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LOS ADVENTISTAS
Y EL ARMAGEDÓN
DONALD ERNEST MANSELL
ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA

Av. San Martín 4555, B 1604CDG Florida Oeste
Buenos Aires, República Argentina
Biblioteca de Libros Adventistas en PDF

https://www.facebook.com/groups/librosadventistaspdf/
CONTENIDO
1. La Primera Guerra Mundial y el Armagedón . . . . . . . . . . . . . 5
2. Las primeras opiniones adventistas sobre estos temas . . . .. 11
3. Las opiniones variables de Urías Smith sobre escatología .. 22
4. Desacuerdo sobre el último poder de Daniel 11 . . . . . . . . . . 33
5. Las opiniones de Smith llegan a predominar ............ 38
6. Voces en el desierto y vientos de cambio . . . . . . . . . . . . . . . 67
7. La guerra del Armagedón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
8. La vuelta a la posición adventista original. . . . . . . . . . . .. 117
3
Este libro está dedicado a
Vesta West Mansell,
mi querida esposa y mejor amiga

CAPíTULO
LA PRIMERA
GUERRA MUNDIAL
Y EL ARMAGEDÓN
~[.premprano en la mañana deIS de agosto de 1914, un joven em-

~i~j
pleado que trabajaba en un almacén de tabaco en la ciudad de
~ Nueva York, llegó a su lugar de trabajo y comenzó a clasificar
los periódicos. Al rasgar la envoltura de un fardo del New York Times
quedó pasmado por el titular que le saltó a la vista. Consistía de una
sola palabra en el tipo de letra negra más grande disponible y decía:
¡ARMAGEDÓNl
Uno no tiene que ser un estudiante de la profecía bíblica para sen-
tir que la palabra Armagedón tiene un sonido siniestro. Para muchas
mentes, incluso para las seculares, evoca visiones de un conflicto ar-
mado de proporciones de cataclismo.
El joven tabaquero estaba más familiarizado con el significado bí-
blico de Armagedón que su cliente promedio. Adventista de tercera
generación, había servido como el encargado de la carpa del evange-

LOS ADVENTISTAS Y EL ARMAGEDÓN
lista J. W. Lair, en Parkersburg, Virginia Occidental, durante las últi-

mas semanas de la guerra ruso-japonesa de 1904-1905. El adolescente
había escuchado la descripción del evangelista Lair sobre la horrenda
carnicería asociada con Armagedón, y dejó una impresión indeleble
en su mente. Sin embargo, aunque parezca mentira, solo unos pocos
días después de la firma del tratado de Portsmouth que puso fin a la
guerra ruso-japonesa, el adolescente se escapó del hogar, se unió a
un hermano mayor que trabajaba como artista en la ciudad de Nueva
York y anduvo en los caminos del mundo. La guerra ruso-japonesa
no se había desarrollado en el Armagedón, como había predicho el
pastor Lair, y el joven estaba seguro de que tenía muchos años más
para prepararse para la segunda venida.
Después de un par de años de trabajar como artista, el joven con-
siguió trabajo como empleado en un almacén de tabaco cerca de
Bowery, donde vivía. Por el tiempo en que pensó que había olvidado
todo acerca de lo que el evangelista Lair había predicado, tuvo un
sueño terrorífico. Soñó acerca del Armagedón y el fin del mundo. Así
que no es sorprendente que el titular que saltó a la vista de aquel joven
empleado aquella mañana de agosto de 1914 le trajera recuerdos de
la catastrófica batalla final de las naciones: los soldados de caballería
atacando en la batalla con la sangre que llegaba hasta los frenos de
los caballos (Apoc. 14:20). De hecho, el joven pródigo confesó más
tarde que tres veces durante aquellos diez años había tenido el mismo
sueño horripilante, y que participaba de la batalla. Invariablemente se
despertaba con una transpiración fría.
Aquel joven empleado era mi padre.!
El hijo pródil!o rel!resa al hOl!ar

Un poco tiempo antes del estallido de la guerra, mi padre comenzó
a cartearse con su hermanastra Lillian. Un día, no mucho después de
6
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y EL ARMAGEDÓN
aparecer aquel titular en el New York Times, ella le escribió y le dijo

que sus cartas olían a tabaco y le preguntó si fumaba. Él le contestó
y le confesó que fumaba. Le dijo que había tratado de abandonarlo
muchas veces, pero que no podía romper el hábito.
Mi tía Lillian le rogó que dejara de fumar y que regresara al hogar
en Hungtington, en Virginia Occidental, donde estaba viviendo ahora
la familia de su padre. Después de algunas cartas más, tuvo éxito en
persuadirlo a dejar su trabajo y volver a la casa de su padre. 2
Cuando el pródigo llegó a Hungtington, el evangelista Charles T.
Redfield estaba promediando una serie de conferencias de evangeli-
zación sobre las profecías bíblicas. Por aquel tiempo, Turquía había
entrado en la guerra alIado de los poderes centrales y la gran preocu-
pación en las mentes, no solo de los adventistas sino también de otros
cristianos y aun de la gente secular era: ¿es esto el Armagedón?3 Des-
pués de todo, el mundo nunca había visto una guerra de proporciones
tan gigantescas.
Los evangelistas adventistas sacaron mucha ventaja de esta inquie-
tud popular, y el pastor Redfield no fue la excepción. Siempre llega-
ba a las reuniones con un fajo de recortes recogidos de los diarios
matutinos y vespertinos y les señalaba a sus oyentes cómo los acon-
tecimientos en Europa destrozada por la guerra estaban cumpliendo
la profecía bíblica. Citaba frecuentemente la predicción del primer
ministro británico, Henry H. Asquith, que al entrar en el conflicto al
lado de los poderes centrales, Turquía había "hecho sonar su toque de
difuntos". 4
La guerra, afirmaba en forma concluyente el evangelista Redfield,
vería a Turquía expulsada de Europa. Antes de mucho tiempo los tur-
cos plantarían "las tiendas de su palacio" en Jerusalén, "el monte glo-
rioso" entre el Mediterráneo y el Mar Muerto, y allí llegarían a su fin
ignominioso y ninguna nación levantaría un dedo para ayudar a los
7
infieles. Esto, le decía el evangelista a sus oyentes, estaba predicho en

la profecía de Daniel 11:45. Pero eso no era todo.
Siguiendo al éxodo del "enfermo de Oriente"slos turcos establece-
rían su capital en Jerusalén. Las envidias de los poderes europeos los
motivarían a enviar sus ejércitos a Palestina para proteger los santos
sepulcros. Una vez allí, barrerían a Turquía del mapa. De qué manera
los ejércitos en guerra sobre el frente oriental se retirarían del comba-
te, se unirían en una causa común contra Turquía, que era un aliado de
los poderes centrales, trasladarían sus fuerzas a Palestina y destruirían
Turquía, 10 dejaba sin explicar.
De alguna manera, la destrucción de la nación turca sería la se-
ñal para "los reyes del oriente" (Apoc. 16:12) o sea, las naciones
de Asia, para que se trasladaran hacia el oeste. Después de cruzar
el río Éufrates y llegar a Palestina, habría un desacuerdo entre los
ejércitos y se lucharía en Meguido la batalla más sangrienta en la
historia de la humanidad, el Armagedón de Apocalipsis 16: 13, 14 y
16.
Cristo aparecería repentinamente en medio de la batalla y aniqui-
laría no solo a los combatientes en disputa sino también al resto de
los impíos. Entonces resucitaría a los santos muertos y los llevaría,
junto con los santos vivos al cielo (1 Tes. 4:16, 17; Juan 14:1-3; Heb.
11: 13-16) donde pasarían los mil años siguientes antes de regresar a
la tierra.
El argumento gráfico que se presentaba era convincente. Después
de todo -decía el predicador- ¿no había profetizado Cristo que habría
guerras y rumores de guerras; que se levantaría nación contra nación
y reino contra reino (Mat. 24:6, 7)? ¿No estaban desfalleciendo los
corazones de los hombres por el temor y la expectación de las cosas
que estaban sucediendo en la tierra (Luc. 21 :26)? Mire la frecuen-
cia de ataques al corazón. ¿No había profetizado el profeta Joel que
8
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y EL ARMAGEDÓN
habría sangre, y fuego, y columnas de humo (Joel 2:30)? Mire los

terribles incendios como consecuencia de la destrucción de las ciu-
dades en Bélgica y Francia. Mire el interés cada vez más creciente en
el espiritismo como consecuencia de las muertes de miles de jóvenes
soldados en los campos de Flandes. ¿No había visto Juan el Revela-
dor "tres espíritus inmundos a manera de ranas" que salían para re-
unir "los reyes de la tierra" para la batalla del Armagedón? ¿No había
dicho el estadista británico Sir Edward Grey que parecía "como si en
la atmósfera de nuestro planeta" los espíritus de demonios estuvieran
incitando a las naciones a ir a la guerra?
Las conferencias absorbían la atención, y multitudes solicitaban el
bautismo; convencidos de que el mundo estaba a punto del "Armage-
dón".6 Mi padre fue uno de ellos. Con la ayuda de Dios, renunció al
tabaco y permaneció como leal adventista durante el resto de su vida.?
En realidad, llegó a ser un ministro, y yo, como un chico que crecía,
lo recuerdo dando conferencias evangelizadoras y predicando acerca
de la venidera batalla del Armagedón.
En todas esas reuniones mi trabajo era manejar el proyector de
diapositivas de mi padre. Dos diapositivas que usó para ilustrar sus
conferencias dejaron en mí una impresión imborrable. La primera era
una tira cómica que mostraba ocho o diez caricaturas, las naciones
líderes del mundo en fila cantando. La leyenda decía, "Paz, paz, ma-
ravillosa paz". En la primera diapositiva, las naciones daban la cara a
los oyentes. Sobre la izquierda había un toro regordete, personifica-
ción de Inglaterra, cerca de él un alto, delgaducho Tío Sam (Estados
Unidos) y en el extremo derecho estaba el pequeño Japón en una pla-
taforma improvisada haciendo una mueca siniestra.
La siguiente diapositiva mostraba la vista por atrás del mismo gru-
po. Cada uno tenía en su mano derecha una pistola amartillada. La
leyenda decía: "Paz, paz, maravillosa paz".
9
A pesar de los métodos imperfectos,

la decisión de Dios predomina para el bien
No todos los que se unieron a la Iglesia Adventista por medio de
la predicación de la cuestión de Oriente y el Armagedón durante la
Primera Guerra Mundial permanecieron en la iglesia. Cuando los
eventos no se materializaron como se habían predicho con tanta con-
fianza, grandes cantidades de conversos desilusionados abandonaron
la iglesia.
A pesar del hecho de que las predicciones de nuestros evangelistas
adventistas fallaron, agradezco a Dios que mi padre quedó impresio-
nado por las predicaciones de los pastores Lair y Redfield, volvió a
unirse a la iglesia y permaneció fiel al mensaje adventista. Pero sen-
cillamente porque en su caso y en el caso de otros Dios invalidó su
decisión, no es una buena razón por la que los adventistas deben ga-
nar almas estableciendo fechas o haciendo predicciones escatológicas
que no son parte de la palabra profética más segura.
Referencias
1. De los manuscritos inéditos "The Memoirs of Emest P. Mansell" [Las memorias de Ernesto P. ManselI] y
las conversaciones del autor con él.
2. lbíd., así como de las conversaciones con mi tía Lillian.
3.lbíd.
4. John E. Fulton, Signs ofthe Times (en adelante, abreviado como S1), 17 de agosto de 1915.
5. Un término acuñado por el canciller atto von Bismarck en la década de 1870.
6. El eslogan de Theodore Roosevelt para su campaña por la presidencia de 1912: "Estamos en el Arrnagedón
y lucharemos por el Señor".
7. De "Las memorias de Ernesto P. ManselI" y las conversaciones del autor con él.
1 O
CAPíTULO
LAS PRIMERAS
OPINIONES ADVENTISTAS
SOBRE ESTOS TEMAS
e vez en cuando, tensiones que existen desde hace mucho

tiempo en el Oriente Medio estallan en conflictos armados,
llevando a algunos estudiantes de la Biblia a predecir que
el mundo está al borde del Armagedón. Se supone que esta batalla se
centralizará en Meguido, en Palestina, lugar del cual, según se cree,
deriva su nombre. Aquí, según algunos estudiantes de la profecía bí-
blica, se librará la guerra más horrenda de todas las guerras. En el
pasado, muchos adventistas estuvieron de acuerdo con esta interpre-
tación de Apocalipsis 16: 12-16.
Una cosa parece cierta: a pesar de las diferencias de interpretación,
virtualmente todos los adventistas están de acuerdo que la opinión
que uno tenga del Annagedón y del último poder de Daniel 11 (véase
Dan. 11 :40-45) con el que frecuentemente se lo ha relacionado, no es
un asunto de salvación. Con todo, estas diferencias han ocasionado
1 1

algunos de los desacuerdos más agudos y amargos que alguna vez

hayan surgido entre nuestro pueblo.
Por ejemplo, el 28 de septiembre de 1878, Guillermo White, en-
tonces presidente de la Asociación General, confrontó públicamente
a Urías Smith, el editor de la revista de la iglesia, The Advent Review
and Sabbath Herald (abreviada en adelante como Review en el texto
y como RH en las notas), durante el congreso anual que precedió al
congreso de la Asociación General, sobre la identificación que Smith
hacia del último poder de Daniel 11. 1
En 1920, William T. Bartlett fue reemplazado por Arthur S. Maxwell
como redactor de la revista Present Truth publicada en Inglaterra y
"exiliado" al campo misionero porque discrepaba con el punto de vista
generalmente aceptado entonces acerca del último poder de Daniel 11. 2
En los primeros años de la década de 1940, dos profesores en uno
de nuestros colegios superiores se trabaron en una "batalla" de empu-
jones sobre las diferencias en sus interpretaciones del Annagedón y el
rey del norte. 3
Tan tarde como en 1959, un grupo de ministros que estaban en una
gira por las tierras bíblicas, discutieron "calurosamente" la cuestión
del Annagedón mientras estaban sobre las ruinas de Meguido. Algu-
nos contendían que allí era donde se iba a luchar la última y grandiosa
guerra final. Otros insistían que el valle de Meguido, aun incluyendo
el área circundante, era demasiado pequeña para acomodar a todos los
ejércitos del mundo. El debate, como era de esperar, generó más calor
que luz. 4
Un bosquejo de las enseñanzas adventistas

sobre la cuestión de oriente
En vista del hecho de que la interpretación que uno tenga del Ar-
magedón y del rey del norte, a menudo llamada "la cuestión de Orien-
1 2
~
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Creencias acerca del Armagedón IIJ
Armagedón como
una batalla espiritual
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Armagedón como una ;¡;.
IIJ
batalla religiosa-militar L
11 o
Armagedón como
una batalla física
Creencias acerca de Daniel 11
""" "Z
O
Z
m
El último poder de I ~
IIJ
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Daniel 11 es el papado ............... e
IN El último poder de ............. <
m
Daniel 11 es Turquía Z
~
Diversas interpretaciones IIJ

~
del último poder de Daniel 11 ;¡;.
IIJ
IIJ
Perspectivas cambiantes sobre la profecía O
1:1:1
A través de los años, han cambiado las creencias adventistas acerca del Armagedón y de los poderes representados en las profecías de Daniel ;II:j
m
77. Como lo muestra este cuadro,las dos cambiaron juntas desde 1867 hasta 1924. Al cambiar los puntos de vista sobre Daniel 71, estos han in- m
fluido en las expectativas del Armagedón y viceversa. La opinión actual del Armagedón como una batalla espiritual, y del papado como el último IIJ
~
poder de Daniel 77 (el rey del norte), están muy cerca de las creencias sostenidas por nuestros pioneros. O
IIJ
La línea negra sólida representa la creencia más popular en cada período. Desde 1845 hasta 7857, se consideró al Armagedón como una ba-
~
talla espiritual, y se consideró que el último poder de Daniel 77 era el papado. En 7857, la creencia de que el Armagedón sería una batalla física en m
~
Palestina comenzó a imponerse y las creencias acerca de Daniel 77pronto comenzaron a poner el énfasis sobre Turquía. Desde 7924,Ia creencia ;¡;.
acerca del Armagedón ha progresado más hacia una batalla espiritual. Desde 7952 hasta 1995 nuestras interpretaciones del último poder en IIJ
Daniel 77 estaban en desorden, pero recientemente ha habido un cambio de vuelta al punto de vista de los pioneros adventistas.
te" no es un asunto que ataña a nuestra salvación, surge la pregunta:

¿por qué perder tiempo en discutir siquiera algo este asunto? La res-
puesta es que, al revisar nuestra enseñanza pasada sobre este tema,
podemos evitar conflictos innecesarios en el futuro así como el riesgo
de confundimos haciendo predicciones que fallan.
El cuadro de la página 13 ilustra los cambios que han ocurrido en
nuestra enseñanza sobre el Annagedón y el rey del norte durante el
curso de la historia de nuestra iglesia.
Las raíces de la controversia

El adventismo del séptimo día no se originó en un vacío. Surgió de
la escuela historicista de interpretación profética y recibió su influencia.
Un análisis del libro The Prophetic Faith of Our Fathers de Leroy E.
Froom, tomos III y IV, que tratan con Apocalipsis 16:12-16 y Daniel
11 :40-45, muestra que la gran mayoría de los predecesores y contempo-
ráneos de Guillermo Miller, creían que el Éufrates y el último poder de
Daniel 11 se referían al imperio turco-mahometano. Una minoría peque-
ña creía que estos representaban al papado. El secamiento del Éufrates
representaba la declinación de esos poderes. En cuanto al tiempo para
las plagas, la mayoría creía que eran los grandes eventos históricos que
estaban o en el pasado o en el proceso de cumplimiento. Se entendió al
Armagedón como una batalla literal, generalmente en el Medio Oriente,
durante la cual Cristo vendría y destruiría a las naciones en guerra.
Interpretaciones mileritas
Guillermo Miller, fundador del Movimiento Milerita y antepa-
sado espiritual de los adventistas del séptimo día, recibió induda-
blemente la influencia del medio de la interpretación profética en
el cual vivió, y con todo mantuvo algunas ideas que eran claramente
diferentes de las que mantenían sus predecesores y contemporáneos
14
LAS PRIMERAS OPINIONES ADVENTISTAS SOBRE ESTOS TEMAS
protestantes. Junto con ellos creía que el Éufrates representaba al pue-

blo turco y que el secamiento de este río representaba la disminución
del poder de Turquía. En cuanto a las 7 últimas plagas, creía que eran
siete grandes eventos históricos, cinco de los cuales estaban en el pa-
sado, uno, el secamiento del Éufrates estaba en proceso de cumpli-
miento y el séptimo ocurriría en el segundo advenimiento, 10 que él
creía que ocurriría entre 1843-1844.
Según Miller, los reyes del oriente eran las naciones de Europa.
Bajo la sexta plaga estos "reyes" invadirían Norteamérica con sus
ejércitos y pelearían la batalla del Armagedón. La batalla sería prima-
riamente militar pero tendría trasfondos religiosos. Cristo aparecería
repentinamente en medio de la batalla, derrotaría a sus enemigos y
salvaría a su pueblo. 5 En sus últimos años, Miller alteró su opinión
sobre algunos de estos puntos. 6
Miller creía que el rey del norte era el papado. 7
Aunque la mayoría de los mileritas estaban de acuerdo con los
puntos de vista de Miller, algunos no 10 estaban. Unos pocos siguie-
ron las enseñanzas de Josías Litch, uno de los lugartenientes de Mi-
ller. Según Litch, Cristo vendría y llevaría (¿el rapto?) a su pueblo al
mar de vidrio (no al cielo), donde organizaría su reino. Entretanto es-
tarían cayendo las plagas. Bajo la sexta plaga, Cristo vendría con sus
santos, pelearía la batalla del Armagedón en Jerusalén y expulsaría a
los impíos de la ciudad santa. Afirmaba que el Éufrates, representaba
el río literaL 8 De esa manera, creía que las plagas caerían después de
la segunda venida de Cristo. 9 Según Litch, Napoleón Bonaparte era el
último poder de Daniel 11.
Interpretaciones después del chasco

Las interpretaciones acerca del Armagedón y del rey del norte no
fueron, comprensiblemente, mayores preocupaciones de los mileritas
1 5
inmediatamente después del gran chasco del 22 de octubre de 1844.

Los registros de los 5 ó 6 años posteriores son escasos, pero los que
quedaron muestran que las interpretaciones cambiaron radical y errá-
tic amente durante aquellos años.
Tan temprano como en agosto de 1847, José Bates, uno de los
fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, creía que las
siete últimas plagas serían derramadas en el futuro, después de la
proclamación del mensaje del tercer ángel llamando al pueblo de
Dios a salir de Babilonia, es decir, de las iglesias apóstatas. 10 En
1849 creía que "una parte de los 144.000 vendrían de" Asia y que
cuando el "sexto sello [¿plaga?] fuera derramado, el río Éufrates se
secaría ante ellos para cruzarlo ... 'en EL DÍA GRANDE DEL SE-
ÑOR"'.l1
Por abril del año siguiente, Bates había adoptado una opinión que
se acercaba mucho a la posición aceptada por los adventistas guarda-
dores del sábado durante los siguientes 20 años. Se cita a Bates como
enseñando
... que las siete últimas plagas están en el futuro,

que será un tiempo de angustia, cuando Dios hablará
cumpliendo la profecía de Hageo 2:6, 21; que esta es
la señal para la gran batalla de Dios; que los 144.000
sellados (Apoc. 14:1) son todos los santos vivientes
que están sellados al recibir su mensaje [el de Bates],
cuyos pecados son borrados, y quienes [van a] tener
poder sobre las naciones para ejecutar los juicios es-
critos, según el Salmo 149:9; que entonces comienza
la batalla en la cual los impíos son casi o totalmente
muertos. 12
1 6
Las opiniones variables de Hiram Edson

Hiram Edson, el pionero adventista que se dio cuenta primero de la
entrada de Cristo en el lugar santísimo del santuario celestial el 22 de
octubre de 1844, creyó a fines de la década de 1840 y hasta el otoño
del hemisferio norte de 1850, que los judíos regresarían a Jerusalén.
Mientras estuvieran allí, se pelearía la batalla del Armagedón en la
cual estaría envuelta Rusia, el rey del norte. 13
Esta opinión del Armagedón y del rey del norte, nunca ganó mu-
chos seguidores, y por septiembre de 1850, Edson la había abandona-
do y comenzó a hacer hincapié en que el Armagedón sería una batalla
sobre la cuestión del sábado. 14
Las opiniones de Jaime White

No se conoce 10 que creía exactamente antes del chasco Jaime
White -el joven predicador milerita que más tarde llegó a ser uno de
los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día-, con res-
pecto al Armagedón y al último poder de Daniel 11. Probablemente
mantuvo el punto de vista milerita aceptado de que ese poder era el
papado, pero esto no es de ninguna manera seguro.
Lo que se conoce con seguridad es que alrededor de mayo de 1846
cambió su punto de vista en cuanto al tiempo del derramamiento de
las plagas, porque en A Word to the Little Flock (de ahora en adelante
como WLF, del 30 de mayo de 1847), la primera publicación de los
adventistas guardadores del sábado dice en la primera página de ese
folleto que "por casi un año" había creído que las plagas estaban todas
en el futuro, pero antes de la segunda venida. Esta creencia difería
claramente de las interpretaciones de Miller así como de la opinión
de Litch. Pero más importante que esto, la interpretación de White
permanece como la posición adventista sobre el momento del derra-
mamiento de las plagas hasta hoy.
1 7
¿Por qué White, Bates y otros cambiaron sus opiniones? No po-

demos ser dogmáticos pero es casi seguro que las visiones de Elena
Harmon, quien se casó con Jaime White el 30 de agosto de 1846,
tengan algo que ver con eso. Por ejemplo, en WLF, p. 22 Jaime
declara que en el verano de 1845 él Y Elena creyeron que se había
cometido un error de un año al calcular el fin de los 2300 días, y que
Cristo vendría en octubre de 1845. Sin embargo, en una visión que
había tenido unas semanas antes, Elena 15 vio que volverían a chas-
quearse, porque aún debían pasar a través "del tiempo de la angustia
de Jacob". El tiempo de la angustia de Jacob fue un concepto com-
pletamente nuevo para la joven pareja y alteró su entendimiento de
los eventos del fin.
Arma~edón, una batalla sobre la cuestión del sábado

Al desarrollarse las interpretaciones proféticas de Jaime White, se
llegó a creer que la batalla del Armagedón era el choque decisivo en-
tre las fuerzas del bien y del mal, que culminaba en la segunda venida
y que el sábado del séptimo día sería el gran punto en disputa. Otros
siguieron rápidamente esta posición, entre ellos líderes tan tempranos
como José Bates, John Nevins Andrews, Hiram Edson, Roswell F.
Cottrell, David Arnold, George W. Holt y otros.
El sur~imiento del espiritismo y el Arma~edón
El espiritismo moderno, surgió en Hydesville, en el estado de Nue-

va York, en marzo de 1848, cuando Margaret y Kate Fox comenzaron
a comunicarse por medio de golpecitos con el supuesto espíritu de
John Rosma, un mendigo asesinado. Unos pocos meses más tarde vi-
sitaron a su hermana, Leah Fish, que vivía en Rochester, Nueva York,
y exhibieron sus poderes misteriosos en el Corinthian Hall ante una
audiencia que prestó una atención extasiada a su misteriosa forma de
18
comunicarse con los muertos. De Rochester, el fenómeno se propagó

como la pólvora y llegó a ser conocido como los "golpes misteriosos
de Rochester".
El 24 de agosto de 1850, se le mostró en visión a Elena de White
que los "golpes misteriosos que habían comenzado exactamente en
Rochester"16 eran "efectos del poder de Satanás" Y También se le in-
formó que '''los golpes ... se irían extendiendo más y más"'.18
Antes de mucho tiempo, los líderes de los adventistas guardadores
del sábado identificaron a los espíritus del espiritismo con "espíritus
de demonios que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo
el mundo para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todo-
poderoso" (Apoc. 16:14). Así, en 1851, Jaime White declaró que "los
'espíritus inmundos' de los que Babilonia iba a llegar a ser la 'gua-
rida', ... se refería a los milagros espiritistas de sus días, tales como
los 'golpes misteriosos "'.19 Con el tiempo identificó a esos espíritus
como los agentes que reúnen las naciones para "la batalla del gran día
del Dios Todopoderoso".2o
Unos pocos meses antes, George W. Holt, un colaborador frecuen-
te de la Review, dijo, después de citar Apocalipsis 16:13, 14:
Esto es indudablemente la obra de la hechicería

practicada por muchos en el tiempo presente, por las
artes engañosas bajo el nombre de biología, psicolo-
gía, mesmerismo y golpes espiritistas, o la pretendida
comunicación con los muertos. Juan no dice que esta
obra de engaño comenzó con el derramamiento de la
sexta plaga; pero aquí tiene otra opinión y vio por qué
medios los malvados serán reunidos para la gran ba-
talla. 21
1 9
Samuel W. Rhodes, un predicador milerita que se unió a los ad-

ventistas guardadores del sábado, identificó "los golpes misteriosos"
como la obra de "aquellos 'espíritus de demonios'" que estarían invo-
lucrados "en el último y poderoso conflicto".22 David Arnold declaró
que "Satanás con sus legiones de ángeles caídos, o espíritus de Demo-
nios [sic] está trabajando por medio de la psicología, el mesmerismo,
y la así llamada manifestación del espíritu, para 'engañar a todo el
mundo "'.23 E. R. Seaman, un colaborador de la revista de la iglesia,
escribió que los adventistas "no se asociaban con los" "'espíritus que
dan golpecitos'" pero creía "que eran espíritus de demonios haciendo
señales, que están reuniendo a todo el mundo para el último tremendo
conflicto final". 24
Desde ese tiempo en adelante, los adventistas han creído que la re-
unión de las naciones en Armagedón será realizada por los "espíritus
de demonios" obrando por medio del espiritismo, sin tener en cuenta
la naturaleza de la batalla o los asuntos implicados.
Referencias
1. Review and Herald, 3 de octubre de 1878. De aquí en adelante abreviada como RH.
2. Declaración de S. Lawrence Maxwell al autor.
3. A. Grabam Maxwell en su casete, "Cristo para el tiempo y la eternidad", (C) & (P), Apocalipsis l, del 6
de mayo de 1989, lado dos, dice: "Pienso de dos santos que acostumbraban a ... [¿podríamos decir?] que incluso
llegaron a tener contacto físico sobre la escalinata del lrwin Hall en el Pacific Union College (abreviado, PUC)
sobre el asunto del Arrnagedón. Casi la vimos [la batalla] comenzar exactamente allí sobre la escalinata". Leo R.
Van Dolson, que en aquel tiempo era un estudiante en el PUC, fue testigo de ese altercado y le dijo al autor de este
libro que fue una batalla de "presiones y empujones".
En 1951 este autor le preguntó a uno de los "combatientes" si era verdad que entre él y otro profesor se habían
dado "encontronazos" sobre el asunto del Arrnagedón, y reconoció, "sí, para vergüenza nuestra, es verdad".
4. Recuerdos del autor.
5. Guillermo Miller, Evidences From Scripture and History of the Second Coming of Christ About the Year
1843. (Troy: Kemble and Hooper, 1836), pp. 208-210, 218-220).
6. The Western Midnight Cry, 4 de marzo de 1844, p. 104; The Advent Herald and Signs of the Times Re-
porter, 16 de octubre de 1844, p. 88, es decir, Arrnagedón es el "lugar [donde] Cristo reunirá a sus elegidos en su
segunda venida, y se lo interpretó con el significado de "el monte del evangelio, o de otro modo, el monte de los
frutos".
7. Evidences ... , pp. 95, 96.
8. 1bíd., 1. 1, pp. 175,180-183,189-192,
9. Prophetic Expositions; or a Connected View ofthe Testimony ofthe Prophets Concerning the Kingdom of
God and the Time oflts Establishment (Boston, Mass.: Joshua V. Rimes, 1842),1. 1, p. 175.
20
10. José Bates. Secomi Advent Waymark!' ami High Heaps. or a Connected View olthe Fulfilment 01 Prophecy
by God's Peculiar People (New Bedford: Imprenta de Benjamín Lindsey. 1847). p. 20.
11. José Bates. A Seal olthe Living God. A Hundred Forty-Four Thousand. olthe Servants olGod Being Sea-
ledo in 1849 (New Bedford: Imprenta de Benjamín Lindsey. 1849). p. 62. Véase también pp. 15.25.26.45.49.51.
53 (para su concepto del levantamiento de Miguel y el tiempo de angustia); p. 37 (para su concepto del conflicto
venidero entre el sábado y el domingo); p. 47 (para su concepto de las 7 últimas plagas).
12. M. L. Clark en The Advent Herald (Boston), t. 5 (4 de mayo de 1850). pp. 1I0. 111.
13. Hirarn Edson. An Exposition 01 Scripture Prophecy; Showing the Final Return olthe Jews in 1850 (Ca-
nandaigua. Nueva York: Office of lhe Ontario Messenger. 1849). pp. 1. 10. 13.28-30.32.
14. RH. Extra. septiembre de 1850. pp. 12.13.
15. WLF. p. 22: "Es bien conocido que muchos estaban esperando que el Señor viniera en el mes séptimo
[octubre] de 1845. Se creía firmemente que Cristo vendría entonces. Unos pocos días antes de que transcurriera el
tiempo. estaba en Fairhaven y en Darmoulh. en Massachusetts. con un mensaje sobre este punto del tiempo. En ese
tiempo. Elena [G. Harmon] estaba con la compañía en Carver. Massachusetts. donde vio en visión que quedaría-
mos chasqueados y que los santos deben pasar a través del 'tiempo de la angustia de Jacob' que estaba en el futuro.
Su opinión de la angustia de Jacob era completamente nueva para nosotros. así como para ella". Véase también.
José Bates, A Seal 01 the Living God.... p. 24. donde dice: "Había creído que esta subida [del ángel sellador de
Apocalipsis 7:2] tenía que tomarse en sentido literal ... pero Dios en respuesta a la oración unida nos dio luz clara
sobre eso. por medio de la hermana Elena de White".
16. Elena de White. Spiritual Gifts (Battle Creek. Míchigan: James White Publisher. 1880). t. 2. p. 142. De
aquí en adelante abreviado como 2SG (ISG hasta eI4bSG).
17. Elena de White. Primeros escritos (Mountain View. California: Publicaciones Interamericanas. 1962). p.
59. Abreviado como PE.
18. Ib(d .• pp. 86. 87.
19. The Advent Review ami Sabbath Herald. 9 de diciembre de 1951. Abreviado como RH y como Review en
el texto.
20. RH. 24 de junio de 1852.
21. RH. 23 de marzo de 1852. "Biología" tal como la define el Oxlord Dictionary (ed. de 1933). en un tiempo
significó '''magnetismo animal'. una fase del mesmerismo". The Century Dictionary and Cyclopedia (edición de
1901). define "psicologizar" como "hipnotizar o mesmerizar". Parece que Holt estaba englobando las diferentes
formas de hipnotismo bajo la cobertura de fenómenos del espíritu.
22. RH. 28 de octubre de 1852
23. RH. 21 de julio de 1853.
24. RH, 10 de noviembre de 1853.
2 1
LAS OPINIONES
VARIAB LES DE
URíAS SMITH
SOBRE ESCATOLOGíA
rías Smith se unió al cuerpo de redactores de la Review and
Herald a comienzos de 1853. Durante los siguientes tres o
cuatro años mantuvo puntos de vista escatológicos virtual-
mente idénticos a los que sostenía Jaime White y los otros líderes
adventistas. l Esto se demuestra claramente por un largo poema que
escribió, que se publicó en la revista de la iglesia. 2 Sin embargo, a
mediados de 1857, su posición sobre la escatología había comenzado
a cambiar de su interpretación original, bajo la influencia aparente de
las opiniones populares futuristas de sus días sobre el Arrnagedón.
Smith comenzó ahora a expresar la creencia de que el Éufrates
simbolizaba el imperio turco y que el Arrnagedón era una guerra de
naciones. Al adoptar este punto de vista, confesó francamente que "la
opinión que tornamos puede diferir de la de algunos; [y] puede que
no ayude a muchos".3 En ese tiempo Smith no dijo dónde se libraría
22

LAS OPINIONES VARIABLES DE URfAS SMITH SOBRE ESCATOLOGíA
la batalla. Sin embargo, otros que adoptaron esa nueva interpretación

10 dijeron. Así, Otis Nichols, en la Review del 7 de julio de 1859, y R.
Baker, en la Review del 2 de julio de 1861, declararon que la batalla
se libraría en el "valle de Josafat", cerca de Jerusalén.
Algunos meses después del artículo de Baker, Jaime White reac-
cionó vigorosamente contra la posición de que el Armagedón se libra-
ría en Palestina. En la Review del 21 de enero de 1862, declaró sin de-
jar lugar a dudas que "la gran batalla no es entre nación y nación, sino
entre la tierra y el cielo", durante la cual las naciones serán destruidas
por la "terrible gloria ardiente" del segundo advenimiento. "En cuanto
al lugar de reunión", escribió, "en este momento solo deseamos decir
que pensamos que hay buenas razones para situarla donde Cristo hace
su descenso en su segunda venida". Debido a que esta es la única vez
que Jaime White declaró su posición sobre el Armagedón con grandes
detalles, reproducimos aquí algunas porciones que son significativas.
En vista de la guerra civil de los Estados Unidos,

y la actitud belicosa de otras naciones, algunas veces
se hace la pregunta, ¿no está comenzando la batalla
del gran día del Dios Todopoderoso? Deseamos ofre-
cer unos pocos pensamientos sobre la batalla de aquel
gran día que puedan dirigir a una investigación más
cabal y a una comprensión mejor de este tema.
Probablemente hemos entrado no más que en el
umbral de nuestras propias dificultades nacionales
[se estaba desencadenando la guerra civil de secesión
1861-1865]. El suelo norteamericano aún puede ser
empapado con sangre humana. El mal puede salir de
nación en nación, y un gran torbellino puede levan-
tarse de los confines de la tierra, hasta que todas las
23
naciones lleguen a estar empapadas en los horrores

de la guerra, y sin embargo en todo esto no vemos la
batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. Los
preparativos especiales para la batalla no comienzan
hasta el momento del derramamiento de la sexta plaga
[se cita Apoc. 16:12-14].
Por 10 que dice Jaime White, es evidente que muchos adventistas

creían que la guerra civil norteamericana era el comienzo del Arma-
gedón y que él deseaba disipar esa noción. White continúa diciendo:
Ahora se están manifestando los espíritus de de-

monios en lo que se llama espiritismo, que está lle-
nando el mundo con escepticismo con relación a las
Sagradas Escrituras; pero el tiempo para que "vayan"
a reunir los reyes de la tierra y de todo el mundo para
la batalla de aquel gran día, todavía está en el futuro.
En cuanto al lugar de reunión, en este momento solo
deseamos decir que pensamos que hay buenas razo-
nes para situarlo donde Cristo hace su descenso en su
segunda venida.
"Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que 10 montaba se llamaba Fiel y Verda-
dero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como
llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas;
y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él
mismo. Estaba vestido de una ropa teñida de sangre; y
su nombre es: El VERBO de Dios. Y los ejércitos ce-
lestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos" Apoc. 19: 11-14.
24
LAS OPINIONES VARIABLES DE UR(AS SMITH SOBRE ESCATOLOGíA
La persona descrita es el Hijo de Dios. Los ejér-

citos del cielo que 10 siguen son los ángeles. Aquí se
usa un ejército de caballería para representar el acceso
majestuoso de Cristo a esta tierra, acompañado por las
huestes del cielo.
Versos 15 y 16. "De su boca sale una espada agu-
da, para herir con ella a las naciones, y él las regirá
con vara de hierro, y pisa el lagar del vino del furor de
la ira del Dios Todopoderoso ... "
Compare esto con el capítulo 17: 13, 14. "Estos
tienen un mismo propósito y entregarán su poder y
autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero y el
Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y
Rey de reyes; y los que están con él son llamados y
elegidos y fieles".
Entonces, aquí, se libra la gran batalla y no hay
pruebas de que se dispare un tiro. El poder por el cual
Cristo y su ejército vence se representa por una espa-
da aguda que sale de la boda del gran Líder. De este
poder también se habla en 2 Tesalonicenses 2:8: "a
quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y
destruirá con el resplandor de su venida". Y de nuevo
en el capítulo 1:7, 8, "cuando se manifieste el Señor
Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en
llama de fuego, para dar retribución a los que no co-
nocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro
Señor Jesucristo". Esta última cita no dice que se in-
cendiará el mundo cuando Jesús se revele de los cie-
los; pero declara que Jesús y los ángeles de su poder
serán revelados en llama de fuego, fuego que, enten-
25
demos representa la terrible gloria ardiente de un Dios

airado que acompaña a los ejércitos dél cielo. Aquí
está el fuego inextinguible.
Los versos 17 y 18 [de Apoc. 19] dicen, "Y vi a un
ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz,
diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cie-
lo: Venid, congregaos a la gran cena de Dios, para que
comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de
fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de
todos, libres, esclavos, pequeños y grandes" ...
Aquí se ve que la gran batalla no es entre nación
y nación, sino entre la tierra y el cielo. Satanás desea
hacer otro ataque sobre Jesucristo. Congrega los es-
píritus caídos que tiene bajo su comando, y van a los
reyes de la tierra, y a todo el mundo, para reunirlos
para la batalla. El Rey de reyes vence y destruye a sus
enemigos.
En opinión de Jaime White, el Arrnagedón no era evidentemente

un conflicto armado entre las naciones en algún lugar de Palestina
que sería interrumpido por la segunda venida de Cristo, sino la des-
trucción de las fuerzas del mal por Cristo y su ejército celestial en la
segunda venida.
El ori~en del libro titulado Daniel y Apocalipsis

En los primeros años de la década de 1860, Urías Smith era un
maestro de escuela sabática en la iglesia adventista de Battle Creek,
Míchigan, y Jaime White era uno de los miembros. El sábado 17 de
mayo de 1862, comenzó la clase con un estudio versículo por ver-
sículo del libro del Apocalipsis. Jaime White, que a la sazón era el
26
LAS OPINIONES VARIABLES DE URfAS SMITH SOBRE ESCATOLOGíA
redactor de la revista de la iglesia, infonnó que "todos ... [llegaron] a

casi la misma conclusión sobre casi cada punto".4
Debido a esta casi total unanimidad de opinión, Jaime White co-
menzó a publicar un comentario versículo por versículo de Apoca-
lipsis, basado en las lecciones de Smith. Sin embargo, por el tiempo
cuando White alcanzó los capítulos 8 y 9, sus artículos estaban lle-
gando a ser cada vez más imprecisos. 5 Las cargas del liderazgo de
la iglesia durante la guerra civil norteamericana, el viajar entre las
iglesias, y la dirección de la Review le ocupaban mucho de su tiempo,
haciéndole difícil el continuar. Le pidió a Smith que se encargara de
la responsabilidad de continuar con sus comentarios en la revista de
la iglesia. Smith "consintió concluir el libro, comenzando con el capí-
tulo 10".6
A la luz de los desarrollos posteriores, sería interesante saber cómo
habría reaccionado Jaime White cuando Smith llegó a Apocalipsis
16:12-167 si hubiera estado menos preocupado con otros asuntos.
Como redactor de la Review ¿le hubiera pennitido a Smith presentar
en la revista de la iglesia una interpretación que substancialmente era
diferente de la posición que adoptaba la mayoría de los adventistas?
Nunca lo sabremos. Lo que sabemos es que cuando Smith llegó a
Apocalipsis 16, dijo: "él se inclinó a la ... opinión" de que el Éufrates
simbolizaba "la nación que ocupa el territorio a través de la cual... [ese
río] fluye", en otras palabras, "el imperio otomano o turco", y él creía
que el Annagedón se "lucharía" en "Jerusalén".8 Esta, aparentemente,
fue la primera vez que Smith señaló públicamente el lugar donde se
libraría la batalla. El valle de Josafat está entre Jerusalén y el monte
de los Olivos.
Smith tenninó su comentario sobre Apocalipsis en la Review el 3
de febrero de 1863. Su tratamiento del libro fue tan popular con los
lectores de la Review que se le instó a que publicara sus artículos en
27
la forma de un libro. Su libro, Thoughts on the Book of Revelation,

(abreviado Daniel y Apocalipsis) salió de la prensa por mayo de 1867,
aunque la página del título lleva la fecha de 1865. Aparentemente
Smith estaba perfeccionando sus comentarios durante este intervalo.
Cualquiera que sea el caso, muy pronto después que comenzó a cir-
cular el libro, fue animado a escribir un comentario sobre el libro de
Daniel y estuvo de acuerdo en encargarse de esa tarea.
Cambio en la interpretación de Daniel 11 :45

Hay una evidencia innegable que desde la mitad de la década de
1850 y hasta casi fines de 1867, la mayoría de los adventistas, inclu-
yendo Smith, creía que el papado era el último poder de Daniel 11.
Por ejemplo, en la Review del 13 de mayo de 1862, bajo las iniciales
"U.S.," Smith, citando al Liverpool Mercury que hablaba del "cambio
de la sede del papado a Jerusalén", preguntó con aprobación si esto no
era "significativo, tomado en conexión con Daniel 11:45. 9 Otros edi-
toriales sin firma, con toda seguridad escritos por Smith, que durante
parte de ese tiempo era el "redactor permanente" expresan la misma
opinión (véase la nota 9). Pero por el otoño del hemisferio norte de
1867, comenzamos a detectar un cambio lejos de esta opinión gene-
ralmente aceptada por los adventistas.
En la Review del 5 de noviembre de 1867, mientras que trabajaba
en sus comentarios semanales sobre Daniel, Smith sugirió que era
posible otra interpretación de Daniel 11 :45. Su razón para el cambio
parece clara. Estaba interpretando los últimos versículos de Daniel 11
a la luz de las noticias de los diarios. Escribiendo en esa edición de la
revista de la iglesia, dijo: "Garibaldi [el patriota y soldado italiano]
está decidido a obtener la posesión de Roma". Si esto sucedía, con-
cluyó Smith con cautela, "el poder temporal [del papado], el cual, si
se le quita ahora, probablemente nunca será revivido".
28
LAS OPINIONES VARIABLES DE URfAS SMITH SOBRE ESCATOLOGfA
Debe notarse que la sugerencia de que el papado nunca sería res-

tablecido iba directamente contra la opinión adventista aceptada de
Apocalipsis 13, es decir, que la herida mortal del papado de 1798 se-
ría curada y que su poder político le sería restaurado. Incidentalmente,
Urías Smith, sostuvo la posición de que aunque el papado recibió la
herida mortal en 1798, esa herida fue curada con la elección de un
nuevo papa en 1800. 10 Pero volvamos a tomar el hilo de 10 que esta-
mos tratando.
Para entender la cautela de Smith al decir que el papado proba-
blemente nunca sería restablecido, debemos considerar el contexto
histórico en el cual hizo esa declaración. En ese tiempo, el papado así
como el imperio turco, eran poderes en decadencia. "Todas las partes"
sugirió Smith, "anticiparon el rápido derrumbamiento del papado y
del mahometismo". 11 Sin embargo, quedaba el hecho de que ninguno
de estos poderes habían sido derrocados, de manera que fue cauteloso
y permitió que o el papado o el mahometismo (Turquía) pudieran
cumplir la profecía de Daniel 11:45.
Hasta marzo de 1871, los comentarios de Smith sobre Daniel ha-
bían estado apareciendo cada semana en la Review con una regulari-
dad semejante a la de un reloj. Por entonces estaba tratando con los
últimos versículos de Daniel 11. En sus explicaciones de estos versí-
culos, continuó permitiendo dos interpretaciones posibles: el último
poder de Daniel 11 podía ser el papado o podía ser Turquía. De esa
manera, al hacer sus comentarios finales de este capítulo, dijo, "el
tiempo determinará el asunto". 12
Entonces Smith suspendió sus comentarios por 6 semanas, o hasta
la edición de la revista de la iglesia del 16 de mayo de 1871. Su razón
por hacerlo así parece obvia: estaba buscando indicios que 10 guiaran
en su interpretación de Daniel 11:45-12:1.
Estos versículos hablan de un poder que "plantará las tiendas de
29
su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a

su fin, y no tendrá quien le ayude". El verso siguiente dice: "En aquel
tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los
hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde
que hubo gente hasta entonces".
¿ Qué estaba sucediendo en Europa durante aquellas seis semanas de
silencio? Francia, que por muchos años había sido el principal sostén
del papado, había perdido la guerra franco-prusiana. Aparentemente, el
indicio que Smith estaba buscando era la firma de la paz en Frankfurt.
Ese tratado, firmado el 10 de mayo de 1871, terminó la guerra entre
Francia y Prusia. Cuando Smith conoció los términos humillantes del
tratado, concluyó evidentemente que desde que el principal defensor
del papado no podía ayudar ya más al pontífice, el papado no tenía
futuro en el cumplimiento de los últimos versículos de Daniel 11.
Así que cuando Smith resumió sus comentarios sobre Daniel 12,
dijo, "cuando Turquía expulsada de Europa haga precipitadamente a
Jerusalén su sede temporaria del gobierno ... entonces, de acuerdo a...
[Dan. 12: 1] buscaremos el levantamiento de Miguel". 13 La suerte esta-
ba echada. Desde este tiempo en adelante, Turquía fue el último poder
de Daniel 11 en los artículos y editoriales de Smith. El papado estaba
fuera del cuadro. Por eso, no es sorprendente que en su edición de
1873 del libro Thoughts on Daniel... , Smith declarara con confianza:
El último vestigio del poder temporal murió [con

la captura de Roma por Garibaldi, en septiembre de
1870], nunca más, afirmó Víctor Manuel [11 de Ita-
lia, el rey], será restaurado; y el papa ha sido virtual-
mente un prisionero en su propio palacio desde aquel
momento ... EI último vestigio del poder temporal fue
arrebatado de su alcance. 14
30
LAS OPINIONES VARIABLES DE URIAS SMITH SOBRE ESCATOLOGIA
En vista de este giro de eventos, Smith declara en la Review del

25 de febrero de 1873, "El largamente acariciado deseo de Rusia de
obtener la posesión de Constantinopla y de la Turquía europea... arro-
ja mucha luz sobre Daniel 11:45". Pero más tarde diremos algo más
acerca de esto.
Por 1882, cuando sus comentarios sobre Daniel y Apocalipsis se
combinaron en un libro como Thoughts on Daniel and the Revela-
tion y se vendió al público como un libro de suscripción, Smith había
llegado a ser un convencido (uno podría casi decir arrogante), en su
identificación de Turquía como el último poder de Daniel 11. Por eso,
en la edición de 1881 de su libro Thoughts on Daniel..., elimina la
posibilidad de que el último poder de Daniel 11 pudiera ser el papa-
do con estas palabras: "El intento que algunos hacen de introducir al
papado aquí es tan completamente errado que su consideración no
necesita detenernos" .15
A la luz del resurgimiento del poder papal desde aquel tiempo,
ahora sabemos que fue Smith quien estaba "completamente errado".
En el capítulo siguiente volveremos atrás unos pocos años y tomare-
mos el hilo de un altercado que se levantó entre Smith y Jaime White
sobre la identificación de Turquía como el último poder de Daniel 11
y la gran luz que Smith pareció ver en los eventos que se desarrolla-
ban en el Oriente Medio.
Referencias
1. RH, 20 de junio de 1854, y 4 de diciembre de 1855.
2. RH, 17 de marzo al 12 de mayo de 1853.
3. RH, 18 de junio de 1857.
5. RH, 16 de septiembre de 1862.
6. RH, 21 de octubre de 1862.
7. RH, 2 de diciembre de 1862
8. Ibíd.
9. Para otros ejemplos de la identificación que el redactor asistente hace del papado como el rey del norte, ver
RH, 18 de abril de 1864, en el que dice: "Esperamos que este hombre de pecado [el papa] pronto plante las tiendas
de su palacio entre los mares y el monte glorioso, Jerusalén, y que venga a su fin y que nadie le ayude"; Ibíd., del
6 de enero de 1866 y del 20 de febrero de 1866, dice: "Parece que el papa está preparando su mente para venir a
3 1
su fin sin que nadie le ayude"; IbCd., del 11 de septiembre de 1867.

lO. Daniel and Revelation: The Response o[ History to the Voice o[ Prophecy. A Verse by Verse Study o[These
Important Books o[the Bible (Mountain View, California: Pacific Press Publishing Association, 1897), p. 564. "La
herida mortal fue curada cuando el papado fue restablecido ... por la elección de un nuevo papa, el 14 de marzo de
1800".
11. RH,5 de noviembre de 1867.
12. RH, 28 de marzo de 1871.
13. RH, 5 de noviembre de 1871, la cursiva es suya.
14. Urías Smith, Thoughts on Daniel and Revelation (Battle Creek, Míchigan: Review and Herald Steam
Press, 1873), pp. 146, 147.
15. ¡bíd., p. 283 (edición de 1882).
3 2
DESACUERDO SOBRE
EL ÚLTIMO PODER
DE DANIEL 11
abiendo pasado por el gran chasco de 1844, Jaime White era

mucho más cauteloso al hacer predicciones concernientes
a los eventos futuros de lo que era Smith. Por eso, Jaime
White ofreció unas palabras de advertencia casi seguramente dirigi-
das a Smith quien había escrito en la Review del 28 de marzo de 1871:
"Ahora todos los ojos se vuelven con interés a Turquía" y que vio el
deseo de Rusia de obtener la posesión de la Turquía europea y de los
Dardanelos como arrojando "mucha luz sobre Daniel 11 :45".1
Aquí están las famosas palabras de advertencia de Jaime White:
Están los que piensan más de la verdad futura que

de la verdad presente. No ven sino poca luz en la sen-
da en la que caminan, pero piensan que ven gran luz
adelante de ellos.
] ]

Las posiciones tomadas sobre la cuestión de orien-

te se basan sobre profecías que aún no [tuvieron] su
cumplimiento. Aquí debemos ir con tiento, y tomar
las posiciones con todo cuidado, no sea que nos en-
contremos removiendo los hitos completamente esta-
blecidos en el movimiento adventista. Puede decirse
que hay un acuerdo general sobre este tema, y que
todos los ojos están vueltos hacia la guerra que aho-
ra está en desarrollo entre Turquía y Rusia, como el
cumplimiento de esa porción de la profecía que dará
gran confirmación de fe en el fuerte clamor que está
cercano y la terminación de nuestro mensaje. Pero
cuál será el resultado de este dogmatismo en la profe-
cía no cumplida, si las cosas no salen como tan con-
fiadamente se las espera, es una cuestión angustiosa. 2
Estas palabras de amonestación en cuanto a la profecía no cumplida

fueron entonces un consejo excelente. Son un consejo excelente hoy día.
Smith reimprimió el editorial de White (Signs) doce días más tar-
de en la edición de la Review del 27 de noviembre de 1877. Varias
semanas después de eso, Smith publicó su reacción a las palabras
de advertencia de White. Declaró enérgicamente que "siempre había
sido cuidadoso en guardarse contra la idea de que esta guerra actual
[la guerra entre Rusia y Turquía de 1876-78] debería continuar ininte-
rrumpidamente hasta que el gobierno turco estuviera completamente
arruinado".3 Sin embargo, en sus editoriales, Smith continuó predi-
ciendo que Turquía se derrumbaría dentro de poco y expresó la opi-
nión de que la segunda venida estaba exactamente a la vuelta de la
esquina. 4 Fueron estos comentarios los que llevaron a Jaime White a
una confrontación con Smith dos días después de que apareció un edi-
3 4
DESACUERDO SOBRE EL ÚLTIMO PODER DE DANIEL 11
torial de Smith sobre la cuestión de oriente en la edición de la Review

del 26 de septiembre de 1878.
Milton C. Wilcox y William C. White, quienes asistieron al con-
greso anual y fueron testigos de la confrontación, dejaron registros de
10 que observaron. Smith declaró durante el congreso anual, que la
guerra ruso-turca de 1876-1878 (entonces en desarrollo) vería el de-
rrumbe del imperio otomano y el fin del tiempo de gracia. Esto sería
seguido muy pronto por la segunda venida. 5
Según Wilcox, White siguió la presentación de Smith con una refu-
tación de 70 minutos. La refutación de White fue publicada en la Re-
view del 3 de octubre de 1878. Aquí está 10 esencial del argumento:
Si los pies y los diez dedos de la estatua metálica

[de Daniel 2] son romanos, si la bestia con los diez
cuernos que se entregó a las llamas del gran día es
la bestia romana, si el cuerno pequeño que se levan-
tó contra el Príncipe de los príncipes es Roma, y si
el mismo campo y distancia están cubiertos por estas
cuatro cadenas proféticas, entonces el último poder
del capítulo 11 [de Daniel] que va "a llegar a su fin y
no tendrá quien le ayude", es Roma. Pero si es Tur-
quía, como algunos enseñan, entonces los dedos de la
imagen del capítulo 2 son Turquía, la bestia con los
diez cuernos del capítulo séptimo representa a Tur-
quía, y fue Turquía la que se levantó contra el Prínci-
pe de los príncipes en el capítulo octavo de DanieL
La refutación de White iba "a continuar". Nunca continuó. ¿Por

qué? W. C. White nos dice por qué. Dice que a su madre, Elena de
White, se le mostró en visión que su esposo había errado al confron-
3 5
tar públicamente a Smith. La unidad de la iglesia era más importan-

te que una interpretación privada sobre una profecía controversial.
Como creyente en la inspiración divina de su esposa, Jaime aceptó la
reprensión sin murmurar y dejó el tema sin siquiera ofrecer una razón
o explicación. 6
Muchos años después de la muerte de su esposo, Elena de White
escribió:
Mi esposo tuvo algunas ideas que en ciertos puntos

diferían de las de sus hermanos. Me fue mostrado que
por correctos que fueran sus puntos de vista, Dios no
le pedía que los expusiera ante sus hermanos, y creara
diferencias de ideas. Aunque él tenía dominio sobre
sus puntos de vista, una vez que fueran publicados,
las mentes los captarían a su manera y, quienes pen-
saran en forma diferente, pondrían en esas diferencias
toda la carga de su mensaje, produciendo contienda y
confusión. 7
Arthur L. White, el nieto de Elena de White, declara que uno de los

puntos de desacuerdo entre Jaime White y sus hermanos era su inter-
pretación del último poder de Daniel 11. En la biografía de su abuela,
Arturo dice esto de Jaime White:
... y Urías Smith sostuvo puntos de vista conflictivos

sobre la profecía del "rey del norte" descrito en Daniel
11 ... [y que Jaime] sintió que el enfoque de Smith, in-
dicando que el mundo estaba al borde del Armagedón,
amenazaría el fuerte apoyo financiero necesitado para
la rápida expansión de la obra de la iglesia.
36
DESACUERDO SOBRE EL ÚLTIMO PODER DE DANIEL 11
El mensaje de Elena de White a su esposo fue una

reprensión por tomar una trayectoria que llevaría al
pueblo a observar diferencias de opinión entre los lí-
deres y a disminuir su confianza en ellos. 8
¡Aprobó Elena de White las opiniones de Smithl

Debido a que Elena de White reprendió a su esposo por hacer fren-
te públicamente a Smith, algunos han concluido que estuvo de acuer-
do con la interpretación de Smith y que rechazó la de su esposo. Pero
esta no es necesariamente la conclusión que hay que sacar. Elena de
White siempre estuvo poco dispuesta a tomar partido sobre asuntos
incidentales, y especialmente cuando estaba involucrado su esposo.
En cuanto le tocaba a ella, la unidad de la iglesia era más importante
que la identificación del rey del norte. Eso fue verdad entonces, y
también es verdad hoy.
Referencias
1. RH, 25 de febrero de 1873.
4. Véase también RH, 7 de febrero de 1878; 9 de mayo de 1878; 6 de julio de 1878: "¿Quién puede fallar
en ver que hemos alcanzado los movimientos preliminares de la gran batalla del Armagedón?" lbíd., 11 de julio
de 1878 y 18 de julio de 1878, "La atención del mundo está comenzando a enfocarse en Jerusalén, y... todos los
eventos tienden a hacerla el punto central en la batalla venidera del gran día del Señor"; e Ibíd., 26 de septiembre
de 1878.
5. Documento del archivo (abreviado DF) 39, EUen G. White Estate, 12501 Old Columbia Pike, Silver
Springs, Maryland 20904.
6. DF 39. Explicación de lo que sucedió por W. C. White.
7. Carta 37, de 1887. Citada en White, El otro poder, tr. Rolando A. ltin (Florida, Buenos Aires: ACES,
1996), p. 77.
8. Arthur L. White, El/en G. White: The Lonely Years (Hagerstown, Mary1and: Review and Herald Publishing
Association, 1984), t. 3, pp. 96, 97.
3 7
CAPíTULO
LAS OPINIONES DE
SMITH LLEGAN
A PREDOMINAR
aime White falleció en 1881 y no se levantó ningún líder de su

estatura para defender su interpretación de Daniel 11. Su criterio
de que el papado era el último poder de Daniel 11, fue virtual-
mente abandonado, y la opinión de Smith llegó a ser la de la deno-
minación por más de 70 años. Pero hubo otro factor que incrementó
la influencia de Smith. En 1882, George King, el primer colportor
adventista del séptimo día, le recomendó a Smith que combinara la
revisión de sus comentarios sobre Daniel y Apocalipsis en un solo
tomo para vender al público. Ya popular entre los adventistas, estos
libros llegaron a ser la interpretación estándar o clásica de Daniel y
Apocalipsis por los siguientes 70 años y más.
Un cuadro compuesto de los puntos de vista de Smith

En ningún lugar presenta Smith una única exposición completa de
3 8

LAS OPINIONES DE SMITH LLEGAN A PREDOMINAR
todos los detalles de su opinión sobre el Armagedón y el rey del nor-

te. Sin embargo, tomando en consideración una excepción o dos, sus
artículos y editoriales variaron poco de la posición que había tomado
por 1871.
Al bosquejar el siguiente cuadro compuesto de la posición de Smith,
debe recordarse que mientras que los principios que fundamentan su
postura, permanecen más o menos constantes a través de los años,
solo hubo evolución en asunto de detalles.
Smith interpretó el Éufrates l así como el "rey del norte" de Daniel
11 :40-45 2 como el "poder turco", "el imperio otomano", "Turquía"
o de manera peyorativa, "los turcos". Afirmó que, antes de que "se
termine la obra de Cristo en el santuario y tome su trono para reinar"3
"el poder turco será obligado ... a trasladar la sede de su gobierno de
Constantinopla [ahora Estambul] a Jerusalén. 4 Este acto "haría a la
'tierra santa' ... la gran manzana de la discordia entre los cuerpos re-
ligiosos latinos, griegos y mahometanos". 5 Después de trasladarse a
Jerusalén, Turquía llegaría "rápidamente a su fin como nación".6 En
esta destrucción nacional, las naciones "se mantendrían separadas".7
Debe notarse que Smith nunca igualó esa guerra con el Armagedón.
"Muy poco tiempo después de que ... los turcos se trasladen a Je-
rusalén", dijo Smith, "Cristo termina... su obra como sacerdote". 8 En
otras palabras, se termina el tiempo de gracia y "comienzan a caer las
plagas".9 Bajo la sexta plaga "todo 10 ... [de Turquía] que actúa como
un obstáculo a"lo las "nacionalidades, poderes, y reinos que están al
este de Palestina... 11 queda completamente consumido". 12
Ahora quedaría "preparado el camino de los reyes del Oriente"13
y subirían a occidente. 14 "Los espíritus de demonios [que proceden
del] paganismo, el papado, y de un protestantismo apóstata y muerto,
[irían] para reunir las naciones para la última contienda".15 Esa gue-
rra, afirmó Smith, "comprometería a todas las naciones" .16
] 9
De modo interesante, la razón aparente para esta reunión de las

naciones en Palestina, sería la "posesión... de los santos sepulcros",
sobre los cuales, "las naciones han fijado sus ojos codiciosos y celo-
sos" y Pero la razón verdadera sería que las naciones "embaucadas"
por los "espíritus de demomos" podrían "trabarse en combate con-
tra el Señor de los ejércitos" .18 El punto focal para esta batalla, sería
"el valle de Meguido" .19 Sin embargo, algunas veces, dijo Smith,
"el valle de Josafat, cerca de Jerusalén"20 sería el centro de la tor-
menta.
Se ha afirmado que Smith nunca interpretó el Armagedón como
siendo una batalla del Oriente contra el Occidente. Esto es incorrecto.
Aunque no siempre presentó este aspecto del Armagedón, el hecho
de que su interpretación representó a las naciones de oriente movién-
dose hacia el oeste para unirse a las así llamadas naciones cristianas
y encontrándose en Meguido, ciertamente toma en cuenta una guerra
entre Oriente y Occidente. Sin embargo, algunas veces, Smith descri-
bió el Armagedón como una batalla en la cual las hordas del Oriente
atacaban a Occidente. Por ejemplo, escribió en la Review del 9 de
mayo de 1878:
Mientras que permanezca el imperio turco, su in-

dependencia está garantizada por todos los poderes de
Europa, siempre que permanezca una barrera eficaz
contra la irrupción de las hordas modernas del interior
del Asia en Asia occidental y en Europa del este. Pero
cuando Turquía caiga, su camino quedará preparado,
la barrera removida; y ¿por qué no podemos esperar
que oleadas de hordas inunden y fluyan hacia el occi-
dente, como a veces pasó en la Edad Media?21
40
Ampliando sobre la ocasional descripción del Annagedón hecha

por Urías Smith como una batalla de Oriente contra Occidente, T. R.
Williamson, alguna vez colaborador de la revista de la iglesia, escri-
bió en la Review del 10 de septiembre de 1895 lo siguiente:
Yo creo que la marcha de los reyes del oriente va a

comenzar muy pronto. India se unirá con mucho gusto
al movimiento hacia occidente ... El único gran obstá-
culo de la marcha de las multitudes del oriente es el
cinturón del territorio que está lleno de musulmanes
que se interpone entre las naciones de Asia oriental y
los países de Europa, Turquía, Persia, Afganistán, y
los otros países cercanos a, o limitando con el río Éu-
frates. Estos permanecerán o caerán juntos. Mientras
que continúen en el poder, especialmente Turquía, que
en influencia lidera a los otros, diferenciándose.como
10 hacen en religión de los asiáticos orientales tanto
como se diferencian de los europeos, forman un cintu-
rón que entorpece, o una zona de fuerza que mantiene
aparte a Europa y Asia...
Derrotar a los ejércitos y ocupar la tierra de Tur-
quía, significa la división y el dominio de Sll reino por
las naciones europeas, la absorción, o el secamiento
de sus posesiones por estas naciones. Ese aconteci-
miento no puede estar muy distante, y esa absorción
o secamiento de Turquía preparará el camino para el
empuje hacia occidente de la nube de guerra de miría-
das de asiáticos bajo sus gobernantes, que en Apoca-
lipsis se los describe como "los reyes del oriente".
4 1
Aunque Urías Smith y Williamson y tal vez algunos otros previe-

ron un Armagedón de Oriente contra Occidente, como veremos, esta
postura no recibió ninguna distinción en el pensamiento adventista
hasta cerca del fin de la guerra ruso-japonesa de 1904-1905.
El intervalo de Jones
En 1897, Alonzo T. Jones que había regresado recientemente de
una gira por Tierra Santa, fue elegido como el redactor jefe de la re-
vista de la iglesia y Urías Smith trabajaba como su asociado. A la
postura de Smith de Turquía-rey-del-norte/Turquía-Éufrates, Jones
pronto añadió un giro nuevo y diferente. Las naciones principales de
Europa, el Occidente, que estaba tratando de dividir a China, más los
Estados Unidos, que habían obtenido la posesión de las islas Filipi-
nas en 1898, eran, según Jones, los reyes del oriente mencionados en
Apocalipsis 16:12. Observe cómo razonó Jones:
Rusia controla todo el norte de la China hasta Pekín

[Beijing], todo al norte del paralelo 40. Después, hacia
el sur, viene Alemania; cerca del sur viene Gran Breta-
ña; luego Italia; luego Francia. Y ahora con Gran Bre-
taña y Alemania, así como por su nueva posesión de las
Filipinas, llegan también los Estados Unidos como uno
de los "reyes del oriente". Así que los reyes del oriente
AHORA son los mismos que siempre han sido los reyes
de occidente; sí, los poderes del extremo occidental han
llegado a ser los poderes del extremo oriente ... El poder
en el país del Éufrates [Turquía] deja de existir [bajo
la sexta plaga] "para preparar el camino a los reyes
del oriente". Y cuando vienen, ¿cuántos vienen? "Los
reyes de la tierra y de todo el mundo". ¡Ah, los reyes
42
del oriente son los reyes del Occidente; y los reyes del
Occidente son los reyes del Oriente! Y los mismísimos
reyes son los reyes de todo el mundo. 22
Esta curiosa pizca de lógica nunca consiguió mucha popularidad

entre los adventistas y esta opinión fue abandonada tan pronto como
Smith entró en reemplazo de Jones como el redactor jefe de la revista
de la iglesia en 1901. Durante los siguientes dos años hasta su muer-
te, Smith continuó declarando de vez en cuando en sus editoriales
sus opiniones del Armagedón y del rey del norte. 23 Aunque murió en
1903, sus opiniones siguieron vivas por más de 50 años.
La ampliación de la postura de Smith por Roderick S. Owen

Casi al fin de 1902, Roderick S. Owen, uno de los editores de
la revista Signs propuso una postura única de la batalla del Arma-
gedón. Debido a que su interpretación trató de unir una variedad
de opiniones bajo la cobertura de las opiniones escatológicas de
UrÍas Smith, merece que se la cite detalladamente porque va mucho
más allá de 10 que Smith pensó. Después de citar a Zacarías 14: 1-3,
Owen escribió:
Por esos versículos sabemos que todas las naciones

van a reunirse en batalla contra Jerusalén, y la ciudad
será tomada, después de 10 cual el Señor saldrá contra
las naciones. Esto divide la batalla en dos partes en las
que están involucrados tres poderes. (1) Algún poder
que está en posesión de la ciudad, y que sufre una de-
rrota; (2) las naciones que atacan la ciudad y que son
victoriosas, repartiéndose el botín en la ciudad; (3) el
Señor que va contra las naciones victoriosas ...
4 ]
Fundamentando su posición en Zacarías 14, Owen dividió la bata-

lla en dos partes en las que estaban envueltos tres poderes.
En Apocalipsis 16:14-16, los espíritus de demo-

nios, bajo la sexta plaga, van a los reyes de la tierra en
todo el mundo para reunirlos para la batalla de aquel
gran día del Dios Todopoderoso. Y los reunió en un
lugar que se llama Armagedón ... Tanto Joel como Za-
carías sitúan la batalla en Jerusalén ...
El secamiento de las aguas como símbolo indicaría
el derrumbamiento del poder... [el turco] y la destruc-
ción de su pueblo ...
En cuanto a Apocalipsis 16, la reunión de las naciones en Jerusalén

ocurre bajo la sexta plaga, y el secamiento del Éufrates representa la
separación del poder y el pueblo turcos.
El profeta Daniel (cap. 11 :44, 45) al describir la

carrera de este poder bajo el título de rey del norte,
dice: "Pero noticias del oriente y del norte lo atemo-
rizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a
muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los
mares y el monte glorioso y santo; más llegará a su
fin, y no tendrá quien le ayude".
Este texto, entonces, enseña que Turquía trasladará
su capital a Jerusalén, y... llegará a su fin y no tendrá
quien le ayude ...
Owen interpretó el último poder de Daniel 11 como Turquía que

trasladaría su capital a Jerusalén, donde llegaría a su fin.
44
El mundo cristiano contempla al poder mahome-

tano [turco] como el anticristo, y esto es verdad hasta
el punto en que se opone al cristianismo. Pero, ¿es
ese poder el anticristo que va a aparecer en el mundo
precisamente antes de que venga Cristo? ..
La manifestación del misterio de iniquidad podría
solamente ser completa con la aparición personal de
Satanás entre los hombres ...
Cuando Satanás haya llevado a las naciones a creer
que él es el Cristo, surgirá la pregunta, ¿dónde está el
anticristo? Entonces Satanás les señalará al poder ma-
hometano, y sostendrá que constituye el anticristo. Y
he aquí, está en posesión de Jerusalén, la ciudad san-
ta... Bajo el engaño de que Satanás es Cristo, y de que
Jerusalén le pertenece con justicia a él, las naciones ...
se unirán para enviar sus ejércitos contra los turcos, y
llegará a su fin y no tendrá quien le ayude. Así se seca-
rán las aguas del gran río Éufrates; así será preparado
el camino para los reyes del oriente, para que puedan
tener una parte en la fase final y más importante de
esta batalla del Armagedón. Y será cumplido Zacarías
14:1,2.
Para resumir, según Owen, aunque los cristianos pueden consi-

derar al Islam dirigido por Turquía como el anticristo, el anticristo
real es Satanás. Cuando Satanás aparezca como Cristo, la pregunta
será: ¿Dónde está el anticristo? y Satanás les señalará a las naciones
cristianas a la Turquía islámica como el anticristo y las instará para
que envíen sus ejércitos para reconquistar Jerusalén, su justa pose-
sión. En la guerra resultante Turquía llega a su fin sin que nadie la
45
ayude y de esa manera se secan las aguas del Éufrates. Eso prepara
el camino para que los reyes del oriente desempeñen su parte en la
'bátalla del Armagedón.
Jerusalén estará entonces en las manos de las na-

ciones, pero Dios ha dicho ... que todos los que se la
cargaren serán despedazados, bien que todas las na-
ciones de la tierra se juntarán contra ella. Zacarías
12:2,3 ...
Cuando las naciones hayan tomado la ciudad, la
cuestión de cuál de ellas la poseerá y cuál estará a
su cabeza, aún está pendiente ... No teniendo enemigo
común, se vuelven unas contra otras, y los ejércitos
son despedazados ...
Otras escrituras describen esta batalla, y muestran
que los resultados no quedan confinados a Jerusalén ...
Aunque la destrucción comienza en Jerusalén, se lle-
va a los fines de la tierra. El mal que sale de nación
en nación son los espíritus de demonios de los que se
habla en Apocalipsis 16:14.
Después de que sea capturada Jerusalén, las naciones disputarán

sobre su posesión y se volverán unas contra otras, y sus ejércitos que-
dan despedazados. Pero la batalla no quedará confinada a Jerusalén.
Abarcará toda la tierra.
Al final de la batalla, dos de los bandos que participan

en ella, serán cortados, es a saber, Turquía y las naciones.
La tercera parte o porción del pueblo de Dios quedará y
será refinada, cumpliendo así Zacarías 13:8,9.24
46
Esta ampliación escatológica de la posición de Urías Smith nunca

obtuvo muchos partidarios. De hecho Owen fue censurado por sus
esfuerzos por Milton C. Wilcox, el redactor jefe de la revista Signs
y uno de los pocos que resistieron en favor de la posición de que el
papado era el rey del norte. En su crítica del artículo de Owen que
apareció en el mismo número de Signs Wilcox observó:
La teoría que aquí se presenta que hace del poder

turco "el rey del norte" es la posición sostenida en for-
ma general por los expositores proféticos, pero para
el parecer del redactor de esta revista, está abierto a
una seria cuestión... Al escritor de estos artículos, se
le hicieron las sugerencias anteriores, y se le sugirió
además que omitiera del artículo la referencia al "rey
del norte", el poder turco; pero el escritor pensó que el
asunto en cuestión era esencial al argumento. Levan-
tamos este interrogante y lo dejamos con el lector, si
no es que la profecía no encaja verdaderamente con el
papado como el rey del norte, la posesión de Jerusa-
lén, contra la cual se unen los reyes de la tierra.
La idea de una Iluerra del Oriente contra el Occidente

Como se señaló antes, aunque el punto de vista de Urías Smith del
Armagedón toma en consideración una batalla del Oriente contra el
Occidente, y ocasionalmente Smith y otros describieron al Armage-
dón como una batalla del Oriente contra el Occidente, esta postura
no ganó muchos partidarios hasta después de la guerra ruso-japonesa
de 1904-1905. Lo que sucedió es que hacia el fin de ese conflicto,
se enfatizó la opinión del Armagedón como una guerra del Oriente
versus el Occidente. Tampoco es verdad, como algunos han afirmado,
47
que W. A. Spicer introdujo en el pensamiento adventista la opinión de

que el Armagedón era una lucha del Oriente contra el Occidente. Sin
embargo, es verdad, que después de la Primera Guerra Mundial, él fue
uno de los principales defensores de esta idea.
Georlle l. Butler, el primero en destacar al Armalledón

como una Iluerra entre Oriente y Occidente
George l. Butler, ex presidente de la Asociación General, parece
haber sido el primero en resucitar y hacer hincapié en la idea de que el
Armagedón sería una guerra del Oriente, dirigido por Japón, contra la
"civilización cristiana" de Occidente. Escribiendo en 1905 cerca del
fin de la guerra ruso-japonesa, sugirió:
No es imposible que bajo el liderazgo de ... [los ja-

poneses] que ahora frenan el avance, si derrotan a los
poderosos ejércitos de Rusia, podría inaugurarse un
movimiento grande y poderoso que mostraría en "los
reyes del oriente" mucha vida maravillosa. Ese térmi-
no describe a Japón y China mejor que cualquier otro
que pueda usarse.
Entretanto, merece la pena estudiar "el peligro
amarillo", y continuar observándolo. ¿No podría estar
ahora avanzando la preparación de fuerzas que van a
participar en la gran batalla final de Armagedón? Los
millones y millones de musulmanes se mezclarán en
la refriega. Los millones de soldados de la "civiliza-
ción cristiana" desempeñarán una parte importante.
La matanza excederá cualquier cosa que este mundo
haya visto alguna vez. Será la última gran contienda
antes de que aparezca Cristo".25
4 8
La expresión "el peligro amarillo" fue un término acuñado por el

káiser Guillermo II en 1895 para alarmar a Europa, haciendo surgir el
espectro de las hordas del Oriente atacando el Occidente.
Desde 1905 hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, el
punto de vista de Butler ganó algunos partidarios, pero mientras la
Primera Guerra Mundial estalló en el horizonte de la historia, eso no
encajaba, las naciones no se dividieron entre Oriente y Occidente,
sino más bien entre los poderes aliados y los poderes centrales. Los
aliados, que consistían en gran medida, pero no completamente, de
naciones occidentales, incluían a China y Japón, naciones orientales.
De igual manera, los poderes centrales, el Imperio Alemán y el aus-
tro-húngaro eran naciones occidentales y sin embargo incluían como
su aliado a Turquía, en gran medida una nación oriental. Como resul-
tado, esta postura quedó eclipsada hasta después de la guerra cuando
experimentó un renacimiento.
La Quena turco-italiana
de 1911-1912
Durante décadas, el decadente Imperio Otomano había estado

perdiendo provincia tras provincia en el norte de África. En 1911,
Francia y Alemania estuvieron a punto de declararse la guerra por
la ocupación de Marruecos por parte de Francia. Muy poco después,
Italia exigió que Turquía cediera la Cirenaica y envió un ultimátum
a Estambul. El resultado fue la guerra turco-italiana de 1911-1912.
Los adventistas vieron la participación de Turquía en estas disputas,
y especialmente la contracción de su Imperio, como una señal apo-
calíptica de que el fin del Imperio Otomano estaba cerca, seguiría el
Armagedón, después de 10 cual volvería Cristo.
Comenzando en enero de 1912, Percy T. Magan, un médico y ad-
ministrador adventista prominente, comenzó a publicar una serie de
49
artículos sobre la cuestión oriental en la edición mensual de la revista

Watchman. En esos artículos, recalcaba el deseo de Rusia para poseer
un puerto marítimo de agua templada, sus propósitos sobre el Bósfo-
ro y los Dardanelos, y el grito de reunión de sus pueblos: ¡Rasplata!
(¡restituir!) Esos artículos aparecieron cada mes durante aquel año.
En su último artículo dijo:
Los eventos del otoño [en el hemisferio norte] de

1908 marcaron la vuelta de la corriente y el amanecer
de un día nuevo y más tenebroso, un día en el cual los
poderes planean destrozar lo que una vez buscaban
preservar [Turquía]; un día que seguramente termina-
rá, no solo en el desmembramiento del imperio oto-
mano, y en la expulsión de los turcos de Europa, sino
también en la largamente esperada "última guerra", la
"catástrofe final" en la cual todas aquellas naciones ...
perecerán en la ruina y la destrucción, cuando los AR-
MAMENTOS TERMINEN EN ARMAGEDÓN.26
La serie fue bastante sensacionalista.

Comenzando con la edición de la Review del 14 de noviembre de
1912, Arthur G. Daniells, presidente de la Asociación General, co-
menzó una serie de artículos bosquejando la postura adventista acep-
tada sobre la escatología: Turquía volvería a perder todas sus posesio-
nes en África y Europa, después de 10 cual establecería su capital en
Jerusalén donde llegaría a su fin y no tendría quien le ayude; después,
¡el Armagedón!
El fin de la guerra turco-italiana tarde en 1912 trajo un respiro en
las tensiones internacionales, pero no por mucho tiempo.
50
La Primera Guerra Mundial no fue el ArmaJ!edón

A comienzos de julio de 1914, "el barril de pólvora de los Bal-
canes" como se llamó esa región del mundo, explotó después del
asesinato del archiduque Ferdinando en Sarajevo, capital de Bos-
nia-Herzegovina. El asesinato del archiduque fue una ruptura seria
de la paz. Durante un mes de enloquecida actividad diplomática,
se hicieron denodados esfuerzos para impedir la guerra y por un
tiempo parecía que habían tenido éxito. Pero cuando Austria le de-
claró la guerra a Serbia, la suerte estaba echada. Por el 4 de agosto
de 1914, los principales combatientes habían declarado la guerra.
Después de eso, ya no hubo vuelta atrás.
A pesar del hecho de que algunos cristianos no adventistas y
aun periodistas seculares llamaron a la guerra Armagedón, los
adventistas sabiamente no la denominaron así, eso al principio. 27
Hubo muchas razones para eso: los turcos no habían sido expul-
sados de Europa ni habían colocado su capital en Jerusalén, y de
aquí que no se había terminado el tiempo de gracia. Después de la
terminación del tiempo de gracia, caen las plagas y las plagas no
habían comenzado a caer. Además, las naciones no se reunirían
para el Armagedón hasta la sexta plaga, y ni siquiera había caído
la primera plaga. Y por último, pero no menos importante, el Ar-
magedón se pelearía, no en Europa sino en Palestina, para ser más
exactos, en Meguido. Así que, razonamos, esta guerra no puede
posiblemente ser el Armagedón, aun si fuera la guerra más grande
nunca vista.
Sin embargo, cuando Turquía entró en la guerra alIado de los
poderes centrales en la última parte de 1914, comenzaron a cam-
biar nuestras posiciones. Algunos adventistas comenzaron a pre-
decir que, como un resultado de la guerra, Turquía sería expulsada
de Europa y las piezas del rompecabezas de Daniel 11 y de Apo-
S 1
calipsis 16 de alguna manera caerían en su lugar. Mientras conti-

nuaba la guerra, las predicciones adventistas llegaron a ser más
definidas. Aquí está una muestra de algunas:
Se ha tomado la decisión de que Turquía debe de-

jar Europa. Ya ha salido el decreto. 28
Cada indicación que tenemos en la historia y en

los registros de la política exterior de las naciones del
oriente, establecen el hecho de que Turquía debe dejar
Europa. 29
Los turcos no pueden posiblemente permanecer

en Constantinopla. La palabra de Dios dice que será
eventualmente forzada a trasladarse, y ese, "eventual-
mente" no está muy distante. 3o
Con imparcialidad para todos estos pronosticadores, debe seña-

larse que la mayoría de ellos hicieron declaraciones compensatorias,
pero no todos. Por ejemplo, un hombre destacado declaró:
El gran golpe decisivo será expulsarla [a Turquía]

de Constantinopla, la capital de su imperio. La gue-
rra que ahora se extiende, está designada para realizar
esto; y cuando esto sea hecho, quedará solo un acto
principal en el drama: la destrucción final y definitiva
del imperio otomano. 31
En el tiempo cuando se hizo esta predicción, parecía que había

razones para esperar que se cumpliera, y pronto.
52
La expedición a los Dardanelos

En 1915, durante los primeros días de la expedición a los Dar-
danelos, las escuadras navales de Francia e Inglaterra estuvieron a
punto de forzar el paso a través de los estrechos y ayudar a su aliada,
Rusia, y casi tuvieron éxito. En realidad, después de la guerra se
supo que los fuertes que protegían los estrechos tenían menos de 20
proyectiles perforantes de mortero y estaban preparados para ren-
dirse, cuando los británicos y los franceses retiraron sus barcos de
guerra.
Añadiendo a la excitación y anticipación adventista estaba el he-
cho que llegó a conocerse, que el sultán turco Mohamed VI tenía
planes de contingencia para evacuar Constantinopla y trasladar la ca-
pital a Brusa en la Turquía asiática. Parecía existir cada expectativa
de que las predicciones que los evangelistas adventistas habían estado
haciendo por años se iban a cumplir muy pronto.
En su libro, Adventist Evangelism in the Twentieth Century32
Howard B. Weeks describe cómo nuestras casas publicadoras en los
Estados Unidos cooperaron en nuestro empuje evangelizador:
La Southern Publishing Association anunció un

nuevo tratado titulado "¿Es esto el Armagedón?" La
Pacific Press Publishing Association publicó el trata-
do, "¿Hemos llegado al Armagedón?" La Review and
Herald Publishing Association produjo una edición
extra del periódico de la iglesia titulado, "La cuestión
oriental. Extra" habiendo precisamente publicado un
número especial extra sobre la "guerra", de la cual se
ha distribuido la impresionante cifra de un millón y
medio de copias.
5 3
Weeks continúa:
Hubo una convicción inspirada que, después de

muchos años de ridículo como pronosticadores de
la catástrofe del mundo a pesar de las opiniones del
mejoramiento del mundo que tenían otras iglesias, los
acontecimientos actuales han demostrado al fin que los
adventistas tienen la razón y que los otros están equi-
vocados. Los adventistas se han apresurado a presio-
nar su ventaja, llamando a los miembros descontentos
de otras iglesias, a que se unan a ellos en su gran mo-
vimiento. La denominación fue afectada por un nuevo
espíritu de confianza, unidad y compromiso. 33
Unas pocas páginas más adelante, dice Weeks:
Un estudio de 1917 reveló que durante ese año se

llevaron a cabo campañas evangelizadoras de enver-
gadura en más de la mitad de las 70 ciudades de los
Estados Unidos que tienen 100.000 habitantes o más;
y que se prepararon planes para cubrir el resto durante
el próximo año. La denominación se emociona ante la
perspectiva de un progreso continuo. 34
Viendo 10 que ellos percibieron ser "la escritura sobre la pa-

red", se recuperaron apóstatas, los indecisos hicieron decisiones
para Cristo, y conversos de otras iglesias se unieron a las filas
de los adventistas por miles. Notando el éxito de nuestros esfuer-
zos evangelizadores, el Christian Advocate del 4 de noviembre de
1915 no pudo resistir el darle una estocada a nuestros evangelistas
54
como si lanzara un ojo envidioso al éxito de los adventistas. Dijo

el Advocate:
Hay 125.844 adventistas del séptimo día, y la ga-

nancia neta el último año fue el 10%, un incremento
acelerado que sin duda es en parte atribuible al éxito
parcial de aquellos evangelistas que leen el diario de
la mañana con un ojo en el libro de Daniel. 35
Por supuesto, esta observación irónica lamentable, aludía al hábito

de nuestros predicadores que encontraban en los periódicos de todos
los días la confirmación de nuestras predicciones concernientes al rey
del norte de Daniel lI.
Las estadísticas muestran que durante los años desde 1910 hasta
1917, la feligresía de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se incre-
mento en un 43%. Sin embargo, en el último año de la guerra, las
cosas no continuaron yendo tan bien cuando llegó a ser patente que la
guerra estaba declinando y que no iba a seguir el Armagedón, al me-
nos no en seguida. Por eso, en los últimos años de la década de 1910 y
en la década de 1920 hubo una disminución alarmante en la feligresía
total de la iglesia. Pero después hablaremos más de esto.
##Allenby del Armaaedón##

Cuando las fuerzas navales británicas y francesas se retiraron de
los Dardanelos después de sufrir pérdidas moderadas de los fuertes
turcos que defendían los estrechos, se asentó una calma pasajera en la
campaña de Galipoli y nunca después fueron capaces los aliados de
recobrar la iniciativa. Una de las consecuencias del fracaso de Galipo-
li fue que Winston Churchill, el Primer Lord del Almirantazgo, perdió
su posición en el gabinete británico.
ss
Después de casi un año de lucha esporádica, las tropas británicas,
.
las Anzac36 [compañías británicas, australianas y neozelandesas], y
las francesas, se retiraron de la península de Galipoli protegidas por
la oscuridad. Transportadas a Egipto, fueron colocadas bajo el com-
petente liderazgo del general Edmund Allenby, más tarde apodado el
"Allenby del Armagedón".
Después de asumir el comando de esas fuerzas, Allenby dirigió
su ejército a Palestina, obteniendo victoria tras victoria en su marcha
militar. Después de capturar Beerseba, se volvió hacia el oeste y ex-
pulsó a los turcos de Gaza, lugares con los que están familiarizados
los estudiantes adventistas de la Biblia. Después, p~sando por alto a
Jerusalén, marchó hacia el norte y ocupó Haifa (ahora Tel-Aviv) el 16
de noviembre. Después cambió de frente y dirigió sus tropas hacia la
ciudad santa, ¡Jerusalén!
Según los adventistas que vivían en ese tiempo, las esperanzas y
los temores de nuestro pueblo alcanzaron un pico "febril" durante
esos días trascendentales. Estábamos seguros de que en el futuro muy
cercano, los turcos plantarían "las tiendas de su palacio" en Jerusalén
y "llegaría a su fin" [ignominioso]. Este evento señalaría el fin del
tiempo de gracia, que sería seguido por el Armagedón, y Cristo ven-
dría: tal vez dentro de un año, o a 10 sumo en dos.
Las fuerzas de Allenby se aproximaron a Jerusalén en los prime-
ros días de diciembre de 1917 y el 9 entraron en la ciudad santa ¡sin
disparar un solo tiro! Las tropas turcas tuvieron que retirarse apresu-
radamente hacia el norte y pronto llegó a ser evidente que Turquía
no iba a plantar las tiendas de su palacio en el monte glorioso y santo
en seguida. A la luz de estos desarrollos, las esperanzas y los temores
de nuestro pueblo se volvieron a la desesperación o al alivio, según
fuera el caso.
Después de tomar Jerusalén, Allenby persiguió a los turcos hacia
5 6
el norte y peleó una batalla en Meguido, de donde obtuvo el apodo

de "Allenby del Armagedón". Medido por cualquier norma, la acción
fue decepcionante y menor, no obstante, le quedó el nombre.
Tal vez, Francis McLellan Wilcox, el redactor jefe de la revista
de la iglesia expresó mejor el chasco de muchos adventistas cuando
Jerusalén cayó en manos de los británicos, cuando escribió:
Estos son días en los cuales haríamos bien en no

arriesgamos demasiado con especulaciones con res-
pecto a la marcha de los eventos en el mundo. Esta
guerra ha proporcionado una serie grande y continua-
da de sorpresas. Los pronósticos de los hombres me-
jor informados han fracasado. Es mejor que espere-
mos con paciencia el desarrollo de la historia humana
en el desenvolvimiento del plan de Dios, que correr
adelante de su providencia y hacer declaraciones que
el tiempo puede demostrar que han sido solo una es-
peculación ociosa. 37
Estas palabras de advertencia llegaron un poco tarde. Pero a pesar

de su tardanza, algunos adventistas continuaron insistiendo que de
alguna manera, no sabían precisamente cómo, los turcos volverían
todavía a colocar las tiendas de su palacio en la "ciudad santa". Un
escritor confiado dijo:
Si los Aliados o los Poderes Centrales ganan esta

guerra, los turcos deben en última instancia dejar su
capital actual, Constantinopla. ¿Adónde irán? ¿Adón-
de pueden ir para establecer otra capital? Pueden ir
al territorio asiático y a ningún otro lugar. Y una vez
5 7
allí, la ciudad más probable y la ciudad más acari-

ciada para que sea su capital, es Jerusalén. Este es el
"monte glorioso y santo" de la Escritura... La profecía
se cumplirá...
El hecho de que las fuerzas británicas han toma-
do recientemente Jerusalén de mano de los turcos no
puede al fin y al cabo presentar ningún obstáculo se-
rio para el cumplimiento de esta interpretación de la
profecía. 38
La Quena turco-QrieQa de 1919-1922

El 30 de octubre de 1918, Turquía firmó el armisticio de Mudros.
Muy poco después, los Aliados ocuparon Estambul, y Mohamed VI
se colocó bajo la protección de Inglaterra y Francia. Entonces los po-
deres aliados animaron a Grecia a destrozar al "enfermo del Orien-
te".
En mayo de 1919, un ejército griego desembarcó en Esmirna, bajo
la protección de las fuerzas navales británicas, francesas y norteame-
ricanas y procedió a desmembrar Turquía. Parecía como si después de
todo, al fin, "el enfermo de Oriente" estaba llegando a su miserable fin
sin que nadie le ayudara, exactamente como habíamos predicho desde
hacía tanto tiempo.
y entonces, los planes mejor formulados comenzaron a "torcer-
se".39 Primero, los Estados Unidos se disgustaron con los altercados
de los poderes europeos, se retiraron de la Liga de las Naciones, y re-
tiraron sus fuerzas navales de Esmirna. Pero más importante, Mustafá
Kemal Pasha, encabezando un levantamiento nacionalista contra el
Sultán y los aliados, luchó contra los griegos en una batalla que duró
tres semanas (julio-agosto de 1921) y los empujó hacia el Mar Egeo.
Pero algo aun más humillante, en 1922 Turquía dictó los términos del
5 8
Tratado de Lausana para desconcierto de los aliados. Fue una píldora

amarga, no solo para los mayores poderes de Europa, sino también
para nuestro pueblo. Pero volvamos atrás un poco.
Apostasías como resultado de predicciones que fracasaron

En 1918, siendo la derrota de los poderes centrales una certidum-
bre virtual, las esperanzas de un pronto Annagedón, o la desaparición
de los turcos, se marchitaron en las mentes de la mayoría de los que
por miedo se habían unido a la iglesia como resultado de nuestras pre-
dicciones. Como resultado, los bautismos decayeron verticalmente y
las apostasías se alzaron súbitamente. En una carta a Irving H. Evans,
vicepresidente de la División Norteamericana, el presidente A. G. Da-
niells le escribió consternado:
Estimo una cosa muy seria ver que tantos miles

de personas salen de nuestras filas ... Me parece que
de alguna manera debemos encontrar la causa real de
este impulso tan fuerte a abandonarnos y ponemos re-
sueltamente a detenerlo. 4o
A pesar de los denodados esfuerzos hechos por los líderes de la

denominación para restañar el flujo de la sangre vital de la iglesia,
los bautismos fueron pocos y las apostasías muchas en los años que
siguieron.
La conferencia bíblica de 1919

Unos pocos meses después de que la primera guerra mundial había
terminado, y mientras los Aliados y los griegos aun tenían ventaja
en Turquía, la Asociación General convocó una conferencia bíblica a
puertas cerradas en Takoma Park, Maryland. Esas reuniones queda-
5 9
ron restringidas a los profesores de Biblia de los colegios superiores,

los líderes de las casas editoras, los administradores de la iglesia y
unos pocos más. No puede haber duda que la razón principal para
convocar esa reunión fue la vergüenza que habíamos traído sobre no-
sotros por el fracaso de nuestras predicciones con respecto a Turquía.
El orden del día, así como las copias de los documentos apoyan esta
conclusión.
Aunque en esta convocación se discutieron varios temas tales como
el continuo, los pactos, y los 1260 años de Daniel 7, es evidente que
el principal propósito para convocar la conferencia fue estudiar si Tur-
quía era o no en verdad el último poder de Daniel 11:40-45. Las discu-
siones bajo este tópico llevaron el título de "La cuestión oriental"
Tal vez Herbert Camden Lacey que era profesor de Biblia en el
Washington Missionary College (ahora el Columbia Union College)
10 expresó mejor cuando dijo: "Daniel 11 es el asunto más grande
entre nosotros en el tiempo actual".41 Su declaración está apoyada por
el hecho de que la preponderancia de las ponencias que se presentaron
tuvieron que ver con la cuestión oriental, no con el continuo como
algunos han afirmado.
Los principales defensores de la opinión que el papado-es-el-rey-
del-norte, fueron, no sin sorpresa, Milton C. Wilcox y Lacey. Los
campeones principales de la opinión de que Turquía-es-el-rey-del-
norte fueron C. M. Sorensen y A. O Tait. Una anotación manuscrita
en la página 275 de la copia de la "transcripción" que tiene el White
Estate, declara que "no se informó la primera parte de su presentación
[la de Sorensen, sobre la cuestión oriental], por orientación del presi-
dente de la conferencia, A. G. Daniells. La razón para esta omisión es
una cuestión provocadora.
De los comentarios que aparecen en la copia, es evidente que la
mayoría de los asistentes se inclinaron a la opinión que el papado-es-
6 o
el-rey-del-norte. Sin embargo, como los griegos aún tenían ventaja

en su guerra con Turquía y los turcos aún podían ser lanzados a su
"odisea a Jerusalén", parece que tácitamente se acordó entre los pre-
sentes que continuáramos predicando las posturas de Turquía-e1-rey-
del-norte y el Armagedón-en-Palestina.
De la discusión que aparece en las páginas 905-913 de la copia que
tiene el White Estate de la "transcripción", parece claro que la razón
principal por la que no se publicaron las monografías y la transcrip-
ción de la conferencia, fue por la perplejidad que podía causarle a los
laicos. 42 Como resultado, la sugerencia de DanielIs, "de poner bajo
llave este manuscrito en la bóveda"43 fue adoptada aparentemente de
mutuo acuerdo. No hay evidencias de que se haya tomado un voto
formal al respecto.
Walter T. Knox, el tesorero de la Asociación General y presidente
de la comisión de la conferencia bíblica de 1919, estuvo de acuerdo
con la opinión de Daniells cuando dijo, "creo que de todas formas
sería mejor no imprimirlo",44 y aparentemente eso zanjó la cuestión.
LeRoy E. Froom, editor de la revista Watchman en una carta escri-
ta a William A. Watson, presidente de la Asociación General (1922-
1930) que está fechada e122 de septiembre de 1922, dijo:
Nuestras revistas de evangelismo han sido reticen-

tes en cuanto a enfatizar a Daniel 11 a través de sus
columnas en vista de los puntos de vista de aplicación
divergentes, y en vista del acuerdo en la reunión de
los profesores de Biblia e Historia de hace unos tres
años. Allí se entendió, según creo, que debemos abs-
tenernos de la publicación de puntos de vista antagó-
nicos a la posición de que Turquía es el rey del Norte
hasta tanto no se estudie más, hasta que haya desa-
6 1
rrollos nuevos, y en la esperanza de la unanimidad de

creencia y enseñanza. 45
Froom había sido informado correctamente. Debido al consenso al

final de la conferencia bíblica de 1919, la transcripción desapareció
de la vista hasta 1974, cuando este autor le pidió a Donald F. Yost,
el director de los archivos y estadísticas de la Asociación General, si
había algunos registros de la conferencia bíblica de 1919 y Yost des-
cubrió la transcripción y la sacó a luz.
Como resultado de la decisión tomada en aquella conferencia bí-
blica, nuestros evangelistas, profesores de Biblia, y ministros, con-
tinuaron enseñando en los años siguientes que Turquía era el último
poder de Daniel 11 y que el Armagedón sería una gran guerra en el
Oriente Medio.
Interpretaciones en desacuerdo
Como fue mencionado, contra toda probabilidad o expectativa, los
turcos cambiaron la suerte de los aliados en la guerra griego-turca de
1919-1922. Es verdad, el Imperio Otomano llegó a su fin, pero de sus
cenizas surgió semejante al ave fénix, una república turca fuerte. Esto
hizo trizas nuestras interpretaciones de Daniel 11. Lean A. Smith, hijo
de Urías Smith, probablemente expresó mejor la desazón que experi-
mentó nuestro pueblo, cuando se lamentó:
Solo ayer parecía que había llegado la hora final

para el "enfermo de oriente". Parecía estar a punto
de cumplirse la amenaza hecha por los poderes de los
aliados cuando Turquía entró en la guerra mundial,
de que una acción así de su parte resultaría en su des-
membramiento a la terminación del conflicto. Pero
62
hoy día se concluyó un tratado de paz del Cercano

Oriente [Lausana] por los términos del cual Turquía
ha impuesto su voluntad sobre los grandes poderes de
Europa...
El poder otomano ... continúa desafiando los cálcu-

los de los estadistas y de los precedentes de la historia.
El "rey del norte" aún permanece como una señal para
el mundo. y continuará hasta que, después de haber
plantado "las tiendas de su palacio entre los mares y
el monte glorioso y santo", "venga a su fin y no tendrá
quien le ayude".46
Que de alguna manera Turquía aún era el rey del norte, continuaba
siendo no solo la posición de Leon Smith, sino la de la mayoría de
los adventistas. Después de todo, razonaba nuestro pueblo, Turquía
aún retenía el califato, el liderazgo religioso del mundo islámico. Re-
firiéndose a este hecho. Frank A. Coffin escribió en una editorial de
The Present Truth (1917-1955) del 1° de junio de 1925:
Es verdad que como un resultado de la guerra de

1914-1918, Turquía perdió todo su territorio sobre el
Éufrates inferior y en Palestina, pero los habitantes de
la región son intensamente musulmanes y debe contar-
se con ellos en cualquier arreglo permanente que pueda
hacerse ... Algún alzamiento repentino, no solo en Tur-
quía, sino en todo el mundo musulmán, podría cambiar
los resultados de la Gran Guerra en 10 que afecta a Tur-
quía, y al menos, temporalmente, restaurar a ese poder
la posesión del valle del Éufrates y de Palestina.
6 3
Pero eso no pasó. E13 de marzo de 1923, el parlamento turco abo-

lió el califato. Nuestra interpretación de Daniel 11 quedó en una con-
fusión desconcertante. Hasta ese momento la revista de la iglesia ha-
bía presentado en forma regular artículos sobre la cuestión oriental en
sus páginas, pero durante 1924, la Review no publicó un solo artículo
sobre el Armagedón o el rey del norte.
Sin embargo, algunos continuaron insistiendo que, mientras Tur-
quía retuviera el control de la cabecera del río Éufrates, era la nación
simbolizada por ese río.
El énfasis profético cambia a Rusia y Japón

Al llegar al poder el comunismo en Rusia en las décadas de 1920
y 1930, nuestro énfasis sobre el Armagedón volvió al tema de un con-
flicto militar entre el Oriente y el Occidente en Meguido que había
sido introducido por G.1. Butler en 1905. Edwin R. Thiele, el famoso
cronologista bíblico fue el primero en resucitar esa opinión. Esto es lo
que escribió en la revista Signs:
Los esfuerzos que se emplearon para unificar todo

el Oriente en un vasto bloque revolucionario que pue-
de ofrecer un desafío exitoso al mundo occidental,
parecen tener perspectivas de éxito. Rusia ya ha arro-
jado los guantes, y aparentemente no está en disposi-
ción de desistir del curso que se propuso para ella ...
Parece ser solo una cuestión de tiempo hasta que se
extienda aún más lejos e incluya tanto a India como
a China, y el CÍrculo de "Rojo" se cerrará para incluir
a todos. Ese es el día por el que ha estado esperando
Rusia. ¡Entonces, ay del mundo occidental!47
64
Pero Rusia no era solo la única amenaza para la paz mundial.

Japón, un poder naval que surgió durante la década de 1920 estaba
haciendo sentir su presencia en la comunidad internacional. Como
consecuencia, algunos creyeron que Japón antes que Rusia, dirigiría a
los "reyes del oriente" al Armagedón. Aun otros creían que podría ser
China. Después de todo, ¿no había amonestado a Europa Napoleón
Bonaparte más de un siglo antes 10 que podría suceder cuando "el
gigante dormido" del Oriente despierte?
Referencias
1. RH, 18 de junio de 1857; Ibíd., 2 de diciembre de 1862.
2. RH, 11 de octubre de 1898; ej Ibíd. 24 de agosto de 1897.
3. RH, 20 de diciembre de 1892.
4. RH, 26 de mayo de 1901.
5. RH, 9 de junio de 1891; ej, IUd., 18 de junio de 1897 y 2 de diciembre de 1862.
6. RH, 29 de marzo de 1887.
7. ST, 3 de mayo de 1877.
8. RH, 30 de marzo de 1897; ej, IUd., 20 de diciembre de 1892.
12. RH, 20 de diciembre de 1892; ej, lbíd., 24 de junio de 1878 y 26 de marzo de 1901.
14. RH, 9 de mayo de 1878.
18. RH, 25 de junio de 1857.
20. RH, 7 de abril de 1885.
21. ej RH, 21 de junio de 1864; 11 de abril de 1865; 13 de febrero de 1866; 6 de junio de 1866; 15 de enero
de 1867.
22. Alonzo Trevier Jones, The Marshalling 01 the Nations (Battle Creek, Míchigan: Review and Herald Pu-
blishing Association, 1900), pp. 36 Y 37. La cursiva es suya.
23. Ver por ejemplo RH, 26 de mayo de 1901; 28 de enero de 1902; 11 de febrero de 1902; 10 de febrero de
1903, y 17 de febrero de 1903.
24. ST, 24 de diciembre de 1902.
25. The Southern Watehman, 3 de enero de 1905. (Abreviado como SW; nombre diferente de The Watehman
pero todos abreviados como SW).
26. SW, diciembre de 1912, p. 732.
27. Véase por ejemplo, los editoriales de F. M. Wilcox en la RH del 13 de agosto de 1914; RH War Extra, del
24 de agosto de 1914; RH., del 29 de agosto de 1914 y del 3 de septiembre de 1914; el articulo por G. L Butler en
RH, 15 de septiembre de 1914; el artículo por C. M. Snow en la RH, 17 de septiembre de 1914 y 14 de septiembre
de 1914. Los editoriales de Milton C. Wilcox en ST, 25 de agosto de 1914.
28. Arthur G. Daniells, en ST, 11 de abril de 1916.
29. L H. Evans en SW, septiembre de 1916.
30. F. L Richardson, en ST, 23 de octubre de 1917.
31. A. G. Daniells, en PresentTruth (1917-1955), 15 de noviembre de 1917. En adelaute, abreviado como PT
65
(1917-1955).
32. Howard B. Weeks, Adventist Evangelism in the Twentieth Century (Hagerstown, Maryland: Review and
Herald Publishing Association, 1969), p. 80.
33. Ibíd., p. 81.
34. Ibíd., p. 97.
35. Citado en Ibíd., p. 97.
36. Anzac, un acrónimo para los ejércitos de Australia y Nueva ZeIandia.
38. Arthur G. Daniells, A World in Perplexity (Washington OC.: Review and Herald Publishing Association,
1918), pp. 93-101.
39. Robert Burns, "To a Mouse". AgIey en escocés por "askew" (oblicuo, torcido).
40. RH, 29 de junio de 1918.
41. "Bible Conference and Bible Teacher's Council Transcript" p. 1193. (Abreviado como "Transcript")
(Copia del White Estate). El 26 de enero de 1997, hablé con la hija de Lacey, la Sra. de Paul F1ernming, quien me
dijo que su padre fue "echado" de su cargo como profesor en el Washington Missionary College y fue enviado a
China debido a su posición de que el papado era el rey del norte.
42. Ibíd., pp. 906-910.
43. Ibíd., p. 912.
44. Ibíd., p. 913.
45. El original de esta carta está en la oficina de los archivos y estadísticas de la Asociación General de los
Adventistas del Séptimo Día, 12501 Columbia Pike, Silver Springs, Maryland 20709. La cursiva es suya.
A la luz de lo que estaba sucediendo en la guerra turco-griega en septiembre de 1922, la fecha de la carta de
Froom del 18 de septiembre, puede ser significativa. En los primeros días de ese mes, los deshilachados rema-
nentes del ejército griego se retiraron a su base en Esmirna y el día 9 los turcos entraron victoriosos en la ciudad
[Izmir]. Si uno puede leer entre líneas, Froom estaba preguntando si ahora no era permitido identificar al rey del
norte con algún otro poder que no fuera Thrquía, por ejemplo con el papado. En ese tiempo, el presidente de la
Asociación General A. G. Daniells no estaba en el poder.
46. RH, 30 de agosto de 1923.
66
VOCES EN EL DESIERTO
Y VIENTOS DE CAMBIO
o todos los adventistas estaban satisfechos con las interpre-

taciones que cambiaban con cada viento político que sopla-
ba o revoloteaba en cada informe sensacionalista de los pe-
riódicos. Algunos comenzaron a sentir que debíamos estudiar 10 que
los escritos de Elena de White tenían que decir acerca de los eventos
del tiempo del fin a la luz de la profecía bíblica. Aparentemente fue
con este pensamiento en mente que CarIyle B. Haynes se esforzó en
fusionar la opinión aceptada de Armagedón con la descripción de los
eventos de los últimos días en los escritos de Elena de White. Dijo
Haynes:
Armagedón es la batalla que decidirá el conflic-

to entre Dios y las naciones, y afirmará la suerte de
la raza humana ... Cuando las naciones de la tierra se
6 7
LV3 AUVI:NII~IA~ Y EL ARMAGEOON
unan contra Dios, contra su pueblo, contra su verdad,

contra su ley, y "den su poder y su autoridad a la bes-
tia" y "peleen contra el Cordero" entonces "el Corde-
ro los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de
reyes" (Apoc. 17: 13, 14).
Armagedón no es solo la guerra que sellará el des-
tino de la raza humana. También es el lugar donde se
peleará esta guerra. Armagedón significa literalmen-
te la montaña o colina de Meguido ... Aquí, antes de
mucho tiempo, la raza humana peleará la batalla que
terminará la historia del mundo.!
Los intentos para armonizar la descripción de los acontecimientos

finales en los escritos de Elena de White con la postura de un Arma-
. gedón en Palestina, fueron igual que tratar de mezclar aceite yagua.
No obstante, se hicieron tales intentos desde la década de 1920 hasta
la mitad de la década de 1970. Aquellos que trataron de hacerlo, eran
voces que clamaban en el desierto, pero al menos estaban estudiando
lo que la sierva del Señor decía acerca de los eventos del tiempo del
fin.
Una de estas voces en el desierto fue la de Harold E. Snide, un
profesor de Biblia en la Union Springs Academy en 1927, que seña-
ló con notable propiedad que "lejos de ser el 'enfermo de Oriente',
Turquía ... ha llegado a ser verdaderamente el 'hombre enfermo de la
profecía"'.2
La posición de Louis F. Were acerca del ArmaQedón

A comienzos de la década de 1930,3 Louis F. Were, un evangelista
adventista australiano y escritor prolífico sobre los temas de Armage-
dón y el rey del norte, introdujo una interpretación diferente de estas
68
VOCES EN EL DESIERTO Y VIENTOS DE CAMBIO
profecías. Debido a que sus hennanos desaprobaron sus opiniones,

fue considerado hereje4 y más tarde fue despedido del ministerio en
apariencia por otras razones. Fundamentó sus ideas en los principios
hennenéuticos que los adventistas habían aplicado desde hacía mu-
cho tiempo a las profecías de Daniel y Apocalipsis, pero que no ha-
bían aplicado a las profecías del rey del norte y del Annagedón.
En sus numerosas publicaciones, Were señaló frecuentemente las
inconsistencias de las posiciones de sus hennanos sobre el Annage-
dón y el rey del norte. Por lo tanto no es sorprendente que su franque-
za no le haya granjeado las simpatías de la "vieja guardia".
Were tomo la posición básica de que "cuando pasamos a la era
cristiana, hay una transición automática de la Babilonia literal a la
espiritual; de la Jerusalén literal a la espiritual; de las tierras literales
de Israel y Babilonia a sus antitipos espirituales".5 En otras palabras,
Jerusalén ahora se refiere a la iglesia, y el rey del norte y el Annage-
dón tienen connotaciones espirituales.
Tal vez sus exposiciones de Apocalipsis 16:12-16 y de Daniel
11 :40-45 están explicadas de manera muy sucinta en su libro The
King ofthe North at Jerusalem, en el que dice:
Al comparar Apocalipsis 12:12-16 con Apocalipsis

13:5-7 y 12:17 con 17:1, 14, 15, sabemos que el Reve-
lador describe el conflicto venidero de las fuerzas com-
binadas de Babilonia, reyes y pueblos, como la inunda-
ción del Éufrates sobre sus orillas, amenazando hundir
al pueblo de Dios en la ruina. Habrá una ola poderosa
de persecución para que renuncien a su lealtad al Señor.
Apocalipsis 16:12 se refiere a la intervención del Señor
en favor de su pueblo perseguido. En su obra maligna
de hacer "guerra" contra la iglesia "remanente", los re-
69
L'-'''' f'\uvl:l"II:)IA~ Y EL ARMAGEDÓN
yes (mencionados en Apoc. 17:13 como dándole "su

poder y autoridad a la bestia") harán guerra contra el
Cordero y el Cordero los vencerá" (vers. 14). Es decir,
porque hacen "guerra" contra su pueblo, "el Cordero
"hará guerra" contra las fuerzas de Babilonia (Apoc.
19:11-21): esto está referido en Apocalipsis 16:12-16
como" la batalla de aquel gran día del Dios Todopode-
roso ... Armagedón ... "
Daniel iguala las campañas del rey del norte a la
de la inundación de un río poderoso, el Éufrates (Dan.
11 :40): "El rey del norte .. .invadirá muchos países y los
arrasará como una inundación". Esa "inundación" vol-
verá a agitarse "en la tierra gloriosa" (vers. 41), donde
mora el pueblo de Dios, y, como en el tiempo de los
asirios, "las impetuosas crecientes del río [Éufrates] ...
pasará hasta Judá, la inundará... hasta el cuello" (Isa.
8:7, 8 Nueva Versión Internacional, en adelante NVI).
Las aguas de la "inundación" babilónica, las aguas
del gran río Éufrates, inundarán la tierra y amenazarán
sumergir "la ciudad santa" (Dan. 11:45; Apoc. 11:2).
Pero el Señor quien le dio a Daniel esta profecía, "por
el lado del gran río" ... cuando hizo el solemne juramen-
to que pondría fin a la persecución de su pueblo (Dan.
12:5-7) secará las aguas "del gran río Éufrates (Apoc.
16:12): el rey del norte "vendrá a su fin, y no tendrá
quien le ayude" (Dan. 11 :45).6
Así que la destrucción del rey del norte y el se-
camiento de las aguas del Éufrates, se refieren al
mismo poder: la condenación de las fuerzas de Ba-
bilonia.?
7o
Según Were, el asunto central en la reunión de las naciones para

la batalla del Armagedón entraña un "fiero conflicto entre las fuerzas
del bien y del mal sobre la ley de Dios"8 y este conflicto se enfoca
en el sábado del cuarto mandamiento de la ley. Were lo puso de esta
manera:
Hemos demostrado que Apocalipsis 16:15 es el

mensaje de Cristo a su pueblo antes de que termine
el tiempo de gracia, instándolos a resistir mientras las
fuerzas de Babilonia tratan de perseguir e intimidarlos
con la amenaza de morir de hambre, prisión, violencia
y muerte en la crisis final sobre el sábado. 9
Were también trata con el único versículo de Apocalipsis 16: 12-16

que evidentemente tiene connotaciones espirituales y el que general-
mente pasaban por alto los que creían en un Armagedón en Palestina.
El versículo (Apocalipsis 16:15) dice: "He aquí, yo vengo como un
ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no
ande desnudo, y vean sus vergüenzas". Esta es la forma como Were lo
interpretó:
La sierva del Señor [Elena de White] aplica Apo-

calipsis 16:15 en relación con "la parábola del ves-
tido de bodas"... "El vestido de bodas representa el
carácter que deben poseer todos los que sean contados
dignos invitados a la boda ... hay una preparación que
deben hacer todos los que asistan ...
Únicamente el manto que Cristo mismo ha provis-
to puede hacemos dignos de aparecer ante la presen-
cia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de
7 1
su propia justicia sobre cada alma arrepentida y cre-

yente. 'Yo te amonesto' dice él, 'que de mí compres ...
vestiduras blancas para que no se descubra la ver-
güenza de tu desnudez" (Apoc. 3:18) ... " (Lecciones
prácticas del gran Maestro, p. 288).
De esa manera ... la sierva del Señor aplica Apoc.
16:15 en relación con los días de preparación del
carácter mientras que el juicio investigador aún
está en sesión y antes de que termine el tiempo de
gracia ...
Entonces, ¿por qué se menciona esta amonestación
y exhortación en conexión con la sexta plaga? Cuan-
do se termine el tiempo de gracia, los caracteres del
pueblo de Dios quedan sellados para la eternidad... El
velar y el mantener los vestidos ... se aplica ahora: al
tiempo antes del fin del tiempo de gracia; al tiempo
cuando los espíritus malignos están afuera engañan-
do a la gente con respecto a la obediencia a la ley
de Dios; al tiempo cuando Satanás está uniendo al
mundo en rebelión contra las demandas de la ley de
Dios. JO
Esta explicación saca a la luz una correspondencia nueva y poco

común entre la amonestación de Apocalipsis 16: 15 y la actividad de los
espíritus inmundos que reúnen a los reyes del mundo para Armagedón.
Were creía que la puesta en ejecución de las leyes dominicales
cumpliría la profecía de Daniel 11:45Y Enseñó que '''el monte santo
y glorioso' se refiere a la iglesia" de DiosP
Observe cómo interpretó "Edom, Moab y la mayoría de los hijos
de Amón" de Daniel 11 :41:
72
"Ellos [el pueblo de Dios] dejarán sentir su poder

sobre Edom y Moab, y se les someterán los amoni-
tas". [Isa. 11:14 NVI]. Note que estos son los mismos
pueblos mencionados en la profecía con relación a las
actividades del rey del norte, Egipto, Moab, Edom y
los hijos de Amón. En Daniel 11 :41 leemos: "Mas es-
tas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría
de los hijos de Amón". Estos son los mismos mencio-
nados en la profecía de Isaías 11 como obedeciendo
"al remanente de su [Dios] pueblo". Es decir, al escu-
char el mensaje de salvación de Dios de los últimos
días, "escaparán de su [la del rey del norte] mano" y
tomarán su lugar con el pueblo de Dios "dentro de
Jerusalén", la "ciudad santa [la iglesia remanente de
Dios]" ...
En el fuerte clamor, de entre las filas de los enemi-
gos de Dios aún serán salvadas ... almas que se pon-
drán del lado del pueblo de Dios ... Así, "escaparán de
su mano", la mano del papado. 13
Con respecto a la proclamación del mensaje del tercer ángel du-

ante el fuerte clamor, Were creía que
El fuerte clamor será dado con un poder tan fuerte

que el rey del norte llegará a estar muy turbado por
eso. "Por lo tanto saldrá con gran furia para destruir
y matar a muchos" (Dan. 11:44) y para realizar sus
designios acampa alrededor de la "ciudad santa" es-
piritual [la iglesia remanente de Dios], pero el Señor
interviene para librar a su pueblo. 14
7 3
Were interpretó "Egipto" mencionado en Daniel 11 :42, 43 como

representando al comunismo y predijo que el comunismo vendría a
estar bajo el control papal. Dijo Were:
El comunismo es una de las barreras más gran-

des entre él [el papado] y su objetivo. Esta barrera
la considera como un obstáculo serio para la adqui-
sición del control del mundo. Las Escrituras decla-
ran que vencerá esa barrera tremenda, "no escapará
el país de Egipto"; los países que han adoptado el
comunismo "impío" no escaparán de su control [el
del papado]. 15
Were predijo que el mundo no siempre estaría dividido, el Oriente

contra el Occidente, sino que el Occidente y el papado emergerían
victoriosos de la Guerra Fría. Llegó a esa conclusión por medio de su
estudio de los escritos de Elena de White. Dijo él, tan temprano como
en 1951:
La advertencia del tercer ángel contra la "ado-

ración de la bestia y de su imagen" debe ir a todo
el mundo, incluyendo a Rusia, China, etc. Así muy
pronto se verá que una creencia de la magnitud
del mensaje del tercer ángel, una creencia que es
un mensaje mundial, automáticamente excluye la
idea de que el mundo permanecerá dividido entre
el "oriente" y el "occidente" hasta la sexta plaga; y
una creencia en la extensión y la grandeza mundial
del mensaje del tercer ángel, revela una comprensión
de "grandes cambios" que están destinados a tomar
74
lugar en las condiciones políticas actuales, lo que re-

sultará en la exaltación del papado entre las naciones
del mundo y el peligro consecuente y amenaza de
muerte al pueblo de Dios "en todas partes del mun-
do" sobre el sábado, antes de que termine el tiempo
de gracia. 16
Were predijo que
El dedo profético señala a Roma y a Europa, apo-

yadas por el tremendo poder de la América protes-
tante [los Estados Unidos] como los poderes mundia-
les dominantes hasta las mismas horas finales de la
historia terrenal. Roma, "recuperará su supremacía
perdida", "la profecía predice una restauración de su
poder" (El conflicto de los siglos, [abreviado, CS] pp.
635,636).17
Were basó su predicción sobre los escritos de Elena de White, y,

por supuesto, Apocalipsis 13:3. Note cómo llego a esta conclusión:
"Bajo una cabeza: el poder papal, el pueblo se uni-

rá para oponerse a Dios en la persona de sus testigos"
(Testimonies, t. 7, p. 182) Esto incluye Rusia, China,
etc, con el resto del mundo, porque estamos informa-
dos explícitamente por la mensajera del Señor: "Cuan-
do los Estados Unidos ... se una con el papado para for-
zar la conciencia y obligar a los hombres a honrar el
falso día de reposo, los habitantes de todo país del
globo serán inducidos a seguir su ejemp10".18
7 5
Were además tomó la posición que
Cualesquiera guerras militares hayan de pelearse

entre las diversas naciones y aun si alguna lucha se
hace en Palestina, incluso en el valle de Josafat o en
Meguido, esas guerras no tienen relación directa con
el "Armagedón".19
Las posiciones escatológicas de Were eran muy diferentes de las

que adoptaron sus hermanos, y, puede añadirse, estaban mucho más
cerca que las de ellos al escenario que Elena de White presenta de los
eventos del tiempo del fin y de las primeras ideas adventistas sobre el
Armagedón y el rey del norte.
Were no siempre fue tan diplomático como podría haber sido al
presentar sus puntos de vista de la profecía bíblica, ni tampoco estuvo
siempre sin errores en su interpretaciones. Pero 10 que es importante
es que sus posiciones con respecto al rey del norte y al Armagedón
fueron en gran parte rechazadas por sus contemporáneos, y solo en
años recientes han recibido la atención que merecen. En la defensa
que él mismo hizo de sus posiciones, The Trials and Triumph ofTru-
th: My Reply to Misrepresentation, predijo que:
La "nueva teoría" de un Armagedón militar aun

será abandonada por los creyentes dirigidos por el Es-
píritu en los días finales de la gran lucha. 20
El tiempo dirá si esta predicción se cumple o no.
La SeQunda Guerra Mundial y el ArmaQedón

Volvamos atrás unos pocos años. Durante el resto de la década de
76
1930, Japón hizo esfuerzos para dominar a China, y el comunismo

ruso estuvo intentando trastocar al mundo por medio del marxismo.
Estos acontecimientos proporcionaron mucho grano para que nues-
tros molinos evangelistas presentaran a sus auditorios la posición de
que el Armagedón sería una batalla del Oriente contra el Occidente.
Poco parecía importar si Japón o la Unión Soviética o incluso China
dirigirían a los reyes del Oriente contra el Occidente en la batalla final
de la tierra.
Sin embargo, mientras que la Segunda Guerra mundial se asomaba
en el horizonte, la división de los combatientes (como en la Primera
Guerra Mundial) no fue del Oriente contra el Occidente, sino de las
potencias del Eje contra los aliados. Como consecuencia, la posición
de que el Armagedón sería un conflicto Oriente-Occidente, quedó en
gran medida eclipsada, pero no del todo, hasta después de la guerra.
Durante la guerra se colocó el énfasis en una confusa refriega en
Palestina, pero nada sucedió en la guerra que estuviera a la altura de
nuestra posición tradicional sobre el Armagedón. Así que, de nuevo,
nuestras interpretaciones acerca de esta batalla quedaron en confu-
sión. Fredrick Lee, un redactor asociado de la revista de la iglesia,
probablemente reflejó la confusión que experimentaba gran parte de
nuestro pueblo en ese tiempo, cuando escribió:
Los asuntos que introduzcan el Armagedón se-

rán extremadamente complejos. Por medio de algún
"ismo" o ideología, naciones enteras serán arrastradas
a un estado mental de fanatismo. Entonces las nacio-
nes no irán a la guerra por el oro, ni siquiera por el
trigo, sino que irán a la guerra debido a propósitos
definidos que están relacionados con aspiraciones re-
ligiosas. Una nación tiene esta "misión divina", otra
77
tiene esa. Todas irán para salvar al mundo. Una, tal

vez, para salvarlo para el comunismo; otra, para sal-
varlo para el fascismo; otra para salvarlo para el cato-
licismo; otra para salvarlo para el cristianismo, etc.
La mente de uno llega a confundirse mientras se
esfuerza en descifrar un enfoque ordenado y definido
de la última gran guerra, tal como el alineamiento de
naciones y razas sobre un lado o el otro. 21
Sencillamente, las piezas del rompecabezas no se acomodarían a

los diferentes marcos históricos radicales para el Armagedón tal como
lo enseñaban los defensores de un Armagedón palestino, cuando se
comparaban con las enseñanzas de la mensajera del Señor.
OríQenes de la Asociación de InvestiQación Bíblica

A pesar de esta disparidad, se continuó haciendo intentos para que
de alguna manera se interpretara al Armagedón como una batalla es-
piritual así como un conflicto militar. Tales intentos, más bien que
unificar a la iglesia, tendieron a polarizarla. Así que al comienzo de la
década de 1940, los vientos del cambio estaban soplando con fuerza
creciente. Raymond Forrest Cottrell, que a la sazón era profesor de
Biblia en la escuela preparatoria (colegio secundario) del PUC, en
un ensayo que trazaba la historia de la Asociación de Investigación
Bíblica, resumió los cambios que estaban sucediendo entre los adven-
tistas con respecto al Armagedón y el último poder de Daniel 11. Dijo
Cottrell:
En los años que llevaron a la Segunda Guerra Mun-

dial, y los que la incluyeron, los eventos internacionales
concentraron la atención de los adventistas del séptimo
78
día sobre las profecías de los últimos días, particular-

mente la identidad del rey del norte de Daniel 11, Y la
batalla del Armagedón en Apocalipsis 16. 22
En el concilio de profesores de Biblia de los colegios superiores

que se llevó a cabo en Wáshington D.C., en el verano de 1940, se
votó organizar una asociación de profesores de Biblia de los cole-
gios superiores. Se recogieron cuotas de socios y se colocaron en las
manos de "Denton E. Rebok en el seminario [adventista del séptimo
día] ... [quien] nunca hizo nada acerca de la propuesta organización". 23
El grupo de estudio que estaba en Angwin [California, continuó
reuniéndose y] eligió el nombre de "Sociedad de Escatología", y en
su primera reunión [celebrada en febrero de 1943] se leyó y se debatió
... el estudio lingüístico contextual [de Cottrell] sobre "'los reyes del
Oriente "'.24 Durante los meses de diciembre a marzo de 1943-1944,
algunos de los profesores en el Pacific Union College, presididos por
el Dr. Leon L. Caviness, se reunieron y trataron ensayos sobre varios
tópicos, la mayoría de los cuales eran acerca de las profecías bíblicas
relacionadas con los eventos del tiempo del fin. 25
Cuando en 1944 se reunió el concilio de profesores de Biblia, se
organizó la Asociación de Investigación Bíblica [Bible Research Fe-
llowship, en adelante BRF] bajo el liderazgo de Caviness, con unos
47 miembros, 12 de los cuales residían en Angwin. Se le dieron a
Caviness las cuotas que estaban en la caja fuerte de Rebok, y la BRF
llegó a existir. En varios colegios superiores denominacionales se for-
maron capítulos u organizaciones locales de la BRF. La organización
madre quedó en el PUC, pero no tenía ninguna conexión oficial con
el colegio.
Con el paso del tiempo, la organización creció y cuando en 1950 se
reunió el concilio de profesores de Biblia, tenía una membresía mun-
79
dial de 204 miembros, que incluían a profesores de Biblia, ministros,

obreros denominacionales y unos pocos obreros no denominaciona-
les. 26 "Por 1951, la membresía mundial de la BRF... [había crecido
hasta] 250 e incluía profesores de cada colegio superior adventista al-
rededor del mundo, excepto uno; [como también]. ... [incluía] 17 [que
trabajaban] en la AG [Asociación General]'?7
Aunque pequeña en cantidad, la BRF comenzó a ejercer una am-
plia influencia a través de los colegios superiores de la denominación,
y eventualmente sobre los estudiantes de los colegios superiores ad-
ventistas. Entre los miembros de la BRF estaban hombres tan cono-
cidos como L. L. Caviness, R. F. Cottrell, T. Housel Jemison, Mead
McGuire, Guy F. Wo1kfill, H. Camden Lacey, E. R. Thie1e, C. S. Lon-
gacre, y Edward Heppenstall, para nombrar solo a unos pocos.
No todos los profesores de los colegios superiores de la iglesia
aceptaron con agrado los puntos de vista expresados en los trabajos
presentados a la BRF. Esto fue verdad especialmente con respecto al
Armagedón y al último poder de Daniel 11. Fue muy pronto durante
ese período que los sentimientos entre los "literalistas" y los "espiritua-
listas" se encendieron tanto cuando tuvo lugar la "batalla de empujones
y codazos" entre dos profesores de colegios superiores adventistas.
La influencia de la Asociación de Investillación Bíblica

Aunque la BRF trató muchos y muy variados tópicos, muchos de
los trabajos estudiados por sus miembros desde 1943 hasta cerca de
1950 trataban con Danie111 y Apocalipsis 16. 28
Algunos estudiantes de los colegios superiores adventistas, que
clandestinamente se aseguraron copias de los trabajos compartidos
por los miembros de la BRF, quedaron persuadidos por 10 que leye-
ron. En los meses de marzo-junio de 1945, este investigador que en-
tonces era un estudiante de teología en el PUC, llegó a convencerse de
8 o
que el Armagedón era una batalla espiritual entre las fuerzas del bien
y del mal como resultado de leer un panfleto titulado Armageddon
por Louis F. Were. El panfleto se lo prestó Albert Kephart, un soldado
americano que había conseguido una copia en Australia y contenía la
siguiente declaración decisiva de Elena de White:
Necesitamos estudiar el derramamiento de la sép-

tima copa. Los poderes del mal no abandonarán el
conflicto sin luchar; pero la Providencia tiene una
parte que desempeñar en la batalla del Armagedón.
Cuando la tierra esté alumbrada con la gloria del án-
gel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, bue-
nos y malos, despertarán del sueño y los ejércitos del
Dios viviente irán a la batalla (Manuscrito 175, p. 189
[ahora citado en el Comentario btblico adventista, t.
7, p. 994).
Los estudiantes también quedaron influidos por lo que le escucha-

ban debatir a sus profesores de Biblia dentro y fuera de las aulas. Al
cambiar sus conceptos acerca del Armagedón y del rey del norte, al-
gunos administradores de la iglesia y evangelistas se alarmaron. Cre-
yeron que se les estaba enseñando herejía a los estudiantes.
Afortunadamente esto no fue verdad de todas las asociaciones. Y
con todo, aun dentro de las asociaciones llamadas "liberales" estaban
los que miraban con sospecha la "nueva opinión" de sus aspirantes al
ministerio. Por ejemplo, cuando el autor fue tomado como aspirante
al ministerio por la Asociación del Norte de California, en el vera-
no [del hemisferio norte] de 1949, se lo instruyó para que contactara
al pastor Alden O. Sage, el evangelista de la asociación, bajo quien
debía trabajar. El pastor Sage vivía en el PUCo Cuando el aspiran-
8 1
te al ministerio recientemente empleado llamó a la puerta de la casa

del evangelista, fue amablemente invitado a pasar. Después de las
ocurrencias iniciales, el evangelista fue derecho al punto. "Joven", le
requirió, "¿qué cree acerca del Armagedón? El osado joven le respon-
dió, "Bueno, pastor, es e_xcelente para un buen titular, ¿verdad?" El
joven pronto aprendió que esa no era la manera de ganar amigos y de
influir en la gente. Sin embargo, con el tiempo, los dos llegaron a ser
buenos amigos.
La influencia de Raymond F. Cottrell sobre los estudiantes

Raymond F. Cottrell, secretario de la BRF (1944-1952) ejerció una
influencia considerable no solo sobre sus colegas sino también sobre
los estudiantes. Como secretario de la Asociación de Investigación
Bíblica, su influencia se extendió más allá del PUCo
La investigación que hizo Cottrell en las posiciones de los pioneros
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día con respecto al Armagedón y
al rey del norte revelaron por primera vez que las opiniones expresa-
das por Urías Smith en su libro Daniel y Apocalipsis no eran las posi-
ciones originales adoptadas por los pioneros de la Iglesia Adventista.
Por el contrario, sacó a luz el hecho de que la posición sostenida por
Jaime White y los otros líderes tempranos de la iglesia era en realidad
"la vieja posición".
Cottrell también llamó la atención al hecho de que aunque al prin-
cipio Smith mantuvo puntos de vista consistentes con los de los pri-
meros líderes adventistas, fue Smith quien cambió de posición con
respecto al Armagedón y al rey del norte, no los pioneros. 29 También
mostró que la verdadera vieja posición concordaba mejor con los es-
critos de la mensajera del Señor que la opinión de que el Armagedón
era un conflicto militar. 30
En una monografía presentada a la BRF en mayo de 1945, titula-
82
da "Armagedón: un estudio en antecedentes históricos y proféticos",

Cottrell expuso probablemente el estudio más exhaustivo así como el
más íntimamente razonado, de todos los ensayos sobre el Armagedón
presentados a la BRF. Debido a la amplia influencia que tenía sobre
los estudiantes, los profesores de la facultad, y sobre otros, se citan
aquí detalladamente las partes más significativas:
No se libra ninguna batalla bajo la sexta plaga; me-

ramente se reúnen los poderes de la tierra, llevados al
punto exacto de ejecutar su plan de aniquilar al rema-
nente. La real "batalla de Armagedón" se lucha bajo
la séptima plaga, cuando "Aquel sobre cuya vestidura
está escrito el nombre, Rey de reyes y Señor de se-
ñores conduce a las huestes celestiales". (Eventos de
los últimos días, [abreviado, EUD], p. 255). Esto ...
une definidamente al Armagedón con Apocalipsis
19:11-21... También se ve que Satanás y su ejército,
patrocinado por la triple unión también son reunidos
para hacer guerra (cf. 12:17; 13:4, 15; 16:13, 14, 16;
19:20).
Otro hecho del contexto que no debe ser pasado por
alto es la secuencia del tiempo comprendido dentro de
la sexta plaga. La causa del secamiento del Éufrates es
el derramamiento de la sexta plaga... El río
Éufrates se
seca cuando el ángel derrama su copa, no antes.
Debe notarse que las plagas son derramadas sobre
los que adoran a la bestia y a su imagen y que reci-
ben su marca en sus frentes o en sus manos (13:14-
18; 14:9-11; 15:1, 2). Cuando se acabe el tiempo de
gracia hay solo dos clases de gente que quedan en la
83
tierra (Testimonios para los ministros, p. 473; Joyas

de los testimonios [abreviado, JT], t. 3, p. 286). Por lo
tanto, la sexta plaga, el secamiento del Éufrates, debe
ser analizado como una parte de la ira de Dios derra-
mada sobre esa parte de los habitantes de la tierra que
siguen a Babilonia...
Históricamente la ciudad de Babilonia y el río Éu-
frates son inseparables. El Éufrates fue incuestiona-
blemente el "río de Babilonia". Babilonia literalmente
"se sentó" sobre muchas aguas en sentido literal (Jer.
51:12, 13) [lo que] ciertamente [se refiere] al río Éu-
frates que trajo prosperidad y protección a la ciudad ...
Se declara en forma definida que las siete últimas
plagas son un juicio sobre Babilonia y su pueblo ...
Evidentemente, las aguas sobre las cuales el sexto án-
gel derrama su plaga deben... referirse a la gente sobre
la cual el papado domina, y que a su vez 10 apoyan.
Con respecto a la palabra "Armagedón" ... nunca
ha habido en realidad un lugar conocido por ese nom-
bre, ya sea en hebreo o en otro idioma. Como nunca
hubo un lugar conocido como Armagedón en hebreo,
debe ser que Juan está hablando simbólicamente...
Entonces, debe preguntarse apropiadamente, ¿por qué
se refiere Juan al. .. [Armagedón] como un lugar? Un
uso similar de la misma palabra griega traducida aquí
"lugar" (topón) se encuentra en Hebreos 12: 17, NIV,
donde se declara que Esaú buscó un "lugar" (oportu-
nidad, condición o situación favorable) para el arre-
pentimiento, pero fracasó en encontrarlo ... Entonces,
los reyes de la tierra van a ser reunidos en una situa-
84
ción, la que puede describirse apropiadamente para

uno familiarizado con la historia y el idioma hebreo,
como Annagedón, la montaña de la matanza...
El secamiento del gran río Éufrates
Cuando el principio de alusión histórica se aplica a
la expresión "de ahí que se secaron las aguas", se en-
cuentra que son significativos numerosos pasajes del
Antiguo Testamento ... Éxodo 14:16,21,22,29; 15:19
[El secamiento del Mar Rojo cuando los israelitas 10
cruzaron en su salida de Egipto] ... Josué 3:17 [El se-
camiento del Jordán cuando Israel cruzó a la tierra
prometida] ... Isaías 44:27 [El secamiento de las aguas
del Éufrates por Ciro cuando Dios dijo de Babilonia,
"secaré sus ríos] ...
Ciro es el agente de Dios para la destrucción de
Babilonia y para la liberación de su siervo Jacob
(44:28; 45:4). Esta es una profecía mesiánica, porque
a Ciro se 10 llama "mi pastor y cumplirá todo 10 que
yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás reedificada". Él
es el ungido del Señor, para sujetar naciones; también
es el "ave de rapiña" del oriente (45:1; 46:11 NVI) ...
Dios espera hasta que los súbditos de Satanás 10
abandonen (se corten de él) y después destruye el
gran río, junto con la misma ciudad... Al comienzo de
la séptima plaga, los impíos de la tierra han rodeado
a los justos en el momento señalado para la ejecución
del decreto de muerte (PE, p. 285). Pero cuando Dios
interviene, ven que han sido engañados y vuelven con
furia sobre sus falsos pastores los instrumentos de
muerte que iban a ser usados contra los santos (CS, p.
85
713; Apoc. 16.19; 17:16; Jer. 25:34-38; etc).

Los reyes del Oriente
La persona y la obra de Ciro fueron simbólicas de
Cristo, como cuando en Isaías 41:2, 25 Dios predi-
jo que despertaría "del oriente al justo" ...Note que
en la realización de esta tarea señalada, Ciro tuvo la
promesa de Dios, "tus ríos haré secar" (Isa. 44:27),
refiriéndose al desarrollo de su estrategia para tomar
Babilonia. Cristo va a usar la misma estrategia para
tomar la Babilonia moderna...
Juan habla repetidamente de Cristo como "Rey
de reyes" (Apoc. 17:14; 19:16, etc.) en conexión con
los eventos que ocurrirán durante el "día del Señor" ...
Por 10 tanto ... puede ser denominado apropiadamente
"Rey" de o del "oriente". A continuación, es apropiado
preguntar acerca de la identidad de los virreyes sobre
los cuales va a reinar como Rey supremo ...
Parecería que el peso total de la evidencia históri-
ca de las Escrituras señala a Cristo como el Rey del
oriente y a los santos como reyes del oriente junta-
mente con él...
Los tres espíritus inmundos
Los tres espíritus inmundos que salen de sus miem-
bros y van a los reyes de la tierra deben promover el
plan de Satanás, que al mismo tiempo es para derrotar a
Dios al avasallar a su pueblo. Estas fuerzas también se
describen en Apocalipsis 13:4, 13-15, bajo los símbolos
del dragón (espiritismo) la bestia (el papado) y el falso
profeta o la imagen de la bestia (protestantismo) ...
Dado que las causas de la batalla son de naturale-
86
za religiosa, debería apropiadamente hablarse de ella

como una batalla religiosa más bien que política...
Los reyes de la tierra
El hecho sobresaliente relativo a los reyes de la
tierra es que son reunidos todos juntos, no divididos
unos contra otros. Están airados contra Dios y unidos
contra él (Apoc. 16:11,9; 17:14; 19:11-19), Satanás
hace la guerra combinando las naciones de la tierra
contra el pueblo de Dios ...
La batalla del gran día de Dios
Para una descripción de la batalla misma, es nece-
sario ir a la séptima plaga. En primer lugar, se escu-
cha la voz de Dios diciendo "¡Hecho es!, es decir, los
impíos de la tierra han demostrado completamente su
oposición hacia él y su pueblo, y él los ha detenido
en el mismo acto de matar a sus elegidos; por lo tanto
está totalmente justificado en llevar adelante su "ex-
traño acto" de destruirlos a todos ...
Llega el tiempo señalado en el decreto [de muerte],
la crisis cuando todos los poderes de la tierra están en
orden de batalla contra el pueblo de Dios (CS, p. 692).
A la medianoche, precisamente cuando los impíos se
lanzan precipitadamente con gritos de triunfo, Dios
manifiesta su poder para librar y una densa oscuridad
cubre la tierra (PE, p. 285; CS, p. 694,695; JT, t. 1,
pp. 131, 132; PE, p. 283; Isa. 17: 12-14)... Entonces, en
rápida sucesión, se desencadenan poderosos cataclis-
mos de la naturaleza, mientras Dios sale para aniqui-
lar a sus enemigos. Hay un terrible despertar entre los
impíos mientras la voz de Dios cambia la cautividad
8 7
de su pueblo (CS, pp. 711, 712; PE, pp. 92; 266; Jer.
25:30,31). Dándose cuenta que fueron engañados, se
acusan unos a otros; pero todos concuerdan en la más
amarga condenación de sus ministros, y estos falsos
maestros confiesan ante el mundo su obra de engaño
(CS, pp. 713, 714; PE, p. 282). Llenas de furia las
multitudes vuelven contra esos falsos pastores y sobre
ellos las mismas armas con las que habían pensado
matar a los justos ...
Mientras los impíos están empeñados en esta ho-
rripilante masacre, aparece una pequeña nube negra:
la señal del Hijo del hombre (CS, pp. 696, 697; PE,
pp. 15, 35). El golpe de las armas, el tumulto de la ba-
talla, cesa (CS, pp. 699, 700; Isa. 9:5; Apoc. 6:15-17;
Isa. 2:10-21).31
No tomó mucho tiempo para que muchos de los profesores y de

los estudiantes de los colegios superiores adoptaran esta "nueva" (en
realidad "vieja") posición, o una forma modificada de esa. Como re-
sultado, los evangelistas y los administradores de la iglesia, la "vieja
guardia" se sintieron amenazados. Las posiciones que habían mante-
nido por años estaban siendo puestas en tela de juicio.
Vientos de cambio
La rendición de Japón en 1945, la lucha interna en China entre
nacionalistas y comunistas al final de la década de 1940, así como el
recalentamiento de la Guerra Fría durante las décadas subsiguientes,
vio una vez más un cambio en la predicación de nuestros evangelistas
en cuanto a qué nación dirigiría a los "reyes del oriente" a Armagedón.
Debido a la derrota de Japón y la lucha interna de China, pero princi-
88
palmente porque la Unión Soviética amenazaba sumergir al mundo en

el comunismo, el manto del liderazgo de la nación oriental en el con-
flicto entre el Oriente y el Occidente cayó sobre la Unión Soviética.
El concilio de los profesores de Biblia en el

Pacific Union Collelle en 1950
Después del congreso de la Asociación General en San Francis-

co en 1950, se reunió en el PUC desde el 23 hasta el 31 de julio el
concilio de profesores de Biblia que consistía en 32 asistentes, dos
de la Asociación General, 24 de los colegios adventistas superiores
en Norteamérica, y seis de los sanatorios adventistas en Norteaméri-
ca. Vernon E. Hendershot, el decano del Seminario Adventista fue el
presidente y Louis H. Hartin, decano del Departamento de Teología
de ese colegio superior fue el secretario. Los objetivos del concilio
fueron para "compartir información y experiencias que producirían
una mejor enseñanza, mejor implementación de los principios de la
educación cristiana dentro de la estructura del departamento de edu-
cación, y la integración mejor de nuestros programas departamentales
con los blancos generales y la organización del colegio superior in-
dividual".32 Otro aspecto importante del concilio fue cómo tratar con
asuntos problemáticos.
Durante el concilio, Cottrell preparó apresuradamente un "Cues-
tionario sobre puntos de vista divergentes" que fue distribuido entre
los asistentes. Dos de las preguntas trataban con Daniel 11 :40-45 y el
Armagedón. De los que respondieron, ninguno creía que "el rey del
norte era Turquía"; trece creían que "el rey del norte es el papado";
tres creían que "el papado es el poder representado; los reyes del norte
y del sur están además del papado; once creían que "el rey del norte
en los últimos versículos es el comunismo"; once creían que "el rey
del sur en los últimos versículos es el mahometanismo".

89
En cuanto al Armagedón, ninguno creía que "es una batalla de na-

ciones del oriente y del occidente"; 16 creían que era "esencialmente
una batalla final entre Cristo y Satanás, con todos los impíos de la
tierra matándose unos a otros en una guerra real mientras Cristo apa-
rece en las nubes de los cielos"; cuatro creían que el Armagedón "era
'una batalla espiritual' sin ningún significado militar". Ninguno creía
que "las aguas del Éufrates representan a Turquía"; doce creían que
"las aguas del Éufrates representan a pueblos que apoyan al papado".
Ninguno creía que "los reyes del oriente eran poderes terrenales"; y
doce creían que "los reyes del oriente son Cristo como Rey de reyes y
Señor de Señores, y los que 'están con él' . Apocalipsis 17: 14".
Por estas respuestas es evidente que la mayoría de los presentes fa-
vorecía las así llamadas "nuevas posiciones" acerca del último poder
de Daniel 11 y el Armagedón. 33
La noticia acerca del cuestionario de Cottrellllegó a la atención del
presidente de la Asociación General de una manera indirecta. Primero
llegó a Australia vía Louis Were, que afirmó que todos los profesores
de Biblia en la reunión creían como él sobre el Armagedón y el rey del
norte. Los administradores en la División Australasiana entendieron
que él había sido "un invitado de honor" en el concilio. Como resul-
tado, surgieron dudas con respecto a la parte de Cottrell en preparar el
cuestionario.
En un trabajo titulado "Louis F. Were en el Concilio de profesores
de Biblia y el cuestionario sobre tópicos problemáticos", con fecha del
11 de enero de 1951, Cottrell se esforzó en colocar distancia entre él y
Were. Dijo que Were de ninguna manera fue un "invitado de honor",
y explicó que el cuestionario había sido preparado precipitadamente.
No obstante destacó "el sentimiento unánime de gozo y libertad, que
después de mucho tiempo ahora todos miramos juntos algunos de los
problemas que nos encontraron divididos en años pasados".34
90
Las autoridades no compartían el "gozo" que Cottrell informa-

ba que había sido experimentado por los que asistieron al concilio.
Como resultado, y también debido a la "nueva posición" sobre el Ar-
magedón y el rey del norte, se los percibió como siendo un desafío a
la opinión largamente sostenida de que el Armagedón era un conflicto
militar, el recientemente elegido presidente de la Asociación General,
William H. Branson dio orden de disolver la BRF.35
Muy poco tiempo después de eso, la Asociación General convocó
una conferencia bíblica a reunirse en septiembre de 1952. El propósi-
to de estas reuniones era volver a estudiar los asuntos de interés para
la iglesia, incluyendo el Armagedón. 36 La conferencia se realizó en
Takoma Park, Maryland, del 1o al 13 de septiembre. A diferencia de la
Conferencia Bíblica de 1919, esta fue abierta y los ensayos y mono-
grafías presentados se publicaron en dos libros que llevaron el título
de Our Firm Foundation (Wáshington, D.C.: Review and Herald Pu-
blishing Association, 1953).
Referencias
1. Revista mensual Watchman, 19 de mayo de 1924.
2. Harold E. Sinde, Prophetic Essays (Union Springs, N.Y: The Academy Press, 1927), p. 28.
3. En The Certainty of the Third Angel 's Message, Proved by Important Principies of Prophetic Interpretation
(Adelaide: Modem Printing Co., Ud., 1945) p. 107 Were habla de este "folleto sobre 'el futurismo y el anticristo de
la Escritura"'. Este folleto fue publicado originalmente en la revista australiana Signs ofthe Times, julio de 1931.
En su librito, What Is Armageddon? (Adelaide: Modem Printing Co., Ud., 1942), p. 4, Were dice que comenzó sus
estudios sobre el Armagedón "hace más o menos una década", por eso, desde 1931.
4. The Trials and Triumphs ofTruth: My Reply to Misrepresentations (East Malvem, Victoria, Australia: A. F.
Blackman, Print[er], 1956), pp. [1]-[44].
5. Louis F. Were, The Kings of the North at Jerusalem (East Malvem, Victoria, Asutralia: A. F. Blackman,
1949), p. 75. La cursiva es suya.
6. IMd., pp. 11, 112. La cursiva es suya.
7. Ibíd., p. 99. La cursiva es suya.
8. Louis F. Were, Before Probation Closes (East Malvem, Victoria, Australia: A. F. Blackman, Printer, 1951),
p.6.
9. Louis F. Were, Cod Speaks and Israel Triumphs (East Ma1vem, Victoria, Australia: A. F. Blackman, Printer,
1951), p. 78. La cursiva es suya.
10. Louis F. Were, Before Probation Closes, pp. 87-90. La cursiva es suya.
11. The King ofthe North at Jerusalem, p. 79. Título del capítulo: "La puesta en vigor de las leyes dominicales
cumplirá Daniel 11:45".
12. IMd., p. 68.
13. IMd., p. 72. La cursiva es suya.
15. Before Probation Closes, p. 60. La cursiva es suya.
9 1
16.lbíd., p. 7. La cursiva es suya.

17.lb(d., p. 9. La cursiva es suya.
18.lbíd., p. 54. La cursiva es suya. Véase Joyas de los Testimonios, t. 2, p. 373.
E116 de noviembre de 1954, sobre la base de las declaraciones de Elena de White sobre los últimos aconte-
cimientos e independientemente de Lonis E Were o de cualquier otro estudiante de los escritos de Elena de White,
este investigador llegó a la conclusión de que los Estados Unidos ganarían la Guerra Fría. Redactó sus pensamientos
en un código privado en un trozo de papel que aún esta en su posesión. Ocho años más tarde, el 25 de diciembre de
1962, le escribió a su hermano Charles George Mansell:
¿Te acuerdas de la conversación que tuvimos sobre la alameda mientras caminábamos hacia el monumento a
Washington en el verano de 1959? Bueno, dije que Elena de White dice que "los habitantes de todo país del globo"
serán inducidos a seguir "el ejemplo" de los Estados Unidos al promulgar las leyes dominicales (véase Joyas de los
testimonios, t. 2, p. 373). No tengo más previsión que algún otro, pero sobre la base de esta declaración, que yo creo,
es evidente que nuestro país aun no ha alcanzado el pináculo del poder mundial que va a alcanzar. Si esto es así, para
mí es claro que de alguna manera, que afirmo que no se cómo, las naciones que hoy día son de gran importancia
en el sendero del destino [por ejemplo la Unión Soviética y China], algún día seguirán el mandato de los Estados
Unidos cuando les diga a los que moran en la tierra "que deben hacer una imagen de la bestia" (véase Apoc. 13:14).
Creo, y lo he creído por algún tiempo, que todo el estrépito de cohetes por la parte de Rusia está consiguiendo un
efecto: unir Europa y los Estados Unidos. Cuando esto se realice, no sería nada para que el comunismo desaparezca
repentina y casi dramáticamente.
19. Louis E Were, Europe and Armaggedon! Europe, the Worlds Storm Center (East Malvern, Victoria, Asu-
tralia: A. E Blackman, Printer, 1949), p. 80.
20. Louis E Were, The Trials and Triumphs ofTruth, p. 54.
21. RH, 31 de agosto de 1939.
22. Raymond E Cottrell, "La Asociación de Investigación Bíblica: Una organización pionera adventista en
retrospectiva", en Adventist Heritage, 5:1 (verano) 1978, p. 40.
23. Carta de Raymond E Cottrell a Donald E. Mansell, 23 de febrero de 1997, p. 2.
24. Ibíd.
25. Ibíd., p. 1.
26. Raymond E Cottrell, "La Asociación de Investigación Bíblica: Su historia y objetivos (un ensayo mimeo-
grafiado), pp. 4-8. Este trabajo fue preparado para el Concilio de profesores de Biblia de 1950; Raymond E Cottrell,
"La Asociación de Investigación Bíblica" (un ensayo mimeografiado), pp. 2-4.
27. Carta de Cottrell, 13 de febrero de 1997.
28. (Escrito a máquina. No se menciona a ningún autor pero compilado probablemente por Raymond E Co-
ttrell, secretario del BRF, que se lo dio al autor). "Trabajos presentados a la Asociación de Investigación Bíblica,
1943-1952", pp. 1-4.
29. Raymond E Cottrell, "Puntos de vista de los pioneros sobre Daniel 11 y el Arrnagedón" (Monografía mi-
meografiada enviada a los miembros de la Asociación de Investigación Bíblica, edición revisada, 1951), pp. 1-29.
30. Ibíd.
31. Raymond Cottrell, "Arrnagedón: Un estudio de los antecedentes proféticos e históricos", un trabajo mi-
meografiado presentado a la BRF, Angwin, California, fechado en la letra del autor "mayo de 1945"), pp. 3-22.
32. V. E. Hendershot, presidente de la junta; L. H. Hartin, secretario, Report ofCollege Bible Teacher's Council
(Angwin, California: 1959), p. 2
33". Ibíd.
34. Raymond E Cottrell, "Loqis E Were y el Concil~o de Profesores de Biblia", un ensayo mimeografiado,
Angwin, California, 11 de enero de 1951.
35. El autor estaba presente cuando se hizo esto en la organización local en el PUCo Paul E. Quimby un
miembro de la BRF fue de la opinión que la BRF debería acatar la orden. El pastor Cottrell sugirió que, al igual que
David, la BRF debería esconderse por un tiempo. Finalmente, la mayoría sintió que la BRF debería disolverse, y
esto fue lo que se hizo.
36. En un trozo de papel amarillo de unos 12,5 centímetros por 7 y medio entre los materiales de investigación
del autor está una nota a lápiz que dice: "R. E Cottrell me dijo el 8 de abril de 1971 que fue el entusiasmo causado
porla afirmación de [Louis E] Were en Australia que todos los profesores de Biblia en los Estados Unidos sostenían
sus puntos de vista sobre el Arrnagedón, etc, lo que [impulsó] a W[illiam] H. Branson a convocar la Conferencia
Bíblica de 1952 y acabar con la Asociación de Investigación Bíblica". En una conversación telefónica con Cottrell,
el 18 de enero de 1997, Cottrellle dijo a este investigador que fue el pastor Nalhanael C. Wilson, presidente de la
División Australasiana, quien le escribió a Branson acerca de que Were fue una "visita de honor" y que la monogra-
fía "Louis E Were at Ihe Bible Teachers Council and Ihe Questionnaire on Controversial Topics" fue su intento [el
de Cottrell] de ponerlas cosas en su lugar.
92
LA GUERRA
DEL ARMAGEDÓN
or el tiempo que se convocó la Conferencia Bíblica de 1952

en el campus del Washington Missionary College (ahora Co-
lumbia Union College), la iglesia estaba retrasada con respec-
to a nuestro entendimiento de las profecías, especialmente de Apoca-
lipsis 12:12-16. Hablando sobre "El lugar de la profecía en nuestra
predicación", el veterano administrador Albert V. Olson, expuso el
problema del rey del norte y del Armagedón de una manera sucinta
en estas palabras:
... no estaría fuera de lugar hacer sonar una nota de

advertencia contra el peligro de ceder a la tentación
de complacerse en interpretaciones extravagantes y
privadas sobre predicciones personales. Consciente o
inconscientemente muchos de nosotros pudimos ha-
93
ber errado sobre este punto.

Hace años, escuché por causalidad a uno de nues-
tros ministros, que había escrito frecuentemente artí-
culos para los diarios de esta ciudad [probablemen-
te Wáshington D.C.] sobre la cuestión turca, que le
decía a un grupo de ministros: "Nunca escribiré otro
artículo sobre este tema para la prensa, porque cada
vez que dije 10 que los turcos iban a hacer, me ponen
en ridículo al hacer alguna otra cosa completamente
diferente". Por sus interpretaciones erróneas y su pre-
dicciones desautorizadas, este buen hermano ha oca-
sionado vergüenza sobre sí mismo y sobre la iglesia. 1
Es inútil especular quién haya sido esa persona.
La Iluerra del Armalledón sellún Walter E. Read

Walter E. Read, la persona elegida para presentar el tema del Ar-
magedón en la Conferencia Bíblica, le dijo a este investigador que
varios meses antes de que se reuniera la conferencia, el presidente de
la Asociación General, W. H. Branson, se encontró con él en uno de
los salones de la sede de la iglesia en Wáshington D.C., y le pidió que
preparara una presentación sobre el Armagedón.
Consciente de la animosidad que este tema había generado en el
pasado, Read dijo que ~ceptó el honor con un poco de mala gana. No
obstante, como un buen soldado, aceptó la tarea y comenzó a inves-
tigar la literatura al respecto. Los frutos de su trabajo aparecen en el
libro Our Firm Foundation, t. 2, pp. 239-335 bajo el título "El gran
conflicto" .
Un administrador de la iglesia y un erudito de larga experiencia,
Read echó los cimientos para su presentación subrayando el tema
94
LA GUERRA DEL ARMAGEDÓN
del gran conflicto. Comenzó con la rebelión de Satanás en el cielo

y siguió con su continuación en la tierra. En su presentación colocó
un énfasis considerable sobre el hecho de que el Armagedón era una
"guerra" no meramente una batalla. Dijo Read: "La palabra usada en
nuestra Biblia para designar este conflicto es batalla, mientras que
la traducción correcta de la palabra original es guerra". 2 Durante su
presentación reiteró este punto numerosas veces e incluso añadió un
apéndice para enfatizar su significado.
Read expuso sus hallazgos con respecto a la guerra del Armagedón
de esta manera:
Entonces, el conflicto del Armagedón, es la "gue-

rra" (pólemos) "del gran día del Dios Todopoderoso".
Por eso, si reconocemos el Armagedón como una
"guerra" más bien que como una "batalla", estaremos
preparados para reconocer una serie de combates más
bien que un conflicto en esta lucha final". 3
Así que el Armagedón no era un solo combate al fin del mundo

sino una serie de combates a través de la historia del gran conflicto.
Pero entonces pasó a decir:
Durante todas las edades, Satanás ha guerreado

contra el cielo. Ahora llega a su esfuerzo final, su in-
tento de subyugar el gobierno del Altísimo. En esta
obsesión obcecada derrama toda su astucia infernal,
su habilidad diabólica, su odio maligno; es su tenta-
tiva suprema, su última aventura desesperada, para
ganar dominio universal.
Ha habido crisis en la obra de Dios antes, pero nin-
95
guna semejante a esta; ha habido tiempos de aguda an-

gustia a través de los siglos, pero nunca un tiempo de
angustia semejante a este; ha habido tiempos de gue-
rras devastadoras y destructivas, peor nunca un tiempo
semejante de total desamparo, de masacre universal,
de malignidad vengativa como ahora. Para el Malo, el
Armagedón es la gran culminación de todas las pasio-
nes reprimidas del rencor diabólico y de la amargura
satánica. Ahora se ve la realización más completa en
toda su enormidad manifiesta. Está desmantelado de
todo su encanto y barniz; ahora quedan desenmascara-
dos los principios del archi rebelde y pueden ser vistos
por todos los habitantes en el gran universo de Dios en
su verdadera perspectiva.
La guerra del Armagedón es el compendio de toda
esta oposición despiadada y odio violento. Se han pe-
leado guerras a través de los siglos; ha luchado nación
contra nación durante la historia de la tierra. Los reyes
de la tierra se han trabado en combate en luchas titáni-
cas hasta el fin del tiempo de gracia, pero nada hasta
ese tiempo puede llamarse Armagedón. 4
Así que "nada hasta [... ] la tentativa suprema de Satanás", su

"esfuerzo final [... ] para derrotar al gobierno del Altísimo", podría
llamarse "Armagedón", y sin embargo, de un modo raro, Armage-
dón es "una serie de combates más bien que un conflicto en esta
lucha final". Read continuó resaltando el punto de vista que nada
antes del último terrible conflicto entre el bien y el mal, o la guerra
contra los santos, podía denominarse Armagedón. Esta es la forma
como 10 presentó:
96
Lo mismo se aplica a cualquier otra clase de con-

flicto, la contienda entre el bien y el mal, o la guerra
contra los santos. Nada antes de esto puede denomi-
narse Armagedón. Pero este último terrible conflicto
entre el bien y el mal, se llama por ese nombre. 5
Read continuó diciendo:
Podemos sugerir al menos 4 grandes batallas en

esta terrible guerra:
a. Habrá una batalla entre la verdad y el error. Esto
involucra el conflicto entre el bien y el mal, entre la
ley de Dios y las leyes de los hombres ...
b. Habrá una batalla contra los santos. Satanás aún
continúa con su propósito decidido de aniquilar al
pueblo de Dios ...
c. Habrá una batalla de nación contra nación. Esto
parece acontecer después que se oye la voz de Dios
proclamando la liberación de los santos. Entonces
los caudillos de los hombres con las naciones de la
tierra, llegan a estar tan enfurecidos, tan furiosos,
porque su presa se les ha escapado de sus garras,
que se vuelven unos contra otros ...
d. Entonces se reñirá la batalla cuando el Señor del
cielo marcha al frente y tiene su disputa con las na-
ciones. Entonces los reyes de la tierra, juntos con la
bestia y sus ejércitos, se colocan en orden de batalla
contra Cristo el Señor...
Ahora la espada de la justicia divina queda desen-
vainada; ahora la artillería del cielo entra en acción ...
9 7
De esta gran culminación cuando las naciones ha-

gan guerra contra Cristo y sean destruidas, leemos:
"Jesús marcha al frente como un gran
conquistador... 'fiel y veraz', 'en justicia juzga y hace
guerra'. Y 'los ejércitos que están en el cielo le se-
guían'" [CS, pp. 698,699].
"A la venida de Cristo los impíos serán borrados
de la superficie de la tierra, consumidos por el espíritu
de su boca y destruidos por el resplandor de su gloria"
[CS, p. 715].6
Read continuó diciendo que, aunque el Armagedón sería una con-

tienda ente las fuerzas del bien y del mal, también habría un choque
de naciones, incluyendo lucha real. Dijo Read:
Por muy espiritual que haya podido ser el conflicto

entre el bien y el mal, no obstante es seguro que el fin
del conflicto significará un combate real, fuego real,
piedras de granizo reales, y una destrucción real so-
bre las naciones ... 7
Así es como describió Read el baño de sangre como resultado del

choque final de las naciones:
Ese imperio de gran mortandad, de quedar diez-

mados, de masacre, ocurre después de que se oye la
voz de Dios librando a su pueblo de las manos de los
impíos, y antes del real advenimiento de Cristo, yeso
es, creemos, parte de la guerra del Armagedón. 8
98
En otro lugar de su presentación, bajo el encabezamiento de "Ba-

talla de las naciones" dijo:
Durante muchos años, en realidad, siempre desde

el comienzo de nuestra obra, enseñamos que la batalla
del Armagedón, de una forma u otra, involucraría a
las naciones de la tierra en un choque armado final.
Creemos que esta posición está bien apoyada por la
Palabra de Dios. 9
Que los adventistas del séptimo día desde el comienzo de su obra

enseñaron que el Armagedón de alguna manera u otra involucraría a las
naciones en un choque armado es cuestionable, como 10 demuestra la
evidencia, pero aparentemente Read no tenía conocimiento de esto.
Unas pocas páginas antes, bajo el título The Issues in the Final
Conflict, Read había dicho:
Es evidente que cuando llegue el tiempo para el

conflicto final, habrá un acuerdo de alguna clase en-
tre los espíritus de demonios, los reyes de la tierra,
y los dirigentes de los hombres en varias fases de
la tentativa. Finalmente, Satanás triunfa al efectuar
una confederación de todos los intereses de la tierra,
con el gran propósito de que sea exaltado como di-
vino ...
No hay sino una consecuencia de este esfuerzo,
tan engañoso y diabólico, y es que "Satanás está
uniendo sus fuerzas para la perdición". En su lucha
final, Satanás está concentrando la misma hostilidad
y desprecio hacia la ley de Dios que tuvo desde el
99
principio. La ley de Jehová es despreciada, se pasa

por alto el sábado del cuarto mandamiento, y se colo-
ca en su lugar una institución falsa. 10
Así que el Arrnagedón sería "una armonía entre la iglesia y el mun-

do" en la cual "se pasa por alto el sábado ... y se coloca en su lugar
una institución falsa [el domingo]", y esta armonía entre la iglesia
y el mundo conduciría a "la persecución de los santos ... por todo el
mundo",11 culminando en un "decreto de muerte internacional". 12
Al decir por un lado, que el Arrnagedón "incluía a las naciones en
un choque final armado", parece que Read estuvo tratando de paci-
ficar a los que defendían un "Arrnagedón militar". Por el otro lado,
al decir que "finalmente Satanás tiene éxito en efectuar una confede-
ración de todos los intereses de la tierra", resultando en "un decreto
de muerte internacional" contra los observadores del sábado, parece
que estuvo tratando de satisfacer a los que defendían un "Arrnagedón
espiritual". El párrafo siguiente parece que hace esto claro:
De este examen de los textos que se relacionan con

el choque de las naciones, junto con los comentarios
del Espíritu de profecía [sic], uno podría concluir que
cualquier conflicto que pueda haber entre las naciones,
10 que podría ser parte de la gran guerra del Arrnage-
dón, sucede después que la voz de Dios ha librado a los
santos. Entonces, las naciones, junto con sus líderes re-
ligiosos, quedan tan mortificadas y frustradas al ver que
están más allá de su alcance los hijos de Dios, aquellos
a quienes habían determinado aniquilar de la faz de la
tierra, que se vuelven y luchan entre ellas hasta que la
tierra queda literalmente envuelta "en sangre" .13
100
El cuadro que presentó parece confuso. ¿Cómo el "choque último

y final" de las naciones hace que los impíos luchen unos contra otros
como resultado de quedar "mortificados y frustrados al ver a los hijos
de Dios ... ahora fuera de su alcance?"
Pero sea como fuere, al describir al Armagedón como un choque
armado internacional, los que defendían un Armagedón militar po-
dían reclamar victoria. Por el otro lado, al representar la batalla como
un conflicto sobre la cuestión del domingo contra el sábado, en la que
las naciones promulgarían un decreto internacional de muerte contra
el pueblo de Dios, los que defendían un Armagedón espiritual podían
reclamar victoria. Como resultado, durante años después de la con-
ferencia, y tal vez aún hasta este día, hay adventistas que dicen sin
reflexionar, que el Armagedón es tanto una batalla espiritual como
una batalla militar de naciones.
La Comisión sobre estudio bíblico e investif1ación

Después de la Conferencia Bíblica, la Asociación General estable-
ció el Committee on Biblical Study and Research [Comisión sobre es-
tudio bíblico e investigación] para examinar la posición tradicional de
la iglesia sobre el Armagedón. En un informe en la edición de marzo
de 1954 de la revista Ministry (pp. 22-27), la comisión concluyó por
unanimidad que "Urías Smith... reflejó el punto de vista popular pro-
testante y secular"14 de Daniel 11 :36-45 y la comisión volvió atrás a
la posición original adventista de que el poder al que se refieren los
versículos 36-39 era "el papado"Y Al mismo tiempo consideró que los
versículos 40-45 son "en gran medida profecía incumplida"16 y advir-
tió contra los intentos de ser dogmáticos acerca del curso futuro de la
historia, "para no asumir el papel de profetas por nosotros mismos". 17
Con respecto a la identidad del último poder de Daniel 11 mencio-
nado en estos últimos versículos, la mayoría de los miembros de la
1 o1
comisión creía que "el rey del norte" y "el rey del sur" aún "desem-
peñarían su parte en el final de la historia dentro ... del Mediterráneo
oriental",18 sintiendo "que estos versículos necesitan ser estudiados a
la luz de los desarrollos del tiempo actual".19 Por el otro lado, "algu-
nos miembros" sentían que Daniel 11 debería estudiarse en conexión
con los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis. 20
Los últimos en ne~ar la posición militar/espiritual

Roy Allan Anderson y Jay Milton Hoffman estuvieron entre los úl-
timos que sostuvieron una mezcla del punto de vista militar así como
del espiritual de la "guerra del Armagedón". En su libro, Al! Eyes
on Israel (1976) mientras que describían al Armagedón como "una
guerra a muerte entre las fuerzas del bien y las del mal",21 también la
describieron como un conflicto armado. Su postura puede probable-
mente ser mejor descrita como una versión evangélica sanitaria de los
eventos de los últimos días. Aquí está la forma como describieron la
guerra venidera del Armagedón:
"La tierra de Magog" fue bien entendido por los

historiadores antiguos. Declaran que los magoguitas
quedaron divididos en dos pueblos distintos: los eu-
ropeos, conocidos como jafetitas, y los asiáticos, co-
nocidos como los turanios. Los griegos y los romanos
hablaron de los jafetitas como los samartianos (no
confundirlos con los samaritanos) [sic] de quienes son
sus descendientes directos los eslavos. Algunos afir-
man que son una mezcla de los medos y los escitas.
Su región fue originalmente aquella gran área al norte
del Mar Negro, extendiéndose todo a lo largo desde
el Báltico hasta los Montes Urales. El otro grupo, los
102
turanios, conocidos como los magoguitas asiáticos o

escitas, se hallaron en la gran meseta en Asia central
donde están situados hoy día los tártaros, los cosacos,
los calmucos* y los mogoles. Toda esta región fue co-
nocida durante siglos como Moscovi.
Persia es el primer país en la lista mencionada
en Ezequiel 38. Es el actual Irán. Podemos pregun-
tarnos por qué se introduce esta región. Una ojeada
al mapa revelará cuánto más fácil sería trasladar un
gran ejército de infantería a 10 largo de los montes
Elburz sobre la orilla de Irán más bien que intentar
cruzar los montes del Cáucaso que lindan con Tur-
quía. 22
De acuerdo con estos autores, Gog sería:
"el príncipe soberano" que aparecerá en "los últi-

mos días". La Escritura 10 llama 'príncipe de Rosh ...
en la tierra de Magog'. (Véase laNew English Bible
y muchas otras traducciones sobre Eze. 38:1). Este
dirigente llamado Gog parece destinado a actuar
como el Comandante en Jefe de una gran confedera-
ción. y según la profecía parece destinado a lanzar
un malvado ataque contra la tierra de Israel precisa-
mente antes de la segunda venida de CristO. 23
Parece claro que estos escritores estaban sugiriendo que los pue-
blos que comprenden la antigua Unión Soviética, dirigidos por Rusia,
* Nota del traductor: Calmucos, originarios de Kalrnuk, república autónoma de la ex Unión Soviética.
103
pasarían a través de Irán antes que sobre las montañas del Cáucaso,
marcharían hacia el oeste, cruzarían los ríos Tigris y Éufrates, y ata-
carían por el norte a Israel. Después seguiría el Armagedón.
Estos autores continúan desarrollando este argumento:
Los grandes superpoderes en nuestro mundo ac-

tual [en 1975, los Estados Unidos y la Unión Soviéti-
ca], aunque tratan de vivir en armonía entre sí, están
sin embargo contemplándose entre ellos con profun-
da preocupación. Mientras que se está haciendo un
progreso alentador hacia la paz, parece que ninguno
de ellos confía plenamente en el otro. En algún mo-
mento antes del regreso de nuestro Señor, la Escritu-
ra indica que un gran movimiento por la paz abrazará
a todo el mundo y por un tiempo breve las naciones
"no aprenderán más para la guerra". Exteriormente,
parecerá genuino, pero será el engaño más grande
que el mundo haya conocido alguna vez. El apóstol
Pablo advierte al pueblo de Dios de esto en 1 Tesalo-
nicenses 5: 1-8. Bajo el pretexto de un gobierno mun-
dial y de una paz universal, las naciones entrarán en
un pacto en una proporción que hasta la fecha no se
ha soñado. Parecerá que al fin hemos creado una paz
duradera. 24
Anderson y Hoffman trataron entonces de elaborar la descripción

que Elena de White hace de la imitación que Satanás hará de Cristo
en este argumento, preguntando:
¿Podría ser que la reunión de las naciones a "un lu-
104
gar que en hebreo se llama Armagedón" (Apoc. 16:16)

es la culminación de una serie de engaños cuando Sa-
tanás, apareciendo como "un ángel de luz" y personi-
ficando a Cristo, declarará que ha venido en cumpli-
miento de la promesa de nuestro Señor de regresar y
traer paz? ¿Estamos preparados si Satanás apareciera
como un gran líder, maestro y benefactor?25
Precisamente, de qué manera lleva al Armagedón la declaración de

Elena de White de que Satanás personificará a Cristo y promoverá la
observancia del domingo, es algo que los autores no hacen claro. Lo
que parece ser claro es que "Gog [Rusia] dirige su invasión aérea y de
caballería... [de] la tierra santa". 26
Pero en este punto los autores amplían la guerra del Armagedón
para incluir no solamente Meguido, sino todo el planeta. Así es como
describen esta guerra:
"La Batalla del gran día del Dios Todopoderoso",

en el fin de la era, cuando Cristo vuelva, descrita en
Apocalipsis 16: 14 ... será más que una aventura militar
en un pequeño rincón del sudoeste de Asia; será más
que una contienda mundial dirigida por demonios
que reunirán todas las naciones y las conducirán en
una guerra contra Dios. No es difícil ver esto como la
culminación del gran conflicto que comenzó Lucifer
hace mucho tiempo en la misma sede del universo.
Este conflicto no estará limitado a una sola región.
Los asuntos en juego son mucho mayores de lo que
nos imaginamos por regla general. Las Escrituras in-
dican que cada país de la tierra estará envuelto... El
105
Armagedón será una rebelión contra Dios inspirada

por los demonios ...
Pronto Satanás hundirá al mundo en un holocausto
de destrucción más terrible que el que barrió a Jeru-
salén en el año 70 de nuestra era. Yeso no será con-
finado a una ciudad, ni siquiera a una nación, porque
estará incluido cada país y cada nación del mundo.
Pero en el apogeo de la conflagración, aparecerá Cris-
to mismo, dirigiendo los ejércitos del cieloY
Así que, apareciendo como un ángel de luz, Satanás traerá una

falsa paz universal, y esta falsa paz hunde al mundo en un holo-
causto de destrucción, pero cómo sucederá esto, los autores no 10
explican.
Hoy día, pocos adventistas aceptan esta posición acerca del Arma-
gedón.
Un cambio hacia el punto de vista espiritual

Durante los 25 años que siguieron a la Conferencia Bíblica de 1952
hubo un cambio gradual del concepto militar de Armagedón hacia
una posición más espiritual. Desde cerca de 1975, virtualmente todos
los adventistas han creído que el Armagedón es una batalla espiritual
sobre la cuestión del sábado. En otras palabras, parece que estamos
dando la vuelta a todo el círculo hacia la interpretación sustentada por
los pioneros del mensaje adventista entre 1847 y la mitad de la déca-
da de 1860. La mayoría de los libros y artículos en las publicaciones
de la iglesia en los años recientes, que tratan con el tema, identifican
claramente a los combatientes como el protestantismo, el catolicismo
romano, y el espiritismo,28 siendo el asunto central la adoración en el
sábado del séptimo día contra la adoración en domingo. Al intensi-
106
ficarse el conflicto, los poderes de la tierra promulgan un decreto de

muerte, del que la voz de Dios liberta a su pueblo que está cercado, en
el último momento posible (CS, pp. 693,694).
Hans K. LaRondelle V su libro Chariots of Salvation

El libro Chariots of Salvation, escrito por Hans. K. LaRondelle,
representa probablemente la posición adventista de más actualidad
sobre el Armagedón. Profesor de teología por más de 25 años en el
Seminario Teológico Adventista en la Universidad Andrews y ahora
jubilado, posiblemente ayudó a más ministros jóvenes a basar su en-
tendimiento del Armagedón sobre principios hermenéuticos sólidos
que ningún otro en la iglesia. Esta es la forma como interpreta Apoca-
lipsis 16:12-16:
El Armagedón se distingue de sus tipos en el An-

tiguo Testamento en que toda la población del mundo
se dividirá entre los que son el pueblo del nuevo pacto
de Dios y los que son sus resueltos enemigos.
El Armagedón en su contexto apocalíptico
"Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de
la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus
inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de
demonios que hacen señales, y van a los reyes de la
tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de
aquel gran día del Dios Todopoderoso".
"He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el
que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnu-
do y vean su vergüenza".
Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama
Armagedón (Apoc. 16:13-16).
107
Esta sección registra una visión precisa... que

parece interrumpir el flujo de la sexta y la séptima
plagas. Podemos entender el interludio como una
descripción de cómo los espíritus de demonios pre-
paran al mundo para la guerra final de Dios. Visio-
nes subsiguientes explican más específicamente que
el Armagedón es la confrontación final entre la Ba-
bilonia del tiempo del fin y el Mesías (véase Apoc.
17:14 y 19:11-21).
Juan vio tres espíritus malos salir del dragón, de la
bestia, y del falso profeta. Mounce explica que "los
espíritus inmundos proceden de las bocas del triunvi-
rato impío, sugiriendo la propaganda persuasiva y en-
gañosa que en los últimos días llevará a los hombres
a comprometerse incondicionalmente con la causa del
mal" (The Book of Revelation, p. 299).
La pregunta que queda sin contestar es esta: ¿Cuál
es realmente esta "causa del mal" universal? El tex-
to dice que "van a los reyes de la tierra en todo el
mundo, [oikouménes] para reunirlos para la batalla de
aquel gran día del Dios Todopoderoso" (vers. 14). Al-
gunos han sacado precipitadamente la conclusión de
que estas palabras predicen una guerra mundial entre
los bloques de naciones de Oriente y Occidente. Una
especulación así surge solo cuando separamos las pa-
labras de la Escritura totalmente de sus raíces y con-
textos bíblicos. No se presenta aquí ninguna guerra
entre las naciones. La culminación del Apocalipsis de
Juan trata con un mal mucho más serio a la vista de
Dios: las fuerzas religiosas apóstatas conducirán a to-
1 08
dos los poderes políticos de la tierra a unirse en una

causa común: ¡guerrear contra el pueblo de Dios!. ..
El hecho de que el pueblo de Cristo esté en el centro
de la guerra apocalíptica, podemos ya inferirlo de las
palabras de la amonestación de Cristo:
¡He aquí yo vengo como ladrón! Bienaventurado
el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande des-
nudo, y vean su vergüenza (Apoc. 16:15).
Por este acto Cristo convoca a sus seguidores a
permanecer espiritualmente despiertos y a estar pre-
parados para el momento crítico al fin de la historia.
Solo cuando el creyente en Cristo está revestido espi-
ritualmente en el vestido de la justicia de Cristo, pue-
de permanecer firme en la prueba final de la fe (ef,
Apoc.3:18) ...
La unión de todos los poderes apóstatas políticos
y religiosos de la tierra inspirada por los demonios, se
vuelve contra el pueblo fiel de Cristo. Podemos ver
su significado solo a la luz de la guerra cósmica entre
Dios y Satanás, entre Cristo y su anticristo ... El asun-
to definitivo es, ¿quién gobernará el universo? .. Los
ángeles caídos reúnen o unen constantemente a los
líderes políticos y militares para un objetivo final, la
destrucción de la iglesia de Cristo. "Pelearán contra el
Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor
de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles" (Apoc. 17:14) ...
¿Pero cómo es en realidad que los reyes de la tierra
"harán guerra" contra el Cordero de Dios? George B.
Caird 10 explica así: "La única forma en la cual los re-
109
yes terrenales pueden hacer guerra contra el Cordero

es por medio de sus seguidores. Por 10 tanto la guerra
no es sino otra referencia a la gran persecución" (The
Revelation of Sto John the Divine [Nueva York: Har-
per and Row, 1966] p. 220) ...
La visión de Juan acerca del Armagedón en Apo-
calipsis 19, revela completamente la respuesta de
Dios al complot satánico dirigido al pueblo de Cristo.
Aquí el Revelador describe a Cristo como el guerrero
celestial, cabalgando en su caballo de guerra blanco,
que vendrá al rescate de su pueblo.
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que 10 montaba se llamaba Fiel y Verda-
dero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como
llama de fuego, y había en su cabeza muchas diade-
mas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía
sino él mismo. Estaba vestido con una ropa teñida en
sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los
ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco
y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca
sale una espada aguda, para herir con ella a las nacio-
nes, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar
del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y
en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nom-
bre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES ...
Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejér-
citos, reunidos para guerrear contra el que montaba el
caballo, y contra su ejército (Apoc. 11:11-16, 19).
Esta visión de la segunda venida de Cristo procla-
ma que él viene tanto para rescatar a su iglesia como
1 1o
para ejecutar el juicio mesiánico de los impíos ...

La visión apocalíptica de Juan acerca de Cristo
como el juez y guerrero divino, transforma el juicio
de Jehová contra los enemigos de Israel en un juicio
de Cristo contra los enemigos de su pueblo. Los ene-
migos de Israel llegan a ser "la bestia y los reyes de
la tierra" y "el falso profeta" (Apoc. 19:19,20). Du-
rante el Armagedón, Cristo será un refugio para su
pueblo, una fortaleza para el Israel de Dios, doquiera
estén en el mundo. 29
Más adelante, escribe LaRondelle:
Armagedón es la respuesta del cielo a los clamores

del Israel de Dios para ser librados de la opresión de
Babilonia. El Apocalipsis presenta solo dos ejércitos
opuestos en la confrontación en Armagedón. Por un
lado son "los reyes de todo el mundo" que siguen a las
autoridades religiosas apóstatas y a espíritus de de-
monios (Apoc. 16:14), mientras que por el otro lado
son "los reyes del oriente" (vers. 12) que vienen para
derramar su juicio sobre esta conspiración universal
contra el Israel de Dios. Las dos clases opuestas de
"reyes" han llevado a muchos expositores de la Biblia
a la convicción de que "los reyes del oriente" no per-
tenecen al mundo babilónico, sino que más bien son
redentores celestiales del pueblo de Dios. 3D
Dice LaRondelle con respecto a la Babilonia mística del tiempo

del fin:
111
Lo que le sucedió a la antigua ciudad [Babilonia] nos

da la clave de la suerte del mal y de sus defensores du-
rante los días antes de la segunda venida de CristO. 31
Juan el Revelador toma su motivo para Apocalipsis 16: 12-16 de la

captura de Babilonia por Ciro el Grande. Dice LaRondelle:
Babilonia... se derrumbó cuando (según la tradición

histórica) el general persa Ciro desvió repentinamente
el flujo norte del Éufrates que entraba en Babilonia...
hacia un lago cercano, de manera que sus soldados
pudieran entrar en Babilonia por el camino del lecho
seco del río. 32
Los exégetas han observado que la descripción de
la sexta plaga, el secamiento repentino del gran río
Éufrates (vers. 12) anuncia sencillamente la prepara-
ción de los poderes políticos para la batalla real del
Armagedón. Por 10 tanto, esperaríamos que el mismo
choque del Armagedón ocurra bajo la séptima plaga.
Pero todo 10 que oímos para la última plaga es que Ba-
bilonia la grande se derrumba y es destruida (vers. 19).
El Armagedón y la destrucción universal de Babilonia
son por 10 tanto hechos idénticos. Podemos reconocer
en la unidad de la sexta y la séptima plagas dos etapas
consecutivas del evento de Armagedón: el secamiento
preliminar de las aguas del gran río Éufrates y la caída
subsiguiente de Babilonia la grande. 33
LaRondelle interpreta los diferentes símbolos asociados con la

sexta y la séptima plaga, como sigue:
1 1 2
Babilonia: se desempeñó como la enemiga de Je-

hová y el opresor de Israel.
Éufrates: como una parte integral de Babilonia,
sostenía la capital como una muralla protectora, y por
eso era hostil hacia Israel.
El secamiento del Éufrates: como el juicio de
Dios sobre Babilonia, causó su súbita caída y des-
empeñó el papel de iniciar la liberación de Israel.
Ciro como general de los reyes de los Medos y
los Persas: Ciro, el "ungido" de Jehová para derrotar
a Babilonia y libertar a Israel. Ciro y los reyes del
oriente fueron de esa manera los enemigos de Babilo-
nia y los libertadores de Israel. 34
Esta es la forma como elabora sobre el secamiento del Éufrates:
El secamiento apocalíptico del río de Babilonia...

sugiere el juicio final de Dios sobre Babilonia (Apoc.
16:12). En realidad, este juicio ocurrirá cuando las
multitudes civiles de las naciones se den cuenta re-
pentinamente que Dios ha pesado y sentenciado a la
Babilonia religiosa. Entonces, de repente, todas le
retirarán su lealtad, inclusive invirtiendo 10 que una
vez fue su apoyo leal, en un odio tan furibundo que
destruirán completamente a Babilonia. 35
LaRondelle identifica al dragón en estas palabras:
[Juan] identifica al dragón con "la serpiente an-

tigua que es llamada diablo y Satanás" ([Apoc. 12]
1 1 3
verso 9), una referencia directa a la serpiente que en-

gañó al hombre en el paraíso, según el primer libro de
la Biblia.
Esta relación inspirada entre el dragón de los úl-
timos días con el engañador de la humanidad en el
paraíso, indica que la última contienda de Satanás
contra la humanidad es básicamente de la misma
naturaleza religiosa como lo fue el primer conflicto
en el jardín del Edén... Siempre ha estado sugirien-
do que la palabra de Dios no es digna de confianza,
que la ley moral de Dios es demasiado restrictiva de
la libertad humana, porque nos niega una autonomía
absoluta, y por lo tanto debe ser cambiada, y que la
pena de muerte con que Dios castiga al transgresor
no es verdad, porque la muerte significa solo la tran-
sición a una esfera de vida y sabiduría más elevadas
(véase Gén. 3:1-4; Dan. 7:25). Este gran engaño solo
se acrecentará y alcanzará su culminación en el tiem-
po del fin. 36
Las dos mentiras de Satanás en los últimos días son, por lo tanto,
que la ley de Dios necesita ser alterada y que el castigo por la trans-
gresión de esa ley no es la muerte, sino la transición a un estado más
elevado de existencia. Esta última creencia es un principio básico del
espiritismo.
En cuanto a la identidad de la bestia babilónica, LaRondelle cita
con aprobación a Josephine Massyngberde Ford, quien dice que
.. .la ramera Babilonia del libro del Apocalipsis no

designa al imperio romano sino a una pervertida "Je-
1 1 4
rusalén" al "Israel infiel" de la era cristiana ([J. M.

Ford, Revelation] pp. 282-288).37
LaRondelle cita más adelante a Ford como diciendo que se refiere a
... una apostasía religiosa de magnitud universal

dentro del cristianismo. 38
Esto deja pocas dudas en cuanto a la identidad de la bestia de la tie-

rra del triunvirato impío de Apocalipsis 16:13. En otro lado, LaRon-
delle identifica a Babilonia como "cristiandad romana". El tiempo,
indica él, clarificará la identidad de la bestia con cuernos de cordero,
a la que el Revelador también denominó el falso profeta (eJ, Apoc.
16:13; 19:20; 13:11-17).
Referencias
1. A. V. Olson, "The Place of Prophecy in Our Preaching". Our Firm Foundation (Hagerstown: Maryland:
Review and Herald Publishing Association, 1953), t. 2, p. 547.
2. Ibíd., t. 2. p. 305.
4. Ibíd., p. 307.
5. Ibíd., p. 307.
6. Ibíd., pp. 307-310. La cursiva es suya.
9. Ibíd., p. 297.
10. Ibíd., pp. 262-264.
11. Ibíd., p. 295.
12. Ibíd., p. 271.
13. Ibíd., p. 304.
14. Ministry, marzo de 1954, p. 24.
15. Ibíd., pp. 24, 25.
16. Ibíd., p. 26.
17. Ibíd., p. 27.
18. Ibíd., p. 26
19. Ibíd.
20. Ibíd.
21. Roy Allan Anderson y Jay Milton Hoffman, All Eyes on Israel (Forth Worth, Texas: McElhaney Printing
and Publishing Company, 1976), p. 197.
22. Ibíd., p. 210.
23. Ibíd., p. 202.
24. Ibíd., p. 217.
25. Ibíd., pp. 217,218.
1 1 5
26. Ibíd., p. 215.

27. Ibíd., pp. 220, 221, 223.
28. CS, pp. 645, 646.
29. Hans K. LaRondelle, Chariots of Salvation (Hagerstown, Mary1and: Pacific Press Publishing Association,
1987) pp. 124-128 .
30. lbíd., p. 144.
31. lbíd., p. 91.
32. lbíd., p. 94.
33. lbíd., pp. 99, 100.
34. lbíd., p. 102.
35. lbíd., pp. 103, 104.
36. lbíd., pp. 147, 148.
37. Ibíd., p. 152.
38. lbíd., p. 153.
1 16
CAPíTULO
LA VUELTA A LA
POSICiÓN
ADVENTISTA ORIGINAL
omo se mencionó en el quinto capítulo, fue el estudio serio de

los escritos de Elena de White, que comenzó en la década de
1920, 10 que con el tiempo llevó a un reestudio de Daniel 11 y
Apocalipsis 16 a la luz de sus escritos. Esto llevó a una vuelta, o casi
una vuelta, a los puntos de vista originales de los adventistas del sépti-
mo día sobre el Armagedón y el último poder de Daniel 11. El tiempo
probablemente verá una vuelta completa a la postura original.
Aunque los puntos de vista sobre la escatología que tenía Elena
de White diferían en forma significativa de los puntos de vista expre-
sados por Urías Smith, los que adoptó mayormente la iglesia luego
del fallecimiento de Jaime White, Elena de White nunca disputó con
Smith sobre esas diferencias, ni tampoco 10 hizo él con ella acerca de
las opiniones de ella. Por el contrario, Smith parece no haber visto in-
consistencia entre sus puntos de vista de las naciones luchando entre
1 1 7

ellas, y la descripción de todas las naciones uniéndose para perseguir

al pueblo remanente de Dios y proclamar un decreto de muerte uni-
versal contra él. Que Smith no vio inconsistencia entre sus opiniones
escatológicas y la descripción que hace Elena de White de los eventos
de los últimos días se hace evidente en el tercer tomo de la biografía
de Elena de White escrita por su nieto Arthur White, en la que dice:
Urías Smith estaba en los terrenos [del congreso

de Portland, Maine], y... [en el anochecer del 10 de
septiembre de 1884, Elena de White] compartió con él
algunas de las pruebas de páginas que recientemente
había recibido del libro El conflicto de los siglos.
Smith quedó profundamente conmovido al leer el
capítulo sobre "El tiempo de angustia" y sintió que se
necesitaba cada expresión que aparecía en él. l
Aun cuando la mayoría de los adventistas adoptaron las opiniones

de Smith sobre el Armagedón y el rey del norte más bien que las
de Jaime White, su esposa no mostró ningún resentimiento. Por el
contrario, no escatimó sus alabanzas del libro de Smith, Daniel and
Revelation porque contenía "instrucción preciosa"2 e instó a los co1-
portores adventistas a que lo vendieran, porque "había sido el medio
de traer muchas almas preciosas a un conocimiento de la verdad". 3
Por el hecho de aprobar e11ibro, Elena de White no quería decir
que estaba de acuerdo con todo lo que había en el libro de Smith. Por
ejemplo, evidentemente no aprobó la interpretación que Smith hacía
de Apocalipsis 3:14, en la que dice que Cristo "llegó a la existencia"
en algún tiempo en la eternidad pasada,4 mientras que ella enseñó
clara e inequívocamente, que Cristo "existió desde la eternidad".5 Lo
que aparentemente ella estaba endosando era el hecho de que el libro
1 1 8
LA VUELTA A LA POSICiÓN ADVENTISTA ORIGINAL
Daniel and Revelation sostenía los hitos del mensaje adventista: 6 la

purificación del santuario, los mensajes de los tres ángeles de Apoca-
lipsis 14, la perpetuidad de la ley de Dios, la segunda venida, y la no
inmortalidad del alma,7 así como los períodos proféticos de tiempo.8
Por el otro lado, como ya se ha señalado anteriormente en este
libro, aunque Elena de White estaba bien enterada de que su esposo
y Urías Smith no concordaban sobre la identidad del último poder de
Daniel 11 , ella nunca hizo un problema de este asunto. Evidentemen-
te, no era una enseñanza vital para el adventismo del séptimo día.
Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis

sean mejor entendidos
Con respecto a los libros bíblicos de Daniel y Apocalipsis, dice
Elena de White:
En 10 pasado algunos maestros declararon que Da-

niel y Apocalipsis son libros sellados, y el pueblo se
ha apartado de ellos ... "Revelación" significa que algo
de importancia es revelado ...
Este libro exige un estudio diligente y piadoso, no
sea que se 10 interprete de acuerdo a las ideas de los
hombres, y se impongan falsas estructuras sobre la pa-
labra sagrada del Señor, que en sus símbolos y figuras
significa tanto para nosotros. Hay mucho que debemos
entender absolutamente, para que podamos modelar
nuestro curso de acción, de manera que no recibamos
las plagas que van a venir sobre el mundo ...
Cuando los libros de Daniel y Apocalipsis sean me-
jor entendidos, los creyentes tendrán una experiencia
religiosa completamente distinta. Recibirán tales vis-
1 1 9
lumbres de los portales abiertos del cielo, que la mente

y el corazón serán impresionados con el carácter que
todos deben desarrollar, a fin de comprender la bendi-
ción que será la recompensa de los de corazón puro. 9
Esta declaración enseña que si el libro del Apocalipsis es "interpre-

tado de acuerdo a las ideas de los hombres" se le dará una "estructura
falsa". Lo mismo, por supuesto, sería verdad del libro de Daniel. Ele-
na de White mira después hacia adelante al tiempo cuando el pueblo
remanente de Dios "tendrá una experiencia religiosa completamente
distinta" como resultado de tener una mejor comprensión de estos
libros proféticos.
La mayoría admitirá que no hay nada particularmente espiritual
acerca de un Armagedón que consiste en una batalla sangrienta de
naciones en el Oriente Medio o que Turquía sea desalojada de Europa
y que coloque su capital en Jerusalén. Sin embargo, ver al Armagedón
y la actividad de un poder papal que ha revivido como aspectos del
conflicto cósmico entre las fuerzas del bien y del mal, puede producir
"una experiencia religiosa completamente distinta". Esto es algo para
reflexionar.
La posición de Elena de White sobre el Armas;ledón

Elena de White tuvo mucho que decir acerca del "Armagedón",
"la batalla del gran día del Dios Todopoderoso". Además de usar estos
términos, también habla de este conflicto como "la batalla del gran
día", "la última gran batalla", "la última gran lucha", "la última gran
contienda", "el último conflicto", etc.
Hablando con respecto a la naturaleza de esta batalla, dice:
En el último gran conflicto, el capitán de las hues-
1 2 o
tes del Señor dirige los ejércitos del cielo y se mezcla

en las filas y lucha nuestras batallas por nosotros. Ten-
dremos apostasías; debemos esperarlas ...
Advierta que aunque el "último conflicto" se describe en términos

militares, tiene que ver con "apostasías". Elena de White continúa:
El ángel, el ángel poderoso del cielo va a iluminar

la tierra con su gloria, mientras clama con voz po-
tente: "¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! (Apoc.
18:2) ... Perderíamos la fe y el valor en el conflicto si
no fuésemos sostenidos por el poder de Dios.
El "ángel poderoso", el ángel de Apocalipsis 18:2, mencionado

aquí está en otros lugares asociado íntimamente con la lluvia tardía. 10
Elena de White continúa:
Toda forma de mal se lanza[rá] a una intensa acti-

vidad. Ma10s ángeles unen su poder con hombres im-
píos, y como han estado en conflicto constante y son
experimentados en las mejores artes de engañar y de
combatir, y como se han fortalecido durante siglos, no
se rendirán en el último conflicto sin una lucha deses-
perada. Todo el mundo estará de un lado o del otro.
La bata11a del Armagedón se peleará y ese día no
debe ha11ar a ninguno de nosotros durmiendo. Debe-
mos estar bien despiertos, como vírgenes prudentes
que tenemos aceite en nuestras vasijas con nuestras
lámparas ... El poder del Espíritu Santo debe estar sobre
nosotros, y el Capitán de la hueste del Señor estará a la
1 2 1
cabeza de los ángeles del cielo para dirigir la batalla.

Habrá solo dos bandos en "Armagedón", "ángeles malos" unidos
con "hombres malos" contra "el Capitán de la hueste del Señor" "a
la cabeza de los ángeles del cielo" y aquellos que están con él (Apoc.
17: 14), su iglesia remanente en la tierra. La declaración continúa:
Aún ocurrirán sucesos solemnes. Una trompeta tras

otra resonará, copa tras copa se derramará sobre los
habitantes de la tierra. Escenas asombrosas están por
sobrevenir sobre nosotros y estas cosas son indicacio-
nes seguras de la presencia de Aquel que dirigió cada
movimiento agresivo, [el Único] que ha acompañado la
marcha de su causa a través de todas las edades, y que
benignamente se comprometió para estar con su pueblo
en todos sus conflictos hasta el fin del mundo. Él vin-
dicará su verdad. Hará que triunfe. Está listo para pro-
porcionar a sus fieles con motivos y poder de propósito,
inspirándolos con esperanza y valor en una actividad
multiplicada mientras el tiempo está cercano.
A pesar de las "escenas asombrosas que están ante nosotros", tene-

mos la seguridad de que Dios "vindicará su verdad". La declaración
continúa:
Engaños, falsedades, fraudes, todo esto se mul-

tiplicará. El clamor vendrá de todas partes: "Mirad,
aquí está Cristo, o mirad, allí está". Pero Cristo dijo:
" ... no vayáis en pos de ellos" [Mat. 24:23; Luc. 21:8
u.p.] Habrá una cruel contienda antes de que el hom-
bre de pecado sea revelado a este mundo, para que
todos sepan quién es y cuál ha sido su obra.
122
Mientras que el mundo protestante está llegando

a ser muy considerado y afectuoso hacia el hombre
de pecado [2 Tes. 2:3], ¿no debería el pueblo de Dios
ocupar su lugar como intrépidos y valerosos soldados
de Jesucristo, para hacer frente al problema que debe
venir, sus vidas escondidas con Cristo en Dios? La
Babilonia mística no ha estado escatimando la sangre
de los santos, ¿y no deberíamos estar completamente
despiertos para captar los rayos de luz que han estado
brillando de la luz del ángel que va a alumbrar la tie-
rra con su gloria?l1
Hoy vemos al "mundo protestante" haciendo precisamente seme-

jantes proposiciones al "hombre de pecado", el papado, tal corno se
describe aquí.
La declaración de Elena de White hace claro que el Arrnagedón
es una batalla sobre asuntos espirituales y que está relacionada con
el descenso del ángel de Apocalipsis 18. En la próxima declaración
puede verse la importancia de esta conexión. Dice ella:
Juan en el Apocalipsis escribe de la unidad de los

que viven sobre la tierra para invalidar la ley de Dios.
"Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su
poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el
Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor
de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles" (Apoc. 17:13,14). "Y vi
salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y
de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a
manera de ranas" (Apoc. 16:13). Todos los que exal-
12]
tan y, adoran el sábado idolátrico, un día que Dios no

ha bendecido, ayudan al diablo y a sus ángeles con
todo el poder de sus facultades dadas por Dios, que
las han pervertido para un uso equivocado. Inspira-
dos por otro espíritu que ciega su discernimiento, no
pueden ver que la exaltación de la observancia del
domingo es completamente la institución de la iglesia
católica [romana].
Observe que la actividad engañosa de los tres espíritus inmundos

de Apocalipsis 16:13 está relacionada con "la exaltación de la obser-
vancia del domingo", "la institución de la iglesia católica [romana]".
La declaración continúa diciendo:
Se está acercando un tiempo cuando cada uno to-

mará partido entre el sábado del cuarto mandamiento
que ha santificado y bendecido el Señor, y el sábado
falso instituido por el hombre de pecado ... Así como
Nabucodonosor el rey de Babilonia emitió un decreto
por el cual todos los que no se postrasen y adorasen su
imagen serían muertos, de la misma manera se procla-
mará que todos los que no reverencien la institución
del domingo serán castigados con prisión y muerte.
De esa manera, es pisoteado el sábado del Señor...
El mundo está en coparticipación con las iglesias
cristianas profesas al invalidar la ley de Jehová. La
ley de Dios es puesta a un lado; es pisoteada; y de
todos los leales hijos de Dios ascenderá la oración al
cielo: "Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han in-
validado tu ley" [Sal. 119: 126]. Satanás está haciendo
124
su esfuerzo final y más poderoso, para obtener el do-

minio, [es] su último conflicto contra los principios de
la ley de Dios. Abunda una infidelidad provocadora.
El asunto en este conflicto venidero es "el sábado del cuarto

mandamiento ... [contra] el sábado falso instituido por el hombre de
pecado". (Para un tratamiento más amplio de este conflicto, véase mi
libro El perfil de la crisis venidera). Elena de White continúa:
Después de la descripción de Juan en Apocalipsis

16 [vers. 13 y 14] sobre ese poder hacedor de mila-
gros que iba a reunir al mundo para el último gran
conflicto, se dejan los símbolos y una vez más la voz
de trompeta da un sonido certero: "He aquí yo vengo
como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda
sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su ver-
güenza" [Apoc. 16:15].12
El hecho de que en Apocalipsis 16:15 se omiten los símbolos im-

plica que los versículos anteriores y los siguientes a este pasaje son
simbólicos, mientras que el verso 15 no es simbólico en el sentido ha-
bitual del término. En la Carta 141, de 1902, Elena de White cita este
versículo e inserta entre corchetes una frase aclaratoria, de manera
que el verso dice así: "He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventu-
rado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo -sin
el vestido de la justicia de Cristo- y vean su vergüenza". Esta frase
aclaratoria le da un significado espiritual a Apocalipsis 16:15.
El uso de términos militares para un conflicto espiritual

Aunque Elena de White usa términos militares para describir el
1 2 5
conflicto venidero, esta batalla es claramente una contienda espiritual

sobre asuntos espirituales. Pero observe cómo usa terminología mar-
cial en sus descripciones:
Satanás mismo está a la cabeza de su ejército, lu-

chando con todo su poder para perfeccionar la fuerza
sobre la cual gobierna, para que pueda infligir vengan-
za sobre el pueblo de Dios. Sabiendo que su tiempo
es corto, ha descendido con gran poder, para trabajar
contra todo lo que es bueno ...
Un terrible conflicto está ante nosotros. Nos esta-
mos acercando a la batalla del gran día del Dios To-
dopoderoso. Lo que se ha mantenido en control va a
desatarse. El ángel de la misericordia está plegando
sus alas, preparándose para descender del trono, y de-
jar el mundo bajo el control de Satanás.
Los principados y poderes de la tierra están en
amarga revuelta contra el Dios del cielo. Están llenos
de odio contra los que le sirven, y pronto, muy pronto,
se peleará la última gran batalla entre el bien y el mal.
La tierra será el campo de batalla, la escena de la con-
tienda final y de la victoria final. Aquí, donde por tanto
tiempo Satanás ha encabezado a los hombres contra
Dios, la rebelión será suprimida para siempre. 13
Observe otra vez la siguiente descripción del Armagedón en térmi-

nos militares:
En nuestro mundo hay solo dos bandos: los que
son leales a Dios y los que están bajo la bandera del
príncipe de las tinieblas. Satanás y sus ángeles des-
126
cenderán con poder y señales y falsos prodigios para

engañar a los que moran en la tierra, y de ser posible,
a los mismos escogidos. La crisis está muy cerca de
nosotros. ¿Deben paralizarse las energías de los que
tienen un conocimiento de la verdad? La influencia de
los poderes del engaño, ¿es tan abarcante que supera
la influencia de la verdad?
Pronto se peleará la batalla del Armagedón. Aquel
sobre cuya vestidura está escrito el nombre "Rey de
reyes y Señor de señores", conduce a las huestes ce-
lestiales, vestidos de lino fino, limpio y blanco. 14
En la declaración precedente, Elena de White usa claramente len-

guaje militar para describir un conflicto espiritual. Lo mismo hace en
la declaración siguiente:
Este es un tiempo solemne y terrible para la igle-

sia. Los ángeles ya están ceñidos, esperando el man-
dato de Dios para derramar sus copas de ira sobre el
mundo. Los ángeles destructores están por emprender
la obra de venganza, porque el Espíritu de Dios se
está retirando gradualmente del mundo. Satanás tam-
bién está preparando sus fuerzas del mal, saliendo "a
los reyes de la tierra en todo el mundo" para reunirlos
bajo su bandera y prepararlos para "la batalla de aquel
gran día del Dios Todopoderoso" [Apoc. 16:13]. Sa-
tanás hará enormes esfuerzos para obtener el dominio
en el último gran conflicto. Se sacarán a la luz princi-
pios fundamentales, y habrá que tomar decisiones con
respecto a ellos. 15
127
El punto en cuestión en la batalla:

el mandamiento del sábado de la ley de Dios
Según Elena de White, el punto central en cuestión en el Annage-
dón es espiritual, aunque expresa este conflicto en ténninos militares:
El Maestro está atando el grano precioso en ma-

nojos para su granero celestial, mientras que el mal-
vado los está reuniendo en manojos para los fuegos
del último día. La iglesia y el mundo se están prepa-
rando para la última gran contienda en la cual todos
debemos desempeñar una parte. Los reinos de todo el
mundo están congregando sus fuerzas para la batalla
de aquel gran día, cuando la ira de Dios se manifesta-
rá contra las naciones que han invalidado su ley". 16
La última gran lucha venidera del conflicto entre
Cristo y sus ángeles y Satanás y sus ángeles será sobre
[la cuestión de] la ley de Dios, y será decisiva para
todo el mundo ...
Hombres en posiciones de responsabilidad, no solo
ignorarán y despreciarán el sábado ellos mismos, sino
que desde el púlpito instarán a la gente a observar el
primer día de la semana, invocando la tradición y la
costumbre en favor de esta institución hecha por el
hombre. 17
Así que aunque el conflicto venidero se describe en ténninos mili-

tares, es claramente de naturaleza espiritual, y de manera específica,
es sobre el sábado del cuarto mandamiento de la ley de Dios.
Cuándo comienza y termina el Arma~edón

Elena de White nos dice cuándo comienza el Annagedón y cuándo
tennina:
128
Los agentes de Satanás no han estado escatimando

la sangre de los santos. Los verdaderos seguidores de
Cristo son bondadosos, tiernos y compasivos. Com-
prenderán el significado de la obra del ángel de Apo-
calipsis 18, que va a alumbrar a toda la tierra con su
gloria mientras clama con voz potente diciendo: "Ha
caído, ha caído la gran Babilonia" [vers. 2]. Muchos
escucharán ese llamado.
Necesitamos estudiar el derramamiento de la sép-
tima copa. Los poderes del mal no abandonarán el
conflicto sin luchar; pero la Providencia tiene una
parte que desempeñar en la batalla del Arrnagedón.
Cuando la tierra esté alumbrada con la gloria del án-
gel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, bue-
nos y malos, despertarán del sueño y los ejércitos del
Dios viviente irán a la batalla. 18
El descenso del ángel de Apocalipsis 18 simboliza el derrama-

miento de la lluvia tardía, un evento que evidentemente sucede an-
tes del fin del tiempo de gracia,19 por la sencilla razón de que se
traba el combate "cuando la tierra es alumbrada con la gloria del
ángel de Apocalipsis 18". La batalla termina cuando se derrama
sobre los impíos "la séptima copa" y Dios interviene para librar a
su pueblo.
La sexta plaQa
La sexta plaga es claramente el Arrnagedón. Como se señaló antes,
la sexta plaga es el secamiento del Éufrates simbólico y con todo, el
Armagedón está relacionado con esta plaga. No solo esto, sino que
la batalla no se pelea bajo la sexta plaga; más bien, la reunión de
129
las fuerzas del mal alcanza su culminación crítica bajo esta plaga.
La intervención de Dios en la batalla ocurre bajo la séptima plaga,
cuando las fuerzas del mal son derrotadas. Esta es la razón por la que
"necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima copa", porque
la "Providencia [Dios] tiene una parte que desempeñar en la batalla".
Dios entra en el conflicto cuando su voz libra a su pueblo de sus ene-
migos durante la séptima plaga. 20
Guerra en los últimos días

¿Significa esto que no habrá conflictos armados en los últimos
días? No. Según Elena de White, habrá guerras. Dice ella:
En las últimas escenas de la historia de la tierra, se

desencadenará la guerra. Habrá pestilencias, plagas y
hambre. Las aguas de las profundidades desbordarán
sus límites. La propiedad y la vida serán destruidas
por el fuego y la sangre. 21
Sin embargo, cuando Elena de White dice que en las escenas finales
de la historia de la tierra se desencadenará la guerra, generalmente está
hablando de lucha espiritual. Sin duda habrá guerras entre las naciones
en los últimos días, pero el punto importante es que ella nunca llama
a esas contiendas Armagedón. Al describir la mortandad de los impíos
que se matan entre sí en las últimas escenas de la historia de la tierra
(CS, pp. 699, 700), simplemente habla de "el choque de las armas y
el tumulto de la batalla, 'con revolcamiento de vestidura en sangre'''.
Observe también que esto ocurre después de la séptima plaga.
Instrumentos monales de ~uerra inventados

para el Arma~edón
Sin embargo, hay una declaración de Elena de White que parece
130
enseñar que el Annagedón es un conflicto armado entre las naciones:
Cuatro ángeles poderosos retienen los poderes de

esta tierra hasta que los siervos de Dios sean sellados
en sus frentes. Las naciones del mundo están ávidas
por combatir; pero son contenidas por los ángeles.
Cuando se quite ese poder restrictivo, vendrá un tiem-
po de dificultades y angustia. Se inventarán mortí-
feros instrumentos bélicos. Barcos serán sepultados
en la gran profundidad con su cargamento viviente.
Todos los que no tienen el espíritu de la verdad se
unirán bajo el liderazgo de seres satánicos; pero serán
retenidos hasta que llegue el tiempo de la gran batalla
del Annagedón.
Ángeles están circundando el mundo, rechazando
las pretensiones de Satanás a la supremacía, las que
presenta debido a la gran cantidad de sus adeptos.
No oímos las voces de esos ángeles, ni vemos con la
vista natural la obra de ellos; pero sus manos están
unidas alrededor del mundo, y con vigilancia que no
duerme mantienen a raya a los ejércitos de Satanás
hasta que se cumpla el sellamiento del pueblo de
Dios. 22
Lo que se describe aquí es claramente un conflicto espiritual. Y sin

embargo, Elena de White introduce en él 10 que parece ser lenguaje
literal. "Se inventarán mortíferos instrumentos bélicos. Barcos serán
sepultados en la gran profundidad". ¿Es posible que estas expresiones
aparentemente literales se refieran en realidad a cosas espirituales? La
respuesta es: "Sí".
1 3 1
El odio contra la ley d~ Dios ha cOJ¡ltinuado au-

mentando en intensidad. Los hombres han golpeado
a uno de los mensajeros de Dios, matado a otro, y
apedreado a otro. Continuamente se están inventando
nuevos métodos para desviar a los hombres de la ver-
dad. Se están reuniendo los materiales para el último
gran conflicto; el conflicto ya ha alcanzado grandes
proporciones. Y al aumentar la iniquidad, el amor de
muchos se enfría. 23
En esta declaración, las armas se refieren claramente a la iniquidad

que abunda, no al abundante armamento militar. Por eso, los mortífe-
ros instrumentos bélicos en la declaración anterior se refieren a armas
espirituales del maligno, no a municiones de guerra.
Pero, ¿cómo es que esos barcos que serán sepultados en la gran
profundidad con su cargamento viviente se relacionan con un Armage-
dón espiritual? De esta manera: Cuando ocurren las calamidades, tales
como cuando "miles de barcos ... [son] lanzados a las profundidades
del mar", y "navíos ... se hunden",24 los guardadores del sábado serán
culpados por esas calamidades, porque rehúsan guardar el domingo. 25
De esa manera, la iniquidad abundante y las grandes catástrofes,
de 10 que se le echa la culpa a los justos, preparan al mundo para el
Armagedón, pero esas calamidades no son el Armagedón. Son los
vientos que Elena de White dice que son "retenidos hasta que llegue
el tiempo de la gran batalla del Armagedón" (la cursiva fue añadida).
Por eso, antes de que llegue el tiempo para el Armagedón aun podría
haber una gran guerra en el Oriente Medio. Incluso podría centrarse
en Meguido o en el valle de Josaphat, pero no será el Armagedón de
la Biblia y de los escritos de Elena de White. Será sencillamente un
conflicto armado entre las naciones, acerca de 10 que ya habló Cristo
en Mateo 24.
132
LA VUElTA A LA POSICiÓN ADVENTISTA ORIGINAL
El secamiento del Éufrates y la captura

de Babilonia son simbólicos
En sus escritos, Elena de White habla de la toma de la antigua
Babilonia por Ciro al secar las aguas del Éufrates como símbolo de la
destrucción del mundo. Aquí está su declaración:
La destrucción de Babilonia describe en algún gra-

do la destrucción final del mundo, del cual escribe el
profeta, "He aquí el día de Jehová viene, terrible, y
de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra
en soledad, y raer de ella a sus pecadores" [Isa. 13:9].
Llegó la destrucción sobre Babilonia cuando el rey
y sus señores estaban ocupados en festines y orgías.
Ciro y su ejército marcharon resueltamente por el le-
cho del río Éufrates; porque se habían cavado zanjas,
y el río se desvió de su curso, de manera que no ha-
bía obstáculos para que entraran en la ciudad, siempre
que las puertas estuvieran abiertas. Los guardas esta-
ban entregados a la diversión y la orgía, y la ciudad
quedó sin defensas. Antes de que los oficiales se die-
ran cuenta, el enemigo había entrado en la ciudad, y
la fuga se hizo imposible. 26
y de nuevo, vuelve a decir:
El Atalaya divino pronunció contra el rey de Babi-

lonia la sentencia: i A ti se te dice, rey N abucodonosor,
que el reino ha sido quitado de ti!" [Dan. 4:31]
j Siéntate en la tierra, sin trono ... !
i Siéntate, calla, y entra en tinieblas, oh hija de los
133
caldeos!
Porque nunca más te llamarán señora de reinos"
[Isa. 47:1, 5]
"¡Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en te-
soros, ha venido tu fin!" ... [Jer. 51:13].27
En la revista ST del 29 de diciembre de 1890, Elena de White se

refiere a Cristo en relación con la caída de la antigua Babilonia, lo
que es simbólico del fin del mundo. En el libro de Isaías, Dios llama
a Ciro, quien tomó a Babilonia, "el hombre justo del oriente" [Isa.
41:2], y en Isaías 45:1, Dios promete "abrir delante de él puertas" [las
de Babilonia].
Ciro el Grande fue un tipo de Cristo. Darío el medo, quien con-
quistó Babilonia con Ciro [Dan. 5:31] representa al Padre. En su se-
gunda venida, Cristo no solo viene acompañado por todos los ángeles
del cielo, pero también con su Padre. Observe que Cristo viene "en
su gloria yen la gloria de su Padre".28 El hecho de que la gloria del
Padre acompaña al Hijo, implica que viene con el Hijo, aunque él no
es el foco principal de atención (véase 1 Coro 15:23-28). Entonces,
estos son los "reyes del oriente" de los que se habla en Apocalipsis
16:12. Parece poco probable que los santos, que son aliados de Cristo
(véase Apoc. 17:14), estén incluidos como reyes del oriente, porque
no vienen del oriente en la segunda venida. Más bien, están sobre la
tierra y ven a Cristo y a su Padre, los Reyes del oriente, que vienen
deloriente. 29
Las siete últimas plallas

Volvamos ahora nuestra atención a la secuencia durante las sie-
te últimas plagas y concentrémonos especialmente sobre la sexta. El
134
conflicto de los siglos, en las páginas 685, 686, describe las cuatro
primeras en estas palabras:
Cuando Cristo deje de interceder en el santuario,

se derramará sin mezcla la ira de Dios de la que son
amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y
reciben su marca. (Apoc. 14:9, 10). Las plagas que ca-
yeron sobre Egipto cuando Dios estaba por libertar a
Israel fueron de índole análoga a los juicios más terri-
bles y extensos que caerán sobre el mundo inmediata-
mente antes de la liberación final del pueblo de Dios.
En el Apocalipsis se lee 10 siguiente con referencia
a esas mismas plagas tan temibles: "Vino una plaga
mala y dañosa sobre los hombres que tenían la se-
ñal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen".
El mar "se convirtió en sangre como de un muerto; y
toda alma viviente fue muerta en el mar". También,
"los ríos, y... las fuentes de las aguas... se convirtie-
ron en sangre". Por terribles que sean estos castigos,
la justicia de Dios está plenamente vindicada. El ángel
de Dios declara: "Justo eres tú, oh Señor... porque has
juzgado estas cosas: porque ellos derramaron la sangre
de los santos, y de los profetas, también tú les has dado
a beber sangre; pues la merecen" (Apoc. 16:2-6). Al
condenar a muerte al pueblo de Dios, los que 10 hicie-
ron son tan culpables de su sangre como si la hubiesen
derramado con sus propias manos.
La tercera plaga está claramente vinculada con el decreto de muer-

te. La declaración continúa:
En la plaga que sigue [la cuarta], se le da poder al sol

para "quemar a los hombres con fuego. Y los hombres
135
se quemaron con el grande calor". (Apoc. 14:8,9) [... ]

Estas plagas [las cuatro primeras] no serán universales,
pues de lo contrario los habitantes de la tierra serían en-
teramente destruidos. Sin embargo serán los azotes más
terribles que hayan sufrido jamás los hombres. 30
El hecho de que las primeras cuatro plagas no son universales,

implica que las tres últimas son universales, y por la forma como se
derraman, esta conclusión es correcta. El derramamiento de las tres
últimas se describe como sigue:
Multitudes de hombres perversos, profiriendo gri-

tos de triunfo, burlas e imprecaciones, están a punto
de arrojarse sobre su presa, cuando de pronto densas
nieblas, más sombrías que la obscuridad de la noche,
caen sobre la tierra.
Esta es la quinta plaga. El hecho de que las tinieblas de esta plaga

caen sobre la tierra implica que es mundial, universal, a diferencia de
las 4 primeras plagas. Por 10 tanto, es evidente, que para ese tiempo,
"el trono de la bestia" (Apoc. 16:10) incluye al planeta entero. Conti-
núa la declaración y dice:
Luego, un arco iris, que refleja la gloria del trono de

Dios, se extiende de un lado a otro del cielo, y parece
envolver a todos los grupos en oración. Las multitudes
encolerizadas se sienten contenidas en el acto. Sus gri-
tos de burla expiran en sus labios. Olvidan el objeto de
su ira sanguinaria. Con terribles presentimientos con-
templan el símbolo de la alianza divina, y ansían ser
amparadas de su deslumbradora claridad.
Esta es claramente la sexta plaga, porque está precedida por la
136
quinta, y la declaración continúa con una descripción de la séptima

plaga, el gran terremoto y la caída del granizo:
Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder

para librar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplen-
dor. Sucédense señales y prodigios con rapidez. Los
malos miran la escena con terror y asombro, mientras
los justos contemplan con gozo las señales de su li-
beración, La naturaleza entera parece trastornada. Los
ríos dejan de correr. Nubes negras y pesadas se levan-
tan y chocan unas contra otras. En medio de los cielos
conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de
donde baja la voz de Dios semejante al ruido de mu-
chas aguas, diciendo: "Hecho es" (Apoc. 16: 17).
Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Sí-
guese un gran terremoto, "el cual no fue jamás desde
que los hombres han estado sobre la tierra". (vers. 18)
El firmamento parece abrirse y cerrarse. La gloria del
trono de Dios parece cruzar la atmósfera. Los mon-
tes son movidos como una caña al soplo del viento,
y las rocas quebrantadas se esparcen por todos lados.
Se oye un estruendo como de cercana tempestad. El
mar es azotado con furor. Se oye el silbido del hura-
cán, como voz de demonios en misión de destrucción.
Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del
mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos
parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen is-
las habitadas ... Pedrisco grande, cada piedra "como
del peso de un talento" (vers. 21), hace su obra de
destrucción. 31
Esta es la séptima plaga, y también es universaL

El Éufrates simbólico, la gente que apoya a la Babilonia mística
137
(Apoc. 17:15) comienza a secarse cuando "el arco iris que refleja la
gloria del trono de Dios" aparece sobre cada grupo que está orando,
y los malvados "se sienten contenidos en el acto". Ahora se oye la
voz de Dios, completando el secamiento del Éufrates. Dice Elena de
White:
Cuando la voz de Dios ponga fin al cautiverio de

su pueblo, será terrible el despertar para los que 10 ha-
yan perdido todo en la gran lucha de la vida... Ahora...
[los grandes] están despojados de cuanto los hacía
grandes, y quedan desprovistos de todo y sin defen-
sa ... Los hombres ven que han sido engañados ... Las
multitudes se llenan de furor... Las espadas que de-
bían servir para destruir al pueblo de Dios se emplean
ahora para matar a sus enemigos. Por todas partes hay
lucha y derramamiento de sangre. 32
Esta es una descripción literal de 10 que sucede cuando el Éufrates

simbólico se seca. Las aguas, representando a pueblos y muchedum-
bres (Apoc. 17: 15) le retiran su apoyo a la Babilonia espiritual. Esto es
por 10 que, cuando se derrama la séptima plaga, "la gran ciudad [Babi-
lonia] fue dividida en tres partes". En otras palabras, la triple unión del
protestantismo apóstata, el espiritismo y el catolicismo romano queda
hecha añicos (véase es, pp. 645, 646; JT, 1. 2, pp. 151, 152).
"El choque de las armas" descrito en El conflicto de los siglos, pp.
700, 711-714, no es una nación luchando contra otra, sino una gran
mortandad caótica, los impíos culpándose unos a otros por estar per-
didos y matándose unos a otros con las armas destinadas a matar a los
santos. De esa forma, mientras las cuestiones en el Armagedón son
claramente espirituales, hay un aspecto físico de la batalla: los impíos
se matan unos a otros ..
1 ] 8
El rey del none en Daniel 11

Volvemos ahora a 10 que Elena de White tiene que decir acerca de
Daniel 11. Escribió solo tres comentarios con respecto a este capítulo.
Aquí están sus declaraciones:
Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras

y los rumores de guerras, la destrucción por fuego y
sangre, dicen claramente que el tiempo de angustia,
que va a aumentar hasta el fin está muy cercano. No
tenemos tiempo que perder. El mundo está agitado
con el espíritu de guerra. Las profecías del undécimo
[capítulo] de Daniel han alcanzado casi su cumpli-
miento final. 33
La profecía contenida en el undécimo capítulo del
libro de Daniel, está casi completamente cumplida.
Muy pronto se realizarán las escenas de angustia des-
critas por el profeta. 34
A la luz de las declaraciones de Elena de White con relación a los

eventos de los últimos días (véase El perfil de la crisis venidera), pa-
rece que cuando habla del "mundo ... agitado por el espíritu de guerra"
y "las escenas de angustia" no está hablando de conflictos armados
entre nación y nación, sino de la persecución del pueblo de Dios por
las naciones. Observe cómo la declaración que sigue confirma esta
conclusión.
Tiempos turbulentos están ante nosotros. El mundo

está agitado con el espíritu de guerra. Pronto tendrán
lugar las escenas de angustia de las que hablan las
profecías. La profecía en el undécimo [capítulo] está
139
casi completamente cumplida. Gran parte de la histo-

ria que ha pasado en el cumplimiento de esta profecía,
será repetida. En el versículo treinta, se habla de un
poder que "se enojará contra el pacto santo, y hará
según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con
los que abandonen el pacto santo [se citan los verso
31-36].35
Observe que los tiempos tUrbulentos están "ante nosotros" Por eso,
la "guerra" de la que habla Elena de White no es necesariamente un con-
flicto armado entre las naciones. Como se mostró arriba, es mucho más
probable que esté hablando de la persecución del pueblo de Dios por
las naciones, y, como se señaló previamente, sencillamente está usando
terminología militar. Note también que "gran parte de la historia" de la
profecía de Daniel 11 :30-36 "será repetida". Continúa diciendo:
Ocurrirán escenas similares a las descritas en esas

palabras. Vemos evidencias de que Satanás está obte-
niendo rápidamente el control de la mente de los seres
humanos que no tienen ante ellos el temor de Dios. 36
Aquí hay algunas de las cosas que han sucedido en el pasado que
aparentemente serán repetidas en el futuro:
Daniel 11:31 habla de la profanación del santuario. Esto lo ha
hecho el papado en los siglos pasados al "quitar" la mediación de
Cristo en el santuario celestial y sustituirla con el sacrificio de la
misa. Si se va a repetir esta porción de la profecía, probablemente
se refiere a ataques en los últimos días sobre nuestra doctrina del
santuario. 37
Hablando cosas maravillosas contra el Dios de los dioses, se refie-
140
re a la pretensión del papado de que el pontífice romano es Dios sobre

la tierra. 38 No sería nada nuevo, si esas pretensiones, que en el presen-
te no se expresan abiertamente, se repitiesen en el futuro. Continúa
Elena de White y dice:
Que todos lean y entiendan las profecías de este

libro, porque ahora estamos entrando en el tiempo de
angustia del que se dijo: "En aquel tiempo se levanta-
rá Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hi-
jos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nun-
ca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en
aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que
se hallen escritos en el libro [la cita continúa hasta el
vers.4].
El Espíritu del Señor se está retirando del mundo.
No es tiempo ahora que los hombres se exalten a sí
mismos. 39
Por supuesto, el libro al cual se está refiriendo Elena de White, es el

libro de Daniel, que sin duda será mejor entendido cuando las profe-
cías del capítulo 11, versículos 30-36 tengan su "cumplimiento final".
El retiro final del Espíritu de Dios ocurre cuando se levanta Mi-
guel, en otras palabras, cuando termine el tiempo de gracia. 40
El hecho de que Elena de White declara que el poder del que se
habla en el versículo treinta se enojará contra el "pacto santo", sugie-
re claramente que las persecuciones que el papado llevó a cabo en el
pasado, se repetirán en el futuro cuando se una con el protestantismo
apóstata. 41 Si es así, estos acontecimientos futuros que de alguna ma-
nera no se entienden claramente en el presente, armonizan con los
eventos descritos en El conflicto de los siglos, páginas 661-700 por-
que la expresión, "en aquel tiempo se levantará Miguel" (Dan. 12:1),
1 4 1
podría traducirse "en ese tiempo" o "durante ese tiempo". Con esta
interpretación en mente, observe que según Daniel 7:11; 2 Tesaloni-
censes 2:8, y Apocalipsis 19:19, 20, el poder papal perdura hasta la
segunda venida de Cristo.
La secuencia de eventos en El contJicto de los sIRIos

La secuencia de los eventos descritos en las páginas 661-700, co-
mienza con la agitación en "los Estados Unidos" para la imposición
de "la observancia del domingo" (algo aún en el futuro hoy). Esto
será seguido por "la iglesia" que, apelando "al brazo poderoso de la
autoridad civil [p. 665], conseguirá que los papistas y los protestan-
tes" se unan, reviviendo así el poder papal. Esto es seguido por una
persecución cada vez más severa (eS, pp. 663-690; véase El perfil de
la crisis venidera).
El papado ha perseguido en el pasado. 42 Daniel 11 :35 dice que "al-
gunos de los sabios caerán para ser depurados y limpiados y emblan-
quecidos". Esto se refiere aparentemente al tiempo cuando se repitan
las persecuciones papales del pasado Y
El levantamiento de Miguel (Dan. 12: 1) se describe en El conflicto
de los siglos, p. 671. Los adventistas han interpretado este acto como
representando la terminación de la "intercesión de Cristo en el santua-
rio celestial", en otras palabras, el fin del tiempo de gracia. En el in-
termedio, aumenta en intensidad la agitación por la ley dominical en
los Estados Unidos y por la segunda venida, la batalla sobre la ley de
Dios aumenta en intensidad. Es probablemente durante este intervalo
cuando se representan las escenas de Daniel 11:40-12:4. Exactamen-
te, cómo va a suceder esto, probablemente no lo sabremos "hasta que
se abra el rollo".44 Sin la guía de la palabra profética más segura, no
nos incumbe dedicarnos a especulaciones injustificadas.
1 4 2
LA VUELTA A LA POSICION ADVENTISTA ORIGINAL
¡Aprenderemos del pasadol

Jorge Santayana fue el que dijo "Los que no se acuerdan del pasa-
do, están condenados a repetirlo".45 Queda con nosotros determinar si
vamos a sacar provecho de nuestros errores pasados o no, o si estare-
mos condenados a repetirlos. La historia de nuestras interpretaciones
sobre el Armagedón y el rey del norte, son ejemplos fundamentales
de los bochornos y situaciones delicadas que nos hemos acarreado
al seguir las interpretaciones populares protestantes de la profecía y
al tratar de ser profetas más bien que ser 10 que Dios se propuso que
fuésemos: los anunciadores de "la palabra profética más segura" (2
Pedo 1:19). No olvidemos nunca que hay una diferencia. Sin tener la
palabra profética más segura para que nos guíe, haríamos bien prestar
atención a la advertencia de Jaime White a "pisar con tiento" cuando
se trata de profecía incumplida.
Ojalá, que al repasar algunos de nuestros errores del pasado, apren-
damos cómo evitarlos en el futuro. Si esto sucede, este libro habrá
alcanzado su propósito.
Referencias
1. Arthur L. White, The Lonely Years (Hagerstown, Maryland: Review and Herald Publishing Association), p.
261. Citando la Carta 59 de Elena de White, de 1884. (Abreviado como "Carta").
2. Carta 229, de 1903, citada en El evangelismo, p. 269.
3. Manuscrito 76 de Elena de White, de 1901, citado en Manuscript Releases, t. 21, p. 444. (Abreviado como
MR).
4. Urías Smith, Daniel and the Revelation: The Response of History to the Voice of Prophecy. A Verse by Verse
Study of These Important Books of the Bible (Oakland, California: Pacific Press Publishing Association, 1897), p.
400.
5. RH, 5 de abril de 1906.
6. En 1901, Elena de White escribió con relación al libro de Urías Smith: "Este libro ha sido el medio de llevar
muchas preciosas almas al conocimiento de la verdad. Se debe hacer cuanto se pueda para promover la circulación
de Daniel y Apocalipsis. No conozco ningún otro libro que pueda tomar el lugar de este". (Manuscrito 76 de 1901,
citado en Elena de White, El ministerio de publicaciones, tr. Mario Collins [Florida, Buenos Aires: ACES, 1999], p.
395). Aparentemente, Elena de White aprobó el libro de Urías Smith, no porque él aplicó siempre en forma consis-
tente este principio de interpretación, sino porque en general presentaba la profecía bíblica desde la perspectiva del
gran conflicto.
7. Manuscrito 13 de 1889, citado en White, El otro poder, p. 31.
8. Ver, MR, t. 1, pp [52]-59, "los 'obstáculos' y 'alfileres' del mensaje", y pp. [160]-165, "Declaraciones con
respecto a Thoughts on Daniel and the Revelation"
9. Carta 16 de 1900, citada en MR, t. 18, pp. 22-24 .
. lO. RH, 29 de marzo de 189:2, habla del tiempo "cuando ... el derramamiento del Espíritu Santo [la lluvia tardía]
suceda, cuando el ángel poderoso [de Apoc. 18] descienda del cielo y se una con el tercer ángel en la terminación
. de la obra para este mundo'~ (~BA,.\ .. ~, p. ?95). Véase el capítulo, "El fuerte clamor, el ángel de Apocalipsis 18, y
la lluvia tardía" en el libro El perfil de la crisis venidera: una secuencia de eventos finales basada en los escritos de
1 4 1
Elena G. de White, tr. Annando Collius (Nampa, Idaho: Pacific Press, 1999).
11. Carta 112 de 1890, citada en MR, t. 14, pp. 286-288.
12. Manuscrito 7a de 1896, citado en MR, t. 14, pp. 90-98. Véase también EUD, p. 253 Y 261.
13. RH, 13 de mayo de 1902; EUD, pp. 253-254.
14. Manuscrito 172 de 1899, citado en el CBA, t. 7, p. 993.
15. Manuscrito la de 1890, citado en el CBA, t. 7, pp. 993, 994.
16. RH, 27 de junio de 1885.
17. ST, 17 de junio de 1884. Véase "La marca de la bestia y el conflicto del dómingo contra el sábado", en El
perfil de la crisis venidera.
18. Manuscrito 175, de 1899, citado en MR, t. 19, pp. 159, 160; CBA, t. 7, p. 994.
19. CS, pp, 669, 670, cf. p. 671.
20. Para un tratamiento adicional con relación a los acontecimientos conectados con la sexta y la séptima pla-
gas, ver el capítulo "El fin del tiempo de gracia, las plagas y el decreto de muerte" en El perfil de la crisis venidera.
21. RH, 19 de octubre de 1897.
22. Carta 79 de 1900, citado en el CBA, t. 7, p. 978.
23. RH, 21 de octubre de 1902, la cursiva está añadida.
24. ST 21 de abril de 1890
25. RH, 18 de marzo de 1884; RH, 16 de julio de 1901. Véase el capítulo, "Las pruebas y el triunfo del mensaje
del tercer ángel" en El perfil de la crisis venidera.
27. Elena de White, La educación (Florida, Buenos Aires: ACES, 1978) p. 176.
28. RH 5 de septiembre de 1899. Para un tratamiento adicional sobre este punto, véase el capítulo, "La libera-
ción, la resurrección especial, y la segunda venida" en El perfil de la crisis venidera.
29. Elena de White en The Day Star (abreviado como OS), del 14 de marzo de 1846, dice: "Vi una nube lla-
meante venir donde estaba Jesús y él...se colocó en la nube que lo llevó hacia el oriente, donde primero apareció a
los santos que estaban sobre la tierra". En PE, p. 15, dice. "Pronto se volvieron nuestros ojos hacia el oriente, donde
había aparecido una nubecilla negra .... que era, según todos comprendíamos, la señal del Hijo del hombre".
30. CS, pp. 686,687.
31. Ibíd., pp. 693-695. La cursiva es nuestra.
32. Ibíd., pp. 711-715.
34. JT, t, 3, p. 283.
35. Carta 103 de 1904, citada en MR, t. 13, p. 394.
36. Carta 103 de 1904.
37. La doctrioa del santuario es única de los adventistas del séptimo día. "En el futuro se levantarán engaños
de toda clase ... EI enemigo traerá teorías falsas, tales como la doctrina de que no hay santuario" (RH, 25 de mayo de
1905).
38. Por ejemplo, "Ocupamos sobre esta tierra el lugar del Dios Todopoderoso", papa, León xm, carta encíclica
"La reunión de la cristiandad", fechada el 20 de junio de 1894, traducida en The Great Encyclical Letters 01 Leo XIII
(New York: Benzinger [católico romano], 1903), p. 204. Citado en Bible Student's Source Book, Don F. Neufeld y
Julia Neuffer, eds. (Hagerstown, Maryland: Review and Herald Publishing Association, 1962), p. 682, extracto n.
1132
39. Carta 103 de 1904, citada en NR, t. 13, p. 394.
40. CS, p. 671; PE, p. 36.
41. En CS, p. 634, dice Elena de White: "Estos recuerdos del pasado ponen claramente de manifiesto la enemis-
tad de Roma contra el verdadero día de reposo y sus defensores, y los medios que emplea para honrar la institución
creada por ella. La palabra de Dios nos enseña que estas escenas han de repetirse cuando los católicos romanos
y los protestantes se unan para exaltar el domingo". En el Manuscrito 6 de 1889 (que se cita en Elena de White,
Mensajes selectos (Boise, Idaho: Publicaciones Interamericanas, 1984), t. 3, p. 441), dice ella: "Las persecuciones
de los protestantes por parte del catolicismo, debido a las cuales la religión de Jesús fue casi aniquilada, serán más
que imitadas cuando se unan el protestantismo y el papado". Para un tratamiento más completo de esta persecución,
véase el capítulo, "Las pruebas y el triunfo del mensaje del tercer ángel" en El perfil de la crisis venidera.
42. "Ninguna religión en el mundo (ni una en la historia de la humanidad) [sic] tiene sobre su conciencia tantos
millones de personas que pensaron en forma diferente, creyeron en forma diferente. El cristianismo es la religión
más asesina que alguna vez haya habido". Esto lo declaran los teólogos católicos Thomas y Gertrude Sartory en "In
de Holle Brennt Kein Feur (Munich, 1968), pp. 88, 89, como lo cita Hans Küng, Eternal Life? (Garden City, Nueva
York: 1984), p. 132. Véase, Symposium on Revelation, Frank B. Holbrook, ed. (Silver Springs, Maryland: Biblical
Research Institute, 1992), t. 7, libro 2, p. 169.
43. JT, t. 2, p. 148, donde dice: "En toda la tierra el papado está acumulando sus altas y macizas estructuras en
cuyos secretos recintos se han de repetir sus antiguas persecuciones".
44. JT, t. 2, p. 371.
45. The Life 01 Reason, t. 2, citado en John Bartlett, Familiar Quotations (Boston; Little Brown and Company,
1980),15 ed., p. 703.
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LOS ADVENTISTAS

DONALD ERNEST MANSELL

ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA

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1. La Primera Guerra Mundial y el Armagedón . . . . . . . . . . . . . 5

2. Las primeras opiniones adventistas sobre estos temas . . . .. 11

3. Las opiniones variables de Urías Smith sobre escatología .. 22

4. Desacuerdo sobre el último poder de Daniel 11 . . . . . . . . . . 33

5. Las opiniones de Smith llegan a predominar ............ 38

6. Voces en el desierto y vientos de cambio . . . . . . . . . . . . . . . 67

7. La guerra del Armagedón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

8. La vuelta a la posición adventista original. . . . . . . . . . . .. 117

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~[.premprano en la mañana deIS de agosto de 1914, un joven em-

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lista J. W. Lair, en Parkersburg, Virginia Occidental, durante las últi-

El hijo pródil!o rel!resa al hOl!ar

aparecer aquel titular en el New York Times, ella le escribió y le dijo

infieles. Esto, le decía el evangelista a sus oyentes, estaba predicho en

habría sangre, y fuego, y columnas de humo (Joel 2:30)? Mire los

A pesar de los métodos imperfectos,

e vez en cuando, tensiones que existen desde hace mucho

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algunos de los desacuerdos más agudos y amargos que alguna vez

Un bosquejo de las enseñanzas adventistas

Diversas interpretaciones IIJ

te" no es un asunto que ataña a nuestra salvación, surge la pregunta:

Las raíces de la controversia

protestantes. Junto con ellos creía que el Éufrates representaba al pue-

Interpretaciones después del chasco

inmediatamente después del gran chasco del 22 de octubre de 1844.

... que las siete últimas plagas están en el futuro,

Las opiniones variables de Hiram Edson

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¿Por qué White, Bates y otros cambiaron sus opiniones? No po-

Arma~edón, una batalla sobre la cuestión del sábado

El sur~imiento del espiritismo y el Arma~edón

El espiritismo moderno, surgió en Hydesville, en el estado de Nue-

comunicarse con los muertos. De Rochester, el fenómeno se propagó

Esto es indudablemente la obra de la hechicería

Samuel W. Rhodes, un predicador milerita que se unió a los ad-

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la batalla. Sin embargo, otros que adoptaron esa nueva interpretación

En vista de la guerra civil de los Estados Unidos,

naciones lleguen a estar empapadas en los horrores

Por 10 que dice Jaime White, es evidente que muchos adventistas

Ahora se están manifestando los espíritus de de-

La persona descrita es el Hijo de Dios. Los ejér-

demos representa la terrible gloria ardiente de un Dios

En opinión de Jaime White, el Arrnagedón no era evidentemente

El ori~en del libro titulado Daniel y Apocalipsis

redactor de la revista de la iglesia, infonnó que "todos ... [llegaron] a

la forma de un libro. Su libro, Thoughts on the Book of Revelation,

Cambio en la interpretación de Daniel 11 :45

Debe notarse que la sugerencia de que el papado nunca sería res-

su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a

El último vestigio del poder temporal murió [con

En vista de este giro de eventos, Smith declara en la Review del

su fin sin que nadie le ayude"; IbCd., del 11 de septiembre de 1867.

abiendo pasado por el gran chasco de 1844, Jaime White era

Están los que piensan más de la verdad futura que

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Las posiciones tomadas sobre la cuestión de orien-