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Voces del Desplazamiento: La experiencia del desplazamiento forzado de cinco

personas provenientes del Pacífico Colombiano asentados en la ciudad de Cali.

Diana Rocío Díaz Torres.

Trabajo de grado para optar al título de psicóloga

Director:

Pedro E. Rodríguez, PhD

Universidad del Valle

Instituto de Psicología
Programa Académico de Psicología
Santiago de Cali
2020
Dedicatoria.

A cada ser que de una u otra forma le han arrancado de su terruño.


A quienes les robaron su paz, su aliento y su esencia.
A los que ya no están y a los que les impidieron regresar.
A quienes prestaron su voz para que el silencio durmiera.

A mi madre, por ser el cimiento sobre el que me he apoyado, por ser fuerza, luz y resistencia.
A mi padre por ser calma en la tormenta, por ser el cálido abrigo que apacigua mi alma. Por su
paciencia, amor y sabiduría.
A mi familia por ser soporte y refugio.
Agradecimientos.
Cuando inicie mi proyecto de grado eran muchas las dudas, voces e ideas que bailaban en mi
cabeza, hasta ese momento no dimensionaba el impacto que tendría en mí el elegir como tema el
desplazamiento forzado. Hoy que me he encontrado en cada una de las voces que logre conocer,
puedo decir que encontré una parte de mí, una voz que se reconoce como una desplazada debido
a las circunstancias y a esa constante búsqueda de un “futuro prometedor”, que posiblemente
cree no encontrar en su terruño; hoy decir gracias es poco para lo mucho que me han permitido
vivir y recibir a través de sus voces.

Gracias a cada una de las personas que han hecho de este viaje una aventura inimaginable,
gracias por acompañarme en esta ardua labor de construir y deconstruir constantemente mi Ser.
Gracias por ese hombro que sirvió de soporte cuando las ganas se despedían; Gracias por
escuchar mis aflicciones y ayudarme a encontrar el camino cada vez que parecía abandonar el
viaje. Gracias por esas compañías silenciosas, cálidas, divertidas y ruidosas que me hicieron
sentir en casa; Gracias a cada ser que con su forma única de estar en este mundo han
contribuido a que el silencio hoy tenga muchas formas de desaparecer. A ustedes, mi familia por
ser mi soporte y motivación, a mis amigos que están hoy y siempre de diversas formas, mis
profesores que fueron y son la mejor guía en ese viaje al conocimiento, a mis compañeros de
vida, carrera y trabajo por ayudarme en esa búsqueda de ser profesional, a quienes estuvieron
de paso y dejaron parte de su existencia en la mía.

A mi director por su paciencia para esperarme, su confianza en mí, por enseñarme y llevarme
de la mano al cierre de mi proceso como estudiante.

Gracias por existir.


Resumen

El presente trabajo de investigación tuvo como finalidad conocer a través de la narrativa como ha

sido la experiencia de desplazamiento forzado de cinco personas afros provenientes de la región

Pacifico, en el marco del conflicto armado Colombiano. El desplazamiento forzado se ha

convertido en el estandarte del conflicto armado que ha tenido lugar en Colombia, es la cara visible

de profundas crisis humanitarias y desatención social del Estado ante las múltiples problemáticas

que aquejan a la población. En el acercamiento a la problemática de desplazamiento forzado en la

población afro del pacifico colombiano, se evidenciaron que existen factores de tipo histórico y

político que interactúan en la persistencia de la problemática, y a su vez, dificultan los procesos de

reparación y atención de la población afro. Partiendo de una metodología cualitativa y un

paradigma hermenéutico, se realizaron entrevistas semiestructuradas que fueron analizadas de

acuerdo al método de análisis de contenido temático propuesto por Bardin (1986). Dicho análisis,

permitió conocer la problemática de desplazamiento forzado a través de la narrativa de

experiencias de 5 pobladores afro de la región pacifico, en la que se abordó la experiencia desde

dos planos: 1 la experiencia de desplazarse desde el hecho que lo produce y 2. La experiencia de

desplazarse desde un plano subjetivo en el que se abordan todos los elementos relacionados a la

afectación de los procesos psíquicos, étnicos y culturales. Frente a ello se expone elementos

relacionados con la pérdida que supone el dejar el territorio, el afrontar los cambios y desafíos que

supone un contexto desconocido, los conflictos familiares y étnicos culturales que emergen al

llegar a un nuevo contexto, y finalmente, se exponen los elementos que interfieren en la búsqueda

de superación de eventos traumáticos como el desplazamiento forzado.

Palabras claves: Desplazamiento forzado, conflicto armado, étnico-cultural, psicosocial, afro.


Tabla de contenido.

Introducción. 9
Capítulo I. 13
Planteamiento del Problema. 13
1.1 Proceso histórico y jurídico: Conflicto armado y desplazamiento forzado. 13
1.1.1 Marco histórico del conflicto armado en Colombia. 13
1.1.2 El Desplazamiento como hecho histórico. 24
1.1.3 Marco jurídico. 34
1.2 Planteamiento. 49
1.3 Justificación. 57
1.4 Formulación pregunta de investigación. 60
1.5 Objetivos. 60
1.5.1 Objetivo general. 60
1.5.2 Objetivos específicos. 60
Capítulo II. 61
Marco Teórico. 61
2.1 Antecedentes. 61
2.2 Marco referencial. 63
2.2.1 Conceptualizando el desplazamiento forzado. 63
2.2.2 Formas, causas y consecuencias del desplazamiento forzado. 67
Causas del desplazamiento forzado. 67
Formas de desplazamiento forzado. 69
Consecuencias del desplazamiento forzado.. 70
2.2.3 ¿Quiénes son desplazados? 73
2.2.4 Hecho victimizante y Víctima. 74
2.2.5 La experiencia desde lo subjetivo. 75
2.2.5 Lo psicosocial, lo cultural y lo étnico. 77
Capítulo III. 80
Marco Metodológico. 80
3.1 Tipo de investigación. 80
3.3 Población y muestra. 81
3.4 Criterios de selección. 84
3.5 Técnica de recolección de datos. 85
3.6 Técnica de análisis de la información. 86
3.7 Procedimiento. 88
3.8 Consideraciones éticas. 89
Capítulo IV. 90
Análisis y Discusión. 90
4.1 La experiencia de desplazarse. 92
El antes, durante y el después. 93
La huida: una necesidad de protección o de cambio frente al no querer partir. 93
Interrupción en la estabilidad. 96
El desafío de instaurarse en nuevos contextos: Nuevos pobres. 98
Dinámicas de desplazamiento: Actores y causas. 103
El terror como estrategia: La población inmersa en un conflicto ajeno. 103
La violencia y el abandono del Estado, factores que interactúan: La lucha por la conquista del territorio,
el reclutamiento forzado y los diversos actores. 108
El Estado como agente protector: Programas de atención y posibilidades de retorno. 111
4.2 El desplazamiento desde lo subjetivo. 117
Afectaciones: Lo individual, Lo familiar, Lo colectivo. 117
Una nueva realidad: La inestabilidad, la incertidumbre y el miedo instaurados como parte del cotidiano.
118
El sanar en nuevos contextos: el convivir con el dolor que deja la pérdida como una forma de responder
a situaciones adversas. 124
Reconfiguración del núcleo familiar y las costumbres. 129
El territorio y la cultura más allá de lo físico: entre la añoranza y la pérdida. 132
Búsqueda de preservación de la cultura a través de diversas herramientas: trasmisión de conocimiento,
la oralidad, la música, etc. 133
Entre el mestizaje cultural y la pérdida: la oportunidad de continuar con las costumbres del territorio.
136
El territorio como referente identitario y medio para establecer vínculos colectivos: La extrañeza ante
las nuevas formas de llevar a cabo los rituales de paso. 139
Estrategias de afrontamiento y expectativa de vida. 141
Contar con la compañía de familiares o amigos en el lugar de llegada. 142
La adquisición de conocimientos y el convertir lo traumático en un motivo de superación como
estrategia para posicionarse en el nuevo contexto. 144
Construcción de Proyecto de vida: posicionamiento de vida personal y posicionamiento de vida en
función del bienestar de los hijos. 146
Capítulo V. 150
Conclusión. 150
5.1. Recomendaciones 156
Bibliografía. 157
Anexos. 163
Guía de entrevista. 163
Consentimiento Informado para Participantes de Investigación. 164
Verbatum de categorías de análisis por temas. 165

Lista de tablas.

Tabla 1. Caracterización de los participantes. ..................................................................................................... 83


Tabla 2. El antes, durante y el después. .............................................................................................................. 90
Tabla 3.Dinámicas de desplazamiento: Actores y causas. .................................................................................. 90
Tabla 4.Afectaciones: Lo individual, Lo familiar, Lo colectivo. ........................................................................ 91
Tabla 5.El territorio y la cultura más allá de lo físico: entre la añoranza y la pérdida. ...................................... 91
Tabla 6. Expectativa de vida y estrategias de afrontamiento. ............................................................................. 92
Tabla 7. La huida: una necesidad de protección o de cambio frente al no querer partir. .................................. 165
Tabla 8.Interrupción en la estabilidad. .............................................................................................................. 166
Tabla 9. El desafío de instaurarse en nuevos contextos: Nuevos pobres. ......................................................... 166
Tabla 10. El terror como estrategia: La población inmersa en un conflicto ajeno. ........................................... 167
Tabla 11. La violencia y el abandono del Estado, factores que interactúan: La lucha por la conquista del
territorio, El reclutamiento forzado y los diversos actores............................................................................... 168
Tabla 12. El Estado como agente protector: Programas de atención y posibilidades de retorno. ..................... 169
Tabla 13.Una nueva realidad: La inestabilidad, la incertidumbre y el miedo instaurados como parte del
cotidiano. .......................................................................................................................................................... 170
Tabla 14.El sanar en nuevos contextos: el convivir con el dolor que deja la pérdida como una forma de
responder a situaciones adversas. ..................................................................................................................... 171
Tabla 15.Reconfiguración del núcleo familiar y las costumbres. ..................................................................... 172
Tabla 16. Búsqueda de preservación de la cultura a través de diversas herramientas: trasmisión de
conocimiento, la oralidad, la música, etc. ......................................................................................................... 172
Tabla 17.Entre el mestizaje cultural y la pérdida: la oportunidad de continuar con las costumbres del territorio.
.......................................................................................................................................................................... 173
Tabla 18. El territorio como referente identitario y medio para establecer vínculos colectivos: La extrañeza
ante las nuevas formas de llevar a cabo los rituales de paso. ............................................................................ 174
Tabla 19. Contar con la compañía de familiares o amigos en el lugar de llegada. ........................................... 174
Tabla 20. La adquisición de conocimientos y el convertir lo traumático en un motivo de superación como
estrategia para posicionarse en el nuevo contexto ............................................................................................ 175
Tabla 21. Construcción de Proyecto de vida: posicionamiento de vida personal y posicionamiento de vida en
función del bienestar de los hijos. ..................................................................................................................... 176
“Ser desplazado es no entender nunca por qué te hicieron huir de los fuegos encontrados de

bandas a las que jamás llamaste, de gentes que vinieron a sacarte de lo tuyo, de un Estado que no

respondió al pacto fundamental de defenderse la vida, los bienes y la honra. Es pasar de la

arboleda a los cráteres urbanos, es habitar en las dunas de polvo gris extendidas hasta el

horizonte de los barrios marginales de nuestras selvas de cemento, mal llamadas ciudades.”

(Conferencia Episcopal de Colombia, 2005)


Introducción.

Históricamente el desplazamiento forzado en la sociedad colombiana ha sido la principal

consecuencia del conflicto armado interno; ha sido la cara oculta del desarrollo económico, ha

transformado el espacio territorial y ha sido simiente en la constante construcción de la sociedad

colombiana, contribuyendo a la reorganización y surgimiento de territorios. Representa para

Colombia una de las problemáticas más complejas de tratar y dentro de los hechos víctimizantes

del conflicto armado, este cuenta con un registro de un 79% de la población víctima, donde la

región pacifico encabeza la lista de territorios más desplazados en Colombia y las comunidades

indígenas y Afro son las más afectadas según la información registrada en el Registro Único de

Víctima (RUN) y la Red Nacional De Información (RNI) (2020). Se presenta entonces, un país

que se ha dado paso entre conflictos y crisis humanitarias, que ha despoja a sus pobladores,

comunidades y familias para darle paso al desarrollo económico, desconociendo la importancia

del territorio en el desarrollo cultural y social de sus comunidades que históricamente han cuidado

de sus espacios, poco se reconoce y se valora su riqueza cultural y prácticas ancestrales; vivir en

un suelo rico es sinónimo de muerte, pérdida y destierro.

Rodríguez, Alfonso, y Cavelier, (2009) afirman que “la problemática de desplazamiento

forzado en los territorios titulados colectivamente a comunidades negras en el Pacífico ha sido

particularmente grave” (p.10). Para el año 2009 se registraba un total de 252.541 personas

expulsadas en los 50 municipios en los que se encuentran dichos territorios, lo cual representa un

79% de la población que para ese momento se encontraba registrada como sujeto de derecho a la

titulación colectiva (Afrodes y Global Rights, 2007). Ante la situación de vulnerabilidad y

violencia a la que ha estado expuesta la población afro, la Corte Constitucional se ha pronunciado

a través del Auto 005 de 2009, reconociendo las falencias y dificultades que se han presentado en

9
materia de políticas y planes de atención desde un enfoque diferencial que permita atender de

manera integral las necesidades de la población afro.

Ante la inquietud de conocer y comprender el desplazamiento forzado desde las

poblaciones Afro, surge el interrogante sobre ¿Cómo ha sido la experiencia de desplazamiento

forzado para esta población? ¿Qué sucede cuando se es desplazado? Y ¿qué representa para ellos

ser desplazados? a partir de estas tres preguntas fue teniendo lugar el interrogante que buscó

responder esta investigación: ¿Cómo ha sido la experiencia de desplazamiento forzado de 5

personas provenientes de la región Pacífico a causa del conflicto armado en Colombia, asentados

en la ciudad de Cali?

Compuesto por cinco capítulos, este trabajo de investigación abordado desde una

metodología cualitativa, presenta al lector la respuesta al interrogante que ha surgido alrededor de

las inquietudes que la problemática del desplazamiento forzado ha suscitado. En un primer

momento, se realiza un recorrido histórico que da lugar a la compresión de lo que ha sido el

conflicto armado en Colombia y específicamente el lugar que ha tenido el desplazamiento forzado

en este. También se presenta una revisión de la normatividad y avances en materia de atención a

nivel nacional de lo que es el desplazamiento forzado y el lugar de las víctimas en dichas

normativas. Posteriormente, se expone el planteamiento del problema, se justifica el por qué se

escoge dicho tema de investigación y se presentan los objetivos de la investigación. El objetivo

general es: Conocer a través de la narrativa como ha sido la experiencia de desplazamiento forzado

de cinco personas provenientes de la región pacífico, en el marco del conflicto armado colombiano

y los objetivos específicos son cuatro: Caracterizar las dinámicas de desplazamiento forzado en

cinco personas provenientes de la región Pacífico colombiana, que emergen en la narrativa de

experiencias. Indagar sobre los elementos vinculados a las incidencias, dificultades y

10
oportunidades que se vive en el desplazamiento forzado. Indagar sobre los elementos que están

vinculados a los aspectos psicosociales, étnicos y culturales en la experiencia de desplazamiento

forzado. Identificar los factores que se encuentran asociados a las experiencias de desplazamiento

forzado de manera individual y colectiva.

En el segundo capítulo, se presenta el marco teórico en el que se inicia con una revisión de

antecedentes respecto a lo que se ha dicho y se ha abordado a nivel nacional en materia de

investigación e intervención con población afro desplazada en los marcos del conflicto armado; se

realiza una conceptualización del desplazamiento forzado, de lo que es ser víctima y lo que

representa legalmente un hecho victimizante. Se aborda la experiencia desde lo subjetivo como

elemento constituyente de la realidad social a la que accede cada sujeto de manera colectiva e

individual, en la que las experiencias que de alguna manera son compartidas dan lugar a múltiples

discursos que cuentan desde la particularidad de cada individuo la realidad que se ha constituido a

partir de dicho evento.

En un tercer momento, se presenta el enfoque metodológico que tuvo lugar en esta

investigación, los métodos y técnicas utilizados para los momentos de recolección, sistematización

y análisis de datos que permitió conocer las vivencias personales de cada participante y dar lugar

a los elementos particulares y colectivos de cada uno a través del discurso que han construido

alrededor de su experiencia. Respecto a los participantes de este trabajo de investigación, se

contactó a cinco personas que estuvieron dispuestas a hablar acerca de su experiencia de

desplazamiento forzado, dos hombres y tres mujeres entre los 24 y 48 años, todos provenientes de

la región pacifico.

11
Finalmente, en el cuarto y quinto capítulo se exponen respectivamente el análisis y la

discusión en función de las categorías establecidas y los aportes teóricos a través de los cuales se

da respuesta a los objetivos planteados. Por último, en la conclusión se da cuenta de los objetivos

propuestos en este trabajo de investigación y se presenta una reflexión en función del ejercicio

investigativo.

12
Capítulo I.

Planteamiento del Problema.

Para el desarrollo de este trabajo de investigación y por consiguiente la compresión de la

temática abordada, se consideró relevante abordar desde una mirada histórica la problemática de

desplazamiento forzado. Por ello en primer lugar se presenta un recorrido histórico del conflicto

armado y del desplazamiento forzado como problemática social, seguido un breve recorrido en

materia de avances en políticas y planes de atención que se han desarrollo en el país; en un segundo

momento se plantea la problemática de estudio y se procede a justificar la elección de dicha

problemática; finalmente se da paso a la formulación de la pregunta de investigación a resolver

seguido de los objetivos planteados para dar solución a la misma.

1.1 Proceso histórico y jurídico: Conflicto armado y desplazamiento forzado.

Con el objetivo de comprender el accionar y las dinámicas de violencia impartidas por

diferentes actores a la población vulnerable, en este apartado se desarrollan tres aspectos necesarios

para conocer y comprender como se ha inscrito el desplazamiento forzado en la sociedad

colombiana. En primer lugar se tratará brevemente el contexto histórico del conflicto armado en

Colombia, en segundo lugar, se estudiará el desplazamiento forzado dentro del conflicto armado

y en tercer lugar, se presentaran los avances que el país ha realizado en materia de estrategias y

políticas públicas para manejar y mitigar el fenómeno del desplazamiento forzado interno

producido en el marco del conflicto interno y al que han sido sometidas las comunidades afro.

1.1.1 Marco histórico del conflicto armado en Colombia.

El conflicto armado en Colombia, es un tema que ha sido abordado desde diferentes

posturas sobre lo que ha sido la causa de su origen y durabilidad, su estudio ha permitido que

problemáticas como el desplazamiento, el despojo de tierras, las desapariciones forzadas se hayan

13
evidenciado y tomado como consecuencias directas del conflicto armado. Pizarro (2015) presenta

un análisis de lo que es la historia del conflicto en Colombia a partir de un compendio de 12

ensayos presentados por expertos, quienes parten de tres factores temáticos fundamentales: los

orígenes y las múltiples causas del conflicto, principales factores y condiciones que han facilitado

o contribuido a la persistencia del conflicto y los efectos e impactos más notorios del conflicto

sobre la población, como resultado, se encuentra la diversidad de posturas y multiplicidad de

miradas frente al tema del conflicto armado, a partir de ello se reconocen cuatro momentos

importantes que recogen parte de la historia colombiana para comprender el conflicto armado

desde sus inicios; el Frente Nacional, el periodo de la Violencia en los años 50, los conflictos

agrarios de los años 20 y la formación del Estado-Nación.

En este orden de ideas, para conocer históricamente lo que ha sido el conflicto armado en

Colombia se toma como punto de referencia el surgimiento del Frente Nacional, dado que en

dicho periodo tienen lugar el surgimiento de las guerrillas insurgentes y la violencia subversiva.

El Frente Nacional es conocido como el pacto u acuerdo que se estableció entre los dirigentes del

partido Conservador y Liberal en el que concertaron distribuirse el gobierno del país durante cuatro

períodos presidenciales consecutivos, de 1958 a 1974, con el objetivo de poner fin al período de

Violencia ocurrida entre 1946 y 1958 la que se caracterizó por el conflicto armado entre los

miembros de los partidos Conservador y Liberal. Dicha articulación se extendió más del tiempo

pactado y expuso a la población colombiana a situaciones de violencia, despojo de tierras,

descuartizamientos, torturas, desapariciones y homicidios.

Asumir el gobierno del país representaba para el Frente Nacional el reto de manejar los

retrasos que había dejado el período de la Violencia y además tenían como prioridad la

recuperación del territorio. No obstante, debido a que en ese momento el país estaba en manos de

14
una burocracia poco profesional que debía asumir los retos que dirigir el país representaba, con

una participación política excluyente y cerrada a grupos organizados que diferían de la ideología

política bipartidista y con un sistema conservador que se escudó en la represión militar y en

reformas sociales y económicas de mediano alce, producto de ello fueron factores claves en la

constitución extremista de algunos sectores de la izquierda, y la mutación en guerrillas subversivas

de los grupos armados que habían quedado de la época de la Violencia y que se enfrentaron

abiertamente al régimen bipartidista.

Durante el siglo XIX y buena parte del siglo XX, los partidos políticos tradicionales
recurrieron a la violencia para dirimir las disputas por el poder y, en particular, para
lograr el dominio del aparato estatal, a tal punto que este accionar puede considerarse
como una constante histórica de varias décadas. En efecto, la pugnacidad política y
las acciones violentas entre los partidos tradicionales, Liberal y Conservador,
alcanzaron su nivel más crítico en el periodo conocido como La Violencia, que
comprende desde 1946 hasta 1958. Aunque la violencia liberal-conservadora fue
promovida por la dirigencia de ambos partidos, el enfrentamiento político se vio
especialmente atizado por el sectarismo manifiesto del dirigente conservador
Laureano Gómez, presidente de la República entre 1950 y 1953. A partir de entonces,
el conflicto político se tradujo en una abierta confrontación armada (Centro Nacional
de Memoria Histórica [CNMH], 2013 p.112).

Los conflictos agrarios que se vivenciaron en el siglo XX, son producto de la lucha entre

sectores políticos que perseguían constantemente el control de la tierra. Producto de reformas

fallidas, llega la reforma agraria la que se considera como el detonante definitivo de los siguientes

años de violencia que vive nuestro país. Pizarro (2015) en su informe, continúa analizando la

situación histórica del conflicto “los grandes propietarios liberales y conservadores, organizados

en torno al Sindicato de Propietarios y Empresarios Agrícolas que, más tarde derivó en la Acción

Patriótica Económica Nacional (APEN), fueron la cabeza de lanza de una contrarreforma agraria

15
que sería particularmente nefasta para el futuro del país y que se expresaría mediante la Ley 100

de 1942” (p.13), debido a una amplia gama de tensiones e inconformismos acumulados en el sector

agro, como consecuencia de la notoria concentración desequilibrada de la propiedad rural, un

proceso de apropiación y ti titulación de terrenos baldíos sin regulación y/o demás procesos

contradictorios con la norma que se llevaba a cabo. Como es de notar, dicha reforma se da en un

contexto dinamitado por procesos políticos y sociales que nuevamente le hacen antesala al

conflicto armado en Colombia, se puede decir que en ese trasegar de transformación que atraviesa

desde sus inicio el país y el conflicto se transforma y crece al mismo ritmo.

Se habla entonces de una relación entre lo que fue el conflicto agrario de la época y la

violencia que se gestaba a pasos agigantados año tras año, malestares e inconformismo con las

dinámicas de poder político y de posesión de la tierra. Con el asesinato del líder político Jorge

Eliecer Gaitán, se desata en Colombia una guerra que desestabiliza al país, haciendo que la

propiedad de tierras se inclinara a ciertos sectores – familias creando así un nuevo orden

económico y social en el país. Esta violencia ya dejaba a su paso el nacimiento de un fenómeno

social, el desplazamiento masivo de poblaciones y un incremento en los índices de pobreza de

dicha población. Pese a que dicha situación obligó al gobierno a tomar medidas frente al caso, es

de saber que dichas medidas no dieron los resultados esperados y su duración e impacto fueron

mínimos debido a la falta de apoyo y a probación de todo el sistema político-social.

La Violencia se expresó, entre otras formas, en la ola represiva contra los movimientos
agrarios, obreros y populares urbanos aglutinados en torno a los ideales del gaitanismo,
y alcanzó su máximo nivel de radicalización política tras el asesinato del líder liberal
Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, suceso que desató protestas populares y fue
conocido como El Bogotazo. Como sello distintivo de la década de 1950, la violencia
se libró entre los ciudadanos adscritos a ambas colectividades políticas mediante el

16
ataque a los militantes del partido contrario o a sus territorios de influencia. Dentro de
los partidos políticos se constituyeron agrupaciones armadas con diferentes niveles de
organización: de un lado, la policía chulavita y Los pájaros (asesinos a sueldo), al
servicio del Gobierno Conservador; del otro, las guerrillas liberales y las autodefensas
comunistas (CNMH, 2013 p.112).

Dichos enfrentamientos entre movimientos políticos bipartidistas se llevaron a tal extremo

que los grupos armados cometieron actos violentos en los que vulneraron los derechos

fundamentales. Masacres, actos violentos con sevicia, crímenes sexuales, despojo de bienes hacen

parte de la metodología de castigo y terror que empleaban contra su opositor.

Rituales macabros, como el descuartizamiento de hombres vivos, las exhibiciones de


cabezas cortadas y la dispersión de partes de cuerpos por los caminos rurales, que aún
perviven en la memoria de la población colombiana, le imprimieron su sello distintivo
a ese periodo al que, como ya se mencionó, se suele llamar con la expresión genérica
“La Violencia”, lo que pareciera expresar la naturalización de este tipo de fenómenos
en la historia política nacional (CNMH, 2013 p.112).

De este periodo, se sabe que fue una de las épocas más crueles que vivió la población

colombiana y que produjo el desplazamiento de centenares de familias campesinas a la zona

urbana, produciéndose así una reestructuración de las dinámicas sociales y territorial; se inicia el

tránsito de campo a ciudad, las condiciones de pobreza aumentaron, se dejó de trabajar el campo

para trabajar en la ciudad, el miedo llegó a los lugares donde el gobierno no existía.

Si bien, el conflicto armado en Colombia es un fenómeno que históricamente es complejo

de ubicar en una fecha específica que dé cuenta de su inicio, se puede conocer su dinámica y

proceso a través de los momentos más cruciales de la historia.

17
Entre los años de 1962 a 1967 se constituyen los grupos guerrilleros; el surgimiento de

estos grupos se da paralelo a la creación del Frente Nacional, esto como reacción al sistema político

bipartidista que en su momento toma las riendas del gobierno nacional, sumado a las revoluciones

y cambios que se dan en Latinoamérica para ese momento. Como ya se ha mencionado

anteriormente, la violencia en Colombia es un tema que ha sido abordado desde diversas posturas

y miradas, lo que ha permitido llevar un registro diverso de lo que hemos vivido históricamente

como país en tema de conflictos. El CNMH (2013) expone que:

Paralelamente a la fundación de las FARC en 1965, surgieron el Ejército de Liberación


Nacional -ELN (en 1962) y el Ejército Popular de Liberación - EPL (en 1967), cuyas
historias se remiten al encuentro entre los jóvenes habitantes de las ciudades formados
y radicalizados según los lineamientos de las revoluciones cubana y china, y los
herederos de las antiguas guerrillas gaitanistas del Magdalena medio, el alto Sinú y el
valle del río San Jorge (la mayoría campesinos), unos y otros descontentos con las
restricciones de participación política en el Frente Nacional. En el caso de los jóvenes
urbanos radicalizados, influyó el fervor revolucionario que despertó la revolución
cubana y la irrupción en el contexto internacional de los jóvenes como sujetos políticos
(p.123).

Para el periodo de 1960 a 1970, la visibilidad de los grupos guerrilleros no fue tan notoria

en el territorio nacional, debido a que para ese momento las guerrillas se concentraron en las zonas

rurales periféricas, y apenas se daba inicio a una organización política y militar que los invisibilizó

en gran parte del territorio nacional. Las autodefensas iniciaron a finales de los años 70, diversos

grupos armados al margen de la ley, que contaban con el apoyo ilegal de las fuerzas armadas

oficiales de Colombia. Tenían como fin principal erradicar militarmente los grupos guerrilleros y

organizaciones que diferían de la ideología política dominante del momento, con la excusa de la

preocupación de la posible llegada del comunismo al país (CNMH, 2013).

18
Posteriormente, para los años 80 la violencia en el territorio nacional se incrementa debido

a que para ese momento los grupos guerrilleros, paramilitares y Estado se estaban fortaleciendo

militarmente; aumentando el número de combatientes, la adquisición de equipos y armamentos de

guerra y desplazándose a nuevos territorios, con el fin de lograr controlar la mayor parte del

territorio cuanto fuera posible, incrementándose de esta manera los actos de violencia en contra

de la población civil, seguido al aumento exponencial del desplazamiento forzado, al incremento

del despojo de tierras a campesinos y finalmente, se suma a este conflicto el financiamiento del

narcotráfico a dichos grupos guerrilleros y paramilitares. Para este momento, el país está

enfrentando cambios políticos que permiten la creación de movimientos políticos con nuevas

ideas, movimientos sociales que se gestan para contribuir al cambio del sistema político y social

del momento; la lucha continua y los esfuerzos por construir un país en paz no cesan, las

expectativas siguen sin tener el más mínimo acercamiento a un posible final. Se siguen sumando

muertes, el terror se expande a pasos agigantados y parece no tener fin; son varios los intentos de

diálogo y negociación con el fin de dar con una posible Colombia en paz.

Entre 1996 y 2005, el conflicto armado se torna más complejo, época en que históricamente

el conflicto armado se extendió sobre todo el territorio; se recrudecen los actos de violencia y

enfrentamientos entre grupos armados subversivos

El conflicto armado se transformó en una disputa a sangre y fuego por las tierras, el
territorio y el poder local. Se trata de un periodo en el que la relación de los actores
armados con la población civil se transformó. En lugar de la persuasión, se instalaron la
intimidación y la agresión, la muerte y el destierro (CNMH, 2013, p.156).

Para el 2001, el registro del número de ataques a municipios por parte de grupos irregulares

era de 128, en contraste de los 67 que se producían en 1995 (Santamaría Fundación, 2015), por

19
otra parte, en el 2002 el conflicto afectaba a 561 municipios , espacios en los que se enfrentaban

activamente tres fuerzas armadas diferentes, las guerrillas (principalmente las FARC-EP y el

ELN), Las Autodefensas Unidas de Colombia (las AUC) y la Fuerza Militar del Estado (CNMH,

2013). En 1999 durante el gobierno de Andrés Pastrana, se intenta una salida negociada al

conflicto y se establece una mesa de diálogo con las FARC-EP; sin embargo, este proceso era

antecedido por los esfuerzos constantes que realizaba la Fuerza Pública en mitigar las acciones

militares de las FARC-EP, de esta manera, como medida de apoyo y fortalecimiento de las fuerzas

militares, en el 2000 el gobierno implementó el “Plan Colombia: Plan para la Paz, la Prosperidad

y Fortalecimiento del Estado”, dicha medida permitió que las Fuerzas Armadas con el apoyo

norteamericano se fortalecieron en materia de tecnología militar e inteligencia. De igual manera,

esta medida, hizo énfasis en la vinculación de los grupos armados con los dineros del narcotráfico,

justificando que era una de las principales causas del conflicto armado. Esta medida es considerada

por las FARC-EP como una propuesta de guerra, debido a la importancia que le fue otorgada al

fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y a la política de cero tolerancia de los Estados Unidos

frente a las drogas, y para el 2002 se rompen definitivamente los diálogos entre el gobierno y las

FARC-EP (CNMH, 2013).

Con la llegada de la estrategia de defensa y seguridad democrática impulsada por Álvaro

Uribe Vélez durante sus dos periodos presidenciales y financiada por el Plan Colombia, se

implementa una estrategia militar con el objetivo de recuperar el territorio y hacer frente a las

guerrillas; durante este periodo, los esfuerzos que realizaba el Estado por lograr eliminar las

guerrillas se logra no solo aumentar su pie de fuerza que paso de ser de 215.000 hombres en 1998

a 445.000 en 2010, sino que también se logra vincular algunos sectores de la población colombiana

en la lucha contra el terrorismo a través de un sentido de solidaridad movido por un sentimiento

20
de guerra patria con el que se identificaban. Si bien, la política de defensa y seguridad democrática

es bien recibida por ciertos sectores de la población colombiana y su implementación de la

estrategia militar logra disminuir de manera significativa la fuerza militar de las guerrillas, esto

no resulta del todo suficiente, y para el 2009 los grupos guerrilleros en el país aún tenían presencia

en 284 municipios (CNMH, 2013). Estos grupos guerrilleros se concentraron principalmente en

la región sur donde se desarrolló gran parte del conflicto durante los últimos años. Cabe resaltar

que para este mismo periodo, el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez logró la desmovilización de las

Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a través de la mesa de negociación establecida entre el

gobierno y los cabecillas de la organización (2003-2006). Sin embargo, el proceso no fue del todo

satisfactorio, ya que se presentaron rearmes de algunos grupos en diferentes lugares del país en los

que también había presencia de actividades relacionadas con el narcotráfico, estos procesos de

disidencias se intensificaron entre los años 2010 al 2012.

En el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos (2010-2018), quien en un primer

momento da continuidad a la estrategia militar que se estaba implementando en el país, decide

buscar la vía del diálogo como medida para finalizar el conflicto con las guerrillas, y se da paso

en primer lugar a la búsqueda de atender a las víctimas mediante una política enfocada a las

necesidades de las mismas; de esta manera, en el año 2011 se crea la Ley 1448 por la cual se

dictan las medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado

interno y se dictan otras disposiciones. Para el año 2012 el gobierno decide iniciar los diálogos de

paz con Las FARC-EP y se instala la mesa de negoción en la Habana; este proceso de acuerdo a

la Ley estatutaria de paz debió refrendarse en un plebiscito para conocer si el pueblo aprobaba lo

acordado o lo rechazaba, los resultados de dicha población no fueron lo esperado, y la población

colombiana rechazó los acuerdos establecidos, de modo que el gobierno se vio en la obligación de

21
renegociar los acuerdos teniendo en cuenta las objeciones que presentó la oposición. Pese a los

resultados y a los contratiempos que se presentaron, el gobierno y las FARC-EP acordaron un

nuevo texto para el acuerdo de paz el cual se firmó el 26 de septiembre de 2016.

La Red Nacional de Información (RNI), entidad mediante la cual se coordinan y articulan

los diferentes sistemas de información de las diferentes entidades vinculadas al Sistema Nacional

de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) comprometidas con la asistencia,

atención y reparación integral a las víctimas del conflicto armado, informa que desde 1985 hasta

al 1 de febrero de 2019 se tiene registro de 8.771.850.614 personas víctimas del conflicto armado,

las cuales están distribuidas en 15 categorías de acuerdo al hecho víctimizante: homicidio,

abandono o despojo forzado de tierras, pérdida de Bienes Muebles o Inmuebles, desaparición

forzada, secuestro, tortura, delitos contra la libertad e integridad sexual, vinculación de niños, niñas

y adolescentes, acto terrorista/ atentado/ combate, hostigamiento, amenaza, minas

antipersonal/munición sin explotar/artefacto explosivo, desplazamiento, confinamiento, lesiones

personales físicas y lesiones personales psicológicas (Red Nacional de Información [RNI], 2019).

Con relación al impacto que ha dejado el conflicto armado en la población colombiana, se

puede decir que el impacto más notorio ha sido sobre el tejido social. Gutiérrez (2015) afirma que

el conflicto destruyó de manera masiva el tejido social, tradiciones positivas, y redes de confianza.

En la medida en que estuvo asociado a un brusco aumento de la criminalización de la vida pública

y la propiedad sobre la tierra, también tuvo un efecto deletéreo sobre la confianza de los

colombianos en sus conciudadanos y en las instituciones. Por su parte, encontramos que referente

a los efectos el CNMH (2013) hace un análisis a profundidad de lo que ha sido el impacto del

conflicto sobre la población colombiana, parte de una identificación y reflexiona sobre los daños

ocasionados y los agrupa en cuatro categorías: daños emocionales y psicológicos, daños morales,

22
daños políticos y daños socioculturales. Para el caso de la última categoría, se ilustran los daños e

impactos sobre los pueblos y las comunidades indígenas y afrocolombianas; de igual manera, se

identifican los daños materiales y ambientales, y su impacto en los aspectos económicos y

socioculturales.

Si bien, los impactos son complejos, de diverso orden, magnitud y naturaleza, se ha logrado

reconocer y establecer una ruta de seguimiento en la que se evidencia que los efectos que ha

producido el conflicto van más allá de un dato cuantificable, son daños que han alterado

profundamente la concepción e idea de vida que en su momento llegó a tener la población víctima,

se han deteriorado los sistemas colectivos de relaciones de las comunidades; daños que han

modificado y hasta terminado con proyectos de vida de miles de personas y familias, eliminando

cualquier posibilidad de idea de futuro a una parte de la sociedad y han agrietado la oportunidad

de desarrollo democrático, económico y cultural. Pizarro (2015) sintetiza los ensayos presentados

por varios expertos ante la Comisión de la Verdad, y señala como consecuencias: “la destrucción

del tejido social, el ingreso de agentes y dinámicas ilegales al sistema político, aumento de la

inequidad agraria, daños a las estructuras comunitarias y vulneración de las necesidades humanas,

la expropiación y destierro de pequeños y medianos propietarios de tierra, el debilitamiento de las

organizaciones sindicales, masacres colectivas, la desfiguración de los partidos políticos, el

bloqueo de las reformas o contrarreformas económicas, la situación de pobreza de las zonas

rurales, el derrumbe del entramado de las comunidades y la proclividad a la obtención de recursos

ilegales y al uso de la violencia” (p. 70).

Las modalidades y las prácticas de violencia sufridas por miles de personas en Colombia
provocan daños e impactos que afectan la integridad de las víctimas. Los impactos
psicológicos deterioran las relaciones interpersonales y la salud física; las pérdidas

23
económicas generan inestabilidad emocional; los impactos colectivos y el daño a las
redes sociales y comunitarias afectan las capacidades y posibilidades individuales
(CNMH, 2013, p.260).

El fenómeno del conflicto armado en Colombia viola constantemente los derechos

fundamentales del ser humano, pasando por alto el hecho de reconocer a la población civil como

parte ajena del conflicto; por el contrario, esta ha sido utilizada como objetivo de guerra y ha sido

afectado por los distintos actores que convergen en el conflicto, “la población civil es la más

afectada; los civiles no son sólo las víctimas, sino el objetivo, el blanco de las diferentes estrategias

de las partes enfrentadas para aterrorizarlos” (Walser, 2005, como se citó en Valencia, 2007. p.13).

Finalmente, aun cuando la población víctima del conflicto es diversa, encontramos que la

población que más daño ha sufrido durante el conflicto colombiano son las comunidades indígenas

y Afro debido a que estas comunidades se caracterizan por ubicarse en territorios de alto valor

estratégico, territorios que históricamente han sido disputados no solo por grupos insurgentes sino

que también por carteles de narcotráfico, multinacionales y en últimas por el Estado. El territorio

es para estas comunidades la simiente de su constitución, simboliza la base de su existencia como

sujetos colectivos, en el que se expresan no sólo las relaciones productivas y económicas de este,

sino que también personifica la relación espiritual, simbólica y cultural que constituyen sus

maneras particulares de acceder, conocer, ser y existir en el mundo (CNMH, 2013).

1.1.2 El Desplazamiento como hecho histórico.

Es de reconocer que en el marco del conflicto armado el desplazamiento forzado es un

fenómeno que ha afectado duramente a la población colombiana y que ha modificado en cierta

medida las relaciones con el territorio y las dinámicas de relacionarse con el otro. Es el

desplazamiento forzado un fenómeno cuyo origen no se puede ubicar en una fecha o época

24
específica de la historia de nuestro país; sin embargo, se le ha reconocido como un hecho de larga

duración que se inscribe en una confrontación armada multipolar y diferencial, del cual no

podemos hablar como un simple momento o suceso circunscrito a un período de tiempo específico

en el marco del conflicto; de manera que el desplazamiento en Colombia es más bien, un fenómeno

que se caracteriza por ser extenso, recurrente y continuo, acompañado de abandonos violentos

individuales y colectivos, que ocurren de manera inesperada, silenciosa y poco visible en zonas

disputadas por diversos actores. A su vez, en el desplazamiento forzado se unen huidas temporales

y retornos azarosos, que en últimas terminan con el abandono definitivo de los lugares de origen

y residencia (Naranjo, 2001).

El CNMH (2015) frente a este fenómeno, asegura que: el desplazamiento forzado es una

manifestación de violencia con una historia compleja inmersa en el conflicto colombiano, cuya

raíz emerge de procesos de éxodo y destierro que datan desde la época de la colonización y la

independencia. Pese a ser un hecho reconocido ampliamente, este fue identificado como una

problemática social generalizada ya a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI; por ello, el

desplazamiento forzado no puede considerarse como un fenómeno naciente sino como un

elemento estructural que atraviesa toda la historia colombiana, partiendo de diferentes procesos de

despojo y expulsión de la población (p.36).

Ahora bien, para conocer como se ha inscrito el desplazamiento forzado en la historia de

nuestro país, se hace necesario ubicarnos en los momentos en los que el conflicto ha permitido

hacer visible esta problemática; por ello, nos ubicamos en un primer momento en lo que se conoce

como la Época de la Violencia comprendida entre los años de 1948 a 1958. Como se mencionó,

hubo un aumento de la violencia producida por el conflicto interno que se vivió con mayor

25
intensidad en las zonas rurales, los grupos insurgentes conformados por campesinos y grupos

armados patrocinados por el Estado se enfrentaban constantemente; la posibilidad de una tregua

se hizo lejana y los asesinatos y masacres se convirtieron en el estandarte de una lucha de poderes

en la que la población quedó en medio. Los actos violentos incrementaron y a ellos se sumaron

prácticas como torturas, despojos de todo tipo de bienes, bombardeos y ataques a poblaciones no

simpatizantes de los grupos, abandonos o ventas de propiedades inesperadas por valores que no

correspondían a su precio; el desplazamiento no fue ajeno y también fue una de las problemáticas

sumada a la situación del momento, y pese a no contar con datos exactos que permitan vislumbrar

la magnitud de la situación, diferentes investigadores registran que aproximadamente dos millones

personas, entre campesinos, indígenas y afrodescendientes se vieron obligados a desplazarse u/o

abandonar sus lugares de origen (CNMH, 2015).

Para esta época de violencia, el país enfrentó una reestructuración en la propiedad agraria

y un cambio de organización económica donde lo rural pasó a un segundo lugar para los pequeños

campesinos, creció la economía de los terratenientes y empresarios agrícolas; la población afectada

pasó a sumar las filas del desempleo y a ser colonizadores de lugares baldíos, dando lugar a una

reconfiguración poblacional y territorial en la que se dividió el país en zonas marginales azotadas

por la miseria y la violencia, y por otro lado, en zonas donde el crecimiento económico era el auge

del momento.

Durante el periodo del Frente Nacional (1958 – 1974), la esperanza de una posible paz con

la llegada de la alianza política entre los partidos dominantes del momento se vio opacada por la

continuidad de la violencia política, de manera que la inconformidad ante la división del poder

político permitió la extensión de la violencia; de igual manera, con la creación del Frente Nacional,

26
los impactos que había producido el acuerdo bipartidista sepultaron los hechos ocurridos durante

el periodo de La Violencia y la impunidad llegaba con el olvido acuesta. El desplazamiento forzado

de poblaciones para ese entonces era uno de los crímenes que más se ejecutaba, pasando

desapercibido ante los ojos del Estado ya que para ese entonces la prioridad era la distribución del

poder nacional entre los partidos políticos que habían acordado distribuir el poder en ese entonces.

Para el cuarto y último periodo del Frente Nacional se produce una crisis de gobernabilidad

debido a inconsistencias electorales y a reformas agrarias que beneficiaban a los grandes

propietarios de tierras, esta situación dio lugar no solo al surgimiento de nuevos movimientos

políticos y nuevas guerrillas, sino que también tuvo lugar la organización de campesinos quienes

se dedicaron a luchar contra las reformas agrarias y a la distribución desigual de la tierra. Como

consecuencia de estas continuas crisis e intentos de trasladar el foco de atención a las ciudades en

desarrollo, se invisibilizaron los impactos que causó la época de la violencia, el fracaso de las

reformas agrarias sobre las poblaciones desplazadas, lo cual permitió que el desplazamiento se

convierte en un factor esencial del inicio y desarrollo del conflicto armado naciente.

Con el fin del periodo del Frente Nacional, el país da un vuelco político en el que se

posesiona Alfonso López Michelsen (1974 - 1978) como presidente de la república y con quien

nacía la esperanza de la terminación de la violencia que acosaba por esos tiempos a la población

colombiana; pero nada de lo esperado llegó, y por el contrario el conflicto en Colombia continuó

creciendo gracias a que el gobierno no dio lugar a una reforma agraria que permitiera terminar los

conflictos por la tierra y dar lugar a una equidad en la posesión de la misma. Paralelamente, llega

para los años 70 la incursión en cultivos ilícitos en el país, trayendo consigo una transformación

en la economía del país y las dinámicas del conflicto armado, también se modificó el uso de la

27
tierra generando nuevos conflictos en los territorios. El surgimiento del narcotráfico en nuestro

país, representa nuevamente un aumento exponencial del conflicto ya existente y una oleada de

desplazamiento forzados dentro del territorio debido no solo al aumento de los enfrentamientos y

hostigamientos, sino también a las disputas y apropiación forzada de territorios.

La nueva lógica del narcotráfico marcó por lo tanto una nueva era de desplazamientos
forzados, caracterizados por procesos de repoblamiento y transformaciones de los
territorios. Por un lado, la población se vio expulsada de las tierras y territorios, que se
convirtieron en objetivos estratégicos en todos los eslabones de la cadena de tráfico
ilegal, principalmente aquellos que eran funcionales para lavar activos a través de la
compra de bienes inmuebles urbanos y rurales en zonas como los valles de los ríos Sinú,
Cauca y Magdalena, y en los Llanos Orientales. Por otro lado, el uso de la tierra para
cultivos de uso ilícito promovió oleadas de migración de “clases emergentes de dudosa
procedencia” y de un campesinado sin opciones económicas (CNMH, 2015, p.55).

Para los años 80, el conflicto interno en Colombia continúa creciendo al igual que las

prácticas de violencia, para esta década el desplazamiento forzado en Colombia se convierte en la

principal crisis humanitaria, el éxodo masivo de miles de familia y comunidades reflejan el

crecimiento desmedido de esta problemática que posteriormente dejará de ser asociada a

situaciones distantes del conflicto y se le reconoce como una de las muchas prácticas de violencias

ejercidas en el marco del conflicto interno. Esta problemática continúo creciendo a la sombra de

un gobierno que priorizaba el desarrollo económico de algunos sectores mediante políticas que

beneficiarían a quienes hacían parte de la maquinaria política que tensaba cada vez más la situación

social del país; por ello al realizar una búsqueda sobre el número de población desplazada para

esta época no se encuentran registros que den cuenta de las dimensiones de dicha problemática,

para esta época el Estado colombiano pese a que las prácticas de violencia se incrementaron y el

desplazamiento crecía abismalmente, el Estado permanecía indiferente ante las problemáticas de

28
violencia que aquejaban a la población; por ello el desplazamiento hasta este momento no era un

tema que estuviera contemplado por el gobierno.

En esta época, el desplazamiento forzado se vive de manera silenciosa e invisible ante los

ojos del gobierno colombiano, producto de un conflicto que se recrudece y de prácticas y

estrategias de violencia que victimizan a la población civil en diferentes regiones del país; es así

que con el estallido del narcotráfico y las nuevas manifestaciones de violencia, que este interviene

en el conflicto que hasta el momento arrastra el país y da lugar a una reconfiguración de este,

trayendo consigo nuevas formas de violencia y estrategias de guerra en las que la población civil

continúa siendo el objetivo para visibilizar su poder y control sobre territorios. Por ello, los años

80, se caracterizaron principalmente por la degradación a la que se sume el conflicto interno con

el surgimiento de un nuevo paramilitarismo y la reconfiguración de la lucha insurgente, el auge

del narcotráfico y los procesos de paz con las guerrillas; para el CNMH (2015) “la década de los

ochenta fue un periodo en que el Estado, las guerrillas, los paramilitares y los narcotraficantes

legitimaron el uso de la violencia y el éxodo de la población como formas de resolución de

conflictos, haciendo la guerra más intensa y más sucia.” (p.63).

Más tarde, a finales de los años 80 e inicios de los años 90 se producen cambios importantes

en los escenarios políticos del país y para este momento algunos grupos insurgentes como el M-

19 continuaban en la búsqueda de negociación con el gobierno; de igual manera el movimiento

estudiantil y político apoyaba fuertemente la posibilidad de una constituyente en la cual el Estado,

los grupos insurgentes y la población lograran dialogar y conseguir la paz. Para este mismo periodo

bajo el mandato de Virgilio Barco se produce la suspensión mediante el decreto 815 de 1989 del

amparo legal que permitía la creación de grupos de autodefensa, debido a la intensificación de la

29
violencia perpetrada por estos grupos; dicho amparo sería declarado inconstitucional por la Corte

Suprema de Justicia (CNMH, 2015). Estos eventos y la participación de organizaciones de

narcotráfico en el conflicto se presenta una persecución política cruda y fría en la que se termina

con la vida de varios representantes de movimientos políticos opositores; en este escenario de

conflicto, el desarme de algunos grupos insurgentes y grupos para militares, rearme de otros grupos

y no negociación con los grupos insurgentes de mayor control territorial en el país se proclama la

nueva Constitución Política, la cual trae consigo no solo un nuevo orden político, social y

económico sino que también, le acompañan la creación de la corte constitucional y la defensoría

del pueblo; instituciones que representarían un elemento fundamental para la denuncia del

fenómeno del desplazamiento forzado.

Ahora bien, Ante este nuevo escenario político las guerrillas logran fortalecerse y controlar

nuevos territorios en el país, ante esta situación el Estado nuevamente implementa como estrategia

para combatir la lucha insurgente asumir el Estatuto de Vigilancia y seguridad privada mediante

los Decretos ley 5353 de 1993 y 356 de 1994, a través del cual se da lugar nuevamente a la creación

de grupos de autodefensa denominados esta vez como las Convivir, representando así la

vinculación de población civil a la lucha contrainsurgente con el objetivo de ayudar a la fuerza

pública, de este modo se les otorgaba vía libre para utilizar armamento militar y realizar operativos

donde la fuerza pública hacía poca presencia. La estrategia de las Convivir, además del aparente

apoyo a la seguridad, ocultaba la permisividad con nuevas formas de violencia y destierros

poblacionales que se gestaron bajo un cobijo de legalidad. A la sombra de políticas de Estado de

seguridad y crecimiento económico las víctimas aumentaron y se minimizó problemáticas sociales,

políticas y económicas. Para este periodo, gracias a la intensificación de la violencia ejercida por

grupos armados (guerrillas, fuerzas militares, paramilitares/convivir) sobre la población y los

30
constantes enfrentamientos entre estos grupos, el desplazamiento forzado llega a cifras

exponenciales que hacen visible ante el Estado Colombiano esta problemática ignorada hasta el

momento (CNMH, 2015).

Para el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998) el conflicto en Colombia

alcanzaba sus niveles de degradación y violencia más altos, por consiguiente las causa de este

conflicto no se hacían esperar, y cada vez era más notorio la necesidad de atención a estas

problemáticas invisibilidades por mucho tiempo, entre ellas se encontraba el desplazamiento

forzado, que para ese entonces no contaba con el reconocimiento que dicha problemática

ameritaba. Durante este periodo, los esfuerzos por atender las necesidades emergentes por el

conflicto armado fueron el estandarte del gobierno y su lucha en ese entonces se dirigía a la

atención social de las víctimas mediante planes de desarrollo que incluían una propuesta de

atención a asistencial a las víctimas del desplazamiento; a pesar de los esfuerzos por atender la

situación de desplazamiento que aquejaba a gran parte de la población campesina, afro e indígena

del país, la problemática continuó en ascenso y los esfuerzos por mitigar y atender las necesidades

emergentes fueron en vano, debido a que los planes desarrollados en su momento para la atención

de esta problemática no fueron coherentes y procedieron a agrupar a la población víctima del

desplazamiento en categorías distantes a la realidad del problema.

A finales de los años 90 e inicios del año 2000, el conflicto interno en Colombia continuó

evolucionando y fortaleciéndose con la participación de actores que defendían sus intereses

particulares a través de un conflicto que ultrajaba y victimizaba a la población con el fin de adquirir

poder y control sobre sectores de gran valor estratégico. Los registros del gran éxodo que se vivió

para este momento en el país, producto de un conflicto agudizado deshumanizador y violador de

31
derechos, dieron como resultado que cientos de poblaciones fueran desplazadas forzosamente de

sus territorios u obligados a huir en medio de enfrentamientos, amenazas y retaliaciones de

diferentes actores armados; víctimas de una guerra de gente oportunista que se valía de la violencia

para despojar y desalojar familias y comunidades enteras para hacerse de territorios que

representaban valor no solo económico sino también estratégico para conservar el poder sobre

estos.

Este es un periodo que marca la historia de nuestro país y la evolución que este presenta en

materia de políticas implementadas para atender la crisis humanitaria que históricamente había

surgido a la sombra de un conflicto en constante evolución, y que aclamaba atención del Estado

colombiano.

Entre 1997 y 2004, el desplazamiento forzado se convirtió en un crimen sistemático


como consecuencia del recrudecimiento de la violencia empleada por todos los actores
del conflicto armado para controlar el territorio y la población. Los grupos paramilitares,
que dominaban el norte, provocaban desplazamientos mediante masacres, asesinatos
selectivos, prácticas de tortura y sevicia, amenazas e intimidación. La guerrilla, que por
su parte disputaba el control del sur del país, generó desplazamientos principalmente a
partir de atentados contra la infraestructura y bienes civiles, el uso de armas no
convencionales como la siembra masiva e indiscriminada de minas antipersonal, los
secuestros selectivos y masivos, y el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
(CNMH, 2015, p. 101).

Con la creación de la Ley 975 de 2005 se produce la desmovilización 31.671 paramilitares,

dando paso a lo que el gobierno de ese entonces denominó el “posconflicto” trayendo consigo un

enemigo absoluto “las guerrillas” y reduciendo al conflicto a un solo factor detonante

(CNMH,2015). Con este nuevo periodo, se da paso al fortalecimiento de las fuerzas militares y a

32
la ofensiva militar contra los grupos guerrilleros en todo el país. Con la fallida desmovilización de

los grupos paramilitares, el rearme de ex paramilitares y la ofensiva militar contra las guerrillas,

el desplazamiento forzado en Colombia no cesaba y la violencia contra la población civil se

incrementó. Durante este periodo los avances y esfuerzos en materia de atención y prevención del

desplazamiento se hicieron constantes ante la creciente desmedida problemática y los notorios

cambios estructurales de las instituciones e implementación de programas.

Con Juan Manuel Santos (2010) al poder, se da un hecho sin precedentes, y es que

nuevamente se reconoce el conflicto armado interno y se desvirtúa el mal llamado posconflicto,

dejando en evidencia las constantes violaciones de los derechos humanos y del derecho

internacional humanitario por los diferentes actores legales e ilegales que estaban inmersos en el

conflicto (CNMH,2015). Años más tarde, el gobierno da inicio al proceso de los diálogos de paz

con la guerrilla de las FARC en el año 2012, con el que se pronostica el fin de más de 5 décadas

de conflicto y se estructura una mesa de diálogo en la que por primera vez el eje central fueron las

víctimas del conflicto armado. Si bien, con el inicio de los diálogos de paz se daba lugar a una

nueva era para el país en el que la paz era posible, también se evidencia el surgimiento de nuevos

conflictos y formas de violencias perpetradas por disidencias paramilitares, guerrillas y grupos

como el ELN; con esto, el proceso de paz se desarrollaba en medio de un conflicto que estaba más

vivo que nunca. Cabe resaltar que pese a que durante el proceso de paz se dieron varios acuerdos

de ceses bilaterales de acciones militares y enfrentamientos por parte del gobierno y las FARC, el

desplazamiento forzado y las acciones violentas hacia la población continuaron su curso.

33
1.1.3 Marco jurídico.

En este punto, nuestro interés es conocer los avances en materia de políticas y planes de

atención que en Colombia se han hecho para atender a la población víctima del desplazamiento

forzado, pero es necesario responder en primer lugar una de las dudas que surgen al momento de

pensar en políticas, planes de atención y/o estrategias implementadas para tratar este fenómeno,

¿En qué momento el desplazamiento forzado se hace visible para el Estado Colombiano y qué

medidas se adoptaron frente este? Esta duda surge a raíz de la necesidad de conocer el conflicto

armado que ha vivido nuestro país desde sus orígenes y comprender las dinámicas, estrategias y

accionar que se dieron en el desarrollo de este, y a su vez la diversificación y recrudecimiento que

tuvo el conflicto y la violencia que fue ejercida sobre la población.

La visibilización y atención de las problemáticas emergentes gracias al conflicto armado

son antecedidas por procesos políticos que contribuyeron a la intensificación del conflicto y al

desplazamiento masivo de las poblaciones, en especial de comunidades indígenas, afro y

campesinas; procesos como las políticas agrarias que favorecieron a grandes empresarios y

campesinos, la políticas de seguridad nacional que dio paso a la vinculación de personal civil en

la lucha contrainsurgente;, la política de lucha contra las drogas y contrainsurgente con la

intervención de terceros como Estados Unidos, las diferentes reformas legislativas y

administrativas, las negociaciones de paz y los procesos de desmovilización de los grupos armados

y el tránsito a la justicia transicional penal y civil son algunos de los procesos adoptados por los

gobiernos nacionales que fueron claves en la dilatación, recrudecimiento, expansión y

periodización del conflicto armado y el desplazamiento forzado en Colombia.

Los primeros intentos de atención y visibilización de esta problemática se dieron en los

años 1991 con las primeras medidas de atención a la población desplaza; durante el gobierno de

34
César Gaviria Trujillo (1990-1994), se trabajaba en la atención humanitaria a población

desplazada, brindada desde el marco normativo de atención a las víctimas del terrorismo y de los

desastres naturales mediante entidades públicas y no gubernamentales, cada una en el marco de su

competencia legal; la atención que se brindó durante este periodo se caracterizó por ser una

atención residual, desprendida de programas de atención de desastres naturales y separada de una

política pública que se dirigiera a la atención integral de dicha problemática, “la atención

humanitaria prestada a la población desplazada era definida de acuerdo a la Ley 104 de 1993 como

la ayuda indispensable para atender requerimientos urgentes y necesarios para satisfacer los

derechos constitucionales” (CNMH, 2015, p. 76).

Con la llegada de Ernesto Samper Pizano a la presidencia (1994-1998), se reconoce el

desplazamiento forzado como una problemática emergente del conflicto armado y por primera vez

es introducido en el escenario gubernamental como tema de discusión y atención, convirtiéndose

en uno de los principales propósitos de la política pública del Gobierno nacional. Durante esta

época el conflicto se intensificó nuevamente y sus consecuencias, incluyendo el desplazamiento

forzado, por lo que el gobierno de ese momento desarrolla desde una mirada social con el fin de

atender las necesidades que emergen a causa del conflicto, dejar de lado la impunidad ante las

múltiples violaciones de los derechos humanos, atender a la población desplazada y contribuir a

la humanización del conflicto que para este momento se intensificaba y recrudecía pese a las

distintas estrategias implementadas para dar fin con él, y por consiguiente dar fin al

paramilitarismo en Colombia; el plan de desarrollo “El Salto Social” (1994-1998) 1que se

implementó durante el gobierno de Samper, la inversión social, fue contemplada como un

1
La información detallada sobre las estrategias y políticas del plan de desarrollo “El Salto Social” se encuentran en
la página del Departamento Nacional de Planeación (DNP).

35
mecanismo que contribuía a la construcción de la paz; se planteó que el desplazamiento forzado

por la violencia, en especial la violencia política, acarreaba consecuencias negativas en diferentes

aspectos, y a su vez la población desplazada y víctima de la violencia se caracterizaba por su

condición de indefensión, aislamiento y marginalidad social (CNMH,2015).

Con el reconocimiento del desplazamiento forzado como un fenómeno causado por el

conflicto armado, se adoptó en el año 1995 en un plan de desarrollo para la atención integral de la

población desplazada y se diseñaron estrategias generalizadas para afrontar la problemática de

desplazamiento forzado; se dieron los primeros acercamientos desde la institucionalidad para

regular la atención e intervención que se abría paso en el sistema político colombiano.

Posteriormente, tuvo lugar la creación de Ley 241 de 1995 aprobada por el Congreso, mediante

la cual “se decretaba la extensión de la atención humanitaria brindada a las víctimas de atentados

terroristas a aquellas víctimas que resultaran de ataques guerrilleros y de masacres efectuadas por

motivos ideológicos o políticos contra la población civil en el marco del conflicto armado interno”

(CNMH, 2015, p.78). Para ese mismo tiempo, los movimientos políticos de los grupos reinsertados

presentaban ante el Congreso el proyecto de ley que sería antesala a la primera ley integral que

atendería la problemática del desplazamiento y a su vez, el gobierno nacional daba lugar a un

conjunto de normativas que permitiera la creación de un programa de suministro de tierra a la

población víctima del desplazamiento forzado.

En el año 1997 en medio de una crisis humanitaria y un conflicto en ascenso, se expide la

ley 387 de 1997 donde en primer lugar se define el concepto de desplazado y se establecen las

medidas para la atención y protección de la población desplazada por la violencia; de igual manera

se establecieron las responsabilidades del Estado frente a las medidas a adoptar para la atención y

prevención. De esta ley se desprende el Sistema Nacional de Atención Integral a la Población

36
Desplazada por la Violencia (SNAIPD) en el cual se articulan las distintas estrategias y entidades

públicas y privadas destinadas a la atención de la población desplazada; se crea el Consejo

Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (CNAIPD) el cual

sirve para acompañar y asesorar en el diseño e implementación de las políticas y las medidas de

prevención del desplazamiento forzado.

“Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la


atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados
internos por la violencia en la República de Colombia.” (Ley 387 de 1997).

Ahora bien, ante los múltiples esfuerzos y avances que se daban en materia de políticas y

programas de atención del desplazamiento forzado, no se logra dar cumplimiento a lo que se había

establecido y diseñado como medida de solución a dicha problemática, por el contrario, se pasaron

por alto temas relacionados con las causas estructurales del desplazamiento, las cuales incluían

factores cruciales de tipo político, social, económico y militar, dejando a un lado no solo la

responsabilidad de la fuerza pública en su accionar, sino también desconociendo la relación entre

el desplazamiento y las estrategias de despojo implementadas por diferentes actores.

Paradójicamente, durante este mismo periodo en el que se crea la Ley 387, la historia del conflicto

armado en Colombia adquiere sus matices más oscuros, ya que para este periodo se da la

unificación de los grupos paramilitares regionales en una sola estructura paramilitar a nivel

nacional, denominándose como las Autodefensas Unidas De Colombia (AUC), aumentado así la

situación de violencia y desplazamiento en el país.

Entre 1999 y el 2002 Colombia realizó alianzas estratégicas no solo para combatir los

grupos contrainsurgentes y el narcotráfico, se dio paso a organismos internacionales que

asesoraron y acompañaron las instituciones que atendían a la población víctima del

37
desplazamiento. Simultáneamente, el gobierno daba paso a la alianza bilateral entre Colombia y

Estados Unidos, en la búsqueda de la paz y se crea el Plan Colombia, que inicialmente se estructura

como un plan estratégico e integral para la consecución de la paz. Finalmente, este termina siendo

una estrategia militar para combatir el narcotráfico y la insurgencia en Colombia; a raíz de esta

articulación Colombia se convirtió en uno de los principales países que recibieron la ayuda militar

estadounidense en el mundo, y el mayor receptor en el hemisferio sur (Rozoff, 2009, como se citó

en CNMH, 2015, p. 88).

Entre la unificación y crecimiento del paramilitarismo, los procesos de negociación con la

guerrilla, el aumento en los enfrentamientos entre los grupos guerrilleros y los paramilitares; el

país intentaba mejorar la atención a las problemáticas sociales que históricamente aquejaban a la

población colombiana. En noviembre de 1999 se aprueba el Plan de acción para la prevención y

atención de desplazamiento forzado el cual “tenía entre sus objetivos, hacerle frente a las causas

estructurales del fenómeno de desplazamiento de tal manera que permitiera trascender el

tradicional enfoque asistencialista, dando lugar a un enfoque poblacional y territorial desde la

participación de la sociedad civil y del sector privado; además de promover y garantizar la

consolidación del retorno voluntario de las víctimas” (CNMH,2015, p.90), iniciativa que ha

perdurado en el tiempo y se ha convertido en una de las medidas prioritarias contempladas dentro

de los procesos de reparación a las víctimas que hasta la fecha se adelantan.

En esa continua búsqueda de normativas y políticas que apoyaran el avance en materia de

penalización, visivilización y la necesidad de reducir el fenómeno creciente del desplazamiento

forzado; el país da un paso en materia penal y para el año 2000 Colombia aprobaba un nuevo

Código Penal, en el que por primera vez el desplazamiento forzado era tipificado como un delito

cometido contra las personas y bienes protegidos por el DIH y como un delito contra la libertad

38
individual (CNMH,2015);esto no representó mayor avance, pues la problemática continuó. Por su

parte la Corte Constitucional no bajaba la guardia en materia de desarrollo y avances jurídicos y

para este mismo año a través del Decreto 2569 de 2000 se crea el RUPD (Registro Único de

Población Desplazada), mecanismo por el que se buscaba tener un sistema de información de la

población desplazada actualizada. A pesar de las limitaciones con las que se enfrentaba este nuevo

mecanismo se logró posicionar y se convierte en una herramienta fundamental en la visibilización

del desplazamiento forzado.

Más tarde, en medio del fracaso de las negociaciones de paz con las FARC, el

fortalecimiento y crecimiento de los grupos Paramilitares, y el recrudecimiento del conflicto

armado y la intensificación de la violencia, llega al poder en el año 2002, Álvaro Uribe Vélez y

con él la política de “Seguridad democrática”. Ante el panorama sangriento y delictivo en el que

se encontraba el país era de esperar que para este año el desplazamiento forzado alcanzara una de

las cifras más alarmantes de la historia, y es que para el 2002 se generó la mayor ola de

desplazamiento forzado registrada en la historia del país y de acuerdo con el RUV en total fueron

681.058 personas desplazadas, consiguiendo superar la cifra que se tenía registrada desde antes de

1980. Ante la inminente crisis que se presentaba en el país, es contemplado dentro del plan de

desarrollo la atención de la problemática del desplazamiento y para los años 2003 y 2004 se

generaron una serie de normas que dictaminaban el proceso de atención a la población desplazada,

para este momento el gobierno tuvo como principales avances los desarrollos en las medidas de

atención en materia de salud, acceso a vivienda y subsidio de vivienda rural y urbana, y acceso a

la educación , es así como se catapultaba una política pública desde el gobierno encaminada a la

atención de la población desplazada por conflicto armado, como una extensión de la Política de

Seguridad Democrática (CNMH, 2015).

39
La Corte Constitucional por su parte, daba lugar a los lineamientos mediante los cuales se

debía administrar la atención a la población desplazada y garantizar sus derechos. Mediante las

Sentencias T-268 de 2003 y T-602 de 2003, en las cuales se ampliaba y especificaba el concepto

de desplazamiento interno y de restablecimiento, con el fin de aportar a la mejora de la atención

y prevención de dicho fenómeno a través de la implementación y puesta en marcha de la política

pública de desplazamiento, programas e instituciones con la misma finalidad. Durante este mismo

año, la Corte Constitucional reconoce los constantes abusos y violaciones del DIH a los que la

población desplazada es sometida y mediante la Sentencia T-025 de 2003 se declara la ECI

(Estado de Cosas Institucionales) en la problemática del desplazamiento, esto como resultado de

las constantes y reiterativas violaciones de los derechos de la población desplazada, y por primera

vez el Estado le reconoce a la población desplazada su condición de víctima; “por primera vez un

tribunal constitucional reconoció la crisis humanitaria derivada del desplazamiento forzado como

una problemática con raíces profundas y estructurales en la historia del conflicto armado interno

y sus manifestaciones de violencia” (CNMH, 2015. p.99).

Aunque en términos jurídicos la sentencia T-025 de 2003 representaba uno de los mayores

avances en materia de políticas, el proceso que le esperaba resultó ser más complejo de lo esperado,

los esfuerzos por hacer visible el impacto y la magnitud de la problemática de desplazamiento

forzado afloraban una crisis de raíces profundas, estructurada y compleja, donde se encontraban

diversos actores involucrados de manera directa e indirecta con las diversas dinámicas de violencia

y despojo aplicadas a la población.

Para el año 2005, el Congreso de la República aprueba la ley 975 de 2005 “ley de justicia

y paz” la cual tiene por objeto “facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o

colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los

40
derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación.” (Ley 975 de 2005), esta ley

representó el punto de partida para el inicio de los procesos de desmovilización de los grupos

armados ilegales, de los que, en un primer momento, se desmovilizaron grupos paramilitares en

diferentes regiones del país; se da paso al postconflicto en Colombia y con ello, se marca un

nuevo periodo en el que se desconoce nuevamente el conflicto, reduciendo lo a la contienda contra

grupos guerrilleros dejando a un lado la existencia de otros factores como el rearme de ex

paramilitares, el narcotráfico, los megaproyectos, la minería ilegal, entre otros. Un posconflicto

que ocultaba la continuidad del desplazamiento forzado y la violencia sociopolítica y económica

que arrasaba con la población civil, y cuyo fin era erradicar al enemigo absoluto que impedía

conseguir la tan anhelada paz.

Con el gobierno en curso se daba continuidad y prioridad a la atención de la población

desplazada, para el 2005 mediante el Decreto 2467 se fusionan la Agencia Colombiana de

Cooperación Internacional (ACCI) y la Red de Solidaridad Social (RSS), y se crea la Agencia

Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, entidad que se encargaba de

brindar, en primer lugar, atención y apoyo a la población en condición de desplazamiento y a las

víctimas de la violencia. Para este mismo periodo mediante el Decreto 250 de 2005 se expide un

nuevo Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, de

conformidad con la Ley 387 de 1997 se establecieron objetivos y se estimó el presupuesto para la

atención de la población desplazada; a este plan se integra el Proyecto de Protección de Tierras y

Patrimonio de la Población Desplazada, proyecto con el que el gobierno intentó velar por los

derecho de la población sobre la tierra y por el que se hicieron evidentes las problemáticas

estructurales en materia de distribución y acumulación de tierras, factores cruciales en el desarrollo

del conflicto y el desplazamiento forzado en el país (CNMH, 2015).

41
En el segundo mandato de Álvaro Uribe Vélez, se implementó el Plan de desarrollo Estado

Comunitario: Desarrollo para todos; este programa prolongaba continuidad el plan anterior y

continuaba con la priorización de la atención de la población desplazada, insistiendo en la

necesidad de superar el ECI. Por su parte la Corte Constitucional estudió los avances en materia

de cumplimiento de las políticas públicas y, pese al avance en materia de normativas en la práctica,

el proceso continuaba estancado, no se podía calcular o estimar un avance en la superación del

ECI, por ende se hacía notorio el crecimiento exponencial de la población desplazada (CNMH,

20015). Ante esta situación tanto el gobierno nacional como la Corte Constitucional continuaron

en sus esfuerzos por conseguir mecanismos que permitieran subsanar la problemática de

desplazamiento que cada vez afectaba a más poblaciones, ante un cúmulo de normativas que en

esencia no cumplían con las expectativas dispuestas y una población desplazada en crecimiento.

Se hizo necesario por parte de la Corte Constitucional intensificar los procesos de supervisión y

evaluación mediante la emisión de Sentencias y Autos, los cuales sirvieran para regular,

direccionar y garantizar el cumplimiento en materia de políticas públicas de desplazamiento.

Para el 2009 ante las órdenes expedidas por la Corte Constitucional y gracias a la Ley 1190

de 2008 expedida por el Congreso de la República, el gobierno mediante el Decreto 1997 de 2009

establece las acciones que deben ser ordenadas y direccionadas al cumplimiento por parte de las

entidades territoriales de los derechos de la población desplazada. En ese mismo año el gobierna

nacional mediante el documento CONPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social)

3616 se establecen los lineamientos de la política de generación de ingresos para la población en

situación de pobreza extrema y/o desplazamiento, cuyo objetivo consistió en desarrollar e

incrementar el potencial productivo de la población en extrema pobreza y desplazada,

42
desarrollando sus capacidades y creando oportunidades para que puedan acceder y acumular

activos y, en el mediano y largo plazo, alcanzar la estabilización socioeconómica 2.

Es importante resaltar que en la búsqueda del reconocimiento y reparación de las víctimas

de la violencia y el desplazamiento forzado la Corte Constitucional a través del Auto 004 de 2009

y Auto 005 de 2009, se reconocen los factores de riesgo propios de los pueblos indígenas y las

comunidades afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras y los impactos desproporcionados y

diferenciales que les afectan al ser desplazados de sus territorios (CNMH, 2016), permitiendo que

la atención a sus necesidades partan del principio de reconocer sus particularidades como

población y por ende diseñar programas que reconozcan la diversidad de la población colombiana.

Con la llegada de Juan Manuel Santos al poder, la esperanza de continuidad de la política

de Seguridad Democrática que su predecesor había implementado y en la que él había participado

como Ministro de Defensa, da inicio a su gobierno con la continuidad de la confrontación militar

a grupos guerrilleros, dando importantes golpes a la estructura militar de las FARC, produciendo

la muerte de algunos cabecillas de la organización y el rescate de prisioneros de guerra y

secuestrados al poder de las guerrillas. Al transcurrir su mandato, Juan Manuel Santos decide dar

un vuelco que marcaría la historia del conflicto, y es que se reconoce abiertamente la existencia

del conflicto armado interno y se hace a un lado la lucha contra el terrorismo y el tan aclamado

naciente posconflicto con la desmovilización de los grupos paramilitares.

Con relación al desplazamiento, durante el gobierno Santos en materia de política pública

de desplazamiento, en un primer momento, trabajó en la generación de ingresos autónomos de las

2
CONPES 3616 de 2009, Lineamientos de la política de generación de ingresos para la población en situación de
pobreza extrema y/o Desplazamiento.

43
poblaciones en extrema pobreza o en condición de desplazamiento; vista como una estrategia para

conseguir la reducción de la pobreza mediante la participación en programas de promoción social.

En diciembre del año 2010, el Congreso aprueba la ley 1424 la que permitió la reintegración de

los paramilitares que no fueron cobijados por la Ley de Justicia y Paz, garantizandoles una solución

a su situación jurídica a través de beneficios penales siempre y cuando estuviesen en disposición

de contribuir en la reparación y la verdad ante las víctimas.

Para el año 2011, tiene lugar otro hecho relevante en materia de política pública, es

aprobada la Ley 1448 “Ley de víctimas y restitución de tierras” con la que se busca saldar la deuda

histórica que se tiene con las víctimas el Estado Colombiano, en especial con los desplazados. Con

esta ley el gobierno busca reparar de manera integral a la población víctima del conflicto armado,

considerando que las víctimas son aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido

un daño por hechos ocurridos a partir del 1º Enero de 1985.

Tiene por objeto “establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas,


sociales y económicas, individuales y colectivas, en beneficio de las víctimas de las
violaciones contempladas en el artículo 3º, de la presente Ley dentro de un marco de
justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la
verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que a través
de la materialización de sus derechos constitucionales.” (Ley 1448, 2011).

Con esta nueva ley, el desplazamiento forzado es asumido como un hecho victimizante y

se introduce el concepto de Víctima de desplazamiento forzado, entre las medidas adoptadas

para atención integral de las víctimas. De igual manera, mediante decretos de ley se establecieron

las medidas de asistencia, atención, reparación integral y de restitución de derechos territoriales de

los pueblos y comunidades indígenas, las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y

44
palenqueras, estas junto a la Ley 1448 integran el sistema normativo de leyes de víctimas 3. Si bien

se reconoce que con la ley de víctimas el gobierno nacional obtuvo un avance trascendental en

materia de políticas públicas, el gobierno en curso identifica algunas falencias que podrían dar

lugar a nuevas problemáticas por lo que esta ley continuo en un proceso de mejoramiento en el

que se contemplaron factores como el enfoque diferencial, el derecho agrario, el reconocimiento

de la población desplazada en el exterior, la constitución e integración de programas y entidades

de atención a la población.

Luego de conseguir la aprobación e implementación de la ley de víctimas, en su segundo

año de mandato, el gobierno nacional en cabeza del entonces presidente Juan Manuel Santos, quien

desde su posesión mostró interés en la búsqueda de una solución del conflicto por las vías del

diálogo, anunciaba para el año 2012 la reactivación de los diálogos con las FARC y se inicia un

nuevo proceso de paz con el que se pronostica el fin de más de cinco décadas de lucha armada, un

proceso de paz que por primera vez tenía como eje central a las víctimas. Si bien el inicio de los

diálogos de paz representaba el inicio de una nueva era para el país, estos se desarrollaban en medio

de un conflicto que estaba más vivo que nunca; es de recordar que durante el proceso de paz las

confrontaciones entre las fuerzas militares y la guerrilla de las FARC no cesaron, pese a que durante

el proceso se dieron varios acuerdos de cese bilaterales de acciones militares y enfrentamientos por

parte del gobierno y las FARC, el desplazamiento forzado y las acciones violentas hacia la población

continuaron su curso. Conjuntamente se presentaban otros conflictos en diferentes regiones del país

liderados por las disidencias paramilitares que se formaron y se fortalecieron a través de actividades

ilícitas como el narcotráfico, la extorsión, el secuestro, el despojo de tierras; por consiguiente, dichas

3
Ley 1448 de 2011 y Decreto 4633; Decreto 4634; y Decreto 4635 de 2011 en los que están contenidas las
medidas y lineamientos por los cuales se brinda la atención integral a las víctimas.

45
formas de violencia ocasionaron el desplazamiento forzado de 538.614 personas aproximadamente

entre el 2012 y el 2014 (Servicio Jesuita a Refugiados [SJR], 2015).

Es claro que en la historia del conflicto colombiano se ha podido evidenciar las

reconfiguraciones que este ha sufrido a raíz de sucesos relevantes como las desmovilizaciones y los

procesos de paz, y en este caso no hay una excepción a la regla y es claro que tras la iniciación del

proceso de paz se ha producido una reconfiguración en el territorio colombiano, se ha producido

una nueva oleada de conquistadores de territorios que en algún momento estuvieron en disputa; esto

ha ocasionado la re-victimización de la población que ha retornado a su territorio, nuevos

desplazamientos forzados y violaciones de los derechos humanos.

En medio de obstáculos, críticas y diferencias por parte de opositores políticos, el gobierno

logra la firma del acuerdo de paz tras cuatro años de diálogos; no obstante, este debió someterse a

votación ante la sociedad colombiana mediante un plebiscito, debido a que desde un principio se

habló de que este debía ser aprobado no solo por las partes negociantes, sino también por la

población colombiana, el acuerdo fue sometido a modificaciones debido a que en las elecciones el

resultado no favoreció al acuerdo inicial ( Moreira, Forero, y Parada, 2019). Firmado el acuerdo, quedaron

sentado 6 puntos claves que servirán para el proceso de construcción de la paz:

1. Reforma Rural Integral, del cual se espera contribuya al desarrollo del campo y a la

superación de la pobreza en un 50%, mediante la implementación de estrategias

financieras, desarrollo tecnológico, desarrollo vial y estructural.

2. Participación política, uno de los puntos de discordia y de poca gracia para la extrema

derecha del país, se espera que el Estado garantice la participación y creación de

nuevos escenarios de participación política, de esa manera, “fortalecer el pluralismo

46
y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con

las debidas garantías para la participación y la inclusión política.”.

3. Fin del conflicto, este punto se acuerda el cese al fuego y hostilidades de manera

definitiva, la dejación de armas y la desmovilización monitoreada y supervisada de

todos los miembros de las este proceso cuenta con la supervisión de terceros

(Naciones Unidas), el Estado garantizará el cumplimiento de este punto a través de

medidas de seguridad política, apertura de la participación de los mismos en

escenarios políticos y de participación; de igual manera velará por los derechos y el

acompañamiento a los victimarios en los procesos de reincorporación a la vida civil.

4. Solución al problema de las drogas ilícitas, se promoverá la sustitución y erradicación

de cultivos ilícitos dando lugar a la transformación de los territorios afectados,

también se tratará el consumo de drogas desde un enfoque de salud pública que

refuerce la lucha contra el narcotráfico. Con este punto tendrá lugar la creación del

Programa Nacional Integral de Sustitución y Desarrollo Alternativo, el cual

funcionará de manera articulada con las comunidades afectadas.

5. Reparación de víctimas, este punto es clave en el acuerdo ya que estas son el eje

central de los mismos y es prioridad el resarcir a las víctimas; con el Sistema Integral

de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición se espera lograr en gran medida la

reparación de los derechos de las víctimas, garantizar la no repetición, la rendición

de cuenta de lo ocurrido (derecho a la verdad y el esclarecimiento de los hechos),

garantizar la seguridad de las víctimas y por último contribuir a la, la reconciliación

y la no repetición del conflicto y de esta manera garantizar la transición del conflicto

armado a la paz. Mecanismos y medidas que integran el sistema víctimas: -La

47
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.

- La Unidad para la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y

en razón del conflicto armado. - La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). - Medidas

de reparación integral. -Garantías de No repetición.

6. Implementación, verificación y refrendación, este punto cuenta con la “Comisión de

Implementación, Seguimiento y Verificación del Acuerdo Final de Paz y de

Resolución de Diferencias”, la cual se encarga de hacer seguimiento a los puntos del

acuerdo y comprobar el cumplimiento de los mismos, finalmente, impulsar y

supervisar la implementación legal de los acuerdos. 4

Es de resaltar que el acuerdo final al que llegaron las FARC y el gobierno se enfrenta desde

el inicio a grandes retos en materia de implementación y cumplimiento de los mismos; frente a un

escenario político inestable y egoísta que históricamente ha luchado por deslegitimar la verdad del

conflicto y los efectos del mismo sobre la sociedad colombiana y las víctimas.

En la actualidad, pese a los avances en materia de política pública, programas, planes de

desarrollo y la firma del acuerdo de paz, el conflicto armado en Colombia sigue arrebatando vidas,

persiguiendo líderes sociales y políticos, desplazando y desterrando poblaciones. Acabando con el

sueño del retorno y la posibilidad de una Colombia equitativa y justa. Los registros en la actualidad

sobre el número de desplazamiento y víctimas del conflicto, muestran un aparente descenso desde

la firma de los acuerdos; cabe mencionar que dichas cifras desde el inicio del gobierno de Iván

Duque Márquez han aumentado en todo los sentidos, el asesinato sistemático de líderes sociales, el

desplazamiento de poblaciones indígenas y afros de las zonas del pacifico y el despojo de tierras a

4
la información detallada sobre cada punto acordado está contenida en el Acuerdo final para la terminación del
conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.

48
campesinos, son algunas de las acciones violentas que en los últimos años han registrado un aumento

significativo.

1.2 Planteamiento.

Desde sus inicios Colombia ha estado inmerso en conflictos armados, es un país que no ha

logrado curarse del todo de las heridas de su conflicto sociopolítico y económico que de forma

indiscriminada deshumaniza a familias y poblaciones enteras. En muchas ocasiones son arrancadas

de sus hogares y territorios con toda la ruptura que ello implica, tanto a nivel territorial como

cultural, huyen con miedo, intentando preservar la vida, e incluso algunos de ellos se unen a la

lucha por la búsqueda incesante de la paz.

Provengo de una zona en la que el territorio es asediado por la violencia, Buenaventura

es la ciudad que alberga el puerto más importante de Colombia. Es una ciudad estratégica no solo

para el desarrollo de actividades que dan lugar a la movilización económica del país, sino que

también resulta ser estratégica para actividades ilícitas como el narcotráfico, contrabando de

mercancías, lavado de dineros, entre otras actividades. Crecí en medio del miedo, del horror y las

múltiples caras que el conflicto adquiere; en mi memoria guardo el desplazamiento forzado de

familiares, amigos y vecinos a los que la violencia no les dejó otra opción que huir; esa sensación

de sentir que cuando ellos se marchan una parte de ti se va en sus tulas improvisadas, en sus ojos

llenos de angustia y desespero, en sus pies presurosos y en su adiós obligado.

Ahora bien, ante una sociedad que se ha construido históricamente en la lucha contra la

desigualdad social y económica, con un sistema político excluyente y dominado por un selecto

grupo privilegiado que prioriza el bienestar de unos pocos sobre el bienestar común; una tierra

distribuida desigualmente, donde la adquisición de la misma ha sido mediante la conquista y el

49
despojo, donde el desarrollo económico se centró en la tierra y por ende la lucha por esta ha sido

uno de los principales causantes del conflicto y del desplazamiento forzado de muchas poblaciones

en los diferentes territorios (Pizarro, 2015). Colombia se abrió paso en medio del conflicto, entre

crisis políticas y humanitarias, con la vista ciega ante las crecientes problemáticas sociales que

aclamaban una atención inmediata por parte del Estado; un Estado ciego ha sido el aliado perfecto

para un conflicto tan diverso y voraz, que ha encontrado siempre la manera de permanecer y

fortalecerse en el tiempo. Para Bello, (2003) “La historia colombiana ha estado caracterizada por

violentos procesos de despojo y de expulsión de población indígena, negra y campesina. Este

pareciera ser el mecanismo de adecuación a las necesidades de producción y acumulación que el

capitalismo impone y la estrategia de dominación de los diversos sectores que disputan el poder”

(p.1).

El conflicto armado en Colombia es un fenómeno que con los años se ha transformado y

ha adquirido diversos estandartes, causas o luchas en las que se han ocultado fines e

intencionalidades relacionadas con el control, el poder y riquezas adquiridas mediante estrategias

de guerra como la violencia, el despojo y el desplazamiento forzado que se han ejercido a la

población civil, dejando una huella psicológica, económica y política que ha determinado el

desarrollo del país en el cual hoy nos encontramos.

Se ha logrado hacer evidente los diferentes factores que han permitido no solo su

permanencia y durabilidad en la historia y desarrollo de nuestro país, sino que también se ha

logrado reconocer el porqué de su intensidad y recrudecimiento con el paso del tiempo. Se habla

de un conflicto arraigado en los cimientos de la sociedad colombiana, que se ha transformado y

reconfigurado en el tiempo, y de acuerdo con Pécaut (1999) esto se ha logra evidenciar por la

50
fuerza con la que los grupos paramilitares se inscribieron al conflicto y a sus accionares bélicas, la

rápida expansión de las guerrillas y su fortalecimiento y crecimiento militar, permitieron que se

reconociera el conflicto emergente después de la época de la violencia.

De acuerdo con el RUV (Registro Único de Víctimas) en la actualidad existen 8.553.416

de víctimas del conflicto armado y 74.772 de víctimas de desplazamiento forzado (RUV, 2020).

Este registro da cuenta de la gigantesca deuda que ha ido en aumento en el Estado colombiano,

pues las personas en condición de desplazamiento muy rara vez podrán ser reparadas

integralmente, pues las necesidades de estas comunidades no solo se suplen con un lugar para

habitar, sino que también surgen retos a nivel contextual que aumentaran cada vez más las deudas

históricas con dichas poblaciones. El conflicto armado instalado en Colombia, se niega a

desaparecer por las condiciones y las formas en que se atiende el mismo y hace cada vez más

lejana la posibilidad de resarcir a las víctimas.

El desplazamiento forzado en Colombia, se reconoce como uno de los rostros más

tangibles del conflicto armado, resultado de una guerra que desde sus orígenes ha tenido como

mecanismo de acción el despojo forzado de tierras de manera indiscriminada a la población

Colombiana, afectando principalmente a poblaciones vulnerables y grupos étnicos minoritarios;

este fenómeno que desde sus inicios contó con el no reconocimiento público del Estado

colombiano y de los diferentes sectores influyentes del país (medios de comunicación, academia),

haciendo de la invisibilización y negación su mejor aliado durante mucho tiempo. CNMH (2015)

considera que el desconocimiento e invisibilización de este fenómeno como uno de los factores

que permitió el crecimiento de manera exponencial, esto sumado a la necesidad de mantener oculta

una crisis humanitaria que deja en evidencia el conflicto de intereses que se esconde en la

51
persistencia del desplazamiento forzado y el despojo a las poblaciones, incrementando el conflicto

armado. Dicha situación no es algo nuevo en nuestro país, por el contrario, el desplazamiento

forzado es un fenómeno que atraviesa toda la historia colombiana, se ha convertido en el eje central

de lo que es el conflicto armado, siendo esta la manera en que se ha visibilizado las múltiples

violaciones de derechos humanos a las que la población víctima se ha visto expuesta por décadas;

a su vez, ha generado cambios constantes en las dinámicas sociales, políticas y económicas del

país trayendo consigo múltiples reconfiguraciones en las cuales el conflicto armado y el

desplazamiento forzado han permanecido. En palabras de Naranjo, (2001) El desplazamiento es

un dato recurrente y cuasi-permanente de la historia colombiana; hace parte de la memoria de las

familias y de las poblaciones; está inscrito en los recuerdos de los habitantes urbanos, precedió la

fundación de barrios en las grandes ciudades y de poblaciones grandes y pequeñas a lo largo y

ancho de las fronteras internas. Podría decirse que se ha constituido en un eje vertebrador de la

conformación territorial en el país y como dice Pécaut (1999) ha devenido en “una representación

instalada en la larga duración” donde la violencia sería el marco constitutivo de esa representación

colectiva.

El CNMH (2013) se refiere a esta problemática como un fenómeno masivo, sistemático,

de larga duración y vinculado en gran medida al control de territorios estratégicos, reconociendo

en ello factores que van más allá de una lucha de grupos armados, son factores que denotan

intereses económicos y políticos en los que el desalojo de la población civil de sus tierras y

territorios es su mayor arma.

El desplazamiento forzado ocurre de diferentes maneras en las víctimas siempre prima el

deseo de preservar la vida y escapar de la violencia que les amenaza. El desplazamiento forzado

52
se produce en diversos escenarios con consecuencias igualmente variadas. Puede ocurrir de manera

organizada, en la que los habitantes en su necesidad de huir del terror se mueven de un lugar a otro

de manera provisional; dichos desplazamiento no suelen ser de manera automática, ya que en

algunas ocasiones son regulados por grupos subversivos. También encontramos que hay

desplazamientos que se producen en respuesta a las amenazas o asesinatos, con la particularidad

de que quienes huyen lo hacen de manera instantánea sin la más mínima posibilidad de planear

dicha huida, se sale prácticamente sin nada; estos pueden ser individuales o masivos, estos últimos

pueden terminar en el abandono total del territorio por parte de sus habitantes (Pécaut, 1999).

El desplazamiento puede darse colectivamente, individualmente, de manera programada o

de manera sorpresiva; sin importar la causalidad, el desplazamiento forzado es el reflejo del terror,

miedo y la violencia a la que están expuestas constantemente las poblaciones.

Ahora bien, al indagar sobre la problemática del desplazamiento forzado surgen

interrogantes como: ¿cuáles son las dinámicas o formas de violencia que interactúan en el

desplazamiento forzado? ¿En qué territorios el desplazamiento forzado se ha dado con mayor

frecuencia? ¿Cuáles son las características de la población desplazada y qué relación existe entre

estas y las estrategias de desplazamiento forzado?

La implementación del terror hacia la población civil como estrategia de guerra, ha sido

un mecanismo del cual se han valido los grupos armados para la consecución de sus objetivos y el

control sobre las poblaciones. Las masacres, el secuestro, los asesinatos sistemáticos de líderes, la

desaparición forzada, la siembra de minas antipersonas son algunas modalidades de violencia

implementadas por estos grupos; la degradación del cuerpo mediante la violación y la destrucción

o eliminación completa del mismo como forma de lenguaje con el que transmiten a la población

53
un mensaje de poder sobre el territorio y todo lo que en él se encuentre; una “comunicación”

mediante signos y símbolos de violencia en la que la población se ve limitada a aceptar sin

alternativa las imposiciones de estos grupos, dejando como única vía de salvación el desplazarse

a zonas “seguras”. Autores como Pécaut (1999) nos habla de una identificación de la población

con la ideología de los grupos que surgieron en la época de la violencia, esto debido a que, poner

en conocimiento de la población los motivos de la lucha era importante en esa búsqueda de

simpatizantes, aliados en la lucha; hoy presenciamos un cambio en las ideologías de las luchas de

estos grupos, hoy el discurso se ha desplazado y le ha dado paso al terror, hoy “no hay necesidad

de lanzar discursos: las prácticas hablan por sí solas y su interpretación no plantea duda alguna”

(p.24), se ve el terror como discurso efectivo para conseguir el poder y el control del territorio.

Al hacer un estudio de lo que ha sido el conflicto armado en Colombia y el desplazamiento

forzado, encontramos que con relación a los aspectos geográficos en materia de afectación, estos

se han vivido con mayor fuerza en zonas que son estratégicas militarmente y que tienen un

importante valor económico para sectores privados y públicos. En Características del

desplazamiento forzado en Colombia, Fernández y Sánchez (2010) habla de una geografía de la

guerra interna en la que se muestran otros factores que interactúan en el desplazamiento forzado,

y como se ha evidenciado, no se relacionan únicamente con la relevancia que puede tener un

territorio para dichos grupos armados en materia de ventajas estratégicas, sino que tienen un valor

agregado y es el factor económico, “la mayoría de los territorios en disputa son zonas que tienen

relevancia en el desarrollo económico del país, de sectores privados y grupos armados, que a su

vez son el sustento de poblaciones que históricamente han cuidado de dichos territorios ya que

estos representan para ellos su fuente de vida”(Fajardo, 2002, como se citó en Fernández y

Sánchez, 2010,p.8).

54
No podemos hablar de una población homogénea, por el contrario se habla de una

heterogeneidad en la población víctima; autores como Naranjo (2001) expone que las víctimas del

desplazamiento forzado son diversas, por ello se encuentran falencias en la atención e

implementación de políticas, programas y planes de desarrollo para dichas problemática, ya que

no parte desde un enfoque diferencial que les permita abarcar a todo la población sin incurrir en

nuevas afectaciones hacia la población desplazada. Por su parte Bello (2003) expone que gran

parte de la población víctima del desplazamiento y la violencia del conflicto armado, son

poblaciones que históricamente han sido ignoradas por el Estado y la sociedad, las cuales a través

de sus propios recursos han encontrado los medios para vivir dignamente.

Se ha reconocido el desplazamiento forzado como una problemática que afecta a las

poblaciones colombianas sin distinción alguna, dejando a su paso consecuencias psicológicas,

sociales y económicas. Pizarro (2015), respecto al tema expone que el desplazamiento forzado

produce en las víctimas tres grandes afectaciones, la primera de ellas tiene que ver con el

desarraigo que se produce después de una salida brusca, trae consigo una ruptura con los lazos de

solidaridad comunitarios y el entorno cultural. En segundo lugar, genera un estado de pobreza

debido a la pérdida de los bienes. Finalmente, el desplazamiento del campo a la ciudad implica

para la persona o la familia afectadas afrontar las exigencias que trae consigo un nuevo entorno,

para el cual no han desarrollado las habilidades laborales necesarias obligándolos a depender

mayormente del sector informal de la economía.

En las reconfiguraciones a las que ha tenido lugar el conflicto armado colombiano, se ha

generado un incremento de violaciones y perpetraciones de actos de guerra en territorios en los

que dicha problemática no se encontraba latente. El desplazamiento forzado que se vive en el

55
pacífico colombiano se ha incrementado en la medida en que la disputa por el poder se ha dirigido

a la apropiación del territorio. Son diversas las causas del desplazamiento, entre ellas la ocupación

territorial y la apropiación de activos, con la intención de ampliar las áreas controladas por los

grupos armados ilegales, teniendo en cuenta que no es la única causa y por ello los cultivos ilícitos,

el auge del narcotráfico y la destrucción de redes sociales son aspectos que conlleva al

desplazamiento forzado de las poblaciones (Ibáñez y Querubín, 2004).

Al estudiar la problemática y su impacto sobre la población colombiana, se muestra que la

población afro es la población con el más alto índice de desplazamiento en Colombia, con un

porcentaje del 13,17% del total de la población desplazada según reportes del RUV (2020). En

muchos trabajos que se han realizado con comunidades afro en Colombia, se han evidenciado

falencias en materia de atención de estas poblaciones, en los que se evidencia una vulneración

histórica de los derechos humanos que persiste en el tiempo, que ha sido efectuado no solo por los

grupos armados, sino también por el Estado que desde sus políticas a fomentado la discriminación

y exclusión de estas comunidades.

De acuerdo con el CNMH (2015) la Corte Constitucional reconoce tres factores que han

sido fundamentales sobre la problemática de desplazamiento forzado y vulneración de los derechos

de la población afro: “el primero, tiene que ver con la exclusión estructural a la que históricamente

ha sido expuesta y que los pone en una situación de migración constante y vulnerabilidad; en

segundo lugar, la coexistencia de procesos mineros y agrícolas en algunas regiones que han

producido conflictos sobre sus territorios fomentando el despojo; y en tercer lugar, expone que la

deficiencia en materia de protección jurídica e institucional de estos territorios colectivos, ha

favorecido la presencia de actores armados que atemorizan y atentan contra la vida y dignidad de

la población afro, forzando el abandono de sus territorios” (p.425).

56
En este orden, se puede hablar de una población que históricamente ha tenido que luchar

no solo con la violencia generada por el conflicto armado, sino que también ha tenido que sortear

las problemáticas en materia de protección del Estado las cuales han sido insuficientes. Respecto

a esto, CNMH (2015) de acuerdo con la Corte Constitucional, habla de una respuesta tardía e

insuficiente por parte de las autoridades estatales ante la situación de las comunidades afro

afectadas por el desplazamiento. Esta desatención es expresada en la falta de un enfoque

diferencial que favorezca a esta población, por ello “la Corte Constitucional a través del Auto 005

de 2009 reconoce la necesidad de brindar una atención diferencial que permita abordar la situación

de vulnerabilidad e indefensión de esta población, a través de políticas de atención desde un

enfoque diferencial ante la falta de una política enfocada en las necesidades especiales de la

población afro desplazada”. (CNMH, 2015, p.425). Esto sigue siendo un tema vigente en la agenda

política del gobierno nacional que gracias a los aportes de académicos y a la lucha constante de las

comunidades y organizaciones no gubernamentales se ha logrado avanzar.

1.3 Justificación.

Colombia es un país que se ha desarrollado en medio de constantes luchas por la tierra y

conflictos armados que han dejado a su paso desplazados, muertos, secuestrados, torturados y

desaparecidos, pueblos bañados por ríos de sangre, historias marcadas por el horror y el miedo que

produce vivir en un país con un conflicto tan extenso, desgastante y deshumanizador; situación

que ha sido causal de estudio desde diferentes escenarios políticos, sociales y académicos que han

dado lugar a la visibilización de fenómenos aparentemente inexistente, lo que ha permitido que

estas se han reconocidas como problemáticas sociales y desde allí, se propongan estrategias para

abordarlas.

57
En Colombia el desplazamiento forzado ha sido una de las consecuencias más notoria de

las situaciones de violencia y conflicto armado que se ha desarrollado en el país, considerado como

una de las principales estrategias político-económicas, que se ha utilizado para despojar del

territorio a las poblaciones rurales a través del terror y el miedo que generan las conductas violentas

de los grupos armados; por su parte, quienes son afectados por este flagelo se han visto en la

necesidad de huir de su lugar de origen. Las víctimas han tomado el desplazamiento “voluntario

- forzado” como una forma de escapar a la violencia que ha generado el conflicto, el dejar la tierra

de sus orígenes se convierte en una garantía de protección y en una forma de salvaguardar sus

vidas (Naranjo, 2001).

El Estado colombiano ha realizado numerosos esfuerzos por mitigar el impacto del

conflicto armado y el desplazamiento forzado sobre la población, a su vez ha buscado la

terminación del conflicto por la vía del diálogo y en un caso fatídico por la vía de la confrontación

militar. En estos intentos fallidos de construir un país en paz, social y equitativo, vemos que un

factor fundamental ha sido el reconocimiento de las víctimas desde un enfoque diferencial,

partiendo del hecho que somos un país ampliamente diverso en aspectos culturales.

Las poblaciones que más se han visto afectadas por la violencia y el desplazamiento

forzado han sido los campesinos, las comunidades indígenas y las comunidades afro, esta última

según reportes del RUV corresponde aproximadamente a un 12,5% del total de la población

víctima del conflicto, siendo esta la más afectada; esta población se encuentra mayormente en la

región del Pacifico colombiano, siendo esta una de las regiones más importantes de Colombia

debido a que cuenta no solo con una inmensa riqueza cultural, sino también al ser una región

estratégica para el desarrollo económico del país, el comercio ilícito de diferentes índoles y la

58
exploración de minerales, se convierte en un territorio disputado por diferentes actores que se

disputan el control de la zona.

El conocer las vivencias de quienes se han visto afectados por el conflicto armado

Colombiano y el desplazamiento forzado, nos permite en primer lugar, acercarnos a las diversas

problemáticas sociales que hay de fondo en la sociedad colombiana y sus políticas públicas de

atención; en segundo lugar, nos permite conocer desde la perspectiva del Otro como la experiencia

de desplazamiento forzado a impactado la vida de la población y qué elementos están vinculados

a los aspectos psicosociales y culturales, que a su vez se relacionan con el hacer frente a situaciones

adversas que trae el ser desplazados y estar en nuevos contextos; en tercer lugar, explorar las

representaciones sociales que hay entorno al lugar de llegada, en este caso particular la ciudad de

Cali.

Lo que representa ser desplazado en una sociedad que revictimiza y naturaliza conductas

violentas, que fomenta la discriminación y deslegitima la verdad que cada sujeto cuenta a través

de su historia, lo que en su memoria hay de los hechos ocurridos durante el desplazamiento.

Por eso parte de este trabajo, tiene que ver con esa necesidad de conocer la experiencia de

ser desplazado desde quien lo vive, acercarse a esa pérdida que representa la huida intempestiva;

conocer lo que ha sido el desplazamiento forzado y lo que este ha significado en la vida de quienes

han tenido que afrontar esta situación, reconociendo las implicaciones que este tiene sobre la

subjetividad de cada participante.

59
1.4 Formulación pregunta de investigación.

Este trabajo tiene como finalidad explorar de forma fenomenológica la experiencia de

desplazamiento forzado de cinco personas provenientes del pacifico colombiano que en la

actualidad se encuentran radicados en la ciudad de Cali, ¿Cómo ha sido la experiencia de

desplazamiento forzado de 5 personas provenientes de la región Pacífico a causa del conflicto

armado en Colombia, asentados en la ciudad de Cali? A esta pregunta responde esta investigación

de tipo exploratorio.

1.5 Objetivos.

1.5.1 Objetivo general.

Conocer a través de la narrativa como ha sido la experiencia de desplazamiento forzado

de cinco personas afro provenientes de la región pacífico, en el marco del conflicto armado

colombiano.

1.5.2 Objetivos específicos.

⮚ Caracterizar las dinámicas de desplazamiento forzado en cinco personas provenientes de

la región Pacífico colombiana, que emergen en la narrativa de experiencias.

⮚ Indagar sobre los elementos que están vinculados a los aspectos psicosociales, étnicos y

culturales en la experiencia de desplazamiento forzado.

⮚ Identificar los factores que se encuentran asociados a las experiencias de desplazamiento

forzado de manera individual y colectiva.

⮚ Indagar sobre los elementos vinculados a las incidencias, dificultades y oportunidades

que se vive en el desplazamiento forzado.

60
Capítulo II.

Marco Teórico.

2.1 Antecedentes.

Al revisar los estudios e investigaciones en materia de desplazamiento forzado, se ha

trabajado arduamente por visibilizar las situaciones de vulnerabilidad y violencia a las que se ven

sometidos, por atender a la población víctima en diferentes aspectos y por crear una conciencia

social respecto a cómo contribuir desde la política y la academia en la superación de dicha

problemática. A la vez, se han trabajado desde diferentes disciplinas como la psicología y el trabajo

social aspecto que tienen que ver con la identidad y los procesos de reconfiguración de la misma

a partir de eventos significativos como el desplazamiento forzado; la memoria colectiva e

individual como medio de reconstrucción y conservación de tradiciones y costumbres, la capacidad

de agenciamiento y resiliencia de las víctimas, la construcción de nuevas redes sociales, etc.

Sobre la temática del desplazamiento forzado en Colombia, autores como Jácome (2015)

presenta un análisis del proceso de construcción de identidad de las personas que han sido

desplazadas de manera forzada de sus lugares de origen, esto a través del estudio y análisis del

contenido de una retórica del desplazamiento forzado, con base en el análisis de identidades

moldeadas por la violencia y el desplazamiento del campo a la ciudad a través de textos

literarios que han recogido las historias de los desplazados de acuerdo a la época en la que se ha

vivido el conflicto. En este artículo se presenta en primer lugar un problema con el concepto de

desplazamiento forzado y es que socialmente en Colombia se ha presentado como una cuestión

homogénea tanto en sus orígenes como en los efectos que produce en la población civil, lo cual

fuerza la generalización del fenómeno y anula el carácter individual de las historias de adaptación

del desplazado a los nuevos espacios que este se ve obligado a habitar. Por otra parte, se evidencia

61
que la identidad como construcción discursiva le permite al narrador desplazado superar la

experiencia traumática inicial del despojo y reelaborar una imagen propia de pertenencia a la

ciudad. Y finalmente, a través de la narrativa se permite que el lector no llegue a la conclusión de

que todos los desplazados del campo colombiano desarrollan las mismas prácticas en la ciudad,

eliminando así un concepto genérico de este sujeto y de sus experiencias, arraigado en el

imaginario nacional por el uso excesivo del término “desplazado”.

Por otra parte, en materia de trabajos con población afro, Figueroa (2014) ha trabajado

desde la memoria colectiva, el aspecto de recuperación y conservación de las tradiciones

ancestrales de comunidades afro; parte de un análisis contextual basado en los testimonios de “los

abuelos de la memoria”, que al relatar sus historias e intentar explicarlas encuentran que es posible

elaborar el duelo y en ocasiones pensar en el perdón. En su intento de comprender cómo los

desplazados recuerdan el campo desde la ciudad, la remembranza surge como un dispositivo de

recuperación de las tradiciones ancestrales de quienes en algún momento lo han perdido todo.

Agudelo (2001) nos presenta un antes y un después del pacifico colombiano, territorio que

históricamente ha contado con la presencia de comunidades indígenas y afro (mayormente), que

han preservado el territorio y lo han hecho parte de su identidad como comunidad.

Granada y Domínguez (2012) revisan el concepto de competencias parentales en

situaciones de riesgo psicosocial que se presentan en situaciones de desplazamiento forzado.

Parten de un enfoque de la resiliencia para dar una explicación y analizar cómo la “parentalidad

sana” puede tener lugar en circunstancias difíciles, donde se “desorganiza la cohesión familiar” y

se pone en riesgo la unidad familiar; situaciones en las que los padres logran desplegar todas sus

62
capacidades y asumir la crianzas de sus hijos en contextos amenazantes, asumiendo nuevas formas

de crianza, cuidado y atención de sus hijos en condiciones vulnerables.

Motta (2009) explora lo que ha sido el proceso de “reasentamiento de hecho” en la ciudad

y cuál ha sido el papel del restablecimiento de la población desplazada en Cali; Partiendo del hecho

de que conocer la relación ciudad-desplazamiento forzado tiene como implicación implica

examinar las experiencias sociales y las formas de interacción e intercambio familiar, vecinal,

urbano, etc. Se propone resolver la cuestión sobre cómo las nuevas tribus urbanas, -los y las

desplazadas-, reivindican un lugar en la ciudad, y por ello colonizan y se dejan colonizar. En esa

exploración de las experiencias de quienes han sido víctimas de desplazamiento forzado, Motta

(2009) reconoce que se vive un proceso de desterritorialización y reconstrucción, en el que se ven

expuestos a experiencia de pérdidas y huidas inesperadas en las que surgen sentimientos de

incertidumbre sobre el devenir y el qué hacer ante la nueva situación.

2.2 Marco referencial.

En el presente apartado es mi propósito establecer los conceptos que guían el presente trabajo

de investigación. Así pues, se considera el concepto de desplazamiento y el desarrollo teórico que

se ha dado en el marco de estudio de este fenómeno social; de igual manera, se establecerán

diferencias y relaciones entre los conceptos de migración, desplazamiento, desplazamiento

forzado, y migrante/inmigrante, refugiado y desplazado.

2.2.1 Conceptualizando el desplazamiento forzado.

Al decidir trabajar con población desplazada, es necesario tener claro las definiciones y

conceptos que se han construido para analizar, entender y atender la problemática de

desplazamiento forzado. En este orden, se parte del concepto de migración, la cual es definida por

63
la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2015) como el movimiento de una

persona o grupo de personas desde un lugar o país de origen hacia otro lugar o país de arribo o

destino, a través de una frontera administrativa o política, con la intención de establecerse de

manera indefinida o temporal, que puede incluir uno o más lugares o países de tránsito. A su vez,

define como migración interna el movimiento de personas dentro de un país que conlleva el

establecimiento de una nueva residencia temporal o permanente. Los tipos de poblaciones que se

ajustan al concepto de migración, de acuerdo a esto, define como emigrante a la persona que deja

su país con la intención de residir en otro; inmigrante quien llega al nuevo país en arreglo a las

leyes nacionales para tal efecto y migrante cuando la decisión de migrar es tomada libremente por

la persona concernida por "razones de conveniencia personal" y sin intervención de factores

externos que le obliguen a ello.

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU,1998) en concordancia con los

Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, define el desplazamiento como el

“movimiento de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de

su lugar de residencia habitual, en particular como resultado de los efectos de un conflicto armado,

de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes

naturales o provocadas por el ser humano, o bien para evitar dichos efectos” (p.4).

La legislación colombiana define que es desplazado toda persona que se ha visto forzada a

migrar dentro del territorio nacional abandonando su localidad de residencia o actividades

económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han

sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las

siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia

generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho

64
Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que

puedan alterar o alteren drásticamente el orden público (Art. 1 de la Ley 387,1997). esta definición

es retomada y ajustada en la Ley 1448 de 2011 según el artículo 60, parágrafo 2, “se entenderá que

es víctima de desplazamiento forzado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro

territorio nacional, abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales,

porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se

encuentran directamente amenazadas, con ocasión de las violaciones a las que se refiere el artículo

de la presente ley”(p.19).

Los autores que han estudiado el conflicto armado en Colombia desde diferentes posturas,

afirman que no es conveniente hablar del conflicto armado colombiano y el desplazamiento

forzado como un evento específico de un instante en la historia, ya que han trascendido en el

tiempo y han encontrado la manera de instalarse generación tras generación. Naranjo (2001) ha

abordado el tema del desplazamiento forzado en Colombia como un fenómeno social caracterizado

por su permanencia y periodicidad en la historia colombiana, y a su vez lo reconoce como un factor

fundamental en el desarrollo territorial que ha tenido el país; este se ha desarrollado entorno a una

“confrontación armada multipolar” que se ha expandido de manera diversa en todo el territorio

nacional. En ese mismo orden, propone que el desplazamiento forzado no se resume en procesos

intensivos, que se inscriben a períodos de tiempos cortos y predominantemente masivos, y por el

contrario, el desplazamiento en Colombia es un fenómeno extensivo, que se disuelve en el tiempo,

recurrente y continuo; en el cual convergen éxodos aluviales -familiares e individuales-, que se

producen de manera silenciosa y no visible, al igual que desplazamientos masivos en los que se

movilizan poblaciones enteras y pequeñas colectividades locales; a esto se suman huidas

65
temporales y retornos azarosos, los cuales terminan la mayor parte del tiempo en el abandono

definitivo de los lugares de origen y residencia.

Por su parte, Pécaut, (1999), habla del desplazamiento como un “problema político y social”

de dimensiones casi que imposible de abordar, donde los intereses políticos y económicos de un

sector privilegiado de la sociedad entran en juego en la lucha de poderes en la que la sociedad

queda marginada. Disperso en una temporalidad histórica en la que la violencia ha sido parte

fundamental de esa durabilidad en la que el desplazamiento, como afirma Pécaut (1999), es “una

condición social casi permanente”. (p.5)

El CNMH (2015) habla de este fenómeno como una forma de violencia proveniente de una

historia compleja de conflicto armado en el que “procesos de éxodo y destierro” han sido el pilar

para su conformación. A la vez esconde otras formas de violencia que son empleadas por diferentes

actores. Se estaría hablando entonces de un fenómeno que transita en el tiempo de una forma

compleja y multiforme. Villa (2006), presenta el desplazamiento forzado en Colombia como un

fenómeno en el que converge el uso de estrategias de terror empleadas de manera indiferenciada

por parte de los actores armados para expulsar a la población y controlar territorios estratégicos”.

No se puede afirmar que el desplazamiento forzado en Colombia pertenece o es producido

por un factor o evento específico, por el contrario encontramos que es un fenómeno que se dispersa

y encuentra múltiples detonantes. Fernández y Sánchez (2010) revisando a diversos autores a partir

de un análisis estructural de la historia del conflicto, reconocen la injerencia de tres factores que

ellos coincidieran estructurarte del conflicto: un problema de distribución de la tierra, el

narcotráfico y la exclusión social por parte del Estado, y el primero de ellos como principal

66
detonante de la problemática del desplazamiento forzado, los cuales traen consigo una deuda

histórica sin saldar por parte del Estado.

Por su parte, Bello (2003) afirma que “las causas del desplazamiento forzado son diversas

y en ellas encontramos como factor principal las luchas por la tierra que se acompaña con despojos

y destierros de campesinos, indígenas y afros mayormente” (p.4); en ese “desarrollo” al que le

apunta el país, estas poblaciones no cuentan con un lugar equitativo que les permite vivir

tranquilamente en sus territorios. El desarrollo industrial y la puesta en marcha de megaproyectos

del Estado y sectores privados, y la disputa por obtener el control en zonas codiciadas para la

explotación de minerales, productos energéticos o en su defecto, para la siembra de cultivos ilícitos

son lugares en los que las poblaciones son atacadas y violenta física, psicológica y

económicamente por los diversos actores que han puesto su interés en estos territorios.

2.2.2 Formas, causas y consecuencias del desplazamiento forzado.

Ante una conceptualización que permita ver de una manera comprensiva lo que es el

desplazamiento forzado, resulta pertinente detenerse en lo que han sido las causas, formas y

consecuencias que han tenido lugar en el desplazamiento forzado.

Causas del desplazamiento forzado.

Al conceptualizar el desplazamiento forzado, se hace necesario comprender las causas que

han sido detonante de esta problemática social que por décadas ha afectado a cientos de

poblaciones Colombia.

Al hablar de las causas del desplazamiento forzado, se presenta una de las características

más notorias de esta problemática, la multipolaridad; por ello, no se remite a una causa específica,

por el contrario son diversos los factores que tienen injerencia en esta problemática. Naranjo

67
(2001) expone que al igual que con el conflicto, las causas del desplazamiento forzado son

diversas: “las presiones por la tierra, los intereses que van surgiendo en torno a los megaproyectos

del Estado o la lucha por el control sobre zonas ricas en metales preciosos y productos energéticos

o por territorios donde se cultiven plantas alucinógenas y en general, toda una gama de intereses

particulares imbricados y confundidos con los asuntos de la guerra pública sin que sea posible

establecer una línea diferencial entre lo político - militar y lo individual privado”. (p.5)

No se puede pasar por alto el hecho que la lucha por el poder territorial y la acumulación

de tierra ha sido un factor fundamental en el desarrollo del conflicto armado y el desplazamiento

forzado; a través de múltiples formas de violencia diferentes actores armados han desplazado y

despojado a las poblaciones de sus territorios, apoderándose de los territorios, modificando las

prácticas económicas, sociales y culturales existente en ellos. En este caso la violencia como

estrategia ha jugado un papel importante en la consecución de tierra, Ruiz (2011) afirma que “La

violencia es una herramienta que facilita la expropiación de la tierra para destinarla en mayor

medida a la explotación extensiva de la ganadería y en menor proporción a la producción industrial,

al comercio y a la construcción de macroproyectos infraestructurales” (p.143). Así, establecen una

relación entre el desplazamiento, la violencia y la apropiación de tierras como consecuencia del

ejercicio de la violencia sobre la población rural.

En este orden de ideas, se identifica como factor fundamental la generación de terror o

miedo a través de las distintas formas de violencia implementadas en el marco del conflicto armado

y el desplazamiento forzado que ha tenido lugar en Colombia. Writenet (2006), en su informe

sobre desplazamiento interno presentado Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados en el 2006 expone que: “el terror dirigido a la población rural -el cual encuentra su

máxima expresión en masacres y asesinatos selectivos, así como en otras violaciones atroces de

68
los derechos humanos que presencian o experimentan los desplazados internos- crea una cultura

perversa fundada en el temor la cual explica las mayoría de los casos observables de

desplazamiento” (p.28).

Formas de desplazamiento forzado.

Se podría pensar que el desplazamiento forzado se da de forma única, resumido en la huida

del territorio. Pero resulta que es un fenómeno que ha adquirido diversos rostros lo cual no da lugar

a una definición única de la forma en la que se produce. Se ha registrado que la forma más común

en la que se presenta el desplazamiento forzado es de lo rural a lo urbano, sin embargo, este

también se presenta entre ciudades intermedias y grandes centros urbanos, por amenazas a la

seguridad y en busca de nuevos modos de subsistencia. (Mendoza, 2012).

Otra de las formas de desplazamiento forzado que se presenta, es la huida de manera

individual o masiva, esta última, la define Arango (2008), como “el desplazamiento conjunto de

diez (10) o más hogares, o de cincuenta (50) o más personas. Del cual se reconoce, que el

desplazamiento puede ser temporal o definitivo, hay quienes parten “para siempre, mientras que

muchos piensan regresar” (p.10).

Por su parte, CNMH, (2013) habla de un desplazamiento por etapas, “un primer momento

que consiste en moverse de una vereda a otra vecina; desde ese punto se alimenta la posibilidad de

retorno, es así como el desplazado examina si existe la más mínima posibilidad de regresar a su

territorio. De esta manera, el lugar de recepción se convierte en una zona de paso en el que se

espera el momento de regresar; el desplazado se resiste ante los violentos a abandonar su tierra.

Cuando la amenaza persiste y el abandonar temporalmente el territorio no frena el desplazamiento,

69
el desplazado no tiene otra opción que huir definitivamente de aquel lugar pasajero, para destinarse

a la ciudad, lejos del terror que acedia en el campo” (p.20).

Al hablar de un desplazamiento definitivo, quienes se desplazan lo hacen directamente al

sitio de reubicación; cuando se presenta de forma sucesiva, el desplazado no tiene un lugar

definitivo para reubicarse e implica estar en un constante movimiento. Esta forma definitiva o

sucesiva remite a una nueva tipología que se presenta en el fenómeno; el desplazamiento se

produce de forma intermunicipales e intermunicipales, es decir, cuando se produce el

desplazamiento, este se da comúnmente de forma intermunicipal, sin importar si es temporal o

definitivo; en algunos casos se presenta de manera interna, quiere decir que se da dentro de la

misma ciudad, municipio o barrio.

Aragón (2008) refiere que “comúnmente los desplazamientos forzosos se producen de

forma intermunicipal, sin embargo, algunos casos de desplazamiento temporal y aun los

desplazamientos definitivos que se presentan en las grandes ciudades, pueden darse de forma

intramunicipal o intraurbana” (p. 10).

Consecuencias del desplazamiento forzado.

En este punto, reconocer las implicaciones que tienen este fenómeno sobre la población

víctima y la sociedad colombiana da lugar a la compresión de lo que esta problemática representa

en la vida de quienes han vivido la experiencia de desplazamiento de manera directa o indirecta.

Bohada, (2010), desde diferentes autores y enfoques precisa que con relación a los daños

que ha ocasionado el desplazamiento forzado, se puede evidenciar que: en primer lugar, el

desplazamiento reduce toda posibilidad de reconstruir un proyecto de vida y ocasiona un conflicto

cultural que puede generar afectaciones sobre la salud mental; en segunda medida, el daño se

70
presenta desde la pérdida que se vive al ser desplazado, en ese sentido se produce una ruptura en

los vínculos establecidos lo cual limita la inserción social; el desarraigo trae consigo la pérdida de

la investidura de ciudadanía política y limita el ejercicio de la misma y a la vez el desconocimiento

como sujetos sociales que contribuyen al desarrollo económico y social del país (p.263).

El CNMH (2013), al igual que Bohada (2010), habla sobre lo que el desplazamiento suscita

en la población víctima y lo sitúa como un evento traumático que perturba a quienes lo viven: “es

un evento complejo que altera significativamente la existencia y los proyectos de vida de cada uno

de los miembros de una familia. Es una experiencia que implica varias y simultáneas pérdidas y

transformaciones: pérdidas económicas y de bienes, de lugares y de relaciones sociales y afectivas”

(p.296). Lo que remite a pensar sobre las dimensiones que se ven afectadas de manera directa y

las que paulatinamente se van deteriorando.

En este orden, partimos de la dimensión física como primera muestra de afectación que

produce ser desplazado. Remite en un primer momento, a una situación de indefensión y

vulnerabilidad por la situación económica que trae la pérdida del bien material, se pierde el

sustento y el techo que cobija. En una primera instancia la afectación económica es el rasgo más

visible, la calidad de vida de quienes se ven forzados a dejar sus territorios se ve afectada a tal

punto que los deja en condiciones de pobreza extrema, con pocas posibilidades de acceder a nuevas

condiciones de vida equiparables a la anterior y ajustadas al nuevo contexto.

En este mismo orden, se presenta una afectación en un plano subjetivo en el que de manera

colectiva e individual se afecta la realidad del mundo que hasta ese momento se ha construido en

torno a su territorio. La pérdida del territorio, más allá de un referente físico, situado en el

imaginario de cada individuo como proveedor de vínculos afectivos, relaciones sociales,

71
costumbres, estilos de vida y referente identitario. Autores como Motta (2009) atribuyen al

desplazamiento forzado el deterioro del tejido social y la desintegración de los vínculos afectivos,

“El desplazamiento forzado ha implicado la progresiva desintegración del tejido social de las

comunidades. La desestructuración de las unidades familiares, la ruptura de sus procesos

comunitarios y sociales largamente construidos” (p.40).

A nivel individual, quienes han vivido el desplazamiento se ven expuestos a

transformaciones significativas en sus vínculos afectivos y en las redes de apoyo social

disponibles; ante la pérdida de bienes y vínculos que representa el desplazamiento, se le suman

situaciones de estrés, angustia e incertidumbre que produce el llegar a un nuevo contexto. (Ramos,

Holgado y Maya, 2014). Finalmente, el desplazamiento genera afectaciones en la estabilidad y

bienestar psicosocial de quienes lo experimentan, los cuales deben hacer frente a problemáticas

emergentes con relación al capital cultural y a la demanda que el nuevo contexto hace sobre sí.

Con relación al núcleo familiar, Ramos, Holgado y Maya (2014) exponen que la unidad

familiar resulta fuertemente afectada, en primer lugar la configuración del núcleo familiar se ve

expuesto a reconfiguraciones, según los hechos que hayan motivado la huida y la forma en la que

esta se produce, o en el peor de los casos debido a la muerte, desaparición o reclutamiento de un

miembro del grupo. Otro aspecto que se afecta notoriamente es “la economía familiar, al perderse

la fuente de sustento principal que provee la cabeza de la familia, se presenta una modificación en

los roles que cada miembro desempeña en el hogar, y es así como los demás miembros se ven en

la necesidad de asumir las responsabilidades del hogar, la mayor parte del tiempo es la madre o

los hermanos mayores quienes reemplazan a la cabeza de la familia” (p.53).

72
Finalmente, en lo colectivo se puede llegar hablar de un impacto mayor, ya que en la

mayoría de los casos el desplazamiento que se produce es masivo y altera la estructura social del

territorio y la vez que lo transforma. Ibáñez y Moya (2010 como se citó en Ramos, Holgado y

Maya, 2014) registran diversos deterioros que surgen a raíz del desplazamiento forzado en

Colombia tanto en las comunidades de origen como en el contexto de recepción, en donde la huida

o llegada de las familias genera importantes cambios en la estructura de la comunidad.

2.2.3 ¿Quiénes son desplazados?

En Colombia las cifras de víctimas de desplazamiento forzado son alimentadas por

poblaciones que en primer lugar ocupan territorios pobres en materia de desarrollo e inversión

social, pero rico en recursos naturales o estratégicos como corredores. Quienes son desplazados

tienen opción de decidir hacia dónde ir, no escoge o planifica su lugar de destino, quien se desplaza

lo hace huyendo del terror, su prioridad es salvaguardar su vida “La partida es lo que importa, no

su destino; el que se desplaza, a diferencia del que viaja, responde a una imposición violenta y no

a una decisión tomada en libertad” (CNMH, 2015, p.19).

Los desplazados suelen ser mayormente campesinos en condiciones de pobreza y personas

que pertenecen a comunidades étnicas, afrocolombianas e indígenas; son poblaciones que

históricamente han sido abandonadas por el Estado y excluidas de los beneficios de acumulación,

que han encontrado la manera de subsistir a través de los recursos que el territorio provee (Bello,

2003).

Referente a quiénes son desplazados, el CNMH (2015) los describe como: “El desplazado

es un forastero que llega a una comunidad y a un entorno que no es el suyo, y a menudo durante

una temporalidad indeterminada” (p.20). Se podría hablar de un sujeto que ha perdido todo incluso

73
su capacidad de planear su vida a futuro, es alguien que se ve de un momento a otro expulsado,

arrojado del paraíso de su lugar y de su identidad; es alguien desterrado al que le han despojado

de todo, que se ve en la necesidad de reconstruirse en un nuevo escenario a partir de la pérdida

(CNMH, 2015).

2.2.4 Hecho victimizante y Víctima.

Para el desarrollo de este trabajo de investigación los conceptos de víctima, víctima de

desplazamiento y hecho victimizante serán abordados desde un contexto jurídico, desde el cual

organismos gubernamentales y no gubernamentales se sitúan para dar lugar a la comprensión,

atención y prevención de estas condiciones y sucesos.

Según la Organización de las Naciones Unidas, (ONU, 1985) se entiende por víctimas las

personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o

mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos

fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente

en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder.

En Colombia el concepto de víctima es definido de acuerdo a la ley 1448 de 2011, “Se

consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que individual o colectivamente

hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia

de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las

normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado

interno” (p.1).

Ahora, el concepto de víctima de desplazamiento forzado es entendido como “toda

persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional, abandonando su localidad

74
de residencia o actividades económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su

seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con

ocasión de las violaciones a las que se refiere el artículo 3° de la Ley 1448 de 2011. 5

Los hechos vítimizantes son comprendidos como toda acción que atenta contra la

integridad física, mental y económica de la población o vulneración de los DIH en el marco del

conflicto armado interno. La Red Nacional de Información (RNI), instancia del Gobierno en la

que converge la información de la población víctima, son 15 los hechos tipificados como

vitimizante: homicidio, abandono o despojo forzado de tierras, pérdida de Bienes Muebles o

Inmuebles, desaparición forzada, secuestro, tortura, delitos contra la libertad e integridad sexual,

vinculación de niños, niñas y adolescentes, acto terrorista/ atentado/ combate, hostigamiento,

amenaza, minas antipersonal/munición sin explotar/artefacto explosivo, desplazamiento,

confinamiento, lesiones personales físicas y lesiones personales psicológicas (RNI, 2019); de

acuerdo con RNI (2020)el evento victimizante más significativo en Colombia es el desplazamiento

forzado, con un 79% que corresponden a 7.585.536 de la población víctima.

2.2.5 La experiencia desde lo subjetivo.

El hombre como sujeto que se construye a partir de sus vivencias individuales y colectivas,

da lugar a la elaboración de significados alrededor de las particularidades de su experiencia en

interacción con el mundo socialmente construido. En este punto la experiencia es asumida como

un medio que da lugar a la construcción de la realidad, comprensión del mundo y significado del

mismo, en la estrecha relación entre lo subjetivo, que corresponde a la vivencia individual del

5
Ley de víctimas, 1448 de 2011. El Artículo 3° define el concepto de Víctimas y por el cual se dictan medidas de
reconocimiento de dicha población.

75
sujeto consigo mismo, con el otro y en lo colectivo, que se da a partir de las experiencias

compartidas.

En este orden, ¿cómo es entendido lo subjetivo?, bien, Urreitiezta (2009) ubica lo subjetivo

como “un proceso que tiene lugar únicamente dentro del sujeto, es decir, la vivencia vista desde el

individuo, aquello que experimenta, significa y piensa a partir de sus vivencias; o también, a lo

que imagina, recuerda, cree, supone, memoriza, sospecha, intuye, presume, comprende, sueña” (p.

418). Desde esta comprensión de lo subjetivo, se puede decir que este es un proceso netamente

individual producto del diálogo del sujeto consigo mismo.

En este mismo orden, Gonzales (2008), expone que desde la filosofía kantiana y la

Hegeliana, “la subjetividad hace referencia a los procesos que, desde la experiencia del sujeto, se

significan las estructuras y procesos esenciales que caracterizan la producción del conocimiento,

por lo tanto, lo subjetivo aparece mucho más como una referencia genérica para significar procesos

del sujeto que conoce y construye; que como una definición ontológica particular de los fenómenos

humanos” (p. 227).

La subjetividad, desde este punto es comprendida como un proceso individual en el que a

través de la experiencia e interacción de cada sujeto consigo mismo, el mundo y los otros entiende

y dota de significado la realidad en la que está inmerso.

Vygotsky y Bajtín (como se citó en Urreitiezta, 2009) proponen que “la subjetividad tiene

su origen afuera, es decir, que tiene lugar en las relaciones que establecemos con los demás, y se

constituye por los procesos históricos y culturales que ordenan nuestro sentido de ser y estar en el

mundo” (p.419). González (2008) también desarrolla el concepto de “sentido subjetivo”, en el

que el sentido cumple como elemento constituido y constituyente de la subjetividad, en cuanto es

76
capa es así que el sentido subjetivo representa el punto de encuentro en el que lo social y lo

individual se integran de forma inseparable en su nivel subjetivo.

Con lo anterior, es importante resaltar que en el desarrollo de este trabajo, lo subjetivo es

visto desde una relación entre lo individual y lo colectivo, en la medida en que este da lugar a las

representaciones que surgen a partir de los elementos compartidos y diferenciadores en la vivencia,

en el caso particular, el desplazamiento forzado.

2.2.5 Lo psicosocial, lo cultural y lo étnico.

Lo psicosocial en este trabajo es entendido como la relación que existe entre lo psicológico

– que remite a los procesos subjetivos individuales de cada sujeto- y lo social – relaciona los

procesos de socialización, los aspectos culturales y elementos de cohesión- que se ubican en una

constante interacción. Medina et al. (2007) conceptualizan lo psicosocial como: “el paradigma de

lo psicosocial establece interdependencia entre lo psicológico y lo social, en la perspectiva

psicológica se ubican los recursos internos de la persona, como proyecto de vida, la creatividad, el

sentido del humor, la inteligencia, la experiencia, la motivación al logro, entre otros. Desde lo

social se hallan las interacciones entre los diferentes ámbitos de socialización, la vincularidad, la

liminaridad, la otredad y las redes de apoyo” (p.185).

Partiendo desde un punto de vista sociocultural, en el que el desarrollo de cada sujeto no

es un proceso separado de su contexto y por el contrario este hace parte de ello; por ende, las

experiencias se construyen a través de las relaciones que establecemos con las personas, objetos y

símbolos que nos rodean. Para dar lugar a la comprensión de la conducta humana en las diversas

situaciones de la cotidianidad y las eventualidades que pueden tener lugar en el orden social

construido, es necesario tener en cuenta la relación sujeto-contexto y contexto-sujeto. Guitart

77
(2008) afirma que “para entender la formación y las características psicológicas de las personas

tenemos que recorrer al estudio de los contextos en los que, directa o indirectamente, estos

participan; y para entender la cultura tenemos que recorrer a los sentidos y significados que los

hombres y mujeres construyen.” (p.9)

En este orden, se habla de un desarrollo íntimamente vinculado al contexto en el que está

inmerso cada sujeto, donde la imagen que se hace de sí mismo y del mundo que lo rodea están

mediados por los recursos e instrumentos que le aporta la cultura en la cual se desarrolla. La

capacidad de relacionarse con el medio, el ser competente ante la sociedad y las capacidades de

afrontar los cambios presentes en su medio, están íntimamente relacionados con las normas,

códigos, valores, creencias y pautas conductuales que obtiene de su medio.

Desde una comprensión de cómo las personas llegan a describir, explicar o dar cuenta del

mundo donde viven y entablan una relación con su entorno; en este sentido, al hablar de lo cultural

no se hace referencia a un aspecto únicamente tangible u objetivo distante de la realidad que social

o individualmente se construye.

Desde Guitart (2008) “la cultura se entiende como símbolos compartidos, conceptos,

significados, prácticas que definen y se generan a través de unidades culturales como la familia, el

barrio, una comunidad o un país. En este sentido entendemos por “cultura” ciertas formas

implícitas y explícitas compartidas por una determinada unidad cultural (formas tácitas, “dadas

por supuestas”, de creer, pensar y actuar.” (p.10)

Ahora bien, al detenerse en el aspecto étnico - cultural, se está abordando las similitudes
o elementos que se comparten como comunidad o grupo que resultan identitarios; en aspectos tales
como: la música, la gastronomía, el baile, creencias, tradiciones, vestimenta, entre otros.

78
Smith (1997, como se citó en Regalado, 2018), refiere que: “un grupo étnico es una forma
de colectividad cultural que le otorga capital importancia a los mitos de linaje y a la historia, y que
puede ser plenamente reconocido por uno o varios rasgos de su cultura, tales como la religión, la
lengua, costumbres e instituciones, etc.” (P.1).

Regalado, (2018) infiere que la relación entre lo étnico y lo cultural se puede plantear a

partir de cuatro aspectos fundamentales: 1. Una relación de dependencia en la que la cultura le

otorga a un determinado grupo étnico atributos culturales diferenciales, mediante los cuales pueden

organizarse y categorizarse e imponer normas de conducta. 2. La cultura le otorga a la identidad

étnica la capacidad de interactuar a partir de la conformación de grupos étnicos categorizados. 3.

La identidad étnica es el status que establece normas de conducta que se desprenden de los

contenidos culturales. 4. La identidad étnica y la cultura en los grupos étnicos poseen límites claros,

definidos, que engranan perfectamente (p.2). De esta manera, los aspectos étnico-culturales tienen

lugar en los elementos a tener en cuenta en los procesos de interacción, cohesión, cambio y

adaptación en los nuevos contexto. Para el caso de la población afro, algunos aspectos

característicos de su cultura e identidad como grupo étnico; aspectos como la música, el baile, la

gastronomía, los ritos frente al nacimiento y la muerte, creencias, la relación con su territorio, etc.,

permitirán vislumbrar los impactos de la problemática de desplazamiento forzado.

79
Capítulo III.

Marco Metodológico.

3.1 Tipo de investigación.

En la búsqueda de comprender esa realidad que cada sujeto construye en función de su

experiencia y a su vez identificar los significados que el fenómeno del desplazamiento forzado

tiene para los participantes; se asumió una metodología cualitativa con un enfoque hermenéutico,

de esta manera que el objetivo no fuese la búsqueda de respuestas verídicas de lo que es el

fenómeno del desplazamiento forzado en personas afro de la región pacifico; en este sentido, este

documento es producto de un trabajo de acercamiento al desplazamiento forzado desde las voces

de cinco personas que se sitúan en un marco en común: Colombia y desplazamiento forzado.

Según Cárcamo (2005) la metodología hermenéutica implica para el investigador ponerse

siempre en un ejercicio interpretativo, el cual consiste en traspasar la inteligibilidad del discurso

contenido en el texto, es decir, el sentido del texto no está dado en sí mismo, sino que es necesario

encontrarlo. Para garantizar que este proceso tuviera lugar, se construyeron categorías de análisis

interpretativo a partir de la información obtenida realizó en un primer momento un proceso

detallado de sistematización, para posteriormente realizar un análisis de los datos; a la luz de

diversos autores se intentó descubrir mediante el discurso los elementos que dan cuenta de la

magnitud de la experiencia de desplazamiento forzado en las personas afro que provienen del

Pacifico colombiano.

Sobre esta misma línea, frente a la relación con el texto, Cárcamo (2005) expone que “la

hermenéutica puede ser asumida a través de un método dialéctico que incorpora a texto y lector en

un permanente proceso de apertura y reconocimiento” (p.207), el intérprete llega con unas

preconcepciones a realizar la lectura del texto, pero el texto a su vez le arroja nuevos datos que

80
llevan al intérprete a ir cambiando sus preconcepciones; por lo que Cárcamo, (2005) expone que,

“texto e intérprete deben ser reconocidos como dos horizontes, que incorporan la dimensión de los

prejuicios como elemento transversal a toda acción interpretativa”. (p.207) Dicho esto, en el caso

específico de esta investigación, el texto está constituido por las transcripciones que se hicieron de

las entrevistas, y el lugar del intérprete pertenece a la investigadora. A través de las entrevistas

realizadas, fue posible conocer el sentido que cada uno de los participantes le dio a sus

experiencias, experiencias que al ser parte de una realidad local, participan elementos que dieron

lugar a un acercamiento de los discursos que existen alrededor del desplazado.

3.3 Población y muestra.

Este trabajo de investigación contó con cinco participantes, los cuales fueron elegidos

mediante un muestreo por conveniencia y se detuvo la búsqueda de participantes al momento en

que considero que en las entrevistas empezaban a surgir ideas similares. Los participantes de esta

investigación son proveniente de la zona costera de la región Pacífico, región que históricamente

ha sido habitado por comunidades indígenas y afro mayormente, que por su ubicación estratégica

y su riqueza ecológica, hidrográfica, minera y forestal, ha sido objetivo de empresas nacionales,

multinacionales, grupos armados ilegales y carteles de narcotráfico, por lo que se ha visto inmersa

en constantes disputas entre diferentes actores y sus pobladores ante la necesidad de salvaguardar

sus vidas de la violencia desmedida que ha provocado el conflicto armado en sus territorios se han

desplazado o han sido desplazados de sus territorios.

Los participantes de esta investigación fueron dos hombres provenientes del municipio de

Barbacoas, Nariño y tres mujeres, una proveniente del corregimiento Llano Bajo, de la ciudad de

Buenaventura: Las otras dos participantes provienen del departamento del Chocó, específicamente

del Medio San Juan y Quibdó.

81
A continuación se presenta una breve descripción de los participantes, la cual es realizada

a partir de la información aportada en las entrevistas:

Participante 1. La primera persona (PF48-1, 2018) entrevistada, es una mujer de 48 años,

que reside en la ciudad de Cali hace 38 años. Conocedora de la Ley 70 1993, interesada en procesos

de conservación de la identidad y cultura afro. Originaria de Potedo, un pueblo ubicado en el

municipio Medio San Juan, Chocó, un territorio en el que la actividad económica principal

consiste en la minería, la agricultura y la pesca, al igual que gran parte de los territorios de la región

Pacifico se ha encontrado de cara con la crueldad del conflicto armado.

Participante 2. El segundo entrevistado (PM29-2, 2018) es un hombre de 29 años, quien

reside en la ciudad de Cali hace 6 años. Es originario de la vereda San Antonio de Telembi del

Municipio Roberto Payan, Nariño del cual fue desplazado en un primer momento y se ubicó en el

municipio de Tumaco, Nariño de donde es desplazado por segunda vez.

Participante 3. La tercera persona (PF30-3, 2018) es una mujer de 30 años, que reside en

la ciudad de Cali hace 7 años. Originaria de la ciudad de Buenaventura y es desplazada de la vereda

Llano Bajo; parte de su adolescencia y juventud la vivió en un continuo desplazamiento entre la

ciudad de Buenaventura y Cali, junto con su madre permanecieron en una búsqueda de mejores

condiciones de vida. Al casarse decide establecerse en la ciudad de Buenaventura con su

compañero sentimental, para posteriormente desplazarse nuevamente a la ciudad de Cali.

La participante se considera una mujer activa y de gusto por el trabajo comunitario; tiene

la convicción de que trabajar por la primera infancia es la semilla de un futuro mejor, por ello

manifiesta su interés en terminar sus estudios en primera infancia y capacitarse para trabajar en

ello.

82
Participante 4. La cuarta entrevista (PF24-4, 2018) es una mujer de 24 años, quien reside

en la ciudad de Cali hace 3 años, gracias al programa de atención a población desplazada en

convenio con el SENA ha logrado capacitarse en cursos técnicos de cocina, sistemas y manicure

y pedicure.

Al momento de desplazarse lo hizo junto a su núcleo familiar, antes de radicarse en la

ciudad de Cali, estuvo en la ciudad de Medellín y la ciudad de Bogotá, en esta última intentaron

establecerse con la ayuda que el gobierno ofrece a la población víctima pero a causa de no

adaptarse a las condiciones climáticas y estilo de vida de la capital deciden trasladarse a la capital

Vallecaucana. Manifiesta participar de eventos folclóricos que le acercan a su cultura como el

“Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez” que se realiza en la ciudad.

Participante 5. La quinta persona entrevistada (PM29-5, 2018) es un hombre de 29 años,

quien reside en la ciudad de Cali hace 8 años. Con la ayuda de los programas de atención que

brinda el Estado a las poblaciones víctimas del conflicto armado y desplazamiento forzado, logró

culminar sus estudios de básica secundaria y realizar estudios técnicos.

Tabla 1. Caracterización de los participantes.


PARTICIPANTES.

Cód. Lugar de Dinámica de Lugar de Formación


Edad Sexo.
Pte. procedencia. desplazamiento. residencia. Académica.

Desplazada junto a un
Potedo, Medio San Marroquín, Lic. Ciencias
PF48-1 miembro de su grupo 48 Femenino
Juan, Chocó. oriente de Cali. sociales.
familiar.
San Antonio de
Técnico en
Telembi Municipio Desplazado dos veces de Puertas del sol,
PM29-2 29 Masculino panadería y
Roberto Payan. forma individual. oriente de Cali.
pastelería.
Nariño

83
Desplazamiento colectivo
3 semestres de
Vereda Llano Bajo, junto a su madre y parte de La paz, oriente
PF30-3 30 Femenino Edu. Primera
Buenaventura la comunidad en la que de Cali.
infancia
residia.
Técnicos en
Desplazada junto a su La paz, oriente
PF24-4 Quibdó, Chocó. 24 Femenino gastronomía
grupo familiar de Cali.
entre otros.
San Antonio de
Técnico en
Telembi Municipio Desplazado Comuneros 1,
PF29-5 29 Masculino Auxiliar de
Roberto Payan, individualmente. oriente de Cali.
enfermería.
Nariño
Fuente: Elaboración propia.

3.4 Criterios de selección.

Para realizar la selección de los participantes se tuvieron en cuenta 4 aspectos que relevantes:

el primer aspecto corresponde a pertenecer a la comunidad afro, teniendo en cuenta el foco de

esta investigación. En segundo lugar, se estableció como criterio de selección el ser proveniente

de la región pacifico, debido a que en esta región se encuentra ubicada gran parte de la población

afro y es la región que en la actualidad registra los índices más altos en materia de violación de

derechos y desplazamientos forzosos .El tercer aspecto que se tomó como criterio de selección

es el haber sido víctima del desplazamiento forzado (bajo cualquier modalidad), debido a que

esta investigación parte del estudio de la experiencia de desplazamiento forzado; finalmente,

quienes participaron de esta investigación debían residir en la ciudad de Cali, ya que la capital

Vallecaucana es una de las ciudades receptoras de población desplazada mayormente

proveniente del pacifico.

Los participantes fueron contactados por medio de las redes sociales de la investigadora,

quienes colaboraron en la identificación de los participantes basados en lo que la investigadora les

había presentado del proyecto de investigación. De esta manera, la investigadora al establecer

contacto con los participantes procedió a realizar la invitación a participar voluntariamente en la

84
investigación, y en los casos de quienes se mostraron en disposición de participar se acordó con

ellos la cita para la realización de las entrevistas. Cabe resaltar que para la realización de las

entrevistas el horario fue establecido y concordado de acuerdo a la disposición de los participantes.

3.5 Técnica de recolección de datos.

Teniendo en cuenta la presente investigación se desarrolla desde un enfoque metodológico

hermenéutico “en cuanto a la aproximación a la realidad, interesa la representación del mundo

experiencial y subjetivo, la generación de significados” (Ruedas, Ríos y Nieves, 2008, p. 194) se

empleó como método de recolección de información la entrevista.

Hernández, Fernández y Baptista (2006) definen la entrevista como: “una reunión para

conversar e intercambiar información entre una persona (el entrevistador) y otra (el entrevistado)

u otras (entrevistados).”(p.403) En esta misma línea, Pinheiro (2010) resalta “el acto narrado en

una entrevista permite al investigador comprender aspectos relevantes de la construcción social a

partir de la experiencia del sujeto que la informa y que atribuye significados sociales y emocionales

al proceso de hacerse persona.” (p. 136)

En este sentido, la entrevista ofrece posibilidades para conocer una experiencia particular,

al igual que para entender esa experiencia particular dentro de un marco cultural e históricos que

son referente y desde los cuales se ha fundamentado; desde ese punto comprender el fenómeno

estudiado no solo desde lo individual, sino que también desde los discursos sociales comunes a

esas experiencias particulares.

Kvale, (2011, como se citó en Hernández, 2014) propone que “mediante las entrevistas

pretendemos acercarnos al mundo de “ahí fuera”, huyendo de entornos de investigación

especializada como los laboratorios, para entender, describir y explicar desde el interior” (p.188),

85
por ello, en esa búsqueda de comprender el discurso del otro que remite a querer comprende a

través de las palabras de los participantes de la investigación el fenómeno aquí abordado, se eligió

como técnica de recolección de datos la entrevista semiestructurada, de la cual se esperó en un

primer momento dieran lugar al diálogo para que los participantes pudiesen hablar del fenómeno

desde sus sentires; igualmente, se buscó captar el significado del mundo vivido por los sujetos

entrevistados, por ello, se eligió este tipo de entrevista porque en ella se utiliza una guía de

preguntas (ver anexo A), pero, dicha guía es de carácter flexible, permitiendo la construcción de

una conversación entre entrevistador y entrevistado como lo propone Kvale, (2011) sin perder de

vista el fenómeno sobre el que se indagó. Esta técnica permitió que durante la aplicación de las

entrevistas a los cinco sujetos participantes tuvieran lugar nuevas preguntas que permitieran llegar

a la información que se necesitaba para obtener un conocimiento más detallado sobre el fenómeno.

3.6 Técnica de análisis de la información.

Con el propósito de conocer lo que ha sido la experiencia de desplazamiento forzado de

cinco personas afro provenientes de la región pacifico, por medio de entrevistas semiestructuradas,

se decidió realizar el análisis por medio de la técnica de análisis de contenido temático.

Ahora bien, el “contenido de un texto no es algo que estaría localizado dentro del texto en

cuanto tal, sino fuera de él, en un plano distinto en relación con el cual ese texto define y revela su

sentido” (Delgado, 1998, como se citó en Díaz, 2018 p. 125). Por su parte, Según Araya (2002) se

enfatiza el análisis de contenido en las dimensiones ocultas, el sentido latente y la inferencia a

partir del relato emanado por los sujetos.

Para Marradi, Archenti, y Piovani (2007) el análisis de contenido es “una técnica de

interpretación de textos […] que se basan en procedimientos de descomposición y clasificación de

86
éstos (Losito 1993) […] los textos de interés pueden ser diversos: transcripciones de entrevistas,

protocolos de observación, notas de campos, fotografías, publicidades televisivas, artículos de

diarios y revistas, discursos políticos, etcétera” (pág. 290). Volviendo a Bardin, (1986), quien

define la técnica de análisis de contenido como:

“Un conjunto de técnicas de análisis de comunicaciones tendente a obtener


indicadores (cuantitativos o no) p o r procedimientos sistemas y objetivos de
descripción del contenido de los mensajes, permitiendo la inferencia de
conocimientos relativos a las condiciones de producción/recepción (variables
inferidas) de estos mensajes.” (p.32)

En esta misma línea, Bardin (1986), propone que: “Hacer un análisis temático consiste en

localizar los “núcleos de sentido” que componen la comunicación y cuya presencia, o la frecuencia

de aparición, podrían significar algo para el objetivo analítico elegido.” (p.80) Por ello, el análisis

de contenido temático está direcciona a la identificación del sentido que tienen las expresiones

(orales, escrita, etc.) de los participantes, con el fin de encontrar en ello datos con valor teórico o

empírico.

Por su parte, Arbeláez y Onrubia, Díaz, (2014, como se citó en Díaz, 2018) proponen que

“el procedimiento de los análisis de contenido temático podrían plantearse de dos formas, una de

ellas la deductiva que busca en el texto categorías previamente establecidas y que se construyen

mediante referentes teóricos. Y por otro lado, la inductiva, que se caracteriza por una construcción

de categorías emergentes desde el contenido, y que por tanto se podrían inferir” (p.129)

Para el caso de la presente investigación, el análisis de contenido temático de la

información obtenida se caracterizó por ser de tipo inductiva, lo cual permitió que las unidades de

análisis se constituyeron a partir de los temas emergentes en el discurso de los participantes, los

87
cuales fueron identificados y separados, para luego ser agrupados en metacategorías, dando lugar

a la discusión teórica a la luz de las evidencias.

3.7 Procedimiento.

Este trabajo de investigación se desarrolló en tres etapas que permitieron establecer una

ruta de procedimientos con posibles alternativas de solución ante posibles eventualidades. Como

se ha resaltado anteriormente, la información se obtuvo a través de entrevistas semiestructuradas

que se realizaron a los participantes y se analizó de acuerdo a la técnica de análisis de contenido

temático. A continuación se procede a describir el proceso por etapas.

En la primera etapa se procedió a realizar la revisión teórica y metodológica de la temática

abordada, con el fin de establecer el objeto de estudio, la problemática a tratar, los objetivos y

diseño de investigación. Posteriormente se dio paso a la búsqueda de posibles participantes, en

esta parte la investigadora se valió de sus redes sociales más cercanas para establecer contacto con

los posibles participantes, exponiéndoles acerca del proyecto y preguntando si conocían a personas

que estuvieran interesadas en participar del mismo. Al tener los participantes que en un primer

momento fueron siete, se procedió a acordar la fecha y el sitio para la realización de las

entrevistas. Se contó con la participación final de cinco personas, esto debido a que dos de los

participantes decidieron no continuar en el proyecto.

Al terminar cada entrevista realizada, se procedió a la respectiva trascripción de la misma;

con el fin de ir organizando y clasificando la información revelada de acuerdo a las temáticas

emergentes. Este proceso fue la antesala a la etapa de sistematización y descomposición del

material en relación con los objetivos de la investigación; tuvo lugar el proceso de identificación

88
de los diferentes que emergieron en los registros de las entrevistas. En este punto se realizó la

identificación de los diferentes temas presentes en la totalidad de los registros de las entrevistas.

Con los elementos temáticos claros y definidos, se procedió a realizar el análisis y discusión

de los hallazgos de la investigación a la luz de las diferentes teorías e investigaciones previas sobre

la problemática a tratar; Finalmente, se elaboró el informe de investigación.

3.8 Consideraciones éticas.

Este trabajo de investigación se realizó teniendo en cuenta los lineamientos establecidos

por la legislación colombiana a través del código Deontológico y bioético, por el cual se rige el

ejercicio profesional del psicólogo en Colombia. En esta medida, de acuerdo a los artículos 2, 23,

29, 49 y 50 contemplados en Ley 1090 de 2006 se garantizan: la confidencialidad de la información

obtenida de los participantes en esta investigación, al igual que la protección de la identidad de los

participantes. Para la recolección de datos se presentó el formato de consentimiento informado

(ver anexo B.) al participante en el cual se especifican los objetivos, alcances y responsabilidades

de la investigadora en el desarrollo de la investigación. Igualmente, para el desarrollo de este

trabajo investigativo se partió de los principios éticos de respeto y dignidad, al igual que se veló

por la protección y bienestar de los derechos de los participantes de este trabajo. Finalmente, se

asumió la responsabilidad por los temas aquí tratados y se manejó la información obtenida de

acuerdo a la normativa establecida.

89
Capítulo IV.

Análisis y Discusión.

Este trabajo de investigación tuvo como objetivo conocer a través de la narrativa como ha

sido la experiencia de desplazamiento forzado de cinco personas provenientes de la región

pacífico, en el marco del conflicto armado colombiano. Para dar cumplimiento a este objetivo, se

analizaron las entrevistas realizadas a los participantes, mediante la técnica de análisis de

contenido temático planteada por Bardín (1986), la cual permitió categorizar la información en

dos metacategorías de acuerdo a los elementos provistos por los participantes, a partir de las cuales

se agruparon los diferentes temas encontrados en el análisis. Estás metacategorías fueron:

Tabla 2. El antes, durante y el después.

Metacategorías. Subcategorías. Definición. Temas.


En esta subcategoría se expone una línea de
1. La huida: una necesidad
tiempo en la que se presenta un antes en relación
de protección o de cambio
a la vida en el territorio, formas y dinámicas de
frente al no querer partir.
relacionarse con el territorio y sus habitantes. El
El antes, durante que remite al hecho en sí del
La experiencia 2. Interrupción en la
durante y el desplazamiento, lo que ocasiona la huida y los
estabilidad.
de desplazarse. eventos que vienen con ella; finalmente, el
después.
después remite al hecho de llegar al nuevo
3. El desafío de instaurarse
contexto, las exigencias que este presenta ante
en nuevos contextos:
el foráneo, el lugar que llega a ocupar quien
Nuevos pobres.
llega como desplazado al nuevo territorio.
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 3.Dinámicas de desplazamiento: Actores y causas.

Metacategorías. Subcategorías. Definición. Temas.


En esta subcategoría, se estudian las 1. El terror como estrategia: La
dinámicas de desplazamiento que
población inmersa en un conflicto
cada participante vivencio, al igual
que se estudia la participación de ajeno.
Dinámicas de
actores armados en dicha 2. La violencia y el abandono del
La experiencia desplazamien problemática y las estrategias que Estado, factores que interactúan: La
de desplazarse. to: Actores y implementan. De igual manera se lucha por la conquista del territorio,
causas. estudia la injerencia del Estado
El reclutamiento forzado y los
frente a la problemática de
desplazamiento forzado vivenciada diversos actores.
por cada participante, en temas de

90
atención, protección y presencia en 3. El Estado como agente protector:
el territorio. Programas de atención y
posibilidades de retorno.

Fuente:Elaboración propia.

Tabla 4.Afectaciones: Lo individual, Lo familiar, Lo colectivo.

Metacategorías. Subcategorías. Definición. Temas.


Esta subcategoría se exponen las
implicaciones que han tenido lugar 1. La inestabilidad y la incertidumbre
en la experiencia de desplazamiento como nueva realidad: El miedo
Afectaciones: forzado de los participantes, en tres instaurado como parte del cotidiano.
El aspectos fundamentales: lo 2. El sanar en nuevos contextos: El
Lo
desplazamiento individual, que nos remite a los convivir con el dolor que deja la pérdida
individual, procesos psicológicos que tienen como una forma de responder a
desde lo
Lo familiar, lugar en la vida de cada sujeto; lo situaciones adversas.
subjetivo.
Lo colectivo. familiar ante la amenaza de 3. Reconfiguración del núcleo familiar y
reconfiguración, y lo colectivo las costumbres.
como una forma de acompañar en
los procesos socioculturales.
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 5.El territorio y la cultura más allá de lo físico: entre la añoranza y la pérdida.

Metacategorías. Subcategorías. Definición. Temas.


Remite en primer lugar a la búsqueda
de preservación de la cultura en 1. Búsqueda de preservación de la
nuevos contextos, al igual que a los cultura a través de diversas
procesos de intercambio y asimilación herramientas: trasmisión de
de tradiciones, costumbres prácticas, conocimiento, la oralidad, la música,
El territorio creencias, valores y conductas que
y la cultura etc.
El pueden tener lugar en los nuevos
más allá de contextos. La interrupción de 2. Entre el mestizaje cultural6 y la
desplazamiento pérdida: oportunidad de continuar con
lo físico: transmisión de conocimientos
desde lo ancestrales como la pérdida de las costumbres del territorio.
entre la
subjetivo. oportunidades de continuar con las 3. El territorio referente identitario y
añoranza y la costumbres del territorio y los
pérdida. como medio para establecer vínculos
elementos identitarios Finalmente, las
relaciones que desde lo subjetivo cada colectivos: La extrañeza ante las
participante establece con el territorio, nuevas formas de llevar a cabo los
el lugar que en lo simbólico ocupa el rituales de paso.
territorio.
Fuente: Elaboración propia.

6
El mestizaje cultural es producto del encuentro, intercambio y asimilación de diferentes tradiciones,
costumbres, prácticas, técnicas, creencias, valores y conductas entre distintas etnias, pueblos o culturas.

91
Tabla 6. Expectativa de vida y estrategias de afrontamiento.

Metacategorías. Subcategorías. Definición. Temas.


1. Contar con la compañía
Aquí se estudian las estrategias empleadas por de familiares o amigos en
cada participante para hacer frente a la el lugar de llegada.
situación de desplazamiento, la importancia 2. La adquisición de
del otro (amigos – familiares) en los procesos conocimientos y el
de afrontamiento en el lugar de llegada. El convertir lo traumático
El Resignificar la experiencia o la capacidad de en un motivo de
Expectativa de resiliencia: convertir lo traumático en un superación como
desplazamiento vida y motivo de superación. Por último, la estrategia para
desde lo estrategias de adquisición de conocimientos como estrategia posicionarse en el nuevo
afrontamiento. para posicionarse en el nuevo contexto. contexto.
subjetivo. También se presentan los cambios que tiene 3. Construcción de
lugar en la proyección de vida en un nuevo Proyecto de vida: -
contexto, remitiendo a dos posiciones: la posicionamiento de vida
construcción de proyecto de vida personal y la personal. –
construcción de proyecto de vida en función posicionamiento de vida
del bienestar de los hijos. en función del bienestar
de los hijos.

Fuente: Elaboración propia.

A continuación se describen y discuten los hallazgos más relevantes de la presente

investigación, siguiendo el orden propuesto en las tablas 2 a 6 en las cuales se presentan las

dimensiones y sus diversos componentes.

4.1 La experiencia de desplazarse.

En esta metacategoría se presentan las temáticas en las que los participantes dieron a conocer

su experiencia de desplazamiento forzado. En esta metacategoría se desarrollan dos subcategorías;

la primera de ellas remite a una dimensión de tiempo con relación a las condiciones de vida de

cada participante en un antes, un durante y un después de ser desplazado. La siguiente subcategoría

tiene que ver con las dinámicas que existen dentro de esta problemática, sus causas y actores

involucrados en ellas; por último, se aborda la dimensión de consecuencias que el desplazarse ha

ocasionado en cada uno de los participantes en los diferentes aspectos de su vida.

92
El antes, durante y el después.

Se ha reconocido que el desplazamiento forzado es un fenómeno que ha afectado de manera

desproporcional a las poblaciones campesinas, indígenas y mayormente a las comunidades afro.

Durante el desarrollo de este trabajo investigativo fue posible acercarse a las experiencias de

desplazamiento de cinco personas provenientes de la región Pacifico y a través de su discurso

trazar una línea de tiempo que permitió establecer tres aspectos en los que se evidencian a primera

vista las problemáticas a las que se enfrentan quienes son desplazados.

La huida: una necesidad de protección o de cambio frente al no querer partir.

Ante un contexto invadido por extraños, que imponen la violencia y el terror como parte

de una nueva realidad en la que las tradiciones propias del lugar son desplazadas y reemplazadas

por prácticas que van en la vía contraria de las creencias y valores de las comunidades; la dinámica

del terror se convierte en un aliado principal. En últimas, quienes deciden huir lo hacen bajo la

necesidad de cuidar de sí y de los suyos, en últimas el dejar el territorio es conservar la vida a

cambio de pérdidas significativas de lo que culturalmente los representa como comunidad afro y

campesina. Villa (2006) habla del desplazamiento forzado como un hecho que: “se inscribe en las

respuestas de huida: es una forma de evitar un peligro real o latente; se huye para salvar la

vida.”(p.23)

El estar expuesto constantemente a situaciones de violencia como amenazas, asesinatos de

miembros de la comunidad, amigos o del núcleo familiar, las torturas, la persecución, la extorsión,

el secuestro, el reclutamiento forzado, los abusos sexuales, entre otros; son el cúmulo de

situaciones que obligan a desplazarse y que hacen parte de la narrativa que describe y explica la

experiencia de desplazamiento forzado.

93
En el relato de la participante PF30-3, (2018) se registran elementos que dan cuenta de las

situaciones descriptas:

“como había visto tanta masacre en los pueblos los Jeepetos (Jeep) no estaban
entrando, entonces todo el mundo con maletas con cosas afuera esperando que
pasaran los Jeepetos para irse y no había transporte, entonces nosotros caminamos
bastante, no me acuerdo hasta dónde llegamos, pero nosotros caminamos bastante
en busca de salir de allá no queríamos quedarnos pero ni un segundo allá” (PF30-3,
2018)

“La imposibilidad de habitar con seguridad sus territorios y la huida forzada significan,

además de un traslado, un desarraigo que rompe los vínculos y relaciones que son fuente de su

identidad” (CNMH, 2013, p.281). El tener que huir se inscribe en un estado de ambivalencia en

el que las personas se debaten entre la necesidad de protegerse y el querer proteger a los suyos,

entre el dejar la estabilidad de una vida construida y el sumergirse en la incertidumbre de lo que

le depara el nuevo contexto. Quienes se han desplazado separados de su núcleo familiar,

experimentan un incremento en la sensación de angustia y temor ante el riesgo que acecha a los

suyos y la posibilidad de que estos terminen pagando por su huida, el no tener conocimiento de lo

que les puede llegar a pasar ante su ausencia.

El participante PM29-5, (2018), en su relato deja en evidencia la angustia que se

experimenta frente a esta situación: “salir de esa forma y saber que uno deja a su familia por allá,

a los suyos temiendo de que de pronto a ellos les pueda pasar algo eso es muy complicado.”(PM29-

5, 2018)

Cuando la amenaza o persecución es sobre un miembro particular de la familia, los esfuerzos por

salvaguardar la vida se dirigen hacia quien corre peligro en el momento; la solidaridad y el

94
acompañamiento característico de la población entra en marcha, de modo que no solo la familia

se expone, sino que también sus amigos y vecinos se unen en esa búsqueda de salvar la vida.

“allá transportan el plátano en canoa, unos amigos junto con dos de mis hermanos
me ayudaron y me tocó salir escondido en una canoa tapandome con los plátanos
para que no me vieran, ya cuando salí de mi pueblo tome un carro rumbo hacia a
Cali.” (PM29-5, 2018)

El desplazamiento forzado de las poblaciones del Pacifico, que en un primer momento se

desplazan hacia los pueblos cercanos (cabeceras municipales) y en el caso en el que el primer

lugar de llegada no satisface esa necesidad de seguridad y bienestar, el desplazamiento a ciudades

intermedias o hacia las principales ciudades capitales, se ha establecido como la principal tipología

de desplazamiento forzado interno, conocido como “desplazamiento intrarregional” o “migración

a corta distancia” (Villa, 2006). Esto se presenta en ocasiones a través de “éxodos masivos de

comunidades enteras frente a situaciones en las que se evidencia situaciones de extrema violencia

como tomas de pueblos, combates de alta intensidad o masacres; también tiene lugar lo que se ha

conocido como desplazamiento individual o “gota a gota”, que se produce de manera silencia, su

impacto sobre el contexto de llegada es bajo y casi imperceptible, se puede decir que es un éxodo

silencioso” (Villa, 2006, p.17).

Hay casos en los que no solo la violencia detona la huida del territorio, las condiciones de

pobreza extrema en la que viven comunidades afros e indígenas en algunos territorios del Pacifico,

son condiciones que se suman a las situaciones de vulnerabilidad y violencia. “La gran mayoría

de la población afrocolombiana se encuentra marginada de los beneficios del desarrollo, con un

bajo nivel de vida, expresado en términos de pobreza, inequidad, violencia, discriminación,

debilidad de su capital humano y fragmentación del tejido social” (Conpes 3169 de 2002). Lo

95
anteriormente descrito no se aleja mucho de la realidad actual, y pese a los esfuerzos del Estado

colombiano en la búsqueda de mejoras en las condiciones de vida de esta población, aún se

evidencia situaciones precarias y de extrema pobreza, en las que la población está expuesta a una

constante vulnerabilidad y marginalidad; a ello, la violencia armada se agrega a sus escenarios de

pobreza y miseria dejando como opción última el huir del territorio.

“ allá no pasaba nada pero sin embargo yo tenía en la mente que tenía que llegar a
ser profesional y que lo que quería era avanzar y quería avanzar en algo, para poder
avanzar en algo lamentablemente uno tiene que salir no, y pues también por la
cuestión de la violencia,” (PF48-1, 2018)

Ahora bien, el panorama frente a las posibilidades de conseguir una estabilidad económica

y unas condiciones de vida digna, se nublan ante la necesidad de huir a nuevos contexto en los que

las condiciones de extrema pobreza se agudizan y la inestabilidad y vulnerabilidad se apropian de

la nueva realidad del desplazado.

Interrupción en la estabilidad.

La violencia generada por el conflicto armado y a su vez la problemática de

desplazamiento forzado que se ha vivido en territorios como el Pacifico colombiano, se han

instaurado como un fenómeno que irrumpe en los estilos de vida de las comunidades que ocupan

este territorio, que altera significativa sus estilos de vida y significación del espacio que habitan.

“Los escenarios de violencia en el campo colombiano, prolongados a lo largo del tiempo, generan

la afectación de las formas de vida campesina y de las prácticas tradicionales y ancestrales del uso

de la tierra.” (CNMH, 2015, p.226)

96
Ruscheinsky y Baltazar (2013) refieren que frente a un panorama de despojo y

acumulación de tierra, que impacta de forma negativa a la población en cuestión, genera un

detrimento en su bienestar y en sus condiciones de vida. A través de los relatos de los participantes

se puede evidenciar como la violencia y el desplazamiento forzado modifica los estilos de vida

que han logrado constituir y que en últimas se ven obligados a dejar.

Quienes habitan la región del Pacífico en especial las comunidades afro, desarrollan sus

actividades en ecosistemas característicos de la región; tienen prácticas culturales propias de los

pueblos ancestrales de África, que se expresan en la música, las celebraciones religiosas y la

comida (PNUD, 2011). Teniendo en cuenta que estas poblaciones han logrado establecerse pese a

las condiciones del territorio, logrando desarrollar estrategias para subsistir y enfrentarse ante las

demandas de su territorio; el tener que dejar su tierra bajo circunstancias que no permiten

garantizar unas condiciones de vida medianamente equiparables con la que están siendo obligados

a dejar, representa un cambio abrupto en su realidad que los deja en condiciones de extrema

vulnerabilidad. Se instauran en una nueva realidad que se constituye en la incertidumbre y la

pérdida de un estilo de vida que han logrado conseguir y que les provee la estabilidad necesaria

para desarrollarse.

“fue una situación muy difícil uno tener que salir de su pueblo donde tenía todo, tener
que dejar mi negocio y empezar de cero, tener que llegar acá sin trabajo, con
necesidades y sin oportunidades de nada para uno era muy difícil” (PM29-5, 2018)

En la huida se deja atrás no solo una porción de tierra conquistada, se dejan atrás

costumbres, tradiciones, amigos y familias que se escapan en esa huida presurosa. La llegada de

la violencia a los territorios representa la pérdida de un estilo de vida, de costumbres y de la paz

en sí misma.

97
“teníamos una vida tranquila. Eh, yo iba al río a lavar, o sea nosotros vivíamos chévere
con los amigos hacíamos comidita, las comitivas que uno les llama. Esa era una vida muy
tranquila, muy en paz; no se veía violencia, uno no veía casos así que mataron a alguien
o cosas así, hasta ese día que pasó eso lo de la violencia”. (PF30-3, 2018)

CNMH, (2013) “El desplazamiento forzado es, por tanto, un evento complejo que altera

significativamente la existencia y los proyectos de vida de cada uno de los miembros de una

familia. Es una experiencia que implica varias y simultáneas pérdidas y transformaciones: pérdidas

económicas y de bienes, de lugares y de relaciones sociales y afectivas.” (p.296). Frente a la

situación de desplazamiento forzado y su irrupción en la estabilidad del cotidiano de estas

comunidades, se puede hablar de un hecho perturbador que destruye cualquier relación o estilo de

vida que las víctimas logren establecerse. Ante la nueva realidad que espera al desplazado, se

instaura en la incertidumbre, el divagar constante, nuevas condiciones de pobreza, situaciones de

exclusión marcadas que dan lugar a la añoranza de lo perdido.

El desafío de instaurarse en nuevos contextos: Nuevos pobres.

En esa huida repentina, en la que el tiempo juega en contra y los miedos se acrecientan,

donde sólo puedes llevarte lo que el afán y la angustia te permiten coger; no importa el tamaño de

la maleta, la tula o bolsa, está siempre será insuficiente para recoger todo aquello que se deja al

partir. Ese correr en medio del ruido que suele hacer la muerte cuando se aproxima, ese ruido que

paraliza, entorpece y destroza la tranquilidad de los campos; esa huida llena de incertidumbre que

no permite esclarecer lo que te esperará al llegar, donde los caminos ya conocidos parecen ajenos

y transitarlos se hace difícil. Atrás se deja la vida, se dejan amigos, amores, risas y cantos; se

empaca la memoria en las maletas.

98
El llegar a un nuevo lugar se convierte para quienes han sido desplazados en una nueva

carrera por la vida, representa el desafío de encontrar un lugar en un mundo desconocido.

“Los relatos que estas personas realizan , dejan ver por un lado el dolor y el

sufrimiento por lo que se ha dejado y por otro un miedo preponderante: el miedo a

enfrentar ese mundo desconocido, al que se llega no sólo en una situación de absoluto

despojo sino, la mayoría de las veces, sin ningún conocimiento.” (Villa, 2006, p.30)

PM29-2 (2018) en su relato permite dar cuenta de las implicaciones que representa el llegar

a un nuevo contexto, esto en relación a lo que se ha expuesto frente a las implicaciones y retos que

ello representa en la realidad que enfrentan las victimas de desplazamiento forzado.

“ fue muy duro porque pues venía de un trauma de una violencia que se vive allá que
me golpeó mucho, la verdad me golpeó mucho y llego acá que era también una de
las ciudades catalogada como una de las ciudades más peligrosa de Colombia y
llegando a los dos días si mal no recuerdo dos o tres días, bandas ya criminales que
hay por robarle a un señor hicieron disparos entonces eso me llenó más de miedo, de
no salir me queda ahí frustrado en la casa” (PM29-2, 2018)

El ubicarse en un nuevo contexto implica sortear los desafíos y nuevos peligros que hacen

parte de él; situaciones como el cambio abrupto de lugares de residencia, así como los cambios

frente a los hábitos de alimentación, lenguajes y oficios, se muestran amenazantes para los recién

llegados. En palabras de Villa, (2006) cuando los desplazados llegan a nuevos contextos, esto se

presenta como un desafío en el que quienes logran tener un conocimiento básico de la ciudad, que

aprenden a orientarse en ella y enfrentar los peligros propios del lugar, ésta se convierte en una

conquista significativa; y por el contrario quienes no logran este aprestamiento, la sensación de

estancamiento y de no pertenencia es cada vez mayor y este miedo persiste (p.30).

99
En sus relatos los participantes hicieron evidente situaciones que van ligadas a las

exigencias y condiciones que el nuevo contexto impone a quienes han sido desplazados.

Situaciones de discriminación por la condición de desplazado, por aspectos étnico-culturales y

territoriales, hacen parte de la realidad a la que algunos se ven enfrentados. “Cali es una ciudad

racista, una ciudad que cuando uno es del campo siempre está tildado como el campesino, las

ciudades para las personas Afro desplazados y sobretodo niñas es muy violenta, o sea uno tiene

que estar, si en el campo hay que defenderse, aquí tiene que estar defendiéndose más” (PF48-1,

2018). En estos nuevos contextos la lucha por obtener un lugar en la sociedad, que les permita ser

reconocidos como ciudadanos investidos de derechos y merecedores de un trato digno hace parte

de las exigencias que el desplazado le hace al nuevo contexto. En el caso de los desplazados afros,

estas exigencias se suman a la lucha histórica que ha acompañado a esta población violentada y

discriminada desde épocas inmemoriales.

Los nuevos contextos suponen una configuración de grupos poblacionales hondamente

vulnerables y excluidos de los recursos de la democracia y de la ciudadanía; puesto que las

personas, al ser obligadas a dejar sus territorios se enfrentan a una situación que no sólo destruyen

sus redes sociales, sino que también altera los roles familiares, produciendo un fuerte desarraigo

frente al proyecto original de vida, lo que, a su vez, conlleva a la pérdida de capital humano,

condición de inserción social. De manera que estas personas se ven obligadas a insertarse en

dinámicas en las que sus precarias condiciones económicas los impulsan a contextos de pobreza,

desigualdad, exclusión y discriminación (Fleury, 2007, como se citó en en Ruscheinsky y

Baltazar, 2013 .p164)

Por otra parte, el ocupar territorios altamente valorados, no significa que en ellos existan

condiciones de vida acorde a las posibilidades de desarrollo que existan en él; el desarrollo

100
económico que se produce en estos sectores benefician en gran parte a quienes llegan a explotar

sus recursos. Villa, (2006) Afirma que “aunque muchos de los lugares de expulsión de la población

son territorios con un alto valor económico y estratégico, la mayoría de estas personas provienen

de una situación en la que predomina la exclusión, la pobreza y en muchos casos la miseria, en

otras palabras, una vivencia de no ciudadanía y de estar al margen de la nación” (p. 29). Lo anterior

no se aleja de la situación de la población afro y frente a ello, Rodríguez, Alfonso y Cavelier,

(2009), afirma que “el desplazamiento forzado y la pérdida de los territorios ancestrales

ocasionados por la violencia de los actores armados ilegales o por las mismas condiciones sociales

y económicas, ubican a estas poblaciones en contextos que menoscaban su identidad cultural,

acentúan su situación de inequidad, marginalidad y por ende de violación a sus derechos

individuales, económicos, sociales, culturales y colectivos.”. (p.219)

Ejemplo de lo anterior es lo que la participante PF24-4 (2018) dice frente a su condición

económica antes de desplazarse: “bien o mal nosotros lo teníamos todo, en medio de nuestra

pobreza éramos ricos teníamos su siembra, sus gallinas y contábamos con nuestros vecinos y

amigos cuando la cosa se ponía dura” (PF24-4, 2018)

Como si el trauma que produce el abandonar el territorio y todo lo concerniente a la vida

en este no fuera suficiente, la incertidumbre ante el nuevo contexto, la discriminación y

estigmatización por parte de la sociedad engrosan la lista de causantes de afectaciones psicológicas

a las que el desplazado se ve expuesto. El sentirse constantemente ajeno al nuevo contexto, no

encontrar aspectos que permitan cohesionar en la nueva cultura es en ocasiones razones que saltan

a la vista ante la situación que algunos desplazados viven. Frente a esto Rodríguez, Alfonso, y

Cavelier, (2009) afirman que “Al trauma propio de la crisis del desplazamiento, se agrega la

101
incertidumbre de tener que desenvolverse en un medio social, espacial y cultural distinto del que

ha sido habitual para la mayoría y que generalmente les rechaza por su origen racial.” (p.219).

“o sea que si el maltrato en el campo era como un maltrato físico uno llega acá y ya
empieza como un maltrato psicológico y de lucha, día a día con ese maltrato
psicológico a pesar de que la gente dice que Cali no es racista, ” (PF48-1, 2018).

La población desplazada que proviene de zonas rurales y culturales diversas, encuentra en

riesgo su rol como ciudadanos en el entorno de las grandes ciudades; les representa un desafío

económico, social, cultural y político de proporciones significativas. Rodríguez, Alfonso, y

Cavelier., (2009). Frente a esto Bello, (2000) expone que ante el nuevo contexto, el desplazado se

enfrenta ante exigencias que para él son desconocidas hasta el momento; los oficios aprendidos y

desempeñados poco o nada sirven en este nuevo contexto. “En el nuevo lugar los hábitos, las

costumbres y hasta las creencias entran en conflicto.” (Bello, 2000. p. 116).

Huir supone no solo pérdidas económicas y subjetivas, representa enfrentar exigencias

nuevas que en la mayoría de los casos modifican los roles familiares y expone condiciones de

pobreza no contempladas; el sustento ya no está al alcance, el proveedor se ha ido, ahora el valerse

por sí mismo es la nueva demanda para los más pequeños de la familia; las actividades

tradicionales son reemplazadas por nuevos oficios ante la necesidad de sobrevivencia. “uno allá

en el pueblo sabe que está el río, sabe que… yo sabía que mi papá se iba y cuando llegaba a la

casa traía la comida, que ahumábamos, que hacíamos de todo, en cambio acá era diferente, había

que ir al granero, había que (breve silencio) mi mamá tenía que irse, cuando vivíamos allá, ella

nunca se iba porque siempre estaba en la casa. Entonces fue un cambio, para nosotros fue un

cambio pero que lo asumimos…o sea la parte económica era que siempre nos cargaba así de un

lado pa´ otro.” (PF30-3,2018).

102
Dinámicas de desplazamiento: Actores y causas.

En esta subcategoría, se exponen los elementos que a través de la narrativa de sus vivencias

los participantes permitieron situar los aspectos correspondientes a las dinámicas de

desplazamiento a las que debieron enfrentarse; al igual que se estudia la participación de diversos

actores armados en dicha problemática y las estrategias que han implementado. Se estudia la

injerencia del estado frente a la problemática de desplazamiento forzado, en temas de atención,

protección y presencia en el territorio, en relación con la vivencia de cada participante

El terror como estrategia: La población inmersa en un conflicto ajeno.

Cuando se piensa en el conflicto armado y en el desplazamiento forzado, no se alcanza a

dimensionar la magnitud de la situación que por años ha devastado a la sociedad colombiana, en

especial a quienes viven fuera del alcance del Estado. No se puede simplemente cuantificar una

situación que ha trascendido en la degradación y violación de los derechos del ser humano, en la

que el miedo y la intimidación de la población a través de la violencia ha sido parte de su eje

central; el miedo ha sido el arma que ha producido para estos actores logros en su guerra. Para

Delumeau y Mannoni (1989a;1984b; como se citó en Villa, 2006) “El miedo juega un papel central

en los éxodos, independiente de la forma que estos tomen; se trata de un sentimiento que se genera

ante la percepción de un peligro real, supuesto o anticipado y que motiva respuestas diferentes, ya

sea de aquietamiento, acción o huida.” (p.22).

Villa (2006) afirma que al hablar de desplazamiento forzado en Colombia este remite

directamente al uso de estrategias de terror que son empleadas de manera indiferenciada por parte

de actores armados para expulsar a la población y controlar territorios estratégicos: masacres,

persecución y asesinatos selectivos de personas acusadas de ser auxiliadores de la guerrilla o de

los paramilitares, tomas armadas de pequeñas poblaciones, retenes y control de acceso a víveres,

103
prohibición de la circulación y de la práctica de determinadas actividades económicas o ejercicios

profesionales, reclutamiento forzado de hombres y jóvenes para los diversos ejércitos, violación

de mujeres, entre otros (p.16). A su vez, el CNMH, (2015) señala que los múltiples ataques a los

que se enfrentan las poblaciones, especialmente comunidades campesinas, indígenas y afro,

lograran saturar los espacios de la vida individual y colectiva obligando a cientos de miles de

personas, familias, o comunidades enteras, a desplazarse como única forma para proteger sus vidas

y la de sus familiares, generando en todos ellos experiencias traumáticas de abandono de la tierra

y sus territorios ancestrales (p443).

“Crear un espacio de la muerte donde esta sea sentida y presentida no sólo como hecho

fisiológico sino como hecho social, es una de las principales estrategias de una cultura del terror”

(Taussing, 2002 como se citó en Jaramillo, Villa y Sánchez, 2004). En su relato la participante

PF30-3 (2018) da cuenta de cómo los actores armados irrumpen en los territorios intimidando a

los pobladores, asesinando a quienes ellos consideran simpatizantes del Otro “el enemigo”,

traidores de “la lucha del pueblo”. Una estrategia que emplea el daño físico y psicológico como

medio para conseguir el sometimiento del pueblo.

“no era tan habitual que entrarán carros a esa hora de la noche, todo mundo se alarmó.
Cuando se escucharon primero disparos que mataron a un señor; ese mismo día ellos
venían haciendo como una masacre, ellos primero estuvieron en Aguas Clara, allá
mataron hicieron un alboroto horrible, en Aribi, en Llano Bajo, también estuvieron
en Guaimia, cuando llegaron a Llano Bajo donde yo estaba, ellos entraron en una
camioneta, entraron y mataron a un señor, después de que mataron a ese señor se
fueron a la casa del que era el promotor de salud y ese señor estaba acostado con su
mujer lo sacaron de la casa y ellos le empezaron a dar cuchillo, le decían que hablara
y entonces él les decía “yo no sé nada” o sea así “no me mete, no me mate que yo no
sé nada” y bueno así paso,” (PF30-3,2018).

104
En esas luchas por el poder y la conquista de los territorios, los actores violentos despojan

no solo lo material a los pobladores, los despojan de su condición de ser humano, de sus derechos,

sus tradiciones y costumbres. Las nuevas fronteras creadas por los violentos modifican la vida en

el territorio; las paredes de las casas son los carteles del terror, cada uno deja su advertencia, su

marca que le dice al otro “aquí estuve”. En esa necesidad imperante de que mi enemigo se entere

de mi existencia, el matar no basta, el convertir el agua en sangre y los peces en troncos humanos

flotantes no es suficiente para quienes están sedientos de poder.

Qué sentido tiene ejecutar de manera sistemática a la población civil, bien, Jaramillo, Villa

y Sánchez (2004) explican que: “Crear un espacio de la muerte donde esta sea sentida y presentida

no sólo como hecho fisiológico sino como hecho social, es una de las principales estrategias de

una cultura del terror, en la que el sentido y el propósito de las masacres es generar en la población

civil “un terror paralizante duradero” que garantice el sometimiento de las mismas.” (p.49)

“para mí fue más traumático cuando yo salí de mi casa y vi el montón de sangre y al


señor ahí tirado con una sábana encima eso me pareció (silencio prolongado) porque
yo lo conocía a él, era como el médico de allá del pueblito, entonces para mí fue muy
traumático eso, pero pues no me afecto así los nervio como a mi mamá.” (PF30-3,
2018)

En el fragmento anterior, la participante PF30-3 (2018) da cuenta de lo que Jaramillo, Villa

y Sánchez (2004) refieren frente a la muerte; y es que además de ser la principal vía de

confrontación del enemigo, es una estrategia comunicativa del terror. “Lo que se transmite con un

asesinato a los demás, a los que están alrededor, a los familiares y vecinos, a los que miran a través

de las puertas y ventanas o de la pantalla del televisor, es su proximidad. Lo que le podría pasar

también a ellos.” (p.50).

105
“se formó una balacera entre guerrilla y el Estado, entonces debido a eso le cayó un
impacto de bala a él y fue a morir en el hospital San Andres de Tumaco, a raíz de eso
pues me dio miedo quedarme en la ciudad de Tumaco. Después de eso, vi como
mataban a dos pelaos del barrio y eso me generó más miedo, me daba miedo que me
mataran, no se podía salir tranquilo como antes,” (PM29-2, 2018)

Al igual que la PF30-3 (2018), el participante PM29-2 (2018) en su relato deja en evidencia

el impacto que la muerte de los otros deja en quienes presencian estos actos. La muerte adquiere

el rostro de los amigos, familiares y vecinos; el mensaje fue dado y a los pobladores no les queda

otra opción que escuchar. El estrés, la angustia, el temor e impotencia reinan en los sentimientos

de quienes escuchan y ven la sevicia con la que matan y torturan a sus allegados; la muerte llega a

al territorio como un vecino más.

Con la llegada del terror a los territorios, la vida de sus habitantes se ve forzada al

sometimiento de quienes dicen tener el control del sector, de quienes se autodenominan los dueños

de la zona, quienes controlan. Rodríguez, Alfonso, y Cavelier, (2009) hablan del control territorial

como un evento que llega a imponer modificaciones en la movilidad en la temporalidad

dificultando la realización de actividades que tienen tiempos particulares marcados en los

calendarios y en el conocimiento que da la interacción de las comunidades con el medio natural.

La hospitalidad con el foráneo un rasgo característico de la cultura de las comunidades del

pacifico que les ha costado su territorio e incluso la vida; cuando la violencia se inserta en estos

territorios, el brindar ayuda o negarse al desconocido es exponer la vida; ese ayudar espontáneo

que no da lugar a preguntas que revelen la identidad del visitante, esa escasa posibilidad de

identificar y diferenciar a los grupos armados ante su similitud en sus discursos, acciones y

prácticas da lugar a que quienes brinden cualquier atención sean reconocidos como simpatizante

del bando contrario sin tener la menor idea.

106
“Cuando llegaron los soldados al pueblo uno no hablaba normalmente con ellos, solo
lo necesario como le digo, entonces por lo general los grupos son celosos y entonces
como ellos siempre tienen su informante en los pueblos, entonces te veían hablando
normal o diciendo buenos días a los soldados y ya lo tildaban de sapo a uno; entonces
cuando los soldados se fueron regresó la guerrilla al pueblo, y me amenazaron me
tildaron de informante de los soldados.” (PM29-5, 2018)

En su relato PM29-5 (2018) deja en evidencia la situación descrita anteriormente, la

amenaza se convierte en la antesala del desplazamiento y en la peor de las situaciones la muerte

misma. De acuerdo con Villa (2006) otro de los factores que se ha identificado como una de los

mayores motivadores del desplazamiento forzado, tiene que ver con lo que en términos generales

se denominan “amenazas”; al estudiar detalladamente la situación de desplazamiento de las

comunidades afro, campesinas e indígenas se observa que parte de las amenazas están relacionadas

con proceso de identidades atribuidas por parte de los actores armados, en las que son calificadas

de simpatizantes o colaboradoras del enemigo, ya sea guerrilla, paramilitares o el mismo ejército.

Todo comenzó, porque yo tenía un esposo que iba a prestar servicio militar y se dieron
de cuenta (la guerrilla) que él iba a prestar servicio y fueron a amenazarme, que ellos
no querían gente para el Estado, que ellos querían gente para las FARC y pues como
no cedimos a lo que ellos querían comenzaron a matarnos gallinas y les colocaban
cruces como amenazándonos y nosotros como creemos mucho en la brujería, porque
usted sabe que uno cree mucho en la brujería, eh pensamos que era brujería que nos
estaban haciendo. (PF24-4, 2018)

Hay quienes son objeto de amenazas por elegir la legalidad, entre ser parte de la guerrilla,

de los paramilitares y las fuerzas militares no hay diferencia entre el ser objeto de amenazas, tal

parece que cualquier rumbo les llevará al mismo destino. En el caso de PF24-4 (2018), al igual

que PM29-5 (2018), las amenazas llegaron por no simpatizar con el grupo que dominaba en el

momento. Para ambos el desplazarse fue la respuesta ante las amenazas, la angustia y la muerte.

107
En medio del conflicto armado, la población civil ha quedado en medio de una guerra en

la que no tiene arte ni parte, una guerra en la que han sido utilizados como medio para transmitir

su mensaje de horror, los ha expuesto y convertido en escudo de quienes se han armado hasta los

dientes. No hay preguntas respecto al lugar que les han obligado a ocupar, sin mediar palabras han

irrumpido en sus territorios y los han despojado de todo; sus vidas, su paz, sus tradiciones, sus

risas y sueños, los han obligado a vivir una guerra que no les pertenece.

La violencia y el abandono del Estado, factores que interactúan: La lucha por la conquista

del territorio, el reclutamiento forzado y los diversos actores.

Al pensar en lo que el conflicto armado ha dejado a su paso, la cantidad de poblaciones que

han sido desplazadas y despojadas de sus tierras en medio de la guerra; la situación remite a

cuestiones que evidencian una problemática en la que interactúan diversos actores e intereses

legales e ilegales. El esfuerzo y empeño que el Estado colombiano ha puesto para atender las

problemáticas emergentes del conflicto, en especial el desplazamiento forzado, no ha logrado

salirle al paso a la guerra. A estas problemáticas emergentes se les ha sumado una deuda histórica

con la sociedad y en especial con las poblaciones campesinas, afros e indígenas que siguen a la

espera de ser saldadas.

La lucha de diferentes actores armados por controlar los territorios, las poblaciones y los

recursos naturales en las que han impuesto medidas como la prohibición de salir del lugar, el

control sobre el ingreso de otras personas o instituciones externas, la vigilancia sobre el

abastecimiento de alimentos y la siembra de minas antipersona que rodean las localidades;

situaciones que también son agravadas con la presencia de las fuerzas militares colombianas que

bajo la consigna de recuperar el territorio y el control de ciertas zonas ocupadas por grupos armado,

especialmente guerrilleros, contribuyen a la situación de desplazamiento o en algunos casos de

108
confinamiento a través de acciones militares. Zuluaga (2004 como se citó en Villa, 2006)

argumenta que:

La confrontación entre diversos grupos armados por el dominio de territorios


estratégicos, el narcotráfico, el desarrollo de proyectos macroeconómicos, la
debilidad del Estado colombiano para proteger a su población, entre otras, se ubican
como parte del contexto explicativo. Esto quiere decir que si bien es cierto los grupos
armados (paramilitares, guerrilla y fuerzas armadas) son los que aparecen en primer
renglón como autores del desplazamiento forzado en Colombia, es necesario
interpretarlos en el contexto de una guerra que conjuga todos estos factores, que tiene
particularidades regionales y también dimensiones internacionales y en el que el
desplazamiento forzado, más que su efecto, es parte constitutiva de sus estrategias y
dinámicas. (p.16).

El participante PM29-5 (2018), en su relato cuenta como en su territorio tuvo lugar la lucha

por este y como la existencia de diferentes actores sometieron a la población a coexistir en una

triada de actores armados en la que todos tipo de decisión o acción los deja expuestos al peligro.

Entonces allá llegaron los paramilitares, en ese momento llegó una ola de violencia
muy grande porque ellos llegaron a mandar al pueblo, no les importaba nada, ya lo
de uno en pocas palabras no era de uno, cuando ellos se fueron ahí llegó la guerrilla
al pueblo y ahí se fue empeorando todo, porque como era una zona de narcotráfico
entonces empezó la lucha por territorio, se empezaron a dar los enfrentamientos.
Entonces en esa época uno no se metía con nadie, uno no hablaba con esa gente solo
lo necesario. (PM29-5, 2018)

Como puede notarse, las poblaciones se enfrentan a micro desplazamientos dentro del

mismo territorio, la llegada de actores armados representa una reconfiguración del espacio y de las

prácticas tradicionales del territorio; “ya lo de uno en pocas palabras no era de uno”, sus parcelas

son ahora utilizadas para otro tipo de actividades a las que no pueden negarse, por ello factores

109
como la siembra de cultivos ilícitos, despacho y comercialización de mercancías se instauran

como parte de las nuevas dinámicas impuesta en el territorio.

“La disputa territorial entre diversos actores e intereses ha transformado progresivamente

asentamientos ancestrales de la población afrocolombiana.” (Rodríguez, Alfonso, y Cavelier,

2009, p.86). Las múltiples afectaciones que ha dejado el conflicto armado entre la población civil,

la percepción de incertidumbre económica y la inseguridad, son componentes que se agregan a sus

condiciones de pobreza y miseria y a la falta de inversión social por parte del Estado, y que a su

vez contribuyen al desplazamiento de estas poblaciones.

La participante PF48-1 (2018), habla de la no existencia del Estado y la no existencia de

posibilidades de una vida estable a la que se suma la ausencia del protector y proveedor en el

núcleo familiar.

“allá el Estado nunca llego, allá nunca hacían escuela, allá solamente habían los negros
y los libres. No había opción de vida y ya sin la figura paterna ya uno no (breve
silencio) no había vida, entonces una vez fue una tía y le dije pues que yo quería salir
de ahí, en el transcurso de todos esos problemas, de todas esas dificultades sin opción
de vida, eh cada que la gente se reunía a veces habían macheteados, había mucha
violencia y entonces yo me vine, fue una tía y a los 10 años me trajo para acá ( la
ciudad de Cali), o sea de ¡guatemala a guatepeor!” (PF48-1, 2018)

Las evidentes condiciones de pobreza, precariedad y violencia armada, amenazan cualquier

posibilidad de construir un proyecto de vida en sus territorios. Se suma a esta problemática otra

estrategia de guerra generalizada, el reclutamiento forzado de pobladores es una de las estrategias

que más genera temor y desplazamiento después de las masacres, despojos y amenazas. De acuerdo

con el CNMH (2013) “El reclutamiento ilícito hace parte de la trama de violencia generada por los

actores del conflicto armado e incluye la participación de los menores de edad en actividades

110
bélicas o militares, el apoyo táctico a combatientes y el aporte a la satisfacción de necesidades

primarias de los combatientes, como alimentación, enfermería y limpieza.” (p.86)

“Me desplacé porque la guerrilla me quería reclutar, entonces mis padres se enteraron
y por eso me desplace del pueblo en el que nací a Barbacoas. Una vez llegó un
conocido de mis tíos que era guerrillero y les dijo que a mí me querían reclutar, o sea
otra vez me andaban queriendo llevar. Resulta que la guerrilla para reclutar se iba a
los sitios en los que uno mantenía, te ofrecían trago, resulta que eso era un “resórbete”
es una bebida con la que te envolvían y te sacaban para llevarte al monte, cuando la
gente reaccionaba ya estaba en la guerrilla, así se llevaron a varios, incluyendo niños.
Allá desde los diez años usted era candidato para la guerrilla o para cualquier grupo”
(PM29-2, 2018).

En el relato de PM29-2 (2018), se evidencian aspectos relacionados con la dinámica con la

que algunos grupos suelen reclutar a los pobladores, los rangos de edad en la que son reclutados y

la forma en la que lo hacen. Esto permite contextualizar la problemática en la que la proximidad

del conflicto armado en el territorio donde niños, niñas y adolescentes habitan es una de las

características principales. Expuestos a ser reclutados y convertidos en mano de obra barata para

las actividades económicas de los grupos armados como la minería ilegal y el narcotráfico; quienes

se niegan al reclutamiento forzado de estos grupos, son convertidos en objetivo militar y ante la

amenaza que representa negarse a la vinculación o al reclutamiento forzado se ven obligados

abandonar sus tierras. Ir en contra del designio impuesto por los grupos representa el tener que

dejar sus territorios como estrategia de protección; dejar sus estilos de vida y embarcarse en la

incertidumbre es la nueva vida.

El Estado como agente protector: Programas de atención y posibilidades de retorno.

El desplazamiento forzado en Colombia fue reconocido como problemática en el año 1995,

a partir de ese momento el Estado colombiano inició un proceso de reconocimiento del problema

111
de desplazamiento y la necesidad de atenderlo. Con la creación de la ley de desplazamiento se

marca el inicio de una larga búsqueda de acciones políticas que dieran lugar al objetivo de mitigar

el fenómeno creciente del desplazamiento y la atención de las necesidades de las poblaciones

afectadas por el mismo. Pese a los avances, la problemática ha continuado en ascenso y las

necesidades de las víctimas del desplazamiento, en especial de la población afro siguen a la espera

de una atención integral que dé respuesta a sus situaciones de vulnerabilidad y pobreza en la que

el desplazamiento forzado les ha sumido.

De acuerdo con Ruscheinsky, & Baltazar (2013) los procesos de atención y protección

social son definidos como una herramienta que se basa en dos principios fundamentales: primero

responde a problemáticas socialmente relevantes, que exigen una atención de primera mano; y que

segundo, radica en la legitimación y reproducción del orden político o de la gestión del Estado

como el espacio de contacto entre las autoridades y los excluidos por medio de las políticas

públicas. En este sentido, el Estado Colombiano a través de los programas de atención hace

presencia ante la población víctima del conflicto armado y desplazada.

Entre los servicios que estos programas ofrecen a la población como parte de la atención

integral, se encuentra la asistencia legal, refugio, atención médica y psicológica para las víctimas,

así como el establecimiento de una ruta para la atención.

Los participantes PM29-2 (2018), PF24-4 (2018) y PM29-5 (2018) en sus relatos dan

cuenta de los beneficios adquiridos a través de los programas de atención integral que el Estado

tiene a disposición de la población víctima del conflicto armado y del desplazamiento forzado;

atención psicológica, posibilidades de culminar los estudios, asistencia económica y asesoría, son

algunas de las ayudas que estos recibieron. Es de reconocer que dicha atención busca en la medida

112
de lo posible atender la situación de precariedad, vulnerabilidad y pobreza en la que las poblaciones

en condición de desplazamiento se encuentran.

“llegue allá a la oficina de desplazamiento que hay acá en Cali y pues decidí declarar
esto mismo que te estoy contando, bueno pues declarar esos hechos que han
ocurrido en mi vida entonces quede como desplazado. Ya luego pues, gracias al
apoyo de la Unidad, le fui haciendo; yo recibí por tres años subsidio como desplaza
eso correspondía a vivienda, educación, alimentación y transporte, también tenía
atención psicosocial que fue buena y me ayudó a manejar un poco el temor que
tenía.” (PM29-2, 2018)

Con respecto a la atención dispuesta a la población afro, el Estado colombiano ha

desarrollado todo un marco normativo para la atención a víctimas del conflicto armado y

desplazamiento. Las leyes contemplan la asistencia legal, refugio, atención médica y psicológica

para las víctimas, así como el establecimiento de una ruta para la atención desde un enfoque

diferencial, en el que se tienen en cuenta las características étnico-culturales y geográficas de la

población. A través de la ley 1448 de 2011, mediante la cual se dictan medidas de atención,

asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras

disposiciones, el gobierno ha diseñado el programa de atención Psicosocial y salud integral a

víctimas (PAPSIVI). El Estado ha buscado dar cumplimiento a las observaciones y exigencias de

la Corte Constitucional frente a la atención con enfoque diferencial a las comunidades afro

contempladas en el Auto 005 de 2009.

“nos dieron una carta cheque para buscar arriendo y el Estado se hacía cargo de
pagar el arriendo, de amueblarlo, mejor dicho de todo; pero pues nosotros sufrimos
de asma y el mucho frío nos hacía daño, no podíamos quedarnos allá porque
realmente estábamos súper mal. Entonces decidimos venirnos a la ciudad de Cali”
(PF24-4, 2018)

113
El recibir atención por parte del Estado en el primer sitio de llegada, no garantiza que las

víctimas logren ubicarse en el nuevo contexto; aspectos como el cambio de clima, pasar de un

ambiente cálido a uno frío suele ser razones para continuar en la movilidad hasta dar con un

ambiente que se asemeje al territorio de origen. Situaciones como estas dan cuenta de algunas

falencias en materia de atención.

En esa búsqueda constante de un marco normativo que abarque todos los aspectos en

materia de atención y reparación de la población afectada por el desplazamiento forzado, la

restitución de tierras y el retorno de las poblaciones desplazadas a sus lugares de origen, que ha

sido uno de los asuntos relevantes en este proceso, al que se le ha sumado el acuerdo de paz, que

igualmente tiene como fin principal el resarcir a las víctimas en todos los aspectos, física y

psicológicamente con el fin de mejorar sus condiciones socioeconómicas para una vida más digna.

Sin embargo, en la práctica aún existen barreras para acceder a la oferta consagrada en la

Ley por factores como: el desconocimiento de los derechos, normatividad y oferta institucional;

un personal poca cualificado para dicho servicio y la respuesta tardía de las instituciones frente a

las necesidades de la población, una asistencia que no es oportuna. Hay quienes afirman que la

ausencia de una atención real desde un diferencial a los pueblos indígenas y a las comunidades

negras devela que aún hay mucho por hacer en materia de atención y reparación

(Rodríguez, Alfonso, y Cavelier, 2009). Por su parte, Ruscheinsky, y Baltazar (2013) resaltan

que el Estado colombiano ha incurrido en contradicciones, que se evidencian en los compromisos

políticos y en la fragilidad que caracteriza la atención del gobierno nacional a la población

desplazada.

114
La persistencia del conflicto armado en los territorios ancestrales que habitan los

afrocolombianos, pese a los acuerdos y procesos normativos, no ha permitido el retorno de esta

población a sus territorios y por el contrario ha dado lugar a que la problemática de desplazamiento

se siga acrecentando. Las formas del desplazamiento y del despojo, los actores involucrados y las

motivaciones e intereses, han comenzado lentamente a ser develadas, y aunque “existe una política

pública encargada de adelantar procesos de atención y reparación a las víctimas en la que se incluye

la restitución de parte de las tierras y predios despojados y el retorno voluntario acompañado, aún

no se resuelve de manera contundente la tragedia del desplazamiento forzado”. (Fundación Paz y

Reconciliación, [PARES], 2018, p. 22)

“en este momento mi tierra natal está en conflicto, por lo que ya no hay quien controle la
zona porque el gobierno se ha alejado de estas zonas apartadas de las ciudades, entonces
pues obviamente hay mucha disidencia entonces ha sido un poco difícil. Yo intente volver
hace tres años pero como hay disidencia está muy inseguro, entonces ya no se podía andar
solo tocaba andar acompañado con lo gente que ya estuviera allá, entonces no he decidido
volver nuevamente, sería muy bonito regresar y estar con su familia, en su tierra pero bueno
qué más se puede hacer.”(PM29-2, 2018)

En el relato de PM29-2 (2018), la persistencia de la ausencia y falta de control del Estado

en la región Pacifico, sigue propiciando las acciones violentas que impiden el retorno de sus

poblaciones desplazadas. Para PARES (2018) la incapacidad del Estado colombiano de proveer

soluciones duraderas a millones de personas se convierte en uno de los mayores retos que se

enfrentarán en materia de desplazamiento forzado, dado que las actuales políticas de retornos

voluntarios, integración local y reubicaciones, no han colmado las expectativas de las víctimas, ni

de las poblaciones de acogida.

115
“Si por nosotros fuera nosotros estaríamos en nuestra tierra, con nuestra gente, nuestra
vida, con todo lo que éramos, pero pues no podemos estar allá en el pueblo por temor,
porque hay personas que si ya se han salido de los grupos pero hay gente que todavía
están ahí y pues mi hermano ya está grande, tiene veintiún años y que nos vayan a
querer llevarse a mi hermano como para la guerrilla u otro grupo o todo eso, nos da
miedo” (PF24-4, 2018)

El miedo persiste ante la ausencia de garantías de retorno, no hay quien garantice la no

repetición; la impunidad sigue reinando, las balas siguen siendo parte de la lluvia que golpea al

pacifico, la tierra sigue siendo arrebatada; siguen arrebatando vidas, sueños, esperanzas, siguen

robando la paz de nuestros territorios. Ante la coexistencia de la corrupción política, el desarrollo

económico de particulares y el narcotráfico como actividad financiera, no es posible hablar de

garantías y difícilmente se retorna.

Con un territorio al que se le siguen negando la posibilidad de crecer y superar la miseria

histórica que lo ha caracterizado, el volver ya no es opción; ahora quien se ha visto obligado a

desplazarse ve la posibilidad de retornar de manera diferenciada. PM29-5 (2018), afirma que

regresar a su pueblo natal lo hará de forma eventual “de visita” y esto se debe en primer lugar, a

los cambios que asumió con su partida, su proyecto de vida ya no se ajusta a su territorio, ahora

tiene una mejor oportunidad. La guerra no se siente tan cerca, y es que los enfrentamientos entre

actores armados persisten, y tras la desmovilización de las FARC la lucha por ocupar el espacio

que estos han dejado “vacío” hace parte de las nuevas luchas, la percepción de que la guerra es

algo que difícilmente te puede alcanzar de nuevo es trascendental en la decisión de retornar, “uno

acá no anda con la guerra tan cerca, acá si usted no anda en torcidos ni se entera, allá no, allá la

cosa es con todos con el que es y con el que no es.” (PM29-5, 2018)

116
4.2 El desplazamiento desde lo subjetivo.

En esta metacategoría se agrupan las subcategorías que están relacionadas con los aspectos

subjetivos de la experiencia de desplazamiento, por ello la primera temática tiene que ver con lo

subjetivo desde lo individual, lo familiar y lo colectivo; continuando con la temática del territorio

más allá de lo físico, en el que se aborda el territorio desde lo simbólico. En tercer lugar se expone

la temática que corresponde a las estrategias de afrontamiento, en la que se presentan las estrategias

a las que llegan los participante para hacer frente a la situaciones vividas y al hecho de instaurarse

en un nuevo contexto; la construcción de proyecto de vida concebido desde los cambios

experimentados en el desplazamiento forzado.

Bello (2000) propone que el desplazamiento significa:

“la ruptura de todas las redes en las que la familia se ha conformado y mantenido, la
destrucción de los proyectos individuales, familiares y sociales y en consecuencia un
atentado a la integridad física y emocional de los afectados.” (p.20)

Afectaciones: Lo individual, Lo familiar, Lo colectivo.

Si bien, la problemática de desplazamiento forzado impacta fuertemente en aspectos físicos

a quienes lo viven, no se puede pasar por alto la dimensión subjetiva que atañe dicha experiencia

y que a su vez marca el futuro de quienes han debido marcharse. Se debe tener en cuenta que las

afectaciones se producen en tres dimensiones, las cuales remiten a las afectaciones que tienen lugar

en el plano individual, en lo familiar y colectivo. Bello et. al. (2004) afirman que: las personas

en situación de desplazamiento, ya sea individual, familiar o colectivo, se ven obligadas a perder

y abandonar no sólo pertenencias y propiedades (territorios geográficos), sino relaciones y afectos

construidos históricamente con el entorno, expresados en las maneras propias de vivir y sentir la

región, y con los vecinos y familiares (territorios de vida). (p.1) Por ello en el desarrollo de esta

117
subcategoría se presentarán los hallazgos en concordancia con la teoría referente a la problemática

estudiada.

Una nueva realidad: La inestabilidad, la incertidumbre y el miedo instaurados como parte

del cotidiano.

Cuando se piensa en las implicaciones y demandas que tiene llegar a un nuevo contexto,

este siempre supone un cambio para quien es foráneo, demandas que se hacen llevaderas bajo unas

condiciones mínimas que garanticen el cubrimiento de las necesidades básicas, alimentación, techo

y un ingreso económico fijo. Pero ante una salida abrupta y una llegada fortuita a un contexto

desconocido, despojado de cualquier posibilidad que facilite la instalación en este, sin quien lo

reciba en algunos casos y con la angustia, miedo y desespero empacadas en su maleta; con la

incertidumbre como guía, esto supone para el desplazado estados de intensificación de los

sentimientos producidos por la huida.

De acuerdo con Villa (2006) “la incertidumbre nace de la toma de conciencia sobre la

discontinuidad entre el presente y el futuro; de la imposibilidad de prever, desde lo familiar,

cotidiano y conocido, lo que puede ser el mañana. No sólo entonces incertidumbre sobre el futuro,

también sobre el hoy y el ayer; el trayecto y el proyecto de la vida requieren ser resignificados”

(p.36). Por su parte, Zamora (2012) señala que a “la vivencia de la pérdida y su carácter simbólico

se suma un estado permanente de incertidumbre y amenaza a la seguridad. Lo contrario de la

seguridad es el miedo y desde aquí puede suponerse la simultaneidad de miedos ante la carencia

de los mínimos vitales”. (p.77)

Con relación a los hallazgos que remiten a la situación de inestabilidad e incertidumbre, se

evidenció que una característica central tiene que ver con la posibilidad de ubicarse laboralmente.

118
El adquirir un oficio remunerado que permita brindar la estabilidad económica a la familia se

convierte en un desafío, que al no ser alcanzado obliga a la movilidad constante. En el relato de la

participante PF30-3 (2018), situaciones como el no contar con un empleo estable obligaron en un

primer lugar a instaurar en la dinámica del “rebusque”; se agudizó su situación de pobreza, se

hicieron visibles las desigualdades y diferencias sociales marcadas por las condiciones de pobreza

extrema. Por último, cabe mencionar que durante la entrevista, la participante señala que en

repetidas ocasiones se movieron de los lugares que escogieron de destino.

“pasamos muchas necesidades porque mi mamá en Buenaventura nunca consiguió


empleo, nunca, ella más fácil se le daba aquí en las casas de familia, entonces cuando
vimos que empezamos a pasar mucho trabajo allá mi mamá empezó a vender cosas así
con carreta en la calle, a vender limón, que cebolla que no sé qué. Pero no, nunca se
pudo establecer así que volvimos aquí a Cali y así estuvimos hasta que yo ya cogí
marido”. (PF30-3, 2018)

Para las comunidades afro, esa incertidumbre se acrecienta ante un panorama social,

espacial y cultural que difiere del conocido y que en la mayoría de los casos se enfrentan a

situaciones discriminatorias por su condición económica y su origen étnico. No obstante y pese a

la incertidumbre que embarga al desplazado frente a lo que significa sobrevivir económicamente,

se evidencia que las personas en ese divagar constante manifiestan que de alguna forma la

solidaridad de la familia y conocidos, la caridad del nativo, la posibilidad de rebusque da lugar a

alguna forma de continuidad vislumbrada en un futuro con posibilidades diferentes.

Las comunidades afro, al igual que las comunidades campesinas e indígenas que habitan

en el Pacifico colombiano, se caracterizan por desempeñarse en tareas que se relacionan con lo

que el territorio ofrece; la pesca, la agricultura, la caza de animales no domesticados y la

elaboración de artículos artesanales, son actividades que en contexto urbanos no encuentran salida

119
y obligan a los desplazados a desempeñarse en oficios domésticos en el caso de las mujeres y

niñas, y en los hombres el panorama suele ser más complicado, ya que estos difícilmente logran

dar con una oportunidad laboral.

PF48-1(2018) en su relato da cuenta de la situación en la que gran parte de los desplazados

llegan a los nuevos sitios; con niveles de escolaridad bajos, desprotegidos y sin los conocimientos

necesarios para instaurarse en el nuevo contexto.

“llegue aquí y como toda persona, toda niña que traían del campo que no sabía leer, no
tenía otra opción de vida; me metieron a trabajar a una casa de familia, ahí cuidaba niños
Entonces pues seguí aquí, seguí trabajando, iba y venía…cuidaba niños, los iba a recoger,
eh no me pagaban, se supone que tenían que dejarme estudiar, no me dejaban estudiar y
el maltrato psicológico, de hecho había una señora que cuando se enojaba conmigo me
decía “bien hecho que te mataron a tu papá, bien hecho que te mataron a tu papá” o sea,
son cosas como que, como que calan no.” (PF48-1, 2018)

Otro elemento que emerge es la empleabilidad de menores en oficios domésticos; la

participante durante la entrevista dio a conocer que durante el tiempo que laboró en oficios

domésticos estuvo expuesta a maltratos verbales, que psicológicamente le afectaba; lo que trae a

colación la revictimización a la que se ven expuestos constantemente los desplazado, situaciones

como el no reconocimiento monetario de su trabajo, el negarle la posibilidad de educación hacen

parte de las constantes violaciones de derechos que sufren contantemente.

Si bien, el desplazamiento forzado se enmarca en la ruptura de la continuidad entre pasado-

presente-futuro, en dicha ruptura se sitúan la mayoría de los miedos sociales que nos caracterizan;

para el caso de la población desplazada estos miedos se convierten en parte fundamental de su

cotidiano. Lo anterior, se enmarca desde Villa (2006) en la conciencia frente a la pérdida de control

sobre la vida, que se explica en un pasado en el que la decisión de huir no fue voluntaria y en un

120
presente en el que sobrevivir, depende por poco en su totalidad de las ayudas de otros y no del

propio auto-sostenimiento, en suma, un presente marcado por la exclusión, el no reconocimiento

y la no autodeterminación”. (p.36)

El territorio del Pacifico es una zona en la que conflicto armado se ha desbordado en

acciones violentas contra la población, ha sido escenario de las masacres más sanguinarias, de

tomas violentas, bombardeos, violaciones sexuales, despojos y desplazamientos forzados, etc. Esta

situaciones que han vivenciado las comunidades el miedo se convierte en el motor principal de la

huida, la necesidad de conservar la vida bajo el costo que sea necesario. Es de tener en cuenta, que

el miedo además de ser un mecanismo de respuesta que se activa ante la amenaza latente, también

se ha constituido como herramienta fundamental del accionar de los actores armados, y de acuerdo

con Villa (2006) es necesario entender que en esas dos dimensiones entre la respuesta a una

amenaza y la estrategia de terror; “en el contexto del desplazamiento forzado es necesario entender

que el miedo es parte constitutiva de las estrategias de terror empleados por los grupos armados

para el control de la población. El miedo no sólo se siente, se usa como mecanismo de poder y

subyugación de la población” (p. 23). Por su parte, Pecaut (1999) afirma que:

“Lo que les queda en común a los desplazados es el miedo y las imágenes del terror
que transportan con ellos. Un miedo y un terror que, aun cuando se ubiquen en otro
sitio, no los abandona. Porque la desconfianza subsiste hasta en las ciudades.” (p.26)

Frente al miedo, se evidencia que en el caso del participante PM29-2 (2018), la sanción de

persecución, angustia y temor a ser asesinado es un elemento que al momento de llegar a la ciudad

fue persistente en su cotidianidad, “salía y yo sentía que todo el mundo me iba era agarrar, que me

iban a matar, entonces pues tenía ese presentimiento” (PM29-2, 2018). Este tipo de situaciones

son acompañadas de sensaciones de frustración e impotencia ante el vivir con el temor latente;

121
modifican la capacidad de socialización con el centro. El temor de ser encontrado, hace que el no

salir, el desconfiar de todo y de todos, el aislamiento se convierta en un medio de protección.

Lo anterior, remite a una cuestión que tiene que ver con la “terminación del miedo”, resulta

abrumador para quienes han vivido el desplazamiento forzado encontrarse con suposiciones que

atribuyen al hecho de llegar a un nuevo contextos su vivencia se fragmente en un pasado que ya

no existe; pero el instalarse en un nuevo lugar no supone que el miedo que se vive al ser desplazado

haya desaparecido con la huida, por el contrario este se acrecienta ante la incertidumbre de lo

desconocido. Se podría hablar de un miedo que se transforma y se adapta ante las nuevas amenazas

que se perciben o que dan a la remembranza de lo ocurrido. Nos encontramos frente a un miedo

que es compañero de viaje, un viaje que constituye un largo peregrinaje por hacerse nuevamente

a un lugar en la sociedad.

A través de su relato PM29-2 (2018), permite vislumbrar los elementos asociados a la

permanencia del miedo, un miedo que frente a un contexto que cuenta con peligros semejantes a

los vivenciados en un primer momento, se agudiza y se instala en el cotidiano.

“Viera que yo aun ando con mucho cuidado, yo de noche no ando en la calle, a las
10 de la noche yo ya estoy en mi casa, me produce una sensación terrible la idea de
andar tarde de la noche en la calle. Viera que cuando inicie a trabajar yo salía tarde,
pero bien tarde y me quedaba en el trabajo pensando en cómo hacer para llegar a mi
casa (risas).” (PM29-2, 2018)

De acuerdo a lo expuesto por Jaramillo, Villa y Sánchez (2004) “El desplazamiento

forzado tiene un impacto directo en la reconfiguración de las redes sociales al determinar un juego

permanente entre la confianza y la desconfianza como formas de relación.” (p.120). Con relación

a lo anterior, en el discurso de los participantes afloran constantemente elementos relacionados

122
con la angustia, temor y desconfianza ante el nuevo contexto. El temor latente que deja el

desplazamiento se refleja en el temor generalizado frente al tener que salir a las calles. PM29-5

(2018), afirma haber quedo con temor luego de ser desplazado, reiterando que lo vivido fue una

situación difícil “uno queda con temor de salir a la calle, uno queda con mucho temor, es que fue

una situación muy difícil, a mí me daba miedo salir,”

Por otra parte, Luhmann (1996 como se citó en Jaramillo, Villa y Sánchez, 2004) reconoce

que un efecto del miedo es la desconfianza, seguido de la separación, la erosión de los lazos

sociales. A su vez, la confianza se relaciona con la expectativa de que el otro actuará de acuerdo a

lo que de él se conoce; por el contrario la desconfianza se constituye sobre la base de la

incertidumbre con respecto al comportamiento del otro. (p.116). En la ciudad, el miedo se concreta

en los peligros que se perciben en esta, la existencia de pandillas y bandas organizadas se

convierten en el principio de amenazas.

Para PF24-4 (2018) el aprender a convivir con aquello que amenaza hace parte del

reconocimiento del peligro como parte de la realidad en la que está inmersa. El convivir con un

miedo que se hace manejable frente al que se produce en los territorios en los que la vida pende

de un hilo.

“Uno aprende a vivir con el temor, uno se vive enfrentando a él. Es que uno en su
costa al menos conoce quien es quien, acá cuando uno sale y que lo roban, que lo
mataron o que lo hallaron, en fin, mucho temor pero una aprende.” (PF24-4, 2018)

Los cambios abruptos que se producen en el desplazamiento, traen consigo un estado de

inestabilidad que ocasiona la desintegración de familias y cambios en la concepción del mundo;

además, esta se encuentra íntimamente relacionada con las condiciones de pobreza que afloran y

se agudizan en la ciudad, seguido de una profunda desconfianza e inseguridad ante lo desconocido.

123
Esta irrupción en la vida cotidiana se encuentra vinculada a las nuevas condiciones de vida que el

contexto ofrece.

El sanar en nuevos contextos: el convivir con el dolor que deja la pérdida como una forma

de responder a situaciones adversas.

El desplazamiento forzado ha implicado para las comunidades campesinas, indígenas y en

especial la comunidad afro, desprenderse de forma abrupta de su identidad, costumbres, formas

de trabajo, hogares y seres queridos; para situarse en nuevos contextos en los que continuamente

son excluidos. Bello et. al. (2004) afirman que:

“las personas en situación de desplazamiento, ya sea individual, familiar o colectivo,


se ven obligadas a perder y abandonar no sólo pertenencias y propiedades (territorios
geográficos), sino relaciones y afectos construidos históricamente con el entorno,
expresados en las maneras propias de vivir y sentir la región, y con los vecinos y
familiares (territorios de vida).” (p.1).

Partiendo del hecho que las pérdidas que supone el desplazamiento forzado van más allá

de lo material; se entiende que en la huida tienen lugar múltiples pérdidas de objetos, personas,

tradiciones, costumbres y estilos de vida que suponen un impacto a nivel psicológico y social.

En este orden de ideas, al pensar en la huida y en las pérdidas que estas representan para

las comunidades afro del Pacifico, nos remite a: la importancia que tiene lo colectivo en el trámite

de experiencias de pérdidas, la comunidad se sitúa como medio de apoyo frente a dichas

situaciones; la solidaridad, familiaridad y hermandad siempre están a disposición de quien lo

necesite. Las costumbres y prácticas en un marco colectivo e individual que dan lugar a procesos

de identificación y cohesión; la pérdida de las costumbre sitúa al desplazado en una constante

añoranza por lo vivido antes de huir.

124
Freud (1981 como se citó en Díaz, Molina y Marín 2015) sitúa el concepto de duelo como:

“El duelo, entendido como la respuesta ante la pérdida de lo amado o lo valorado, lo


que implica un trabajo psíquico del afectado, quien se debate entre la negación y la
aceptación de la pérdida y avanza, poco a poco, en el camino de renunciar a lo perdido
y a reconstruir la vida sin ello La pérdida en sí, supone entonces el inicio de un
proceso de duelo. (p. 67)

Por su parte, Atxotegui (2000) propone que “el duelo es un proceso de reorganización en

la personalidad situado en la pérdida de algo significativo para el sujeto; y en el caso de la

migración, este estaría relacionado con la reelaboración de los vínculos que la persona ha

establecido con el país de origen, los cuales se constituyen en las primeras etapas de la vida y que

son fundamental en la estructuración de la personalidad” (p.14). De igual manera, el autor añade

que el duelo como proceso de reorganización, “es un proceso natural y frecuente en la vida psíquica

de todo ser humano, por ello, todo cambio remite a una parte de duelo en el que se adquieren

nuevas cosas y se pierde otras con las que nos hemos vinculado afectivamente”; desde este punto,

la elaboración del duelo se constituye como parte esencial de los procesos adaptativos y

constitutivos de la realidad (Atxotegui, 2000, p. 15).

Atxotegui (2000), afirma que en la migración se produce un proceso de duelo frente a lo

que se deja atrás; por ello, plantea un conjunto de siete duelos que se producen en la migración: 1.

Tiene que ver con el duelo que se produce frente al hecho de dejar la familia y amigos, lo cual

produce ondas repercusiones en lo psicológico. 2. El duelo por la lengua, ante la adquisición de

una nueva. 3. duelo por la cultura, que se sitúa en las diferencias marcadas ante la propia. 4. el

duelo por la tierra, lo cual remite a las representaciones simbólicas y los vínculos afectivos que

hay entorno al lugar de origen. 5. El duelo por el estatus social, se relaciona a la pérdida de las

condiciones de vida que se tenían previo a la migración. 6. Duelo por contacto con el grupo étnico,

125
ante las características propias que nos identifican y nos hacen sentir parte de un grupo social con

el que se comparten los rasgos característicos. 7. Duelo por los riesgos físicos, este remite a la

pérdida de seguridad frente a el nuevo contexto y su la sensación de graves peligros al acecho.

(p.16).

Lo anterior, puede asociarse al proceso que afrontan las comunidades afro frente a la huida,

agregándole a dicho proceso las condiciones traumáticas en las que esta se presenta y acrecienta

los dolores del alma y dificultan la elaboración frente a las múltiples pérdidas.

En el relato de la PF48-1 (2018), expone lo que ha representado la pérdida de su padre a

causa de la violencia, afloran elementos que dan cuenta de la afectación que la pérdida supone

desde un plano que se inserta en lo subjetivo en correlación con hacer visible aquello que ha sido

afectado, y a su vez modificando la percepción que se tiene de la vida. Igualmente, la importancia

que supone para el trámite de la pérdida el estar fuera del lugar origen se hace notorio; la pérdida

de su padre ha supuesto la reconfiguración de sí misma.

“cuando uno pierde la parte de protección, la parte paterna, la parte que te da la


seguridad y de la forma en que lo perdí, es pues… eso marca para toda la vida, que
uno sigue luchando y uno todos los días se levanta, pero eso es algo que se te queda
en la cabeza y que no te sale nunca, porque han pasado muchísimos años y todavía
lo vivo como (breve silencio) todos los días me levanto y pienso en eso como si lo
estuviera viviendo en ese momento, ya la mente se queda allá, se queda estancada
allá, para siempre o sea, no voy a decir que porque … o sea el cuerpo cambia, pero
lo que uno lleva adentro eso no cambia, para mí no hay otra opción,” (PF48-1, 2018)

Como parte de la comprensión de la construcción social que ha tenido lugar en las

comunidades afro con relación a los procesos de duelo, es importante tener en cuenta que frente a

la muerte y el rito de transición o pasaje este se constituyen en actos individuales y colectivos que

126
deben cumplir devotamente ciertas reglas que socialmente se han constituido y que se caracterizan

por su nivel de expresividad, de repetición, simbología bajo una determinada religión en la que se

participa la colectivamente.

En concordancia con lo expuesto, la participante PF48-1 (2018) hace un proceso

comparativo de lo que son los rituales de velación y entierro. En dicho proceso, resalta en un

primer momento la importancia que tiene para la comunidad afro acompañar al muerto y a sus

dolientes en este ritual. Se puede resaltar que este proceso más que un acompañamiento al difunto,

es en realidad una muestra de solidaridad y empatía con el doliente. El hecho mismo de hacer el

ataúd, devela el nivel de colectividad que existe en estas comunidades; el dolor se comparte y se

ayuda a llevar.

“cuando una persona muere todo lo que tiene que ver, lo que está alrededor, de que le
cantan, le acompañan toda la noche, que se le reza, de que se hace como una minga
para enterrarlo, o sea como que todos se unen alrededor de ese difunto porque de hecho
allá no es como acá que se compra el ataúd, allá se hace … acá que la gente se muere
y son pocos los que acompañen y los que acompañan a las 10 de la noche 11 de la
noche ya se están yendo para sus casas y el muerto queda solo, en el campo el muerto
nunca queda solo, desde que se muere hasta que lo entierran siempre está acompañado
” (PF48-1, 2018)

En un segundo punto, se refiere al mismo proceso pero ya fuera de su cultura, lo cual

describe como un hecho que le ha marcado mucho. En esa búsqueda de cohesión en el nuevo

contexto, elementos como la unidad y la solidaridad expresada a través del acompañamiento en

situaciones difíciles es de suma importancia para quienes se han constituido en un entorno de

colectividad. Esto permite develar las implicaciones que tiene para las comunidades afros frente

al sanar en nuevo contextos.

127
“entonces para mí ha sido muy duro ir como a los entierros porque a la media noche
ya la gente como que voy un ratico y me voy y queda ese ataúd ahí solo, o sea como
algo que no vale la pena acompañar, entonces todo eso como que marca, allá te cantan
y te rezan toda la noche, si sos adulto, acá no te cantan, te rezan si es que son todavía
católicos si no pertenecen a otra iglesia, entonces eso me ha marcado mucho” (PF48-
1, 2018).

Finalmente, cierra haciendo énfasis en las diferencias culturales que esto le ha permitido

reconocer; diferencias que para ella están muy marcadas y han representado un desafío instaurarse

en este nuevo contexto.

“o sea toda esa parte cultural es muy diferente acá, o sea uno allá siente la vida, acá
no se siente la vida, uno allá siente la unidad acá no se siente la unidad, a pesar de
que en el campo a veces hay violencia, eh la gente está ahí alrededor para apoyarte,
acá te roban, te matan, te hacen cualquier cosa mala y es como la noticia del momento
y ya luego paso porque ya luego viene otra cosa, o sea quedas ahí como con tu dolor,
con tu sin sabor, como con tu inseguridad mientras que allá no, la misma gente se
encarga de que eso malo que te paso vaya sanando por el apoyo que te dan,” (PF48-
1, 2018)

Para dar cierre al tema de la pérdida y las posibilidades de sanar en nuevos contextos, cabe

notar que al remitirnos a estos procesos en los que entran en juego los aspectos étnico-culturales

ante el nuevo contexto. La imposibilidad de continuar con los rituales, costumbres, prácticas

tradicionales, etc., que hacen parte de los factores estructurarte en la construcción de cada sujeto,

supone una condición de vulnerabilidad ante las nuevas circunstancias que se les presenta, ya que

estas hacen parte de las herramientas adquiridas a través de la socialización en un contextos para

situarse en la realidad.

“uno allá podía ir a bañar a cualquier hora, uno podía disfrutar de la playa con la gente
y claro en cambio una acá no se siente como con esa libertad de decir yo me voy a ir a

128
bañar al río voy a irme a la playa,… entonces pa´ uno dejar eso es algo muy difícil;
también en la alimentación, uno acostumbrado comer su pescado, digamos, uno allá
por ejemplo en el desayuno se comía comida pesada, como pescado, te hacen tapao,
pero cuando yo me viene acá al principio no comía nada de eso, entonces esas cosas
me hacían falta.”(PM29-5,2018.)

En el relato de PM29-5 (2018), emergen elementos relacionados a la añoranza frente a la

pérdida de prácticas típicas de su cultura relacionadas con la alimentación y actividades de

socialización y recreación, refiriéndose a ello como una falta de libertad ante el nuevo contexto.

Reconfiguración del núcleo familiar y las costumbres.

El núcleo familiar es el segundo aspecto mayormente afectado en el desplazamiento, esto

ante los cambios que la huida supone; ya sea individual, familiar o colectivamente que se produzca

el desplazamiento esté siempre supone alteraciones en la composición del núcleo familiar. En la

mayoría de los casos o se desplaza un miembro del núcleo o lo hace el resto del grupo ante la

muerte o desaparición de uno de los miembro de la familia.

Ante la situación de desplazamiento forzado de las comunidades afro y el impacto que esta

supone a la unidad familiar, se develan aspectos que interactúan como: cambio de roles debido a

la muerte o desaparición del miembro proveedor del grupo, o en su defecto por condiciones

laborales; la inestabilidad económica, ante la falta de oportunidades laborales, el cuidado y crianza

de los hijos frente a la necesidad de sobrevivir. En últimas, se encuentra la desintegración del

núcleo familiar durante la huida, esto debido a que en algunos casos el desplazamiento se da de

manera desintegrada.

Es necesario precisar que las comunidades afro se caracterizan por conformar grupos

familiares numerosos, con roles definidos en el que el hombre es el que provee y la mujer se

129
encarga del cuidado del hogar; igualmente el establecimiento de vínculos parentales con vecinos

del sector, basados en el apoyo de la crianza y cuidado de los hijos. Entre sus prácticas y rituales

característicos está la celebración de la llegada de un nuevo miembro de la familia, la transmisión

del conocimiento a través de la enseñanza guiada por los más viejos de la comunidad y el depender

en gran medida de los recursos que el territorio provee para el sustento.

En algunos casos, el desplazamiento forzado de todo el núcleo familiar supone el

enfrentamiento de cambios en los roles y los procesos de socialización e identidad del grupo; esto

ante las urgencias de las necesidades económicas, quien logra conseguir un trabajo estable pasa a

ocupar el lugar de proveedor (Bello, 2000). Ante la ocupación de la mujer como cabeza del hogar,

se ve obligada a asumir el sustento del hogar y crianza de sus hijos al mismo tiempo, lo cual supone

un cambio radical en su cotidianidad.

“llegamos a Buenaventura, llegamos a Buenaventura y en Buenaventura estuvimos


un tiempo y luego nos vinimos para acá para Cali. Pues mi mamá empezó a trabajar
o sea se desbarató todo porque mi mamá y mi papá siempre estaban juntos, pero
después de eso ellos, el uno cogió a trabajar una cosa el otro también, se separaron
en ese transcurso. Entonces como vivíamos no más las dos, mi padrastro también se
vino, pero hubo un momento en que ellos se separaron ahí después del
desplazamiento entonces nos quedamos las dos solitas, ella me dejaba solita y se iba
a trabajar, yo estudiaba, me iba a estudiar llegaba a la casa, o sea me despacha
sola.”(PF30-3, 2018)

En el relato de PF30-3 (2018), se muestra como su familia se desintegra debido a las

necesidades económicas que no daban espera ante el nuevo contexto; ante la poca oportunidad

laboral su familia se vio en la necesidad de emprender la búsqueda de nuevas oportunidades, y en

esa búsqueda de oportunidades llegó la desintegración familiar. Su madre asumió la

130
responsabilidad total del hogar; el sustento y la crianza entraron en una lucha frente a la

priorización de las necesidades.

Ante la compleja situación que envuelve a las poblaciones víctimas del conflicto armado y

desplazamiento forzado, resulta difícil hablar de grupos familiares completos, ya que estas

problemáticas han dejado como resultado una constante reconfiguración del núcleo familiar; en

este orden gran parte de las familias desplazadas son familias incompletas que se han visto

obligadas a reconfigurarse ante las constantes pérdidas que ha ocasiona el desplazamiento.

Para PM29-5 (2018) al igual que la participante PF30-3 (2018), da cuenta de las

reconfiguración de su familia ante el desplazamiento, en su caso particular el al igual que otros

miembro de su familia han tenido que desplazarse de manera individual, instalándose en nuevos

contextos sin su grupo familiar. Refiere a cuestiones como el desarrollo nuevos estilos de vida que

distan del núcleo familiar.

“El momento también es duro porque digamos que cuando no está todo su núcleo
familiar, casi completo como el mío, sin sus familiares, es diferente cuando uno está
solo como disperso, o sea digamos que la familia como tal ya no comparte como
siempre uno ha venido acostumbrado a compartir, es difícil porque cada quien va
agarrando diferentes caminos; en esa época era muy duro porque uno no era
acostumbrado pues a estar lejos de mi mamá, mi papá, mis hermanos.” (PM29-5,2018)

La pérdida de un miembro del hogar y la ausencia de otros familiares supone siempre una

reconfiguración en el grupo familiar, esto frente a la búsqueda de estabilidad y mejora de las

condiciones de vida. El impacto que ocasiona la pérdida y los cambios abruptos que la acompañan,

generan en las personas afectadas situaciones de conflicto que suelen acrecentar o dar lugar a

nuevos conflictos de pareja, filiales, familiares y comunitarios, esto depende de la experiencia

131
particular y del significado de las pérdidas, de los recursos personales y de las posibilidades de

integración para cada uno. (CNMH, 2013)

“El día que mataron a mi papá fue una tragedia, nosotros nos quedamos ahí en el
caserío, nos quedamos con mi mamá, con una cantidad de problemas. Mi mamá se
volvió a organizar; y seguíamos ahí en el pueblo, tenía problemas con uno, tenía
problemas con otro.” (PF48-1, 2018)

Para PF48-1 (2018), la pérdida de su padre supuso el afrontamiento de nuevas

problemáticas y la exposición a constantes maltratos por parte de su grupo familiar y por habitantes

del territorio. Pese a que su madre se estableció nuevamente, esto no representó un cambio

favorable y como ella afirma el que alguien llegara a ocupar el lugar de su padre no le venía en

gracia. En esas reconfiguraciones se da paso a la vinculación de nuevos miembros al grupo familiar

sin que esto suponga en algunos casos un beneficio, por el contrario acrecienta los conflictos

existentes en el núcleo familiar. No se puede desconocer que la idea de familia que ha predominado

en la sociedad colombiana ha limitado la comprensión de la constitución y dinámicas de las

familias afro; lo que ha supuesto para estas, cambios y aceptaciones referentes a la constitución de

sus núcleos familiares.

El territorio y la cultura más allá de lo físico: entre la añoranza y la pérdida.

En esta subcategoría se abordan las temáticas emergentes con relación a los aspectos

étnicos-culturales de la población afro; conocer el lugar que la cultura en la interacción con nuevos

contextos, las estrategias empleadas para su conservación, las dinámicas de negociación para

incluirse en el nuevo contexto. Otro aspecto es la relación entre el territorio y los aspectos

culturales frente a los procesos de pérdida. Frente a la pérdida que produce el desplazamiento

forzado, no es correcto hablar del mismo desde una pérdida material o cuantificable; es algo que

132
trasciende y se relaciona entre lo objetivo y lo subjetivo que acompaña a cada ser. El CNMH

(2015) señala que “no se trata solo de una pérdida cuantitativa sino de la destrucción de los lazos

comunitarios, el rompimiento de relaciones familiares o vecinales, la instalación del miedo y la

desconfianza como formas de vida, así como también de la eliminación de organizaciones sociales

y políticas, antes predominantes en territorios esencialmente rurales, lo cual ha dado lugar al

arrasamiento.” (P.227)

Búsqueda de preservación de la cultura a través de diversas herramientas: trasmisión de

conocimiento, la oralidad, la música, etc.

Cuando se inició este trabajo de investigación una de las cuestiones apremiantes se

relacionaba con los aspectos étnico-culturales en relación con la inserción a nuevos contextos y

las exigencias que esto supone frente a las costumbres, prácticas, creencias y valores que

acompañan al desplazado.

Useche (2014) reconoce que en materia normativa “las comunidades afrodescendientes han

logrado el reconocimiento constitucional de sus derechos como grupo étnico; “a través del

Artículo Transitorio 55 de la Constitución de 1991, se produce el primer hecho histórico en

relación a la protección de la identidad cultural y los derechos de las comunidades negras, para el

fomento de su desarrollo económico y social” (p. 120). Sobre esta misma línea, tiene lugar la Ley

70 de 1993, la cual reglamenta el Artículo 55 y establece que el Estado estará en la obligación de

velar porque en el sistema nacional educativo se conozca y difunda el conocimiento sobre las

prácticas culturales propias de las comunidades y sus aportes a la historia y a la cultura colombiana,

a fin de que ofrezcan una información equitativa y formativa de las sociedades y culturas de estas

comunidades. Esto refiere que se apunta a una lectura descentralizada de las culturas

133
afrocolombianas, es decir abierta a la nación sin limitantes territoriales, étnicos y culturales.

(Useche, 2014)

Al situarse desde la problemática de desplazamiento forzado, las comunidades afro han

sido violentadas en todo los aspectos, y el esfuerzo puesto en la consecución de normativas que

les proteja no ha sido relevante frente a la violencia y vulnerabilidad a la que han sido expuestos.

El desplazamiento forzado interno y los diversos fenómenos que confluyen en el conflicto

armado que obligan a las comunidades a resistir su impacto desde el confinamiento o huida, afecta

significativamente sus referentes culturales, las formas de transmisión cultural, sus valores sociales

y culturales. Por ello, esto supone la búsqueda de estrategias que den lugar a la continuidad de los

elementos étnico-culturales que les caracteriza. De acuerdo con Rodríguez, Alfonso, y Cavelier

(2009) el instaurarse en nuevos contextos supone para los desplazados afro, la obligación de buscar

un nuevo significado a los elementos que lo identifican como pueblo sobre todo porque la ciudad,

y en general los cascos urbanos de las cabeceras municipales, representan los centros de

confluencia de la diversidad interétnica, los puntos de mayor concentración de la población.

(p.218)

El núcleo familiar resulta ser un factor fundamental, puesto que ayuda en la transmisión de

valores y conocimientos, acompaña en la realización de actividades y se convierte en un eje que

posibilita la creación de experiencias significativas en la construcción de sí.

Al indagar sobre las formas en las que se daba continuidad a los elementos étnico-culturales

en los nuevos contextos, se encontró que hay un esfuerzo por mantener las tradiciones mediante la

trasmisión de conocimiento a través de la narrativa que permite situar a las nuevas generaciones

en las tradiciones familiares. En este caso, las participantes PF24-4 (2018) y PF48-1(2018),

134
manifiestan que para ellas es importante que sus hijos conozcan los orígenes de su familia, el saber

de dónde se proviene es necesario para cuidar lo que aún se conserva en la memoria “en mi casa

mis hijos saben de dónde viene su familia, yo a ellos les enseñó mucho lo que es del pueblo y cosas

que tienen que ver con nosotros. Yo siempre les cuento como era el pueblo, que costumbres habían

allá y todo,” (PF24-4, 2018). De igual manera se busca acercar a las nuevas generaciones a la

cultura ancestral de su familia a través de la asistencia a eventos que exaltan la cultura a la cual se

pertenece.

El mantener estilos de alimentación que son fieles a las tradiciones del territorio, en primer

lugar se convierte en una forma de resistirse al cambio que ha supuesto la huida, y en segundo

lugar, se convierte en una forma de mantener viva las costumbres. “yo cuando merco la mitad de

mi mercado es del Pacifico (risas), la gallina ahumada, todas esas cosas y todo eso se le ha ido

inculcando a ella, la música también. Yo a mi hija siempre trate de inculcarle sus raíces, su comida

ella desde pequeñita, a ella le encanta su banano, a ella le encanta su papa china, ella come gallina

humada, sus raíces siempre se le han tratado de conservar así, o sea, ella siempre ha sabido su

mamá de dónde viene y para donde y sabe que no me avergüenzo del río ni de mi historia ni nada

de eso,” (PF48-1, 2018).

El mantener su identidad a través de rasgos característicos como la forma de vestir y

peinarse se convierte en una de las formas más contundentes de conservar sus costumbres y de

resistirse al cambio; por ello PF48-1 (2018) hace énfasis en lo importante que esto resulta para la

identidad étnico-cultural “En el Pacifico antes la mujer Afro, la mujer negra no se alisaba, entonces

yo a ella nunca le maltrate su pelo ni su identidad yo le hacía trenzas porque era lo que a mí me

hacía mi mamá cuando estaba pequeña y de hecho ella creció con eso y ella nunca se ha alisado”

(PF48-1, 2018)

135
En últimas, los grupos que se conforman en la ciudad con el fin de mantener, proteger y

transmitir la cultura hacen parte de ese compendio de estrategias de las que se valen algunos

desplazados para mantenerse unido a su cultura, PF48-1 (2018) resalta que desde muy niña acercó

a su hija a la cultura afro, lo cual ha permitido que su trabajo y esfuerzo por que sus raíces culturales

se mantenga se ven reflejados en la identidad que su hija ha constituido “cuando ella estaba

pequeña yo la tuve en un grupo de comunidades negras donde trabajamos lo que era la identidad

y la cultura” (PF48-1, 2018).

Entre el mestizaje cultural y la pérdida: la oportunidad de continuar con las costumbres

del territorio.

Entre la inserción y los intentos de estabilización en los contextos urbanos, los desplazados

se enfrentan con una serie de obstáculos y dificultades que profundizan y empeoran los daños

ocasionados por las causas que obligaron el desplazamiento y por el desplazamiento mismo. Bello

(2002) explica que el desplazamiento forzado ha supuesto la pérdida no sólo de bienes materiales,

sino que también trae consigo la pérdida de relaciones y afectos construidos históricamente con el

entorno, expresados en las maneras propias de vivir y sentir la región, y con los vecinos y

familiares. De acuerdo con esto, al llegar a un nuevo sitio las demandas de este no se hacen esperar,

sumándose a la carga que ya ha representado huida; se hace necesario entonces encontrar la manera

de ubicarse en el nuevo contexto, sin olvidar que este proceso trae consigo una serie de conflictos

entre las prácticas culturales propias y las nuevas que suponen un incremento en los sentimientos,

de angustia, estrés, miedo e incertidumbre.

En los relatos de los palpitantes se logró identificar dos elementos frente a la necesidad de

ubicar en los nuevos contextos. El primero remite al hecho de encontrar similitud cultural entre el

lugar de origen y el lugar receptor, elemento que en últimas es percibido como un factor protector

136
que facilita la inserción en el nuevo contexto sin suponer grandes cambios. El segundo, remite al

hecho de la pérdida de elementos identitarios frente a la inserción en una nueva cultura en la que

no se encuentra posibilidad de mantener la propia.

Frente a la similitud cultural, se puede evidenciar en el relato del participante PM29-2

(2018) como esto supuso un proceso de adaptación sin traumatismo, no supone haber

experimentado grandes cambios a este nivel. Resalta que para él existe una semejanza entre ambas

culturas (la cultura de la ciudad de Cali y la cultura del Pacifico), resaltando que parte de ello se

puede notar en la calidad humana y el sentido de servicio de los pobladores.

“para mí, un poco la cultura de Cali con la cultura del Pacifico se asemejan, o son un
poco relativas, entonces es más fácil adaptarse a la cultura de Cali; pero pues yo creo
que no fue como tan drástica adaptarme, simplemente pues no sé, me deje llevar del
carisma de la gente, porque son muy serviciales,” (PM29-2, 2018)

Por el contrario, en el discurso de las participantes PF48-1 (2018), PF24-4 (2018) y PF30-

3 (2018) la situación cambia notoriamente, y revelan en su discurso un proceso de pérdida de

identidad cultural que asocian con dos aspectos: el perder la posibilidad de continuar con el

aprendizaje y prácticas culturales y el tener que ceder ante la nueva cultura para poder ubicarse;

frente a esto Bello (2002) resalta que “el ingreso a las ciudades confronta fuertemente a las

personas con sus saberes tradicionales y que fueron la fuente de su independencia y sostenibilidad”

(p.114)

“yo creo que al final se va perdiendo todo, esa identidad, pues no es lo mismo, a uno
se le olvida hasta bailarlo, se le va olvidando casi todo, el folclor, se le olvida como
tocar un bombo, una marimba, una chirimía o sea todo, todo se le va olvidando
porque los viejos ancestros los que sabían pues todo y le enseñaban a uno a tocar pero
pues ya uno ya no está, ya se va olvidando todo porque ya uno no aprendió, ya entre

137
uno dos o tres años que uno ya vaya a ir o piense en ir ya de pronto no estén ellos o
ya no estén en edad de enseñarle a uno, entonces todo se va perdiendo, la cultura se
va perdiendo.” (PF24-4, 2018)

Sobre la situación específica de la población afro, Rodríguez, Alfonso, y Cavelier (2009)

afirman que el desplazamiento forzado “obliga al pueblo afrocolombiano a asumir el nuevo

entorno en un proceso de readaptación de sus prácticas culturales y de apropiación de otras formas

de vida urbana, en el que se hacen notorio el tener que resistir las diferentes formas abiertas y

sofisticadas de racismo y de exclusión social como grupo étnico” (p.222). Lo que proponen los

autores se asemeja a lo que PF48-1 (2018), afirma ante el hecho de inserción a un nuevo contexto,

“si usted se viene del Pacifico y decide vivir en la ciudad tiene que irse como acoplando a toda

esas situaciones e ir dejando toda su cultura hacia atrás” (PF48-1, 2018)

Cabe mencionar que la relación que existe entre el nuevo contexto y las posibilidades de

continuar con las prácticas culturales de origen están íntimamente relacionadas en la pérdida de

las tradiciones culturales y las modificaciones ante la proyección de vida que supone la

interrupción de su realidad pasada, como lo afirma PF30-3 (2018) “creo que si yo me hubiera

terminado de criar allá había tenido quizás la oportunidad de aprender muchas cosas”

Quienes se han enfrentado a la problemática de desplazamiento desde muy temprana edad,

suelen expresar sentimientos de perdidas relacionados a la oportunidad de adquirir conocimientos

propios de su cultura desde su propia experiencia, vivir en el sueño de lo que pudo ser y no fue.

Por su parte, quienes son desplazados de sus territorios en edades adultas, viven en la añoranza de

lo que algún día llego a ser, y se aferran al sueño de en futuro no lejano en el que se les permita

retornar o en últimas poder visitar sus territorios. Esta situación deja en evidencia las dificultades

y afectaciones que pueden tener lugar en el establecimiento de nuevas relaciones que faciliten la

138
inserción social en los nuevos contextos; de igual manera, la ausencia de referentes culturales que

se asemejan a los propios da lugar a conflictos entre las prácticas, ritos y saberes tradicionales que

han sido fuente de su identidad colectiva e individual.

El territorio como referente identitario y medio para establecer vínculos colectivos: La

extrañeza ante las nuevas formas de llevar a cabo los rituales de paso.

La pérdida del territorio va más allá de representar un bien económico-material para la

víctima; la pérdida se relaciona también con aspectos de cohesión que se instauran en el mundo

simbólico que se ha construido en el plano colectivo e individual. Para Pecaut, (1999) la pérdida

de "residencia" para los desplazados no es sólo una pérdida de propiedades, sino de todos los

elementos que los enmarcan en una tradición que es parte de su individualidad. “La pérdida de la

residencia, significa la pérdida de toda la trama social en la cual se ha nacido, y en la cual se ha

organizado un espacio particular en el mundo” (p. 22)

Al reconocer lo que supone la pérdida del territorio para quienes son obligados a

desplazarse, es necesario también entender lo que el territorio supone para la población afro.

Rodríguez, Alfonso, y Cavelier (2009) afirman que para la población afrocolombiana, el territorio

es un elemento central de su cultura y su identidad étnica. Por ende, “las prácticas culturales y las

formas tradicionales de producción y subsistencia de estas comunidades se encuentran ancladas

en la posesión y propiedad de sus territorios. Por esta razón, el desplazamiento forzado al que han

sido sometidas es un atentado contra su subsistencia como grupo étnico”. (p. 108)

A través del relato de quienes participaron de este trabajo de investigación, lograron dar

cuenta de las interacciones sociales y las prácticas culturales concretas, que hicieron parte de su

construcción como sujetos inmersos en una cultura, y su vez, como el territorio a través del tiempo

139
se convirtió en parte de su capital. Los relatos aquí expuestos permiten ratificar dicha extensión

territorial en la que los significados atribuidos al entorno son un elemento fundamental de la

definición de sí mismo.

“allá donde nosotros estábamos en Llano Bajo, en el pedacito donde estábamos todo
el mundo se conocía, todo el mundo sabía a veces que ¡ay que mataron una guagua!
Entonces “que vecina aquí mate una guagua, coja un pedacito” entonces acá en la
ciudad no es así, acá es “si compro su pescado, es pa ́ su olla, pa´ su familia” y así,
en cambio allá era más comunes las cosas, más comunitario por así decirlo. La gente
en el campo vive de una manera muy diferente, todos son como familia, acá cada
quien tira para su lado, cada quien hace lo que quiere, la ciudad lo lleva a uno a ser
cada vez más independiente y no tan ¡Ay vecino! ¿Qué cómo está? De estar en la
casa del vecino del amigo, acá es más diferente; la ciudad es mucho más
deshumanizada diría yo (sonrisa).” (PF30-3, 2018)

En el relato de PF30-3 (2018), se puede dar cuenta de cómo las relaciones de vecindad y

solidaridad, el adquirir el sustento del mismo territorio, sus valores y creencias dan cuenta de una

cosmovisión del mundo constituida en la creación de vínculos de manera colectiva e individual

que garantizan la subsistencia en el territorio. El contar con un entorno que permite satisfacer sus

necesidades básicas, y que a la vez permite establecer vínculos con todo lo que le rodea hace que

cada experiencia sea dotada de significados, lo cual al perder el territorio lo que duele es la pérdida

de esos elementos que hacen parte de la constitución como sujeto inmerso en una cultura que lo

cobija desde antes de llegar a él.

A través del discurso los participantes también rememoraron aspectos de su vida en el

campo y a su vez de las prácticas y rituales que hacían parte de su cotidiano, esto en comparación

con el tipo de vida que tienen actualmente en la ciudad; reflexionar sobre aspectos como la

140
alimentación, las relaciones sociales, la crianza, el cuidado del otro y la solidaridad, dan cuenta de

los referentes de calidad de vida que se construyen en territorios como el pacifico. Es así como el

territorio cumple la función de mediador en la producción de relaciones, conocimiento y

significados para posicionarse en el mundo.

“Cuando nosotros estábamos pequeños mi mamá y mis tías cogían pescado unos días
antes lo aliñaban lo secaban y luego ese día, el viernes y el jueves cocinaba toda la
familias juntas, nosotros no podíamos correr, acá es semana santa la gente se va de
vacaciones, se va a jugar fútbol, se va a piscina, o sea hace todo menos rezar; entonces
como que todas esas cosas cambian y uno se va volviendo como, como solitario,
como aislado, como amargado, o sea no es lo mismo, no se vive la vida como se vive
en el campo, entonces yo creo que como lo que más extraño, como lo que siempre
está ahí en la mente como queriendo regresar y que uno sabe que ya no se puede
regresar y porque la vida avanza y ya ” (PF48-1, 2018)

El territorio es para la población afro un medio que provee seguridad, subsistencia, y que

permite construir relaciones de proximidad entre sus habitantes, la identidad cultural que

caracteriza a esta comunidad se encuentra estrechamente ligada a la colectividad y al territorio;

por ende las comunidades afrocolombianas desarrollan prácticas tradicionales en las que el

territorio constantemente es el centro de producción de conocimiento, creencias y valores

Estrategias de afrontamiento y expectativa de vida.

En esta subcategoría los hallazgos relacionados a las posibilidades de adaptación

(entiéndase adaptación como un proceso no solamente biológico) a nuevos contextos; el hacer

frente a la situaciones adversas y traumáticas, que en cierta medida modifican aspectos importantes

del cotidiano y en últimas del futuro planeado. En este punto, se da cierre al proceso de análisis y

discusión del presente trabajo de investigación, por ello, desde Jaramillo, Villa y Sánchez (2004)

141
se entiende que la problemática de desplazamiento, es un fenómeno que genera múltiples

afectaciones, y si bien, en “el desplazamiento forzado está presente la fragmentación, la confusión,

la desorientación, también es preciso llamar la atención sobre los intentos de búsqueda de sentido,

en donde la expresión de los sentimientos y emociones adquiere una importancia crucial, al igual

que la apelación a lo religioso, que opera como fuente de consuelo, protección y esperanza en un

futuro”. (Abello, 2001; Pecaut, 1999; Meertens, 2000; como se citó en Jaramillo, Villa y Sánchez

2004, p.81)

Contar con la compañía de familiares o amigos en el lugar de llegada.

El salir del lugar de origen, del lugar que ha sido parte fundamental de la constitución como

sujeto social y dotado de significados, se convierte en un hecho angustiante en el que la

incertidumbre y el miedo son los que dominan en el momento. Se encuentra que el llegar a lugares

en los que se cuenta con familiares o amistades los sentimientos angustiantes que produce la huida

y el nuevo contexto se disminuye al igual que el impacto psicosocial que se produce.

PM29-5 (2018) en su relato da cuenta de lo importante que ha resultado el apoyo de su

hermano durante todo el proceso. Ante la incertidumbre que supone llegar a un nuevo contexto el

apoyo de familiares o conocidos permite impactan atenuar la angustia que supone el futuro incierto

que le espera al desplazado. De igual manera, esto también supone para los desplazados afro sentir

una cercanía hacia lo que se ha dejado, ya que la solidaridad es un rasgo predominante de esta

comunidad.

“Cuando yo me vine a Cali el que me recibió fue mi hermano mayor, él ya vivía acá
y me ayudó mucho. (…) Una de las cosas por las que siempre le doy gracias a Dios
porque mi hermano estuvo acá y la relación con él ha sido excelente y siempre él me

142
ha apoyado, siempre estuvo ahí apoyándome entonces pues, digamos que me fue bien
porque siempre tuve el apoyo de él, siempre me ayudó mucho.” (PM29-5, 2018)

Jaramillo, Villa y Sánchez (2004) reconocen que para los recién llegados el contar con la

ayuda de familiares y amigos significa dar respuesta a los interrogantes que estos se plantean ante

la huida y el tener que sobrevivir en las nuevas condiciones; sus receptores son una guía que les

informa, aconseja y transmite el conocimiento que han adquirido sobre las pautas culturales, esto

con el fin de ayudarles a ubicarse en la vida cotidiana de la ciudad y en la lógica institucional de

las entidades destinadas a la atención de las personas víctimas de desplazamiento forzado.

En otros casos los desplazados cuentan con la ayuda de quienes pertenecen a la ciudad

receptora, quienes conmovidos por la situación del desplazado y al conocer la problemática de

violencia y destierro que se vive en Colombia orientan a los desplazados, les ofrecen trabajo o les

brindan ayudas asistenciales (comida, alimento, dinero); aunque las ayudas que reciben suelen

fomentar la mendicidad y la explotación laboral. PF24-4 (2018) dice:

“Cuando llegamos a Bogotá, estábamos perdidos (risas) , no sabíamos qué hacer, a


donde ir ni a quien ir; hubo una señora que me pregunto que yo de dónde venía y yo
le explique mi situación, ella me dijo que por qué no iba a buscar ayuda en la UAO 7,
ella me explico por donde era, la verdad yo no conocía nada y con la ayuda de muchas
personas llegue allá e hice mi declaración y quede incluida en el RUV 8 junto con mi
mamá, mi hermano y mi hijo.”

La situación que describe PF24-4(2018) no es ajena a la realidad de muchos desplazadas,

hay quienes se niegan a recibir ayuda de desconocido esto ante el temor, desconfianza e

7
Unidad de Atención y Orientación al Desplazado.
8
Registro Único de Víctimas.

143
inseguridad que trae consigo y que en el caso de quienes son afro, esta desconfianza en el otro

también es producto de las consecuencias negativas que le representó el confiado ante el

desconocido. Cabe destacar, que las situaciones descritas anteriormente no reflejan en su totalidad

la realidad de la situación de los desplazados afrocolombianos, quienes en su mayoría han perdido

comunicación con sus familiares, lo que les dificulta dar con alguien cercano que les pueda

socorrer.

La adquisición de conocimientos y el convertir lo traumático en un motivo de superación

como estrategia para posicionarse en el nuevo contexto.

Al continuar analizando las narrativas de los participantes frente a las estrategias de

afrontamiento que afloran ante las demandas que supone la huida y la llegada, se evidencian tres

elementos fundamentales para este proceso. El primero, remite al hecho de adquirir conocimiento

que permita situarse en una posición diferente a la de la llegada, ya que los conocimientos previos

y habilidades desarrolladas en función de ello les ubica en una posición de inferioridad en cuanto

a competencias laborales; es de notar que en el caso de los cinco participantes solo uno de ellos

contaba con la educación básica secundaria, el resto culminaron sus estudios en la ciudad y

continuaron capacitándose en diversas áreas de conocimiento. El segundo factor, tiene que ver con

la capacidad de resignificar el evento traumático, convirtiéndolo en una razón de superación. El

tercer elemento, sitúa a la familia como medio para hacer frente a lo traumático, el querer mejorar

las condiciones de vida del grupo o el querer reencontrarse con el núcleo familiar dotan de sentido

todo tipo de desafío que supone un logro en ese objetivo de superar las condiciones en las que se

encuentran.

Los recursos con los que cuentan las personas afro en cuanto a la capacidad y habilidad de

hacer frente a situaciones traumáticas, se fundamentan en gran medida en aspectos religiosos que

144
hacen parte de su creencia; el apoyo en el núcleo familiar como proveedor de sentido a toda lucha

emprendida, finalmente el apoyo en amigos o conocidos que se convierten en un referente de

superación.

“Lo que me pasó fue muy difícil, la forma en la que uno salió de su casa no es la
forma que nadie espera, pero a pesar de todo gracias a Dios porque siempre ha estado
con nosotros como familia, y pues a pesar de todas las cosas que pasaron me siento
muy bendecido y algo que he podido entender es que en la vida nada es imposible,
que lo que uno se propone lo puede cumplir, y me gustaría que quizá muchas personas
que de pronto pasan por la misma situación que uno, que en lugar de centrarse en las
cosas malas que eso le sirva para salir adelante. Hubo momentos en los que pues por
la situación económica y eso pues uno se siente mal y hay gente que te mira raro o
que te excluyen, entonces eso lo motiva a uno para regresar a su pueblo con su gente,
pero pues uno le hace cara y sigue no, eso a la final se vuelve en un motivo para
superarse.” (PM29-5, 2018)

En el relato de PM29-5 (2018), se evidencian los elementos antes descritos; el hacer frente

a su situación a través de su creencia religiosa da sentido a su experiencia, la cual es vista como

un motivo de superación personal, todo esto relacionado con el significado que la superación de

dicha experiencia representa para la familia. Las condiciones de vida actual dan muestra del trabajo

y sacrificio que el instaurarse en un nuevo contexto supone para quienes son desplazados.

Por su parte, PF24-4 (2018) cuenta que:

“nos hemos adaptado a todo y como tú sabes acá hay mucha pandilla, hay gente fumando
marihuana cosa que nosotros por ejemplo nunca vimos en el pueblo, eso en el pueblo no se
puede ver nada de eso porque está prohibido, ya uno acá se tiene que adaptarse a todo, ”

En este relato, surgen elementos relacionados con el aprender a convivir con las diferencias

del entorno, esto enmarcado en un proceso de reconocimiento de los factores de riesgos que existen

145
en el contexto. De alguna manera estos son ignorados al punto que no interfieren de manera

consciente el proceso de adaptarse.

PF48-1 (2018) dice:

“yo considero que nosotros como Afros, como personas pues desplazadas de
nuestros territorios por X o por Y motivos tenemos que prepararnos para poder
competir en la ciudad porque tampoco es que uno siempre tenga que estar metido en
una casa de familia siempre lavándole los trapos a los demás… yo creo que si uno
puede estudiar para romper esas barreras, para superar esas metas hay que hacerlo,”

PF48-1 (2018) ubica la adquisición de conocimiento como una de las herramientas más

importantes para insertarse en el nuevo contexto. En este caso se devela la importancia de adquirir

conocimiento y competencias acorde al contexto, que den lugar a mejores condiciones de vida. Lo

anterior remite a las problemáticas que se han descrito en el desarrollo de la investigación, referente

a las condiciones de vulnerabilidad y abandono a las que históricamente se han visto expuestas las

comunidades afro, que se hace evidente en la falta de garantías en educación. La mayoría de los

territorios rurales de la región pacifico tienen hondos problemas en materia de educación.

Construcción de Proyecto de vida: posicionamiento de vida personal y posicionamiento de

vida en función del bienestar de los hijos.

Con relación a la construcción de proyecto de vida se encontraron dos aspectos

fundamentales: el primero tiene que ver con una proyección de vida pensada en el bienestar y

estabilidad de la vida de los hijos en un futuro, se elabora un discurso en función de la no repetición,

“que no viva lo que yo viví”; el segundo, remite a una construcción de vida a futuro desde el plano

personal, el deseo de cumplir sueños postergados por el desplazamiento forzado o por la falta de

posibilidades en su momento, el proponerse conseguir una vida estable. Frente a las huellas étnico-

culturales presentes en las construcciones de sus proyectos de vid, se nota que los participantes

146
Es de notar, que la proyección de vida de los participante se ha visto sometida a cambios

que están relacionados con las condiciones de vida previas y las actuales; en todos se hace notar

el deseo de mantener las condiciones de vida actuales, pese a la añoranza que se presenta frente al

futuro que se pudo haber construido en sus territorios sin presencia de la violencia.

“Yo hoy quiero sacar a mis hijos a delante, enseñarles que es lo bueno y lo malo pues
porque nadie nace aprendido y darles mucho amor, a nosotros no nos hizo falta pero
pues quiero darles su espacio, si puedo y es posible el día de mañana comprarles su
casa a ellos, Dios no quiera el día de mañana yo llego a faltar ellos tengan donde
meter su cabeza y pues que estudien; yo cuando me tocó desplazarme no había
terminado de estudiar, estaba en séptimo de bachillerato y ahora termine hasta
noveno, hice varios cursos con el SENA pero no soy bachiller, tal vez uno hubiera
podido tener algo mejor pero lo que yo no he podido tener y hacer yo espero que ellos
lo tengan, que puedan vivir tranquilos y sin temor a nada.”(PF24-4, 2018)

El primer relato que se expone referente al tema de proyección de vida es el de PF24-4

(2018), en este se devela una proyección de vida en función del bienestar de los hijos; se devela el

deseo constante de brindar condiciones de vida estable, frente a la adquisición de bienes que

permitan establecerse en un futuro en algo propio. Igual persiste la idea de la educación como

medio para superarse y posicionarse en la sociedad.

Ante la llegada a un nuevo contexto, las proyecciones de vida experimentan cambios

significativos. En el caso de la PF30-3 (2018), hace una comparación entre lo que pudo ser su

proyecto de vida en su lugar de origen y lo que es ahora su proyecto de vida, en el que se nota una

fuerte influencia del medio y los elementos étnico-culturales.

“yo creo que si me fuera terminado de criar allá podía ser una de las representantes
legales de allá o cualquier cosa porque eso me gusta, pero ya no me veo viviendo allá
porque yo ya hice mi vida acá en la parte urbana entonces no, ya no quería y además

147
como que someter a mis hijos en esa situación ya no quiero. Yo quiero ir a la
universidad y terminar la carrera porque… mi idea no es ejercer el magisterio, sino
que yo quiero crear un jardín donde se le impongan bases a los niños o sea muy
firmes, que yo sepa que con ese jardín y con lo que se le enseña a los niños en ese
jardín voy a construir unos personajes, quizás no todos los niños que hayan allí pero
si unos personajes que sirvan a esa sociedad que existe” (PF30-3, 2018)

En los discursos de los participantes el desarrollo personal interactúa con el desarrollo de

vida que se desea para los hijos; por ello ese deseo de estabilidad y posicionamiento social influyen

drásticamente en la toma de decisión de la maternidad y paternidad.

“yo creo que si uno puede estudiar para romper esas barreras, para superar esas metas
hay que hacerlo; entonces también si tú tienes muchos hijos no puedes hacer eso
porque de ahí tienes que tomar la decisión de si le das de comer o los mandas a
estudiar entonces decidí tener una para que pudiera estudiar y pudiera hacer otras
cosas y todo el cuento, no y porque también tener hijos no es fácil (risas) tener hijos
no es fácil, la gente sabe que no, una barriga es duro y más cuando ya nacen es
delicado… yo considero que no es una buena opción tener muchos hijos para vivir
en una ciudad como Cali, donde está expuesta a que la drogadicción o que la
prostitución, que el cuidado con ellos, que si uno no los puede meter a estudiar de
hecho siempre mi preocupación fue que ella estudiara”.(PF48-1, 2018)

Para PF48-1(2018) el brindar una buena educación y una condición de vida estable depende

mucho de la cantidad de hijos frente a las posibilidades que se tiene. Durante la entrevista ella

cuenta que su familia es una familia típica del pacifico, numerosa, por tal motivo el hecho de ser

una familia numerosa dificulta en cierta medida las posibilidades de llegar a obtener una condición

de vida diferente a la que un contexto carente de opciones y de apoyo del Estado ofrece a sus

pobladores.

148
A través del relato de los participantes, fue posible evidenciar que frente a los cambios y

modificaciones que tienen lugar en la proyección de vida, se destaca el deseo constante de no

repetición de eventos traumáticos y el de proteger a sus hijos frente a posibles situaciones que los

exponga a una situación de vulnerabilidad, por ello persisten en darle prioridad a la adquisición de

conocimientos que permitan un posicionamiento social y a la vez el adquirir conocimiento sobre

su cultura, que dé lugar a la construcción de su identidad desde su cultura originaria.

Finalmente, el estudio de la problemática de desplazamiento forzado en relación con las

afectaciones que este produce a nivel subjetivo en las víctimas, se ha evidenciado que en la

población afro uno de los factores que da cuenta de las afectaciones es la interrupción de

transmisión de conocimientos ancestrales que suscitan la pérdida de oportunidades de continuación

con las costumbres del territorio; las relaciones que desde lo subjetivo tienen lugar en el territorio

en función de los elementos identitarios que se constituyen colectivamente. También se encontró,

que si bien son diversas las temáticas que emergieron, todas parecen tener una estrecha relación

entre sí, y fuertes implicaciones en el miedo que se produce en estos territorios. El miedo ante el

desconocido que altera la paz de sus territorios, el miedo ante las amenazas y demás estrategias

empleadas para despojar y someter a las comunidades, miedo ante lo desconocido, ante el no saber

qué les espera en el nuevo lugar.

149
Capítulo V.

Conclusión.

El presente trabajo de investigación tuvo como objetivo general conocer a través de la

narrativa como ha sido la experiencia de desplazamiento forzado de cinco personas afro

provenientes de la región pacífica, en el marco del conflicto armado colombiano. Para dar

cumplimiento a este propósito fue necesario que la investigadora se diera a la tarea de buscar los

participantes que cumplieran con las características requeridas para la investigación, y paso a

seguir, realizará las entrevistas a los participantes. Luego de obtener los relatos de cada uno de los

participantes, se categorizó la información y se analizaron los hallazgos a la luz de los diferentes

referentes teóricos e investigaciones que han abordado la problemática en cuestión.

El análisis de contenido temático que tuvo lugar en la presente investigación permitió

abordar la problemática a partir de quince temas que de acuerdo al objetivo de la investigación que

fueron fundamentales; dichas temáticas fueron agrupadas en cinco subcategorías: el antes, durante

y el después, dinámicas de desplazamiento: actores y causas, afectaciones: lo individual, lo

familiar, lo colectivo; el territorio y la cultura más allá de lo físico: entre la añoranza y la pérdida

y estrategias de afrontamiento y expectativa de vida.

Con relación al antes, durante y después, que permitió hacer un primer acercamiento a lo

que fuese la experiencia de desplazamiento forzado de los participantes, se encontró que hay una

fuerte relación con el territorio que a su vez media en las formas y dinámicas de representarse el

mundo y el relacionarse con el otro, lo cual es característico de la población afro; esto en relación

con el desplazarse, que es en sí una respuesta ante las amenazas, al peligro latente que está

expuesta la vida; una necesidad de protección que limita frente al hecho de no querer dejar su

tierra. La interrupción a la estabilidad, la cual se produce desde antes de desplazarse y se agudiza

150
con la llegada a nuevos contextos, en el que la incertidumbre y el miedo dominan no solo las

decisiones, sino también la manera en la que se posicionan en un primer momento ante lo

desconocido. Y finalmente, están las exigencias que se presentan ante el foráneo y el lugar que

esté a ocupa en el nuevo contexto.

En las narrativas del conjunto de participantes, fue posible encontrar que el miedo que se

produce por el conflicto armado y que a su vez es utilizado para despojar y desplazar a las

comunidades afro de sus territorios, es un miedo que es instaurado como parte de la realidad de

los territorios, que reconfigura el territorio en una dimensión física y subjetiva; la movilidad en el

espacio, las relaciones, las costumbres y tradiciones, la búsqueda del sustento y los proyectos de

vida. Lo que antes les pertenecía ahora tiene nuevo dueño. El miedo se convierte en un eje

vertebrador de los procesos de desplazamiento forzado, sin importar la forma en que estos se

produzcan, el camino siempre termina frente a él. (Villa, 2006).

Es de considerar, que el miedo puede generar estados patológicos en las personas en

situación de desplazamiento, dificultando así las posibilidades de relacionarse con el otro o de

iniciar un nuevo proyecto de vida en otro lugar, esto ante la percepción de un peligro real, supuesto

o anticipado y que motiva respuestas diferentes. Al respecto es posible notar, que estos factores

estuvieron presentes en lo expresado por los participantes de la investigación.

La interrupción a la estabilidad como otro elemento presente en la problemática de

desplazamiento forzado que viven las poblaciones afro de la región pacifico, teniendo en cuenta

que con la llegada de actores armados a los territorios y el mal llamado desarrollo, la estabilidad

que durante años lograron conseguir estas comunidades es puesta en vilo; se instauran nuevas

dinámicas que van en contra de las habituales y el no acatarlas implica exponerse y exponer a los

151
suyos. Ante la nueva realidad impuesta, el despojo y la lucha por el territorio, la vida y bienestar

de estos pobladores es puesta en riesgo; no hay razón de lo que pueda llegar a suceder, no se sabe

quién será el siguiente en venir.

Con relación a dinámicas de desplazamiento: actores y causas, no solo se logró caracterizar

las dinámicas de desplazamiento forzado que se presentan en esta región, sino que también se

establecieron la participación de actores armados en dicha problemática y las estrategias que

implementan, en relación a la injerencia del Estado frente a la problemática de desplazamiento

forzado, en temas de atención, protección y presencia en el territorio.

En este caso y de la mano de la primera subcategoría, las estrategias de terror utilizadas en

estos contextos van de la mano con la forma en la que se produce la huida; el producir terror sobre

las poblaciones es en últimas el medio más efectivo que tienen a la mano. Ante las continuas

amenazas por diferentes razones, las violaciones y masacres, la vinculación forzada, las

desapariciones, el secuestro y el asesinato, son algunas razones por las que se produce el

desplazamiento; ya sea colectivo, lo cual es la forma en la que más se visibiliza la situación crítica

de violencia y vulneración a la que suelen estar expuestos; familiar, casi siempre cuando se

desplaza un grupo familiar lo hacen con el grupo incompleto quien suele faltar es el padre bien sea

por muerte, desaparición o porque ya se desplazó en un primer momento; y finalmente, el

desplazamiento individual, este suele producirse ante las amenazas que recaen sobre un miembro

del núcleo. Cabe mencionar, que las condiciones de pobreza y vulnerabilidad también suelen ser

un motivo de desplazamiento, esto frente al panorama de violencia y las pocas posibilidades de

conseguir unas mejores condiciones de vida.

152
Los hallazgos que tuvieron lugar en relación a las estrategias de terror y dinámicas de

desplazamiento forzado, están estrechamente relacionado con el temor que sienten las poblaciones

ante un contexto transformado en hostil por las dinámicas de la guerra. En últimas, ante la amenaza

latente y las pocas condiciones de seguridad a las que pueden acceder, el desplazamiento forzado

se sitúa como una forma de preservar la vida; estos hallazgos nos sitúa en un factor que

históricamente ha contribuido a las condiciones de vulnerabilidad de estas poblaciones, y es que

las condiciones de violencia van de la mano con el abandono y desprotección que el Estado ha

tenido frente a las comunidades del pacifico. Pese a la normatividad que existe referente a la

protección de estas comunidades, se evidencia que gran parte de las violaciones a las que se ven

expuestas se relacionan con la desprotección estatal.

Ante la nueva realidad que se instaura en los contexto con la llegada de la violencia y el

desplazamiento forzado, se encontró que se afectan elementos que están vinculados a los aspectos

psicosociales, étnicos y culturales de las poblaciones, y frente a la situación de las personas afro

desplazadas de la región pacifico, los hallazgos sitúan la pérdida de relaciones y afectos que se

han construido históricamente con el entorno, los cuales se expresan en las maneras propias de

vivir y sentir el territorio; la pérdida de aspectos identitarios ante la negociación de exigencias a

las que el nuevo contexto los sitúa, situaciones de estrés, miedo y angustia que se producen ante

las pérdidas, el sentirse diferente y ajeno ante el nuevo ser que se constituye en esa nueva realidad.

Un nuevo ser que vive entre la añoranza de lo perdido y la angustia del mañana, se ve obligado a

encontrar nuevas formas de sanar que le permitan transitar en un nuevo contexto. Basados en las

características étnico-culturales de la población afro de la región pacifico, se debe comprender la

ruptura que representa el tener que sanar en un nuevo contexto, esto frente al hecho de que para

153
estas comunidades el tramitar la pérdida se constituye en actos individuales y colectivos que

socialmente se han constituido.

Basado en lo anterior, se presenta otro aspecto que da cuenta del impacto que dicha

problemática ha ocasionado en los diferentes aspectos de la vida individual, familiar y colectiva

de estas comunidades; la reconfiguración del núcleo familiar y las relaciones sociales que a partir

del evento traumático se ven modificadas. Los participantes a través de sus relatos permitieron dar

cuenta de estas reconfiguraciones; la ruptura de los vínculos sentimentales ante las necesidades de

sobrevivencia que dan lugar a cambios en los roles dentro del núcleo familiar que dan lugar a

conflictos familiares. El desplazamiento de las costumbres, prácticas y ritos dentro del núcleo

familiar que exponen a nuevos peligros a los miembros más vulnerables del grupo.

Se presentan los hallazgos con relación a la cuarta subcategoría frente al territorio y la

cultura más allá de un plano físico. Esta subcategoría remite a los hallazgos que tuvieron lugar en

la investigación con relación a los aspectos étnicos-culturales de la población afro y la relación

entre el territorio y dichos aspectos. Cuando se piensa el territorio desde un plano subjetivo

emergen elementos relacionados con la identidad individual y colectiva, las creencias y formas de

posicionarse ante el mundo y los elementos étnico-culturales en relación con el territorio. “La

pérdida de "residencia" es entonces una pérdida de todos los elementos que los enmarcan en una

tradición cultural que hace parte de su individualidad” (Pecaut, 1999, p.4)

Los participantes dieron cuenta no solo de la ruptura que representa el desplazamiento

forzado frente a los elementos culturales, sino que también dieron cuenta de la búsqueda que se

emprende ante la necesidad de conservar los elementos representativos de su cultura. Por ello, se

emplean diversas estrategias para su conservación y las dinámicas de negociación para incluirse

154
en nuevos contexto. Algunos participantes, enfatizaron en el hecho de haber perdido la posibilidad

de aprendizaje de elementos tradicionales de su cultura, al igual que la pérdida de una vida

característica de su territorio. Se refieren al hecho de negociación como una renuncia o abandono

de la cultura frente al tener que insertarse en un nuevo contexto cultural. Otros participantes,

revelan que al encontrar similitudes en aspectos culturales no se presenta en sí una pérdida total,

sino más se logra integrar la cultura de origen frente a la nueva cultura.

La quinta subcategoría hace referencia a las estrategias de afrontamiento y expectativa de

vida, en relación con las estrategias empleadas por cada participante para hacer frente a la situación

de desplazamiento y las nuevas concepciones de vida que se tienen con relación al futuro. Se

encontró frente a esto 3 aspectos que interactúan en el proceso de hacer frente a las situaciones

adversas. La primera, remite a la adquisición de conocimientos acorde al nuevo contexto que

facilitan la inserción en él; la segunda, da lugar a la importancia del otro (amigos – familiares) en

los procesos de afrontamiento en el lugar de llegada, sus receptores como fuente de conocimiento

facilitan los proceso de adaptación al nuevo contexto mediante la transmisión de conocimiento

sobre las pautas culturales del nuevo contexto; el tercero, conlleva a el hecho de dotar de sentido

el hecho traumático desde lo religioso, donde lo sucedido se ubica en un motivo de superación.

Los participantes a través de sus relatos dieron cuenta de las estrategias de afrontamiento

empleadas en las que la adquisición de conocimiento y ayuda de conocidos o familiares han sido

fundamentales para los procesos de inserción social, cultural y laboral; El convertir el hecho

traumático, en un motivo de superación y de posibilidad de mejora frente a las condiciones de vida

anteriores.

155
5.1. Recomendaciones

Considero pertinente que desde la academia se siga investigando este tipo de problemáticas

desde diferentes enfoques que permitan un abordaje amplio e incluyente de las poblaciones desde

sus particularidades, dándole voz a quienes han vivido de frente la crueldad del conflicto armado

colombiano; ya que de esta forma se permite darles un lugar y finalmente buscar soluciones

efectivas. Esto frente a las problemáticas de atención y reparación de la población víctima por

parte del Estado, con el fin que se pueda influir en el diseño y aplicación de políticas públicas de

forma que trasciendan a los hechos y a la reparación efectiva. De igual manera, se recomienda para

futuras investigaciones contemplar el uso de técnicas como las historias de vida, que permitan

profundizar y acceder de forma directa a elementos que pueden pasar desapercibidos en el proceso.

Finalmente, creo que es importante profundizar en la injerencia que tiene la atención del Estado

sobre las problemáticas que enfrentan las diferentes poblaciones en situación de desplazamiento.

156
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162
Anexos.

Anexo A: Guía de entrevista.

Voces del Desplazamiento: La experiencia del desplazamiento forzado en cinco personas


provenientes del Pacífico Colombiano asentados en la ciudad de Cali.

Las preguntas aquí presentadas corresponden a una guía de entrevista semiestructurada, las cuales
fueron elaboradas en función de cinco categorías de análisis planteadas a partir de la pregunta y
objetivos planteados en el trabajo de investigación; las preguntas fueron una guía para realizar la
entrevista y estas fueron abordadas de acuerdo al discurso de los participante, de igual manera se
profundizó en los aspectos que fueron necesario ampliar.

Preguntas.
Edad.

Lugar de residencia (barrio)


Lugar de origen.
Estado civil.
¿Cómo está conformado actualmente su núcleo familiar?
¿A qué se dedica actualmente?
Cuéntame sobre tu experiencia de desplazamiento.

¿A qué edad fuiste desplazado?


¿Qué ocasionó el desplazamiento?
¿Has regresado al lugar del que fuiste desplazado?
¿Por qué decides no regresar?
¿Cómo afrontaron el cambio de ciudad?
¿Qué representó para ustedes ese cambio, desafíos, logros?

Qué aspectos culturales crees que se han afectado o perdido con el desplazamiento.
Qué tradiciones o aspectos de tu cultura mantienes en tu hogar
Has estado vinculado o participado en grupos afro.
¿Qué proyección de vida tienes hasta el momento?

163
Anexo B: Consentimiento Informado para Participantes de Investigación.

Investigación:

Voces del Desplazamiento: La experiencia del desplazamiento forzado en cinco personas provenientes del
Pacífico Colombiano asentados en la ciudad de Cali.

De acuerdo con los artículos 2, 3, 10, 15, 17, 23, 29, 36, 45, 46, 47, 48, 49, 50 y 52 de la ley 1090 del 06 de
septiembre del año 2006 sancionada por el Congreso de la República de Colombia, mediante los cuales se
establecen las normas pertinentes frente a aspectos científicos, técnicos y administrativos para la investigación
en psicología en el país, es preciso explicar a cabalidad las condiciones de la investigación a realizar y como
constancia de la aceptación del participante tramitar el consentimiento informado.

La presente investigación es realizada por Diana Rocío Díaz Torres, estudiante de psicología de la Universidad
Del Valle, bajo la supervisión del docente Pedro E. Rodríguez; el objetivo de este estudio es explorar las
narrativas de desplazamiento forzado de personas provenientes de la región pacífico colombiana en el marco del
conflicto armado colombiano. La información será obtenida mediante la realización de entrevistas
semiestructuradas.

Las producciones orales obtenidas durante esta actividad, serán registradas en medios electrónicos bajo expresa
autorización del participante, y será manejada con fines académicos y con absoluta reserva y confidencialidad
restringiendo el acceso al estudiante y al docente guía. La estudiante se comprometió en devolver una
retroalimentación con los resultados obtenidos y generalidades halladas en dicha investigación.

Si tiene alguna duda sobre este proyecto de investigación, puede hacer preguntas en cualquier momento durante
su participación en él. Igualmente, puede retirarse del proyecto en cualquier momento sin que eso lo perjudique
en ninguna forma. Si alguna de las preguntas durante la entrevista le parecen incómodas, tiene usted el derecho
de hacérselo saber al investigador o de no responderlas. Desde ya agradezco su disposición y participación.

Acepto participar de manera voluntaria en esta investigación, he sido informada del objetivo del estudio.
Reconozco que la información que yo provea en el curso de esta investigación es estrictamente confidencial y
no será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio sin mi consentimiento. He sido informado
de que puedo hacer preguntas sobre el proyecto en cualquier momento y que puedo retirarme del mismo cuando
así lo decida, sin que esto acarree perjuicio alguno para mi persona.

Entiendo que una copia de esta ficha de consentimiento me será entregada, y que puedo pedir información sobre
los resultados de este estudio cuando este haya concluido.

Nombre del participante: _________________________________

Firma: ___________________________________________________
Para constancia de lo anterior, se entrega copia del consentimiento al participante. Para cualquier información adicional del trabajo es
posible ponerse en contacto con de tener preguntas sobre mi participación, puedo contactar a Diana Rocío Díaz Torres al teléfono
3006854457 o al correo electrónico diana.diaz6815@gmail.com diana.rocio.diaz@correounivale.edu.co o Pedro E. Rodríguez al correo
electrónico pedro.rodriguez@coreounivale.edu.co

164
Anexo C: Verbatum de categorías de análisis por temas.

Tabla 7. La huida: una necesidad de protección o de cambio frente al no querer partir.


CÓD.PTE. TEMA. VERBATUM

“(…) como había visto tanta masacre en los pueblos los Jeepetos (Jeep) no estaban entrando,
entonces todo el mundo con maletas con cosas afuera esperando que pasaran los Jeepetos para irse
y no había transporte, entonces nosotros caminamos bastante, no me acuerdo hasta dónde
llegamos, pero nosotros caminamos bastante en busca de salir de allá no queríamos quedarnos
pero ni un segundo allá (...)” (PF30-3)
PF48-1
“(…) salir de esa forma y saber que uno deja a su familia por allá, a los suyos temiendo de que de
PM29-2 pronto a ellos les pueda pasar algo eso es muy complicado.”(PM29-5)
La huida: una
necesidad de “(…) allá transportan el plátano en canoa, unos amigos junto con dos de mis hermanos me
PF30-3
protección o de ayudaron y me tocó salir escondido en una canoa tapandome con los plátanos para que no me
cambio frente al vieran, ya cuando salí de mi pueblo tome un carro rumbo hacia a Cali. (…)” (PM29-5)
PF24-4
no querer partir.
“(…) allá no pasaba nada pero sin embargo yo tenía en la mente que tenía que llegar a ser
PM29-5 profesional y que lo que quería era avanzar y quería avanzar en algo, para poder avanzar en algo
lamentablemente uno tiene que salir no, y pues también por la cuestión de la violencia,(…)”
(PF48-1)
“(…) un día llegaron tres tipos a nuestra casa diciéndonos que ellos ya nos habían hablado muy
claro, que si no habíamos entendido con lo de las gallinas que nos estaban matando, que entonces
que nos iba a pasar peor que a las gallinas, que nos daban veinticuatro horas para que
desocupáramos;(…)”(PF24-4)
Fuente: Elaboración propia.

165
Tabla 8.Interrupción en la estabilidad.

CÓD.PTE. TEMA. VERBATUM

PF48-1 “(…) fue una situación muy difícil uno tener que salir de su pueblo donde tenía todo, tener que
dejar mi negocio y empezar de cero, tener que llegar acá sin trabajo, con necesidades y sin
oportunidades de nada para uno era muy difícil(…)” (PM29-5)
PM29-2
“(…) teníamos una vida tranquila. Eh, yo iba al río a lavar, o sea nosotros vivíamos chévere con
PF30-3 Interrupción en los amigos hacíamos comidita, las comitivas que uno les llama. Esa era una vida muy tranquila,
la estabilidad. muy en paz; no se veía violencia, uno no veía casos así que mataron a alguien o cosas así, hasta
PF24-4 ese día que pasó eso lo de la violencia (…)”. (PF30-3)
“Mi desplazamiento fue en el 2015, fue algo terrible, realmente le doy muchas gracias a Dios
PM29-5 porque estamos vivos. (…) mira antes de desplazarnos nosotros vivíamos bien, mi infancia fue
súper rico quisiera estar allá, mejor dicho (…)”(PF24-4)
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 9. El desafío de instaurarse en nuevos contextos: Nuevos pobres.


CÓD.PTE. TEMA. VERBATUM
“ (…) fue muy duro porque pues venía de un trauma de una violencia que se vive allá que me
PF48-1
golpeó mucho, la verdad me golpeó mucho y llego acá que era también una de las ciudades
catalogada como una de las ciudades más peligrosa de Colombia y llegando a los dos días si mal
PM29-2 no recuerdo dos o tres días, bandas ya criminales que hay por robarle a un señor hicieron disparos
entonces eso me llenó más de miedo, de no salir me queda ahí frustrado en la casa;(…)” (PM29-
El desafío de 2)
PF30-3 instaurarse en
nuevos “Cali es una ciudad racista, una ciudad que cuando uno es del campo siempre está tildado como
contextos: el campesino, (…) las ciudades para las personas Afro desplazados y sobretodo niñas es muy
PF24-4 violenta, o sea uno tiene que estar, si en el campo hay que defenderse, aquí tiene que estar
Nuevos pobres.
defendiéndose más (…)” (PF48-1).

PM29-5 “(…) bien o mal nosotros lo teníamos todo, en medio de nuestra pobreza éramos ricos teníamos
su siembra, sus gallinas y contábamos con nuestros vecinos y amigos cuando la cosa se ponía
dura;(…)” (PF24-4).

166
“(…) o sea que si el maltrato en el campo era como un maltrato físico uno llega acá y ya empieza
como un maltrato psicológico y de lucha, día a día con ese maltrato psicológico a pesar de que la
gente dice que Cali no es racista, (…)” (PF48-1).
“(…) uno allá en el pueblo sabe que está el río, sabe que… yo sabía que mi papá se iba y cuando
llegaba a la casa traía la comida, (…) en cambio acá era diferente, había que ir al granero, había
que (breve silencio) mi mamá tenía que irse, cuando vivíamos allá, ella nunca se iba porque
siempre estaba en la casa. Entonces fue un cambio, para nosotros fue un cambio pero que lo
asumimos…o sea la parte económica era que siempre nos cargaba así de un lado pa´ otro.”
(PF30-3).
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 10. El terror como estrategia: La población inmersa en un conflicto ajeno.


CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) no era tan habitual que entraran carros a esa hora de la noche, todo mundo se alarmo. Cuando
se escucharon primero disparos que mataron a un señor; ese mismo día ellos venían haciendo como
una masacre,(…) (…) cuando llegaron a Llano Bajo donde yo estaba, (…) entraron y mataron a un
PF48-1 señor, después de que mataron a ese señor se fueron a la casa del que era el promotor de salud y
(…) lo sacaron de la casa y ellos le empezaron a dar cuchillo, (…) le decían que hablara y entonces
PM29-2 él les decía “yo no sé nada” o sea así “no me mete, no me mate que yo no sé nada” y bueno así
paso,(…)” (PF30-3)
El terror como
PF30-3 estrategia: La “(…) para mí fue más traumático cuando yo salí de mi casa y vi el montón de sangre y al señor ahí
población inmersa tirado con una sábana encima eso me pareció (silencio prolongado) porque yo lo conocía a él, era
en un conflicto como el medico de allá del pueblito, entonces para mí fue muy traumático eso, pero pues no me
PF24-4 ajeno. afecto así los nervio como a mi mamá.” (PF30-3)

“(…) se formó una balacera entre guerrilla y el Estado, entonces debido a eso le callo un impacto
PM29-5
de bala a él y fue a morir en el hospital San Andres de Tumaco, a raíz de eso pues me dio miedo
quedarme en la ciudad de Tumaco. Después de eso, vi como mataban a dos pelaos del barrio y eso
me genero más miedo, me daba miedo que me mataran, no se podía salir tranquilo como antes, (…)”
(PM29-2)

167
“Cuando llegaron los soldados al pueblo uno no hablaba normalmente con ellos, solo lo necesario
como le digo, por lo general los grupos son celosos y entonces como ellos siempre tienen su
informante en los pueblos, entonces te veían hablando normal o diciendo buenos días (…) entonces
cuando los soldados se fueron regreso la guerrilla al pueblo, y me amenazaron me tildaron de
informante de los soldados (…).” (PM29-5)

“Todo comenzó, porque yo tenía un esposo que iba a prestar servicio militar y se dieron de cuenta
(la guerrilla) y fueron a amenazarme (…) y pues como no cedimos a lo que ellos querían
comenzaron a matarnos gallinas y les colocaban cruces como amenazándonos y nosotros como
creemos mucho en la brujería, porque usted sabe que uno cree mucho en la brujería, eh pensamos
que era brujería que nos estaban haciendo.” (PF24-4)
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 11. La violencia y el abandono del Estado, factores que interactúan: La lucha por la conquista del territorio, El reclutamiento
forzado y los diversos actores.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“Entonces allá llegaron los paramilitares (…), en ese momento llego una ola de violencia muy
grande porque ellos llegaron a mandar al pueblo, no les importaba nada, ya lo de uno en pocas
palabras no era de uno, (…) cuando ellos se fueron ahí llego la guerrilla al pueblo y ahí se fue
PF48-1
La violencia y empeorando todo, (…), porque como era una zona de narcotráfico entonces empezó la lucha por
el abandono del territorio, se empezaron a dar los enfrentamientos. (…)Entonces en esa época uno no se metía con
PM29-2 Estado, factores nadie, uno no hablaba con esa gente solo lo necesario.” (PM29-5)
que
interactúan: La “(…) allá el Estado nunca llego, allá nunca hacían escuela, allá solamente habían los negros y los
PF30-3 libres (…) No había opción de vida y ya sin la figura paterna ya uno no (breve silencio) no había
lucha por la
conquista del vida, (…) en el transcurso de todos esos problemas, de todas esas dificultades sin opción de vida,
PF24-4 territorio, El eh cada que la gente se reunía a veces habían macheteados, había mucha violencia y entonces yo
reclutamiento me vine, fue una tía y a los 10 años me trajo para acá ( la ciudad de Cali), o sea de ¡guatemala a
forzado y los guatepeor!” (PF48-1)
PM29-5 diversos
actores. “(…) me desplace porque la guerrilla me quería reclutar, entonces mis padres se enteraron y por eso
me desplace del pueblo en el que nací a Barbacoas. (…) una vez llego un conocido de mis tíos que
era guerrillero y les dijo que a mí me querían reclutar, o sea otra vez me andaban queriendo llevar.
Allá desde los diez años usted era candidato para la guerrilla o para cualquier grupo.” (PM29-2)

168
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 12. El Estado como agente protector: Programas de atención y posibilidades de retorno.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) llegue allá a la oficina de desplazamiento que hay acá en Cali y pues decidí declarar esto
mismo que te estoy contando, bueno pues declarar esos hechos que han ocurrido en mi vida
entonces quede como desplazado. Ya luego pues, gracias al apoyo de la Unidad, le fui haciendo;
yo recibí por tres años subsidio como desplaza eso correspondía a vivienda, educación,
alimentación y transporte, también tenía atención psicosocial que fue buena y me ayudó a manejar
un poco el temor que tenía.” (PM29-2)

“(…) nos dieron una carta cheque para buscar arriendo y el Estado se hacía cargo de pagar el
PF48-1
arriendo, de amueblarlo, mejor dicho de todo; pero pues nosotros sufrimos de asma y el mucho
frío nos hacía daño, no podíamos quedarnos allá porque realmente estábamos súper mal. Entonces
PM29-2 decidimos venirnos a la ciudad de Cali (…)” (PF24-4)
El Estado como
agente protector: “(…) en este momento mi tierra natal está en conflicto, por lo que ya no hay quien controle la zona
PF30-3 Programas de porque pues el gobierno se ha alejado de estas zonas apartadas de las ciudades, entonces pues que
atención y obviamente hay mucha disidencia entonces ha estado un poco difícil. Yo intente volver hace tres
PF24-4 posibilidades de años pero como hay disidencia está muy inseguro, entonces ya no se podía andar solo tocaba andar
retorno. acompañado con lo gente que ya estuviera allá, entonces no he decidido volver nuevamente, (…)
sería muy bonito regresar y estar con su familia, en su tierra pero bueno qué más se puede
PM29-5 hacer.”(PM29-2)

“Si por nosotros fuera nosotros estaríamos en nuestra tierra, con nuestra gente, nuestra vida, con
todo lo que éramos, pero pues no podemos estar allá en el pueblo por temor, porque hay personas
que si ya se han salido de los grupos pero hay gente que todavía están ahí y pues mi hermano ya
está grande, tiene veintiún años y que nos vayan a querer llevarse a mi hermano como para la
guerrilla u otro grupo o todo eso, nos da miedo (…)” (PF24-4)

“uno acá no anda con la guerra tan cerca, acá si usted no anda en torcidos ni se entera, allá no, allá
la cosa es con todos con el que es y con el que no es.” (PM29-5)

169
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 13.Una nueva realidad: La inestabilidad, la incertidumbre y el miedo instaurados como parte del cotidiano.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) pasamos muchas necesidades porque mi mamá en Buenaventura nunca consiguió empleo,
nunca, ella más fácil se le daba aquí en las casas de familia, entonces cuando vimos que empezamos
a pasar mucho trabajo allá mi mamá empezó a vender cosas así con carreta en la calle, a vender
limón, que cebolla que no sé qué. Pero no, nunca se pudo establecer así que volvimos aquí a Cali y
así nos estuvimos hasta que yo ya cogí marido”. (PF30-3)

“(…) llegue aquí y como toda persona, toda niña que traían del campo que no sabía leer, no tenía
PF48-1 otra opción de vida; me metieron a trabajar a una casa de familia, ahí cuidaba niños (…) Entonces
pues seguí aquí, seguí trabajando, iba y venía(…) (…) cuidaba niños, los iba a recoger, eh no me
pagaban, se supone que tenían que dejarme estudiar, no me dejaban estudiar y el maltrato
PM29-2 Una nueva psicológico, de hecho había una señora que cuando se enojaba conmigo me decía “bien hecho que
realidad: La te mataron a tu papá, bien hecho que te mataron a tu papá” o sea, son cosas como que, como que
inestabilidad, la calan no.” (PF48-1)
PF30-3
incertidumbre y
el miedo “(…) salía y yo sentía que todo el mundo me iba era agarrar, que me iban a matar, entonces pues
PF24-4 instaurados tenía ese presentimiento (…)” (PM29-2)
como parte del
cotidiano. “Viera que yo aun ando con mucho cuidado, yo de noche no ando en la calle, a las 10 de la noche
PM29-5 yo ya estoy en mi casa, me produce una sensación terrible la idea de andar tarde de la noche en la
calle. Viera que cuando inicie a trabajar yo salía tarde, pero bien tarde y me quedaba en el trabajo
pensando en cómo hacer para llegar a mi casa (risas).” (PM29-2)

“(…) uno queda con temor de salir a la calle, uno queda con mucho temor, es que fue una situación
muy difícil, a mí me daba miedo salir, (…)” (PM29-5)

“Uno aprende a vivir con el temor, uno se vive enfrentando a él. Es que uno en su costa al menos
conoce quien es quien, acá cuando uno sale y que lo roban, que lo mataron o que lo halaron, en fin,
mucho temor pero una aprende.” (PF24-4)
Fuente: Elaboración propia.

170
Tabla 14.El sanar en nuevos contextos: el convivir con el dolor que deja la pérdida como una forma de responder a situaciones adversas.

CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM


“(…) cuando uno pierde la parte de protección, la parte paterna, la parte que te da la seguridad y de
la forma en que lo perdí, es pues… eso marca para toda la vida, que uno sigue luchando y uno todos
los días se levanta, pero eso es algo que se te queda en la cabeza y que no te sale nunca, porque han
pasado muchísimos años y todavía lo vivo como (breve silencio) todos los días me levanto y pienso
en eso como si lo estuviera viviendo en ese momento, ya la mente se queda allá, se queda estancada
allá, para siempre o sea, no voy a decir que porque … o sea el cuerpo cambia, pero lo que uno lleva
adentro eso no cambia, para mí no hay otra opción,(…)” (PF48-1)

PF48-1 “(…) cuando una persona muere todo lo que tiene que ver, lo que está alrededor, de que le cantan,
le acompañan toda la noche, que se le reza, de que se hace como una minga para enterrarlo, o sea
como que todos se unen alrededor de ese difunto porque de hecho allá no es como acá que se
El sanar en nuevos
PM29-2 compra el ataúd, allá se hace (…) acá que la gente se muere y son pocos los que acompañen y los
contextos: el
que acompañan a las 10 de la noche 11 de la noche ya se están hiendo para sus casas y el muerto
convivir con el
queda solo, en el campo el muerto nunca queda solo, desde que se muere hasta que lo entierran
PF30-3 dolor que deja la
siempre está acompañado (…) ” (PF48-1)
pérdida como una
forma de
PF24-4 “(…) uno allá podía ir a bañar a cualquier hora, uno podía disfrutar de la playa con la gente y claro
responder a
en cambio una acá no se siente como con esa libertad de decir yo me voy a ir a bañar al rio voy a
situaciones
irme a la playa,(…) entonces pa´ uno dejar eso es algo muy difícil; también en la alimentación, uno
adversas.
PM29-5 acostumbrado comer su pescado, digamos, uno allá por ejemplo en el desayuno se comía comida
pesada, como pescado, te hacen tapao, pero cuando yo me viene acá al principio no comía nada de
eso, entonces esas cosas me hacían falta.”(PM29-5,)

“(…) o sea toda esa parte cultural es muy diferente acá, o sea uno allá siente la vida, acá no se siente
la vida, uno allá siente la unidad acá no se siente la unidad, (…) (…) a pesar de que en el campo a
veces hay violencia, eh la gente está ahí alrededor para apoyarte, acá te roban, te matan, te hacen
cualquier cosa mala y es como la noticia del momento y ya luego paso porque ya luego viene otra
cosa, o sea quedas ahí como con tu dolor, con tu sin sabor, como con tu inseguridad mientras que
allá no, la misma gente se encarga de que eso malo que te paso vaya sanando por el apoyo que te
dan,(…)” (PF48-1)
Fuente: Elaboración propia.

171
Tabla 15.Reconfiguración del núcleo familiar y las costumbres.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) llegamos a Buenaventura, llegamos a Buenaventura y en Buenaventura estuvimos un tiempo
y luego nos vinimos para acá para Cali. Pues mi mamá empezó a trabajar o sea se desbarató todo
PF48-1 porque mi mamá y mi papá siempre estaban juntos, pero después de eso ellos, el uno cogió a trabajar
una cosa el otro también, se separaron en ese transcurso (…) Entonces como vivíamos no más las
dos, mi padrastro también se vino, pero hubo un momento en que ellos se separaron ahí después del
PM29-2 desplazamiento entonces nos quedamos las dos solitas, ella me dejaba solita y se iba a trabajar, yo
estudiaba, me iba a estudiar llegaba a la casa, o sea me despacha sola.”(PF30-3)
Reconfiguración
PF30-3
del núcleo “El momento también es duro porque digamos que cuando no está todo su núcleo familiar, casi
familiar y las completo como el mío, sin sus familiares, es diferente cuando uno está solo como disperso, o sea
PF24-4 costumbres. digamos que la familia como tal ya no comparte como siempre uno ha venido acostumbrado a
compartir, es difícil porque cada quien va agarrando diferentes caminos; en esa época era muy duro
porque uno no era acostumbrado pues a estar lejos de mi mamá, mi papá, mis hermanos.” (PM29-
PM29-5 5)

“El día que mataron a mi papá fue una tragedia (…) (…) nosotros nos quedamos ahí en el caserío,
nos quedamos con mi mamá, con una cantidad de problemas. (…) Mi mamá se volvió a organizar;
y seguíamos ahí en el pueblo, tenía problemas con uno, tenía problemas con otro.” (PF48-1)
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 16. Búsqueda de preservación de la cultura a través de diversas herramientas: trasmisión de conocimiento, la oralidad, la
música, etc.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
Búsqueda de “(…) en mi casa mis hijos saben de dónde viene su familia, yo a ellos les enseño mucho lo que es
PF48-1 preservación de del pueblo y cosas que tienen que ver con nosotros. (…) Yo siempre les cuento como era el pueblo,
la cultura a que costumbres habían allá y todo, (…)” (PF24-4).
través de
PM29-2 “(…) yo cuando merco la mitad de mi mercado es del Pacifico (risas), la gallina ahumada, todas
diversas esas cosas y todo eso se le ha ido inculcando a ella, la música también. (…) yo a mi hija siempre
herramientas: trate de inculcarle sus raíces, su comida ella desde pequeñita, a ella le encanta su banano, a ella le
trasmisión de encanta su papa china, ella come gallina humada, (…) sus raíces siempre se le han tratado de

172
PF30-3 conocimiento, la conservar así, o sea, ella siempre ha sabido su mamá de dónde viene y para donde y sabe que no me
oralidad, la avergüenzo del río ni de mi historia ni nada de eso, (…)” (PF48-1).
PF24-4
música, etc.
“En el Pacifico antes la mujer Afro, la mujer negra no se alisaba, entonces yo a ella nunca le maltrate
su pelo ni su identidad yo le hacía trenzas porque era lo que a mí me hacía mi mamá cuando estaba
PM29-5
pequeña y de hecho ella creció con eso y ella nunca se ha alisado” (PF48-1)

“(…) cuando ella estaba pequeña yo la tuve en un grupo de comunidades negras donde trabajábamos
lo que era la identidad y la cultura (…)” (PF48-1).
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 17.Entre el mestizaje cultural y la pérdida: la oportunidad de continuar con las costumbres del territorio.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) para mí, un poco la cultura de Cali con la cultura del Pacifico se asemejan, o son un poco
relativas, entonces es más fácil adaptarse a la cultura de Cali; pero pues yo creo que no fue como
PF48-1 tan drástica adaptarme, simplemente pues no sé, me deje llevar del carisma de la gente, porque son
muy serviciales,(..)” (PM29-2)

PM29-2 Entre el “(…) yo creo que al final se va perdiendo todo, esa identidad, pues no es lo mismo, a uno se le
mestizaje olvida hasta bailarlo, se le va olvidando casi todo, el folclor, se le olvida como tocar un bombo, una
cultural y la marimba, una chirimía o sea todo, todo se le va olvidando porque los viejos ancestros los que sabían
PF30-3
pérdida: la pues todo y le enseñaban a uno a tocar pero pues ya uno ya no está, ya se va olvidando todo porque
oportunidad de ya uno no aprendió, ya entre uno dos o tres años que uno ya vaya a ir o piense en ir ya de pronto no
PF24-4 continuar con las estén ellos o ya no estén en edad de enseñarle a uno, entonces todo se va perdiendo, la cultura se va
costumbres del perdiendo.” (PF24-4)
territorio.
PM29-5 “(…) si usted se viene del Pacifico y decide vivir en la ciudad tiene que irse como acoplando a toda
esas situaciones e ir dejando toda su cultura hacia atrás (…)” (PF48-1)

“(…) creo que si yo me hubiera terminado de criar allá había tenido quizás la oportunidad de
aprender muchas cosas, (…)”(PF30-3)
Fuente: Elaboración propia.

173
Tabla 18. El territorio como referente identitario y medio para establecer vínculos colectivos: La extrañeza ante las nuevas formas de
llevar a cabo los rituales de paso.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“(…) allá donde nosotros estábamos en Llano Bajo, en el pedacito donde estábamos todo el mundo
se conocía, todo el mundo sabía a veces que ¡ay que mataron una guagua! Entonces “que vecina
PF48-1 aquí mate una guagua, coja un pedacito” entonces acá en la ciudad no es así, acá es “si compro su
El territorio pescado, es pa ́ su olla, pa´ su familia” y así, en cambio allá era más comunes las cosas, más
como referente comunitario por así decirlo. (…) la gente en el campo vive de una manera muy diferente, todos son
PM29-2 identitario y como familia, acá cada quien tira para su lado, cada quien hace lo que quiere, la ciudad lo lleva a
medio para uno a ser cada vez más independiente y no tan ¡Ay vecino! ¿Qué cómo está? De estar en la casa del
establecer vecino del amigo, acá es más diferente; la ciudad es mucho más deshumanizada diría yo (sonrisa).”
PF30-3
vínculos (PF30-3)
colectivos: La
PF24-4 extrañeza ante “Cuando nosotros estábamos pequeños mi mamá y mis tías cogían pescado unos días antes lo
las nuevas aliñaban lo secaban y luego ese día, el viernes y el jueves cocinaba toda la familias juntas, nosotros
formas de llevar no podíamos correr,(…) acá es semana santa la gente se va de vacaciones, se va a jugar fútbol, se
PM29-5
a cabo los va a piscina, o sea hace todo menos rezar; entonces como que todas esas cosas cambian y uno se va
volviendo como, como solitario, como aislado, como amargado, o sea no es lo mismo, no se vive la
rituales de paso. vida como se vive en el campo, entonces yo creo que como lo que más extraño, como lo que siempre
está ahí en la mente como queriendo regresar y que uno sabe que ya no se puede regresar y porque
la vida avanza y ya (…)” (PF48-1)
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 19. Contar con la compañía de familiares o amigos en el lugar de llegada.


CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
PF48-1 “Cuando yo me vine a Cali el que me recibió fue mi hermano mayor, él ya vivía acá y me ayudó
mucho. (…) Una de las cosas por las que siempre le doy gracias a Dios porque mi hermano estuvo
Contar con la acá y la relación con él ha sido excelente y siempre él me ha apoyado, siempre estuvo ahí
PM29-2 compañía de apoyándome entonces pues, digamos que me fue bien porque siempre tuve el apoyo de él, siempre
familiares o amigos me ayudó mucho.” (PM29-5)
en el lugar de
PF30-3 llegada. “Cuando llegamos a Bogotá, estábamos perdidos (risas) , no sabíamos que hacer, a donde ir ni a
quien ir; hubo una señora que me pregunto que yo de dónde venía y yo le explique mi situación,
ella me dijo que por qué no iba a buscar ayuda en la UAO , ella me explico por donde era, la verdad

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PF24-4 yo no conocía nada y con la ayuda de muchas personas llegue allá e hice mi declaración y quede
incluida en el RUV junto con mi mamá, mi hermano y mi hijo.”(PF24-4)
PM29-5 “(…) pues gracias a Dios tuve una madrastra que me acompañó mucho en este proceso, ella fue la
que me acogió cuando llegué acá y que sirvió prácticamente como una psicóloga en mi vida (…)”
(PM29-2)
Fuente: Elaboración propia.

Tabla 20. La adquisición de conocimientos y el convertir lo traumático en un motivo de superación como estrategia para posicionarse
en el nuevo contexto
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“Lo que me pasó fue muy difícil, la forma en la que uno salió de su casa no es la forma que nadie
espera, pero a pesar de todo gracias a Dios porque siempre ha estado con nosotros como familia, y
pues a pesar de todas las cosas que pasaron me siento muy bendecido y algo que he podido entender
PF48-1 es que en la vida nada es imposible, que lo que uno se propone lo puede cumplir, y me gustaría que
La adquisición quizá muchas personas que de pronto pasan por la misma situación que uno, que en lugar de
de centrarse en las cosas malas que eso le sirva para salir a delante. (…) Hubo momentos en los que
PM29-2
conocimientos y pues por la situación económica y eso pues uno se siente mal y hay gente que te mira raro o que te
el convertir lo excluyen, entonces eso lo motiva a uno para regresar a su pueblo con su gente, pero pues uno le
PF30-3 traumático en un hace cara y sigue no, eso a la final se vuelve en un motivo para superarse. (PM29-5)
motivo de
superación como “(…) nos hemos adaptado a todo y como tú sabes acá hay mucha pandilla, hay gente fumando
PF24-4 marihuana cosa que nosotros por ejemplo nunca vimos en el pueblo, eso en el pueblo no se puede
estrategia para
posicionarse en ver nada de eso porque está prohibido, ya uno acá se tiene que adaptarse a todo, (…)”(PF24-4)
PM29-5 el nuevo
“(…) yo considero que nosotros como Afros, como personas pues desplazadas de nuestros
contexto.
territorios por X o por Y motivos tenemos que prepararnos para poder competir en la ciudad porque
tampoco es que uno siempre tenga que estar metido en una casa de familia siempre lavándole los
trapos a los demás, (…) (…) yo creo que si uno puede estudiar para romper esas barreras, para
superar esas metas hay que hacerlo;(…)” (PF48-1)
Fuente: Elaboración propia.

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Tabla 21. Construcción de Proyecto de vida: posicionamiento de vida personal y posicionamiento de vida en función del bienestar de
los hijos.
CÓD.PTE. TEMAS VERBATUM
“Yo hoy quiero sacar a mis hijos a delante, enseñarles que es lo bueno y lo malo pues porque nadie
nace aprendido y darles mucho amor, a nosotros no nos hizo falta pero pues quiero darles su espacio,
si puedo y es posible el día de mañana comprarles su casa a ellos, Dios no quiera el día de mañana yo
llego a faltar ellos tengan donde meter su cabeza y pues que estudien; yo cuando me toco desplazarme
no había terminado de estudiar, estaba en séptimo de bachillerato y ahora termine hasta noveno, hice
varios cursos con el SENA pero no soy bachiller, tal vez uno hubiera podido tener algo mejor pero lo
que yo no he podido tener y hacer yo espero que ellos lo tengan, que puedan vivir tranquilos y sin temor
a nada.”(PF24-4)
PF48-1
Construcción de “(…) yo creo que si me fuera terminado de criar allá podía ser una de las representantes legales de allá
Proyecto de o cualquier cosa porque eso me gusta, pero ya no me veo viviendo allá porque yo ya hice mi vida acá
PM29-2
vida: en la parte urbana entonces no, ya no quería y además como que someter a mis hijos en esa situación
posicionamiento ya no quiero. Yo quiero ir a la universidad y terminar la carrera porque… mi idea no es ejercer el
PF30-3 de vida personal magisterio, sino que yo quiero crear un jardín donde se le impongan bases a los niños o sea muy firmes,
y que yo sepa que con ese jardín y con lo que se le enseña a los niños en ese jardín voy a construir unos
posicionamiento personajes, quizás no todos los niños que hayan allí pero si unos personajes que sirvan a esa sociedad
PF24-4
de vida en que existe (…)” (PF30-3)
función del
bienestar de los “(…) yo creo que si uno puede estudiar para romper esas barreras, para superar esas metas hay que
PM29-5
hacerlo; entonces también si tú tienes muchos hijos no puedes hacer eso porque de ahí tienes que tomar
hijos.
la decisión de si le das de comer o los mandas a estudiar entonces decidí tener una para que pudiera
estudiar y pudiera hacer otras cosas y todo el cuento, no y porque también tener hijos no es fácil (risas)
tener hijos no es fácil, la gente sabe que no, una barriga es duro y más cuando ya nacen es delicado.
(…) yo considero que no es una buena opción tener muchos hijos para vivir en una ciudad como Cali,
donde está expuesta a que la drogadicción o que la prostitución, que el cuidado con ellos, que si uno
no los puede meter a estudiar de hecho siempre mi preocupación fue que ella estudiara.”(PF48-1)

“A futuro espero tener hijos, pero cuando este más organizado, ahora creo que aún me falta.”(PM29-
5)
Fuente: Elaboración propia.

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