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Actividad 1
INTEGRANTES:
Revisa las fuentes correspondientes y busca más información de acuerdo con la postura que
hayas asumido. Luego, elabora tus resúmenes. Estos te permitirán sintetizar la información que
puedes incluir en tu esquema de ideas de la PC1.
Según una reciente encuesta del CONCORTV (2019), el 56% de peruanos/as considera que la mujer
es mostrada de manera negativa en la televisión nacional, esta cifra se eleva significativamente en
Tumbes (92%), Cusco (76%), y Trujillo (71%).
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es una fecha oportuna para
analizar la imagen que se proyecta de las mujeres en los medios de comunicación, cuáles son los
roles que ocupan y cómo se vienen tratando los casos de violencia de género.
El feminicidio es la temática de los programas informativos que más ha llamado la atención en los
últimos tiempos, así lo señaló el 46% de los encuestados en 2019. Además, la mayoría considera que
los noticiarios de la TV se aprovechan del dolor humano (68%), y opinan que parecen programas
policiales (58%).
Entre los recursos más utilizados para el desarrollo de las noticias sobre violencia de género, el 25%
usó imágenes morbosas y la dramatización, es decir, se recreó el hecho violento. Otra práctica
recurrente es recoger testimonios de familiares y amigos de la víctima, con declaraciones cargadas de
emotividad.
Para la investigadora Lourdes Barrezueta, estas noticias, en su mayoría, no son producidas con
enfoque de género, alimentan estereotipos y representaciones distorsionadas de la mujer, refuerzan
mensajes violentos, y, por ende, no contribuyen con la prevención de más situaciones de violencia:
“Estas noticias no contribuyen a deconstruir las raíces que originan la violencia, por el contrario, las
refuerzan, son parte del problema que viven millones de mujeres en el país”.
Ley Nº 30364
Ante estos resultados, es necesario recordar que la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, Ley Nº 30364, señala (Art° 46) que
“los medios de comunicación, en la difusión de informaciones relativas a la violencia sobre la mujer
garantizan, con la correspondiente objetividad informativa, la defensa de los derechos humanos, la
libertad y dignidad de las mujeres víctimas de violencia y de sus hijos. En particular, tienen especial
cuidado en el tratamiento gráfico de las informaciones”.
Resumen:
Un sondeo realizado en Perú por parte de CONCOR TV (2019), resulto que las damas son
expuestas de forma inadecuado ante medios de comunicación. Es importante analizar la figura
que proyecta una mujer, ya que estos medios transmiten a la mujer como víctimas, débil y que
requiere de protección. Asimismo, el feminicidio es un tema dado en noticieros de la TV, estos
utilizan el dolor de una persona para que de esta forma atraigan a sus espectadores. Es más,
según un sondeo sobre los medios de comunicación como radio y TV sobre este tema, revelo
que un mínimo porcentaje de las noticias se refiere a violencia, puesto que los recursos más
utilizan dentro de una noticia de violencia son imágenes morbosas, testimonio, declaración entre
otros. Por lo contrario, Lourfes Barrezueta indica que las noticias generan estereotipos y
refuerzan mensajes violentos, esto trae consigo que no se coopere con las medias de prevención
ante una situación de violencia. Al respecto, con base a estos resultados la ley de prevención,
sanción y eliminación de la violencia contra la mujer y familia está amparada con Ley N°
30364.
En los medios de comunicación se ha producido una operación de reducción del campo visual
de la violencia. Así, se pasa de concebir la violencia solo como el maltrato doméstico, a ignorar
todos los maltratos que no sean físicos y dar sólo importancia a aquellos que acaban con el
resultado de muerte.
En consecuencia, es recomendable que los periodistas denominen todos los asesinatos de
mujeres como “femicidios” o “feminicidios” y no solamente los asesinatos dentro de una
relación de pareja.
Es necesario que en su cobertura los medios saquen el tema de la violencia de género del
espacio privado familiar y visibilicen las diferentes formas de violencia, ya que las agresiones
ocurren también en otros lugares como el espacio de trabajo, las escuelas o en la calle, afectando
a diferentes grupos: mujeres migrantes, indígenas, afrodescendientes y lesbianas, entre otras.
2. Empoderar en vez de victimizar
Si no se toman los resguardos necesarios, la forma de difusión mediática de una situación de
violencia puede convertirse en una instancia de revictimización. Es importante evitar la
estigmatización, la culpabilización y la sexualización de las mujeres que padecen o han
padecido violencia porque construyen un sentido negativo respecto de la persona, y proponen
marcos interpretativos peligrosos que pueden terminar legitimando los actos de violencia.
Los abordajes de casos de mujeres víctimas de violencia en los que se las construye como una
persona que “bebe alcohol”, le gusta “salir de noche” o vestirse de determinada manera, tienden
a montar una imagen de aquellas mujeres como merecedoras de la violencia. El caso de Nabila
Rifo, una mujer de Coyhaique que sufrió un brutal ataque de su expareja, refleja esto.
Programas de televisión pusieron énfasis en que ella había tomado mucho la noche del ataque o
que había tenido relaciones sexuales con otro hombre que no era el imputado. Fueron
informaciones que humillaron a la víctima y justificaron la agresión.
3. Proteger y respetar a las víctimas
Para proteger a las mujeres que son víctimas de violencia, es necesario evitar difundir imágenes
de ellas, sus datos personales, mostrar el espacio personal que habitan y su entorno familiar, así
como cualquier aspecto que pueda ponerlas en riesgo. Así se destaca en las Recomendaciones
de Tratamiento Mediático a Niñas y Mujeres víctimas de violencia, documento elaborado por el
Consejo Nacional de Televisión (CNTV), el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y la
Red de Asistencia a Víctimas.
Es fundamental atender a la especificidad de los casos que refieren a niñas y adolescentes,
quienes poseen protecciones aún mayores. La difusión mediática de un caso de violencia contra
una mujer debe evitar exponer la intimidad de la persona que la sufre o sufrió y lesionar su
dignidad, por ejemplo mediante la difusión de datos personales o de la presentación de aspecto
morbosos.
4. Usar lenguaje preciso, respetuoso e informativo
Es necesario que la violencia contra mujeres y niñas sea siempre denominada “violencia de
género“. Es recomendable que las muertes de mujeres por el hecho de ser mujeres sean
nombradas como “femicidios” o “feminicidios”, en tanto éste es el término sugerido nacional e
internacionalmente para identificar la especificidad de la problemática.
También es recomendable el uso de la expresión “mujer en situación de violencia”, en tanto
posibilita resaltar el carácter temporario de la situación y la posibilidad de salir de ella. Estos
usos del lenguaje son importantes porque otorgan a la problemática en cuestión elementos para
ampliar su abordaje y su comprensión crítica y reflexiva por parte de las audiencias. Así, la
cobertura informativa puede convertirse, directa e indirectamente, en una provisión de recursos
para quienes sufren situaciones similares y carecen de herramientas para enfrentarlas.
5. Evitar el sensacionalismo
Resumen:
Los medios de comunicación tienden a propagar videos sobre la violencia de género en vez
informar sobre cómo se puede lidiar contra ello. Por ende, se generó 6 sugerencia para aquellos
periodistas que les toque reportar algún caso de violencia. En primer lugar, sacar la violencia del
espacio privado, esto nos indica que es aconsejable que los reporteros designen un asesinato de
una mujer como FEMINICIDIO y que a la vez es preciso que los medios reflejen las distintas
formas de violencia en distintos ámbitos como en el espacio del trabajo, las escuelas, calles
entre otros. En segundo lugar, empoderar en vez de victimizar, esto indica que la forma en que
se difunden un acto de violencia lo convierten en una situación de revictimización. Por ende, es
mejor evitar la estigmatización, la culpabilidad y la ecualización de las mujeres que han
soportado esto, los casos más comunes son los que informar que las mujeres son merecedoras
por lo que le ocurrió, ya sea porque aquellas consuman alcohol, le gusta salir de noche y vestirse
de una forma determinada, pero esto no justica la acción de aquella persona. En tercer lugar,
proteger y respetar a las victimas esto nos indica que los reporteros deben de evitar propagar
imágenes de ellas, sus datos personales, exponer el espacio personal que habita y su entorno
familiar. Además, de evitar de exponer la intimidad de la persona que ha sufrido y sufre. En
cuarto lugar, usar lenguaje preciso, respetuoso e informativo, esto indica que la muerte de una
mujer debe ser nombrada como FEMINICIDIO. Asimismo, es aconsejable el uso de la
expresión ´´Mujer en situación de Violencia´´, ya que esto remarca la situación y la posibilidad
de salir de ella. En quinto lugar, evitar el sensacionalismo, este indica que al momento de
informar sobre un caso de violencia se debe de evitar modificar el suceso en un espectáculo
trágico o en fuente de diversión. En consecuencia, esto trae consigo resultados negativos para
quien lo padece, su entorno y para toda la sociedad. Por último, la responsabilidad de los
periodistas, esto hace referencia a que los medios de comunicación tienen una gran influencia en
la sociedad, por lo tanto, los periodistas deben de actuar de manera responsable ante un suceso
de violencia
REPRESENTACIÓN MEDIÁTICA
En la televisión y en los tabloides limeños se aborda esta problemática con una orientación
sensacionalista, poniendo el énfasis al hecho violento, al dramatismo y al victimismo,
subrayando la historia personal y no el problema social de la violencia contra la mujer. Es
común en estos medios de comunicación, exponer a las mujeres víctimas de violencia a una
revictimización pública a través de imágenes crudas y detalles morbosos, llegando en muchas
ocasiones a la violación de su intimidad e integridad personal, al identificarla y al señalar el
lugar donde se encuentra.
La radio noticiosa tampoco es ajena a este tipo de tratamiento informativo y repite en ocasiones
algunos de los vicios informativos señalados. En ese contexto, la opinión pública conoce y
percibe la violencia contra la mujer, en particular la violencia familiar y sexual, así como el
feminicidio, desde la perspectiva de los medios de comunicación local, los cuales evidencian
una tendencia a la representación estereotipada de este tipo de violencia (Valencia, 2008).
Resumen:
El feminicidio es reconocido y titulado como tal por los medios de comunicación local en abril
del 2009, en el marco de una campaña de sensibilización sobre esta problemática realizada por
el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, que incluyó la visita de la ministra de la Mujer y
Desarrollo Social, de ese entonces, a los medios de comunicación local para solicitarles sumarse
a la campaña.
A través de las referencias sobre esta problemática y de la data proporcionada por el Sector en
base al Registro de Víctimas de Feminicidio en el Perú, creado por el Ministerio de la Mujer y
Desarrollo Social en marzo del 2009; los medios de comunicación local visibilizaron la
problemática del feminicidio en medio de una serie de sucesos de mujeres victimadas en manos
de sus parejas, que acontecieron en esos meses a nivel nacional.
Resumen:
Resumen:
La violencia contra la mujer es un hecho complejo que requiere una explicación detallada,
objetiva en lo posible. La noticia de por si llama la atención del lector. Por ejemplo, El libro
Violencia Sexual e Interrupción del Embarazo: Una realidad pendiente en la agenda de los
medios de comunicación social (2008) sugiere que el tipo de lenguaje que abordan temas como
este es muy importante. El lenguaje televisivo obliga a fusionar las ideas en pocas palabras,
eliminar cualquier cosa que sea innecesaria, usar el lenguaje sencillo, además de ordenar bien el
relato (Gemma Gimeno- Miquel Peralta, 2008). Los medios de comunicación suelen causar
sensaciones en su audiencia a través de los titulares, usando ciertos adjetivos distorsionadores o
irrespetuosos. Algunos organismos proponen ciertas medidas para evitar los errores comunes,
uno de las propuestas fue llamado Pautas para el Tratamiento Informativo Adecuado de la
Violencia Contra la Mujer en los Medios de Comunicación Social (2011). Sin embargo la lógica
de los diarios es distinta; por ejemplo Jorge Cabello decía que la violencia de por sí no es
chistosa, se debe buscar el lado jocoso de una desgracia para conseguir un titular impactante.