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Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en
una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y
vacas; pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había
comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente,
comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la
tenía como a una hija. Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso
tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había
venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para
aquel que había venido a él.
ii. El uso del juramento “Vive Jehová ” de parte de David muestra lo apasionada
que es su indignación. Llamó a Dios a ser testigo de la justicia de su sentencia de
muerte sobre el hipotético hombre rico de Natán.
c. Debe pagar la cordera con cuatro tantos: David justamente supo que
penalizar al hombre rico – incluso con la muerte – no era suficiente. También tenía
que pagar algo al hombre al que le había arrebatado algo. David sabía que el
verdadero arrepentimiento implica restitución.
i. Con cuatro tantos también muestra que el pecado de David y la dureza de su
corazón no disminuyó su conocimiento de la Biblia. Inmediatamente supo lo que la
Biblia decía sobre los que roban: Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo
degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja
cuatro ovejas (Éxodo 22:1). David conocía las palabras de la biblia pero estaba
distante del autor.
d. Y no tuvo misericordia: La idea es que el hombre debió haber tenido
misericordia de su prójimo y no lo hizo. De la misma manera en que
David debió haber tenido misericordia de Urías y del padre y del abuelo de
Betsabé.
3. (2 de Samuel 12:7-9) La confrontación de Natán.
Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová,
Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, y
te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di
la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho
más. ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo
delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a
su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón.
a. Tú eres aquel hombre: Con esto, Natán aplicó la parábola con una simplicidad
alarmante. Natán tenía que impactar a David para que viera su pecado por lo que
era. “Este ciertamente fue un procedimiento rotundo y sencillo.” (Trapp)
i. Impactado, pero no asustado: “Usted no puede asustar a un hombre para guiarlo
al arrepentimiento, usted puede asustarlo para guiarlo al remordimiento, y el
remordimiento puede guiar o no al arrepentimiento.” (Maclaren)
ii. “Dios nos acusa y nos condena uno por uno para poder salvarnos uno por uno.”
(Maclaren) Una salvación personal requiere de convicción de pecado personal. No
era suficiente para David confesar que era pecador en un sentido general; él tenía
que confesar su pecado en este mismo punto.
iii. En este sentido, la confesión de nuestro pecado necesita ser específica. J.
Edwin Orr habla de un periodo de avivamiento en Brasil cuando una mujer se puso
de pie en la iglesia llena de gente y dijo, “por favor oren por mí, necesito amar más
a las personas.” El líder gentilmente le dijo, “Esa no es una confesión, hermana.
Cualquiera pudo haberlo dicho.” Más adelante en el servicio la mujer se puso de
pie otra vez y dijo, “Por favor oren por mí. Lo que debí haber dicho es que mi
lengua ha causado muchos problemas en esta iglesia.” Su pastor le susurró al
líder, “Ahora sí estamos hablando.”
iv. No nos cuesta nada decir, “No soy todo lo que debería ser” o “Debería ser un
mejor Cristiano.” Sí nos cuesta algo decir “He provocado muchos problemas en
esta iglesia” o “He tenido amargura contra ciertos líderes, con los cuales quiero
disculparme ahora mismo.”
iii. Esta fue una respuesta excepcionalmente buena parade un hombre con la
posición que David tenía en la vida. Cuando son confrontados con su pecado, los
reyes frecuentemente dicen “córtenle la cabeza.” David mostró que Dios estuvo
trabajando en su corazón todo ese tiempo, y la confrontación de Natán solamente
fue la última pieza del trabajo.
iv. “En todo esto David fue revelado con preeminencia como un hombre conforme
al corazón de Dios. Otros hombres que hubieran sido encontrados culpables de
semejante fracaso pudieron haber defendido sus acciones, incluso haber
asesinado al profeta. Pero no fue así con este hombre. Él conocía a Dios, conocía
la maldad de sus acciones, y confesó su pecado.” (Morgan)
c. El hijo que te ha nacido ciertamente morirá: Hay una diferencia entre el
juicio para el pecado y el juicio por el pecado. Dios le perdonó a David su pecado,
pero no lo protegería de cada consecuencia de su pecado. David tendría que
enfrentar las consecuencias de su pecado, empezando con la muerte del hijo
recién nacido de Betsabé.
i. Esto muestra que Dios no solo quería sanar a David de la culpa de su pecado,
también quería sanar a David de la prescencia de su pecado. Nunca leemos que
David haya cometido adulterio otra vez porque Dios usó estos correctivos para
guiar a este tipo de impurezas lejos de David.
ii. “Mucho antes de su pecado con Betsabé, hubo varias indicaciones de la
especial predisposición de David hacia esta tentación. Este pecado solo echó
sobre la superficie la maldad que siempre estuvo con él; y ahora Dios, habiéndolo
hecho ver que el cáncer mortal estaba ahí, empieza a usar el cuchillo para
extirparlo de él.” (Spurgeon)