulneran te. Sin em bargo, ta mbié n pue-
o Una dife re nc ia fundam ental debe establece rse den aparecer equimosis tardí~s (cuatro o cinco
entre las fra cturas ce rradas y las frac turas ex - días des pués del acc ide nte) y en estos casos se vi n-
p ~l estas o abiertas: Las fra ctura s co mpletas no se culan con el he matoma del foco fracturario que se
li mita n pura y exc1u!>i iví1mente a la les ió n de l tej i- ha abie rto paso a través de los tejidos y se ma ni -
do óseo . La frac tura s ic::mpre es aco mpa ñad a, en fi esta e n la pie l.
me nor o mayor grado. por l~ sion es simultá neas Las d~ forma c i o n e.fi, a veces fác ilmente percep-
de lo s tejidos bl andos pcriJ'racturarios. Se hallan tibles, se relac ionan con el grado de desplaza mi en-
a rectados el periost io co n sus vasos, la s masas to de los fragme nlOs. Hay al gunas qu e son típicas,
mu sc ulares vec inas y en ocasio nes vasos y ner- como el acol1am iento y la rotac ión externa en las
Generalidades de traumatologia 287
frac turas del c uello dcJ fé mur y el dorso de tene- n1lnciu magnéti ca, las venografías y las artrogra-
d_or e n l~" frac turas de la muñeca. fías , entre otros estudios.
C lásicamente se desc ribe n varias maniobras lo-
ca les para detec tar las frac turas, como la búsq ueda
de movi lidad anormal O de crepitación debida al Complicaciones
frote de los extrem os fracturarios O la ex ploración
del dolor provocado por presiones e n diferentes La fract ura de un hueso deter mi nado puede ser
puntos. La real ización de es tas maniobras genera la única consecue ncia de la acc ión de un traum a-
molestias importantcs en el paciente y los datos tismo. Olra s veces las fracturas pueden ser múlti -
pos itivos qu e pueden obte ne rse no ti e ne n valor su- ples (poli fracturas) y en el caso de los traumatis-
fic iente como para permiti r la prescindencia del mo s viole ntos y de gran envergadura, como los
examen radi ológico, cuya realización es dc rigor producidos por acc identes de tnl ll sito, puede haber
ante la mín ima sospecha de les ión fracturari a. un gran número de les iones asociadas e n zonas ve-
El e~tudi () radiográlico no sólo es útil para con- cinas o di stantes como el nán co, el tórax , el abdo-
firm ar el diagnóstico de fractura si no que tam bién men o la pelvis. En estos últimos casos hablamos
permite observar las c a racter ís t i c a ~ de ésta, como de un paciente po litraumati z¡¡do, que debe se r
por ej em pl o [a di rección ele los trazos, el número atendido con suma urgencia por un equipo mul ti -
de fragmenlOs y e l grad o ele desplazamiento de es- disc iplinario entre nado, que dete rmine las pautas
(Os. Con todos estos d~lt os se podrá diagra mar me- de manejo y las pri oridades de l tratami en to. El
jor e l plan de u·atam iento que se llevará a cabo. En centro asi stencial de berá contar con la infraestruc-
los traumati smos de las ex tre mid ades debe oble- tura y el equipo básico necesarios para la atención
nerse C01110 mín imo e l llamado par radiográfico, de este ti po de paci entes.
es decir radiografías en dos plan os del es pacio. de Una de las complicaciones serias que suele n
frente y de pe rfi l; aparte de estas dos proyecciones aco mpañar a los P91 itrau mat islll os y a las fracturas
existen otras especiales e n relación con las di fe - e~puesta s graves es cl 's.hock;'quc general mente es
rentes zonas por examinar. provocado por una brusca disminución de hl vo le-
En los traumatismos de las extre midades de los I~!ia O causa de una hemorragia externa o por ex-
niños puede llegar a confu nd irse un probable!fazo . !!"avasac ión dentro del organ ismo. El pacien te se
frac turario con la i ~agen deJos cartíl agos de I.:rc- presenta pálido, con las extremidades frías. taqui-
c it11ie~Ho. En estos casos c~ 1Ve ni e ntc _sacar la c_árdico e hipotcn so. Si hay ev ide ncias de un vaso
I!l isma radjografÍ<í~1 lado s~ .) san grante se de be coh ibi r de inmediato la hemo-
No hay que scr fützqoin"'O y e mplear placas ra- rragia, reponer la volem ia y poner en marcha tod9S
·diogn'ificas pequeñas li mitadas a b zona más ev i- los mecani smos de tratamiento del shock.
dente del traumatismo. Las placas deben ser del Las (nlc tun.l s ai sladas pu eden te ner complica-
tamaño necesario para abarcar la artic ulación pro- ciones inmediatas o tardfas. Las ~n mediala s pue-
ximal y la di stal al foco de la fractura. Así se ev i- de n ser de orden gene ral como la t;.!lIbolia grasa
tarú que pasen inadvertidas lesiones distantes, co- que se produce por la psnetración en el tºrrente
1110 la lu xac ión de la cabeza del radio que puede st!!!g u ín e~ de pequeñ as gotas de grasa de l 1"01.:0 de
acompañar a una fractura de la diáfi sis del cúbito. rl2ftun!. Estas gotas de grasa. al Jleg..QLaJQs capi-
Lo mismo sucede con los traumatis mos de l tobi- lares pu lmonares. pueden desiltar el c uadro de.!m-
llo, que pu ede n asociarse con la fruclura del pero- bolia pul monar grasa con abundante expectora-
né en su extremo proxi mal. Además, una visión ción hc rnopLOica y cianos is asociadas con pete-
panorámica del hueso fracturado nos proporciona quiado facia l y evelllualcs altf;:rac ioncs del estado
una noción cabal del eje, la angulación, el acorta- dt<..conc iencia.
miento, e tc., de la extremidad. La s complicaciones locales inmediatas son
En Illuchos casos e n los que el diagnóstico pre- consecuencia de la lesión de clcrnen los nohlcs de
ciso de la lesión se lOma más comp licado (fractu- la vecin dad , como vilSOS Y ne rvios. Las lesiones
ra de la col umna>- fracturas de la pelvis) existen \'llsc/¡{ares más imponantes son las ageriales, que
métodos modernos de diagnóst ico por imágenes pueden producirse por contusión y herida de la ar-
q ue se utili zan en fo rm a compl emen taria, C0l110 teria por un rragmento óseo o en ocasi ones por es-
las rad iografías contrastadas, las t0.!!l0grafías COI11- pasillos arteriale~ rcllejos qu e. si son pro longados,
puta rizadas y lineales. la ~entellograría. la reso- puede n acarrear lesiones irrevers ibles.
288 Ortopedia y Traumatología TR AUMA
Las lesione.\' de los nen'ios tambi én pueden ser posibi l ita que e l enfe rmo. au nque sea en fo rm a
---- --
di rec tas. debidas a co mpresión por los rrag melltos,
o produc id as por un mecanism Q de i .~~lia.
Las compli caciones tardías de las frac turas
parcia l, retome sus actividades hab ituales e n un
período te mprano ele l u·atam ien to.
~lalla de fibrina q ue act uará co mo sostén para hl n ~o n del c:aleio sé ri co de~ rán la conso lid a-
r..enet rac ió n de un t~jido de gran ulación prove- ció n. No obsta nte, en los pacientes frac w rados
ni ent e de los tejidos que rodean e l área les iona- sa nos y en condi cio nes normales de alimenta-
da. Además de intervenir en la organi zac ión del ció n la admini st ración de c,llcio, fós foro o vita-
coágulo descrita, la hiperemia ta mbién produce min as no influye en la ve locidad de co nso li da-
una descalcificación de los extremos óseos y Jos ción de la fractura. También ex isten variac iones
pequeños frag mentos q ue queda n sin conexión indi viduales en los plazos de consolidación po r
pe ri óslica o vasc ular son r~a b s orbidos por e le- efec tos desco noc id os.
men tos osteoc lásti cos. Los osteoblastos de la ve- Las condiciones locales del foco fractura rio.
cin dad va n formando sustancia osteoj d~ q ue va as í como los diferentes ti pos de fracturas, modifi -
oc u(?ando e l espacio in terfrag memario y une am- can los plazos de consol idación Una fractura de
hQs ex tremos óseos co n hueso espo njoso y blan- mucha oblicuidad-o es pi roidea tiene mayor área de
do, lo que da lug ar a un c<,!.lI o primario o pro vi- conlacto entre las superficies cruentas que una
sio nal qu e ca rece de la so lidez necesaria para so- fractura 1ransversal y por ende la consolidación se
porta r la ex igenci a de la fu nción. Este callq pro- - es tablece el} }nenar tiempo. Ta mbi én se sabe que
visional s_ufre un proceso de_transforrnasión y en un foco de fractura hay ruerz:as de impactación
remodelado durante el cual se refuerza n unas qu e ace leran la curac ión y que ésra es retras¡lda
panes y se reabsorben otras, con una orientación por las fuerzas de tracc ión o diastasis.
de las trahéc ula s óseas en Ull sen tido funciona l Co mo ya hemos vis to. e n~oce so de rcpa-
seg ún las líneas de fu crza: de esta manera se fo r- ~'a ción ósea intervienen la hiperemia focal .Y la
ma el c{1I10 óseo Éefini tiv'1.. se reab re el conduc- r..rol iferación vasc ul ar el: e l tejido de granula-
to med ular y se refu erza el ca llo intermedio en- ció n; po r lo tanto. para qu e el prQceso se desa-
tre las cortica les. rro lle norma.!!lle nte se requiere una irri gació n SlI -
Después de un a inmovilización adecuada el ¡¡c iente de los fragmclHos. Si uno de los~9-
diagn ós ti co clínico de consolidación se sospecha mentas está poco irrigado la consolidació n es
sobre la base del tie mpo transcurrido desde el mo- más leD la-y si am bos es tán poco vascu lari zados
mento del trau!TImisl11o, la desaparición del dolor. I¡¡ lentitud es au n mayo r. En consecuencia. se de-
la a.usencia de movilidad anormal y el rc.stablec i- be evitar en lo pos ible toda maniobra o proced i-
mi ento de la func ión. miento quirúrgico qu e dé como resultado la des-
Los signos radiográficos son los más confia- tru cc ión de la c irculació n de los fra g metHos por-
If lcs. Al princi pio co mienw n a v i s ualizar~e áreas que de no ser así se retardará la conso lidación
de calci ficación en el callo ime rfrag mentari o que po r ca usa iatrogé nica.
se vanextendie ndo a med ida que avanza el proce- Los P!..ocedim ien tos qui rú rgicos dc_estabUiza-
so. También puede observarse un puente ex terno ción de fracturas a cielo ccrmdo sin exposición del
de callo qu e une los fragmentos. Cuando las frac- roca -fracturario perm iten unu consolidación mús
~Iras ya están bien consolidadas se ve un 9~1l0 de nípida que los proced imientos a ciclo abi erto, en
mayor densidad que el hueso norn1;11 y calcifi cado los que inevitablemcnte se el im ina el hemaLOma
de un modo unifolme. Tamb ién aparecen trabéc u- frac turario y en mayor O menor grado se Icsiona la
las óseas co ntinuas que atravi esa n el foco uniendo circulación perifracturaria. La i~(lI1 ~ca l es
uno y otro fragmen to. otra causa del retraso de la curación de l foco de
Ellie~o necesario pa ra que una fractura lle- frac tura.
gue a su reparación es v,!lriable. Hay c iertos fac -
tores q ue infl uyen en I¡¡ veloc idad de co nsolida - CO/lsolidación vióos(/; cuando una fractu ra se
ción. La cEad del I2ilc icntc es fu ndamental. Así. inmov iliza sin realizar prev iamcntc una reducción
la fracllIra de un mismo hueso qu e en el rec ié n adec uada se llega a la co nso lidac ión. pero en es te
nacid o demandará de dos a tres se manas para caso se habla de una fract u'ra mal consolid ada O de
co nso lidarse. necesitará má s ti em po en un ado- co nso lidación viciosa (lig. 43-6). Si se detec la el
lescente. má s en un adul to y m{¡s aún en un ge- defec to de alineación cuando e l cé!llo_tQdavía es
ronte. ~l ando o maleable puede lograrse la c~rrccción
Ciert os trªs torn os del es tado gene ra l. como la por Il'!..edi os incru entos. pero c ll ~lIldo la conso li da-
caqu exia. o los es~ado s de carencia del tipo de ción es tOlal u ósea la rtE<llincación sólo es posi ble
las avi taminos is. la hipoprOle in cmia o la <!ism i- po r medi os quirúrgicos.
290 Ortopedia y Traumatología T RAUMA
" '-.
::-v
Cabalgado Angu lación Coxa 'vara Rotado \Sinostosis
y acortado diafisaria postraumática
Clasificación
,, ,,,
,
,, ,,
,,,- v--
,, ,, '\,, I En la literatura méd ica ha habido mu chos in-
tentos de clasifica r las fract uras expuestas (Cau -
,,
,, ,, ,
,,, ,, ,,, choix, Dupare, All gowcr, Gustilo, Tschern e, Lan -
"" ,,' ,, ge, ctc.). La clasifi cac ió n mús aceptada hoy e n día
,, ,, , e n la mayor pmte de los grandes ce ntros especia li -
,,,",,, "" ,, 'i.
: I!í;::::::: zados en lra umali:smos cs 14 de G ustilo-Andersson
.-
"" ,, ,, ( 1976; modi ficada en 1984) (cuadro 44· 1). Según
:, ,'' "" eSla c las i ocac ió n cSlas frac ru ms puede n ser de ¡res
,, ,,"",, :, '' ti pos :
,, ,'
"",, ,,, , ,,, '
, , , T ipo 1: he rid a cután ea ca usada por un' mec¡¡¡üs-
,,' " \)-v - mo qu'CaC tITa de ade ntro hac ia afue ra, me nor
de 1 c m, inc isa y re lativa me nte li mpi a , co n le-
s i~n escasa o nu la de las parl es blandas y sin
Lesión úsea
Herida Cmll(lllli ¡llIciá" Lesión de partes blandas (JI"(/glllell/o.~ )
lil A Mayor de 10 c m Herida contaminada Grave con pos ible cobertura cutúnea Conmin uta
III S Mayor de 10 cm ¡Ierida contami nada Gr;¡vc con pérdida de cubcrtllr:I cut{mca Conminllta
Requiere colgajo
Conminuta
li le Mayor de 10 cm Herida contaminada Le:-iión vascular
Fracturas expuestas y lesiones graves de las extremidades 295
10 que también hay s~vera conminu c i6 n e ines- ~psi s .La frecuencia de estas lesiones, segü n dis-
tabilidad del segmento óseo invo luc rado. Se tintos autores, oscil a e ntre el 30 y el 90%.
subdi vide n en tres subgrupos:
lIT A. Herid ~ graves asociadas con fracturas
cOll mill ulas graves o fracturas segm e n- Tratamiento
ta rias qu e a pesa r de presen lar severas
les iones de las partes bland a s asociada s La s fr~ ra s expuesta s deben ser tratadas .den-
(piel, tejido l:e1ul a r Subl:u láneo, apo- ttO de las ~ei s horas de producidas, salvo que exis-
ne uro sis. mú sculos . pc riostio , e tc. ) po- ta n circ u;;tanclas que no hayan pe rmitido reso l-
seen ull a cobertura adec uada del fo co ve r los probl e mas sisté mi cos y qu e supongan un
ó seo . riesgo para la vida del pacie nte. Ames de co nside-
III B. Es tas he ri das se caracteriza n por un com- rar el tratamiento e specífico e indiv idual de cada
promiso severo o pérdida de partes bl an- caso se deben anali za r y eva luar los sig ui entes
das, con una importnnte fractura conmi- factore s:
nuta y ex posición ósea o pérdida seg-
me ntaria. La contaminac ión es mas iva. a) Cond iciones generales del paciente: edad, e~ta
Luego de l tratami ento de de bridamiento do gene ral (shock , hc morragia, presión arterial
y desconta minaci ón, es preciso ap licar y ve nosa , dolor, elc.) y gra_vedad d~ las lesiones.
col gajos o inj el10s de piel a fin de c ubrir b} Condiciones local es: extensión del daño de tas
el foco óseo. partes blandas, tiempo tran sc urrido e ntre el
111 C. Estas fn.ll: luras se asocian con lesione s mome nto en que se produjo la !csión y el co-
a rteri a les y nerviosas que necesitan _repa- mie nzo del tratamie nto, tipo de frac tura (esta-
ración independiente mente de l grado de °
ble inesl<.Ible, forma de tra zo, etc. ) y~ex isten
lesión de los lejidos blandos adyacentes. cía o no dc l e~'i i o n es vasculares o nerviosas pe-
ri féricas asociadas.
Langc y col. ( 198 5}) modificaron la clasifica-
c ión-anterior al agregar"el concepto de am putación
txaumática de ntro de las f@c tu ra ~d ~ lipo 111 C, Principios terapéuticos
"'- En las frac turas ex puestas la lesión m1erial que
necesita re paración inmediaUI (lo idea l es que se la Tratar toda fractura ex puesta como um\ urgencia.
[leve a cabo en las primeras cuatro a seis hora s) es Dirigir la gvaluaci ón inicial hacia el diagnósti -
una de las dos causas más importantes de alllpul ~ co d e~lra s lesio nes que ame nace n la vida del
ci ó n de la extremidad afectada. La otra causa es la p<.lCienle.
296 Ortopedia y Traumatologia TRAUMA
Instaurar una t~r:wia antibiólicA-ildecuada (c ua- Obtener dos vías int ravenosas para repos~ i ~l
dro 44-2). de !íqui dos y sang re si fuera necesario.
qebridarniento y lavado mecánico de la herida. Mantener las \,j"as aéreas penne_abJes.
Estabi lización de la fra<.:Lura. Realizar radiografías de tórax y de ~ esqueleto;
Realizar un cierre diferido de la herida cutánea incluir una radiografía de la o;:olumna cervical.
entre los 3-7 días si fuera necesario. Recuento sanguíneo completo y análisis de ~.~
Realizar un injerto precoz de hueso ~esponjoso ..11a .
(una a seis semanas) si está indjC<l(~O, en cas~ Gl~ O sanguíneo y pruebas cruzadas. gasome-
de pérdida ósea. t ~ creatin ina sérica y electrólitos en sangre.
Decidir una amputación primaria o precoz. Sohcitar otras radiografía s, estudios com ple-
P!evenir y tratar el síndrome compartimentaJ. mentarios y análisis ele JaboralOrio específicos
Rehabíl ilar cuanto antes la extremidad compro- si fue ra necesario.
metida.
EIl el qu;r~t(mo:
10 primero que debe hacerse
Es preciso considerar el tratamiento en el lugar después de estubilizar al paciente es obtener !J!.'!:..
del accidente. durallle el traslado y dentro de la t.e rial de la herida cutánea para cultivo y pos lb-k.
institución actuante. alJtibiogrp.Jna. Antes de comenzar la ci.Q.¡g(a debc
indicarse una am ibioticoterapia profiláctica acor-
~l el lugar del accidente: los pacientes con' de con el grado de la lesión y su probable conta-
fracturas expuestas ~lfren "diversos gra:dos de minación. Según Jos estudios reali zados en los úl-
..sbock: pOJ pérdida sanguínea fundamentalmente timos ti empos la flora bacteriana de las fractura s_
(shock hipovolémÍCo) y por dolor (shock lIflllVg¿- e~p ~est¡:Ls ha pasado de ser predominantemente
Ilico) en forma secundaria. El tratamiento debe grampositiva a gramnegativa O mixta. También es
contemplar los siguientes objetivos: inmovi li zar la ele rigor efectuar la pj'ofllaxi s anti retánica (tQ2wi::-
fractura y evitar la contaminación. Si no se cuenta sle y gammaglobuJina untitetánica). Lo pri me12
con férulas y apósitos cstél;i·les es conveniente re- que se debe ~!igum es si la ~x¡remidad al"eclada
cordar que el lUtor natural de las extremidades S\} - _es viable, lo que dcp~nde en gran medida de si
p<;riores es el propio tórax del accidentado. La !le- hay lesión vascul a r, de si esta última es reparable
rida sc cubrirá con e l género más limpio al que se y del tiempo que puede llegar a emplearse en la
tenga alcance. reparación. sobre todo teniendo en cuenta que
En ninguna circunstancia se intentará reintro- puede tratarse de un paciclllc poJitraumali zado cn
dtlcir los frag mentos O los extrem~ ~~eos expues- est ado crítico. Si se trata de un paciente politrau -
tos en esta etapa. matizado grave habría que evaluar fundamental -
men te los costbs y los beneficios de salvar una ex-
Durante el traslado : los eq uipos de emergen - tremidad.
cia deben contar con férulas neumáticas inllables Una vez cumplimentada esta etapa se procede-
c5")]l cierre de cremalkra y radiotransparentes. de rá a [J descontaminación, gracias a la cual se: tran~
diversos tipos, según la región por inmovilizar. formará la herida en quirúrgicamellte limpia.
Las heridas scrí.Í!! cubiertas co n compresas estéri-
les lo antes posible. El vendaje estéril no debe rc- J-,illu?Jeza mecánica: es posible que jun~~ con el
tirarse hasta que el paciente se encuentre en el qui - dei2ridamieplo quirúrg ico es te paso es el m<Ís im-
rófano para su tratamiento defi ni tivo . Se ha com- portanle en el tratamiento de una fractura expues-
probado una tasa más elevada de infección estadís- ta. Debe procederse en condiciones estrictamente
ticamente significativa en fracturas expuestas no ~~'iép ticas .al lavado y cepillado profuso de la heri-
cubiertas con vendaje estéril mantenido desde el da con jJbón y sol ución fisiológica durante el
lugar del accidente hasta el quirófano: por ende. tiempo que sea necesari o . Luego s'c completará cl
aun cuando sea necesario un procedimiento de rasurado .~ ~ ha ~...!!agmentos óseos_expuestos, se
reanimación el vendaje estéril no será reti rado. los cep i liará con sol ución de lactmo_de -R.i nger .y
l uego", se efectuará un lavado a presión. en forma
En la sala de emergencia: una vez en ella, el abundante . con efecto de arrastre mecánico. Des=-
primer paso es la ~stab ilización del estado general pués se aplicará una solución antiséptica sobre la
. _. -
~el paciel~le . henda.
Fracturas expuestas y lesiones graves de las extremidades 297
I
I
I
~
I
I
t,%
A B
Fig. 44-5. Toilette de masas mu sc ulares n'ecrosadas . Fig. 44-6. Elimi nación de iragmentos óseos desvitali-
zados.
los tendones pero en caso de que sea necesario halle n desvitalizados . Si hay fragme ntos óseos co-
el iminarl o los tendon es tendrü n que ser c ubier- ncclados con pa!.tes blandas y con periostio se los
tos con músc ulo s, piel por cie rre pri mario o bien limpianí bie n y se tra tará de conservar su vitali dad.
co lgajos o inj ertos cutáneos a !"i n de co nservar su Los cabos óseos fra cturarios de be n ser som etidos
viab il idad. E l te jido mu sc ular no viab le Q necr6- a una limpi eza adecuada con cepillado y lavado
lico debe se r elj minado e n fo rma inex orab le. En abundan te con- sol ució n fi siológ ica con dil u c i 6~
las fracturas de grados II y 111 habrá que extre- antib ióti ca, con efecto de arrastre mecúnico (fi g.
mar es tas prec auciones (fi g. 44-5). 44-6).
El grado de vitalidad de l músc ulo estriado se En todas las ffac tu ra~ lit: tipu III y t!f1 algunas
~
r~con occ a través de los cuatro criterios de Scul1 y: de ti po 11 se aconseja realizar un nuevo d eb r i d <~
mie nto qui rúrg ico a las 48-72 horas a fi n de e li mi-
- CO/lsistencia: el mú sculo viabl e presenta un a nar restos de tej idos desv itaJi zados. Esta tácti ca
~
cO ll si stenc ia fir me y elásti c¡1. El mú scu)o muer- siste máti ca permite red ucir las tasas de in fección
10 es de consistenc ia fri abl e y se fragmenta fá- pos frac turaria.
ci lmente. Es importante ~n er siempre prese n!e la posib le
CVllfmctilidad : el músculo viabl e tiene la pro- aparición de síndromes comp<uti mentales y si se
pied ad de cont raerse ante el estímu lo mecánico los sospecha es fundamental efectua r amplias f"as-
Q eléctrico . ciotomías en todos los compartimi entos de la ex-
Hemorragia: el sangrado pe rsistente del· mús- tremidad afectada . Tambié n es impresc ind ib le rea-
c ulo ante el corte indica su viabili dad . li zar estos procedimientos en todos los casos e n los
O!.lor: el músculo viable es de co lor rosa o roj o que haya habido neces idad de reparac ión arterial
vivo. El músculo llluel10 prescllI a una co loración (heridas de grado UI C). Ade más. todas estas son
oscura. Para apreciar este criterio se debe conlar med idas profi lácticas i J11poste rga~ le s a fin de ev itar
co n una fueme de ilu mi nación muy bue na. la a paric ión de una gangre na por anaerobios.
Es preciso cl u.n inar todos los fragmentos óseos gstabifización de fa .~ frac turas: la estabi liza-
cortical es. sean pequeños o grand es, Ip ie nlras se ción es de suma im portancia porque permite:
Fracturas expuestas y lesiones graves de las extrem idades 299
l. Preservar la integridad de los tejidos blando8 y Lesión aneri <lJ , q.!le ex ige re.paración.
de las es truc turas ne urovasculares viables. Frac turas metafi si.lrias -y_ artic ulares. Se re-
2. Un cuidado más fácil de I .. s heridas abiertas. qui ere el restablecimi ento de la congruenc ia
- ---
3. Mantener el alLneami ento de las fracturas.
.
articu lar y una movilizac ión precoz.
4 . La mej or pro filaxis de la infecció n.
5. Que e l paciente se si enta có modo' durante su l . Fjjación ¡"tema e OIl oSleosíntesis rígida: se
tl}!hilizac ión. e~p l ean p'-;Cás y tornill os. Hoy en dí~lCS una
6. Come nzar precozmente un programa de .e jerc í-.
- .
ill9 icación precisa e n las fr~c tu ra s arti cul ares y
c~ u scu l a res isom étricos y realizar una 1llS?- Ips desprendimie.ntos ep ifi sarios postraumáti -
v ilidad llrlie ular telllprana. ~ os de los niños, que permite obtener wm re-
tar la desecación de los teji dos blandos, el pe- técnicas de transporte óseo y eal lotasis median-
riostia y el hueso. te lUlOres ex ternos. en períodos alejados y cuan-
Los cierres diferidos nunca deberán efectuarse do la curac ión de las partes blandas sea defini -
a tensión . ~n caso de que el ejerce culúneo sea de- tiva.
fªctuoso se procederá a cerrar la herida con colga-
jqs locales o bien con un inj erto de picllibrc. En
las fr~cturas de tipos IIlB y lIle con grandes pér- Lesiones graves de las extremidades
didas de partes blandas. deben rea lizarse ;llJllenOS y amputaciones
dos o tres sesiones de debridamiento y la\::ado an-
les de proceder a la cobertura definitiva. En es lOS Los avances logrados en el manejo de los
casos de gran pérdida de tejidos. y con la finalidad traumatismos seve ros de las extremidades y la
de cubrir los extremos óseos. actualmente se rec u- aplicación de técn ic as de reconstrucción vasc u-
rre cada vez con mayor frecuencia ai IJ.so de colga: lar. injertos li bres de nervios y transferencia de
j(~S ;lIl1sclI/ares locales o bien. en manos muy es- tej idos revascularizados con técn icas microqui-
pecializadas. al empleo de colgajos libres J11ir~la rúrgicas han ampliado en forma espectacular la
cía les o lJIiOclltdlleos lJIic!"O\'{/sclllari:ados. habilidad de los cirujanos para salvar extremida-
Las p~rd idas óseas pueden r~onerse con in - des grave mente mutiladas. Por ese motivo la de-
jertos de hueso esponjoso. los que gcncralmente cisió n de realizar una amputación s uele ser muy
se aplicun después del tercer mes y ante la ausen - difícil de tomar y en consecuencia se han descri -
cia de formación de callo óseo radiográfico y to vari a \.:sca las de punt uac ión () /I/{!ices predic-
siempre que se descarte la presencia de una in- tivos () de pronástico eo n la finalidad de evaluar
fección activa. la conven iencia de salvar la extremidad afectada
Hoy en día las pérdidas segmentarias impor- o bien proceder a su amputación primaria. Una
tantes pueden ser corregidas a posteriori con de las escalas más usadas es la MESS (M /
ang led
~
isquemia de la I'XIH'lIlid{/lV
Shock
- Presión sistlílica mayor Je 90 mm Hg o
- Presión sist61ica transitoriamente menor de 90 mm I lg
- Pre~ión sistólica persistcmemcmc menor de 90 mm Hg 2
Fdod
- Menor de 30 ;lijos o
- Entre 30 y 50 años
- Mayor de 50 <lilOS 1
Fracturas expuestas y lesiones graves de las extremidades 301
EX lremity Severity Score) (cuadro 44-3) . Si la son primarias, es decir sin antecedentes traumá-
evaluación de l pacien te co n la M ESS arroja un tic o ni quirúrgi co. Los agentes causal es so n mi -
res uhado de 7 puntos O más está indicada la am- croorgani smos anaerobios grampositivos espo-
putac ió n primaria. ru lad os de l género CJoslridium que residen en
Diversos autores han formu lado criterios de fo rm a vegetativa o e n el suelo y se caracterizan
amputación (Gu stilo-Lange) que so n: por su alta re siste ncia a la desecac ión y a las
co ndicio nes ambi entales ad vers as. Se trala de
saprófi tos verdaderos q ue pueden encontrarse
Absolutos cn el tracto gastro int es ti~a l de los seres huma-
no s y de a lgunos animal es. El que más a menu -
1) Fracturas de ti llQ W c..~o n pérdida total del n e ~ do causa gangrena gaseosa es el Closrridilllll
vio tibial posterior. pelf ringens (todavía denominado C. we/eh ii en
2) Fracturas de tipo lIJe con pérdid a masiva de alg un os países sajo ne s), pero t"ambién pueden
partes blandas, gran co ntaminación, gran con- provocarla C. sep ri eum, C. histoly ricl/Ill, C: ter-
n~ nu c i ó n ósea segmenta ri a o pérd ida ósea ma- t¡llIn. C. hlfermelllan s, y otras es pec ies. Los le-
siva y evolución segura hacia una ma la fun ción jidos necrót icos y la sangre, ri cos en cata lasa,
ulterior con di scapac id ad severa en las que es son medios óptimos para e l desarrollo y crec i-
factible re¡lIizar una amputación por debajo de mien to ve loz de estos patóge nos, sobre todo
la rodilla. cuand o las esporas se convie n en en fo rmas ve-
getat ivas (formas act ivas). Los clostridi os pro~
ducen exotoxinas potentÍsiIÍlas que necrosa n rá-
Relativos pidamente los tejidos blandos, co n formac ión de
gas y difusión rápida. Se ha demostrad o que e
1) Fracrura de ti po lIlC con más de ocho horas de fJelfringells , el más co"mún de estos microo rga-
evolución. nism os, produce nu eve toxin as di stintas (p. ej. ,
2) Fractura de tipo IlIC con politraumati smo se- lec itinasa, hemolisina, coJagcnas a, etc.) qu e de-
vero asociado. ter minan la necrosis de los tej id os, so n cardi oló-
3) Severo aplastamiento homolateral del pie. xicas y provocan un a mortal idad elevadísima.
La hipox ia tisular en el pun to de entrada favore-
Ante s de tomar la decisió n de amputar la extre- ce la lransformació n de las espo ras en formas
midad o de salvarl a es necesario evaluar todos los vegetati vas.
parámetros perti nentes, que incluyen la edad del Las exotox inas, que provocan rápidamen te
paciente. su acti vi dad y la relacioo costo-benefi - edem a local por destrucción li sul ar y un a rápida
cio. Está demostrado qu e a los dos años casi el destrucción de los tej idos c irc undantes co n pro-
50% de las ex tremidades sometidas a múl tip les pagac ión veloz, prod ucen gases (sulfhíd ri co y
operaciones sucesivas de salva taje terminan en dióxido de carbono) que son vis ibles en las ra-
una amputación secundari a (Tscherne). diografías. La infección puede cursar co mo un
cuadro de fasciti s nec rosante. Una vez estable -
cid a la infecció n por anaero bios, los res ultados
Infecciones por anaerobios. dependerán exclusivam ente de quc se la sospe-
Gangrena gaseosa che , se establezca un diagn ós ti co precoz y se
admin istre un tratamie nto enérgico y agres ivo
La gang rcga gaseosa es una infecció n muy co n am plio deb ridamiento de los lej id os afec-
severa y temida que se asocia co n un a morta li- rados, anlibio ti coterapia masiva y oxi ge nolera-
dad mu y elevada, y qu e por fortun a no es muy pia hiperbárica. A veccs es ne cesaria la ampu ta-
frec uente. Las les iones graves por aplastam ie n- ció n de la ex tremidad para salva r la vida del pa-
LO. tanto cerradas como ex puestas , pueden favo- cie nte.
rece r la contaminació n, so bre todo si se produ- Se ha demo strado que la an titox ina ami gan-
cen en un medio agrícolH . La infección también grenosa de suero eq uino hipcrin mune, tan en bo-
puede desarrollarse con poste ri o rid ad a un a ci- ga antaño , en realid ad carec e de e fi.cacia, por lo
rugía limpi a (infe cción poso perator ia) y algunas c ual ha caíd o e n des uso.
302 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
Anterior
Extensores
Posterior
Fig. 45-1. Corte transversal a nivel del tercio· medio del antebrazo.
Anterior
Compartimiento
Tibia - anterolateral
Compartimiento
posterior profundo Peroné
Compartimiento
posterior superficial
Posterior
Fig. 45-2. Corte transversal de la pierna a nivel del tercio medio en el que se observan los distintos comparti-
mientos.
Síndromes compartimentales 305
COMPRESiÓN EXTERNA
..1 ,~' .
:;
".".~~.,>" ,
~~~ Aumento de la permeabi lidad
capilar {edema}
Además, aunqu e rara vez, tambi én se han des· Da con e l co nsiguiente ~ um enlo de la pennea bi-
crito causas fm'maco lógicas (i nyecc iones intraarte· lidad capilar, lo q ue a su vez incrementa e l ede-
ri ales de drogas) o hematol ógicas (hemOlTagias ma intramusc ul ar y en consec uencia la presión in -
musculares en hemofílicos). tracompaJ1imemal. Los receptores de presión in-
tramuscu lares aumentan el vasoespasmo renejo y
el círculo vicioso com ienza a cerrarse co n mayor
Fisiopatología co mpres ión ve nosa, linfática y capilar.
Si el a~nto de la presión dentro del compar-
La causa respo nsable de la les ió n ini cial pro- (imi ento se mantiene du rante cierto tiempo provo-
duce es pasmo, les ión o una oclu sión arterial que cará lesiones ilTeversible s en el tejido mu scular y
~
provOC i.l isqu emia mu sc ular y nerviosa. Li.l isqu e- nerv ioso, con las co nsiguientes ~~cue la s paralíti -
--
mia muscular determ ina la liberac ió n de hi stami -
'
cas y de retracc ión fibrosa que luego describ ire-
306 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
Parestesias
Alteraciones en
la coloración
Estudios complementarios
Fasciotomía
Fasciotom ía .....- t - - profu nda posterior
anterior Fasciotomía
superficial posterior
Tabiq ue
intramuscular
anterior
+ __ Tibia
Fasciotomía Nervio y vena
Nervio peroneo --ti-i lateral safena
superficial -
vendaje o algodón que se dejara debajo tambjé n acorde con si eslú trom bosada o lacerada. Tam-
podría se r moti vo de compres ión. Frente a estas si- bién haorá q ue investigar un att~apam i e n to ner-
lUaciones nunca se debe du dar de la necesidad de VIOSO.
actuar con prudencia para ev it ar la pos ib ilidad Si a las situacion es anteriores se agrega un
posteri or de tener una ~ angre n ~ o ~n a retracc ión aum ento de la presión intracompa rtim ental im-
isqué mi ca de Volkmann (lig. 45-5). c uyo trata- portante comprobado clínicame llle o a tra vés de
miento siempre es d ifíci l y de res ul tados no siem- medi ciones de la presión con catéte r (ésta debe
pre alentadores. superar los 30 mm Hg), se im pone una f~sc i o
En el caso de una !iactura supracondíl ea del t~m ía i nrne di ª l~ , procedimiento que consiste en
húme ro o de l fé m ur c uya si nLo matolog ía y sig- la ae.ertura amplia de la aponcurosis de los com-
nolog ía no cedan despu és de un tie mpo delen ni- part imientos compro metidos co n el fi n de _dismi-
nado de espera será necesario el ~cccs o quirúrgi- nuir
, la presió n e interrump ir e l CÍrc ul o vi cioso
co. co n liberació n de la arteria o un procede r de l q ue hab la mos anterio rmen te (fig. 45-6).
Capítulo
I
46
Politraumatismos
y heridas de guerra
Enrique M. Ceballos y Marcos Musafir
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Cuadro 46-1. ATLS (Advanced Tra uma Life paciente y definir una conducta terapéutica ade-
Support System ) cuada.
2. Procedim ientos de reanimación : restablecim iento dI! ];IS Esta eval uaci ón debe in ic iarse en el momento
funciones vila les en que e l paciente ll ega al hospital y liene qu e se-
3. Evaluación secundaria: una vez estabi lizado el paciente gui r una secuencia lógica basada en el método
con esta rut ina : a) realizar un examen físico desde la ca- sistemati zado qu e cons idere el compromi so de
beza a los pies. para pesquisar el m CC¡Jnismo !esior.¡¡[ y las func iones vi tales y el mecan ismo causal de
b) prescribir exámencf' complementarios
estas lesi ones para preven ir Olras patolog ías (c ua-
4. Cuidados definitivos: diagnóstico. indicaciones tera- dro 46-2).
péuticas y tratamiento La evaluaci ón inicial deberá tomar la menor
cantidad de tiempo posible y pasar de la A a la E
para identificar alteraciones que impli quen un
ri esgo vital. Si se ide ntifican pro bl e ma$ e n esta se
velocidades superiores a los 80 km/h las lesiones cuencia· se inician procedimient os de salvataje an-
producidas generalmente son graves. tes de seguir con la próxima letra (etapa). Todo e l
En estos infortuni os la m Oloc icJcta y el con- eq uipo debe estar protegido por delamales imper-
ductor cas i sie mpre se separan en el momento del meabl es, guantes y gafas.
acc idente y cuando se ini cia esa brusca se para- Estas prioridades no sign ifican una atención en
ción el cond uctor suele sufrir les iones traumáti- etapas si no simultánea. Se debe reconocer rápida-
cas con tra algún sector de la mOLO, las q ue pue- mente la gravedad de las lesiones para prevenir
den consid erarse com o lesiones pril11 a ri~ s . Por complicaciones y ev itar el agrava miento del pa-
otra parte, al ser despedido de l ve hículo el co n- ciente traumati zado.
ductor puede les ionarse al chocar co ntra un obs-
táculo que se encu entre en su camino (poste, otro
vehículo, etc.) o bi en rea li zar un vuelo libre en e l ¿ Cómo se debe proceder
ai re y sufri r,Jos efectos de la caída sobre el terre- para mantener las fun ciones
no, de allí qu e ex istan tres tipos de les io nes: a) del paciente polit raumatizado?
co ntra la moto al ser des pedido e l conducto r, b)
co ntra un obstác ulo del camino y e) por caída li - A. Hay que verificar que las vías respiratori as estén
bre sobre e l terreno. permeables y en caso de que se encuentren obs-
truidas aspirar con un aspirador rígido y retirar
los cuerpos extraños con las manos cubi ertas por
Manejo inicial del paciente guantes. Luego se eleva el mentón, se co loca una
poli traumatizado cánula de Guedel y se sum inistra oxígeno suple-
mentarío. Finalmente se procede a la intubación r. Se repone la vol emia con sangre. E n caso de
endotraqueal con laringoscopio y a la selección que 110 haya sangre del mismo tipo, se e m-
de un tubo de 8,5 ID con balón probado. plea Rh (-).
Para confirmar la ubicaci ón correcta del tubo g. En los pacientes con shock hipovol é mi co
hay qu e ve riíicar la expa nsión sim étrica -del tó- debe evitarse la utili zac ión inicial de medi -
nlX y auscuhar el ruido pLJlmonar. Debe evitar- ca mentos vasoactivo s.
se el uso de drogas para preservar el nivel de h. Se colocan após itos comp res ivos sobre hlS
conc ienc ia. heridas.
En aquellos casos e n los que la intubación no
sea posi bl e debe efectuarse una cl; cOliroidosto- D. Défic it neurológico
mía . l . La eva luación primaria es rápi da y da una idea
ele l ni ve l neurol ógico de la víctima. Una form a
B. Venti lación de acceso rápido es e l "AVDI " (A: Alerta, V:
Para evaluar la vent ilación en casos de respi - res puesta al eSlÍmulo verbal , D: respues ta al
rac ión comprometida se ucte nnina e l volum en dolor, 1: inconscien te).
de venti lac ión y se procede a la inspección, pa l- 2. Luego de una estabi lización rápida para ev itar
pación. perc usión y ausc ultac ión dellórax. Lue- la hipooxigenación y la hipovolemia y preveni r
go se obticne una radi ografía de tórax, se miden les iones cerebra les es correcto utilizar la esca la
los gases en sangre y se rea li za una ox imetría de coma de Glasgow para evaluar el grado· de
(en el 85% de los casos se neces itan procedi - compromiso ne urológ ico; esta escala adjudi ca
mi e ntos simples como toracoce ntesis, drenaje puntos a las respuestas vis ual es, auditivas y
con tubo sellado bajo agua o pericardiocentesis). motoras ; la puntuaci ón mínima en la suma eJe
conteo es 3 y la máx ima 15. Si la puntuación
Las situaciones de riesgo en el tórax incluyen ob te ni da se halla por debaj o de 8 el pronósti co
a) ne umotórax abieno, b) pne umotórax hipenensi- es malo.
vo. c) cont usión pulmonar! tórax inestabl e, d) he-
motórax con demlme severo y e) taponamiento E. Ex posición y examen de las extre midades
cardíaco. Una vez identili cadas l;.¡S lesione s du rante la
evaluac ión inicial, debe describirse detallada-
C. C irculación y control de las hemorragias me nte lo encontrado y so li c itar l,?s exámenes
a. Como los pacientes con tra umati smos gra- co mplementarios de rutina e n los pacienles po-
ves suelen desarrol lar un shoc k hipovolé mi- litraumati zados: radi ogra fías si mples de perfi l
co, es necesario evaluar los signos vitales: de la col umna cervic¡¡1 (ver desde la base de l
pulso al1erial (norm al: 65 ¡t 80/mi n), relleno c ráneo hasta e l espacio C7-TI ). radiografía ~1I1-
capil ar (norm al, 2 segundos), color de la teroposte rior (AP) de t6rax (de bue na calid,lcl ),
piel y sudor y débito urinario, (en el adulto. y radiografía AP de la pe lvis y exámenes de la-
30 a 50 mL. Hay qu e correg ir e l déficit cir- boratorio (sangre Ifactor Rh, prue ba cruzada ,
c ulatorio, contener las hemorragias y repo- hematócrito, alcoholemia en las muj eres y test
ner la volcmia. inmunol ógico para delectar un e mbarazaD.
Para contener la he morragia se procede ¡¡ Al linali zar es ta eval uac ión el médico de
la compres ión directa al principio y luego se emergencias de be ce rc iorarse de sus acciones y
la cohíbe quirúrg icamcn te y se repone la vo- proceder a una rev isión de las etapas A, B. C. O
¡etn ia. y E. Una vez hecho es to podrá rea li zar una eva-
b. Deben selecc ion arse dos accesos venosos luac ión secundaria más detallada de cada siste-
periféricos que se mante ndrán expeditos ma para encontrar otras les ion es.
c on un catéter 14 o 16.
c. En caso de que no se los obtenga se diseca-
rá la vena safena en un mi embro infe rior. Evaluación secundaria
d. Se [Dma una muestra de sangre para deter-
m ina r e l grupo sanguíneo. En es ta fase se realiza un exame n co mpl e to y
e. S e repone la volem ia con 2.000 mL de lac- de ta llado de todas la:; es tru cturas orgánicas. da-
talO de Ringer o sue ro fisiológ ico al 0,9% . ñadas o no , en bu sca de otra s les ion es: se proce-
312 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
de de la c abeza a los pies. ESI<I fa se se caraclc ri - Ex rrem idad superior: pa lpar todas las estructu ras y
za por tres clapas di st intas: observar. sem ir y /llover todas las artic ul aciones en busca de alte-
mover. raciones .
Al finalizar. se tomil nota de lo hallado y se Ext rem idad inferior: iglJ(¡J qu e lo an teri or.
efectúan los demás exámenes complementarios
necesar ios. Se citan los antecede ntes y el mecanis- Tocio paciente politraumati zado debe ser mon ito-
mo de l traumatismo . reado en forma inten siva para poder actuar ní.pida-
mente e ll caso de que se presen te una complicación.
Examen ji:-;;ico
Cuidados definitivos
En tocio paciente polit raumatizado con lesión
por encima de la c lavícu la debe sospecharse lrau- 1) Con e l di agnóst ico deben establecerse las pri o-
matismo raqui mcd ular. ridades terapé uti cas:
A cOlllinllí:lcióIi. se presenta una lista de las es- Riesgo de vida.
tructuras por examinar, co n las indicac iones co- Riesgo de órganos, de eXl remidades o de la co-
rrespondie ntes respecto de lo que se debe buscar y lumna vertebral.
de la rorma de hacerlo. 2) De fi ni r e l seguimiento terapéuti co ind icado:
Cabeza: buscar les ione s e n e l cuero cabelluelo Qu irú rgico .
(fract uras. laceraciones. hematomas). En terapia intensiva.
Ojos: verificar la dimensión de las pupilas; bus- Espec iali zado e n e l hosp ital co n e l personal y
car hematomas. hemorragias. lesiones de l gloho los recursos dis po nibl es.
ocular y de la córnea. evaluar la visión , buscar he-
ridas. de formidades (fractu ras y luxaciones), etc.
Co lumna cervical: pal pa r los pulsos carolídeos. Etapa de tratamiento inicial
inspeccionar la tráquea. ver si hay dilatación de las en el hospital
venas cerv icales, ex;:ih1inar el cartílago cricoideo.
ver si hay alteraciones subcutáneas y palpar las apó- Puede procede rse en e l siguienre orden: 1) con-
fisis espi nosas y los ligamentos p.\I"í;¡ verificar dolor, tro l de los "siete a spectos" : conciencia, re spira -
"Iineac ión. crep itaci ón. edema y dcl"onnidades . ció n. shock, hemorragia, comp licaci ones medula-
res. heri das y fracturas expuestas y traumati smos
Tórax:
cerrados. 2) realizac ión de los estudios co mp le-
In spección: herid"s. ex pa nsió n, deform idades. men tarios y urgentes que se req uiera n (radiología.
inhalación y exha lación. am'ilisis de laborato rio) y 3) establec imiento de la s
Pa lpac ió n : deformidades e n la clavícula. el es- "prioridades terapé uticas" (seg undo tri aje).
tern ón y los arcos costales.
Perc usión: hemotó rax . sonido macizo: neumo- A. Control de los siete aspectos (concie ncia y
tórax. sonido hipcrtilllpánico. dos Lríadas). En é pocas de ca tás trofes o de guerra,
Auscultación: con eSletoscopio. murmullo vc- en las c uales existe una o rganización impuesta
sic ul ar y ruidos cardíacos. porque se prevén nume rosas víctimas, el acc ide n-
tildo llega con un t<ujetón atado a él en e l que fi g u-
Abdome n: pesquisar herid as. rigidez. diste nsió n, ran su diagnóstico y lo qu e se h i zo~ en ca mbi o, e n
doloL peristaltismo y hematomas. nuestro ambiente habitu al no ocu rre así y la g ua r-
Pelvis: palpar con mucha atcnción apenas una vez dia hará bien en empeza r por la roj a cero.
c n cada sentido para no agravar la s pos ibles le-
sion es de órganos pelvianos o de partes óseas. l. COllc;ellria. Investi gar lo que deb iera ve nir
Recto: tacto ob ligatorio para dcccctar sangre (frac - controlado cada media hora: grado de co nc ien -
tura ahiertn de la pel vis). exa minar la próstata y cia. pulso. presión. tempe ratura. resp iraciones:
el tono del esfínter y ver si hay crepitación. si hay m idriasis. brad icardia, convulsiones. ri-
Periné y vngina: evaluación y pa lpac ió n c uando es gidez de dcscerebrac ión , ex tre mi dades ríg ida s
posib le (lesiones. laceraci o nes. sa ngrado). o flácCi das, s ig no de Babinski. S i el paciente
es tá lúcido inda gar qué molestias lo aquejan y
Politraumatismos y heridas de guerra 313
todo otro dato que resu lLa úti l para el d iagnós- mecán ica de las ¡'Í reas vecin as. Se establecen
ti co y e l trata miento (hom ex ac ta de l accide nte. las prioridades urge ntes e n c uanLO al tratam ie n-
etc.). to dc las lesiones. En es ta e tapa conviene des-
Los neurocirujanos se ajus tan a una clasifi- vestir al paciente.
cac ión electroclínica (EEG y estímulos clíni - 7. Tmu II/a/i s/JIos cerrados. a) Se repite el "exa-
c o ~ ) de l estado de incon sc iencia. En forma men sumario diagnós ti co para inventariar le-
muy s implificada: grad o L e l paciente puede sio nes" de modo que no se pasen por alto lu xa-
de:-.pe rtarsc ante e l estím ulo: 11 , no se despie rta ciones de la muñeca , frac turas de l pie, etc., co-
pero reacc io na a nte un estímulo doloroso: II L mo es habi tual. A nte c ual qui er duda se toman
no responde al dolor pero tie ne reflej o s: lV no rad iografías (en este caso es preferible pecar
responde al do lor ni tiene reflej os. por exceso), b) Hay que controlar todas las in-
2. Re.lpirociólI. Si hay dificul tad respiratoria se re- movilizaci ones pe ro si el estado de shock lo
piten las cuatro maniobras: a) se co loca al pa- desaconseja se cO lllrolará por lo menos el es ta-
c iente en decúb ito semi prono, b) se tracciona la do de sensi bilidad y circu lación de [os segme n-
lengua. c) se retiran manualm ente los elementos l OS di stales. Por deb,ljo de las inmov ilizaciones
que pudi eran obstruir e l paso de l aire y d) se as- a me nudo hay he ridas severas, c uando no un
piran las secrec iones. Para ev itar mordedu ras se torn iquete o un ve ndaje co nstric tivo. Según e l
po ne la pie l de la mej illa de l pac ie nte entre las c asó, alg unas inmov il iz<lciones provisorias po-
dos arcadas de ntarias. Se investi ga si el o rige n dr:ln reemplazarse por ot ras de fin itivas.
de la as fi xia es alto o bajo. Se control a la ocl u-
sión de un ne umotórax abi erto o [a compresió n 8. Realización de los estudios complementa-
efectuada con motivo de una res piración para- rios y urgentes que se recluieran. Radiog rafías,
dój ica: rec uérdese que e l res pirador es más útil estudi os de laboratori o, c tc.
para esta última que para la compresió n.
El c iruj ano torácico sení quien decida si só lo C. Establecimiento de hls prioridades tera-
se requiere tratar los "posti gos" con vendajes péuticas. Ya aquí. en la guardia, se impone o tro
compresivos. medi ante tracc ió n hacia e l cenit "t ri aje":
con pinz.a de campo o con fijación qu irúrgica.
3 y 4. Shock y hemorragia. Lo primero q ue debe Primera prioridad: tralami e nto de la asfi xia , e l
hace rse es in stit uir do s cateterismos: a) venoso shock y la hemorragia.
p<.U'<.l medir la presión ve nosa central y b) vesi-
ca l pa ra med ir la ca ntidad horaria de orina. Se Segllnda prioridad: lratamie nto de lesio nes
in icia la admin ist rac ión de sang re y líquidos. asoc iadas de cabeza y tronco:
expansores si es con ve niente y vasodi latadores
adecuados al shock. Se co ntro la n los vendajes • Torác icas (l as más urgelll es).
compresivos y sobre todo q ue no se pasen por • Abdominal es.
alto los pe ligrosos torn iqu e te s (parál isis ner- • Cra neoencef:ilicas, urol ógicas con fra ctura
viosas. espasmos a rteriales sosten id os. gangre- de pelvis.
na~. c tc.). Los signo s vitales que ya se es taba n
1110nilOreando para controlar la co nc ien c ia Tercera prioridad: (r:lI¡lll1 icnto de isque mias en
tambi é n sirven para el control del shock y la las ext remi dades (tratar an tes de transcurri das las
hemorragia. 6-8 ho ras). de las fracturas expuestas (o perarl as
S. Complicaciones medulares. HelY que bu scar ames de las 12 horas. au nq ue lo idea l sería a las 6
sig.nos de pará li sis post raumáticas y palpar las horas) y de las lu xaciones (reduc ir a las 24 honls
do~ zonas críticas de las rractura s y lu xaciones como múximo ).
inestab les. Ante la dud<l debe seg uirse con lu
precauc ió n de sostene r la pos ición ho ri zo ntal y Cuarta prioridad: tratamiento de fracturas ce-
e l ve ndaje de Schanz. rrad as inmov ilizadas y dc otros tra umati smos ce-
6. I'feridas y!nlCllIrwi expuestas. Se renuevan las n·ados.
c uraciones comproba ndo e l buen estado ac tua l Si se a naliza n es tas prioridades puede ve rse
de cada he rida (si no: no se sabe q ué hay deba- que eltmwJ/{//ólogo es ,~úlo l/l/O de los in/egralIle.\'
jo de c ad a cu ración). Se efect úa la limpieza del equipo médico del que es necesario di sponer
314 Ortopedia y Traumatologia T RAUMA
e n estos casos. Rec uérdese que las estadísticas di- fc rmo presc inda de tracc iones o yesos grandes
cen que en estos accc idenles de carretera el 15% y por e nde pueda moverse en la cama, además
de los decesos se prod ucen en el lugar del hecho y de fac ilitar sus tras lados . Sin embargo , como lo
e l 70% e n las primeras 4 8 horas de internac ión habitual es que los tratamientos ideales deban
hospitala ri a. En muchos casos las fracturas qued an °
rea li zarse más me nos tard íamente, los resul-
in mov ilizadas transitoriame nte y sin tratar mien- tados que se obtiene n de e llos e n estos pac ien-
tras los de más especiali stas res uel ven las urgen- tes politraulllatizados suelen ser mucho menos
cias de otros sectores orgá nicos. exitosos q ue c uando se trata de una fractura
En lo concern iente a nuestra especialidad (trau- única , produ cto de un acc ide nte domici liario o
matología) cabe la siguiente conducla: deporti vo .
mo seg mentos de clavos, lám inas de rebordes dad de quc se requiera una arteriorrafi a o un by
aguzados, c tc., que se originan e n bombardeos pass y d isponer del instrumenlal adecuado. Por
aéreos o e n di sparos de artill ería naval o te- razones obvias, es conveni e nte que un cirujano
rrestre. vascular forme parte del equipo.
Las heridas e n genera! so n múlt iples, algu- Se desea recordar dos aspectos vinculados
/las veces supcrfi ciales y otras veces profundas co n la ex pe riencia personal de gue rra en las
(penetrantes, perforantes, muti la ntes) y se ha- Mal vinas e n 1982 (Dr. Ceballos: 1) la eficacia
113n rep3l1id as por todo e l cuerpo. El casco de de las fér ulas ne umáticas para e l lran spol1e y 2)
acero (tan molesLO para el combate) protege la conven iencia de que el ind ividuo e n shock,
con tra las heridas del c ráneo y mucho más ape nas ingresa, sea som etido a ti na canal iza-
contra la metra'Ha mientras los'so ldados se e n- ción ve nosa y una intubación traqueal, proced i-
c uentra n en la trinchera (aun que en ese caso mi entos a los que están más habituados los
pu ede desa rrollarse "el pie de trin che ra" si los anestes iólogos y los terapeutas de c uidados in -
pi es permanecen sumergidos. El hec ho de que te nsivos, que debe n form a r pa rte del equipo
las heridas sean múltiples difi culta e l estable- que rec ibe a los herid os.
c imie nto de los porcentajes de loca lización or- 3 . . Lesiones por minas. Los heridos presentan
gá ni ca. S i se lOma e n c ue nta la lesión princi- destrozos graves del pie, prác ticamente una
pal, las heridas de las extremidades constitu- amputac ión traumática, a pesar de la relati va
yen el 70% del IQlal (26% para la extremidad protecc ió n de la bota. Muc has veces ni siqui e-
superior y 44% para las extre midades inferio- ra se conoce la ubicación de las minas propias,
res e n las es tadísticas de Hol mes). Eso explica dado que el bombardeo ene mi go las hace ex-
qu e los traufllatólogos sean los médi cos que piOlar.
más trabajan en esas c ircu nstanci:.\s, mientras 4. Efectos de la onda expansiva. Cie rtas ondas
que los ci rujanos de cabeza y tronco tienen ex plosivas puede n determinar por sí sol as le-
menos casos pe ro más graves. siones de las vísceras . La lesión más comú n es
Las he rid as por esqu ir las son an fract uosas, la ruptura de l tímpano. El indi viduo que ha es-
sucias, con gran t.endencia a la infección y ge- tado cerca de una explosión pu ede hallarse e n
neralm en te múltipl es. Debe n simplifi carse con estado de shock y apare nte mente ileso pero a
los criterios puntualizados e n cl caso de las veces so me te rl o a c ualqui er es fuerzo puede
fracturas ex puestas y casi todas se dejarán sin signi li car su muerte por compli caciones pul -
suturar (con excepción de las del c ráneo, las monares o abdomina les.
ma nos, e tc.). Las les iones por ondas sue len ocurrir sin
Es importante destacar que las fracturas ex- aperturas de la piel. Por ejemplo, el soldado
puestas de este origen de be n ser conside radas que se encue ntra dentro de un tanq ue cerca del
infectadas de entrada y que los co nceptos de la cual ex plota una bomba (que no pelfo ra las pa -
"c ura cerrada a lo Orr-Trueta" se apli ca n sobre redes del tanque) puede sufrir roturas de vísce-
todo a estas fracturas. En su man ejo e n el qu i- ras y de vasos y fracturas múltipl es por efec tos
rófano es conve ni e nte di sponer de gran canti- de las ondas sin que se abra su piel; es común
dad de tutores externos para garantizar ya e n el quc después el herido di ga "sentí co mo una pa-
tiempo aséptico cierta reducción de la fractura tada e n la barriga".
mante nida con dos clavos transfix iallles para- 5. Quemaduras por lanzallamas. Las lesiones
fracturarios de cada lado, alej ados del foco, lo de la piel y las vías respiratorias agregan una
que facilitará e normemente la confección del tarea de magnitud formidable para el serVICIO
yeso posoperatorio. H~y que prever la posibili- de sanidad.
Capítulo
I
47 '
Fracturas y luxaciones
de la columna vertebral
Enrique G. Reina y Ricardo Ca /dara
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Introducción 4. La cáp .wt!a arficu{m: que rec ubre las arti cula-
ciones interapofisarias; liene gran importancia
La columna vertebml humana, una ingeniosa en la estabilidad de la columna cervical y me-
esrruc tura biomccán ica, sirve a tres propósitos fun - nos e n e l resto de la co lumna.
damentales; soponar carga, penllitir movi mientos 5. El /igamento amarillo, qu e un e las lámin as ve r-
de la cabeza y del tronco y proteger la médula cs- tebral es entre sí. Es el tejido de l orgwlÍsrno con
pinal y sus raíces. mayor contenido dc fibras e lásticas y es ta ca-
Para c umplir co n esta función se vale de un a racterísti ca, sumada a que se e nc uentra norm al-
serie de e lementos óseos, las vérte bras, arti culadas mente en estado de pretensión, le pe1111i te pasar
entre sí por medio de los di scos inte rvertebrales y de una máxima ex tensión a una máxima fle-
las apófisi s artic ulares. Este encadenamiento ver- xión sin mod ifi car aprec iable me nte su espesor.
tebral es compl etado por s iete li gamen tos que per- evi tando de esa manera prorn lir dentro de l eon-
miten, j unto con el di sco intervettcbral, un rango duclO raquídeo.
de movimi en tos fi siol óg icos y la absorc ión de 6. y 7. Los ligal/l ent os il/ferespil/oso y supraespi-
energía en si tuaciones en las que la co lumna debe liOSO, qu e une n las apófi sis es pinosas e ntre sí ! i~
soporta r una carga exagerada. Estas siete estruc tu- mitando la flexión verte bral.
ras son:
La última estructura para analizar es e l impor-
l . E l ligol/lento vertebral com lÍn al/feriO!; pote nte tante disco illterverrebm/, que por sí solo co ntri bu-
c ue rda que corre desde e l occipita l hasta e l sa- ye e ntre e l 20 y e l 33% a la altura total de la co-
c ro por la cara anterior de los cue rpos verte bra- ,
lumnil verte bral. Esta estructu ra viscoelást ica está
les, limitand o los mov imi entos de extensión de constituida por tres e le mentos: a) e l núcleo pulpo-
la co lumna. so. que ocupa el centro del di sco y posee un nltisi-
2. El IigaJ//ell1o vertebral comLÍI/ posleri01; que mo conte nido acuoso : este núcl eo se e nc ue nLra ro-
corre por la cara posterior de los c uerpos ve rtc- deado por b) el (fl/iJlo fihmso. form ado por hími -
brales y ti ene la mitad de resistenc ia que e l an - nas concéntricas he li co idalcs que se fijan por arri -
terior. ba y abajo e n los c uerpos vel1ebrales y qu e apor-
3. Elligallle/'110 imerlmsverso, que une las apófi - tan la resistencia de la estructura y fi nalme nre, e)
sis (J'asvcrsas y que, dado su gran brazo de pa- las placas cartilagillosas, qu e separan e l di sco in-
l anca co n respecto al ccntro del movimiento terverlcbral de la ca ra inferior y superior de los
vertebra l, tie ne un erecto estabi li z,ldor en los c uerpos vertebrales supray acc ntes e infrayacentes
mov imie ntos de lateraUz¿lc ión y rotació n a xial. y a través de los c uales sc nutre e l di.sco. Esta cs-
318 Ortopedia y Traumatología T RAUMA
truc tura disca l es el mayor componente "soporta- de una ambul ancia y de person al especiali zado pa-
pres iones" de la columna. Un disco so metido a ra su tras lado.
una compresión ax ial peque ña ofrece poca resis-
tencia a la deformi dad, pero a grandes cargas a u-
me nta se nsible mente la resistenci a a ésta. Consideraciones generales
Dos vé l1cbras con tiguas con el disco interve rtc- sobre el tratamiento de las fracturas
bral interpueslO y el complejo ligamentario descIi - de la columna vertebral
LO constitu yen la unidad Clllatomo¡uflciollal de la
co lumna vertebral, qu e, desde el pu mo de vista Las zonas de la colu mn a vertebral en las c uales
biomecánico, se puede considerar como una es- se produ cen con mayor frec uencia lesiones trau-
tructura compuesta por múltip les segmentos mÓ- máticas son las de mayor mov ili dad, es decir, el
vi les conectados en serie y en la cual el compona- segme nlO cervical y el toraco lumbar (T IO-L2). La
miento towl es una cOll/posic ión de los movimie n- col umna torácica es IÍl menos expuesta al trauma
tos individu ales de las d istintas unidades. deb ido a qu e las costill as, al rormar la jaul a torác i-
La su maLOria de estas unidades, al constituir la ca, aume ntan c uatro veces la resiste ncia de ésta.
columna verte bral , forma las curvas fisiológicas La col umna lum bar baj a tambié n es un a zona
vertebrales (lordosis cervical y lumbar y cifosis de pocas les iones porq ue está parcialmen te prote-
torácica y sac rococcígea), que tie ne n la propi edad gida por la pelvis.
de aume ntar la flexi bilidad y la res iste ncia de toda. Ante una lesión traumáti ca de la column a ver-
la estructura. tebra l, lu ego de la atención primaria y el cuidado
El conocimiento de las fu erzas traumáticas que de los signo s vitales, es obligatorio r ealizar un
pueden actuar sobre la unid ad anatomo funciol1aJ exame n neur ológico completo para exclu ir la
descri ta, las di stintas lesiones que pueden prod uci r presencia de daño medu lar o rad icular, para lo
sobre ell a )' 13 inestab ilidad que puede n ocasionar cual cabe utilizar la escala de F.·a ll keL
constitu yen la base racional para el tratamiento de
las lux.aciones y las fracturas verte brales. a. Ausencia de función motora y sensitiva.
b. Ausenci a de función motora, sensiti va presente
(hipoeslesia).
Cuidados primarios c. Función motora activa, no co mpatible co n fu n-
cion alidad. Hi poestes ia.
"Los movimientos inoportwlOs eH un accidenta- d . Fu nción motora activa, compatible con fu ncio-
do de columna puede1l producir más d0110 que el nal idad (útil). Sensibi lidad prese nte .
mismo traumatismo. Todo traumatizado de colulIllla e. F unción motora y sensitiva normales (persisten
debe ser considerado pOlenciaimel1le portador de só lo refl ejos anorma les y cierto grado de espas-
l esi ón medl/IGI:" tic idad).
De be comprenderse que una perso na accide n- De utili zarse esta escala debe consignarse sepa-
tada con una lu xac ión o fract ura de la col umna rada me nte las fun ci ones vesical y rectal.
puede "j ugar" su desti no según sea la caJidad del
cuidado prima rio que rec iba en el lugar del acci- Si el traumati zado está inconsciente por un
de nte y de un eficaz traslado al centro asisten cial. traum ati smo crancoencefálico debe presum irse la
La colu mn a cerv ical debe ser in movilizada con posibi li dad de ulla les ión de la co lumna cervical
un coll ar ortopédi co O de espu ma de goma; si no hasta q ue se concluyan los exámenes diagnósticos.
se contara co n ni ngún tipo de inmov ili zación , per- Ante todo trauma de la co lumna vertebral, la
sonal auxili ar debe sostener la cabeza en posición prime ra determin ación para encara r el tratamiento
ne utra y cuidar de mante ne rla de idéntica forma en es estab lecer si se trata de una les ión estab le o
los traslados del pacie nte. inestab le. El hec ho de que presente daño neuroló-
En la colullma toracol umbar debe evitarse su gico, en la e norme mayoría de los casos, habla a
flex ión, y de presumirse un traumati smo j amás se favor de inestabili dad.
debe tomar a la persona traumati zada por los bra- Una columna es estable cuando en pos ición
zos y piernas para movil izarla, ni transportarla sen- erecta no duele, puede mantenerse sin colapsarse y
tada e n un coche. Es preferible espe rar la llegada no produce daño O irritación neurológica. Por el
Fracturas y luxaciones de la columna ve rtebral 319
~
ca del proble ma al referirse a posic ión erecta o ba-
j o cargas fi sio lógicas. Con esto se pre tende que el ..
méd ico que observa el estudio rad iográfico de un
traumatizado ven e bral, el cual estará obviamente
to mado con el pacie nte acostado , entienda qu e Fig. 47-1. Fractura de Jefferson por compresión axial
del atlas.
te nd rá que eval uar no sólo lo qu e mues tra la radio-
grafía, sin o cuál se rú la situación de esa columna
cuando deba soportar nuevamente. e n posición
e rec ta, cargas fi siológicas . siones neurológ icas asociadas. ESLO se debe a dos
Hoy en día , la lo mografía computari zada y la fac tores: a) una lesión neurol6g ica a ese nivel sue-
resonancia magnéti ca son mé tod os co mpl e me nta- le ser monal ele e ntrada y b) e n la col umna cervi -
ri os de diagnóstico de gran ayuda para el trauma- cal supe ri or la pro porción de co nducto raq uídeo
tólogo, ya que perm ite n objetivar con gran preci- ocupada po r el bulbo y la médu la es signifI cat iva-
sión las les iones y rundamentalme nle la invasión me nte menor qu e en el reslO de la co lumna cervi-
de fragme ntos óseos o discales de nt ro del conduc- ca l, dado el gran diámelro del conducto a este ni -
la n1quídeo. En ml senc ia de estos métodos sofisti - vel.
cados puede utili zarsc la mielog raría. Las lesiones más frecuentes de la co lumna cer-
El valor de un a eva luación cl ínica pro lija y de vical superior son:
un estudi o radi ológ ico de buena ca lidad está más
allá de toda controvcrsia. 1. Fractura de Jeffersoll. Se de be a una co mpre-
sión axial de l c r<-Í neo sobre el alias que produce
la ruptura de l arco anteri or y posterior de éste
Lesiones traumáticas (fi g. 47- 1). Esta le sión no presenia daño nemo-
de la columna cervical lóg ico y el trata mien to consis te e n in mov iliza-
ción por medi o de un hal o-cha leco por el térm i-
Hay que recordar que un tercio de es tas lesio- no de 8- 12 se manas .
ne s se diagnostican tardíamente debido a que mu- 2. Fractura de la apófisis odoll/oides. El meca nis-
chas veces se trata de pacientes politraumatizados mo de producc ión sue le ser una caída en la que
y el médico se concentra e n les iones más ev iden- se golpea la cabeza (zambull ida) o bien el gol-
°
tes, bie n el acc ide ntado está inconscicmc y la le- pe de un objeto pesado sobre el c ráneo. El diag-
sión ce rvical pasa inadvertida. En todo pacicnte nóstico rad iológico se efect úa mediante una ra-
poli traulllali zado es indi spensabl e e val uar radiol ó- diografía de perfilo transo ral. El tratami ento
gicam e nte la totalidad de la columna ven e bral. depende de si el trazo frm': lurari o es a nivel del
Dadas las partic ul ares caracte rísticas anatómi - c uello de la apófis is odonto icles o a nivel de la
cas del atlas y del axis co n respecto al resto de las base. En e l prime r caso, por la aIra probab ilidad
vérte bras cervicales, las lesiones de las dos pri me- de que se produzca una faha de uni ón 6sea
ras se estudian por separado. (seucloartrosis), la les ión debe ser tratada qui -
rúrgicamenle por medi o de una artrodesis pos-
ter ior at lo ideo-axoidea. En el segun do caso e l
Lesiones traumáticas de la columna trammie nto cs incruent o y se reC UITe a un ha lo-
cervical superior (Cl y C2) c haleco durante 3 o 4 meses.
3. Espolldi!ofistesis tral/mática de! axis (frw::lu -
La primera consideración importame con res- ra del l/horcado) . Llamada de esa manera por-
pecto a cstas lesiones es el porcentaje bajo de le- que fu e desc rita por prim e ra vez e n el estudio
320 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
Las lesiones de la col umna torácica superior y Si dos de estas colum nas se hallan lesio nadas la
med ia (TI a T 9) son poco frecuentes y en gene ra l capac idad de so porlar una carga li siológica de ese
su tn llClm ie nto es por med io de reposo e n callla y seg mento se reduce un 70% y provoca inestab ili -
cJ uso de corsé s de yeso o pl ásti cos, por un pcrío· dad mecánica y la n ece~ idad de que se estabili ce
do variabl e de 3 a 6 meses. qu irú rg icamcntc.
En c aso de daño neurológico se deben tomar
todos los recaudos del tratami ento de un lesionado Se reconocen cuatro g rupos de mecan ismos le-
medular. Una estabili zaci ó n qu irúrgica puede estar sionales:
ind icada para poder rellrar rápidamcme al paci en-
te de la c ama y comen zar su re habi litación. a. Po r flex ió n o co m presión: producen la fract ura
La s les ione s de la columna to racolum bar de la parte ante ri or de l c ue rpo ve rtebra l por lo
(T I O-L2) son las má s fr ec ue ntes . c ua l no compromete n e l conducto raquídeo, no
322 Ortopedia y Traumatolog ía TRAUMA
ocasionan daño neu rológico y req uieren l rat a~ y med ia. Un fragme nto óseo puede desplazarse
miento co nservador (llg. 47-6A). hacia el conducto raqu ídeo y produc ir un daño
b. Por esta lli do o compresión en el eje axial (burst ncurológico por compres ión; esta lesión neura -
ji"uL'l/lre ): son lesiones de las columnas anterior lógica cüsi sie m pre es incompleta, por lo cual re-
A B
Fig . 47-6. A , fractura del cuerpo vertebral por flexión con conservación de la integridad posterior. B, fractura del
cuerpo vertebral por comp resión axial (estallido), con introducción de un frag mento posterior del cuerpo dentro
del conducto raquídeo.
Fracturas y lu xaciones de la columna vertebral 323
Fractura o luxación
de columna vertebral
Eval uación
cli niconeurológica
- Clasificación de la lesión
Inestable
Estable
(no hay daño neurológico) (puede haber daño
neurológico parcial o total)
Tratamiento Tratamiento
incruento quirúrgico
Fig. 47-7. Cuadro sinóptico para la evaluación y tratamiento de lesiones de la col umna vertebral.
Tratamiento
incruento
Co lumna Columna
cervical loracolumbar
Alineación
de la lesión
Inmovilización
Tracción cefálica
(estribo o halo)
Inmovilización
(halo-chaleco Reposo Corsé de yeso Fig. 47-8. Esquema de tra·
o collares de en cama o corsé plástico tamiento incruento de las
distinto tipo) lesiones de la columna
vertebral.
324 Ortopedia y Traumatología TRAUMA
-
Tratamiento quirúrgico
Abordaje anterior
I Abordaje posterior
I
Fig. 47·9. Esquema de tratamiento qu irúrgico de las lesiones de la columna vertebral.
viste suma impoI1ancia efectuar la descompre- Si la fractura por estall ido no produjo daño
sión del cond ucto resecando el cuerpo vertebral neuro lógico, e l tratam iento consiste en reposo
les ionado y reemplazándolo por un injerLo óseo en cama durante un período aproximado de 3 o
(li g. 47-68). Aquí un tratamiento quirúrg ico 4 semunas y luego pennitir la deambulaci6n
adec uado puede cambiar el pronóst.ico de una le- con un corsé de yeso o plástico .
sión neurológica. La mal llamada " Iami neclo- c. Por fl ex ión-distracción (1csión de Chance): se
mía descompresiva", es decir, abordar estas le- lesionan las co lu mnas media y posterior, pre-
siones por vía posterior y resecar la lámina ver- selllan una estabil idad mecáni ca variable (se-
tebral o sus facetas alik:uhu'es, no produce la gún el tejido lesionado); puede comprome te r e l
descompresión de la verdadera causa del daño tejido óseo, ser una lesión di scol iga menl aria o
neurológ ico y sí un aumento de la inestabilidad ser mixta.
de la lesión . Por este motivo, ese tr~ltami e nto es- d. Fracturas- luxac iones o por fl exión-rotación:
tá (Otalmente contraindicado en estas lesiones. son les iones de las tres colum nas, mecánica y
Si presenta invas ión de fra gmentos óseos o neurol6gicamellle inestables y su tratami ento
di scales e n et conducto raquídeo qu e supera un es qui rúrg ico.
50% de su diámetro con compromi so ne urol ó- La eva luación y e l tratamie nto de las les io-
gico o se produce una cifosis regio na l mayor de nes de la col umn a vertebral se esquemati zan en
200 e l trata mi ento es quirúrgico. las fi guras 47-7 a 47-9.
Capítulo 48
I .
Paraplejías y hemiplejías
José B. Cibeira
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les aparejadas, que muchas veces no tienen recu- por la hipertensión arle rial que produce, por dege-
perac ión. . nerac ión hiali na, la oc lu sión de los vasos. En es-
lOS enfermos, de más de 50 años, se puede prod u-
c ir ruptura de ane uri s ma s con hemorragia ce re-
Consideraciones clínicas braL Otros accidentes son de naturaleza isquémi-
ca, más que hemorrágica, ge ne rados por aterom<lS
l. EfeclUar un examen clínico ge ne ral periódico, múltiples en los vasos intraccre brales yextracere-
manteniendo adecuada me nte e l estado orgáni- brales (pacientes de más de 60 años).
co y psicológico. El efecto cl ín ico depe nderá de la arte ria oclui -
2. El manteni miento del aparato gc nilOlIIi nario es da, s i es proximal O di sta l a l po lígono de Will is,
trascendente, en especial, el catete ri smo inter- del estado de las otras arterias y de varios factores
mitente (d iario) de la vej iga, ev ita ndo la "SOI1 - más, locales y sisté micos, para poder determin ar e l
da permanente" qu e muchas veces se hace lugar y e l pronóstico de la les ión. La diabetes y la
"c te rna" . Vigilar la infecc ión ves ic al con culli - hipcrcolcsterolemia fa vorecen este proceso. La to-
vos y antibiogramas periódi cos. pografía vascular determin a el lugar de l re blande-
3. Solemos decir que el " mejor anti bióti co" para c imiento nervioso. De esta fo rma, se descri bieron
las vías urinarias del paciente parapléjico es las isquemias por oclusión de la arteria sil viana
uno o dos vasos de agua sin aditamentos, toma- profun da y superficial, de la cerebral ante ri or, de
dos cada hora. la carótida interna, cte.
4. Cui dar la piel in sens ibl e moviendo al paciente
sobre cada un o de sus decúbitos cada dos horas Lesión de la arteria silviana profunda. La
(los prime ros tres meses) sin olvidar la pos i- he mipl ejía es tOLal y hom ogé nea; no hay hem ia-
c ión en bipedestación en las camas confeccio- nopsia y casi ningú n trastorno sensiti vo pero pue-
nadas con ese objeto. de haber afasia cuando se afecta e l hem isfer io do-
5. Hacer movilizac iones pe ri ódicas de todos los minante.
segmentos del cuerpo y pasar del decúbito obli -
gado a la bipedestación en forma paulatina, sin Lesión de la arteria silviana superficial. La
olvidar los ejercicios respiratorios con ayuda hemip lejía predomina en la cara y la ex tre mi dad
de, ade más de los profes iona les col aboradores supe rior con afasia (en e l he mi sferio dominante) y
méd icos, la fa milia y los a mi gos. trastornos del tacto qu e configuran un síndrome
6. Recordar que debe tratarse e l grupo fami liar cortical de astereognos ia.
ju nlo con e l paci ente, sobre lodo cuando hay
di s fu nciones sex ua les e inco ntin e nc ia vesical Lesión de la cerebral anterior. Pará li sis de l
y rec ta l. La fertili dad e n la muj er no está afec- mie mbro inferi or con paresi a de l superior.
tada . Los eje mplos ex puestos nos sirven para ubicar-
7. Estos pacientes suelen ser tratados en centros nos e n las posibilidades de reh abi !itación de l en-
de rehabilitación expertos e n discapacidades rermo, que debe comenzar lo más rápidame nte po-
c róni cas y complejas donde se li e ne en cuenta sible co n la fisioterapi a.
la re incorporación del hombre al trabajo, la fa -
mi li a y la sociedad.
Rehabilitación del paciellte hemipléjico
dose a la bipedestación asistida y a la marcha, cn fc rmeras espec iali zada s, psico te rapeutas,
en balTas paralelas, con ortes is o sin ella, hasta psicopedagogos, trabajadores sociales, prote-
qu e la seguridad del pac iente indique que es sistas y ortesistas, y ori e ntadores vocacional es,
posib le darle indepe ndencia e n la vida diaria, y a vece s con ex pertos en recreación y depor-
e n la calle o e n el u-abajo. tes. A los niños de menos de S años no se los
4 . La realización del tratami ento debe asociarse rehabil ita sino q ue se los hab ilita, dado que la
con una cooperación es trecha con los fam ili a- mi elinización normal de sus centros nerviosos
re s y amigos para readaptarlo, en lu med id a de todavía no estCt terminad a.
lo posible, a la forma de vida ante ri or. Hay que
recordar que pequ eños logros apare ntes pueden Hay que recordar como principio fundam ental
signi fi car que pued,\ escribir o come r por sí so- que e n la rehabi litación no nos fijamos en el nega-
lo o no , o aun cu minar sin ayuda. El concepto tivo de la película, qu e es lo que se perdi ó por la
de "m ucho" o " poco" se relac ion a directamen- enfermedad, si no en lo positivo remanente de las
te con lo que qui ere el pacie nte y no con lo que posibi lidades de un e nfe rmo, puesto que a veces él
pretende el profesional o la fami li a. mismo desco noce la potencia de sus reservas la-
S. En los casos complejos, los centros de rehabi- lentes.
litac ión están munidos de persona l especi aLi za- El pacienle e n terapi a inte nsiva nos pide la vi -
do comenzando por médicos experlOS e n reha- da, pero en rehab ilitac ión qui ere e l bienesta r y
bilitació n, pre parados en un a carre ra que ya aun la felicidad . ¿Dónde res id e la mayor co m-
existe desde hace muchos ailos en la Facultad pl ej idad del tratam ie nto , en la "ti ranía" de la me-
de Medic ina de Buenos Aires y e n otras en to- d icina en el primer evento, o e n la "de mocracia"
do el país. Además, se trabaja con un equipo de la rehabilitación, e n la que e l paciente parti c i-
compuesto por te rapi stas ocupac ional es, tera- pa y opina en la e laboración de las me tas por al-
pi stas físicos (kin csió logos) , fonoé.lud iólogos, c¡Jnzar ?
,
Capítulo
I
49
Traumatismos torácicos
Hugo Esteva
Inspiración Espiración
Fig. 49-1. La zona de fracturas múltiples reallza movimientos inversos a los del resto de la pared torácica du-
rante el ciclo respiratorio (respiración paradójica). Aunque el valor fisiopatológ ico de esta situación suele discu-
tirse, es preciso fijar por compresión la zona móvil durante el traslado del enfermo y hasta que reciba el trata-
miento definitivo.
c ión interna", qu e consiste e n venti lar al enfermo pida so lución quirúrg ica. En la emergencia es pre-
hasta que la pared se solidifique por o rganizació n ciso taponar la brecha - mediante la propia ropa
de los hematomas acompañantes, desaparezca el del e nfermo si no se cuenta con otros mcclios- pa-
movi mi e nto paradójico y mejore la situación del ra evitar e l colapso pulmunar y el bamboleo me-
parénquima. diastínico hasta llegar al hospital (fig. 49-2).
No es impresc indible la fijación de todas las
frac turas costales: basta aseg urar las su ficie ntes
como pam devo lver la estabilidad general a la pa· B. Lesiones pulmonares
red.
Los trau mati smos abieltos con grandes pérdi - La laceración o desgarm del parénquima pu/-
das de sustancia de la pared torácica requieren rá· 1II0llar es la más común de las heridas viscerales
Normal