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RECARGA DE ACUÍFEREOS

H.J. Hernandez Vilcarromero1, T. Mendoza Orozco2, A.E. Vargas León3


1. 7009114382@untrm.edu.pe

2. 7180936382@untrm.edu.pe

3. 7078842482@untrm.edu.pe

RESÚMEN
La gestión del agua en países áridos y semiáridos requiere el uso de todas las fuentes de agua
posibles. Una de las posibles opciones es la recarga artificial. Si esto se hace con agua de lluvia,
a más del aumento de recursos disponibles se obtiene un beneficio para la reducción de daños
por riadas. No obstante, la recogida artificial presenta ciertas dificultades, tanto de tipo
operativo (colmatación) como sanitario (la normativa en muchos casos ignora los procesos de
molturación de la calidad a la que se somete).
El objetivo principal de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica de los métodos de
filtración y recuperación artificial de agua de lluvia emprendidos en la actualidad. Totalmente y
que hay muchos tipos de agua de lluvia, se pretende aportar una visión global del tema,
comenzando por entender el recorte del agua, desde que se empaña hasta que se consume, así
como los mecanismos de recogida y depuración que se llevan a cabo en los acuíferos de Secano
(Chile) y Ventos (Alicante-España), para posteriormente hacer una comparativa de los
diferentes sistemas de recogida y tratamiento en la eliminación de los contaminantes propios del
agua de lluvia.
PALABRAS CLAVE: recarga de acuíferos, balance hidrológico, escorrentía superficial,
suelos graníticos, percolación profunda, aguas subterráneas, Chile, España,
ABSTRACT
Water management in arid and semi-arid countries requires the use of all possible water sources.
One of the possible options is artificial recharge. If this is done with rainwater, in addition to the
increase in available resources, there is a benefit in terms of reducing flood damage. However,
artificial collection presents certain difficulties, both operational (clogging) and sanitary (the
regulations in many cases ignore the quality milling processes to which it is subjected).
The main objective of this work is to carry out a bibliographical review of the methods of
filtration and artificial recovery of rainwater currently undertaken. Totally and that there are
many types of rainwater, it is intended to provide a global vision of the subject, starting by
understanding the cutting of the water, since it is fogged until it is consumed, as well as the
collection and purification mechanisms that are carried out in the aquifers of Secano (Chile) and
Ventos (Alicante-Spain), to later make a comparison of the different collection and treatment
systems in the elimination of the pollutants typical of rainwater.
KEY WORDS: aquifer recharge, hydrological balance, surface runoff, granitic soils, deep
percolation, groundwater, Chile, Spain,
INTRODUCCIÓN
El agua subterránea en acuíferos subterráneos es uno de nuestros recursos naturales más
indispensables, pero el uso excesivo y la contaminación por actividades humanas están
poniendo en grave peligro la viabilidad de los acuíferos, lo que lleva a problemas
económicos, enfermedades en la salud pública, e incluso conflictos de agua. Una vez
que un acuífero se agota, el suelo por encima de él tiende a hundirse en el espacio vacío
y cierra el acuífero para siempre[ CITATION Flu20 \l 3082 ]. En este momento, las
actividades humanas están drenando los acuíferos mucho más rápido de lo que los
sistemas naturales pueden rellenarlos. ¿Qué harán las poblaciones dependientes de las
aguas subterráneas cuando sus acuíferos ya no puedan ser utilizados?
El uso no sustentable del agua subterránea ha ocasionado graves problemas como el
abatimiento de los niveles freáticos o piezométricos, la intrusión del agua de mar y la
subsidencia del terreno entre otros. El cambio climático por su parte solo agravará estos
problemas al elevar el nivel medio del mar.
La recarga controlada de los acuíferos representa una medida de mitigación a estos
problemas. La recarga y el almacenamiento del agua en los acuíferos y la recuperación
del agua en tiempos de escasez, debe ser considerada como una seria alternativa a la
construcción de grandes presas para preservar o mantener los niveles de abastecimiento
de agua en el futuro, esto implica el almacenamiento y el tratamiento intencional de
agua dentro de los acuíferos a través de estructuras como pozos de inyección, embalses
de infiltración y galerías para introducir agua a los acuíferos proveniente de la lluvia,
tormentas, agua residual tratada, ríos, o agua de otros acuíferos, agua que
posteriormente es recuperada para todo tipo de usos.[ CITATION Fer19 \l 3082 ]

La recarga controlada de acuíferos es intencional, a diferencia de los efectos de la


infiltración profunda del agua de riego o las fugas de las tuberías de abastecimiento de
agua potable en donde los incrementos en la recarga son incidentales. La recarga
controlada de acuíferos es una de las herramientas de gestión del agua subterránea;
puede ser útil para restablecer la presión en acuíferos sobreexplotados, reducir la
intrusión salina o fenómenos de subsidencia en suelos. Por sí sola, no es la solución de
los acuíferos sobreexplotados y podría únicamente aumentar los caudales de extracción.
Sin embargo, puede tener un importante papel de un conjunto de medidas de control de
la extracción y del restablecimiento del balance hídrico subterráneo.
OBJETIVO GENERAL
 Dar a conocer los distintos métodos y estrategias para la realización de una
recarga gestionada de acuíferos frente al problemas de sequías y clambio
climático.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Determinar las causas y efectos del uso no sostenible de los acuíferos
 Identificar la fuente de agua que intervienen en el proceso de recarga de
acuíferos
 Describir algunos métodos y modelos que permiten el cálculo de la recarga de
acuíferos.
 Plantear alternativas de solución frente a los problemas que ocasionan la
insostenibilidad en la recarga de acuíferos.

DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA


La recarga de acuífero ocasionado por el desmedido cambio climático y los grandes
problemas que acarrea esta recarga en los ecosistemas.
CAUSAS QUE OCASIONA EL PROBLEMA
La vegetación y el uso de la tierra, pueden tener efectos profundos en los procesos de
recarga de acuíferos. Los tipos y densidades de vegetación influyen en los patrones de
evapotranspiración. Una superficie de tierra con vegetación típica, tiene una tasa más
alta de evapotranspiración (y, por lo tanto, menos agua disponible para recarga) que una
superficie sin vegetación en condiciones similares.
Recarga Proveniente de Regadíos
Es interesante considerar que, por efecto de regadío aplicado a los
terrenos de cultivo, se produce en ellos una infiltración de una cierta parte del
agua aplicada que pasa a constituir una nueva fuente de alimentación para las
napas subterráneas. Del total del agua que se aplica en riegos en una zona, una
parte normalmente importante se gasta en lo que se designa como “consumo
evapotranspirativo” o “tasa neta” (agua transpirada por la planta y retenida en su
tejido durante su crecimiento, más la evaporada desde la superficie del terreno),
otra parte escurre superficialmente mientras que el saldo resultante se infiltra
hacia las capas del subsuelo constituyendo la recarga ya referida de las napas.
Recarga artificial (Técnicas de Recarga de Acuíferos)
En el pasado, la recarga artificial prestaba poca atención a la calidad del
agua, mientras que MAR ahora considera tanto la calidad como la cantidad.
Durante 60 años, una de las principales preocupaciones en MAR ha sido la
mejora de la calidad del agua.
Los métodos comunes de MAR son:

 Modificaciones del canal de lecho del río


 Filtración de orilla
 Extensión de agua
 Pozos y ejes de inyección
 Fosas y cuencas de infiltración
 Descarga de reservas

Parámetros que intervienen en la recarga


1. De la superficie de la tierra: topografía; precipitación, donde importa la
magnitud, intensidad, duración, y distribución espacial de las lluvias;
escorrentía; patrón de cosechas y la evapotranspiración real.
2. Irrigación: horario de irrigación; pérdidas que se presenten en canales y
cursos de agua; y cantidad irrigada necesaria para la preparación de la tierra.
3. Ríos: cantidad de ríos y el caudal que fluye por los ríos que fluyen dentro del
área de estudio, los que salen del área de estudio y los que ganan o pierden agua
del acuífero.
4. Zona superior del suelo: naturaleza del suelo, profundidad y propiedades
hidráulicas; variaciones de las características del suelo según la extensión lateral
y la profundidad; profundidad de la zona de raíces; y capacidad que tiene el
suelo de agrietarse al secarse o de hincharse luego de humedecerse.
5. Zona no saturada entre el suelo y el acuífero: mecanismos de flujo a través de
la zona no saturada, zonas con diferentes conductividades hidráulicas, etc)
6. Acuífero: características físicas e hidráulicas del acuífero (habilidad del
acuífero para aceptar el agua, variación de las condiciones del acuífero con el
tiempo, y tipo de acuífero)
ANTECEDENTES
Dentro del presente artículo cabe destacar como documentos de ámbito internacional
que analizan y tratan con cierto detalle la temática de la recarga a los acuíferos los
siguientes:

 En la investigación de Hamil Uribe (2015) menciona El Secano Interior de la


VIII Región, centro sur de Chile, es una zona caracterizada por poseer suelos
graníticos y un clima mediterráneo-marino, donde la escasez de agua es la
principal limitante para el desarrollo local. Los agricultores obtienen agua de
pozos someros, en poca cantidad, la cual alcanza sólo para consumo doméstico.
En este estudio se realizaron balances hidrológicos mensuales en dos subcuencas
de la cuenca San José, comuna de Ninhue, para estimar la recarga de acuíferos y
cuantificar el potencial de los recursos hídricos subterráneos. El modelo
utilizado correspondió a una modificación del balance de Thornthwaite. Para
efectuar el balance hidrológico se realizaron mediciones de caudales y
precipitaciones, y la evapotranspiración se estimó con el método de Penman-
Montheith. Se realizó un análisis de sensibilidad de la recarga resultante con
respecto a la evapotranspiración y capacidad de retención de humedad del suelo
para observar el efecto de posibles errores en los datos ingresados al modelo.
Los resultados obtenidos indicaron que la recarga puede alcanzar hasta el 6% de
la precipitación anual, con valores mínimos de 1%. Esto significa 22 mm/año,
con un mínimo de 6.3 mm/año, lo que permitiría al menos triplicar la
disponibilidad de agua obtenida de pozos someros y de esta forma mejorar
sustancialmente la calidad de vida de los habitantes de la zona.
 En la Cuenca de Agost se realizó el Proyecto CICYT 1996 – 2007. Esta cuenca
es pequeña (16 Km2) y está ubicada sobre un sistema acuífero sobreexplotado
que abastece en parte al pueblo de Agost (5000 habitantes). En esta cuenca se
investigaron los efectos de diferentes tipos de cubierta vegetal sobre el balance
hídrico superficial y su contribución a la recarga del acuífero. Se cuantificó los
flujos de agua a través del dosel vegetal y la superficie del suelo, y la evolución
piezométrica del sistema acuífero, y se modeló los efectos de los cambios de
usos del suelo en la recarga del acuífero. Se probaron diferentes tipos de
cubiertas vegetales para evaluar su acción sobre la recarga del acuífero: Pastizal
seco (Ps), Matorral (M) y Pino – pastizal seco (Pps), Pino – matorral (Pm),
Espartal (E) y Suelo sin vegetación (SV). Los resultados indican que las
cubiertas con menor cobertura vegetal (espartal y suelo desnudo) son las de
mayor aporte a la recarga del acuífero, lo cual puede explicarse si consideramos
los siguientes aspectos: 1) La escasez o ausencia de cubierta vegetal favorece un
mayor valor de la precipitación neta; 2) Las características de las precipitaciones
de la zona, las cuales son de bajo volumen e intensidad y 3) En presencia de
grandes eventos de precipitación las cubiertas de espartal y suelo sin vegetación
reflejan las mayores pérdidas por escorrentía superficial, pero a su vez presentan
valores de percolación superiores a los de las restantes formaciones vegetales.
 Según (Murillo, 2004) la tesis sobre “Recarga de acuíferos. Evaluación y Análisis de
Condicionantes Técnicos y Económicos. Acuífero Aluvial del Bajo Guadalquivir”
aborda la elaboración de un código capaz de afrontar la evaluación a la recarga de los
acuíferos mediante la realización de balances de agua en el suelo y en el acuífero, así
como la concreción del efecto que determinadas componentes del balance hídrico tienen
en la estimación de la recarga de acuíferos.
FUENTES DE AGUA QUE INTERVIENEN EN EL PROCESO DE RECARGA
En cuanto a las fuentes de agua que interviene en el proceso de recarga de los acuíferos
están son múltiples y variadas (Lemer et al, 1990; Samper, 1997-a; Custodio, 1998;
Samper 1998; Samper 1999; y Lemer, 2002) y se agrupan en los siguientes tipos:

1. Agua de lluvia.
2. Agua superficial que circula por cauces permanentes estacionarios y efímeros o
se encuentra embalsada en lagos, lagunas o cualquier otra zona húmeda.
3. Agua procedente de otros acuíferos y acuitardos.
4. Agua ligada a labores y acciones antrópicas que dan lugar a fenómenos tales
como excedentes y retornos de riego; fugas en redes de abastecimiento,
saneamiento y regadío; e infiltración en embalses, depósitos y balsas.

MÉTODOS PARA EVALUAR LA RECARGA DE ACUÍFEROS


 Métodos de medición directa
Requieren de la construcción de un dispositivo especial (lisímetro) o del empleo
de infiltrómetros que midan a suficiente profundidad el agua que se dirige hacia
el nivel freático. Estos últimos se utilizan preferentemente para medir las
pérdidas que tienen lugar en ríos, arroyos, torrentes, acequias y canales de riego,
un lisímetro es un bloque de suelo aislado e instrumentado que permite medir
todos los flujos de agua que circulan a través del suelo, mientras que un
infiltrómetro es un aparato que permite deducir el volumen de agua que es
necesario añadir sobre un área bien definida de terreno para que sobre la misma
se mantenga una lámina de agua de espesor constante.
La determinación del balance de agua en un lisímetro implica la medida
volumétrica de todas las componentes que intervienen en el mismo para la
columna de suelo que constituye dicho dispositivo, por lo que este viene dado
por la siguiente ecuación:
ET =P+ Rr −R t ± E s ± △ θ
Donde:
ET es la evapotranspiración.
P la precipitación.
Rr el aporte debido al riego.
Rt la recarga en transito o el drenaje en profundidad.
E s la escorrentía superficial
△ θ la variación del contenido de humedad del suelo.
Entre las ventajas que presentan los lisímetros está el que constituyen un método
que tiene una gran fiabilidad, el que cuantifican de una forma directa el balance
de agua en el suelo y el que permiten utilizar una escala de tiempos muy variable
que puede oscilar desde lo casi instantáneo a lo anual. Entre sus inconvenientes
se encuentra el que proporcionan una información de tipo puntual, el que tienen
un elevado coste de fabricación y mantenimiento y el que constituyen una
instalación que en cierta medida altera las condiciones naturales del terreno.

 Métodos de balance del agua en el suelo


Un balance hídrico consiste en la aplicación del principio de conservación de la
masa, durante un determinado periodo de tiempo, a una cierta región del espacio
de volumen conocido y definida por unas determinadas condiciones de contorno.
La realización de un balance en un determinado sistema hídrico requiere conocer
o medir los flujos de entrada y salida de agua al mismo, así como la variación de
su almacenamiento.
El campo de aplicación de un balance hídrico se puede extender sobre toda la
cuenca o bien sobre cualquiera de las porciones en que se puede subdividir la
misma. También se puede realizar sobre una, varias o todas las componentes del
ciclo hídrico que actúan sobre ella. Para la estimación de la recarga a los
acuíferos se suelen realizar balances de agua en el suelo edáfico, en la zona no
saturada, en el propio acuífero, en los tramos de ríos, canales y acequias
comprendido entre dos estaciones de aforo, así como en lagos, humedales y
embalses o en cualquier otro elemento de un sistema hídrico.
En general se puede formular que la recarga a los acuíferos, cuando se emplean
los métodos de balance de agua, se calcula a partir del resto de las componentes
que intervienen en el balance hídrico. Estas son normalmente conocidas o bien
se pueden calcular en principio de una manera más sencilla que la recarga. En
concreto, para el caso específico de los métodos de balance de agua en el suelo,
la magnitud de la recarga se calcula a partir de evaluar la cantidad de agua que el
suelo edáfico permite percolar hacia el nivel freático. Este balance proporciona
la magnitud de la recarga potencial, por lo que conviene complementar el mismo
con la realización de un balance de agua en el acuífero al objeto de comprobar la
coherencia de las variaciones freáticas observadas en el acuífero que reflejan los
efectos de la recarga real. A lo largo del proceso de recarga hay que tener
presente que, en la zona no saturada, que se extiende entre el suelo y el acuífero,
pueden existir acuíferos colgados de carácter más o menos efímero que dan
lugar a un flujo subhorizontal que disminuye la cuantía del flujo vertical
descendente que sale del suelo para constituir la recarga a los acuíferos.
Entre las ventajas que presentan estos métodos destaca el hecho de que precisan
datos de partida que normalmente están disponibles o son relativamente fáciles
de obtener, su sencillez y rapidez de aplicación, su reducido coste de ejecución y
su universalidad para contemplar todo tipo de fuentes y sumideros de agua.
Entre sus inconvenientes se encuentran la dificultad que existe para contemplar
y calcular ciertas componentes del balance como son la escorrentía superficial e
hipodérmica, y la evapotranspiración potencial y real. En relación con los otros
métodos de estimación de la recarga es preciso destacar que los métodos de
balance hídrico son en muchas ocasiones los únicos que se pueden aplicar.

 Métodos hidrodinámicos
Estos métodos se basan en la utilización de las ecuaciones de flujo bajo
condiciones de saturación parcial y total. Existen dos tipos de aplicaciones. La
primera, que se fundamenta en la utilización de métodos numéricos, permite
analizar situaciones de flujo complejas que pueden contemplar régimen
transitorio o heterogeneidad espacial, aunque en contrapartida precisan de un
volumen importante de datos. La segunda, que es más sencilla, requiere de
métodos de medición en campo y precisa, para obtener buenos resultados, de un
régimen supuestamente estacionario y de una situación donde el flujo sea
saturado, ya que no se puede obtener la conductividad hidráulica no saturada a
partir de la realización de medidas en campo. La obtención de dicho parámetro
se realiza mediante la aplicación de expresiones teóricas que relacionan la
conductividad hidráulica no saturada con el contenido de humedad y con ciertas
características del medio parcialmente no saturado.

 Métodos hidroquímicos, isotópicos y de aplicación de técnicas de


trazadores.
Los métodos basados en el transporte de masa a través del medio no saturado
pueden ser de ámbito regional o puntual. Los más ampliamente utilizados son
aquellos que contemplan el aporte de sales por precipitación atmosférica. Este
proceso puede tener lugar tanto por aporte disuelto en el agua de lluvia
(deposición húmeda), como en polvo, ya que la parte soluble de este se
incorpora al agua de lluvia una vez que esta ha caído sobre el suelo (deposición
seca). El método que más se utiliza se denomina del ion cloruro que es a su vez
el más sencillo de aplicar, ya que este ion tiene carácter conservativo y su
determinación es fácil y precisa. La caracterización del cloruro atmosférico
requiere de un prolongado periodo de muestreo, ya que su valor es característico
de cada lugar. El cálculo de la recarga a los acuíferos se reduce, una vez
caracterizada la salinidad, a la observación del medio no saturado o a la parte del
acuífero más próxima al nivel freático. [ CITATION Mur04 \l 3082 ]
El balance de cloruros se establece considerando cada uno de los términos de
flujo de agua que interviene en el proceso con su concentración correspondiente.
Un inconveniente que presenta el método del balance de ion cloruro es que no se
puede utilizar en terrenos sometidos a actividades humanas importantes tales
como abonados, riegos, vertidos de aguas residuales o fugas en redes de
distribución, o en aquellos otros donde afloran sales de tipo evaporítico o han
estado sometidos a invasión de aguas saladas marinas o continentales y aún
conservan restos de las mismas, salvo que se consideren todas estas
circunstancias con detalle.
Una característica de este método es su independencia respecto de cualquier otro
método de estimación de la recarga a los acuíferos, por lo que posee un gran
interés para contrastar evaluaciones realizadas mediante la aplicación de otros
métodos.

 Otros métodos
a. Empíricos
Intentan calcular la recarga a los acuíferos bien mediante el empleo de
fórmulas empíricas o bien a través de correlacionar dicha variable con
otras variables o parámetros hidrológicos como son la precipitación, la
altitud, la pendiente del terreno o la vegetación. La validez de estos
métodos es limitada, ya que las fórmulas y expresiones que se obtienen
para un determinado lugar no suelen ser extrapolables a otros lugares,
salvo que ambos presenten unas características muy similares.
b. Térmicos
Se fundamentan en el hecho de que en ausencia de flujo significativo de
agua la temperatura del terreno y del agua contenida en el mismo, esté
este saturado o no, aumenta con la profundidad a causa de la generación
de calor en la corteza terrestre. Esta distribución térmica que existe en el
terreno se puede ver afectada si el agua fluye debido a la gran capacidad
calorífica que tiene la misma.

MODELOS QUE PERMITEN EL CALCULO PARA LA RECARGA DE


ACUÍFEROS
 Modelos agregados con elevado número de parámetros.
Se trata de modelos que operan a escala horaria o diaria y que pueden llegar a
utilizar hasta 25 parámetros. Los más conocidos son el Stanford y el
Sacramento, aunque hay muchos más. La principal diferencia entre ellos estriba
en el grado de detalle con que tratan cada uno de los procesos que forman parte
del ciclo hídrico.

 Modelos agregados con reducido número de parámetros.


Su escala temporal de simulación suele ser la semana o el mes y el número de
parámetros que utilizan suele oscilar entre dos y seis. Generalmente no
consideran todos los procesos que constituyen el ciclo hídrico. Entre los
modelos más conocidos se encuentra el ABCD.

 Modelos distribuidos.
Precisan de una serie de datos que normalmente no están disponibles, por eso
sólo se han empleado hasta la fecha en estudios de investigación o regionales
muy bien dotados económicamente. El modelo más conocido es el SHE que
incluye los siguientes procesos hidrológicos:
Fusión de nieve
Interceptación
Evapotranspiración
Flujo en canal
Flujo sobre el terreno
Flujo no saturado y flujo saturado.
La versión más amigable de este modelo se denomina MIKE SHE y tiene la
ventaja de constituir un código que integra todos los procesos anteriormente
citados mediante un procedimiento continuo de cálculo

SEGÚN (Andreu' et al., n.d.) “CARACTERIZACI~N DEL FUNCIONAMIENTO Y


LA RECARGA DEL ACUÍFERO DEL VENTÓS-CASTELLAR (ALICANTE)”
Como una parte más del estudio del acuífero se ha procedido a aplicar un modelo
empírico que reproduzca el comportamiento del mismo. De igual forma, el modelo
presenta la utilidad de poder estimar de forma aproximada la recarga del acuífero.
Otra de las ventajas del empleo de estos modelos es que ayudan a predecir el
comportamiento del sistema en el futuro, bajo determinadas condiciones climáticas y de
explotación. El modelo empleado está basado en el desarrollado por el ITGE con éxito
en otros acuíferos kársticos de pequeño tamaño y en condiciones climáticas semejantes
a las del presente (Murillo y De la Orden, 1996). En él se considera que toda variación
del volumen de agua almacenada en el acuífero en el periodo i (DVi) viene dada por la
siguiente expresión:
∆ Vi=∆ hi . A . S(1)
donde ∆ hi es la variación observada en el nivel del acuífero, A es el área del acuífero
(7x106 m2), establecida en estudios previos (IGME, 1979) y considerada invariable con
la profundidad, tal y caino se deduce de la estructuración geológica, ya que se asume
que techo y muro del acuífero no muestran vasiaciones a medida que se adentran bajo la
superficie, y finalmente, S que es el coeficiente de almacenamiento. La variación de
volumen es función de los volúmenes de agua extraídos por bombeos (Bi) y de la
alimentación, en este caso la recarga natural por infiltración sobre el afloramiento
perineable (Ri):
∆ Vi=Ri−Bi (2)
La recarga está controlada por las precipitaciones en la superficie del acuífero y por la
temperatura inedia durante el periodo i. Matemáticamente dicha recarga viene dada por
la siguiente expresión (Murillo y De la Orden, 1996):
Ri=M ¿ ¿
donde Pi es la precipitación (en mm), Ti es la temperatura media (en "C), p es el factor
de lluvia útil, que toma el valor de 1,4 en el área de estudio, y A es la superficie del
acuífero. Los coeficientes M y N son parámetros característicos del modelo, que deben
determinarse para caracterizar plenamente la zona de estudio. La expresión representa
que la cantidad de agua infiltrada en cada periodo de tiempo i corresponde tan sólo a
una fracción de la lluvia útil. En meses en que la precipitación es baja o nula, la
expresión anterior puede dar valores negativos de recarga; dado que ello no es
físicamente posible, en tal caso se considera que Ri es nula. Combinando las
expresiones (1) a (3) resulta:
∆ hi=M ¿ ¿ ¿
expresión fundamental del modelo, que permite calcular la evolución del acuífero en
función de la precipitación, temperatura y bombeos en el mismo.
MARCO LEGAL DE LOS ACUÍFEROS
La evaluación de recursos hídricos es un elemento indispensable en la planificación
hidrológica para conocer con detalle los recursos disponibles y así gestionar de forma
sostenible y eficiente los recursos hídricos y conseguir el buen estado y la adecuada
protección del dominio público hidráulico y de las aguas.
El Real Decreto 907/2007, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de la
Planificación Hidrológica, en el artículo 4 que establece el contenido obligatorio de los
planes hidrológicos de cuenca indica que deben contener La descripción general de la
demarcación hidrográfica, incluyendo: (...) El inventario de los recursos superficiales y
subterráneos incluyendo sus regímenes hidrológicos y las características básicas de
calidad de las aguas.En artículo 11 sobre inventarios de recursos hídricos naturales
establece que “por inventario de recursos hídricos naturales se entenderá la estimación
cuantitativa, la descripción cualitativa y la distribución temporal de dichos recursos en
la demarcación hidrográfica. En el inventario se incluirán las aguas que contribuyan a
las aportaciones de los ríos y las que alimenten almacenamientos naturales de agua,
superficiales o subterráneos.”
La Orden ARM/2656/2008, de 10 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción
de Planificación Hidrológica y que establece los criterios técnicos para la
homogeneización y sistematización de los trabajos de elaboración de los planes
hidrológicos de cuenca, incluye en su artículo 2.4.2 que “El inventario incluirá series
hidrológicas de, al menos, las siguientes variables: precipitación, evapotranspiración
potencial, evapotranspiración real, recarga a los acuíferos, escorrentía superficial,
escorrentía subterránea y escorrentía o aportación total. En aquellas zonas en que la
nieve sea un fenómeno característico se añadirá información sobre esta variable. Los
valores de las variables deberán ser coherentes entre sí, obteniéndose mediante procesos
de simulación hidrológica que reproduzcan las interrelaciones principales de aquellas.
Estas variables se estimarán para el mayor periodo temporal que permitan los datos
disponibles, que comprenderá en cualquier caso los años hidrológicos 1940/41 a
2005/06, ambos inclusive, con datos al menos mensuales (...). En el caso de las series de
aportaciones en los ríos, los datos simulados por el modelo podrán ser reemplazados por
las series medidas o restituidas a régimen natural si se garantiza su coherencia con las
restantes variables hidrológicas.”
La evaluación de recursos hídricos en régimen natural (SIMPA) realizada por el
CEDEX para la Dirección General del Agua forma parte de la encomienda de gestión
incluida en el “Acuerdo para encomienda de gestión por el Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente (Dirección General del Agua) al Centro de Estudios y
Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), del Ministerio de Fomento, para la
realización de asistencia técnica, investigación y desarrollo tecnológico en materias
competencia de la Dirección General del Agua (2007-2011)”, publicado por Resolución
de la Secretaría de la Presidencia de 22 de noviembre en el BOE nº 287 de 30 de
noviembre 2007 ampliando las tareas de la ficha nº 3 para la “Evaluación de los
recursos hídricos en España y mejora de las herramientas” por la Comisión de
seguimiento de esta encomienda en su reunión de 24 de febrero de 2011.

SOLUCIÓN DEL PROBLEMA

ESCENARIOS HIDROGEOLÓGICOS Y CONTROL DE LA RECARGA

Los principales factores a considerar son:

 Los límites físicos e hidráulicos del acuífero y el grado de confinamiento.


 Propiedades hidrogeológicas del acuífero y formaciones superiores.
 Gradiente hidráulico en el acuífero.
 Profundidad desde el nivel del suelo hasta la superficie del acuífero/
piezométrica.
 Calidad del agua subterránea.
 Mineralogía del agua del acuífero.

Las condiciones hidrogeológicas en la superficie y en la zona no saturada son muy


importantes en proyectos que usan técnicas de distribución, ya que el agua debe
moverse hacia abajo a través de estas zonas antes de alcanzar el acuífero. La tasa de
percolación depende de la permeabilidad vertical del suelo y de la zona no saturada.
Una vez que el agua de recarga alcanza el nivel freático, la cantidad de agua que el
acuífero puede almacenar depende de las características hidráulicas
(transmisibilidad, capacidad de almacenamiento, coeficiente de almacenamiento o
porosidad eficaz, etc.) su espesor y contenido de aire.

La formación geológica de entrada debe tener la permeabilidad y el espesor


suficientes como para recibir agua de recarga a una tasa determinada. Por otro lado,
los acuíferos con alta conductividad hidráulica pueden tener una rápida dispersión
del agua de recarga y como resultado, únicamente cantidades limitadas de agua
pueden ser recuperadas. Esto no es un problema si el objetivo del proyecto de
recarga es proveer agua subterránea y caudal base a ríos de carácter regional.
Los acuíferos con baja capacidad de almacenamiento probablemente tengan un
limitado potencial para recibir agua adicional. Niveles freáticos altos pueden resultar
en un movimiento rápido de agua hacia los puntos de descarga en corrientes y ríos,
prolongando el período de caudal en los cursos de agua intermitentes. Sin embargo,
probablemente estos no sean los casos donde el agua subterránea se explota
fuertemente y los niveles de agua subterránea estén disminuyendo. Es así que la
capacidad de almacenamiento depende de la capacidad de almacenar agua mediante
recarga natural y recarga gestionada. Aunque hay una gran variedad de ambientes
hidrogeológicos, desde la perspectiva de la gestión de la recarga de acuíferos, éstos
pueden ser agrupados en cuatro categorías generales, éstas son:

 Aluvión.
 Roca dura fracturada.
 Acuíferos de arenisca consolidada.
 Acuíferos de carbonato.

METODOLOGIAS PARA LA GESTIÓN DE RECARGA DE ACUÍFEROS


Las técnicas GRA fueron aplicadas por miles de años para gestionar los recursos
hídricos accesibles. Las metodologías varían en dificultad, a partir de la sencilla
recolección de agua de lluvia hasta la inyección de agua reciclada hacia el interior de un
acuífero salobre por medio de pozos profundos. Las metodologías aplicadas tienen que
ser apropiadas para consumar con las metas establecidas que, en el grado más principal,
va a ser el almacenamiento y procedimiento del agua. La obstrucción es un asunto clave
que necesita ser comprendido para que los impactos logren ser minimizados y
gestionados de forma que la interacción costo-beneficio sea positiva.
Hay varios proyectos para incrementar la recarga del agua subterránea y son tan
diferentes como el razonamiento de esos relacionados en su creación y operación.
Dichos proyectos son diseñados con el fin primordial de incrementar la recarga (recarga
intencional), aun cuando los acuíferos además tienen la posibilidad de ser recargados de
manera no intencional (recarga incidental) a medida que se conducen a cabo otras
ocupaciones, tales como el riego. la finalidad de los procedimientos intencionales es
incrementar las reservas de agua subterránea; no obstante, puede tener además otros
fines, tales como la mitigación de las inundaciones, la reducción de la erosión del suelo
o el decrecimiento del efecto negativo del cambio en la utilización de la tierra. Aquí nos
enfocaremos en la recarga intencional, las metodologías usadas (la mayor parte de las
cuales permanecen ilustradas en la figura) son agrupadas, a monumentales aspectos, en
las próximas categorías:
Métodos de distribución
Los métodos de distribución de agua se usan una vez que el acuífero independiente o
semiconfinado que ha de ser recargado está alrededor del área del suelo. La recarga se
consigue por infiltración por medio del material permeable del área, el cual debería ser
gestionado para conservar las tasas de infiltración.
- Cuencas y estanques de infiltración: Un estanque de infiltración se excava en el
suelo, o comprende un área deprimida de tierra, que retiene el agua de recarga
(por ej. agua de lluvia), hasta que se haya infiltrado a través del suelo. Si el
material del acuífero es fino, ocurrirá una rápida obstrucción. En este caso, si se
cubre el fondo y los lados con una capa de arena de grano medio,
aproximadamente 0,5 m de espesor, es posible retrasar el proceso de obstrucción
y extender los períodos de recarga en la instalación.

Figura 1. Estanque de infiltración

- Tratamiento Suelo-Acuífero (TSA): En la medida que el agua proveniente de


las plantas de tratamiento de agua (PTA) es considerada como una oportunidad,
y no un problema de disposición, la planificación de la reutilización del agua
será cada vez más importante. En la medida que el agua proveniente de las
plantas de tratamiento de agua es considerada como una oportunidad, y no un
problema de disposición, la planificación de la reutilización del agua será cada
vez más importante.

Figura 2. Tratamiento Suelo - Acuífero

- Inundación controlada: En zonas de topografía subjetivamente plana el agua


podría ser desviada, por medio de canales, a partir de un flujo de agua y
distribuida uniformemente sobre un área superficial vasta; formándose una fina
capa de agua que se mueve a una rapidez mínima, evitando de esta forma la
variación de la cobertura del suelo.
- Recarga incidental por riego: El agua excedente de riego perteneciente de
canales y campos ha provocado históricamente inconvenientes de salinización y
saturación hídrica del suelo. No obstante, una vez que este excedente es
cuantificado y gestionada puede transformarse en una posibilidad conveniente.
Modificaciones en el interior del canal
- Estanques de percolación asociados a represas de control, gaviones, etc.:
Una manera económica de recargar agua subterránea puede ser mediante
la construcción de represas de control en los cursos de agua, siendo el material
de construcción es el mismo aluvión del río

Figura 3. Estanque de Percolación

- Represas de arena para almacenamiento.: La mejor ubicación para represas de


arena es en terrenos ondulados con condiciones climáticas áridas, en donde la
escorrentía se crea a lo largo de inundaciones repentinas. Típicamente, las
represas son construidas sobre el lecho de ríos intermitentes y arenosos en valles
bien definidos

Figura 4. Represa de Arena

- Represas subsuperficiales: Las represas subsuperficiales (subterráneas) tienen


la posibilidad de ser usadas para retener el agua en acuíferos aluviales. En
arroyos intermitentes en los que regiones altas del basamento restringen el
caudal, se hace una zanja atravesando el lecho del arroyo, inmersa en las piedras
del basamento.
Figura 5. Represa Subterránea

- Represas con pérdidas: En los casos de crecidas repentinas de los ríos, con
caudales que transportan monumentales porciones de firmes en suspensión, el
agua podría ser desaprovechada escurriéndose ésta hacia la cuenca o hacia el
océano antecedente de que logre infiltrarse para recargar el acuífero.

Figura 6. Represa Perforada

Recarga con pozos, túneles y perforaciones


- Pozos abiertos y túneles: Estas construcciones son utilizadas para recargar
acuíferos freáticos superficiales y en regiones donde las capas superficiales
poseen baja permeabilidad, y por consiguiente los procedimientos de repartición
no son efectivos

Figura 7. Trinchera de recarga, Rajasthan, India.

- Almacenamiento en Acuíferos y Recuperación (AAR): Las perforaciones se


usan una vez que por arriba de los acuíferos de destino hay estratos de gran
espesor y de baja permeabilidad, con la intención de recargar agua de manera
directa hacia el interior del acuífero. Las perforaciones además son ventajosas
una vez que el área terrestre disponible es poca.
Figura 8. Almacenamiento en Acuíferos y Recuperación

Infiltración inducida en las márgenes de los ríos


- Filtración en las márgenes de los ríos: Los proyectos de infiltración en los
lechos de los ríos consisten habitualmente en una galería o una línea de
perforaciones paralelas a la margen de un cuerpo humano de agua superficial y a
escasa distancia del mismo. El bombeo de las perforaciones reduce el grado
freático adyacente al flujo de agua o lago, induciendo al agua de la corriente a
ingresar en el sistema del acuífero.

Figura 9.Filtración en las márgenes de los ríos

- Filtración inter-dunar: Una variante especial de este procedimiento es usada en


regiones costeras y se sabe cómo filtración inter-dunar. En esta situación los
valles entre dunas costeras de arena son inundados con agua de ríos. El agua se
infiltra al interior de los sedimentos subyacentes y crea un volumen de agua de
recarga.

Figura 10. Filtracion en Dunas

Captación de agua de lluvia: La captación de agua de lluvia es, en su sentido más


extenso, la recolección de escorrentía para uso benéfico. Esto principalmente involucra
la acumulación de agua de lluvia de un área vasta para su uso en un área de menor
tamaño para riego o para recarga de agua subterránea
- Construcción de terraplenes, etc.: En zonas semiáridas, los sistemas de cultivo
usan entre el 15% y el 30% del agua de lluvia; la mayoría del agua se evapora
(30-50%) y lo demás deriva en escorrentía superficial (10-25%) y en agua de
recarga subterránea (10-30%)
- Recolección de agua de lluvia en techos: La recolección de agua de lluvia de
los techos posibilita aprovechar el agua de lluvia para consumo directo o para
recarga de agua subterránea.

RESULTADOS
BIBLIOGRAFÍA

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