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COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN DE TEXTOS I

Ciclo marzo 2021


S06.s2

Discusión de fuentes de información para la Práctica Calificada 1 (PC1)

Logro de la Al final de la sesión, el estudiante elabora resúmenes a partir de la revisión de


sesión fuentes para la PC1, con la finalidad de realizar un esquema de redacción.

Actividad 1

INTEGRANTES:
Revisa las fuentes correspondientes y busca más información de acuerdo con la postura que
hayas asumido. Luego, elabora tus resúmenes. Estos te permitirán sintetizar la información que
puedes incluir en tu esquema de ideas de la PC1.

LA MUJER EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Según una reciente encuesta del CONCORTV (2019), el 56% de peruanos/as considera que la mujer
es mostrada de manera negativa en la televisión nacional, esta cifra se eleva significativamente en
Tumbes (92%), Cusco (76%), y Trujillo (71%).

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es una fecha oportuna para
analizar la imagen que se proyecta de las mujeres en los medios de comunicación, cuáles son los
roles que ocupan y cómo se vienen tratando los casos de violencia de género.

En este sentido, el “Estudio cualitativo de programación televisiva difundida en Horario Familiar”


(2019), revela que en los programas informativos la mujer tiene un rol protagónico como víctima,
débil y necesitada de protección, y solo aparece en un 4% como líder, experta o profesional, mientras
que el hombre cumple ese rol en un 21%.

El feminicidio es la temática de los programas informativos que más ha llamado la atención en los
últimos tiempos, así lo señaló el 46% de los encuestados en 2019. Además, la mayoría considera que
los noticiarios de la TV se aprovechan del dolor humano (68%), y opinan que parecen programas
policiales (58%).

Al respecto, la investigación cualitativa “Tratamiento de la noticia sobre violencia contra la mujer en


los informativos de la TV y la radio peruana” (CONCORTV, 2018), reveló que de una muestra de 60
noticias, el 75% fueron relatadas como notas policiales, y un 35% incluyó detalles de la violencia.

Entre los recursos más utilizados para el desarrollo de las noticias sobre violencia de género, el 25%
usó imágenes morbosas y la dramatización, es decir, se recreó el hecho violento. Otra práctica
recurrente es recoger testimonios de familiares y amigos de la víctima, con declaraciones cargadas de
emotividad.

Para la investigadora Lourdes Barrezueta, estas noticias, en su mayoría, no son producidas con
enfoque de género, alimentan estereotipos y representaciones distorsionadas de la mujer, refuerzan
mensajes violentos, y, por ende, no contribuyen con la prevención de más situaciones de violencia:
“Estas noticias no contribuyen a deconstruir las raíces que originan la violencia, por el contrario, las
refuerzan, son parte del problema que viven millones de mujeres en el país”.
Ley Nº 30364

Ante estos resultados, es necesario recordar que la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, Ley Nº 30364, señala (Art° 46) que
“los medios de comunicación, en la difusión de informaciones relativas a la violencia sobre la mujer
garantizan, con la correspondiente objetividad informativa, la defensa de los derechos humanos, la
libertad y dignidad de las mujeres víctimas de violencia y de sus hijos. En particular, tienen especial
cuidado en el tratamiento gráfico de las informaciones”.

Resumen:

Un sondeo realizado en Perú por parte de CONCOR TV (2019), resulto que las damas son
expuestas de forma inadecuado ante medios de comunicación. Es importante analizar la figura
que proyecta una mujer, ya que estos medios transmiten a la mujer como víctimas, débil y que
requiere de protección. Asimismo, el feminicidio es un tema dado en noticieros de la TV, estos
utilizan el dolor de una persona para que de esta forma atraigan a sus espectadores. Es más,
según un sondeo sobre los medios de comunicación como radio y TV sobre este tema, revelo
que un mínimo porcentaje de las noticias se refiere a violencia, puesto que los recursos más
utilizan dentro de una noticia de violencia son imágenes morbosas, testimonio, declaración entre
otros. Por lo contrario, Lourfes Barrezueta indica que las noticias generan estereotipos y
refuerzan mensajes violentos, esto trae consigo que no se coopere con las medias de prevención
ante una situación de violencia. Al respecto, con base a estos resultados la ley de prevención,
sanción y eliminación de la violencia contra la mujer y familia está amparada con Ley N°
30364.

SEIS RECOMENDACIONES PARA QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


ABORDEN LA VIOLENCIA DE GÉNERO
En Chile y en muchos otros países latinoamericanos se está viviendo un auge de los
movimientos feministas que buscan visibilizar de la violencia de género. Sin embargo, en los
medios de comunicación se tiende a reproducir y naturalizar la violencia de género en vez de
denunciarla y luchar contra ella. Es necesario reflexionar sobre las prácticas periodísticas y
trabajar para transformarlas. Para ello, y sobre la base de documentos sobre el tratamiento
mediático de estos temas, es posible formular algunas recomendaciones para los periodistas a
los cuales les toca reportar los casos de violencia de género.
1. Sacar la violencia del espacio privado

En los medios de comunicación se ha producido una operación de reducción del campo visual
de la violencia. Así, se pasa de concebir la violencia solo como el maltrato doméstico, a ignorar
todos los maltratos que no sean físicos y dar sólo importancia a aquellos que acaban con el
resultado de muerte.
En consecuencia, es recomendable que los periodistas denominen todos los asesinatos de
mujeres como “femicidios” o “feminicidios” y no solamente los asesinatos dentro de una
relación de pareja.
Es necesario que en su cobertura los medios saquen el tema de la violencia de género del
espacio privado familiar y visibilicen las diferentes formas de violencia, ya que las agresiones
ocurren también en otros lugares como el espacio de trabajo, las escuelas o en la calle, afectando
a diferentes grupos: mujeres migrantes, indígenas, afrodescendientes y lesbianas, entre otras.
2. Empoderar en vez de victimizar
Si no se toman los resguardos necesarios, la forma de difusión mediática de una situación de
violencia puede convertirse en una instancia de revictimización. Es importante evitar la
estigmatización, la culpabilización y la sexualización de las mujeres que padecen o han
padecido violencia porque construyen un sentido negativo respecto de la persona, y proponen
marcos interpretativos peligrosos que pueden terminar legitimando los actos de violencia.
Los abordajes de casos de mujeres víctimas de violencia en los que se las construye como una
persona que “bebe alcohol”, le gusta “salir de noche” o vestirse de determinada manera, tienden
a montar una imagen de aquellas mujeres como merecedoras de la violencia. El caso de Nabila
Rifo, una mujer de Coyhaique que sufrió un brutal ataque de su expareja, refleja esto.
Programas de televisión pusieron énfasis en que ella había tomado mucho la noche del ataque o
que había tenido relaciones sexuales con otro hombre que no era el imputado. Fueron
informaciones que humillaron a la víctima y justificaron la agresión.
3. Proteger y respetar a las víctimas

Para proteger a las mujeres que son víctimas de violencia, es necesario evitar difundir imágenes
de ellas, sus datos personales, mostrar el espacio personal que habitan y su entorno familiar, así
como cualquier aspecto que pueda ponerlas en riesgo. Así se destaca en las Recomendaciones
de Tratamiento Mediático a Niñas y Mujeres víctimas de violencia, documento elaborado por el
Consejo Nacional de Televisión (CNTV), el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y la
Red de Asistencia a Víctimas.
Es fundamental atender a la especificidad de los casos que refieren a niñas y adolescentes,
quienes poseen protecciones aún mayores. La difusión mediática de un caso de violencia contra
una mujer debe evitar exponer la intimidad de la persona que la sufre o sufrió y lesionar su
dignidad, por ejemplo mediante la difusión de datos personales o de la presentación de aspecto
morbosos.
4. Usar lenguaje preciso, respetuoso e informativo

Es necesario que la violencia contra mujeres y niñas sea siempre denominada “violencia de
género“. Es recomendable que las muertes de mujeres por el hecho de ser mujeres sean
nombradas como “femicidios” o “feminicidios”, en tanto éste es el término sugerido nacional e
internacionalmente para identificar la especificidad de la problemática.
También es recomendable el uso de la expresión “mujer en situación de violencia”, en tanto
posibilita resaltar el carácter temporario de la situación y la posibilidad de salir de ella. Estos
usos del lenguaje son importantes porque otorgan a la problemática en cuestión elementos para
ampliar su abordaje y su comprensión crítica y reflexiva por parte de las audiencias. Así, la
cobertura informativa puede convertirse, directa e indirectamente, en una provisión de recursos
para quienes sufren situaciones similares y carecen de herramientas para enfrentarlas.
5. Evitar el sensacionalismo

Es imprescindible que la información relativa a un caso de violencia evite transformar el hecho


en un espectáculo trágico o en fuente de diversión, como sucedió en el caso de Nabila Rifo. Por
el contrario, se recomienda tener presente que la violencia contra las mujeres es un fenómeno
extendido en nuestra sociedad que trae consecuencias negativas para la vida de quien la padece,
de su entorno, y para toda la sociedad. La cobertura mediática de los casos de violencia contra
las mujeres puede contribuir a un fin social cuando se centra en los aspectos sociales y no en la
morbosidad individual del hecho, apuntando a visibilizar el carácter de problemática social y
multidimensional de la violencia de género contra las mujeres.

6. La responsabilidad de los periodistas


Pese a que existe un constante crecimiento de la conciencia respecto de la importancia de la
igualdad de oportunidades y la erradicación del sexismo de la sociedad chilena, la naturalización
de conductas y lenguajes machistas en los medios de comunicación genera un estancamiento
cultural que hay que advertir. Los medios de comunicación tienen un gran poder y por lo tanto
una gran responsabilidad respecto a la violencia de género. Por lo tanto, este artículo es un
llamado a todos los periodistas que trabajan en medios de comunicación a reflexionar sobre la
cobertura de los casos de violencia de género y elaborar una práctica periodística profesional y
responsable.

Resumen:

Los medios de comunicación tienden a propagar videos sobre la violencia de género en vez
informar sobre cómo se puede lidiar contra ello. Por ende, se generó 6 sugerencia para aquellos
periodistas que les toque reportar algún caso de violencia. En primer lugar, sacar la violencia del
espacio privado, esto nos indica que es aconsejable que los reporteros designen un asesinato de
una mujer como FEMINICIDIO y que a la vez es preciso que los medios reflejen las distintas
formas de violencia en distintos ámbitos como en el espacio del trabajo, las escuelas, calles
entre otros. En segundo lugar, empoderar en vez de victimizar, esto indica que la forma en que
se difunden un acto de violencia lo convierten en una situación de revictimización. Por ende, es
mejor evitar la estigmatización, la culpabilidad y la ecualización de las mujeres que han
soportado esto, los casos más comunes son los que informar que las mujeres son merecedoras
por lo que le ocurrió, ya sea porque aquellas consuman alcohol, le gusta salir de noche y vestirse
de una forma determinada, pero esto no justica la acción de aquella persona. En tercer lugar,
proteger y respetar a las victimas esto nos indica que los reporteros deben de evitar propagar
imágenes de ellas, sus datos personales, exponer el espacio personal que habita y su entorno
familiar. Además, de evitar de exponer la intimidad de la persona que ha sufrido y sufre. En
cuarto lugar, usar lenguaje preciso, respetuoso e informativo, esto indica que la muerte de una
mujer debe ser nombrada como FEMINICIDIO. Asimismo, es aconsejable el uso de la
expresión ´´Mujer en situación de Violencia´´, ya que esto remarca la situación y la posibilidad
de salir de ella. En quinto lugar, evitar el sensacionalismo, este indica que al momento de
informar sobre un caso de violencia se debe de evitar modificar el suceso en un espectáculo
trágico o en fuente de diversión. En consecuencia, esto trae consigo resultados negativos para
quien lo padece, su entorno y para toda la sociedad. Por último, la responsabilidad de los
periodistas, esto hace referencia a que los medios de comunicación tienen una gran influencia en
la sociedad, por lo tanto, los periodistas deben de actuar de manera responsable ante un suceso
de violencia
REPRESENTACIÓN MEDIÁTICA

La violencia contra la mujer, en particular la violencia familiar y sexual y el feminicidio, son


abordados por el discurso informativo de los medios de comunicación social del país, con
prejuicios sexistas y valoraciones subjetivas que descontextualizan la noticia; apartando la
atención sobre el verdadero problema de dominación que se ejerce contra las mujeres, es decir,
los medios no evidencian las relaciones de poder que ejercen los varones contra las mujeres con
el objetivo de conservar o aumentar su poder en la relación.

En la televisión y en los tabloides limeños se aborda esta problemática con una orientación
sensacionalista, poniendo el énfasis al hecho violento, al dramatismo y al victimismo,
subrayando la historia personal y no el problema social de la violencia contra la mujer. Es
común en estos medios de comunicación, exponer a las mujeres víctimas de violencia a una
revictimización pública a través de imágenes crudas y detalles morbosos, llegando en muchas
ocasiones a la violación de su intimidad e integridad personal, al identificarla y al señalar el
lugar donde se encuentra.

La radio noticiosa tampoco es ajena a este tipo de tratamiento informativo y repite en ocasiones
algunos de los vicios informativos señalados. En ese contexto, la opinión pública conoce y
percibe la violencia contra la mujer, en particular la violencia familiar y sexual, así como el
feminicidio, desde la perspectiva de los medios de comunicación local, los cuales evidencian
una tendencia a la representación estereotipada de este tipo de violencia (Valencia, 2008).

Resumen:

Los medios de comunicación abordan el tema de la violencia contra la mujer de manera


inadecuada; pues muestran esta problemática, con prejuicios basados en el género y
apreciaciones subjetivas, sacando de contexto la noticia. En estos medios se trata este
tema con una inclinación sensacionalista; y no muestran el verdadero problema de
dominación que ejercen los hombres contra las mujeres, con el fin de mantener su poder
en la relación. Además, en este entorno el público observa la problemática desde el
punto de vista del medio comunicativo, que muestra una imagen estereotipada de este
tipo de violencia.

RECONOCIMIENTO MEDIÁTICO DEL FEMINICIDIO

El feminicidio es reconocido y titulado como tal por los medios de comunicación local en abril
del 2009, en el marco de una campaña de sensibilización sobre esta problemática realizada por
el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, que incluyó la visita de la ministra de la Mujer y
Desarrollo Social, de ese entonces, a los medios de comunicación local para solicitarles sumarse
a la campaña.

A través de las referencias sobre esta problemática y de la data proporcionada por el Sector en
base al Registro de Víctimas de Feminicidio en el Perú, creado por el Ministerio de la Mujer y
Desarrollo Social en marzo del 2009; los medios de comunicación local visibilizaron la
problemática del feminicidio en medio de una serie de sucesos de mujeres victimadas en manos
de sus parejas, que acontecieron en esos meses a nivel nacional.

Es necesario recordar, no obstante, que, si en las notas periodísticas no aparecían las


intervenciones de las y los especialistas del MIMDES y de otras instituciones vinculadas con la
temática, gran parte de los medios de comunicación ya no continuaban refiriéndose a la muerte
de las mujeres por razones de género como “Feminicidio”, sino como cotidianamente lo venían
haciendo antes de la campaña, es decir, como un suceso aislado y de homicidio en general.

El Registro de Feminicidio y Tentativas reportado por el MIMDES, permitió conocer


que los medios de comunicación local representan la principal fuente de captación de
los casos (92%), seguido de las otras fuentes como la Fiscalía, Organización No
Gubernamental (ONG), Centro Emergencia Mujer (CEM) y otros (8%). De los 92 casos
informados a través de los medios durante el período de enero a julio del 2009, un total
de 78 casos fueron emitidos y/o publicados a través de los medios de comunicación
masiva de alcance nacional y 14 a través de medios de comunicación local.

Resumen:

En abril del 2019, gracias a la campaña realizada por el MIMDES, el feminicidio es


aceptado y titulado como tal por los medios de comunicación. Sin embargo, si no hay
intervención del MIMDES y otras instituciones en las notas periodísticas, estos medios
siguen refiriéndose a la muerte de las mujeres como lo hacían antes; el Registro de
Feminicidio y Tentativas producido por el MIMDES, dio a conocer que la principal
fuente de percepción de los casos se da por los medios de comunicación local
MONITOREO DE MEDIOS CON ENFOQUE DE DESARROLLO
La violencia contra la mujer es una de las principales problemáticas que enfrenta el país; en ese
sentido, desde la ACS Calandria ha publicado un monitoreo sobre cómo se viene abordando las
noticias de feminicidio en los medios de comunicación más importantes de Lima Metropolitana.
El monitoreo de medios de comunicación fue realizado con el apoyo de Wacc y Pan para el
Mundo, en los meses de abril y mayo del 2019, a los medios televisivos (Latina, ATV,
Panamericana, América Televisión y TV Perú) y medios de prensa escrita (La República, El
Trome, Expreso, Ojo, Perú 21, Correo y El Comercio). Tiene como uno de los principales
hallazgos que la ausencia de un enfoque de género en los medios influye definitivamente en su
calidad informativa.
Es importante destacar como una de las mejoras en materia legal que el término de Feminicidio
ya viene siendo reconocido como delito y llamado como tal. El 72.9% de las noticias sí se
utiliza este término, siendo mayor el porcentaje en la prensa (83.5%) que en la televisión
(64.5%). Se constata un avance significativo en su aplicación en el tratamiento informativo.
Más aun, en el año 2012 el uso de este término en la prensa era de apenas un 10.2% y en la
televisión de 6.8%.
Finalmente, Calandria demanda a los medios cumplir con las orientaciones señaladas en la Ley
30364 para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra la mujer e integrantes del grupo
familiar.
Dicha Ley, en el artículo 125, precisa las obligaciones de los medios de comunicación en
relación con las víctimas, señalando que “los medios de comunicación contribuyen a la
formación de una conciencia social sobre la problemática de la violencia hacia las mujeres e
integrantes del grupo familiar y la enfocan como una violación de los derechos humanos, que
atenta contra las libertades y derechos fundamentales de las víctimas”.
Resumen:

El monitoreo de la ACS Calandria a los medios de comunicación halló que la falta de un


enfoque de género en los medios repercute en su calidad informativa. Así mismo,
Calandria solicita a estos medios a cumplir lo señalado en la ley 30364 para prevenir y
erradicar la violencia hacia la mujer; en el artículo 125 de dicha ley se fijan las
obligaciones de los medios para con las víctimas.
USO DE ADJETIVOS
La agresión hacia la mujer es un hecho complejo que necesita una explicación detallada,
mesurada y alejada de frivolidades. La noticia de por sí resulta atrayente y captura la atención
de los lectores.
El libro Violencia Sexual e Interrupción del Embarazo: Una realidad pendiente en la agenda de
los medios de comunicación social (2008) menciona que el uso del lenguaje en el abordaje de
este tipo de hechos es sumamente importante, porque con una palabra se puede estar atentando
contra la dignidad.
Los medios de comunicación muchas veces causan sensaciones en la audiencia, a través de
llamativos titulares, utilizando adjetivos inapropiados que impresionan y conmueven, o de
adjetivos calificativos innecesarios, irrespetuosos y distorsionadores.
Organismos como el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, proponen lineamientos
periodísticos para la redacción de notas relacionadas a la violencia contra la mujer, una de sus
propuestas fue un manual de estilo periodístico llamado Pautas para el Tratamiento
Informativo Adecuado de la Violencia Contra la Mujer en los Medios de Comunicación Social
(2011), en donde censura y condena el lenguaje morboso de los hechos, porque el dolor que
describen no es un espectáculo.
Sin embargo, la lógica de los diarios es diferente; por ejemplo, Jorge Cabello, del diario AJÁ,
comentaba en una entrevista que la violencia de por sí no es algo chistoso, pero se debe buscar
el lado más jocoso de una desgracia para conseguir un titular que impacte, y propone como
ejemplo el caso de un hombre que asesina a su conviviente con una cadena, el titular perfecto
sería “Bestia mata a cadenazos a su ñori”, porque lo sobresaliente es que no cualquiera mata a
cadenazos.
A pesar del uso de frases irónicas, humorísticas o con sorna, lo preocupante es la justificación
del agresor a través de los adjetivos, como se explica en el manual de estilo periodístico La
Violencia hacia las mujeres en los medios de comunicación, Transformando las noticias (2007),
en donde se lista una serie de términos equívocos de uso frecuente en los diarios
sensacionalistas, entre estos podemos encontrar:
 Crimen pasional, porque justifica y favorece al agresor al considerar que cometió
dicho acto, arrastrado por la pasión, dejándose llevar por un momento de locura.
 Bajos instintos, es inherente y básico en la naturaleza humana por lo que a es
justificable que no se pueda controlar las conductas sexuales, le quita la responsabilidad
del hecho al agresor.
 Celos, reafirma la idea de que una relación sentimental la mujer es propiedad del varón,
por lo que la agresión está justificada.

Resumen:

La violencia contra la mujer es un hecho complejo que requiere una explicación detallada,
objetiva en lo posible. La noticia de por si llama la atención del lector. Por ejemplo, El libro
Violencia Sexual e Interrupción del Embarazo: Una realidad pendiente en la agenda de los
medios de comunicación social (2008) sugiere que el tipo de lenguaje que abordan temas como
este es muy importante. El lenguaje televisivo obliga a fusionar las ideas en pocas palabras,
eliminar cualquier cosa que sea innecesaria, usar el lenguaje sencillo, además de ordenar bien el
relato (Gemma Gimeno- Miquel Peralta, 2008). Los medios de comunicación suelen causar
sensaciones en su audiencia a través de los titulares, usando ciertos adjetivos distorsionadores o
irrespetuosos. Algunos organismos proponen ciertas medidas para evitar los errores comunes,
uno de las propuestas fue llamado Pautas para el Tratamiento Informativo Adecuado de la
Violencia Contra la Mujer en los Medios de Comunicación Social (2011). Sin embargo la lógica
de los diarios es distinta; por ejemplo Jorge Cabello decía que la violencia de por sí no es
chistosa, se debe buscar el lado jocoso de una desgracia para conseguir un titular impactante.

MEDIOS Y PERIODISMO EN AMÉRICA LATINA: LOS FEMINICIDIOS


COMO ESPECTÁCULO
El feminicidio de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años de Ciudad de México brutalmente
asesinada por su pareja, estremeció a la región. Además del asesinato, dos medios de crónica
roja reprodujeron las macabras fotos de su cadáver y trataron el feminicidio como crimen
pasional, en un país donde aumentaron los casos de feminicidios 111 % en apenas 4 años.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), América Latina es la región más
peligrosa para las mujeres en el mundo, países como El Salvador, Honduras, Bolivia Guatemala
y República Dominicana poseen elevadas tasas de feminicidios por cada 100.000 mujeres. El
2019 fue un año en donde varios países de la región registraron el más alto índice de
feminicidios. En Perú, 168 casos de feminicidios; en Argentina se llegó a asesinar a una mujer
cada 12 horas, cerrando el año con 327 mujeres asesinadas. En Brasil, el país latinoamericano
con mayor cantidad de feminicidios, los crímenes misóginos han aumentado
exponencialmente en pocos años. Ante esta grave situación y entendiendo que los medios de
comunicación inciden poderosamente en cómo percibimos la realidad, es importante analizar
cómo éstos narran y cubren los feminicidios.
Los relatos de muchos medios latinoamericanos son estremecedores y reproducen
desigualdad de género
El caso de Ingrid Escamilla, si bien impactante, no es un caso aislado en la región. Diferentes
medios de comunicación latinoamericanos reproducen fotografías de los cuerpos, detallan cómo
fueron cometidos los feminicidios y siguen nombrándolos como “crímenes pasionales”. En
muchas ocasiones, la prensa suele exponer la vida privada de las mujeres y las reducen a
estereotipos o simples estadísticas. 
Es necesaria una acotación: en general, los medios no reconocen los feminicidios como un
problema social o de salud pública, sino que los presentan como crímenes limitados al ámbito
privado y, por lo tanto, espectacularizados. Por ejemplo, durante el 2019 en Paraguay un medio
relató un feminicidio haciendo hincapié en que la mujer se negó a pasarle más cerveza a su
pareja. Por otro lado, un portal argentino informó sobre el caso de una adolescente asesinada
detallando cómo fue atacada por el hombre, que según sus familiares, la acosaba
constantemente.  
En otra oportunidad, un importante diario paraguayo utilizó un lenguaje de crónica roja para
detallar los pormenores de un feminicidio. Otro portal del mismo país calificó un feminicidio
como un simple homicidio. Por otro lado, el mayor periódico del Perú describió
meticulosamente cómo una mujer fue atacada por su expareja en diciembre del año pasado. 
En un estudio sobre cómo los medios de comunicación retratan la violencia contra la mujer
en América Latina y el Caribe en el 2016 se puede notar que uno de los resultados  más
relevantes es que la mayoría de las noticias “oscilan considerablemente entre la banalización y
la sensacionalización de la violencia y fracasan a la hora de humanizar el tema”.  Hoy, en medio
de una epidemia de feminicidios a nivel global existen aún periódicos nacionales y regionales
que evidencian lo que ya ese informe del 2016 comprobaba: los feminicidios se siguen
mostrando como espectáculos en los medios de comunicación, con lenguaje policial y mirada
estigmatizante hacia las mujeres.
Causa preocupación el lenguaje de portales paraguayos que presentan los feminicidios como
hallazgos, como por ejemplo, en el contexto de un feminicidio: “hallan muerta a una mujer en
un camino vecinal”. Es importante resaltar que, incluso ante el aumento de casos de
feminicidios en la región, para los medios sigue habiendo mujeres “fallecidas” o “muertas” y no
asesinadas.  El empleo de eufemismos impide reconocer el feminicidio como un problema
social de desigualdad de género y presenta estos crímenes misóginos como hechos aislados e
individualizados, restando así importancia al hombre agresor y feminicida. Es importante
repetirlo: en América Latina las mujeres no aparecemos muertas o simplemente morimos.
Somos asesinadas. 
También es alarmante la justificación de los crímenes. El caso de Mabel Blanca, nombrada por
los medios del país sudamericano con el apelativo de “la niñera”, demostró que los medios
utilizan los perfiles de “mala víctima” para culpar a las mujeres de sus propios asesinatos, como
una forma de disciplina miento ante la sociedad.  
Resumen:
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), América Latina es la región más
peligrosa para las mujeres en el mundo, En primer lugar, En Perú hay 169 casos de feminicidios
cada hora es asesina una mujer. En segundo lugar, las redes sociales no reconocen los
feminicidios como un problema social o de salud pública, estas presentan como crímenes
limitados. A si mismo, las redes muestran los feminicidios como un espectáculo con un lenguaje
policial o una mira estigmatizaste hacia las mujeres. Por lo tanto es necesario hacer entender a
las personas que este es un tema serio y debemos dar información como es y que una mujer no
aparece muerta, Son asesinadas.

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