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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CICLO ACADÉMICO: 2021- 1

ESCUELA PROFESIONAL: DERECHO

ASIGNATURA: DERECHO PROCESAL CIVIL III

DOCENTE: DR. JUBENAL FERNANDEZ MEDINA

CICLO: VIII

ALUMNA: ALICIA SADITH BARBARAN ORBE

CODIGO: 2014123900

PUCALLPA – PERÚ
JUNIO 2021

1
TRABAJO ACADEMICO
PREGUNTAS

1. Investigue en que consiste: (4 Puntos)

a) La Ejecución Forzada,

La ejecución forzada constituye la última de las etapas del proceso de


ejecución. Consiste en la actividad procesal desarrollada por el órgano
jurisdiccional a efectos de lograr la satisfacción del crédito del ejecutante
y de los terceros legitimados que hayan concurrido al proceso.

EJECUCION FORFOZA
Un acto de ejecutar el pago de la deuda de manera coercitiva

El obligado se niega o no cumple


voluntariamente la prestación Satisfacción por medios
judiciales de quien obtuvo
una sentencia estimatoria
de condena, ante la
pasividad de un
demandado que no la
cumple voluntariamente”
(aplicable a otros títulos
el que resulta beneficiado por la de ejecución)
resolución (el acreedor de la prestación) se ve
obligado a acudir al órgano jurisdiccional para
que actúe coactivamente.

realizando los requerimientos necesarios e, incluso si es preciso, empleando el auxilio


de la fuerza pública.
b) El Remate,

El remate en doctrina viene a ser la venta de bienes en público, al mejor


postor. Es la subasta como acto público dirigido a la enajenación forzosa.
Concurre el juez, las partes y el público, entre el que estarán los posibles
licitadores.
c) La Tasación.

La tasación, técnicamente denominada como informe de valoración, es


un documento que suscribe un profesional competente para hacerlo y
tiene como objetivo establecer de forma justificada el valor de un bien, de
acuerdo con unos criterios previamente establecidos y desarrollando una
metodología adecuada al fin propuesto.

Elabore un cuadro sinóptico y explique cada tema investigado, sustentando por lo


menos con dos jurisprudencias por tema.

2. Tema: el Remate. Del análisis de la CASACIÓN Nº 4444-2015 - HUAURA,


mencione usted lo siguiente: (5 Puntos)

a) Indicar cuál es el fundamento principal del presente Caso, así como los criterios
para determinar la Casación.

PRIMERO.- Corresponde mencionar, de manera preliminar, que la función


nomofiláctica del recurso de casación garantiza que los Tribunales Supremos
sean los encargados de salvaguardar el respeto del órgano jurisdiccional al
derecho objetivo, evitando así cualquier tipo de afectación a normas jurídicas
materiales y procesales, procurando, conforme menciona el artículo 384 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley N° 29364, la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto.

SEGUNDO.- Según se advierte del autocalificatorio de fecha diecinueve de


enero de dos mil dieciséis, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el
recurso interpuesto por las siguientes causales y conforme a los argumentos
que se exponen:

a. Infracción de los artículos 743, 746 y 747 del Código Procesal Civil.
Argumenta que de ninguna forma puede tomarse como fecha de pago al
ejecutante el mismo día que se llevó a cabo el remate del bien inmueble,
toda vez que, el pago no es automático, además que el remate puede ser
objeto de nulidad hasta dentro de tres días de efectuada la subasta pública,
conforme al artículo 743 del Código Procesal Civil y debe expedirse el auto
de adjudicación; al respecto los artículos 746 y 747 del Código Civil
establecen en forma expresa cuando se hace el pago, ordenando la entrega
de los depósitos judiciales al ejecutante, una vez que se haya efectuado la
liquidación de intereses de costos y costas del proceso luego de aprobada
la liquidación.

b. Infracción del artículo 139 numerales 3 y 5 de la Constitución Política del


Estado y de los artículos I y III del Título Preliminar del Código Procesal
Civil. Señala que la sentencia de vista no está debidamente motivada,
atentando contra el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva, pues
no hay pronunciamiento expreso sobre los fundamentos de la apelación de
la sentencia, sino que la Sala Civil citando hechos no cuestionados
concluye que el pago operó en el acto del remate. Asimismo se ha
pronunciado sobre un asunto zanjado por el a quo en el fundamento 2.10
de la sentencia apelada, consentido por ambas partes, al no ser
cuestionado ni impugnado la extemporaneidad de la acción de tercería, al
haber cumplido con el requisito de procedencia que exige el artículo 534
del Código Procesal Civil, debate judicial que adquirió la calidad de cosa
juzgada, sin embargo, la Sala Civil resuelve en perjuicio del apelante.

c. Infracción de los artículos 50 numeral 6 y 370 del Código Procesal Civil.


Refiere que la sentencia de vista no se pronuncia sobre todos los extremos
apelados, vulnerando el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.

d. Infracción del artículo 534 del Código Procesal Civil. Señala que el presente
caso aun cuando en diversas casaciones sobre tercerías de derecho se ha
tenido por cumplido el requisito de la presentación de la demanda antes
que se efectúe el pago al ejecutante tomando como base el auto de
adjudicación, cabe precisar que obra como antecedente similar la Casación
N° 1301-2009-Lima del diecinueve de noviembre de dos mil nueve, así
como la Casación N° 2792-2009- La Libertad de fecha diecinueve de junio
dos mil diez.

TERCERO.- En ese sentido, se aprecia que a través de la segunda y tercera


causal se denuncia la afectación al debido proceso y la motivación de
resoluciones, por ello, corresponderá iniciar por el análisis de las mismas.
CUARTO.- Para ello, debemos precisar que el debido proceso es un derecho
complejo, conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden que
la libertad y los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados por cualquier
sujeto de derecho –incluyendo el Estado- que pretenda hacer uso abusivo de
éstos. Como señala la doctrina procesal y constitucional, “por su naturaleza
misma, se trata de un derecho muy complejamente estructurado, que a la vez
está conformado por un numeroso grupo de pequeños derechos que
constituyen sus componentes o elementos integradores, y que se refieren a las
estructuras, características del Tribunal o instancias de decisión, al
procedimiento que debe seguirse y a sus principios orientadores, y a las
garantías con que debe contar la defensa”

QUINTO.- En ese contexto, la vulneración del debido proceso se configura


entre otros supuestos, en los casos en los que en el desarrollo del proceso, no
se han respetado los derechos procesales de las partes, se han obviado o
alterado actos de procedimiento o si la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva
y/o se deja de motivar las decisiones o se realiza en forma incoherente, en clara
transgresión de la normatividad vigente y de los estadios superlativos del
procedimiento.

SEXTO.- Es necesario destacar que el principio denominado de los fallos


judiciales, constituye un valor jurídico que rebasa el interés de los justiciables
por cuanto se fundamenta en principios de orden jurídico, pues la declaración
del derecho en un caso concreto, es una facultad del juzgador que por imperio
del artículo 138 de la Constitución Política del Estado, impone una exigencia
social de que la comunidad sienta como un valor jurídico, denominado,
fundamentación o motivación de la sentencia; el mismo que se encuentra
consagrado en el artículo 139 numeral 5 de la Constitución Política del Estado,
concordante con los artículos 50 numeral 6 y 122 numeral 3 del Código
Procesal Civil.

SÉTIMO.- Analizando las causales referidas a la infracción del artículo 139


numerales 3 y 5 de la Constitución Política del Estado y de los artículos I y III
del Título Preliminar del Código Procesal Civil; así como de los artículos 50
numeral 6 y 370 del Código Procesal Civil; se aprecia que estas devienen en
infundadas, pues, el pronunciamiento emitido por Sala Superior guarda
congruencia con los argumentos de la apelación formulada por la parte
demandada, donde alegan que el remate ha sido efectuado con fecha
veintiocho de marzo de dos mil seis, mientras que la demanda de tercería
preferente de pago fue interpuesto con fecha tres de abril de dos mil seis y que
por tanto, resulta extemporánea; y es en virtud de dicho argumento que la
instancia de mérito se pronuncia sobre la extemporaneidad de la demanda; y
es por esa razón, al emitir un pronunciamiento inhibitorio, ya no resulta
pertinente absolver las demás denuncias de la apelación.

OCTAVO.- En cuanto a la demás causales, se aprecia que a través de las


mismas se procederá a determinar si con la adjudicación de los predios se
materializó con el remate de adjudicación de fecha veintiocho de marzo de dos
mil seis; y a partir de ello, determinar si la demanda se encuentra fuera del
plazo que concede la norma.

NOVENO.- En el caso de autos, las instancias de mérito han establecido los


siguientes hechos: – En el proceso tramitado en el Expediente N° 807-2001
(antes Expediente N° 326-1997-C) el demandante con fecha veinticinco de
marzo de mil novecientos noventa y siete interpuso demanda de Ejecución de
Garantías contra Francisco Chen Bernabé y Esther Georgina Guarníz Vigo, por
incumplimiento de pago relacionado con un Contrato de Crédito en forma de
Pagaré con Garantía Hipotecario, que gravan dos inmuebles, los inscritos en la
Partida N° 08023811 y N° 0823812. – Mediante Expediente N° 139-2002-C
doña Esther Georgina Guarníz Vigo en representación de Rosa Mercedes,
Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz, solicitan la ejecución del acta
de conciliación extrajudicial por incumplimiento de pago de alimentos, en contra
de Francisco Chen Bernabé, emitiéndose el mandato de pago por la suma de
sesenta y nueve mil con 00/100 dólares americanos (US$ 69,000.00), proceso
en el que se trabó embargo en forma de inscripción sobre el cincuenta por
ciento (50%) de los derechos y acciones que el demandado posee sobre los
mismos inmuebles inscritos en las Partidas N° 08023811 y N° 08238122. – Ante
el incumplimiento de la obligación en el proceso de ejecución de acta, se ordenó
el remate de los dos inmuebles, realizándose la primera convocatoria para el
veintiocho de marzo de dos mil seis (fojas doscientos tres y doscientos cuatro),
acto al cual se presentaron como únicos postores los demandantes, solicitando
la adjudicación de los inmuebles por la suma de treinta y cuatro mil con 00/100
dólares americanos (US$ 34,000.00), y por resolución de fecha veinticuatro de
mayo de dos mil seis el juez resuelve adjudicar a favor de Rosa Mercedes,
Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz, representados por Esther
Georgina Guarníz Vigo, el cincuenta por ciento (50%) de las acciones y
derechos que corresponde al demandado Francisco Chen Bernabé respecto
de los inmuebles materia de remate.

DÉCIMO.- Sobre el particular, cabe señalar que de conformidad con el artículo


533 del Código Procesal Civil, establece: “La tercería se entiende con el
demandante y el demandado, y sólo puede fundarse en la propiedad de los
bienes afectados judicialmente por medida cautelar o para la ejecución; o en el
derecho de preferente a ser pagado con el precio de tales bienes (…)”. A partir
de ello, podemos señalar que con la demanda de tercería preferente de pago
el tercerista pretende que se cancele en primer orden su crédito con el precio
del bien afectado con gravamen, por considerar tener prioridad frente a otro
acreedor que también quiere hacerse cobro con él y que lo viene intentando en
un proceso judicial.

UNDÉCIMO.- Asimismo, de conformidad con el artículo 534 del acotado


código, “La tercería de propiedad puede interponerse en cualquier momento
antes que se inicie el remate del bien. La de derecho preferente antes que se
realice el pago del acreedor”

DUODÉCIMO.- Lo señalado precedentemente resulta de suma relevancia,


teniendo en consideración que la tercería preferente de pago tiene como
propósito suspender el pago del acreedor hasta que se decida en definitiva
sobre la preferencia de los créditos contrapuestos, los que serán analizados
por el juez en atención a su propia naturaleza; empero cuando tiene como
sustento el pago de algún bien de propiedad del ejecutado, la oportunidad para
interponerla es antes de que se realice la adjudicación, pues luego de tal
momento carece de virtualidad su interposición, al haberse transferido el bien
a favor de un tercero o del ejecutante. De acuerdo a lo dispuesto en el artículo
534 del Código Procesal Civil, si se admitiese una demanda de este tipo sin
verificar si el pago se realizó o no, ello colisionaría una incertidumbre respecto
de la posibilidad de dar cumplimiento a lo normado en el artículo 537 del mismo
código. En efecto, si los jueces admitiesen demandas de tercería preferente de
pago, sin verificar si ya se realizó el pago a favor del acreedor o no –al respecto
la norma es clara al establecer como punto determinante para la oportunidad
de este tipo de demandas, el hecho del pago a favor del acreedor y no el
momento en que se cursan los partes para la inscripción de la adjudicación –
podría suceder en el caso que el pago se haya realizado, que el mandato
contenido en el artículo 537 del acotado código, devenga en un imposible
jurídico, lo que implicaría un desconocimiento de lo normado en el artículo III
del Título Preliminar del Código Procesal Civil.

DÉCIMO TERCERO.- Ahora, se aprecia que la Sala Superior a efectos de


verificar si la demanda se encontraba dentro del plazo que establece el artículo
534 del Código Procesal Civil, toma como referencia el acta de remate
convocado el veintiocho de marzo de dos mil seis (fojas doscientos tres y
doscientos cuatro), por considerar que con dicho acto se había concretado la
adjudicación; sin embargo, ello resulta errado, ya que en dicha fecha aún no se
había efectuado la adjudicación de los inmuebles objeto de ejecución, pues
esta recién se realizó mediante resolución de fecha veinticuatro de mayo de
dos mil seis, acto procesal a través del cual el juez resuelve adjudicar a favor
de Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis Francisco Chen Guarníz
representados por Esther Georgina Guarníz Vigo, el cincuenta por ciento (50%)
de las acciones y derechos que corresponde al demandado Francisco Chen
Bernabé respecto de los inmuebles materia de remate.

DÉCIMO CUARTO.- Lo señalado líneas arriba, guarda concordancia con lo


establecido en el artículo 739 del Código Procesal Civil, que establece: “En el
remate de inmueble el Juez ordenará, antes de cerrar el acta, que el
adjudicatario deposite el saldo del precio dentro del tercer día. Depositado el
precio, el Juez transfiere la propiedad del inmueble mediante auto (…)”
(resaltado agregado); y asimismo, el artículo 741 del acotado código señala “Si
el saldo de precio del remate del inmueble no es depositado dentro del plazo
legal, el Juez declarará la nulidad del remate y convocará a uno nuevo (…)”; en
ese mismo sentido, el artículo 743 de norma procesal, establece: “Sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 741°, la nulidad del remate sólo procede por los
aspectos formales de éste y se interpone dentro del tercer día de realizado el
acto. (…)”; normas a partir de las cuales se puede concluir que con el acto del
remate no se produce la adjudicación, sino que, para ello, previamente debe
comprobarse el depósito del saldo del precio dentro del tercer día, plazo en el
cual, también puede solicitarse la nulidad del mismo, evidenciándose que el
acto de remate todavía no hace definitiva la adjudicación.
DÉCIMO QUINTO.- En consecuencia, la adjudicación en el caso de autos se
realizó mediante el auto de fecha veinticuatro de mayo de dos mil seis (fojas
doscientos dieciséis a doscientos dieciocho) a través del cual el juez resuelve
adjudicar a favor de Rosa Mercedes, Esther Francesca y Luis Francisco Chen
Guarníz, representados por Esther Georgina Guarníz Vigo, el cincuenta por
ciento (50%) de las acciones y derechos que corresponde al demandado
Francisco Chen Bernabé respecto de los inmuebles materia de remate; acto
que además contiene la descripción del bien, la orden que deja sin efecto todo
gravamen que pese sobre éste, la cancelación, las cargas o derechos de uso
y/o disfrute que se hayan inscrito con posterioridad al embargo o hipoteca
materia de ejecución, la orden al ejecutado o administrador judicial para que
entregue el inmueble al adjudicatario dentro de diez días, bajo apercibimiento
de lanzamiento, y la orden de que se expidan partes judiciales para su
inscripción en el registro respectivo, los que contendrán la transcripción del acta
de remate y del auto de adjudicación; todo esto en fi el cumplimiento a lo
establecido en el artículo 739 del Código Procesal Civil.

DÉCIMO SEXTO.- Cabe señalar que el hecho que los ejecutantes se hayan
convertido en adjudicatarios del bien rematado (donde el monto adeudado ha
sido pagado con el remate) no cambia la situación, de que el acto de remate
no es un acto definitivo, mientras no se emita la resolución de adjudicación, que
es a través de la cual se verifica que el pago de la deuda con el remate ha
quedado firme.

DÉCIMO SÉTIMO.- Por tanto, habiéndose interpuesto la presente demanda


con fecha tres de abril de dos mil seis, esta resultaría anterior a la fecha de la
adjudicación, encontrándose dentro del plazo que establece el artículo 534 del
Código Procesal Civil; en consecuencia, corresponde que la Sala revisora se
pronuncie sobre el fondo de la controversia, esto es, determine la preferencia
en el pago de los créditos, verificándose infracción de las causales por las
cuales se admitió el recurso.
b) Realizar un comentario analítico sobre los fundamentos jurídicos de la presente
Casación.

El remate no es acto definitivo mientras no se emita la resolución de


adjudicación.

3. Investigue y desarrolle en que consiste: La Ejecución forzada y la ejecución por un


tercero, sustente con jurisprudencias. Mencione por lo menos 3 ejemplos. (4
Puntos)

LA EJECUCION FORZADA
Consiste en la actividad procesal desarrollada por el órgano jurisdiccional a efectos
de lograr la satisfacción del crédito del ejecutante y de los terceros legitimados que
hayan concurrido al proceso. Es la ordenada imperativamente, normalmente por
una autoridad judicial, para dar efectividad a una norma. Para ello, se procede a
enajenar judicialmente los bienes afectados del deudor.

La ejecución forzada constituye la última de las etapas del proceso de ejecución.


Consiste en la actividad procesal desarrollada por el órgano jurisdiccional a efectos
de lograr la satisfacción del crédito del ejecutante y de los terceros legitimados que
hayan concurrido al proceso. Para ello, se procede a enajenar
judicialmente los bienes afectados del deudor.

Nuestro Código Procesal Civil (en adelante, CPC) regula la ejecución forzada en el
Capítulo V, del Título V de los procesos de ejecución, en los artículos que van del
725 al 748. A su vez este capítulo se encuentra dividido en cuatro subcapítulos
referidos a las disposiciones generales, el remate, la adjudicación y el pago,
respectivamente.

Así, para iniciar la ejecución forzada es preciso que existan bienes afectados del
deudor, con los cuales se pueda garantizar el cumplimiento del crédito que éste
tiene a favor del acreedor ejecutante. Una vez afectados dichos bienes se proceden
a la ejecución forzada de los mismos, para lo cual es necesario que el acreedor
ejecutante presente una solicitud ante el juez, a fin de que éste inicie la ejecución
forzada.
Por otro lado, el artículo 726 del CPC permite que en el desarrollo de esta etapa se
dé la intervención de cualquier otro acreedor que tenga afectado el mismo bien
materia de ejecución. Los derechos de este tercero dependerán de la naturaleza y
estado de su crédito. En caso de que la intervención de dicho tercero se produzca
después de realizada la ejecución forzada, él solo tendrá derecho al remanente que
exista.

La ejecución forzada en estricto se inicia una vez que el juez ordena llevar adelante
la ejecución. Concluye cuando se realiza el pago íntegro del crédito que ostenta el
acreedor ejecutante, con el producto del remate o con la adjudicación en pago; o,
en todo caso, cuando antes de ello el ejecutado paga el total de la obligación, más
los intereses, y las costas y costos del proceso.

Ejemplo
Tal como la entrega tardía o defectuosa de productos, la otra parte puede reclamar
o exigir su ejecución por la parte que ha incumplido(5) de conformidad con el
contrato.

LA ADJUDICACIÓN EN PAGO
En la ejecución forzada la adjudicación del bien rematado puede darse en dos
formas: en el remate o una vez frustrado éste. La adjudicación en remate se da
cuando una vez realizado dicho acto se procede a redactar el acta de remate en la
cual, entre otros datos, consta el nombre del adjudicatario (postor a quien se le
adjudicó el bien por realizar la postura más alta).

En cambio, la adjudicación en pago viene a ser una forma accesoria de realización


de la ejecución forzada. Se realiza cuando, una vez frustrado el remate (debido a
que en la tercera convocatoria no se han presentado postores) el ejecutante o en
su caso el tercero legitimado solicita al juez la adjudicación del bien en pago del
crédito que ostenta. Para ello, el ejecutante deberá presentar la solicitud de
adjudicación en pago dentro de los diez días siguientes de frustrado el remate. De
no presentarse dicha solicitud, el juez procederá a disponer una nueva tasación y
remate bajo las mismas condiciones, repitiéndose el mismo trámite tantas veces
sea necesario hasta que aparezca un postor o hasta que el acreedor ejecutante
solicite la adjudicación del bien.
En caso de que el valor del bien sea superior al crédito, el ejecutante que ha
solicitado la adjudicación del bien deberá pagar dicho exceso al deudor dentro de
los tres días siguientes a la notificación de la liquidación de los intereses, costas y
costos del proceso. En caso de que no se cumpla con realizar dicho depósito dentro
del mencionado plazo, la adjudicación quedará sin efecto, prosiguiéndose a
convocar a un nuevo remate.

Por el contrario, si el adjudicatario cumple con depositar el monto que excede su


crédito, el juez inmediatamente procederá a entregarle el bien mueble y, en caso
de tratarse de un inmueble, a expedir el auto de adjudicación.

4. Tema: El proceso de ejecución de garantías. Del análisis de la CASACIÓN Nº 2402-


2012 LAMBAYEQUE, mencione usted lo siguiente: (5 Puntos)

a) Indicar cuál es el fundamento principal del presente Caso, así como los criterios
para determinar la Casación.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO


La recurrente denuncia:
a. Contravención a las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
por infringirse el artículo 139 inciso 5 de la constitución Política del Estado,
concordante con el artículo 3 del Código Procesal Civil, en cuanto existe una
insuficiente motivación, pues la supuesta obligación puesta a cobro y cuyo
incumplimiento ha originado la acción, es “demasiado mayor” (sic) que la
expresamente consignada en la escritura pública. Se exige el pago de una
suma superior tomando como sustento el pagaré que asciende a treinta y
dos mil nuevos soles (SI. 32,000.00) y el estado de cuenta del saldo deudor
que es de veintidós mil seiscientos setenta nuevos soles con ocho céntimos
de nuevo sol (S/. 22,770.08); resultando inexigible e improcedente la
ejecución.
b. Aplicación indebida del artículo 1099 inciso 2 del Código Civil, ya que la
obligación determinada debe constar expresamente, pues si bien es cierto
que el título de ejecución lo constituye la garantía hipotecaria -que es un
derecho real de carácter accesorio- no debe olvidarse que por el principio de
especialidad es requisito sustancial que se individualice o especifique la
obligación garantizada.
c. Inaplicación del artículo 1099 del Código Civil, el cual señala que la hipoteca
se constituye pero para garantizar un supuesto préstamo, el cual nunca
existió sino que fue un sobre; pero por el cual se firmó un pagaré así como
la hipoteca.

b) Indicar sí en la presente Casación existe contradicción en el proceso de


ejecución de garantías, fundamente.

Contradicción de LA EJECUTADA
Mediante escrito de fecha diez de junio de dos mil ocho, corriente a fojas ciento
dieciséis, doña Aura Violeta Salas Gonzáles (en adelante LA EJECUTADA)
plantea contradicción, fundándose en las siguientes causales:
 Extinción de la obligación por fallecimiento del titular obligado
 Inexiaibilidad de la obligación por extinción
 Inflexibilidad de la obligación por prescripción

Contradicción
 La naturaleza de la contradicción tiene un respaldo constitucional y en varios
principios generales del derecho procesal. El objeto de la contradicción es
“una tutela abstracta por una sentencia justa y legal, cualquiera sea, y la
oportunidad de ser oído en el proceso para el ejercicio derecho de defensa
en igualdad de condiciones, facultades y cargas(…) En cuanto al fin que con
él se persigue es, por una parte, la satisfacción del interés público en la
buena justicia y en la tutela del derecho objetivo y, por otra parte, la tutela del
derecho constitucional de defensa y de la libertad individual en sus distintos
aspectos”13. En otras palabras, la contradicción se inicia una vez se acciona
y dinamiza la pretensión dentro del aparato de administración de justicia,
mientras el objeto se dirige a resolver el conflicto emitiéndose la sentencia;
la finalidad es lograr justicia y bienestar general a los usuarios del proceso
“ejecutivo”.

 Los procesos de ejecución, como pretenden la satisfacción del derecho ya


declarado, se inician invadiendo la esfera propia del demandado, creando
por anticipado un estado de sujeción a favor del ‘ tenedor del título. Frente a
esas circunstancias el diseño del procedimiento ^ ejecutivo permite al
ejecutado contrarrestar la intervención recurriendo a la contradicción, bajo
los diversos supuestos que regula el artículo 690-E y dentro del plazo legal
que establece. Así, la contradicción aparece como la posibilidad que se le
asigna al demandado para hacer valer las defensas que tenga contra el título.

 Las causales para el contradictorio se describen en los tres supuestos que


recoge el artículo 690-D del Código Procesal Civil. Son causales cerradas,
no cabe interpretación extensiva a otros supuestos que no sean los
expresamente regulados en dicho artículo; de ahí que el texto de la norma
señale; «(…) la contradicción solo podrá fundarse según la Naturaleza del
título en (…)», de tal manera que el juez debe declarar liminarmente la
improcedencia de la contradicción si esta se funda en supuestos distintos a
los que describe la norma.

 La disquisición entre acto y documento en los títulos ejecutivos, se ha


zanjado en que ambos son elementos integrantes del título, esto es, que para
calificar a un título ejecutivo deben concurrir dos elementos; el documento
en la forma establecida por ley y el acto cuyo contenido reúna los elementos
subjetivos y objetivos de las obligaciones. Esta precisión es importante para
justificar las causales de los incisos 1 y 2 del artículo 690- D del Código
Procesal acotado para la contradicción, pues un título ejecutivo, para ser
considerado como tal, debe satisfacer requisitos de forma y de fondo:

i) La inexigibilidad de la obligación contenida en el título. – El artículo 690- D


inciso 1, hace referencia a «la inexigibilidad o liquidez de la obligación
contenida en el título». Dicha causal se invoca para cuestionar el fondo del
título. Aquí no hay un cuestionamiento al documento en sí, sino al acto que
recoge dicho documento. Se cuestiona la ejecutabilidad del título por carecer
de una prestación cierta, expresa y exigible; condiciones básicas para que
un título revista ejecución, tal como lo describe el artículo 689 del Código
procesal Civil.

ii) La liquidez de la obligación contenida en el título. – La contradicción puede


invocar «la ¡liquidez de la obligación contenida en el título». Esto implica que
no tiene inmediata ejecución una prestación ilíquida. Si la mediante
operación aritmética. Cuando el titulo es ilíquido, no puede procederse a la
ejecución con una simple operación aritmética porque ella responde a
razones muy distintas. En estos casos, estamos ante las llamadas
sentencias de condena genérica o de condena con reserva.
iii) La nulidad formal del título.- El documento se cuestiona de nulo
cuando no acoge la forma señalada por ley.

iv) El título valor completado en forma contraria a los acuerdos adoptados. –


La redacción originaria del artículo 690-D inciso 2 del Código Procesal Civil,
se modificó para comprender bajo el supuesto de nulidad formal o falsedad
del título ejecutivo, «cuando siendo este in título valor emitido en forma
incompleta hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos
adoptados, debiendo en este caso observarse la ley de la materia». Este
inciso es coherente con la nueva regulación de la nueva Ley de Títulos
Valores N° 27287. En la actividad judicial, el argumento de que el título valor
fue suscrito en blanco es bastante reiterado. Se debe probar que se completó
el título valor contrariamente a los acuerdos adoptados por las partes
intervinientes en el título; siendo que la actividad probatoria se reduce la Ley
N° 27287.

Como refieren los artículos 10 y 19 de la citada ley, si el demandado al


contradecir la demanda invoca que el titulo valor se ha completado
contrariamente a los acuerdos adoptados, debe necesariamente /
acompañar el respectivo documento donde consten tales acuerdos
trasgredidos por el demandante.

v) La falsedad del título.- Cuando se invoca «la falsedad del título ejecutivo»
es necesario tener en cuenta que un título valor es un documento
constitutivo, en cuanto el derecho contenido en el título se constituye en el
mismo título; con él nace y se trasmite el derecho incorporado. Un documento
redactado con caracteres indelebles sobre soporte adecuado, puede ser
falso en el acto que le da vida o ser falsificado en su contenido en cualquier
momento posterior a la creación; tanto la alteración como la falsificación de
la firma del remitente constituyen diversos aspectos de la falsedad. La
falsedad está referida a la autoría del acto cambiario, la firma falsificada
puede ser la del creador del título o la de cualquier otro sujeto que
posteriormente participe en el tráfico cambiario. La falsificación se refiere a
un documento cambiario inicialmente autentico, que es alterado en alguno
de los elementos de su contenido, es decir, que el cuestionamiento se centra
en el texto del al cambiarlo en sí.
vi) Extinción de la obligación.- La «extinción de la obligación» constituye otra
causal para sustentar la contradicción contenida en el artículo 690-D inciso
3 del Código Procesal Civil. Los hechos extintivos para invocarla no se
diferencian de aquellos previstos para aquellas obligaciones del derecho
común, como el pago, la innovación, la compensación, la consolidación, etc.
Para Romero14, pueden concurrir diversos modos de extinguir las
obligaciones. Estos son actos o hechos jurídicos que tienen un objetivo:
disolver o extinguir el vínculo obligatorio, esa relación jurídica que une al
deudor con el acreedor. Como actos que extinguen la obligación se tiene a
la ejecución voluntaria, que puede ser directa o indirecta. En el primer caso,
el deudor cumple con la prestación debida, la misma que se tuvo en cuenta
al momento de la celebración; con el modo indirecto, la ejecución es producto
unas veces de un acto unilateral -como la condonación- y otras de
verdaderos acuerdos, como la dación en pago, la novación, la
compensación, la transacción y el mutuo disenso.

Como hechos que extinguen la obligación se tiene a la consolidación, la


prescripción extintiva, el vencimiento de plazo extintivo o el cumplimiento de
la condición resolutoria, la pérdida sobreviniente del bien sin culpa del
deudor; la muerte del deudor o del acreedor produce también extinción de la
obligación cuando se trata de obligaciones y derechos personalísimos,
señala Romero. El pago es el cumplimiento efectivo de la obligación.
Concurren dos principios básicos: el de identidad y el de integridad. La
identidad se explica en que el acreedor no puede ser obligado a recibir una
cosa por otra, aunque sea de igual o mayor valor; en tanto que la integridad
se refiere a que se debe cumplir con la totalidad de la prestación debida.

vii) Excepciones y defensas previas.- Bajo el proceso único de ejecución, se


permite recurrir a las excepciones y defensas previas. Tradicionalmente se
definía a las excepciones como medios de defensa del demandado que
atacan aspectos formales o procesales de la demanda interpuesta o el
derecho material en que se funda la pretensión. Si se declara fundada una
excepción procesal, su consecuencia será la nulidad de todo lo actuado, no
existiendo pronunciamiento sobre el fondo; mientras que de ampararse una
de la litis y se declarara fundada la oposición e infundada o fundada- según
el caso- la demanda. Monroy Palacios15 califica la excepción corno una
defensa de forma, a través de la cual se denuncia la falta o defecto de un
presupuesto procesal o una condición de la acción; en ningún momento
ataca la pretensión del actor, por ello, será siempre procesal. No se debe
permitir deducir dentro del proceso ejecutivo excepciones sustantivas, pues
ello implica ir contra la naturaleza misma de la excepción, como instituto
procesal. La excepción debe apreciarse como un medio de defensa ejercida
por el demandado, con la finalidad de poner de manifiesto la deficiencia o
inexistencia de una relación jurídica válida, a fin de paralizar el ejercicio de
la acción o destruir su eficacia. La defensa previa viene a ser una modalidad
de ejercer el derecho de contradicción y busca la suspensión del trámite del
proceso hasta que se cumpla con requisito de procedibilidad que la ley
dispone se debe satisfacer previamente sin los cuales no es posible iniciar el
proceso civil.

viii) Contradicción a títulos de naturaleza judicial.- Cuando el mandato se


sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, solo podrá formularse
contradicción si se alega el cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la
obligación.

c) Realizar un comentario analítico sobre los fundamentos jurídicos de la presente


Casación.
El Código Procesal Civil peruano establece ciertas reglas que permiten a un
acreedor iniciar un proceso con el objeto de ejecutar la garantía hipotecaria que
fue constituida para respaldar su crédito. Así, por ejemplo, en el numeral 2° del
artículo 720° de dicho cuerpo normativo se exige que se adjunte a la demanda
el documento que contiene la garantía, y el estado de cuenta de saldo deudor.
¿Qué debe contener este último documento? ¿Qué requisitos debe satisfacer?
El Código no da mayores precisiones al respecto.

Esta situación cambió a partir del 24 de octubre del 2014, fecha en la que, en el
seno de la Corte Suprema de la República, tuvo lugar el Sexto Pleno Casatorio
al resolver la Casación No. 2402-2012, Lambayeque. En este fallo, en su
precedente segundo, la Corte dispuso que las entidades del sistema financiero
que quieran interponer una demanda de ejecución de hipoteca que fuera
constituida para respaldar cualquier obligación que se tuviera frente a ellas,
deberán adjuntar a su demanda el estado de cuenta de saldo deudor:
(…) suscrito por el apoderado de la entidad del sistema financiero con facultades
para liquidación de operaciones, detallando cronológicamente los cargos y
abonos desde el nacimiento de la relación obligatoria hasta la fecha de la
liquidación del saldo deudor, con expresa indicación del tipo de operación así
como la tasa y tipo de intereses aplicables para obtener el saldo deudor.
En el año 2012, un banco inició un proceso, solicitando que el Poder Judicial
ordene a su deudor el pago de una obligación dineraria, bajo apercibimiento de
que se proceda a la ejecución de la hipoteca que garantizaba su crédito.
Claramente, a la fecha de la interposición de su demanda, no se había realizado
aún el Sexto Pleno Casatorio.

Sin embargo, de forma increíble, la Sala Civil de Justicia de Ucayali, al resolver


el recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la resolución que
declaró fundada la contradicción propuesta por el deudor, confirmó la decisión
bajo la justificación de que la liquidación de saldo deudor no cumple con las
exigencias del Sexto Pleno Casatorio. Es decir, se rechaza la ejecución al
aplicarse los criterios definidos en el Sexto Pleno Casatorio, emitido dos años
después de haberse presentado la demanda que dio origen a dicho proceso.

La Sala Civil de Ucayali incurre en un evidente error, por dos motivos: (i) porque
el Sexto Pleno Casatorio no recoge, en su precedente segundo, una norma
interpretativa y; (ii) porque una nueva norma procesal no puede regular actos –
procesales- ya efectuados.

En cuanto a la primera razón, debemos tener en cuenta que el Tribunal


Constitucional, al analizar el principio de irretroactividad de las normas, ha
señalado que una norma que interpreta algún dispositivo tiene validez a partir de
la vigencia de la norma interpretada. Sin embargo, al mismo tiempo, ha dicho
que para estar ante una norma interpretativa, ésta “no debe agregar a la norma
interpretada un contenido que no estuviera comprendido dentro de su ámbito
material.”

¿Puede decirse que el Sexto Pleno Casatorio, en su precedente segundo,


recoge una norma interpretativa? De ninguna manera. Como se dijo
anteriormente, el Código Procesal Civil, sólo señala que la demanda de
ejecución de garantía hipotecaria debe ir acompañada del estado de cuenta de
saldo deudor. No dice más. Por el contrario, es el Sexto Pleno Casatorio el que
establece mayores requisitos, como por ejemplo, que el estado de cuenta de
saldo deudor sea suscrito por algún apoderado de la entidad financiera
ejecutante, con facultades para liquidación de operaciones.

Entonces, dado que el Sexto Pleno Casatorio agrega a la norma procesal, un


contenido que ésta no tenía antes, no estamos ante una norma interpretativa.
No podemos sostener que la norma que recoge el precedente segundo del Sexto
Pleno Casatorio, se encuentra vigente al mismo tiempo que las normas del
Código Procesal Civil, que recogen los requisitos a cumplirse al interponer una
demanda de ejecución de garantía hipotecaria.

La segunda razón que hace muy cuestionable la decisión de la Sala Civil de


Ucayali, interpone un recurso de queja. Con posterioridad a la interposición de
dicho recurso, se derogan todos los dispositivos del Código Procesal Civil que
se refieren a él, eliminando su condición de medio impugnatorio. Claramente el
demandante habría actuado “protegido” por el esquema procesal vigente al
momento de ejercer su derecho a impugnar, por lo que su recurso debería ser
calificado según dichas normas y no en función a las que las derogan. En otras
palabras, el demandante ya habría hecho suyo un derecho que, en su momento,
le fue otorgado por nuestro sistema jurídico procesal.

Ocurre exactamente lo mismo en el caso que nos ocupa. La entidad financiera


ejecutante, interpuso su demanda conforme a las normas vigentes a la fecha de
su presentación, en el Código Procesal Civil. Por lo tanto, las nuevas exigencias
creadas por el Sexto Pleno Casatorio, no pueden determinar su improcedencia,
pues dicho acto procesal se llevó a cabo con anterioridad a la emisión de la regla
que establece requisitos formales no previstos originalmente.

GRAVES CONSECUENCIAS
Por otro lado, no deben pasar desapercibidas las nefastas consecuencias de
una decisión como la que motiva estas líneas; las que, a nuestro juicio, son las
siguientes:

 La Sala Civil de Ucayali, ha vulnerado el derecho a la tutela jurisdiccional


efectiva del Banco demandante, pues al declarar improcedente su demanda,
lo está obligando a iniciar un nuevo proceso, sin importar que viene litigando
por más de 5 años; lo que supone, evidentemente, una inversión
considerable de recursos, esfuerzo y tiempo.
 Bajo la lectura inconstitucional de esta Sala Civil, las reglas creadas a través
de un Pleno Casatorio, podrían tener efectos retroactivos; escenario que
constituye un claro riesgo para la seguridad jurídica. De avalarse una postura
como ésta, todos los procesos de ejecución de garantía hipotecaria iniciados
por entidades del sistema financiero con antelación a la emisión del Sexto
Pleno, deberían ser rechazados pues no “cumplirían” los requisitos
impuestos en él.
 El mensaje que da al mercado una decisión de esta naturaleza, es
negativo. No existiría predictibilidad en las decisiones de nuestro aparato
judicial. Por eso, las instituciones financieras deberán prever escenarios
como el antes descrito, mitigando los riesgos que ellos conllevan y, razón
ello, encareciendo los créditos. Es decir, a través de la decisión materia de
análisis, se perjudica además, a los propios usuarios del sistema financiero.

Sin embargo, no todo está perdido. Actualmente, la Sala Civil Transitoria de la


Corte Suprema, conoce el recurso de casación interpuesto por el Banco
ejecutante, contra lo resuelto por la Sala Civil de Ucayalii. No debe
desaprovecharse entonces, la oportunidad para enmendar esta arbitraria
decisión; y, con ello, impedir que las terribles consecuencias a las que nos
hemos referido anteriormente, lleguen a concretarse.

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