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SIGLO XIX
C.I: V-6.167.354
Introducción
El presente trabajo tiene por objeto reconocer y dar a conocer la labor de Doña
Lastenia Tello de Michelena, ya que gracias a la muy devota entrega de esta dama
excepcional y su tarea de preservar y cuidar la integridad de las cientos de obras de
Michelena, atesoradas por ella en la mansión bélle époque en una oportunidad taller
y escuela del pintor y posteriormente el hogar de Doña Lastenia, en la esquina de
Urapal, en La Pastora de Caracas, es que contamos hoy día con el privilegio de ver
de primera mano, el talento y legado al arte de nuestro país de unos de los pintores
venezolanos más importantes del siglo XIX, Arturo Michelena.
Después de cosechar grandes triunfos como pintor en Francia, Arturo
Michelena quien regresa a Caracas conoce a Lastenia y la hace su esposa; él había
cumplido veintisiete años y ella veintitrés.
En el barco Vapor América, fue donde Arturo y Lastenia viajaron de luna de miel
en dirección a Francia, el viejo continente. Luego de dos años en Francia, los esposos
Michelena, regresaron definitivamente a Venezuela en 1892, obligados por la muy
quebrantada salud del pintor, a quien le habían diagnosticado tuberculosis, una
enfermedad mortal y generalizada en el siglo XIX.
Lastenia fue una compañera inseparable para Arturo, durante los años de
tuberculosis lo cuidó con la dedicación de una madre y al quedarse viuda, así
permaneció; a pesar de su juventud, no volvió a casarse y decidió establecer su
lugar de vivienda en la casa de La Pastora luego de algunas modificaciones para
tal fin.
Figura 6. Lastenia Michelena con boina azul. 1898 Arturo Michelena
Para el año 1912, Lastenia solicita ante el estado venezolano una pensión por
viudez, la cual le fue negada, ya que su caso no satisfacía los requerimientos
exigidos por la Ley. Sin lugar a dudas, esta solicitud de Lastenia respondía a las
carencias económicas que sobrevinieron tras la muerte de su esposo, fueron
momentos austeros para esta dama tan especial. Pero también es sabida su
resistencia de desprenderse de unas obras que solo vendería por extrema urgencia
económica. Para Lastenia existía una clara necesidad de preservar y garantizar un
legado histórico en obras de arte de quien había sido además de su esposo, un gran
artista.
Figura 7. Lastenia Michelena autenticó con puño y letra las obras de Arturo Michelena
“Yo Lastenia Tello de Michelena, viuda del pintor Arturo Michelena. Mayor de
edad, domiciliada en Caracas, de ocupaciones hogareñas y titular de la Cédula de
Identidad N° 58.657, hallándome en el pleno goce de mis facultades intelectuales,
etc, etc…, Lego a la ciudad de Valencia, cuna de Arturo Michelena el cuadro pintado
por éste, que es copia del “Miranda en la Carraca” cuadro que será destinado al
Salón de Sesiones del Consejo Municipal del Distrito Valencia del Estado
Carabobo… “Y finamente “a la Nación Venezolana, con destino al Museo de Bellas
Artes y para su instalación como “Colección Arturo Michelena”, todos los demás
cuadros pintados por mi marido Arturo Michelena, incluidos los bocetos y estudios
que me pertenecen y tengo actualmente colocados en mi casa de habitación…. Y
lego también a la Nación, con igual destino, los cuadros de otros autores,
conjuntamente a los que se deben a la obra (mano) de mi marido….”
“Es mi deseo que para el caso de que la Autoridad competente optare por
dejar instalado el Museo Arturo Michelena, tal cual está en la actualidad en mi casa
de habitación con los cuadros y objetos que le he legado a la Nación… anexándole
los muebles y objetos de arte allí existentes, como así lo insinuarán mis Albaceas,
estos quedan expresamente facultados para tratar acerca de la compra por la
Nación del inmueble y objetos extraños a los legados, fijando y recibiendo el precio
respectivo, que distribuirán, en tal caso, entre mis legatarios a titulo universal, en la
proporción que he dejado establecida….”
“El 2 de julio falleció en esta ciudad, a los 92 años de edad, doña Lastenia
Tello de Michelena, -escribió en el N° 5 del Boletín “Visual” del Museo de Bellas
Artes de Caracas, en 1958- viuda del pintor Arturo Michelena. De doña Lastenia
guardaremos siempre la doble imagen, extrañamente antagónica de su juventud –
su hermoso cuadro pintado por el artista el año de su matrimonio- y el de su anciana
presencia que nos tocó conocer. Doña Lastenia fue ciertamente el último
representante de una época que nuestros críticos han convenido en llamar “clásica”,
no obstante el marcado acento romántico que lo caracterizaba”.