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La rana gritona y el león

Oyó una vez un león el croar de una rana, y se volvió


hacia donde venía el sonido, pensando que era de
algún animal muy importante.

Esperó y observó con atención un tiempo, y cuando vio


a la rana que salía del pantano, se le  acercó y la
aplastó diciendo:

-- ¡ Tú, tan pequeña y lanzando esos tremendos gritos !

Quien mucho habla, poco es lo que dice.

La hormiga

Dice una leyenda que la hormiga actual era en otros tiempos un hombre que,
consagrado a los trabajos de la agricultura, no se
contentaba con el producto de su propio esfuerzo,
sino que miraba con envidia el producto ajeno y
robaba los frutos a sus vecinos.

Indignado Zeus por la avaricia de este hombre, le


transformó en hormiga.

Pero aunque cambió de forma, no le cambió el


carácter, pues aún hoy día recorre los campos,
recoge el trigo y la cebada ajenas y los guarda para
su uso.

 Aunque a los malvados se les castigue severamente, difícilmente cambian su


naturaleza desviada.

La leyenda de la siguanaba

Originalmente llamada “Sihuehuet” (Mujer hermosa), tenía un romance con el hijo


del dios Tlaloc, del cual resultó embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo
a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba
ocurriendo maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (Mujer horrible). Ella sería
hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, daría vuelta y
se convertiría en un ser horrible.

El dios la condenó a vagar por el campo, apareciéndose a los hombres que viajan
solos por la noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador,
lavando ropa y siempre busca a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la
juventud eterna por el dios Tlaloc, como sufrimiento para ella.

Según cuenta la leyenda

Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a


encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres
enamorados, a los Don Juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. A
estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de
la noche, o a orillas de ríos según otras versiones. La ven bañándose con una
palangana de oro y peinando su hermoso cabello negro con un peine del mismo
metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón.

Dicen las tradiciones que el hombre que la mira se vuelve loco por ella. Entonces,
la Siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta un barranco. Enseña la cara
cuando ya se lo ha ganado, su rostro se vuelve como de muerta, sus ojos se salen
de sus cuencas y se tornan rojos como si sangraran. Su antes tersa y delicada piel
se torna arrugada y verduzca, sus uñas crecen y suelta una estridente risa que
paraliza de terror al que la escucha. Para no perder su alma, el hombre debe
morder una cruz o una medallita y encomendarse a dios.

Otra forma de librarse del influyo de la Siguanaba, consiste en hacer un esfuerzo


supremo y acercarse a ella lo más posible, tirarse al suelo cara al cielo, estirar la
mano hasta tocarle el pelo, y luego tirar el él. Así la Siguanaba se asuta y se tira al
barranco. Otras versiones dice que debe agarrarse de una mata de escobilla, y
así, cuando ella tira de uno, al agarrarse la víctima de la escobilla, ella siente que
le tiran del pelo. Esta última práctica es más efectiva, ya que es el antídoto propio
que contrarresta el poder maléfico de esta mujer mágica.
Un método funcional al observar a una mujer en el río sin
saber si es la Siguanaba, consiste en gritar tres veces
seguidas: “No te vas a ir María pata de gallina”. Si es la
Siguanaba se asustará y se lanzará al barranco, si no era
ella te dirán que estás loco, pero al menos estarás seguro.

Las Animas Benditas

     Todos los años desde el primero de octubre para el 1 de noviembre las almas
de las personas buenas andan sueltas para ir a visitar a sus familiares.

     Marcos era un hombre de 25 años trabajaba en un orfanato de la Colonia de


San Sebastián era el que hacia la limpieza, en una tarde de octubre el jugaba con
los niños a las escondidas y a bailar, la monjaencargada  le dijo que fuera a limpiar
el alta, el se despidió de los niños y se dirigió a trabajar cuando vio a Julieta su
amor eterno la saludo y ella le dijo:
¿Te gustaría salir esta noche conmigo a ver las estrellas?

Claro, nos miramos a las once de las noche para ver más claro todo.

Está bien.

     Marcos se despidió de ella se dirigió a terminar sus oficios, la monja le dijo  que


tenía que terminar todo si quería salir a las once de la noche el termino a las diez
de la noche y después se fue a cambiar y a arreglar.

     A las once cuando salió vio pasar a personas con túnicas blancas y con velas
en las manos  el pensó que eran monjas de otros lugares él las  saludo pero no le
respondieron fue cuando él se asusto y se desmayo porque desaparecieron frente
a sus ojos.

     Cuando las monjas lo fueron a ver el les conto lo que había visto entonces ellas
le dijeron que eran las animas benditas el comprendió todo, ellas le dijeron que si
las volvía a ver se tenía que hincar como reverencia y respeto porque eran
personas que en vida fueron buenas por eso Dios les daba permiso para que
salieran de visita.

     Julieta estaba enojada con el porque no había llegado a su compromiso


entonces Marcos le explico pero ella le dijo que no jugara con algo tan serio como
con almas, el les conto a sus amigos a los niños del orfanato y ellos le dijeron que
le llevara serenata y así fue el llevo cuando ella lo oyó no le dio importancia así
que se fue a dormir cuando oyó que él no se cansaba salió y vio como lloraba por
ella así que le dijo que lo perdonara y que si no podía ir con ella que le avisara o
que le avisaran.

     Cuando salieron a media noche a ver la noche y Guatemala vieron a


las animas que oraban por la salvación del mundo y el perdón de todos
nuestros pecados, Marcos se hinco y también le dijo a Julieta que lo
hiciera entonces ella le creyó lo que había pasado esa noche.

TRES RATONES ENVIDIOSOS


Cuento Corto Infantil para niños y niñas, escrito por: Jose Juan Cantu

Había una vez tres ratones muy envidiosos, querían todo para ellos solos. Pero
cuando llegaba a visitarlo un vecino, ellos escondían todo el queso que tenían
guardado.

De pronto se acercó un gato muy peludo, asomó su nariz en el agujero y los


ratones envidiosos se arrinconaron muy asustados. Cuando gritaron, el vecino los
escuchó y se acercó al gato lleno de valor y como pudo lo alejó de la puerta.
Quedó tan cansado el pobre ratón que los envidiosos salieron a agradecerle el favor y por fin lo invitaron
a comer.

Todos felices disfrutaron de un estupendo platillo de queso y entre risas recordaban al gato que corrió
muy enojado.

FIN

– Moraleja del cuento: La envidia nunca es buena.

EL GATO DORMILON
Cuento Corto Infantil para niños y niñas, creado por: Alonzo G

Había una vez un gato muy dormilón que se pasaba los días y las
tardes enteras echado en el sofá. Siempre se preguntaban que es lo
que hacía para quedar tan exhausto, pero nadie lo veía haciendo
otra cosa que no fuera descansar.

Una noche su dueño tuvo la idea de ir a buscarlo y ver si también


dormía toda la noche, pero mientras bajaba la escalera pudo
verlo… ahí estaba él, sentado frente al acuario, viendo cómo
dormía la tortuga. Sólo se quedó allí mirando en silencio a su gato,
despierto y sereno estaba cuidando el sueño de su amiga tortuga.

Al día siguiente pudo verlo como de costumbre, durmiendo en el sofá y entonces pudo comprender el
porqué de su sueño durante el día, pero no notó que la tortuga también lo cuidaba desde su sitio.

FIN

– Moraleja del cuento: Los amigos siempre se cuidan,

– Valores del cuento: Amistad


18) A quien
madruga,
Dios lo
ayuda.
Muchas
veces, el
éxito
depende de
la rapidez. 
18) A quien madruga, Dios lo ayuda. Muchas veces, el
éxito
depende de la rapidez. 

19) Al per ro flaco no le faltan pulgas. Al abatido y caído se le juntan todos los males

16) Perro que ladra, no muerde. Los que hablan mucho, suelen hacer poco. 

Quien tiene tienda, que la atienda (y si no que la venda) Cada uno debe vigilar bien sus negocios. 

El ojo del amo engorda el ganado. Conviene que cada uno cuide y vigile su empresa o comercio. 
En rincones y entre ramas

mis redes voy construyendo,

para que moscas incautas,

en ellas vayan cayendo.

LA ARAÑA

Una cajita chiquita,

blanca como la cal:

todos la saben abrir,

nadie la sabe cerrar.

EL HUEVO

Se hace con leche de vaca,

de oveja y de cabra

y sabe a beso.

¿Qué es eso?

EL QUESO

Es un gran señorón

tiene verde sombrero

y pantalón marrón.

EL ARBOL

Estoy en la nieve

estoy en la cal,

estoy en el azúcar

estoy en la sal.

EL COLOR BLANCO
Cuenta cuantos cuentos cuentas por que si no cuentas cuantos cuentos cuentas, nunca sabrás
cuantos cuentos sabes contar.

Pepe peina pocos pelos pero peina peluqueros, peina Pepe peluqueros con el peine de los pelos. -

Pancho plancha con cuatros planchas ¿Con cuántas planchas Pancho plancha?

Una rata rara con rabia rastreaba con una rama con traba.

Corté perejil y me emperijile y el que me desperijile, será un buen desperijilador.


LOS SENTIDOS

Niño, vamos a cantar


una bonita canción;
yo te voy a preguntar,
tu me vas a responder:
Los ojos, ¿para qué son?

—Los ojos son para ver.


—¿Y el tacto? —Para tocar.
—¿Y el oído? —Para oír.
—¿y el gusto? —Para gustar.
—¿Y el olfato? —Para oler.
—¿El alma? —Para sentir,
para querer y pensar.

UNA, DOS Y TRES


Una, dos y tres.
Pluma tintero y papel
para escribir una carta
a mi querido Miguel,
que se ha marchado esta tarde
en el correo [de] las tres

TERESA, LA MAQUESA
Teresa, la marquesa,
tipití, tipitesa,
tenía una corona,
tipití, tipitona,
con cuatro monaguillos,
tipití, tipitillos,
el cura y el sacritán,
tipi, tipi, tipi, tan.
Canto: Los carpinteros
Con serruchos, el carpintero
La madera va a serrar,
Hace richi, hace rach.
Después coge su martillo
Y las puertas va a clavar,
Hace toc, hace toc.
Después con su buen cepillo
La madera va a pulir,
Shi sh sh sh sh.

Canto: Payasito
Payasito soy,
Que cantando voy
Para divertir
A todos aquí,

Me llaman totó,
Es no soy,
Me llaman chi chi
Ese si soy yo.

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