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DECLARANDO TOTAL DEPENDENCIA DE DIOS

INTRODUCCION
Hoy la gente más que oír hablar de Cristo quieren ver a Cristo a través de nuestra vida. El Señor
Jesucristo dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. El propósito es que el Dios invisible sea
mostrado a través de nuestra vida visible. Debemos ser como un prisma de cristal que una vez recibe
un rayo de luz, esparce una gama de gran colorido, Cristo es la luz del mundo, y espera que su gloria
sea esparcida y manifestada al mundo por medio de nosotros.

DESARROLLO
ENTENDIENDO LOS PROPOSITOS ETERNOS
Si captamos la visión de que todo lo que hagamos aquí será contado para la gloria de Dios.
Empecemos por entender que dentro de los maravillosos propósitos de Dios incluye que tengamos un
cambio radical, pasar de muerte a vida, disfrutar de la resurrección de Cristo, tener absoluta claridad
de un antes y un después de Cristo; como un pentecostés personal.
El hombre del antiguo pacto luchaba por vivir una vida recta, una vida conforme a la ley. Qué difícil
situación. Miqueas 6:8 dice: “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y que pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarse ante tu Dios”.
El mandato divino expresa que solamente esas tres cosas requiere Dios de cada uno de nosotros. Al
meditar en cada uno de ellos, entendemos que en nuestras fuerzas es imposible cumplir cualquiera de
ellas.
Deuteronomio 30: 9-14, se nos promete abundancia en toda obra de nuestra mano, si como dice el
ver. 10, obedecemos sus mandamientos y nos convertimos a él de corazón, y en el ver. 11 nos recalca
que cumplir ese mandamiento no es difícil. Nos aclara en el ver. 14 que está en nuestra boca y en
nuestro corazón la palabra para que la cumplamos.
Juan 1:14 nos dice que el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…
Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón, empezamos a entender porqué esa palabra, esos
mandamientos ya no están lejos de nosotros para poderlos cumplir, están ahí dentro de nosotros y con
su poder, con su gracia deja de ser un imposible para estar a nuestro alcance.
PABLO EJEMPLO DE UNA VIDA ANTES Y DESPUÉS
Antes de conocer de Cristo, Pablo, fariseo de fariseos, quería sinceramente servir a Dios, tenía un
celo por las cosas de Dios Hechos 9:1 ; 22:3: 26:9-11. Sinceramente devoto, pero terriblemente
equivocado 1 Timoteo 1:13.
Tuvo su encuentro personal Hechos 9: 3-5. Allí empezó una nueva Vida Hechos 9:6 respondió: Señor
qué quieres que yo haga? . Allí comenzó una vida de dependencia de Cristo
LA VID NOS ENSEÑA COMO ES ANTES DE CRISTO Y DESPUES DE CRISTO
Isaías 5:7 Nos muestra que el pueblo de Israel era la viña del Señor. Dios cuidaba de ella. Hoy Juan
15:5 nos dice que Cristo mismo es la VID y nosotros sus pámpanos. El ver. 10 nos muestra que
permaneciendo en él guardaremos sus mandamientos, daremos mucho fruto, fruto abundante, y su
gozo será cumplido en nosotros.
Hoy en día hay muchos naturales que muestran mejor testimonio, una vida más recta que los
cristianos. Aún seguimos tratando en nuestras fuerzas y conforme a nuestra voluntad tratar de agradar
a Dios, cuando su propósito es que con nuestra vida contribuyamos a la gran comisión, dejar el
egoísmo, quizá hemos dejado los vicios, los hábitos que manifestaban la ausencia de Dios, pero
todavía tenemos actitudes que no dejan entrever esa obra de Cristo en nosotros.
Con Cristo en nuestra vida hoy tenemos la capacidad de dejar lo que no agrada a Dios, pero solo será
así cuando nuestra comunión con el Espíritu Santo nos impulse a una entrega completa, a una
dependencia permanente de Dios.
Nuestro Señor Jesucristo, se llamaba a sí mismo “Hijo del hombre” y su patrón de vida y modelo de
dependencia, aunque se despojó de su divinidad Fil 2:6-7 , fue tal su dependencia de su Padre que
vivió la divinidad, en sus gestos, en sus palabras, en sus hechos. Cambió la historia de la humanidad,
fruto de una vida de oración, de obedecer hasta la muerte.

APLICACIÓN
Ansiosamente buscamos el sentido de nuestra vida, pero tratamos independientemente de Dios. Nos
apartamos y el pecado se enseñorea de nosotros, no somos el testimonio que Dios quiere que seamos
para ganar al mundo, vivimos como cristianos frustrados en vez experimentar una vida de poder y
victoria. El Señor Jesús dependió siempre de su Padre y quiere enseñarnos para que ahora nosotros
también y quiere que tengamos corazón de niño, dispuesto y entregado para que El viva su vida a
través de nosotros. Como Pablo que siguió el ejemplo de Cristo debemos decir como en Gálatas 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi, y lo que vivo ahora en
la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí.

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