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¿Cómo te gusta expresar afecto?

 ¿Preparando una cena romántica a la luz de


las velas? ¿Ayudándole al otro con un examen difícil? ¿Mediante regalos? ¿Con
un sencillo roce de manos? ¿Con besos? ¿Mediante palabras?
El amor es el conector universal: todos deseamos sentirnos amados y expresar
amor. El problema es que no todos lo hacemos de la misma manera. Es
posible que alguien intente hacernos sentir amados a través de regalos, cuando lo
que necesitamos son palabras de aliento en momentos de estrés. O bien, nos
gustaría que nuestra pareja nos tocara más a menudo, pero él o ella expresa su
afecto regalándonos cosas o llevándonos a cenar.
El filósofo y autor Gary Chapman saltó a la fama hace unos años con el libro Los
cinco lenguajes del amor. En él, Chapman analiza el amor como una práctica,
no como un concepto o una idea, sino como algo que hacemos naturalmente para
relacionarnos con otros: un proceso que se fortalece conociéndonos a nosotros
mismos y a nuestros seres queridos.
Además, hablar de “lenguajes” indica que existe más de una manera de expresar
y recibir amor, y también que las distintas formas de ser amorosos pueden
traducirse unas a otras. Identificar cómo deseamos ser amados es una parte
importante del proceso, y hacernos una idea de cómo desean otros que los
amemos también es importante.
Cuando hablamos de “amor” no sólo nos referimos a relaciones sexoafectivas o
amor romántico, sino también al afecto que demostramos a nuestros familiares y/o
amigos. Al hablar de los cinco lenguajes del amor tampoco se trata de
reducir todas las formas de amor a una tipología estrecha. Más bien, se trata
de mostrar los rasgos característicos de algunos tipos de afecto, y partir de ahí
para generar vínculos más estrechos con nosotros mismos y con nuestros seres
amados.
Sin más preámbulos, aquí van los cinco lenguajes del amor:

1. Palabras de afirmación
Una carta puede abrir puertas –y es una buena forma de despedirse
también–. Las palabras, ya sea por escrito o dichas en un momento
importante, pueden hacer sentir bien tanto a quien las dice como a quien las
recibe. Un cumplido honesto o el reconocimiento de una cualidad que aprecias en
ellos es el mejor regalo que puedes hacerle a este tipo de personas.
Si estás con alguien cuya fuente principal de afirmación son las palabras, debes
saber que se toman la crítica muy a pecho y jamás olvidarán nada de lo que les
digas. Aprecian sentirse escuchados, y esperan que sus parejas verbalicen sus
deseos y necesidades.
 

2. Tiempo de calidad
El ritmo de vida actual y la proliferación de aplicaciones para teléfonos móviles nos
hacen creer que un mensaje de texto o una llamada son capaces de comunicar
nuestro afecto. A pesar de que todos tengamos vidas ocupadas y muchas
actividades, es importante hacer tiempo en la agenda para dedicárselo de lleno
a los que amamos.
A veces no basta con “estar” en la misma habitación. Este tipo de personas se
sienten amadas cuando la otra persona comparte una actividad en común
con ellas, cuando se involucran en sus pasatiempos, cuando les ayudan en algo
que se les dificulta, o simplemente cuando sienten que la otra persona es
considerada al dedicarles tiempo.

3. Contacto físico
Puede parecer obvio, pero el lenguaje no verbal es la primera forma de afecto que
aprendemos al nacer. El calor del cuerpo del otro nos hace sentir seguros y
contenidos. Las manos, los labios, incluso las miradas, dicen cosas que las
palabras muchas veces no pueden expresar.
Este tipo de personas tienen una gran necesidad de contacto físico. Puede que
sea difícil para ellos verbalizar lo que sienten, pero la manera en que te abrazan y
se acercan a ti también es una forma de comunicación poderosa. Lo peor que
puedes hacerles es rechazar su contacto, pues para ellos el cuerpo es una
prioridad.
 
4. Regalos
Dar y recibir pequeños detalles materiales puede ser una buena forma de generar
cercanía con otros. No se trata de “comprar” el afecto de nuestra pareja o amigos
(aunque algunos padres pueden caer fácilmente en esa trampa), sino que para
algunos es más sencillo asociar sus emociones con objetos y ofrecerlos como
símbolos de ello.

Tampoco quiere decir que estos individuos sean materialistas o consumistas en un


sentido negativo. Los regalos no se tasan de acuerdo a su precio, sino a la
intención. Las ocasiones especiales suelen ser importantes para ellos, y no se
toman bien cuando sus regalos no son suficientemente apreciados por quienes los
reciben.

5. Actos de servicio
Preparar una cena (o desayuno), cuidar el espacio del otro como si fuera
nuestro, acompañar a los amigos a una cita médica cuando tienen miedo de ir
solos, son formas comunicar amor mediante actos serviciales.
Este tipo de personas se sienten amadas cuando el otro realiza tareas que les
facilitan la vida, lo cual no quiere decir que se vuelvan dependientes. Pueden
sentirse heridas si sienten que estás dándole prioridad a las necesidades de
otras personas, o que no haces tu parte en las tareas compartidas.

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