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BIBLIOTECA

VIRTUAL INTERCONTINENTAL
COLECCIÓN MASONERÍA Y SOCIEDAD
Hacia la comprensión de la Francmasoneria y su relación con la Sociedad

¿DE QUE SE TRATA EL PRIMER GRADO DE LA MASONERÍA?


ES UNA OBRA DE CARÁCTER EMINENTEMENTE DOCENTE, ESCRITA CON EL PROPÓSITO DE ORIENTAR A LOS RECIÉN INICIADOS Y APRENDICES MASONES EN GENERAL,
RESPECTO DEL COMETIDO QUE TIENEN COMO TALES, Y QUE RECOGE LA VISIÓN DE LOS PRINCIPALES RITOS, DESDE LA PERSPECTIVA DE SUS RITUALES DE PRIMER GRADO. EL
AUTOR, GUILLERMO FUCHSLOCHER, UN MASÓN CON 32 AÑOS DE INICIADO, ANALIZA CÓMO LOS FINES GENERALES DE LA FRANCMASONERÍA SE PARTICULARIZAN EN EL
GRADO DE APRENDIZ, A FIN DE QUE EL AVANCE FORMATIVO Y VIVENCIAL DE LOS INICIADOS SEA PAULATINO, EN FUNCIÓN DE OBJETIVOS HUMANISTAS COMUNES. LUEGO
ABORDA LAS PRINCIPALES FUENTES DE LAS CUALES PUEDE DESPRENDERSE EL COMETIDO DE ÉSTE GRADO, EN RAZÓN DE QUE EN LA MASONERÍA NO EXISTE UNA DOCTRINA
OFICIAL. ESTAS FUENTES SON EL SIMBOLISMO BÁSICO DEL PRIMER GRADO, EL DEL TALLADO DE LA PIEDRA; LOS RITUALES DE TRABAJO DEL GRADO DE APRENDIZ DE LOS
RITOS ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO, YORK, FRANCÉS O MODERNO Y PRIMITIVO; LA PREGUNTA DEL GRADO ¿DE DÓNDE VENIMOS”; Y EL ESTUDIO DEL SIMBOLISMO
NUMEROLÓGICO QUE REALIZAN LOS APRENDICES. CONCLUYE IDENTIFICANDO A LA ÉTICA O A LA MORAL, DE CONFORMIDAD CON EL RITO DEL QUE SE TRATE, COMO
FACTOR COMÚN DE LAS ENSEÑANZAS DE PRIMER GRADO, JUNTO CON EL LLAMADO A LA PRÁCTICA EFECTIVA DE LAS NORMAS DE COMPORTAMIENTO BASADAS EN
PRINCIPIOS, PUES LO QUE HACE AL MASÓN ES LA PRAXIS EFECTIVA DE LOS MISMOS Y NO SU MERO ESTUDIO Y CONOCIMIENTO TEÓRICO. .

Contenidos
1. Introducción
2. Finalidades de la Masonería
3. Los Grados
4. Las Fuentes
5. Simbolismo básico del Primer Grado: El tallado de la piedra
6. Rituales de Primer Grado
7. La pregunta del Grado: ¿De dónde venimos?
8. Estudios del Grado: Numerología
9. Conclusión
BIBLIOTECA VIRTUAL INTERCONTINENTAL
COLECCIÓN MASONERÍA Y SOCIEDAD
Hacia la comprensión de la Francmasoneria y su relación con laSociedad

LA BIBLIOTECA VIRTUAL INTERCONTINENTAL, A TRAVÉS DE LA COLECCIÓN "MASONERÍA Y SOCIEDAD" ABARCA LIBROS Y ENSAYOS SOBRE TEMAS DE ESOTERISMO,
SIMBOLOGÍA, RITUALIDAD, FILOSOFÍA Y MÁS CONOCIMIENTOS MASÓNICOS, DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS MIEMBROS DE ESTA ORGANIZACIÓN INICIÁTICA, Y TEMAS DE
PREOCUPACIÓN SOCIAL QUE LOS MASONES ABORDAN AL INTERIOR DE SUS TEMPLOS Y LOGIAS.

EDITOR GENERAL: Vinicio Baquero Ordóñez


AUTOR: Guillermo Fuchslocher Mantilla
EDICIÓN E ILUSTRACIÓN: Pentalpha
PRODUCCIÓN DE E-BOOKS: Universal Technology Inc.
Otras obras de la Colección Masonería y Sociedad
http://www.biblioteca-intercontinental.org

pentalphae@gmail.com

Quito, Pentalpha, 2002, 2007.

Licencia: Copyright© Vinicio Baquero Ordóñez: Por cesión, en forma exclusiva, de derechos de autor por parte de Guillermo Fuchslocher Mantilla a
favor de Vinicio Baquero Ordóñez, para publicaciones digitales (e-books).

e-book generado usando software de fuente libre calibre versión 0.9.0 creado por David Goyal Ver http://calibre-ebook.com para mayor información.
1. INTRODUCCIÓN.
Es común, luego de nuestra iniciación, que a nuestra ansia de saber, investigar y trascender a la sociedad con los principios
de la masonería, se nos conteste con aquella letrilla molesta: “No es de tu grado”. Internamente nos rebelamos: ¿cómo es
posible que el estudio y el conocimiento se limiten? ¿acaso todo tipo de temas no se los trata en el llamado “mundo
profano” y aquí, en una organización libérrima, se nos establecen limitaciones? A esta situación se suele añadir el pedido
de que nos centremos en los aspectos propios del grado, pero no se nos dice cuáles son éstos, pues cada uno debe
descubrirlos: se nos dan preguntas en lugar de respuestas y símbolos como principal material de investigación.

Pretendemos utilizar estos elementos para descubrir la razón de ser de los grados y sus limitaciones; también, y en
forma muy concreta, averiguar de qué se trata el primer grado, cómo se expresan los altos principios de la francmasonería
en él y qué se espera de nosotros en esta primera etapa masónica que comenzó la noche de nuestra iniciación.

Para ello, analizaremos y trataremos de clarificar los fines de la francmasonería y el porqué de su tradicional división en
grados. Con respecto a los objetivos propios del grado de aprendiz, recurriremos como fuentes de respuesta: al ritual; al
simbolismo básico del grado, el tallado de la piedra; a la pregunta de primer grado; y a la numerología.

Podremos llegar a una conclusión en la medida en que encontremos puntos comunes en los resultados a que lleguemos
dentro del análisis e interpretación de los elementos mencionados.
2. FINALIDADES DE LA MASONERÍA.
Preguntas que son muy frecuentes por parte de los profanos, que para nosotros no son fáciles de contestar, son aquellas
sobre ¿qué pretende la masonería?, ¿para qué sirve?, ¿cuál es su aporte o utilidad práctica? Nuestra respuesta, casi
invariablemente, es una expresión de ideales o una relación de glorias pasadas. Contestamos que mejorar al hombre, a la
sociedad, a la humanidad, anhelos que a nosotros mismos nos parecen tan lejanos, que nos inquieta no sean más concretos
y realizables.

Pero aquí viene el cuestionamiento: ¿fallan los ideales de una organización tan sabia y antigua o falla nuestra
comprensión? Los ideales no son otra cosa que eso, ideales, aspiraciones a muy largo plazo, la meta mediata, el punto que
suponemos es el final del camino, un camino que se alarga en la medida de nuestro avance. Lo perfecto es el ideal, mientras
lo real y concreto es la perfectibilidad humana, es decir, el esfuerzo por llevar a cabo aquel ideal.

La francmasonería tiene por finalidades las más altas a que puede aspirar el ser humano y solo con estas miras se
pueden realizar cosas realmente efectivas e importantes. Sus miembros, sabiéndonos perfectibles, pero que la perfección
en sí talvez es un imposible, no nos detenemos, y aquilatamos el valor que tiene actuar como quijotes, porque eso han sido
los más distinguidos masones que han hecho aportes importantes a la humanidad. Ellos, en calidad masones han actuado
como quijotes, pero sin hacer caso omiso a los consejos de Sancho. El tiempo y la historia les han dado la razón.

Una síntesis de las finalidades generalmente aceptadas de la francmasonería están reseñadas en los Estatutos de la Gran
Logia Equinoccial del Ecuador, que en su declaración de principios dice: “Su objetivo es el perfeccionamiento del hombre y
de la humanidad. Promueve entre sus adeptos la búsqueda incesante de la verdad, el conocimiento de sí mismo y del
hombre en el medio en que vive, para alcanzar la fraternidad universal. A través de sus miembros proyecta sobre la
sociedad la acción bienhechora de los valores e ideales que sustenta. ... Sustenta los postulados de libertad, igualdad y
fraternidad y, en consecuencia, propugna la justicia social y combate la tiranía, los privilegios y la intolerancia. ... En la
búsqueda de la verdad y en el logro de la justicia, es deber de los francmasones mantenerse en un lugar de avanzada en el
proceso evolutivo e integrador del hombre y de la sociedad. ... Las logias y los francmasones se empeñan constantemente
en el perfeccionamiento del hombre y de la sociedad, a través del amor, la solidaridad, la justicia y la paz.”

Además de esto, es el símbolo, nuestro lenguaje, a la vez transmisor de doctrinas y medio de reflexión filosófica, el que
señala como misión masónica la construcción de un gran templo ideal y social, del cual nosotros somos sus artífices,
ejecutores de las más grandes aspiraciones de la humanidad, pero al mismo tiempo constituimos materiales, herramientas
y obreros de este gran templo de verdad, virtud y justicia.
3. LOS GRADOS.
El cumplimiento de los fines generales de la francmasonería implica necesariamente la adecuada capacitación de
quienes deben llevarlos a efecto, y además, el establecimiento de objetivos concretos y particulares para cada grupo de
masones, según su grado de formación. No se es masón por el solo hecho de la iniciación, ésta no es una ceremonia mágica
que tiene la virtualidad de crear otras personas de la noche a la mañana. Con la iniciación comenzamos un proceso de
cambio y una primera etapa masónica, la de aprendizaje; en ésta tratamos de conocer cómo llegar a ser mejores, tratamos
de cambiarnos a nosotros mismos, pues si no fuésemos capaces de esto sería inútil que pretendiésemos realizar cambios en
la sociedad o la humanidad.

He aquí el sentido de los grados: no quemar etapas, no realizar algo sin estar preparados para efectuarlo. La masonería
no es una mera teoría, si lo fuera bastaría un curso por correspondencia o leer unas páginas enInternet, y en muy poco
tiempo se podría conocer y aprobar la materia de cada grado. La masonería es fundamentalmente práctica, vivencia. La
masonería es una forma de vivir, y por tanto de pensar y de actuar. No basta, por ejemplo, repetirnos que “nos reunimos
sobre el nivel y nos separamos sobre la escuadra”, sino que el mensaje que frases como ésta debemos cumplirlo cada
momento de nuestra vida: siempre debe reinar la igualdad entre nosotros y siempre nuestros actos deben ser justos y
rectos. Y este es tan solo uno de los aspectos que debe ocuparnos.

Así como nuestros hermanos nos escogieron para la iniciación por considerarnos seres humanos libres y de buenas
costumbres, así también, cuando se dan cuenta que estamos en el sendero de superación, que nos esforzamos en el
aprendizaje, en e1 cambio personal, que esto se está cumpliendo efectivamente, nos escogen para que adelantemos en
conocimientos, responsabilidades, vivencias y otros cometidos de grados superiores, que no sustituyen al primero, al de
aprendices, que nunca lo dejaremos, sino que se acumulan a él.
La división en grados de la francmasonería es uno de sus grandes aciertos, reconoce la realidad de que el progreso del
ser humano es paulatino, y por tanto encarga las misiones masónicas según el nivel de desarrollo de cada hermano. En este
caso, la tradición de la masonería resulta sabia y efectiva.

Con los grados no se descuidan las grandes finalidades de la masonería, por el contrario, se sientan sólidas bases para su
efectivo cumplimiento. Los fines se particularizan, se dividen, se concretizan, a fin de que cada cual tenga una misión
concreta que esté en capacidad de llevarla a cabo porque está preparado para ello.

Ahora, lo importante es descubrir nuestro particular cometido, y cumplirlo, esto es lo difícil. Si hay fallas, éstas no
radican en la francmasonería, en su teoría y organización, sino en quienes debemos llevar a efecto las misiones que nos
corresponden.
4. LAS FUENTES.
Descubrir nuestra tarea es una misión personal, pues la francmasonería parte del principio de libertad de investigación: no
hay verdades dadas, no hay dogmas. La verdad es una meta inalcanzable. La identificamos con la luz porque ella es nuestro
objetivo final, pero si la recibiésemos de golpe nos cegaría. Si venimos de un mundo en que simbólicamente reinan las
tinieblas, debemos acostumbrarnos poco o poco a la luz, y así cada vez podremos recibir más claridad, pero nosotros
debemos alcanzarla o generarla.

En éste contexto, ¿de qué elementos podemos servirnos para descubrir el objetivo de nuestro grado? A continuación
destacamos cuatro fuentes fundamentales de donde podremos extraer respuestas: El ritual de primer grado, el simbolismo
básico del grado, la pregunta que corresponde a los aprendices y la numerología.

El ritual tiene un propósito disciplinario y psicológico, pues nos constriñe a disciplinarnos en forma mínima para
efectuar nuestros trabajos, y nos recuerda, repitiéndolas constantemente, nuestras obligaciones.

El simbolismo básico nos abre las puertas a la reflexión, para que descubramos nosotros mismos, en nuestro caso
particular, en que consisten nuestras obligaciones, las que a fin de cuentas somos cada uno de nosotros los que nos las
fijamos.

La pregunta del grado de aprendiz nos hace reflexionar y dirige nuestra visión hacia un punto en concreto, hace que
estudiemos el pasado antes de preocuparnos por el futuro. Nos da pautas de orden lógico, nos organiza, centra nuestras
inquietudes dispersas en puntos específicos.
Por último, la numerología nos hace meditar para contestarnos las interrogantes que se nos han creado, y nos trae una
clara enseñanza del avance gradual: no se puede llegar a un número sin haber pasado por el anterior. Es muy corto y
conciso el camino que nos corresponde, pero el sendero iniciático, como los números, tiene la particularidad de ser infinito.
Establecen una adecuada relación entre lo real y lo ideal. Los factores que armonizan esta relación, aparentemente
contradictoria, serán la efectividad de nuestra acción y nuestra paciencia.

Ahora nos corresponde analizar cada uno de los elementos enumerados, relacionándolos con nuestra etapa de desarrollo
simbólico: nuestro grado de siempre, el de aprendices, aunque nuestros mandiles ya estén ribeteados de color.
5. SIMBOLISMO BÁSICO DEL PRIMER GRADO: EL TALLADO DE LA
PIEDRA.
Recordemos la obra de los masones operativos. Su objetivo final era construir un gran templo y cuando lo concluían se
trasladaban a otro lugar para iniciar la construcción nuevamente; así, Europa fue llenándose de catedrales góticas,
sólidamente asidas a tierra pero elevándose al infinito al igual que sus constructores. Para esta obra se escogían piedras de
una especial calidad, la mejor. El trabajo se distribuía según el grado de conocimientos en el arte. Se iniciaba la labor y el
aprendizaje con el tallado de la piedra en bruto a cincel y martillo; e1 objetivo era lograr piedras cúbicas con sus caras a
nivel y a plomo, para cuya comprobación se recurría a la escuadra. Pero esto tenía para ellos un mensaje simbólico, el cual
hemos conservado los masones especulativos, substituyendo el objetivo de construir templos reales por templos ideales de
verdad, virtud y justicia.

Si el trabajo más simple y elemental del oficio de la construcción consiste en el aprendizaje del tallado de la piedra en
bruto, simbolizando ella nuestras individualidades, al tratarse de piedras de especial calidad, es decir de seres humanos
libres y de buenas costumbres, imperfectos pero perfectibles, debemos dedicarnos a este aprendizaje con ahínco, utilizando
nuestro intelecto, representado en el cincel, y nuestra voluntad, simbolizada en el martillo, pues si no podemos con estos
instrumentos no se nos podrán confiar otros, si no podemos desbastar una piedra no deberíamos intentar levantar muros o
trazar planos.
Tallar la piedra simbólica implica superar nuestros defectos y lograr que afloren nuestras virtudes, convertir la mole
informe en una piedra cúbica. Todo esto bajo la guía de nuestro Segundo Vigilante, que simboliza nuestro objetivo e ideal:
la belleza.
6. RITUALES DE PRIMER GRADO.
Más allá de las diferencias de los rituales de los distintos ritos, hay un elemento común que demuestra la preocupación
ética de la masonería en el primer grado. Veámoslo en primer lugar según el ritual de primer grado del Rito Escocés
Antiguo y Aceptado. Dos momentos y actitudes distintas se diferencian a partir del primer golpe de mallete y la frase ritual:
¡Silencio en logia hermanos míos! Comienza la tenida con la tradicional apertura, en ella se repiten solemnemente muchas
frases que van quedando grabadas poco a poco en la memoria y que parecen máximas de gran profundidad; su repetición
lleva a pensar en su sentido e intención. Repitámoslas y descubramos a qué nos llevan:

– Hermano Primer Vigilante, ¿sois francmasón?

– Todos mis hermanos me reconocen cono tal, Venerable Maestro.

– ¿Qué entendéis por francmasonería, Hermano Primer Vigilante?

- E1 estudio de la filosofía moral para conocer la práctica de las virtudes, profesión que hacen todos los francmasones,
respetándose entre sí y amándose como hermanos, Venerable Maestro.

– Hermano Segundo Vigilante ¿en qué trabajan los aprendices?

– En desbastar y bosquejar la piedra bruta, Venerable Maestro.

– ¿Qué expresa la piedra bruta, Hermano Segundo Vigilante?


– Nuestro estado de imperfección por los vicios y nos recuerda que debemos trabajar constantemente a fin de conseguir
una educación virtuosa, Venerable Maestro.
Repitamos también parte de lo que se dice en la clausura de los trabajos:

– Hermano Primer Vigilante ¿qué debe evitar todo francmasón?


– La maledicencia, la calumnia y la ociosidad, V:. M:.

– ¿Qué debe observar?

– El silencio, la prudencia y el altruismo, Venerable Maestro.

– ¿Cuáles son las principales obligaciones de un francmasón?

– Trabajar, obedecer y callar, Venerable Maestro.

Continúan las preguntas y respuestas, luego las promesas, hasta que intervienen todos los hermanos, forman la cadena
de la unión y el Venerable Maestro dice:
– Queridos Hermanos, no olvidéis que todo hombre tiene derecho a vuestros buenos oficios; así os encargo que hagáis
bien a todos. Por diligencia en el cumplimiento de vuestro deber, por una benevolencia liberal, altruismo, constancia y
fidelidad en vuestras amistades y por un porte amable, justo y virtuoso, descubriréis los efectos útiles de esta antigua y
honrada institución.

Y continúa:

– Hermano Primer Vigilante ¿cómo se reúnen los francmasones?


– Sobre el nivel Venerable Maestro.

– Hermano Segundo Vigilante ¿cómo se separan los francmasones?

– Sobre la escuadra, Venerable Maestro.

– Puesto que nos hemos reunido sobre el nivel para demostrar la igualdad que reina entre nosotros y nos separamos
sobre la escuadra para demostrar que nuestros actos deber ser siempre justos y rectos, separémonos en paz bajo la ley del
más estricto silencio.

El ritual de primer grado del Rito Escocés habla por sí solo, nos pinta un panorama en que deben quedar atrás los vicios
y que nuestras metas deben ser las virtudes, pero aparte de señalarnos algunas de éstas, las que más bien tienen un sentido
metodológico y de armonía interna, nos deja en libertad para fijar nuestras propias normas de conducta.

Por eso se establece claramente cuál es el fin de este estudio: “la práctica de las virtudes, profesión que hacen todos los
francmasones, respetándose entre sí y amándose como hermanos”.

También en el Ritual del Grado de Aprendiz del Rito de York Reformado, en uso por la Logia Armonía, de Quito
Ecuador, el cometido ético también es claro:
Dicen el Venerable Maestro y los vigilantes, en la apertura de los trabajos:

– Hermano Primer Vigilante, ¿en qué consiste el trabajo de una logia de aprendices?
– En desbastar la piedra bruta y pulirla hasta que se encuentre lista para pasarla a las manos de obreros más expertos.
– Hermano Segundo Vigilante ¿qué herramientas requerimos para realizar este trabajo?

– Tres Venerable Maestro: el mazo que ha de eliminar las protuberancias, el cincel para pulir la piedra y la regla de 24
pulgadas para medir los avances de la obra realizada.
– Hermano Primer Vigilante, para los Masones, ¿qué simbolizan estas herramientas?

– El mazo representa la fuerza, el cincel la voluntad y la regla la división del día en tres períodos: uno para el trabajo,
otro para el descanso y el tercero para el servicio a la humanidad.

Por su parte, la clausura de los trabajos del ritual de primer grado del Rito Francés Moderno, en uso por la Logia
Eugenio Espejo, de Quito Ecuador, recuerda, en la voz del Venerable Maestro y los vigilantes:

– Nuestros trabajos no han terminado. Largos y penosos esfuerzos serán aún necesarios antes de que nuestra tarea sea
cumplida. La piedra bruta está apenas desbastada. La hora del descanso no ha llegado aún.

– Venerable Maestro, nuestros hermanos no aspiran al descanso. Prometen continuar fuera del templo la obra
masónica.

– Ellos difundirán las verdades que han conocido; harán amar a nuestra Orden por el ejemplo de sus cualidades;
prepararán, por una acción incesante y fecunda, la llegada de una humanidad mejor y más esclarecida.

– La luz que ilumina el templo debe alumbrar a todo el universo. A toda hora recordemos la grandeza de los deberes que
nos hemos impuesto. A toda hora estemos listos a cumplirlos.

Finalmente, conocemos que aquella corriente antigua y reservada de la francmasonería, denominada Rito Francés
Antiguo o Rito Primitivo, también otorga gran importancia a la ética en su ritualidad del grado probatorio y de
capacitación de aprendices iniciados. En ella, en un diálogo entre el Maestro Presidente y el Segundo Inspector del Cuadro,
jefe de la Columna de Aprendices, se recuerda que el objeto de esa Cámara es la capacitación de los aprendices masones en
el desbastamiento de la piedra bruta extraída de las canteras, donde se considera es simple masa informe, a fin de tallarla y
darle la forma adecuada para emplearla en la obra que están construyendo. Para el efecto, los medios que utilizan los
aprendices para su capacitación son el trabajo, la acción y el estudio del ser humano y del medio cultural en que
desarrollan su vida, teniendo como preocupación constante el progreso y el bienestar de la humanidad. El estudio a que
hacen referencia se centra en el análisis crítico de la moralidad y costumbres de los pueblos y su relación con las religiones,
ya que en este rito laico, científico y adogmático, el estudio de la ética tiene fundamentalmente un propósito liberador y
ésta no solo es individual sino eminentemente social.

Es así como, en el contexto de los distintos ritos masónicos y pese a las diferencias doctrinarias entre ellos, que en el
grado de aprendiz se manifiestan en su carácter más religioso o más filosófico, los rituales plantean sus programas de
estudio del primer grado, que se refieren básicamente al comportamiento humano basado en valores provenientes de la
moral o de la filosofía moral o ética. En este último caso, esto implica conocer las normas morales que nos entrega la
sociedad, para analizarlas a la luz de nuestra razón y concluir elaborando nuestras propias normas de conducta, pero sobre
todo, nos señalan el cometido de ser consecuentes con nuestras conclusiones y vivir de conformidad con ellas.
Sin la práctica efectiva de valores, que propician los rituales, solo seríamos masones de nombre. Por ello decimos que no
se nos conocerá por nuestros símbolos externos sino por nuestros actos. En este sentido es mejor llevar la escuadra y el
compás, en lugar de en la solapa, en el corazón y el cerebro.
7. LA PREGUNTA DEL GRADO: ¿DE DÓNDE VENIMOS?
Esta pregunta nos lleva a las más profundas reflexiones filosóficas, al estudio de los más difíciles problemas científicos, a la
comprensión de las grandezas y mezquindades de la historia de la humanidad, y por último a una íntima reflexión sobre
nuestro pasado, sobre los altibajos de nuestra vida profana.

Comenzamos con una rápida visión retrospectiva de nuestra existencia pasada, conminados por un testamento. En é1 no
hacemos otra cosa que formular una hipótesis, ahora nos toca comprobarla, realizar un balance de nuestra vida y empezar
un nuevo ejercicio, ¿De dónde venimos cada uno de nosotros? De lo que fuimos, de nuestra historia, de nuestro pasado. El
conocimiento del pasado nos sirve para poder rectificar en el presente y forjar un futuro superior.

So1o contestándonos de dónde venimos estaremos capacitados para responder qué somos y qué hacemos y luego poder
reflexionar hacia dónde vamos, temas de preocupación del segundo y tercer grado.

En la noche de nuestra iniciación termina el pasado y comienza el presente. Nuestras actuales acciones son una
respuesta a ese pasado. Ahora lo estudiamos y hacemos a nuestro criterio una serie de cosas, iguales y diferentes. Este
obrar presente es nuestra respuesta e interpretación crítica y real de nuestro pasado.

De dónde venimos, es una pregunta que merece una respuesta personal: nuestro íntimo accionar, nuestra vivencia
diaria. Un caminar seguro en un sendero que nosotros mismos lo trazamos.

De dónde venimos es la pregunta que nos permitirá enfrentarnos a uno de los principales problemas filosóficos, el
conocimiento de nosotros mismos, punto de partida de una definición de cambio, ya que solo conociéndonos –trabajo para
toda una vida– podemos vencernos y cambiarnos. Esto es algo que nos diferencia a los masones, pues comprendemos que
el cambio es la ley básica de la existencia y que si nosotros, desde una perspectiva ética, no intervenimos en dicho cambio,
serán otros factores los que lo hagan, de conformidad con otros propósitos y aún sin darnos cuenta.
En suma, contestarnos a la pregunta de dónde venimos es el inicio de un sendero de liberación personal, respecto de
vicios y prejuicios, que esclavizan nuestro cuerpo y nuestra mente, pero también, por vía de la adquisición de
conocimientos y del análisis crítico de la realidad, es una preparación para la liberación social, sobre la base de nuestro
conocimiento y comprensión de la Historia y Filosofía de la Historia.
8. ESTUDIOS DEL GRADO: NUMEROLOGÍA.
A partir de lo que fuimos tenemos un largo camino por recorrer, este es el mensaje que nos puede traer el estudio de los
números. La gnosis numeral, conocimiento de verdades esotéricas encerradas en los números, cobra una singular
importancia en algunos ritos de la masonería, pues éstos la abordan a la luz de la libre investigación e interpretación. En la
masonería el estudio de los números constituye una investigación de símbolos unidos armónicamente, que forman una
cadena y que en conjunto nos traen la idea de camino, sendero.

La tradición de algunos de estos ritos ha establecido que en el primer grado se estudien los tres primeros números
(aclarando que hay autores que sostienen que también debe considerarse al número cuatro).

El estudio de estos números generalmente se lo hace en relación con la pregunta ¿de dónde venimos?, especificando
reiteradamente que son materia de estudio de los aprendices y que otros números están fuera de este grado.

Si con números nos corresponde responder la pregunta del grado, se puede afirmar que venimos del uno, del todo; del
dos, de las dualidades del mundo; y del tres, del ser humano, de nuestro pasado.

De igual manera, si con números debemos responder cuál es el cometido del primer grado, el uno, el dos y el tres pueden
simbolizar los esfuerzos sucesivos en una sola dirección que deben caracterizar a nuestro perfeccionamiento, nuestros tres
pasos seguidos hacia Oriente, cada uno mayor al anterior, como nuestra dedicación al arte de vivir que es la masonería, es
decir, cada vez mayor, en la línea recta que nos señala la regla y que nos trazamos en la vida: dirigida en dirección a
Oriente, origen de la luz, que simboliza la verdad.
Pero este camino de perfeccionamiento es largo como los números; la verdad será cada vez mayor conforme avancemos,
así como avanza el valor de los números; pero ellos no tienen fin, así como la búsqueda de la verdad y la virtud tampoco
tiene término.
9. CONCLUSIÓN.
Hemos expresado una opinión dentro de las muchas que al respecto pueden surgir, un rayo de luz de color que solo
juntándose con todos los otros rayos de luz de color del espectro, formará la luz blanca.

El punto de vista que se ha sustentado es que los fines generales de la francmasonería se expresan en forma paulatina y
gradual, de ahí la importancia de los grados.
Además, en este marco de referencia hemos creído descubrir, a través del estudio del ritual, simbolismo básico del
grado, pregunta de los aprendices y los tres primeros números, el cometido del aprendizaje, elcual consideramos podemos
sintetizarlo en una sola palabra: ETICA.

En efecto, se puede decir que con la iniciación muere simbólicamente el profano y nace el "iniciado". Nace un nuevo ser
humano que tiene grandes ventajas: formación, experiencia, conocimientos científicos, y sobre todo, memoria.

Con estos elementos él construirá un templo interior, analizará el pasado para forjar su nueva vida, establecerá sus
normas de conducta ética y tratará de vivir según ellas.

Además habrá forjado un pensamiento crítico, un conocimiento histórico y una metodología de filosofar que, si es
consecuente con su formación y pensamiento, lo convertirá en agente de cambio social.

Para llegar a la presente conclusión hemos analizado cada una de las fuentes que nos podían brindar respuestas, pero la
comprensión de los cometidos del primer grado es tan solo el inicio del camino. Ahora nos corresponde llevar la teoría a la
práctica, pues la vivencia diaria es sin duda la parte más difícil, pero también más importante del sendero masónico, que se
construye basados en la teoría, pero fundamentalmente con praxis.

En ello va nuestra vida, solo cabe el triunfo o la derrota y en esta última está incluida la mediocridad. Se trata de un
trajinar duro y peligroso, que lo podemos expresar, de acuerdo a nuestro propio pensamiento filosófico, utilizando e
interpretando a nuestra manera las palabras de Federico Nietszche: “El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el
superhombre ... peligroso mirar atrás, peligroso detenerse”.
Si nos detenemos caeremos sin darnos cuenta al abismo, y allí seguramente se nos escuchará declamar aquellos versos
de nuestro querido hermano Rubén Darío:
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,

ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada,

y ser sin rumbo cierto,

y él temor de haber sido,

y un futuro terror ...

Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

y sufrir por lo vida y por la sombra,

y por lo que no conocemos y apenas sospechamos.

Y la carne que tienta con sus frescos racimos,

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber a dónde vamos, ni de dónde venimos ... !

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