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LAS PROMESAS DE DIOS PARA TODO TIEMPO

He aquí algunas de las promesas importantes de Dios. ...


No estaré Solo: Al encontrarnos frente a diversas
adversidades debemos recordar lo que dice
Isaias 43:2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré
contigo; y si por los ríos, no te anegarán.” Esto me da
seguridad y confianza que no estoy solo.

PROMESAS DE DIOS
Según algunas estimaciones, hay alrededor de 5,000 promesas de
Dios en la Biblia.

Nuestro Dios es un Dios que hace promesas y cuando las hace, las
cumple. Dios hizo promesas a todos los principales líderes de la Biblia,
como Abraham, Isaac, Jacob, David, Daniel y Pablo.

“Dios no es un hombre, por lo tanto, no miente. Él no es humano, por lo


tanto, no cambia de parecer. ¿Alguna vez prometió sin cumplir?”
Números 23:19

Puedes basar tu vida en una variedad de factores diferentes, desde tu


propia inteligencia, estudios, hasta tu propio talento y experiencia. Pero
también puedes elegir basar tu vida en las promesas de Dios. He aquí
algunas de las promesas importantes de Dios.

Viviré muchos Años: En Proverbios 3:2-3 dice: “¡Nunca permitas que


la lealtad ni la bondad te abandonen! Si así lo haces, vivirás muchos
años, y tu vida te dará satisfacción”. Hay una correlación directa en vivir
una vida de respeto hacia los demás y la promesa de vivir muchos años
con satisfacción, pues habrá paz por todas partes.
Cosecharé Bendición: En Gálatas 6:9 dice “Así que no nos cansemos
de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas
bendiciones si no nos damos por vencidos”. Esta promesa nos asegura
que si trabajamos diligentemente y no nos damos por vencidos Dios
promete bendiciones para mi vida.
Tendré Descanso y Paz: Esto es lo que menos encontramos en el
mundo moderno en que vivimos y por ello Jesús enfatizo esta promesa
en Mateo 11.28 “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan
cargas pesadas, y yo les daré descanso”.
Tendré vida después de la Muerte: Posiblemente una de las más
poderosas promesas es que hay vida después de la muerte porque
Jesús dice en Juan 14.2-3 “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.

CONCEPTO IMPORTANTE
Dios es un Dios de pactos y promesas y lo más importante es que El
cumple. Josué lo experimento diciendo en Josué 21:45 “Ni una sola de
todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de
Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad”.

Todas las promesas de Dios, sin embargo, vienen con una premisa. Es
decir, Dios no reparte regalos a todos por igual a diestra y siniestra. El
provee promesas a quienes creen, son obedientes, y viven bajo sus
principios.

Si Dios lo cumplido con todos los personajes de la Biblia puedo tener


total certeza que también lo hará conmigo y con toda mi descendencia.
Es por ello que debo de basar mi vida en las promesas de Dios.

MOTIVO DE ORACION
Señor Jesús hoy vengo delante de ti agradecido porque me has dado
tantas promesas. Hoy decido basar mi vida en las promesas eternas de
tu palabra. Perdóname por centrarme en mi mismo y no en Tu palabra y
tus promesas. Hoy me aferro a tus promesas.

Pregunta: "¿Cómo se cuáles son las promesas de Dios para mí?"

Respuesta: Hay literalmente cientos de las promesas de Dios en la Biblia.


¿Cómo podemos saber cuáles promesas se aplican a nosotros y cuáles
promesas podemos reclamar? Para enmarcar esta pregunta de otra forma,
¿cómo se puede saber la diferencia entre las promesas generales y las promesas
específicas? Una promesa general es una que el Espíritu Santo da a cada
creyente en cada época. Cuando el autor escribió la promesa, él no estableció
limitaciones de tiempo o destinatario.
Un ejemplo de una promesa general es 1 Juan 1:9, "Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad". Esta promesa se basa en la naturaleza del perdón de Dios y está
disponible a todos los creyentes de todo el mundo. Otro ejemplo de una
promesa general es Filipenses 4:7, "Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
Jesús". Esta promesa se hace a todos los creyentes que, negándose a
preocuparse, traen sus peticiones a Dios (Filipenses 4:6). Otros ejemplos de
promesas generales se podrían incluir el Salmo 1:3; 27:10; 31:24; Juan 4:13-
14 (observe la palabra "cualquiera"); y Apocalipsis 3:20.

Una promesa específica es una que es hecha a personas específicas en


momentos específicos. El contexto de la promesa usualmente deja claro quién
es el destinatario. Por ejemplo, la promesa de 1 Reyes 9:5 es muy específica:
"yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre…". Los versículos
anteriores y siguientes aclaran que Dios está hablando solamente al rey
Salomón.

Lucas 2:35 contiene otra promesa específica: "y una espada traspasará tu
misma alma.…". Esta profecía/promesa fue dirigida a María y se cumplió en su
vida. Mientras que una promesa específica no es para para todos los creyentes
en general, el Espíritu Santo puede aún utilizar una promesa específica para
orientar o animar a cualquiera de sus hijos. Por ejemplo, la promesa de Isaías
54:10 se escribió teniendo en cuenta a Israel, sin embargo el Espíritu Santo ha
usado estas palabras para consolar a muchos cristianos de hoy: "… pero no se
apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará…"

Mientras el apóstol Pablo era guiado para llevar el evangelio a los gentiles, el
afirmó la promesa de Isaías: "Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de
que seas para salvación hasta lo último de la tierra" (Hechos 13:47). La
promesa de Isaías fue originalmente para el Mesías, pero en ella Pablo
descubrió la guía del Señor para su propia vida. Cuando reclamamos una de las
promesas de Dios en las escrituras, debemos tener en cuenta los siguientes
principios:
1) Las promesas de Dios a menudo son condicionales. Busca la palabra "si" en
el contexto.
2) Dios nos da promesas para ayudarnos a someternos mejor a su voluntad y
confiar en él. Una promesa no hace que Dios se doblegue a nuestra voluntad.

3) No asumas saber exactamente cuándo, dónde o cómo es que las promesas de


Dios se cumplirán en tu vida.

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