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SEMINARIO MAYOR DE LA DIÓSESIS DE CHOSICA

“SAN MARTIN DE PORRES”

LA IMPORTANCIA DE LA SAGRADA ESCRITURA EN SAN JUAN

CRISOSTOMO

Enrique Morales Gayoso

Huaycán, Mayo de 2021


1. Bibliografía

Nació en Antioquía, Siria, en el año 347. En aquel entonces, dicha ciudad era la segunda
más importante del Imperio Romano de Oriente. El padre de Juan, Secundo, era un alto
oficial del ejército sirio y murió poco tiempo después del nacimiento de Juan por lo que
su hermana mayor y él quedaron totalmente a cargo de Antusa, la madre cristiana de
ambos.
Juan fue bautizado en 370, a la edad de 23 años y fue ordenado lector (una de las
órdenes menores de la Iglesia). Comenzó estudios con el filósofo Andragatio y continuó
con Libanio, que entonces era un famoso orador y el más ferviente partidario del
feneciente paganismo romano.
Libanio quedó maravillado con la elocuencia de su discípulo y previó para el mismo una
brillante carrera como estadista o legislador. Sin embargo, un encuentro con el obispo
Meletio resultó decisivo en la vida de Juan, quien comenzó a estudiar teología con
Diodoro de Tarso (uno de los líderes de la antigua escuela de Antioquía) mientras
mantenía un ascetismo extremo.
No obstante, las ansias de una vida más perfecta lo llevaron a convertirse en un eremita
(alrededor de 375) condición en la que permaneció hasta que su quebrantada salud por
excesivas vigilias y ayunos durante el invierno lo obligaron a volver a Antioquía donde
retomó su actividad como lector. Crisóstomo fue siempre un admirador de un
monasticismo activo y utilitario y se pronunció contra los peligros de una
contemplación ociosa.
En 381 fue ordenado diácono por Meletio de Antioquía y en 386 fue ordenado sacerdote
por el obispo Flaviano I de Antioquía. Al parecer fue éste el momento más feliz de su
vida. Su principal tarea durante doce años consistió en predicar. Adquirió gran
popularidad por su elocuencia. Dignos de mencionar son los comentarios que hizo a
pasajes bíblicos y la exposición de enseñanzas morales muchas de ellas recopiladas en
sus Homilías.
Con el transcurso del tiempo Crisóstomo llegó a ser el sucesor de Flaviano I. Durante su
misión como obispo mostró gran preocupación por las necesidades espirituales y
materiales de los pobres. También se pronunció en contra de los abusos de los
poderosos y de la propiedad personal. Su interpretación directa de las Escrituras (en
contraste con la tendencia de Alejandría donde se recurría a una interpretación
alegórica) lo condujo a seleccionar para sus charlas temas eminentemente sociales que
explicaban el concepto de la vida cristiana.
A la muerte de Nectario el 27 de septiembre de 397 fue instituido de cierta forma en
contra de su voluntad como metropolitano de Constantinopla (por su calidad de villa
imperial, el metropolitano de Constantinopla recibió posteriormente el título de
Patriarca).
Para poder abandonar la ciudad de Antioquia, en donde era tan querido, una escolta
militar tuvo que acompañarlo para así evitar la conmoción del pueblo. Quedó instituido
como metropolitano el 26 de febrero de 398 por Teófilo, patriarca de Alejandría, quien
con gran desgano llevó a cabo el pedido del emperador Arcadio.
2. Escritos más importantes

a. Escritos durante su diaconado


Año 382: Durante su diaconado escribe la Sinopsis sobre varios Libros de la sagrada
Escritura, aunque ésta no es toda de él, a lo menos tal como la publicó Montfaucon.
b. Primer año de presbiterado
Año 386. Hacia los comienzos de este año es ordenado de presbítero y comienza el
oficio de predicar. Al principio de la Cuaresma comenzó los ocho Sermones sobre el
Génesis.
c. Segundo año de presbiterado
Año 387. En enero predicó la Homilía I sobre Lázaro y el rico. Luego, durante el mes,
tuvo las otras dos sobre el mismo tema. Tiene Homilía Acerca de la Epifanía. En los
meses de mayo y junio, predicó los Sermones sobre Anna la del antiguo Testamento, de
los que solamente nos han llegado cinco. Hacia fines de junio padeció el santo otra
enfermedad bastante larga. Pero apenas se alivió un poco y pronunció la Homilía sobre
el Deudor de los diez mil talentos. En seguida, otras tres sobre el rey David; y parece
que poco después la Acerca de amar a los enemigos. Pasada la mitad de octubre tuvo la
Homilía sobre el Salmo LXI.
d. Tercer año de presbiterado
Año 388. El 17 de febrero, o sea en la dominica antes de Quadragésima, pronunció la
Primera Homilía sobre el Génesis. Las siguientes las predicó a continuación casi cada
día, aunque interrumpiéndolas de vez en cuando con otras Homilías que no se nos han
conservado. Luego predicó seguidas las cinco sobre el principio de los Hechos de los
Apóstoles. Hacia el mes de junio reasumió el tratado sobre el Génesis, cuyas Homilías
continuó hasta terminarlas por septiembre u octubre.
e. Tiempo restante del presbiterado:
Hacia fines del 388 o comienzos del 389 hay que colocar el principio de la Exposición
sobre San Juan, la que parece terminó durante ese año. En 389 o 390 comenzó las
Homilías sobre san Mateo y las terminó en 390 o 391. En 391, según parece, hizo la
Exposición de la Epístola a los Romanos. Por el 392 hay que colocar la Exposición de
las dos Cartas a los Corintios. Desde 393 hasta 397 parece que compuso la
interpretación sobre las Cartas de san Pablo a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses,
las dos a Timoteo, la de Tito y probablemente la a Filemón. Por esos mismos años
compuso y predicó ante el pueblo la Exposición sobre los Salmos. Y en 397
probablemente, se ha de colocar el comienzo de la Exposición sobre los primeros
capítulos de Isaías, que parece ser su última obra del tiempo del presbiterado.
f. De fecha incierta en absoluto
Al tiempo de su predicación en Antioquía, o sea desde el comienzo del 386 hasta los
últimos meses del 397, especialmente durante los dos primeros años, parece que tuvo
las siguientes Homilías: Sobre la reprensión a Pedro; siete Homilías sobre las alabanzas
del Apóstol san Pablo dos Homilías sobre los Macabeos, aparte de una tercera dudosa
g. Primeros años de su episcopado
Año 398 o a comienzos del 399 comenzó el santo la Exposición de la Epístola de san
Pablo a los Colosenses. En el año 400 expuso al pueblo las dos Epístolas de san Pablo a
los Colosenses, pero una parte al menos de ellas la expuso después de su viaje a Éfeso.
El año 401, en la Pascua comenzó la Exposición de los Hechos de los Apóstoles; y por
el 402 expuso la Carta a los Hebreos.
Con mucha frecuencia el Crisóstomo teje las alabanzas de San Pablo en sus Homilías y
en sus escritos, porque era San Pablo uno de los santos a quienes más amaba y
admiraba; y aun corría la fama de que algunos de sus escritos le habían sido dictados
directamente por el apóstol, que se le aparecía. Esa fama no se ha comprobado tener
fundamento histórico aceptable. Sin embargo, hay siete Homilías del Crisóstomo
dedicadas expresamente a las alabanzas de San Pablo.
3. Temas principales

a. La Libertad humana: Obra de Dios


Uno de los temas fundamentales de la Epístola a los Romanos es, sin duda
alguna, el de la libertad. Y eso no sólo por los pasajes que tratan más o menos
expresamente de ella: los cristianos, muertos y consepultados con Cristo en el
bautismo, están ya libres del pecado (cfr 6,18.22); igualmente, por la muerte de
Cristo, han quedado libres de la Ley (cfr 7, 2.3.4.6); la nueva vida de la gracia
les libera de la ley del pecado y de la muerte (cfr 8, 2); junto con ellos toda la
creación espera ser liberada un día de la servidumbre de la corrupción para
participar en la libertad de la gloría de los hijos de Dios (cfr 8, 21)1

b. De la Gracia de Dios
La acción de gracias y la oración de la Iglesia que narra san Lucas en su libro
(Hch 4, 32-30) juntamente con una breve exposición de la vida de los primeros
cristianos (Hch 4, 32-35) son la base de la predicación de esta homilía, donde se
resalta el valor de los apóstoles y la perfecta unidad de los primeros fieles.
También el Crisóstomo aprovecha la ocasión para explicar la necesidad de los
milagros en aquellos primeros momentos, para favorecer la expansión de la
doctrina cristiana.2

4. Conclusión

Podemos observar, que San Juan Crisóstomo es uno de los más grandes oradores
de su tiempo, nos presenta grandes comentarios exegetas de diferentes libros de
las Sagradas Escrituras. Un siglo después de su muerte, Juan de Constantinopla
recibió el título por el que se le conoce en la posteridad: Juan Crisóstomo.
Término que proviene del griego, chrysóstomos, y significa ‘boca de oro’
(chrysós, 'oro', stoma, 'boca') en razón de su extraordinaria elocuencia que lo
consagró como el máximo orador entre los Padres griegos.

1
Las homilías de San Juan Crisóstomo sobre la epístola a los romanos (Cap I-XI)
2
Las homilías de San Juan Crisóstomo sobre el Libro de los hechos de los apóstoles.

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