CRISTIANISMO

Durante los primeros siglos de cristianismo se produjeron distintas controversias y algunas herejías en la
forma de entender a Jesús.
Herejía es una creencia o teoría controvertida o novedosa, especialmente religiosa, que entra en
conflicto con el dogma establecido
Siglo IV y V: Tres herejías
Arrianismo: Niega la divinidad de Jesucristo. Afirma que el Hijo es inferior al Padre.
Nestorianismo: Nestorio sostenía que Cristo era un hombre en el que había ido a habitar Dios,
separando la persona divina de la persona humana.
Monofisismo: sostiene que en Jesús solo está presente la naturaleza divina, pero no la humana.
Concilios = reuniones
Cuando aparecía alguna dificultad o problema importante en la vida de la Iglesia, los obispos o
comunidades afectados organizaban concilios, que podían ser de una zona o de toda la Iglesia, estos se
llamaban concilios ecuménicos.
Concilio: es una reunión o asamblea de autoridades religiosas.
Concilio de Nicea, año 325.
Concilio de Éfeso, año 431.
Concilio de Calcedonia, año 451.
El monacato
Antes de Constantino, ser cristiano era muy exigente y requería una valentía especial para manifestar la
fe en Jesús. Ahora, con la nueva situación, se podía caer en un cristianismo mediocre. De hecho, algunos
obispos adoptaron maneras y formas de la corte, hubo conversiones y bautismos por conveniencia y la
vida de los cristianos se vio contaminada por muchas costumbres opuestas a los valores que los
animaban originalmente.
En este contexto alguno intentaron vivir con mayor radicalidad el evangelio y «se retiraron». Así nació la
vida de los monjes o el monacato.
Los anacoretas, también llamados eremitas, que vivían en solitario y se dedicaban a la oración y al
trabajo manual y se establecían cerca de un maestro anciano que los orientaba.
Los cenobitas, se retiraban lejos de las ciudades y vivían en comunidad. San Pacomio en el 323 fundó la
primera comunidad monástica.
Año 529, San Benito fundó el primer monasterio Benedictino en Montecasino y escribió la primera regla
por la que debían regirse los monjes. Benito insistía en una vida ordenada, en la obediencia y en el
entusiasmo. La vida de los monjes estaba dedicada a la oración, el estudio y el trabajo físico.
Alta Edad Media – S V a XI
Los monasterios benedictinos ejercieron una importante labor tanto en la vida religiosa como en la
social y cultura. Fueron los evangelizadores de las poblaciones de Francia, Inglaterra y Alemania.
Enseñaron a los campesinos a cultivar la tierra y fueron los guardianes de la cultura clásica.
No obstante, al igual que ocurrió en las otras capas de la sociedad, cayeron en los abusos de poder. Se
enriquecieron notablemente y sus abades se convirtieron en auténticos señores feudales.
Era necesaria una reforma, esta se produjo en los Siglos X y XI, con dos focos principales: La abadía de
Cluny (910), la abadía de Cister (1098).
Siglo XIII, surgen las órdenes mendicantes, viven pobremente en pequeñas comunidades urbanas. Se
dedican a la predicación y el trabajo intelectual. No disponen de las riquezas de las grandes abadías.
 Divisiones
Por razones políticas, culturales y religiosas a lo largo de la historia el cristianismo tuvo algunas
divisiones a partir de las cuáles surgieron las distintas ramas del cristianismo.
Ramas del Cristianismo
12 La reforma Y contra reforma (Siglo XVI)
Se conoce con el nombre de Reforma Protestante, al movimiento religioso de tendencia renovadora que
se produjo en Europa en el Siglo XVI y que originó, a su vez el rompimiento de la unidad cristiana. Y la
consiguiente formación de otras iglesias independientes de la autoridad papal: Iglesias protestantes.
Amplia en: (VER MAPAS CONCEPTUALES)
El cristianismo fuera de Europa
Hasta el siglo XVI, el cristianismo se hallaba solamente en Europa. Los reinos cristianos fueron
imponiendo su religión en sus colonias. De esta manera el cristianismo llegó a América y algunos países
de África.
Siglos XV y XVI
A fines del siglo XV se descubre viejas culturas en zonas geográficas alejadas de Europa.
Tras el descubrimiento de América en 1942 comienza una gran expansión misionera. Los reyes de
España y Portugal acudieron a la autoridad del papa para asegurarse la posesión de las tierras
descubiertas, con el compromiso de evangelizarlas. Esto hizo que la acción de los misioneros estuviera
demasiado controlada por el poder político.
Las leyes reales preveían el buen trato a los indígenas y la supresión de los abusos, pero muchos
colonizadores explotaron a los nativos atropellando sus derechos. Este anti-testimonio perjudicó de
modo importante a los misioneros que trabajaban en la evangelización.
Con frecuencia se pensó que para inculcar la fe, era mejor destruir todo signo cultural y religioso de los
pueblos indígenas y bautizar en la fe católica, sin instruir y educar.
Por otro lado los misioneros enseñaron a los indígenas oficios y técnicas y denunciaron las prácticas
abusivas de los colonizadores.