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Ameri 0982-9237 1998 Num 21 1 1377
Ameri 0982-9237 1998 Num 21 1 1377
Dancourt Carlos. La polémica del arte abstracto en el Perú : el proceso de asimilaciônde lamodernidad. In: América : Cahiers
du CRICCAL, n°21, 1998. Polémiques et manifestes aux XIXe et XXe siècles en Amérique latine. pp. 163-171;
doi : https://doi.org/10.3406/ameri.1998.1377
https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_1998_num_21_1_1377
Entre los anos 1954 y 1955 se desatô en Lima una enconada polémica sobre el
valor y la utilidad social del arte abstracto. Esta polémica duré mas de un ano
y tuvo principalmente como ôrganos de expresiôn los dos diarios mas importantes
de la capital y del pais, El Cornercio y La Prensa. Numerosos artistas, criticos de
arte e intelectuales de renombre participaron acaloradamente en ella1. Cabe anadir
que esta polémica suscité igualmente reacciones apasionadas de simples lectores
que enviaron cartas a los dos diarios capitalinos.
Sabido es que el arte, y especialmente la pinrura occidental en su perïodo
moderno, siempre ha sido un campo de batalla donde se han enfrentado las
concepciones artisticas e ideolôgicas mas encontradas. Desde sus inicios, el arte
moderno suscité en Europa violentas polémicas que llegaron hasta trâgicas
condenas. Maxima expresiôn de la modernidad, el arte abstracto en particular fue
censurado y perseguido como arte « degenerado » en la Alemania nazi y arte
« décadente y burgués » en la Union Soviética.
Ahora bien, parece ser que en la mayoria de los paîses de America Latina,
el arte moderno no ha provocado un gran debate. Por cierto, hubo en el pasado, a
imagen de lo que sucedia en la Union Soviética, planteamientos de la izquierda
comunista que predicaban un arte « social » contra lo que aparecia como arte
« puro », pero esos planteamientos estuvieron reducidos a cîrculos mas bien
minor itarios. Este fenômeno se relaciona seguramente con el hecho de que, en
varios paises latinoamericanos, la modernidad artïstica tue asimilada muy
tempranamente, desde los anos veinte, gracias a la actividad de algunos grupos
reunidos en torno a re vistas — Antropofagia en el Brasil, Proa y Martin Fierro en
Argentina — y a la influencia de pintores de talla mundial como Joaquin Torres
Garcia, Emilio Petorutti, Ricardo Matta o Wifredo Lam. En Venezuela, la
asimilaciôn fue tal que el llamado arte cinético — representado por artistas de fama
internacional como Jésus Soto, Carlos Cruz-Dïez o Alejandro Otero — se ha
convertido en expresiôn artistica « nacional ».
1. Entre ellos : el arquitecto Luis Miré Quesada Garland, el dramaturgo Sebastian Salazar Bondy, el
poeta Alejandro Romualdo, el filôsofo Francisco Mirô Quesada Cantuarias, los pintores Fernando de
Szyszlo, Alfredo Ruiz Rosas, Carlos Aitor Castillo, Jorge Piqueras y Manuel Ugarte Eléspuru, el
escritor Edgardo Pérez Luna, el etnôlogo y pintor Emilio Mendizâbal Losack, el arquitecto Hector
Velarde, etc.
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1. Con pintores como Jean Dewasne, Maurice Estève, Hans Hartung, Auguste Herbin, Alfred
Manessier, Georges Mathieu, Serge Poliakoff, Pierre Soulages, Nicolas de Staël, Victor Vasarely, etc.
2. Cf. Julio Cotler, Closes, Estado y nation, Lima, I.E.P., 1978, p. 262
3. Cf. Rosemary THORP y Geoffrey BERTRAM, Peru : 1890-1977. Crecimiento y politicas en una
economia abierta, Lima, Mosca Azul Editores, 1985, p. 394 y 311.
Polémica del arte abstracto en el Perû 1 65
1. Entre 1940 y 1960, la ciudad de Lima pasô de medio millôn a dos millones de habitantes. Ibid.
p. 397.
2. Ibid.
3. Asf, en 1955 aparece el « Movimiento Social Progresista », en 1956 el partido « Action Popular » y
el « Partido Demôcrata Cristiano ».
4. Véase al respecte el articulo de F. AUBES, « Las Moradas ou la frontière magique : la revue du
poète péruvien Emilio Adolfo Westphalen », America. Cahiers du Criccal, N° 9-10, p. 247-258.
5. Esta asociaciôn, animada por el arquitecto Luis Mirô Quesada Garland, a quien veremos ocupar uno
de los primeros puestos en la polémica, se dio por misiôn la de promover la arquitectura y el arte
moderno contra el estilo llamado « neo-colonial » o « neo-peruano » que, por aquel entonces, imperaba
en la arquitectura peruana. Para ello, disponia regularmente de las paginas del diario El Comercio, de
propiedad de la familia del arquitecto animador de la asociaciôn, asi como de los locales de la
« Sociedad de Arquitectos » donde se organizaban numerosas exposiciones, y posteriormente, a partir
de los afios cincuenta, del « Institute de Arte Contemporâneo », galeria de arte de orientation
vanguardista.
6. La mayor parte de los intercambios polémicos fueron reumdos en el libro que el arquitecto Luis
Mirô Quesada Garland publicô posteriormente : L. MIRÔ QUESADA GARLAND, Arte en debate, Lima,
Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingieneria, 1966.
Por otra parte, los artfculos de Sebastian Salazar Bondy referidos al arte, entre los cuales algunos que
escribiô sobre el arte abstracto en el diario La Prensa, se encuentran compilados en el libro pôstumo :
S. Salazar Bondy, Una voz en el caos. Ensayo y critica de arte, Lima, Jaime Campodônico Editer,
1990.
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elevada y hasta heroica. No le faltô tinta para recargar con adjetivos los mas
ambiciosos deberes que el arte, a su juicio, ténia que cumplir. Asi, en un pais con
tantos problemas sociales como el Peru, Salazar Bondy se pronunciô por un arte
educativo y orientador de la multitud1. Mas aûn, para el dramaturgo peruano, el
arte ténia que desempenar un papel de carâcter terapéutico contra « la
desesperanza, la fatiga, el desgano vital [...] el suicidio »2. Sin embargo, pensando
que el arte moderno tomaba otros rumbos, acusô a los artistas de traiciôn3.
En su respuesta, Mirô Quesada refutô la idea segun la cual el arte moderno
rebajaba el tema a una confusion de valores. Simplemente el tema no existïa en
pintura como criterio valorativo. Toda la evoluciôn del arte en los ûltimos cien
anos mostraba que la jerarquia que algunos querîan imponer a través del tema era
totalmente extrana a la calidad y a las preocupaciones artïsticas. De ahi que las
manzanas de Cezanne, elementos catalizadores de composiciôn plâstica, tuvieran
mucho mas valor artistico que los cuadros pintados por la misma época con temas
mitolôgicos o histôricos4.
En segundo lugar, Mirô Quesada se negô a concéder al arte una finalidad
didactica, educativa, nacionalista o politica5. Rebatiô igualmente la tesis,
totalmente aventurada, de una posible traiciôn de los artistas i Como hablar de
traiciôn cuando muchos artistas intervenian directamente en politica como
militantes o simpatizantes de los partidos (Picasso, Léger, Hartung, Malraux,
etc.) ? Pero, a nuestro juicio, uno de los mayores méritos de este arquitecto es el
de haber comprendido que el mismo quehacer artistico, entendido como bûsqueda,
implicaba una lucha por la renovaciôn de los valores humanos. Por eso, lejos de
traicionar, los artistas estaban a la vanguardia de la liberaciôn humana6. De la
misma manera, el arte moderno no era la expresiôn de la burguesïa, como habïa
afirmado el pintor realista socialista peruano Alfredo Ruiz Rosas7. Al contrario,
por su inconformismo y rebeldïa, las figuras mas representativas del arte moderno
eran expresivas de un espiritu radicalmente anti-burgués8.
1. Ibid., p. 150.
2. J. EYE, « Respuesta a Szyszlo », La Prensa, 23 de junio de 1954, p. 6.
3. J. Eye, La Prensa, 20 de mayo de 1954, p. 8.
4. Mirô Quesada Garland, Ane en debate, op. cit., p. 56.
5. Ibid., p. 103.
6. Ibid., p. 172-173.
7. Ibid., p. 125.
8. Ibid., p. 126.
9. Ibid., p. 148.
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Hay que reconocer que, en su afân de définir la misiôn nacional del arte y
olvidandose de su americanismo proclamado en otros lugares, Salazar Bondy cayô
en la defensa de un nacionalismo de « patria chica ». Usando la amalgama y la
tautologià, afirmô que era peruano todo lo que estaba precisamente en el Peru,
distinto en su esencia de lo que se podia ver en los paises vecinos :
Hay paisaje peruano, heroismo peruano, arte peruano, misiôn peruana, esperanza
peruana. Hay hasta cocina peruana [...] El milagro de la nacionalidad consiste
precisamente en que el paisaje de Puno, por ejemplo, nos toque mas en el aima por
ser peruano que el del altiplano boliviano que tanto se le asemeja.1
1. Ibid., p. 144-145.
2. Ibid.
3. Ibid., p. 145-146.
4. Ibid., p. 150.
5. « El indio o el mestizo que totna el pincel en el taller del maestro europeo, déjà de ser un nativo [...]
i En que consiste la represiôn de la pintura colonial ? En eludir al Peni » S. SALAZAR BONDY, « El
arte colonial entendido como represiôn », La Prensa, 29 de setiembre de 1955, p. 8.
POLÉMICA DEL ARTE ABSTRACTO EN EL PERÛ 1 69
* * ♦
Esta polémica tuvo un epilogo o, mas bien, habria que hablar de un doble
epilogo. El primero consistiô en el triunfo total del arte abstracto en el Peru. En
1958, apenas très anos de terminada la polémica, se realize el Primer salon de arte
abstracto en Lima, donde se expusieron cuadros de nada menos que veintisiete
pintores peruanos. Muchos artistas indigenistas o realistas, incluso entre los que se
habian mostrado muy virulentes durante la polémica, se volcaron hacia el
abstraccionismo, abandonando asi sus opciones ideolôgicas y artisticas anteriores.
Mas aûn, todos los adversarios del arte abstracto efectuaron un viraje de 180
grados. Fue asi como el propio Sebastian Salazar Bondy admitiô :
Es loable el hecho de que se organice entre nosotros un salon de pintura abstracta y,
mas aûn, que el Museo de las Artes le dé cabida en sus amplias salas. Las tendencias
no-figurativas del arte contemporâneo constituyen la expresiôn de una bûsqueda
plâstica que no es Hcito rechazar, como gran parte del pûblico poco entendido lo
hace1.
Esta autocrîtica représenté algo mas que un viraje en cuestiôn de arte. Fue
también y sobre todo un cambio ideolôgico profundo. Por eso, Salazar Bondy
renunciô a las referencias nacionalistas asï como a su condena del cosmo-
politismo1.
El segundo epîlogo de la polémica ocurriô poco tiempo después, en la
década del sesenta : la mayor parte de los pintores no fïgurativos se orientaron
hacia el expresionismo abstracto y comenzaron a integrar en sus cuadros motivos
provenientes del arte pre-hispânico o de la historia indigena peruana. Florecieron
entonces las obras abstractas con titulos quechuas y disenos pre-hispânicos. De este
modo, los que habian negado toda relaciôn con el tema, terminaron adoptando la
tematica autôctona. Esta fue la evoluciôn de pintores como Fernando de Szyszlo,
Ricardo Grau, Venancio Shinki, José Carlos Ramos, Jaime Suarez. Incluso,
algunos de ellos, matando dos pâjaros de un tiro, multiplicaron las referencias a lo
raigal y a lo social, realizando de esta manera una sintesis entre los planteamientos
contrarios que se habian manifestado durante la polémica. El ejemplo mas
representative lo constituye seguramente Szyszlo, quien pintô varias series de
cuadros abstractos que llevan los titulos de « Apu Inka Atawallpaman », « La
ejecuciôn de Tupac Amaru », « Puka Wamani », « Auki », « Yawar Fiesta »,
« Inkarri », « Uku Pacha », « Apu Kon Tiki Wiracocha », « Cajamarca », etc.2
Cabe observar que el expresionismo abstracto que en los Estados Unidos y
en Europa habia tendido a plasmar en formas y colores una interioridad personal,
se convirtiô en el Peru en la expresiôn de una peruanidad reivindicativa. Mas alla
de una sïntesis de planteamientos contrarios se produjo entonces un mestizaje
cultural. El arte abstracto, summum de la modernidad occidental, entrô en un
proceso de asimilaciôn, de mestizaje y de refracciôn a través del prisma de las
aspiraciones nacionales.
Este mestizaje cultural puede parecer bastante similar al que realizaron
algunos pintores europeos a principios de siglo cuando asimilaron las formas
artisticas de culturas tradicionales periféricas y las integraron en el universo del
arte moderao. Tal fue, por ejemplo, la relaciôn de Picasso con el arte africano. Sin
embargo, los dos fenômenos tienen un significado distinto. En efecto, para los
la misma manera, el escritor Edgardo Pérez Luna, uno de los mâs violentes acusadores del arte
abstracto durante la polémica, reconociô : « Hace pocos anos llegaron a las playas del Peru las formas
abstractas. De los pioneros de la pintura no figurativa, que expusieron en Lima ante el asombro y la
incomprensiôn de un medio particularmente tradicionalista, a la fecha, ha pasado poco tiempo, pero el
giro ha sido de 180 grados. Casi todo lo mâs valioso de la pintura peruana actual es no figurativa ». E.
PÉREZ LUNA, « El rumbo actual de la pintura peruana », El Comercio, 22 de noviembre de 1962, p. 2.
1. En efecto, desde entonces, el término cosmopolitismo aparece en sus declaraciones como el sino
positivo de la humanidad: « i Hay entonces cosmopolitizaciôn ? Sin duda, en tante el mundo acorta las
distancias que separan a los hombres de los hombres [...] i Quién va a negarse a este paso sensational
que consiste en acercar a los pueblos mâs distantes ?» S. Salazar Bondy, « El arte hacia el
humanismo », El Comercio, 26 de octobre de 1959, p. 2.
2. A decir verdad, desde 1946, el constructivista uruguayo Torres-Garcîa habia trazado ya el camino
pintando en Montevideo un mural titulado Pacha Marna. Posteriormente, el chileno Ricardo Irarrâzaval
y el argentino Leonidas Gambartes asociaron también el pasado precolombino con la pintura abstracta.
Véase al respecto D. BAYÔN, Aventura plâstica de Hispanoamérica, Mexico, Fondo de cultura
econômica, 1974, p. 166 et 251.
PolémicadelarteabstractoenelPerû 171
Carlos DANCOURT
Université de Paris V