CIUDAD Y VIVIENDA.

EVOLUCIÓN Y VISIÓN CRÍTICA DESDE LA PANDEMIA

El Estado peruano es unitario y, al igual que la mayoría de Países latinoamericanos,

se ha caracterizado por ser centralista. Esto significa que todas las decisiones que
afectan a los distintos departamentos del país eran tomadas por el Gobierno Central
desde Lima, la capital. El centralismo político, administrativo y económico, lo
arrastramos desde la época colonial, cuando el Virrey concentró el poder político y
económico en la capital, en cuanto recaudación de impuestos y decisiones de
gobierno. El centralismo político dio paso al centralismo económico, favoreciendo el
crecimiento urbano de Lima y aumentando la diferencia con las economías regionales
o locales. De este modo, el país ha oscilado entre el centralismo e intentos de
descentralización sin mucho éxito.

A lo largo de la historia siempre Lima ha sido la protagonista y a pesar de que en estos

últimos años se ha intentado voltear la situación, esta aun no ah sido lograda. Este
departamento no solo concentra el poder político, aunque a decir verdad esto ayuda
mucho, sino que también el poder económico y social ya que al haber pasado por
tantas oleadas de migraciones no se puede decir que lima es solo de los costeños,
sino de todos los peruanos. En cada esquina que vayas puedes encontrarte con
personas de diferentes partes del país con una historia y cultura diferente es por eso
que aun en estos tiempos esta frase sigue vigente, “El Perú es Lima, Lima es el Jirón
de la Unión, el Jirón de la Unión es el Paláis Concert” (Abraham Valdelomar)

“La expansión vía la implantación de las grandes avenidas y nodos circulares al estilo
haussmaniano; el desarrollo de la urbanización pintoresquista tipo ciudad jardín de
planta tardo barroca; la idea de una ciudad sin límites en su expansión; el desarrollo
de una ciudad segregada socialmente…” (Lima: Poder, centro y centralidad. Del centro
nativo al centro neoliberal,2002)

El centro del Plan Moderno o la disolución del centro; Este Plan Piloto de Lima
formulado en 1949, trataría de ensayar su completa reestructuración a través de la
casi total desaparición de su preexistencia edilicia y urbanística. Siendo tomado como
bases para este nuevo plan, “la utopía moderna lecorbusiana”. Para los autores del
plan, lima es una ciudad modelo del crecimiento acelerado y desordenado, esto
significa que Lima no es una ciudad con elementos colocados bajo una sola una visión
conjunta, sino una simple aglomeración de barrios dispuestos de modo anárquico.
Cabe mencionar que el nuevo centro debía ser un centro coherente con una ciudad de
1.650.000 hab. como población limite y tenía como reto corregir aquello que constituía
sus principales problemas. El plan constituye una renovación total, la demolición de
toda la ciudad para erigir una nueva bajo estos modelos lecorbusianos, creando a su
vez un nuevo centro.

Hoy en día, la ciudad se encuentra muy tugurizada, con centros periféricos en

aumento debido a la sobrepoblación del centro de la ciudad, hoy al vivir este problema
de salud mundial. Covid 19, nos hace reflexionar sobre nuestra manera de vivir, de
alguna manera desordenada y caótica tanto así que nos hace pensar en una reforma
urbana como una solución, bajo nuevos parámetros y generando una
descentralización, como dice la lectura generando periferias excluyentes y más
saludables, creando mayores espacios sociales y un confort para hacinamiento más
apto.

Diana Saenz Silva