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Ana P.

de Quiroga en su texto Matrices de Aprendizaje trabaja la configuración de los sujetos en el proceso de conoc
existencia del sujeto como tal, está determinada por su capacidad de emerger de  los aprendizajes que se tejen e
partir de necesidades manifiestas desde su nacimiento. En otras palabras, las personas necesitamos de otro
esencialmente sociales. Es más, nos configuramos en una praxis transformadora, en una relación dialéctica mutua
Rivière. En este sentido, no sólo somos una síntesis de nuestra trayectoria vincular y social sino también de nuestros

La relación que las matrices de aprendizaje cumplen en la configuración del sujeto en el proceso de conocimiento
Quiroga, desde el momento en que hemos ido construyendo modelos internos o matrices de encuentro con lo real, en
las necesidades de la persona recién nacida. Esos modelos internos son personales y sociales, están en movimien
salvo casos extremos de patologías.  

El aprendizaje que podamos hacer nos va configurando como sujetos en un proceso que tiene continuidades y discon
entonces que nuestro aprendizaje tiene su historia. Cada quien ha aprendido a aprender,  organizar y significar
pensamientos, ha construido hábitos de aprendizajes y configurando una actitud hacia el aprendizaje,  ha construid
bien tiene sus singularidades no dejan de estar determinadas socialmente.

La matriz de aprendizaje es compleja y contradictoria. Incluye la forma en que aprendemos, un sistema de repres
con el mundo, una hipótesis de quienes somos en ese proceso de aprendizaje, que lugar y que tarea nos cabe en e
no.

Las matrices de aprendizaje actúan desde lo implícito, de allí que actuemos muchas veces sin problematizarlas. Si la
estar limitando nuestra apropiación de lo real. Son las crisis las que rompen con la familiaridad encubridora, son ellas
las matrices y –quizás- reconfigurar nuestra subjetividad. Es desde una reflexión crítica que se abre la posibilid
aprender, de constituirnos en sujetos del conocimiento (Ana P. de Quiroga).

Podemos afirmar entonces que las matrices  entendidas como estructuras internas, están ligadas a nuestra identidad
y nuestra historia. Están determinadas por diversos factores, es decir están multideterminadas. Se constituyen en
experiencia de aprender y de la modalidad particular con que estas experiencias se inscribieron en nosotros.

Haciendo hincapié en la configuración de los sujetos, es importante pensar como cada sistema social organ
conocimiento de los sujetos que la integran para garantizar su existencia y desarrollo. Cada sistema a través del pro
instancias, procura gestar sujetos capaces de sostenerlo, en tanto se presenta como instancia socializadora. Y son la
concepción de persona de mundo, del conocimiento en que estas relaciones se sostengan y legitimen, por la forma
hegemónicos en esa estructura, las que afectan la plasticidad y riqueza  así como su mayor rigidez y estereotipia de
En este sentido nos  podemos referir a la familia como primer lugar de aprendizajes, de nuestro aprender a aprend
como ruptura con esos modelos de aprendizajes previos, en particular con esta. Y nos referimos a las necesidade
proceso de exploración de lo real en busca de una fuente de gratificación. Ese proceso es el aprendizaje que va deja
vida.

Ejemplo

En el primario aprendí las sumas y las restas dibujando fichitas al lado de los números para luego contarlas y señalar
esos aprendizajes,  recuerdo las molestias que me generaba no poder disponer de un soporte para efectuar los cálc
con el pensamiento abstracto.

Recuerdo también haber visto a mi hermano menor en primer grado, dibujar las fichitas, pero luego de efectuar las o
situación que nos generaba sonrisas en la familia ya que las hacía correctamente sin la necesidad de utilizar un sopor
a la pregunta de mi madre de porque las hacía si no le hacían falta, él contestó algo molesto, que porque la señorita
había explicado como hacía las sumas y restas, ella le insistió que igual debía dibujar las fichita como sus compañero

Creo encontrar en esta viñeta familiar  una práctica y en la comparación, elementos para pensar como un modelo d
impotencia y sometimiento de un alumno, borrando singularidades, vaciando la experiencia, valorando y sobrestim
sacralizándola. Al decir de Ana P. de Quiroga, maestros/as como estudiantes van siendo enajenados de su necesida
como personas pensantes. 

Nos queda por pensar a ese sujeto que se configura en el proceso de aprendizaje que puede responder a matric
interrogar lo real desde un pensamiento innovador fundado en cuestionamientos. Estamos hablando de la revisión cr
dar lugar a otras matrices de aprendizaje.

Para Pichon-Rivière el grupo operativo,  en tanto es técnica, da lugar a un espacio privilegiado para el  desarrollo y r
Para él el grup
“Un conjunto restringido de personas ligadas por constantes de tiempo y espacio y articuladas en su mutua repres
forma explícita o implícita una tarea que constituye su finalidad. Estas personas interactúan a través de complejos m
de roles.” El mismo estima que si bien tal revisión puede provocar una intensa  movilización emocional, tambié
elaboración lo cual posibilitará redimensionar y resignificar nuestra condición de sujetos del conocimiento. A mi enten

Fuente Enfoques y Perspectivas en Psicología Social Ana P de Quiroga


 

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Las matrices de aprendizaje y el rol docente


Por José Antonio Gómez Di Vincenzo
La escuela es uno de los ámbitos donde mejor puede percibirse en acción las
denominadas “matrices de aprendizaje”, un constructo teórico aportado por la psicóloga
social Ana Quiroga (1985) para dar cuenta de la relación entre lo aprendido y lo
enseñado, para mostrar las relaciones que existen entre lo heredado y nuestra capacidad
de transformación de lo dado. Muy sintéticamente puede decirse que una matriz es un
modelo interno, una forma de organizar las prácticas, un universo de experiencia y
conocimiento.
En efecto, cada docente articula las prácticas pedagógicas de diferentes formas.
Encontramos distintos tipos de conducción de la clase, distintas formas de relacionarse
con el grupo que tienen que ver con las diferentes formas de actuar propias de cada
personalidad. En el desempeño de su rol, el maestro pone en juego una serie de
conocimientos teóricos y didácticos pero también, las matrices de aprendizaje con las
cuales, ha edificado su propia historia escolar.
Cada sujeto es un ser esencialmente social atravesado por una complejísima trama de
vínculos y relaciones sociales. El modo en que cada maestro organizó y significó su
experiencia escolar durante sus aprendizajes como alumno está socialmente
determinado e incluye no sólo aspectos del conocimiento sino que también, tiene que
ver con valoraciones afectos emociones y esquemas de acción. La representación del
mundo tiene una estructura elaborada e incorporada a través de los procesos de
aprendizaje.

... somos esencialmente no sólo seres sociales sino sujetos cognoscentes. Y somos
también en cada aquí y ahora el punto de llegada de una historia social y vincular que
puede ser caracterizada como una trayectoria de aprendizajes. En esa trayectoria hemos
ido construyendo un modelo interno o matriz de encuentro con lo real: hemos ido
aprendiendo a aprender... (Quiroga, 1985: 19)

Esa matriz de relación sujeto-mundo es un efecto del aprendizaje y a la vez,


condiciona nuevos aprendizajes. Es decir, que la matriz de aprendizaje se constituye en
interacción pero a la vez, condiciona nuevas interacciones.

Definimos entonces como matriz o modelo interno de aprendizaje, a la modalidad


con la que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su universo de
conocimiento. [...] Está socialmente determinada y incluye no sólo aspectos
conceptuales sino también afectivos, emocionales y esquemas de acción. Este modelo,
construido en nuestra trayectoria de aprendizajes, sintetiza y contiene en cada aquí y
ahora nuestras potencialidades y nuestros obstáculos. (Quiroga, 1985: 35)

Desde esta matriz de aprendizaje, el docente realizará sus proyecciones, su planeamiento, fijará sus
objetivos, seleccionará los contenidos para alcanzarlos, organizará las experiencias para que el alumno
construya el conocimiento, conducirá y evaluará el trabajo realizado por el niño.
Siguiendo las conceptualizaciones de Ana Quiroga (1985), podemos afirmar que muchos de los rasgos
de las matrices de aprendizaje no acceden a la conciencia, permaneciendo en forma subyacente en el acto
de aprender. Estos modelos son naturalizados; es decir, no son cuestionados o problematizados. En líneas
generales es como si actuáramos sin reflexionar: no cuestionamos nuestras experiencias de aprendizaje ni
pensamos si los modelos que en ellas subyacen permiten una verdadera construcción de conocimiento. En
nuestro orden social, hemos aprendido a aprender sin interrogarnos críticamente sobre  nuestras formas de
relacionarnos con el conocimiento.

En nuestra cultura y en función de las relaciones sociales dominantes no se incluye


como parte del proceso formativo la problematización, el cuestionamiento de nuestros
modelos de aprendizaje, una reflexión sobre ellos. Por el contrario, en un sistema
educativo y familiar recorrido por la identificación entre criterio de verdad y criterio de
autoridad, sistema a la vez funcional a un orden dado, se legitima un modelo como la
única forma válida de aprender. (Quiroga, 1985: 37)

No obstante, ante determinadas circunstancias podemos comenzar cuestionar los


modelos. Este fenómeno se da en momentos de crisis social o personal. Las crisis se
constituyen, de esta manera, como momentos de quiebre fundamentales para romper
con la familiaridad de nuestros modelos internos de aprendizaje y vínculo con el mundo.
Al cuestionar, nos distanciamos. Este distanciamiento permite a su vez, la apertura de
un nuevo espacio de construcción y resignificación que dan paso a una nueva etapa de
desarrollo de nuevas formas de aprender y de relacionarnos con el mundo. De modo que
los modelos se pueden modificar si se asumen como criticables y objetos de revisión
dando lugar así a nuevas experiencias y posibilidades de transformación de lo dado.

Para seguir leyendo:

Quiroga, A. (1985): Matrices de aprendizaje. Constitución del sujeto en el proceso de


conocimiento.  Buenos Aires, Editorial Cinco.

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