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Introducción

En el siguiente informe entablo información sobre El cáncer e investigo acerca


de su origen.
Como hemos podido ver durante los años esta enfermedad ha sido un
problema para salud en todos los sentidos, en el pasado no existían algunos de
los tratamientos que ahora tenemos, aunque sin embargo si un cáncer no se
detecta con la suficiente anticipada este se esparcirá demasiado que será
inoperable he incurable, pero obviamente la persona que padeció de esto y
logro salir adelante siempre tendrá presente células del mismo, no le harán
daño a él si no que puede hacer daño a sus futuros hijos.
En la mayoría de casos el cáncer se detecta en una etapa avanzada que
obviamente será más difícil de poder superar y los tratamientos serán más
fuertes siendo esta parte una de las que termina por matar a la persona que o
tiene.
Objetivos.

General.
Relatar, analizar y describir como es el cáncer en todos sus aspectos.

Específicos.
1. Contrastar como ha sido la enfermedad y los hechos que han significado
mucho para lo que es hoy en día la enfermedad.
2. Detallar con exactitud la enfermedad como tal.
3. Mencionar puntos que se deben tener en cuenta para no contraerla.
Origen.
Su origen no se tiene sabido, pero si hay documentos muy antiguos que lo
catalogan como irremediable.
"No hay tratamiento". Así afirma el primer documento registrado que
describe las características de distintos pacientes con cáncer de mama.
Es un papiro descubierto en Egipto que data desde hace más de 5 mil
años llamado el "Papiro de Edwin Smith" y describe ocho casos en los
que se le retiraron los tumores provocados por el cáncer a los "pacientes"
con una herramienta llamada "perforador de fuego" por medio de la
cauterización. Es probable que esos individuos no sobrevivieran a pesar
de haberse deshecho de los tumores, ya que no existía el conocimiento
suficiente para tratarlo y, mucho menos, para curarlos.

El documento tiene 5 mil años, pero tanto humanos como animales han
muerto desde hace más tiempo a manos del cáncer, un conjunto de
enfermedades que provocan un crecimiento anormal de células en el
cuerpo que puede expandirse a otras partes provocando sangrado, tos,
pérdida de peso, problemas en el aparato digestivo y más síntomas que
eventualmente hacen imposible vivir de forma normal.

Carcinoma fue el nombre que le dio el padre de la medicina, Hipócrates,


en la antigua Grecia, más de 300 años antes de la era de Cristo,
inspirándose en la figura de un cangrejo. Asimismo, les llamaba karcinos,
por la forma en que percibía los tumores de las personas. El hombre
pensaba que las venas que aparecían a los lados se parecían a los pies
de un cangrejo; pudo identificar varios tipos de la condición, pero
tampoco pudo encontrar una solución.
Tiempos modernos.

El tratamiento que él usaba se basaba en la teoría de los cuatro


humores, que mantenía que el cuerpo se compone de cuatro sustancias
básicas: bilis negra, bilis, flema y sangre, y que éstos podían nivelarse
cambiando la dieta de una persona o las actividades diarias que
realizaba. Esas ideas siguieron poniéndose en práctica también en Roma
hasta que la medicina contrarrestó sus sustentos, casi hasta el siglo XIV.

Previo al siglo XVI era poco probable conocer la verdadera naturaleza del
conjunto de enfermedades, ya que no se permitía abrir los cuerpos para
realizar un análisis póstumo y los tumores que eran extirpados no
ofrecían mucha información para los expertos de la época, así que
posiblemente se pensaba que era una de las peores condiciones que
Podían acoger a una persona, casi imposible de sobrevivir.

Una vez que los médicos comenzaron a diseccionar cadáveres era


posible conocer el proceso y saber cómo afectaba directamente al
cuerpo, sin embargo, aún se tenían ideas erróneas sobre el fenómeno.
Por ejemplo, Nicolaes Tulp creía que el cáncer era contagioso y que era
un veneno que se esparcía lentamente, y, como sabemos, no puede
pasarse de una persona a otra; sin embargo, aunque no es un veneno,
se asemeja a uno por la forma en que se propaga.

Otro de los primeros en identificar una probable causa fue Wilhelm Fabry,
un profesor alemán que creía que el cáncer de mama era provocado por
un coágulo de leche en un conducto mamario que, aunque no es la
razón, se acerca al verdadero fenómeno, el cual va infectando células
hasta que impide el funcionamiento apropiado de los órganos.
¿Qué es el Cáncer?
Nuestros cuerpos están hechos de millones de billones de células, que son tan
pequeñas que solo pueden verse a través de un microscopio. Estas células se
agrupan para formar los tejidos y órganos de nuestro organismo, y entre ellas
encontramos una gran diversificación pues realizan distintas funciones. Con
esta complementación cubren las necesidades vitales de un organismo, como
por ejemplo el mantenimiento de la estructura corporal, la nutrición y la
respiración.
El cáncer ocurre cuando las células normales se transforman en cancerígenas,
es decir, se multiplican de forma descontrolada e invaden órganos o tejidos
adyacentes.

Tipos de cáncer.
El cáncer puede empezar en cualquier parte del cuerpo y reciben el nombre y
se clasifican dependiendo de distintas características. Pero, ¿qué tipos de
cáncer hay? A continuación, lo explicare.

A) Tipos según su pronóstico (benigno o maligno)


Aunque muchas personas piensen que la palabra cáncer y el término tumor
son lo mismo, no lo son. Los tumores pueden ser benignos o malignos. Si el
tumor es benigno, las células se multiplican de forma descontrolada, pero sin
extenderse a otras partes del cuerpo. El tumor benigno no suele representar
riesgo para la vida del paciente, pero de no ser tratado a tiempo, podría
convertirse en tumor maligno o canceroso.
El tumor maligno o cáncer ocurre cuando las células descontroladas se
extienden a otras zonas del cuerpo, lo que recibe el nombre de metástasis.

B) Tipos de cáncer según el origen


Según el origen, los cánceres reciben nombres concretos. Por ejemplo:

Cáncer de mama o pecho


Cáncer de pulmón
Cáncer de colon
Cáncer de próstata
Cáncer de riñón
C) Según el tipo de tejido
La Clasificación Internacional de Enfermedades para Oncología (CIE-O) lleva
usándose durante prácticamente 25 años y es considerada una herramienta de
pronóstico y diagnóstico para codificar los tumores y cánceres.

Teniendo en cuenta la tercera edición de este manual, existen seis tipos de


cáncer:

1. Carcinoma
Este es el tipo más habitual de cáncer, y tiene su origen en la capa epitelial de
las células. Estas células son las que forran la superficie entera del cuerpo así
como las estructuras internas y las cavidades. Los carcinomas pueden tener
lugar en distintas partes del cuerpo, por ejemplo, el pulmón, el pecho, la
próstata y el colon
Existen distintos tipos de carcinomas:

Carcinoma embrionario: tiene su origen en las células de los testículos y los


ovarios.
Carcinoma in situ: todavía no está en fase inicial ni se ha extendido. Se
eliminan con cirugía.
Carcinoma de origen desconocido: no se conoce su lugar de origen.
Carcinoma invasivo: es aquel que ha invadido otras zonas. Recibe el nombre
de carcinomatosis.

2. Sarcoma
El sarcoma es un tumor maligno de los tejidos conjuntivos, entre los que se
incluyen: los músculos, los huesos, el cartílago y la grasa.

Dependiendo del origen, existen distintos subtipos de de sarcoma:


Osteosarcoma: sarcoma óseo
Condrosarcoma: sarcoma del del cartílago
Leiomiosarcoma: afecta a los músculos lisos
Rabdomiosarcoma: impacto en músculos esqueléticos
Mesotelioma: afecta al tejido que reviste los pulmones y la cavidad torácica
(pleura), al abdomen (peritoneo) o el saco que contiene al corazón (pericardio)
Fibrosarcoma: afecta al tejido fibroso
Angiosarcoma. tiene su efecto en los vasos sanguíneos
Liposarcoma: sarcoma que afecta al tejido adiposo o graso
Glioma: se origina en el cerebro o en la médula espinal. Surge a partir de
células gliales
Mixosarcoma: Se produce en el tejido conectivo embrionario primitivo)
3. Mieloma
El mieloma o mieloma múltiple es un tumor cancerígeno se origina en las
células plasmáticas de la médula. Las células plasmáticas normales son un
componente importante del sistema inmunológico, ya que éste se compone de
varios tipos de células que actúan juntas para luchar contra las enfermedades e
infecciones. Por ejemplo, los linfocitos.

4. Leucemia
La leucemia es un tipo de cáncer de sangre que afecta cada año a unas 5.000
personas en España. La leucemia ocurre cuando distintas algunas células se
vuelven cancerosas afectando a la médula ósea. Aunque podría parecer que la
leucemia y el mieloma (explicado en el punto anterior) son lo mismo, en
realidad no es así.
Incluso, es posible que surjan más dudas al escuchar el nombre de un tipo de
leucemia llamado leucemia mieloide. Pues bien, el mieloma múltiple y la
leucemia mieloide implican diferentes tipos de células. A pesar de que las
células afectadas en la leucemia también se generan en en la médula ósea,
éstas no son células plasmáticas.
Las leucemias pueden clasificarse en base a distintos criterios:
En base a su historia: “de novo”, al no existir un proceso anterior; y
“secundarias”, cuando existe un proceso previo (por ejemplo, enfermedad
sanguínea) que deriva en leucemia.
En base a la transformación y velocidad: “leucemia aguda”, si el desarrollo es
rápido; y “leucemia crónica”, es decir, de progresión lenta.
Según su lugar de origen: “linfoblásticas”, afectan a los linfocitos; y
“mieloblásticas” (mieloide o mielocítica), que afectan a la célula precursora de
la serie mieloide o serie roja, como los glóbulos rojos y las plaquetas.
5. Linfoma
Si podían existir dudas entre la leucemia y el mieloma, también pueden
resultar confusos los términos linfoma y leucemia. Pero la leucemia suele
llamarse cáncer líquido porque afecta a la sangre, en cambio, los linfomas son
conocidos como cánceres sólidos, pues se originan en los ganglios linfáticos.
Los linfomas se clasifican de dos maneras: Linfoma de Hodgkin y Linfomas
no hodgkinianos. Estos tipos de linfomas son diferentes en cuanto al
comportamiento, la propagación y el tratamiento.

6. Tipos mezclados
Estos tumores cancerígenos se caracterizan por la presencia de dos o más
componentes cancerígenos. Son poco frecuentes y pueden ser causados por un
mal pronóstico. Un cáncer de tipo mezclado es, por ejemplo, el
carcinosarcoma, una mezcla de carcinoma y sarcoma. Es decir, es un cáncer
del tejido epitelial y a la vez conjuntivo, óseo, cartilaginoso o graso. Ahora
bien, existen otros “cánceres de tipo mezclado” poco frecuentes, como el
tumor mesodérmico mezclado, carcinoma adenosquamous o el
teratocarcinoma.
Etapas
Según el grado de evolución, el cáncer puede clasificarse en 4 niveles. Cuanto
mayor diferenciación o anormalidad y mayor o menos velocidad de la
evolución, mayor número de grado.
Los grados de esta clasificación, propuesta por la Organización Mundial de la
Salud (OMS), “deben ser considerados como grados de malignidad y no como
etapas de malignización, de manera independiente de si ciertos tumores de
grado III o IV son el resultado de una transformación maligna de un tumor
preexistente”, según explica esta institución. Por lo tanto, según el grado, la
OMS clasifica los tumores en:

1. De bajo grado o evolución lenta


Según tengan o no un carácter circunscrito
Grado I: de evolución lenta y límites circunscritos. Mejor pronóstico que los
de grado II
Grado II: de evolución lenta pero con límites difusos y extensión imprecisa.
Menor pronóstico que los de grado I
2. De alto grado y crecimiento rápido
Según la evolución del pronóstico y el grado de anormalidad.
Grado III: Los focos anaplásticos (células poco diferenciadas o
indiferenciadas) le adjudican la etiqueta de grado III a un tumor ya existente,
es decir, que era de bajo grado.
Grado IV: es el más grave y las células indiferenciadas ocupan la totalidad
gran parte o en la totalidad del tumor.
Causas.
El cáncer es ocasionado por cambios (mutaciones) en el ADN dentro de las
células. El ADN dentro de una célula viene en un gran número de genes
individuales, cada uno contiene un grupo de instrucciones que indica a la
célula qué funciones realizar, y cómo crecer y dividirse. Los errores en las
instrucciones pueden hacer que la célula detenga su función normal y se
convierta en una célula cancerosa.

¿Qué hacen las mutaciones genéticas?


Una mutación genética puede indicarle a una célula sana que:
Permita un crecimiento acelerado. Una mutación genética puede indicarle a
una célula que crezca y se divida con mayor rapidez. Esta crea muchas células
nuevas que tienen la misma mutación.
No detenga el crecimiento descontrolado de células. Las células normales
saben cuándo detener el crecimiento para que tengas la cantidad adecuada de
cada tipo de célula. Las células cancerosas pierden los controles (genes
supresores de tumores) que les indican cuándo detener el crecimiento. Una
mutación en un gen supresor de tumor permite que las células cancerosas
continúen creciendo y acumulándose.
Comete errores al reparar errores en el ADN. Los genes de reparación del
ADN buscan errores en el ADN de las células y hacen correcciones. Una
mutación en un gen de reparación del ADN puede significar que no se
corrigen otros errores, lo que provoca que las células se conviertan en
cancerosas.
Estas mutaciones son las más frecuentes que se encuentran en el cáncer. Pero
muchas otras mutaciones genéticas pueden contribuir a causar cáncer.
¿Qué causa las mutaciones genéticas?
Las mutaciones genéticas pueden ocurrir por diversas razones, por ejemplo:
Mutaciones genéticas de nacimiento. Es posible que nazcas con una mutación
genética que heredas de tus padres. Este tipo de mutación representa un
pequeño porcentaje de casos de cáncer.
Mutaciones de genes que ocurren después del nacimiento. La mayoría de las
mutaciones genéticas ocurren después del nacimiento y no son hereditarias.
Diversos factores pueden ocasionar las mutaciones genéticas, entre ellos,
tabaquismo, radiación, virus, químicos que producen cáncer (agentes
cancerígenos), obesidad, hormonas, inflamación crónica y falta de ejercicio.
Las mutaciones genéticas ocurren con frecuencia durante el crecimiento
normal de células. Sin embargo, las células contienen un mecanismo que
reconoce cuando ocurre un error y lo repara. Ocasionalmente, se pasa por alto
un error. Esto podría ocasionar que una célula se convierta en cancerosa.

¿Cómo interactúan entre sí las mutaciones genéticas?


Las mutaciones genéticas de nacimiento y las que adquieres a lo largo de la
vida trabajan juntas para provocar cáncer.
Por ejemplo, si heredas una mutación genética que te predispone al cáncer, eso
no implica con certeza que padezcas cáncer. En cambio, es posible que
necesites una o más mutaciones genéticas para desarrollar cáncer. Es posible
que la mutación genética hereditaria te haga más propenso que otras personas
a padecer cáncer cuando te expongas a determinadas sustancias que provocan
cáncer.
No queda claro cuántas mutaciones deben acumularse para que se forme
cáncer. Es probable que esto varíe entre los tipos de cáncer.
Factores de riesgo

Aunque los médicos tienen una idea de lo que puede aumentar tu riesgo de
cáncer, la mayoría de los casos de cáncer ocurren en personas que no tienen
factores de riesgo conocidos. Los factores conocidos que aumentan el riesgo
de cáncer comprenden los siguientes:

La edad

El cáncer puede tardar décadas en manifestarse. Es por eso que la mayoría de


las personas con diagnóstico de cáncer tienen 65 años o más. Aunque es
frecuente en los adultos mayores, el cáncer no es una enfermedad
exclusivamente de adultos, y puede diagnosticarse a cualquier edad.

Los hábitos

Se sabe que algunos estilos de vida aumentan el riesgo de cáncer. Fumar,


beber más de una copa de bebida alcohólica por día (para mujeres de todas las
edades y para los hombres mayores de 65) o dos copas por día (para los
hombres menores de 65 años), la exposición excesiva al sol o las quemaduras
de sol frecuentes con ampollas, estar obeso y tener sexo sin protección pueden
contribuir a causar cáncer.

Puedes cambiar estos hábitos para disminuir el riesgo de padecer cáncer,


aunque algunos hábitos son más fáciles de cambiar que otros.

Los antecedentes familiares

Solo una pequeña parte de los casos de cáncer se deben a un trastorno


hereditario. Si el cáncer es frecuente en tu familia, es posible que haya
mutaciones que pasen de una generación a la siguiente. Puedes ser un
candidato para análisis genéticos a fin de determinar si tienes mutaciones
hereditarias que pueden aumentar el riesgo de padecer determinados tipos de
cáncer. Ten presente que una mutación genética hereditaria no necesariamente
significa que tendrás cáncer.
Los trastornos de salud

Algunos trastornos crónicos, como la colitis ulcerosa, pueden aumentar


notablemente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer. Habla con el
médico sobre tus riesgos.

El entorno

Tu entorno puede contener sustancias químicas perjudiciales que pueden


aumentar el riesgo de cáncer. Aunque no fumes, puedes inhalar humo
ambiental si estás en un lugar donde la gente fuma o si vives con un fumador.
Las sustancias químicas del hogar o el lugar de trabajo, como asbesto y
bencina, también se asocian con mayor riesgo de cáncer.
Síntomas de tratamiento y síntomas de la enfermedad
El cáncer y su tratamiento pueden causar varias complicaciones, entre ellas:
Dolor. El dolor puede ser causado por el cáncer o por el tratamiento
oncológico, aunque no todos los tipos de cáncer son dolorosos. Los
medicamentos y otros enfoques pueden tratar con efectividad el dolor
relacionado con el cáncer.
Fatiga. En las personas con cáncer, la fatiga tiene muchas causas, pero a
menudo puede controlarse. La fatiga relacionada con los tratamientos de
quimioterapia o radioterapia es frecuente, pero por lo general es temporaria.
Dificultad para respirar. El cáncer o el tratamiento oncológico pueden causar
una sensación de falta de aire. Es posible aliviar esta sensación con
tratamientos.
Náuseas. Ciertos tipos de cáncer y tratamientos oncológicos pueden causar
náuseas. A veces, el médico puede predecir si es probable que el tratamiento
cause náuseas. Los medicamentos y otros tratamientos pueden ayudar a
prevenir o disminuir las náuseas.
Diarrea o estreñimiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden
afectar los intestinos y causar diarrea o estreñimiento.
Adelgazamiento. El cáncer y el tratamiento oncológico pueden provocar
adelgazamiento. El cáncer les quita alimento a las células normales y las priva
de nutrientes. Por lo general, esto no se ve afectado por la cantidad de
calorías o el tipo de comida que se ingiere y es difícil de tratar. En la mayoría
de los casos, la nutrición artificial mediante tubos en el estómago o una vena
no ayuda a mejorar el adelgazamiento.
Cambios químicos en el cuerpo. El cáncer puede desestabilizar el equilibrio
químico normal del cuerpo y aumentar el riesgo de complicaciones graves.
Los signos y síntomas de los desequilibrios químicos pueden comprender sed
excesiva, orinar con frecuencia, estreñimiento y desorientación.
Problemas cerebrales y del sistema nervioso. El cáncer puede hacer presión
sobre nervios cercanos y causar dolor y pérdida de las funciones de una parte
del cuerpo. El cáncer que afecta el cerebro puede causar dolores de cabeza y
signos y síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular, como
debilidad de un lado del cuerpo.
Reacciones inusuales del sistema inmunitario al cáncer. En algunos casos, el
sistema inmunitario del cuerpo puede reaccionar a la presencia de cáncer
atacando células sanas. Estas reacciones muy poco frecuentes, llamadas
«síndrome paraneoplásico», pueden dar lugar a una variedad de signos y
síntomas, como dificultad para caminar y convulsiones.
Cáncer que se propaga. A medida que el cáncer progresa, se puede propagar
(hacer metástasis) a otras partes del cuerpo. La propagación del cáncer
depende del tipo de cáncer.
Cáncer que regresa. Quienes sobreviven al cáncer tienen un riesgo de
recurrencia. Algunos tipos de cáncer son más propensos a recurrir que otros.
Habla con el médico sobre lo que puedes hacer para reducir el riesgo de
recurrencia del cáncer. Es posible que tu médico diseñe un plan de atención
de seguimiento para ti después de tu tratamiento. Este plan puede consistir
en exploraciones y exámenes periódicos durante los meses y años
posteriores a tu tratamiento a fin de detectar la recurrencia del cáncer.
Prevención
No existe una manera cierta para prevenir el cáncer. Sin embargo, los médicos
identificaron diversos modos para reducir el riesgo de cáncer, como los
siguientes:
Deja de fumar. Si fumas, deja de hacerlo. Si no fumas, no empieces a hacerlo
ahora. Fumar está relacionado con distintos tipos de cáncer, no únicamente
con el cáncer de pulmón. Suspenderlo ahora reducirá el riesgo de padecer
cáncer en el futuro.
Evita la exposición excesiva al sol. Los rayos ultravioletas (UV) perjudiciales
del sol pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Limita tu
exposición al sol quedándote en la sombra, usando ropa de protección y
colocándote protector solar.
Sigue una dieta saludable. Elige una dieta rica en frutas y vegetales.
Selecciona cereales integrales y proteínas magras.
Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana. El ejercicio regular está
relacionado con un bajo riesgo de cáncer. Intenta hacer por lo menos 30
minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no has estado
realizando ejercicios con frecuencia, comienza despacio y trabaja de a poco
hasta llegar a los 30 minutos o más.
Mantén un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo
de padecer cáncer. Trabaja para lograr un peso saludable y para mantenerlo a
través de una combinación de dieta saludable y de ejercicio regular.
En caso de que elijas beber alcohol, hazlo con moderación. Si decides
beber alcohol, limítate a un vaso por día si eres una mujer de cualquier edad o
un hombre mayor de 65 años o a dos vasos por día si eres un hombre menor
de 65 años.
Programa análisis para la detección de cáncer. Habla con el médico acerca
de qué tipos de análisis para la detección de cáncer son los más adecuados
para ti en función de tus factores de riesgo.
Consulta con el médico sobre las vacunas. Algunos virus aumentan el riesgo
de padecer cáncer. Las vacunas pueden ayudar a prevenir esos virus, incluso la
hepatitis B, que aumenta el riesgo de cáncer de hígado, y el virus del papiloma
humano (VPH), que aumenta el riesgo de cáncer de útero y de otros tipos de
cáncer. Consulta con el médico si las vacunas contra estos virus son adecuadas
para ti.
Anexos.
Recomendaciones.
 Tomar en cuenta visitar el doctor como mínimo 1 vez al año.
 Hacer caso a las prevenciones que se nos han dado previamente.
 Tener una vida sana, solo baja las probabilidades pero no es que no te
pueda dar.

Conclusión.
Es importante rescatar del informe que el cáncer es genético en la mayoría de
casos y que también es por nuestros hábitos provocamos esta enfermedad
silenciosa hasta que te hayas dado cuenta fue muy tarde.
Hay muchos tipos de cáncer y no solo el más común como el de pulmón o el
de mama.
No importa la edad puedes tener 1 año o 50 y siempre hay probabilidades
claro si se trata de genética puede producirse en cualquier momento.
Bibliografías.

https://psicologiaymente.com/salud/tipos-de-cancer#:~:text=Existen
%20distintos%20tipos%20de%20de%20carcinomas%3A
%201%20Carcinoma,invadido%20otras%20zonas.%20Recibe%20el
%20nombre%20de%20carcinomatosis.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/cancer/symptoms-causes/syc-
20370588#:~:text=%20El%20c%C3%A1ncer%20y%20su%20tratamiento
https://culturacolectiva.com/historia/historia-del-cancer-una-enfermedad-de-miles-de-anos

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