Está en la página 1de 24

TECNOLÓGICO DE TAPACHULA

MATERIA:
FUNDAMENTOS DE MECANICA DE LOS MED.
CATEDRATICO:
ING. FRANCISCO ANDRADE
ALUMNO:
JHOAN ROBLERO BAUTISTA
SEMESTRE: 4° GRUPO: A
TAREA:
INVESTIGACION DE METODOS PARA EL CALCULO DE VALORES Y
VECTORES PROPIOS; Y GRADIENTE,
DIVERGENCIA Y ROTACIONAL

FECHA:
26/03/21
INDICE

1. ………………………….. PRECENTACION

2. …………………………..INTRODUCCION

3. ………………………........RESUMEN

4. …………………………….CONCLUCION

5. …………………………….BIBLIOGRAFIA INTRODUCION
INTRODUCUION

En este tema se va hablar mucho sobres calculo que una rama


que se basa en conocimiento La nocion de un “campo electrico”
fue madurando lentamente entre los fısicos de los siglos XVIII y
XIX, como un resultado de la idea de describir “acciones a
distancia”, es decir como una fuerza que no requiere de un
contacto directo para manifestarse.
Gradiente, divergencia y rotacional

Gradiente de un campo escalar

Campos escalares. Un campo escalar en Rn es una función f : Ω→R, donde Ω es un


subconjunto de Rn. Usualmente Ω será un conjunto abierto. Para n = 2 tenemos un campo
escalar en el plano, que tendrá la forma (x,y) →7 f(x,y). Para n = 3 tendremos un campo
escalar en el espacio, dado por una expresión (x,y,z)7→ f(x,y,z).

En Física, un campo escalar f : Ω→R describe una magnitud con valores escalares, de
forma que Ω es una región del plano o del espacio y, para cada punto x ∈Ω, f(x) es el
valor en el punto x de dicha magnitud física. Piénsese, por ejemplo, en un campo de
temperaturas.

Definición de gradiente. Sea f un campo escalar definido en un abierto Ω⊆Rn y sea a


=(a1,a2,...,an)∈Ω. Supongamos que f es diferenciable en el punto a, con lo que existen

las n derivadas parciales de f en a:

∂f ∂f f(a + t ek)− f(a)


(a) = (a1,a2,...,an) = l´ım (k = 1,2,...,n),
∂xk ∂xk t→0 t

donde {e1,e2,...,en} es la base standard de Rn. Entonces, el gradiente de f en el punto a


es, por definición, el vector ∇f(a) = ∇f(a1,a2,...,an)∈Rn dado por

∂f ∂f ∂f n∂

(a1,a2,...,an) ek

∂x1 ∂x2 ∂xn k=1∂

Si el campo f es diferenciable en todos los puntos de Ω tendremos una función ∇f : Ω→Rn


que a cada punto x ∈Ω hace corresponder el vector gradiente en dicho punto, ∇f(x). Es
natural entonces escribir:
∂f ∂f ∂f n ∂f

∇f = ∂ 1, ,..., n = ∑ xk ek, x ∂x2 ∂x k=1∂

una igualdad entre funciones, válida en todo punto de Ω.

8
Gradiente en el plano. Para un campo escalar plano (x,y)7→ f(x,y), que sea diferenciable
en un punto a =(x0,y0), tendremos

∂f ∂f ∂f ∂

∇f(a) = ∇f(xj
Cuando f sea diferenciable en un abierto Ω⊆R2 podremos escribir

∂f ∂f ∂f ∂f

∇f == i + j (en Ω)

∂x ∂y ∂x ∂y

Gradiente en el espacio. Análogamente, si (x,y,z)→7 f(x,y,z) es un campo escalar en el


espacio, diferenciable en un punto a =(x0,y0,z0), tendremos

∇f(a) = ∇f(x

∂f ∂f ∂f
= (x0,y0,z0) i + (x0,y0,z0) j + (x0,y0,z0) k

∂x ∂y ∂z

y cuando f sea diferenciable en un abierto Ω⊆R3 podremos escribir

∂f ∂f ∂f ∂f ∂f ∂f

∇f == i + j+ k (en Ω)

∂x ∂y ∂z ∂x ∂y ∂z

Derivadas direccionales. Consideremos de nuevo un campo escalar f definido en un


abierto Ω⊆Rn y diferenciable en un punto a ∈Ω. Fijado un vector u =(u1,u2,...,un)∈Rn con
kuk= 1, sabemos que la derivada direccional de f en la dirección u viene dada por:

∂f f(a + t u)− f(a) n ∂f

∂u(a) = tl→´ım0 ∑
k =∂
t = xk (a) uk = h∇f(a)|ui

y mide la rapidez de variación de f al desplazarnos desde el punto a en la dirección del


vector u. La desigualdad de Cauchy-Schwartz nos da

∂f
(a) = h∇f(a)|ui6|h∇f(a)|ui|6k∇f(a)kkuk = k∇f(a)k ∂u

Si ∇f(a)6= 0, podemos conseguir que las desigualdades anteriores sean igualdades

tomando u y tenemos una interpretación física del gradiente de un campo

escalar: k∇f(a)k
es la máxima rapidez de variación del campo que podemos conseguir al desplazarnos
desde el punto a; esta máxima variación se produce en la dirección del vector gradiente,
más concretamente, el máximo aumento se consigue en el sentido del vector gradiente
y la máxima disminución en sentido opuesto.
2.2. Campos vectoriales

Campos vectoriales. Un campo vectorial en Rn es una función F : Ω→Rn donde Ω es un


subconjunto de Rn que usualmente será abierto. Por tanto, un campo vectorial tiene n
coordenadas, que son campos escalares; concretamente, para x =(x1,x2,...,xn)∈Ω, el
vector F(x)∈Rn deberá tener la forma:

n
F Fk(x) ek,
k=1

más explícitamente,

= ∑ Fk(x1,x2,...,xn) ek, k=1

n
o abreviadamente: F = (F1,F2,...,Fn) = ∑ Fk ek (en Ω).
k=1

Es claro que, para k = 1,2,...,n, la función Fk : Ω→R así definida es un campo escalar en
Rn. Veamos la notación que suele usarse en los dos casos particulares que nos interesan.

Un campo vectorial en el plano vendrá dado por una función (x,y)7→ F(x,y) definida en
un conjunto Ω⊆R2 y con valores en R2. Sus componentes suelen denotarse por P y Q,
con lo que, para (x,y)∈Ω, tendremos:

F j

o, abreviadamente: F = (P,Q) = P i + Q j (en Ω).

Es costumbre representar gráficamente un campo vectorial plano F : Ω→R2 haciendo


que, para cada x ∈Ω, el vector F(x) tenga su origen en el punto x, obteniéndose una
imagen que sugiere claramente un “campo” de vectores.
Las componentes de un campo vectorial (x,y,z)7→ F(x,y,z), definido en Ω⊆R3 y con
valores en R3 suelen denotarse por P, Q y R, de forma que, para (x,y,z)∈Ω, se tendrá:

F k

o, abreviadamente: F = (P,Q,R) = P i + Q j + R k. (en Ω)

Los campos vectoriales aparecen con frecuencia en Física, para representar magnitudes
vectoriales: para cada punto x de una región Ω en el plano o en el espacio, F(x) es el
valor en ese punto de la magnitud vectorial descrita por el campo. Piénsese por ejemplo
en el campo de velocidades de un fluido en movimiento o en campos de fuerzas, como
un campo gravitatorio o electromagnético.
2.3. Divergencia de un campo vectorial

Sea F un campo vectorial definido en un conjunto abierto Ω⊆Rn y consideremos sus


coordenadas F=(F1,F2,...,Fn). Supongamos que F es diferenciable en un punto a∈Ω, lo
que sabemos equivale a que todos los campos escalares Fk, con k = 1,2,...,n, sean
diferenciables en el punto a. De hecho cada vector gradiente ∇Fk(a) es la k-ésima fila de
la matriz jacobiana de F en a. Pues bien, la traza de dicha matriz es, por definición, la
divergencia del campo F en el punto a, y se denota por divF(a). Así pues, se tendrá:

∂F1 ∂F2 ∂Fn n ∂F divF(a) = ∂ (a)+ ∂x2(a)+ ... +∂xn (a) = ∑ xkk
(a). x1 k=1∂
Cuando el campo vectorial F es diferenciable en todo punto de Ω tenemos una función
divF : Ω→R que en cada punto x ∈Ω toma el valor divF(x) de la divergencia en dicho
punto. Tenemos entonces la siguiente igualdad entre funciones, válida en todo punto de
Ω:

∂F1 ∂F2 ∂Fn n ∂F k divF = ∂x1 + ∂x2 + ... +∂xn = k∑=1∂ xk

Para un campo vectorial plano , que sea diferenciable en


un punto (x0,y0), tendremos

∂P ∂Q
divF(x0,y0) = (x0,y0)+ (x0,y0)

∂x ∂y

Cuando F sea diferenciable en un abierto Ω⊆R2 podremos escribir

∂P ∂Q
divF = + (en Ω) ∂x ∂y

Análogamente, si F = Pi + Qj + Rk es un campo vectorial en el espacio, diferenciable en


un punto (x0,y0,z0), tendremos

∂P ∂Q ∂R
divF(x0,y0,z0)= (x0,y0,z0)+ (x0,y0,z0)+ (x0,y0,z0),
∂x ∂y ∂z

y cuando F sea diferenciable en un abierto Ω⊆R3 podremos escribir

∂P ∂Q ∂R
divF = + + (en Ω) ∂x ∂y ∂z

Vector simbólico “nabla”. Para operar con las nociones que estamos estudiando es útil
introducir el simbolismo

∇ = ek

∂x1 ∂x2 ∂xn k=1∂ xk

y manejar ∇ como si se tratase de un vector de Rn.


Por ejemplo, si f es un campo escalar definido en un abierto Ω⊆Rn y diferenciable en un
punto a ∈Ω, al multiplicar simbólicamente el “vector” ∇ por el escalar f(a) se obtiene la
expresión correcta del vector gradiente:

∂f ∂f ∂f n ∂f

(a) ek
∂ xk

Cuando f es diferenciable en todo punto de Ω podemos hacer el mismo cálculo simbólico


con el “escalar variable” f, que multiplicado por ∇ nos da

∂f ∂f ∂f n ∂f

∇f = ∂ , ,..., = ∑ xk ek, x1 ∂x2 ∂xn k=1∂

Si ahora F =(F1,F2,··· ,Fn) es un campo vectorial definido en el abierto Ω y diferenciable


en el punto a ∈Ω, cuando calculamos simbólicamente el producto escalar del “vector” ∇
por el vector F(a)=(F1(a),F2(a),...,Fn(a)) obtenemos:

∂F1 ∂F2 ∂Fn


∇.F(a) = (a)+ (a)+ ... + (a) = divF(a).

∂x1 ∂x2 ∂xn

Esto explica que frecuentemente se denote por ∇.F(a) a la divergencia del campo F en
el punto a. Cuando F es diferenciable en Ω, tenemos igualmente

∂F1 ∂F2 ∂Fn


∇.F = + + ... + = divF (en Ω)

∂x1 ∂x2 ∂xn

Con las debidas precauciones, este cálculo simbólico con el “vector” ∇ resulta útil.
Destacamos como siempre los dos casos particulares que nos interesan:
En el caso n = 2 tenemos j

∂x ∂y ∂x ∂

Análogamente, para n = 3 será k ∂x ∂y

∂z ∂x ∂y ∂

2.4. Rotacional de un campo vectorial

Rotacional en el espacio. Sea F = (P,Q,R) un campo vectorial definido en un abierto

Ω⊆R3 y diferenciable en un punto a ∈Ω. Del mismo modo que la divergencia divF(a) se
obtiene como el producto escalar simbólico ∇.F(a), podemos pensar en el producto
vectorial, también simbólico, ∇×F(a). El vector que así se obtiene es, por definición, el
rotacional del campo F en el punto a y se denota también por rot F(a). Así pues:

i j k
rot F ∂ ∂y

Q(a) R

k.

Cuando F sea diferenciable en todo el abierto Ω podremos escribir:

i j k
rot F

k (en Ω).
Rotacional escalar en el plano. La noción de rotacional recién introducida sólo tiene
sentido para campos vectoriales en el espacio. Sin embargo, a un campo vectorial en el
plano puede asociarse de forma natural un campo vectorial en el espacio, como vamos
a ver.

Sea F =(P,Q) un campo vectorial definido en un abierto Ω⊆R2. Consideramos el conjunto


Ω˜ = {(x,y,z)∈R3 : (x,y)∈Ω}, que es claramente un subconjunto abierto de R3, y para

(x,y,z)∈Ω˜ , definimos

F˜(x,y,z) = (P(x,y),Q(x,y),0),

obteniendo un campo vectorial F˜ : Ω˜ →R3. La relación entre las componentes de F y F˜


es bastante clara, si ponemos F˜ =(P˜,Q˜,R˜), tenemos

Si F es diferenciable en un punto (x0,y0) deducimos que F˜ es diferenciable en cualquier


punto de la forma (x0,y0,z)∈Ω˜ y calculamos fácilmente el rotacional en cualquiera de esos
puntos:

rot F˜(x0,y0,z) = k.

Hemos motivado así la siguiente definición:

Sea F = (P,Q) un campo vectorial definido en un abierto Ω⊆R2 y diferenciable en un punto


(x0,y0)∈Ω. El rotacional escalar de F en el punto (x0,y0) se define por:

∂Q ∂P
rot F(x0,y0) = (x0,y0)− (x0,y0).

∂x ∂y
Si F es diferenciable en todo punto del abierto Ω podemos pues definir rot F : Ω→R
mediante la igualdad:
∂Q ∂P
rot F = − . ∂x ∂y

2.5. Algunas observaciones adicionales

En esta lección hemos definido cuatro operadores diferenciales que transforman unos
campos en otros. Más concretamente:

Si f es un campo escalar diferenciable en un abierto Ω⊆Rn , entonces su gradiente

∇f : Ω→Rn es un campo vectorial definido en Ω. Suele decirse que ∇f es un campo de


gradientes.
Dado un campo vectorial F que sea diferenciable en un abierto Ω⊆Rn , su divergencia
∇.F es un campo escalar definido en Ω.

Cada campo vectorial F que sea diferenciable en un abierto Ω⊆R3 da lugar a rot F, otro
campo vectorial definido en Ω

Finalmente, un campo vectorial F que sea diferenciable en un abierto Ω⊆R2 define un


campo escalar rotF.

Veamos ahora lo que ocurre al iterar estos procesos, aunque no agotaremos todas las
posibilidades. Lógicamente los campos a considerar deberán tener propiedades de
diferenciabilidad más restrictivas que las usadas hasta ahora.

Rotacional de un gradiente. Vamos a comprobar sin dificultad el siguiente resultado:


Si f es un campo escalar dos veces diferenciable en un abierto Ω⊆R3, entonces se
verifica que rot (∇f) = 0 en Ω.

En efecto, de las definiciones de gradiente y rotacional se deduce que:

rot k,

que se anula idénticamente en todo el abierto Ω gracias al Lema de Schwarz, que


asegura la igualdad de las derivadas parciales segundas cruzadas de una función dos
veces diferenciable. De forma completamente análoga podemos obtener el mismo
resultado en R2:

Si f es un campo escalar dos veces diferenciable en un abierto Ω⊆R2, entonces se


verifica que rot(∇f) = 0 en Ω.

Divergencia de un rotacional. El siguiente resultado se comprueba también sin


dificultad:

Si F es un campo vectorial dos veces diferenciable en un abierto Ω⊆R3, entonces se


verifica que div(rot F) = 0 en Ω.

El cálculo con el vector simbólico ∇ ayuda a recordar los dos resultados anteriores:

∇×(∇f) ≡ 0 y ∇.(∇×F) ≡ 0

En el primer caso podemos pensar que ∇f es un “múltiplo escalar del vector ∇” y recordar
que, para x ∈R3 y α∈R, se tiene x ×(αx) = 0. En el segundo caso recordamos que el
producto vectorial de dos vectores de R3 es ortogonal a dichos vectores. Sin embargo, el
simbolismo no se puede llevar demasiado lejos: cierto que, como se ha dicho, podemos
entender que ∇× F es “ortogonal a ∇”, pero es fácil dar un ejemplo de un campo vectorial
F, diferenciable en R3, tal que ∇× F no sea ortogonal a F, o incluso que verifique
h∇×F(x)|F(x)i6= 0 para todo x ∈R3.
La electricidad, y ma´s generalmente el electromagnetismo, eran
procesos conocidos desde la antigu¨edad. Pero, aunque incluso
hasta comienzos del siglo XIX su papel, y en particular la relaci´on
que existe entre las fuerzas el´ectricas y magn´eticas, no era en
modo alguno claro, para finales del siglo dieciocho ya no hab´ıa duda
de que estas eran fuerzas del tipo requerido en la segunda ley de
Newton, y que por lo tanto, su descripcio´n deb´ıa empatarse con la
de las dema´s fuerzas newtonianas. As´ı, en 1787 Coulomb llevo´ a
cabo experimentos que mostraron de manera clara que la fuerza
electrosta´tica, excepto por el hecho — fundamental, aunque no
ser´a importante para nuestros prop´ositos— que hay fuerzas
repulsivas adema´s de las atractivas, se comporta cualitativamente
igual que la fuerza gravitacional; es decir, como una fuerza cuya
intensidad disminuye como el cuadrado de la distancia;
vectorialmente y denotando a las cargas de las part´ıculas
(puntuales) por Q y q, ´esta se escribe1, donde la constante 0 es la
llamada permitividad diel´ectrica del vac´ıo:

F r (Ley de Coulomb).

En todo caso, el resultado neto de este desarrollo fue que esta


fuerza pod´ıa describirse como el efecto producido en un“objeto de
prueba” (la q) por un cuerpo susceptible de generar la fuerza en
cuestio´n ( la Q). Evidentemente en este proceso el objeto generador
de la fuerza desempen˜a un papel m´as importante que el objeto de

1 En este texto adoptaremos la convenci´on cl´asica de escribir con negritas a los


vectores, y entonces la correspondiente letra it´alica convencional denotar´a a la
norma del vector.
prueba, y as´ı este u´ltimo pronto pas´o a ser un elemento
secundario en la descripci´on del fen´omeno f´ısico.

Dicho en otras palabras, uno puede imaginar que se le da un


objeto que puede producir cierta fuerza, por ejemplo un objeto
cargado electrosta´ticamente, y que automa´ticamente ´este llena el
espacio que le rodea de una “fuerza en potencia”, la que influira´ en
cualquier objeto de prueba susceptible a dicha fuerza. O dicho au´n
de otra manera, un objeto “cargado” con alguna fuerza produce una
reaccio´n en potencia en cada punto del espacio que le rodea, es
decir, una reaccio´n que se manifiesta cuando colocamos ah´ı
nuestro objeto de prueba.
Por otro lado las fuerzas no son entes de naturaleza totalmente
arbitraria; en efecto, una fuerza aplicada en un objeto es lo que
matem´aticamente llamamos un vector; esto es, es algo que posee
los atributos de “magnitud”, pues todos somos capaces de sentir que
tal o cual fuerza
es ma´s grande que tal o cual otra, pero tambi´en de “direccio´n” y “sentido”, pues no
es lo mismo ser empujado para un lado que para otro. As´ı en resumen, las fuerzas
del tipo electrost´atico (y ellas fueron las primeras en describirse de tal modo) pueden
representarse diciendo que un objeto cargado con la fuerza (o m´as brevemente una
carga) produce en su entorno una fuerza que puede describirse matam´aticamente
asociando a cada punto del espacio un vector; ´esta es la idea intuitiva de campo
vectorial. En el caso particular de la ley de Coulomb que enunciamos arriba, esto
conduce de manera natural a la introduccio´n de un campo el´ectrico E, definido como
el campo de fuerza producido por una part´ıcula con carga Q, por unidad de carga q,
es decir,

E r

2. Calculo´ en varias variables

2.1. Campos vectoriales.

2.1.1. Campos vectoriales en el plano, en el espacio y en n dimensiones. Un hecho


muy ba´sico del ana´lisis, y en realidad de la teor´ıa de funciones en general, es que
el estudio de una funcio´n f : A → B es equivalente al estudio de su gra´fica, es decir
al conjunto de pares ordenados de la forma {(x,f(x))| x ∈ A} ⊂ A×B. En particular, para
funciones entre espacios euclideanos F : Rn → Rm, las funciones pueden describirse
picto´ricamente, a trav´es de sus gr´aficas, de una manera completa si n + m ≤ 3, pero
s´olo en esos casos. Sin embargo, si n = m hay un

‘truco’ que permite visualizar de manera ‘casi completa’ a una funci´on de este tipo,
aun en ciertos casos en que n + m > 3.

Para describir esta construccio´n, recordemos que intuitivamente un vector


(formalmente, un elemento de un espacio Rn), siendo una cantidad que posee
magnitud, direcci´on y sentido, geom´etricamente se puede representar como una
flecha, con origen en algu´n punto del espacio Rn, como se ilustra en la figura.
Sin entrar en muchos detalles, es tambi´en claro que por su propia definicio´n, todo
vector queda determinado por sus coordenadas. En particular, se sigue que una
funci´on F : Rn → Rm queda determinada por m funciones Fi : Rn → R, llamadas sus
funciones coordenadas:
F = (F1,...,Fm).
Ahora bien, si se tiene un campo vectorial, es decir, una funcio´n F : Rn → Rn
(¡misma n!), podemos representarlo gra´ficamente indicando, para cada punto del
espacio dominio Rn, una flecha que represente al valor de la funcio´n en ese punto, la
que podemos dibujar en el mismo espacio. Por ejemplo, la siguiente figura ilustra el
caso del campo vectorial en dos dimensiones f(x,y) = (−y,x) (n´otese que el vector
(−y,x) es un vector perpendicular al vector (x,y), de igual magnitud).

Nota: Para efectos de estas notas, los u´nicos casos que nos interesara´n son
cuando n y m son 1, 2, 3 ´o 4 (este u´ltimo s´olo de manera tangencial al final de las
notas), y el lector que desee restringir sus esfuerzos al caso de 2 y 3 dimensiones
puede hacerlo, sin riesgo de perder nada fundamental. Pero, como de cualquier modo
necesitaremos considerar distintas dimensiones, y como adema´s varias de las
afirmaciones que se har´an valen para cualquier dimensio´n, en los casos en que sea
ma´s simple escribir las cosas en un nu´mero arbitario de dimensiones n as´ı lo har´e.

(Por otro lado, no ser´e demasiado “quisquilloso” con las hipo´tesis sobre las
funciones que aparecen y en particular supondr´e, sin mencionarlo expl´ıcitamente
cada vez, que ´estas tienen todas las derivadas necesarias para que las afirmaciones
tengan sentido.)

2.1.2. L´ıneas de flujo de un carnpo vectorial. Quiza´ la propiedad m´as importante de


los campos vectoriales es que estos definen un flujo. Intuitivamente, la idea es que
cada una de las flechas que integran el campo vectorial es tangente a una curva
privilegiada, que corresponde a la solucio´n de la ecuacio´n diferencial dx
= F(x).

dt
Puede entonces pensarse que estas curvas “llenan el espacio” de trayectorias por
medio de las cuales se puede “mover” a los puntos del espacio, y a esto es a lo que
llamamos el flujo del campo. Dicho de manera ma´s expl´ıcita, por cada punto del
espacio x0 hay una u´nica curva γ(t), solucio´n de la ecuacio´n anterior, que tiene como
condicio´n inicial al punto dado, es decir, γ(0) = x0, y cuyos vectores tangentes esta´n
dados por los valores del campo a lo largo de la curva

As´ı, para definir el fiujo del punto x0 entre el “tiempo” 0 y el “tiempo” t, simplemente
seguimos la curva correspondiente hasta este “tiempo”, es decir evaluamos γ ah´ı.

En el caso en que F represente una fuerza, las l´ıneas del fiujo son las l´ıneas de
fuerza; si representa un fiuido en movimiento, son las l´ıneas de flujo del fluido, etc.
Como un ejemplo final, en el caso del campo bidimensional escrito arriba, las l´ıneas
de fiujo del campo son los c´ırculos conc´entricos con el origen (junto con el origen).
Nosotros en realidad no utilizaremos mayormente esta idea (de hecho, m´as
adelante hablaremos de otro tipo de flujo), pero es importante que el lector tenga
conciencia de ello.

2.1.3. Gradiente, divergencia y rotacional: ¿Qu´e es Ia derivada de un campo


vectorial? La manera m´as ba´sica de entender a la derivada es como la operaci´on
que nos describe, en primera aproximacio´n, como cambia el valor de una funcio´n
cuando cambiamos el valor de la variable independiente. En el caso de una funci´on
f : R → R esto queda descrito de la manera ma´s precisa posible en la f´ormula de
aproximaci´on lineal, que en esencia dice que para valores de x cerca de un punto
(fijo) x0, se tiene la relacio´n

f(x) ≈ f(x0) + f0(x0)(x − x0),

la que intuitivamente dice que cerca del punto x0 la funcio´n f se parece mucho a la
recta tangente f(x0)+f0(x0)(x−x0). Dicho esto en lenguaje intuitvo, la derivada nos
determina el comportamiento “infinitesimal” de la funcio´n en cada punto; es decir,
para valores “arbitrariamente” cercanos al punto la recta que ma´s se parece a la
curva es su tangente en el punto dado ( fig. )
CONCLUCION

Este tema nos habla que hay que hacer un chingo de ejercicios que va estar
complicada Los campos vectoriales aparecen con frecuencia en Física, para
representar magnitudes vectoriales: para cada punto x de una región Ω en el plano
o en el espacio, es el valor en ese punto de la magnitud vectorial descrita por el
campo. Piénsese por ejemplo en el campo de velocidades de un fluido en
movimiento o en campos de fuerzas, como un campo gravitatorio o
electromagnético
BIBLIOGRAFIA

https://1drv.ms/w/s!cal.com

https://his-cal.

También podría gustarte