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La teoría de usos y gratificaciones (TUG) es una teoría que explica las razones por las cuales
la población consume determinados productos audiovisuales.
CUAL ES EL OBJETIVO CENTRAL
En aquella época se daba más importancia a lo que los medios generaban en las
audiencias para poder comprender por qué la gente los consumía tanto. La audiencia se
veía como algo pasivo, que no tenía vida; que era inerte y que esperaba que los medios
de comunicación les transmitieran toda la información necesaria para desarrollarse e
interactuar dentro de su contexto de manera eficaz. Con esto esperaba que la audiencia
tomara la información que se les proporcionaba y actuara de manera similar.[4]
En los años cuarenta hubo un cambio que sustituyó la idea de considerar al público
pasivo como un público activo ya que este era capaz de seleccionar los mensajes y el
contenido que fuera de su preferencia. Se dejó de ver al público como parte de una masa
homogénea y se comenzó a ver desde un punto de vista más social, más psicológico y
más individual.[4]
De acuerdo con Melissa Montesinos Ramírez en el capítulo 1 de su tesis para
la UDLAP titulada "La televisión como escuela paralela a la institución educativa: usos
y gratificaciones que los niños en edad escolar, obtienen actualmente de los contenidos
de ambas instituciones" algunos estudiosos como Werner Severin y James
Tankard, Elihu Katz fue el primero en estudiar empíricamente sobre qué hacía la
audiencia con los medios y mencionó que "audiencias similares y homogéneas pueden
usar los mismos medios para distintos fines.".[5][6] Katz también afirmó que "no importa
cuán grande y poderoso sea el medio, este no podrá ejercer ningún tipo de influencia
sobre un individuo al que la información o el impacto creado por dicho medio no le
haya resultado útil dentro del contexto social y psicológico en el que este
desenvuelve."[7]
El sujeto tiene cerca sus carencias y lejos sus gratificaciones de acuerdo a sus
operaciones con los medios. El individuo proyecta qué hacer con su tiempo y toma en
cuenta varios aspectos; entre estos entran todos los recuerdos de cómo le ha ido con los
contenidos de los medios y el ambiente en el que vive.[9]
Objetivos de la teoría de usos y gratificacionesEditar
Para entender mejor los objetivos de la teoría, podemos partir desde lo propuesto por
Katz, Lundberg y Hulten en 1968:
1. La audiencia es concebido como algo activo, es decir, parte importante del uso de
los medios masivos es dirigido hacia los mismos objetivos.
2. En el proceso de comunicación social, la iniciativa de relacionar la satisfacción de
necesidades y la elección de los medios se encuentra en cada miembro de la audiencia.
3. Los medios compiten con otras fuentes que también satisfacen necesidades en las
audiencias.
4. Desde el punto de vista metodológico, muchos de los objetivos de los usos de
los medios masivos pueden derivarse de datos ofrecidos por los miembros de la propia
audiencia. Lo anterior significa que la gente es lo suficientemente consciente de lo que
busca y necesita cuando se expone a un medio, tanto, que es capaz de informar acerca
de dichos intereses y motivos en casos particulares.
5. Mientras no se conozcan aún las orientaciones reales de las audiencias en sus propios
términos, todos los juicios de valor sobre la relevancia cultural de la comunicación de
masas, deberían ser suspendidos.[10]
Gratificaciones de McQuailEditar
Citados por Werner Severin y James W. Tankard, Jr. en el 2001;
en 1972 McQuail, Blumer y Brown sugirieron algunas categorías para clasificar las
gratificaciones que las audiencias obtenían de los medios:
Diversión: escape de la rutina y la carga de problemas; liberación emocional.
Relaciones interpersonales: compañía sustituta, así como la utilidad social. Información
útil en conversaciones sociales.
Identidad personal o psicología individual: incluyendo la referencia personal, la
exploración de la realidad y el refuerzo de valores.
Vigilancia del entorno: información sobre cosas que podrían afectar a una persona o
ayudarla a hacer o completar algo.
Con los puntos anteriores se explica de manera más clara cómo los aspectos sociales y
psicológicos aportan mayor consistencia cuándo se trata de entender por qué la gente
consume algún determinado tipo de contenido y de qué manera lo hace.[11]
Necesidades: Katz, Gurevitch y HassEditar