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ANTROPOLOGíA y CIUDAD
a:
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Z

DINÁMICAS URBANAS DE LA CULTURA


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Jesús Martín Barbero.

En esta conferencia voy a trabajar la mientas y reorganizaciones tal que cual-


relación de la cultura urbana y la cultura quier intento de trabajo definitorio y
popular a partir de lo que en mi esfera de delimitador corre el peligro de excluir
trabajo converge con la reflexión de los lo que quizás sea más importanteymás
antropólogos. nuevo en las experiencias sociales que
estamos viviendo. Así pues no se trata de
Mis consideraciones acerca de los me- definir, se trata más bien de comprender
dios de comunicación enfatizan el papel y asomarnos a la ambigüedad, a la opaci-
que estos desempeñan en los cambios cultu- dad, a la polisemia de esos procesos que han
rales y la envergadura antropológica de los dejado de ser unívocos, que han perdido su
cambios producidos por la comunicación. vieja identidad. Para no caer en esquematis-
Es decir, tal y como indica el título de mi mos ni maniqueísmos es importante tener
libro, De los medios a las mediaciones, como punto de partida la historia.
intento pensar no sólo los medios sino
también los fines: cómo están cambiando
los modos de constitución y reconocimien- Lo URBANO: ENTRE LO POPULAR

to de las identidades colectivas y la inci- V LO MASIVO

dencia en la reconstitución de éstas tanto


Vamos a comenzar con un pequeño esbozo
de los medios como de los procesos de de ese largo proceso a través del cual dos
comunicación.
mundos se han encontrado, se han peleado
y de alguna manera hoy no sólo coexisten
Hasta hace pocos años creíamos saber muy
sino que se fecundan y se transforman. Si
bien de qué estábamos hablando cuando
queremos entender ese trayecto, esa larga
nombrábamos lo popular o cuando nom-
gestación de lo popular-urbano, habría que
brábamos lo urbano. Lo popular era lo con-
partir del lenguaje común y de su oposición
trario de lo culto, de la cultura de élite o de
entre pueblo y ciudad: pueblo como lo
la cultura burguesa. Lo urbano era lo con-
elemental y lo auténtico; ciudad como lo
trario de lo rural. Hasta hace muy poco estas
sofisticado y lo industrial, por una parte, y,
dicotomías, profundamente esquemáticas y
por otra, lo complicado, lo artificioso, lo
engañosas, nos sirvieron para pensar unos
engañoso, lo falaz. De ahí partimos, no sólo
procesos y unas prácticas que la experiencia
del sentido común sino de una larga
social de estos últimos años ha disuelto. Hoy
experiencia histórica que ha opuesto el
nos encontramos en un proceso de hibrida-
pueblo y la ciudad como dos modos de
ciones. desterritorializaciones, descentra-

Profesor universitario.
de 1(1reví:;t"
Jnvestigador.
CaerNa de Colcultura
Artículo
No 12
extraído
habitar este planeta, dos modos de ver, de
vivir, de sentir, de sufrir, de gozar, en el eje
de lo elemental versus la complicación y el
59
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ANTROPOLOGíA
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y CIUDAD: DINÁMICAS
•__ ~~~"
URBANAS DE LA CULTURA
__ ~~ __. " •
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artificio, y de lo auténtico versus lo aparición actuó en dos sentidos: trans-


mentiroso y hasta lo traicionero. formando los derechos de unos pocos
en derechos de todos y planteando el
Como no se puede hablar de lo urbano
derecho del mundo popular a la educa-

I
sin nombrar procesos históricos, quie-
ción, a una vivienda digna, a la salud,
ro mencionar dos experiencias amplia-
etc. No era posible extender los "bene-
mente reflexionadas. La primera es la
ficios" del trabajo, de la salud, de la
experiencia de los años veinte a los
vivienda digna, de la educación, de la
cincuenta en Argentina, más precisamente
cultura, sin masificarlos. Ellosignificaba rom-
en Buenos Aires, que en estos últimos años
pe<una sociedad que en esos años era profun-
ha sido tematizada por historiadores, soció-
damente estamentaria, profundamente feudal
logos de la cultura, antropólogos y literatos.
y excluyente. Lo masivo implicaba en ese
Al respecto, yo mencionaría un libro de
momento la desestructuración de una socie- ,
Beatriz Sarlo, Buenos Aires, una moderni- •
dad estamentaria y excluyente, y la puesta en
dad periférica, en el cual se hace una historia
circulación de unos bienes básicos como dere-
del Buenos Aires de entonces a partir de las
chos de la mayoria. Masa significaba entonces
escrituras de la ciudad, desde los textos de
la visibilidad de un nuevo actor social cuya
Borges hasta los textos periodísticos. En se-
existencia exigía la destrucción de una socie-
gundo lugar vaya referirme a la experiencia
dad profunda y radicalmente excluyente.
brasileña en la configuración urbana de la
música negra, que también se ha investigado Esta circulación, esta nueva figura de lo
en estos últimos años tanto por historiadores social, se va a hacer visible en la ciudad. Las
como por antropólogos y estudiosos de los masas descentran la ciudad desestructuran
procesos de comunicación. la ciudad, de tal manera que el gran Buenos
Aires se va a romper entre una periferia,
Laexperiencia Argentina a la que me refiero
desde la que los sectores populares comien-
plantea la aparición de las masas en la ciu- zan la invasión de la ciudad -de sus calles, de
dad a partir de múltiples migraciones, tanto sus autobuses de sus escuelas-, que se hace
internas, dentro del país, como exteriores,
pequeña para cuanto esas masas reclaman,
desde Europa, que transforman la ciudad )
u esa otra periferia en la que se refugia la
radicalmente.
,
Como han escrito varios historiadores
gentinos, en esos años lo urbano significó la
muerte del folclory la aparición de lo masi-
ar-
_._--~ (

3
vo, de la cultura de masas. De ahí en adelan-
te, cada clase tendrá su propio folclor. El
folclor permanecerá sólo en el sentido que
;
le da José Luis Romero cuando, en un texto
sobre la ideología de la nacionalidad argen- I

tina, llamó a la cultura de masas el "folclor


aluvial". Exceptuado tal sentido, lo que en
realidad se presentó fue la muerte del folclor

60 y la aparición de lo masivo, entendido como


la visibilidad de las masas o como la inva- •
sión por parte de las masas de la ciudad. Esta
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burguesía para senalar su distancia de indigerible para la cultura hegemónica


la masificación. brasilena. La primera era una obsceni- IX
dad erótica: en él la sexualidad no sólo 1-
Z
En un segundo sentido las masas sig- no es enmascarada, sino que es
nifican un nuevo modo de existencia explicitada, exhibida, teatralizada, y
••
w
de lo popular. Hasta entonces lo po- .~".. teatralizada, aunque parezca contra- e
pular significaba el pueblo, es decir ' dictorio, de una manera directa. Mien-
«lo otro» de la cultura, «lo otro» de la tras que la danza occidental es una larga
industria, «lo otro» de la civilización. A estilización encubridora de la dimensión
partir de ese momento lo masivo como sexual del cuerpo, la danza negra es todo lo
experiencia, que en Europa se inicia desde contrario: una elaboración de lo erótico.
la mitad del siglo XIX, viene a significar el
nuevo modo de existencia de lo popular: lo Segunda obscenidad: la inserción de la dan-
popular definido no como lo otro, sino za en los ritmos del trabajo, el hecho de que
como la cultura subalterna, la cultura do- esa danza les estaba permitiendo sobrevivir
minada. A su vez una cultura desvaloriza- fisica y culturalmente. La danza apareCÍa
da por la cultura hegemónica y por la ligada a esa negociación entre práctica reli-
economía que de alguna manera será reva- giosa y supervivencia cultural y, en ese
lorizada por la política. sentido, la danza hablaba a la vez del sexo y
del trabajo .
,•
En cuanto a la experiencia en el Brasil me
refiero a la música negra, al ritmo y al Tuvo que haber muchas peripecias, mu-
erotismo que sirven a los esclavos trabaja- chas idas y vueltas, para que esa música y
dores de las haciendas azucareras para so- ese gesto negro pudieran llegar a la ciudad
brevivir fisicay culturalmente. Historiadores y pudieran transformarla, porque alrede-
brasilenos plantean esta hipótesis: los due- dor había un cordón sanitario erigido tan-
nos de las haciendas les negaron a los negros to por los populistas como por los
todo menos la religión. Se dijeron: "Pobres ilustrados, tanto por los antropólogos como
negros, algo debe quedarles de su mundo» y por los artistas. Los antropólogos y los
les dejaron practicar sus ritos, que estaban populistas deCÍan que la música negra de-
bía permanecer en el campo porque era la
ligados a un cuerpo y a un ritmo. Como no
única manera de que conservara su auten-
• los dejaban emborracharse con el licor con
.
~
el que se embriagaban los blancos, los ne-
gros aprendieron a emborracharse con rit-
ticidad, su esencia, su verdad. Los populis-
tas deCÍan: "Si la música negra llega a la
ciudad se va a mezclar con esas músicas
mo, yel ritmo del baile se convirtió para los
extranjerizantes, corrompidas y corrup-
negros en aquello por medio de lo cual po-
toras. La única manera de que permanezca
dían relajar su cuerpo, distenderse, descan-
viva es que se quede en el campo, que no se
saryrevivirpara poder seguir trabajando a ia
contamine, que no se junte. Además es la
semana siguiente. Es decir, el baile, el gesto
única que nos podrá distinguir, entonces
y el ritmo negro se constituyeron en aquello,
hay que mantenerla pura». Del otro lado,
a través de lo cual un grupo de hombres
por parte de los artistas y de los ilustrados,
sobrevivió como población y como cultura.

Ahora bien, ese baile negro comportaba una


la música negra sólo podría incorporarse
transformada en cultura legítima. El ejem-
61
doble obscenidad que lo haCÍainaceptable e plo de esto más conocido por todos, es-
ANTROPOLOGíA y CIUDAD. DINÁMICAS URBANAS DE LA CULTURA

15
o
'"..,m pléndido, respecto a las contradiccio- Para poder convertirse en música ur-
O
.2
nes culturales del nacionalismo en Amé-
rica Latina, es la música de Villalobos,
bana, la música negra tuvo que entrar
en la lucha de clases, politizarse, parti-
,,
.2.
él se pasó la vida recorriendo el país, cipar en ese juego sucio del negocio, •
"
investigando los ritmos populares para

,,
tuvo que disfrazarse, tuvo que negarse
transformarlos en sonata, y poder así (aparentemente). Pero logró llegar a
demostrarle a los europeos que ser la música que hoy, en diferentes
eramos capaces de ser nosotros mis-
mos aun componiendo sonatas o sinfo-
tonos y estilos, bailan todos los brasile-
ños. Brasil puede mostrar un hecho bien
,
nías. Era la única manera como la música curioso en América Latina: la música nacio-
negra podía escapar a la inmediatez de su nal es la música negra y la comida nacional
doble obscenidad. es la feijoada, que era la comida de los
esclavos y que está hecha con las partes del
Históricamente fueron dos traidores los
animal que no comían los amos, las partes
que, como en la vieja historia de la entrada
más grasosas. Pero para llegar a ser eso tuvo
de los árabes a España, le abrieron la puerta
que atravesar muchas peripecias nada cla-
a la música negra en las ciudades del Brasil. J
ras, nada nítidas, nada «identificatorias» de
Esos traidores fueron las vanguardias ex-
la nueva identidad.
tranjerizantes y la industria cultural de la
radio y el disco. Mezclándose con el nego-
cio y con la lógica de la industria cultural y DINÁMICAS
HIBRIDACiÓN,
URBANAS: ORALIDAD,
DESTERRITORIALlZACIÓN
.,
con las contaminaciones que procedían de
aquel famoso movimiento brasileño de los
Voya tratar en esta segunda parte de descri-
)
«antropófagos» modernistas y extranjeri-
bir algunos rasgos de los que, a mi juicio, 3.
zantes, la música negra encontró aliados
para llegar primero al patio de atrás de la
constituyen los procesos fundamentales }
de la dinámica urbana en estos tiempos
casa y poco a poco invadir hasta la sala
neoliberales y desencantadamente post- 3
donde los señores bailaban vals. Hay un
estudio espléndido de un gran cabaret de
modernos. ¡
Río, en el que durante muchos años convi- Hablar de cultura urbana en este fin de siglo
vieron las tres culturas. En el patio de atrás, significa en América Latina un hecbo para-
donde estaban los esclavos, se bailaba dójicoyescandaloso. Significa que las mayo-
música negra; en las salas de entrada se rías latinoamericanas se están incorporando
bailaba música brasileña ligada a las trans- a la modernidad sin haber atravesado por un
formaciones de los ritmos coloniales y en proceso de modernización socioeconómi-
el salón se bailaba vals. En algún momento ca, sin dejar sus culturas orales. ¡Escándalo!
las paredes y los biombos se resquebraja- Se están incorporando a la modernidad no a
ron, la zamba invadió el espacio colonial, el través del proyecto ilustrado sino a través
espacio de la aristocracia de Río y fecundó de otros proyectos en que están «aliadas» las
todas esas músicas hasta llegar a hacerle un masas urbanas y las industrias culturales.
hijo a la música del norte. No se quedaron Urbano significa hoy, para las mayorías,
solamente en la fecundación de las músicas

62 coloniales, fueron capaces de parir el


bossanova: un hijo que le hicieron al jazz
este acceso, esta transformación de las cul-
turas populares no sólo incorporándose a la
modernidad sino incorporándola a su mun-
norteamericano. do. Como en el caso op.l,q Tnllc;::ir:l hr:lC',lor.",
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;
ello se produce de la mano de las indus- o" sual. Alonso Salazar, en su libro No o.
trias culturales audiovisuales. Según una
.
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nacimos pa semilla, cuenta y analiza •
o:
propuesta de Walter Ong, un estudioso cómo el discurso de las bandas juveni- 1-
, norteamericano, podríamos hablar de que les de las comunas nororientales de
Z

las masas urbanas latinoamericanas están Medellínes eminentemente visual, está '"
W
elaborando una «oralidad secundaria»: completamente lleno de imágenes, en Q

una oralidad gramaticalizada no por la él narrar es coser una imagen con otra.

I
sintaxis del libro, de la escritura, sino por Laoralidad secundaria constituye así el
la sintaxis audiovisual que se inició con el espacio de ósmosis entre unas memorias,
cine y ha seguido con la televisión y, hoy, con unas largas memorias de vida y relato, y unos
'. el video-clip, los nintendoy las maquinitas de dispositivos de narración audiovisual nue-
.
, juego. vos, entre unas narrativas arcaicas y unos
dispositivos tecnológicos postmodernos.
Entonces hay aquí un desafío radical para los
antropólogos: comprender la cultura de las Michelle y Armand Mattelard, que trabaja-
masas urbanas que no llegaron a la cultura ron durante muchos años en Chile y fueron
; letrada, que no han entrado en esa ciudad en cierta medida los pioneros del análisis
letrada de que hablara en un bello texto crítico de los medios en América Latina, a
••
Angel Rama. Las masas urbanas han sido través de una radicalización de la semiótica
periféricas y siguen siendo periféricas res- estructuralista y su «concubinato» con el
pecto a la cultura letrada, con todo lo que materialismo histórico publicaron el año
ello acarrea de empobrecimiento cultural. pasado una espléndida investigación acerca
: Pero esas masas se están incorporando a la de la televisión y de la telenovela brasileñas
,•. en la que dan cuenta de cómo la telenovela
,•
~
modernidad a través de una experiencia
cultural que pone en cuestión nuestras ilus- incorpora la cultura del folletín, esto es, el
relato del tiempo largo, a un relato visual
.
,
"
tradas ideas de cultura. Nos queda tan difí-
cil, sin embargo, llamar cultura a lo que las tomado del discurso publicitario, que es el
masas urbanas viven hoy en su vida cotidia- discurso de la fragmentación más fuerte.
na, a esa cultura gramaticalizada por los Esta mezcla del relato largo con la gramáti-
dispositivos y la sintaxis del mundo icono- ca visual de la fragmentación es un buen
gráfico de la publicidad, del mundo audiovi- señalamiento de pista para estudiar cómo
las anacronÍas de la telenovela no son tanto
anacronÍas como formas expresivas de los

~
.. destiempos culturales a través de los cuales
se constituye y se realiza la modernidad en
l. América Latina. Las telenovelas brasileñas y

.t
algunas de las mejores telenovelas colom-
bianas muestran que en ellas está enjuego,
no un mero fenómeno de manipulación de
las industrias culturales, sino la pregunta de
• por qué esos relatos que hablan de la desdi-
cha le dan a la gente tanta felicidad, por qué
les gustan tanto, y si ese gusto es el último
estadio de la perversión humana o es la
63
expresión de otros gustos. ¿Cómo se incor-
ANTROPOLOGíA y CIUDAD. DINÁMICAS URBANAS DE LA CULTURA

paran a la modernidad esos destiem- Cuando me preguntan por mi naciona-


pos, esas fragmentaciones, esas lidad o identidad étnica no puedo res-
discontinuidades históricas, en que lu- ponder con una palabra, pues mi
chan las diversas memorias? identidad posee repertorios múltiples.

I El segundo tipo de procesos que me


parece fundamental a la hora de com-
prender las dinámicas urbanas, y que ha
trabajado especialmente GarCÍaCanclini en
los últimos años, es la hibridación. En su
Soy mexicano pero también soy
chÍcano y latÍnoamerÍcano. En la fron-
tera me dicen chiJango o mexiquillo,
en la capital pocho o norteño y en
Europa sudaca. Los anglosajones me JJa-
man hispánico y los alemanes me han
libro Culturas hlbridas: estrategias para
confundÍdo más de una vez con turcos e
entrar y salir de la modernidad, se plantea
ÍtaJíanos.
cómo la hibridación no es sólo la mezcolan-
za de cosas heterogéneas, sino sobre todo la Me llama mucho la atención que, en No
superación o la caída en desuso de las viejas nacÍmos pa semília, Alonso Salazar arries-
enciclopedias, los viejos repertorios, las vie- gue una hipótesis cultural más que política
jas colecciones. La hibridación implica, se- o socioeconómica para entender qué está
gún GarCÍaCanclini, que se han movido las pasando en las comunas. Afirma que la
fronteras. Persiste, sin embargo, una terca cultura de esas bandas es la mezcla de tres
mentalidad que pretende reducir tod¡t mez- culturas: la del mito paisa, la maleva, que se
cla a nuevas formas de lo viejo. Las hIbrida- mezcló en las últimas generaciones con la
ciones de que estamos hablando son aquellas de la salsa, y la cultura de la modernización.
que sólo se producen por destrucción de las El mito paisa habría puesto el sentido del
viejas identidades, al menos por su erosión. lucro, la religiosidad y el sentido de la reta-
Para entender estas nuevas mezcolanzas, liación. La cultura mal eva los valores del
estos nuevos mestizajes, estas hibridacio- varón, del macho que no se arruga. A su vez
nes de hoy, tendríamos que entender qué esa cultura maleva, si bien es una cultura
está pasando en las fronteras. En una inves- ascética, se mezcló en estos últimos años
tigación acerca de qué está sucediendo en la con la cultura del goce y del cuerpo que
frontera de México con Estados Unidos, provenía de la cultura caribeña de la salsa, y
GarCÍaClanclini ha abordado tanto el lado ambas se han mezclado con una cultura de
mexicano como el lado norteamericano y la modernidad que se define nítida y lúcida-
con asombro ha descubierto que las trans- mente en estos tres rasgos en el sentido de
formaciones se están sucediendo en ambos lo efímero, el consumo y el lenguaje visual.
lados. Es decir que frente a una cultura y a Acerca del sentido de lo efímero, Víctor
una sociedad en las cuales frontera signifi- Gaviria escribió en el primer número de la
caba el muro, la barrera, la separación, la Gaceta de Colcultura -Nueva época- un tex-
frontera es hoy el espacio de intercambio y to espléndido en el que vincula el título de su
de ósmosis más fuerte en cualquier país. película No futuro a un diálogo con uno de
Frente al centro, que sigue soñando sus esos jóvenes; No futuro representa la ideo-
raíces, que sigue protegiendo a su Edipo, los logía de una sociedad que ya no hace los
márgenes, las fronteras, están en un proce- objetos para que duren toda la vida sino para

64 so aceleradísimo de fusión y de transforma-


ción. A la pregunta de quién era él. un
habitante de Tijuana respondió así:
que duren el tiempo que necesita la lógica
industrial. que es la lógica de la publicidad.
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estatus lo define la capacid.ad de consu- 1
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unos lugares de la ciudad a otros. De
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mir y el estatus es la forma normal del . . '::., .• ,~< manera que la desterritorialización es a:
poder en nuestra sociedad. Por último il . una- experiencia cotidiana de millones 1-

quienes han visto el d.ocumental Yo te . Ir lt de colombianos y de latinoamericanos.


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tumbo, tú me tumbas pueden consta- j"---"'- U w
En segundo lugar desterritorialización
tar ese lenguaje fragmentado de los L,-< e
jóvenes, su sintaxis rota y su reemplazo habla de desnacionalización, surgimien-
to de unas culturas sin memoria terri-

I
por un discurso visual, en el que «hue-
vón» equivale a «pues» porqu~ no invoca a torial. justamente esas culturas jóvenes
nadie, no insulta, simplemente estájugando audiovisuales que hasta hace pocos años
• como un operador sintáctico de.subordina- eran para nosotros la figura más nítida del
ción o de concatenación de frases en una imperialismo que nos destruye y nos co-
sintaxis elemental que hace posible un dis- rrompe. Sin embargo, a partir del uso que la
gente joven está haciendo hoy del rack,
curso sumamente rico en imágenes.
hemos descubierto que no eran tan unidi-
La tercera dinámica de lo urbano, que es la reccionales ni tan unívocas como habíamos
más compleja, es la dinámica de la desterri- creído. Es decir, frente a las experiencias de
torialización, término que denomina tanto los adultos, para los cuales no hay cultura sin

•.
;,
un proceso empírico como una metáfora.
Desterritorialización habla en primer lugar
territorio, la gente joven vivehoyexperien-
cias culturales desligadas de todo territorio.
de las migraciones, de los aislados, de los Es un proceso en el que nuestros viejos
desarraigos, de las desagregaciones a través maniqueísmos tenderían a confundir no-
de las cuales un país como Colombia a la nacional con antinacional, cuando en la ex-
vuelta de treinta años se encontró con que el periencia de nuestrosjóvenes la crisis de las
70% de su población residía en las ciudades: i metáforas de lo nacional no supone ni impli-
emigraciones e inmigraciones de los pue- ,.. ca antinacionalismo sino tiende a una nueva
blos a las ciudades, de las ciudades pequeñas 1 experiencia cultural ¿Cómo desligar hoy lo
a las ciudades grandes, de las ciudades gran- I que en los procesos de la industria cultural
• des ala capital y después -siguiendo la lógica hay de destrucción de lo que hay de emer-
de los urbanizadores que van moviendo a gencia de nuevas formas de identidad? Es un
las poblaciones según el lucro del suelo- de ..reto para los antropólogos, porque es indu-
dable que en los procesos hay destrucción,
"]

ill,
homogeneización de las identidades, pero
1 asimismo nuevas maneras de percepción,
~ nuevas experiencias, nuevos modos de per-
~ L
.
•" .
cibir y de reconocerse .

El tercer elemento de la desterritorializa-


ción está relacionado con la desmaterializa-
ción. -Estamos generando .unas dinámicas
culturales cada vez más desmaterializadas.
A partir de estudios como los de Paul Virilio
sobre la aceleración y las nuevas tecnolo.
gías, se ha podido entender lo que llaman
transversalidad. Las tecnologías tradiciona-
les eran puntuales, afectaban sóloa aquél ella, sino de las imágenes de la ciudad
que tenía contacto con ellas, un cor,tac- que recupera la televisión. Habitamos
to contable, visible y medible. Un buen una ciudad en la que la clave ya no es el
ejemplo es el cine. Al cine había que ir: encuentro sino el flujo de la informa-
salir de casa, tomar un bus, hacer fila, ción y la circulación vial. Hoy una ciu-
había que darle un tiempo preciso, que t
-e .•.
~
dad bien ordenada es aquélla en la cual
para los más viejos equivalía al tiempo el automóvil pierda menos tiempo.
de la fiesta. Para los jóvenes, el cine no Como el menor tiempo se pierde en
tiene que ver con la fiesta, pues gran parte línea recta, la línea recta exige acabar con
del cine que han visto, lo han visto en la los recodos y las curvas, con todo aquello
pantalla de televisión. Y con la televisión que estaba hecho para que la gente se que-
asistimos a esa otra experiencia, la trans- dara, se encontrara, dialogara o incluso se
versalidad. La televisión no nos afecta sólo pegara, discutiera, peleara. Vivimos en una
cuando la estamos mirando, nos afecta por ,
ciudad «invisible» en el sentido más llano de
la reorganización de las relaciones entre lo la palabra y en sus sentidos más simbólicos.
público y lo privado. Por eso el valor de los Cada vez más gente deja de vivir en la
estudios empíricos sobre los efectos de la ciudad para vivir en un pequeño entorno y
televisión es muy limitado. La mayor in- mirar la ciudad como algo ajeno, extraño.
fluencia de la televisión no se produce a
Castells ha leído la desmaterialización, la
,
través del tiempo material que le dedica-
mos, sino a través del imaginario que gene- desespacialización, la desterritorialización
ra y por el cual estamos siendo penetrados. con la perspectiva de los llamados nuevos ,
La capacidad de infundir que tiene ese me- movimientos sociales, que son ante todo
una experiencia política nueva, aquélla de la 'c
dio desborda el tiempo y el espacio del ¡
aparato, lo cual también sucede en el com- gente para la cual luchar por una sociedad
mejor consiste fundamentalmente en lu-
.c,
putador: el tiempo de nuestra relación física
con ellos cambia puesto que poco a poco char contra la doble desapropiación que ha
nuestra vida es «metida» en unas tarjetas y producido el capitalismo: la del trabajo y la
cuando yo quiera poner a mi hijo en el del propio sentido de la vida. La primera se
colegio, o pedir un crédito, o hacer un viaje, produce tanto en términos económicos
como en términos simbólicos: el producto

.
resulta que aquellos a quienes yo se lo soli- ,
cité «saben» más de mi vida que yo, y van a <
tomar una decisión sobre mi pedido en
función de un saber transversal que atravie-
sa ya toda la sociedad y todas las dimensio-
nes de la vida.

Por último, desterritorialización significa


r
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desurbanización. Me refiero a que la expe- -""''''''''


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f.
riencia cotidiana de la mayoría de la gente es
I

de un uso cada vez menor de sus ciudades


que no sólo son paulatinamente más gran- ••
66 des sino más dispersas y más fragmentadas.
La ciudad se me entrega no a través de mi
experiencia personal, de mis recorridos por
~~~
~
----------~,

se vuelve extraño para su productor, referirse a un tipo de procedimiento Q.

nadie puede reconocerse en su obra; el cognitivo diferente a la inducción y la •


a:
capitalismo separa el trabajo del traba- deducción. 1-
Z
jador. Lavida va porun ladoyel sentido <l
por otro; a más información, meDOS Según Aníbal Ford, los pobres, que
constituyen la mayoría en la ciudad, w
sentido menos significado tienen para Q

nosotros los acontecimientos como di- sobreviven hoy con base en saberes in-
diciarios, en conjeturas, en un conoci-
ría Baudrillard. Lógica perversa, según
la cual estar enterados de todo equivale a no miento primordialmente corporal. Un saber
• entender nada. Castells se pregunta cómo de la conjetura, y de la coyuntura, no es la
síntesis sino, más exactamente, la unión de
las gentes le devuelven sentido a la vida y
concluye que lo hacen «resistiendo» desde diversos saberes y de pequeñas hipótesis.
el ámbito de las culturas regionales y el Las culturas de la crisis son culturas del
rebusque y del reciclaje: Este término ha
ámbito del barrio, ambos igualmente pre-
sido utilizado por los habitantes de Tepito,
carios, sometidos al proceso de fragmen-
un barrio del centro de la ciudad de México,
tación y dispersión, pero desde ellos los
quienes llevan veinte años luchando contra
movimientos sociales ligan profundamen-
los alcaldes y los urbanizadores para que no
te la lucha por una vida digna a la lucha por
lo destruyan y levanten un barrio moderno;
la identidad, por la descentralización y por
finalmente lograron que la Unesco lo
la autogestión.
declarese patrimonio de la humanidad, con
Es decir que implicado en el proceso de des- lo cual evitaron su destrucción. Es un barrio
territorialización hay un proceso de reterrito- con casas al estilo de conventillo con patio
rialización, de recuperación y resignificación central; un barrio viejo y desconchado en el
1 del territorio como espacio vital desde el cual sus habitantes viven, en primer lugar,
,,
.l
punto de vista político y cultural. de eso que los mexicanos llaman la plática,
,
., Termino recogiendo la reflexión del argen- la conversación, el diálogo, y, en segundo
tino Aníbal Ford, a quien escuché una es- lugar, de reciclar los desechos de la cultura
pléndida reflexión, todavía no escrita, sobre industrial tecnológica. Por esos saberes
las que llama culturas de la crisis. Son cultu- residuales e indiciarios que pasan las estra-
ras esencialmente asentadas en el reencuen- tegias de la producción de sentido, de
tro con las memorias y los saberes que resignificación de la vida, del trabajo, de la
Ginzburg ha llamado saberes de la conjetu- calle, del ocio, la mayoría no sólo sobrevive
,. ra, lo que Pierce denomina abducción para sino recrea y produce la ciudad.

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