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TEMA 1: EL MATRIMONIO
“Dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por lo tanto; lo que Dios juntó, no lo separa el
hombre” Marcos 10: 7 y 9.
El matrimonio es una UNIDAD TOTAL; los cónyuges se convierten en “una sola carne”, esto
abarca todos los aspectos de la vida del hombre y la mujer: Unidad física, unidad sexual, unidad
económica, unidad espiritual, unidad afectiva etc.
A.- No ha sido establecido por una ley humana, tampoco diseñado por un jurista o un filósofo, ni
ideado por civilización alguna. El matrimonio antecede a toda cultura, tradición, pueblo o nación;
es una institución divina. Por lo tanto, es Dios quien determina las leyes y principios que deben
regirlo.
B.- El matrimonio no es una sociedad entre dos partes donde cada parte fija sus condiciones.
Por ser una institución divina es Dios quien las establece. Nunca el hombre ni la mujer. Ni aún
ambos en común acuerdo. Tampoco pueden determinarlas los gobiernos ni las leyes de una
nación.
“Todo aquel que se casa, reconociendo los valores, principios y mandamientos cristianos, debe
aceptar las condiciones establecidas por Dios en su palabra para el matrimonio”.
C.- Cómo Dios es amor y él es infinitamente sabio, las leyes y condiciones que ha establecido
para el matrimonio son para nuestro bien y buscan el bienestar permanente de toda la
humanidad.
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1.2.1 DIOS BASE Y SUSTENTO DEL MATRIMONIO
Lucas 6:48
Pacto Mutuo: El casamiento es un pacto que se celebra entre un hombre y una mujer delante
de Dios.
“Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud contra la cual has sido desleal siendo
ella tu compañera y la mujer de tu pacto. Malaquías 2:14.
El pacto es: Es una alianza, son dos voluntades que se comprometen formal y solemnemente a
ser marido y mujer. Este pacto se concierta básicamente, por la palabra empeñada al hacer los
votos matrimoniales.
Votos Matrimoniales: Son promesas que cada uno hace al otro durante una ceremonia
Religiosa.
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2.2 LA UNIÓN SEXUAL
Y serán una sola carne lo que definitivamente sella y da legitimidad al matrimonio es la
consumación de la Unión sexual de los que han hecho pacto.
El pacto ante la sociedad siempre ha de ser previo a la unión física. “Primero dejará el hombre a
su madre y a su padre” y luego se unirá a su esposa (la unión sexual antes del matrimonio es un
pecado).
3.1 EL AMOR
Existe en nuestros días el concepto erróneo, y muy generalizado, de que el amor sentimental
constituye la base del matrimonio. Este concepto equivocado se debe a la influencia del
romanticismo y erotismo de nuestros días, que fundamentan todas nuestras acciones en los
sentimientos y emociones las cuales son cambiantes y efímeras.
Este enfoque egocéntrico basado en el bienestar y satisfacción personal hace que en nuestros
tiempos actuales muchos matrimonios fracasen, sin llegar a comprender cuál es el propósito del
matrimonio. Dios quiere que seamos uno, capaz de darse por el otro, que haya negación de sí
mismo por buscar el bienestar de quien tengo a mi lado, expresando ese amor ágape, amor
sacrificial, imagen del amor de Jesús que dio la vida por nosotros su iglesia.
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3.2 LA VOLUNTAD COMPROMETIDA
Dios nos ha hecho seres responsables, nos ha dado una voluntad y la Facultad de tomar
decisiones, (dominio propio).
Cuando un hombre y una mujer se casan hacen un pacto mutuo, empeñan su palabra, y
comprometen su voluntad a vivir Unidos en el matrimonio hasta que la muerte los separe. Dios
los hace responsables de su decisión (Eclesiastés 5: 4 y 5; Malaquías 2:14 y Mateo 5:37).
Dios no nos dice que los esposos sigan unidos en matrimonio si es que se aman, sino que deben
amarse, porque están unidos en matrimonio. De este modo el amor está garantizado y
permanece.
El verdadero amor (que deriva del término griego ágape) es pensar en el bien del otro, es querer
hacerlo feliz, Es negarse a uno mismo, el amor veraz esta es brindarse al otro, es perdonar, es
soportarse el uno al otro. Esta clase de amor lejos de anular al amor sentimental romántico lo
santifica, lo embellece y lo hace perdurable.
1 corintios 13: 4 al 7 “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad, Todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta.
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¡Cuán hermoso son tus amores, hermana, esposa mía! ¡Mejor que el vino son tus amores!
Cantares 4:10
“Y de la costilla que Dios tomó del hombre hizo la mujer y la trajo al hombre dijo entonces
Adán: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”, ésta será llamada varona
porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a
su mujer y serán una sola carne”. Génesis 2: 22 y 24
“Así que no son ya más dos sino Una sola carne, por tanto, lo que Dios unió no lo separe el
hombre” Mateo 19:6
“La mujer casada está ligada por ley mientras a su marido mientras vive; pero si su marido
muere; libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor” 1° Corintios 7:39.
Este vínculo sagrado solo puede terminar con la muerte de uno de los cónyuges.
Estos pasajes señalan con claridad que el vínculo de unidad matrimonial es sólido. Un hombre
y una mujer pasan a ser una sola carne.
Conforme a los criterios humanistas, que sitúan al individuo como sujeto de derecho, para hacer
lo que bien le parece y al egocentrismo imperante, que piensa solo la propia satisfacción de
este ser humano, manifestada en:
Búsqueda de una autonomía progresiva, que saca a Dios y sus principios eternos de la vida
cotidiana del individuo, y lo sitúa en un ámbito externo ajeno a su propia realidad.
El motor central de la humanidad es el entretenimiento, el placer, el disfrute de la carne que se
evidencia en su ensimismamiento frente al televisor, su Smartphone o su computador, conectado
a red de internet, sin necesitar del otro.
Su rendición irracional, se rinden al desenfreno sexual, a la inmoralidad, a la pornografía entre
otras muchas prácticas, que han colocado a la humanidad como icono de la corrupción, y
depravación más profunda que ha socavado las raíces judeocristianas de nuestra sociedad.
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Estos criterios imperantes hoy en el siglo XXI, hacen que este vínculo indisoluble esté en el ojo
del Huracán, y se hable cada día con mayor soltura de Separación, divorcio y recasamiento.
“Pero a los que están unidos en matrimonio mando no yo, sino el Señor, que la mujer no se
separe del marido; y si separa, quédese sin casar o reconciliarse con su marido; y que el marido
no abandone a su mujer” 1° Corintios 7:10-11
4.2.2 DIVORCIO
“Jehová a testiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal siendo
ella tu compañera y la mujer de tu pacto. ¿No los hizo el uno y habiendo en él abundancia de
espíritu? ¿y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos pues en
vuestro espíritu y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová
Dios de Israel ha dicho que Él aborrece el repudio” Malaquías 2: 14 al 16.
Dios nos exige lealtad a nuestro pacto matrimonial… Pues él mismo aborrece el divorcio.
4.2.3 RECASAMIENTO
“Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra ella y si la mujer
repudia a su marido y se casa con otro comete adulterio”. Marcos 10
La única excepción es por causa de fornicación no de adulterio Jesús ratifica así la enseñanza
de Moisés en Deuteronomio 24 del 1 al 4 Cuando el hombre se casa y encuentra en la mujer
alguna cosa indecente (sólo en caso y a causa de la dureza del corazón del hombre) se permite
el divorcio con la posibilidad de un nuevo matrimonio.
Aunque que las leyes de un país permiten el divorcio y un nuevo matrimonio, esto no modifica
en nada la situación de los cristianos. Pues nosotros estamos bajo el gobierno de Dios y sus
leyes son eternas y permanecen para siempre. Este tema del divorcio y el recasamiento debe
ser atendido de manera individual porque cada situación es un caso único y particular.
La palabra usada por Dios para conceder el divorcio a un matrimonio es: (griego Porneia) que
se traduce “FORNICACION” palabra que en su sentido más amplio denota cualquier clase de
inmoralidad sexual, como la pornografía (porneia), pero en la mayoría de las veces se utiliza el
término para señalar relaciones sexuales incestuosas (1° Corintios 5:1) , prostitución, (1° corintios
6:13) homosexualidad, y prácticas sexuales como la zoofilia y necrofilia relación sexual con
animales y muertos. El cristiano ha de huir de la fornicación, porque siendo templo de su Espíritu
Santo, el contaminarse con este tipo de pecado nos separa de Dios y nos bloquea impidiendo
directamente la presencia de Dios en nosotros. (1° Corintios 6:18) ya que nuestro cuerpo no es
para Fornicación; sino que para el Señor
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CONCLUSIÓN
Este diseño divino que nace en el corazón mismo de Dios, está completamente acabado, ya que
Dios hizo un ser masculino perfectamente adecuado para una mujer - esposa y también una
Mujer perfecta para su esposo. Este diseño mencionado en la biblia es un misterio que representa
en la tierra la Unidad de Jesús el esposo con su esposa la Iglesia (Efesios 5:31-32).
Dios creó el matrimonio por su palabra, hombre y mujer los creó, para manifestar su Gloriosa y
presencia en la tierra. Por ello la familia cuyo cimiento es el matrimonio es una de las instituciones
más atacadas y desprestigiadas por este nuevo orden mundial que quiere satanás establecer
sobre la tierra. Pero el matrimonio es diseño divino y concebido en el corazón de Dios así que
prevalecerá por sobre cualquier ataque en su contra.