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LA MODERACIÓN EN LÍNEA

UNA ACTITUD DEL DOCENTE QUE FOMENTA EL


AUTOAPRENDIZAJE A DISTANCIA
Ing. Oscar Dávila

Cuando se alude el termino de “moderación” en comunidades virtuales de


aprendizaje, por lo general los conceptos que vienen a la mente son los de
orientar, controlar, dirigir o administrar este aprendizaje en un grupo de
personas que tienen la firme intención de instruirse en un tema a través del uso
de recursos digitales y redes de computadores.

Al aplicar estos conceptos, es imposible separar de su posición central y de líder


al docente que modera una comunidad virtual, haciendo que muchas de las
actividades previstas giren en torno a lo que este docente apruebe o no, y
haciendo que las posibilidades ulteriores de desarrollo cognitivo de un
participante se limiten a un plan preestablecido, lo cual es visto esto como un
escenario ideal cuando se proyecta un aprendizaje a través de un diseño
instruccional.

Sin embargo, puede ser un terreno totalmente nuevo dejar que las riendas del
aprendizaje sean tomadas por sus propios protagonistas – los participantes de un
curso en línea – dando la posibilidad de que surjan nuevos líderes en esta
interacción virtual y nuevas áreas potenciales de conocimiento bien logradas, a
pesar de que estas no estuviesen inmersas en un plan inicial.

El docente que asume el reto de instruir a distancia a través de medios digitales


por lo general quiere repetir en línea las interacciones de un aula presencial, y
de esta forma mantener el “control” de la ruta que toma el aprendizaje de los
alumnos. La dinámica presencial permite que este docente mantenga un alto
nivel académico de las discusiones de clase señalando con la mano a los que van
a intervenir, dando palmaditas de aprobación a los que dan buenas
participaciones, haciendo guiños de ojos a algunos de los alumnos ante las
expectativas mostradas por los otros, interrumpir el desarrollo de una
participación desenfocada del tema; puede apoyarse de recursos audiovisuales
como diapositivas animadas, puede dibujar gráficos en pizarrón, guiar lecturas,
entre otras actividades. Llevar estas actividades al plano virtual simplemente
necesitará de muchas horas extras de trabajo por parte del docente, si quiere
atender o hacer seguimiento al aprendizaje de un tema en cada uno de los
participantes que interactúan con el contenido en línea. Quizá al principio
sienta una sensación de ser un apoyo indispensable, con el innovador enfoque de
que este refuerzo y amparo lo hace desde su casa, su cubículo o cualquier sitio
donde haya conexión a Internet. Pero con el tiempo el docente puede sentir que
las macro soluciones que se pretenden a través del e-learning, que consisten en
educar a un número mayor de personas, educar con mayor eficacia y reducir los
costos del proceso educativo, sencillamente son una fantasía.

Ing. Oscar Dávila / La moderación en línea – Feb. 2005 1


Para menguar la cantidad de horas de trabajo en línea y al mismo tiempo lograr
los objetivos del aprendizaje del curso virtual, primero hay que entender que el
docente debe contar con una nueva habilidad para la diligencia efectiva de
interacciones educativas en línea. Esta nueva habilidad es la de “moderación en
línea”, siendo el que la ejerce “el moderador” de una comunidad virtual de
aprendizaje o de un curso en línea. El moderador es el docente que fomenta la
cultura de cómo interactuar en una comunidad virtual y la forma de aprender en
línea. Esto se logra a través del modelado de una actitud que implica interactuar
con los demás miembros de la comunidad de una manera activa, crítica, analítica
y apreciativa del trabajo y la participación del resto del grupo. Esta actitud
implica que el participante tome riesgos intelectuales dentro de esa sociedad de
aprendizaje pero que al mismo tiempo esos aportes sean mejorados y no
reprochados o rechazados por los demás, haciendo que cada uno revise sus
propias creencias que se tienen alrededor de un tema para dar paso a la
generación de conocimiento colectivo.

A medida que hay más interacción, esta actitud se va adquiriendo en los


participantes de una manera progresiva. Cada uno lleva arraigado el modelo de
interacción presencial donde el docente es el líder de cada clase y las pautas son
dictadas por este; pero el paradigma de lograr una nueva actitud de
autoaprendizaje y de ser participe activo de una comunidad de seres humanos
que interactúan a través de la red, va tomando fuerza de un modo escalonado.

Aunque en línea también existen objetivos de aprendizaje, un diseño y un plan


de actividades para ser ejecutados por los participantes, las riendas del
aprendizaje son tomadas por el grupo, y el moderador estará ahí presente, desde
el lado, monitoreando los movimientos intelectuales y las tendencias cognitivas
para oportunamente aparecer enfocando la discusión de la comunidad, o
profundizando en posibles tensiones, conceptos, suposiciones o creencias que no
están del todo claras.

Esta intervención debe ser bien planificada, y sobre todo muy oportuna. Se debe
elegir un estilo para dirigirse a la comunidad a través del texto. Esto implica una
habilidad de escritura que posea un tono acorde con la investidura del docente,
pero que al mismo tiempo conlleve a un contexto igualador con los participantes,
de manera que no se sienta como que está dando un sermón sino que éste se vea
también como un coaprendiz. En esta intervención del moderador deberán existir
elementos de humor discreto que conlleven a la reflexión o emoticones para
infundir personalidad. Esto modelará una actitud de que prevalezca una
cordialidad en cada una de las intervenciones de los participantes y que el
diálogo superficial pueda ser sustituido por un intercambio sustancioso alrededor
de un contenido.
Aunque el diálogo social le adjudica a cada participante un sentido de
pertenencia en un grupo, éste es ideal para los inicios de esta comunidad y para
los descansos entre cada una de las unidades que se dan a través del curso en
línea.

Ing. Oscar Dávila / La moderación en línea – Feb. 2005 2


La moderación en línea implica también la habilidad de leer los aportes de los
participantes sin hacer discriminaciones y buscando intervenciones que son
diamantes en bruto y que requieren lustre. El moderador muestra esta
posibilidad y los participantes hacen el trabajo de redimensionar y redescubrir
este nuevo enfoque.

La lectura que hace el moderador de los aportes de los participantes permitirá


seleccionar las ideas principales de cada intervención. Esto proceso se denomina
la “selección de los elementos del diálogo“, siendo éstos el insumo principal
para la intervención del moderador, haciendo que ésta se base en ideas tomadas
del mismo grupo y no en ideas generadas por él mismo. En la selección de estos
elementos de diálogo pueden existir aportes significativos y otros desenfocados
del tema. Esto es lo que permite que no exista discriminación y brinde a la
comunidad una sensación de seguridad para aportar. A veces un enfoque débil o
inexacto puede ser el punto de apoyo para saltar a nuevas áreas que aún no han
sido exploradas por el grupo.

La asistencia sobre dudas o desfogues de algunos participantes puede surgir de


cualquiera de los participantes, y no necesariamente del moderador. Esto se
logra con el nivel de confianza que ha alcanzado la comunidad virtual y a través
de un modelado constante en las intervenciones del moderador, en donde la
táctica, el estilo y la actitud son imitados por los miembros del grupo.

En síntesis, moderar en línea implica plasmar a la vista de todos una actitud de


autoaprendizaje activo que se apoye en la interrelación de los participantes del
curso en línea, y en donde prevalezca el consenso y la generación del
conocimiento colectivo. Los materiales tales como las lecturas, los enlaces a
guías, artículos, gráficos, clases con el apoyo de multimedia y las pautas
preliminares de trabajo académico son dados inicialmente a los alumnos. Ese es
el punto de partida a una aventura de aprendizaje que es monitoreada por
expertos y es enfocada y/o profundizada según sea el caso de la dinámica
producto de la interrelación en línea, pero que es liderada por sus propios
miembros hacia cumbres de conocimientos que a veces superan nuestras propias
expectativas como docentes.

Bibliografía.

• George Collison, Bonniee Elbaum, Sarah haavind, Robert Tinker. facilitating online
elearning: effective strategies for Moderators by George Collison 2000 Atwood Publishing
USA.
• Cabero, J. y Llorente, M., Román, P.G. Las herramientas de comunicación en el
“Aprendizaje Mezclado”. The Tools of communication in the blended learning. No. 23
Revista PIXEL-BIT. Revista de Medios y Educación. Abril 2004.

Ing. Oscar Dávila / La moderación en línea – Feb. 2005 3

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