Está en la página 1de 6

“EL EXTRATERRESTRE”

Estaba solo, como todas las tardes cuando llegaba del trabajo. Cocine algo
simple, sino recuerdo mal fue un huevo frito, no estaba de humor como para
gastar gran parte de mi tiempo en la cocina, siendo sincero nunca lo estoy.
Encendí la tele, el típico programa de todos los días, aburrido, pero una vez mas
no le di importancia. Estaba demasiado ocupado resolviendo en mi mente algunos
temas de la oficina, pensando la ultima discusión con mi pareja, buscando
mentalmente la solución a mis problemas económicos, replanteándome cosas, en
definitiva, lo de siempre. Hasta entonces todo parecía normal, terminando de
almorzar me senté en el sillón del living, lo único que podía llamar mi atención en
aquel momento era el insomnio que me acompañaba, ya que la siesta era parte de
mi vida desde que tenía noción de mi existir. Agarre el periódico. Policiales, algo
en los clasificados, economía, alguna noticia política, espectáculos, nada
llamativo. Para finalizar mire la sección deportiva, lo de siempre, buscando alguna
manera de convencer a mi subconsciente que a pesar del desastre en el país, en
la sociedad y en mi vida, algo podía ser interesante. Fue entonces cuando lo
escuché.

No hubo naves espaciales, ni luces extrañas, ni ruidos extravagantes, nada.


Únicamente oí a alguien que revisaba mis cosas en el patio, en un primer
momento no me exalté, como cualquiera en mi situación pensé que se trataba de
un ladrón, un individuo que pretendía llevarse cosas de mi jardín, y eso no me
asustaba, él tomaría lo que necesitara y se marcharía, no tenia intención de
resistirme, al fin de cuentas seria en vano. Estaba tranquilo, esto no podía
sorprenderme, la inseguridad era algo permanente en el lugar. Pero algo llamó mi
poderosamente atención, mi jardín estaba rodeado de murales enormes, y no
tenía ninguna puerta que se comunicara con el exterior sin antes tener que pasar
por el living en el que yo me encontraba, esto comenzó a inquietarme. Junte valor
(¿Quién sabe de dónde?) y decidí ir a ver qué estaba pasando.

Lo vi. Mi cuerpo se paralizo por unos segundos ¡Fue mucho peor a todo lo que yo
había imaginado! Nunca creí en esas cosas, y si alguien me lo contara no lo
creería, pero ahí estaba, parado, en medio de mi jardín, un autentico
Extraterrestre. Tengo que admitirlo, el miedo se apodero de mi por unos
momentos, no sabía qué hacer, no sabía qué decir, qué hacia él ahí, por qué
estaba ahí. Voy a decirles que no era lo que todos imaginan de un alíen. No era
verde, tenía tan solo dos ojos, manos, piernas, nariz, boca, orejas, pies, altura no
mayor a un metro con veinte centímetros, muy parecido a nosotros pero con algún
que otro rasgo de diferencia, color de pelo y piel extraños, y tendía a hacer
muecas con su cara que al menos a mi me provocaban miedo. Su español no era
fluido, pero entendible. Todo indicaba que había estudiado nuestro idioma, nuestra
cultura, no lo sé, eso entendí yo. Aun recuerdo cada una de sus palabras:

- ¡No me mates! – Gritó aterrorizado.

- No pretendía hacerlo- conteste totalmente desconcertado, entre asustado e


intrigado- ¿Quién o qué eres? ¿Y qué se supone que haces en mi casa?

- Me enviaron para investigar. Mi raza a intentado estudiarlos, entenderlos,


acercarnos a ustedes, hace siglos, y aun no lo conseguimos.

- ¿Realmente sos un extraterrestre?

-Extrate..¿¡Qué!?

- ¿Qué se supone que harán conmigo? ¡No puedo creer que esto me este
pasando! ¿Me vas a llevar a tu nave? ¿Me examinarán? ¿Qué quieren de mí?
¿Me mataran? – No podía controlarme, estaba confundido.

- No, no somos malvados, no te haré daño. ¿Y usted? ¿Me dañará?

-¿Por qué lo haría?

- No lo se, no soy el primero en venir. Durante siglos han enviado agentes han
averiguar, a comunicarse con ustedes, para tratar de entenderlos, tener
información… Y ninguno de ellos ha regresado, quién sabe qué habrán hecho con
ellos. Sabemos que están mucho más avanzados que nosotros o eso aparentan,
solo quiero hablar… Tratar de aprender… ¿No puede ayudarme? – Él se hallaba
tan curioso y asustado como yo, eso podía notarse, y en partes me tranquilizaba.

Tengo que confesarles que hasta en algún punto me daba ternura, era como un
mini-hombrecito, no era agresivo. Tenía el resto de la tarde libre y si solo quería
hablar, ¿por qué iba a negárselo? Hasta me inspiraba confianza, tal vez por que
sabia que aun no siendo así iba a tener que hablar con el, uno nunca sabe como
puede reaccionar este tipo de seres ante una negación. Lo invite a pasar. Se
detenía cada dos pasos a toquetear todo objeto que se cruzaba en su camino,
algunas cosas hasta las mordía, yo no lo entendía, pero preferí guardar silencio y
no intervenir en su “investigación”. Tomamos asiento y la charla comenzó:

- Dígame que desea saber usted de nosotros- Traté de agilizar las cosas-.

- No lo se, supongo que saber cómo viven… ¿Qué hace en un día normal? ¿Ha
que se dedica?
- ¿Yo? Soy empresario… Bah, trabajo en una empresa, con el cargo mas
pequeño, llevo algunas cosas a algunos lugares, pero, peor es nada.. ¿No? – En
mi voz podía notarse la angustia que decir eso me provocaba, pero no decidí
pasarlo por alto.

- ¿No disfruta de su trabajo? No comprendo, ¿Por qué lo hace?

-Por dinero, como todo el mundo- Respondí algo sorprendido por la pregunta-.

- ¿Dinero? ¿Qué es el dinero?

-Plata, dinero, economía, monedas… Eso que usamos para intercambiarlo por
vienes, para comprar. ¿Ustedes como se manejan económicamente?- Al ver su
extresion desentendida, continué – Me refiero a cómo consiguen sus pertenencias,
qué utilizan como paga al intercambiar cosas, no se como explicarlo… ¿Me
entiende?

-No. No se lo que es la economía o de qué intenta hablarme, en mi planeta no


intercambiamos nada, con nadie, y si lo hacemos, no es a cambio de nada. Nos
piden nuestras pertenencias, las prestamos, nos las devuelven, y asi… - Contesto
con un tono de inocencia que cautivo mi atención.

-¿Un intento de comunismo? – Sinceramente no sabia que decir o pensar, pero


proseguí- Perdóneme usted, pero no logro entenderlo, si dice que no “compran”,
¿Cómo es que tienen partencias? ¿Cómo las consiguen?

-No lo se, simplemente los tenemos… Llegan solos… La mayoría nos las provee
nuestro amo, supongo.- Después de meditar unos segundos, como si analizara
cada una de mis palabras anteriormente dichas, preguntó - ¿Comunismo?

-Comunismo... ¡Política!- Fue la única palabra con la que pensé explicarlo, y eso
me llevo a sentir la necesidad de seguir interrogando. Al fin de cuentas, si el iba a
averiguar sobre nuestra vida, yo planeaba hacer lo mismo- Usted acaba de
nombrarme un “amo” ¿Gobernante? ¿Presidente? ¿Rey o Reina? ¿Príncipes?
¿Ustedes como se organizan políticamente?

- ¿Qué es la política? – Me preguntó desconcertado.

- ¿No lo sabe? Quiero referirme a cargos jerárquicos de su planeta o país,


autoridades, quienes los gobiernan, los organizan, los mandan, cómo los eligen…
¿No tienen alguien con mayor poder que todo el resto? Como un presidente… -
Dije sintiéndome invadido por la intriga que me provocaba descubrir las grandes
diferencia de ellos a nosotros.
- Presidente no, no lo se… Príncipes o reyes podemos ser todos… - Respondió
con una sonrisa extraña, que aun no logro comprender – Pero si usted se refiere a
una autoridad, a mis amos, si, ellos son los que ponen orden, de alguna manera…

- ¿Ah si? ¿Y quiénes son? ¿O cómo los eligen? Nosotros por ejemplo, vivimos en
democracia, podemos elegir a nuestros gobernantes, mediante votaciones… Bah,
“Democracia”… A esta altura quién sabe… - Definitivamente no podía controlar
mis opiniones sobre la actualidad del país en este momento, pero trate de que él
lo pasara por alto - ¿Y ustedes?

- ¿Elegirlos? ¡No! Cada uno de nosotros tiene sus “gobernantes”, como usted
prefiere llamarlos, pero no los elegimos, simplemente están ahí… ¿Para qué los
eligen?

-Para que controlen nuestro país, para salir a flote, para que nos manejen, para
que esto no sea un caos, para que alguien se preocupe por el bien común, o al
menos para eso se supone que son elegidos… ¿Y si no te gusta el “Amo” que te
toco?

- Por qué se preocupa tanto por la “economía”, por “el gobierno”… Nuestros amos
hacen de nuestro espacio perfecto, no se cómo, tampoco me importa y con eso
me basta. – Respondió, y puedo decirles que en su voz traspasaba una afectuosa
sonrisa al pronunciar aquellas palabras – ¿Y si no nos gustara? ¡Eso es imposible!
Siempre te gusta, esta ahí, te cuida, trata de hacer lo mejor, comete errores, los
arregla, al menos yo no me puedo quejar, se que dan todo por nosotros… ¿Usted,
tiene motivos para emitir queja alguna hacia los suyos?

- Le aseguro que si. – No pude evitar decirlo con una voz fría y dolorosa, lo se,
nunca fui una persona optimista, peor puedo jurar que las siguientes palabras
salieron de lo mas profundo de mi ser-. Tengo mucho para protestar, los nuestros
no son como lo que usted intenta describirme, elegimos mal, el país esta en crisis,
ellos solo piensan en si mismos y sacar provecho de todo esto. No me refiero a los
actuales, simplemente intento hablar en general. Y nosotros no tenemos manera
de cambiar las cosas. Por lo poco que has sabido contarme, tu lugar, parece
mucho mas humano que el nuestro, por ilógico que suene…

- No lo creo, tal vez solo tenemos mas tiempo libre que dedicamos a hacer otro
tipo de cosas. Tal vez no estamos tan ocupados tratando de salvar “al país y todos
sus conflictos”, y nos dedicamos a salvarnos entre nosotros, a escucharnos, a
admirar nuestro ambiente. Ustedes tienen mucho mas que nosotros, basta con
verlos, quizás solo les falta, no se, un poco de cariño ¿Amor? – Dijo con su todo
inocente, que podría lograr hasta conmoverme.
- ¡Ay, no! No hablemos de amor- Suplique-. Eso en este planeta básicamente no
existe, nadie lo respeta, nadie lo valora. El amor te miente, te engaña, te pelea, te
traiciona, no, definitivamente no es amor. Actualmente, no conozco una sola
pareja que triunfe o que lo haga sin sufrir por ello.

- ¿Pareja? No logro comprenderlo…

- Una pareja, novios, marido y mujer, ¿Ustedes no se casan? ¿No se enamoran?


– Conteste completamente desconcertado con su pregunta. Y él… Estalló en risa.

- No, nunca se me abría ocurrido. ¡Que horror! –Dijo bastante sonrojado y entre
risas. Las cuales les aseguro, nunca comprendí.

- ¿Y entonces…? ¿A qué se refiere con Amor?

- A la vida. Allá siempre nos enseñaron que el amor lo es todo, no hablo de


enamorarse, hablo del Amor en general. A nuestros pares, a nuestros amos, a los
animales, al paisaje, a cada una de nuestras pertenencias, a cualquiera que nos
de un gesto amable, a la vida.- Esa frase provocó un intenso silencio, que después
de unos minutos él rompió- Hay muchas diferencias, eso es notable, y
probablemente esa definición, sea un ejemplo.

- Déjeme decirle que no los comprendo- y continué, luego de ver su mirada, algo
ofendida, clavada en mis ojos-. Usted dijo que llevan años tratando de
entendernos, de imitarnos, de estudiarnos por que creen que estamos más
avanzados y que podemos hacer que ustedes avancen… ¿Qué les hace pensar
eso? ¿A caso no se da cuenta? El mundo en el que estoy viviendo se viene abajo,
ya no hay personas, somos solo gente; con todos nuestros “avances” estamos
perdidos en un mar de tecnología alejándonos cada vez mas del resto, para tratar
salvarnos; ya casi no hay amor; hay enfermedades, guerras, muertes, pobreza, y
nadie parece querer detenerlo, le aseguro, eso no es estar mas avanzados…

- Nunca pensé llegar hasta acá para ir todo esto – Me respondió, y pude notar
como después de escucharme una lagrima rodó por su mejilla “Deben tener una
sensibilidad mayor a la nuestra”, me dije a mi mismo, y el prosiguió, dejando ver
en su rostro una gran decepción-. En mi mundo las guerras no existen, o jamás
supe de alguna, no hay muertes, peleas quizás, pero nada importante. Siempre
creímos que ustedes lo tenían todo, pasamos años observándolos y deseando ser
como ustedes, y ahora, que veo que usted tiene razón, ahora que logre llegar vivo
hasta esta charla, solo quiero volver… Tal vez ya es demasiado tarde…

Al finalizar su discurso, con la mirada perdida dentro de su propia mente, como


quien comprende una verdad eternamente oculta, se puso de pie, con la intención
de marcharse.
-¡Espere! –Grité y continué suplicante y con algo de desesperación-. Lléveme con
usted, estoy cansado de esta realidad, por favor déjeme huir junto a usted. No se
si lo abra notado pero ha logrado demostrarme que vive en un mundo mil veces
mejor al nuestro, un mundo pacífico, amoroso, sin preocupaciones, ni maldad, un
mundo probablemente bello ¡Definitivamente deseo acompañarlo! Dígame,
¿Dónde es? ¿Qué planeta? ¿Cómo hago para llegar?

- Eso no va a ser posible- Contestó después de algún silencio-. Vengo de un


mundo completamente distante, al que solo puedes entrar siendo uno de nosotros.

- ¿Y qué se supone que son ustedes? ¡Quiero ser uno de ustedes!

- Lamento informarle, querido amigo…– Dijo. Y de pronto vi sus ojos llenarse de


lágrimas-. Que he descubierto que a mi mundo no se puede volver. Ahora
comprendo por qué nadie ha regresado, y es que luego de entenderlos a ustedes,
no hay manera de volver a ser lo que éramos… Ya nunca más volveremos a ser
Niños…

Y lo vi marcharse, dejando mi cabeza revuelta y mi corazón acelerado, ya nunca


más supe nada de él.

FIN.

También podría gustarte