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Elaborado por la Licenciada Rosselys Rodriguez.

ENSAYO.
Definición:

Según Gamboa (1997), un ensayo consiste en escribir pensamientos u opiniones. Es un


tipo de prosa en la cual se analiza o evalúa un tema de interés. Cabe destacar que, el
ensayo utilizado en el ámbito académico es aquel elaborado en un tono formal, un
contenido relevante y está debidamente sustentado, es decir, argumentado y con una
estructura apropiada.
De acuerdo a la referida autora, los pasos para elaborar un ensayo son los siguientes:

1. Seleccionar la temática.
2. Pensar en las ideas a abordar del tema en cuestión, y ordenarlas lógicamente.
3. Investigar sobre el tema y sus secciones de interés, para ir desarrollando los
argumentos centrales y de ser necesario, argumentos contrarios a considerar en la
narrativa.
4. Escribir el borrador inicial.

LA ESTRUCTURA DEL ENSAYO ES LA SIGUIENTE:


Introducción, cuerpo y conclusión, es importante resaltar que, se escribe en forma
secuencial.

1. Introducción: Es la apertura al ensayo, con esta parte, le indicas al lector sobre que
se trata el ensayo, haces un breve acertamiento al tema, y esbozas de forma precisa
la ruta o estructuras que seguirá. Acá se debe delimitar el tema y los puntos a tratar.

2. Cuerpo: Acá se amplían los puntos que se indicaron en la introducción, las ideas se
organizan en párrafos, los cuales deben tener una secuencia lógica, y estar
debidamente conectados, (usar conectores). En esta fase se analiza el tema, se
comparan ideas y se construyen los pensamientos del escritor, sobre los argumentos
utilizados en el desarrollo del ensayo. Particularmente, recomiendo no hacer citas
textuales sino utilizar la paráfrasis, no es más que explicar las ideas de otros
investigadores con mis propias palabras, respetando su derecho de autor.

3. Conclusión: Es el último párrafo del ensayo y debe cerrar las ideas tratadas en el
cuerpo del escrito.
4. Referencias bibliográficas, en caso de hacer referencia a algún autor en el ensayo.

Se recuerdan estos aspectos importantes:


 Empleen un vocabulario correcto y preciso.
 Usen los conectores lingüísticos de todo tipo: espacio-temporales, causales, de
ordenación, entre otros.
 Eviten divagaciones innecesarias, y ambigüedades en la argumentación; piensa
que para explicar una realidad, no hace falta irse muy lejos de ésta, ya que
entonces, la idea que se quiere transmitir se pierde por sí misma.

A continuación, se presenta, un ejemplo de ensayo:

Los enfoques de investigación: el cualitativo y el cuantitativo

Las ciencias sociales estudian a través del método científico, lo social, es decir, los nexos
desarrollados por los sujetos en sus rutinas diarias y la forma en que estos se organizan
en sociedad (Prats, 2012). Lo cierto es que, la investigación en las ciencias sociales es útil
para comprender a los individuos y los vínculos sociales emergentes del proceso
comunicativo, pudiéndose mediante los enfoques de investigación, abordar situaciones
fenoménicas de interés, aportando así, posibles soluciones.

El enfoque de investigación abarca todas las fases y componentes del proceso


investigativo, es decir, la construcción integral de la investigación, en la cual se debe
precisar el planteamiento del problema, el marco teórico y el marco metodológico, en el
primero, se identifica la situación a estudiar, se contextualiza y se comprende, fijándose
así los objetivos a desarrollar, en el segundo punto, se seleccionan los antecedentes y las
teorías vinculada a las variables del estudio, por último, se precisan el tipo de estudio, la
clase de datos a recolectar, el instrumento a utilizar y la forma de analizar esos datos para
obtener información conducente a alcanzar el objetivo general antes planteado. No
obstante, dicho proceso se puede llevar a cabo desde distintos paradigmas que se alinean
con dos tendencias de investigación: la cualitativa (inductiva, de particular a lo general) o
la cuantitativa (deductiva, de lo general a lo particular), y esto lo decidirá el investigador
considerando el tipo de realidad que estudia, los objetivos del trabajo, la lógica del
proceso y el dato que desea estudiar.

En este mismo orden de ideas, es pertinente agregar que dichos paradigmas, debido a
sus características, determinan las dos principales tendencias investigativas antes
mencionadas y de cierta forma antagónicas, primero, el enfoque cuantitativo, en el cual se
analizan cantidades y es a fin con el paradigma positivista, y segundo, el enfoque
cualitativo, donde se analizan cualidades, análogo con el paradigma interpretativo.

Desde el punto de vista de la investigación, parafraseando a Sampieri, Fernández y


Baptista (2010), tanto el enfoque cualitativo como el cuantitativo emplean procesos
rigurosos y sistematizados para generar conocimiento, puesto que utilizan fases, como la
observación, conducente a la abstracción del fenómeno, la formulación hipótesis, que lleva
al establecimiento de suposiciones o ideas, para luego, recolectar y analizar datos,
dándole finalmente solución al planteamiento inicial.

Cómo primer enfoque se revisa el cuantitativo se puede considerar como un método de


investigación secuencial, metódica medible y probable, en el cual se refleja la necesidad
de medir el problema de investigación. Este enfoque una vez planteado el problema, se
realiza la revisión de la literatura de la que se derivan una o varias hipótesis para
someterlas a prueba mediante el empleo de los diseños de investigación apropiado. Como
se dijo anteriormente, la recolección de los datos se fundamenta en la medición, y el
análisis estadísticos de números, se basa en los resultados encontrados en un grupo
(muestra) a una colectividad mayor (población) y cuyas conclusiones derivadas
contribuirán a la generación de conocimiento por medio de los datos generados con
estándares de validez y confiabilidad. Además, la investigación cuantitativa debe ser lo
más “objetiva” posible, es decir, el investigador debe evitar que sus opiniones influyan en
los resultados del estudio o interfieran el proceso.

La investigación cuantitativa como su nombre lo indica, cuantifica relaciones entre


variables - la independiente y la dependiente. Se clasifican en: experimentales y en los no
experimentales. Por un lado, los diseños experimentales usualmente utilizan la
aleatoriedad, manipulación de una variable independiente y el control, estas características
permiten mayor confianza en las relaciones de causa y efecto; y por el otro, los diseños no
experimentales son usados para describir, diferenciar o examinar asociaciones, en vez de
buscar relaciones directas entre variables, grupos o situaciones. No existen tareas
aleatorias, grupos control, o manipulación de variables, ya que este modelo utiliza apenas
la observación. Los diseños no experimentales más comunes son los estudios descriptivos
y de correlación.

El segundo enfoque, el cualitativo es interpretativo, relativo y variable. Lleva al


investigador a evaluar las cualidades o percepciones emanadas de los individuos inmersos
en el fenómeno. En dicho enfoque se ve el problema de investigación como una situación
que puede describirse, comprenderse, explicarse o analizarse, no de una forma lineal o
metódica sino cíclica o recurrente, puesto que en ella las preguntas se pueden desarrollar
antes, durante o después de la recolección de la información, por medio de las
interacciones entre individuos, grupos y colectividades, quienes dan sus perspectivas y
puntos de vista (sus emociones, prioridades, experiencias, significados y otros aspectos
más bien subjetivos). También, habla de información recabada por medio de la
observación no estructurada, entrevistas abiertas, revisión de documentos, discusión en
grupo, evaluación de experiencias personales, registro de historias de vida, interacción e
introspección con grupos o comunidades.

El referido enfoque cualitativo tiene como propósito reconstruir la realidad, tal como la
observan los propios actores que la experimentan, considerando el “todo” sin reducirlo al
estudio de sus partes. Se fundamenta en la interpretación enfocada en las acciones de los
participantes de una manera subjetiva, de esta forma el investigador puede integrarse a la
comunidad o sociedad en estudio para obtener la información directamente, es decir,
puede existir una presencia del investigador en el contexto con una actitud abierta con la
que pueda estudiar la realidad sin ser juzgada.

Los diseños cualitativos pueden ser a grandes rasgos: etnográficos, narrativos, de


investigación acción y de teoría fundamentada. Los etnográficos estan orientados a
describir y analizar ideas, creencias y prácticas de grupos y comunidades, son más de
tendencia cultural y buscan darle un significado al comportamiento cotidiano de los
sujetos. Los diseños narrativos buscan la construcción de conocimiento a partir de una
historia individual o estudio de un suceso.

Con relación a los estudios investigación-acción tienen como propósito resolver problemas
cotidianos y mejora procesos específicos, implica promover un cambio social a través de la
investigación, creando conciencia entre los sujeto. Y finalmente, con respecto a la teoría
fundamentada, esta se concibe desde la postura de Corbin y Strauss (2002) como una
“teoría derivada de datos recopilados de manera sistemática y analizados por medio de un
proceso de investigación” (p.28). Cabe mencionar que, este esquema de investigación, no
inicia con una teoría ya ideada, al contrario, ella emerge del análisis de los datos, producto
de la información resultante de la labor investigativa.

Es así como los enfoques cualitativos y cuantitativos sirven a propósitos diferenciados en


el proceso de investigación, por consiguiente, tienen aplicaciones formales en diferentes
disciplinas y áreas del saber científico. Esto se debe a que cada hecho, evento o fenómeno
puede ser representado como unidades investigativas que poseen cualidades y cantidades
de elementos que se pueden diferenciar pueden constituirse como variables o categorías
emergentes que expresan dicha unidad orgánica-sistémica de cualidad y cantidad que
puede ser estudiada desde la integración y complementariedad de métodos.

Finalmente, es importante destacar la autonomía y libertad de los investigadores en la


selección del enfoque a emplear, tal como se afirman en párrafos anteriores, siendo válida
también la integración de métodos como una alternativa a sopesar en el componente
operativo de la investigación. Se destaca la posibilidad de aplicar un modo cuantitativo con
un hallazgo cualitativo, ya que este último puede complementarse sin alterar el primero.
En el caso opuesto, debe considerarse que se está empleando técnicas e instrumentos de
registro tales como encuestas o entrevistas e incluir escalas de tipo alternativas y datos de
censo para complementar los obtenidos de las entrevistas intensivas.
Bibliografía:

Corbin, Juliet y Strauss, Anselm (2002). Bases de la investigación cualitativa:


técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundada (1. ed.). Medellín:
Editorial Universidad de Antioquia.

Prats, Joaquín (2012). Las ciencias sociales en el contexto del conocimiento


científico. Universitat de Barcelona.

Sampieri, Roberto, Carlos Baptista y Lucio Fernández Collado. (2010). Metodología de la


investigación. McGraw-Hill Interamericana. Méxic

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