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Los 6 patrimonios inmateriales de la Humanidad

 Diablos Danzantes de Venezuela (2012)

Diablos Danzantes de Venezuela, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Foto Fundación Centro de la Diversidad
Cultural, 2008.

Las pequeñas comunidades de la costa central de Venezuela celebran de manera especial el Corpus Christi,
festividad de la Iglesia católica romana que conmemora la presencia de Cristo en el sacramento de la
eucaristía. Grupos de hombres adultos, muchachos jóvenes y niños, disfrazados de diablos enmascarados,
ejecutan pasos de danza hacia atrás, en actitud de penitencia, al mismo tiempo que una jerarquía de la Iglesia
católica avanza hacia ellos llevando el Santo Sacramento. El acompañamiento musical de la procesión se
efectúa con instrumentos de cuerda y percusiones, mientras que los fieles hacen sonar maracas para alejar a
los espíritus maléficos. En el momento culminante de la celebración, los diablos se rinden sumisos ante el
Santísimo, simbolizando así el triunfo del bien sobre el mal. Los bailarines, llamados «promeseros’’, son
miembros perpetuos de hermandades que transmiten la memoria histórica y las tradiciones ancestrales de las
comunidades. Cada hermandad confecciona las máscaras diabólicas de sus afiliados y estos se las ponen,
llevando al mismo tiempo, cruces, escapularios y palmas benditas. Los bailarines también llevan cascabeles,
sonajeros, pañuelos y cintas para protegerse contra los espíritus malignos. Las mujeres se encargan de la
preparación espiritual de los niños, organizan las diferentes etapas del ritual, preparan comidas, prestan su
concurso para las danzas y levantan altares a lo largo del recorrido de la procesión. En los últimos años,
algunas comunidades han empezado a admitirlas a que participen como danzantes. Impregnada de
creatividad, espíritu de organización y fe religiosa, esta celebración tradicional fomenta un fuerte sentimiento
de identidad comunitaria y cultural.

Diablos Danzantes de Corpus Christi Venezuela. © (2011) Fundación Centro de la Diversidad Cultural.

 La parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire (2013)


Parranda de San Pedro de Guatire y Guarenas, Patrimonio inmaterial UNESCO. Foto Juan Ramon Colina /
commons.wikimedia.org, 2010.

Todos los años, en las pequeñas ciudades de Guarenas y Guatire, los devotos del apóstol San Pedro
celebran el día de su fiesta. Los fieles entonan cantos populares en honor del santo ante cada una de las
imágenes de este expuestas en las iglesias de ambas localidades. A media noche se celebra una misa en
todas ellas, y luego los participantes sacan las imágenes a la calle para recorrer las calles en procesión. Un
elemento central de la festividad es la rememoración y escenificación de la leyenda de la esclava María
Ignacia, cuya hija fue curada por San Pedro. Algunos parranderos, vestidos con trajes de vivos colores
minuciosamente confeccionados, representan los papeles de los personajes principales de esa leyenda,
mientras que los demás agitan banderas y estandartes, tocan instrumentos musicales, bailan y cantan,
improvisando melodías populares. Las mujeres participan en la preparación y celebración de la fiesta
organizando reuniones para instruir a las jóvenes generaciones en la práctica de este elemento del patrimonio
cultural, ornamentando las iglesias, vistiendo a las imágenes del santo y cocinando platos tradicionales.
Durante la festividad, los parranderos, junto con sus familias, vecinos y otros adultos y niños de las
comunidades, se reúnen para compartir todos juntos momentos de alegría. Esas reuniones sirven para
celebrar el espíritu comunitario, la energía y la satisfacción de los parranderos, así como la vitalidad de una
tradición que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades.

La Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire. © 2012 by Centro de la Diversidad Cultural

 Conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua (2015)

El procesamiento de la curagua, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Venezuela. Foto Centro de Diversidad, 2014.

Los conocimientos y técnicas tradicionales vinculados al cultivo y procesamiento de la curagua abarcan un


conjunto complejo de prácticas relacionadas con las maneras de cultivar esta planta y extraer de ella sus
fibras blancas, caracterizadas por su solidez, resistencia y suavidad. Esas fibras se hilan para confeccionar
toda una serie de objetos artesanales, entre los que destacan las hamacas, que se han convertido en el
emblema característico de la región de Aguasay (estado Monagas). Tradicionalmente son los hombres los
que se dedican a la extracción y procesamiento de las fibras de la curagua, debido a la fuerza física que
exigen esas tareas. Las mujeres, por su parte, se encargan del tejido y la fabricación de productos
artesanales. Las prácticas de cultivo, procesamiento y confección de artesanías tienen un papel importante en
la configuración de la identidad de las comunidades del municipio de Aguasay. Actúan como mecanismo de
cohesión social que transciende las barreras étnicas, socioculturales y de género. También fomentan diversas
formas de cooperación dentro de las diferentes comunidades y familias, así como entre ellas. Las mujeres
asumen un importante protagonismo en las estructuras comunitarias y familiares, tanto en lo que respecta al
trabajo creativo como en lo referente a la generación de ingresos. Los conocimientos y técnicas se transmiten
de generación en generación en el seno de las familias, principalmente por medio de la tradición oral, la
observación y la imitación.

Traditional knowledge and technologies relating to the growing and processing of the Curagua » © Centro de la Diversidad Cultural,
2014

 El Carnaval de El Callao: representación festiva de una memoria e identidad cultural (2016)


Madama del Carnaval de El Callao, patrimonio inmaterial de la Humanidad de Venezuela. Foto Centro de Diversidad
Cultural.

El carnaval de El Callao es una práctica cultural de las comunidades de esta ciudad de la República
Bolivariana de Venezuela, que guarda relación con los festejos de emancipación llamados “Cannes Brulées”
que tienen lugar en las Antillas de habla francesa. Desde enero a marzo, esta festividad tradicional agrupa
hasta unos 3000 participantes que desfilan por las calles de la localidad disfrazados de personajes históricos
o imaginarios al ritmo del calipso y otras músicas y danzas. Los desfiles son conducidos por mujeres que
danzan engalanadas con vestidos variopintos. Son las llamadas “madamas”, matronas antillanas que se
consideran auténticos pilares de la identidad callaoense por ser consideradas portadoras y comunicadoras de
los valores culturales de la comunidad. Otros personajes del carnaval son: los “mediopintos”, jóvenes que
divierten al público embadurnando con hollín a los que se niegan a contribuir con un óbolo; los “mineros”; y los
“diablos”, personajes enmascarados que bailan blandiendo un látigo para mantener el orden. También
participan en la festividad niños y adultos con otros disfraces. Este carnaval pone de relieve la historia de los
habitantes de la ciudad y su diversidad al exaltar el legado cultural afroantillano y las influencias de otras
comunidades, fortalece la identidad de los callaoenses, propicia la unidad entre ellos e incita a las
generaciones más jóvenes a descubrir su patrimonio cultural. La transmisión de esta práctica cultural entre las
generaciones se efectúa esencialmente en el seno de las familias y en escuelas dirigidas por depositarios de
las tradiciones, en las que los niños adquieren las competencias necesarias para participar en el carnaval,
componiendo melodías, tocando instrumentos musicales, cantando, bailando y fabricando máscaras.

El Carnaval de El Callao: representación festiva de una memoria e identidad cultural. © Centro de la Diversidad Cultural, 2015

Los dos patrimonios inmateriales de la humanidad con medidas de salvaguarda


urgente de la UNESCO

 La tradición oral mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral (2014).

El patrimonio cultural pasa de generación en generación. En la gráfica, miembros de la etnia mapoyo, cuya lengua está en
extinción. Foto Centro de Diversidad Cultural, 2013.

La tradición oral de los mapoyos engloba el corpus de relatos que constituyen la memoria colectiva de este
pueblo. Esta tradición está indisolublemente vinculada a un determinado número de sitios emplazados en la
Guayana venezolana, a lo largo del río Orinoco, que constituyen los puntos de referencia simbólicos del
territorio ancestral de este pueblo. Los depositarios de esta tradición oral narran los relatos en el transcurso de
sus actividades cotidianas. El espacio simbólico resultante de esta interacción se ha convertido en el elemento
de referencia de una historia viva que vincula a los mapoyos con su pasado y su territorio. La tradición oral se
refiere a la estructura social, los conocimientos, la cosmogonía y los episodios que han hecho de los mapoyos
participantes legítimos en el nacimiento de la República de Venezuela. Actualmente, los principales
depositarios de las tradiciones orales y de su simbolismo son los miembros más ancianos de la comunidad.
Sin embargo, hay varios factores que ponen en peligro la transmisión a las nuevas generaciones: la
emigración de los jóvenes mapoyos que esperan conseguir mejores oportunidades en el plano educativo y
económico; la expansión de las industrias mineras; y la influencia del sistema público de educación formal en
los jóvenes mapoyos escolarizados que no fomenta el uso de su lengua materna

Mapoyo Cultural Memory Traditional practices and symbolic space. © Centro de la Diversidad Cultural, 2013

 Cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela (2017).

El hombre en comunión con el animal en la ruda faena. Foto de Jorge Nel Navea Hidalgo.

Los cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela son una práctica cultural de comunicación
vocal consistente en cantar individualmente melodías a capela sobre temas relacionados con el arreo y
ordeño del ganado. Fruto de la estrecha relación existente entre las poblaciones llaneras con el pastoreo de
bovinos y los caballos, esta práctica forma parte del sistema tradicional de crianza de ganado de Los Llanos,
que sintoniza perfectamente con la dinámica de la naturaleza y el medio ambiente de esta región. Los cantos
narran vicisitudes de la vida individual y colectiva de los llaneros y se transmiten oralmente a los niños desde
su infancia. La vitalidad de la práctica de este elemento del patrimonio cultural se ha visto mermada
paulatinamente por toda una serie de cambios socioeconómicos y políticos que han modificado
considerablemente el universo cultural de las comunidades de Los Llanos. Toda una serie de ambiciosos
planes de ordenación territorial concebidos con una perspectiva desarrollista han conducido a hondas
transformaciones no solo de los sistemas de propiedad y uso de la tierra, sino también de los espacios
naturales, sociales y culturales donde se interpretan los cantos. Esto ha traído consigo una pérdida de interés
por las técnicas y los valores característicos de las faenas llaneras, que se traduce en una serie de amenazas
para la viabilidad de este elemento del patrimonio cultural. No obstante, se están realizando numerosos
esfuerzos para salvaguardarlo, a saber: aplicación de una estrategia pedagógica basada en la celebración de
más de 20 encuentros entre depositarios de este patrimonio cultural y jóvenes de la región; elaboración de
proyectos de formación para maestros de escuela; y organización de numerosos festivales de canto.

Cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela © Centro de la Diversidad Cultural, 2016/Jhon E. Moreno Riaño,
2016/FUNDASET

Los tres patrimonios materiales

 Coro y su puerto (1993)


Casco histórico de Coro – La Vela, el primer patrimonio mundial del país. Foto Francisco Colina.
Con sus construcciones en tierra únicas en toda la región del Caribe, la ciudad de Coro es el único ejemplo
subsistente de una fusión lograda de las técnicas y estilos arquitectónicos autóctonos, mudéjares españoles y
holandeses. Fundada en 1577, fue una de las primeras ciudades coloniales de América y posee unos 600
edificios históricos.

Debido a las lluvias inusuales y el daño subsiguiente a las ciudades de Coro y La Vela a fines de 2004 y
principios de 2005, el sitio del patrimonio mundial fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro en
2005, del que no ha salido.

 Parque Nacional de Canaima (1994)

Tepuy Autana (Kuaymayojo), Parque Nacional Canaima, patrimonio natural de la humanidad. Venezuela. Foto Fernando
Flores / commons.wikimedia.org, 2014.

Situado al sudeste de Venezuela, el territorio de este parque, que linda con las fronteras de Guyana y Brasil,
abarca tres millones de hectáreas cubiertas en un 65 % por tepuyes, montañas tabulares con características
biogeológicas únicas que presentan un gran interés para la geología. Sus escarpados farallones y cascadas –
entre las que figura la más alta del mundo, con 1000 metros de caída– forman espectaculares paisajes.

 Ciudad universitaria de Caracas (2000)


Pastor de nubes, de Jean Arp, en la Ciudad Universitaria de Caracas. Foto Luis Chachín, 2016.
Construida entre 1940 y 1960 con arreglo a un proyecto del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, la Ciudad
Universitaria de Caracas es un ejemplo excepcional de la arquitectura moderna. El campus comprende un
gran número de construcciones y edificios agrupados en un conjunto funcional y bien estructurado, cuyo valor
es realzado por obras maestras de la arquitectura y las artes plásticas modernas como la plaza cubierta, el
estadio olímpico y el aula magna, ornamentada con la escultura “Las Nubes” de Alexander Calder.

¿Qué es un Patrimonio Mundial?

Conocido también como Patrimonio de la Humanidad, es una categoría creada


por la UNESCO para reconocer bienes específicos, materiales o inmateriales, de
relevancia excepcional, cultural o natural, para la herencia común de la
humanidad. Esta jerarquía demanda cuidados excepcionales del bien por parte de
los ciudadanos y gobiernos, para garantizar precisamente la herencia cultural de
toda la humanidad.

Patrimonio inmaterial. Según la Unesco, incluye prácticas y expresiones vivas


heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes,
entre las que se encuentran tradiciones orales, artes escénicas, usos sociales,
rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el
universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
En la actualidad existen 1073 Patrimonios de la Humanidad distribuidos
en 167 países, de los cuales  832 son culturales, 206 naturales y 35 mixtos.
(*) Desde 2004 se celebra el Día del Patrimonio Cultural de Venezuela, según decreto Nº 2956, publicado en la Gaceta Oficial Nº 37 955.

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