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GESTIÓN DEL TIEMPO

Los 4 cuadrantes de Stephen Covey para gestionar el


tiempo
¿Te pasa a menudo que no tienes tiempo para hacer lo que quieres? ¿Tienes la
sensación de que las horas pasan y te has dejado tareas sin hacer? En este artículo te
ayudamos a gestionar el tiempo de forma eficaz.

Gestionar bien el tiempo no es hacer una lista de actividades y luego ir tachándolas a


medida que se completan. Es saber planificar, priorizar, aprovechar y por supuesto,
también descartar. Existe un método que ayuda a que el tiempo verdaderamente
alcance para todo y que, además, enseña a identificar a qué debemos dedicarle
tiempo y a qué no: los 4 cuadrantes de Covey para gestionar el tiempo.

El propio Covey señala que la gestión del tiempo no se limita simplemente a organizar
tareas. Asegura que es una verdadera filosofía de vida. Y lo es porque nuestro
bienestar también depende de cómo manejamos el tiempo.

“Nunca hay suficiente tiempo para hacerlo todo, pero siempre hay suficiente tiempo
para hacer lo más importante”.

Los cuadrantes de Stephen Covey sencillamente son una matriz, un modelo


compuesto por cuatro secciones. Cada una de ellas representa una determinada
categoría de prioridad en las tareas. Al mismo tiempo, cada cuadrante incluye un
conjunto de actividades que deben gestionarse de manera diferente. Veamos esto con
mayor detalle.

Imaginemos una cruz. Al dibujarla aparecen cuatro espacios vacíos. Cada uno de ellos
es cada uno de los cuadrantes de Stephen Covey. Arriba, a la izquierda se
ubica el primero de esos cuadrantes. Corresponde a todo aquello que cumple con dos
características: urgente e importante.

En este espacio se ubican todas aquellas tareas que no pueden, ni deben, ser
pospuestas, bajo ninguna circunstancia. Es lo realmente prioritario, aquello que tiene
mayor relevancia que lo demás. Exige que sea atendido ahora

mismo y que se deje de lado cualquier otra actividad, hasta que


esto no se resuelva.
En este cuadrante se ubican situaciones como, por ejemplo, un fallo en la electricidad
de la casa. De esto dependen muchas cosas, así que no se puede posponer.

También caben allí situaciones como una enfermedad, un


accidente doméstico, etc
El segundo cuadrante: lo que no es urgente, pero sí
importante

El segundo de los cuadrantes de Stephen Covey corresponde a aquello


que no debe ser atendido inmediatamente, pero sí tiene gran importancia. En otras
palabras lo importante no urgente .

Se trata de actividades que no son decisivas a corto plazo, pero sí a mediano y largo
plazo. En este cuadrante están todas aquellas tareas que no son
de vida o muerte, pero sí resultan determinantes para la calidad
de vida o el bienestar
La primera de ellas es la salud. De la salud depende todo y es importante cuidarla. Los
efectos de no hacerlo solo se ven a largo plazo y pueden ser devastadores.

En este espacio también están tareas como la preparación de los


exámenes finales de una clase o mantener en buen nivel la relación de
pareja. Se incluyen aspectos como la capacitación o actualización de conocimientos,
etc.

El tercer cuadrante de Stephen Covey: lo urgente no


importante

Este es uno de los cuadrantes más engañosos. A veces no es fácil determinar cuáles
son las actividades y/o tareas que lo componen.

Esto se debe a que el carácter de urgencia captura la atención. Sin embargo, aunque
lo haga, no es algo relevante en el fondo.

En este cuadrante se podrían ubicar todas aquellas actividades


superfluas que se llevan a cabo por hábito o azar. Por ejemplo,
encontrarse con alguien y parlotear un rato, sin saber exactamente por qué. O
trenzarse en una discusión por redes sociales sobre algún aspecto sin importancia.
Otro caso sería una conversación por whastsapp.
En cualquier caso, el mayor riesgo está en centrarse en actividades urgentes que no
son importantes, dejando de lado actividades importantes que no parecen urgentes.
Esta es una de las principales causas de pérdida de tiempo actualmente.

El cuarto cuadrante: lo que no es urgente, ni


importante

El cuarto de los cuadrantes de Stephen Covey es aquel para


ubicar todo lo inútil Ni reviste carácter de urgencia, ni tampoco tiene mayor
relevancia. Aún así, se trata de actividades que absorben parte de nuestro tiempo.
En este cuadrante se ubican acciones completamente
irrelevantes como mirar el correo electrónico cada cinco minutos
O seguir una conversación por redes sociales en la que ni siquiera hay nada
interesante que decir. También ver televisión, conversar y cosas por el estilo.

LA BUENA GESTIÓN DEL TIEMPO

La mayoría de quienes dibujan la matriz de los cuadrantes de Stephen Covey,

e intentan aplicarla, descubren que los


primeros cuadrantes que se llena
son el 1 y el 3. Esto es, los cuadrantes de lo urgente importante y
lo urgente no importante. Covey dice que esto ocurre porque las personas
tienden a pensar que todo es urgente. Esa sensación de urgencia
es precisamente la que se encuentra en la base del estrés.
Así, aprender a manejar esos dos espacios es lo que puede ayudarnos a mejorar el
manejo de nuestro tiempo.

El autor de este modelo recomienda concentrarse sobre todo en


el cuadrante 2 Dice que allí es donde está el bienestar y la felicidad. Si logramos
identificar con claridad lo que va allí y nos enfocamos en ello, el modelo
de cuadrantes de Stephen Covey habrá cumplido su cometido.

En conclusión, el tiempo es lo más valioso y preciado que tenemos


Por tanto, debemos saber cómo gestionarlo, de forma que sepamos vivir la vida de la
mejor forma posible, aprovechando cada momento y pudiendo llevar a cabo nuestras
tareas y sueños.

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