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FICHA DE CÁTEDRA

GENOCIDIO EN RUANDA
Último genocidio del siglo XX

Dr. Marcelo Ferreira, 2020

El genocidio en Ruanda fue el último del siglo 20, si tomamos como referencia el
genocidio de 1994. Porque uno de los primeros interrogantes sobre Ruanda es si se trató
de un genocidio o dos.
En efecto, hubo dos situaciones de exterminio de miles de personas: en 1964 y en 1994.
El primero fue después de la independencia de Ruanda del colonialismo belga, y el
segundo fue después del asesinato del presidente, cuando fue derribado el avión en el
que viajaba. Pero solo se suele atribuir la calificación de genocidio a ésta última
situación. Aunque una obra clásica sobre el tema dice que fueron dos genocidios:
“Mientras que el genocidio de 1964 es un acto táctico en el marco de la Guerra Fría, el
Genocidio de 1994 corresponderá a una estrategia puesta en ejecución enel marco de
una guerra total”. “Una guerra negra: investigación sobre los orígenes del genocidio
ruandés (1959-1994)” Gabriel Peries y David Servenay.

La palabra Genocidio
La primera autoridad que utilizó la palabra “genocidio” fue el Vaticano. En 1964 y en
1994. Radio Vaticano, 1964: “desde el genocidio de los judíos por Hitler, el más terrible
genocidio sistemático tiene lugar en el corazón de África…Millares de hombres son
asesinados cada día…” El 27 de abril de 1994 Juan Pablo II calificó así a las matanzas.
El 19 de abril de 1994 Human RightsWatch calculó el número de muertos en 100.000 y
exhortó al Consejo de Seguridad a que usara el término “genocidio”.
Dallaire: “me cuidaba de decir que las matanzas eran “genocidio” porque, para nosotros
los occidentales, éste era el equivalente al holocausto o los campos de matanzas de
Camboya. Me refiero a millones de personas. “Limpieza étnica” parecía indicar cientos
de miles de personas. “Genocidio” era el rango más elevado de crímenes contra la
humanidad imaginable. Era tanto alto, tan fuera de la lista, que costaba darnos cuenta de
que nosotros pudiéramos estar en tal situación. Sabía entonces que si utilizaba el

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término demasiado pronto se me habría acusado de gritar “el lobo!”, y habría perdido
mi credibilidad” (Power 438).
Dos semanas después del inicio de las matanzas Dallaire hojeó las convenciones
internacionales de la ONU y buscó las definiciones pertinentes: “Caí en la cuenta de que
genocidio era un intento de eliminar a un grupo específico, y que era justo esto lo que
veíamos en el lugar. Sólo me hacía falta una cachetada para que dijera “La mierda! Esto
es genocidio, no simplemente limpieza étnica”.
Los EEUU hicieron todo lo posible para evitar el uso de la palabra, porque temían que
el empleo de la palabra obligaría a EEUU a actuar según las pautas de la Convención
sobre Genocidio de 1948. Un texto para el debate sobre Ruanda, preparado por un
funcionario de la oficina del secretario de Defensa, fechado el 1 de mayo, indicaba: “1)
Investigación de Genocidio: lenguaje que da lugar a una investigación internacional por
abusos de derechos humanos y posibles violaciones del Convenio sobre Genocidio.
Tener cuidado. El departamento legal de Estado estaba preocupado ayer por esto.
Establecer genocidio obligaría al gobierno estadounidenses a “hacer algo” (Despacho
del Secretario de Defensa “SecretDiscussionPaper: Rwanda”: 1 de mayo de 1994). (la
palabra con “g”).
El gobierno de Clinton se opuso a usar la palabra. Cuando el presidente del Consejo de
Seguridad redactó una declaración que llamaba “genocidio” al crimen, EEUU objetó.
En un telegrama de Nueva York a Washington dijeron “Los hechos en Ruanda
claramente parecen ajustarse a la definición de genocidio en el inciso II del Convenio
para la Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio de 1948. No obstante, si el
Consejo reconoce eso se obligaría a “tomar la acción” según el Estatuto que considere
apropiada para impedir y reprimir los actos genocidas, que contempla el art. VIII”
(cable confidencial de EEUU-ONU al secretario de Estado Warren Christopher, 27 de
abril de 1994).
El archivo del procesador de texto que contenía el Memorándum de inteligencia llevaba
el título “NONAMERUANDAKILLINGS”, del 18 de mayo de 1994.

Geografía
Ruanda está ubicada justo en el medio del continente, lo que constituye una desgracia,
por su valor estratégico. Porque permite controlar el centro de África, el Congo y las
vías de comunicación.Ruanda aparece destinada a ser un laboratorio de las grandes
potencias.
Es la región de los grandes lagos. El lago Kivu se encuentra en la frontera de Ruanda y
República Democrática del Congo (ex Zaire). Es un lago volcánico, con frecuentes
erupciones. También es un lago que aloja muchos cadáveres.
País de las mil colinas. El ministro ruandés de asuntos exteriores Lazare Mpakanize el
31 de enero de 1964: “Para comprender el carácter propio del terrorismo que ha debido

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sufrir Ruanda, es esencial para un extranjero darse cuenta de ciertas realidades
ruandesas: en primer lugar, no existen pueblos en Ruanda: el país está formado por
innumerables colinas que se suceden sin interrupción, y los habitantes, hutus y tutsis,
mezclados, están totalmente dispersos sobre esas colinas. No hay pueblos a los que una
fuerza de policía podría haber dado la vuelta rápidamente. A causa de esto, es muy
difícil para las fuerzas del orden calmar con celeridad al pueblo si este comienza a
agitarse en las colinas”.

Sistema político
Tránsito de una monarquía feudal a una república dictatorial. Ruanda era un sistema
político monárquico en el cual la distinción socioeconómica fundamental era entre la
agricultura y la ganadería. Los Tutsis se dedicaban a la ganadería, mientras que los
hutus practicaban la agricultura y los twa eran cazadores recolectores.La monarquía
duró hasta enero de 1961, cuando se instauró la república.

Población
La definición de las categorías tutsi y hutu no es racial, sino que es una construcción
social que fue construida por el colonizador europeo. Se naturalizó como una diferencia
racial el producto de una construcción social. Por ello, no fue un genocidio racial,
porque hutus y tutsis no son dos razas, y porque las razas no existen (por lo menos
desde los estudios sobre el genoma).
Hutus y Tutsis comparten la misma cultura, lengua y religión, y se casaban entre sí, con
lo cual su diferencia era más bien socioeconómica que étnica.85% de hutus, 14% de
tutsis y 1% de Twa. Los tutsis son más altos porque tienen ganado y comen carne.
Para el conquistador europeo estos grupos son “razas”. Los colonizadores introdujeron
la “hipótesis hamítica”, que sostenía que los tutsis provenían de otro lugar, que no eran
“originarios” de la zona de los grandes lagos, sino un pueblo inmigrante. Le Monde: “es
una raza de gigantes absolutamente única en el mundo. Los trazos finos, el aire
desdeñoso, se consideran aristócratas. No son de raza negra, su origen es incierto,
parece que han venido en otro tiempo de Etiopía”. De acuerdo a esta caracterización los
Tutsis son grandes, flacos, con trazos finos, nariz aguileña y piel clara. Los Hutus son
petisos con trazos groseros y piel oscura. Los Twas son pigmeos.
Para distinguir a tutsis de hutus, se tomaron en cuenta no solo los rasgos físicos sino
otros dos caracteres más: información oral provista principalmente por la iglesia y
posesión de ganado. Y en los casos dudosos, cuando no es clara la distinción por rasgos
morfológicos, es tenido como criterio discriminatorio el número de vacas que se poseen:
el que tiene más de 10 vacas es un tutsi y el que tiene menos es un hutu.
En 1932 la administración colonial decide categorizar los grupos sociales según signos
morfológicos: talla, nariz, rasgos de la cara. Entre 1933 y 1934 se lleva a cabo el censo

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oficial, clasificó a toda la población entre tutsi, hutu o txa. Y se emite una tarjeta de
identidad que lleva la mención “Pueblo-raza”. Este fue el punto inicial del Genocidio.
Pero la distinción es tan arbitraria que hasta existía cierto grado de movilidad social:
aquellos hutus exitosos que lograban acumular suficiente ganado y ascender en la
jerarquía socioeconómica podían adquirir el estatus político tutsi. También podía ocurrir
lo inverso: la pérdida de la propiedad implicaba la pérdida de estatus.

Colonización
Alemania, Bélgica y Francia. La primera potencia colonial que ocupó Ruanda fue
Alemania, que obtuvo el control nominal del territorio en 1890. Alemania optó por un
sistema de gobierno indirecto tanto en Ruanda como en el territorio vecino de Burundi.
Si bien ambos reinos conformaban una unidad étnica colonial, llamada Ruanda-
Burundi, se mantuvieron administrados independientemente durante sus respectivas
monarquías.
Con la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, la Liga de las Naciones
otorgó a Bélgica el control de Ruanda-Burundi bajo mandato. Luego de la disolución
de la Liga de las Naciones en 1946, Ruanda-Burundi se había convertido en un territorio
en fideicomiso de la ONU. El objetivo del régimen de administración fiduciaria fue
“promover el adelanto político, económico y social de los territorios y su desarrollo
progresivo hacia el gobierno propio y la libre determinación”.
Bélgica hizo reformas administrativas con la consecuencia de la centralización del
poder en el Estado Colonial y la limitación de las facultades del Rey. La administración
belga reformó las instituciones aplicando la hipótesis hamítica. Para ello, le pidieron
informes a la iglesia católica, cuya presencia se extendía en todo el territorio. Y la
iglesia concluyó que había dos razas: una raza superior, los hamitas, y una raza inferior,
los bantú. Que correspondías a tutsis y hutus.
La institucionalización de la ideología de la supremacía racial tutsi implicó diferencias
en la educación y en el acceso de los puestos de gobierno. El sistema educativo,
controlado por los misioneros católicos, fue rediseñado para favorecer a los tutsis y se
privilegió su llegada a los niveles más altos. En el ámbito de la administración estatal,
los belgas reemplazaron a los jefes y subjefes hutus por tutsis.
En cuanto a Francia, su influencia se manifiesta en la llamada “Escuela Francesa”,
nacida de la ocupación en Argelia, y que se caracteriza por la división del territorio en
zonas operativas y la técnica de la desaparición de personas. Y los franceses formaron
parte del ejército ruandés. En el acuerdo de asistencia militar de 1983 se autoriza a los
militares franceses a adoptar el uniforme local (aunque usaban la boina del otro lado)
con el grado equivalente de las fuerzas armadas ruandesas, para permitirle ocupar
puestos en el Estado Mayor en lugar de sus colegas ruandeses. Lo que les permite
participar en actividades operacionales.

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Los partidos políticos
Los primeros partidos políticos se formaron después de la revolución de 1959: UNAR,
RADER y PARMEHUTU.
La Unión Nacional Ruandesa (UNAR) representaba a los Tutsis monárquicos
tradicionales. La Asamblea Democrática Ruandesa (RADER), representaba a los
moderados.
El PARMEHUTU (Partido del Movimiento para la Emancipación Hutu) reclama “la
abolición de la hegemonía actual de una raza”. Exige derechos para los Hutus, tales
como el acceso libre a la enseñanza superior de la cual los Hutus son apartados.
En 1991 se legalizó la creación de otros partidos, y se creó el Movimiento Democrático
Republicano (MDR), que se convirtió en el principal opositor al régimen de
Habyarimana.

Revolución de 1959
El 25 de julio de 1959 el Rey ruandés Mutara Rudahigwa fue asesinado de forma
inesperada y misteriosa. La línea tutsi tradicionalista designó rápidamente a un sucesor,
sin haber consultado a las autoridades belgas. El asesinato del rey fue el detonador de
una serie de enfrentamientos entre los militantes de UNAR y PARMEHUTU. La
violencia se extendió por todo el país. En noviembre de 1959 militantes tutsis de UNAR
atacaron a un subjefe Hutu líder de PARMEHUTU, y como respuesta grupos de
militantes hutus persiguieron y asesinaron a jefes y subjefes tutsis.
Bélgica intervino respaldando la insurgencia hutu y puso al coronel GuyLogiest a cargo
de la restauración del orden. Respaldaron la revolución, e identicaron a UNAR y a los
tutsis como la amenaza insurgente. Se cambiaron de bando. Los jefes tutsis fueron
reemplazados por jefes hutus, y ejército ruandés integrado casi exclusivamente por
hutus.
La Revolución de 1959 fue posible gracias a dos actores clave: la iglesia católica y la
administración belga. Los mismos que construyeron las razas hicieron una inversión de
roles.
En la década del 50, la iglesia católica había renovado su presencia en Ruanda con una
generación de jóvenes misiones de un origen social más humilde que el de sus
predecesores, y propensos a sensibilizarse con la causa de la mayoría oprimida.
Y Bélgica decidió tutelar la transición revolucionaria por temor a la amenaza comunista
en el contexto de la Guerra Fría y la proliferación de las guerras de guerrillas en
distintas partes del mundo. Bélica todavía conservaba el dominio colonial del Congo
belga. Y por eso se puso del lado de los revolucionarios, para poner fin al “colonialismo
del negro sobre el negro” (cuando los verdaderos colonizadores eran ellos).Bélgica

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considerando que es preferible acompañar una revolución en África más que sufrirla:
utilizaron una revolución social en su propio beneficio.

La república y la independencia
La independencia formal llegó a Ruanda en julio de 1962. Pero ya antes llegó la
república. A fines de 1961 hubo elecciones nacionales y un referéndum para decidir
entre monarquía o república, con el control de la ONU. UNAR fue nuevamente
derrotado por PARMEHUTU y el sistema de gobierno republicano ganó ampliamente el
referéndum. Se proclamó el fin de la monarquía y se declaró a Ruanda una república.
De esta manera, Ruanda pasó de ser una monarquía controlada por los tutsis a una
república dominada por los hutus. En ambos casos, con el estímulo y respaldo de
Bélgica, que sostuvo la perspectiva racial como eje político y social. En este sentido, la
revolución no solo mantuvo sino que reforzó las identidades políticas creadas por el
colonialismo.
Como consecuencia de la revolución, los tutsis fueron excluidos de la arena política y
gran parte de la población tutsi fue forzada a exiliarse, con la consecuencia de una
reducción significativa de la proporción de tutsis en la población ruandesa.
Entre 1962 y 1964 grupos de tutsis exiliados formaron el “Frente Patriótico Ruandés”,
integrado por refugiados tutsis en Uganda, con el objetivo del retorno de los exiliados y
el derrocamiento de Habyarimana. El FPR contaba 7000 soldados.

Transición de una monarquía feudal a una república autoritaria


El 5 de julio de 1973 se produjo en Ruanda un golpe de Estado por el que fue depuesto
Kayibanda. A la cabeza del grupo se encontraba el general JuvénalHabyarimana. Los
tres rasgos salientes de su gobierno fueron: proceso de reconciliación, movilización de
las masas y partido único.
Habyarimana impulsó un supuesto “proceso de reconciliación” entre hutus y tutsis. El
poder permaneció en manos de los hutus, pero se establecieron cuotas de participación
de hutus y tutsis en el ámbito educativo y en la administración pública. Habyarimana
nombró por primera vez desde 1964 un ministro tutsi en su gabinete.
Un rasgo distintivo del gobierno de Habyarimana fue la movilización de las masas,
mediante la propaganda proselitista en los medios de comunicación: principalmente la
radio, y la obligación de participar en actividades políticas.
En 1975 Habyarimana creó el Movimiento Revolucionario Nacional para el Desarrollo
(MRND), el nuevo partido único. Todo ciudadano se convirtió automáticamente en
miembro.

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Definición del enemigo
En diciembre de 1991 el presidente Habyarimana reúne a sus oficiales del Estado
Mayor. El presidente dijo “Hombres, coloquemos una comisión para definir al
enemigo”. Y designó al coronel Bagosora para presidirla. El enemigo en general era el
Tutsi, tanto civiles como militares.
El documento de definición del enemigo establece una tipología del enemigo:
1) El enemigo principal es el tutsi del interior o del exterior extremista y nostálgico
del poder, que JAMÁS ha reconocido y NO reconoce aún las realidades de la
Revolución Social de 1959, y que quiere reconquistar el poder en Ruanda por
todos los medios, incluyendo el de las armas.
2) El partidario del ENI es toda persona que aporta cualquier colaboración al ENI
principal.
ENI era el “Enemigo Nacional Interior”. Ese fue el nombre técnico, pero el nombre
usual que se le dio al enemigo fue “Inyenzi”. Cucarachas. Porque “se infiltra por la
noche en su morada, roe todo lo que cae bajo el diente y hace pudrir todo lo que toca”.
En el genocidio la palabra “inyenzi” fue utilizada para referirse tanto a todos los tutsis:
tanto los rebeldes del FPR como a los civiles tutsis.

Mujeres
El enemigo en general era el Tutsi pero también se añadió que el enemigo eran quienes
tenían mujeres tutsis. Lo que fue objetado, porque algunos oficiales tenían señoras
tutsis. Aunque sí se incluyeron a los extranjeros casados con mujeres tutsis.
El periódico Hutu Kangura (Despertad) publicó sus “Diez Mandamientos del hutu”.
Como las leyes de Nuremberg de Hitler y los edictos de los serbiobosnios de 1992,
estos diez mandamientos articulaban las reglas que los radicales esperaban imponer a la
minoría:
1. Cada hutu debe saber que una mujer tutsi, no importa donde esté, obra en beneficio
de su grupo étnico tutsi. En consecuencia, consideraremos traidor a cualquier hutu
que
- se case con una tutsi,
- se amiste con una tutsi, o
- emplee a una tutsi de secretaria o concubina.
2. Todo hutu debe saber que nuestras hijas hutus son más apropiadas y concienzudas
en su papel de mujer, esposa y madre de familia. ¿No son bellas, buenas secretarias
y más honestas?
3. Mujeres hutus, sed vigilantes y procurad traer de vuelta a la razón a vuestros
esposos, hermanos e hijos (416).

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El coronel Bagosora, el general Dallaire el general Paul Kagáme
ThéonesteBagosora fue la mano ejecutoria del genocidio. Su agenda personal fue
encontrada en 1994 entre los escombros de Kigali y luego fue recuperado por los
investigadores de Human RightsWatch. Es una pieza esencial para comprender cómo se
construyó el aparato genocida. Para el Coronel Bagosora el genocidio comienza el 1 de
febrero de 1993.
Ante la pregunta ¿“A quien armar”? anota en su agenda “a los casados o a quienes
tienen algo que defender”, y en otra nota pone “personas casadas que tienen bienes que
defender”.
Romeo Dallaire fue el comandante canadiense de la Misión de Naciones Unidas en
Ruanda (Minuar) a partir de diciembre de 1993.
Paul Kagamé fue el jefe del Frente Patriótico Ruandés.

Frente Patriótico Ruandés


“Frente Patriótico Ruandés”, conformado por refugiados ruandeses en Uganda, cruzó la
frontera el 1 de octubre de 1992 y comenzó a avanzar a la ciudad. La noche del 4 al 5 de
octubre Kigali fue atacada. Si bien el FPR todavía se encontraba lejos de la ciudad, el
gobierno lo señaló como responsable.
Este falso ataque sirvió como excusa para la intervención francesa, que había sido
solicitada por Habyarimana. Francia se encargaba desde mediados de los 70 de la
instrucción de las Fuerzas Armadas Ruandesas (FAR). A la luz de los sucesos de
octubre de 1990, envió tropas con el objetivo de proteger a los residentes franceses.
En respuesta a la invasión, el gobierno tomó represalias contra la población. La
población tutsi fue identificada como cómplice de los invasores. Las matanzas
organizadas y perpetradas entre 1990 y 1993 fueron un ensayo de lo que luego ocurriría
a mayor escala durante el genocidio de 1994. Aproximadamente dos mil tutsis y
decenas de hutus fueron asesinados.

Acuerdos de Arusha
Habyarimana comenzó negociaciones de paz con el FPR y firmó los Acuerdos de
Arusha, en agosto de 1993. Estos acuerdos establecían la formación de un gobierno de
coalición, el cual debería convocar a elecciones multipartidarias. Esto nunca ocurrió.
Pero sí se cumplió con la formación de un cuerpo internacional de paz. Y en octubre de
1993 llegó la Misión de las Naciones Unidas para la Asistencia de Ruanda (MINUAR),
encabezada por el General canadiense Romeo Dallaire.
Pero los Acuerdos de Arusha fracasaron. Tras la fachada de los acuerdos diplomáticos,
tanto las FAR como el FPR se preparaban para la guerra. Y en el marco de la

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implementación de un Plan de Ajuste Estructural diseñado por el FMI, el gobierno
mantuvo como prioridad los gastos destinados a sus fuerzas militares.

Atentado al avión
El miércoles 6 de abril de 1994 el avión del presidente Juvenal Habyarimana fue
derribado, mientras se preparaba para descender sobre la ciudad de Kigali (avión Falcon
que había sido obsequiado por Francia). También murió el presidente de Burundi
CyprienNtaryamira.
Esto fue considerado el “momento desencadentante” del genocidio. La pequeña chispa
que desató un proceso que se venía engendrando desde mucho antes. La misma noche
del atentado la línea dura Hutu tomó el poder. A partir de las 21 horas, el genocidio se
pone en marcha en las calles de Kigali.
El avión estalló partido en dos a 300 metros de altitud, y cayó en los jardines de la
residencia presidencial situada justo al lado del aeropuerto. Los primeros testigos son
los hijos de Juvenal Habyarimana. En el jardín descubren el espectáculo macabro de los
huesos carbonizados. El hijo mayor tiene el extraño reflejo de tomar fotos de la escena.
Más tarde, Jean LucHabyarimana venderá sus imágenes a la revista francesa
JeuneAfrique.
Es poco probable que se sepa jamás lo que pasó realmente esa tarde, porque no se
realizó una verdadera investigación ni se labró un acta de la escena del crimen. Nadie,
ni la ONU, ni el gobierno ruandés ni Francia asumieron la responsabilidad de realizar
una investigación seria. Una de las hipótesis apunta al FPR, mientras que otra culpa a
los extremistas hutus. En la actualidad la balanza se inclina a favor de la primera
hipótesis, si bien no se cuenta con evidencia concluyente.

Asesinato de los cascos azules belgas


El general Dallaire, al mando de la Minuar, envió una misión a la casa de la primer
Ministro AgatheUwilingimana. Diez belgas y cinco ghaneses. Los diez belgas son
linchados en el acto por la tropa: ni siquiera pudieron desenfundar sus armas. Dallaire
no pudo contar los cuerpos porque fueron cortados a machetazos. Los cinco ghaneses
son dejados sanos y salvos. La primer ministro es asesinada junto a su marido, y sus
hijos escapan milagrosamente. El linchamiento de los diez cascos azules belgas produce
un resultado militar inmediato: hacer partir al contingente más profesional de la
MINUAR.

El genocidio
La matanza sistemática de tutsis comenzó en Kigali casi inmediatamente después del
atentado. El coronel ThéogonesteBagosora estuvo a cargo de la operación. El gobierno

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convocó a toda la población a unirse contra “el enemigo único” y atacar a los civiles
tutsis.
Las matanzas eran llevadas a cabo en lugares públicos y con armas rudimentarias. Se
produjeron matanzas en lugares donde los tutsis buscaban refugio, como iglesias,
hospitales y escuelas. La violencia era pública y brutal. Incluyó la tortura y las
violaciones sexuales de las mujeres como modo de tortura. Generalmente las matanzas
se hacían en las barreras de control étnico, pero a veces por prejuicio: cuando eras muy
alto o delgado o tenías nariz alargada eras catalogado de tutsi.Ciertos viejos participaron
en el genocidio para establecer la identificación étnica de las personas perseguidas: eran
los grandes conocedores de la genealogía.
El genocidio ruandés se celebró a un ritmo tres veces más rápido que el genocidio de los
judíos durante la segunda guerra mundial. Un millón de muertos en tres meses.

Genocidio en Ruanda y Genocidio nazi


Los verdugos ruandeses fueron al menos tres veces más eficaces que los genocidas
nazis. Porque mientras el genocidio de los judíos fue conducido por un aparato militar
sofisticado, el genocidio ruandés distribuyó la maquinaria asesina en cada hombre,
mujer y niño. Y hasta a monjas.
Además, los instrumentos de propaganda y de coerción, que obligaban a los individuos
a pasar al acto, fueron mucho más precisos e integrados en la sociedad ruandesa que en
la sociedad alemana del tercer Reich.

Radio Televisión Libre Mil Colinas (RTLM)


La Radio es una cadena paralela de mando del genocidio. Radio Mil Colinas es lanzada
para competir con Radio Ruanda, medio incontrolable debido a la presencia de la
oposición. Los accionistas de la RTLM son fanáticos del Hutu Power. Y fue presidida
por FélicienKabuga, el financista rico del genocidio, detenido recientemente en París
tras veinticinco años de estar prófugo. La radio alimenta un clima de odio. Un día, un
animador designa a los Inyenzi que hay que abatir en una ambulancia o un coche de tal
color en tal lugar. Y eso se produce, cada día, cada hora, de día y de noche.

Las armas
Garrotes, lanzas, destornilladores, martillos, manubrios de bicicletas, chapas de
automóviles.Masu: garrotes con puntas de clavos. Aunque el arma más usada fue el
panga: machete es un tradicional de los campos ruandeses.
Entre 1992 y 1994 Ruanda había importado de China más de 500.000 machetes. Fueron
adquiridos con fondos provenientes de “préstamos de desarrollo rápido” del Banco

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Mundial merced a un acuerdo realizado en junio de 1991, aunque ese acuerdo
especificaba la exclusión de los bienes “destinados a un uso militar o paramilitar”.
EEUU propuso un embargo de armas. Un documento de la ONU reconoció la eficacia
de este paso. “No vislumbramos que haya que ejercer un efecto significativo en las
matanzas, pues las armas más comunes han sido machetes, cuchillos y otros
implementos de mano” (“Secretdiscussionpaper: Rwuanda”: 1 de mayo de 1994).

Víctimas
Se calcula que en los cien días que duró el genocidio fueron asesinados 500.000 tutsis y
10.000 hutus. Los más débiles, mujeres y niños, fueron asesinados en las primeras
semanas: el 53,8% de las víctimas del genocidio tiene menos de 24 años.
El panga o machete fue utilizado en el 37% de las víctimas, la porra en el 16%, armas
de fuego en el 15%. Los restantes fueron golpeados hasta la muerte (8%), echados en
los ríos (4%), en las letrinas (4%), quemados (2%). Y los restantes fueron muertos por
inanición, colgados, destripados, violados, atropellados o forzados al suicidio.
Desenterrando a los muertos se descubrieron numerosas fracturas en el tendón de
Aquiles, lo que significa que primero cortaban el talón trasero para inmovilizar a las
víctimas.
Fosas letrinas donde se echó vivos a muchos niños, entre ellos a bebés de pocos meses.
Hombres fueron obligados a masacrar a sus niños o a sus mujeres, para evitarles una
muerte demasiado atroz.
Además, 40.000 personas mueren en pocas semanas a causa de una epidemia de cólera.
Esta catástrofe sanitaria se transforma en la imagen mundial del genocidio, por error.
Incluso algunos hablan de un doble genocidio.

Genocidio y Guerra
El genocidio se desarrolló en el marco de una guerra con el FPR. Genocidio y guerra en
forma simultánea. La diferencia es que la población civil tutsi no participó en las
matanzas, mientras que toda la población civil hutu participó durante el genocidio.
Dallaire: “Vi que uno de los bandos eliminaba civiles detrás de las líneas. Y lo que
pasaba en el frente no tenía nada que ver con lo que pasaba en el fondo” (Power 429).
De acuerdo a la definición de Carl Von Clausewitz la guerra es “a continuación de la
política por otros medios”: un instrumento de negociación extrema por la violencia. La
guerra como un modo de intercambio.
Pero si se reduce al enemigo a su esencia, a su identidad propia, algo que no pudiera de
ninguna manera cambiar, entonces la negociación se vuelve imposible (ej. casarse con
una tutsi). El genocidio prohíbe pensar en la guerra como un modo de intercambio. Esta
mecánica hace imposible sentarse en una mesa de negociaciones, porque supone la

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desaparición total del adversario y la prosecución del conflicto mientras quede un
enemigo superviviente. Es una guerra infinita, sin negociación.

La victoria
El genocidio culminó en julio de 1994 cuando el FPR de Paul Kagamélogró derrotar al
ejército de Ruanda. La administración civil y el ejército escaparon a Zaire.
El FPR, mayoritariamente tutsi, enarboló desde el inicio una ideología nacionalista y
rechazó las hostilidades basadas en distinciones étnicas, a las que consideraba producto
de una imposición del colonialismo europeo. Los líderes del FPR enfatizaban el carácter
político de las matanzas, en contraposición de la interpretación basada en su naturaleza
étnica.

El rol de la ONU y los actores internacionales


Bélgica:
Retiró a sus tropas de la misión de paz de la ONU. El 19 de abril el coronel belga
LucMarchal se despidió de Dallaire y partió con sus últimos soldados. El retiro belga
redujo la fuerza de Unamir a 2100. Las mejores tropas de Dallaire.
Francia:
El genocidio en Ruanda se desarrolló en el marco de la gran familia de las doctrinas
militares de la “guerra antisubversiva”. Desarrollada por la escuela militar francesa
entre el fin de la guerra de Indochina y la guerra de Argelia. Que se aplicó en Argelia,
Ruanda y Argentina, casi al mismo tiempo.
Con dos características principales: 1) sistema de propaganda y adoctrinamiento de
masas susceptible de movilizar todas las fuerzas de una sociedad para dominar la
subversión, 2) recurso a la técnica de la desaparición forzada.
Francia lanzó la Operación Turquesa a fines de junio. Una lavada de cara. Esta
operación fue muy criticada, ya que se consideró una fachada para mejorar la imagen de
Francia, debido a los estrechos vínculos que había mantenido con el régimen de
Habyarimana.
El gobierno de Lionel Jospin desarrolló una misión de información parlamentaria, que
se llamó “Misión Quiles”. Limpió a Francia de toda sospecha de complicidad en el
genocidio, aun cuando el Estado francés había sostenido “una cooperación demasiado
comprometida”. Las 1000 páginas del informe fueron enterradas en un cajón y no se
habló más.

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EEUU:
El 15 de abril el secretario Warren Christopher mandó un telegrama a la embajadora
Allbright en la ONU: “La comunidad internacional debe asignar al más alta prioridad al
retiro completo y ordenado de todo el personal de Unamir lo más pronto posible…Nos
opondremos a todo esfuerzo en este momento de conservar una presencia de la Unamir
en Ruanda…Nuestra oposición a retener la presencia de Unamir en Ruanda es firme”.
El 29 de julio el presidente Clinton ordenó a 200 soldados ocupar el aeropuerto de
Kigali para enviar ayuda humanitaria a Ruanda. Antes de su arribo, Dallaire recibió una
llamada. Un funcionario estadounidense quería saber exactamente cuánta gente murió
en Ruanda. Dallaire no entendió el motivo de la pregunta. El funcionario contestó:
“Estamos sacando nuestros cálculos, y una baja estadounidense vale más o menos
85.000 muertos en Ruanda” (Power 464).
Recién cuando el FPR tomó Ruanda el presidente Clinton ordenó cerrar la embajada de
Ruanda en Washington, y dijo que EEUU no podía “permitir la permanencia en nuestro
suelo de representantes de un régimen que respalda masacres genocidas”.
ONU:
A Dallaire prácticamente se le ordenó no entrar en combate, y sus tropas fueron
paulatinamente reducidas. Le ordenaron que su prioridad era la evacuación de los
extranjeros. Kofi Annan le ordenó “Deberá hacer todo esfuerzo para no comprometer su
imparcialidad o actuar más allá de su mandato, pero podrá usar su discreción al hacerlo,
si resultara esencial para la evacuación de los extranjeros. Esto no, repito, no debería
extenderse a la participación en posibles combates excepto en defensa propia”. La
neutralidad era fundamental. Es decir que Dallaire solo tenía dos posibilidades de entrar
en combate, en defensa de los extranjeros o en defensa propia.
“Mi fuerza estaba hasta las rodillas en cuerpos mutilados, rodeada de los quejidos
guturales de los moribundos, mirando los ojos de niños desangrándose, con las heridas
abiertas al sol de invadidas de moscas y gusanos. Pasaba por aldeas en las que la única
señal de vida era una cabra, una gallina o un pájaro, pues toda la gente estaba muerta,
sus cuerpos devorados por hambrientas jaurías de perros silvestres”.
El 13 de mayo el senador Paul Simon (demócrata de Illinois), y el senador James
Jedffords (republicano por Vermont), llamaron por teléfono al general Dallaire en
Kigali y le preguntaron qué necesitaba. Dallaire le dijo que si tuviera cinco mil hombres
pondría fin a las masacres. Los senadores redactaron de inmediato una nota que se
entregó en mano en la Casa Blanca. Que nunca recibió respuesta.
Las consecuencias de esta atención exclusiva a los extranjeros se sintieron de inmediato.
En los días que siguieron al siniestro aéreo unas 2000 personas, incluyendo a 400 niños,
se agruparon en la EcoleTechniqueOfficielle bajo la protección de unos 90 soldados
belgas. Pero el 11 de abril se ordenó a los soldados de paz belgas reagruparse en el
aeropuerto para ayudar a la protección de los civiles europeos. Muchos ruandeses
pidieron “no nos abandonen!” y los soldados de la ONU los espantaron con disparos de

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advertencia al aire. Cuando los soldados de la ONU salieron por uno de los portones, los
hutus entraron por otro, dispararon ametralladoras y arrojaron granadas. La mayoría de
los 2000 allí agrupados murieron”: Alison des Forges, Leavenone to tellthestory. En los
tres días en que se evacuó a unos 4000 extranjeros murieron unos 20.000 locales.
Por resolución 912 el Consejo de Seguridad de la ONU redujo sus efectivos de fuerza
de conservación de la paz de a una fuerza simbólica de 270 soldados. Un verdadero
abandono de los ruandeses. La justificación de Boutros Ghali es que las tropas eran solo
fuerza de mediación, pero no fueron enviadas para hacer la guerra. Pero el Capítulo VII
autoriza a los cascos azules a abrir fuego para llevar a cabo su misión.
Por resolución 918 del 17 de mayo de 1994 el Consejo de Seguridad creó la Minuar 2,
de acuerdo al capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, con derecho a abrir
fuego. Pero ni Francia ni Bélgica estaban ya dispuestos a enviar tropas, y EEUU menos.
Ni EEUU ni ningún otro Estado miembro sugirió en ningún momento la expulsión del
Estado genocida, que ocupaba una banca en el Consejo de Seguridad. Tampoco ninguno
ofreció albergue a los refugiados que escaparon de la carnicería.

Procesos de Justicia
Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR):
El Tribunal creado por la resolución 955 del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas el 8 de noviembre de 1994 , tiene como base una estructura similar al
del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. Con sede en Arusha, Tanzania.
Dictó 61 condenas.
La misión del TPIR es juzgar a las personas acusadas de genocidio, crímenes de lesa
humanidad y violaciones al art.3 común de las Convenciones de Ginebra y del
Protocolo II Adicional a las Convenciones (relativo a los conflictos armados no
internacionales). El mandato del Tribunal abarca crímenes cometidos entre el 1 de enero
y el 31 de diciembre de 1994 (un año), perpetuados por ruandeses en el territorio de
Ruanda y los estados vecinos, o por ciudadanos no ruandeses en Ruanda.
Fue el primer tribunal internacional en emitir una sentencia por genocidio a partir de la
interpretación de la definición de genocidio de la Convención de 1948. El 2 de
setiembre de 1998 la Sala de Primera Instancia condenó por genocidio a Jean-
PaulAkayesu: cadena perpetua. También fue la primera sentencia en reconocer la
violencia sexual como actos constitutivos de genocidio. Akayesu fue declarado culpable
de violación por no haber impedido ni detenido una violación en su calidad de oficial, y
no por haberla cometido personalmente. El tribunal consideró que la violación
constituía tortura y que, dadas las circunstancias, la violación generalizada, como parte
de unas "medidas dirigidas a impedir nacimientos dentro del grupo", constituía un acto
de genocidio. Por ejemplo, en las sociedades donde la pertenencia a una etnia está

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determinada por la identidad del padre, violar a una mujer para dejarla embarazada
puede impedirle dar a luz a su hijo en el seno de su propio grupo.
Y en la causa El Fiscal contra Rutaganda (1999) el Tribunal Penal Internacional
sostuvo, en relación a la clasificación de hutus y tutsis como grupos “étnicos”, que “a
los fines de aplicar la Convención sobre Genocidio, la pertenencia a un grupo es, en
esencia, un concepto subjetivo más que objetivo. El perpetrador de genocidio percibe a
la víctima como perteneciente a un grupo destinado a la destrucción. En algunos casos,
la víctima puede percibirse a sí misma como perteneciente a dicho grupo”.
También fueron juzgados empresarios. Por ejemplo: Caso Musema, Sentencia dictada
por el Tribunal Internacional para Ruanda en el año 2000. Alfred Musema era dueño de
la fábrica de té “Gisovu”, y se probó que sus empleados cometieron crímenes utilizando
los camiones de la fábrica. El Tribunal determinó que el empresario podría haberlos
despedido, o bien haber evitado que usaran sus camiones.
El Tribunal fue establecido fuera de Ruanda, y se ha encargado de pocos casos y los
procesos fueron muy largos, burocráticos y costosos. Lo que generó severas críticas
desde la sociedad ruandesa, que no se sintió involucrada en el proceso de juzgamiento.
Uno de los fracasos más grandes del TPIR fue su negativa a tratar los crímenes de
guerra y contra la humanidad cometidos por el FPR en 1994. Este rechazo se debió a las
presiones del gobierno de Ruanda. La ex fiscal del TPIR Carla del Ponte fue destituida
de su cargo al querer investigar los crímenes del Frente Patriótico Ruandés.
Justicia local:
Justicia nacional de Ruanda. En 1996 se estableció una ley para procesar los crímenes
vinculados al genocidio en los tribunales nacionales. Y el Gobierno emprendió una serie
de reformas con el fin de adaptar su sistema judicial a los estándares internacionales.
Uno de los más importantes fue la abolición de la pena de muerte en 2007.
Pero la cantidad de personas involucradas en el genocidio era tan grande que los
tribunales no daban abasto y las prisiones comenzaban a superpoblarse, en condiciones
deplorables. Miles de detenidos murieron por esta situación.
Tribunales populares:
Basados en un mecanismo tradicional (precolonial) de resolución de disputas menores:
tribunales gacaca. Se trataba deprocesos tradicionales llevados sentados en el pasto,
donde los venerables de una comuna examinan las acusaciones y las defensas.
Estos tribunales comenzaron a funcionar regularmente en 2005y finalizaron su trabajo
en junio de 2012, luego de haber procesado aproximadamente dos millones de casos.
Además de lograr justicia, tenían como objetivo fomentar la reconciliación y llegar a la
verdad sobre lo ocurrido en el genocidio. Las leyes orgánicas que regularon la actuación
de los tribunales gacacaestablecieron que estos tenían la facultad de procesar y juzgar
los delitos de genocidio y otros delitos contra la humanidad perpetrados entre el 1 de
octubre de 1990 y el 31 de diciembre de 1994 (cuatro años). Los jueces de esos

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tribunales eran elegidos por su integridad. Las audiencias eran públicas y todos los
presentes podían intervenir.
Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales:
MTPI es una estructura residual encargada para concluir la labor del Tribunal
Internacional para Ruanda.

Los protagonistas
ThéogonesteBagosora:(78 años)
Ejecutor del genocidio, desde su cargo de jefe de gabinete del Ministerio de Defensa.
Condenado en 2008 a cadena perpetua, reducida a 35 años de prisión.Dallaire la
consideraba “la reencarnación de Macquiavelo” y “la persona más insensible de
África”. Estudió en Francia. Fue condenado por genocidio. Y se lo declaró culpable de
los asesinatosde AgatheUwilingiyimana, los diez soldados de paz belgas que la
protegían.
Paul Kagamé: (62 años)
Paul Kagamé, el líder que puso fin al genocidio situándose al frente de un movimiento
rebelde de las Fuerzas Patrióticas Ruandesas (FPR), es el hombre fuerte del país desde
hace 20 años y su presidente desde hace 14.Estudió en Fort Leavenworth (Kansas).Fue
reelegido presidente de la República Ruandesa en 2003 con el 94.3% de los sufragios.El
país tuvo un desarrollo económico impresionante. Paul Kagamé ha sido procesado por
jueces en Francia y España por crímenes de genocidio, de guerra, de lesa humanidad y
de terrorismo. El juez francés lo acusa de ser uno de los responsables del atentado
contra el avión presidencial.
Romeo Dallaire:(73 años)
Romeo Dallaire nació en Denekamp (Países Bajos), pero de niño fue llevado a
Montreal, Canadá. Su padre era canadiense y él finalmente obtuvo la ciudadanía
canadiense.
Dallaire: “la culpa” pag.468 y ss. Power. Ya en agosto de 1994 Dallaire deseaba la
muerte. “Al final de mi gestión, circulaba en mi vehículo sin escolta, prácticamente
buscando emboscadas (mido dos metros). Procuraba hallar la destrucción y la liberación
de la culpa”. “Me volví suicida porque no había otra solución. No podía vivir con el
dolor y los sonidos y el olor. A veces, desearía haber perdido una pierna en vez de que
se me descompaginara toda esa materia gris. El perder una pierna es obvio, y hay
terapia y todo eso. Pero al aflojársele a uno los tornillos, es muy difícil encontrar una
explicación y la ayuda necesaria”.
En una entrevista le preguntaron si quiso suicidarse y contestó: “Lo intenté varias veces.
Y si no lo conseguí fue porque no me dejaron solo. Siempre venía alguien. Sufría de
una herida que siempre ha estado considerada como no honorable. Una herida en el

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brazo es honorable, pero una herida en la cabeza, entre las orejas, no lo es; en las
estructuras militares se es valiente o se es cobarde”.
El jefe de personal de Defensa canadiense Maurice Baril le dio un ultimátum a Dallaire
en diciembre de 1999: o abandonaba el tema de Ruanda y dejaba de testificar ante el
Tribunal Internacional y culpar en público a la comunidad internacional por no haber
hecho más, o se retiraba de las fuerzas armadas. “Les dije que jamás olvidaría Ruanda.
Yo fui el comandante de la fuerza y cumpliría con mi obligación, testificando y
haciendo todo lo que fuera necesario para llevar a esos tipos ante la justicia”. En abril de
2000 fue dado de baja de las fuerzas armadas canadienses por cuestiones de salud y
degradado. En junio de 2000 fue encontrado en el banco de una plaza. Había tomado
una botella de whisky además de su dosis diaria de calmantes. Se recuperó y escribió
una carta a la Canadian Broadcasting Corporation que se leyó al aire. Está en Power
471/472. “El día que me quite el uniforme va a ser el día en que también responda a mi
alma”. “Mi alma está en Ruanda. Jamás volvió, y no sé si alguna vez volverá”.
Actualmente tiene 73 años y es senador y activista por los derechos humanos. Escribió
su biografía, que se titula “Estrechando la mano del diablo”.

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