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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

Escuela de Contabilidad
Los Pasivos:

El pasivo se encuentra recogido en el balance de situación de la empresa según


está recogido en el Plan General de Contabilidad.

El pasivo, desde el punto de vista contable, representa las deudas y obligaciones


con las que una empresa financia su actividad y le sirve para pagar su activo.
También se conoce con el nombre de estructura financiera, capital financiero,
origen de los recursos y fuente de financiación ajena.

Son deudas que tenemos en el presente pero que hemos contraído en el pasado.
Un ejemplo de obligación es el préstamo con una entidad financiera. Al adquirir
ese préstamo, estamos obligados a pagar el principal y los intereses al proveedor
(documentado en una factura o en una letra de cambio).

El pasivo es uno de los tres elementos patrimoniales del balance de


situación, junto con el activo y el patrimonio neto:
¿Cómo se calcula el pasivo?

El activo, es lo que se posee, el pasivo lo que se debe y el patrimonio neto son


los recursos financieros que pertenecen a la empresa. El pasivo lo podemos
calcular como activo menos patrimonio neto:

Pasivo = Activo – Patrimonio neto

Cuando un pasivo aumenta en el balance de situación, al mismo tiempo se


reconoce el aumento un activo. En consecuencia, se produce una disminución
de otro pasivo o se reconoce un gasto.

En base a esto, se establece una relación entre el activo, el pasivo y el


patrimonio neto, donde:

ACTIVO = PASIVO + PATRIMONIO NETO

Uno de los objetivos de la contabilidad de la empresa es informar acerca de la


composición y evolución del patrimonio.

¿Cómo podemos definir el patrimonio? Podríamos definirlo como el conjunto


de elementos que representan bienes, derechos y obligaciones, pertenecientes
a una empresa o controlados por ella, constituyendo los medios económicos y
financieros a través de los cuales la entidad puede cumplir sus fines.

Es muy importante mantener una buena administración de los pasivos y


clasificarlos adecuadamente.

Si la empresa cuenta con elevadas obligaciones a corto plazo (un elevado pasivo
corriente) y no cuenta con el suficiente flujo de efectivo o los suficientes activos
corrientes para cubrir esos pasivos, con seguridad nadie querrá financiarle ya
que el riesgo de impago de las nuevas obligaciones es alto.
Componentes del pasivo

En finanzas es muy importante saber cómo está subdividido el pasivo, formado


por dos masas patrimoniales: Pasivo no corriente: Está formado por todas
aquellas deudas y obligaciones que tiene una empresa a largo plazo.

Es decir, las deudas cuyo vencimiento es mayor a un año. Al tener un


vencimiento mayor a un año, no deberán devolver el principal durante el año en
curso. Ahora bien, lo que sí se debe pagar son los intereses.

Pasivo corriente: Es la parte del pasivo que contiene las obligaciones a corto
plazo de una empresa. Es decir, las deudas y obligaciones que tienen una
duración menor a un año. Por ello, también se le conoce como exigible a corto
plazo.

La distinción entre elementos del pasivo corriente y no corriente, no se encuentra


en su naturaleza, sino en función de la fecha de vencimiento de la deuda.

El pasivo consiste en las deudas que la empresa posee, recogidas en el balance


de situación, y comprende las obligaciones actuales de la compañía que tienen
origen en transacciones financieras pasadas.

Clasificación del pasivo

El pasivo contable se clasifica según su exigibilidad en el tiempo, es decir, cuánto


tiempo tardan en vencer estas obligaciones. El pasivo de divide en:

Pasivo no exigible o fondos propios.

Pasivo exigible: Son todas las deudas que la empresa posee frente a terceros
como proveedores, bancos u otros acreedores. El pasivo exigible se divide a
su vez en:
Largo plazo o pasivo no corriente o fijo: vence en un periodo superior a un año.

Corto plazo o pasivo corriente o circulante: vence en un periodo inferior a un año.

Relación entre activo, pasivo y patrimonio neto

Como hemos dicho, el pasivo y el patrimonio neto hacen referencia a la


financiación de la empresa. Esta financiación permite adquirir los activos que la
empresa necesita para su funcionamiento. Serían ejemplos de pasivo o
patrimonio neto los préstamos, deudas con proveedores o aportaciones de los
propietarios.

El pasivo se deduce del valor total de la empresa, ya que representa las deudas
que tendrá que pagar en algún momento del futuro. La forma de la deuda puede
variar, pero puede incluir gastos, préstamos, ingresos no obtenidos u
obligaciones legales de la empresa.

En un balance financiero pueden figurar dos tipos de pasivo:

El pasivo actual, que se tiene que pagar en el plazo de un año

El pasivo a largo plazo, que se puede pagar durante más de un año

El pasivo representa una pérdida futura de patrimonio y, por tanto, es un factor


clave al analizar la liquidez de una sociedad.

El activo es lo que la empresa posee. Serían todos aquellos bienes de los que la
empresa es propietaria y aquellos derechos que se convertirán en beneficios en
el futuro.
El balance del ejercicio es el documento contable que nos informa sobre la
situación patrimonial de la empresa. Está formado por el activo y el pasivo siendo
estos dos componentes, de alguna manera, uno reflejo del otro ya que al hablar
de contabilidad por partida doble deben cuadrar entre ellos o, lo que es lo mismo,
sumar en total las mismas cantidades.

El Plan General Contable define el pasivo como: obligaciones actuales


surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya extinción la
empresa espera desprenderse de recursos que puedan producir beneficios o
rendimientos económicos en el futuro. A estos efectos, se entienden incluidas
las provisiones.

Por lo tanto, en el pasivo encontramos cuentas que, de alguna manera, son el


origen del patrimonio de la empresa o, lo que es lo mismo, han servido para
obtener los recursos que representa el activo y ahora son deudas y otro tipo de
obligaciones con terceras personas que tendremos que atender antes o después
(pasivo corriente) o no (neto patrimonial).

Una empresa puede tener una obligación contractual que puede cancelar bien
por medio de pago con activos financieros o mediante la entrega de sus propias
acciones.
En tal caso, si el número de acciones propias exigidas para cancelar la obligación
se modifica con los cambios en el valor razonable de las mismas, de manera que
el valor razonable total de las acciones entregadas sea igual al importe de la
obligación contractual a satisfacer, el tenedor de la obligación no está expuesto
al riesgo de pérdidas o ganancias por fluctuaciones en el valor de las acciones.

Tal obligación debe ser contabilizada como si fuera un pasivo financiero por parte
de la empresa deudora.

Compensación de un activo financiero con un pasivo financiero

Para proceder a compensar un activo financiero con un pasivo financiero, una


entidad debe tener un derecho exigible actual y legal de compensar los importes
reconocidos de ambos.

Una entidad puede tener un derecho condicional para compensar los importes
reconocidos, tal como sucede en un acuerdo maestro de compensación o en
algunas formas de deuda sin recurso, pero tales derechos son exigibles sólo si
ocurre algún hecho futuro, que por lo general tiene que ver con un incumplimiento
de la contraparte. Por ello, estos tipos de acuerdos no cumplen las condiciones
para que pueda realizarse la compensación.

En la Norma no se contempla un tratamiento especial para los llamados


instrumentos sintéticos, que son grupos de instrumentos financieros separados
adquiridos y mantenidos para emular las características de otro instrumento.

Por ejemplo, una deuda a largo plazo con interés variable, combinada con una
permuta de tasas de interés en la que se reciban pagos variables y se hagan
pagos fijos, sintetiza una deuda a largo plazo con interés fijo.
Cada uno de los instrumentos financieros individuales, que en conjunto
constituyen el instrumento sintético, representa un derecho o una obligación
contractual con sus propios plazos y condiciones, y cada uno puede ser cedido
o liquidado por separado. Cada instrumento financiero está expuesto a sus
propios riesgos, que pueden diferir de los riesgos que conciernen a los otros
instrumentos financieros.

BIBLIOGRAFIAS

CERVERA OLIVER, M.; GONZÁLEZ GARCÍA, ÁNGEL, y ROMANO APARICIO,


J.; (2008): Contabilidad Financiera. (Adaptada al nuevo PGC), Centro de
Estudios Financieros, CEF.

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