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Características generales[editar]

En su forma más común, un cuaderno era una revista rectangular y apaisada de


periodicidad semanal y de un número de páginas variable, aunque predominaran los de
dieciséis. Temáticamente, solían ser monográficos, presentando folletines de grafismo
realista, "protagonizados por personajes cíclicos -o grupos" 2 y mayormente de aventuras.
Los de romance, en cambio, no presentaban tal continuidad argumental ni de personajes,
aunque, en palabras de Jesús Cuadrado "sí se solaparon conductas parejas en la función
misma de la cabecera de cada tebeo (Azucena, 1946)".2
Su ritmo de producción era frenético, dado que los editores exigían semanalmente un
mínimo de 10 páginas más portada por serie a cada autor, habiendo algunos,
como Manuel Gago, que llegaba a producir hasta cinco series simultáneamente. 3
Su éxito durante la posguerra española se atribuye a las necesidades de evasión del
público, concretadas en aventuras exóticas.4

Historia[editar]
Orígenes[editar]
En España, los primeros cuadernillos de aventuras, aunque en formato vertical, fueron
creados a partir de 1918 o 1919, tratándose en general de adaptaciones de cuentos y
novelas clásicas. Buigas, director del "TBO", también hará uso de él en su "Colección
Gráfica TBO".5
Ya en los años 30, el editor italiano Enrique Guerri Giacomelli presentó las aventuras
seriadas de un único héroe en El As de los Exploradores (1934-¿1939?) de José Grau,6
e Hispano Americana hizo lo propio con los héroes de aventuras estadounidenses que
había dado a conocer en sus revistas (Tim Tyler's Luck, Agente secreto X-9, Flash
Gordon, Franck Buck, King y Tarzán) en su colección de "Las Grandes Aventuras", a partir
de marzo de 1936.7

Consolidación[editar]
No será hasta los años cuarenta del pasado siglo cuando el formato se implante, tanto en
Italia como en España.8 En España, su proliferación fue favorecida por la dificultad de
conseguir permisos para publicaciones periódicas, siendo Hispano Americana la primera
que optó por esta vía, recuperando sus recopilaciones de series estadounidenses, a las
que ahora sumaba italianas (Juan Centella).9
Otras muchas editoriales más pequeñas se sumaron a esta moda,
destacando Rialto y Grafidea.4 Será, sin embargo, la Editorial Valenciana la que publique
los dos seriales más populares e influyentes de la época: Roberto Alcázar y Pedrín (1940)
de Eduardo Vañó y El Guerrero del Antifaz (1944) de Manuel Gago.10 En estos años,
Valenciana editó también cuadernos humorísticos y de grafismo caricaturesco,
como Mister Bluff (1943) de José Soriano Izquierdo y Emilio Panach o Cosas de risa y
embrollo de Tarugo y Don Meollo (1944) de Antonio Ayné, aunque pronto los reservará
para las series de acción.11 Como consecuencia de todo este boom, se publicaron
alrededor de 4500 títulos solo en 1945. 12
Ediciones Toray edita, por su parte, las Hazañas Bélicas (1948) de Boixcar y el más
popular de todos los cuadernos dirigidos a féminas, Colección Azucena (1946-71),13 objeto
de imitaciones como "Ardillita" y "Margarita".14
Entre 1949 y 1951, Bruguera también produjo una colección de cuadernos monográficos
titulada "Magos de la Risa", dedicada a sus series cómicas, como Heliodoro
Hipotenuso y Las Hermanas Gilda.15
Para entonces, y en opinión del investigador Pedro Porcel Torrens podrían distinguirse
cuatro escuelas gráficas:

 La del vigor narrativo: Ambrós, Ferrando, Manuel Gago, Grau, Iranzo u Osete;


 La de los ilustradores: Víctor Aguado, Ibarra, Laffond, Lozano
Olivares, Marculeta o Pertegás;
 La de los creadores de ambientes: Alférez, Darnís, Giner, Longarón, Ángel
Pardo o Ripoll;
 La más fascinada por el cómic estadounidense en cuanto símbolo de la
modernidad gráfica y que se aglutinan en torno a Joaquín de Haro: Antonio
Parras, Julio Ribera, Sommer o Toutain.16
Auge[editar]
Ya en los 50, logran un gran éxito El Cachorro (1951) de Juan García Iranzo; Aventuras
del F.B.I. (1951) de Luis Bermejo; Diego Valor (1954) de Jarber/Buylla/Bayo, y sobre
todo, El Capitán Trueno (1956, Mora y Ambrós), que llegará a vender hasta 350.000
ejemplares semanales17 y provoca, con su éxito, que se desdramaticen otros cuadernos,
ganando en tono festivo.18 Del mismo guionista es El Jabato (1958). Otras series
destacadas de esta década son El mundo futuro (1955) de Boixcar, Apache (1958) de Luis
Bermejo o la Hazañas de la Juventud Audaz (1959) de Matías Alonso.
En el terreno gráfico, la editorial Creo, fundada en 1958, presentará, durante un breve
tiempo, una alternativa al estilo habitual de los cuadernos de aventuras valencianos.

Crisis[editar]
En 1962 nace la Comisión de Información y Publicaciones Infantiles y Juveniles, cuyo
secretario general, el Padre Jesús M. Vázquez carga contra la violencia de los cuadernos
de aventuras, desnaturalizándolos y contribuyendo a la pérdida de lectores. 19 Con los
cambios sociales y la difusión de nuevas formas de ocio, como la televisión, se derrumba
definitivamente este mercado hacia 1966. 18 Solo algunos cuadernos, como Roberto
Alcázar y Pedrín permanecen, mientras se impone la novela gráfica.20

Referencias[editar]
1. ↑ Es el caso de Sergio Pradera en la sección "Doom Mail" de "La Patrulla
Condenada" nº 3, Ediciones Zinco, Barcelona, 1988, p. 2.
2. ↑ Saltar a:a b Cuadrado, Jesús en "Década tras década, hasta el desplome final",
presentación en el catálogo Certamen de Cómic  Injuve de 1998, Madrid, 10/1998.
3. ↑ Porcel (2002), 73.
4. ↑ Saltar a:a b Martín (02/1968), pp. 69 a 70.
5. ↑ Martín Martínez, Antonio en Los primeros cuadernos de
historietas para Bang! nº10, 10/1973, p. 30-32.
6. ↑ Porcel (2002), 47-55 y 69.
7. ↑ Martín (01/1968), p. 19.
8. ↑ Porcel (2002), 69.
9. ↑ Martín (02/1968), pp. 68 a 69.
10. ↑ Vázquez de Parga, Salvador en "El comic realista español desde 1950 hasta los
últimos años 60" para Historia de los Comics, 1983, p. 500, de Toutain Editor.
11. ↑ Porcel (2002), 95-99.
12. ↑ Montañés (06/1945), p. 344.
13. ↑ Fontes, Ignacio y Menéndez, Manuel Ángel en el Capítulo 7 de "El parlamento de
papel. Las revistas españolas en la transición democrática", Grupo Anaya para la
Asociación de la Prensa de Madrid, 12/2004, Tomo 1.
14. ↑ Ramírez (1975), pp. 44 a 49.
15. ↑ Martínez (2004), p. 24.
16. ↑ Porcel (2010), pp. 188-189.
17. ↑ John M. Burns y Víctor Mora en Cómo nació El Capitán Trueno - La reina bruja
de Anubis, Ediciones B, Barcelona, 1991, ISBN 84-406-2302-X.
18. ↑ Saltar a:a b Porcel (2002), 75.
19. ↑ Porcel (2002), 75-82.
20. ↑ Porcel (2010), p. 153.

Bibliografía[editar]
 ALEMÁN SAINZ, Francisco (16/10/1955). Cuadernos de aventuras. Madrid:
"Ateneo" número 90.
 CUADRADO, Jesús (2000). Atlas español de la cultura popular: De la
historieta y su uso 1873-2000. Madrid: Ediciones Sinsentido/Fundación
Germán Sánchez Ruipérez. 2 v. ISBN 84-89384-23-1.
 MARTÍNEZ PEÑARANDA, Enrique (2004). Vázquez (El dibujante y su
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04. Depósito legal: M-39015-2004. ISBN 84-95634-49-X..
 MARTÍN MARTÍNEZ, Antonio (02/1968). Apuntes para una historia de los
tebeos III. Tiempos heroicos del tebeo español (1936-1946). Madrid: Revista
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 MONTAÑÉZ FONTELA, Luis (06/1945). Un nuevo aspecto de la actividad
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 PORCEL TORRENS, Pedro (2002). Clásicos en Jauja. La historia del tebeo
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 PORCEL TORRENS, Pedro (2010). Tragados por el abismo. La historieta de
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 RAMÍREZ, Juan Antonio (1975). El "comic" femenino en España. Arte sub y
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