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Primera maniobra

El examinador se sitúa frente a la paciente, del lado derecho de esta, y


con el borde cubital de las dos manos deprime el abdomen hasta
delimitar el fondo del útero; esto le sirve para realizar un cálculo
aproximado del tiempo de gestación (Fig. 22.1). En algunos países no
se utiliza la cinta métrica para el cálculo de la edad gestacional.
Segunda maniobra
El explorador, en el mismo lugar, va descendiendo con las palmas de
sus manos a ambos lados del útero, para precisar el dorso del feto,
que lo deberá palpar como una superficie firme, continua, sin
porciones pequeñas, mientras del lado contrario la mano se le hundirá
en una depresión, una concavidad en forma de C que posee el feto
vivo. En esa zona podemos palpar pequeñas partes fetales que
corresponden a los pies y las manos del feto; casi siempre de ese lado
la madre refiere sentir con más intensidad los movimientos del feto.
Con esta maniobra se hará el diagnóstico de dorso derecho o
izquierdo y se puede presumir la variedad de la posición, según el
dorso se encuentre con mayor inclinación hacia la línea media de la
madre o se aleje hacia la columna materna.
Tercera maniobra
El examinador se mantiene en la misma posición –de frente a la
paciente–, y con la mano abierta tratará de abarcar entre el pulgar y el
resto de los dedos la parte fetal que se presenta al estrecho superior
(suprapúbico). Si logramos pelotear algo duro, regular, podemos
plantear que se trata de una presentación cefálica. Si no existe la
sensación de peloteo, debemos buscarla en el resto del abdomen con
nuestras dos manos, como quien busca un tumor abdominal; pero en
este caso dentro del útero. En ocasiones no la encontramos porque se
trata de una presentación muy encajada, y entonces nos orientaremos
buscando el hombro fetal anterior y auscultando el foco fetal.
Cuarta maniobra
El examinador le da la espalda a la paciente, mirando a sus pies y,
extendiendo sus manos y profundizando hacia la pelvis por encima del
pubis, intentará apreciar con las puntas de los dedos si se trata de la
cabeza o las nalgas, y si la presentación se encuentra móvil o fija. Se
puede corroborar, además, si el dorso es derecho o izquierdo, ya que
la parte más prominente es la frente y la más remota es el occipucio.
Además, podemos plantear el grado de flexión en la presentación
cefálica, porque si la frente está más alta que el occipucio debe estar
la cabeza flexionada; si están más o menos al mismo nivel, debe ser
un sincipucio, y si el occipucio está más alto que la frente, debe tener
algún grado de deflexión.

Auscultación fetal
La auscultación del foco fetal se realiza casi siempre con el auxilio del
estetoscopio de Pinard (Fig. 22.2) y, actualmente, mediante
fonocardiógrafo, electrocardiografía o ultrasonografía, se puede
visualizar y registrar por el efecto Doppler.
El foco máximo de auscultación se localizará en el hombro fetal
anterior, debido a que se propagan mejor todos los sonidos a través
de los sólidos que de los líquidos. La frecuencia cardiaca fetal normal
oscila entre 120-160 latidos/min. Los latidos deben ser rítmicos y
limpios.
A veces, se debe tomar el pulso materno de forma simultánea,
mientras se ausculta el foco fetal, para evitar errores de interpretación
en la auscultación.
La regla de Naegele es una forma estandarizada de calcular la fecha
probable del parto (FPP) de una gestante, restando tres meses y
añadiendo siete días a la fecha de la última menstruación (FUR)
relatada por la mujer.

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