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Florencio Sánchez

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Florencio Sánchez
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Información personal
Nacimiento 17 de enero de 1875 Ver y modificar los datos en Wikidata
Montevideo (Uruguay) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 7 de noviembre de 1910 Ver y modificar los datos en Wikidata (35
años)
Milán (Reino de Italia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio Central de Montevideo Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Uruguaya
Familia
Cónyuge Catalina Raventos
Información profesional
Ocupación Escritor y periodista Ver y modificar los datos en Wikidata
Género Dramaturgia Ver y modificar los datos en Wikidata
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Florencio Sánchez (Montevideo, 17 de enero de 1875 - Milán, Italia, 7 de noviembre
de 1910) fue un dramaturgo y periodista uruguayo, cuya producción artística se
desarrolló entre Uruguay y Argentina.

Índice
1 Biografía
2 Obra
2.1 Obras dramáticas
2.2 Obras periodísticas
3 Homenajes
4 Filmografía
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Biografía
Fue hijo de Olegario Sánchez y de Josefa Mussante, y tuvo once hermanos. Durante su
infancia, vivió en la ciudad de Minas, donde cursó sus estudios primarios y comenzó
a incursionar en el arte literario realizando algunas crónicas satíricas para el
diario local. Tras abandonar sus estudios secundarios, aunque fue un incansable
lector, alternó su vida entre Montevideo, Buenos Aires y Rosario. Fue en estas
ciudades donde desarrolló una intensa labor periodística (La Voz del Pueblo, El
Siglo, La Razón, El Nacional, El País) y teatral.

En 1897, al estallar la guerra civil en Uruguay, se incorporó a las filas de


Aparicio Saravia en seguimiento de la tradición partidaria de su familia, ocasión
en que mantuvo contacto con algunas destacadas personalidades de la
intelectualidad, como Eduardo Acevedo Díaz. Consternado por el clima que rodeaba al
alzamiento, desertó y pasó a Brasil. De este período surgirá su desencanto por las
posturas políticas tradicionales, reflejado en sus Cartas de un flojo, y comienza
su activa militancia en el anarquismo. Escribió en La Protesta y en la revista El
Sol, dirigida por Alberto Ghiraldo. Sus obras Ladrones y Puertas Adentro se
inscriben dentro del modelo anarquista.

En Montevideo ingresó en el Centro Internacional de Estudios Sociales (principal


local anarquista de la ciudad, cuyo lema era: «El individuo libre en la comunidad
libre»). Florencio se involucra activamente en el Centro Internacional, dando
varias conferencias, leyendo sus Cartas de un flojo, declarándose anarquista,
compartiendo la tribuna tanto con Pietro Gori, como con Pascual Guaglianone, un
joven argentino que impactado por el ejemplo de Gori daba conferencias por toda la
ciudad. Allí Florencio se desempeña como bibliotecario de la recientemente
inaugurada Biblioteca Obrera, colabora con algún texto con el periódico del Centro,
Tribuna Libertaria. Crea un cuadro filodramático, junto con Edmundo Bianchi y
Eulogio Peyrot, donde pretenden extender la arenga, el discurso libertario, por
vías de comunicación más entretenidas. La experiencia es un éxito y de allí nacen
obras de Florencio que se presentan hasta el día de hoy como ser Puertas adentro o
Ladrones y Pilletes, que un tanto modificadas son lo que hoy conocemos como
Canillita. Además del Centro Internacional, Florencio frecuenta la librería Moderna
de Orsini Bertani, un anarquista que le editó sus primeras obras a Rafael Barret,
Ángel Falco o Ernesto Herrera, entre otros tantos, y frecuenta muy especialmente el
Polo Bamba, un café ubicado frente a la plaza Independencia que era el principal
lugar de reunión de los anarquistas junto al Centro Internacional.

Será también Florencio el principal impulsor de un proyecto que tardó un par de


meses en concretarse: la edición de un diario anarquista, El Trabajo, que
constituirá el primer diario anarquista del Uruguay.

Mientras tanto, las conferencias se sucedían: entre diciembre de 1900 y mayo de


1901 Florencio dio al menos siete conferencias en el Centro Internacional. El
asunto molestó tanto al jefe de policía que se ordenó detenerlo. Prófugo de la
policía se fue rumbo a Rosario (Argentina).

En Rosario fue secretario de redacción de La República, publicación dirigida por


Lisandro de la Torre. Fue aquí donde publicó sus primeras notas de carácter
político y social. En ellas aparecía el realismo crítico y mordaz que caracterizó a
su producción teatral. Florencio se involucra con el movimiento obrero y anarquista
local, frecuenta la Casa del Pueblo, principal centro de agitación, y cuando
estalla la huelga de la refinería de Azúcar, principal centro industrial de la
provincia, se pone al servicio de la misma. Las páginas de La República se ponen al
servicio del conflicto, Florencio es delegado del Comité de Huelga y redacta, por
ejemplo, un comunicado de la misma fechado en octubre de 1901. Participa también,
de las manifestaciones del 1º de mayo de 1902 en primera línea junto a la célebre
anarquista Virginia Bolten.

Pero su situación laboral se complicó cuando los trabajadores de La República


entraron en huelga y él ―su director― se adhirió también a la misma. Posteriormente
funda un periódico junto a otros colegas llamado La Época, también escribe una
nueva obra teatral llamada La gente honesta, donde se burla de un personaje del
Gobierno que es a su vez su antiguo jefe y dueño de La República. Para el día del
estreno el Sr. Schniffer ―que era el dueño de La República― logra hacer suspender
la obra, y la policía la prohíbe. Florencio es perseguido y apaleado en plena
calle, mientras los ejemplares de La Época que anunciaban el texto de la obra
prohibida se venden como pan caliente. Fue necesario sancionar una ley de censura
para hacerlos dejar de circular.

Así se va Florencio de Rosario rumbo a Buenos Aires, donde tras una importante
huelga se impone la Ley de Residencia una ley antianarquista que permite echar del
país a todo extranjero que se crea inconveniente, la Federación Obrera Regional
Argentina, de tendencia anarquista responde con la huelga general, mientras que el
gobierno decreta el estado de sitio y la censura. Ante esto La Protesta, principal
vocero del anarquismo porteño es asaltada y prohibida. Florencio Sánchez junto a
otros compañeros logran sacarla clandestinamente, cada noche en una imprenta
diferente y sorteando la represión para hacerla distribuir. También se encarga
Sánchez de la redacción de un suplemento especial que saca la revista El Sol,
dirigida por Alberto Ghiraldo para hacerle frente a la represión. Luego de esto, se
considera que Sánchez se aleja del anarquismo. Sin embargo, siguió vinculado al
círculo de amistades e intelectuales vinculados con el anarquismo ―es decir que no
lo consideraron un desertor―. Siguió participando de los mítines obreros, como por
ejemplo hay relatos de que se lo vio en el local de La Protesta el 1º de mayo de
1904. Continuó tratando en todas sus obras problemáticas y contradicciones sociales
de las que el anarquismo siempre había hecho énfasis. Y finalmente, en 1909 cuando
su fama estaba totalmente consagrada (y su vida a poco de concluir) tras la brutal
represión del 1º de mayo de 1909 tomó nuevamente a cargo la redacción del diario
anarquista La Protesta, otra vez prohibido y clandestino.1

Florencio Sánchez, que era amigo de Joaquín de Vedia, quien por entonces trabajaba
como crítico teatral en el diario Tribuna, le acercó el original de su obra M’hijo
el dotor que acababa de escribir y tanto le gustó a De Vedia que se la llevó a
Ezequiel Soria, por entonces director de la compañía de Jerónimo Podestá que estaba
actuando en el Teatro de la Comedia y se la recomendó calurosamente como “la mejor
pieza dramática escrita hasta hoy en Buenos Aires”; la recomendación fue aceptada,
la compañía estrenó la pieza el 13 de agosto de 1903 y se constituyó en el éxito
teatral de ese momento y un impulso decisivo que llevó a Florencio Sánchez por el
camino de autor dramático.23 El 25 de septiembre de 1903 se casó con Catalina
Raventos y sus padrinos fueron José Ingenieros y Joaquín de Vedia. También en 1903
escribió el sainete La gente honesta y su primera obra teatral Canillita, que se
representó por una compañía española de zarzuelas. Solidario con los obreros
gráficos en huelga, pierde el empleo. A su vez la policía impide el estreno de La
gente honesta. Sin embargo, Sánchez no declina su compromiso ideológico.

En 1906, Sánchez se instala en La Plata, donde trabajó en la Oficina de


identificación Antropométrica, que había sido fundada por el policía Juan Vucetich.
Apasionado observador, Sánchez tuvo como temas preferidos para sus obras de teatro
la vida proletaria, la familia, el conventillo, los inmigrantes, representó
diversos tipos sociales en ambas orillas del Río de la Plata, mostrando miserias y
esperanzas del mundo del trabajo a través de la vida cotidiana de sus personajes.

El 25 de septiembre de 1909 embarcó hacia Europa en el barco italiano «Príncipe di


Udine» como a comisionado oficial del presidente uruguayo, Claudio Williman, para
informar sobre la conveniencia o no de que el gobierno uruguayo participara en una
proyectada exposición artística en Roma, llegando a Génova el 13 de octubre de
1909. Después de pasar unos meses derrochando una importante suma de dinero como
anticipo de los derechos de representación de sus obras en Europa en diferentes
ciudades italianas y francesas, enfermo de tuberculosis, murió a las 3 de la
madrugada del 7 de noviembre de 1910 en el Hospital de Caridad «Fate Bene Fratelli»
de Milán (Italia), donde había estado internado cinco días antes por una bronquitis
en el pulmón izquierdo. El 21 de enero de 1921 sus restos mortales llegaron a
Montevideo y fueron llevados al Panteón Nacional.

Obra
Obras dramáticas

Florencio Sánchez, en el Teatro La Comedia de Rosario, del escultor anarquista


Erminio Blotta.
La gente honesta (sainete; estrenada el 26 de junio de 1903. Fue retitulada Los
curdas).
M'hijo el dotor (tragicomedia en tres actos; estrenada el 13 de agosto de 1903).
Canillita (sainete, estrenado el 2 de octubre de 1903).
Cédulas de San Juan (sainete en dos actos; estrenada el 7 de agosto de 1904).
La pobre gente (comedia en dos actos, estrenada en octubre de 1904).
La gringa (comedia en cuatro actos, estrenada el 21 de noviembre de 1904).
Barranca abajo (tragedia en tres actos; estrenada el 26 de abril de 1905).
Mano santa (sainete; estrenada el 9 de junio de 1905).
En familia (tragedia en tres actos; estrenada el 6 de octubre de 1905).
Los muertos (comedia en tres actos; estrenada el 23 de octubre de 1905).
El conventillo (zarzuela en un acto, estrenada el 22 de junio de 1906).
El desalojo (sainete; estrenada el 16 de julio de 1906).
El pasado (comedia en tres actos; estrenada el 22 de octubre de 1906).
Los curdas (sainete; estrenada el 2 de enero de 1907).
La tigra (sainete; estrenada el 2 de enero de 1907).
Moneda falsa (sainete; estrenada el 8 de enero de 1907).
El cacique Pichuleo (zarzuela; estrenada el 9 de enero de 1907).
Los derechos de la salud (comedia en tres actos; estrenada el 4 de diciembre de
1907).
Nuestros hijos (comedia en tres actos; estrenada en junio de 1908).
Marta Gruni (sainete; estrenada el 7 de julio de 1908)utilizada como texto para una
ópera por Jaurés Lamarque Pons en 1967
Un buen negocio (comedia en dos actos; estrenada el 2 de mayo de 1909).
Obras periodísticas
Cartas de un flojo (1900).
El caudillaje criminal en Sudamérica (1903).

Homenajes

Monumento a Florencio Sánchez en el Parque José Enrique Rodó de Montevideo.


En 1920, en Salto Uruguay, el 7 de noviembre se le realizó un homenaje con la
colocación de una placa en una de las vías de tránsito de la ciudad y la nominación
de una calle. En ese homenaje el joven Enrique Amorim leyó un trabajo analizando la
psicología de algunos personajes de Florencio Sánchez.4
En 1948, la municipalidad de La Plata (provincia de Buenos Aires) ―por ordenanza
n.º 1137― puso su nombre a la Diagonal 75.5
En Argentina y Uruguay, en la fecha de su muerte (7 de noviembre) se conmemora el
Día del Canillita (el vendedor de periódicos en la calle).
La ciudad coloniense de Florencio Sánchez fue bautizada en su honor.
En Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, una plaza lleva su nombre. Plaza
Florencio Sánchez
Varias salas de espectáculos llevan el nombre de teatro Florencio Sánchez.
Premio Florencio
Filmografía
Pasión imposible (1943) dirigida por Luis Bayón Herrera sobre la obra Los derechos
de la salud
Barranca abajo (1937) dirigida por José V. Grubert
Véase también
Ernesto Herrera
Anarquismo en Argentina
Teatro Florencio Sánchez
Referencias
Muñoz, Pascual (2010): [http://La%20Vida%20Anárquica%20de%20Florencio%20Sánchez
(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión
y la última). http://laturbaediciones.files.wordpress.com/2010/03/la-vida-
anarquica-de-florencio-sanchez-sanchez1.pdf «La vida anárquica de Florencio
Sánchez». Montevideo: La Turba, 2010. Daniel Vidal: Florencio Sánchez y el
anarquismo. Montevideo: Banda Oriental, 2010.
«El teatro en la vuelta del siglo: Florencio Sánchez». La historia de la
literatura argentina II. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. 1980. p.
738.
«El estreno de M'hijo el dotor». EL País Cultural. 19 de noviembre de 2010.
Consultado el 19 de noviembre de 2010.
Eduardo S. Taborda (1955). Florencio Sánchez El homenaje de nuestra ciudad.
Florensa & Lafon. Piedras 346 Montevideo. p. 73.
La Diagonal 75 renombrada «Florencio Sánchez», artículo en el sitio web La Plata
Mágica.
Bibliografía
De Vedia, Joaquín: «Florencio Sánchez», artículo en revista Nosotros (1908).
Publicado en el sitio web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Blixen, Hyalmar: «Florencio Sánchez, martirio y gloria de un escritor», artículo en
el sitio web Letras Uruguay.
Jiménez, Wilfredo: La pasión de Florencio Sánchez. Buenos Aires: Losange, 1955.
Rela, Walter, «El teatro de Florencio Sánchez», artículo en el sitio web Letras
Uruguay.

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