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El enlace químico

Se entiende por enlace químico aquella interacción o fuerza que genera que dos o más átomos
mantengan una unión basada en la transmisión de electrones entre ambos.

Las electrones de las capas más externas del átomo se ven atraídos por la carga eléctrica que poseen
los átomos que lo rodean, en concreto su núcleo. Y aunque los núcleos se repelen entre sí al tener
ambos carga positiva, los electrones (de carga negativa) de cada uno de los átomos se ven
atraídos por el núcleo del otro.

Dependiendo de la posición de ambos, de la electronegatividad o dificultad de ionizar el átomo y de


la estabilidad electrónica que ya posea cada átomo, es posible que la fuerza de la atracción entre
electrón y núcleo impida que exista una repulsión entre átomos. Se creará un enlace químico en el
que uno de los átomos perderá electrones y el otro los ganará, logrando un estado final en el que el
el conjunto de los dos átomos alcanza un nivel de carga eléctrica estable.

Principales tipos de enlaces químicos entre átomos

1. Enlace Iónico
El iónico es uno de los tipos de enlaces químicos más conocidos, siendo el que se forma
cuando se une un metal y un no metal (es decir, un componente con poca
electronegatividad con uno con mucha).
El electrón más externo del elemento metálico se verá atraído por el núcleo del elemento no
metálico, cediendo el segundo electrón al primero. Se forman compuestos estables, cuya
unión es electroquímica. En esta unión el elemento no metálico pasa a ser anión al quedar
finalmente con carga negativa (tras recibir electrón), mientras que los metales se vuelven
cationes de carga positiva.
Ejemplo:
De enlace iónico lo encontramos en la sal, o en compuestos cristalizados. Los materiales
formados por este tipo de unión tienden a necesitar una gran cantidad de energía para
fundirlos y suelen ser duros, si bien pueden comprimirse y quebrarse con facilidad. En
general tienden a ser solubles y pueden disolverse con facilidad.

La corteza terrestre está formada principalmente por compuestos iónicos. La mayoría de las
rocas, minerales y piedras preciosas son compuestos iónicos.
Ejemplo:

 El cloruro de sodio NaCl: el elemento metálico es el sodio que le transfiere un electrón al


cloro, que es el elemento no metálico.
 El cloruro de magnesio MgCl2: el magnesio Mg dona dos electrones a dos átomos de cloro,
como se muestra en la figura abajo:
El magnesio tiene dos electrones en su capa externa que puede transferir a dos átomos de
cloro para formar el cloruro de magnesio MgCl2.

2. Enlaces Covalentes
El enlace covalente es un tipo de enlace caracterizado porque los dos átomos al unirse
poseen propiedades electronegativas semejantes o incluso idénticas. El enlace covalente
supone que ambos átomos (o más, si la molécula la forman más de dos átomos) comparten
entre si los electrones, sin perder ni ganar en cantidad.
Este tipo de enlaces es el que suele formar parte de la materia orgánica.
Ejemplo
La que figura nuestros organismos, y son más estables que los iones. Su punto de fusión es
más bajo, hasta el punto que muchos compuestos se encuentran en estado liquido, y no son
por lo general conductores de la electricidad.

Dentro de los covalentes podemos encontrar varios subtipos.

Enlace covalente no polar o puro


Se refiere a un tipo de enlace covalente en que se unen dos elementos con el mismo nivel de
electronegatividad y cuya unión no provoca que una de las partes pierda o gane
electrones, siendo los átomos del mismo elemento. Por ejemplo el hidrógeno, el oxígeno o
el carbono son algunos elementos que pueden unirse a átomos de su mismo elemento para
formar estructuras. No son soluble.
 Este enlace ocurre normalmente en moléculas simétricas, es decir, moléculas formadas por
dos átomos iguales, como la molécula de hidrógeno H 2 y la molécula de oxígeno O2.
Dos átomos de hidrógeno comparten sus electrones en un enlace covalente no polar.

Enlace covalente polar


En este tipo de enlace covalente, en realidad el más usual, los átomos que se unen son de
distintos elementos. Ambos poseen una electronegatividad semejante aunque no idéntica,
con lo que tienen diferentes cargas eléctricas. Tampoco en este caso se pierden electrones
en ninguno de los átomos, sino que los comparten.
También se forma cuando dos átomos comparten electrones pero uno de ellos tiene una
mayor atracción por los electrones. Esto hace que la molécula tenga un "polo" más negativo
con mayor número de electrones y el polo opuesto es más positivo.
Las moléculas con esta distribución o desequilibrio de electrones se conocen como polares.
Por ejemplo, en el fluoruro de hidrógeno HF, existe un enlace covalente entre el hidrógeno y
el flúor, pero el flúor tiene mayor electronegatividad, por lo que atrae con más fuerza a los
electrones compartidos.

El átomo de flúor atrae con más fuerza los electrones que comparte con el hidrógeno
dándole un carácter polar al enlace.

Dentro de este subgrupo también encontramos los enlaces:


Enlace Covalentes simples
Cuando dos átomos comparten dos electrones, provenientes uno de cada uno, el enlace
covalente formado se llama enlace covalente simple.
Por ejemplo, el cloro es un átomo que posee siete electrones de valencia en su capa externa,
la cual puede llenarse con ocho electrones. Un cloro puede combinarse con otro cloro para
formar la molécula de cloro Cl2 que es mucho más estable que los cloros por separados.

Entre dos átomos de cloro se comparten un par de electrones formando un enlace simple.

Enlace Covalente doble


El enlace covalente doble es el enlace donde se comparten cuatro electrones (dos pares) de
electrones entre dos átomos. Por ejemplo, el oxígeno tiene en su última capa 6 electrones.
Cuando se combinan dos oxígenos, se comparten cuatro electrones entre los dos, haciendo
que cada uno tenga 8 electrones en la última capa.

Cuando se unen dos átomos de oxígeno, entre ellos comparten cuatro electrones, formando
un enlace doble.

Enlace Covalente triple


El enlace covalente triple se forma cuando entre dos átomos se comparten 6 electrones (o
tres pares). Por ejemplo, en la molécula de cianuro de hidrógeno HCN, se forma un enlace
triple entre el carbono y el nitrógeno.
En la molécula de cianuro de hidrógeno, entre el carbono y el nitrógeno se comparten seis
electrones formando un enlace triple.

Enlace covalente coordinado o dativo


El enlace covalente coordinado o dativo es el enlace que se forma cuando solo uno de los
átomos del enlace aporta un par de electrones. Por ejemplo, cuando reacciona el amoníaco
NH3 con el trifluoruro de boro BF3, el nitrógeno se une con dos electrones directamente al
boro, que no tiene electrones disponibles para compartir. De esta manera, tanto el
nitrógeno como el boro quedan con 8 electrones en su capa de valencia.

El nitrógeno comparte sus dos electrones disponibles al átomo de boro que no tiene
electrones para compartir en la molécula de NH 3BF3.

3. Enlace Metálico
En los enlaces metálicos se unen entre sí dos o más átomos de elementos metálicos. Dicha
unión se debe no a la atracción entre ambos átomos entre sí, si no entre un catión y los
electrones que han quedado libres y ajenos haciendo que sea tal cosa. Los diferentes
átomos configuran una red en torno a estos electrones, con patrones que se van repitiendo.
Estas estructuras tienen a aparecer como elementos sólidos y consistentes, deformables
pero difíciles de romper.
Asimismo, este tipo de enlace se vincula a la conductividad eléctrica propia de los metales, al
ser sus electrones libres.
En los metales, los electrones de valencia se liberan de su átomo original y forman un “mar”
de electrones que flota alrededor de la estructura completa del metal. Esto hace que los
átomos de metal se transformen en iones metálicos con carga positiva que se empaquetan
entre sí.
El enlace metálico se establece entre los elementos metálicos como el sodio Na, bario Ba,
calcio Ca, magnesio Mg, oro Au, plata Ag y alumino Al.

Cuando los electrones de un metal se "deslocalizan", el núcleo del metal queda positivo y el
metal se mantiene unido por los electrones negativos que se mueven por la estructura.

Enlaces intermoleculares

Las moléculas se asocian a través de fuerzas que permiten formar sustancias en estado
líquido o sólido.

Enlaces o fuerzas dipolo-dipolo


Entre las moléculas polares se pueden establecer enlaces intermoleculares débiles cuando
los polos negativos son atraídos por los polos positivos y viceversa. Por ejemplo, el metanal
H2C =O es una molécula polar, con una carga parcial negativa sobre el oxígeno y una carga
parcial positiva en los hidrógenos. El lado positivo de una molécula de metanal atrae al lado
negativo de otra molécula de metanal.
La molécula de metanal tiene dos polos: positivo y negativo. El polo positivo de una
molécula de metanal se siente atraído por el polo negativo de otra molécula de metanal.

Enlaces o puentes de hidrógeno


El puente de hidrógeno o enlace de hidrógeno es un enlace que se establece entre
moléculas. Se produce cuando un hidrógeno de la molécula está unido covalentemente a un
oxígeno, a un nitrógeno o a un flúor. El oxígeno, nitrógeno y flúor son átomos con una mayor
electronegatividad, por lo tanto atraen con más fuerza los electrones cuando los comparten
con otro átomo menos electronegativo.

Existen puentes de hidrógeno entre las moléculas de agua H 2O y de amoníaco NH3 .

Los puentes de hidrógeno en el amoníaco se forman entre el hidrógeno con carga parcial
positiva de una molécula y el nitrógeno con carga parcial negativa de otra molécula.
Ana Zita,(2021) https://www.diferenciador.com/tipos-de-enlaces-quimicos/

Oscar Castillera Mimenza, (2021) https://psicologiaymente.com/miscelanea/tipos-enlaces-quimicos

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