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Escala de Evaluación de Adaptabilidad y Cohesión Familiar

( FACES III )

FICHA TÉCNICA

Autores: David Olson, Joyce Portner, Yoav Lavee

Procedencia: Universidad de Minessota

Año: 1981.

Descripción Breve:

Basada en el enfoque Sistémico Familiar, se centra en el Modelo


Circumplejo Familiar, cuyas bases son las dimensiones de cohesión y
adaptabilidad, siendo sus focos de evaluación la percepción real como la
ideal. La primera tiene dos componentes, los lazos emocionales y el
grado de autonomía. Implica los factores de ligas afectivas, fronteras o
límites, coaliciones, tiempo, espacio, amigos, toma de decisiones,
intereses y diversiones. Esta dimensión va de la cohesión
extremadamente baja a la cohesión extremadamente alta (familia
desligada, separada, conectada y amalgamada). La segunda dimensión,
se refiere a la habilidad de un sistema familiar o marital para cambiar su
estructura de poder, roles y reglas de relación en respuesta al estrés
situacional y de adaptación. La adaptabilidad familiar va de la adaptación
extremadamente baja a la extremadamente alta (familia rígida,
estructurada, flexible y caótica). Combinando los 4 niveles de cada
dimensión se obtienen 16 tipos de sistemas familiares, agrupados a su
vez en tres modos de funcionamiento: balanceado, medios y extremos.
Diseñado para obtener una visión tanto del funcionamiento real como
del ideal, provee además una medida del grado de insatisfacción
familiar actual, resultado de una mayor discrepancia percibido –ideal.

Dimensiones y Número de ítems: La escala consta de 20 ítems 10 de los


cuales evalúan la cohesión y otros 10 la adaptabilidad mediante una
escala tipo Likert de cinco puntuaciones. Las mismas veinte
afirmaciones que sirven para evaluar como la familia es percibida en ese
momento (“Familia Real”), sirven para evaluar como le gustaría que la
misma fuese (“Familia Ideal”) alterándose para ello la consigna inicial.

Cada dimensión (cohesión y adaptabilidad) se subdivide en cuatro


niveles.
La cohesión familiar va de la cohesión extremadamente baja, a la
cohesión extremadamente alta: DESLIGADA, SEPARADA,
CONECTADA y AMALGAMADA. Hace referencia al grado de unión
emocional percibida por el sujeto respecto a su familia, considerando
entre otros aspectos la “unión emocional”, las relaciones padre-hijo, y las
fronteras internas y externas de la familia.
Los niveles moderados o balanceados, son los de la familia separadas y
conectadas.
La adaptabilidad familiar va de la adaptabilidad extremadamente baja, a
la extremadamente alta: RIGIDA, ESTRUCTURADA, FLEXIBLE Y
CAÓTICA. Hace referencia al grado de plasticidad que el sujeto
considera que posee su familia para adecuarse a estresores tanto
internos como externos, manifestándose en aspectos como el liderazgo,
la disciplina, los roles, reglas y las decisiones.

Los niveles balanceados o moderados son los de las familias flexibles y


estructuradas.
Combinando los cuatro niveles de cada dimensión de obtienen 16 tipos
de sistemas familiares, agrupados a su vez en tres modos de
funcionamiento: Balanceados, medios y extremos.
La escala de 20 ítems contiene 10 ítems para cohesión y 10 ítems para
adaptabilidad, cada dimensión contiene conceptos específicos para su
medición y diagnostico ya sea vinculación emocional, apoyo limites
familiares tiempo y amigos e intereses y recreación para cohesión, roles
y reglas, control y disciplina y liderazgo para adaptabilidad.

Administración: El instrumento es fácil de administrar y simple para


calificar.
Puede ser administrado individualmente, en parejas, en familia o
colectivamente sea grupo de estudiantes o parejas.

Calificación y puntuación: Se le pide a la persona que lea las frases y decida


para cada una que tan frecuentemente la conducta descrita se presenta
en su familia, presentando sobre una escala que oscila entre 1 (casi
nunca) y 5 (casi siempre).
El procedimiento de puntuación es el siguiente:
-El puntaje de Cohesión, es la suma de todos los ítems impares.
-El puntaje de Adaptabilidad, es la suma de todos los ítems pares. Luego
cada puntaje se ubica en el rango correspondiente a la dimensión
medida, para asignarle el nivel que le corresponde.

ASPECTOS TEORICOS ABREVIADOS DEL FACES III


Esta escala fue elaborada por David Olson, Joyce Portner, Yoav Lavee, en la
Universidad de Minessota en 1981.
Basada en el enfoque Sistémico Familiar, se centra en el Modelo Circumplejo
Familiar, cuyas bases son las dimensiones de cohesión y adaptabilidad, siendo
sus focos de evaluación la percepción real como la ideal. El Modelo Circunflejo
de los Sistemas Marital y Familiar fue desarrollado por David H. Olson,
Candyce Russel y Douglas Sprenkle en 1979 con el objetivo de cubrir la brecha
existente entre investigación, teoría y práctica (Olson, Gorall y Tiesel, 1989 en
Olson, 2000).
Olson, Russell y Sprenkie (1979), elaboraron un modelo motivados por la
búsqueda de criterios claros e instrumentos válidos, confiables y fácilmente
manejables en el trabajo con familias. El modelo fue denominado Circumplejo,
el cual se basa en las dimensiones de cohesión y adaptabilidad. Con base en
el Enfoque Sistémico, acogido como paradigma para la comprensión del
comportamiento humano en la familia.
La primera tiene dos componentes, los lazos emocionales y el grado de
autonomía. Implica los factores de ligas afectivas, fronteras o límites,
coaliciones, tiempo, espacio, amigos, toma de decisiones, intereses y
diversiones. Esta dimensión va de la cohesión extremadamente baja a la
cohesión extremadamente alta (familia desligada, separada, conectada y
amalgamada). La segunda dimensión, se refiere a la habilidad de un sistema
familiar o marital para cambiar su estructura de poder, roles y reglas de relación
en respuesta al estrés situacional y de adaptación. La adaptabilidad familiar va
de la adaptación extremadamente baja a la extremadamente alta (familia rígida,
estructurada, flexible y caótica). Combinando los 4 niveles de cada dimensión
se obtienen 16 tipos de sistemas familiares, agrupados a su vez en tres modos
de funcionamiento: balanceado, medios y extremos.

MODELO CIRCUMPLEJO DE OLSON

INTRODUCCIÓN
Cohesión y adaptabilidad familiar desde la perspectiva de Olson, Russell
& Sprenkle
A fines de los setenta se iniciaron en la Universidad de Minnesota estudios que
intentaban identificar los aspectos más relevantes del funcionamiento familiar.
A partir del análisis de la teoría familiar y de la literatura acerca de la terapia
familiar se identificaron tres dimensiones de la dinámica familiar que podían
expresarse en función de tres variables: cohesión, adaptabilidad y
comunicación familiar.
La "cohesión familiar" es definida como la ligazón emocional que los miembros
de una familia tienen entre sí. Existen varios conceptos o variables específicas
para diagnosticar y medir las dimensiones de cohesión familiar: ligazón
emocional, fronteras, coaliciones, tiempo, espacio, amistades, toma de
decisiones, intereses y formas de recreación. Dentro de la dimensión de
cohesión es posible distinguir cuatro niveles: desvinculada (muy baja),
separada (baja a moderada), conectada (moderada a alta) y enmarañada (muy
alta),. La cohesión desvinculada o desprendida se refiere a familias donde
prima el "yo", esto es, hay ausencia de unión afectiva entre los miembros de la
familia, ausencia de lealtad a la familia y alta independencia personal. En la
cohesión separada si bien prima el "yo" existe presencia de un "nosotros";
además se aprecia una moderada unión afectiva entre los miembros de la
familia, cierta lealtad e interdependencia entre ellos, aunque con una cierta
tendencia hacia la independencia. En la cohesión conectada o unida, prima el
"nosotros" con presencia del "yo"; son familias donde se observa una
considerable unión afectiva, fidelidad e interdependencia entre los miembros de
la familia, aunque con una tendencia hacia la dependencia. Finalmente en la
cohesión enmarañada o enredada, prima el "nosotros", apreciándose máxima
unión afectiva entre los familiares, a la vez que existe una fuerte exigencia de
fidelidad y lealtad hacia la familia, junto a un alto grado de dependencia
respecto de las decisiones tomadas en común.
La "adaptabilidad familiar" es definida como la capacidad de un sistema
conyugal o familiar de cambiar su estructura de poder, relaciones de roles y
reglas de relación, en respuesta al estrés situacional o evolutivo. La
descripción, medición y diagnóstico de esta dimensión incluye conceptos tales
como poder (capacidad de afirmación, control, disciplina), estilos de
negociación, relaciones de roles y reglas de relación de la familia. Los cuatro
niveles de adaptabilidad que se describen son: rígida (muy baja), estructurada
(baja a moderada), flexible (moderada a alta) y caótica (muy alta). La
adaptabilidad caótica se refiere a ausencia de liderazgo, cambios aleatorios de
roles, disciplina irregular y cambios frecuentes. La flexible, a un liderazgo y
roles compartidos, disciplina democrática y cambios cuando son necesarios.
Por otra parte, la adaptabilidad estructurada ha sido entendida como aquella en
que el liderazgo y los roles en ocasiones son compartidos, donde existe cierto
grado de disciplina democrática y los cambios ocurren cuando se solicitan. La
adaptabilidad rígida alude a un liderazgo autoritario, roles fijos, disciplina
estricta y ausencia de cambios.
La "comunicación familiar" es el tercer concepto, considerándosela una
dimensión facilitadora. Las habilidades para la comunicación positiva descritas
son: empatía, escucha reflexiva, comentarios de apoyo, etc. Hacen posible que
las parejas y familias compartan sus necesidades y preferencias, en tanto se
relacionen con la cohesión y la adaptabilidad. Las habilidades negativas son:
doble vínculo, doble mensaje y críticas. Reducen la capacidad de los cónyuges
o miembros de una familia para compartir sus sentimientos, restringiendo sus
movimientos en las otras dos dimensiones. Los estilos y estrategias de
comunicación de un matrimonio o de una familia, están muy relacionados con
la cohesión y la adaptabilidad. Se establece que si se introducen cambios en
estas estrategias, también es posible modificar el tipo de cohesión y de
adaptabilidad. Se trata por tanto de una variable facilitadora del cambio.
Las tres dimensiones antes mencionadas de cohesión, adaptabilidad y
comunicación pueden organizarse en un Modelo Circumplejo, que facilita la
identificación de 16 tipos de familias que más tarde fueron descritas y que
dieron origen a la escala de "Cohesión y Adaptabilidad Familiar" (CAF), objeto
de este estudio. Puede decirse que el fin perseguido por este modelo es tratar
de ensamblar la teoría, la investigación y la terapia familiar.
A partir del Modelo Circumplejo los niveles centrales (cohesión separada y
conectada) son los más viables para el funcionamiento de la familia,
considerándose problemáticos los niveles extremos (cohesión desvinculada y
enmarañada). Los niveles centrales de adaptabilidad (estructurada y flexible)
son más favorables para el funcionamiento del matrimonio y la familia. Los
extremos (rígida y caótica) son los más problemáticos. La mayoría de parejas y
familias que buscan tratamiento, se encuentran en uno de estos niveles
extremos.
Relacionando las variables de adaptabilidad y cohesión, Olson, Russell &
Sprenkle plantearon que cuando hay un equilibrio fluido entre morfogénesis
(cambio) y morfostasis (estabilidad), suele haber también un estilo de
comunicación mutuamente asertivo, éxito en las negociaciones, un liderazgo
más o menos igualitario, circuitos de retroalimentación positivos y negativos, y
roles y reglas compartidos, siendo aquellos más explícitos que implícitos. Por
contraposición, los sistemas familiares más disfuncionales se sitúan en los
extremos de esta dimensión. Este tipo de familias suele tener más problemas a
lo largo de su ciclo vital. Desde la perspectiva del Modelo Circumplejo se
establece que un sistema adaptativo y equilibrado requiere del balance entre
los dos procesos antes mencionados: morfogénesis (cambio) y morfostasis
(estabilidad).
Desde este esquema conceptual Olson y colaboradores desarrollan el
Modelo Circumplejo de Sistemas Maritales y Familiares, creando y difundiendo
a la par instrumentos de medición junto con una serie de procedimientos de
observación del comportamiento familiar y de inventarios, basándose en las
dimensiones de adaptabilidad y cohesión como punto de partida para que una
familia sea considerada como función siempre y cuando esta se encuentre
dentro de los niveles balanceados que favorezcan su desarrollo como tal.
Relacionando las variables de adaptabilidad y cohesión, Olson y colbs.
(1979) plantearon que cuando hay un equilibrio fluido entre morfogénesis
(cambio) y morfostasis (estabilidad), suele haber también un estilo de
comunicación mutuamente asertivo, que permite la funcionalidad del sistema
familiar. Por lo tanto desde la perspectiva del Modelo Circumplejo se establece
que un sistema adaptativo y equilibrado requiere del balance entre los dos
procesos antes mencionados: morfogénesis (cambio) y morfostasis
(estabilidad).

DESARROLLO
Se trata de un modelo dinámico que integra tres dimensiones que repetidas
veces se han encontrado como relevantes en distintas teorías y abordaje
clínico en familia: cohesión, flexibilidad y comunicación.
Su aplicación se considera útil para realizar un diagnóstico relacional,
destacando áreas saludables (balanceadas) y problemáticas (desbalanceadas)
en los sistemas que estudia.
La dimensión cohesión es definida como los lazos emocionales que los
miembros de la familia tienen entre sí. Sus indicadores específicos incluyen:
cercanía emocional, límites, fronteras, coaliciones, tiempo, espacio, amistades,
toma de decisiones, intereses y recreación. Existen 4 niveles de cohesión en
los grupos familiares, pudiéndose identificar familias desligadas, separadas
conectadas y enmarañadas. Las hipótesis señalan que las posiciones en los
niveles centrales de cohesión (familias o parejas separadas o conectadas)
conllevarán un funcionamiento familiar más saludable. Por otra parte, los
niveles extremos (familias o parejas desligadas o enmarañadas) implicarían un
funcionamiento más problemático (ver figura 1).
La dimensión flexibilidad es definida como la calidad y expresión del
liderazgo, organización, roles, reglas y negociaciones existentes en la familia.
Sus indicadores específicos incluyen: liderazgo, asertividad, control,
disciplina, estilos de negociación, relaciones de rol y reglas relacionales.
Existen 4 niveles de flexibilidad identificándose familias rígidas,
estructuradas, flexibles y caóticas.
Las hipótesis señalan que las posiciones en los niveles centrales de
flexibilidad (familias o parejas estructuradas o flexibles) conllevarán un
funcionamiento familiar más saludable.
Por otra parte los niveles extremos (familias o parejas rígidas o caóticas)
implicarían un funcionamiento más problemático).
Por último, la comunicación es considerada como una dimensión facilitadora
dado que, en sus niveles saludables, permitiría la movilidad del sistema en las
dos dimensiones anteriores. Se define por las destrezas de comunicación del
sistema, que involucra la capacidad de escucharse, de hablar, de tener respeto
por las opiniones de los demás y de compartir los sentimientos.
Para evaluar a las familias, los autores, apoyados en el Modelo Circunflejo,
desarrollaron la escala de autorreporte FACES (Family Adaptability and
Cohesion Evaluation Scales) o Escalas de Evaluación de Cohesión y
Flexibilidad Familiar) que proporciona la “perspectiva interna” del
funcionamiento familiar, es decir, la que aportan cada uno de sus miembros al
completar la escalas.
Dimensiones Primarias
La integración de conceptos provenientes de la revisión de la literatura
sobre familia y terapia familiar, revela tres dimensiones centrales del
comportamiento familiar:

Cohesión familiar: Evalúa el grado conexión o separación entre sus


miembros. Definida como la ligazón emocional o vínculo emocional. Variables
específicas: ligazón emocional, fronteras, coaliciones, tiempo, espacio,
amistades, toma de decisiones, intereses y formas de reacción.
- Cohesión desvinculada (muy baja). Llamada también desprendida. Se
refiere a las familias donde prima el “yo”, presentando ausencia de unión
afectiva, de lealtad a la familia y alta independencia personal.
- Cohesión separada (baja a moderada). Prima el “yo”, con presencia de
“nosotros”, moderada unión afectiva, cierta lealtad e interdependencia con
tendencia a la independencia.
- Cohesión conectada (moderada a alta). Denominada también unida.
Prima el “nosotros” con presencia del “yo”. Considerable unión afectiva,
fidelidad e interdependencia, aunque con tendencia a la dependencia.
- Cohesión enmarañada (muy alta). Conocida también como enredada.
Prima el “nosotros”, con máxima unión afectiva, fuerte exigencia de fidelidad
y lealtad, alto grado de dependencia.

Adaptabilidad familiar: Evalúa la flexibilidad y capacidad de cambio. Definida


como la capacidad de cambiar la estructura de poder, relaciones de roles y
reglas de relación en respuesta al estrés situacional o evolutivo. Variables
específicas: poder (capacidad de afirmación, control y disciplina), estilos de
negociación, relaciones de roles y reglas de relación de la familia.

- Adaptabilidad Caótica (muy alta). Ausencia de liderazgo, cambios


aleatorios de roles, disciplina irregular y cambios frecuentes.
- Adaptabilidad Flexible (moderada a alta). Liderazgo y roles compartidos,
disciplina democrática y cambios cuando son necesarios.
- Adaptabilidad Estructurada (baja a moderada). Liderazgo y los roles
compartidos ocasionalmente, cierto grado de disciplina democrática y se dan
cambios solo cuando se solicitan.
- Adaptabilidad Rígida (muy baja). Liderazgo autoritario, roles fijos,
disciplina estricta y ausencia de cambios.

Comunicación familiar: Dimensión facilitadora. Habilidades positivas:


empatía, escucha reflexiva, comentarios de apoyo, etc. Hacen posible que las
parejas y familias compartan sus necesidades y preferencias, en tanto se
relacionen con la cohesión y adaptabilidad. Habilidades negativas: doble
vínculo, doble mensaje y críticas. Reducen la capacidad de los cónyuges o
miembros de la familia para compartir sus sentimientos, restringiendo sus
movimientos en las otras dos dimensiones. Si se introducen cambios en estas
estrategias, también es posible modificar el tipo de cohesión y adaptabilidad.

Las tres dimensiones mencionadas anteriormente de cohesión,


adaptabilidad y comunicación, pueden organizarse en un Modelo Circumplejo,
que facilita la identificación de 16 tipos de familias, que más tarde fueron
descritas y dieron origen a la Escala de Cohesión y Adaptabilidad Familiar
(CAF).

Funcionamiento familiar y tipos de sistema familiar


La correlación entre las dimensiones de cohesión y adaptabilidad,
determina tres niveles de funcionamiento familiar. En el rango balanceado se
ubican las familias de óptimo funcionamiento, mientras que en el extremo se
ubican las familias no funcionales (Olson 1982, 1983 citado por Ferreira 2003).

Rango balanceado: Familias centrales en ambas dimensiones, considerado el


más adecuado. Se distinguen por su habilidad por experimentar y balancear los
extremos de independencia familiar, con libertad de estar solos o conectados
con otros miembros. Funcionamiento dinámico por lo que puede cambiar, libre
para moverse en la dirección que la situación, lo requiera.

- Flexible-separada: Liderazgo igualitario lo que permite realizar cambios,


siendo sus funciones compartidas. El tiempo individual es importante ya que
los intereses son distintos, sin embargo pasan tiempo juntos.
- Flexible-conectada: Disciplina algo severa, sin embargo pueden llegar a
negociar las consecuencias. La necesidad de separación es respetada pero
poco valorada, ya que se le da mayor importancia al tiempo que pasan
juntos.
- Estructurada-separada: Liderazgo es autoritario, sin embargo en ocasiones
se presenta como igualitario. Los límites parento-filiales son claros con cierta
cercanía, siendo la lealtad familiar ocasional.
- Estructurada-conectada: Disciplina democrática, los padres son quienes
toman decisiones. Lealtad familiar esperada con cercanía emocional. El
tiempo juntos es importante sin embargo el espacio privado es respetado.

Rango medio: Familias extremas en una sola dirección. Su funcionamiento


presenta algunas dificultades en esa dimensión, las cuales pueden ser
originadas por momentos de estrés.

- Caótica-separada: Liderazgo limitado y/o ineficaz, disciplina poco severa


con inconsistencia en sus consecuencias. El involucramiento se acepta
prefiriéndose la distancia personal, demostrando algunas veces la
correspondencia afectiva.
- Caótica-conectada: Ausencia de claridad en las funciones, con alternancia
e inversión en los mismos. Preferencia de espacios privados por ser
importantes, sin dejar de compartir espacios familiares.
- Rígida-separada: Liderazgo autoritario con fuerte control parental. El
involucramiento se acepta prefiriéndose la distancia personal, los amigos
personales raramente son compartidos con la familia.
- Rígida-conectada: Cumplimiento estrictos de reglas, no existe posibilidad
de cambio, siendo autocráticos. El interés se focaliza dentro de la familia,
prefiriéndose las decisiones conjuntas.
- Flexible-desligada: Reglas flexibles, comparten funciones y/o roles. Sin
embargo se da muy poco involucramiento, por la necesidad y preferencia de
espacios separados.
- Flexible-amalgamada: Liderazgo igualitario, permite realizar cambios. Los
miembros dependen entre sí, siendo el involucramiento altamente simbiótico.
- Estructurada-desligada: Liderazgo igualitario, sin embargo como autoritario
ya que los padres toman las decisiones. Extrema separación emocional,
compartiendo rara vez tiempo juntos, por falta de cercanía parento-filial.
- Estructurada-amalgamada: Las reglas deben ser cumplidas firmemente,
solo en ocasiones puede realizarse algún cambio. Ausencia de límites por la
dependencia afectiva, por lo que el interés se focaliza dentro de la familia.
Rango extremo: Familias extremas en ambas dimensiones, por lo que su
funcionamiento es menos adecuado. Forma exagerada del rango medio, ya
que pertenecen a un continuo de características que varían en intensidad,
cualidad y cantidad. En “momentos” especiales, un funcionamiento extremo
puede ser benéfico para la estabilidad de los miembros, siempre y cuando
“todos” los miembros de la familia lo deseen así.
- Caótica-desligada: Frecuentes cambios en las reglas cumplidas
inconsistentemente, por decisiones parentales impulsivas. Frecuente
correspondencia afectiva, predominando de la separación personal.
- Caótica-amalgamada: Debilidad en la disciplina, con frecuentes cambios en
las reglas. Se dan coaliciones parento-filiales, siendo las decisiones sujetas
al deseo de grupo con intereses conjuntos dadas por mandatos.
- Rígida-desligada: Roles estrictamente definidos, los padres imponen las
decisiones. Muy poca interacción o involucramiento, ya que sus intereses
son desiguales.
- Rígida-amalgamada: Disciplina estricta, rígida y severa con fuerte control
parental. Ausencia de límites generacionales, falta de separación personal,
permitiéndose poco tiempo y espacio privado. Extrema reactividad
emocional con dependencia afectiva.

Baja COHESIÓN Alta

Desligada Separada Conectada Amalgamada

Caótica Caótica
Alta

Desligada Caótica Caótica Amalgamada


Separada Conectada
Caótica
AD APTABILID AD

Flexible
Flexible Flexible Flexible Flexible
Desligada Separada Conectada Amalgamada

Estructurada Estructurada Estructurada Estructurada


Desligada Separada Conectada Amalgamada
Estructurada
Baja

Rígida
Rígida Rígida
Rígida Separada Conectada Rígida
Desligada Amalgamada

Balanceada Rango Medio Extrema


En cuanto a la Escala FACES III, la misma ha sido empleada en diversos
estudios, entre ellos los efectuados con población de nuestra región por
Schmidt V. (2002), habiéndonos servido de sus baremos. El modelo teórico en
que se sustenta la escala -Modelo Circumplejo- discrimina la funcionalidad o
disfuncionalidad de la familia según su puntuaciones sean “balanceadas” o
“extremas” en cada una de las dos variables, si bien “bajo ciertas
circunstancias puede resultar adaptativo que una familia presente niveles
extremos” siendo una Escala sensible a los cambios que se atraviesan a través
de los ciclos vitales. (Scmidt V. 2002)

Es de destacar que para algunos autores el instrumento ofrecería


inconvenientes en la captación de la curvilinealidad que su modelo teórico
postula, ofreciéndose como alternativa la posibilidad de “rectificar” sus
puntajes. Se trataría así a ambas variables como “rectas”, estableciéndose una
proporcionalidad directa entre el mayor puntaje alcanzado en la sumatoria de
ambas y un mayor nivel de balanceo del sistema familiar.

Tenemos entonces que, en el Baremo Regional (Schmidt 2002), se establece


la siguiente escala de puntajes rectificados:

Variable Cohesión : Variable Adaptabilidad:


1-2 Desligada (27 a 35 pts) 1-2 Rígida (15 a 22)
3-4 Separada (37 a 39) 3-4 Estructurada (25 a 26)
5-6 Conectada (42 a 43) 5-6 Flexible (30 a 31)
7-8 Amalgamada (46 a 49) 7-8 Caótica (34 a 39)

A su vez, el tipo de familia (Extrema, Rango Medio, Moderadamente


Balanceada, y Balanceada) dependerá de la divisoria de la los “ranking”
alcanzados (Tipo de familia = cohesión + adaptabilidad /2)
Respecto a la evaluación curvilineal, la misma arroja 16 tipologías de sistemas
familiares, pero la localización en un tipo dependerá de los valores en que
ambas variables se interceptan.
El punto central del diagrama, el de máximo balance, es la intercepción del
puntaje de cohesión (40) con 24 puntos de adaptabilidad. A medida que la
cohesión desciende, el tipo se torna de “separado” a “desligado”; y a medida
que asciende, de “conectado” a “extremadamente conectado”. Cuando es la
Adaptabilidad la que desciende, esta se transforma de “estructurada” a “rígida”,
y cuando se supera el puntaje medio, el ascenso de la adaptabilidad se
designa en un primer nivel como “flexible” y posteriormente como “muy
flexible”.
CONFIABILIDAD. Usando el Coeficiente Alpha de Cronbach, la confiabilidad
para cada escala (cohesión y adaptabilidad), se obtuvo en cada submuestra y
muestra, los siguientes resultados:

 
Muestra 1 Muestra 2 Muestra Total
(n: 1 206) (n: 1 206) (n: 2 412)

Cohesión .76 .75 .77


Adaptabilidad .58 .63 .62
Escala Total .67 .67 .68

La consistencia interna es adecuada tanto para la cohesión como para la


adaptabilidad, y la confiabilidad fue replicada en las dos muestras
independientes. Una razón para explicar los puntajes más bajos en
confiabilidad, es el mayor número de conceptos usados para representar
adecuadamente la complejidad y riqueza de la dimensión de adaptabilidad.

VALIDEZ. Una de las mayores metas al desarrollar el FACES III, fue reducir la
correlación entre cohesión y adaptabilidad tan cerca de 0 como fuera posible.
Si bien había considerable correlación en el FACES II entre cohesión y
adaptabilidad (r= .65), esta misma se redujo a casi cero en el FACES III (r=.03).
Así resultaron dos dimensiones claramente independientes, y también una
buena distribución de los puntajes en cada una de ellas, como lo indica la
frecuencia de sujetos clasificados en los 16 tipos Circumplejos.

Evolución y desarrollo de la Escala de Cohesión y Adaptabilidad Familiar


(FACES) de Olson, Russell & Sprenkle.
La actual Escala de Cohesión y Adaptabilidad Familiar (FACES de acuerdo a
sus autores) es una escala que se desarrolló en tres etapas que se describirán
a continuación.
La escala FACES I (versión original) constaba de 111 ítems. Fue desarrollada
en los trabajos de doctorado de Portner y Bell. En estos primeros estudios, los
coeficientes alpha de Cronbach de confiabilidad fueron para la subescala de
cohesión de 0,83 y para la de adaptabilidad de 0,65.
La escala FACES II se diseñó a partir de las FACES I, a fin de disponer de un
instrumento más breve, con frases mucho más sencillas, de manera que
pudieran ser respondidas por los hijos y personas con dificultades de
comprensión. Conservaron las mismas categorías en cada dimensión. Con la
ayuda de los datos obtenidos, después de considerar los resultados del análisis
factorial y el coeficiente alpha de Cronbach, se redujo la escala a sólo 50 ítems,
obteniéndose una confiabilidad de 0,91 para la subescala de cohesión y de
0,80 para la adaptabilidad.
Fall (1981), estudió la confiabilidad a través de la prueba test-retest con un
intervalo de 4 a 5 semanas, empleando la versión de 50 ítems, obteniendo una
correlación de 0,84. Considerando independientemente cada una de las
dimensiones, se obtuvo una correlación de 0,83 para la sub escala cohesión y
0,80 para adaptabilidad.
Posteriormente, Olson, Russell & Sprenkle, usaron esta versión, pero tras el
análisis factorial la redujeron a 30 ítems, 16 relativos a cohesión y 14 a
adaptabilidad, dando origen a la versión final de la FACES II. Se estimó la
confiabilidad a través del procedimiento de cálculo de la consistencia interna en
una muestra de 2.412 personas que fue dividida en dos subgrupos iguales. La
correlación para la dimensión cohesión en la muestra total fue de 0,87 y para
adaptabilidad de 0,78; obteniendo la escala total un índice de 0,90. La
confiabilidad en la prueba test-retest dio un coeficiente de correlación de 0,84.
A fin de mejorar la confiabilidad, validez y utilidad clínica del instrumento, se
desarrolló una tercera versión de la escala (FACES III), resultando una escala
formada por 20 items, 10 relativos a la cohesión y 10 a la adaptabilidad. Uno de
los propósitos del desarrollo de esta tercera versión, consistió en tratar de
conseguir que la correlación entre cohesión y adaptabilidad fuera, en lo posible,
lo más cercana a cero; objetivo que lograron disminuyendo la correlación entre
ambas dimensiones desde r= 0,65 de la FACES II a r=0,03 en la FACES III, lo
que demostraba la independencia de las dimensiones. Confirmaron por otro
lado, una estructura factorial de dos factores, lo que afirmaba su validez de
constructo. También se obtuvo una alta correlación entre las puntuaciones de
los ítems de cada subescala y los de la escala global. La correlación
encontrada fue superior a r= 0,51, para la cohesión, y a r= 0,42 para la
adaptabilidad.
El trabajo desarrollado por Polaino-Lorente & Martínez Cano usando la FACES
III derivó en la formulación de una escala de 20 ítems, 8 relativos a cohesión, 8
relativos a adaptabilidad y 4 referidos a los hijos. Esta versión, así compuesta
es la denominada CAF. La confiabilidad para la escala total, evaluada a través
del coeficiente de alpha de Cronbach fue de 0,78. Dado que el análisis factorial
realizado por estos investigadores, los llevaron a identificar 6 factores y no sólo
dos como habían obtenidos los autores de la escala; calcularon los coeficientes
de confiabilidad alpha de Cronbach para cada uno de los factores, los que
variaron entre r= 0,67 y r= 0,37; recomendando además, continuar los estudios
sobre la validez del instrumento.
La adaptación realizada en el Perú fue realizada por Reusche (1994) a través
del sistema de jueces y de un análisis cualitativo.
Esta versión presentaba la ventaja de su traducción por lo que fue la que se
aplicó a la muestra del presente estudio

BIBLIOGRAFÍA

Olson D. H., Sprenkle D. H., Russell C. (1979) Circumplex Model of Marital


and Family Systems I: Cohesion and Adaptability Dimensions, family
types and clinical applications. Family Process 14: 1-35
Olson, D.H. (2000): Circumplex Model of Marital & Family Systems. Journal of
Family Therapy 22, 2,144-167.
Traducción Schmidt V. (2000) Mimeo Cátedra Técnicas Psicométricas I, Fac.
Psicología.UBA.
-Scmidt, V. (2000) “El uso de la Escala de Evaluación de Adaptabilidad y
cohesión Familiar, 3ra versión (FACES III) en familias de drogodependientes”
publicado en www.vaninaschmidt.com.ar

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