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RESUMEN HISTORIA DE LA ADMINISTRACION EN CHINA

ANGELA JAZMIN CAMARGO


ZAYDA IVETTE RIAÑO S.
JUAN DAVID REY B.

GRUPO 4B

CONSTITUCION DE CHOW

No se tiene un dato exacto pero probablemente fue escrita en el 1100 a.C.


Legislación o catálogo de todos los servidores civiles del Emperador hasta los del servicio doméstico,
atribuciones y responsabilidades.

Esta resalta 8 factores que se deben tener en cuenta para una buena administración.

 Antes de gobernar y organizar al mismo gobierno. Es imposible que alguien que no se


organiza internamente o propiamente sea capaz de llevar la batuta de un estado.
 Definición de funciones. El definir correctamente nos ahorra trabajo y se es más
productivo.
 Cooperación. Es indispensable para mostrar óptimos resultados.
 Procesos eficientes. Si el proceso es bueno el resultado será mejor.
 Formalidad de elementos humanos. Es la base de toda organización así que deben de
esta bien formalizados para un desempeño optimo y por consiguiente mejores resultados.
 Personal óptimo para Gobierno. En este renglón no se debe escatimar en el personal
mejor capacitado ya que es el que dará mejores secuelas.
 Sanciones. Es la manera más lógica de y natural de corregir los errores.
 Ajustes para valorar administración. Este nos servirá para saber cómo es que nos está
funcionando la administración llevada hasta ese momento.

La constitución de Chow sentó las primeras bases de Gobierno y estableció reglas


para una mejor administración con un sistema capaz de manejar asuntos internos y da
una apreciación de los problemas modernos de dirección pública.

GENERAL  SUN TZU

Entre los destacados escritores y pensadores chinos, estudiosos de la política y las relaciones
internacionales se encuentra el legendario general chino Sun Tzu.

Sun Tzu fue el autor del más antiguo tratado militar chino, "El arte de la guerra", que se estima que fue
escrito alrededor del 500 a.C.

En su obra describe el armamento chino así como también sus sistemas de mando, comunicación,
disciplina, distinciones de rango, estrategia y logística.

Ha dicho Sun Tzu que:


 “La mejor victoria es vencer sin combatir”.
 "El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar".
 "Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño".
 "Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo".
 " Los expertos son capaces de obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza".

Sun Tzu dice: la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el
camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar
seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a
la conservación o pérdida de lo que nos es mas querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.

Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas
condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la guerra.

El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, planeación; el tercero, el terreno; el cuarto, el


mando; y el quinto, la disciplina.

LA DOCTRINA significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo
que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.

LA PLANEACION: Explicación detallada de estrategias de engaño, disposición de tropas, armamento y


provisiones necesarias etc.

EL TERRENO implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es
campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.

EL MANDO ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje.

LA DISCIPLINA ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre
los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.

BIOGRAFIA DE CONFUCIO

Nació en el pueblo de Qufu en el antiguo país de Lu, actual provincia de Shandong, en el seno de una
familia de terratenientes noble, el clan de los Kong. Su padre murió cuando Confucio tenía tres años y
dejó a la familia en la pobreza. Confucio, a pesar de ello, recibió una esmerada educación. Siendo aún
joven, trabajó para la administración del Estado de Lu. Su primer trabajo fue en los graneros estatales y
llegó a alcanzar el rango de Ministro de Justicia. Dimitió del cargo años más tarde, ya que no estaba de
acuerdo con la política que seguía el príncipe. Una de sus grandes influencias fue Zi Zhaan, primer
ministro de Cheng, quien introdujo el primer código jurídico en China.
Los gobernantes, decía, sólo pueden ser grandes si llevan vidas ejemplares y se guían por principios
morales. De esta forma, los ciudadanos de sus estados tendrían el necesario estímulo para alcanzar la
prosperidad y la felicidad.
Una popular tradición sobre su vida establece que a los 50 años de edad se convirtió en magistrado de
Zhongdu y un año después fue nombrado para ejercer en Lu un cargo equivalente al de ministro de
Justicia. Confucio habría establecido numerosas reformas que condujeron a una administración de justicia
caracterizada por su imparcialidad y a la práctica erradicación del crimen. Confucio dejó su cargo en el
496 a. C. y se dedicó a viajar por diferentes territorios impartiendo clases y esperando en vano que algún
otro príncipe le permitiera emprender reformas. En el año 484 a. C., después de que su búsqueda de un
gobernante ideal se revelara por completo infructuosa, regresó por última vez a Lu. Falleció en Lu y fue
enterrado en Qufu (Shandong) en el año 479 a. C. El templo y cementerio de Confucio, así como la
residencia de la familia Kong fueron declarados Patrimonio cultural de la Humanidad en 1994.
Filosofía
La esencia de sus enseñanzas se condensa en la buena conducta en la vida, el buen gobierno del Estado
(caridad, justicia, y respeto a la jerarquía), el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación. Confucio
confiaba en que un príncipe siguiera sus indicaciones. De este modo, al final de un ciclo de doce meses,
se habría logrado algún resultado; en tres años, su proyecto social se habría consumado a la perfección.
Podemos resumir la doctrina confuciana en una serie de mandatos que deberían ser los principales
deberes de todo hombre de gobierno:
1. Amar al pueblo, renovarlo moralmente y procurarle los medios necesarios para la vida cotidiana.
2. Por este motivo, debe servirse en primer término con soberano respeto a Aquel que es el Primer
Dominador.
3. Cultivar la virtud personal y tender sin cesar a la perfección.
4. En la vida privada como en la pública, observar siempre el sendero superior del “Justo Medio”.
5. Tener en cuenta las dos clases de inclinación propias del hombre: unas proceden de la carne y
son peligrosas; las otras pertenecen a la razón y son muy sutiles y fáciles de perder.
6. Practicar los deberes de las cinco relaciones sociales (explicadas más abajo).
7. Tener por objeto final la paz universal y la armonía general.
En el poco legado escrito que dejó, las Analectas, una colección de conversaciones con sus discípulos,
vemos que basaba toda su filosofía moral en una enseñanza central: el ren (jen), que es la virtud de la
humanidad y a su vez está basada en la benevolencia, la lealtad, el respeto y la reciprocidad. Estos
valores son imprescindibles en las relaciones humanas, que Confucio describió:
1. Entre gobernador y ministro.
2. Entre padre e hijo.
3. Entre marido y mujer.
4. Entre hermano mayor y hermano menor.
5. Entre amigos.
Estas relaciones tienen, además, una característica principal: el superior tiene la obligación de protección
y el inferior, de lealtad y respeto.
LA ADMINISTRACIÓN AL MODO CHINO

El modo chino es una forma de “instruirse por sí mismo y acomodar a las personas”. Instruirse por sí
mismo significa que la persona primero tiene que saber administrarse a sí mismo (se refiere a los
administradores y los trabajadores), tener su propio sentido de responsabilidad, y acomodar a las
personas significa proporcionarle estabilidad económica y espiritual. El modo chino es un modo dirigido al
hombre, posee una orientación profundamente humana, y se basa en la filosofía del Tao, en la armonía
simbolizada en el Ying y el Yang.
Las tres direcciones principales de la administración al modo chino son las siguientes:
1. Considerar que la persona es lo principal, todo depende del esfuerzo del hombre, la administración
al modo chino puede llamarse la administración de la naturaleza humana. Esa es su principal
característica.
2. Reunirse por las ideas: La administración por reglamentos y sistemas no es mejor que aquella en
que las personas se reúnen por ideas. Porque cuando todos tienen un objetivo común, es fácil
para que se unan en su empeño.
3. Resolver el problema de manera razonable es mejor que empleando la ley.
En estos tres conceptos se ilustra perfectamente la armonía que debe regir en la empresa china, el
basamento común es la comunidad de pensamiento y el acuerdo hacia una dirección única, los conflictos
son resueltos mediante leyes que aseguran la imparcialidad y el tratamiento de igualdad. La solución
debe satisfacer a la parte afectada y la otra debe tomar conciencia de su error. Y en el fondo, la empresa
siempre trata de satisfacer las necesidades espirituales y materiales de las personas, trata de
acomodarlas.
Según el modo chino cada empresa es un árbol donde la raíz es el director y los miembros de la
dirección, el tronco son los responsables por departamentos y las ramas son los trabajadores.
El director y los miembros realizan la función principal, mientras ellos desempeñen bien su labor existe la
posibilidad de que logren que la empresa funcione bien? se consideran las raíces del árbol porque si una
de las partes (tronco o ramas) de este no funciona bien, ellos a pesar de todo pueden seguir funcionando
y por tanto pueden lograr que la empresa siga adelante.
El gerente después de elegir a los jefes de cada departamento debe permitirles prepararse para que sean
cada vez mejores. Cada jefe debe ser responsable a la hora de elegir a sus ayudantes y deben dejar que
realicen su función sin interferir. Mientras tanto cada departamento debe cumplir con su cometido y no
realizar lo que no le corresponda, para que haya un buen funcionamiento.
Otra de las vertientes conceptuales del modo chino de administración está basada en el confucionismo,
doctrina enmarcada en el ámbito de la ética, la moral y la política y mantiene que los actos externos
deben basarse en las cinco virtudes a saber, la bondad, la honradez, el decoro, la sabiduría y la fidelidad.
La bondad es el espíritu que rige las relaciones de la empresa con sus trabajadores, la honradez permite
el buen intercambio, el decoro hace respetar y ser respetado, la sabiduría ayuda a tomar decisiones
acertadas, la fidelidad es la visión para el común objetivo.

Biografía mencio

El gran pensador chino Mencio (c. 372-c. 289 a. C.), uno los principales representantes de la escuela
confuciana, vivió en pleno Período de los Estados Combatientes (siglos V-III a. de C.).

Conocido también como Mengke, nació en el Estado de Zou (actual Zoucheng, ciudad de la provincia de
Shandong). Según se dice, descendía de una familia noble del Estado de Lu. Testigo de la “competencia
entre cien escuelas”, Mencio heredó y desarrolló el pensamiento de Confucio, fundador de la escuela
confuciana, y creó un sistema filosófico completo que ejerció una notable y duradera influencia en las
subsiguientes generaciones. De ahí que, tras Confucio, el Gran Sabio, Mencio fuera considerado el
“segundo sabio”.

Mencio recogió las idea morales de Confucio y las transformó en una teoría de la benevolencia que se
convirtió en el núcleo de su ideario político.

Por una parte, distinguía rigurosamente dos clases —los gobernantes y los gobernados—, consideraba
que “los gobernantes trabajan con la mente, mientras que los gobernados trabajan con las manos” y
estableció una jerarquía basada en el sistema de la dinastía Zhou, que abarcaba desde el emperador
hasta el pueblo llano. Por otra parte, tras equiparar las relaciones entre gobernantes y gobernados a las
existentes entre padres e hijos, abogó por que los gobernantes se preocuparan de los sufrimientos de los
súbditos como si fueran sus padres y que los súbditos sirvieran a los gobernantes como a sus propios
padres.

Basándose en sus experiencias del Período de los Estados Combatientes, Mencio sintetizó la ley del
auge y decadencia de los reinos en esta célebre máxima democrática: “Lo más importante es el pueblo; el
estado lo es menos; y el soberano, menos aún”. Para él, la prosperidad o decadencia de un Estado
dependía de como se trata al pueblo. Este gran pensador chino concedía suma importancia al apoyo y el
rechazo de los súbditos, y, tomando como referencia la historia, enfatizó en repetidas ocasiones que en
esta dicotomía se encontraba la causa del éxito o el fracaso de un país.
Entrelazando estrechamente la ética y la política, Mencio subrayó que la esencia de la práctica de la
política está en el cultivo de la moral: “El mundo se fundamenta en los Estados; los Estados, en las
familias; y las familias, en las personas”.

Mencio compendió su doctrina moral en la práctica de cuatro virtudes cardinales —la benevolencia, la
justicia, el decoro y la sabiduría— y sostuvo que las dos primeras eran las más importantes,
argumentando que las relaciones entre los miembros de una sociedad basadas en ellas garantizaban la
estabilidad del orden feudal y la unidad del país.

Para explicar el origen de estas virtudes, formuló el principio de que el ser humano es bueno por
naturaleza y consideraba que, a pesar de las diferencias en la jerarquía social y la división del trabajo,
todos los miembros que formaban la sociedad compartían una misma naturaleza.

Las doctrinas de Mencio no fueron aceptadas por los gobernantes contemporáneos, pero su pensamiento
influyó poderosamente en la política, la mentalidad, la cultura, la moral y las costumbres de las
generaciones posteriores.

Con el propósito de difundir su teoría sobre la política benévola, Mencio viajó en su calidad de hombre
instruido por varios reinos, entre ellos los de Liang, Qi, Song, Teng y Lu, reinos que a la sazón trataban de
unificar el país por medios violentos. Tachada de “pedante”, la doctrina política benévola de Mencio jamás
se llevó a la práctica. A pesar de ello, Mencio dio claras muestras de su peculiar personalidad, ya que
menospreciaba a los poderosos y los ricos, y confiaba en poder eliminar los disturbios y rescatar al pueblo
de la miseria. En sus encuentros con los soberanos, siempre hizo gala de su honradez y de su
indiferencia ante las lisonjas.

Posteriormente ejerció la docencia privada. Sus dichos y las polémicas que mantuvo con los
representantes de otras escuelas filosóficas se recogieron en El libro de Mencio, a lo largo de cuyos siete
capítulos se pone de manifiesto su talla de excepcional pensador y la importancia de sus aportaciones al
desarrollo del confucianismo. Transcurridos más de dos mil años, El libro de Mencio conserva su interés y
sigue gozando de gran prestigio, todo cual lo convierten en un clásico.

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