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Es una verdadera diosa de las aguas, aunque sus pies sean volteados hacia atrás no deja de ser
bella, la Madre de agua deja rastros a la dirección contraria a la que se dirige.
Esta mujer solo persigue a niños, a quienes se le dirige con ternura, los enamora, los atrae con
dulzura y amor maternal, situación que preocupa a los padres de familia. Los niños atraídos por la
Madre de agua se enferman, sueñan con la hermosa rubia que los adora y la llaman con
frecuencia. Cuando los niños están cerca del río, que escuchan su voz la siguen tirándose al agua
con peligro.
Los campesinos creen que la Madre de agua surgió de una bella joven española que se enamoró
de un joven indígena, con quien tuvo un niño. Cuando el padre de la joven se enteró de lo
sucedido, ahogó al niño frente a sus padres, luego mató al amante indígena. La madre
desesperada se lanzó al río, convirtiéndose en una apasionada por los niños y vengativa de la
humanidad.
Mito el Cóndor
En un pueblo un hombre vivía con su hija, ella tenía como tarea cuidar a las ovejas. Todos los días
iba un joven a visitarla mientras ella cuidaba las ovejas, hasta que un día se hicieron buenos
amigos.
Un día soleado empezaron a jugar a que él la cargaba y ella a él, cuando de pronto ella se dio
cuenta que estaba volando. Desde ese día el joven se convirtió en su cóndor, él la cuidaba, la
alimentaba. Pasaron muchos años los dos crecieron tuvieron hijos, pero ella no dejaba de pensar
en su padre y todas las noches lloraba ya que había abandonado a su padre y lo había dejado solo
con los animales.
Un día ella se encontraba regando las flores y encontró a una mariposa la cual le pidió ayuda para
volver a ver a su padre, la mariposa le dijo al cóndor que su esposa y sus hijos habían
desaparecido, mientras la mariposa hablaba con el esposo ella escapaba con sus hijos y regresaba
con su padre.
Desde que ella regresó con su padre, el cóndor jamás volvió, ella todos los días volaba para ver si
veía al cóndor pero nunca más lo volvió a ver.
Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal lloró durante horas,
mientras la campesina trataba de averiguar qué hacer.
Finalmente, la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y
necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar al burro.
Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos cogieron una pala y
empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró
horriblemente.
La vida va a echarnos tierra, todo tipo de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudirse
la tierra y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia
arriba. Nosotros podemos salir de los más profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo
a torcer. Sacudirse y dar un paso hacia arriba...
EL LADRILLAZO
José iba en su nuevo Jaguar a mucha velocidad un poco tarde para el trabajo. Su Jaguar
rojo y brillante era una de sus más preciadas posesiones. De repente un ladrillo se estrella
en la puerta trasera.
José frenó el carro y le dio marcha atrás hasta el lugar de donde había salido el ladrillo. Se
bajó del coche y vio a un niño en la acera y que lo agarra y lo sacude y que le grita: ¿Qué
demonios andas haciendo? ¡Te va a costar caro lo que le hiciste a mi coche! ¿Por qué
tiraste el ladrillo?"
El niño, llorando, le contestó "Lo siento, señor, pero no sabía qué hacer. Mi hermano se
cayó de su silla de ruedas y está lastimado, y no lo puedo levantar yo solo. ¡Nadie quería
detenerse a ayudarme!"
José sintió un nudo en la garganta y fue a levantar al joven a su silla de ruedas, y revisó
que las raspadas eran menores, y que no estaba en peligro.
Mientras el niño empujaba a su hermano en la silla de ruedas hacia su casa, José caminó
lentamente a su Jaguar, pensando.
José nunca llevó el carro a reparar, dejó la puerta como estaba, Para hacerle recordar que
no debía ir a través de la vida tan aprisa que alguien tuviera que tirarle un ladrillo para
llamar su atención.