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La extinción de especies:
Desde el siglo XVI se han extinguido al menos 680 especies de vertebrados y en el año
2016 se dieron por desaparecidas más del 9% de las razas de mamíferos domesticados y
que se usaban de manera tradicional en la agricultura y la ganadería. No es alarmismo, son
datos reales y contrastados. Asi lo señala un organismo independiente dedicado a
proporcionar evaluaciones científicas y objetivas sobre el estado de biodiversidad del
planeta (IPBES). acerca del avance e informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la
Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos. Este informe ha dado el resultados
devastadores en torno a un millón de especies del planeta se encuentra en peligro de
extinción, además este declive producirá graves impactos en la economía y en el modo de
vivir que tenemos actualmente los seres humanos.
“Las evidencias son abrumadoras”, ha explicado Robert Watson, presidente del IPBES. La
salud de los ecosistemas de los que dependemos tanto nosotros como el resto de las
especies se está deteriorando más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los
cimientos de nuestra propia supervivencia, comprometiendo la economía, la seguridad
alimentaria, la salud y la calidad de vida. (Victoria, Gonzales. En el mundo hay un millón
de especies en extinción. Revista muy interesante, www.muyinteresante.es, 07. Abril.2019)
En base a la información entrega anteriormente, a mi punto de vista creo que la red esencial
e interconectada de la vida en la Tierra se está haciendo cada vez más pequeña. Esta
pérdida es un resultado directo de la actividad humana y constituye una amenaza directa
para el bienestar en todas las regiones del mundo (Victoria, Gonzales. En el mundo hay un
millón de especies en extinción. Revista muy interesante, www.muyinteresante.es, 07.
Abril.2019)
Las causas de esta incertidumbre se deben que a lo largo de la historia de la tierra siempre
ha habido grandes extinciones en masa por causas naturales. Las especies van y vienen,
unas desaparecen, otras surgen y evolucionan. Sin embargo, la actividad humana está
acelerando las tasas de extinción a un ritmo sin precedentes. Los impulsores directos de
este impacto en orden decreciente son: cambios en los usos de tierra y mar, sobre
explotación de los organismos, cambio climático y contaminación. La consecuencia de este
fenómeno se debe al aumento de emisión de los gases de invernadero, causando efectos en
el cambio climático, este cambio ha afectado a la naturaleza en diferentes niveles y se
espera que su impacto aumente en las próximas décadas, superando incluso los daños
provocados por el cambio en el uso de suelos.
El impacto de este fenómeno se debe a nuestras actividades sean las principales
responsables de que más de un millón de especies en peligro estén en extinción, esto es una
llamada d emergencia para la comunidad pues las consecuencias de la perdida de
biodiversidad sobre nuestro bienestar son nefastas. La lista es inabarcable, ya que los
ecosistemas nos sustentan de agua y aire limpio, además de regular la acidificación de los
océanos, hacen posible la polinización y dispersión de semillas de cultivo, nos otorgan
energía, recursos y materias primas, recursos genéticos y regulan el clima. La naturaleza
nos ofrece contribuciones vitales, pero las funciones y servicios de los ecosistemas nos
están deteriorando a nivel mundial. (Victoria, Gonzales. En el mundo hay un millón de
especies en extinción. Revista muy interesante, www.muyinteresante.es, 07. Abril.2019)
El calentamiento global y la salud:
hemos de controlar con más atención los niveles de contaminación del aire e incluir esta
información fundamental en nuestro acercamiento a otras cuestiones, como la salud
infantil. Los trabajadores de la salud que sepan que un niño enfermo ha estado expuesto a
niveles altos de contaminación pueden diagnosticar enfermedades más rápidamente,
tratarlas de forma más efectiva y prevenir los daños adicionales que causa la
contaminación.
Proteger a los niños de la contaminación del aire no los beneficia solo a ellos, sino también
a sus sociedades, pues reduce los costes en salud, aumenta la productividad, proporciona un
entorno más limpio y seguro y, además, da como resultado un desarrollo más sostenible.
(Anthony Lake. Un aire mas limpio para los niños. Fondo de las naciones unidad para la
infancia, blogs.unicef.org, 31. Octubre. 2016)