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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y
EO – PNP. DOCTRINA

ESCUELA DE OFICIALES PNP

UNIDAD ACADÉMICA

SÍLABO DESARROLLADO
DE
TALLER: “ABORDAJE A VICTIMAS
DE VIOLENCIA FAMILIAR Y
SEXUAL”
INTRODUCCION

El origen de la violencia emerge desde los más antiguos de la época griega, los
mismos que nos proporcionaron distintas descripciones que se daban en la
naturaleza, en los hombres y en los dioses. En la narrativa griega observamos la
asociación que existe entre la idea de violencia al concepto de “hybris” que
representaba la violencia, exceso y desmesura, la transgresión y la agitación
violenta del ánimo producida por el enfado. En su obra “la Ilíada Homero habla de la
violencia del cuerpo” y “violencia de la palabra”
La violencia es uno de los fenómenos mas preocupantes para las sociedades
contemporáneas que durante siglos la violencia se ha ejercido en el seno de la
familia sin que ello provocara ningún tipo de reacciones y debía gozar de la
privacidad propia del entorno familiar. Afortunadamente, aunque de forma lenta este
panorama ha ido cambiando y en estos momentos, la sociedad a tomado
conciencia de la magnitud del problema y se aprecia un imparable proceso de
mentalización general acerca de la importancia de defender los derechos
fundamentales de todas las personas.
La violencia contra los integrantes del grupo familiar, está considerada como una de las
violaciones más frecuentes de los derechos humanos y que afectan al desarrollo físico
y mental del ser humano.

La violencia en sus múltiples manifestaciones se considera como un “problema de


salud pública” las cuales influyen en el desarrollo de las habilidades sociales del
ser humano. Pero estas no son denunciadas por las víctimas, lo mantienen en
secreto teniendo la esperanza de que sus agresores puedan cambiar. Muchas
veces aceptan sus disculpas y sobre todo creen en las falsas promesas, donde
también influyen los prejuicios sociales, la dependencia económica y emocional, el
miedo a represalias y la desconfianza en los operadores de justicia.
La asignatura Taller “ABORDAJE A VICTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR Y
SEXUAL” Esta dirigido a los Cadetes del 2do año que les permitirá conocer las
Políticas de Estado a través de las Normas Legales Nacionales, Tratados
Internacionales que el Perú es parte comprometida en la lucha por prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar. Es de vital importancia sensibilizar a los estudiantes de la Policía Nacional
del Perú, sobre la problemática de la violencia familiar que afectan a todos los
ámbitos de la sociedad.

Es necesaria una protección legal, pero es urgente que nuestra sociedad adquiera
nuevos y mejores hábitos de crianza y convivencia. Es urgente una reeducación en
cuanto al trato familiar, en el que lamentablemente para muchos esta caracterizado
por la violencia, el rechazo y la indiferencia, y para lograr el cambio de esta
problemática se requiere una mejor formacion desde la educación básica inicial
priorizando los valores y la educación ciudadana.

I UNIDAD
SEMANA 01
23MAR21

MARCO NORMATIVO DE LA VIOLENCIA FAMILIAR.

CONCEPTOS GENERALES.

LA FAMILIA

Es un conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en


roles, hijos, padres, etc., unidos bajo vínculos consanguíneos o afines, con un modo
de existencia económica y social comunes, con sentimientos afectivos. En el núcleo
familiar se satisfacen las necesidades más elementales de las personas como la
alimentación, compartir y socializar, además se practica el amor, protección y se
orienta a los hijos para la vida adulta colaborando con su integración en la
sociedad.

La familia es un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya sea


consanguíneo, por matrimonio o adopción que viven juntos por un período

indefinido de tiempo. Constituye la unidad básica de la sociedad.

En la actualidad, destaca la familia nuclear o conyugal, la cual está integrada por el


padre, la madre y los hijos a diferencia de la familia extendida que incluye los
abuelos, suegros, tíos, primos, etc.

En este núcleo familiar se satisfacen las necesidades más elementales de las


personas, como comer, dormir, alimentarse, etc. Además, se prodiga amor, cariño,
protección y se prepara a los hijos para la vida adulta, colaborando con su
integración en la sociedad.

La unión familiar asegura a sus integrantes estabilidad emocional, social y


económica. Es allí donde se aprende tempranamente a dialogar, a escuchar, a
conocer y desarrollar sus derechos y deberes como persona humana.

La unidad familiar asegura a sus integrantes equilibrio emocional, social y


económico, se pone en práctica la comunicación, la empatía, el manejo de conflicto
y el conocimiento de sus derechos y deberes como persona.
Consanguínea. - es decir el vínculo que existe entre descendientes de un progenitor
común.
Afinidad. - Es el nexo que nace con el matrimonio y las relaciones con los parientes,
suegras, nuera y cuñada.

Reproducción
Seguridad

FUNCIONES DE LA FAMILIA

Ayuda al
Prójimo.
Satisfacer las necesidades
Socializar

TIPOS DE FAMILIA

Familia nuclear: Compuesta por padre, madre e hijos (as), es la que predomina
en la actualidad en nuestro medio.

Familia extensa: En la que a la familia nuclear se agregan otros parientes:


abuelos, tíos, primos, sobrinos, etc.

Familia monoparental o con un solo cónyuge: Familia nuclear o extensa


donde existe un solo progenitor como producto del deceso,
separación o por abandono familiar. La madre abandonada
con sus hijos es uno de los casos más frecuentes de este tipo
de familia.

Familia compuesta o agregada: Constituida por parientes entre los cuales no


existe vínculo matrimonial ni filial. Un ejemplo sería la familia
compuesta por dos hermanos y primos.
CLASES DE FAMILIA EN EL PERU

A) Por la Estructura Familiar:

Nuclear. Compuesta por padre, madre e hijos (as), es la que predomina en la


actualidad en nuestro medio.

Extensa. A la familia nuclear se agregan otros parientes: abuelos, tíos, primos,


sobrinos, etc.
Reconstituida. - es la formada por una pareja adulta en la que al menos uno de los
cónyuges tiene un hijo de una relación anterior.

Monoparental. existe un solo progenitor como producto del deceso, separación o


por abandono familiar. La madre abandonada con sus hijos es
uno de los casos más frecuentes de este tipo de familia.
B) Por el Ejercicio de la Autoridad:

- Autocrática.
- Patriarcal.
- Democrática.
- Permisiva.

FAMILIA FUNCIONAL FAMILIA DISFUNCIONAL


- Presentan reglas comprensibles y con - El sufrimiento individual es alto.
fundamento lógico. - El sistema familiar está expuesto al
- La comunicación es clara y abierta. peligro de la separación.
- Se reconoce gustos y necesidades. - Todo cambio se considera una
- La adquisición de conocimiento un amenaza.
cambio en las reglas y roles. - Se vuelve en un círculo vicioso.
- Fomenta la incorporación de valores - Un sistema familiar rígido.
como el respeto, la solidaridad, - Inestabilidad emocional.
- Satisface las necesidades de afecto, - Desorganización en el sistema
intelectual hacia el logro de una familiar.
progresiva independencia y autonomía. - Adulterio, infidelidad, divorcio
- Ejercen los deberes y derechos en la
familia.
CONCEPTOS GENERALES:

Violencia:

Es un fenómeno social, económico y/o cultural y que cada vez se arraiga más en la
vida humana. La Organización Mundial de la salud (OMS) define a la Violencia
como “El uso de la fuerza o el poder físico de hecho o como amenaza contra uno
mismo, u otra persona o un grupo, de una comunidad, que cause o tenga
posibilidades de causar lesiones, muerte o daño psicológico, trastorno del
desarrollo o privaciones.
Es el tipo de interacción entre sujetos que se manifiestan en aquellas conductas o
situaciones que, de forma deliberada y aprendida o imitada, que provocan
amenazas con hacer daño o sometimiento grave (físico, sexual, verbal o
psicológico) a un individuo o a una colectividad, o los afectan de tal manera que
limitan las potencialidades presentes y las futuras. Pueden producirse también a
través de acciones y lenguajes como de silencios e inacciones.
Según el Instituto Nacional de la Mujer “...la violencia es una conducta aprendida a
partir de modelos familiares y sociales que, utilizando la fuerza, recurren a ella para
resolver los conflictos interpersonales. En esa forma equivocada aprenden a utilizar
la violencia en la familia, en la escuela, en el deporte y en los medios de
comunicación”
Según Jacobson y Guttman, (2001) “la violencia no representa sólo un conjunto de
agresiones, por más que produzcan daño físico o psicológico a quien lo recibe, si
no que estas agresiones tienen una intencionalidad, la de controlar, intimidar y
someter a la otra persona.

Diferencias entre agresión y violencia:

Las conductas agresivas son parte de toda especie. Existe estructuras biológicas
que al ser estimuladas disparan una respuesta agresiva. Esta agresividad aparece
en situaciones como amenaza de territorio, fuente de alimentación, reproducción a
la vida. Es una conducta de defensa frente a la perdida de algo vital. La cultura
regula la agresividad. No obstante, la conducta agresiva y violenta se aprende y los
medios de comunicación están repletos de agresividad y violencia. Las
consecuencias de esto ya le estamos vivenciando y sufriendo.
La violencia es diferente a la agresividad por que su objetivo es obtener control y
poder. No es defensa algo vital, siempre está ligada al poder. Toda forma de
violencia pretende mantener el poder que se tiene o aumentarlo. Una persona
agresiva por lo general no es violenta. La agresividad es más genérica, la violencia
es más social, y en general, aprendida. La violencia va hacia una persona que está
en una posición inferior.
En cuanto a la violencia de género es una desigualdad social que afronta la
humanidad es aquella que se ejerce sobre una diferencia biológica en el plano de
las características sexuales. Es una construcción social equivocada en la que
otorga mayor poder a los hombres y plantea una posición subordinada a las
mujeres, es la base de la violencia de género. Los hombres que han construido su
identidad masculina fuertemente ligada al ejercicio de la dominancia sobre las
mujeres basados en una supuesta autoridad, ejercen violencia contra ellas cuando
interpretan que esa autoridad es cuestionada y encuentran obstáculos para
ejercerla. (Ramos Padilla, Miguel Ángel, 2006).
Los grupos vulnerables son agrupaciones o comunidades de personas que se
encuentran en situaciones de riesgo o desventaja por lo general se considera que el
Estado debe asistir a quienes padecen de vulnerabilidad y estos pueden estar
conformados por individuos que, a causa de su situación económica, física, nivel
educativo, su género o su edad, necesitan un esfuerzo adicional para integrarse a
la sociedad y desarrollarse, en este grupo se encuentran los discapacitados, los
inmigrantes, los aborígenes, miembros de minorías sexuales, los niños y los
ancianos. Los gobiernos tienen la obligación de trabajar para lograr la igualdad de
oportunidades y para conseguir que todas las personas tengan las mismas
posibilidades y oportunidades de desarrollo en la sociedad.

VIOLENCIA, AGRESIVIDAD Y AGRESIÓN: UNA DIFERENCIACIÓN NECESARIA


Boggon, Laura Silvina
UBACyT Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
Tiene como finalidad diferenciar los conceptos de violencia, agresividad y agresión,
que habitualmente son tomados como sinónimos, cuando en realidad no lo son. A
partir del rastreo bibliográfico, tanto de las legislaciones vigentes como de los
desarrollos de Berkowitz, Freud y Winnicott, se ha encontrado que si bien existen
numerosos trabajos acerca del tema, en la mayoría de ellos no se puede visualizar
claramente qué es lo que entiende cada autor por estos términos. De ese modo se
facilita el uso indiscriminado de tales conceptos. Se considera que tal diferenciación
sería fundamental en el abordaje de la problemática de la violencia,
específicamente de la violencia familiar.
Comenzando a delimitar qué es lo queso entiende comúnmente por violencia,
observamos que, a pesar de haber diferencias notables entre los conceptos
agresividad, agresión y violencia, éstas pasan inadvertidas y habitualmente se
nombran como agresivos actos que son violentos, o como violentos, actos que son
agresivos, considerándolos como sinónimos.
Realizando un recorrido bibliográfico se pueden encontrar, según Baron y
Richardson (citados por García Silberman y Ramos Lira, 1998), diversas teorías
que explican la agresión en los seres humanos como una conducta instintiva, estas
teorías pueden dividirse en dos grupos principales: las teorías psicoanalíticas y las
perspectivas evolucionistas.
Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-039/357

Artículo 5°. - Definición de violencia contra las mujeres (Ley 30364)


La violencia contra las mujeres es cualquier acción o conducta que les causa
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico por su condición de tales,
tanto en el ámbito público como en privado.

Se entiende por violencia contra las mujeres


a. La que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra
relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer. Comprende, entre otros, violación, maltrato físico o
psicológico y abuso sexual.
b. La que tenga lugar en la comunidad, sea perpetrada por cualquier persona y
comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar.
c. La que sea perpetrada o tolerada por los agentes del Estado, donde quiera que
ocurra.
Artículo 6. Definición de violencia contra los integrantes del grupo familiar ( Ley
30364)
La violencia contra cualquier integrante del grupo familiar es cualquier acción o
conducta que le causa muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico y que
se produce en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder,
de parte de un integrante a otro del grupo familiar.

Debiendo tiene especial consideración con las niñas, niños, adolescentes, adultos mayores
y personas con discapacidad.

CIRCULO DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


Cuando una pareja está empezando su relación es muy difícil que aparezca la
violencia. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de
que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.

La dinámica de la violencia intrafamiliar existe como un ciclo que pasa por tres fases, las
que difieren en duración según los casos. Es importante aclarar que el agresor no se
detiene por sí solo. Si la pareja permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra
vez, cada vez con más violencia.

FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION


• A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.
• Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que
hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.
• El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.
• La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del
abuso verbal y del abuso físico.
• La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo:
mantener la casa cada vez más limpia, a los hijos más silenciosos, etc.
• El abuso físico y verbal continúa.
• La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.
• El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el
tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)
• El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por
ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o
que le llenan la cabeza, o que están locos etc.
Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o
años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.

FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA


• Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas
• El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar
para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo
golpear y cómo lo va a hacer.
• Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador.
Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer
aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.

FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL


• Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.
• En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la
responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún
cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen
buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.
• Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la
violencia haga una escalada y su severidad aumente.
• A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para
manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo,
que se retroalimenta a sí mismo.
• Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.
Nunca es tarde para romper el circula de la violencia.

EFECTOS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR


• Los efectos psicofísicos son aquellos que producen cambios psíquicos o
físicos, en un mismo acto.

• Los efectos psíquicos hacen referencia a la desvaloración, baja autoestima y


estrés emocional producido por las tensiones que produce el maltrato, en los
empleados por ejemplo produce una baja en su rendimiento laboral ya que las
tensiones emocionales dificultan la concentración.

• En cuanto a los físicos se manifiestan en forma de hematomas, heridas


abiertas, fracturas, quemaduras, etc.

• En el acto sexual también se presenta violencia cuando este se produce en


forma forzada, produciendo cambios en la personalidad y alteraciones en las
relaciones con el violador, marido o compañero permanente o con los otros
miembros de la familia.

• Los efectos psicosociales se dividen en internos y externos. Los primeros son


aquellos que generan la marginación. La exclusión y la violación de los
derechos fundamentales de la mujer y los niños. Cuando se presenta un
maltrato hacia la mujer esta se ve obligada a aislarse de ciertas actividades
sociales, de relaciones interfamiliares y hasta en su propio hogar.
• Dentro de la exclusión se ven afectados los niños en cuanto al afecto, puesto
que una madre marginada forzosamente por la violencia intrafamiliar no puede
brindar a sus hijos el amor que necesitan, lo que puede llevar a estos niños a la
drogadicción, la prostitución y la delincuencia.
Artículo 7. Sujetos de protección de la Ley (Ley 30364)

Son sujetos de protección de la Ley:

a. Las mujeres durante todo su ciclo de vida: niña, adolescente, joven, adulta y
adulta mayor.
b. Los miembros del grupo familiar. Entiéndase como tales, a los cónyuges,
excónyuges, convivientes, ex convivientes; padrastros, madrastras;
ascendientes y descendientes; los parientes colaterales de los cónyuges y

convivientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad; y


a quienes, sin tener cualquiera de las condiciones antes señaladas, habitan en
el mismo hogar, siempre que no medien relaciones contractuales o laborales; y
quienes hayan procreado hijos en común, independientemente que convivan o
no, al momento de producirse la violencia.

Artículo 8. Tipos de violencia


Los tipos de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar son:

a) Violencia física. Es la acción o conducta, que causa daño a la integridad


corporal o a la salud. Se incluye el maltrato por negligencia, descuido o por
privación de las necesidades básicas, que hayan ocasionado daño físico o que
puedan llegar a ocasionarlo, sin importar el tiempo que se requiera para su
recuperación.
b) Violencia psicológica. Es la acción o conducta, tendiente a controlar o aislar a
la persona contra su voluntad, a humillarla o avergonzarla y que puede
ocasionar daños psíquicos. Daño psíquico es la afectación o alteración de
algunas de las funciones mentales o capacidades de la persona, producida por
un hecho o un conjunto de situaciones de violencia, que determina un
menoscabo temporal o permanente, reversible o irreversible del funcionamiento
integral previo.

c) Violencia sexual. Son acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una
persona sin su consentimiento o bajo coacción. Incluyen actos que no involucran
penetración o contacto físico alguno. Asimismo, se consideran tales la exposición a
material pornográfico y que vulneran el derecho de las personas a decidir
voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, a través de amenazas,
coerción, uso de la fuerza o intimidación.

d) Violencia económica o patrimonial. Es la acción u omisión que se dirige a


ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de
cualquier persona, a través de:

1. La perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes;


2. La pérdida, sustracción, destrucción, retención o apropiación indebida de objetos,
instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos
patrimoniales;
3. La limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades o
privación de los medios indispensables para vivir una vida digna; así como la
evasión del cumplimiento de sus obligaciones alimentarias;
4. La limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un salario menor
por igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo.

SEMANA 02 30MAR2021

NORMATIVA DE ABORDAJE A LA VIOLENCIA CONTRA LAS


MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR

NOMATIVA NACIONAL E INTERNACIONAL

A. NORMAS INTERNACIONALES

 CONVENCION INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y


ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER “CONVENCION DE
BELEM DO PARA"
(ANEXOS)
 CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE
DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER CEDAW; el 18 de diciembre de
1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó esta convención
que entró en vigor como tratado internacional el 3 de septiembre de 1981
tras su ratificación por 20 países. (ANEXOS)
 LA DECLARACIÓN DE BEIJING IV CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE LAS
MUJERES
 Acuerdo firmaron los Gobiernos de los 189 países participantes en la Cuarta
Conferencia Mundial sobre las mujeres, reunidos en Beijing en septiembre de 1995.
(ANEXOS).
 CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (ANEXOS)

B. NORMAS NACIONALES.

 CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERU


Encontramos en el Título I de la persona y de la sociedad, sobre Derechos
Fundamentales de la Persona; en el Art. 2 Toda persona tiene derecho:
numeral 1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y
a su libre desarrollo y bienestar.
Numeral 24, literal h. Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o
física, ni sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera
puede pedir de inmediato el examen médico de la persona agraviada o de
aquélla imposibilitada de recurrir por sí misma a la autoridad.
Capítulo II de los Derechos Sociales y Económicos, Art. 4. La comunidad y el
Estado protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al
anciano en situación de abandono. También protegen a la familia y
promueven el matrimonio. Reconocen a estos últimos como institutos
naturales y fundamentales de la sociedad. La forma del matrimonio y las
causas de separación y de disolución son reguladas por la ley y en el Art. 6
desde el segundo párrafo: Es deber y derecho de los padres alimentar,
educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos tienen el deber de respetar y
asistir a sus padres. Todos los hijos tienen iguales derechos y deberes. Está
prohibida toda mención sobre el estado civil de los padres y sobre la
naturaleza de la filiación en los registros civiles y en cualquier otro
documento de identidad.

 Declaración Universal de Derechos Humanos Artículo 16, inciso 3:


“La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado”.

 Convención Americana de Derechos Humanos


Artículo 17, inciso 1:
“1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser
protegida por la sociedad y el Estado.”

 Convención sobre los Derechos del Niño Quinto y sexto considerandos del
preámbulo:
“Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y
medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en
particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para
poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad;
Reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de
felicidad, amor y comprensión.”

Artículo 5º: “Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los


derechos y los deberes de los padres o, en su caso, de los miembros de la
familia ampliada de la comunidad, según establezca la costumbre local, de
los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en
consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación
apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente
Convención.”

 Código Penal.
 Código Procesal Penal.
 LA LEY 30364 “PARA LA PREVENCIÓN, SANCIÓN Y ERRADICACIÓN DE
LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL
GRUPO FAMILIAR”.
LA LEY 30364 “PARA LA PREVENCIÓN, SANCIÓN Y ERRADICACIÓN DE LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR”

DISPOSICIONES GENERALES:
Tiene por objeto prevenir, erradicar y sancionar toda forma de violencia producida
en el ámbito público o privado contra las mujeres por su condición de tales, y contra
los integrantes del grupo familiar; en especial, cuando se encuentran en situación
de vulnerabilidad, por la edad o situación física como las niñas, niños,
adolescentes, personas adultas mayores y personas con discapacidad.

Para tal efecto, establece mecanismos, medidas y políticas integrales de


prevención, atención y protección de las víctimas, así como reparación del daño
causado; y dispone la persecución, sanción y reeducación de los agresores
sentenciados con el fin de garantizar a las mujeres y al grupo familiar una vida libre
de violencia asegurando el ejercicio pleno de sus derechos.

Artículo 2. Principios rectores

En la interpretación y aplicación de esta Ley, y en general, en toda medida que


adopte el Estado a través de sus poderes públicos e instituciones, así como en la
acción de la sociedad, se consideran preferentemente los siguientes principios:

1. Principio de igualdad y no discriminación. Se garantiza la igualdad entre


mujeres y hombres. Prohíbase toda forma de discriminación. Entiéndase por
discriminación, cualquier tipo de distinción, exclusión o restricción, basada en el
sexo, que tenga por finalidad o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de las personas.

2. Principio del interés superior del niño. En todas las medidas concernientes a
las niñas y niños adoptadas por instituciones públicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos
se debe tener en consideración primordial el interés superior del niño.

3. Principio de la debida diligencia. El Estado adopta sin dilaciones, todas las


políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia
contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Deben imponerse las
sanciones correspondientes a las autoridades que incumplan este principio.
4. Principio de intervención inmediata y oportuna. Los operadores de justicia y
la Policía Nacional del Perú, ante un hecho o amenaza de violencia, deben
actuar en forma oportuna, sin dilación por razones procedimentales, formales o
de otra naturaleza, disponiendo el ejercicio de las medidas de protección
previstas en la ley y otras normas, con la finalidad de atender efectivamente a la
víctima.

5. Principio de sencillez y oralidad. Todos los procesos por violencia contra las
mujeres y los integrantes del grupo familiar se desarrollan considerando el
mínimo de formalismo, en espacios amigables para las presuntas víctimas,
favoreciendo que estas confíen en el sistema y colaboren con él para una
adecuada sanción al agresor y la restitución de sus derechos vulnerados.

6. Principio de razonabilidad y proporcionalidad. El fiscal o juez a cargo de


cualquier proceso de violencia, debe ponderar la proporcionalidad entre la
eventual afectación causada y las medidas de protección y de rehabilitación a
adoptarse. Para ello, debe hacer un juicio de razonabilidad de acuerdo con las
circunstancias del caso, emitiendo decisiones que permitan proteger
efectivamente la vida, la salud y la dignidad de las víctimas. La adopción de
estas medidas se adecúa a las fases del ciclo de la violencia y a las diversas
tipologías que presentan la violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar.

Artículo 3. Enfoques

Los operadores, al aplicar la presente Ley, consideran los siguientes enfoques:


1. Enfoque de género Reconoce la existencia de circunstancias asimétricas en la
relación entre hombres y mujeres, construidas sobre la base de las diferencias
de género que se constituyen en una de las causas principales de la violencia
hacia las mujeres. Este enfoque debe orientar el diseño de las estrategias de
intervención orientadas al logro de la igualdad de oportunidades entre hombres
y mujeres.

2. Enfoque de integralidad
Reconoce que en la violencia contra las mujeres confluyen múltiples causas y
factores que están presentes en distintos ámbitos, a nivel individual, familiar,
comunitario y estructural. Por ello se hace necesario establecer intervenciones
en los distintos niveles en los que las personas se desenvuelven y desde
distintas disciplinas.
3. Enfoque de interculturalidad
Reconoce la necesidad del diálogo entre las distintas culturas que se integran en la
sociedad peruana, de modo que permita recuperar, desde los diversos
contextos culturales, todas aquellas expresiones que se basan en el respeto a
la otra persona. Este enfoque no admite aceptar prácticas culturales
discriminatorias que toleran la violencia u obstaculizan el goce de igualdad de
derechos entre personas de géneros diferentes.

4. Enfoque de derechos humanos


Reconoce que el objetivo principal de toda intervención en el marco de esta Ley
debe ser la realización de los derechos humanos, identificando a los titulares de
derechos y aquello a lo que tienen derecho conforme a sus particulares
necesidades; identificando, asimismo, a los obligados o titulares de deberes y
de las obligaciones que les corresponden. Se procura fortalecer la capacidad de
los titulares de derechos para reivindicar estos y de los titulares de deberes
para cumplir sus obligaciones.

5. Enfoque de interseccionalidad
Reconoce que la experiencia que las mujeres tienen de la violencia se ve influida
por factores e identidades como su etnia, color, religión; opinión política o de
otro tipo; origen nacional o social, patrimonio; estado civil, orientación sexual,
condición de seropositiva, condición de inmigrante o refugiada, edad o
discapacidad; y, en su caso, incluye medidas orientadas a determinados grupos
de mujeres.

6. Enfoque generacional
Reconoce que es necesario identificar las relaciones de poder entre distintas
edades de la vida y sus vinculaciones para mejorar las condiciones de vida o el
desarrollo común. Considera que la niñez, la juventud, la adultez y la vejez
deben tener una conexión, pues en conjunto están abonando a una historia
común y deben fortalecerse generacionalmente. Presenta aportaciones a largo
plazo considerando las distintas generaciones y colocando la importancia de
construir corresponsabilidades entre estas.

Artículo 4. Ámbito de aplicación de la Ley


Las disposiciones de la presente Ley se aplican a todos los tipos de violencia contra las
mujeres por su condición de tales y contra los integrantes del grupo familiar.
SEMANA 03 06ABR21
PROCESOS DE TUTELA FRENTE A LA VIOLENCIA CONTRA LAS
MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR.

Artículo 13.- Norma aplicable


Las denuncias por actos de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar se regulan por las normas previstas en la presente Ley y, de manera
supletoria, por el Código Procesal Penal, promulgado por el Decreto Legislativo
957, la Ley 27337, Código de los Niños y Adolescentes, y en lo que corresponda
por el Código Procesal Civil, promulgado por el Decreto Legislativo N° 768

Artículo 14. Competencia


Los juzgados de familia son competentes para conocer las denuncias por actos de violencia
contra las mujeres o contra los integrantes del grupo familiar.
En las zonas donde no existan juzgados de familia, son competentes los juzgados de
paz letrados o juzgados de paz, según corresponda.

La fiscalía de familia interviene desde la etapa policial, en todos los casos de


violencia en los cuales las víctimas son niños, niñas y adolescentes, en el marco de
lo previsto en el Código de los Niños y Adolescentes

Artículo 15. Denuncia


La denuncia puede presentarse por escrito o verbalmente, ante la Policía Nacional
del Perú, las fiscalías penales o de familia y los juzgados de familia. En los lugares
donde no existan estos últimos también puede presentarse ante los juzgados de
paz letrado o juzgados de paz. Cuando se trata de una denuncia verbal, se levanta
acta sin otra exigencia que la de suministrar una sucinta relación de los hechos.

La denuncia puede ser interpuesta por la persona perjudicada o por cualquier otra
en su favor, sin necesidad de tener su representación. También puede ser
interpuesta por la Defensoría del Pueblo. No se requiere firma de abogado, tasa o
alguna otra formalidad. Sin perjuicio de lo expuesto, los profesionales de la salud y
educación deben denunciar los casos de violencia contra la mujer o los integrantes
del grupo familiar que conozcan en el desempeño de su actividad.

Para interponer una denuncia no es exigible presentar resultados de exámenes


físicos, psicológicos, pericias de cualquier naturaleza o mostrar huellas visibles de
violencia.
Si la víctima o denunciante cuenta con documentos que sirvan como medios
probatorios, estos se reciben e incluyen en el informe de la Policía Nacional del
Perú, del Ministerio Público o en el expediente del Poder Judicial.
Artículo 16. Trámite de la denuncia presentada ante la Policía Nacional del Perú
La Policía Nacional del Perú aplica la ficha de valoración de riesgo y, en tanto se
dicten y ejecuten las medidas de protección, en los casos de riesgo severo prioriza
el patrullaje integrado en las inmediaciones del domicilio de víctima o de sus
familiares, en coordinación con el serenazgo y las organizaciones vecinales; y otras
acciones en el marco de sus competencias.

Adicionalmente, la Policía Nacional del Perú comunica los hechos denunciados al


representante del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de su
jurisdicción para la atención de la víctima en los Centros Emergencia Mujer y, de
ser el caso, en los hogares de refugio temporal.

Cuando los Centros Emergencia Mujer no puedan brindar el servicio, comunica a la


Dirección Regional de Defensa Pública correspondiente del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos.

Culminado el Informe o Atestado Policial y dentro de las veinticuatro (24) horas de


conocido el hecho, la Policía Nacional del Perú remite copias de lo actuado a la
fiscalía penal y al juzgado de familia, de manera simultánea, a fin de que actúen en
el marco de sus competencias.

El Informe o Atestado Policial incluye copias de antecedentes policiales de la persona


denunciada y otra información relevante para el juzgado
Para una adecuada atención de las denuncias se debe garantizar la existencia de
personal policial debidamente calificado. Si la víctima prefiere ser atendida por
personal femenino, se brindará dicha atención asegurándose en los casos en que
exista disponibilidad.

Artículo 17. Tramite de la denuncia presentada ante el Ministerio Público


La fiscalía penal o de familia, según corresponda, aplica la ficha de valoración de
riesgo y dispone la realización de los exámenes y diligencias correspondientes,
remitiendo los actuados en el plazo de veinticuatro (24) horas al juzgado de familia,
solicitando la emisión de las medidas de protección y cautelares a que hubiera
lugar.

Las fiscalías penales, paralelamente, deben continuar con el trámite correspondiente, de


acuerdo a sus competencias.

Artículo 18. Tramite de la denuncia presentada ante el juzgado de familia El


juzgado de familia de turno aplica la ficha de valoración de riesgo, cita a audiencia
y, cuando sea necesario, ordena la actuación de pruebas de oficio.
Artículo 19. Proceso Especial
El proceso especial de violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar se
realiza teniendo en cuenta lo siguiente:

a. En caso de riesgo leve o moderado, identificado en la ficha de valoración de riesgo,


el juzgado de familia, en el plazo máximo de cuarenta y ocho (48) horas, contadas
desde que toma conocimiento de la denuncia, evalúa el caso y resuelve en
audiencia la emisión de las medidas de protección y/o cautelares requeridas, que
sean acordes con las necesidades de la víctima.

b. En caso de riesgo severo, identificado en la ficha de valoración de riesgo, el juzgado


de familia, en el plazo máximo de veinticuatro (24) horas, contadas desde que toma
conocimiento de la denuncia, evalúa el caso y emite las medidas de protección y/o
cautelares requeridas, que sean acordes con las necesidades de la víctima. En este
supuesto el Juez puede prescindir de la audiencia.

c. En caso no pueda determinarse el riesgo, el juzgado de familia en el plazo máximo


de 72 horas evalúa el caso y resuelve en audiencia.

La audiencia es inaplazable y busca garantizar la inmediación en la actuación


judicial. Se realiza con los sujetos procesales que se encuentren presentes. El
juzgado de familia, por el medio más célere, en el día y bajo responsabilidad,
comunica la emisión de las todas las actuaciones necesarias para la investigación
medidas a las entidades encargadas de su ejecución para su cumplimiento
inmediato y a los sujetos procesales.

Artículo 20. Desconocimiento de domicilio u otros datos de la víctima


Cuando se desconozca el domicilio u otros datos de ubicación de la presunta
víctima y, además, no existan otros elementos que sustenten el otorgamiento de las
medidas de protección o cautelares, el juzgado de familia traslada los actuados al
fiscal penal para que inicie las investigaciones correspondientes.

Artículo 21. Remisión de actuados a la fiscalía penal y formación del cuaderno de


medidas de protección
El juzgado de familia remite los actuados en original a la fiscalía penal para el inicio
de la investigación penal, o al juzgado de paz letrado o al que haga sus veces para
el inicio del proceso por faltas, según corresponda, conforme a sus competencias,
quedándose con copias certificadas para formar un cuaderno relativo a las medidas
de protección adoptadas, a fin de garantizar su cumplimiento y posterior evaluación.

Cuando el juzgado de familia toma conocimiento de la continuidad del ejercicio de


violencia o incumplimiento de las medidas de protección, tiene la obligación de
sustituirlas o ampliarlas, a fin de salvaguardar la vida e integridad de la víctima. En
los casos de incumplimiento de las medidas de protección o cautelares, pone en
conocimiento del Ministerio Público para que investigue por la comisión del delito a
que se refiere el artículo 39.

Artículo 22.- Apelación de la medida de protección o cautelar


La resolución que se pronuncia sobre las medidas de protección o cautelares puede
ser apelada en la audiencia o dentro de los tres (3) días siguientes de haber sido
notificada.

La apelación se concede sin efecto suspensivo en un plazo máximo de tres (3) días
contados desde su presentación.

Concedida la apelación, el cuaderno se eleva a la sala de familia en un plazo no


mayor de tres (3) días, en los casos de riesgo leve o moderado, y en un plazo no
mayor de un (1) día, en los casos de riesgo severo, bajo responsabilidad.

La sala de familia remite los actuados a la fiscalía superior de familia, a fin de que emita
su dictamen en un plazo no mayor de cinco (5) días.

La sala de familia señala fecha para la vista de la causa, que debe realizarse en un
plazo no mayor a tres (3) días de recibido el cuaderno, y comunica a las partes que
los autos están expeditos para ser resueltos dentro de los tres (3) días siguientes a
la vista de la causa.

Artículo 23.- Investigación del delito


La fiscalía penal actúa de acuerdo a lo señalado por el Código Procesal Penal
vigente, realiza todas las actuaciones necesarias para la investigación de los
hechos y puede requerir información al juzgado de familia, a fin de conocer si
persiste y continúa el ejercicio de violencia. Asimismo, debe requerir información a
la Policía Nacional del Perú y al Poder Judicial sobre los antecedentes de violencia
de la persona denunciada, cuando estos no obren en el expediente.

Las Fiscalías Penales o las que cumplen sus funciones priorizarán la tramitación de los
casos de riesgo severo.

Artículo 24.- Proceso por faltas


El juzgado de paz letrado o el juzgado de paz realizan todas las actuaciones
necesarias para la investigación de los hechos y puede requerir información al
juzgado de familia, a fin de conocer si persiste y continúa el ejercicio de violencia.
Asimismo, debe requerir información a la Policía Nacional del Perú y al Poder
Judicial sobre los antecedentes de violencia de la persona denunciada, cuando
estos no obren en el expediente.

Artículo 25.- Flagrancia


En caso de flagrante delito, vinculado a actos de violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar, la Policía Nacional del Perú procede a la inmediata
detención de la persona agresora, incluso allanando su domicilio o el lugar donde
estén ocurriendo los hechos; también procede el arresto ciudadano, de acuerdo a lo
establecido en el Código Procesal Penal.
(Texto modificado según el artículo 2 del Decreto Legislativo Nº 1386)
En estos casos, la policía redacta un acta en la que se hace constar la entrega de la
persona detenida y las demás circunstancias de la intervención, debiendo
comunicar inmediatamente los hechos a la fiscalía penal para continuar con las
investigaciones correspondientes y al juzgado de familia para que se pronuncie
sobre las medidas de protección y otras medidas para el bienestar de las víctimas.

Artículo 26.- Flagrancia en casos de riesgo severo


En los casos de flagrancia en los que se advierta la existencia de riesgo severo, la
fiscalía penal solicita la intervención del Programa de Protección de Asistencia de
Víctimas y Testigos del Ministerio Público, que actúa de acuerdo a sus
competencias. También puede solicitar dicha intervención en los casos de riesgo
leve o moderado, cuando lo considere necesario.

En el primer supuesto del párrafo anterior, en la formalización de la denuncia o el


inicio de la investigación preparatoria, la fiscalía penal solicita al juzgado penal que
emita las medidas de protección a favor de la víctima, para salvaguardar su vida e
integridad.

El juzgado penal se pronuncia sobre las medidas de protección en la audiencia


única de incoación del proceso inmediato, y, en un plazo no mayor de veinticuatro
(24) horas, remite copias certificadas al juzgado de familia, a fin de que las ratifique,
amplíe o varíe, según corresponda.

Artículo 27.- Actuación de los operadores de justicia


En la actuación de los operadores de justicia, originada por hechos que constituyen
actos de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, se evita la
doble victimización de las personas agraviadas a través de declaraciones
reiterativas y de contenido humillante. Los operadores del sistema de justicia deben
seguir pautas concretas de actuación que eviten procedimientos discriminatorios
hacia las personas involucradas en situación de víctimas. Esto implica no emitir
juicios de valor ni realizar referencias innecesarias a la vida íntima, conducta,
apariencia, relaciones, entre otros aspectos. Se debe evitar, en todo momento, la
aplicación de criterios basados en estereotipos que generan discriminación.

Artículo 28.- Declaración de la víctima y entrevista única


Cuando la víctima sea niña, niño y adolescente o mujer, su declaración debe practicarse
bajo la técnica de entrevista única y se tramita como prueba anticipada.
La declaración de la víctima mayor de edad a criterio del fiscal puede realizarse bajo la
misma técnica.

En cualquiera de estos casos se llevará a cabo en un ambiente privado, cómodo y seguro.


(Párrafo incorporado según el artículo 1 de la Ley Nº 30862)

El juez solo puede practicar una diligencia de declaración ampliatoria de la víctima,


en los casos que requiera aclarar, complementar o precisar algún punto sobre su
declaración.

Artículo 29.- Sentencia


La sentencia que ponga fin al proceso por delitos vinculados a hechos que
constituyen actos de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar
puede ser absolutoria o condenatoria.

En caso de que se trate de una sentencia condenatoria o de una reserva de fallo


condenatorio, además de lo establecido en el artículo 394 del Código Procesal
Penal, promulgado por el Decreto Legislativo Nº 957, y cuando corresponda,
contiene:

1. El tratamiento terapéutico a favor de la víctima.


2. El tratamiento especializado al condenado.
3. Las restricciones previstas en el artículo 288 del Código Procesal Penal, así como otras
reglas que sean análogas.
4. Las medidas que los gobiernos locales o comunidades del domicilio habitual de la víctima
y del agresor deben adoptar, para garantizar el cumplimiento de las medidas de
protección.
5. La inscripción de la sentencia en el Registro Nacional de Condenas y en el Registro
Único de Victimas y Personas Agresoras.
6. Cualquier otra medida a favor de las víctimas o de los deudos de estas.

En el caso de que las partes del proceso usen un idioma o lengua diferente al
castellano, la sentencia es traducida. En los casos que no sea posible la traducción,
el juez garantiza la presencia de una persona que pueda ponerles en conocimiento
su contenido.
Artículo 30.- Comunicación de sentencia firme y de disposición de archivo
Los juzgados penales, los juzgados de paz letrado o los juzgados de paz, así como
las fiscalías penales, remiten copia certificada de la sentencia firme o de la
disposición de archivo, respectivamente, al juzgado de familia que emitió las
medidas de protección y cautelares para su conocimiento y nueva evaluación de los
factores de riesgo, a fin de decidir su vigencia, sustitución o ampliación. En caso no
exista riesgo alguno, el juzgado de familia procede al archivo del cuaderno
respectivo.

La remisión de dichos documentos debe ser dentro de los cinco (5) días siguientes a
su expedición.

Artículo 31.- Responsabilidad funcional


Quien omite, rehúsa o retarda algún acto a su cargo, en los procesos originados por
hechos que constituyen actos de violencia contra las mujeres o contra los
integrantes del grupo familiar comete delito sancionado en los artículos 377 o 378
del Código Penal, según corresponda; sin perjuicio de la responsabilidad civil y/o
administrativa que corresponda, de acuerdo a ley.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Artículo 32.- Objeto y tipos de medidas de protección


El objeto de las medidas de protección es neutralizar o minimizar los efectos
nocivos de la violencia ejercida por la persona denunciada, y permitir a la víctima el
normal desarrollo de sus actividades cotidianas; con la finalidad de asegurar su
integridad física, psicológica y sexual, o la de su familia, y resguardar sus bienes
patrimoniales.

El juzgado las dicta teniendo en cuenta el riesgo de la víctima, la urgencia y necesidad de la


protección y el peligro en la demora.

Entre las medidas de protección que pueden dictarse en los procesos por actos de
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar se encuentran las
siguientes:

1. Retiro del agresor del domicilio en el que se encuentre la víctima, sí como la


prohibición del regresar al mismo. La Policía Nacional del Perú puede ingresar a dicho
domicilio para su ejecución.
2. Impedimento de acercamiento o proximidad a la víctima en cualquier forma, a su
domicilio, centro de trabajo, centro de estudios u otros donde aquella realice sus
actividades cotidianas, a una distancia idónea para garantizar su seguridad e
integridad.
3. Prohibición de comunicación con la víctima vía epistolar, telefónica, electrónica;
asimismo, vía chat, redes sociales, red institucional, intranet u otras redes o formas de
comunicación.
4. Prohibición del derecho de tenencia y porte de armas para el agresor, debiéndose
notificar a la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas,
Municiones y Explosivos de Uso Civil para que proceda a dejar sin efecto la licencia de
posesión y uso, y para que se incauten las armas que están en posesión de personas
respecto de las cuales se haya dictado la medida de protección. En el caso de
integrantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú en situación de
actividad que emplean armas de propiedad del Estado en el ejercicio de sus funciones,
el juzgado oficia a la institución armada o policial para los fines de este numeral.
5. Inventario de bienes.
6. Asignación económica de emergencia que comprende lo indispensable para atender
las necesidades básicas de la víctima y sus dependientes. La asignación debe ser
suficiente e idónea para evitar que se mantenga o coloque a la víctima en una
situación de riesgo frente a su agresor e ingrese nuevamente a un ciclo de violencia.
El pago de esta asignación se realiza a través de depósito judicial o agencia bancaria
para evitar la exposición de la víctima.
7. Prohibición de disponer, enajenar u otorgar en prenda o hipoteca los bienes muebles o
inmuebles comunes.
8. Prohibición a la persona denunciada de retirar del cuidado del grupo familiar a los
niños, niñas, adolescentes u otras personas en situación de vulnerabilidad.
9. Tratamiento reeducativo o terapéutico para la persona agresora.
10. Tratamiento psicológico para la recuperación emocional de la víctima.
11. Albergue de la víctima en un establecimiento en el que se garantice su seguridad,
previa coordinación con la institución a cargo de este.
12. Cualquier otra medida de protección requerida para la protección de la integridad y la
vida de la víctima o sus familiares.

Artículo 33.- Criterios para dictar medidas de protección


El juzgado de familia dicta las medidas de protección teniendo en cuenta lo siguiente:

a. Los resultados de la ficha de valoración de riesgo y los informes sociales emitidos por
entidades públicas competentes.
b. La existencia de antecedentes policiales o sentencias en contra de la persona
denunciada por actos de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, por
delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; la libertad sexual, el patrimonio y otros que
denoten su peligrosidad.
c. La relación entre la víctima con la persona denunciada.
d. La diferencia de edades y la relación de dependencia entre la víctima y la persona
denunciada.
e. La condición de discapacidad de la víctima.
f. La situación económica y social de la víctima.
g. La gravedad del hecho y la posibilidad de una nueva agresión.
h. Otros aspectos que denoten el estado de vulnerabilidad de la víctima o peligrosidad de la
persona denunciada.

El juzgado de familia puede hacer extensivas las medidas de protección a las personas
dependientes o en situación de vulnerabilidad a cargo de la víctima.
Asimismo, en casos de feminicidio o tentativa de feminicidio, toma en cuenta a las víctimas
indirectas del delito.

Los criterios señalados en los párrafos anteriores también son aplicables para la emisión de
las medidas cautelares.

Artículo 34.- Medidas cautelares


De oficio o a solicitud de la víctima, el juzgado de familia, en la audiencia oral, se
pronuncia sobre las medidas cautelares que resguardan pretensiones de alimentos,
regímenes de visitas, tenencia, suspensión de la patria potestad, acogimiento
familiar, disposición de bienes y otros aspectos conexos que sean necesarios para
garantizar el bienestar de las víctimas, las personas dependientes o en situación de
vulnerabilidad a cargo de la víctima.

El juzgado de familia informa a la víctima sobre su derecho de iniciar el proceso


sobre las materias a las que se refiere el párrafo anterior y, a su solicitud, oficia al
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para que actúe de acuerdo a sus
competencias.

Artículo 35.- Vigencia y validez de las medidas de protección y cautelares


Las medidas de protección y cautelares dictadas por el juzgado de familia se
mantienen vigentes en tanto persistan las condiciones de riesgo de la víctima, con
prescindencia de la resolución que pone fin a la investigación, o al proceso penal o
de faltas.

Estas medidas pueden ser sustituidas, ampliadas o dejadas sin efecto por el
juzgado de familia cuando, de los informes periódicos que remitan las entidades
encargadas de su ejecución, advierta la variación de la situación de riesgo de la
víctima, o a solicitud de esta última. En tales casos, el juzgado de familia cita a las
partes a la audiencia respectiva.

El juzgado de familia también puede sustituir, ampliar o dejar sin efecto las medidas
cuando toma conocimiento de la sentencia o disposición de archivo de la
investigación, o proceso penal o de faltas que originó las medidas de protección,
para lo cual cita a las partes a la audiencia respectiva.
El juzgado de familia, inmediatamente y por cualquier medio, comunica su decisión
de sustituir, ampliar o dejar sin efecto las medidas a las entidades encargadas de
su ejecución.

Las medidas de protección y cautelares tienen validez a nivel nacional y se puede


solicitar su cumplimiento ante cualquier dependencia policial hasta que sean
dejadas sin efecto por orden judicial.

Artículo 36.- Ejecución de la medida de protección


La Policía Nacional del Perú es responsable de ejecutar las medidas de protección
que se encuentren en el ámbito de sus competencias, para lo cual debe tener un
mapa gráfico y georreferencial de registro de todas las víctimas con las medidas de
protección que les hayan sido notificadas; asimismo, debe llevar un registro del
servicio policial en la ejecución de la medida y habilitar un canal de comunicación
para atender efectivamente sus pedidos de resguardo, pudiendo coordinar con los
servicios de serenazgo para brindar una respuesta oportuna.

Los nombres y ubicación de todas las víctimas con medidas de protección deben
estar disponibles permanentemente para todo el personal policial en la jurisdicción
en la que domicilia la víctima, a fin de responder oportunamente ante emergencias.

Las medidas de protección que no se encuentren en el ámbito de competencia de la Policía


Nacional del Perú son ejecutadas por las entidades públicas competentes que disponga el
juzgado.

La atención de comunicaciones de víctimas con medidas de protección en la


jurisdicción, incluyendo la visita a domicilio cuando esta es requerida, es prioritaria
para todo el personal policial.

Artículo 37.- Órganos de supervisión y apoyo de la ejecución de la medida de


protección
El juzgado de familia dispone lo necesario para supervisar el cumplimiento de las
medidas de protección en todos los casos, en coordinación con las entidades
pertinentes.

En los casos en que las víctimas sean niños, niñas, adolescentes, mujeres
gestantes, personas adultas mayores o personas con discapacidad, el juzgado de
familia dispone que el Equipo Multidisciplinario del Poder Judicial realice visitas
periódicas e inopinadas para supervisar el cumplimiento de la medida de
protección.
En los lugares donde no exista Equipo Multidisciplinario del Poder Judicial, el
juzgado de familia puede disponer que la supervisión sea realizada por los centros
de salud mental comunitarios, hospitales, defensorías municipales de niños, niñas y
adolescentes (DEMUNA), centros emergencia mujer, Programa Integral Nacional
para el Bienestar Familiar (INABIF), Estrategia Rural o gobiernos locales, de
acuerdo a sus competencias.

Artículo 38.- Informe de cumplimiento de la medida de protección


La Policía Nacional del Perú u otras entidades encargadas de ejecutar la medida de
protección remiten al juzgado de familia un informe sobre la ejecución de la medida, dentro
de los quince (15) días contados desde la fecha en que fue notificada, con las
recomendaciones que consideren pertinentes.

En casos de riesgo severo, dicho informe debe ser remitido dentro de los cinco (5) días
contados desde la fecha en que fue notificada la medida de protección.

Adicionalmente, cada seis (6) meses, en los casos de riesgo leve o moderado, y
cada tres (3) meses, en los casos de riego severo, contados desde que fue
notificada la medida de protección, las entidades encargadas de ejecutar la medida
de protección remiten al juzgado de familia un informe sobre el cumplimiento de
dicha medida y sobre la situación de riesgo de la víctima, con las recomendaciones
que consideren pertinentes.

El juzgado de familia que no reciba los citados informes en los plazos señalados,
comunica esta situación al titular de la entidad respectiva, a fin de que se
determinen las responsabilidades que correspondan.

Las entidades públicas y privadas que tomen conocimiento del incumplimiento de


las medidas de protección, deben comunicar esta situación al juzgado de familia
dentro de las veinticuatro (24) horas, bajo responsabilidad.

Artículo 39.- Incumplimiento de medidas de protección


El que desobedece, incumple o resiste una medida de protección dictada en un
proceso originado por hechos que configuran actos de violencia contra las mujeres
o contra integrantes del grupo familiar, comete delito de resistencia o desobediencia
a la autoridad prevista en el Código Penal.

Artículo 40.- Protección de las víctimas en las actuaciones de investigación


En el trámite de los procesos por violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar está prohibida la confrontación y la conciliación entre la víctima y el
agresor. La reconstrucción de los hechos debe practicarse sin la presencia de
aquella, salvo que la víctima mayor de catorce años de edad lo solicite, sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 194, inciso 3, del Código Procesal Penal, promulgado
por el
Decreto Legislativo 957.

Artículo 41.- Certificados e informes médicos


Los certificados e informes que expidan los médicos de los establecimientos
públicos de salud de los diferentes sectores e instituciones del Estado y niveles de
gobierno, tienen valor probatorio acerca del estado de salud física y mental en los
procesos por violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.

Igual valor tienen los certificados e informes expedidos por los centros de salud
parroquiales y los establecimientos privados cuyo funcionamiento se encuentre
autorizado por el Ministerio de Salud.

Los certificados e informes que califican o valoran el daño físico y psíquico, así
como la afectación psicológica, cognitiva o conductual de la víctima deben estar
acordes con los parámetros médico-legales del Instituto de Medicina Legal y
Ciencias Forenses del Ministerio Público. También tendrán valor probatorio aquellos
informes elaborados acorde a cualquier parámetro técnico que permita determinar
el tipo y grado del daño o afectación.
(Párrafo modificado según el artículo 1 de la Ley Nº 30862)

Los certificados e informes de salud física y mental, contienen información detallada


de los resultados de las evaluaciones a las que se ha sometido a la víctima. De ser
el caso, los certificados e informes de las evaluaciones físicas deben consignar la
calificación de días de atención facultativa y de incapacidad.

Cuando no se pueda contar con los citados certificados o informes, la fiscalía, el


juzgado de paz letrado o el juzgado de paz pueden solicitar informes, certificados o
constancias de integridad física, sexual o mental a los establecimientos de salud en
los que se atendió la víctima, los cuales tienen carácter de medio probatorio en los
procesos por violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.

En el marco de las atenciones que brinden todos los establecimientos de salud


públicos y privados deben resguardar la adecuada obtención, conservación y
documentación de la prueba de los hechos de violencia.

Los informes psicológicos de los Centros Emergencia Mujer y otros servicios


estatales especializados tienen valor probatorio del estado de salud mental en los
procesos por violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.

En el sector público, la expedición de los certificados y la consulta médica que los origina,
así como los exámenes o pruebas complementarios para emitir diagnósticos son gratuitos.
Para efectos de la presente Ley no resulta necesaria la realización de la audiencia
especial de ratificación pericial; por lo que no se requiere la presencia de los
profesionales para ratificar los certificados y evaluaciones que hayan emitido para
otorgarles valor probatorio.
SEMANA 04 13ABR2021

RUTA DE ATENCIÓN Y PROCEDIMIENTOS A VÍCTIMAS DE


VIOLENCIA FAMILIAR Y SEXUAL

¿Cómo proceder en casos de violencia contra la mujer y los integrantes del


grupo familiar según la Ley 30364 y sus últimas modificatorias?

A más de dos años de promulgada la Ley 30364, Ley para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar, han
ocurrido un sinfín de modificatorias con la única finalidad de uniformizarla con el
proceso penal.

Queda claro que el gobierno está en una lucha constante para combatir y erradicar
la violencia familiar, ello se evidencia en las reiteradas modificatorias que ha tenido
la Ley 30364, el Código Penal y Código Procesal Penal. Asimismo, la nueva
jurisprudencia en casos de violencia familiar tiende a corregir los errores de
incongruencia que existe entre la Ley 30364 y el proceso penal.

Además, se ha establecido criterios con la finalidad de cubrir los vacíos legales que
existen hasta la actualidad, como la valoración de la prueba pericial (examen
psicológico y examen médico legista), la calificación por «el hecho de ser mujer», y
por último el dominio del hecho, análisis que deberá realizar el juez de familia antes
de dictar el auto final correspondiente.

A continuación, se dan los lineamientos a tener en cuenta en casos de violencia


contra la mujer y los integrantes del grupo familiar:

1. PASO UNO: Interponer la denuncia

Es muy importante determinar si estamos frente a una denuncia por violencia


familiar o un delito penal, toda vez que de ello dependerá el tratamiento y la
pena a imponer al agresor. Si bien dentro del marco legal de la Ley 30364
explícitamente prescribe que no se necesitará la firma de abogado, y de ningún
formalismo para interponer las denuncias, a mi parecer es de suma
importancia que el denunciante tenga una asesoría legal antes de
efectuar la denuncia, de manera tal que decida correctamente ante qué
órgano interponer la denuncia.

En el supuesto caso que estemos frente a una presunta figura de delito, la


denuncia se deberá efectuar en sede fiscal, a efectos que el Ministerio Público
proceda de acuerdo con sus atribuciones y comunique al juzgado de familia
para su pronta evaluación (artículo 14 del reglamento de la Ley 30364).

Si la violencia es psicológica se deberá interponer la denuncia directamente al


juzgado de familia para una pronta actuación, para ello no se requerirá de
ningún tipo de formalismo, no es necesaria firma de abogado ni algún medio
probatorio que pueda acreditar la violencia psicológica, toda vez que el juzgado
en coordinación con el equipo multidisciplinario se encargara de recabar las
pericias correspondientes.

En el caso que el juzgado de familia no esté cerca de la víctima, se deberá


optar como segunda opción la Policía Nacional del Perú, que luego de recibir la
denuncia, tendrá 24 horas para enviar al juzgado los actuados
correspondientes (ficha de valoración de riesgo, examen físico o psicológico,
atestado policial o informe policial, en los términos del CPP). En el caso que la
víctima sea menor de edad, mujer o adulto mayor deberá efectuar el llenado de
la ficha de valoración de riesgo, también deberá comunicar a la fiscalía de
familia o mixta para su participación en el proceso especial cuando las víctimas
sean niños, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y
personas en situación de vulnerabilidad (artículo 32 del reglamento de la Ley
30364).

Por último la comisaria deberá entregar los oficios correspondientes para que la
víctima sea atendida en algún centro de atención médico a efectos de recabar
el resultado del informe psicológico, que posteriormente será enviado al
juzgado de familia. En el caso que haya demora a nivel policial por
negligencia de la propia Policía Nacional, se podrá interponer una
denuncia por denegación o deficiente apoyo policial prescrito en el
artículo 378 del Código Penal, el cual tiene una pena no mayor de dos ni
mayor de cuatro años por tratarse de un caso de violencia familiar.

La denuncia por violencia familiar se podrá interponer en:

1. Comisaria
2. Fiscalía
3. Juzgado de familia

2. PASO DOS: Respecto al Reglamento y esquema procesal de la Ley 30364

Habiendo recibido la denuncia el juzgado de familia procederá a programar una


audiencia única, en la que se llevara a cabo si se otorgan o no las medidas de
protección y/o cautelares. Cabe resaltar que las partes pueden incorporar
medios probatorios, toda vez que el procedimiento especial regulado por el
Decreto Supremo 009-2016-MIMP se observan las reglas de la lógica, la
ciencia y las máximas de la experiencia; asimismo se admiten y valoran de
acuerdo a su pertinencia todos los medios probatorios que puedan acreditar
hechos de violencia, ello en concordancia con el artículo 10 del Reglamento de
la Ley 30364, por lo que las partes podrán presentar medios probatorios que
crean convenientes hasta antes de la audiencia.

Referente a los medios probatorios recopilado por el aparato judicial, si bien


sabemos es muy cuestionable, sobre todo los informes psicológicos que son el
fundamento principal para dictar las medidas de protección, en el caso que el
resultado se desconozca o se presuma que no será favorable por una mala
práctica, es recomendable presentar otro informe psicológico de parte, de igual
modo en el caso que se presuma un resultado favorable, toda vez que es
sumamente importante una segunda opinión ya que mientras más podamos
acreditar el daño psicología será mejor para la secuencia y desenlace del
mismo, toda vez que los certificados médicos e informes tienen valor relativo
(leer Acuerdo Plenario de la CSJ Lima Norte: Certificados médicos e informes
periciales tienen valor relativo para acreditar estado de salud física y mental en
procesos de violencia familiar y de género).
Asimismo, cabe precisar que el procedimiento especial de la Ley 30364 no se
puede impugnar los medios probatorios recopilados por el aparato judicial ni los
medios probatorios presentados por las partes, toda vez que los jueces de
familia no dictan sentencias y solo son competentes para dictar medidas de
protección y/o cautelares.
Es sumamente importarte incorporar medios probatorios que demuestre ante el
juez de familia, que las agresiones ocasionadas fueron en un contexto que la
víctima se encuentre en relaciones de dominio, de sometimiento y subordinación
con el agresor.

3. PASO TRES: auto final, Audiencia única donde se evaluará si se otorgan


medidas de protección y/o cautelares

Es importante precisar que todas las medidas de protección y/o cautelares


siempre se deberán dictar en audiencia única, salvo en casos de riesgo
severo se prescindirá de la audiencia única según el artículo 36 del
reglamento de la Ley 30364.

El juez de familia antes de dictar el auto final que concede las medidas de
protección, deberán analizar exhaustivamente los informes médicos,
psicológicos, ficha de valoración de riesgo, atestado o informe policial, medios
probatorios presentados por las partes y por último deberá identificar si la
supuesta víctima se encuentra en relaciones de dominio, de sometimiento y
subordinación con el agresor, a efectos de terminar si existen hechos de
violencia que sean pasible de medidas de protección.

En el caso que, unas de las partes, no esté de acuerdo con las medidas de
protección y/o cautelares, podrá apelar según las reglas del procedimiento
especial en su artículo 42, 43 del reglamento de la Ley 30364.

4. PASO CUATRO: efectos de las medidas de protección

Las medidas de protección y/o cautelares perdurará hasta que el proceso


subsista, por lo que durará hasta que concluya el proceso ante un juez penal o
juez de paz letrado penal. En el caso que la fiscalía decida archivar el caso, las
medidas de protección y/o cautelares cesaran según el artículo 23 de la Ley
30364.
Respecto a lo mencionado líneas arriba los días 26 y 27 de mayo del presente
año, se realizó en Lima el Pleno Jurisdiccional Nacional de Familia donde se
abordó el tema de la vigencia de las medidas de protección y/o cautelares en
caso de darse el archivamiento a nivel fiscal, por lo que el Pleno adoptó por
MAYORÍA la segunda ponencia que enuncia lo siguiente: «No debe dejarse sin
efecto las medidas de protección y si debe dejarse sin efecto las medidas
cautelares».

Asimismo, en el artículo 41 del Reglamento de la Ley 30364, precisa que se


podrá dar la variación de la medida de protección y/o cautelares, siempre y
cuando existan hechos nuevos de violencia, por lo que el juez de familia podrá
variar las medidas de protección y/o cautelares hasta que el juez penal o de paz
letrado aun no tome conocimiento.
Comentarios:
ESQUEMA DE ATENCIÓN DE LA LEY N°30364.
RUTA DE ATENCIÓN DE LA DENUNCIA POR VIOLENCIA

Ruta de atención para las denuncias

1. El personal policial que reciba la denuncia debe identificarse ante el/la


usuario/a con su grado y nombres completos.

2. Registra la denuncia de manera inmediata en el Sistema de Denuncia Policial


(SIDPOL) y, en ausencia de éste, en el libro correspondiente. El registro de la
denuncia debe ser previo a la solicitud de los exámenes periciales.

3. Informa a la/s persona/s denunciante/s sobre los derechos que le asisten, de


contar con defensa legal gratuita del Estado, y los servicios gratuitos públicos
y privados a los que puede acudir, así como el procedimiento a seguir,
levantando el acta correspondiente.

4. Solicita se practique los exámenes de ley, como el reconocimiento médico


legal, en casos de violencia física o sexual, evaluación psicológica, en todos
los casos, conforme lo amerite la situación.

5. Recibe la declaración de la/s víctima/s bajo la técnica de la “entrevista única”


de conformidad con el artículo 19° de la Ley N°30364, a fin de evitar la
revictimización.

6. Previo conocimiento informado oral, posterior a la declaración de la víctima,


procede a llenar la Ficha de Valoración de Riesgo (FVR) que corresponda a la
víctima, tomando en cuenta lo dispuesto en el Instructivo aprobado por el
Reglamento de la Ley N°30364.

La FVR debe ser llenada por el personal policial instructor de la denuncia y en


ningún caso por la víctima.

La formulación de las preguntas será en lenguaje sencillo, explicando a la


persona afectada el contenido de cada una de ellas.

7. El trato a la víctima debe ser respetuoso y sin utilizar diminutivos ni términos


infantiles para dirigirse a ella.

8. La valoración del riesgo es el resultado del análisis realizado por el efectivo


policial que aplica la FVR, no debe ser considerada como una lista de
chequeo. Las respuestas deben ser registradas consignando lo manifestado
por la/s victima/s, las respuestas son únicas y debe observarse el
procedimiento para calificar el nivel de riesgo establecido en el instructivo. La
información que brinde la víctima es de carácter confidencial y será uno de los
criterios considerados por el Juzgado de Familia para el dictado de las
medidas de protección en su favor.
9. Toda la información que se pueda obtener sobre los factores de riesgo y de
protección sobre la situación de la víctima, que no estén considerados en las
FVR, se debe consignar en el apartado de “Observaciones de Interés” cuando
la FVR cuente con este o en el informe policial cuando la FVR no cuente con
dicho apartado. Esa información también incluye datos que sean posibles de
obtener sobre la persona agresora para conocer el riesgo que representa
para la víctima.

10. En el caso de la FVR para mujeres víctimas de violencia de pareja,


adicionalmente se deberá llenar el anexo denominado “factores de
vulnerabilidad”, con la finalidad de contar con más elementos que coadyuven
con la valoración del riesgo de la víctima.

11. De no existir FVR que se adecúe a la víctima, se consideran en el informe o


atestado policial los factores de riesgo que pueda presentar la víctima de
volver a sufrir violencia por parte de la/s misma persona/s agresora/s. Para
ello, se pueden tomar como referencia los factores expuestos en las FVR
aprobadas por el Reglamento de la Ley N°30364.

12. Si del llenado de la FVR se advierte que la situación de la víctima presenta


riesgo severo, en tanto se dicten y ejecuten las medidas de protección, el
personal policial incluye de inmediato en la hoja de ruta del servicio de
patrullaje policial el domicilio de la víctima o de sus familiares, a fin de que se
efectúe el patrullaje policial u otras rondas alternas que permitan prevenir
nuevos hechos de violencia; para tal efecto, se efectúan las coordinaciones
para comprometer el apoyo del servicio de Serenazgo, con sus unidades
móviles, de las juntas vecinales y otras acciones que sean pertinentes en el
marco de sus competencias debiendo poner en conocimiento el nivel de
riesgo a las/os operadores del Centro Emergencia Mujer de la jurisdicción a
fin de que realicen las diligencias que consideren pertinentes,

13. Las Comisarias que no cuenten con Sección de Familia deben prestar apoyo
a las Comisarías Especializadas de Familia, para realizar visitas inopinadas
con el patrullaje policial asignado a esas Sub Unidades.

14. El personal policial, al identificar un caso con nivel de riesgo severo mediante
el llenado de la FVR, debe trasladar a la víctima al CEM de su jurisdicción
para su ingreso a los Hogares de Refugio Temporal, conforme el artículo 90.3
del Reglamento de la Ley N°30364

15. En los lugares donde no se cuente con CEM o la víctima se niegue a ingresar
a un Hogar de Refugio Temporal, el personal policial coordina con un familiar,
organizaciones públicas o privadas que pueda acoger a la víctima, dejando
constancia en acta.

16. En caso que las víctimas se encuentren en un hogar de refugio temporal,


cualquier referencia sobre su ubicación, se mantiene en absoluta reserva,
bajo responsabilidad.
17. El/la efectivo/a policial, comunica los hechos denunciados al Centro
Emergencia Mujer (CEM) de su jurisdicción para la atención de la/s víctima/s.
Si el CEM no puede brindar el servicio integral, éste comunicará a los
servicios
de Defensa Pública del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

18. Cuando la Comisaría cuenta con un CEM actúa en el marco del Protocolo de
Actuación Conjunta de los Centros Emergencia Mujer y Comisarías o
Comisarías Especializadas en materia de protección frente a la violencia
contra las mujeres e integrantes del grupo familiar de la Policía Nacional del
Perú, aprobado mediante Decreto Supremo N°006-2018-MIMP

19. Si los hechos denunciados corresponden a la comisión de un presunto delito,


el personal policial comunica de manera inmediata a la Fiscalía Penal,
utilizando para ello el medio más célere e idóneo, sin perjuicio de realizar las
diligencias urgentes e inaplazables, con la finalidad de salvaguardar la
integridad de la/s presunta/s víctima/s.

20. El personal policial debe constituirse al lugar de los hechos a fin de perennizar
la escena, tomando todas las precauciones para el resguardo y protección del
lugar y las evidencias, dejando constancia en el acta respectiva. De ser
necesaria una evaluación especializada de la escena de los hechos
convocará a la DIRCRI u OFICRI, según corresponda.

21. Emitir el citatorio a las/os denunciadas/os, procediendo de acuerdo a lo


establecido por el Manual de Procedimientos Policiales.

El diligenciamiento de las notificaciones le corresponde a la Policía y en


ningún caso puede ser encomendada a la víctima directa o indirecta, bajo
responsabilidad.

22. El informe o atestado policial debe contener la información siguiente:

a. Nombre y apellidos de la presunta víctima, número de documento de


identidad, dirección con el respectivo croquis y referencias para la
ubicación, el número de teléfono fijo y/o celular y/o correo electrónico si
los tuviera.
b. Nombre de la entidad o institución que comunicó los hechos de violencia
y su dirección. Cuando la persona denunciante es distinta a la víctima,
se consigna el nombre, el número de su documento de identidad, el
número de su teléfono y/o correo electrónico si lo tuviera, salvo que haya
solicitado la reserva de identidad.
c. Nombre, número de documento de identidad, dirección con el respectivo
croquis de ubicación de la persona denunciada de conocerse, número
de teléfono fijo y/o celular y/o correo electrónico si lo tuviera, y profesión,
cargo u ocupación de conocerse.
d. Fecha del hecho denunciado.
e. Resumen de los hechos que motivan la denuncia, precisando el lugar,
las circunstancias y cualquier otra información relevante.
f. Precisión de las diligencias realizadas en la etapa de investigación.
g. Informe sobre las denuncias presentadas anteriormente por la víctima
por hechos semejantes.
h. Informe sobre los antecedentes de la persona denunciada sobre hechos
de violencia o la comisión de otros delitos que denoten su peligrosidad
i. Informe relativo a si la persona denunciada es funcionaria/o, servidor/a
público/a de acuerdo al artículo 425° del Código Penal.
j. Informe relativo a si la persona denunciada tiene licencia para uso de
armas de fuego.
k. Ficha de valoración del riesgo debidamente llenada.
l. En los casos que no se cuente con FVR se incorporará información
referente a los factores de riesgo y de protección de la víctima.
m. Cualquier información sobre el contexto en el cual se desarrolla el/los
hecho/s de violencia contra la/s víctima/s directa/s o indirecta/s que
permita determinar las relaciones de poder entre víctima y la persona
agresora, así como las circunstancias en que se desarrollaron los
hechos.
n. Fecha de elaboración del informe o atestado policial.
o. El informe o atestado policial incluye los medios probatorios a los que
tuviera acceso el personal policial de manera inmediata, tales como
copia de denuncias u ocurrencias policiales, certificados médicos o
informes psicológicos presentados por la víctima, grabaciones,
fotografías, impresión de mensajes a través de teléfono, publicaciones
en redes sociales u otros medios digitales, testimonio de testigos, entre
otros, conforme el artículo 24° del Reglamento de la Ley N°30364 y el
artículo 332 del Código Procesal Penal.

23. Culminado el Informe o Atestado Policial y dentro de las veinticuatro (24)


horas de conocido el hecho, el personal policial lo remite de manera física o
virtual, según corresponda, al juzgado de familia y a la Fiscalía Penal, de
manera simultánea, a fin de que actúen en el marco de sus competencias.

Al Juzgado de Familia se remiten las copias certificadas del expediente y a la


Fiscalía Penal los medios probatorios originales. La Policía se queda con una
copia de los actuados (físico o virtual, según corresponda) para el
seguimiento respectivo.
En el informe o atestado policial que se dirija al Juzgado de Familia, el personal
policial identifica a la Fiscalía Penal que recibió dicha comunicación.

En caso la mesa de partes del Juzgado de Familia no se encuentre disponible


o habilitada para recibir el informe o atestado policial dentro de las 24 horas,
la dependencia policial, mediante el acta correspondiente, debe dejar
constancia del motivo por el cual no se recibió dicho documento en el plazo
de ley, sin perjuicio de presentarlo inmediatamente después.

PROCEDIMIENTOS POLICIALES EN LOS CASOS DE VIOLENCIA


(Conocimiento de hechos de violencia, Acciones inmediatas, Investigación y
elaboración del Informe o Atestado Policial) 1. Detección de hechos de
violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar
• El personal policial, en el marco de la Ley N°30364, detecta hechos de
violencia contra las mujeres e integrantes del grupo familiar en todas
sus intervenciones en los espacios públicos o privados, a fin de
garantizar el derecho irrenunciable a vivir una vida libre de violencia.
• La detección de hechos de violencia por parte del personal policial
está referida a aquellos no denunciados y que responden a los tipos
de violencia contemplados en el artículo 8 de la Ley N°30364:
violencia física, psicológica, sexual y económica o patrimonial
Una vez detectado el hecho de violencia, el personal policial recaba la
información estrictamente necesaria, prioriza la atención de la víctima
directa y víctimas indirectas y la captura de la persona agresora.
• Si al momento de recabar la información estrictamente necesaria, la
víctima manifiesta su voluntad de brindar mayor información respecto
al hecho, el personal policial procede a iniciar una entrevista, debiendo
seguir los siguientes lineamientos que eviten la revictimización.
a. Trato respetuoso a sus derechos y su dignidad, sin emitir opiniones,
juicios de valor o referencias innecesarias de su vida íntima,
conducta, apariencia, relaciones, orientación sexual, entre otros.
b. En los casos en donde existan disponibilidad, la comunicación se
realiza por personal policial del mismo sexo de la posible víctima.
c. La comunicación se realiza, en lo posible, en un espacio tranquilo,
que permita a la víctima poder desenvolverse o revelar los hechos.
d. Garantiza que la comunicación sea sin la presencia de familiares,
amistades o personas que puedan afectar el aporte de información
relevante, tomando especial consideración cuando se trate de niñas,
niños y adolescentes (NNA), personas adultas mayores, personas
con discapacidad o en especial condición de vulnerabilidad.
• Culminada la entrevista, el personal policial documenta la misma
mediante acta o el medio más idóneo (audio, video, etc.), detallando
los hechos advertidos, entre ellos: el comportamiento de las personas,
descripción del espacio donde se detectaron, e información sobre los
factores de vulnerabilidad que pueda presentar la víctima, que
acompaña al informe o atestado policial.
• Ante la negativa de la víctima de brindar información y el personal
policial infiera circunstancias de riesgo, procede a formular el acta de
intervención, detallando los hechos advertidos, el cual será remitido a
la Comisaría de la jurisdicción para continuar con las investigaciones
de oficio. Se consigna también la información de las personas
dependientes de la persona afectada, si las circunstancias del hecho
lo permiten.
• El personal policial que en cumplimiento de cualquiera de sus
funciones advierta indicios razonables de actos de violencia contra las
mujeres e integrantes del grupo familiar, independientemente de su
especialidad, interviene de inmediato y retiene a las personas
involucradas y las traslada a la unidad policial más próxima, donde se
registra la denuncia. Además, informa a la víctima de los derechos
que le asisten y el procedimiento a seguir. En todo momento se
deberá asegurar que víctimas y personas agresoras se encuentren
separada

ATENCION A LAS VICTIMAS

ATENCION MULTIDISCIPLINARIA A LAS VICITIMA DE VÍCTIMAS DE VIOLENCIA


FAMILIAR Y SEXUAL

A. ATENCIÓN PARA VÍCTIMAS DEL DELITO DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER


EN SU MANIFESTACIÓN PSICOLÓGICA

En relación a la atención de éste tipo de delitos, se deberán aplicar los


estándares internacionales contenidos en la parte general de este protocolo, así
como los principios rectores de actuación y procedimiento interno general
descrito en la primera parte de este Protocolo.

Esencial e indispensable para trabajar y brindar atenciones en este tipo de


delitos, así como para participar en un proceso legal se debe conocer cómo se
encuentra regulada en la ley la violencia psicológica y en consecuencia se
traslada de manera íntegra su regulación.

“Violencia psicológica o emocional: acciones que pueden producir daño o


sufrimiento psicológico o emocional a una mujer, a sus hijas o a sus hijos, así
como las acciones, amenazas o violencia contra las hijas, los hijos u otros
familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de la
víctima, en ambos casos con el objeto de intimidarla, menoscabar su autoestima
o controlarla, la que sometida a ese clima emocional, puede sufrir un progresivo
debilitamiento psicológico con cuadros depresivos”.

Hay que tomar en cuenta que, dada la especial conformación de la ley contra el
Feminicidio, es necesario un análisis integral y sistemático de la norma, de tal
manera que para entender lo que es el delito de violencia contra la mujer en su
manifestación psicológica, y más importante aún, cómo se configura este tipo
penal habría que agregar a estos supuestos otros elementos normativos que nos
terminan de ayudar a contextualizar el tipo penal. En ese sentido cuando se
refiere a la violencia contra la mujer, al agregar además que este delito también
se caracteriza por ser una: “acción u omisión basada en la pertenencia al
sexo femenino que tenga como resultado el daño inmediato o ulterior,
sufrimiento físico, sexual, económico o psicológico para la mujer, así como
las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se produce en el ámbito público como en el ámbito
privado”.
Importante resulta destacar que el ataque (o bien la omisión), debe estar basado
en la “pertenencia” al sexo femenino por lo que el ámbito subjetivo, el dolo en el
sujeto activo debe ir dirigido a producir un daño a la mujer por el hecho de ser
mujer. Ya hemos hecho referencia que la violencia contra la mujer se basa en la
falsa creencia de ciertos hombres que son superiores a la mujer, de tal manera
que este ataque a quien pertenece al sexo femenino tiene por objeto reivindicar
esa superioridad que se identifica con conceptos como el señalar las que “el
poder lo tiene el hombre31”, que existen roles asignados en los que; “el hombre
es fuerte y la mujer es débil, el hombre manda y la mujer obedece y cualquier
acto de la mujer que quiera cambiar ese estatus debe ser castigado,” en el caso
particular de la violencia psicológica, aún más difícil de comprender y por ello
analizamos detenidamente el tipo.

Reiteramos el delito de violencia contra la mujer, en su manifestación


psicológica, se configura cuando concurren elementos disgregados en la ley
contra el Feminicidio que es necesario integrar, y más importante aún,
interpretar y aplicar en un contexto sistemático. Con respecto a los elementos
que se han citado vale resaltar lo referente a la descripción de “acciones que
pueden producir daño o sufrimiento psicológico o emocional” o sea la
pluralidad de conductas que se requiere para la comisión de este hecho
delictivo; cuando el legislador plasmó en la descripción del tipo penal (que como
ya hemos apreciado se encuentra disgregado a lo largo del articulado), los
elementos descriptivos y normativos lo hizo en coincidencia con respecto a los
que tanto la doctrina (específicamente la teoría de género), como los
instrumentos internacionales en materia de protección de los derechos de las
mujeres han referido como violencia contra la mujer y que se refieren a que este
tipo de violencia es cíclica.

Así las cosas puede afirmarse que constituyen delito de violencia la mujer en su
manifestación psicológica las ACCIONES QUE PUEDEN PRODUCIR DAÑO O
SUFRIMIENTO PSICOLÓGICO O EMOCIONAL que ejecuta un hombre en
contra de una mujer, en contra de sus hijas e hijos, en los que se incluye
también a otros familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo
de afinidad, en las que resulta manifiesto el poder o subordinación que se ejerce
(o pretende ejercer), sobre ésta, además que existan relaciones desiguales de
poder sean estas en su ámbito público o privado y eso sí, bajo los supuestos
específicos detallados en la ley.

Como puede apreciarse el ámbito de reprochabilidad específica de esta


conducta, implica esa intencionalidad del sujeto activo que de acuerdo con la ley
es intimidarla, menoscabar su autoestima o controlarla, actuación que se
desarrolla a través del tiempo, ya que tales acciones concluyen en evidenciar
una superioridad sobre la otra, además de humillar y degradar transmitiendo el
mensaje: “soy hombre, soy más fuerte que tú, yo tengo un lugar en la sociedad y
tú tienes otro, debes ser sumisa, debes apreciar y respetar esas desigualdades,
en caso contrario la consecuencia implica, ataques a tu persona para
recordártelo. Las personas tienen un lugar en la sociedad y el papel de las
mujeres es el de subordinación hacia los hombres”. 35
Importante es resaltar el contexto, de la violencia contra la mujer, y cómo se
materializa ésta bajo la pluralidad de acciones aspecto que detallamos a
continuación: Cuando las normas citadas se refieren a acciones recogen los
postulados de la teoría de género y dentro de estos lo que se conoce como
ciclos de violencia contra la mujer, descrito en el apartado de definiciones de
este protocolo, en efecto, la violencia de género es considerada por los expertos
en la materia como “cíclica” y cuando se le da esta característica y se la incluye
en el tipo penal la distingue de cualquier otra conducta típica haciéndola
especial.

Se insiste en el tema referente a los ciclos, en la comisión de este hecho


delictivo, porque estas fases se vuelven a repetir una y otra vez, en efecto, al
haber logrado por parte del agresor el perdón de la víctima, la consecuencia es
siempre un menoscabo de la autoestima de la víctima o su intimidación y
concretamente el control sobre ella se inicia de nuevo al pasar el tiempo una
nueva etapa de aumento de la tensión de ataques y vuelta a la búsqueda de la
reconciliación. Es importante destacar que estas etapas descritas nos detallan el
ánimo del agresor en el ámbito del sometimiento en el entendido que es
necesario para éste el control que se ejerce sobre la víctima y para ello es
imprescindible la relación de poder que se fortalece mediante este
comportamiento, por consiguiente, busca una manera de mantenerla.

La legislación, recoge esta posición doctrinaria al incluir dentro de los elementos


normativos del tipo penal la existencia de estos ciclos “acciones” se detalla en la
ley contra el Femicidio, así como el ámbito de las relaciones desiguales de
poder, y el elemento subjetivo como lo es esa intencionalidad de manifestar la
superioridad que el medio social ha impuesto.

Además, la ley señala una serie de supuestos o escenarios en los que puede
concurrir esta violencia, que se haya tenido una relación de pareja, que se
intentará tenerla, relaciones familiares, conyugales, íntimas, noviazgo,
compañerismo, trabajo, educativa o aún religiosa, sin descartar que la violencia
se realice por simple misoginia.
La importancia que para el abogado o la abogada de la defensa pública, reviste
en cuanto a este análisis reside en que una adecuada confrontación de las
acciones que se realizan por parte del sujeto activo con los elementos que se
describen en el tipo penal, le permitirá distinguir en qué casos se encuentra ante
este tipo penal, implica además la asesoría adecuada al momento de que la
víctima deba declarar al señalar que la violencia que sufre no se ha tratado de
un incidente aislado; sino que han concurrido estos ciclos en los que las
agresiones físicas o verbales se alternan.

Dentro de los elementos normativos del tipo está, la pluralidad de acciones, que
hemos analizado, continúa el texto brindándonos otros elementos de carácter
normativo que analizaremos y es transcrito como lo señala la norma: “que
pueden producir daño o sufrimiento psicológico o emocional a una mujer,
…” se hace indispensable hacer de nuevo un pequeño análisis sobre si existe o
no una diferencia entre daño o sufrimiento psicológico o emocional, por lo que se
hace indispensable la interrogante: ¿daño o sufrimiento psicológico o emocional,
son sinónimos o tienen diferente significado? Es indispensable entonces acudir a
la Psicología, para que puedan brindarnos una explicación al respecto.

Comenzamos con la siguiente explicación

Como personas no podemos


considerarnos que
estamos constituidas
solamente por materia
física, es decir que un cuerpo
en particular no es suficiente
para describirnos, en caso
contrario, seríamos una
especie de robots, que pueden
ser descritos fácilmente, por
ello el análisis de cada persona
es tan difícil y debe
ser particularizado porque
en nuestra formación
intervienen muchos factores que
determinan quiénes somos y como nos comportamos, además de cómo vamos a
reaccionar ante cada situación por ello, cada persona se conforma o está
integrada por muchos ámbitos pero se pueden resumir 4 en concreto: una
persona es materia física, pero también cuenta con una parte psicológica y
emocional, las cuales son difíciles de separar, pero que son diferentes, y se
integran una con la otra, que está condicionada por el medio socio cultural y
económico en el que se desarrolla y desenvuelve, además del área de
espiritualidad, se puede ilustras de la siguiente forma:
Este análisis va dirigido a saber si lo psicológico o emocional son sinónimos, sin
embargo, la norma lo cita con la disyuntiva “o”, que significa opciones, y
comenzamos con identificar la palabra emocional:

Etimológicamente, el término emoción viene del latín emotĭo, que significa


"movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia".
Las emociones son materia de estudio de la psicología, pedagogía, las
neurociencias, y más recientemente la inteligencia artificial.

El estudio de la emoción es conocido como neurociencia afectiva, “el campo de


investigación científica que estudia las bases neurales de los procesos afectivos
y sociales de los seres humanos y animales, que abarca niveles conductuales,
morales y neurales de análisis” (Schmidt, 2003, p. 3). 38

Desde diversos estudios científicos se habla sobre cuáles son las emociones
básicas y aunque difieren sobre la cantidad y tipo de emociones hay una gran
mayoría que estima que las emociones básicas universal y biológicamente
conocidas son 4, con ellas se pueden hacer muchas derivaciones y
manifestaciones de éstas y son:

1. ALEGRÍA
2. TRISTEZA
3. IRA
4. MIEDO

En un resumen muy general se destaca que:

 Las emociones están constituidas a base de reacciones simples que promueven sin
dificultad la supervivencia de un organismo compuesto.
 Las reacciones o respuestas son producidas por el cerebro normalmente cuando este
detecta un estímulo emocionalmente competente (EEC). Las respuestas son
automáticas.
 El cerebro está preparado por la evolución para responder a determinado estimulo
emocionalmente competente (EEC), con repertorios específicosde acción.
 El resultado inmediato de estas respuestas es un cambio temporal en el estado del
propio cuerpo y en el estado de las estructuras cerebrales que cartografían en el cuerpo
y sostienen el pensamiento.
 El resultado último de las respuestas directa o indirectamente, es situar al organismo en
circunstancias propicias para la supervivencia y el bienestar.
 Sentir una emoción está realmente asociado a cambios de cartografía neural del estado
del cuerpo, los estados emocionales llegan primero y los sentimientos después.
 Los sentimientos son las manifestaciones mentales de equilibrio y armonía.
 Una sensación visceral puede hacer que evite tomar una opción, que en el pasado ha
tenido consecuencias negativas, y puede hacerlo antes que nuestro propio razonamiento
diga “No lo hagas.”

Con esta información, debemos señalar que las emociones básicas son parte
de la persona, nacemos con ellas como un sentido más porque no se nos
enseña a tener tristeza, a estar alegres, tener miedo, o a tener ira, sin
embargo, desde que nacemos podemos manifestar estas emociones básicas,
pero es indispensable saber que el medio social, cultural y económico en el
que nacemos nos dice y enseña por qué y cuándo debemos realizar éstas
manifestaciones, un ejemplo clásico sobre ello es que en algunas culturas se
nos enseña que la muerte es sinónimo de tristeza y como una manifestación de
ella lloramos, pero en otras culturas la muerte es sinónimo de alegría y muchos
pueden sacrificar su vida para encontrar esa alegría.

Aplicado al tema género, podemos identificar que en la cultura patriarcal se le


enseña al hombre a reprimir sus emociones básicas, ejemplo, “los hombres no
lloran” “los hombres son fuertes”, etc. Es aquí en donde encontramos la
explicación de la influencia del entorno y consecuencias de la aceptación de
patrones culturales en donde se rinde culto a uno de los sexos y el otro es visto
de manera diferente y menospreciado.
Las consecuencias del ejercicio de la manifestación de superioridad y
manipulación de las emociones pueden producir un daño emocional, conocida
como violencia emocional, inserta en el epígrafe de la norma. 40

 Las consecuencias las presenta una persona en su realidad emocional, en su estructura


o funcionalidad.
 El daño emocional puede considerarse como actos nocivos, sobre todo verbales, que
afectan a la persona.
 Aquellas conductas dirigidas intencionalmente por una persona hacia otra, producen en
él daño interno a través de sentimientos negativos sin justificación.
 La consecuencia más generalizada del daño emocional es el deterioro del auto concepto
y la pérdida de autoestima.
 El objetivo primordial de esta violencia se sustenta en la destrucción de los sentimientos
de una persona y en el desequilibrio interior de ésta.
 Tiene dos facetas que pueden llamarse maltrato pasivo y maltrato activo. El maltrato
pasivo es la falta de atención y el abandono hacia la víctima. El maltrato activo es un
trato degradante continuo que ataca a la dignidad de la persona.

Como las emociones básicas son consideradas mecanismos de sobrevivencia,


la alteración de éstas puede inclusive poner en riesgo la vida de las personas,
es decir, como influyen y repercuten sus vidas, el daño a la alegría por ejemplo,
en cuantas oportunidades en los relatos de las mujeres que son víctimas de
violencia encontramos manifestaciones como: “nada les hace felices”, pero un
tema más delicado y quienes atendemos episodios de violencia podemos
aseverar que las víctimas al encontrarse dañadas en sus emociones como el
miedo pueden poner sus vidas e inclusive las de sus seres queridos en grave
riesgo y trasladamos un clásico ejemplo: La mujer que está siendo maltratada o
amenazada con un arma y le grita a su agresor: “mátame pues, dispárame
pues”.

Podemos decir que el impacto emocional es cognitivo y por lo tanto, no tiene


valor universal ni constante. Es susceptible de interpretaciones diversas como
cualquier conducta verbal en función del tono, del matiz y contexto de la frase;
o como una conducta no-verbal en términos de captación del significado y
alcance de los gestos. La dificultad para objetivar el impacto emocional se hace
mayor cuando se refiere a conductas que representan formas culturales
establecidas y aceptadas.

Es fácil ahora comprender porque la ley hace referencia a un daño o


sufrimiento emocional, estas explicaciones son un breve resumen del análisis y
permite comprender qué es la violencia emocional.

¿Qué es violencia Psicológica entonces? Como resumen de este tema, la


violencia psicológica puede ser entendida como:

 Condición emocional que permanece por un largo período, donde la persona es limitada
emocionalmente para mejorar como persona.
 Hay una alteración de la personalidad y las lesiones psíquicas son agudas, lo que
produce una perturbación profunda del equilibrio emocional de la víctima.
 Todo esto guarda un nexo causal con el hecho dañoso y entraña una significativa
descompensación que perturba su integración en el medio social.
 Se habla de daño psicológico cuando hay disfunción o disturbio en las esferas afectiva,
intelectiva y volitiva que limita a la persona en su capacidad de goce individual, familiar,
laboral, social y/o recreativo.
 Puede considerarse una perturbación patológica, transitoria o permanente del equilibrio
psíquico pre-existente y puede ser producida por uno o varios eventos que modifican la
personalidad de la víctima y desencadenan alteraciones de mayor o menor grado.
 El control es el común denominador de todas las manifestaciones de violencia
psicológica y para que éste se produzca, es preciso identificar tres componentes
esenciales que son: El factor tiempo, en el que el agresor asedie, maltrate o manipule a
su víctima y llegue a producirle la lesión psicológica, debido al desgaste emocional que
le ocasiona. La Frecuencia con la que se presentan las agresiones. La Intensidad con
la que se realizan las agresiones.

Fundamento Neurológico: El daño psicológico es como una “impresión o huella


neurológica” en el sistema nervioso, no en vano las personas describen algunos
síntomas como “padecimiento de nervios”. El daño psicológico provoca cambios en
los mapas neurales de las personas expuestas a los mismos.

El daño psicológico será el promotor de patologías y trastornos, mientras el


emocional dejará cicatrices en la memoria, recuerdos y pensamientos difíciles de
superar que fijará la vida de la persona en un momento en específico alterando su
modo de vida y relación con su ambiente favoreciendo así el daño psicológico.

DIFERENCIAS

Violencia Emocional Violencia Psicológica

Son insultos o amenazas puntuales no constantes Amenaza constante (por cualquier problema, el
(peleas por desacuerdos y problemas que no se maltratador busca cualquier pretexto para
dan siempre). ejercer esta violencia).

Por medio de la Violencia Emocional, la victima, La victima psicológicamente ya esta


se desvaloriza y disminuye su autoestima. desvalorizada y con baja autoestima.

La Violencia Emocional es una alerta a la La Violencia Psicológica es una alerta para la


Violencia Psicológica (primero se da la violencia Violencia Física.
emocional y después la psicológica).

Explicado el tema de diferencias, nos encontramos en la posibilidad de comprender


los elementos normativos, descriptivos y subjetivos que conforman el tipo penal de
Violencia contra la mujer en su manifestación psicológica.

Son diferentes los mecanismos de defensa que una víctima puede desarrollar en
protección de estos daños provocados como secuelas del delito, a continuación y
solo de manera enunciativa nos referimos a algunos, ya que esta consecuencia
debe ser descrita por el (la) profesional a cargo de la atención de la víctima.

La mujer que una vez convencida de que su caso no tiene solución, la mujer víctima
de violencia psicológica desarrolla en forma inconsciente y mecánica algunos
mecanismos de defensa que le permiten adaptarse a la situación como una
estrategia de supervivencia. Algunos de esos mecanismos son:

1. “Síndrome de indefensión aprendida


Este es el caso de mujeres que han aprendido a no defenderse y a aceptar la
situación como algo no solamente normal, sino deseable. La víctima aprende
a no defenderse cuando sabe positivamente que no tiene defensa, que haga
lo que haga, va a recibir un castigo. Y que, haga lo que haga, nadie la va a
defender. Así, la mujer maltratada desarrolla una sensación de continuo
fracaso y, sobre todo, de impotencia, que la lleva a una actitud de pasividad, a
dejar de reaccionar o controlar lo que sucede. Y así aprende a no hacer nada
frente a lo que ocurre”.

2. “Síndrome de identificación con el agresor


Es otro mecanismo de defensa que la mujer víctima de violencia psicológica
(con o sin violencia física) puede desarrollar para sobrevivir y se produce en
tres etapas:
a. Sometimiento mental al agresor. Permite a la víctima averiguar lo
que su agresor está pensando en cada momento.
b. Adivinar los deseos del agresor. Permite a la víctima anticiparse a lo
que su agresor va a hacer para tratar de ponerse a salvo.
c. Actuar para salvarse. Complacer al agresor, no aumentar su ira, sino
tratar de aplacarla con esa sumisión que reduce a la víctima a nada,
para convertirla en parte del agresor.

La identificación con el agresor va más allá de quitarse de en medio, porque


lo que trata la víctima es de seducir a su agresor para desarmarle. Es posible,
incluso, que la víctima llegue a sentir lo que el agresor quiere que sienta o
que llegue a sentir lo que él siente y eso incluye hacerse tan sensible a las
emociones del victimario que llega a sentirlas como propias. Este proceso
llega a convertir el miedo en adoración”.

3. “Síndrome de renuncia del prisionero


Consiste en que la víctima renuncia a sus propios pensamientos, ideas y
deseos, para someterse absolutamente a las exigencias de su agresor. La
mujer maltratada es una especie de autómata (prisionera) que solamente vive
para plegarse a los deseos de su captor”.

4. “Síndrome de Estocolmo doméstico


También se le llama “síndrome de la mujer maltratada”, se da en mujeres
maltratadas por su pareja sentimental, con la que mantiene un vínculo de
carácter afectivo. La mujer llega a adaptarse a esa situación e incrementa su
habilidad para afrontar los estímulos negativos y para minimizar el dolor.
Estas mujeres frecuentemente presentan distorsiones cognitivas como la
disociación, la negación o la minimización, las cuales le permiten soportar las
situaciones de violencia que se ejercen sobre ellas.

Se presenta comúnmente en personas que han sido víctimas de algún tipo de


abuso: rehenes, miembros de sectas, abuso psicológico en niños, prisioneros
de guerra, prisiones de campos de concentración, víctimas de incesto y
víctimas de violencia doméstica”.43

5. “Mecanismo de habituación
Es un mecanismo neurológico que consiste en que el sistema nervioso deja
de responder a un estímulo cuando éste se produce continuamente. La
primera vez una escena o hecho produce malestar y angustia. Pero cuando la
misma escena o escenas similares se repiten una y otra vez, deja de producir
malestar porque el mecanismo de habituación funciona y el cerebro deja de
responder. Este mecanismo desempeña un papel muy importante en la
violencia psicológica, porque la víctima llega a aceptar su situación como algo
totalmente normal y la incorpora a su vida como una faceta más. Es un hábito.

Las situaciones familiares, sociales, laborales, en que se produce la agresión


insospechada son tan sutiles o tan habituales que no llaman la atención. La
persona que las sufre, no se considera una víctima, sino que se acostumbra a
la situación como a algo normal. Esto sucede con las amas de casa que
además trabajan fuera. La familia entiende que la madre es responsable de la
ropa de todos, de la limpieza de la casa, de la compra, de la comida y de mil
detalles. Y lo toman como algo natural, empezando por la propia ama de
casa, que sacrifica todos los momentos de su vida para satisfacer las
demandas y exigencias de su familia. Los demás se arrogan el derecho a
increparla, a exigirle y a verla afanarse sin descanso, dentro y fuera del hogar.
Es una situación clara de violencia psicológica de género de la que casi nadie
toma conciencia”.

a) Atención a mujeres víctimas de violencia psicológica

El maltrato psicológico, por sutil e insospechado que sea, siempre deja secuelas.
En algunos casos la agresión es tan sutil y sofisticada que parece casi imposible
detectarla, pero siempre deja marcas imborrables en el organismo de la víctima
en su cuerpo o en su psiquismo, porque el cuerpo y el psiquismo interactúan y
forman una unidad psicosomática.

La violencia psicológica es más difícil de demostrar que la violencia física,


porque las huellas que deja no son visibles. Por lo que la comprensión del
fenómeno de violencia contra las mujeres juega un papel fundamental, además,
en los casos de violencia psicológica, el maltratador suele manipular a su víctima
para qué crea que ella tiene la culpa de lo que sucede y lo mismo suele hacer
con su entorno, es indispensable para demostrar las huellas de éste tipo de
violencia el estudio de un experto (a) en la materia para que puedan acreditarse
las circunstancias, modo y tiempo de comisión.

Otro aspecto, de muchísima importancia a considerar es que los medios de


investigación (o de prueba dependiendo de la fase procesal), deben ser
aportados tomando en cuenta los verbos rectores, los elementos descriptivos,
normativos y subjetivos, los supuestos de hecho plasmados en la norma penal.

De la descripción de la conducta nace entonces la obligación de demostrar que


el imputado cometió la acción en las condiciones que señala la norma, de tal
manera que, exista coincidencia entre la conducta descrita y el acervo
probatorio. Distrayéndonos un poco del ámbito legal, diríamos que el escenario
previsto se encuentra en la norma que las acciones realizadas encuadran en la
conducta descrita y que la prueba tiene que recrear ese escenario de tal manera
que el juez quede convencido de la participación del acusado por ese poder de
convencimiento primero individual y luego colectivo de todos los medios de
prueba.

Lo anterior implica considerar la aportación de prueba en tres ámbitos que son:

I) Ámbito cuantitativo: dependiendo de la conducta que se juzga y


denunciada por la víctima, el abogado o abogada de la Coordinación
Nacional debería verificar que existe una determinada cantidad de pruebas,
una especie de lista mínima para verificar en la que no podrían de
ninguna manera omitirse la presentación de una sola de ellas.
Así las cosas, en el delito analizado Violencia Contra la Mujer en su
manifestación Psicológica, deberían existir como mínimo:

1. Certificación de matrimonio (si existía este vínculo) o declaraciones


testimoniales que acreditaran la relación en otros supuestos. (podrían
incluirse fotografías de la relación, eventos especiales, bautizos,
graduaciones, cumpleaños, etc. Si se trata de violencia psicológica en
el ámbito público, identificar la forma en que nace la relación.
2. Certificaciones de partidas de nacimiento de hijos en común. (si
existieran)
3. Documentación oficial que identifique a la víctima y al sindicado
4. Declaración de la Víctima. En la que se aprecie la forma en que se
manifestaron los círculos de violencia.
5. Documentos que acrediten medidas de seguridad previa (si existieran)
6. Declaración de los agentes capturadores.
7. Declaración de padres de la víctima, u otros familiares, compañeros
de trabajo, amigos cercanos que conocen la relación.
8. Declaraciones que acrediten las relaciones desiguales de poder o la
violencia anterior. En el presente caso inclusive pueden existir
documentos, cuando se trata de un caso del ámbito público.
9. peritaje Psicológico. (INACIF, Psicóloga (o) tratante)
10. Declaraciones que acrediten los aspectos particulares del delito
incluidos en la narración de la denuncia.

II) Ámbito cualitativo: Se requiere, además, que esta prueba sea eficiente en
su ámbito cualitativo, esto es, que la misma sea la adecuada y pertinente
para influir en la decisión del juzgador no basta la cantidad de la prueba
sino la calidad de ellas y en este aspecto tiene un papel importante el
abogado(a) de la víctima al ser el primer filtro fiscalizador de eficacia.
Sabemos que el exceso de trabajo del ente encargado de la persecución
penal (u otras razones) no le permite en una gran cantidad de casos ser lo
suficientemente eficaz en la recopilación y aporte de prueba de calidad, por
ello, es más que imprescindible la función fiscalizadora de abogados y
abogadas de la defensa pública en su papel de asesoría a la
víctima/querellante adhesiva, que implica verificar estrictamente que la
prueba aportada sea la apropiada en sus aspectos cuantitativo, cualitativo y
de legalidad. El ejemplo más importante a resaltar es la verificación del
peritaje psicológico que haya sido ofrecido en tiempo, que haya sido
realizado el discernimiento del cargo, que se presente en tiempo, etc. Es
indispensable tomar en consideración algunos aspectos relevantes como:
la dependencia emocional, económica, y de otros tipos, así como la
secuela que ha dejado el delito, el tiempo que dura el proceso, círculo de
violencia y sobre todo la fase de reconciliación en la que la víctima puede
ser nuevamente convencida e insertada nuevamente en el círculo, por ello
debe siempre proponerse en los términos que la ley procesal establece la
posibilidad de su declaración en anticipo de prueba, utilizando éstos
conocimientos para justificar la solicitud.
III) Ámbito legal: Implica además que la prueba sea aportada de acuerdo a
las formalidades establecidas en el artículo 186 Código Procesal Penal. Así
por ejemplo la legislación establece algunas particulares limitaciones; una
de ellas, la no obligación de declarar contra parientes de ley art. 212 CPP o
la advertencia que debe hacerse a los parientes (previo a que presten
declaración), que no se encuentran obligados a declarar. La importancia,
para la víctima que reviste la fiscalización en el ámbito de legalidad de la
prueba aportada es que fortalece el ámbito de la persecución y evita
eventuales nulidades en el entendido de que la prueba que no reúna los
requisitos de idoneidad y legalidad podría generar nulidades en el juicio.

a. Atención de Mujeres Adultas Mayores


La Ley de Protección de Personas de la Tercera Edad, de Guatemala,
establece que es “toda persona mayor de 60 años”. No obstante lo indicado
en la ley guatemalteca, existen factores de riesgo asociados a la víctima,
asociados al cuidador o cuidadora, estructurales e institucionales que
también son aplicables a este grupo etario, en quien el riesgo aumenta
mientras la edad sea más avanzada, principalmente a partir de los 75 años.

Las mujeres adultas mayores, que por su particular situación, especialmente


relacionadas con su salud, no puedan valerse por sí mismas y dependen de
otras personas para realizar actividades tan elementales como desplazarse,
comer, asearse, vestirse, etc., constituyen un grupo muy vulnerable y
requieren la comprensión del servidor público, para que informe plenamente,
del motivo de la presencia de otra persona a su lado.

En relación a principios de atención, además de los señalados para toda


atención debe incluirse los siguientes:

1. Atención preferencial,
2. La entrevista promedio a una adulta mayor debiese contemplar el uso
de por lo menos 30 o 40 minutos.
3. Especificar en forma clara y precisa por parte del profesional la oferta
de servicios que se tiene posibilidad de brindarle y la asistencia
jurídica que podría llevarse a cabo en atención a su necesidad, hasta
lograr su perfecta comprensión.
4. Cuando se necesite entregar documentación a la usuaria, se sugiere
sea entregada idealmente en forma impresa, utilizando tipos de letra
claros, con tamaño de fuente por sobre los 12 puntos,
5. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo
de prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los
casos de violencia contra la mujer en su manifestación psicológica,
enunciada, tomando especial consideración a la situación que se
presente en relación a la edad, el estado de salud de la víctima, la
dificultad de su desplazamiento, entre otros.

b. Atención de Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violencia


Psicológica
En relación al modelo de atención se aplica todo lo establecido en la parte
general y como actuación específica por la condición y la edad de las
víctimas en el presente caso, se atenderán las consideraciones siguientes:

Por su edad las niñas, niños y adolescentes, pueden ver al mundo de


manera diferente, su concepción de la vida, de la seguridad y de su
integridad física o emocional, no son conceptos que puedan estar
firmemente fijados en sus psiquis, además la concepción del tiempo, del
espacio, de la sucesión de acontecimientos no siempre está fijada de
manera precisa en sus relatos, por ello deben de comprenderse éstas
situaciones al momento de ser trasladados al proceso, además de tomar
todas las consideraciones pertinentes para documentar y cuidar de todo
aquello que servirá como material probatorio en el caso.

Éste tipo de víctimas, hace narraciones tan precisas que es fácil explicar,
como los hechos no pueden hilvanarse como una mentira, ya que no se
poseen todas las condiciones para sostener la misma en el tiempo y ante
diferentes instancias, lo que a su vez puede verse también como una
fortaleza.

Como consideraciones especiales hay que atender que, Las niñas, niños y
adolescentes que no pueden ser presentados por sí mismas, sin contar con
la representación legal que les corresponde, y en su ausencia con la que el
Estado les asigna, por lo que siempre requieren de otras personas para
realizar actividades legales.

1. Atención preferencial, identificando en todo momento a su


representante legal, ayudar en la justificación legal cuando sea
necesario. Así como cumplir con el mandato legal de velar porque su
identidad y caso permanezcan en confidencialidad, como sin
publicidad alguna.
2. La entrevista del menor de edad, requiere autorización de su
representante o tutor legal.
3. Debe procurarse al máximo evitar revictimizaciones, protegerle en
todo
momento especialmente evitar confrontaciones o enfrentamientos con
el agresor durante todo el proceso, especialmente en las audiencias.
4. Evitar entrevistas innecesarias, pero siempre informar de lo que se
realiza en su favor y pedir opinión personal sobre el caso, la
asistencia jurídica que podría llevarse a cabo en atención a su
necesidad, hasta lograr su perfecta comprensión.
5. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo
de prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los
casos de violencia contra la mujer en su manifestación psicológica
enunciada, tomando especial consideración a la situación que se
presente en relación a la edad, el tiempo que dura el proceso, y otros
indicadores específicos que a continuación se detallan, que sirven
para que sean considerados durante el proceso, como justificación
para solicitar la medida

A continuación, se presentan algunos mecanismos de defensa utilizados


por niñas, niños y adolescentes, los cuales pueden variar dependiendo de
la personalidad de la víctima, de su entorno y de la etapa de desarrollo
evolutivo en que se encuentra. Citados por la autora Ana Martos Rubio.

1. “Disociación
Es el mecanismo de defensa más común en niños sometidos a
victimización. Cuando opera, la mente del niño logra “desconectarse”
por completo mientras está ocurriendo el abuso y con ello logra
disminuir el daño. El niño se desconecta de los recuerdos (sean éstos
pensamientos o sensaciones) que tengan que ver con la agresión, y
puede ocurrir que no tenga acceso a ellos de manera voluntaria, o que
les quite la carga emocional. La conducta que se aprecia “desde
afuera” es algo parecido a la indiferencia (lo que pasó no tiene ninguna
importancia)…

2. Negación
Las niñas y los niños niegan total o parcialmente lo que pasó. Aun
cuando existen evidencias que lo confirman, suelen decir que nada
ocurrió o incluso que no conocen al agresor…
3. Represión
Con ella, la mente puede efectivamente dejar fuera de la conciencia
recuerdos, ideas y sentimientos que resultan demasiado dolorosos.
Mientras opera ese mecanismo, el niño o la niña no tienen acceso al
recuerdo del episodio…

4. Transforma la información en lo contrario de lo que realmente


ocurrió
El niño o niña elabora información fantasiosa, que no se trata de una
mentira o fantasía que el niño o la niña implemente de manera
voluntaria o consciente. La mente del niño pone a funcionar estas
fantasías, que remplazan la información angustiante, para equilibrar y
reducir el ansia.

5. Retractación Una vez que el niño comenzó a develar el abuso, es muy


posible que “se arrepienta” y declare que nada de lo que dijo antes era cierto,
que lo inventó. El niño puede sentir temor luego de develar el hecho, sobre todo
si la respuesta que recibió de adultos no fue apropiada. El niño es víctima, no
culpable. La responsabilidad de la violencia ejercida contra un menor, siempre
será del adulto que debió prestarle la atención adecuada, o debió inhibir sus
impulsos antes de golpearlo o de hacerlo espectador de un acto de violencia, o
de hacerle algo que lo lastimara o molestara.

6. Minimizar lo sucedido
La niña o niño intenta minimizar la cantidad de veces que le sucedió, la
intención del abusador, el tipo de abuso, entre otros.
7. Racionalización
Otro medio para minimizar la angustia es buscar una explicación razonable,
encontrarle alguna lógica a lo ocurrido.

8. Desesperanza
El hecho de estar sometido a una relación abusiva, de la cual no
puede salirse y en la cual no tiene oportunidad de ejercer alguna
acción de autodefensa, provoca una profunda modificación en la
realidad mental del niño, tanto el modo en que el niño percibe la
realidad, como la manera en la que la interpreta. Comienza a ver al
abusador como omnipotente, omnisapiente, todopoderoso, y tal
percepción aumenta con el tiempo. El niño queda atrapado y la única
forma de protegerse es obedecer, aislarse, volverse pasivo, no
responder. Esto crea un sentimiento generalizado de no poder hacer
absolutamente nada para romper con el patrón de abuso. La
consecuencia lógica es la sensación de impotencia, de desvalimiento
absoluto y la depresión. Comprender al niño inmerso en esta realidad
permite entender que no aproveche oportunidades que para otros
(que están “afuera”) son claras opciones para detener el abuso
(buscar ayuda activamente o intentar huir)”.

B. ATENCIÓN A VÍCTIMAS DEL DELITO DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN


SU MANIFESTACIÓN FÍSICA

Como se analizó para el caso de violencia contra la mujer en su manifestación


psicológica; el primer tema a considerar es la forma en que está legislado el tipo
penal por ello se traslada de manera íntegra:

La Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, señala


que omete el delito de violencia contra la mujer quien, en el ámbito público o
privado, ejerza violencia física, sexual o psicológica, valiéndose de las siguientes
circunstancias:

a) Haber pretendido, en forma reiterada o continua, infructuosamente,


establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima.
b) Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la
víctima relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad
noviazgo, amistad, compañerismo o relación laboral, educativa o religiosa.
c) Como resultado de los ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo.
d) En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos
sexuales, o cometiendo actos de mutilación genital.
e) Por misoginia.

La persona responsable del delito de violencia física, será sancionado con


prisión de cinco a doce años, de acuerdo a la gravedad del delito, sin perjuicio
del que los hechos constituyan otros delitos estipulados en leyes ordinarias”.
“violencia física: acciones de agresión en las que se utiliza la fuerza corporal
directa o por medio de cualquier objeto, arma o sustancia con la que se causa
daño, sufrimiento físico, lesiones o enfermedad a una mujer”.

Reiteramos el delito de violencia contra la mujer en su manifestación física se


configura cuando concurren un hecho que lleva implícito la utilización de la
fuerza corporal directa o por medio de cualquier objeto, además debe
analizarse e integrarse con los otros elementos disgregados en la ley contra el
Femicidio, que es necesario interpretar y aplicar en un contexto sistemático. Se
reitera y resalta el tema de la pluralidad de conductas que se requiere para la
comisión de este hecho delictivo: “acciones de agresión”.

Luego de analizar el delito de Violencia Contra la Mujer en su manifestación


psicológica, es fácil comprender que previo a la violencia física, se han
presentado una serie de eventos que se inician con la violencia emocional,
violencia psicológica que permite tener el control y dominio sobre la víctima y
que inició con agresiones físicas leves hasta llegar a convertirse en acciones
de agresión que causan daño, sufrimiento físico, lesiones o enfermedad a una
mujer.

La legislación, recoge esta posición doctrinaria al incluir dentro de los


elementos normativos del tipo penal la existencia de estos ciclos “acciones”
que se detalla en la ley contra el Femicidio, así como el ámbito de las
relaciones desiguales de poder, y el elemento subjetivo como lo es esa
intencionalidad de manifestar la superioridad que el medio social ha impuesto.
Cuando el legislador plasmó en la descripción del tipo penal (que como ya
hemos apreciado se encuentra disgregado a lo largo del articulado) los
elementos descriptivos y normativos lo hizo en coincidencia con respecto a los
que tanto la doctrina, como los instrumentos internacionales en materia de
protección de los derechos de las mujeres han referido como violencia contra la
mujer y que se refieren a que este tipo de violencia es cíclica, ya analizada.

La violencia física, generalmente se puede observar por medio de signos físicos


visibles, que serán evaluados por el médico forense pertinente.

Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Física.

La violencia contra la mujer en su manifestación física, por leve que sea, siempre
deja marcas imborrables en el organismo de la víctima, en su cuerpo o en su
psiquismo porque el cuerpo y el psiquismo interactúan y forman una unidad
psicosomática.

La violencia física para ser demostrada, además de la declaración de la víctima,


requiere el estudio de un experto (a) en la materia para que puedan acreditarse
las circunstancias, modo y tiempo de comisión.

Otro aspecto, a considerar es que los medios de investigación deben ser


aportados tomando en cuenta los verbos rectores, los elementos descriptivos,
normativos y subjetivos, los supuestos de hecho plasmados en la norma penal.
De la descripción de la conducta nace entonces la obligación de demostrar que
el imputado cometió la acción en las condiciones que señala la norma, lo
anterior implica considerar la aportación de prueba en los tres ámbitos y deben
contener:

I) Ámbito cuantitativo: dependiendo del caso concreto que se juzga y


denuncia por la víctima, el abogado o abogada de la Coordinación Nacional
debería verificar que existe una determinada cantidad de medios de
investigación que tienen que aportarse y constituye la lista mínima para
verificar en la que no podrían de ninguna manera omitirse la presentación
de una sola de ellas.

Así las cosas, en el delito analizado Violencia Contra la Mujer en su


manifestación Física, deberían existir como mínimo:

1. Certificación de matrimonio (si existía este vínculo) o declaraciones


testimoniales que acreditaran la relación en otros supuestos. (podrían
incluirse fotografías de la relación, eventos especiales, bautizos,
graduaciones, cumpleaños, etc. Si se trata de violencia, en el ámbito
público, identificar la forma en que nace la relación.
2. Certificaciones de partidas de nacimiento de hijos en común. (si
existieran).
3. Documentación oficial que identifique a la víctima y al sindicado.
4. Declaración de la Víctima. En la que se aprecie la forma en que se
manifestaron los círculos de violencia.
5. Documentos que acrediten medidas de seguridad previa (si existieran).
6. Declaración de los agentes capturadores.
7. Declaración de padres de la víctima u otros familiares, compañeros de
trabajo, amigos cercanos que conocen la relación.
8. Declaraciones que acrediten las relaciones desiguales de poder o la
violencia anterior. En el presente caso inclusive pueden existir
documentos, cuando se trata de un caso del ámbito público.
9. Evaluación Médico forense, del daño, lesión producida por la violencia
ejercida.
10. Declaraciones que acrediten los aspectos particulares del delito incluidos
en la narración de la denuncia.

II) Ámbito cualitativo: para cumplir con esta obligación debe verificarse que
los medios de investigación sean los adecuados y pertinentes para influir en
la decisión del juzgador, como hemos afirmado, la función fiscalizadora de
abogados y abogadas de la defensa pública en su papel de asesoría a la
víctima/querellante adhesiva, implica verificar estrictamente que los medios
de investigación sean los apropiados, la tarea entonces es la verificación del
peritaje y evaluación médico forense que haya sido realizado
oportunamente, porque el transcurso del tiempo, puede borrar las
evidencias físicas que éste dejó en la víctima, que haya coincidencia entre
los datos que identifican a la víctima, lesión, narración y consecuencia que
se indican en la denuncia y declaración de la víctima.
Es indispensable tomar en consideración algunos aspectos relevantes
como: la dependencia emocional, económica, y de otros tipos, así como la
secuela que ha dejado el delito, el tiempo que dura el proceso, círculo de
violencia y sobre todo, la fase de reconciliación, en la que la víctima puede
ser nuevamente convencida, e insertada nuevamente en el círculo, por ello
debe siempre proponerse en los términos que la ley procesal establece la
posibilidad de su declaración en anticipo de prueba, utilizando estos
conocimientos para justificar la solicitud.

III) Ámbito legal: Debe verificarse además que los medios de investigación,
sean aportados de acuerdo a las formalidades establecidas en la ley Penal,
ley procesal, garantías legales y procesales para evitar nulidades, que
siempre repercuten negativamente en los intereses de la víctima, (186
Código Procesal Penal). En el presente caso, atender la forma y
condiciones de presentación de los medios de investigación, incluidos en la
lista mínima enunciada en este apartado.

Es importante tomar en cuenta estos indicadores para adecuar la atención


que la víctima requiere, brindarle los servicios de urgencia y procurar su
documentación para establecer el daño sufrido por la víctima.

Mecanismos de defensa
De forma inconsciente, la víctima puede desarrollar alguno o varios de los
mecanismos de defensa ya descritos en este protocolo para el caso de
violencia emocional o psicológica, los cuales son métodos involuntarios y
mecánicos de supervivencia. Estos mecanismos de defensa pueden
manifestarse en conductas como:

 “Mantener una relación con el agresor, en la que agradece


intensamente pequeñas amabilidades, y está dispuesta a mantenerlo
contento
 Negación de violencia contra ella, y del mismo modo, si la admite, la
justifica
 Niega que sienta ira o molestar contra el agresor
 Cree que quienes desean ayudarla están equivocadas, y que el agresor
tiene la razón, y su conducta violenta es su forma de protegerla
 Resulta difícil abandonarlo y tiene miedo que regrese por ella, aun
estando en prisión”.

Principios de Atención para mujeres víctimas de violencia física

Además de la forma y condiciones en que se deben brindar los servicios


desde la Coordinación, descritos en la parte general de este protocolo, para
la atención de las mujeres víctimas de violencia física, deben considerarse
los siguientes parámetros:

 La atención médica y debe priorizarse a la atención legal, la finalidad


es velar siempre por la integridad física de la víctima. En ocasiones es
necesario estabilizar emocionalmente a la víctima, porque la narración
de los acontecimientos se acompaña con manifestación de las
emociones que ha vivido, para lo cual se podrá trasladar la víctima a
la Unidad de Psicología de la Coordinación Nacional.
 Identificación de los mecanismos de protección contra más perjuicios,
amenazas y hostigamiento por parte del demandado, la idea es que la
víctima se siente a salvo y segura. Se debe considerar: historial
delictivo y/o violento, historia de violencia de pareja, características de
la última agresión, como un Femicidio frustrado, lesiones graves,
gravísimas, o aborto con violencia, por lo que es necesario considerar
en conjunto con la víctima, un plan de autoprotección para evitar más
episodios de violencia.
 Facilitación de apoyos integrales para hijos e hijas de la víctima y/o de
aquellas personas que dependen de ella. Se debe considerar si la
mujer está socialmente aislada, si depende económicamente del
hombre que ejerce violencia, si tiene ideación o intento de suicido, si
tienen hijos en común y si existe dependencia emocional.

Atención a Mujeres Adultas Mayores, Víctimas de Violencia Física

Definida ya, quienes se consideran adultas mayores, y conscientes de la


vulnerabilidad que enfrentan, de la responsabilidad y obligación de su atención,
deben aplicarse los principios de atención descritos en este protocolo, además
de los señalados para toda atención debe incluirse los siguientes:

1. Atención preferencial.
2. Verificación de que haya sido prestada la atención médica pertinente,
que privilegie la salud de la víctima.
3. La entrevista promedio a una adulta mayor debiese contemplar el uso de
30 o 40 minutos.
4. Especificar en forma clara y precisa por parte del o la profesional, la
oferta de servicios que se tiene posibilidad de brindarle y la asistencia
jurídica que podría llevarse a cabo en atención a su necesidad hasta
lograr su perfecta comprensión.
5. Cuando se necesite entregar documentación a la usuaria, se sugiere sea
entregada idealmente en forma impresa, utilizando tipos de letra claros,
con tamaño de fuente por sobre los 12 puntos.
A. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo
de prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los
casos de violencia contra la mujer en su manifestación física, ya
abordada en éste protocolo, tomando especial consideración a la
situación que se presente en relación a la edad, el estado de salud
de la víctima, la lucidez mental, la dificultad de su desplazamiento,
entre otros, que justifican el requerimiento. Atención de Niñas,
Niños y
Adolescentes Víctimas de Violencia Física
En relación al modelo de atención, se aplica todo lo establecido en la parte
general y como actuación específica por la condición y la edad de las víctimas
en el presente caso, se atenderán las consideraciones siguientes:

Por su edad las niñas, niños y adolescentes, su estado de madures emocional y


física es diferente a la de una persona adulta, en consecuencia, como se ha
mencionado se deben tomar todas las consideraciones pertinentes para
documentar y cuidar de todo aquello que servirá como material probatorio en el
caso.

Es responsabilidad del o la profesional que brinda la asistencia conocer de las


particularidades que niño, niña o adolescente manifiestan cuando narran un
hecho delictivo, además de velar porque se inicie el proceso de protección que
corresponde. Las lesiones físicas no son "normales" en el rango de lo previsible
en un niño de esa edad y características. Debe considerarse su localización
poco habitual, su mayor frecuencia o intensidad, por ser aparentemente
inexplicables, o incoherentes con las explicaciones dadas por el niño y/o por sus
padres. En los casos de maltrato crónico las lesiones descritas pueden coexistir
con cicatrices, deformidades óseas por fracturas antiguas, secuelas
neurológicas o sensoriales.

1. Como consideraciones especiales hay que atender que las niñas, niños y
adolescentes, que no pueden ser presentados por sí mismas, sin contar
con la representación legal que les corresponde, y en su ausencia con la
que el Estado les asigna, por lo que siempre requieren de otras personas
para realizar actividades legales. Debe hacerse el análisis respectivo, para
adecuar plenamente el ilícito que se comete, ya que el artículo 150 bis, del
Código Penal guatemalteco establece que comete el delito de maltrato
contra personas menores de edad “quien mediante cualquier acción u
omisión provoque a una persona menor de edad o con incapacidad volitiva
o cognitiva, daño físico, psicológico, enfermedad o coloque al niño en grave
riesgo de padecerlos (…)”

2. De igual manera se ha de tener en cuenta la aplicación del artículo 156 bis


del Código Penal adicionado por el artículo 25 del Decreto 9-2009, Ley
Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, que se refiere
al delito de empleo de personas menores de edad en actividades laborales
lesivas a su integridad y dignidad.

3. Atención preferencial, identificando en todo momento a su representante


legal, ayudar en la justificación legal, cuando sea necesario. Así como
cumplir con el mandato legal de velar porque su identidad y caso
permanezcan en confidencialidad sin publicidad alguna.
4. La entrevista del menor de edad, requiere autorización de su representante
o tutor legal.

5. Debe procurarse al máximo evitar revictimizaciones, protegerle en todo


momento especialmente evitar confrontaciones o enfrentamientos con el
agresor durante todo el proceso, especialmente en las audiencias.
6. Evitar entrevistas innecesarias, pero siempre informar de lo que se realiza
en su favor y pedir opinión personal sobre el caso, la asistencia jurídica que
podría llevarse a cabo en atención a su necesidad, hasta lograr su perfecta
comprensión.

7. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo de


prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los casos de
violencia contra la mujer en su manifestación psicológica, enunciada,
tomando especial consideración a la situación que se presente en relación
a la edad, el tiempo que dura el proceso, y las particularidades del caso por
la grave situación del delito que se denuncia.

Debe tenerse presente siempre que la violencia también puede ocurrir en el


ámbito público, pero cuando ocurre dentro del ámbito familiar privado, se
dificulta aún más obtener información, ya que ésta puede ser ocultada o negada
por los adultos o por el niño o niña por temor, o por manipulación de los adultos
hacia la víctima.

C. ATENCIÓN A VÍCTIMAS DEL DELITO DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN


SU MANIFESTACIÓN SEXUAL

Violencia sexual:

La violencia sexual es uno de los delitos más atroces que una persona pueda
sufrir, es más reprochable aún la conducta cuando el autor del hecho es una
persona que debería proteger a la víctima, ataca la dignidad de la persona y
suelen sufrirlo con mayor frecuencia las mujeres, ya que culturalmente y en el
marco de las relaciones desiguales de poder la mujer ocupa un lugar de
subordinación, que inclusive se puede afirmar en el cuerpo femenino, puede ser
visto como territorio de control y dominio, ejemplo de ello, son las violaciones
sexuales como arma de guerra contra el enemigo.

En el Perú muchas mujeres fueron abusadas sexualmente, esta práctica común


por parte de los agresores, destruye la dignidad de la persona, en uno de los
aspectos más íntimos y por ello es considerado este actuar como tortura e
inclusive en los juicios por violaciones a Derechos Humanos en la ex Yugoslavia,
se denominó como Femicidio a las atrocidades sexuales, perpetradas por los
Serbios, contra las mujeres Croatas, en Bosnia-Herzegovina.

Alrededor del mundo, la violencia sexual es perseguida penalmente, como


Estado se han asumido múltiples obligaciones para atender el fenómeno,
además de contar con varios referentes internacionales principalmente en
materia de jurisprudencia entre ellas encontramos antecedentes de forma y
condiciones, debida diligencia con que se han de perseguir este tipo de delitos,
que en nuestro medio, aún son pocas las personas que denuncian y muchos los
casos que se ejecutan sobre este tipo de violencia, el motivo: todo lo que lleva
implícito un proceso, en el que la víctima es cuestionada, interrogada,
revictimizada, e inclusive juzgada por su denuncia, ya que como bien se señala
en algunas de las sentencias que se han emitido a este respecto “es un delito
que se comete en solitario” y es el testimonio de la víctima uno de los elementos
más importantes y medio de prueba que es muy criticado, esto debe representar
para quienes trabajamos en esta Coordinación un reto a vencer.

Esta es una manifestación común de la violencia basada en género; consiste en


cualquier acto de chantaje o amenaza emocional o física para penetrar o tener
algún contacto sexual y puede consistir en actos de chantaje, coerción
emocional, física o económica, o su amenaza para perpetrar o tener contacto
sexual con la víctima y puede abarcar:

Imposición de determinada práctica cultural, relacionada con la sexualidad como


por ejemplo: mutilación de genitales, matrimonio forzado, sobrevaloración de la
virginidad, etc.No está definida en la normativa internacional, pero los artículos 1
y 2 de la Declaración de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer, hacen referencia a actos de violencia que tengan como
resultado un daño sexual y menciona el abuso sexual de las niñas en el hogar,
la violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas
tradicionales nocivas para la mujer; asimismo hace referencia a violación, abuso
sexual, acoso e intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educacionales
y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución forzada.

En Perú, algunos comportamientos relacionados con la libertad sexual, han sido


tipificados como delitos, porque falta aún que se legislen conductas que atentan
en contra de la libertad sexual de las mujeres, entre ellas el delito de acoso
sexual, encontramos en el Código Penal, las figuras delictivas de:

1. Violación.
2. Exhibicionismo sexual.
3. Ingreso a espectáculos y distribución de material pornográfico a personas
menores de edad.
4. Violación de la intimidad sexual.
5. Promoción, facilitación o favorecimiento de la prostitución y su agravación.
6. Actividades sexuales remuneradas con personas menores de edad.
7. Remuneración por la prostitución, facilitación o favorecimiento de
prostitución.
8. Exhibiciones obscenas.
9. Comercialización o difusión de pornografía de personas menores de edad.
10. Utilización de actividades turísticas para la explotación sexual comercial de
personas menores de edad.

El Artículo 108-B. del Código penal peruano señala que el feminicidio será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de veinte años el que mata a
una mujer por su condición de tal, en cualquiera de los siguientes contextos:

1. Violencia familiar.
2. Coacción, hostigamiento o acoso sexual.
3. Abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que le
confiera autoridad al agente.
4. Cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de
que exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con el
agente.
5. La pena privativa de libertad será no menor de treinta años cuando
concurra cualquiera de las siguientes circunstancias agravantes:
6. Si la víctima era menor de edad o adulta mayor.
7. Si la víctima se encontraba en estado de gestación.
8. Si la víctima se encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente.
9. Si la víctima fue sometida previamente a violación sexual o actos de
mutilación.
10. Si al momento de cometerse el delito, la víctima tiene cualquier tipo de
discapacidad.
11. Si la víctima fue sometida para fines de trata de personas o cualquier tipo
de explotación humana.
12. Cuando hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes
establecidas en el artículo 108.
13. Si, en el momento de cometerse el delito, estuviera presente cualquier niña,
niño o adolescente.
14. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la
sangre en proporción mayor de 0.25 gramos-litro, o bajo efecto de drogas
tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas.

El análisis del delito que se enuncia, Violencia contra la mujer en su


manifestación sexual, debe hacerse siempre, a la luz de los conocimientos de
género y de la teoría de género y con un enfoque de Derechos Humanos, para
garantizar que el acceso a la justicia sea real y efectivo, el análisis debe estar
desprovisto de los mitos y estereotipos sexistas para lograr más allá del derecho
positivo, la aplicación de justicia para las mujeres víctimas. Esta integración de
conocimientos permitirá que se puedan hacer las interpretaciones, exposiciones
y fundamentaciones que permitan lograr presentar contextos sistemáticos del
caso que se presenta, pero sobre todo permitirán la respuesta de justicia que la
víctima que denuncia espera encontrar en el sistema de justicia.

Se reitera y resalta el tema de la pluralidad de conductas que se requiere para la


comisión de este hecho delictivo: “acciones de violencia, física o psicológica
cuya finalidad es vulnerar la libertad e indemnidad sexual de la mujer…” por ello
indispensable es resaltar, la importancia que reviste la narración de los
antecedentes del caso, que brindarán los elementos para la adecuada narración
de la plataforma fáctica.

Luego de analizar el delito de Violencia Contra la Mujer en su manifestación


psicológica, es fácil comprender el por qué ésta es utilizada como medio para
lograr un abuso sexual, ya que al tener el control y dominio sobre la víctima, el
perpetrador asegura su cometido, si no lo tuviera de ésta forma también la
violencia física está presente en este tipo de delitos, como abogadas (os) es
indispensable saber identificar estos elementos normativos, que integran el tipo
penal, para ser demostrados mediante la plataforma probatoria, ya que es una
exigencia de la plataforma jurídica cuyo objetivo final es la sentencia de condena
y la reparación digna de la víctima.
La legislación insistimos, recoge esta posición doctrinaria, al incluir dentro de los
elementos normativos del tipo penal la existencia de estos ciclos “acciones” que
se detalla en la ley contra el Femicidio, así como el ámbito de las relaciones
desiguales de poder, y el elemento subjetivo de la intencionalidad y considerar a
la mujer como un objeto o cosa. Cuando el legislador plasmó en la descripción
del tipo penal los elementos descriptivos y normativos, lo hizo en coincidencia
con la doctrina y los instrumentos internacionales en materia de protección de
los derechos de las mujeres.

En todo acto de violencia sexual, es indispensable la atención médica urgente,


con el objeto de prevenir embarazos y/o enfermedades de transmisión sexual 49.
Toda atención que reciba la víctima, se documenta y puede ser solicitada como
material probatorio para demostrar el caso que se presenta.

Las mujeres, que han sufrido algún tipo de asalto sexual pueden presentar una
amplia serie de lesiones físicas en todo el cuerpo, incluyendo el área genital y en
casos extremos, ante la gravedad de las lesiones, pueden llegar a perder la vida,
ya sea por la brutalidad con que es cometido el acto de violencia o porque se
comete el asesinato debido a diversas razones, que pueden ir desde “cuestiones
de honor” o como rito de iniciación para ingresar a una pandilla o como
venganza o castigo, entre otras muchas razones que el agresor tenga en su
mente, por ello el delito debe ser analizado y evitar que se intente que sea
subsumido por otra figura delictiva como lo es el Femicidio, ya que son acciones
independientes que generan la comisión de otros delitos. Siempre se requiere
del informe médico forense para demostrar estos extremos.

Por otro lado, “las mujeres, especialmente en edad reproductiva también se ven
sometidas a otro tipo de situaciones de riesgo como son los embarazos no
deseados, abortos en condiciones de riesgo, enfermedades de transmisión
sexual (incluyendo SIDA), disfunciones sexuales, infertilidad, dolor pélvico y
enfermedades pélvicas inflamatorias, infecciones del tracto urinario y lesiones
genitales con mayor frecuencia en periné, labios menores, himen, vagina y/o
útero. Estas son secuelas del hecho delictivo, que deberán documentarse para
que el requerimiento de la reparación digna pueda contemplar la extensión del
daño que se causó.

1) Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual

La violencia sexual es un grave problema que atenta contra la vida y la


salud, es todo acto que se realiza sin el consentimiento de la víctima
utilizado para humillar, castigar, controlar, vulnerar atemorizar y destruir a
la mujer; y es obligación del Estado prestar una atención integral que sea
inmediata, especializada, interdisciplinaria e interinstitucional, con el
propósito de que la víctima recobre la funcionalidad de su vida lo antes
posible.

La atención integral a mujeres víctimas de violencia sexual debe brindarse


desde un marco de respeto a la persona y a sus derechos humanos, como
hemos resaltado con principios de solidaridad, se requiere atender la
diferenciación de situaciones específicas relacionadas a esta problemática,
que podría presentar cada caso.

Además de la forma y condiciones en que se deben brindar los servicios


desde la Coordinación, descritos en la parte general de este protocolo,
para la atención a las mujeres víctimas de violencia física, deben
considerarse los siguientes parámetros:

 La atención médica debe priorizarse a la atención legal, la finalidad es


velar siempre por la integridad física de la víctima. En ocasiones es
necesario estabilizar emocionalmente a la víctima, porque las
narraciones de los acontecimientos se acompañan con manifestación
de las emociones que ha vivido, para lo cual se podrá trasladar a la
víctima a la Unidad de Psicología de la Coordinación Nacional,
siempre velar que la víctima reciba en la coordinación o en cualquier
otra, la atención psicológica de seguimiento, que permitirá a la víctima
enfrentar las secuelas del delito.

 La denuncia de violencia sexual respetará las condiciones de cuidado


y privacidad mínimas debidas a una víctima de este tipo de delitos;
evitando toda posibilidad de que la su narración sea escuchada por
cualquier clase de público Así como cumplir con el mandato legal de
velar porque su identidad y caso permanezcan en confidencialidad,
sin publicidad alguna.

 Identificación de los mecanismos de protección contra más perjuicios,


amenazas y hostigamiento por parte del demandado, la idea es que la
víctima se siente a salvo y segura. Se debe considerar: historial
delictivo y/o violento, historia de violencia de pareja, características de
la última agresión, como un Femicidio frustrado, lesiones graves,
gravísimas, o aborto con violencia, por lo que es necesario considerar,
en conjunto con la víctima, un plan de autoprotección para evitar más
episodios de violencia o revictimización.

Facilitación de apoyos integrales para la víctima y/o de aquellas personas


que dependen de ella.

Aunque los indicadores físicos, que pueden presentarse como


consecuencia de un delito de violencia sexual, no son universales, en la
lectura de los informes médicos legales se pueden encontrar lesiones de
esta naturaleza, que servirán para fortalecer los argumentos en juicio y
pueden ser entre otros:

 Enfermedades de transmisión sexual/VIH positivo.


 Irritaciones o hemorragias en la zona genital o anal.
 Dificultad para caminar o sentarse.
 Manchas de sangre en ropa interior.
 Hematomas o sangrado vaginal, bucal o anal.
 Dolor y sangrado al orinar o defecar.
 Cuerpos extraños en la vagina o en el recto.
 Embarazos producto de violación.
 Lesiones diversas (marcas de dedos, de cuerdas, de dientes, etc.).
 Consumo involuntario de drogas.
 Dolor pélvico crónico sin causa aparente.
 Trastornos por somatización (dolor abdominal recurrente, cefaleas
crónicas no evolutivas y otros). En la mayoría de los casos de
somatización, los factores psico-emocionales desencadenantes son
distintos a la violencia sexual.

2) Atención a Adultas Mayores Víctimas de Violencia Sexual

Definida ya, quienes se consideran adultas mayores, y conscientes de la


vulnerabilidad que enfrentan, de la responsabilidad y obligación de su
atención, deben aplicarse los principios de atención descritos en este
protocolo, además de los señalados para toda atención debe incluirse los
siguientes:

1. Atención preferencial.
2. Verificación de que haya sido prestada la atención médica pertinente
que privilegie la salud de la víctima.
3. Verificación de que se hayan realizado los peritajes necesarios para
identificar el tipo de violencia sufrida.
4. Identificar si la víctima se encuentra recibiendo atención psicológica,
de seguimiento, ya sea para ofrecerla o para derivarla a otra
institución.
5. La entrevista promedio a una adulta mayor debiese contemplar el uso
del tiempo necesario para que narre los hechos que contienen la
denuncia.
6. Especificar en forma clara y precisa por parte del o la profesional, la
oferta de servicios que se tiene posibilidad de brindarle y la asistencia
jurídica que podría llevarse a cabo en atención a su necesidad, hasta
lograr su perfecta comprensión.
7. Cuando se necesite entregar documentación a la usuaria, se sugiere
sea entregada idealmente en forma impresa, utilizando tipos de letra
claros, con tamaño de fuente por sobre los 12 puntos.
8. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo
de prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los
casos de violencia contra la mujer en su manifestación psicológica,
enunciada, tomando especial consideración a la situación que se
presente en relación a la edad, el estado de salud de la víctima, la
lucidez mental, la dificultad de su desplazamiento, entre otros, que
justifican el requerimiento.

3) Atención de Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violencia


Sexual
En relación al modelo de atención se aplica todo lo establecido en la parte
general y como actuación específica por la condición y la edad de las
víctimas en el presente caso, se atenderán las consideraciones siguientes:

Por su edad las niñas, niños y adolescentes, su estado de madures


emocional y física, es diferente a la de una persona adulta, en
consecuencia, como se ha mencionado, se deben tomar todas las
consideraciones pertinentes para documentar y cuidar de todo aquello que
servirá como material probatorio en el caso.

Es responsabilidad del o la profesional que brinda la asistencia, conocer de


las particularidades que niño, niña o adolescente manifiestan cuando
narran un hecho delictivo, además de velar porque se inicie el proceso de
protección que corresponde.

Cualquier forma de violencia sexual contra las niñas y los niños es un


problema social que tienen consecuencias en su vida, en su entorno y en
todos y cada uno de los contextos en que la niña o niño se desarrolla. De
ahí que los ámbitos que deben intervenir en la protección contra este tipo
de violencia incluyen la familia, los ámbitos educativo, sanitario, policial,
legislativo y de políticas públicas.52

1. Como consideraciones especiales hay que atender que, las niñas, niños
y adolescentes, que no pueden ser presentados por sí mismas, sin
contar con la representación legal que les corresponde, y en su ausencia
con la que el Estado les asigna, por lo que siempre requieren de otras
personas para realizar actividades legales. Debe hacerse el análisis
respectivo, para adecuar plenamente el ilícito que se comete, ya que en
el Código Penal establece que comete el delito de maltrato contra
personas menores de edad “quien mediante cualquier acción u omisión
provoque a una persona menor de edad o con incapacidad volitiva o
cognitiva, daño físico, psicológico, enfermedad o coloque al niño en
grave riesgo de padecerlos (…)”
2. De igual manera se ha de tener en cuenta la aplicación Código Penal
comprendida en la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas,
que se refiere al delito de empleo de personas menores de edad en
actividades laborales lesivas a su integridad y dignidad.
3. Atención preferencial, identificando en todo momento a su representante
legal, ayudar en la justificación legal cuando sea necesario. Así como
cumplir con el mandato legal de velar porque su identidad y caso
permanezcan en confidencialidad, como sin publicidad alguna.
4. La entrevista del menor de edad, requiere autorización de su
representante o tutor legal.
5. Debe procurarse al máximo evitar revictimizaciones, protegerle en todo
momento especialmente evitar confrontaciones o enfrentamientos con el
agresor durante todo el proceso, especialmente en las audiencias.
6. Evitar entrevistas innecesarias, pero siempre informar de lo que se
realiza en su favor y pedir opinión personal sobre el caso, la asistencia
jurídica que podría llevarse a cabo en atención a su necesidad, hasta
lograr su perfecta comprensión.
7. Debe proponerse y procurarse siempre su declaración como anticipo de
prueba, por varias razones, entre ellas las específicas para los casos de
violencia contra la mujer en su manifestación psicológica, enunciada,
tomando especial consideración a la situación que se presente en
relación a la edad, el tiempo que dura el proceso, y las particularidades
del caso por la grave situación del delito que se denuncia.

D. ATENCIÓN PARA MUJERES VÍCTIMAS DEL DELITO DE VIOLENCIA


ECONÓMICA

La Ley contra el Feminicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer


establece la definición de violencia económica, señalando que se entenderá
por ésta las “Acciones u omisiones qué repercuten en el uso, goce,
disponibilidad o accesibilidad de una mujer a los bienes materiales que le
pertenecen por derecho, por vínculo matrimonial o unión de hecho, por
capacidad o por herencia, causándole deterioro, daño, transformación,
sustracción, destrucción, retención o perdida de objetos o bienes materiales
propios o del grupo familiar, así como la retención de instrumentos de trabajo,
documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos económicos”.

Sin embargo, en este tipo penal las conductas que configuran el hecho
delictivo, se encuentran reguladas en forma enumerativa, lo cual lo diferencia
del Femicidio y de la violencia contra la mujer, en los que se regula la conducta
típica y se enumeran los elementos circunstanciales especiales que deben
concurrir. Los elementos del tipo deben ser atendidos de acuerdo a las
definiciones que para el efecto se establecen, sin embargo, en el presente
caso, para que el hecho delictivo de violencia económica se materialice debe
realizarse al menos una de las conductas establecidas como supuestos del
tipo, cada una de ella incluye diferentes elementos descriptivos que no son un
problema, no así los elementos normativos que conforman al tipo, deben ser
analizadas por separado para identificar dichos supuestos y adecuarse a la
plataforma probatoria, oportunamente, además de lograr la coincidencia con el
ámbito jurídico que deberá citarse.

La Ley contra el Femincidio y otras formas de Violencia Contra la Mujer


establece: "Violencia Económica: Comete el delito de violencia económica
contra la mujer quién, dentro del ámbito público o privado, incurra en una
conducta comprendida en cualquiera de los siguientes supuestos:

a) Menoscabe, limite o restrinja la libre disposición de sus bienes o


derechos patrimoniales o laborales…”

Este supuesto abarca las siguientes conductas:


a. Menoscabar la libre disposición de bienes.
b. Menoscabar derechos patrimoniales.
c. Menoscabar derechos laborales.
d. Limitar la libre disposición de bienes.
e. Limitar derechos patrimoniales.
f. Limitar derechos laborales.
g. Restringir la libre disposición de bienes.
h. Restringir derechos patrimoniales.
i. Restringir derechos laborales.
El núcleo del elemento objetivo en este primer supuesto está formado por los
verbos rectores que describen la conducta típica: menoscabar, limitar o
restringir, los cuales deben entenderse de acuerdo a lo que el diccionario de
la real academia de la lengua española describe.

b) Obligue a la mujer a suscribir documentos que afecten, limiten, restrinjan


su patrimonio o lo pongan en riesgo; o que lo eximan de responsabilidad
económica, penal, civil o de cualquier otra naturaleza.

En este supuesto, la conducta típica refiere al “obligar a una mujer a


suscribir documentos”, que:

a. Afecten el patrimonio de una mujer.


b. Limiten el patrimonio de una mujer.
c. Restrinjan el patrimonio de una mujer.
d. Pongan en riesgo el patrimonio de una mujer.
e. Eximan de responsabilidad económica, civil o de cualquier
naturaleza al sujeto activo.

En muchos de los casos que atendemos, el agresor acude a la amenaza


e intimidación para lograr una renuncia de sus derechos, inclusive los
que resulten del propio caso penal, por delitos de violencia contra la
mujer.

c) Destruya u oculte documentos justificativos de dominio o de


identificación personal, o bienes, objetos personales, instrumentos de
trabajo que le sean indispensables para ejecutar sus actividades
habituales.

En este supuesto abarca las siguientes conductas:

a. Destruir documentos justificativos de dominio de la mujer.


b. Ocultar documentos justificativos del dominio de la mujer.
c. Destruir documentos de identificación personal.
d. Ocultar documentos de identificación personal de la mujer
e. Destruir objetos o bienes personales de la mujer.
f. Ocultar objetos o bienes personales de la mujer.
g. Destruir instrumentos de trabajo o indispensables para que una mujer
ejecute sus actividades.
h. Ocultar instrumentos de trabajo o indispensables para que una mujer
ejecute sus actividades.
En estos supuestos, aunque en la mayoría los elementos del tipo penal
son de carácter descriptivo, es necesario identificarlos por separado, ya
que cada uno de los supuestos puede representar una acción delictiva
por sí misma.

d) Someta la voluntad de la mujer por medio del abuso económico al no


cubrir las necesidades básicas de ésta y la de sus hijas e hijos.
Indispensable es identificar las diferencias que hay entre el delito de
negación de asistencia económica y el supuesto descrito en este inciso.
Que es el sometimiento de la voluntad de la mujer, por medio del abuso
económico, en ese sentido las principales diferencias se dan en:

1. Conducta típica: Violencia Económica, en contraposición con lo que


establece en el Código Penal: Negación de Asistencia Económica
2. Forma de Comisión: la violencia económica, es un delito que se
comete por un actuar activo, implica el sometimiento de la voluntad,
en la negación de Asistencia Económica, el actuar es pasivo,
cuando señala: Quien, estando obligado legalmente a prestar
alimentos.
3. Responsabilidad: por el origen de esta, es diferente ya que en el
caso de la negación de Asistencia Económica, deviene de una
sentencia o convenio.
4. Sanción: la pena en el delito de violencia económica es de 5 a 8
años, en el de negación de Asistencia Económica, será sancionado
con prisión de seis meses a dos años, salvo cuando probare….
5. Forma de procedimiento: El delito de negación de Asistencia
Económica, requiere que se inicie y concluya un procedimiento en
la vía familiar.
6. Tiempo: consecuencia del procedimiento el tiempo de duración es
mucho más largo en el delito de negación de Asistencia
Económica.
7. Sujetos Involucrados: el delito de negación de Asistencia
Económica, puede ser cometido por hombres y mujeres, sin
embargo el delito de violencia económica, es siempre cometido por
hombres.

Es importante anotar que en este caso aunque la conducta directa


recaiga sobre terceras personas: las hijas o hijos de la víctima, el sujeto
pasivo directo de la acción es la mujer, entendiéndose esta conducta
dentro del sistema patriarcal, ya que es a cargo de la madre con quien
quedan los hijos, y es ella la que busca los mecanismos necesarios para
garantizar la alimentación y protección de sus hijos menores de edad, ya
que inclusive el Código Civil, asigna ésta responsabilidad a la madre.

e) Ejerza violencia psicológica, sexual o física sobre la mujer, con el fin de


controlar los ingresos o el flujo de recursos monetarios que ingresan al
hogar.
En este supuesto la conducta típica consiste en ejercer violencia
psicológica, sexual o física sobre la mujer con el propósito de: a.
Controlar los ingresos de recursos monetarios al hogar.
b. Controlar el flujo de recursos monetarios que ingresan al hogar.

El segundo supuesto que regula la intencionalidad, incorpora ya el


concepto de control de ingresos de recursos, dado que por flujo de
recursos se entiende tanto el ingreso como el egreso de los mismos.La
diferencia entre los ingresos y el flujo radica en la administración de los
mismos, en cuanto a aquellos recursos monetarios que ingresan al
hogar. En tanto los ingresos podrían permitir una ejecución mediata, el
flujo implica un círculo de ingreso y gasto con mayor inmediatez.

La conducta en este caso consiste en fiscalizar.

Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Económica

La atención integral a mujeres víctimas de violencia económica debe brindarse


atendiendo la forma y condiciones en que se deben ofrecer los servicios desde
la Coordinación descritos en la parte general de este protocolo, deben
considerarse la situación económica de peligro al patrimonio, a la salud y a la
dependencia económica que puede presentarse y siempre apoyar en el
reclamo de otros derechos por las vías que correspondan,

 La atención como medida precautoria, para evitar daños mayores o que


se siga cometiendo el delito, (…) que puede darse con fundamento en lo
que para el efecto señala el artículo 124, numeral 4, del Código Procesal
Penal, e inclusive acudir a la propia Ley Contra el Femicidio y Otras
Formas de Violencia Contra la Mujer, en el artículo 9, segundo párrafo
que, con la sola denuncia del hecho de violencia en el ámbito privado, el
órgano jurisdiccional que la conozca deberá dictar las medidas de
seguridad contenidas en el artículo 7 de la Ley para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia Intrafamiliar, aún cuando el agresor no sea
pariente de la víctima.
 Debe priorizarse la atención legal, ya que la finalidad en el presente
caso es garantizar el patrimonio, libre disposición de bienes, derechos e
independencia económica de la mujer.
 Estos casos deben de documentarse de la mejor forma posible y utilizar
de manera obligatoria informes socioeconómicos, elaborados por
trabajadoras sociales, de acuerdo al protocolo específico.
 Identificación de los mecanismos de protección contra más perjuicios,
amenazas y hostigamiento por parte del demandado, la idea es que la
víctima se siente a salvo y segura y su independencia económica pueda
ser reparada cuanto antes. Se debe considerar en conjunto con la
víctima un plan de autoprotección para evitar más episodios de violencia
o revictimización.
 Facilitación de apoyos integrales para la víctima y/o de aquellas
personas que dependen de ella.
Atención a Adultas Mayores Víctimas de Violencia Económica

Es importante determinar la capacidad de la adulta mayor que sufre una


situación de maltrato. No solo en la medida en que ésta pueda tener capacidad
de oponerse a la conducta maltratadora y de defender sus derechos e
intereses, sino también en la medida que disponga de capacidad suficiente
para tomar por sí misma las decisiones oportunas para el cuidado de su
persona y de sus bienes.

Al igual que en las demás manifestaciones de violencia que puede ser ejercida
sobre las mujeres adultas mayores (psicológica, física y sexual) aplican los
mismos factores de riesgo que fácilmente la pueden llevar a ser víctima de esta
modalidad de violencia, que casi siempre es ejercida por los propios hijos o
familiares cercanos a ella

Los casos más comunes que se denuncian para las mujeres adultas mayores
se encuentran:

 Existencia de conflictos jurídicos no resueltos, especialmente relacionados


con propiedades, bienes inmuebles, herencias, etc.
 Falsificación de firma para obtener mandatos que perjudiquen a la mujer
adulta mayor.
 Administración indebida de sus bienes, e inicio de juicios fraudulentos.
 Apropiación de bienes o dineros con motivo de recibir pensión por
jubilación o ser propietaria de bienes muebles e inmuebles.

Asimismo, ya se ha descrito la importancia de la intervención médica, el abordaje


en crisis, el tratamiento psicológico, la atención social y el abordaje jurídico.

Tener presente que la víctima de violencia económica, puede a la vez ser


víctima de violencia en su manifestación psicológica, física y/o emocional, y
puede, por lo tanto utilizar los mecanismos de defensa asociados con estas
modalidades de violencia.
FLAGRANCIA:

En caso de flagrante delito, vinculado a actos de violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar, la Policía Nacional del Perú procede a la inmediata
detención de la persona agresora, incluso allanando su domicilio o el lugar donde
estén ocurriendo los hechos; también procede el arresto ciudadano, de acuerdo a lo
establecido en el Código Procesal Penal.

En estos casos, la Policía redacta un acta en la que se hace constar la entrega de la


persona detenida y las demás circunstancias de la intervención, debiendo comunicar
inmediatamente los hechos a la fiscalía penal para continuar con las investigaciones
correspondientes.”

FLAGRANCIA EN CASO DE RIESGO SEVERO

Flagrancia en casos de riesgo severo.

En los casos de flagrancia en los que se advierta la existencia de riesgo severo, la


Fiscalía Penal solicita la intervención del Programa de Protección de Asistencia de
Víctimas y Testigos del Ministerio Público, que actúa de acuerdo a sus
competencias. También puede solicitar dicha intervención en los casos de riesgo
leve o moderado, cuando lo considere necesario.

En el primer supuesto del párrafo anterior, en la formalización de la denuncia o el


inicio de la investigación preparatoria, la Fiscalía penal solicita al juzgado penal que
emita las medidas de protección a favor de la víctima, para salvaguardar su vida e
integridad. El juzgado penal se pronuncia sobre las medidas de protección en la
audiencia única de incoación del proceso inmediato, y, en un plazo no mayor de
veinticuatro (24) horas, remite copias certificadas al juzgado de familia, a fin de que
las ratifique, amplíe o varíe, según corresponda.
(Artículo incorporado según el artículo 3 del Decreto Legislativo N° 1386

CASOS DE FLAGRANCIA O PELIGRO INMINENTE DE PERPETRACIÓN DE LOS


HECHOS

Intervención y Acciones Inmediatas

1. El personal policial debe constituirse de inmediato al lugar de los hechos,


tomando las precauciones para el resguardo y protección a víctima/s directa/s o
indirecta/s, de la escena, indicios y evidencias, lo que dejará constancia en
acta.

2. En caso de delito flagrante, el personal policial interviniente procede a la


inmediata detención de la persona agresora, incluso, allanando su domicilio o
el lugar donde estén ocurriendo los hechos, también procede el arresto
ciudadano, de acuerdo a lo establecido en el Código Procesal Penal. Cuando el
personal policial observe lesiones visibles en la víctima, y esta sindique a la
persona agresora, se “Decenio de la igualdad de oportunidades para mujeres y
hombres” “Año de la universalización de la salud” 22 procede inmediatamente a
la detención respectiva, previa suscripción del acta, en la cual describe la lesión
y, de ser posible, adjunta alguna evidencia de ésta. Cuando las lesiones no
sean visibles, el personal policial debe comunicarse inmediatamente con el
Centro Emergencia Mujer con la finalidad de solicitar la evaluación de la
víctima, que establezca el nivel de la afectación psicológica (cognitiva,
emocional o conductual) relacionada con el hecho de violencia. De acuerdo al
resultado, se procede con la detención de la persona agresora.

3. El personal policial debe comunicar a la Fiscalía Penal para que proceda


conforme el artículo 446° del Código Procesal Penal, incoando proceso
inmediato; sin perjuicio de comunicar los hechos al Juzgado de Familia para
que adopte las medidas correspondientes. Si la ficha de valoración del riesgo
arroja riesgo severo, se debe comunicar de ello a la Fiscalía Penal, a fin de que
proceda conforme el artículo 17-A de la Ley N°30364.

4. En el caso de adolescentes en conflicto con la ley penal, se aplica el Código de


responsabilidad Penal de Adolescentes y su reglamento, en concordancia con
lo dispuesto en el Código de Niños y Adolescentes.

5. El responsable de la investigación policial debe comunicar de inmediato, por


cualquier medio (escrito, correo electrónico, u otro), de la detención a la
Fiscalía Penal y Juzgado de Familia o su equivalente, para las acciones de su
competencia. Asimismo, realiza las siguientes diligencias:

a. Obtener el diagnóstico del nosocomio donde fue atendida la víctima.

b. Determinar el medio empleado para causar las lesiones.

c. Remitir al laboratorio de criminalística la ropa, instrumento empleado, así


como otros indicios y/o evidencias hallados durante las inspecciones
policiales, para el estudio pertinente y la obtención del dictamen pericial.

d. En caso sea posible, ubicar el instrumento del delito y fotografiarlo en el


lugar en que se encuentre. Antes de recogerlo, levantar el croquis y emitir
el acta respectiva. “Decenio de la igualdad de oportunidades para mujeres
y hombres” “Año de la universalización de la salud” 23 6.2.1.5.5.
Comunicar a la Unidad especializada los casos establecidos en las
disposiciones legales e institucionales.

DERECHOS DEL IMPUTADO.

1. El imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través de su Abogado Defensor,


los derechos que la Constitución y las Leyes le conceden, desde el inicio de las
primeras diligencias de investigación hasta la culminación del proceso.
2. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al imputado de
manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a:
a. Conocer los cargos formulados en su contra y, en caso de detención, a que
se le exprese la causa o motivo de dicha medida, entregándole la orden de
detención girada en su contra, cuando corresponda;
b. Designar a la persona o institución a la que debe comunicarse su detención
y que dicha comunicación se haga en forma inmediata;
c. Ser asistido desde los actos iniciales de investigación por un Abogado
Defensor;
d. Abstenerse de declarar; y, si acepta hacerlo, a que su Abogado Defensor
esté presente en su declaración y en todas las diligencias en que se
requiere su presencia;
e. Que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o
contrarios a su dignidad, ni a ser sometido a técnicas o métodos que
induzcan o alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no autorizada
ni permitida por Ley; y
f. Ser examinado por un médico legista o en su defecto por otro profesional
de la salud, cuando su estado de salud así lo requiera.

3. El cumplimiento de lo prescrito en los numerales anteriores debe constar en acta,


ser firmado por el imputado y la autoridad correspondiente. Si el imputado se
rehusa a firmar el acta se hará constar la abstención, y se consignará el motivo si
lo expresare. Cuando la negativa se produce en las primeras diligencias de
investigación, previa intervención del Fiscal se dejará constancia de tal hecho en
el acta.

4. Cuando el imputado considere que durante las Diligencias Preliminares o en la


Investigación Preparatoria no se ha dado cumplimiento a estas disposiciones, o
que sus derechos no son respetados, o que es objeto de medidas limitativas de
derechos indebidas o de requerimientos ilegales, puede acudir en vía de tutela al
Juez de la Investigación Preparatoria para que subsane la omisión o dicte las
medidas de corrección o de protección que correspondan. La solicitud del
imputado se resolverá inmediatamente, previa constatación de los hechos y
realización de una audiencia con intervención de las partes.

DERECHOS DEL AGRAVIADO.

1. El agraviado tendrá los siguientes derechos:

a. A ser informado de los resultados de la actuación en que haya intervenido,


así como del resultado del procedimiento, aun cuando no haya intervenido
en él, siempre que lo solicite;
b. A ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o
suspensión de la acción penal, siempre que lo solicite;
c. A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades
competentes, y a la protección de su integridad, incluyendo la de su familia.
En los procesos por delitos contra la libertad sexual se preservará su
identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación o el
proceso.
d. A impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.
2. El agraviado será informado sobre sus derechos cuando interponga la denuncia,
al declarar preventivamente o en su primera intervención en la causa.
3. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las
actuaciones en las que intervenga, sea acompañado por persona de su
confianza.
FICHA DE VALORACIÓN DEL RIESGO:
EL RIESGO: VALORACIÓN, EVALUACIÓN Y GESTIÓN

QUÉ ES EL RIESGO:

El término riesgo surge en el lenguaje epidemiológico británico a inicios del siglo XX.
Históricamente la palabra riesgo puede ser identificado en un estudio sobre
mortalidad materna conducido por William Howard Jr., profesor de Biometría de la
Escuela de
Higiene y Salud Pública de la Johns Hopkins University, publicado en 1921…en ese
artículo, el concepto ya se presenta con un asombroso grado de formalización
heurística y matemática, expresado en términos de proporciones entre el número de
afectados y el número de expuestos.

“Los factores de riesgo son características asociadas con un incremento de la


probabilidad de que suceda un determinado hecho, ya sea un acto de violencia
física, sexual o de otra naturaleza. Pese a que la presencia de uno o más factores
de riesgo no indica necesariamente que se dé una determinada relación causal, sí
que se cumple que la probabilidad de un suceso asociado a los factores de riesgo
aumenta”

La predicción de un comportamiento violento es una forma directa y eficaz de hacer


prevención “ya que con su uso se pueden evitar nuevas agresiones e incluso la
muerte de la mujer (Dutton y Kropp, 2000; Hilton y Harris, 2005). Los procedimientos
de valoración del riesgo de Violencia contra la pareja (VCP) futura permiten
individualizar las predicciones de la probabilidad de reincidencia de la violencia
contra la pareja, estimar de forma constante las variaciones del riesgo de violencia
contra la mujer y la adecuación de la aplicación de medidas de protección
proporcionadas al nivel de riesgo identificado”.

La predictibilidad de cualquier fenómeno, pero en este caso de violencia contra la


mujer en la relación de pareja, no suele ser determinista, como podría sugerir el
término, sino probabilística. “No obstante, no cualquier proporción o probabilidad
puede indicar una estimación del riesgo. Es necesario observar la presencia de tres
elementos, que siempre conforman la definición epidemiológica del riesgo:

1. Ocurrencia de casos de óbito-enfermedad salud (Numerador); 2.


Base de referencia poblacional (denominador);
3. Base de referencia temporal (período).

En todos los casos, la dimensión temporal siempre debe ser indicada, no importa el
tipo o nivel de la medida epidemiológica”.

Además de las tres dimensiones del riesgo, anteriormente mencionadas para el caso
de la Violencia contra la mujer en pareja, es necesario delimitar el suceso que se
quiere predecir, como lo expresa la literatura: el tipo y características de la violencia.
Ya que no se puede predecir la violencia en general, es necesario delimitar más y
más el criterio a predecir, como ejemplo podemos decir que “factores de riesgo
como la edad, el consumo de drogas y la psicopatía eran predictores específicos de
malos tratos, pero no de asesinato. Esta especificidad de los factores de riesgo, en
relación con el tipo de resultado a predecir, es de gran utilidad en la tarea práctica de
la predicción de la VCP”.
Valoración del riesgo

En casos de denuncias por violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar, la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público o el Poder Judicial aplican
la ficha de valoración del riesgo, que corresponda a cada caso. También deben
aplicarla cuando toman conocimiento de hechos de violencia durante el desempeño
de otras funciones.

La Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público deben remitir la fi cha de


valoración de riesgo al juzgado de familia, conforme al proceso regulado en la
presente ley, el cual la evalúa para su pronunciamiento sobre las medidas de
protección y cautelares y debe ser actualizada cuando las circunstancias lo
ameriten, lo que incluye la posibilidad de variar la evaluación del riesgo.

(Párrafo modificado según el artículo 1 de la Ley N° 30862) (Texto según el artículo 28


de la Ley N° 30364, modificado según el artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1386)

RUTA METODOLÓGICA PARA LA APLICACIÓN DEL PROTOCOLO DE


VIOLENCIA MORTAL CONTRA LAS MUJERES POR PARTE DE SU PAREJA O
EXPAREJA

De acuerdo a la estructura para la metodología de la valoración del riesgo y la


aplicación del protocolo se genera una ruta la cual contiene paso a paso el proceso y
así brindar una atención adecuada, oportuna y pertinente.

Se hace necesario aclarar que la información obtenida se encuentra bajo


confidencialidad, pero que los datos suministrados tienen un límite en este aspecto,
ya que podrán ser observados por otros en el proceso judicial que se adelanta o en
las medidas de protección que se puedan derivar de la valoración.

Objetivo General:

Valorar el riesgo de muerte en mujeres que acuden a reconocimiento médico legal


por violencia de pareja o ex pareja al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, a fin de entregar a las autoridades competentes un documento con
recomendaciones que orienten las medidas de protección y atención descritas en la
ley 1257 de 2008.

Aspectos a tener en cuenta:

- Verificar la identidad de la usuaria, corroborando los datos registrados en el


documento de identidad con los datos de SICLICO (sistema de archivo virtual
del INMLCF). En caso de estar indocumentada se hará la anotación
correspondiente en el informe de valoración.
- En todos los casos hay que tomar la huella del dedo índice derecho de la
evaluada, o en su defecto, la del pulgar derecho en el sitio correspondiente
del formato. De no ser posible tomar reseña mono dactilar de la mano
derecha, se toma de la izquierda, haciendo la anotación correspondiente. Se
debe dejar constancia en el respectivo informe psico-social sobre la toma de
la huella.
- Consentimiento informado: Resolver cualquier inquietud que pueda surgirle el
diligenciamiento del consentimiento informado.
- Explicar a la persona a examinar en qué consiste la entrevista, sus objetivos,
así como todo el procedimiento de la valoración del riesgo
- Cuando sea el caso, registrar el nombre completo y relación con la evaluada,
o cargo e institución, de cada una de las personas diferentes al personal psico
social o de salud presentes en el consultorio durante la entrevista (por
ejemplo el acompañante del lesionado, o un intérprete), y consignarlo en el
formato de consentimiento informado.
- Cuando la persona exprese su negativa a ser entrevistada, habrá que
respetar su decisión, excepto en aquellos casos en los cuales a juicio del
perito el interesado no es competente para decidir (por ejemplo, una persona
con un grave compromiso cognitivo en quien debe realizarse una evaluación
para determinar el riesgo), esta no se llavará a cabo sin previa autorización
por parte del curador, tutor, padres, o allegados, mediante el consentimiento
informado sustituto, por lo cual se debera explicar a sus responsables la
naturaleza de la entrevista, sus objetivos, así como todo el procedimiento de
la valoración del riesgo. En estos casos, también se hará una anotación al
respecto en el informe psicosocial.

Fase 1: Aplicación de la Entrevista Semiestructurada.

La técnica que se propone para la realización de la de valoración del riesgo, es la


entrevista semiestructurada, cuyos pasos han sido retomados, con algunos ajustes,
de la evaluación básica en Psiquiatría y Psicología Forenses del INMLCF. La técnica
de entrevista más recomendada en el ámbito forense es el tipo semiestructurada,
debido a que una entrevista excesivamente dirigida puede llevar a una falta de
espontaneidad y dificultad para obtener datos de la evaluada útiles para llegar a un
diagnóstico. Por el contrario, una entrevista demasiado libre, puede conducir a que
el examinador pierda el control de la misma y se convierta en un espectador de lo
que la entrevistada ofrece.

Cuando se trata de una persona con sintomatología que altera su prueba de realidad
y se niegue a la práctica de la entrevista, se podrá realizar la valoración cuando sus
necesidades de salud y bienestar lo ameriten. Si durante la entrevista y evaluación,
la mujer evaluada muestra no estar en capacidad para responder, se sugiere
interrumpir o suspender el proceso de evaluación, haciendo la anotación
correspondiente en el informe. Si la dificultad para resolver las preguntas reside en
una situación de crisis igualmente se suspenderá la entrevista y se realizará
contención en crisis por parte de los profesionales del equipo psicosocial.

El curso de la entrevista dependerá de cada caso en particular, sin embargo, se


recomienda seguir un orden en el que, de acuerdo con las condiciones alcanzadas
de empatía, se puede facilitar la consecución de la información según el momento.
Es importante que tanto la evaluada como el evaluador/a se encuentren en un
ambiente que genere privacidad de forma que se favorezca la comunicación. Se
recomienda una ubicación de la evaluada y del evaluador/a en posición tal que
favorezca el contacto visual.

La entrevista exige un encuadre en el que se debe plantear a la evaluada, las


circunstancias bajo las cuales se ha de regir y la finalidad de la información
suministrada por ésta. El evaluador/a debe comunicar a la evaluada la utilidad de
expresar lo que siente y piensa, sin darle falsas expectativas sobre el curso que
podrá seguir la investigación y/o el proceso instituto nacional de medicina legal y
ciencias forenses administrativo. El resultado de la valoración del riesgo no tendrá
lugar en el proceso legal que está iniciando la usuaria con el responsable del
maltrato, éste informe de valoración del riesgo solo se utilizará para el caso de las
acciones de protección y atención contempladas en la ley colombiana (1257 de
2008) y solo se brindan a manera de recomendaciones.

Elementos a tener en cuenta en la entrevista

1. Información Sobre el Hecho Denunciado

Conocer características de los hechos que motivaron la presente denuncia, a través


de:

1.1. Relato libre


1.2. Ampliación de los aspectos relevantes sobre el hecho específico

2. Historia Familiar

Explorar aspectos relevantes de la historia familiar primaria y secundaria de la


usuaria, haciendo énfasis en estructura, relaciones, roles y comunicación, con el
fin de reconocer factores de vulnerabilidad, así como factores protectores y
caracterizar la dinámica violenta existente.

2.1. Descripción general de la familia de origen de la usuaria


2.2. Descripción general de la familia conformada por la usuaria
2.3. Datos relacionados con la dinámica familiar del núcleo familiar conformado por
la usuaria
2.4. Dinámica de la relación de violencia
2.5. Redes de apoyo

3. Historia Personal

3.1. Ciclo Vital Personal: Conocer el nivel de adaptación de la usuaria en todas las
áreas de funcionamiento.
3.2. Factores Asociados a Violencia Sociopolítica: Explorar si la usuaria, su familia
de origen o su núcleo familiar actual han sido víctimas de desplazamiento forzado,
desaparición forzada (algún miembro de la familia), amenazas, asesinatos
selectivos (algún miembro de la familia), detención arbitraria, violencia sexual en
el marco del conflicto armado, otros. Su posible relación con las actuales
circunstancias de violencia de pareja.

4. Antecedentes Personales

Identificar antecedentes que determinen o sean consecuencia de violencia


intrafamiliar o se constituyan en factores de vulnerabilidad.

4.1. Antecedentes médicos de la usuaria


4.2. Antecedentes judiciales de la usuaria: Demandas instauradas, procesos
existentes (instauradas por o en contra de la usuaria).
4.3. Antecedentes médicos y/o judiciales del agresor conocidos por la usuaria: -
Patológicos o enfermedad general, Psiquiátricos, Judiciales, Uso de armas: Si las
utiliza, razón por la cual lo hace. Tóxicos, Otros (venéreos, quirúrgicos,
traumáticos o familiares de relevancia).

5. Estrategias de Afrontamiento

Los recursos de los que se vale la usuaria para enfrentar los eventos adversos;
estos dependen del nivel intelectual, el grado de autoestima, estilo cognitivo
personal (optimismo), tipo de experiencia vivida y apoyo familiar y social. Se
pueden presentar de dos formas: Estrategias negativas y Estrategias positivas

Fase 2: Aplicación de la escala de valoración del riesgo y escala de apoyo.

Momento de aplicación de la escala de valoración del riesgo DA y preguntas anexas

Exámenes complementarios:

Explique a la usuaria que realizará algunas preguntas que hacen parte de una guía
para conocer la situación de riesgo de violencia mortal en la que se encuentra. Una
vez finalizada la aplicación de la escala DA, se procede a aplicar la escala anexa, la
cual analiza factores de riesgo correspondientes al contexto socio político
colombiano, en caso de que la usuaria sea o haya sido víctima del conflicto armado
y su condición incida en el riesgo de violencia grave o mortal futura. Esta escala
anexa no ha sido validada teóricamente, pero ha sido construida por un grupo de
expertas/os que conocen la relación de la violencia contra la mujer y el conflicto
socio-político en Colombia. Busca detectar cuáles dimensiones del conflicto
sociopolítico se cruzan con las violencias basadas en género que afectan a la mujer
y que pueden en un momento dado constituirse en un peligro inminente para su
vida.

Para la incorporación de los resultados de esta escala, la cual en el momento no


posee puntos de corte para la medición o asignación numérica del nivel de riesgo,
propone que el equipo psicosocial asuma que cada respuesta positiva, aumente la
probabilidad de riesgo de muerte en la mujer
FACTORES DE VULNERABILIDAD Y DE PROTECCIÓN.

Vulnerabilidad como fenómeno

Vulnerabilidad se refiere a la condición de una mayor indefensión en la que se puede


encontrar una persona, grupo o una comunidad. Las personas pueden ser
vulnerables porque no cuentan con los recursos necesarios para satisfacer las
necesidades básicas del ser humano, como la alimentación, el ingreso, la vivienda,
los servicios de salud y el agua potable, entre otros.

Esta situación está en función de la capacidad de respuesta individual o colectiva


frente a una situación determinada.

1. Vulnerabilidad

Se es vulnerable al daño ocasionado por situaciones como la crisis económica, el


desempleo, la falta de igualdad de oportunidades, las conductas discriminatorias de
los distintos sectores de la sociedad e incluso de los fenómenos naturales.

La vulnerabilidad fracciona y por lo tanto anula el conjunto de derechos y libertades


fundamentales, de tal suerte que las personas, grupos o comunidades vulnerables
tienen estos derechos únicamente a nivel formal, ya que en los hechos no se dan las
condiciones necesarias para su ejercicio.

La vulnerabilidad viola los derechos de los miembros más débiles de la sociedad y


los margina, razón por la cual el Estado tiene la responsabilidad de reconocer,
proteger y hacer efectivos los derechos de quienes se encuentran en condición de
vulnerabilidad.

La doctrina ha logrado explicar la vulnerabilidad, pero también los gobiernos, ante


las necesidades políticas, económicas, sociales y de todo tipo, se han visto en la
necesidad de identificar el problema de la vulnerabilidad para dar respuesta a las
necesidades de quienes se encuentran afectados por ésta; así, el gobierno de
Colombia, en 1987, establece una definición que comprende la atención de
emergencias, y que en palabras de Jesús Manuel Macías dice a la letra: "La
vulnerabilidad es sinónimo de inseguridad, debilidad, exposición desventajosa,
frente a un peligro, lo que dependiendo de la gradación de los pesos de la balanza,
por un lado la vulnerabilidad y por otro el peligro, determinan un riesgo".

El término vulnerabilidad se ha usado para designar a las condiciones sociales en


referencia a un determinado estado de susceptibilidad de recibir algún daño o
violación a derechos por parte de una comunidad o grupo social, aún del Estado o
de personas en lo particular, frente a una situación, agresión, desconocimiento,
ignorancia o violación determinada de los mismos. También, en otro sentido, puede
hacer referencia al grado de pérdida de elementos que corren riesgo o a una
condición de desventajas estables y sólo calificables con relación al acto que está
afectando. Esto podrá verificarse durante el desarrollo de este trabajo.
En este sentido, vulnerabilidad suele definirse de la siguiente forma en términos
generales:

Vulnerabilidad. Calidad de vulnerable.

Vulnerable. Que puede ser herido, o recibir lesión física o moralmente.

Vulnerar. Transgredir, quebrantar, violar una ley o precepto. Dañar o perjudicar.


Como podemos ver, vulnerabilidad nos refiere a la noción de inseguridad, ya sea
que se manifieste como una debilidad, o una exposición en condiciones de
desventaja, una posibilidad de daño a la integridad física, psicológica o moral de la
persona, e inclusive la exposición a un Estado de derecho violatorio de derechos y
garantías fundamentales. Y todo esto representa una ecuación que tiene como
resultado el riesgo.

Luego entonces podemos afirmar que la vulnerabilidad representa la debilidad frente


a una situación general, desprotección, un riesgo percibido, peligro, o como una
susceptibilidad o carencia de seguridad y libertad personal.

El problema que representa la vulnerabilidad es que entre sus orígenes y


manifestaciones lleva implícita la práctica de conductas y actitudes discriminatorias
que llevan necesariamente al ejercicio desigual de los derechos de aquellos que se
encuentran afligidos por dicha condición: "El concepto vulnerabilidad no se limita a la
no satisfacción de las necesidades materiales. Incluye asimismo las conductas
discriminatorias que atentan contra la dignidad de las personas o de los grupos
sociales".

Desde este punto de vista, resulta necesario considerar que la vulnerabilidad no sólo
se refiere a aquellos aspectos de índole económico, sino que es necesario verlo
desde un enfoque sistémico, esto es, aquello que involucra como condición de la
vulnerabilidad aspectos que podemos enmarcar dentro de las áreas de lo social y lo
político en lo general, y todo esto se encuentra determinado tanto por los valores de
la sociedad que determina los estados de vulnerabilidad, como por la propia
estructura y funcionamiento del Estado y sus instituciones.

En el mismo orden de ideas, la vulnerabilidad reflejada en los miembros de las


sociedades se ha venido incrementando y agravando, puesto que ya no sólo abarca
presupuestos económicos sino también podemos referirnos al mismo aumento de la
violencia en sus diversas manifestaciones: "La vulnerabilidad se inscribe más allá de
la pobreza y abarca riesgos que se han recrudecido en estos últimos años con la
proliferación de la violencia, en todas sus formas, la crisis económica mundial y la
degradación del medio ambiente".

El estado de vulnerabilidad en que se encuentran determinadas personas, grupos o


comunidades atentan contra la dignidad humana, y por lo tanto su existencia y
persistencia implica una constante violación a derechos humanos.

En términos de lo hasta aquí expresado, sería imposible concebir que se


presentaran en todas las sociedades las mismas clases de vulnerabilidad con las
mismos índices de incidencia y gravedad, puesto que la situación económica,
política y sociocultural de cada una de ellas es distinta, por esto cada sociedad
tendrá sus propias formas de vulnerabilidad aunque éstas guarden una naturaleza
similar.

La gravedad de la existencia de personas, grupos y comunidades que sufren de


alguna condición de vulnerabilidad, es que esta condición supone a mediano y largo
plazo conflictos, violencia y otros problemas sociales que acabarán por afectar la
estabilidad del estado en el que se presentan.
Resulta importante no restringir o ampliar demasiado nuestro criterio en cuanto a las
formas en que tendemos a identificar la vulnerabilidad, esto es, no debemos referirla
exclusivamente a la atención de los grupos más necesitados, puesto que puede
haber otros que sufran de alguna causa de vulnerabilidad y que no se encuentren
dentro de las prioridades de atención. El hacerlo de esta forma puede afectar la
visión de la prevención y la atención de los afectados.

Lo anterior puede ocurrir de cuatro formas, la primera consiste en que al asociar


vulnerabilidad con debilidad se pierde de vista la posibilidad de considerar la
participación y fuerza del grupo o de las personas para poder desarrollar y aplicar las
medidas tendentes a erradicar y prevenir alguna forma de vulnerabilidad que las
afecta, puesto que estos mismos grupos pueden aportar a la solución del problema
mediante estructuras, instancias, planes que ya tengan organizados o que puedan
organizar.

La segunda se presenta cuando consideramos a ciertos grupos siempre o


invariablemente como vulnerables, cuando no lo son en todas las situaciones ni
permanentemente respecto de las mismas: "La vulnerabilidad real de las personas
depende, pues, de las circunstancias específicas de cada contexto: un grupo es
vulnerable en un ámbito y no serlo en otro. Los programas [y las medidas de
prevención] siempre deberán tener en cuenta las causas, por cuanto que están
destinados a las personas que las padecen".

La tercera será aquella en que se preste asistencia a los denominados falsos


beneficiarios, puesto que frente a una situación de riesgo existirá la posibilidad de
identificar al grupo vulnerable como tal, pero frente a las acciones dirigidas
enteramente bajo el criterio en que se identificó al grupo, se puede estar dejando de
lado la visión amplia del grupo para trabajar sobre todas las vulnerabilidades que lo
afectan, puesto que existirán en ocasiones causas de vulnerabilidad que sean
ajenas al propio grupo vulnerable.

Y la cuarta, el criterio para designar o reconocer a los grupos vulnerables, ya que se


puede caer en el error de que al designar a un grupo o persona como vulnerable en
una ocasión, siempre se le considere como tal. Como dinámico es el Estado, la
sociedad y sus respuestas a los diferentes fenómenos, problemas o conflictos, que
en ellos se desarrollan, así igualmente son las causas y la vulnerabilidad en estricto
sentido, por lo que la misma es susceptible de reducirse o incluso de erradicarse,
por lo tanto, los grupos y el grado o gravedad de la vulnerabilidad que sufren podrán
variar o desaparecer. Hay que recordar que la vulnerabilidad implica acciones
prioritarias, por lo tanto, se requerirá de hacer evaluaciones para determinar quiénes
requieren de las acciones y atención prioritarias, sin dejar de lado los programas
para la prevención y seguimiento de los casos que en un momento se identificaron
como vulnerables, y que ya han recibido atención, así como modificado su situación
y condiciones:

En cuanto a saber si es mejor seguir ayudando a una comunidad [grupo o persona] a


largo plazo o dirigir la atención de la asistencia a otros grupos, a medida que unas
comunidades dejan de ser vulnerables y otras pasan a serlo, depende de una serie
de factores. En todo caso, un buen sistema de toma de decisiones de los programas
ha de incluir la comprensión de la dinámica de la vulnerabilidad, así como de la
identificación de las personas vulnerables.
2. Clases de vulnerabilidad: una clasificación para el análisis

Resulta importante observar las formas en que el análisis de un concepto sobre


ciertos tipos de personas y derechos puede operar en la toma de decisiones sobre
ciertos actos del Estado que garanticen protección legal a los mismos.

Cuando ciertos intereses no se encuentran protegidos genéricamente para toda la


población, sino que se consideran específicamente para ciertos individuos, no existe
la intención de excluir de la protección que gozan otros. En realidad, lo que sucede
es que en la mayoría de los casos los intereses o experiencias de un individuo o
grupo con determinadas características son tomadas como la base para establecer
qué vulnerabilidades tienen todos los seres humanos. Por ejemplo, los
discapacitados, los niños, los ancianos, los pueblos indígenas, etcétera, grupos que
son considerados vulnerables no sólo en México sino en todo el mundo.

En este orden de ideas, sería imposible que un Estado protegiera o regulara


legalmente toda clase de vulnerabilidades que puedan tener las personas o que se
puedan imaginar, recordando que vulnerabilidad hace referencia a una condición de
riesgo. Primero, porque esto implica la aplicación de recursos, con los que no
siempre se cuenta o con limitaciones presupuestales, por lo que sólo puede aplicarlo
a casos prioritarios o graves de vulnerabilidad. En segundo lugar, resulta
fundamental considerar que la regulación y protección de la vulnerabilidad implica la
imposición de ciertas restricciones en el ámbito de los demás, situación por la que el
Estado debe asegurarse de que los intereses o vulnerabilidades que se están
protegiendo tienen tal peso que justifican la limitación de derechos y libertades en la
esfera de los demás ciudadanos.

En este orden de ideas, podemos establecer una clasificación de las vulnerabilidades,


que consiste en identificarlas como:

a) Vulnerabilidad por idiosincrasia.

b) Vulnerabilidad natural.

c) Vulnerabilidad por recursos.

d) Vulnerabilidad social.

e) Vulnerabilidad cultural.
En el caso de la vulnerabilidad por idiosincrasia, podemos decir que existe
vulnerabilidad en torno a este factor cuando los riesgos de sufrir un peligro o daño,
en nuestro caso, en el goce y ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales,
se encuentra en la posesión o manifestación de valores, costumbres, talentos o
prácticas personales o de grupo que los distinguen.

En el caso de aquellas denominadas como naturales, podemos señalar que se trata


de aquellas que resultan de causas relativamente naturales como las enfermedades
o padecimientos mentales, o bien aquellas que derivan de ser un niño o un anciano,
y que estamos necesariamente determinados a sufrirlas en algún momento de
nuestras vidas, o también en el mismo caso se encuentran las personas con
capacidades especiales. Es decir, por estas condiciones se está en mayor riesgo de
sufrir algún daño o lesión en los derechos y libertades fundamentales frente a ciertos
eventos, fenómenos y circunstancias sociales o de cualquier otra índole, que el resto
de la población a la que denominaremos estándar.

Por cuanto a los recursos y la vulnerabilidad, ésta se presentará en aquellos casos


en que las personas no cuenten con la posesión o acceso a los derechos o recursos
de carácter social, tanto los que se refieren a proveer una existencia con calidad de
vida en el sentido material, como aquellos referidos a los derechos a la información y
el acceso a las oportunidades. Así las cosas, por ejemplo, en el fraude en los
recursos que se tienen que erogar a favor de los beneficiarios de una institución
social, se pone en una situación de mayor riesgo a los pensionados o jubilados, por
sus características, que a una persona estándar. Las personas que son pobres, sin
educación o emigrantes, por ejemplo, tienen menos acceso y recursos para lograr
obtener el resarcimiento por los daños y los perjuicios o el acceso a la información
de cómo proceder, etcétera.

Se puede afirmar que la vulnerabilidad social se refiere a aquellas vulnerabilidades


que son construidas a partir de los estereotipos, roles y prácticas socioculturales
establecidas en una determinada comunidad. Las personas o grupos que padecen
de este tipo de vulnerabilidad suelen ser afectadas por prejuicios y prácticas
discriminatorias en razón de ciertas calidades del ser humano como la raza, el sexo,
la condición o el origen social, así como también la orientación sexual, lo cual no
aplicaría respecto de las personas que cumplen con un perfil dominante o general.
Las personas que sufren de este tipo de vulnerabilidad no necesariamente
pertenecen a una minoría social, tal es el caso de los homosexuales o las mujeres.

En cuanto hace a la vulnerabilidad como efecto de la cultura, podemos señalar que


tiene como base la formación moral, ya sea que se trate de convicciones morales
propiamente dichas, de convicciones religiosas o bien de valores culturales que son
específicos de un grupo minoritario en una sociedad. Se diferencia de la
vulnerabilidad de idiosincrasia en que mientras ésta es meramente personal, la
cultural tiene como característica que se vive y se aplica en la convivencia como una
consecuencia de modo específico de vida que no es el de la mayoría, por ejemplo
los grupos indígenas, o los religiosos como los "Testigos de Jehová ".

Respecto a esta clasificación, cabe mencionar que sólo tiene el fin de distinguir entre
las posibilidades que para el análisis pueden existir; sin embargo, en la realidad
normalmente tienden a coexistir en particular con la vulnerabilidad social, caso en el
cual quienes la sufren suelen ser objeto de prácticas discriminatorias.

Factores de vulnerabilidad

Entre las causas que inciden en la existencia de vulnerabilidad, podemos mencionar


en primer término:

a) Falta de igualdad de oportunidades.

b) Incapacidad para satisfacer las necesidades.


c) Desnutrición y enfermedad.

d) Incapacidad para acceder a los servicios públicos.

e) Marginación.

La vulnerabilidad tiene su origen a partir de la reunión de factores internos y


externos que al combinarse disminuyen o anulan la capacidad que tiene una
persona, grupo o comunidad para enfrentar una situación determinada que les
ocasione un daño, y más aún, para recuperarse de él.

En primer término, estableceremos que constituye lo que se ha denominado un


grupo vulnerable: "La vulnerabilidad se origina a partir de la reunión de factores
internos y externos que al combinarse disminuyen o anulan la capacidad que tiene
una persona, grupo o comunidad, para enfrentar una situación determinada que les
ocasione un daño y, más aún, para recuperarse de él".

Los factores internos forman parte de las características propias del individuo, grupo
o comunidad, como por ejemplo, la edad, el género, el estado de salud, el origen
étnico, la discapacidad, la orientación sexual y la constitución física, entre otros.

Los factores externos están ligados al contexto social, ya que el hombre, como ser
social, está en constante interacción con las personas, grupos e instituciones para
satisfacer sus necesidades. El contexto social presenta una serie de características
que determinan los factores externos de la vulnerabilidad. Como, por ejemplo: las
conductas discriminatorias, el nivel de ingresos, la falta de empleo, la desigualdad en
la repartición de la riqueza, la falta de políticas sociales, los mismos fenómenos
climatológicos.

Otros de los factores fundamentales de la presencia de la vulnerabilidad, así como


en la permanencia y formación de grupos de esta naturaleza son la educación, así
como el desconocimiento de sus derechos, lo que obviamente se superaría con un
mínimo de contacto en la educación formal o la informal, y por lo tanto tampoco
conocen las instancias y los mecanismos para hacerlos valer.

Finalmente, uno de los factores más graves en la actualidad lo es la violencia en todas


sus formas y ámbitos de aplicación.
Cuando hablamos de vulnerabilidad también hablamos de la multicausalidad que
aviva la persistencia y gravedad de la vulnerabilidad de que son objeto determinadas
personas, grupos o comunidades.

Las causas de vulnerabilidad pueden resultar más importantes para la prevención,


que el determinar quiénes son vulnerables, de esta forma es posible alcanzar a
beneficiar a todos aquellos que resulten afectados por la misma y no a un grupo en
particular.

Así las cosas, es posible afirmar que la vulnerabilidad de que estamos hablando, su
prevención y erradicación, no es aquella que fundamentalmente provenga de causas
externas en las que la voluntad del hombre intervenga para su existencia y
manifestación, esto es, que están fuera de su control, sino de aquella que, como se
observa en los párrafos anteriores, es producto de las relaciones que se dan entre
los hombres en los diferentes medios en que se desarrollan y toman decisiones, es
decir, el social, político, económico, cultural, etcétera, con los riesgos y afectaciones
que esto acarrea para la población destinataria, lo que hace posible que en los
mismos términos podamos acabar con aquellos, y por lo tanto con la vulnerabilidad.

Características de la vulnerabilidad

Podemos decir que la vulnerabilidad se manifiesta de tres formas:

Multidimensional: porque se manifiesta tanto en distintas personas como en grupos


determinados o identificados por características comunes, así como en
comunidades, objetos en los que la vulnerabilidad se manifiesta de diferentes formas
y a su vez en diversas modalidades.

Integral: porque la existencia de la misma, por cualquiera de las causas que le dan
origen, implica la afectación no de uno sino de varios de los aspectos de la vida de
las personas que la sufren.

Progresiva: debido a que como una situación lleva a la otra, como en un efecto
dominó, ésta se acumula y aumenta en intensidad, lo que provoca consecuencias
cada vez más graves en la vida de quienes sufren de alguna causa de vulnerabilidad
y sus consecuencias, lo que propicia el surgimiento de nuevos problemas y a un
aumento de la gravedad de la vulnerabilidad, por lo que esta condición se vuelve
cíclica.

La vulnerabilidad provoca que, a nivel jurídico, quienes la sufren sólo vean


reconocidos sus derechos y libertades fundamentales a un nivel formal, ya que en la
realidad o en el mundo material es en donde se les limitan, nulifican o desconocen,
debido a prácticas culturales, sociales, políticas o económicas, movidas por
intereses diversos en los que el poder y el abuso del mismo tienen una influencia
importante; es decir, no existen las condiciones para su goce y ejercicio.

Quiénes son vulnerables

Independientemente de lo hasta aquí expresado, la doctrina ha dado en establecer


un patrón para calificar a las personas respecto a la vulnerabilidad o sus
vulnerabilidades en términos generales, proceso mediante el que podemos conocer
cuáles son los grupos predominantemente denominados vulnerables, claro que
dicha clasificación será variable o transitoria, pues como hemos visto, las causas de
vulnerabilidad y los grupos a los que afecta y cómo los afecta se encuentran en
constante transformación. Encontramos pues, la siguiente relación:

a) La mujer pobre, jefe de hogar, con niños a su cargo, y responsable del


sostenimiento familiar.
b) Menores y adolescentes en situación de riesgo social (niños en riesgo de salir del
hogar, menores infractores y menores víctimas de violencia física, psicológica o
sexual en el seno familiar, menores con padecimientos adictivos).

c) Los menores que viven en la calle o los menores que, no obstante tener un hogar, a
causa de la desintegración familiar o problemas de otra índole pasan todo el día en
la calle.

d) Los menores trabajadores (pepena, estiba, mendicidad, venta ambulante,


limpiaparabrisas y actuación en la vía pública).

e) Las personas de la tercera edad.

f) Las personas discapacitadas.

g) La población indígena que se encuentra afectada en forma alarmante por la


pobreza.

h) Las mujeres pobres, embarazadas y en estado de lactancia.

i) Los jóvenes y las mujeres pobres afectados por el desempleo.

j) Los excluidos de la seguridad social.

k) Las mujeres que sufren de discriminación política y social.

l) Los pueblos indígenas.

De esta forma, podemos observar que entre los grupos vulnerables que se ha
identificado, en el caso de nuestro tema, que es la violencia familiar, encontramos
reconocidos como tales a las mujeres, los niños, los adultos mayores y los
discapacitados. Hay que recordar que las condiciones que determinan la existencia
de un grupo vulnerable está dado por la realidad cambiante, las necesidades y la
prioridad para la atención de los mismos.

VII. Grupos vulnerables y violencia familiar

En el fenómeno de la violencia familiar resulta de fundamental importancia tratar el


tema de los grupos vulnerables, puesto que existen personas en la familia que
tienen mayor riesgo de sufrir un menoscabo en sus derechos fundamentales y su
dignidad humana, en su integridad física, psicológica y sexual. Dichas personas
pertenecen a tres grupos: los niños, las mujeres en relación de pareja o
matrimonio,18 y los ancianos.

Podemos considerar que la permanente existencia y práctica del maltrato infantil se


sostiene y encuentra su origen en la cultura, la costumbre y en las figura de
autoridad o poder que sustentan los adultos desde tiempos ancestrales.
En el caso de los menores, hablamos de maltrato en el hogar cuando se ejecuta en
su persona por un miembro de la familia y de forma intencional, un acto de poder, es
decir violencia física o moral, u omisión, que lesiona su integridad física, psicológica,
emocional o sexual, independientemente del lugar en que se lleve a cabo y de que
pueda producir o no lesiones; esto independientemente de que la relación entre el
menor y el agresor nazca del parentesco consanguíneo o de la adopción. Además,
de conformidad tanto con el Código Civil como con el Código Penal, el maltrato al
menor constituye violencia familiar en los casos del concubinato, cuando aquél se
ejecute por parte de la pareja de su padre o de su madre o por los parientes de
éstos, de conformidad al parentesco por afinidad.

Por otro lado, podemos decir que la violencia contra la mujer —en cualquier espacio,
pero en este caso particular en la familia— es aquella que se manifiesta a través de
una conducta u omisión que atenta o ataca su integridad física, sexual, psicológica, y
en su desarrollo dentro de la misma, cuando es ejercida por otro miembro de la
familia a la que pertenece. Este tipo de violencia tiene como efecto crear una
desventaja o devaluación de la mujer, así como desconocer, limitar o excluir los
derechos humanos y libertades fundamentales de ella.

Género, sociedad y violencia se entrelazan para dar origen al fenómeno que nos
ocupa, que es la violencia contra la mujer, y específicamente, en el caso de este
trabajo, de aquella que se presenta en el hogar.

Socialmente se establece un sistema de diferenciación y asignación tanto de roles


como de actividades en virtud del sexo al que se pertenece. Esta diferencia
necesariamente se ve traducida en una desigualdad que tiene como consecuencia el
nacimiento de relaciones que históricamente han dado origen a papeles de poder y
subordinación, que pueden manifestar y que justifican socialmente actos de
violencia, especialmente en el espacio de la familia.

El reconocimiento de la violencia contra la mujer como un problema social,


cualquiera que sea el espacio donde la sufra, se ha convertido en una prioridad
dentro de la agenda mundial que representa una propuesta para prevenirla,
sancionarla y erradicarla.

En el caso de los ancianos, la violencia familiar se va a definir por los mismos


elementos de los grupos anteriores, es decir, será aquella que se ejerza mediante el
uso de la fuerza física o moral, así como la omisión grave que se realice contra ellos
por otro integrante de la familia, cuando dichos actos atenten contra su integridad
física, psíquica o ambas, independientemente del lugar en que se lleve a cabo y que
pueda producir o no lesiones. Igualmente se considerará n violencia familiar,
aquellos actos de la misma naturaleza que sean ejercidos por cualquier persona a la
que los ancianos se encuentren bajo custodia, guarda, protección o cuidado,
siempre y cuando el agresor y el anciano o receptor de violencia convivan o hayan
convivido en la misma casa.

El origen de la violencia familiar, contra cualquiera de los grupos antes señalados,


encuentra sustento en la jerarquía establecida con respecto a relaciones de poder
abusivas en las que los receptores de violencia se encuentran en una posición
inferior, de subordinación y/o dependencia.
¿Cuáles son los factores que los hacen vulnerables?; la respuesta se encuentra
en la perspectiva ecológica del problema, es decir, de la violencia familiar. Respecto
al abordaje ecológico, primero nos encontramos con el macrosistema, que es el que
determina las formas ideológicas y de organización de las comunidades y los
individuos en sociedad, como las creencias y valores sobre la familia y sus
integrantes, así como los conceptos que se manejan sobre la obediencia y el poder
entre los miembros del núcleo familiar.

Es aquí en donde encontramos el origen del riesgo de sufrir actos de violencia


familiar por los grupos más débiles de la familia, ya sea por su condición física, por
su edad, por su estado de salud, por su dependencia, y, por supuesto, por el género
al que pertenecen los grupos ligados de una forma u otra a la concepción de poder y
obediencia ejercidas por otra persona, sobre la base de prácticas culturales que se
inculcan, y que sirven de sustento para establecer relaciones desigualesy
jerárquicas de poder o de subordinación dentro de la familia.

Es este el ámbito en el que se promueven y se adquieren hábitos para la resolución


violenta de conflictos, es decir, socioculturalmente no se promueven las habilidades
para resolver problemas o conflictos interpersonales por la vía pacífica, lo cual,
sumado al establecimiento y confirmación de los roles y estereotipos de género, así
como a los de poder y subordinación dentro de la familia, y los derechos y
obligaciones que surgen como resultado de éstos, proporcionan condiciones
propicias para la existencia de alguna forma de violencia familiar en cualquiera de
los grupos señalados como vulnerables frente al fenómeno que nos ocupa.

Todo lo anterior se traduce en la dinámica del marco sociocultural que impone un


sistema de creencias en el que uno manda y el otro obedece, en el que uno tiene la
fuerza y el otro es el débil y/o dependiente, en el que uno tiene el poder y el otro
debe someterse, en el que uno tiene la razón y los otros no, en el que uno es
proveedor y el otro sólo receptor o administrador. Es así que tales circunstancias
ponen en riesgo el desenvolvimiento, desarrollo, participación y calidad de vida de
unos, y al final, también de los de los otros.

El segundo de los sistemas, dentro del modelo ecológico, es el exógeno, en el que


los factores de riesgo se manifiestan a través de medios idóneos para la posible
reproducción de la violencia en el aparato social y en la familia, y que son producto y
conductores del sistema ideológico y de creencias en el y del macrosistema, así
como resultado también del aspecto situacional de cada individuo en relación con su
desarrollo personal y su desenvolvimiento social y con la familia.

En este caso particular estamos hablando en un primer momento, del constructor


social que sirve de medio o transmisor para, primero, el establecimiento de pautas
de comportamiento, y segundo, para el reforzamiento de normas sociales, jurídicas y
prácticas culturales; así como también de aquello que atañe al individuo, por cuanto
ciertas condiciones de su ámbito de desarrollo constituyen factores
desencadenantes de posibles actos de violencia. Como lo pueden ser, en el primer
caso, aprender o reforzar formas violentas para la resolución de conflictos, la falta de
un aparato protector del Estado tanto desde el punto de vista legislativo como del
relativo a atención de receptores de violencia y/o agresores. Un ejemplo de este tipo
de influencia que agudiza el riesgo son los medios de comunicación:
En los medios de información masiva encontramos que gran cantidad de imágenes y
mensajes que se transmiten, refuerzan los [roles y] estereotipos de la violencia en
los hombres y de sumisión cuando deberían ser críticos, ya que desempeñan un
papel muy importante en la vida del ser humano y tienen el poder de estimular
cambios positivos.

En el segundo caso se puede afirmar que se trata de factores que inciden


directamente en el ámbito de influencia del agresor o del receptor de violencia, cómo
lo puede ser el desempleo, falta de ingresos suficientes para atender a las
necesidades de la familia, y aunque no se presenta en la mayoría de los casos,
también son factores de riesgo el alcoholismo y la drogadicción, por señalar algunos.

En este sistema encontramos cómo otros factores pueden incidir en el riesgo o


atención a los problemas de violencia familiar, por ejemplos: las escuelas y las
instancias de procuración e impartición de justicia.

El tercer sistema, desde la visión ecológica, es el microsistema, en el cual finalmente


aparecen los factores de riesgo inherentes a la historia de vida de los posibles
receptores y agresores de violencia familiar; esto es, la forma en que aprendió a
relacionarse familiar y socialmente, el medio en que creció, la forma en que se
conciben a sí mismo los sujetos y con respecto a los demás, el temperamento, y las
formas de autoridad que se desarrollaron en la familia.

Es decir, la forma en que todo lo visto en los sistemas anteriores ha influido


integralmente en el desarrollo de la familia y del individuo, ya sea que se trate del
receptor de violencia o del agresor, como lo son la historia de violencia en la familia,
las relaciones en el núcleo familiar en cuyo seno los conceptos de poder y
subordinación se asocian a prácticas de género o al abuso por dependencia, ya sea
por edad o discapacidad, problemas psicológicos asociados a una baja autoestima.

Como se puede observar en el fenómeno de la violencia familiar, los eventos que


pueden llevar a un grupo a considerarse vulnerable en términos del fenómeno de la
violencia familiar son multifactoriales, pero como también se puede ver, la solución
fundamental se encuentra en el marco del macrosistema en el que se pueden
modificar los estereotipos, roles y prácticas culturales que nacen de dos fuentes
fundamentales: la cultura y sus valores tradicionales, así como la concepción del
poder y la subordinación que nacen de los anteriores.

Factores de Protección

Por otro lado, entre los factores de protección que pueden reducir el riesgo de que
mujeres y niñas sufran violencia figuran:
• educación secundaria completa para niñas (y niños);
• retardar la edad de matrimonios hasta los 18 años;
• autonomía económica de las mujeres y acceso a entrenamiento de sus
capacidades, crédito y empleo;
• normas sociales que promuevan la equidad de género
• servicios que articulen respuestas con calidad (servicios judiciales, servicios de
seguridad/protección, servicios sociales y servicios médicos) con dotación de
personal con conocimientos, capacitación y entrenamiento adecuado.
• Disponibilidad de espacios seguros o refugios; y
• Acceso a grupos de ayuda

Existen otros factores que requieren investigación y análisis adicionales pero que
podrían estar asociados con el riesgo de violencia doméstica y la protección contra
la misma: experiencias previas de mujeres como sobrevivientes de violencia (en
cualquiera de sus formas), a cualquier edad; niveles de comunicación de hombres
con sus parejas íntimas femeninas; uso de la agresión física por parte de hombres
contra otros hombres; así como la limitada movilidad de mujeres y niñas. (WHO,
2005)

Es importante recordar que el riesgo y factores de protección no son causas


directamente relacionadas, pero están correlacionadas. Así, por ejemplo, que un
muchacho sea testigo del abuso de su madre por parte de su padre no
necesariamente lo convertirá en un perpetrador en sus siguientes años de vida; ni el
hecho de que una mujer tenga alto nivel socio económico y educativo la hace
inmune a la violencia doméstica. La violencia contra mujeres y niñas es un
fenómeno social, económico y cultural complejo.
.
SEMANA 05 20ABR2021

GÉNERO
El termino Género ha creado una gran dificultad, tal es así que hay un gran número
de teorías que se debaten acerca de cuál es la naturaleza real de Género, de las
diferencias entre hombre y mujer.
Estas diferencias no sólo son biológicas, sino también están influenciadas por el
contexto social donde se desarrollan. Las diferentes culturas y sociedades son las
que determinan y hacen patentes dichas diferencias. El concepto de género desde
el punto de vista categórico y científico es también muy importante y relevante. Se
pretende con este artículo hacer una breve evolución del concepto de género, que
ha pasado desde una mera definición biológica y ser tratado como una categoría
simplemente descriptiva, a ser las bases de innumerables políticas sociales de
igualdad de género.

¿Qué es el Género?

Tal como señala Joan Scott, el Género es una categoría útil para el análisis
histórico y un elemento constitutivo de las relaciones sociales (Scott, 1990). A la
vez como concepto hace referencia a la construcción social y cultural basada en las
diferencias biológicas entre los sexos. Es decir, lo que es ser “mujer” u “hombre” no
es definido por la “naturaleza”, sino por un sistema social e histórico, por lo tanto, es
cambiante en el tiempo y las culturas.

género sería la interpretación


social que se hace de las diferencias sexuales entre las personas.
“No se nace mujer, se llega a serlo”

Es un concepto que alude a las diferencias construidas socialmente entre mujeres y


hombres y que están basadas en sus diferencias biológicas.
Las sociedades asignan a las personas distintas responsabilidades, roles y
espacios de realización personal y social de acuerdo a su sexo biológico,
determinando con ello la construcción de lo que se denomina roles tradicionales de
género y que han originado que tanto mujeres como hombres no accedan ni
disfruten de las mismas oportunidades y ventajas, construyendo
consecuentemente, profundas desigualdades sociales y económicas que afectan
principalmente a las mujeres, desigualdades que se manifiestan en enormes
brechas para su pleno desarrollo que pueden ser observadas al analizar la realidad.
Algunos ejemplos de la realidad nos pueden ayudar entender mejor esto:
 Las mujeres participan de diferente manera en las actividades económicas
productivas, las cuales tienen una distinta valoración social y económica.
 El trabajo de una mujer en la actividad agrícola tiene menor valor que el
trabajo que desarrolla un hombre.
 La remuneración desigual que perciben frente a la realización de un trabajo
de igual valor.
 Su escasa representación en organizaciones sociales y espacios de
participación ciudadana.
 La mínima representación en cargos de elección popular entre otros.

El género es una categoría de análisis que cruza toda la estructura social y, puede
ser aplicada en diferentes ámbitos: político, económico, ambiental, social cultural e
institucional . Este concepto nos ayuda a comprender que, lo que se asume como
características naturales de mujeres y hombres no vienen por la naturaleza o se
derivan del sexo de las personas, sino que son construidas social y culturalmente a
través de relaciones sociales e imposiciones culturales. Se aprenden desde la
infancia reproduciéndose y manteniéndose en los espacios de socialización e
interacción como la familia, la escuela, la comunidad, las organizaciones sociales,
gremiales, religiosas, los espacios laborales y las agrupaciones políticas, entidades
públicas, privadas y otros.
El concepto de género nos permite comprender la importancia de la historia y el
contexto social en la definición de la sexualidad, las identidades, roles y
expectativas sociales que se construyen sobre la diferencia anatómica entre
mujeres y hombres. Por ser una construcción cultural, lo que define a uno u otro
género, puede ser modificado o transformado de acuerdo a los contextos históricos,
sociales y económicos.

DIFERENCIAS ENTRE SEXO Y GÉNERO

SEXO GENERO
Características biológicas: anatómicas, Características que la sociedad y la
fisiológicas, hormonales, que cultura atribuyen a cada sexo
diferencian a los hombres y las
mujeres.
Macho - Hembra Mujer – Hombre. Femenino –
Masculino
Universal Contextual e histórico
Adquirido biológicamente Aprendido socialmente
Permanente Variable
PRINCIPIOS Y ENFOQUES QUE GUÍAN LA ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS. (LEY
30364)

Principios rectores

Los principios son normas o reglas de carácter general que orientan la


interpretación y aplicación de la Ley, se han priorizado fundamentalmente los
siguientes:

Se refiere a que en la aplicación de la Ley se


debe garantizar la igualdad entre mujeres y
hombres. Prohibiéndose toda forma de
discriminación. Explícitamente refiere que se
debe entender por discriminación, q cualquier
tipo de distinción, exclusión o restricción,
basada en el sexo, que tenga por finalidad o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de las personas.

Exige a que, en todas las medidas concernientes


a las niñas y niños adoptadas por instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos se debe tener en
consideración primordial el interés de los derechos de los niños y las niñas (0 a17
años), la preferencia de sus intereses, ante cualquier situación en la que se
colisione o se evidencie riesgo en relación al interés de la niña o del niño, este debe
ser privilegiado
PRINCIPIO
DE LA Relacionado a la obligación del Estado de
DEBIDA garantizar respuestas efectivas frente a los
DILIGENCI hechos de violencia, frente a ello señala la
adopción oportuna e inmediata de políticas orientadas a prevenir, sancionar y
erradicar toda forma de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar. Ante dicho incumplimiento se deberán establecer e imponer sanciones a
las autoridades responsables de ello.

PRINCIPIO Señala a que los operadores de justicia y la


DE Policía Nacional del Perú, ante un hecho o
INTERVENCI amenaza de violencia, deben actuar en forma
ÓN oportuna, sin dilación por razones
procedimentales, formales o de otra naturaleza,
disponiendo el ejercicio de las medidas de protección previstas en la ley y otras
normas, con la finalidad de atender efectivamente a la víctima.

PRINCIPIO Vinculado a que todos los procesos por violencia


DE contra las mujeres y los integrantes del grupo
SENCILLEZ familiar se deben desarrollar considerando el
Y mínimo de formalismo, en espacios amigables
para
las presuntas víctimas, favoreciendo que estas confíen en el sistema y colaboren
con él para una adecuada sanción al agresor y la restitución de sus derechos
vulnerados.

PRINCIPIO DE Se refiere a que el fiscal o juez a cargo de


RAZONABILIDAD cualquier proceso de violencia,
Y debe ponderar la proporcionalidad
DAD
entre la eventual afectación causada y las
medidas de protección y de rehabilitación a
adoptarse (las medidas de protección
implican restricciones útiles para evitar
nuevos hechos de violencia, estas deben ser eficaces para el logro de la finalidad
que se persigue). Para ello, debe hacer un juicio de razonabilidad de acuerdo con
las circunstancias del caso, emitiendo decisiones que permitan proteger
efectivamente la vida, la salud y la dignidad de las víctimas. La adopción de estas
medidas se adecúa a las fases del ciclo de la violencia y a las diversas tipologías
que presentan la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
CONCEPTOS BÁSICOS

El fenómeno de la globalización ha traído consigo un aumento en las desigualdades


sociales y económicas que afecta de manera diferencial a las mujeres,
especialmente a las que viven en los países más pobres. La perspectiva de género
trata de desentrañar el porqué de la desigualdad entre varones y mujeres, y para
ello ha dedicado sus esfuerzos a deconstruir-construir conocimiento, resignificando
y situando lo que conocemos acerca de la vida cotidiana, la salud, o el poder
político de las mujeres. La perspectiva de género interacciona con clase social e
identificación étnica para visibilizar la desigualdad real que afecta a las mujeres.
Desde sus inicios, el feminismo se configura como un movimiento transformador de
las relaciones humanas. El concepto de género nace en la polémica búsqueda del
carácter innato o adquirido de los rasgos masculinos y femeninos. La génesis de la
noción de género se remonta al siglo XVII con el pensamiento de Poulain de la
Barre, autor que polemizó con los partidarios de la inferioridad de las mujeres.
La idea central de Poulain de la Barre es que la desigualdad social entre hombres y
mujeres no es consecuencia de la desigualdad natural, sino que, por el contrario, es
la propia desigualdad social y política la que produce teorías que postulan la
inferioridad de la naturaleza femenina.
El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos,
actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y
las mujeres. Las diferentes funciones y comportamientos pueden generar
desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las mujeres que
favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos. A su vez, esas desigualdades
pueden crear inequidades entre los hombres y las mujeres con respecto tanto a su
estado de salud como a su acceso a la atención sanitaria. (OMS).
Los roles de género son construcciones sociales que conforman los
comportamientos, las actividades, las expectativas y las oportunidades que se
consideran apropiados en un determinado contexto sociocultural para todas las
personas. Además, el género hace referencia a las relaciones entre las personas y
a la distribución del poder en esas relaciones.
El género guarda relación con las categorías del sexo biológico (hombre y mujer),
no se corresponde forzosamente con ellas.
Es un factor que crea inequidades sanitarias por sí solo y que puede agravar las
que son producto de la situación socioeconómica, la edad, la etnia, la discapacidad,
la orientación sexual, etc.
La igualdad de género consiste en la igualdad de derechos, responsabilidades y
oportunidades para todas las personas. Es un pilar necesario para lograr un mundo
sostenible, pacífico, próspero, saludable y que no deje a nadie desatendido. Es un
derecho humano fundamental establecido en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, y es esencial para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS).
Conocer y comprender el enfoque de género es uno de los puntos de partida para
el abordaje de los derechos de las mujeres y de las múltiples problemáticas que
afectan su desarrollo.
Asumir en la labor diaria este enfoque es importante, pues a lo largo de décadas es
gracias a este enfoque que se han logrado evidenciar y cuestionar pensamientos
discriminatorios, hechos, roles y situaciones de exclusión que han sido
naturalizadas por siglos facilitando ello la violencia contra las mujeres y contra las
personas LGBTI. Este enfoque analiza cómo a partir de las diferencias biológicas
entre los seres humanos se ha construido y se sigue reproduciendo la desigualdad,
impactando ello en todas las relaciones humanas, la organización social, cultural,
económica, sexual y política.
En otras palabras, para comprender la violencia contra las mujeres, las dificultades
de acceso a la justicia y la discriminación, es indispensable analizar las
problemáticas incorporando el enfoque de género. Partiendo de este marco
podremos comprender que la exclusión que viven las mujeres y otros grupos
vulnerables no es natural, sino que responde a una construcción social y a la
permanencia de una cultura patriarcal que debemos superar.
El principio de igualdad, en su dimensión de igualdad formal ante la ley, sin
distinción entre hombre y mujer, implica en ocasiones una discriminación oculta
contra la mujer, ya que en los papeles que hombres y mujeres asumen
socialmente, con mucha frecuencia, la igualdad de iure deriva en una
discriminación de facto. Los derechos de las mujeres son una parte inalienable,
integral e indivisible de los derechos humanos universales, y su reconocimiento y
desarrollo a nivel internacional coopera de manera decisiva a la erradicación de las
causas de discriminación de la mujer a nivel global, al mismo tiempo que
contribuyen al mantenimiento de la paz y la seguridad.
En el siglo xx se producen distintos momentos clave en la historia del movimiento
feminista y en su avance hacia posturas teóricas y metodológicas más complejas.
Diversas son las obras de autoras que dejan su huella en la historiografía feminista
y entre las que destaca fundamentalmente Simone de Beauvoir que en 1949
publica El segundo sexo en el que expresa como «No se nace, sino que se deviene
mujer. Ningún destino biológico, psíquico o económico define la figura que reviste
en el seno de la sociedad la hembra humana; es el conjunto de la civilización el que
elabora ese producto… al que se califica de femenino».
Beauvoir contribuye así a señalar la importancia de la construcción cultural y social
para «ser mujer», minimizando la importancia de la determinación biológica. A lo
largo de la historia la mujer había sido construida como el «segundo sexo», «la
otra» del hombre. Esa ordenación jerárquica era un invento patriarcal para legitimar
la autoridad masculina. El hombre era la medida de todas las cosas, pues: «la
humanidad es masculina y el hombre define a la mujer no en sí misma, sino en
relación al hombre... Él es el sujeto, él es lo absoluto – ella es la otra» (BEAUVOIR,
S. de. (1949). The Second Sex (trad. H. M. Parshley). New York: Knopf, 1952, (trad.
cast. El Segundo sexo, Buenos Aires: Siglo XXI)).
Distintos desarrollos teóricos se han producido en el siglo XX y XXI en el seno del
feminismo, desde el feminismo de la igualdad o de la diferencia en los años setenta
y ochenta, las aportaciones del feminismo contemporáneo, que a través de los
desarrollos teóricos de la teoría queer han señalado nuevas conceptualizaciones
sobre la diferencia sexual, y la construcción cultural del cuerpo que afecta a la
desigualdad de género.

PERSPECTIVA DE GÉNERO ¿A QUÉ HACEMOS REFERENCIA CON EL


TÉRMINO GÉNERO?

Si buscamos el origen del término «género», lo encontramos en John Money, el


primero que habló de «gender role» para referirse a los modos de comportamiento,
forma de expresarse y moverse, y preferencia de los temas de conversación y
juego que caracterizaban la identidad masculina y femenina.
Para Money, la fijación de la identidad de género se produce a los dieciocho meses,
como culminación de un proceso de componentes biológicos y sociales. El impacto
de sus investigaciones en las ciencias sociales se debe a la importancia que dio a
los factores culturales frente a las posiciones biologicistas, que veían en la
diferencia, e incluso en la desigualdad, una expresión de la naturaleza opuesta de
los sexos. (PULEO, Alicia H. (ed.). El reto de la igualdad de género. Nuevas
perspectivas de ética y filosofía política. Madrid: Biblioteca Nueva, 2008).

CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL GÉNERO

A partir de los estudios desarrollos por la Teoría de la Identidad Social (Tajfel, 1981;
Tajfel y Turner, 1986), se consolidó una teoría psicológica explicativa de las
relaciones intergrupales que intenta dar cuenta de cómo y por qué surge el prejuicio
sexista. Tajfel y Turner (1986) conciben la identidad como “aquellos aspectos de la
propia imagen del individuo que se derivan de las categorías sociales a las que
percibe pertenecer” (p. 16). Así, al definirse como mujer u hombre las personas
apelan a su identidad social de género. Este proceso complejo, se construye por las
interacciones entre individuos en un contexto determinado e involucra dos
subprocesos que, si bien tienen relevancia en sí mismos, en su conjunto dan
cuenta de la construcción de la identidad: en el plano afectivo el nivel de autoestima
y en el plano cognitivo el pensamiento categorial que ordena al mundo, dando lugar
a la construcción de estereotipos. Ambos subprocesos se ponen de manifiesto en
un tercero: la atribución, referido a la tendencia humana a inferir las causas de las
conductas de los individuos y sus consecuencias directas: el favoritismo endogrupal
y la homogeneidad del exogrupo. A continuación, se desarrollarán cada uno de
estos procesos constitutivos de la identidad social.
AUTOESTIMA E IDENTIDAD SOCIAL

La autoestima, definida como la percepción del sí mismo en términos positivos o


negativos, es uno de los procesos centrales para pensar la TIS (Deaux & Martin,
2003). Según Tajfel (1981), los individuos mantienen su autoestima a partir de la
identificación con diferentes grupos sociales, considerando a los de pertenencia
como mejores que otros. La identidad social está conformada, entonces, por el
autoconcepto general, que se desglosa en la valoración que un individuo realiza de
los distintos roles que ocupa en un determinado contexto. Específicamente, con
respecto a las relaciones entre autoestima e identidad de género en diferentes
dominios, Gentile et al. (2009) realizaron un meta análisis tomando como fuente
115 estudios sobre la temática. Los autores observaron diferencias entre hombres y
mujeres en cuanto a la autoestima en relación a la apariencia física, el
comportamiento social, el desempeño académico y la influencia de las relaciones
familiares. Según sus hallazgos, pertenecer a un grupo social cuyos integrantes son
considerados como “delgados”, “estudiantes”, “hijos”, o simplemente formar parte
de los que “se portan bien”, posee una estrecha relación con la autoestima de
acuerdo al sexo de los individuos. A continuación, se desarrollan las relaciones
entre el género y la autoestima en los dominios considerados: Apariencia física: la
imagen corporal ha sido considerada como uno de los predictores por excelencia
de la autoestima global de la mujer en comparación con los hombres (Allgood-
Merten et al., 1990). En este sentido Tiggemann y Rothblum (1997) observaron que
la mayoría de las mujeres consideran que poseen exceso de peso, mientras que los
hombres suelen percibir estar en su peso promedio. Una de las causas de este
fenómeno, según señalan Forbes et al. (2001), sería que las mujeres sobreestiman
las preferencias masculinas acerca del cuerpo de la mujer (ej. el peso), aunque la
figura ideal de la mujer para los hombres sería más gorda. Comportamiento social:
los individuos que poseen altos niveles de autoestima suelen percibir que su
comportamiento social es apropiado (Haynes, 1990). Este tipo de comportamiento
es particularmente importante para el orden institucional, por ejemplo en la escuela,
ya que la autoestima es un importante predictor de la conducta en el aula, la
participación en el grupo, y las actitudes hacia la autoridad (Haynes, 1990). En este
sentido, las niñas generalmente son percibidas como poseedoras de un mejor
comportamiento social en relación a los niños (Bosacki, 2003; Cole et al., 2001; Wu
y Smith, 1997). Como consecuencia, según Wicks-Nelson e Israel (2003), los niños
son más proclives a ser castigados por su mala conducta. El comportamiento social
y su consecuente evaluación, refleja una ventaja de la mujer, debido a que poseen
menos reprimendas que los varones, por un lado, mientras que, por otro, el
comportamiento social aceptable suele ser reforzado por el entorno social y, en
particular, por las instituciones. Desempeño académico: generalmente se observa
que las mujeres poseen un mejor desempeño académico que los hombres y
tienden a obtener mejores calificaciones (Pomerantz et al., 2002; Stetsenko et al.,
2000). Sin embargo, esto no implica necesariamente que las mujeres tengan una
mayor autoestima académica. Un fenómeno singular sucede en la comparación del
desempeño académico entre hombres y mujeres: diversos estudios (Eccles et al.
1993; Hyde et al., 1990; Jacobs et al., 2002; Stetsenko et al., 2000; Weiss et al.,
2003) señalan que cuando los varones superan a las mujeres en el desempeño
académico, disminuye la autoestima de la mujer, pero sin embargo, cuando la
situación se revierte y las mujeres poseen un mejor desempeño que el de los
hombres, la autoestima de la mujer no aumenta. Influencia de las relaciones
familiares: la familia puede actuar como una fuente de apoyo y ayuda para
reafirmar la autoestima de los niños. Las relaciones familiares tienen un impacto
significativo en la autoestima de la mujer, ya que las niñas con fuertes vínculos
afectivos intrafamiliares tienen un mayor nivel de autoestima general (Lundgren y
Rudawsky, 1998). Sin embargo, los padres suelen realizar con mayor frecuencia
comentarios negativos hacia las niñas que hacia los niños, aún cuando sus
comportamientos sean los mismos (Lewis et al., 1992). Cuando se considera en su
conjunto, este fenómeno crea una combinación perjudicial para la autoestima de las
niñas, ya que al mismo tiempo que se observan estrechas relaciones entre padres
e hijas, se acompañan de altos niveles de exigencia. Teniendo en cuenta este
panorama, es posible predecir un bajo nivel de la autoestima en las niñas en
comparación con los niños dentro del ámbito familiar (Lewis et al., 1992).

VIOLENCIA DE GENERO I

La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el


delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder
que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e incesto, asedio sexual
en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual contra mujeres
detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas, tráfico de
mujeres y violencia doméstica.

CONCEPTO DE VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia de género ha sido y sigue siendo una de las manifestaciones más


claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de los
hombres sobre las mujeres. Este tipo de violencia se basa y se ejerce por la
diferencia subjetiva entre los sexos.
En pocas palabras, las mujeres sufren violencia por el mero hecho de ser mujeres,
y las víctimas son mujeres de cualquier estrato social, nivel educativo, cultural o
económico. La violencia de género es aquella que se ejerce sobre las mujeres por
parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad
(parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es producir daño y conseguir el
control sobre la mujer, por lo que se produce de manera continuada en el tiempo y
sistemática en la forma, como parte de una misma estrategia.
El uso del término «género» se ha difundido en los movimientos feministas, a partir
de los años sesenta, sobre todo como oposición paradigmática a «sexo»: según
este uso, mientras que «sexo» expresa un concepto biológico, «género» expresa
un concepto cultural, histórico y social. «Sexo» es un término usado para designar
a machos y hembras según factores físicos, biológicos (cromosomas, órganos
sexuales, gametos, hormonas, etc.); «género» es un término utilizado para designar
a hombres y mujeres basándose en características sociales, espaciales y
temporales. La distinción entre sexo y género se ha elaborado precisamente para
distinguir lo que es biológico y, en este sentido, natural, fijo, de lo que es social y,
por tanto, cambiante: para explicar la transexualidad (donde el sexo y el género no
coincidirían) 1 y, sobre todo, para contrarrestar algunas formas de determinismo
biológico. (Scott, 1986: 1053 y ss.; Mikkola, 2012).
Ley Orgánica 1/2004
Artículo 1, de Protección Integral contra la Violencia de Género: “Todo acto de
violencia (…) que, como manifestación de la discriminación, la situación de
desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce
sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes
estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin
convivencia. (…) que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la
coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida
pública como en la vida privada”
Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer AG ONU, 1993:
“Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o
real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida
privada”.

ORIGEN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

La violación de los derechos de las mujeres y la violencia de género no son


problemas nuevos; suponen conductas que hasta hace muy poco tiempo eran
socialmente aceptadas y que, por estar circunscritas en general al ámbito de la vida
privada, eran muy poco conocidas. No obstante, es evidente que el mestizaje en
América Latina y el Caribe se funda en un paradigma basado en la violación de las
mujeres indígenas. Por otra parte, estudios de carácter histórico realizados en
algunos países revelan que la violencia física o "sevicia" de los hombres contra sus
esposas ya era un hecho conocido en los siglos XVIII y XIX y que la violencia se
consideraba una "corrección punitiva" aceptable en el caso de las mujeres que no
cumplían con los mandatos sociales (Cavieres y Salinas, 1991).
Sin embargo, sí es reciente la preocupación por las mujeres que sufren agresiones
físicas, sexuales y psicológicas en el medio familiar, laboral y educacional. Hoy en
día se observan ciertos cambios en la percepción del problema, que responden al
profundo cuestionamiento de la consubstancialidad de la violencia a las relaciones
de género, en tanto que la evaluación de la violencia como algo negativo, en
cualquiera de sus expresiones en la vida social es cada vez más generalizada.
La violencia que en sus diferentes formas se ejerce contra las mujeres supone un
grave atentado contra su integridad física y moral y un ataque directo a su dignidad
como personas.
Nos encontramos, por tanto, ante una grave violación de los derechos humanos de
las mujeres y ante un problema social de enorme magnitud debido a su gran
incidencia en nuestra población y a la gravedad de las secuelas tanto físicas como
psicológicas producidas en las víctimas. Existen diferentes formas y tipos de
violencia contra las mujeres; no obstante, todas ellas tienen su raíz en la situación
estructural de desigualdad y subordinación en que se encuentran las mujeres en
nuestra sociedad.
Se considera violencia contra las mujeres cualquier acto violento por razón del sexo
que resulta, o podría resultar, en daño físico, sexual o psicológico o en el
sufrimiento de la mujer, incluyendo las amenazas de realizar tales actos, coacción o
la privación arbitraria de liberta, que se produzcan en la vida pública o privada.
(Declaración de la ONU sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, 1993).

¿QUÉ ES VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES?

Es toda acción o omisión que cause muerte, daño, sufrimiento físico, sexual o
psicológico por su condición de mujer. Puede manifestarse en los siguientes
ámbitos:
La familia o en cualquier otra relación interpersonal
En la comunidad (calle, espacios públicos, vecindario, entre otros)comprende
diversas manifestaciones de violencia como violación, abuso sexual, tortura, trata
de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo,
centros educativos, establecimientos de saludo cualquier otro lugar.
La perpetrada o tolerada por agentes del Estado (funcionarios/as o servidores
públicos como policías, personal de serenazgo, juez/a, fiscales, médicos/as
legistas, entre otros, donde quiera que ocurra.

DESARROLLO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO


Toda la violencia se desarrolla a través de una situación de dominación-sumisión en
la que alguien más poderoso y fuerte intenta someter a alguien más débil a la
fuerza. En el caso de la violencia contra las mujeres, la desigualdad de éstas con
respecto a los hombres está en el origen del problema. Nuestra sociedad está
estructurada según las distintas funciones atribuidas a uno y otro sexo: las del
hombre, basadas en la fuerza, la virilidad, el poder y la ambición; y las de la mujer,
centradas en aspectos que no llevan ni al éxito ni al poder y que son socialmente
consideradas inferiores a las masculinas. Este reparto de funciones nos conduce a
una sociedad patriarcal, donde el hombre disfruta de todas las esferas de la vida,
tanto de la pública como de la privada, mientras que la mujer se ve limitada al
ámbito privado o doméstico. La consecuencia más inmediata es la consideración de
la mujer como un objeto propiedad del hombre.
Este planteamiento de desigualdad y dominación se va construyendo a lo largo del
proceso de socialización, que comienza cuando somos menores; los hombres se
han visto obligados a "hacer valer su superioridad" a demostrar su fuerza y a
gobernar, desde el ámbito más privado, su hogar, al público; por el contrario, si no
han hecho valer su virilidad han sido ridiculizados por la sociedad y considerados
"poco hombres". Las mujeres se ven obligadas por los mandatos de género a ser
complacientes, a cuidar a los demás, a renunciar a sus expectativas en función de
las de otros, a transigir… Como hemos dicho, estos valores patriarcales nos han
transmitido que las mujeres y los hombres tenemos diferentes características y, por
tanto, diferentes papeles en la sociedad; en el momento en el que el sujeto pasivo,
es decir, la mujer, intenta romper con esta situación preestablecida, el hombre
responde con la violencia para seguir manteniendo su estatus y su sentido de la
propiedad hacia la mujer. En ese momento se produce la violencia contra las
mujeres.

QUÉ CARACTERIZA A LA VIOLENCIA DE GÉNERO DE OTRO TIPO DE


VIOLENCIA

Es una violencia que parte de una ideología: parte de la estructura patriarcal y está
basada en las tradiciones, creencias y costumbres que favorecen y mantienen la
desigualdad entre los sexos.
Es una violencia instrumental, se utiliza como herramienta para imponer un modelo
sexista y desigual en las relaciones, para dominar a la mujer y mantener los
privilegios que cree propios de su sexo.
La víctima sufre el abuso y la violencia por parte de una persona de la que espera
recibir respeto, amor y apoyo.
No se ciñe a un colectivo. Puede sufrirla cualquier mujer.
Se suele desarrollar en el ámbito privado, interno de la pareja, esto dificulta la
obtención de pruebas y beneficia la impunidad.
Se ejerce de forma discontinua y con intensidad creciente.
El agresor posee una imagen pública "normal" (buen vecino, buen trabajador,
educado).
Visibilizamos sólo la agresión física puntual, que sólo es un aspecto parcial, e
invisibilizamos el resto del proceso.
Genera daños de distinta magnitud a la persona que la sufre: física, psicológica,
social y patrimonial.
Provoca una anulación de la personalidad a la víctima que le genera fuerte
dependencia emocional hacia quien la ejerce.
Genera daños en la familia, en su entorno, y en toda la sociedad.
Se aprende por imitación y asimilación de modelos.
Se mantiene por falta de rechazo social.

SEMANA 06 27ABR2021

VIOLENCIA DE GENERO II

EFECTOS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia de género representa en la actualidad un grave problema para la


humanidad y afecta a todos los países y a millones de personas, sobre todo a
mujeres y niñas, aunque nadie está exento de sufrirla.
La Organización Mundial de Salud alertó en el año 2012 que “la violencia contra las
mujeres y niñas constituye un problema de proporciones pandémicas”.
La Organización Para la Salud (OPS), declaró que a finales de la década de 1990 la
violencia de género causó más muertes e incapacidad entre las mujeres de 15 a 44
años que el cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico e incluso que la guerra. A
través de un comunicado la OMS indicó que la atención médica cumple un papel
fundamental tanto en el tratamiento de las secuelas de la violencia de género como
en la prevención de esta. Entre las recomendaciones del documento figuran el
fortalecer los sectores de la salud, la seguridad y la educación a través de políticas
de prevención y respuesta ofrecida por los profesionales de esos medios, además
de capacitarlos en la materia.
Las repercusiones nocivas de este tipo de violencia van desde el ámbito personal y
familiar hasta el social, con consecuencias de deterioro de la salud, las relaciones
interpersonales y delitos múltiples.
La violencia de género puede producirse en cualquiera de los ámbitos de la vida
cotidiana y aunque suele ser más frecuente en las relaciones familiares y de pareja,
también puede manifestarse en otros espacios sociales como el ámbito laboral,
instituciones escolares, entre otros.
La expresión de la violencia por razones de género puede ser física, sexual,
económica, psicológica, a modo de libertades restringidas, coerción y amenazas;
por tal razón su tratamiento, prevención y solución requieren la intervención de
sociólogos, pedagogos, psicólogos, psiquiatras, juristas, entre otros especialistas.
Es necesario prevenir este fenómeno desde edades tempranas para lograr mejor
calidad de vida, que los jóvenes formen adecuadamente su autoestima y
desarrollen en la adolescencia responsabilidad respecto a temas de educación
sexual. El proceso de formación de valores en esta etapa del desarrollo en que los
adolescentes se enfrentan a cambios físicos, psicológicos, sociales y conductuales
(etapa de duelo -por primera vez los sujetos cuestionan la, hasta entonces
inquebrantable, autoridad de la familia-) es importante, para lo cual se requiere en
primer lugar, poseer la información necesaria para protegerse y evitar que ejerzan
sobre ellos violencia.
La violencia de género puede darse en varios escenarios, tales como el laboral,
escolar, espacios comunitarios y de convivencia entre vecinos, de las relaciones
familiares y de pareja, resultando más frecuente su en estos dos últimos. Puede
manifestarse de diversas formas, lo cual da lugar a los distintos tipos de violencia,
entre los cuales destacan la violencia física, psicológica (forma más sutil de
violencia), sexual, económica, entre otras.
La violencia de género puede generar varias consecuencias en los adolescentes.
 La violencia entre los padres tiene consecuencias directas en los hijos que
observan todas estas acciones de maltrato, el mismo que repercute en graves
dificultades emocionales y de conducta.
 Los varones que han presenciado esta misma violencia tienen la probabilidad de
ser violentos con sus compañeras e hijos al llegar a la edad adulta.
 Los niños en las familias violentas pueden también ser víctimas de maltrato, con
frecuencia, los niños se lastiman mientras tratan de defender a sus madres.
 Las niñas que presencian que su padre o padrastro trata violentamente a su
madre aceptarán la violencia como parte normal de la convivencia al momento
que le toque formar una nueva familia.
 Pueden sentirse muy tristes y deprimidos.
 Baja autoestima.
 Estresados, con una visión pesimista, no le ven salida al problema, frustrados.
 No tienen decisión propia.
 No tienen deseos de superación.
 Las ausencias reiteradas a clase.
 El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
 La depresión constante y la presencia de conductas auto agresivas o ideas
suicidas.
 La docilidad excesiva y la actitud evasiva o defensiva frente a los adultos.  La
búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos,
especialmente cuando se trata de niños pequeños.

SINDRÓME DE LA MUJER MALTRATADA

El maltrato es uno de los problemas sociales que enfrenta la mujer a nivel mundial.
“La palabra maltrato es utilizada para designar a todas aquellas formas de actuar
que supongan algún tipo de agresión o violencia” (Diccionario ABC párr. 1). Así que
cuando se habla del maltrato sufrido por las mujeres suele utilizarse el término
violencia contra la mujer. La Declaración sobre Erradicación de la Violencia contra
las Mujeres de las Naciones Unidas (ONU, 1993) define violencia contra la mujer
como: Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga
o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico
para las mujeres, inclusive la amenaza de tales actos, la coacción o privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida
privada.
Los teóricos coinciden en que el maltrato doméstico se refiere a las agresiones
físicas, psicológicas o sexuales llevadas a cabo por parte de un familiar que por lo
general es el hombre; y que pueden causar daño físico, psicológico y hasta vulnerar
la libertad de otra persona que usualmente es la mujer. Chamorro, (2008), García,
(2003) & Zubizarreta, (2004).
Para muchas mujeres el maltrato psíquico es “más devastador que la violencia
física” (OMS, 2005, p. 10). Desafortunadamente, el maltrato emocional es muy
común en el ámbito doméstico; aunque también puede manifestarse en otros tipos
de violencia de género, tales como el ámbito laboral (Zubizarreta, 2004).
“Las víctimas de maltrato son mujeres jóvenes, con una media de 41 años”
(Zubizarreta, 2004, p. 3). En el pensamiento y dialogo de las mujeres maltratadas
discurre la sensación de drama y culpa. Consideran que el maltrato es algo natural
y que se lo merecen. Se creen indignas de afecto. Viven en sometimiento, sienten
mucha vergüenza y miedo, minimizan la violencia e idealizan el que algún día su
pareja va a cambiar (Goldman, 2004). Se han detectado ciertas características que
muchas de las víctimas de violencia doméstica comparten. Por lo general, tienen un
nivel cultural escaso, tienen deficiencias económicas y/o de vivienda, dependen
económicamente de sus esposos, se dedican a las tareas del hogar casi
exclusivamente y carecen de apoyo social (Chamorro, 2008).
“Las mujeres que viven en relaciones abusivas permanecen en ellas durante mucho
tiempo soportando toda clase de agresiones, desde las más sutiles hasta las más
crueles y detestables” (Redacción Mujer AF, párr. 2). Se identifican cuatro factores
según Zubizarreta (2004) por los que las mujeres víctimas de violencia doméstica
no buscan ayuda ante las situaciones de maltrato. Primero, las mujeres maltratadas
se avergüenzan de su situación por lo que prefieren vivir en el anonimato y se
aíslan socialmente para impedir que otros se enteren de lo que ellas están
sufriendo. Segundo, mantienen una dependencia económica y afectiva con el
agresor. Tercero, les aterra la idea de que su pareja pueda vengarse. Por último, el
estado emocional en que se encuentran les impide tomar una decisión acertada
para poner fin a su situación.
“El maltrato doméstico es una situación estresante que provoca un impacto
psicológico en la mayoría de las víctimas” (Zubizarreta, 2004, p. 8). En su estudio,
Zubizarreta (2004) establece que sólo un 10% de las mujeres han sufrido de
depresión y ansiedad como historial psiquiátrico anterior a los episodios de
violencia doméstica. Podemos decir entonces, que mujeres con condición
emocional sana sufren de unos trastornos luego de estar expuestas al maltrato.
Zubizarreta precisa que un 52% de estas mujeres reciben asistencia médica. Los
profesionales de la salud mental han analizado diversos trastornos que están
estrechamente relacionados al maltrato doméstico.
Tras años de estudios, la Dra. Walker (1994, 2009) expone que el maltrato
continuado genera en la mujer un trastorno patológico de adaptación denominado
el Síndrome de la Mujer Maltratada. Walker analiza el síndrome, basándose en su
teoría del ciclo de la violencia (1994) y en la teoría de indefensión aprendida de
Seligman (1975). Afirma que el síndrome de mujer maltratada consiste del patrón
de los signos y síntomas que se producen después de que una mujer ha sido física,
sexual y/o psicológicamente abusada en una relación íntima, cuando la pareja
(usualmente, pero no necesariamente un hombre) ejerce poder y control sobre la
mujer para obligarla a hacer lo que él quiere, sin tener en cuenta sus derechos y
sentimientos (Walker,2009, p.42, traducido). Por su parte, la Dra. Ortega (2005) lo
define como un conjunto de características específicas y los efectos del maltrato o
abuso en la mujer que la hacen incapaz de responder de forma efectiva a episodios
de violencia, sintiéndose atrapada en la situación. Para la Dra. Goldman (2004), el
SIMM se presenta cuando en “reiterados episodios de violencia la mujer se calla
por miedo a que se produzca una agresión mayor hacia ella o hacia sus seres
queridos” (p. 31). En investigaciones más recientes, Walker (2009) señala que
existen seis criterios para determinar si una mujer padece del síndrome. De estos
seis criterios, los primeros tres son los mismos que están presentes en el TEPT; lo
que confirma, en parte, el hecho de que otros investigadores. Walker (2009)
“consideren que el síndrome de mujer maltratada es una subcategoría del trastorno
de estrés postraumático”. Estos son: Reviviscencia del trauma. La víctima revive el
trauma una y otra vez por medio de recuerdos recurrentes e intrusivos. Niveles
elevados de ansiedad y excitación. Sin poder evitarlo, la mujer experimenta un alto
grado de ansiedad ante la más mínima provocación. Se mantiene siempre en alerta
como si algo malo fuera a suceder. Conducta elusiva y entumecimiento emocional.
De la misma forma que sucede en el ZAPAD, la víctima utiliza ciertos mecanismos
para protegerse. Estos son: la idealización del maltratador, la minimización o
negación del peligro, la disociación y la supresión de los sentimientos de ira contra
el agresor. La víctima justifica los ataques y el comportamiento de su agresor y se
vincula con él de manera paradójica (Grijalba, 2007). Perturbaciones en las
relaciones interpersonales. La mujer maltratada siente que todos la han
abandonado. Así que desarrollan resentimiento hacia los demás se retraen y aíslan
socialmente.
Distorsión de la imagen corporal y/o las enfermedades físicas. Dada su baja
autoestima, la mujer se crea una falsa imagen de sí misma. Algunas incluso
experimentan desórdenes alimentarios, tales como la bulimia y la anorexia. Otras
veces la mujer se siente enferma y puede presentar síntomas que incluyen dolor
abdominal crónico, dolor de cabeza, pérdida del cabello, cansancio, alteraciones
menstruales (Goldman & Zubizarreta, 2004). Problemas sexuales. La mujer pierde
interés por el sexo y las rechaza la relación sexual. Surgen disfunciones como la
anorgasmia (pérdida del orgasmo) o el vaginismo (contracción involuntaria de los
músculos de la vagina) (Zubizarreta, 2004). Habitualmente, las mujeres maltratadas
piden turno con el médico y faltan. Si tienen lesiones físicas provocadas por la
violencia, demoran en buscar ayuda y dan explicaciones vagas de cómo se
ocasionaron. Las embarazadas suelen acudir tardíamente al control prenatal. Los
agresores usualmente las acompañan a las citas para evitar que ellas cuenten
nada. Por esta razón, el maltrato a la mujer es detectado, por lo general, cuando la
víctima se presenta al guardia o al doctor con heridas graves (Goldman, 2004).
Dunajecka (2010) afirma que el síndrome de mujer maltratada prevalece entre las
mujeres de 30 y 39 años. Los datos estadísticos colocan luego a las mujeres de 20
y 29 años, para seguir con las de 40 y 49 años, luego las de 15 y 19 años y, por
último, con las mayores de 0 años. Dunajecka establece, además, que el 66% del
total de las víctimas son mujeres casadas.

RESISTENCIA A LA VIOLENCIA Y ESTEREOTIPOS DE LA MUJER


MALTRATADA

En general existen una serie de valores y estereotipos en torno a los cuales se


socializa a los chicos y chicas diferenciadamente, entre los cuales seleccionamos
los aspectos específicos relacionados con el tema del maltrato: la agresión, el
manejo del dinero, las relaciones sexuales y el tratamiento de la dependencia
implícita en el vínculo de la pareja.
LAS MUJERES son socializadas con la expectativa de que su principal tarea en la
vida es cuidar de las demás personas, por lo que sus vidas se centran en
actividades que conducen al desarrollo y crecimiento de quienes les rodean y no de
ellas. Responder a las necesidades de otras personas puede brindar sensación de
gratificación y placer. El precio es depender de otros, en particular de sus maridos,
subordinarse a su poder, status y autoridad fuera del hogar.
El sentido de sí mismas, de su identidad, está profundamente afincado en
afiliaciones y relaciones personales que sugieren el desarrollo de capacidades y
cualidades de afectuosidad, expresividad emocional y empatía.
La idoneidad de una mujer en lo que respecta a la afectuosidad, empatía y las
relaciones interpersonales es a menudo desvalorizada y desestimada, dado que las
aptitudes para el mundo exterior son las más valoradas en una sociedad patriarcal.
La posición social de subordinación genera cólera en las mujeres, pero existen
dificultades para que lo manifiesten porque han recibido el mensaje de que una
persona responsable de cuidar a los demás no puede ser colérica. El hecho de que
muchas veces sean económicamente dependientes es otra barrera para la
manifestación de la cólera que provoca la subordinación.
Las mujeres frecuentemente dejan el destino económico de ambos en manos del
marido, cediéndole el control de su dinero y manejando sólo una parte de la
economía, la denominada “dinero de bolsillo”, el dinero de cada día, el que se utiliza
para el consumo cotidiano y para el mantenimiento de la estructura familiar.
La relación sexual es, a menudo, un acto simbólico realizado en nombre del deber
y la responsabilidad, en aras del matrimonio y la maternidad. Esta actitud impide
que experimente plenamente sus propios deseos sexuales.
Finalmente, las mujeres víctimas de violencia doméstica y enfrentadas al ciclo de la
violencia pueden presentar diversos trastornos patológicos, tales como el trastorno
de estrés postraumático, la impotencia aprendida y el síndrome de Estocolmo
doméstico. Pero hay uno en particular, el síndrome de la mujer maltratada, que
reúne los criterios de los tres anteriores. La mujer que presenta esta patología
revive una y otra vez los episodios de maltrato, sufre de ansiedad extrema, muestra
una conducta elusiva, se estanca emocionalmente, se aísla de la familia y la
sociedad, desarrolla problemas de imagen, problemas físicos y alimentarios y de
índole sexual. El daño psicológico es tal que la mujer pierde la capacidad de
responder y prefiere justificar la conducta de su marido e inculparse a sí misma.
Lamentablemente, muchas veces el círculo se cierra con la muerte porque la mujer
termina suicidándose o, en un último intento por defenderse, mata a su agresor.

BIBLIOGRAFÍA
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10. Concepción Pérez Villalobos y Nuria Romo Avilés. (2010). Igualdad y
Género.
SEMANA 07
04MAY2021
Perfil de la víctima de Violencia de Genero

 Es muy dependiente de su pareja.


 Miedo a la soledad.
 Suele ser sumisa y pasiva.
 Con bajo nivel de autoestima.
 No defiende sus derechos.
 Poco valorada.
 Suele fantasear con un final feliz.
 Cree en el cambio de él.
 Justifica la conducta violenta.
 Falso concepto de pareja.
 Teme al agresor.
 Se aísla de su familia y se su círculo social.
 Calla sus problemas.
 Minimiza la violencia.
 Niega la violencia.
 Estado emocional nervioso e irritable.
 Suelen deprimirse.
 Viven amargadas y/o desmotivadas.  Descuidan su arreglo personal.

Perfil desde una Dimensión Cognitiva

 Idealiza a la familia y el hecho de ser madre.


 Tiene cogniciones poco ajustadas a la realidad.
 No valora su tiempo.
 Cree que la mujer es la responsable de la violencia.
 Piensa en el futuro en términos negativos y desesperanzados.
 Desvaloriza sus capacidades, el hecho de que puede recuperar sus
capacidades.
 Abandona sus actividades.
 Actúa de acuerdo con las expectativas de los demás.
 Tiende a “pedir permiso”.
 Abandona los grupos de ayuda mutua.
 Realiza actos en contra de su voluntad.

Perfil desde una perspectiva comportamental

 Maneja conductas no asertivas.


 Tiene conductas autodestructivas.
 Traslada la violencia recibida hacia los hijos o ancianos.
 Tiene conductas altruistas y solidarias.
 Descuida su aspecto físico.
 Esta alerta a los estímulos externos.
 Trastornos del sueño: duerme mucho o no duerme.
 Comportamientos suicidas.
 Presenta síntomas del síndrome de estrés postraumático: trastornos del
apetito, fatiga al despertar, alucinaciones, alerta exagerada,
hipersensibilidad, irritabilidad, letargo, estado de ánimo cambiante,
pesadillas, fobias, reacciones sobresaltadas, desorganización del
pensamiento.

Personalidad

 Personalidad dependiente.
 Personalidad pasiva agresiva.
 Personalidad Inestable.
 Personalidad Anancastica.

Qué es la codependencia emocional de pareja

Este tipo de codependencia es una variante de la propia dependencia


emocional que refleja el lazo de dos personas que tienen una forma de
relacionarse poco constructiva.

La codependencia emocional de pareja muestra el perfil de quien se comporta


como indispensable para la vida del otro a través de gestos y actitudes que
centran al otro como protagonista. Sin embargo, esta abundancia de gestos de
amor está condicionada a la necesidad de recibir reconocimiento constante.
Una búsqueda de reafirmación continua ante la propia inseguridad interna.

Esta dinámica de comportamiento produce sufrimiento y desgaste a quienes


terminan encerrados en una visión del amor muy reduccionista. En una relación
de este tipo falta autonomía por ambas partes.

Síntomas de la codependencia de pareja

¿Cuáles son los síntomas que reflejan esta forma de dependencia en las
relaciones de pareja? ¿Cómo podemos detectar si estamos en una situación de
codependencia? A continuación, te mostramos las principales señales.
• Autoestima baja marcada por una visión distorsionada de sí mismo que
está condicionada por las propias variables inherentes a la situación del
momento. A veces, la persona se siente incomprendida por su entorno
más cercano puesto que su interpretación de la realidad no coincide con
la percepción frecuente que los amigos y familiares tienen sobre esa
historia.
• Falta de iniciativa para establecer límites en la relación que den lugar a
un nuevo vínculo desde el respeto a las necesidades comunes y,
también, individuales. Por tanto, esta forma de codependencia también
refleja una forma insana de amor propio puesto que quien experimenta
esta dificultad no se escucha a sí mismo ni al otro.
• Visión limitante de la felicidad al visualizar el guion de futuro en el
contexto específico de esta relación afectiva. La idea de una ruptura se
presenta como una forma de soledad que preocupa y bloquea a quien
sufre una forma de codependencia. Este miedo produce un círculo
vicioso ya que fomenta el apego.
• Chantaje emocional y manipulación afectiva como formas de ejercer
un control sobre la pareja. Un chantaje de quien hace sentir a su pareja
que debe actuar del modo que espera si de verdad le ama. Detrás de
este mensaje existe la manipulación continua del esquema "con todo lo
que yo hago por ti".
• Fragilidad de una relación cuya base es muy débil porque los hábitos
que la sostienen no la refuerzan, sino que la destruyen.

En violencia hacia las mujeres.

La persona que realice cualquier acción o conducta


que le cause muerte, daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico por su condición de tal, en el
ámbito público o privado.

En violencia hacia los integrantes del grupo


familiar

Se produce en el contexto de una relación de


responsabilidad, confianza o poder de parte de un
integrante a otro del grupo familiar.

PERFIL PSICOPATOLOGICO DEL AGRESOR


Conocer las características del agresor es clave. Cuanto más se conozca, se
podrá ayudar mejor y de manera adecuada a la víctima. Se podrá también,
conocer el grado de peligrosidad que representa para su integridad y su vida.

De acuerdo con lo señalado por el investigador Wilson Hernández, conocer a


las personas agresoras es un proceso largo y difícil, y necesario para tener
información constante y prevenir futuras agresiones. Sostiene que existe cierta
relación entre una serie de valoraciones machistas y la intensidad de la
violencia ejercida contra las mujeres. Estas valoraciones están vinculadas con
sexismo, pensamientos distorsionados sobre las mujeres y justificación de la
violencia.

Otros investigadores afirman que no existe ningún dato específico en la


personalidad del agresor, que tiene características heterogéneas. En el
imaginario popular la mayoría piensa que quienes agreden a los agresores son
enfermos mentales, pero en muchos casos es una persona “normal” por lo que
no se le puede considerar como psicópata o con trastornos de personalidad, ni
tampoco como un enfermo mental.

Otros estudios han comparado grupos de estudio entre agresores y no


agresores, encontrando que los trastornos mentales son muy poco frecuentes,
pero si se encuentran rasgos con alguna frecuencia han comparado grupos de
agresores encontrando algunas características como:

• No presenta psicopatía específica


• No emplea violencia contra otras personas
• Tiene actitudes sexistas y creencias estereotipada
• Utiliza causas externas, como justificantes de su comportamiento
violento
• Buena imagen pública
• Es inestable, dominante, suspicaz
• Abusa verbalmente (insulta, grita, dice «palabrotas’’)
• Puede ser más violento cuando su compañera está embarazada o
ha dado a luz.
• Tiene tendencia a negar el abuso, lo minimiza y a veces ni se
acuerda.
• Es egoísta, ignora los sentimientos de los demás.
• Cree que los hombres tienen derechos a ciertos privilegios
(extremadamente machista)
• Amenaza frecuentemente
• Experimenta cambios bruscos de humor

Diversos estudios a nivel nacional e internacional concuerdan de que no.


Aunque coinciden en que existen elementos que pueden ser comunes, en la
mayoría de casos, y uno de los más importantes es la internalización de los
estereotipos de género y la masculinidad hegemónica.

Fuente: Castellano, M.; Lachica, E.; Molina, A. y Villanueva, H. (2004).


Violencia contra la mujer. El perfil del agresor: criterios de valoración del riesgo.
Cuadernos de Medicina Forense, 35

Connell y Messerschmidt (2005) proponen que la “masculinidad hegemónica”


es un ideal de ser hombre, una aspiración a cómo debería funcionar su
identidad en búsqueda de la aceptación social y el reconocimiento de poder. La
masculinidad hegemónica, remarca patrones de conducta violenta y de lógicas
de poder sobre el cuerpo de las mujeres.

Fuente: Connell, R. y Messerschmidt, J. (2005). “Hegemonic Masculinity:


Rethinking the Concept”. Gender & Society. Volumen 19, número 6, pp. 829–
859. – EEUU.

¿Qué tipos de agresores existen en el Perú?

Hallamos tres tipos de agresores de mujeres en situación de pareja. Los


denominamos:
- Violentos en lo
Familiar de Baja
Intensidad.
- Violentos en lo
Familiar de Alta
Intensidad.
- Violentos en
General.

Se diferencian por
la frecuencia y
severidad de las
agresiones, así como por
la generalidad de las
mismas (dirigidas a las
mujeres o a terceros) y la
presencia de trastornos
de personalidad.
Además, muestran
gradualidad en la visión
distorsionada de la mujer
y la justificación de la violencia
contra este grupo.

Los Violentos en lo Familiar de Baja Intensidad, ejercen niveles de violencia


que rara vez son medios o altos. Son el tipo de agresor más frecuente. Se
caracterizan además porque su pareja es el objeto de sus agresiones, y rara
vez han sido personas como padre, madre, compañeros de trabajo o
desconocidos. La mayor parte de agresores en este tipo no presenta trastornos
de personalidad.

El segundo tipo es similar al anterior. La diferencia central es que en este caso


los Violentos en lo Familiar de Alta Intensidad, manifiestan conductas
agresivas de mucha mayor frecuencia y severidad. Ejercen coerción, violencia
psicológica, física y sexual. Entre los tres tipos, son los que muestran patrones
más altos de agresión con su pareja, manteniendo baja frecuencia de agresión
hacia terceros. La presencia de trastornos de personalidad asociados a la
violencia también es muy baja.

Finalmente, los Violentos en General, agreden con frecuencia y severidad de


niveles medios y altos. Su abanico de violencia incluye la coerción, así como la
violencia psicológica y física. Dos características los diferencian de los tipos
anteriores. Primero, el objeto de su agresión se extiende. Incluye no solo a su
pareja, sino a su padre o madre, colegas de trabajo y desconocidos. Segundo,
una alta proporción de ellos presenta trastornos de personalidad íntimamente
ligados a la agresividad, además de otros que pueden precipitar o acentuar la
violencia.
Los resultados de este estudio le dan centralidad al concepto de control como
eje de la violencia. Al mismo tiempo, muestran que la violencia se ejerce en
forma gradual y que no necesariamente las mujeres la sufren bajo esa
característica, y que los hombres tampoco son necesariamente cada vez más
agresivos. Algunas formas de violencia pueden “estancarse” en formas más
elementales y menos violentas, mientras que otras pueden escalar en la
medida que el abanico de posibles agresiones se vaya incrementando. Los
factores protectores contra la violencia como la educación, el nivel
socioeconómico o el empleo, no son absolutos. Muestran efectos relativos
probablemente condicionados a la concurrencia de otros factores que los
pueden activar o complementar. Los patrones de victimización más violentos se
presentan en todos los niveles socioeconómicos, al igual que los tipos de
agresores más violentos, aunque su proporción en las formas de agresión más
severas sea más alta en las clases bajas. Dicho de otra forma, la educación, el
nivel socioeconómico y el empleo tienen cierto grado de influencia en la
expresión de la violencia, pero no la extingue. La justificación de la violencia en
las mujeres víctimas tiene su contraparte en los agresores, quienes justamente
tienen pensamientos distorsionados sobre la mujer y también justifican la
violencia contra ellas como una forma de relación. Estos factores, dos caras de
una misma moneda, son clave de lectura importante para identificar cómo el
sentido de control, al margen de su origen, es un aspecto que se incrusta en la
forma en que dos personas se relacionan en el contexto de parejas donde el
hombre agrede a una mujer.
VALORACIÓN DEL DAÑO PSICOLÓGICO

La salud mental es un estado dinámico de bienestar subjetivo, en permanente


búsqueda de equilibrio que surge de las dimensiones biopsicosociales y
espirituales del desarrollo y se expresa en todas las esferas de la conducta de
la persona (comportamientos, actitudes, afectos, cogniciones y valores), todo lo
cual se plasma en el establecimiento de relaciones humanas equitativas e
inclusivas, en relación a la edad, sexo, etnia y grupo social, así como en la
participación creativa y transformadora del medio natural y social, buscando
condiciones favorables para el desarrollo integral, individual y colectivo (MINSA,
2004).

La salud mental responde a un proceso dinámico, no exento de conflictos,


producto de la interacción entre el entorno, los determinantes sociales y el
despliegue de las diversas capacidades humanas. Implica la búsqueda de
equilibrio y sentido de la vida, así como el reconocimiento de las capacidades y
limitaciones constituyéndose en eje transversal del desarrollo humano.

El concepto de salud mental en función del contexto sociocultural y más aún en


un país diverso y multicultural como el Perú. Requiere un enfoque intercultural
y prestar atención a las variables de pobreza, exclusión y discriminación. La
salud mental no sólo está basada en condiciones subjetivas, lo está también en
las condiciones objetivas como la pobreza, la exclusión y la violencia pueden
ser factores desestabilizantes del bienestar humano.

ENFOQUE BIOPSICOSOCIAL DEL DESARROLLO HUMANO

El ser humano es una unidad bio-psico-social, por tanto, la salud mental será el
resultado de un equilibrio de factores como la predisposición biológica, la
calidad de los vínculos tempranos, la educación inclusiva, el buen trato en los
diferentes espacios de socialización, el respeto de sus derechos, el
reconocimiento de su identidad personal y cultural, la capacidad de trabajar
creativamente y de participar socialmente, un medio ambiente sano y
agradable, entre otros. Oyague (2005) • El desarrollo no sólo implica conocer el
ingreso y progreso económico de cada país sino también el desarrollo humano
como elemento central en el desarrollo de las naciones. En ese sentido, el
bienestar emocional de una persona ha dejado de pertenecer estrictamente a la
esfera privada y ha pasado a ser de interés público, entendiéndose a la salud
mental como un factor transversal del desarrollo humano (MINSA, 2004).
Bolduc (2001).

El desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplían las


oportunidades de los individuos para vivir de acuerdo con sus valores y
aspiraciones. El índice de desarrollo humano no se restringe a la medida del
ingreso nacional per capita, busca visibilizar aspectos básicos que amplíen las
opciones de las personas como son una vida prolongada y saludable, acceso a
la educación y el disfrute de un nivel de vida digno (PNUD, 2008).
La violencia es un fenómeno social que atraviesa la sociedad peruana y permea
el conjunto de las relaciones sociales. Es de naturaleza multicausal y de
expresión pluridimensional, puede ser pública o privada. Por tanto, existen
diferentes manifestaciones y escenarios de la violencia en nuestra sociedad,
donde las víctimas son principalmente las poblaciones más vulnerables por su
condición de género, edad, clase y etnía.
La violencia presupone una relación desigual de poder entre sujetos sociales y
requiere para configurarse el ejercicio de dicho poder fuera de la razón y la
justicia.

La violencia daña de diferente forma a las víctimas, varía en grado e intensidad,


llegando en algunos casos a configurar un trauma. Ello depende de múltiples
factores biológicos, psicológicos y sociales no solo de la víctima sino del
agresor y principalmente de la relación entre ambos.

LA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA DE LA VIOLENCIA

La violencia es un acto vincular cuyo fin es eliminar física o psíquicamente el


deseo que hace a una persona ser quien es, la violencia no admite la existencia
de otro distinto. Lo traumático tiene específicamente que ver con el vínculo
violentado entre personas (Puget y Berestein, 1993).

El evento violento genera un trauma en la victima en la medida que la víctima


no es capaz de procesarlo, de forma que si bien habrá un impacto frente a la
violencia, la intensidad del trauma variara en función de los múltiples factores
de riesgo y protección de la víctima.

SECUELAS PSICOSOCIALES EN LAS PERSONAS VÍCTIMAS DE


VIOLENCIA

En las víctimas de violencia se ha encontrado una variedad de síntomas:


Depresión, ansiedad, trastorno del sueño, trastorno por estrés postraumático,
trastornos de la conducta alimentaria, intento de suicidio, abuso de alcohol,
drogas y psicofármacos. Así como miedo, aislamiento social, baja autoestima,
irritabilidad, labilidad emocional, dificultades para concentrarse, rabia, algunas
dirigen su rabia hacia sí mismas (suicidio, automutilación, maltrato a los hijos),
falta de asertividad, pérdida de seguridad, sensación de indefensión
(sentimiento de falta de poder y falta de esperanza), percepción de
vulnerabilidad, sentimiento de responsabilidad y culpabilidad por el incidente
traumático. (Cantón y Cortés, 1997, Calvi (2005) y Ministerio de Sanidad y
Consumo, 2007).

SECUELAS PSIQUICAS DE LA VIOLENCIA

TRASTORNOS MENTALES

Algunos autores diferencian las secuelas en las víctimas de violencia en función


de las diferentes áreas de funcionamiento: área cognitiva, afectiva y social, así
como en relación a la variable género y al tipo de violencia. (Villavicencio y
Sebastián, 1999, Echeburrua, 2006 y otros) En la violencia sexual se plantea
que los factores que modulan el impacto de la agresión sexual, se debe
distinguir grupos de variables:
- El perfil individual de la víctima, en cuanto a edad, sexo y contexto
familiar.
- Las características del acto abusivo (frecuencia, severidad, existencia de
violencia o de amenazas, cronicidad, etc.).
- La relación existente con el abusador.
- Las consecuencias asociadas al abuso. (Echeburúa y
Guerricaechevarría, 2000).

EL DAÑO PSÍQUICO

La perspectiva psicojurídica del daño psíquico La valoración del daño psíquico.

Establecer la existencia del daño psíquico en las personas víctimas de violencia


y valorarlo permitiendo probar la responsabilidad del agresor, su sanción y la
reparación para la víctima es un tema pendiente de la administración de justicia
en nuestro país.
Por ello es necesario contar con un instrumento que permita la valoración del
daño psíquico de las personas víctimas de violencia.

LA PERSPECTIVA PSICOJURÍDICA DEL DAÑO PSÍQUICO

El bien jurídico protegido es la integridad personal, que implica salvaguardar la


totalidad de la persona en sus aspectos físicos, fisiológicos, psicológicos,
sexuales, relacionales, morales y sociales, nos veremos en la necesidad de
aplicar estas nociones jurídicas a la salud mental.

Arteaga Medina (2005), ello nos coloca frente al daño psicológico, que se
presenta como el detrimento, el perjuicio y el menoscabo a la salud mental a
consecuencia de un comportamiento ilícito, por lo tanto, es una ofensa que se
puede imputar objetivamente a la acción, según los criterios de la causalidad
adecuada.

LA VALORACIÓN DEL DAÑO PSÍQUICO

Para fines de este protocolo definimos el daño psíquico como “la afectación y/o
alteración de algunas de las funciones mentales o capacidades de la persona,
producida por un hecho o un conjunto de situaciones de violencia, que
determina un menoscabo temporal o permanente, reversible o irreversible del
funcionamiento integral previo” (Comisión de trabajo IML/CAPS/MR/PUCP
2008).

Es decir, el daño psíquico implica:


- La afectación y/o alteración de algunas de las funciones mentales o
capacidades de la persona que puede presentarse de dos maneras:
como un cuadro psicopatológico codificable internacionalmente (CIE-10)
o como un menoscabo del funcionamiento integral de la persona
expresado en un síndrome difuso.
- Puede ser tanto una condición nueva en el sujeto como incrementar una
discapacidad anterior.
- Causa una limitación o disminución del funcionamiento biopsicosocial.
- La existencia de un nexo causal con un evento violento que es
experimentado como traumático. - Puede ser reversible y temporal.
- Menoscaba el funcionamiento integral previo al evento violento • Puede
darse una alteración del proyecto de vida.

La evaluación forense es una investigación que debe incluir la información


recogida a partir otras fuentes:

- El atestado policial.
- Entrevista a testigos, compañeros y/o, familiares de la víctima, etc.). Así
se consigue la validación transversal de la anamnesis (Echeburua,
Corral, 2005;). Se debe estar atento a aquellos elementos que confieren
validez a un testimonio como la reiteración en el discurso, la congruencia
entre el lenguaje verbal y las emociones expresadas, la ausencia de
variación en la descripción de los hechos, la alteración de la memoria
(Echeburua y Amor, 2004).

INDICADORES SEGÚN LAS ÁREAS DE EVALUACIÓN

1. Síntomas depresivos  Insomnio  Hipersomnia  Animo depresivo 


Apatía  Anhedonia  Ideación suicida  Resentimiento y/o venganza 
Descuido del arreglo personal  Llanto espontáneo  Labilidad afectiva 
Cansancio y/o fatiga  Alteración del apetito y/o Pérdida de peso 
Problemas psicosomáticos.
2. Síntomas ansiosos  Dificultades de la atención concentración 
Ansiedad  Temor a estar solo  Crisis de Angustia situacionales 
Fobias  Irritabilidad  Poca tolerancia a la frustración  Temores y
miedos.  Pesadillas recurrentes  Terrores nocturnos  Síntomas
neurovegetativos.
3. Secuelas Post- Trauma Amnesia Flashbacks Evitación de
pensamientos, sentimientos o situaciones asociadas al evento violento
Intrusión de pensamientos, sentimientos asociados al evento violento
Síntomas disociativos Hiperactivación Alteraciones de la percepción
Descontrol psicomotriz Rumiación de pensamientos Embotamiento
y/o desapego emocional.
4. Relaciones Interpersonales, sociales y/o laborales Pobre o ausente
contacto visual Disminución del rendimiento académico, laboral y/o
doméstico Desadaptación familiar Sumisión Pérdida de confianza
hacia personas cercanas Suspicacia Temor, desagrado y/o rechazo al
contacto físico Aislamiento y/o retraimiento Oposicionismo desafiante
Dificultades para establecer vínculos con pares y/o pareja.
5. Impulsividad Inhibición Sexual Conducta suicida Conductas
heteroagresivas Conductas auto agresivas Conducta antisocial
Interés o preocupación excesiva por temas sexuales Comportamiento
sexual inadecuado Respuesta impulsiva Restricción Alimentaria
Atracones Provocación del vómito Conductas adictivas secundarias
Exposición a situaciones de riesgo.
6. Agencia personal y Propósito de Vida Desesperanza hacia el futuro
Dificultades en el logro de metas Pérdida del sentido de la vida
Pérdida o disminución de la capacidad de auto eficacia
Desvalorización de sí mismo Sentimientos de culpa y castigo Por ver
si se incluye Disfunciones Sexuales.
SEMANA 08 11MAY2021

I EXAMEN PARCIAL
III UNIDAD
SEMANA 09 18MAY2021

PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA
La violencia es el “uso intencional de la fuerza física o el poder real o como
amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como
resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o
mal desarrollo.
La experiencia y los estudios de investigación realizados muestran claramente
que es posible prevenir la violencia y disminuir sus efectos, de la misma manera
en que las medidas de salud pública han logrado prevenir y disminuir en
muchas partes del mundo las complicaciones relacionadas con el embarazo,
las lesiones en el lugar de trabajo, las enfermedades infecciosas y las
afecciones resultantes del consumo de alimentos y agua contaminados.
Esta serie de siete orientaciones dirigidas a los promotores, los encargados de
diseñar y ejecutar los programas, entre otros, resume los datos sobre la eficacia
de las siguientes siete estrategias principales dirigidas a prevenir la violencia
interpersonal y la autoinfligida:
1) aumentar las relaciones sanas, estables y estimulantes entre los niños y sus
padres o cuidadores;
2) desarrollar habilidades para la vida en los niños y los adolescentes.
3) reducir la disponibilidad y el consumo nocivo de alcohol;
4) restringir el acceso a las armas de fuego, las armas blancas y los
plaguicidas;
5) fomentar la igualdad en materia de género para prevenir la violencia contra
las mujeres;
6) cambiar las normas sociales y culturales que propician la violencia; y
7) establecer programas de identificación, atención y apoyo a las víctimas.

La violencia se puede prevenir.


Un enfoque de Salud Pública de cuatro pasos ofrece un marco que puede ser
de utilidad para prevenir la violencia, incluye:
 Definir el problema.
 Identificar causas y factores de riego.
 Diseñar y evaluar las intervenciones.
 Incrementar en escala las intervenciones que resultan efectivas. El
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, presentó la propuesta
técnica para reeducar a las personas agresoras, elaborada de acuerdo al
mandato de la Ley N° 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. El avance se
presentó en la segunda sesión de la Subcomisión para la reeducación de
personas agresoras.

La propuesta desarrollada por la Dirección de Asistencia Técnica y Promoción,


órgano de línea de la Dirección General contra la Violencia de Género, consta
de tres instrumentos:

- Competencias de los y las proveedoras de programas y servicios


reeducativos para varones agresores.
- Estándares mínimos de calidad de los programas y servicios reeducativos
para varones agresores.
- Lineamientos y metodología de trabajo para la prevención de la violencia
contras las mujeres e integrantes del grupo familiar, específicamente,
adolescentes en conflicto con la Ley.
En la reunión se recibieron aportes y recomendaciones de parte de las
instituciones que integran la subcomisión: Instituto Nacional Penitenciario,
Poder Judicial (Gerencia de Centros Juveniles), Municipalidad Metropolitana de
Lima y el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual. Tras la
presentación, se espera consensuar la propuesta para ser aplicada por las
instituciones responsables de implementar programas y servicios reeducativos
para personas agresores.
A partir del año 2016, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables
cuenta con facultades para crear Hogares de Refugio Temporal que brinden
protección a las mujeres víctimas de violencia y a sus hijos e hijas que se
encuentren en alto riesgo a su integridad. Anteriormente, el MIMP solo
promovía la creación de estos albergues por parte de diversas asociaciones
civiles, a quienes brindaba asistencia técnica, pero no podía dotarlas de bienes
y servicios; lo cual traía como resultado, que estos hogares temporales no
siempre cuenten con personal especializado y tampoco tengan los recursos
económicos para dar una atención adecuada a las mujeres albergadas.
En la actualidad, los hogares de refugio temporal se han convertido en un
importante recurso de protección social para ayudar a la mujeres en riesgo de
feminicidio; sin embargo, no se tiene aún suficientes hogares para dar
protección a las víctimas; siendo esto una tarea urgente del gobierno central
con los gobiernos locales.
Es política permanente del Estado la creación de Hogares de Refugio Temporal
(Ley N°30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres y los integrantes del Grupo Familiar).
ARTÍCULO 1. OBJETO DE LA LEY
LA PRESENTE LEY TIENE POR OBJETO PREVENIR, ERRADICAR Y
SANCIONAR TODA FORMA DE VIOLENCIA PRODUCIDA EN EL ÁMBITO
PÚBLICO O PRIVADO CONTRA LAS MUJERES POR SU CONDICIÓN DE
TALES, Y CONTRA LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR; EN
ESPECIAL, CUANDO SE ENCUENTRAN EN SITUACIÓN DE
VULNERABILIDAD, POR LA EDAD O SITUACIÓN FÍSICA COMO LAS NIÑAS,
NIÑOS, ADOLESCENTES, PERSONAS ADULTAS MAYORES Y PERSONAS
CON DISCAPACIDAD.
PARA TAL EFECTO, ESTABLECE MECANISMOS, MEDIDAS Y POLÍTICAS
INTEGRALES DE PREVENCIÓN, ATENCIÓN Y PROTECCIÓN DE LAS
VÍCTIMAS ASÍ COMO REPARACIÓN DEL DAÑO CAUSADO; Y DISPONE LA
PERSECUCIÓN, SANCIÓN Y REEDUCACIÓN DE LOS AGRESORES
SENTENCIADOS CON EL FIN DE GARANTIZAR A LAS MUJERES Y AL
GRUPO FAMILIAR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA ASEGURANDO EL
EJERCICIO PLENO DE SUS DERECHOS.
ARTÍCULO 2. PRINCIPIOS RECTORES

EN LA INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE ESTA LEY, Y EN GENERAL,


EN TODA MEDIDA QUE ADOPTE EL ESTADO A TRAVÉS DE SUS
PODERES PÚBLICOS E INSTITUCIONES, ASÍ COMO EN LA ACCIÓN DE LA
SOCIEDAD, SE CONSIDERAN PREFERENTEMENTE LOS SIGUIENTES
PRINCIPIOS:
1. PRINCIPIO DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
SE GARANTIZA LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES.
PROHÍBESE TODA FORMA DE DISCRIMINACIÓN. ENTIÉNDESE POR
DISCRIMINACIÓN, CUALQUIER TIPO DE DISTINCIÓN, EXCLUSIÓN O
RESTRICCIÓN, BASADA EN EL SEXO, QUE TENGA POR FINALIDAD O
POR RESULTADO MENOSCABAR O ANULAR EL RECONOCIMIENTO,
GOCE O EJERCICIO DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS.
2. PRINCIPIO DEL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO
EN TODAS LAS MEDIDAS CONCERNIENTES A LAS NIÑAS Y NIÑOS
ADOPTADAS POR INSTITUCIONES PÚBLICAS O PRIVADAS DE
BIENESTAR SOCIAL, LOS TRIBUNALES, LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS O LOS ÓRGANOS LEGISLATIVOS SE DEBE TENER
EN CONSIDERACIÓN PRIMORDIAL EL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO.
3. PRINCIPIO DE LA DEBIDA DILIGENCIA
EL ESTADO ADOPTA SIN DILACIONES, TODAS LAS POLÍTICAS
ORIENTADAS A PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR TODA FORMA
DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL
GRUPO FAMILIAR. DEBEN IMPONERSE LAS SANCIONES
CORRESPONDIENTES A LAS AUTORIDADES QUE INCUMPLAN ESTE
PRINCIPIO.
4. PRINCIPIO DE INTERVENCIÓN INMEDIATA Y OPORTUNA
LOS OPERADORES DE JUSTICIA Y LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ,
ANTE UN HECHO O AMENAZA DE VIOLENCIA, DEBEN ACTUAR EN
FORMA OPORTUNA, SIN DILACIÓN POR RAZONES
PROCEDIMENTALES, FORMALES O DE OTRA NATURALEZA,
DISPONIENDO EL EJERCICIO DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
PREVISTAS EN LA LEY Y OTRAS NORMAS, CON LA FINALIDAD DE
ATENDER EFECTIVAMENTE A LA VÍCTIMA.
5. PRINCIPIO DE SENCILLEZ Y ORALIDAD
TODOS LOS PROCESOS POR VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y
LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR SE DESARROLLAN
CONSIDERANDO EL MÍNIMO DE FORMALISMO, EN ESPACIOS
AMIGABLES PARA LAS PRESUNTAS VÍCTIMAS, FAVORECIENDO QUE
ESTAS CONFÍEN EN EL SISTEMA Y COLABOREN CON ÉL PARA UNA
ADECUADA SANCIÓN AL AGRESOR Y LA RESTITUCIÓN DE SUS
DERECHOS VULNERADOS.
6. PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD Y PROPORCIONALIDAD
EL FISCAL O JUEZ A CARGO DE CUALQUIER PROCESO DE
VIOLENCIA, DEBE PONDERAR LA PROPORCIONALIDAD ENTRE LA
EVENTUAL AFECTACIÓN CAUSADA Y LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Y DE REHABILITACIÓN A ADOPTARSE. PARA ELLO, DEBE HACER UN
JUICIO DE RAZONABILIDAD DE ACUERDO CON LAS
CIRCUNSTANCIAS DEL CASO, EMITIENDO DECISIONES QUE
PERMITAN PROTEGER EFECTIVAMENTE LA VIDA, LA SALUD Y LA
DIGNIDAD DE LAS VÍCTIMAS. LA ADOPCIÓN DE ESTAS MEDIDAS SE
ADECÚA A LAS FASES DEL CICLO DE LA VIOLENCIA Y A LAS
DIVERSAS TIPOLOGÍAS QUE PRESENTA LA VIOLENCIA CONTRA LAS
MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR.

SEMANA 10 25MAY2021

Artículo 30. Reeducación de las personas agresoras

Es política del Estado la creación de servicios de tratamiento que contribuyan a


la reeducación de personas agresoras que han cometido actos de violencia
contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar a fi n de que el agresor
detenga todo tipo de violencia contra estos.
PRACTICA: ANALISIS DE CASOS PRACTICOS DE HOMBRES QUE
RECIBIERON TERAPIA PARA RENUNCIEN A LA VIOLENCIA.

Artículo 31. Tratamiento penitenciario para la reinserción social de las


personas agresoras privadas de libertad

El Instituto Nacional Penitenciario incorpora el eje de prevención de la violencia


contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar dentro de los distintos
programas de tratamiento penitenciario dirigidos a la población penal.
El condenado a pena privativa de libertad efectiva por delitos vinculados a la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, previa
evaluación, debe seguir un tratamiento de reeducación de carácter
multidisciplinario y diferenciado, teniendo en cuenta los enfoques consignados en
esta Ley a fi n de facilitar su reinserción social. El cumplimiento del tratamiento
es un requisito obligatorio para el otorgamiento de beneficios penitenciarios, de
indulto y de la conmutación de la pena a los que hubiere lugar, conforme al
marco legal vigente, los que no pueden ser concedidos sin el correspondiente
informe psicológico y social que se pronuncie sobre la evolución del tratamiento
diferenciado.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables presta asistencia técnica para


el diseño del programa de reeducación.

Artículo 32. Tratamiento para las personas agresoras en medio libre

En los procesos por delitos vinculados a actos de violencia contra las mujeres y
los integrantes del grupo familiar, el juez puede imponer al agresor tratamiento
psicosocial, psiquiátrico o de grupos de autoayuda especializados en violencia a
través de la asistencia a terapias sobre violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar, utilizando los diversos programas que desarrollan
las instituciones de protección a la familia. Esta medida puede aplicarse desde el
inicio del procedimiento.

Es obligación de los gobiernos locales implementar, en coordinación con el


Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, servicios de atención e
intervención para varones y personas agresoras.

En los procesos por delitos vinculados a actos de violencia contra las mujeres y
los integrantes del grupo familiar, los juzgados penales deben pronunciarse en la
sentencia condenatoria acerca del tratamiento especializado para el agresor que
no cumpla pena privativa de libertad efectiva.
El sometimiento a un servicio de tratamiento para la reeducación de agresores
en instituciones públicas o privadas que el juzgado disponga, es considerado
como regla de conducta, sin perjuicio de la sanción penal que corresponda.

Penas Limitativas de Derechos( INPE)

Ley Nº 27030 “Ley de Ejecución de las Penas de Prestación de Servicio a la


Comunidad y de Limitación de Días Libres” Órgano encargado de organizar y

• Ley Nº 27030 “Ley de Ejecución de las Penas de Prestación de Servicio a la


Comunidad y de Limitación de Días Libres” Órgano encargado de organizar y

• conducir las actividades de Asistencia Post penitenciaria y de ejecución de


Penas Limitativas de Derechos. Órgano encargado de organizar y conducir
las actividades de Asistencia Post penitenciaria y de ejecución de Penas
Limitativas de Derechos. Diseñamos políticas y acciones de tratamiento para
liberados, promoviendo la reinserción social del liberado a la sociedad y el
cumplimiento efectivo de las sentencias de penas limitativas de derechos.

LOURDES FERNÁNDEZ @LulitaFC


Veinticuatro zapatos están alineados en un rincón del salón. En otra de las
esquinas, están sus dueños, unos doce hombres que fueron sentenciados por el
Poder Judicial por haber agredido a sus parejas. “Al principio lo vi como un
castigo y me costó venir. Ahora, estoy empezando a entender lo que hice”,
dice Silvio Romero, de 53 años, quien descalzo inicia la terapia a la que asiste
desde hace dos meses.
Como Silvio otros 55 hombres considerados violentos asisten una vez por
semana al Centro de Asistencia Institucional (CAI) del Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP), ubicado en Breña. En este centro son
atendidos por especialistas para evitar que su agresividad pueda concluir en
feminicidio
“Trabajamos en grupos para que empiecen a reconstruir su mundo y
desterrar la ira y la violencia”, cuenta el coordinador del CAI, Óscar Huacho
Arroyo.

Esta rabia es la que César trata de apaciguar desde hace un año. Con una
formación militar a cuestas, César tiene una lucha diaria con sus emociones.
Hace dos años estuvo a punto de matar a golpes a su esposa luego de
enterarse que le había sido infiel. Ahora se siente tan culpable que al recordarlo
la voz se le quiebra y los ojos se le llenan de lágrimas. “ Me enteré de que me
engaño y la castigué. La golpeé y tenía ganas de matarla, pero pensé en mis
hijos”, recuerda.

César dice haber aprendido a controlar esa rabia que le enciende la sangre
cada vez que tiene una discusión. “Cuando me da calor a la cara y me sudan
las manos, digo ya vengo, salgo y como una hora después regreso y
pregunto si puedo seguir conversando”, precisa. Ahora, dice, sabe perdonar y
ha decidido retomar la relación con su esposa y demostrarle que ha cambiado.
UNA TERAPIA QUE CUESTA

Los doce hombres descalzos se ponen de pie. “Agárrense de las manos y


mírense fijamente”, dice Huacho casi susurrando. Unas risas nerviosas rompen
el silencio. “No estamos acostumbrados a esto”, replica otro de los asistentes
intentando no soltar las manos de su compañero.

“Lidiar con emociones no es fácil. Hay usuarios que están un mes y luego
deciden no venir porque no pueden abandonar el machismo con el que
fueron criados”, agrega Huacho.

Este es el principal problema del programa. Pese a ello, tanto el CAI de Breña
como el de Carmen de la Legua, en el Callao, han recibido a 470 sentenciados
desde el 2010. La mayoría de agresores que asiste a los CAI, tiene entre 36 a
45 años de edad. El alcohol y drogas, así como los celos, son los detonantes de
sus conductas agresivas.

¿Cuánto pueden cambiar los sentenciados? Según el MIMP, se necesita por lo


menos un año de terapias para ver cambios. “Es un proceso largo, lo que
también incluyen algunas recaídas sentencia Huacho.
En total 435 hombres denunciados por agresión contra sus parejas recibirán,
por disposición del Poder Judicial, terapia psicológica a fin de que aprendan a
controlar sus emociones, a resolver conflictos sin violencia y evitar un futuro
feminicidio.

Así lo informó la directora de Atención Integral frente a la Violencia Familiar y


Sexual del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp), Betty
Olano Cieza, al explicar que se trata de actos de agresión denunciados por
mujeres solo durante este año.

"A los tres centros de atención que tenemos a cargo llegaron casos en los que
el juez dictaminó que el sentenciado debía cumplir un programa terapéutico por
haber atacado a su pareja", refirió en diálogo con la Agencia Andina.

Detalló que el tratamiento dura entre 8 y 12 meses y participa un equipo de


terapeutas, psicólogos y trabajadores sociales del Mimp, quienes ayudan a los
agresores a reconocer el origen de su violencia y aprender a resolver sus
conflictos de otra manera.

En ese tiempo, ellos deben lograr un cambio cualitativo importante, refirió la


funcionaria. Y es lo que ocurre, sostuvo, pues la mayoría admite durante el
proceso de tratamiento que si no hubiera recibido ese soporte emocional,
asesinaba tarde o temprano a su pareja.

"Inclusive estos hombres reconocen que los niveles de maltrato hacia sus hijos
disminuyeron, pues se dieron cuenta de que estos son sujetos de derecho y
pueden intervenir en las decisiones de la familia", agregó.

El programa diseña un plan de tratamiento de acuerdo con el diagnóstico de los


especialistas de los centros de atención. Es un trabajo integral, se orienta a
esclarecer la vida personal de agresor y los vínculos que estableció con su
familia. Luego, se reporta al juez si el agresor asiste con regularidad o no.

"En muchos casos estos hombres están separados o divorciados, pero el


programa los ayuda a construir un nuevo modelo de pareja y familia. Si no
tratan su salud mental ni trabajan su yo interno repetirán las acciones violentas
en sus nuevas relaciones de pareja", explicó.

Los centros de atención se crearon el 2012 y hoy se ubican en los distritos de


Breña, Carmen de la Legua, en Lima, y en el departamento de Ayacucho.
IV UNIDAD

SISTEMA NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN, SANCIÓN Y ERRADICACIÓN DE


LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO
FAMILIAR

SEMANA 11 01JUN2021

RD. N° 925-A-2016-DIRGEN/EMG-PNP DEL 12SET2016.


GUÍA DE PROCEDIMIENTOS PARA LA INTERVENCIÓN DE LA POLICÍA
NACIONAL EN EL MARCO DE LA LEY N° 30364 “LEY PARA PREVENIR,
SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y LOS
INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR” Y SU REGLAMENTO D.S. Nº 009-
2016MIMP.

CAPÍTULO II PROCEDIMIENTOS POLICIALES EN LOS CASOS DE VIOLENCIA

A. CONOCIMIENTO DE HECHOS DE VIOLENCIA, ACCIONES INMEDIATAS,


INVESTIGACIÓN Y ELABORACIÓN DEL ATESTADO O INFORME.

1. CONOCIMIENTO DE LOS HECHOS Y DENUNCIA POLICIAL

a. Conocido los hechos de violencia por el personal policial de servicio de calle,


deberán reportarlos de forma inmediata al personal de la Comisaría de la jurisdicción
policial correspondiente a través del Parte de Ocurrencia.

b. El personal policial que como consecuencia de un pedido de constancia de


retiro forzoso o voluntario del hogar, advierta que el caso deviene de un hecho de
violencia contra la mujer o integrantes del grupo familiar, procederá de inmediato a
registrarla como denuncia.

c. El personal policial que como consecuencia de un pedido de constatación por


abandono del hogar, advierta que el caso deviene de un hecho de violencia contra la
mujer o integrantes del grupo familiar, procederá de inmediato a registrarla como
denuncia.

d. El personal policial que reciba una denuncia debe identificarse ante la usuaria
o usuario con su grado y nombres completos, por lo que debe tener en el escritorio
de manera visible su rótulo de identificación.

e. El personal policial, independientemente de la especialidad, está obligado a


recibir, registrar y tramitar de inmediato las denuncias verbales o escritas de actos
de violencia contra la mujer y los integrantes del grupo familiar que presente la
víctima o cualquier otra persona en su representación. En el caso de las víctimas no
es necesario presentar el Documento Nacional de Identidad (DNI) o carnet de
extranjería.

En caso, el hecho denunciado corresponda a otra jurisdicción policial,


obligatoriamente la denuncia será recibida, registrada y derivada de inmediato con
los actuados preliminares a la jurisdicción policial correspondiente, previa
comunicación al Juez de Familia del lugar o los que cumplan sus funciones y al
Fiscal Penal de constituir delito. Está prohibido referir al denunciante a otra
dependencia bajo responsabilidad.

Las niñas, niños o adolescentes podrán denunciar actos de violencia en su agravio o


de otras personas sin la presencia de una persona adulta. En esta circunstancia el
personal policial garantiza su seguridad hasta que se dicte la medida de protección.

f. Lo señalado en el artículo anterior deberá ser ejecutado, cumpliendo con


todas las diligencias de ley considerando que todo el procedimiento policial debe
estar enmarcado dentro del plazo de 24 horas de recepcionada la denuncia.

g. Para recibir y registrar la denuncia es suficiente lo manifestado por quien


requiere la intervención policial, no siendo necesaria la presentación de resultados
de exámenes físicos, psicológicos, pericias de cualquier naturaleza, o que la víctima
muestre huellas visibles de violencia.

h. El personal policial tiene la obligación de registrar la denuncia de manera


inmediata en el aplicativo respectivo del Sistema de Denuncia Policial (SIDPOL) y,
en ausencia de éste, en el libro de denuncias; el registro de la denuncia debe ser
previo a la solicitud del examen pericial.

Si de la denuncia de violencia se desprende una situación de abandono de una niña,


niño o adolescente se comunica de inmediato al Juzgado de Familia o al que haga
sus veces, al Fiscal de Familia o su equivalente y a la Unidad de Investigación
Tutelar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para que actúen de
acuerdo a sus atribuciones.

Si la denuncia de violencia involucra como agraviados o agresores a niñas, niños o


adolescentes, se comunica a la Fiscalía de Familia conforme al artículo 14.33 del
Reglamento.

Si la denuncia de violencia que se registra implica un presunto delito, el personal


policial comunica de inmediato el hecho a la Fiscalía Provincial Penal conforme al
artículo 14.24 del Reglamento.

Recibida la denuncia, el personal policial de la Sección Familia de cada Comisaria


debe poner en conocimiento de inmediato al Juzgado de Familia o al que cumpla
dicha función para el otorgamiento de las medidas de protección u otras que
correspondan, remitiendo el atestado o informe dentro de las 24 horas de conocido
el hecho, conforme se regula en los artículos 145, 216 y 237 del Reglamento.

La denuncia debe contener además de los datos que exige el Sistema de Denuncia
Policial (SIDPOL) lo siguiente:

1) Nombres y apellidos completos de la víctima, nombres y apellidos completos o


datos de identificación de la persona denunciada, de ser el caso el alias, domicilio,
teléfono fijo o móvil, correo electrónico de la víctima, del agresor y de un familiar
de la víctima si lo tuviera.

2) Relación de la víctima con la persona denunciada.

3) Croquis domiciliario de la víctima y de la persona denunciada.

i. Las Comisarías deben destinar un ambiente que garantice la confidencialidad y


privacidad a las personas que acudan a interponer las denuncias.

2. DE LAS ACCIONES INMEDIATAS

a. Informar al denunciante sobre los derechos que le asisten, de contar con defensa
legal gratuita del Estado, y los servicios gratuitos públicos y privados a los que
puede acudir, levantando el acta correspondiente. Adicionalmente, se informará a
la víctima que se llenará la Ficha de Valoración de Riesgo, para ser remitida al
Juzgado de Familia o su equivalente.

Cada Comisaría publicará en un lugar visible el directorio de los servicios


públicos que se ofrecen en su jurisdicción, bajo responsabilidad.

b. Si la víctima requiere atención médica será conducida a una institución de salud,


de lo cual se dejará constancia en el Parte de Ocurrencia respectivo anotando sus
generales de ley y los datos del médico tratante, dando cuenta al Juzgado de
Familia para las acciones de su competencia.

c. Emitir el citatorio a las o los denunciados, procediendo de acuerdo a lo


establecido por el Manual de Procedimientos Policiales. En ningún caso el
citatorio puede ser encomendado a la víctima, bajo responsabilidad.

d. El personal policial debe constituirse al lugar de los hechos a fin de perennizar la


escena, tomando todas las precauciones para el resguardo y protección del lugar
y las evidencias, lo que dejará constancia en el Acta respectiva; de ser necesaria
una mayor evaluación de la escena de los hechos convocará a la DIRCRI u
OFICRI según corresponda.
3. LA INVESTIGACIÓN

a. La Policía Nacional debe gestionar la obtención de las pruebas sobre los hechos
de violencia, entre otras:

1) Certificado médico legal;


2) Informe o peritaje psicológico de la víctima (persona que presenta daño
psíquico o sufrimiento psicológico atribuidos a actos de violencia); para
lo que tendrá en cuenta lo establecido en el artículo 13 del Reglamento
de la Ley.
3) El examen o pericia de dosaje etílico, ectoscópico, toxicológico y otros,
de acuerdo a la circunstancia;
4) Informe de la Institución de Salud sobre la atención de emergencia (si lo
hubiera);
5) Informes de instituciones públicas o privadas sobre hechos de violencia;
6) Manifestación o declaración de testigos;
7) Las denuncias previas que registre el denunciado en el SIDPOL, los
antecedentes policiales y posibles requisitorias, así como los registros en
perjuicio de la agraviada;
8) Audios, videos, vistas fotográficas o copias impresas de mensajes
electrónicos u otros, que evidencien la violencia de que es objeto la
víctima;
9) Pruebas de incumplimiento de obligaciones alimentarias u otros;
10) Obtener de la base de datos del RENIEC, las hojas o fichas de consulta,
que corroboren la identidad de la víctima y del agresor;
11) Declaración de la persona denunciante y de la víctima (si no es la misma
denunciante);
12) Realizar la Inspección Técnica Policial, levantar el Acta y elaborar el
Informe correspondiente.

b. Solicitar a la Superintendencia Nacional de Control de Servicio de Seguridad,


Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC), si el agresor(a) cuenta
o no con Licencia vigente para portar armas de fuego.

c. En caso de encontrar un arma de fuego o similar, en el lugar de los hechos, que


ponga en riesgo la vida o integridad física de la víctima, se procederá al
levantamiento e incautación mediante acta para su remisión al laboratorio de
criminalística de la PNP para su análisis y posterior internamiento en la
SUCAMEC.

En caso de ser miembros de la Policía Nacional del Perú o de las Fuerzas


Armadas, se procede a la incautación para los exámenes correspondientes,
poniendo el arma a disposición de la Institución a la que pertenece el denunciado
(a).
d. Para la recepción de las manifestaciones o declaraciones que brinden las
personas adultas se aplicará lo dispuesto en el Manual de Procedimientos
Policiales.

e. En las referencias de niñas, niños y adolescentes, la Policía Nacional del Perú


procederá a informar a la Fiscalía de Familia o su equivalente para que se actúe
con arreglo a lo establecido en el artículo 144 inciso b8 del Código de los Niños y
Adolescentes.

f. Cuando la víctima o testigo requiere de intérprete, traductor o traductora o


persona que facilite la comunicación con la autoridad, el personal policial gestiona
y coordina su participación, registra sus generales de ley e identifica su relación
con la víctima y con la persona denunciada.

g. Al recibir la declaración de la víctima debe evitarse toda referencia a su vida


íntima, conducta, apariencia, relaciones, orientación sexual, identidad sexual y
otros, sin emitir juicio de valor alguno o prejuicios de género, debiendo tener en
cuenta los enfoques previstos en la Ley Nº 30364 (Enfoque de género,
integralidad, interculturalidad, Derechos Humanos, interseccionalidad y
generacional).

h. Bajo responsabilidad funcional, los antecedentes, documentación y todo medio de


prueba, correspondiente a los procesos de violencia deben mantenerse en
reserva.

i. El personal policial está prohibido de realizar la confrontación del agresor con la


víctima, como también propiciar o realizar cualquier acto conciliatorio, transacción
o acuerdo extrajudicial.

La reconstrucción de los hechos se practicará sin la presencia de la víctima, salvo


que sea mayor de 14 años de edad y lo solicite.

j. Citado el denunciado (a), su no concurrencia no impide que se envíen los


actuados al Juzgado de Familia o su equivalente dentro de las 24 horas de
denunciado el hecho.

4. LA ELABORACIÓN DEL ATESTADO POLICIAL O INFORME

a. El atestado policial o informe en el estado como se encuentra, debe ser remitido


dentro de las 24 horas al Juzgado de Familia o su equivalente para las acciones
de su competencia.

b. El atestado policial o informe debe contener los documentos que han sido
proporcionados por la o él denunciante u obtenidos por la instructora o el
instructor policial para el pronunciamiento de las medidas de protección u otras
que garanticen el bienestar de las víctimas, conforme se regula en el artículo 249
del Reglamento

c. El atestado policial o informe debe contener la Ficha de Valoración de Riesgo, la


misma que será llenada por la instructora o instructor, conforme a lo establecido
en el “Instructivo de las Fichas de Valoración de Riesgo” aprobado en el
Reglamento de la Ley N°30364.

d. El atestado policial o informe que se remita al Juzgado de Familia o su


equivalente que dé cuenta de una denuncia formulada por presunto delito, bajo
responsabilidad funcional, deberá identificar la Fiscalía Penal a la que se
comunicaron los hechos conforme al artículo 2310 del Reglamento.

B. EN CASO DE FLAGRANCIA O PELIGRO INMINENTE DE PERPETRACIÓN DE


LOS HECHOS

1. INTERVENCIÓN Y ACCIONES INMEDIATAS

a. El personal policial debe constituirse de inmediato al lugar de los hechos,


tomando todas las precauciones para el resguardo y protección de la víctima, de
la escena, indicios y evidencias, lo que dejará constancia en acta.

b. En caso de flagrante delito, el interviniente procede a la inmediata detención del


agresor (a), incluso, allanando su domicilio o el lugar donde estén ocurriendo los
hechos.

c. En caso que la víctima y el intervenido (a) presenten lesiones deben ser


conducidos al nosocomio más cercano para su atención inmediata.

d. El responsable de la investigación policial debe comunicar de inmediato, por


cualquier medio (escrito, correo electrónico, u otro) de la detención a la Fiscalía
Penal y Juzgado de Familia o su equivalente respectivamente, para las acciones
de su competencia. Asimismo, realizará las siguientes diligencias:

1) Obtener el diagnóstico del nosocomio donde fue atendida la víctima.


2) Determinar el medio empleado para causar las lesiones.
3) Remitir al laboratorio de criminalística la ropa, instrumento empleado, así
como otros indicios y/o evidencias hallados durante las inspecciones
policiales, para el estudio pertinente y la obtención del dictamen pericial.
4) En caso sea posible, ubicar el instrumento del delito y fotografiarlo en el lugar
en que se encuentre. Antes de recogerlo, levantar el croquis y emitir el acta
respectiva.
5) Comunicar a la Unidad especializada los casos establecidos en las
disposiciones legales e institucionales.

2. EL ATESTADO POLICIAL O INFORME

El atestado policial o Informe deberá contener la siguiente información: a. Hora de la


intervención; b. Lugar donde se suscitaron los hechos; c. Nombre del intervenido (a);
d. Circunstancias de la detención; e. Datos de la víctima; f. Recojo de evidencias,
protección y cadena de custodia, con las actas correspondientes; g. Ficha de
Valoración de Riesgo.

3. EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN

La Policía Nacional del Perú es la entidad responsable de la ejecución de las


medidas de protección relacionadas con la seguridad personal de la víctima,
conforme a sus competencias, por lo que da cuenta de manera inmediata y
periódica, bajo responsabilidad, sobre la ejecución de las medidas dictadas por el
Juzgado de Familia o su equivalente.
Las medidas de protección que pueden ser dictadas por el Juzgado de Familia son
las siguientes:

 Retiro del agresor (a). Para tal efecto se procederá a solicitar la presencia del
representante del juzgado de Familia, para su participación y ejecución de
dicha medida de protección. Debiendo el efectivo policial, al término de la
misma formular la documentación respectiva de la diligencia realizada.

 Impedimento de acercamiento o proximidad a la víctima en cualquier forma, a


la distancia que la autoridad judicial determine.

 Prohibición de acceso a lugares de trabajo o estudio de la víctima u otro lugar


que ésta frecuenta o de acercarse a una distancia de 300 metros.

 Prohibición de comunicación con la víctima vía epistolar, telefónica,


electrónica, vía chat, redes sociales, red institucional, intranet u otras redes o
formas de comunicación

 Prohibición del derecho de tenencia y porte de armas para el agresor,


debiéndose notificar a la Superintendencia Nacional de Control de Servicios
de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil para que
procedan a dejar sin efecto la licencia de posesión y uso, y para que se
incauten las armas que están en posesión de personas respecto de las
cuales se haya dictado la medida de protección.
 Inventario sobre sus bienes

 Prohibición de disponer, enajenar, otorgar en prenda o hipoteca o cambiar de


titularidad de los bienes muebles o inmuebles comunes. Prohibición a la
persona agresora de trasladar niños, niñas o personas en situación de
cuidado del grupo familiar.

Cualquier otra medida de protección requerida para la protección de la integridad y


la vida de las víctimas o sus familiares.

4. REGISTRO DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN

La Policía Nacional del Perú, a través de su sistema informático, incorpora el


“Registro de Víctimas y Agresores” a nivel nacional de la ejecución de las
medidas de protección cuyo cumplimiento esté a su cargo y brinda información al
Observatorio Nacional de la Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo
Familiar a cargo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Cada Comisaría contará con el “Registro de Víctimas con Medidas de Protección”


para su seguimiento, el que contiene como mínimo la siguiente información:

a. Nombres y apellidos, Documento Nacional de Identidad o Carnet de


Extranjería, dirección, correo electrónico y teléfonos de la persona agraviada.
b. Datos de la persona procesada.
c. Números de integrantes de la familia.
d. Datos del juzgado que otorgó las medidas.
e. Medida de protección
f. Nivel de ejecución de las medidas.
g. Tipos de violencia.
h. Tiempo de aplicación de la medida
i. Otra información que se considere necesaria.

5. ACCIONES POLICIALES PARA LA EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS DE


PROTECCIÓN

El personal policial que conozca de una medida de protección aplicará el


siguiente procedimiento:

a. Mantendrá actualizado el Mapa Gráfico y Georeferencial de Medidas de


Protección con la información que remitirá el Juzgado de familia o su
equivalente dictada a favor de la víctima.
b. Establecerá un canal de comunicación proporcionándoles los números
telefónicos de la Comisaría de la jurisdicción donde domicilia la víctima a fin
que esta o sus familiares se comuniquen en caso se encuentre en peligro
inminente. Para esta función el personal policial puede coordinar con los
servicios de Serenazgo para una respuesta oportuna.
c. Conocida una medida de protección remitida por el Juzgado de Familia o su
equivalente debe registrarse los datos de la víctima en el “Registro de Víctimas
con Medidas de Protección”.
d. Si una víctima acude a la Comisaría portando una medida de protección
dictada a su favor el personal debe comunicarse con el Juzgado de Familia o
su equivalente a fin de corroborar la medida e incluirla en el “Registro de
Víctimas con Medidas de Protección”.
e. Elaborará un plan, ejecuta la medida, da cuenta al Juzgado que dispuso la
medida de protección y realiza labores de seguimiento sobre la misma.
f. Informará a la persona procesada de la existencia de las medidas de
protección y lo que corresponda para su estricto cumplimiento.
g. Establecerá un servicio de ronda inopinada, realizando visitas a la víctima a fin
de verificar su situación elaborando el parte de ocurrencia según el caso.
h. Si las víctimas, comunican algún tipo de lesión, actos de violencia e
incumplimiento de las medidas de protección, se le presta auxilio inmediato,
comunicando el hecho al Juzgado de Familia que dictó la medida.
i. Durante el cumplimiento de la medida de protección comunicará al Juzgado de
Familia o su equivalente mediante el documento respectivo, las acciones
desarrolladas y/o las ocurrencias suscitadas en la ejecución de la misma.

La ejecución de la medida de protección culmina cuando el Juzgado de Familia o su


equivalente comunican la conclusión del proceso de protección.

C. DEL ACCIONAR POLICIAL EN LAS ZONAS RURALES

Donde no existan Juzgados de Familia o Juzgados de Paz Letrado con


competencia delegada, los Juzgados de Paz asumen competencia en casos de
denuncias de violencia contra la mujer y grupo familiar conforme al artículo 65 del
Reglamento, en tal sentido corresponde a la Policía Nacional del Perú cumplir
con las medidas de protección relacionados a la seguridad personal de la víctima.

D. DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS

Responsabilidad funcional: Quien omite, rehúsa o retarda algún acto a su


cargo en los procesos originados por hechos que constituyen actos de violencia
contra la mujer o los integrantes del grupo familiar comete delito previsto y
sancionado en los artículos 377 o 378 del Código Penal, según corresponda,
conforme al artículo 21 de la Ley Nro. 30364

La Dirección Ejecutiva de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional del Perú


es el órgano técnico especializado en los casos de violencia contra la mujer y los
integrantes del grupo familiar. Además, cumplirá las siguientes acciones y
medidas:
1. Responsable de la organización, especialización y evaluación del desempeño
de las Comisarías de Familia y de las Secciones de Familia de las Comisarías
a nivel nacional.
2. Supervisará y garantizará los servicios de Comisarias y áreas competentes,
asimismo la permanencia del personal especializado y sensibilizado, debiendo
emitir las medidas técnico normativas para su cumplimiento.
3. Elaborará formularios o documentos tipo, para facilitar las denuncias y regular
los procedimientos.
4. Elaborará cartillas y otros instrumentos de difusión masiva para la atención
adecuada de las víctimas; debiendo coordinar con la Dirección de
Comunicaciones e Imagen Institucional (DIRCIMA) y la Dirección Ejecutiva de
Educación y Doctrina (DIREED).
5. Implementará el Sistema de Registro de casos de violencia contra la mujer y
los integrantes del grupo familiar denominado “Registro de víctimas y
agresores” consignando los datos de la víctima y del agresor, la tipificación, las
causas y consecuencias de la violencia, medidas de protección personal,
protección social y/o cautelares, vigencia de las mismas, para ello las
Unidades Policiales deberán reportarlas bajo responsabilidad; para su
implementación se realizará la coordinación con la Dirección Ejecutiva de
Tecnología de la Información y Comunicaciones (DIRETICE) .
6. Coordinará con la Dirección Ejecutiva de Tecnología de la Información y
Comunicaciones (DIRETICE), a fin de establecer los parámetros para la
elaboración del Mapa Gráfico y Georeferencial de las víctimas, que cuentan
con medidas de protección en cada jurisdicción policial.
SEMANA 12 08JUN2021

VIOLENCIA SEXUAL, FEMINICIDIO Y ACOSO SEXUAL


• La violencia sexual ocurre cuando alguien fuerza o manipula a otra
persona a realizar una actividad sexual no deseada sin su
consentimiento. Las razones por las cuales no hay consentimiento
pueden ser el miedo, la edad, una enfermedad, una discapacidad y/o la
influencia del alcohol u otras drogas.
• La violencia sexual le puede ocurrir a cualquiera, incluyendo: niños,
adolescentes, adultos y personas mayores. Aquellos que abusan
sexualmente pueden ser personas conocidas, miembros de la familia,
personas confiadas o desconocidos.
• La violencia sexual es un crimen. Existen muchos tipos: Violación o
agresión sexual, Incesto, Abuso sexual de menores, Abuso sexual en la
pareja, Contacto sexual o caricias no deseadas, Acoso sexual,
Explotación sexual.
• La violencia sexual afecta a mujeres, hombres y niños durante sus vidas.
Es una violación al derecho humano a una vida segura. Sus efectos
pueden ser devastadores para las personas, familias y comunidades.
• Sin embargo, existe ayuda. Cuando todos trabajamos en conjunto para
ayudar a las víctimas y responsabilizar a los perpetradores, los efectos
negativos pueden reducirse. Juntos podemos cambiar las condiciones
que contribuyen a la violencia sexual.
• Los impactos de la violencia sexual Impacto en la/el sobreviviente Cada
sobreviviente reacciona a la violencia sexual en su única manera. Estas
reacciones pueden ser afectadas por el estilo personal, la cultura y el
contexto de vida de el/ la sobreviviente.
• Algunos expresan sus emociones, mientras que otros prefieren
mantenerlas dentro. Algunos contarán lo que pasó inmediatamente,
otros esperarán semanas, meses o incluso años antes de discutir la
agresión, si es que deciden hacerlo. Hay que saber respetar las
decisiones de cada persona y las formas con las que deciden lidiar con
este evento traumático.

MISIÓN Y FUNCIONES DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ SOBRE


VIOLENCIA FAMILIAR
• Prevención e investigación de la violencia familiar.

• Brindar protección al niño, al adolescente, al anciano y a la mujer que se


encuentran en situación de riesgo de su libertad e integridad personal.
• Prevención e investigación del maltrato, abuso sexual y explotación de niños,
niñas y adolescentes.
• Prevención y promoción de los derechos.

Procedimiento
• DENUNCIA DIRECTA o OCC.

• COMUNICCION A LA FISCALIA DE FAMILIA.

• SOLICITA LOS EXAMENES MEDICOS LEGALES SOLICITA LOS


EXAMENES MEDICOS LEGALES INTEGRIDA SEXUAL, FISICO,
PSICOLOGICO, VIH, VDR, PEDIADRICO, PELMATOSCOPICO, ETC.
• INDAGATORIA EN RENIEC ADULTOS Y NNYA,
CENTROS
EDUCATIVOS, ETC.
• INFORMACION DE PERSONAS DESAPARECIDAS EN DIVINCRI
INFORMACION DE PERSONAS DESAPARECIDAS EN DIVINCRI PNP,
HOSPITALES.
• EN CASO DE RECIEN NACIDO – ACTA DE HALLAZGO, CON
INDICACION DE ESTADO DE SALUD APARENTE, EDAD APROX,
SEXO, MARCAS, SEÑAS, ROPA Y OBJETOS DEJADOS JUNTO AL NIÑO.
• El feminicidio se define como el asesinato de las mujeres perpetrado por
los hombres por el solo hecho de ser mujeres y que tiene como base la
discriminación de género. En realidad, debe ser visto como el último
capítulo en la vida de muchas mujeres, marcada por un "continuum de
violencia y terror" (Defensoría del Pueblo, 2010).
• A menudo los medios presentan el asesinato de mujeres como
"crímenes pasionales" lo que desvirtúa su carácter y que contribuye a
reforzar los estereotipos que ubican a las mujeres en una posición de
subordinación y desvalorización frente a los varones.
• El acoso sexual es la intimidación o acoso de naturaleza sexual o
violación, promesas no deseadas o inapropiadas a cambio de favores
sexuales. En la mayoría de contextos jurídicos modernos el acoso
sexual es ilegal. Puede adoptar una variedad de formas.
• El acoso sexual es una manifestación de relaciones de poder. Las
mujeres están más expuestas a ser víctimas del acoso sexual
precisamente porque se encuentran en posiciones de menos poder, más
vulnerables e inseguras, a veces tienen más baja autoestima y menor
confianza en ellas mismas. Pero también pueden ser objeto de acoso
cuando se las percibe como competidoras por el poder. Por tanto, el
acoso sexual afecta a mujeres en todos los niveles jerárquicos y tipos de
trabajo.
• El acoso sexual forma parte e influye en las condiciones de trabajo. El
hostigamiento sexual perjudica las condiciones de trabajo. Es uno de los
factores de riesgo que aparecen en investigaciones de salud
ocupacional que han contemplado el conjunto de condiciones de trabajo
y han incorporado las experiencias y la voz de las trabajadoras.
• El acoso sexual tiene un impacto directo en la salud, con repercusiones
psíquicas (reacciones relacionadas con el estrés como traumas
emocionales, ansiedad, depresión, estados de nerviosismo, sentimientos
de baja autoestima), y físicas (trastornos del sueño, dolores de cabeza,
problemas gastrointestinales, hipertensión).

• ¿Cómo deben ser las políticas para prevenir y erradicar el acoso sexual?

• Las políticas deben implicar todos los niveles de responsabilidad pública


y privada: • se requiere contar con un marco legal nacional y sanciones
administrativas para su efectivo cumplimiento; los gobiernos deberían
promover campañas informativas y de sensibilización que sitúen el
problema con toda su relevancia y que contribuyan a cambiar los roles y
estereotipos de género que avalan el acoso sexual;
• Promover cambios en la cultura laboral, involucrando al conjunto de
trabajadores y trabajadoras y a las organizaciones sindicales y
patronales; en la empresa, es necesario contar con el apoyo del equipo
directivo, crear una política expresa contra el acoso sexual e integrar la
cuestión en todos los niveles jerárquicos y organizativos; la negociación
colectiva es el espacio adecuado para establecer los procedimientos y
protocolos, los canales de comunicación, las sanciones y las
responsabilidades.
• Las políticas sobre acoso sexual deberían ser parte de las políticas de
igualdad de oportunidades y de las políticas de salud y seguridad en el
trabajo.
• Las políticas de prevención deben incorporar estrategias para trabajar
con hombres la construcción de la masculinidad patriarcal y su relación
con ciertas conductas que pueden calificarse de acoso sexual.
• ¿Se puede abordar desde la acción preventiva?

• Sin duda, el acoso sexual es un problema de salud y seguridad en el


trabajo, y como tal, se puede y se debe contemplar e integrar en la
acción preventiva. Además de una política específica de la empresa y de
los procedimientos de denuncia mencionados, es preciso:
• Integrarlo como un factor de riesgo psicosocial, de manera que se
evalúe junto con otros riesgos;
• Incluir indicadores de salud que permitan la identificación del riesgo a
través de la vigilancia de la salud, especialmente en las encuestas y
exámenes de salud.
• Incluir en el plan de prevención un conjunto de medidas preventivas que
favorezcan un ambiente de trabajo saludable, respetuoso y que fomente
la igualdad entre mujeres y hombres.
• Promover la investigación, tanto en la empresa y el sector, como a nivel
nacional, para conocer la incidencia del problema, cómo se presenta,
qué colectivos son más afectados, etc., y que la información obtenida se
analice integrando criterios de respeto de derechos, igualdad de
oportunidades y protección de la salud y del empleo.
• ¿Existe marco normativo internacional?

• Si bien no existe ningún convenio internacional vinculante acerca del


acoso sexual, los órganos supervisores relevantes de la OIT y de las
Naciones Unidas han concluido que hay que entenderlo como una forma
de discriminación por razón del sexo. Así, la Comisión de Expertos en
Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) de la OIT ha
condenado el acoso sexual en virtud del Convenio núm. 111 sobre la
discriminación en el empleo y la ocupación. Del mismo modo, la
Conferencia Internacional del Trabajo ha adoptado dos resoluciones en
las que se enmarca el acoso sexual en el contexto de las condiciones y
medio ambiente de trabajo:
• Resolución relativa a la igualdad de oportunidades y de trato para los
hombres y las mujeres en el empleo (1985).
• Resolución relativa a la acción de gobiernos, solicita intervenir al Director
General, en favor de las mujeres trabajadoras, procurando divulgar
enseñanzas, entrenamiento y material informativo acerca del acoso
sexual en el trabajo (1991)
SEMANA 13 15JUN2021

II EXAMEN PARCIAL
SEMANA 14 22JUN2021

ABUSO SEXUAL EN NIÑOS


Cuando un niño/niña le confía a un adulto que ha sufrido abusos sexuales, el
adulto puede sentirse muy incómodo y puede no saber qué decir o hacer. Se
deben seguir las siguientes sugerencias para responderles a los niños que
dicen haber sido abusados sexualmente:
Qué Decir
• Si el niño de alguna manera indica que ha sufrido abuso sexual, aliéntelo a
hablar libremente de lo que le pasó.
• No haga comentarios pasando juicio.
• Demuéstrele que usted lo comprende y que toma muy en serio lo que dice.
Los psiquiatras de niños y adolescentes han encontrado que los niños que
tienen quien los comprenda reaccionan mejor que los que no los tienen. La
respuesta inicial a la revelación de abuso sexual es crítica para la habilidad
del niño para resolver y sanarse del trauma del abuso sexual.
• Asegúrele al niño que hizo bien en decirlo. Si el niño tiene una relación
cercana con el que lo abusa, se sentirá aterrado si lo ha amenazado con
hacerle daño a él o a su familia como castigo por decir el secreto.
• Dígale al niño que él/ella no tiene la culpa por el abuso sexual. La mayoría de
los niños tratan de entender el abuso y piensan que ellos fueron la causa del
abuso o se imaginan que es un castigo por cosas malas (reales o
imaginarias) que hicieron.
• Finalmente, ofrézcale protección al niño, y prométale que hará de inmediato
todo lo necesario para que el abuso termine.

Los padres deben de consultar con su pediatra o médico de familia, quien


podrá referirlos a un médico que se especialice en la evaluación y el
tratamiento del abuso sexual. El médico que examine al niño podrá evaluar su
condición y dar tratamiento a cualquier problema físico causado por el abuso;
podrá también obtener evidencia que ayudará a proteger al niño y le asegurará
que todo está bien.

Usualmente, el niño/niña deberá también tener una evaluación psiquiátrica para


determinar cómo le ha afectado el abuso sexual y así determinar si necesita
ayuda profesional para superar el trauma del abuso. El psiquiatra de niños y
adolescentes también puede ayudar a otros miembros de la familia que pueden
estar muy afectados por el abuso.
Aunque la mayor parte de las acusaciones de abuso son verdaderas, puede haber
acusaciones falsas en casos de disputas sobre la custodia infantil o en otras
situaciones. Ocasionalmente, la corte puede pedirle a un psiquiatra de niños y
adolescentes que le ayude a determinar si el niño/niña está diciendo la verdad, o si le
hará daño prestar testimonio en corte sobre el abuso.
Cuando el niño/niña tiene que testificar, se pueden tener consideraciones
especiales para reducir su estrés, tales como el uso del video para grabar el
testimonio, pausas frecuentes, la exclusión de espectadores o la opción de no
tener que mirar al acusado.
Los adultos, dada su madurez y experiencia, siempre son los culpables en los casos
de abuso. Nunca se le debe de echar la culpa al niño.
Cuando el niño hace una confidencia a alguien acerca del abuso sexual, es
importante darle apoyo y cariño; éste es el primer paso para ayudar al niño a
que restablezca su confianza en los adultos.

PORNOGRAFÍA INFANTIL PEDOFILIA


La pornografía infantil es la reproducción sexualmente explícita de la imagen de un
niño o niña. Se trata, en sí misma de una forma de explotación sexual de los
niños. Estimular, engañar o forzar a los niños a posar en fotografías o participar en
videos pornográficos es ultrajante y supone un menosprecio de la dignidad y
autoestima de los niños. Esto significa que el cuerpo de un niño o niña carece de
valor y les demuestra que su cuerpo está a la venta.
Los niños son desposeídos de su infancia. Los niños pierden la confianza en
los demás, particularmente en los adultos, y se quedan a merced de otros tipos
de explotación y pueden desarrollar toda una gama de síntomas de tensiones
postraumáticas tales como la depresión, la agresión y la violencia, pérdida de
autocontrol e inclinación a la automutilación. Frecuentemente sus vidas
terminan en suicidio.
Es realmente difícil lograr una aplicación efectiva de las leyes contra una
actividad encubierta. Pero las leyes deben ser aplicadas. Son la protección final
de los niños y hasta ahora no se ha hecho lo suficiente para promulgar leyes
realmente eficaces o para aplicarlas cuando ya están en vigor.
CAUSAS Y CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL ABUSO SEXUAL

En la mayoría de los casos el abuso sexual provoca en las víctimas numerosas


secuelas negativas a nivel físico, psicológico o social. Podemos distinguir
consecuencias a corto y a largo plazo. A DIMA (1993) indica que a largo plazo,
los abusos determinan una presencia significativa de los trastornos disociativos
de la personalidad como son el alcoholismo, toxicomanías y conductas
delictivas, aparte de graves problemas en el ajuste sexual Las consecuencias
son diferentes si el abusador es un familiar, un extraño u otro niño mayor,
también es diferente si la relación sexual ha sido violenta o no. Los abusos
sexuales intrafamiliares suelen ser más traumáticos, ya que para el niño
suponen además sentimientos contradictorios en cuanto a la confianza, la
protección, y el apego que esperamos y sentimos con relación a nuestros
propios familiares. No todos los niños manifiestan el mismo grado de
afectación, para algunos, el abuso, puede significar un trauma y para otros las
consecuencias pueden ser diferentes. En algunas ocasiones, puede suceder
que el grado de sufrimiento no esté relacionado o en proporción con el suceso
en el que el niño ha estado involucrado. El trauma es el resultado de un
acontecimiento al que la persona no encuentra significado, y que experimenta
como algo insuperable e insufrible. Finkelhor y Browne (1985) definen la
dinámica traumagénica como aquella que altera el desarrollo cognitivo y
emocional de la víctima, distorsionando su autoconcepto, la vista del mundo y
las habilidades afectivas. El trastorno de estrés postraumático se manifiesta en
las personas después de un acontecimiento catastrófico e inhabitual. Ullmann y
Werner (2000) presentan los distintos tipos de traumas que pueden sufrir los
niños por causas muy diferentes como pueden ser la separación de los padres,
la muerte de estos, la vivencia de una guerra o el abuso sexual. Los síntomas
más frecuentes del trauma son, vueltas al pasado y sueños con representación
del suceso ocurrido, insomnio y depresión. Síntomas que suelen persistir
durante mucho tiempo, años, y a veces, durante toda la vida. Sobre el
tratamiento del trauma, los menores víctimas de abuso pueden convertirse en
potenciales agresores; suelen manifestar además, conductas
hipersexualizadas como la masturbación compulsiva conductas seductoras, o
un exceso de curiosidad por los temas sexuales. López (1995) indica que
existen diferencias en cuanto a edad y género. Si las víctimas son niñas suelen
manifestar depresión y ansiedad. En el caso de los niños puede ocurrir, que se
manifiesten más agresivos o que se conviertan en abusadores de otros niños.

Finkelhor (2000), afirma que existe una mayoría de abusadores menores, de


sexo masculino; estos menores a los que nos referimos suelen imitar el abuso
que ya han sufrido.

Es posible que tengan una historia de rechazo social y de estigmatización sin


que ellos mismos sepan el motivo o la causa inicial de estos problemas. De
los diferentes modelos que investigan las causas del abuso sexual infantil, uno
de los más aceptados es el elaborado por Finkelhor y Krugman, en el se
describen las cuatro condiciones para que el abuso sexual se produzca:
1. Motivación del agresor para cometer el abuso. En este sentido, los estudios
establecen distintas categorías de motivaciones en los agresores sexuales,
cada uno de los cuales desarrolla un “modus operandi” diferente:
 Por repetición transgeneracional de experiencias previas de abuso en la
infancia.
 Por un componente psicopático de personalidad.
 Por trastorno de control de impulsos.
 Pedófilo exclusivo, por fijación obsesiva con un objeto sexualizado.
2. Habilidad del agresor para superar sus propias inhibiciones y miedos.
Razones individuales de la desinhibición son el alcohol, la psicosis, la
senilidad o el fracaso en la represión del incesto dentro de la dinámica
familiar. Entre los motivos socioculturales se encuentran la tolerancia social
y la debilidad de las sanciones por el abuso sexual, una ideología defensora
de las prerrogativas patriarcales sobre los hijos, la pornografía infantil y la
incapacidad de los adultos para identificarse con las necesidades de los
niños.

3. Capacidad del agresor para superar las barreras externas o los factores de
protección del niño (ausencia, enfermedad o distanciamiento de la madre o
que esté dominada a sea maltratada por su compañero, el aislamiento social
de la familia, la existencia de oportunidades de estar a solas con el niño, la
falta de vigilancia etc.)

4. Capacidad del niño para evitar o resistirse al abuso sexual. Aumentan la


probabilidad de los abusos la inseguridad emocional del niño, su ignorancia
acerca del tema, y una relación de confianza entre el niño y el agresor.

PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL

La Prevención implica toda acción que impide la aparición del problema y la


disminución de consecuencias negativas. Prevenir supone reducir los factores
de riesgo y aumentar los factores de protección. Los objetivos principales de
los programas de prevención del abuso, se orientan a la evitación del abuso y a
la detección temprana del abuso (estimulación de la revelación). En la
elaboración de estos programas se deben considerar los problemas que
pueden surgir en su aplicación vinculados a la edad de los niños , la
provocación de un miedo innecesario, la posible inhibición de las expresiones
afectivas, y la intromisión en las funciones de los padres.(Lameiras,2002).
 El marco conceptual utilizado preferentemente es el fortalecimiento (Cantón,
1999)
 En el grado de conocimiento que posee sobre el abuso sexual.
 En el sentido de control de propiedad de sí mismo.
 En la información sobre los recursos de apoyo y protección disponibles.
 En cuanto los contenidos de los programas se prioriza incluir temas sobre:
 La naturaleza del abuso sexual.
 Propiedad sobre su cuerpo, sistemas de apoyo y culpabilidad.
 Habilidades de afrontamiento.
 Para una intervención preventiva eficaz es necesario considerar los factores de
riesgo que incrementan la probabilidad de aparición del abuso y los factores de
protección que contribuyen a disminuir o controlar los factores de riesgo
reduciéndose la posibilidad del abuso sexual. En el diseño de una propuesta de
intervención se deberá tener en cuenta la interrelación de estos dos grupos de
factores. (Movimiento Cristiano Juntos por la Niñez ,2005)
MALTRATO INFANTIL

Definición.-

Un niño, según la Ley considerado como tal en este sentido a todo menor de
18 años, es maltratado o abusado cuando su salud física o mental o su
seguridad están en peligro, ya sea por acciones u omisiones llevadas a cabo
por la madre o el padre u otras personas responsables de sus cuidados,
produciéndose el maltrato por acción, omisión o negligencia.
El maltrato a los niños es un grave problema social, con raíces culturales y
psicológicas, que pueden producirse en familias de cualquier nivel económico y
educativo.
El maltrato viola derechos fundamentales de los niños o niñas y por lo tanto, debe
ser detenido, cuanto antes mejor.
El origen de la crueldad hacia los niños es en su sentido más amplio puede ser
dividido en cuatro categorías:
1. Crueldad inspirada en conceptos exagerados de disciplina y en base a sus
funciones que se resultan ser sujetos profundamente inadecuados e
irresponsables: alcohólicos, drogadictos, criminales o delincuentes, débiles
mentales etc.
2. Actos de violencia o negligencia cometidos por padres o adultos ejerciendo
rígidas interpretaciones de la autoridad y de normas y reglas de conducta.
3. Crueldad patológica cuyos oscuros orígenes mentales o psicólogos son
muy difíciles de identificar y todavía más de tratar.
4. La crueldad más intangible de todas, la crueldad oficial o la organizada,
aquella que se comete por ignorancia, por insensibilidad o por omisión en
la forma de falta de legislación o de cumplimiento de la misma que proteja
adecuadamente al menor.
¿Por qué maltratan los adultos?

 Por problemas y tensiones en su vida diaria.


 Experiencias de maltrato en su vida actual o en su infancia
 Pautas de crianza erradas
 Escasez de recursos económicos para satisfacer sus necesidades básicas
CLASIFICACIÓN DEL MALTRATO.-
El abuso infantil es un patrón de maltrato o comportamiento abusivo que se
dirige hacia el niño y que afecta los aspectos físico, emocional y/o sexual, así
como una actitud negligente hacia el menor, a partir de la cual se ocasiona
amenaza o daño real que afecta su bienestar y salud. El maltrato infantil se
puede clasificar en maltrato por acción y maltrato por omisión.
A la vez que el maltrato por acción se divide en:
Maltrato físico, abuso fetal, maltrato psicológico o emocional, abuso sexual.
El maltrato por omisión es el abandono o negligencia, el cual se subdivide:
Abandono físico y negligencia o abandono educacional.

1. Maltrato Físico
El maltrato y abuso contra los niños, niñas y adolescentes es uno de los
problemas más graves actualmente en nuestra sociedad, es sabido que el
aumento de la violencia y desorganización familiar, la desmoralización y en
muchos casos el incremento del consumo de alcohol han favorecido la
presencia del maltrato infantil en nuestro país, el cual no solo se produce en
casa y en el barrio, sino también en la escuela. Existen algunos padres de
familia, vecinos y maestro que insultan, golpean o someten a castigos
injustos y excesivos a los niños, por lo que el Estado y la sociedad en
general deben desarrollar programas para la prevención y atención del
maltrato infantil.

Se define como maltrato físico a cualquier lesión física infringida al niño o niña
(hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones oculares, lesiones cutáneas)
mediante pinchazos, mordeduras, golpes, estirones de pelo, torceduras,
puntapiés u otros medios con los que se lastime al niño.
Aunque el padre o adulto a cargo puede no tener la intención de lastimar al
niño, también se interpreta como maltrato a la aparición de cualquier lesión
física arriba señalada que se produzca por el empleo de algún tipo de
castigo inapropiado para la edad del niño.
A diferencia del maltrato físico el castigo físico se define como el empleo de la
fuerza física con intención de causar dolor, sin lesionar, con el propósito de
corregir o controlar una conducta. No siempre es sencillo saber cuándo
termina el "disciplinamiento" y comienza el abuso. En contraposición del
maltrato físico, el castigo corporal es una práctica muy difundida y
socialmente aceptada.
2. Abuso Fetal
Ocurre cuando la futura madre ingiere, deliberadamente, alcohol u otras
drogas, estando el feto en su vientre. Producto de esto, el niño (a) nace con
problemas, malformaciones, retraso severo.

3. Maltrato Emocional o Psicológico


Este es uno de los maltratos más difíciles de identificar, porque no puede ser
determinado a simple vista, como si ocurre con el maltrato físico. Lo
producen los padres, familiares y personas encargadas del cuidado del niño.
También se da a través de expresiones de desprecio o de rechazo, o por la
indiferencia hacia el niño.
También se da a través de insultos o mensajes destructivos: “No sirves para nada,
eres un inútil, un estúpido, no te quiero.”

Es una de las formas más sutiles pero también más existentes de maltrato
infantil. Son niños o niñas habitualmente ridiculizados, insultados regañadas
o menospreciadas. Se les somete a presenciar actos de violencia física o
verbal hacia otros miembros de la familia. Se les permite o tolera uso de
drogas o el abuso de alcohol. Si bien la ley no define el maltrato psíquico, se
entiende como tal acción que produce un daño mental o emocional en el
niño, causándole perturbaciones suficiente para afectar la dignidad, alterar
su bienestar e incluso perjudicar su salud
Actos de privación de la libertad como encerrar a su hijo o atarlo a una cama,
no solo pueden generar daño físico, sino seguro afecciones psicológicas
severas. Lo mismo ocurre cuando se amenaza o intimida permanente al
niño, alterando su salud psíquica.

4. ABUSO SEXUAL
Puede definirse como tal a los contactos o acciones recíprocas entre un niño o
una niña y un adulto, en los que el niño o niña está siendo usado para la
gratificación sexual del adulto y frente a las cuales no puede dar un
consentimiento informado. Puede incluir desde la exposición de los genitales
por parte del adulto hasta la violación del niño o niña.
Las formas comunes del abuso sexual son el incesto, violación, el estupro, el rapto,
rufianismo, actos libidinosos, etcétera.
Una forma común de abuso sexual es el incesto, definido este como el acto sexual
entre familiares de sangre, padre-hija, madre-hijo, entre hermanos.
5. ABANDONO O NEGLIGENCIA
Significa una falta intencional de los padres o tutores en satisfacer las
necesidades básicas del niño en cuanto alimento, abrigo o en actuar
debidamente para salvaguardar la salud, seguridad, educación y bienestar
del niño.
Es decir, Dejar de proporcionar los cuidados o atención al menor que requiere
para su adecuado crecimiento y desarrollo físico y espiritual. Esto puede
incluir, por ejemplo, omitir brindarle al menor alimentos, medicamentos y
afecto.
Abandono moral o descuido

Se produce cuando los padres no velan por las necesidades del niño,
cuando estos sufren maltrato por descuido frecuentemente tienen
accidentes: caídas, quemaduras, intoxicaciones, extravíos en la calle. En
ocasiones desarrollan enfermedades que pudieron prevenirse.

• Dice que nadie se preocupa por él.


• Está cansado no mantiene la atención, se duerme.
• Roba o mendiga.
• Usa drogas.
• Al no estar atendidas sus necesidades, tiene dificultad para asistir a la escuela.
• Abandona la escuela para estar en la calle.
• La deserción escolar puede ser una consecuencia del maltrato por descuido.
Pueden definirse dos tipos de abandono o negligencia:
Abandono físico: Este incluye el rehuir o dilatar la atención de problemas de
salud, echar de casa a un menor de edad; no realizar la denuncia o no
procurar el regreso al hogar del niño o niña que huyo; dejar al niño solo en
casa a cargo de otros menores.
Negligencia o abandono Educacional: No inscribir a su hijo en los niveles de
educación obligatorios para cada provincia; no hacer lo necesario para
proveer la atención a las necesidades de educación especial.
En diversas oportunidades realizar el diagnostico de negligencia o descuido
puede presentar problemas de subjetividad. El descuido puede ser
intencional como cuando se deja solo a un niño durante horas porque ambos
padres trabajan fuera del hogar. Este último ejemplo como tantos otros que
generan la pobreza, el abandono o descuido es más resultado de naturaleza
social que de maltrato dentro de la familia.

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO INFANTIL.-

Por consecuencias entendemos toda serie de alteraciones en el


funcionamiento individual, familiar y social de las víctimas de maltrato, siendo
los aspectos más conocidos la reproducción del mismo y las alteraciones en el
rendimiento académico, en el ajuste psíquico individual y en el tipo de
relaciones en las que el sujeto participa.

Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la


agresión producida por el abuso físico o sexual, todos los tipos de maltrato
infantil dan lugar a trastornos conductuales, emocionales y sociales. La
importancia, severidad y cronicidad de las estas secuelas depende de:

 Intensidad y frecuencia del maltrato.

 Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades


sociales, etc.).
 El uso o no de la violencia física.
 Relación del niño con el agresor.
 Apoyo intrafamiliar a la víctima infantil.
 Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
Los efectos que produce el maltrato infantil, no cesan la niñez, mostrando
muchos de ellos dificultades para establecer una sana interrelación al llegar a
la adultez.
Algunos niños sienten temor de hablar de lo que les pasa por que piensan que
nadie les creerá. Otras veces no se dan cuenta que el maltrato a que son
objeto es un comportamiento anormal así aprenden a repetir este “modelo”
inconscientemente. La falta de un modelo familiar positivo y la dificultad en
crecer y desarrollarse copiándolo, aumenta las dificultades de establecer
relaciones. Puede que no vean la verdadera raíz de sus problemas
emocionales, hasta que al llegar a adultos busquen ayuda para solucionarlos.
“Para muchos niños / as que sufren de maltrato, la violencia del abusador se
transforma en una forma de vida. Crecen pensando y creyendo que la gente
que lastima es parte de la vida cotidiana, por lo tanto este comportamiento se
toma
“aceptable” y el ciclo del abuso continua cuando ellos se transforman en padres
que abusan de su hijos y estos de los suyos, continuando así el ciclo vicioso
por generaciones”.

Muchas personas no pueden cortar el ciclo del abuso, pero hay niños al que la
bibliografía mundial denomina “resilentes” que poseen características que les
permite superar este obstáculo. Estos niños tienen la habilidad de llamar
positivamente la atención de otras personas, se comunican bien, poseen una
inteligencia promedio, se nota en ellos un deseo por superarse y creen en sí
mismos. Muchas veces es la aparición de un adulto preocupado por ellos lo
que les permite desarrollar esta habilidad y romper con el ciclo del abuso.
Como todos sabemos, los niños aprenden de lo que viven.

• El niño aprende lo que vive:


• Si vive con tolerancia aprende a ser paciente
• Si vive criticado aprende a condenar
• Si vive con aprobación aprende a confiar en sí mismo
• Si vive engañado aprende a mentir
• Si vive en equidad aprende a ser justo
• Si vive con vergüenza aprende a sentirse culpable
• Si vive con seguridad aprende a tener fe en sí mismo
• Si vive hostilizado aprende a pelear
• Si vive en la aceptación y la amistad aprende a encontrar el amor en el mundo.

Los malos tratos que se llevan a cabo sobre los niños pueden provocar daño o
consecuencias negativas a dos niveles: somático y psicológico.

1. Consecuencias somáticas:

- Abandono físico: Aquella situación en que las necesidades físicas


básicas del niñ@ - alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia
en situaciones potencialmente peligrosas, generando consecuencias
como retraso pondo- estatural, cronificación de problemas por falta de
tratamiento físico, vitaminopatías, eritemas de pañal, aplanamiento del
occipucio, aparición de ciertas enfermedades prevenibles mediante
vacunación y producción de quemaduras y otras lesiones por accidentes
familiares debidas a una falta de supervisión.
- Maltrato físico: El maltrato físico se produce a través de golpes
aplicados al niño con violencia con la intención de disciplinarlo o
educarlo; en casos extremos el agresor puede producir lesiones físicas
que causan la muerte: puñaladas, asfixia, hemorragias internas por
desgarro de órganos. Lesiones cutáneas, quemaduras, lesiones bucales
(que pueden afectar a la posición de los dientes), lesiones óseas (que
pueden afectar el crecimiento y la movilidad articular), lesiones internas
(traumatismos craneales y oculares) entre las que destacan aquellas que
producen edemas cerebrales puesto que pueden tener secuelas
neurológicas.

¿Qué conducta puede presentar?

 Es temeroso con sus padres.


 Desconfiado de los adultos.
 Inquieto cuando otros niños lloran
 Pueden presentarse conductas extremas: muy agresivo o distraído y
ausente.
 Manifiesta problemas en su rendimiento escolar.
 En ocasiones puede decir que ha sido golpeado.

2. Consecuencias psicológicas:

Estas consecuencias se refieren a la variedad de comportamientos que


pueden aparecer, sean alterados o como ellos los llaman "excesos
conductuales" y también los retrasos o déficit en ciertos repertorios que se
esperarían en los niños en función de sus edades respectivas. Estas
consecuencias pueden manifestarse a corto, a mediano y largo plazo, es
decir, en la infancia, adolescencia y edad adulta.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan
repercusiones negativas en las capacidades relacionales de apego y en la
autoestima del niño, tales como pesadillas y problemas del sueño, cambios
de hábitos de comida, pérdidas del control de esfínteres, deficiencias
psicomotoras, trastornos psicosomáticos.

En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas auto


lesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico,
deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativos de
identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo
generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza,
agresividad, problemas de relación interpersonal.
Diversos estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la
siguiente. De forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser
perpetuador de maltrato en la etapa adulta.

¿Qué conducta puede presentar?

 Puede ser agresivo, violento y destructor.


 También puede presentar conductas extremas: es muy conformista y pasivo,
o bien muy agresivo y exigente.
 Puede presentar problemas de sueño o pesadillas.
 Tiene problemas para jugar con otros niños.
 Puede manifestar miedos excesivos, sentimientos de tristeza, o ideas
reiteradas y exageradas sobre alguna cosa.
 Puede tener problemas de lenguaje o en su forma de expresarse (tartamudear
por ejemplo)
 Otros niños pueden presentar conductas fácilmente adaptables pero que no
corresponden a su edad: o son demasiado adultos, o demasiado infantiles.

El maltrato emocional afecta profundamente al niño en su autoestima y no


permite que su personalidad se desarrolle adecuadamente. Con el tiempo
el niño se vuelve temeroso, inseguro y triste. En otras ocasiones puede
más bien desarrollar una conducta agresiva y violenta.

PROBLEMAS DE CONDUCTA COMO CONSECUENCIA DEL MALTRATO


INFANTIL

La literatura sobre el tema de abuso infantil coinciden manifestar que los niños
que sufren malos tratos presentan un funcionamiento comportamental
problemático (Cerezo, 1997c. En España), de forma consistente a lo
encontrado en otros países, se observa que comparando a niños que reciben
abuso con niños que no lo reciben, los primeros manifiestan más problemas de
conducta, tanto cuando la información procede de los padres como cuando
procede de los maestros. Las conductas que se han descrito en estos niños
han sido: agresividad, verbal y física, hostilidad, oposición, robos, mentiras,
absentismo, que se integrarían en la categoría de problemas de conducta
externalizantes. En un estudio longitudinal encontraron que la experiencia del
daño físico intencional sufrido durante los primeros cinco años estaba asociado
con un incremento considerable del riesgo a sufrir problemas de conducta
externalizantes. Pero aunque estos problemas sean los más frecuentes, sin
embargo, también algunos de estos niños presentan problemas de eliminación,
miedos, desobediencia encubierta, pero incluso algunos niños presentan
combinación de ambas categorías.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCION POLICIAL FRENTE AL MALTRATO INFANTIL

LA PERVERSION DEL PODER: Maltrato de niños y desarrollo psicológico

Ahora, se pueden realizar varios tipos de intervenciones: las intervenciones


familiares y las extra familiares. En el caso de las primeras podemos ir de una
intervención mínima cómo es decirle a los padres: “un momento, fíjense en lo
que están haciendo”. “Mire en qué tipo de situación se pone con ese castigo;
usted no tiene salida y tampoco el chico”. Hay intervenciones moderadas que
significan cambiar ciertos aspectos y someter a la familia a una intervención
más larga.

En cuanto a las intervenciones máximas, hay una modalidad que se está


empleando últimamente que consiste en introducir en la familia lo que
podríamos llamar una suerte de constructor familiar. Es una persona que va a
la familia por un tiempo no desdeñable, contrariamente a lo que ocurre en las
terapias familiares en que la familia va donde el terapeuta. Esta especie de
terapeuta “incorporado a la familia” hace las veces de un modulador de
conflictos, de un verdadero constructor o reconstructor de la familia. La otra
posibilidad, que muchas veces se da en términos de una intervención máxima,
es sacarlo del hogar y ponerlo en otra situación o en otra institución.
En lo que respecta a las intervenciones extrafamiliares, está la legislación, que
es importante, aunque soy escéptico acerca de las posibilidades de arreglarlo
todo con ella. Este es un tema muy delicado: ¿cuál es la responsabilidad de la
familia y cuál la de la sociedad? En Alemania, me parece, se llegó a aprobar
una ley según la cual podía haber pena de cárcel para los padres que pegaran
a sus hijos. ¿Cómo definimos pegar? Con las leyes hay que tener cuidado. En
días pasados, en el Congreso peruano se proponía cierta legislación frente al
acoso sexual, pero cuando se habla de cualquier conducta o gesto de
naturaleza sexual hay que definirlos.

Las leyes pueden generar también una serie de fenómenos. En Estados


Unidos, por ejemplo, la noción de hostilidad o clima hostil desde el punto de
vista de género, llevó hace poco a que en la Universidad de Penn State, una
catedrática lograra que por ley retiraran una reproducción de la Maja Desnuda
de Goya porque consideraba que eso generaba un clima hostil desde el punto
de vista del género.

Las leyes son importantes, pero hay que pensarlas bien y en cuanto a la
intervención en la comunidad, que en mi opinión es central, consiste en
sensibilizar a las personas frente a lo que significa el maltrato; el hecho de que
el maltrato no necesariamente es torturar a un niño o someterlo a castigos
extremos desde el punto de vista físico. Esas son las cosas que más impactan,
que llegan a los noticieros, pero no son necesariamente las únicas formas ni
las que producen los daños social y globalmente más significativos. Hay que
propiciar la formación de grupos de intervención en la comunidad, con
personas atentas a lo que ocurre, que haya centros de denuncia y acogida y,
finalmente, la posibilidad de dar atención terapéutica. Hay personas que se
especializan en el tratamiento de los sobrevivientes del maltrato o del abuso.

Intervenciones familiares

• Legislación.

• Comunidad.

– Sensibilización.

– Grupos de intervención.

– Centros de denuncia y acogida.

Para terminar, quisiera volver a enfatizar lo que señalé al principio y que es un


tema muy importante: evitemos caer en la dicotomía en la cual los menores
sólo pueden ser o víctimas o victimarios. En última instancia, se trata de un
problema de abuso de poder, una de las manifestaciones del abuso del poder.
No creo que la solución sea eliminar la existencia del poder o de ciertas
asimetrías en las relaciones entre los seres humanos, las cuales son
inevitables.

La pregunta es, cómo las manejamos, si existen o no rituales, reglas explícitas


e implícitas que permitan que los efectos de esa asimetría y de ese ejercicio de
poder sean lo menos relevantes posible.

PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL


Un primer paso es evitar que se presente. Hay que reconocer que existe y que
se produce en todos los niveles y clases sociales. Es necesario hablar sobre el
tema a nivel familiar, con los hijos e hijas, tíos, primos, etcétera; tratar el asunto
también entre vecinos y en la comunidad. El tema del maltrato y abuso infantil
debe ser tan importante como los de la nutrición, educación, salud, seguridad.

Para la prevención del maltrato podemos establecer las siguientes vías:


educación en la familia y la escuela y compromiso de la comunidad.

■ Educación

A nivel personal, como adultos y adultas tenemos el deber de lograr que los niños y
niñas tengan seguridad y autoestima.
Seguridad y autoestima son las claves para frenar el abuso sexual ya que
cuando el niño o la niña se siente amado no caerá fácilmente ante conocidos
que simulando el afecto que necesita, abuse de él/ ella. La seguridad
permite que el niño o niña recurra a alguien de confianza para decirle lo que
le pasa. La AUTOESTIMA hace que el niño o la niña sienta que es valioso.
La autoestima se construye en las relaciones que los adultos, padre y madre
y familia en general, tienen hacia el niño o niña.

Los insultos y castigos disminuyen la seguridad y autoestima y hacen que luego sea
más difícil la defensa de sus derechos.

En lo que se refiere al abuso sexual, es necesario hablar con el niño y la niña


al respecto. Deben saber que “su cuerpo es su territorio” y que nadie lo toca
sin su permiso. Esto significa que no recibirá maltrato de ningún tipo.
También debe reconocer sus partes íntimas y el tipo de caricias que recibe.
Ayudarlo a reconocer las caricias que hacen sentir mal y cuando no se debe
guardar un secreto (cuando genera miedo, vergüenza, malestar). Por otro
lado, la madre o la familia deben respetar los sentimientos y emociones del
niño y si éste manifiesta que no se quiere quedar a cargo de una persona, es
mejor no insistir. Al respecto, los centros de cuidado diurno son los lugares
más recomendables para dejar a los niños.

El niño o niña debe saber a qué persona dirigirse para manifestarle sus dudas o
temores. Puede tratarse de algún pariente cercano de confianza.

Es necesario conocer pautas educativas para corregir conductas y no recurrir


al castigo físico porque justamente cuando el niño o niña sienten que quien
los ama invade su cuerpo y les causa dolor, es muy difícil que luego
interioricen que “su cuerpo es su territorio y nadie lo toca sin su permiso”.
Cuando se habla de no recurrir a la violencia, algunas personas se preguntan
cómo corregir entonces conductas equivocadas en los niños si no se les
castiga físicamente.

Primero es necesario aclarar que los niños y las niñas, al igual que los y las
adolescentes, no son buenos ni malos, simplemente son personas que están
creciendo y aprendiendo lo que socialmente es correcto e incorrecto.

No hay, por lo tanto, maldad ni deseo de hacer mal las cosas, sino falta de
oportunidad de aprender, o quizás se han relacionado con adultos que no han
sabido enseñarles las conductas que se esperan. En este sentido, no son
culpables.

El castigo físico reafirma la idea de que la violencia puede ser la solución a los
problemas y continúa el círculo de la violencia familiar.

Quien en su niñez recibe golpes, de adulto repite lo aprendido y a la vez enseña a


sus hijos lo mismo.

Las investigaciones han demostrado que el castigo físico genera conductas


extremas: o paraliza por el miedo o vuelve más rebelde a la persona. No
educa.

La experiencia enseña que más se logra estimulando las conductas


adecuadas que sancionando las inadecuadas. Un buen ejercicio es anotar
cuántas veces en el día felicitamos a nuestros hijos o hijas por una acción o
conducta que esperamos y cuántas veces les llamamos la atención cuando
se han equivocado o dejado de hacer lo que les indicamos.

Si reprendemos o sancionamos más de lo que felicitamos no estamos


educando acertadamente y posiblemente tampoco vamos a lograr que
mejoren en su conducta o su actitud. Cuando el niño o niña es muy pequeña
como para comprender una explicación verbal, se puede recurrir a aislarlo
por un tiempo para que sienta que su conducta está molestando a otros o no
es adecuada.

No se trata de encerrarlo en un cuarto sino simplemente de sacarlo, de buenas


maneras, del lugar donde estaba. Si se encontraba en la sala, se le puede
llevar al dormitorio o la cocina. Una medida muy simple de aplicar para el
aislamiento es un minuto por año de edad.

Cuando es mayor puede privársele durante un tiempo de alguna actividad que


le guste hacer. La sanción es para corregir y no para humillar ni para que se
prolongue en el tiempo, y lo mejor es establecer con anterioridad un acuerdo
antes de que se presente el problema.
Es importante establecer acuerdos mutuos entre el niño o la niña o el y la
adolescente y la persona adulta y tratar de recordarlos constantemente.

■ En la escuela

En la actualidad, los profesores y profesoras muestran interés por trabajar el tema.


Sin embargo, muchos no saben cómo hacerlo.

Una manera simple para niños en edad preescolar, es a través de juegos y


dinámicas que les permitan identificar las partes de su cuerpo que no deben
ser tocadas, salvo para la higiene.

En primaria y secundaria se puede recurrir a historias sobre abuso y a


preguntar qué pasó y qué pudo hacer la víctima. Es posible identificar en
grupos las fases en las que se da el abuso.

■ Compromiso de la comunidad

• Tener la certeza de que podemos acabar con el maltrato y abuso infantil y de la


adolescencia. Recordemos que durante la epidemia del cólera había conciencia
de que las condiciones socioeconómicas influían enormemente en la extensión
y gravedad de la enfermedad. Sin embargo, gracias a la organización de la
comunidad y a que cada familia implementó medidas de higiene fue posible
vencer la epidemia, a pesar de que las condiciones socioeconómicas no
cambiaron.

Algo similar se puede lograr para acabar con el maltrato y el abuso infantil:
unir fuerzas para que en todos los niveles se hagan compromisos y
realicen acciones contra el abuso sexual.

• Actuar frente a una situación de maltrato a un niño o un adolescente.

Cuando presenciamos que un padre o madre maltrata a su hijo o hija, por lo


general nos abstenemos de intervenir porque pensamos que es un asunto
familiar o privado. Como se ha explicado, el maltrato puede generar un
círculo vicioso y muchas veces la familia involucrada no percibe el
problema. La existencia de una ley sobre violencia familiar significa que
este es un problema público en el que interviene el Estado, por lo tanto no
es un asunto privado. Interesar a las organizaciones de mujeres a que
trabajen al interior de sus propias instituciones para frenar tanto el
maltrato hacia la mujer como el maltrato y abuso infantil y juvenil. Frenar
la violencia contra la mujer es romper la cadena que lleva al abuso infantil
en la medida que cuestiona el abuso del poder y exige el respeto a los
derechos humanos.

• Comprometer a las escuelas, parroquias, municipalidades, delegaciones


policiales y organizaciones del distrito en campañas de prevención del maltrato.

• Promover la creación de cunas y centros de cuidado diurno de niños con la


participación de los gobiernos locales y la comunidad.

■ Tejer redes

Una idea simple es que si pescamos con un anzuelo, sólo logramos atrapar un
pez. Si lo hacemos con una red, atraparemos varios. Trabajar en redes
significa potenciar nuestra posibilidad de llegar a diversos niveles y de
abarcar más personas. Significa también que podemos dar un apoyo y
ayuda más integral pues desde nuestro diario quehacer o desde nuestro
trabajo no es posible cubrir todas las áreas que abarca el problema.

Podemos tejer redes de prevención que comprometan no sólo a las


instituciones que trabajan en el tema sino también a la escuela, la
municipalidad, los colegios profesionales y medios de comunicación.

Asimismo, las redes de apoyo social tanto públicas como privadas y


organizaciones no gubernamentales (ONGS) con la finalidad que los
menores se sientan protegidos.
SEMANA 15 29JUN2021

EL FEMINICIDIO Y SU REGULACIÓN EN ELCÓDIGO PENAL PERUANO

I Aspectos Generales:

La violencia contra la mujer por cuestión de género la violencia ejercida contra las
mujeres por el simple hecho de “ser mujeres”, constituye la máxima manifestación del
reparto inequitativo de roles que las sociedades modernas han heredado,
caracterizado por la primacía de las relaciones de desigualdad y discriminación entre
ellas y los hombres; y que ha incidido en la construcción de un sistema social en el que
se atribuye a estos últimos una posición de superioridad con respecto al género
femenino en base a diferencias meramente biológicas, y en la propagación de una
cultura machista cada vez más cimentada en la mentalidad social.

En consecuencia, la posición de inferioridad y subordinación en la que el sistema


coloca a la mujer, vista como un objeto más de propiedad del varón sobre el cual
ejerce su dominio, la convierta en una víctima potencial de actos violentos y agresiones
a manos de éste que se cree con la autoridad para someterla; al dar origen a la
formación de prejuicios sociales y estereotipos culturales arraigados desde las
sociedades más primitivas, que tienen como objeto denigrar y discriminar en razón al
género, y que propician la vulneración abierta de los derechos y libertades que como
miembros del conjunto social deben gozar a plenitud.

Conforme al artículo 1º de la Convención Belém do Pará, se entiende por violencia


contra la mujer a cualquier acción o conducta que basada en su género, le cause la
muerte, o un daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico tanto en el ámbito público
como en el privado, es decir, que impliquen la efectiva violación de los derechos y
libertades fundamentales que al igual que al varón les han sido reconocidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, y en otros instrumentos internacionales y nacionales,
siendo éstos la vida, la integridad, la libertad y la dignidad, al suponer la limitación de
su goce y ejercicio, ya sea de manera total o parcial..

Esta actitud de rechazo y discriminación hacia la mujer, trasciende en todos los


sectores de la sociedad, independientemente de la raza, cultura o grupo étnico al que
pertenezca, de su nivel de educación, edad, religión, etc., y suele manifestarse bajo las
modalidades de violación sexual, tortura, prostitución obligada, hostigamiento sexual,
esterilización forzada, violencia intrafamiliar, acoso laboral, entre otras, que pueden en
el peor de los casos culminar con su muerte, momento en el que el acto de violencia se
convierte en feminicidio.

Frente a esta realidad, cada vez más frecuente en la sociedad y que bajo ningún
contexto ni circunstancia debe ser tolerada, se han llevado a cabo una serie de
conferencias y reuniones a nivel mundial con el objetivo de resaltar la importancia de
eliminar la violencia contra la mujer y los prejuicios sexistas existentes en la
administración de justicia, imponiendo como deber a los distintos estados, la
implementación de un sistema de protección y defensa de los derechos de la mujer,
que se muestre efectivo en su función de frenar, disminuir y eliminar los actos de
violencia, a fin de garantizarles una vida libre de violencia y una plena e igualitaria
participación en todas las esferas de la vida social.

A. El Derecho Internacional de Derechos Humanos y la violencia contra la mujer.


Los primeros tratados y documentos del Derecho Internacional de Derechos
Humanos, tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) proclamaron la defensa y
protección de los derechos humanos de manera neutral, es decir, de manera equitativa
y objetiva, sin hacer distinciones entre hombres y mujeres, y sin incluir la perspectiva
de género, al considerar que el término “derechos humanos” o “derechos del hombre”
eran suficientes para englobar a ambos.

Sin embargo, durante su desarrollo y evolución han sido incluidas nuevas


perspectivas orientadas a la mejor y mayor protección de los derechos de las
personas y a la lucha contra la discriminación, entre las que destaca la perspectiva de
género considerada como un nuevo punto de partida para el estudio de las causas y
consecuencias de las violaciones de los derechos humanos, y que han dado lugar a
otros documentos que tienen como objetivos recuperar la vigencia y respeto de los
derechos y libertades de las mujeres, así como eliminar la cultura de violencia por
cuestión de género existente en la sociedad.

Es así, que bajo esta tendencia en el año 1979 la Asamblea General de la ONU
aprobó la “Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Contra la Mujer” denominada CEDAW por sus siglas en inglés (Convention on the
Elimination of all Forms of Discrimination Against´Women) que se convertiría en
palabras de CASTILLO APARICIO en el principal instrumento jurídico internacional de
derechos humanos de carácter vinculante para las mujeres, y que consistiría en una
serie de normas y obligaciones dirigidas hacia ellas con el propósito de reafirmar y
defender su dignidad y derechos, a fin de garantizarles una plena participación en las
esferas de la vida social en igualdad de condiciones con el varón y una vida libre de
violencia, indispensables para el desarrollo social, para lo cual exige por parte del
aparato estatal una pronta reacción frente a este fenómeno social y el despliegue de
medidas apropiadas y eficaces, proponiendo en su artículo 4º inciso 1 la adopción de
medidas de discriminación positiva, es decir, de acciones temporales que mediante
un trato jurídico diferenciado a aquellas personas que en la realidad padecen
desigualdades, permiten corregir situaciones de discriminación en un corto plazo, y
cuya utilización ha resultado útil en la incorporación de las mujeres a los niveles de
decisión, y en el acceso a cargos de representación, al Poder Judicial, y otros. De las
recomendaciones que conforman la CEDAW, cabe hacer referencia a la
Recomendación General Nº 19 que marcó un precedente en la lucha contra la
violencia de género, al definirla como una forma de discriminación que inhibe
gravemente la capacidad de la mujer de gozar de derechos y libertades en pie de
igualdad con el hombre, y al exhortar a los Estados a luchar por su prevención y
erradicación, imponiendo sobre ellos la responsabilidad por los actos de violencia que
se cometan, al evidenciar su falta de diligencia.

En septiembre del año 1993 se llevó a cabo la Segunda Conferencia de Derechos


Humanos en la ciudad de Viena, en la que se hizo especial referencia a los derechos
de las mujeres y de las niñas, sobre los cuales se afirmó que son parte inalienable,
integrante e indivisible de los derechos humanos universales, y que por ende gozan
de reconocimiento y protección internacional.
Asimismo, abordó la preocupante situación de discriminación y violencia basada en el
género, a la que vienen siendo expuestas las mujeres en todo el mundo, proponiendo
su inclusión en los objetivos prioritarios de la comunidad internacional al considerarla
incompatible con la dignidad y valor de la persona humana. De manera que instó a
los Estados a trabajar y luchar por su pronta erradicación, mediante la adopción de
medidas legislativas y con actividades nacionales y de cooperación internacional que
tengan como fin garantizar el respeto a sus derechos a la vida, salud, integridad,
libertad y seguridad.

En diciembre del mismo año, la Asamblea General de la ONU aprobó la “Declaración


sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” con la que se pretendía
complementar y reforzar la protección que venía siendo otorgada por la CEDAW al
considerar que la violencia contra la mujer constituye uno de los principales
obstáculos para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz, y que debe ser
superado de manera eficaz.

Por último, en el ámbito del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en el año


1994 se aprobó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer o Convención de Belem do Pará, creada específicamente
para condenar las diversas formas de violencia a las que se encuentran sometidas y
para imponer a los Estados la obligación de crear e implementar políticas que
aseguren la debida diligencia en su prevención, investigación y sanción a través de
procedimientos legales, justos y eficaces. Esta Convención tiene dos notas
características: la definición que ofrece en su artículo 1º de “violencia contra la mujer”
y la responsabilidad que impone al Estado que propicie la impunidad de estos actos
violentos en razón al género.

En primer lugar, para efectos de esta Convención se entiende por violencia contra la
mujer a cualquier acción o conducta que basada en una cuestión de género le cause
la muerte, o el padecimiento de un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico tanto
en el ámbito privado como en el público, al poder tener lugar dentro de la propia
familia o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad y por parte del
Estado o de sus agentes que los toleran; y en segundo lugar, respecto a la
responsabilidad del Estado, sanciona su falta de diligencia para prevenir, investigar y
sancionar estos actos de violencia, es decir, la actuación ineficaz por parte de los
operadores de la justicia en garantizar a las mujeres sus derechos de acceso a la
justicia y de un debido proceso que sancione a los responsables y asegure el pago de
una reparación por el daño causado, en base a estereotipos socioculturales que
afectan su juicio.

Es así, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en sus pronunciamientos


sobre los casos de violencia contra la mujer, ha defendido a capa y espada el
derecho de la mujer a vivir una vida libre de violencia, en la que esté garantizado el
goce y libre ejercicio de los otros derechos fundamentales que le han sido
reconocidos. Cabe hacer una breve referencia a la sentencia dictada en el caso
Claudia Ivette Gonzales, Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos
Monárrez contra el Estado de México del 16 de noviembre de 2009 sobre la
desaparición y muerte de tres jóvenes cuyos cuerpos fueron encontrados en el
campo algodonero de la Ciudad Juárez el 6 de noviembre de 2001, en la que el
Órgano de Justicia Internacional no solo condenó al Estado mexicano por incumplir
sus deberes de protección a las víctimas y por las graves irregularidades detectadas
en el proceso de investigación de los hechos, sino que también reconoció a la figura
del feminicidio o homicidio de mujeres por razón de género como la máxima
expresión de la violencia misógina, es decir, como el atentado más grave contra sus
derechos y libertades vinculado directamente a la discriminación por razón de su sexo
que englobaría las desapariciones y homicidios de niñas y mujeres.

Si bien la propuesta de la Corte Interamericana parecería exagerada e innecesaria


al contar ya las legislaciones penales con los tipos penales de secuestro,
desaparición y homicidio en sus distintas modalidades que brindarían una protección
cabal a los bienes jurídicos vida y libertad de las mujeres, encuentra su justificación
en la incapacidad de los tipos existentes para frenar la comisión de estos actos de
violencia, reflejada en el incremento de las cifras de mujeres que se ven privadas de
su libertad al ser sometidas a una serie de vejaciones y sufrimientos físicos y
psicológicos, y que en la mayoría de los casos culminan con su muerte, debido a una
cultura machista y de discriminación impregnada aún en las sociedades modernas, en
las que a pesar de los cambios sociales que han experimentado los roles que la mujer
desempeña ya sea a nivel familiar, profesional o personal, conservan aún la visión
estereotipada sobre la mujer, de subordinación e inferioridad. Realidad que debe
frenarse con urgencia al valorar el derecho a la vida como el presupuesto esencial
para el ejercicio de todos sus demás derechos y libertades, siendo una obligación de
los Estados garantizar y adoptar las medidas apropiadas para proteger y preservar su
pleno y libre ejercicio, ya sean de carácter jurídico, político, administrativo o cultural
con el fin de prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia.
B. El Feminicidio

El feminicidio, entendido como la forma más extrema de violencia de género o


como el último eslabón de una larga vida de violencia que padecen las mujeres, se ha
convertido en los últimos años en un fenómeno social que aqueja a las sociedades
modernas, cuyos alcances se han propagado a nivel mundial, generando un ambiente
de inseguridad que se ha visto reforzado por la desprotección estatal, y que resulta
necesario ser enfrentado con rapidez, mediante la adopción de medidas y
mecanismos oportunos que permitan la defensa del derecho de las mujeres a una
vida sin violencia.

Su inclusión en las legislaciones penales ha tenido como fin dar nombre a un


crimen específico que atenta contra el primero de los derechos fundamentales
reconocidos al hombre y a la mujer, la vida humana, al implicar la muerte de una
mujer a manos de un varón por su simple pertenencia al género femenino, y contra
otros bienes jurídicos indispensables para su vida en sociedad, como la integridad
personal, la libertad y la dignidad humana.

A continuación, procederé a analizar el significado del término feminicidio, y cómo


ha sido introducido como un nuevo delito en nuestra ley penal.

1. Marco conceptual del feminicidio

El término feminicidio deriva de “femicide” cuya traducción es femicidio o feminicidio.


La primera feminista en utilizar el término fue Diana Russell en 1976, al denunciar
ante el Tribunal sobre Crímenes contra las Mujeres en Bruselas las muertes que se
venían cometiendo por cuestión del sexo de la persona, denominando como
feminicidio “al asesinato de mujeres por el

hecho de ser mujeres”. En 1992, junto a Jill Radforden concluyeron que el feminicidio
constituye el último eslabón de una larga vida de violencia contra las mujeres, es
decir, como el punto final de una serie de abusos sicológicos, físicos y sexuales de
los cuales son.

El feminicidio es el crimen contra las mujeres por razones de género, es decir, la


privación arbitraria de la vida de una mujer por el simple hecho de ser mujer a manos
de un varón en su deseo de obtener poder, dominación y control. Se le ha
considerado también como el “genocidio contra las mujeres” o “crimen de odio contra
la mujer” por la crueldad y ensañamiento con la que actúa el género masculino,
motivado por su falsa creencia de superioridad y por la cultura machista impregnada
en la mentalidad social.

Usualmente es el resultado de una violencia reiterada y sistemática ejercida sobre la


mujer, por lo que se considera como el último capítulo de toda una historia de
violencia, que puede tener lugar en el ámbito público y privado, pudiendo ser
cometido por conocidos, es decir, personas del sexo opuesto con los que la víctima
mantiene un vínculo afectivo, amical o social, o simplemente desconocidos en
condiciones de discriminación, del cual son víctimas potenciales todas las mujeres,
sin importar la edad o la condición socioeconómica en la que viven.

Es así, que el feminicidio se presenta como un fenómeno social que constituye la


mayor violación a los derechos humanos de las mujeres, al atentar directamente
contra su vida, y como la forma más extrema de violencia que puede ejercerse sobre
ellas, y que en la actualidad resulta imparable debido a la ausencia de una política
pública eficaz que, en vez de prevenir, sancionar y erradicar estos actos de violencia,
ha incitado su tolerancia e impunidad.

Frente a esta cruda realidad, los Estados han optado por implementar medidas
legislativas que tienen como objeto frenar los actos feminicidas y garantizar una vida
libre de violencia para todas las mujeres sin distinción alguna, siendo una de ellas la
creación e inclusión de un nuevo tipo penal a las legislaciones penales que llevaría
por nombre “Feminicidio”, con la intención de que la sociedad conozca y reconozca la
gravedad de este problema social, producto de la sumisión y discriminación en la que
el hombre coloca a la mujer, y asuma ante él una posición de total rechazo al estar en
juego derechos humanos que bajo ninguna circunstancia pueden verse vulnerados.

2 Clases de feminicidio

Como resultado de la evolución que ha experimentado el término feminicidio, se


han establecido diversas clases o tipologías a través de las cuales puede
manifestarse y que responden a las relaciones existentes entre el agresor y su
víctima, variando su incidencia en cada país.

TIPOS DESCRIPCIÓN
Es el asesinato cometido por un hombre con quien la
víctima tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo:
Feminicidio marido, exmarido, novio, exnovio o amante. Se incluye el
íntimo supuesto del amigo que asesina a una mujer -amiga o
conocida- que rechazó entablar una relación íntima con
este. También se incluyen los casos de muerte de mujeres a
manos de un
miembro de la familia, como el padre, el padrastro, el
hermano o el primo.

Aquel asesinato cometido por un hombre desconocido con


quien la víctima no tenía ningún tipo de relación: violencia o
Feminicidio no agresión sexual que culmina en asesinato de una mujer a
íntimo manos de un extraño. También consideramos feminicidio no
íntimo el caso del vecino que mata a su vecina sin que
existiera enre ambos algún tipo de relación o vínculo. Puede
darse en escenarios de trata de personas, hostigamiento
sexual, discriminación de género y misoginia.

Feminicidio por Cuando una mujer es asesinada “en la línea de fuego” de


conexión un hombre que intenta o mata a otra mujer. Puede tratarse
de una amiga, una pariente de la víctima, madre, hija u otra;
o una mujer extraña que se encontraba en el mismo
escenario donde el victimario atacó a la víctima.

C Delito de Feminicidio.

La Ley N° 30068: Ley que incorpora el artículo 108°-A al Código Penal y


modifica los artículos 107°, 46°-B y 46°-C con la finalidad de prevenir, sancionar y
erradicar el Feminicidio.
Así, mediante la Ley N° 30068 publicada el 18 de julio del 2013 y orientada a la
prevención, sanción y erradicación de los casos de muerte de mujeres en nuestro
país, se incorporó el artículo 108-Bº al Código Penal con el cual se tipificaría de modo
independiente el delito de feminicidio que deja de ser una modalidad del parricidio
para convertirse en una nueva modalidad agravada del homicidio. Asimismo, se
modificó el artículo 107º que regularía únicamente al parricidio, el 46-Bº y 46-Cº
referidos a la reincidencia y habitualidad en el caso de feminicidio, y el artículo 46º del
Código de Ejecución Penal sobre la redención de la pena mediante el trabajo o la
educación.

La pretensión del legislador fue reforzar la protección de los derechos y


libertades de las mujeres con la creación de un tipo penal que llevara el título de
feminicidio, legislando en un artículo propio y con un tipo objetivo y subjetivo distinto
al asesinato de mujeres a manos de género masculino. El artículo 108- Bº
comprendería exclusivamente la conducta del varón que por cuestión de género mata
a una mujer, es decir, por su simple pertenencia al género femenino.

Las principales novedades de esta legislación fueron que a diferencia de la


regulación anterior, el tipo penal de feminicidio no se limitaría a la existencia de una
relación afectiva o sentimental entre la víctima y su agresor, sino que haría referencia
a todas las posibles circunstancias que pueden motivar al género masculino a
arrebatarle la vida a una mujer, basadas en su sentimiento de rechazo hacia las
féminas como parte del orden social, como consecuencia de prejuicios sociales y de
la cultura machista imperante en nuestra sociedad; y la agravación de las
consecuencias jurídicas al incluir la pena de cadena perpetua, que será aplicable en
los casos en los que concurran dos o más circunstancias agravantes que el tipo
establece.

De manera que establece los presupuestos fácticos o contextos dentro de los


cuales se configura el delito, en los que deberá quedar enmarcada la conducta del
feminicida, como son la violencia familiar, el acoso sexual, el abuso de poder, la
discriminación, entre otros, y señala las circunstancias que agravan la conducta de
las que dependerá el aumento de la sanción penal.

Por consiguiente, el nuevo feminicidio peruano acogería las tres clases de


feminicidio: el íntimo en toda su amplitud, al incluir junto a las relaciones de pareja a
las de convivencia, de familia y afines a cualquiera de éstas; el no íntimo y por
conexión al admitir como sujetos activos del delito a terceros extraños a la víctima, es
decir, hombres con los cuales no mantenía ningún vínculo ni relación, como en el
caso de agresiones sexuales y la muerte de mujeres cercanas a la víctima que en su
intento de evitar su muerte o por venganza fueron atacadas por el agresor.
Si bien, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
aportados por el Informe N° 04-2010 de la Defensoría del Pueblo sobre el Feminicidio
en el Perú, el feminicidio íntimo es el más frecuente en nuestro país, ya que la
mayoría de casos de muerte de mujeres registrados tienen la característica de ser
perpetrados por las parejas, ex parejas o familiares cercanos de la víctima, con los
que mantenía una relación sentimental, afectiva o íntima; también existe un margen,
aunque más reducido, de feminicidios no íntimos y por conexión.

La reforma del tipo penal significó para una parte de la doctrina un gran avance
en la legislación peruana, al suponer que con ella se conseguiría disminuir las cifras
alarmantes de feminicidios y su progresiva erradicación, y para otros un fracaso total,
negando su supuesta efectividad y afirmando y cuestionando la contravención que
implicaba al principio constitucional de igualdad de los hombres ante la ley.

Por un lado, se identificó a la protección penal reforzada de la vida de la mujer


como un acto puro de discriminación negativa del hombre, al ser excluido de ella y al
sancionarle con penas más severas en el caso de agredir a una mujer, sin otra razón
que su pertenencia al género masculino, atentando así gravemente contra el
principioderecho de igualdad reconocido como tal en el artículo 2º inciso 2 de la CP.

Sin embargo, el legislador penal defendió la sobre criminalización de la muerte


de las mujeres como una decisión político-criminal necesaria, como parte de la
Política Social del Estado orientada a ordenar la vida social mediante la elaboración
de estrategias para la lucha contra el delito y a la reforma del Derecho Penal vigente
con el fin de hacerlo más eficaz y acorde con la evolución social, más respetuoso de
los derechos humanos y protector de la sociedad y de la seguridad ciudadana.

Así, la creación e incorporación del nuevo tipo penal de feminicidio en el


artículo 108-Bº del Código Penal vigente se hizo con la finalidad de prevenir, prohibir
y sancionar estas conductas en todas sus modalidades, en atención a la conmoción
social generada, a los datos y estadísticas criminológicas aportadas por el Ministerio
Público y a las exigencias de los grupos feministas sobre la intervención del Derecho
Penal para contrarrestar y erradicar las cifras exorbitantes de muerte de mujeres en
manos de los varones por una mera cuestión de género, al considerarlo como el
medio más idóneo.
Bajo este razonamiento se señaló que si bien el tipo penal implicaba una
distinción en el tratamiento de la vida de la mujer y del hombre, no lo hace con la
finalidad de atribuir indiscriminadamente mayor valor a una en detrimento de la otra,
sino para compensar las cifras impresionantes de crímenes que se comenten contra
ellas en comparación a los cometidos contra los hombres y así lograr colocar en pie
de igualdad tanto al género masculino como al femenino.

Por otro lado, generaría la mutilación del contenido típico de los delitos de
parricidio y de asesinato, regulados en el artículo 107º y 108º del Código Penal
respectivamente. En el parricidio, al extraer la conducta del varón que mata a quien
es o haya sido su cónyuge, conviviente o con quien mantiene o mantuvo una relación
afín que pasará a configurarse como feminicidio en el artículo 108-Bº, dejando en su
tipo únicamente la conducta de la mujer que mata a quien es o haya sido su cónyuge,
conviviente o con quien mantiene o mantuvo una relación afín, de manera que
estaríamos hablando de un parricidio exclusivo de mujeres y un feminicidio exclusivo
del varón, que resultarían innecesarios.

Al igual que en el asesinato, ya que al indicar en el artículo 108-Bº que se


configura como feminicidio el hecho de matar a una mujer por su condición de tal incluso
cuando hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes establecidas en el
artículo 108, se estaría desmembrando su contenido en base a una condición
discriminatoria, al diferenciar un asesinato cometido contra los hombres, que seguiría
recibiendo el nombre de asesinato, y otro cometido contra las mujeres, que recibiría el
nombre de feminicidio D. Descripción del tipo penal.

El delito de feminicidio, ubicado en la sección de Delitos contra la vida, el cuerpo y


la salud del Código Penal y tipificado en el artículo 108-Bº como una modalidad derivada
y agravada del homicidio, constituye un delito de resultado al requerir para su
consumación la producción de un resultado lesivo, es decir, la muerte de la víctima, como
concreción del riesgo no permitido generado por la conducta libre, consiente y
responsable del autor.

Así, la conducta típica del tipo penal consiste en quitar, arrebatar la vida a una
mujer de manera dolosa por su condición de tal en los contextos que la norma establece
como la violencia familiar, la coacción, hostigamiento o acoso sexual, la discriminación,
etc, y si bien, el tipo no hace referencia a la forma, se entiende que puede ser por acción
o por omisión, siempre que la voluntad del sujeto activo esté motivada por su deseo de
anular el derecho a la vida a las mujeres por su condición de tal.
Por acción se entiende una determinada actividad dirigida a la consumación del
resultado lesivo, es decir, un acto de comisión o un “hacer” como apuñalar, estrangular,
disparar con un revólver o ahogar a la víctima, y por omisión impropia un “no hacer” o una
inacción para evitar su muerte. En este último, conforme al inciso 2 del artículo 13º del
Código Penal, el sujeto debe tener una posición de garante respecto a su víctima que
puede derivar de una obligación legal o contractual, y que le impone el deber jurídico de
actuar y así evitar su muerte, siempre que haya tenido con seguridad la posibilidad de
hacerlo prestando socorro o auxilio a la víctima o avisando a la autoridad
correspondiente.
Un claro ejemplo sería cuando el esposo deja morir de hambre a su mujer discapacitada.

1. Bien jurídico tutelado

Como una modalidad agravada del homicidio, podríamos afirmar que el bien
jurídico protegido mediante el feminicidio es la vida humana independiente,
específicamente la de la mujer, comprendida desde el instante del parto hasta su muerte,
entendida como la cesación definitiva e irreversible de la actividad cerebral.

Sin embargo, teniendo en cuenta algunas de las circunstancias agravantes que


recoge el tipo penal, nos percatamos que la conducta feminicida no solo implica la
afectación del derecho a la vida de la mujer, sino también de otros bienes y derechos de
la víctima. Así, en los casos de haber sido sometida previamente a una violación sexual, a
actos de mutilación o para fines de trata de personas, se habrían lesionado también otros
bienes jurídicos ya protegidos por el Derecho Penal, como son la libertad sexual, la
integridad corporal y la libertad personal, al tipificar el Código Penal los delitos de
violación sexual, lesiones graves y trata de personas en los artículos 170º, 121º y 153º
respectivamente.

En consecuencia, la conducta feminicida incluiría en estos casos la lesión de varios


bienes jurídicos al momento de su consumación, constituyéndose en una figura delictiva
“pluriofensiva” en la que el legislador nacional ha realizado una valoración conjunta de los
bienes vulnerados y ha establecido una sanción adecuada para estos casos, como parte
de la Política criminal asumida por el Estado Peruano para prevenir, prohibir, sancionar y
erradicar los casos de feminicidio en el país. Cabe preguntarnos ahora, si los bienes
jurídicos mencionados que constituyen conforme al principio de lesividad algunos de los
presupuestos necesarios para la autorrealización del individuo y su participación efectiva
dentro del grupo social y que por tanto deben ser objeto de protección penal a través de
la sanción de los hechos que los lesionen, se encontraban desprotegidos al momento de
la inclusión de la figura del feminicidio y por tanto era necesaria su regulación, o si por el
contrario ya existía un tipo penal específico que los contemplara. Pues bien, de una
revisión del catálogo de delitos especiales que el Código Penal nos proporciona,
observamos que efectivamente dichos bienes jurídicos ya han sido abarcados por tipos
penales autónomos en toda su magnitud, refiriéndonos al delito de homicidio y sus
modalidades atenuantes y agravantes, al de violación sexual, lesiones graves y trata de
personas, por tanto resultaría redundante e innecesaria su sobreprotección. Sin embargo,
la decisión del legislador penal se justificaría al ser parte de su política criminal de sobre
criminalizar los homicidios contra las mujeres por cuestión de su género, que tiene como
fin erradicar los abusos que se vienen cometiendo contra las mujeres en defensa de su
derecho a una vida libre de violencia.

2. Sujeto activo

En cuanto al círculo de autores del delito, se configura como un delito especial al


exigir el tipo penal que el autor reúna una determinada calidad especial: su condición de
pertenencia al género masculino. Se trata así de un sujeto activo cualificado o específico
al ser únicamente el varón, que puede actuar por sí mismo o valiéndose de terceros para
la consecución de su fin. En el caso de la omisión impropia, se exige además que el
varón tenga una posición de garante sobre la vida de la fallecida.

Su conducta, motivada por el rechazo al género femenino, deberá encuadrarse en


alguno de los contextos fijados por el tipo penal. Usualmente, los entornos en los que
tiene lugar son las relaciones familiares, sentimentales – cónyuges, ex cónyuges,
convivientes, ex convivientes, novios, etc.-, amicales, laborales y educativas. En estos
últimos, el acoso sexual hacia la mujer se ha convertido en una práctica frecuente en
nuestra sociedad.

El tipo no indica los medios que el autor debe utilizar pudiendo ser cualquiera,
siempre que sea idóneo para dar muerte a su víctima198. Generalmente las víctimas son
golpeadas, drogadas, secuestradas, amenazadas e incluso torturadas, con el fin de
anular sus capacidades de defensa, usando sustancias alucinógenas, cuerpos duros,
contundentes y peligrosos como armas de fuego, corto punzantes, objetos domésticos
como cuchillos de cocina, hachas, martillos y palos, prendas de vestir como correas,
corbatas y chompas empleados para asfixiarla o estrangularla, entre otros; y en los casos
más extremos las queman, descuartizan o decapitan.

Si el agente ejecutara el delito conforme a las modalidades o medios propios del


asesinato como el fuego, veneno y explosivos, el tipo penal se agrava, produciéndose un
concurso de leyes entre el feminicidio y el asesinato, que, en virtud del principio de
alternatividad, que explicaré más adelante, se resolverá aplicando el delito que contenga
la pena más grave y que sería el feminicidio.
El móvil del crimen, conforme a los datos y estadísticas proporcionados por el
Ministerio Público sobre el feminicidio, suelen ser una situación de celos por una
infidelidad por parte de la mujer, su respuesta negativa para iniciar o continuar con una
relación de pareja, su negativa de mantener relaciones sexuales, motivos económicos,
venganza, discriminación, entre otros. Los que en su conjunto, reflejan la actitud de
desprecio que tienen los varones hacia la vida de las mujeres y su deseo de ejercer un
control sobre ellas al considerarlas como seres inferiores y al atribuirse una supuesta
autoridad que los lleva a doblegar su autonomía y voluntad, cometiendo una serie de
agresiones y vejaciones en contra de sus derechos y libertades que les han sido
consagrados constitucionalmente.

3. Sujeto pasivo

También es un sujeto cualificado o específico, al comprender solo a la mujer desde


el momento de su nacimiento hasta su muerte, siendo irrelevante su edad, raza, religión,
posición social y económica, etc., en los contextos que la norma señala como la violencia
familiar que englobaría el parentesco y las relaciones conyugales y de convivencia, la
coacción, hostigamiento y acoso sexual, la discriminación, entre otros.

Se incluiría además como víctima a la persona nacida varón pero que


posteriormente hace su cambio judicial de sexo.

4. Presupuestos materiales de la imputación.

Si bien la conducta punible en el feminicidio consiste en matar a una mujer, el tipo


penal ha determinado las circunstancias, contextos o presupuestos en los que se
configurará, fuera de los cuales no podríamos hablar propiamente del delito.

La enumeración de estos presupuestos evidencia que nuestra legislación actual ha


acogido a todos los tipos de feminicidio, a los cuales nos referimos en un apartado
anterior – íntimo, no íntimo y por conexión-, ampliando de esta manera su ámbito de
aplicación, a diferencia de la regulación del delito anterior que se restringía al feminicidio
íntimo.

El tipo penal añade también a la acción de matar a una mujer la afirmación “por su
condición de tal”, es decir, por su pertenencia al género femenino, que a mi parecer
constituye una condición objetiva de punibilidad con la cual se justificaría el merecimiento
de la pena que se impondrá al autor del delito. Es decir, se trata de una circunstancia
añadida por el legislador a la acción que realiza el injusto culpable, con el propósito de
fundamentar y justificar la necesidad de la intervención del Derecho Penal para sancionar
al varón que mata a una mujer por el simple hecho de ser mujer como parte de la
políticacriminal adoptada por el Estado de proteger de manera preferente y exclusiva el
derecho a la vida de las mujeres, al haber valorado el daño y la conmoción social que
genera con su conducta y al considerarla como la reacción necesaria para garantizar la
paz social y lograr reducir las cifras alarmantes de feminicidios cada vez más frecuentes
en nuestra sociedad.

Así, los presupuestos materiales del delito de feminicidio son la violencia familiar, la
coacción, hostigamiento y acoso sexual, el abuso de poder, confianza o de cualquier otra
posición o relación que confiere autoridad al agente y cualquier forma de discriminación
contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal
o de convivencia con el agente.

II. Actualización del Protocolo Interinstitucional de Acción Frente al Feminicidio,


Tentativa de Feminicidio y Violencia de Pareja de Alto Riesgo.

OBJETIVOS DEL PROTOCOLO


1.1. Objetivo General:

Articular la intervención interinstitucional para la atención integral, eficaz y


oportuna de los casos de feminicidio, tentativa de feminicidio y violencia de
pareja de alto riesgo, tomando en consideración los estándares internacionales
de Derechos Humanos.

1.3 Usuarios/as del Protocolo


1.2. Objetivos Específicos:
I. Establecer lineamientos y criterios comunes de intervención
interinstitucional, articulada, eficaz y oportuna en los casos de feminicidio,
tentativa de feminicidio y violencia de pareja de alto riesgo.

II. Facilitar el acceso a la justicia con la debida diligencia y la protección


social garantizando la eficacia de las acciones emprendidas con las víctimas de
violencia de feminicidio, tentativa de feminicidio y violencia de pareja de alto
riesgo.

III. Fortalecer las acciones de prevención del feminicidio, mediante la


valoración, categorización y gestión del riesgo en la violencia de pareja.

1.3.1 Operadores/as del Sistema de Justicia

Operadores/as de las Secciones de


Orden y Seguridad Policial
Operadores/as de las Comisarías
Especializadas en materia de protección
contra la violencia familiar
PNP
Operadores/as de la Sección de
Investigación Policial de las Comisarías
Personal PNP de la Dirección de
Investigación Criminal (DIRINCRI)
Departamento de Investigación Criminal
(DEPINCRI)
Unidad de Criminalística PNP

Operadores/as de la División de
Investigación Criminal (DIVINCRI)

Operadores/as del Instituto de Medicina


Legal y Ciencias Forenses
MP Fiscales Penales

Fiscales Mixtos

Fiscales de Familia
Unidades de Protección y Asistencia a
Víctimas y Testigos
Jueces/zas Penales

Jueces/zas Mixtos
Jueces/zas de Familia
Equipo Multidisciplinario de Apoyo
Técnico
Defensores/as Públicos de la Dirección
de Asistencia Legal y Defensa de
MINJUS
Victimas

1.3.2 Operadores/as del sistema de protección social

Operadores/as de los Centros Emergencia Mujer


MIMP Operadores/as de las Casas de Acogida

Operadores/as de los Centros de Acogida Residencial

Operadores/as de los Centros de Atención Residencial


Geriátricos
Operadores/as de las Unidades de Protección Especial-
UPE
Operadores/as de los Centros de Desarrollo Integral de la
Familia
Servicio de Atención Urgente - SAU

MP Operadores/as de la Unidad Distrital de Protección y


Asistencia a Víctimas y Testigos
Especialistas de Tutoría y Orientación Educativa de las
DRE y UGEL
MINEDU
Promotores/as de Tutoría y Orientación Educativa de las
DRE del Callao, Lima Metropolitana y Lima Provincias
Equipos interdisciplinarios del componente Escuela Amiga
de la Estrategia Nacional contra la Violencia
Escolar del MINEDU

MINSA Operadores/as del Centros de Salud – Operadores/as


encargados de la recuperación sicológica. – Servicio
Social.
MRE Operadores/as de las Oficinas Consulares en el exterior

DP Comisionados/as de la Defensoría del Pueblo (en calidad


supervisora)

1.4. Población objetivo


a) Víctimas directas: mujer afectada por una situación de violencia de alto
riesgo, tentativa de feminicidio o feminicidio.

b) Víctimas indirectas: niñas, niños, adolescentes 3; así como hijas/os


mayores de edad que cursen estudios 4, personas adultas mayores y personas
mayores de edad con discapacidad dependientes de la víctima.

Población objetivo

 Mujer víctima de feminicidio


VÍCTIMAS DIRECTAS  Mujer víctima de tentativa de feminicidio y
3 escenarios  Mujer víctima de violencia de pareja de alto
riesgo
 Niñas, niños, adolescentes, dependientes
de la víctima.
 Personas adultas mayores dependientes de
VÍCTIMAS INDIRECTAS la víctima.
5 escenarios  Personas con discapacidad dependientes
de la víctima
(Con o sin red familiar)
 Hijas/hijos mayores de edad que cursen
estudios dependientes de la víctima
 Personas mayores de edad dependientes
de la víctima.
38
PROCEDIMIENTO DE ATENCIÓN PARA FEMINICIDIO, TENTATIVA DE
FEMINICIDIO Y VIOLENCIA DE PAREJA DE ALTO RIESGO

2.1. INSTITUCIONES INVOLUCRADAS Administración de Justicia:

El Sistema de Administración de Justicia, está integrado por las


siguientes instituciones:

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ (PNP)

La PNP es una institución del Estado con calidad de órgano ejecutor,


que depende del Ministerio del Interior, con competencia administrativa y
autonomía operativa para el ejercicio de la función policial en todo el territorio
nacional, en el marco de lo previsto en el artículo 166 de la Constitución
Política del Perú.

Es profesional, técnica, jerarquizada, no deliberante, disciplinada y


subordinada al poder constitucional; sus integrantes se deben al cumplimiento
de la Ley, el orden y la seguridad en toda la República. Participa en el sistema
de defensa nacional, defensa civil, desarrollo económico y social del país48.

Conforme al art 166 de la Constitución Política del Perú tiene por


finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno;
presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el
cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y privado.
Previene, investiga y combate la delincuencia, así como vigila controla las
fronteras.

La función policial se enmarca dentro del poder que la policía del Estado
cumple en su condición de fuerza pública, para velar por la protección,
seguridad y el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas, el
normal desarrollo de las actividades de la población y prestar apoyo a las
demás instituciones del Estado, en el ámbito de sus competencias y funciones.

El numeral 4) del artículo 45° de la Ley N° 30364 – Ley para prevenir,


sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar, señala que el Ministerio del Interior, a través de sus órganos de línea,
apoyo y control, establece las pautas y lineamientos técnicos para la adecuada
ejecución, supervisión y control de las disposiciones de prevención, atención y
protección contra la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar, en cumplimiento de las funciones del sector interior, con especial
participación de la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional del
Perú, como el órgano técnico especializado en la recepción de denuncias e
investigación de casos de violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar.

Conforme al artículo 67 del Código Procesal Penal, la PNP en


cumplimiento de sus funciones debe, inclusive por propia iniciativa, tomar
conocimiento de los delitos y dar cuenta inmediata al fiscal, sin perjuicio de
realizar las diligencias de urgencia e imprescindibles para impedir sus
consecuencias, individualizar a sus autores y partícipes, reunir y asegurar los
elementos de prueba que puedan servir para la aplicación de la ley penal.
Similar función desarrollará tratándose de delitos dependientes de instancia
privada o sujeta a ejercicio privado de la acción penal.

La PNP cuenta con la Dirección de Investigación Criminal, que a través


de sus Unidades Especializadas, es la instancia competente para los casos de
homicidios y delitos contra la vida, el cuerpo, y la salud. Para las denuncias por
violencia familiar contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar cuenta
con las Comisarías Especializadas de Familia dependientes de la División de
Protección contra la Violencia Familiar y las Secciones de Orden y Seguridad
Policial de las Comisarías dependientes de las Regiones Policiales.

MINISTERIO PÚBLICO - FISCALÍA DE LA NACIÓN (MP-FN)

El MP es el organismo autónomo del Estado que tiene como funciones


principales la defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses
públicos, la representación de la sociedad en juicio, para los efectos de
defender a la familia, a los menores e incapaces y el interés social, así como
para velar por la moral pública; la persecución del delito y la reparación civil.
También velará por la prevención del delito dentro de las limitaciones que
resultan de la presente ley y por la independencia de los órganos judiciales y la
recta administración de justicia y las demás que le señalan la Constitución
Política del Perú y el ordenamiento jurídico de la Nación.
El MP, cuenta con el Programa de Protección y Asistencia a Víctimas y
Testigos, creada con la finalidad de apoyar al sistema fiscal, adoptando
medidas de asistencia legal, social y psicológica a favor de las víctimas y
testigos que intervienen en las investigaciones o procesos penales, cautelando
que sus testimonios o aportes no sufran interferencias o se desvanezcan por
factores de riesgo ajenos a su voluntad, así como supervisar la adecuada
ejecución de las medidas de protección que dictan los fiscales a favor de las
víctimas, testigos y colaboradores.

Conforme al artículo 60 del Código Procesal Penal, el MP es el titular del


ejercicio de la acción penal. Actúa de oficio, a instancia de la víctima, por
acción popular o por noticia policial. El Fiscal conduce desde su inicio la
investigación del delito. Con tal propósito la Policía Nacional está obligada a
cumplir los mandatos del MP en el ámbito de su función.

En los casos por delito de Tentativa de Feminicidio, la función fiscal se


enmarca en el ámbito de dictar medidas de protección conforme a los artículos
247° y siguientes del Código Procesal Penal y solicitar la incorporación de las
víctimas o testigos al Programa de Protección y Asistencia a Víctimas y
Testigos (artículo 52.4 del Reglamento de la Ley).

El MP cuenta con la Unidad de Cooperación Judicial Internacional y


Extradiciones, cuyas funciones, son las siguientes: la transmisión central a la
autoridad nacional competente del acto de cooperación que sea instado por la
autoridad extranjera, y en su caso, por la Corte Penal Internacional, que será
ejecutado en el país con arreglo a nuestras leyes; y a la inversa, la transmisión
del acto de cooperación formulado por jueces y fiscales peruanos que se
cumplirá en el país requerido con arreglo a su ordenamiento.

Además, se le encomienda, las acciones de coordinación destinadas a


los más eficientes y efectivos resultados, que van desde la comunicación con
otras autoridades centrales, con el objeto de intercambiar información, absolver
consultas, hasta el envío de documentación, de modo directo o con el concurso
del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la OCN Interpol-Lima. Asimismo,
poner al alcance de las autoridades solicitantes o ejecutantes nacionales
información relativa a la mejor forma de requerir o cumplir el acto de
cooperación.
El numeral 13 del artículo 45° de la Ley N° 30364 establece que el
Ministerio Público, a través del Instituto de Medina Legal y Ciencias Forenses,
elabora guías y protocolos para la actividad científico-forense y en los procesos
judiciales, siendo responsable de su difusión a efectos de uniformar criterios de
atención y valoración.

PODER JUDICIAL (PJ)

Es el poder del Estado cuya competencia, de acuerdo con la


Constitución Política del Perú, es la de administrar justicia en el país a través
de sus órganos jerárquicos. En el artículo 138 se establece que “La potestad
de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a
través de sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes”.

El PJ está integrado por órganos jurisdiccionales, siendo el máximo


órgano la Corte Suprema de Justicia de la República, cuyo presidente preside
el Poder Judicial. Cuenta con Cortes Superiores, con salas Especializadas o
Mixtas y Juzgados especializados o Mixtos, Juzgados de Paz Letrado y
Juzgados de Paz. También las autoridades de las comunidades campesinas y
nativas, con el apoyo de las rondas campesinas, pueden ejercer las funciones
jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con el derecho
consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la
persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha jurisdicción
especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder
Judicial (artículo 149).

En caso de feminicidio, tentativa y violencia de pareja son competentes


el Juzgado Especializado en lo Penal y Mixto, Juzgado Especializado de
Familia, al igual que en revisión, las Salas Especializadas o Mixtas, o en
casación la

Corte Suprema de Justicia, y si se trata de faltas contra la persona, el


Juzgado de Paz Letrado.
El numeral 12 del artículo 45° de la Ley N° 30364, establece que el
Poder Judicial, administra justicia, respetando los derechos al debido proceso y
la economía procesal y celeridad procesal en los casos de violencia contra las
mujeres y los integrantes del grupo familiar. Todas las actuaciones ante el
Poder judicial en materia de violencia contra la mujer y los integrantes del
grupo familiar son gratuitas para las víctimas.

MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS –MINJUS

El MINJUS es el órgano encargado de formular políticas públicas de


acceso a la justicia para la inclusión de personas de escasos recursos
económicos y en condición de vulnerabilidad, lo cual se materializa a través del
servicio de defensa pública. Este servicio integral brinda asistencia legal
gratuita, en materia penal, de familia (alimentos, separación convencional y
divorcio ulterior, filiación extramatrimonial a favor de menor, tenencia y
custodia, régimen de visitas, consejo de familia, violencia familiar, declaración
judicial de unión de hecho)49, civil (solicitud de rectificación de partidas,
sucesión intestada inscripción de defunción, interdicción)50,y laboral (defensa
de madres gestantes, niños (as) trabajadores y personas con discapacidad)51,
y defiende a personas que han sido víctimas de la vulneración de sus derechos
en cualquiera de sus formas.

Asimismo, el MINJUS cuenta con la Dirección de Cooperación Judicial


Internacional, unidad orgánica de la Dirección General de Justicia y Libertad
Religiosa, que coordina los procedimientos de extradiciones, traslados y
transferencias de personas condenadas. Coordina, la tramitación de exhortos
internacionales (que son diligencias o actuaciones que piden los jueces de
otros países y deben hacerse en el nuestro).

PROCEDIMIENTOS DE ATENCIÓN

El Protocolo Interinstitucional para la Atención de Víctimas de


Feminicidio, Tentativa de Feminicidio y Violencia de Pareja de Alto Riesgo,
identifica tres procedimientos de atención: feminicidio, tentativa de feminicidio y
violencia de pareja de alto riesgo.
Cada uno de ellos tiene un tratamiento diferente. En los tres
procedimientos se desarrollarán acciones que corresponden a conocimientos
de los hechos, inicio de investigación, medidas de protección legal, y la
actuación a nivel judicial.

Si la víctima sea niño, niña, adolescente o mujer son miembros de


pueblos indígenas u originarios se deberá facilitar si fuera necesario un
intérprete u otros medios eficaces para hacerse comprender y poder
comprender a los/as operadores/as de justicia.

PROCEDIMIENTO DE ATENCIÓN EN CASO DE FEMINICIDIO

A. FINALIDAD

Establecer pautas y procedimientos para brindar una atención oportuna,


eficaz, con calidad, pertinencia cultural y calidez, con la finalidad de lograr el
acceso a la administración de justicia de los familiares de la víctima del delito
de feminicidio; garantizando medidas de protección y medidas cautelares para
las víctimas niños, niñas, adolescentes y personas adultas mayores
dependientes de la víctima que se encuentran en situación de vulnerabilidad,
por razones de edad o situación física - durante la denuncia, proceso judicial y
ejecución de la sentencia, así como acciones de protección social, hasta la
recuperación de las víctimas. Esto, permitirá perfeccionar las capacidades de
los operadores de justicia, permitiendo una mayor eficacia posible en la
unificación de las prácticas de abordaje del delito de feminicidio.

B. POBLACIÓN BENEFICIARIA.

Se atiende a las víctimas que son: niños, niñas, adolescentes; así como
hijos/as mayores de edad que cursen estudios, personas adultas, adultas
mayores y personas mayores de edad con discapacidad dependientes de la
víctima de feminicidio.

C. CONOCIMIENTO DEL CASO E INTERVENCIÓN DE LAS


INSTITUCIONES INVOLUCRADAS.
El/la Fiscal o el/la Policía toma conocimiento del caso a través de una
comunicación o denuncia de familiares, terceros, medios de prensa y/o la
Defensoría del Pueblo.

El servicio de defensa pública para las víctimas de violencia contra las


mujeres en aquellos lugares donde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables no pueda brindarlo, lo brinda el Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos.
i. El/la Operador/a Policial

a) La autoridad policial recibe la denuncia efectuada por los


familiares o terceros y comunica inmediatamente el hecho al
representante del Ministerio Público que se encuentre de turno -
Fiscalía Provincial Penal o Mixta; brindando la mayor información
posible. Esta comunicación deberá realizarse mediante el medio más
sencillo, rápido y oportuno (vía telefónica, correo electrónico, oficio, u
otro), que garantice rapidez y confidencialidad brindando su debida
identificación. El efectivo policial consignará en el Acta de Diligencias
Previas con detalle el lugar, la fecha y hora que está dando aviso
oficial al MP y a la autoridad policial del sector.

b) La autoridad policial que toma conocimiento de una


presunta muerte por feminicidio o tentativa de feminicidio, asume la
responsabilidad de constatar la veracidad de la información, con este
fin, deberá considerar en las actas e informes la hora y el medio por
el cual recibe la noticia, la identificación del o de la informante o
denunciante, así como toda información relevante para cumplir con el
objetivo de la investigación.

c) El personal policial brinda al denunciante o informante las


instrucciones que correspondan, a fin de garantizar la conservación
de la escena del crimen.

d) Debe comunicar a la dependencia policial del sector, y/o a


la DIRINCRI y/o DIVINCRI, según corresponda, sobre el hecho
criminal para que se disponga de inmediato el apoyo, con la finalidad
de resguardar y custodiar la escena del hecho y así evitar
alteraciones o destrucción de los indicios y evidencias existentes;
todo ello bajo responsabilidad.

e) En el lugar del hecho, el personal policial verifica la


existencia o no de víctimas sobrevivientes para su auxilio
correspondiente, el personal policial interviniente adoptará las
medidas pertinentes para el auxilio inmediato de los heridos; y
procede a su protección a quienes instruirá sobre el cuidado e
inalterabilidad de la “escena” y del cadáver que se halle en el lugar;
bajo responsabilidad funcional y penal de los mismos.

f) La autoridad policial identifica si la víctima del delito de


feminicidio deja niños, niñas, adolescentes, así como hijos/as
mayores de edad que cursen estudios, personas adultas mayores y
personas mayores de edad con discapacidad dependientes de ella;
debiendo registrar sus nombres, apellidos, edad y domicilio.

g) La autoridad policial comunica a la/el Fiscal Provincial


Penal o Mixto sobre los niños, niñas, adolescentes, hijos/as mayores
de edad que cursen estudios59personas adultas mayores y personas
mayores de edad con discapacidad dependientes de la víctima.

h) En caso de flagrancia, la autoridad policial procederá de


conformidad a lo previsto en el artículo 446 del NCPP modificado por
el Decreto Legislativo N° 1194, sin perjuicio de comunicar los hechos
al Juzgado de Familia para que adopte las medidas
correspondientes.

ii. El/La Fiscal Provincial Penal o Mixto

i) Dirige la investigación del delito de Feminicidio y, en


coordinación con la PNP, dispone los actos de investigación del
delito, requiriendo de ser el caso la realización de una necropsia
psicológica u otras pericias, así como verificará la situación de las
víctimas indirectas del feminicidio.
j) El/la Fiscal Penal o Mixto-, que tiene conocimiento del
delito de feminicidio pone en conocimiento de la Fiscalía de Familia
la situación de las víctimas y solicita se dicten las medidas de
protección inmediatas cuando corresponda, atendiendo al caso
concreto (Investigación Tutelar); dispone entre otras las siguientes
diligencias:

i. Dicta las disposiciones necesarias, al Jefe de la jurisdicción


policial, para que garantice el apoyo policial correspondiente, bajo
responsabilidad funcional y penal.

ii. Convocar al Equipo Interdisciplinario Interviniente: pesquisa


o personal policial, Peritos de Criminalística, Médico Legista,
psicólogo/a pericial para que se constituya rápidamente al lugar del
hecho.

iii. Constituirse al lugar del hecho, para asumir desde el inicio


la
dirección de las diligencias correspondientes.
iv. Adoptar las medidas de seguridad necesarias, para
garantizar la integridad física (medidas de bioseguridad) del Equipo
Interdisciplinario Interviniente, conformado por el Fiscal Penal de
Turno o Mixto, Médico Legista, Pesquisa o personal policial, Peritos
de Criminalística y psicólogo/a pericial.

Pone en conocimiento de la Fiscalía de Familia la situación de las


víctimas y solicita se dicten las medidas de protección inmediatas cuando
correspondan, atendiendo al caso concreto.

En el caso de víctimas o integrantes del grupo familiar pertenecientes a


comunidades indígenas o minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, se
procurará la prontitud de la investigación, la sencillez de las entrevistas, no
debe permitirse la confrontación con el presunto agresor y la privacidad de las
actuaciones, para lo cual el Fiscal podrá dictar las medidas de protección que
garanticen el cumplimiento de los instrumentos internacionales de la materia, o
solicitará las medidas cautelares ante el/la Juez/a competente.
k) En caso de que las víctimas indirectas sean testigos/as en
el proceso penal y sean menores de edad, sus declaraciones serán
tomadas en la Cámara Gesell o Sala de Entrevista Única; o si son
amenazadas por el agresor, los familiares de este o por terceros, El Fiscal
derivará el caso a la Unidad Distrital de Asistencia a Víctimas y Testigos
para su asistencia inmediata y para la supervisión de las medidas de
protección que dicte en favor de la(s) víctima(s). De igual manera, el
Fiscal comunicará sobre las medidas de protección a la Policía Nacional
del Perú, para la ejecución de las mismas.

En el caso de mujeres o integrantes del grupo familiar pertenecientes a


comunidades indígenas o minorías étnica, religiosa o lingüística, se procurará
la prontitud de la investigación, la sencillez de las entrevistas, no debe
permitirse la confrontación con el presunto agresor y la privacidad de las
actuaciones, para lo cual el Fiscal podrá dictar las medidas de protección que
garanticen el cumplimiento de los instrumentos internacionales de la materia, o
solicitará las medidas cautelares ante el/la Juez/a competente.

l) En caso de que las personas víctimas sean testigos/as en el


proceso penal y sean menores de edad, sus declaraciones serán
tomadas en la Cámara Gesell o Sala de Entrevista Única; o si son
amenazadas por el agresor, los familiares de este o por terceros, dictará
las medidas de protección correspondientes, comunicando a la PNP para
la ejecución de las medidas que correspondan y derivará el caso a la
Unidad Distrital de Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos
(UDAVIT) para su atención y supervisión de la ejecución de dichas
medidas.

m) Comunicará el caso de las víctimas (niños, niñas,


adolescentes; así como
hijos/as mayores de edad que cursen estudios, personas adultas mayores y
personas mayores de edad con discapacidad dependientes de la víctima) al
MINEDU (IGED), MINSA (SIS, Red de Salud), MIMP (CONADIS, Vida Digna,
CEM, INABIF), a fin de que implementen las acciones de protección social que
correspondan. En los Distritos Fiscales donde se haya implementado la
UDAVIT delegará a esta las facultades de articulación.
n) Coordinará el patrocinio legal del caso de feminicidio y de
las víctimas con las Oficinas Desconcentradas de la Dirección General de
Defensa Pública del MINJU o con loso las abogados/as del CEM; a fin de
que se asegure la asignación de un/a abogado/a defensor/a. Esta
comunicación deberá realizarse mediante el medio más sencillo, rápido y
oportuno (vía telefónica, correo electrónico, oficio, u otro).

o) En lugares donde no se cuente con un CEM o una


UDAVIT, coordinará con las instituciones aliadas para la protección,
atención o asistencia correspondiente (legal, psicológica y social).
SEMANA 16 06JUL2021

NORMAS E INSTRUMENTOS INTERNACIONALES


Normas internacionales vinculantes
- Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación
contra la Mujer (en adelante, CEDAW por sus siglas en inglés) de las
Naciones Unidas y su Protocolo Facultativo. Establece la obligación de los
Estados a condenar la discriminación y la violencia que padecen las mujeres en
todas sus formas, y a adoptar por todos los medios apropiados y sin dilaciones,
una política encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer, así como
políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia que se ejerce
en su contra
- Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Convención de Belem Do Pará)
4. Define la violencia contra la mujer como “cualquier acción o conducta,
basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”
- Convención Americana sobre Derechos Humanos. Establece el deber de los
Estados de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos
humanos sin ninguna forma de discriminación y la obligación de adoptar
disposiciones de derecho interno a fin de hacer efectivos los derechos y
libertades allí reconocidos.
Compromisos internacionales no vinculantes
- IV Conferencia Mundial sobre la Mujer que aprueba la Declaración y
Plataforma de Acción de Beijing, el 15 de setiembre de 1995.
Reconoce al acoso sexual como una forma de discriminación y de violencia
contra la mujer, y pide a los diversos agentes, como el gobierno, los
empleadores, los sindicatos y la sociedad civil, que garanticen que los
gobiernos promulguen y hagan cumplir leyes sobre acoso sexual y que los
empleadores elaboran políticas y estrategias de prevención para combatir dicho
acoso.

Normativa Nacional - Constitución Política del Perú.


- Ley N° 28983, Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres.
- Decreto Legislativo N° 635, Decreto Legislativo que incorpora al Código Penal
tipos penales que criminalizan distintas modalidades de violencia contra las
mujeres.
- Decreto Legislativo N° 1410, Decreto Legislativo que incorpora el delito de
acoso, acoso sexual, chantaje sexual y difusión de imágenes, materiales
audiovisuales o audios con contenido sexual al código penal, y modifica el
procedimiento de sanción del hostigamiento sexual.
- Ley N° 27942, Ley de prevención y sanción del hostigamiento sexual.
- Ley N° 30314, Ley para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios
públicos.
- Ley N° 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres y los integrantes del grupo familiar. Su reglamento fue aprobado
mediante Decreto Supremo N° 009-2016-MIMP.

Definición y Tipificación de los delitos de Acoso Artículo 2. Incorporación de


los artículos 151-A, 154-B, 176-B y 176-C al Código Penal
Incorpórense los artículos 151-A, 154-B, 176-B y 176-C al Código Penal, en los
siguientes términos:

“Artículo 151-A.- Acoso


El que, de forma reiterada, continua o habitual, y por cualquier medio, vigila,
persigue, hostiga, asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona
sin su consentimiento, de modo que pueda alterar el normal desarrollo de su vida
cotidiana, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de uno ni
mayor de cuatro años, inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos
10 y 11 del artículo 36, y con sesenta a ciento ochenta días-multa.
La misma pena se aplica al que, por cualquier medio, vigila, persigue, hostiga,
asedia o busca establecer contacto o cercanía con una persona sin su
consentimiento, de modo que altere el normal desarrollo de su vida cotidiana, aun
cuando la conducta no hubiera sido reiterada, continua o habitual.
Igual pena se aplica a quien realiza las mismas conductas valiéndose del uso de
cualquier tecnología de la información o de la comunicación.
La pena privativa de la libertad será no menor de cuatro ni mayor de siete años,
inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 10 y 11 del artículo 36, y
de doscientos ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa, si concurre
alguna de las circunstancias agravantes:
1. La víctima es menor de edad, es persona adulta mayor, se encuentra en
estado de gestación o es persona con discapacidad.
2. La víctima y el agente tienen o han tenido una relación de pareja, son o han
sido convivientes o cónyuges, tienen vínculo parental consanguíneo o por
afinidad.
3. La víctima habita en el mismo domicilio que el agente o comparten espacios
comunes de una misma propiedad.
4. La víctima se encuentre en condición de dependencia o subordinación con
respecto al agente.
5. La conducta se lleva a cabo en el marco de una relación laboral, educativa o
formativa de la víctima.”

“Artículo 154-B.- Difusión de imágenes, materiales audiovisuales o audios


con contenido sexual
El que, sin autorización, difunde, revela, publica, cede o comercializa imágenes,
materiales audiovisuales o audios con contenido sexual de cualquier persona, que
obtuvo con su anuencia, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de dos ni mayor de cinco años y con treinta a ciento veinte días-multa.
La pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de seis años y de
ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa, cuando concurra
cualquiera de las siguientes circunstancias:
1. Cuando la víctima mantenga o haya mantenido una relación de pareja con el
agente, son o han sido convivientes o cónyuges.
2. Cuando para materializar el hecho utilice redes sociales o cualquier otro medio
que genere una difusión masiva.”

“Artículo 176-B.- Acoso sexual


El que, de cualquier forma, vigila, persigue, hostiga, asedia o busca establecer
contacto o cercanía con una persona, sin el consentimiento de esta, para llevar a
cabo actos de connotación sexual, será reprimido con pena privativa de la libertad
no menor de tres ni mayor de cinco años e inhabilitación, según corresponda,
conforme a los incisos 5, 9, 10 y 11 del artículo 36.
Igual pena se aplica a quien realiza la misma conducta valiéndose del uso de
cualquier tecnología de la información o de la comunicación.
La pena privativa de la libertad será no menor de cuatro ni mayor de ocho años e
inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 5, 9, 10 y 11 del artículo
36, si concurre alguna de las circunstancias agravantes:
1. La víctima es persona adulta mayor, se encuentra en estado de gestación o es
persona con discapacidad.
2. La víctima y el agente tienen o han tenido una relación de pareja, son o han
sido convivientes o cónyuges, tienen vínculo parental hasta el cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad.
3. La víctima habita en el mismo domicilio que el agente o comparten espacios
comunes de una misma propiedad.
4. La víctima se encuentra en condición de dependencia o subordinación con
respecto al agente.
5. La conducta se lleva a cabo en el marco de una relación laboral, educativa o
formativa de la víctima.

6. La víctima tiene entre catorce y menos de dieciocho años.”

“Artículo 176-C.- Chantaje sexual


El que amenaza o intimida a una persona, por cualquier medio, incluyendo el uso
de tecnologías de la información o comunicación, para obtener de ella una
conducta o acto de connotación sexual, será reprimido con pena privativa de la
libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años e inhabilitación, según
corresponda, conforme a los incisos 5, 9, 10 y 11 del artículo 36.
La pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de cinco años e
inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 5, 9, 10 y 11 del artículo
36, si para la ejecución del delito el agente amenaza a la víctima con la difusión de
imágenes, materiales audiovisuales o audios con contenido sexual en los que esta
aparece o participa.”
“Artículo 4.- Concepto de hostigamiento sexual
El hostigamiento sexual es una forma de violencia que se configura a través de
una conducta de naturaleza o connotación sexual o sexista no deseada por la
persona contra la que se dirige, que puede crear un ambiente intimidatorio, hostil
o humillante; o que puede afectar su actividad o situación laboral, docente,
formativa o de cualquier otra índole.

En estos casos no se requiere acreditar el rechazo ni la reiterancia de la


conducta.”
“Artículo 6.- De las manifestaciones del hostigamiento sexual
El hostigamiento sexual puede manifestarse, entre otras, a través de las
siguientes conductas:
a) Promesa implícita o expresa a la víctima de un trato preferente o beneficioso
respecto a su situación actual o futura a cambio de favores sexuales.
b) Amenazas mediante las cuales se exija en forma implícita o explícita una
conducta no deseada por la víctima, que atente o agravie su dignidad.
c) Uso de términos de naturaleza o connotación sexual o sexista (escritos o
verbales), insinuaciones sexuales, proposiciones sexuales, gestos obscenos o
exhibición a través de cualquier medio de imágenes de contenido sexual, que
resulten insoportables, hostiles, humillantes u ofensivos para la víctima.
d) Acercamientos corporales, roces, tocamientos u otras conductas físicas de
naturaleza sexual que resulten ofensivas y no deseadas por la víctima.
e) Trato ofensivo u hostil por el rechazo de las conductas señaladas en este
artículo.
f) Otras conductas que encajen en el concepto regulado en el artículo 4 de la
presente Ley.”
“Artículo 8.- De las consecuencias del hostigamiento sexual
8.1 Si el hostigador es el empleador, personal de dirección, personal de
confianza, titular, asociado, director o accionista, la víctima puede optar entre
accionar el cese de la hostilidad o el pago de la indemnización, dando por
terminado el contrato de trabajo, conforme al artículo 35 del Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, aprobado por el Decreto Supremo Nº 003-97-TR. En
este supuesto, no es exigible la comunicación al empleador por cese de
hostilidad señalado en el artículo 30 de la misma norma. Asimismo, la víctima
tiene a salvo el derecho de demandar los daños y perjuicios sufridos
producto del acto de hostigamiento sexual. Las vías señaladas anteriormente
no enervan la posibilidad de que la víctima pueda recurrir a la Autoridad
Inspectiva de Trabajo competente.
8.2 Independientemente de la categoría o cargo del hostigador, si el empleador o
instancia competente omite iniciar la investigación del caso de hostigamiento
sexual o adoptar las medidas de protección, prevención y sanción
correspondientes, la víctima también puede optar por los remedios señalados
en el primer párrafo del presente artículo.
8.3 Si el hostigador es un trabajador del régimen laboral privado, puede ser
sancionado, según la gravedad de los hechos, con amonestación,
suspensión o despido.
8.4 Es nulo el despido o la no renovación del contrato de trabajo a plazo
determinado por razones vinculadas a la presentación de una queja de
hostigamiento sexual en el trabajo, la interposición de una demanda,
denuncia o reclamación por dichos motivos o por la participación en este tipo
de procedimientos como testigo en favor de la víctima.”

“Artículo 12.- De la sanción a los funcionarios y servidores públicos


12.1 Los funcionarios y servidores públicos sujetos al régimen laboral público, que
hayan incurrido en actos de hostigamiento sexual serán sancionados, según
la gravedad, conforme al literal k) del artículo 85 de la Ley N° 30057, Ley del
Servicio Civil.
12.2 Sin perjuicio de la aplicación de la sanción administrativa, el hostigado tiene
derecho a acudir a la vía civil en proceso sumarísimo para exigir el pago de
la indemnización correspondiente.
12.3 Lo dispuesto en el numeral 8.4 del artículo 8 es de aplicación a los
funcionarios y servidores públicos, con las particularidades del régimen
laboral público. El Reglamento dispone las reglas especiales para su
aplicación.”
“Artículo 13.- Del procedimiento administrativo disciplinario
13.1 La determinación de la responsabilidad administrativa del funcionario o
servidor público que realiza actos de hostigamiento sexual, se tramita
conforme al procedimiento administrativo disciplinario previsto en la Ley N°
30057, Ley del Servicio Civil, independientemente del régimen laboral en el
que se encuentre, salvo el caso de los servidores pertenecientes a carreras
especiales, a los cuales resultará de aplicación el procedimiento
administrativo disciplinario regulado por sus regímenes especiales.
13.2 La Oficina de Recursos Humanos, o la que haga sus veces, dicta la medida
de protección correspondiente hacia la víctima de hostigamiento en el plazo
de tres (3) días hábiles como máximo, desde conocido el hecho. Asimismo,
remite el caso a la Secretaría Técnica de las Autoridades del Procedimiento
Administrativo Disciplinario dentro de las 24 horas de conocido el hecho.
En caso la Secretaría Técnica tome directamente conocimiento del hecho,
debe informar inmediatamente a la Oficina de Recursos Humanos, o la que
haga sus veces, para que adopte las medidas de protección.
13.3 La Secretaría Técnica emite el informe de pre calificación en un plazo no
mayor a quince (15) días calendario desde que toma conocimiento del
hecho, bajo responsabilidad.
El procedimiento administrativo disciplinario no podrá extenderse por un
plazo mayor de treinta (30) días calendario. Excepcionalmente y atendiendo
a la complejidad del caso, el procedimiento disciplinario puede extenderse
por un plazo adicional de quince (15) días calendario.
El incumplimiento de los plazos indicados en el párrafo precedente, implica
responsabilidad administrativa pero no la caducidad del procedimiento.
13.4 El Reglamento de la ley dispone las medidas de protección aplicables a las
víctimas del hostigamiento sexual en el régimen laboral público.
13.5 En el caso de los regímenes especiales, los procedimientos de investigación
y sanción del hostigamiento sexual laboral se adaptan a los plazos señalados
en los numerales 13.2 y 13.3 del artículo 13 de la presente ley.

“Artículo 16.- De la aplicación supletoria de las normas aplicables a los


regímenes laborales en el sector privado
En tanto no contravengan las disposiciones del presente capítulo, son de
aplicación supletoria a los funcionarios o servidores públicos, las normas
contenidas en el Capítulo I del Título II de la presente Ley.”
“Artículo 22.- De la sanción en las relaciones no reguladas por el derecho
laboral
22.1 Si el acto de hostigamiento sexual se presenta en una relación no regulada
por el Derecho Laboral, la víctima tiene el derecho al pago de una
indemnización por el daño sufrido, la cual se tramita en la vía civil en proceso
sumarísimo, salvo el caso de los beneficiarios de modalidades formativas,
supuesto en el que se tramita bajo la Ley N° 29497, Nueva Ley Procesal del
Trabajo.
22.2 El empleador del hostigador, en cuyo centro o marco laboral se haya
producido el acto de hostigamiento, debe adoptar las medidas de sanción
correspondientes, las cuales pueden ser las dispuestas en el numeral 8.3 del
artículo 8 de la presente Ley.”

GUÍA PRÁCTICA SOBRE HOSTIGAMIENTO SEXUAL

Guía práctica para la prevención y sanción del hostigamiento sexual en el lugar de


trabajo en el sector privado y público
PROTOCOLO DE ATENCIÓN ANTE ACTOS DE ACOSO SEXUAL EN EL
TRANSPORTE TERRESTRE DE PERSONAS DE ÁMBITO NACIONAL,
REGIONAL Y PROVINCIAL

Rutas de atención para casos de acoso

Centro de Emergencia Mujer:


Brinda servicios públicos especializados y gratuitos para víctimas de
violencia, brindando orientación legal, defensa judicial y consejería
psicológica. Estos servicios son considerados claves en el protocolo para la
atención adecuada de la víctima, con soporte psicológico y asesoría legal.
 se dirigen a toda la población
 atención 24 Horas
 servicios públicos especializados y gratuitos, de atención integral y
multidisciplinaria, para víctimas de violencia contra la mujer e integrantes
del grupo familiar
 brindan orientación legal, defensa judicial, consejería psicología y
asistencia social, el programa está dirigido a todas las personas afectadas
por violencia familiar y sexual de su ámbito de responsabilidad
Línea 100: Es un servicio gratuito de cobertura nacional que funciona las 24
horas, a cargo de un equipo especializado en atender temas de violencia familiar
y/o sexual. Las llamadas son derivadas o referidas a servicios especializados
como el CEM, se brinda contención emocional a la persona afectada o se
atienden a través de un Servicio de Atención Urgente.
Intervención Policial
Debe poner los hechos en conocimiento de los juzgados de familia o los que
cumplan sus funciones dentro de las 24 Horas de conocido el hecho, remitiendo el
informe que resuma lo actuado. En caso de FLAGRANCIA hasta (48h): Procede a
la inmediata detención del agresor, incluso allanando su domicilio o el lugar donde
estén ocurriendo los hechos. Redacta un acta de entrega del detenido y las
demás circunstancias de la intervención y comunica inmediatamente a la fiscalía
penal para las investigaciones correspondientes y al juzgado de familia para que
se pronuncie sobre las medidas de protección y otras medidas para el bienestar
de las víctimas.
Intervención Ministerio Público
La PNP (Comisarias- Depincri) pone de conocimiento a Ministerio Público,
(FTEVCMIGF) quien realiza investigación mediante manifestación a la víctima, dos
situaciones casos de flagrancia de acuerdo al decreto Legislativo 1386 con
detenido y denuncia no flagrancia sin detenido, Ministerio Público realiza
diligencias pertinentes de acuerdo al caso, realiza acusación, continúa el proceso
penal hasta obtener sanción y/o archivamiento del caso.
Intervención Poder Judicial
Trabajo en paralelo con la PNP pone de conocimiento solicita medidas de
protección de acuerdo al riesgo de la víctima, mediante Ficha de Valoración de
Riesgo, tales medidas de protección son ejecutadas por la PNP dentro de la
jurisdicción de la vivienda de la víctima.
*Desde abril de 2020 se toma en cuenta el Decreto Legislativo 1470 en
relación a la emisión de Medidas de Protección.

SEMANA 17
13JUL2021

EXAMEN FINAL

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