Está en la página 1de 12

I.

- CRISIS AMBIENTAL EN QUINTERO SUSCITA ARRIBO DE LA OMS A LA


ZONA
En medio de las desafortunadas declaraciones del ministro Santelices y levantamiento de
la Alerta Amarilla en la zona, la Organización Ambiental de la Salud (OMS) anunció su
llegada para este lunes. Fuente: Bío Bío Chile. 3 septiembre de 2018.

A contar de la 14:00 horas de este lunes comenzarán a llegar los especialistas al


Puesto Médico Avanzado (PMA), instalado en las inmediaciones del Hospital de
Quintero.

Allí se realizarán atenciones programadas coordinadas por el Servicio de Salud,


cuyo objetivo principal será monitorear la salud de las personas que presentaron
síntomas de intoxicación durante la reciente emergencia ambiental en la zona.

“Durante la semana, seguiremos contactándonos con los usuarios que se vieron


involucrados para asignarles una hora con los especialistas que corresponda”,
detalló la directora subrogante del hospital de Quintero, la enfermera Carla
Cardenas.

Los primeros profesionales en iniciar funciones serán un médico internista y un


médico internista broncopulmonar. Entre el martes y el miércoles, se sumarán un
neurólogo, un neurólogo infantil y un pediatra.

Durante la jornada se espera la presencia del subsecretario de Redes


Asistenciales, Luis Castillo, para monitorear el funcionamiento del Puesto Médico
Avanzado.

Ante la emergencia, también se ha informado de la llegada de personal de la


Organización Mundial de la Salud (OMS) a observar la crisis que ha golpeado a
Quintero y Puchuncaví.

Quien se adelantó fue la ministra de Medio Ambiente, Carolina Smichdt, que llegó
este domingo en la zona y conversó con los habitantes de Quintero respecto a las
medidas para mejorar la calidad del aire.

1
Sin alerta amarilla

La secretaria de Estado llegó a la zona justo un día después de que se bajara la


alerta amarilla.

Dicha decisión se tomó tras la reunión del Comité de Emergencias regional la tarde
del sábado, en la que se decidió que las clases se retomarán este martes 4 de
septiembre.

Entre los motivos para levantar la alerta se consideró que ha habido una
disminución drástica en los casos de personas con síntomas de intoxicación, los
cuales prácticamente han desaparecido los últimos días.

Pese a ello, la preocupación persiste, ya que los incidentes de las nubes tóxicas
han provocado la intoxicación de cerca de 300 personas -según las cifras del
Minsal- desde el 21 al 24 de agosto.

Naturalmente, la desactivación de la alerta preocupa a la comunidad porque


-según acusan- la autoridad aún no ha dado respuesta a su petitorio, que
contempla -entre otras cosas- la paralización del parque industrial.

“Nadie nos ha garantizado que no nos vamos a volver a intoxicar. Todas las
medidas son para enfrentar una nueva nube tóxica y no para prohibirla”, señaló
uno de los 60 vecinos que se reunieron cerca de las 17:00 horas el domingo para
protestar con el levantamiento de la Alerta Amarilla por contaminación en Quintero
y Puchuncaví.

Si bien fue una convocatoria menor a las anteriores manifestaciones, los afectados
se han reunido a diario en cabildos abiertos. Incluso, algunos de los manifestantes
ya llevan seis días acampando en la Plaza del Deportista, renombrada Plaza de la
Dignidad.

De paso, los convocados reclamaron además por la escasa transparencia que


habría en las decisiones de la Intendencia de Valparaíso y de la búsqueda de los
responsables.

2
“Olores ofensivos”

En medio de la emergencia, el ministro de Salud, Emilio Santelices, planteó que


los síntomas presentados por los pobladores de Quintero y Puchuncaví pudieran
deberse a “olores ofensivos” y no necesariamente dañinos para la salud.

Los olores “producen efectos organolépticos, es decir, el solo hecho que tenga un
mal olor puede producir náuseas y vómitos, pero no implica una intoxicación”,
señaló.

Sus declaraciones provocaron la inmediata crítica de la Municipalidad de Quintero


por sus “muy irresponsables” declaraciones y de paso lo cuestionaron
enérgicamente porque “aún no se tiene claridad de cuáles podrían ser los efectos
de la nube contaminante” que intoxicó a los vecinos afectados.

Asimismo, acusaron que Santelices estaría intentando “bajarle el perfil a una


situación grave que está afectando a la comuna desde hace décadas y que
esperamos no se vuelva a repetir”.

“El solo hecho que tenga un mal olor puede producir náuseas y vómitos, pero no
implica una intoxicación”

La crítica fue incluso más allá y llegó desde el mundo parlamentario. El presidente
de la Comisión de Salud de la Cámara, el diputado socialista Juan Luis Castro,
afirmó que el ministro Santelices se “precipitó” en su declaración.

“No cabe ninguna duda que hay niveles de daño que son perfectamente posible
que estén ocurriendo en la salud humana”, aseguró.

A raíz de todo el revuelo que provocaron sus dichos, el sábado debió salir a pedir
disculpas. A través de un comunciado, Santelices sostuvo que sus palabras “no
buscaban minimizar los hechos antes señalados, sino, muy por el contrario,
devolver tranquilidad a las familias de los niños afectados para despejar que los
síntomas de los que fueron objetos vayan a causarles problemas de salud más
adelante”.

3
“Lamento si alguien se sintió afectado y ofrezco mis más sinceras disculpas”,
añadió mediante la misiva difundida a través de su cuenta en Twitter.

II.- CRISTIÁN FRANZ, SUPERINTENDENTE DEL MEDIO AMBIENTE:


“ESTAMOS EMPEZANDO A CONSTRUIR UNA HIPÓTESIS”
El viernes terminó la rueda de declaraciones de los representantes legales de las
empresas que están siendo investigadas en un proceso a cargo de la división de
fiscalización de la Superintendencia del Medio Ambiente, en el que incluyó a Oxiquim,
Gasmar, Codelco Ventanas y Enap, entre otras firmas. Fuente: El Mercurio. 2 septiembre
de 2018.

“La información que nos entregan estos representantes ayudan a formarnos una
opinión y, en definitiva, una convicción respecto de qué ocurrió y quién o quiénes
son los responsables, pero también ayudan las visitas que estamos haciendo a
esas mismas empresas, las declaraciones que hemos tomado en terreno a los
operarios, a los encargados de seguridad, y la información que hemos revisado de
las bitácoras de novedades del día de cada empresa”, detalla Cristián Franz,
superintendente del Medio Ambiente. Agrega que esta semana van a continuar las
fiscalizaciones.

-¿Cuánto peso tienen los dos informes de Enap en el marco de la investigación de


la SMA?

“En primer lugar, yo no tengo confirmación hasta ahora (viernes) que hayan sido
enviados por Enap a la SMA (…). Cuando me lleguen, los técnicos van a tener que
mirarlos y formarse una opinión respecto de su contenido, y tomarlos en cuenta
cuando lleguemos a una conclusión. Decir, ‘sí, esto aporta un antecedente que nos
puede servir o no aporta nada’. O lo que resulte del análisis que ellos hagan.
Cuando lleguen esos estudios los vamos a mirar, lo que no significa que vayamos
a resolver solo en función a esos estudios. Los vamos a tener a la vista, pero
tenemos nuestros informes, análisis y datos. Cómo vamos a resolver en base a lo
que nos dice uno de los propios investigados, sería ridículo”.

4
“Gozo de la más absoluta libertad para tomar nuestras decisiones”

-¿Se sintió presionado políticamente a hacer algo el 24 de agosto?

“Por ningún motivo”.

-¿No lo llamó la ministra Carolina Schmidt o alguien del Gobierno?

“Jamás. He tenido la fortuna en estos cinco años que he ejercido el cargo de


superintendente del Medio Ambiente de no haber recibido nunca una presión, de
ninguna autoridad política de turno. Me siento autónomo. No tengo que andar
consultando o recibiendo llamadas respecto de qué debo o no resolver en un
determinado caso, y eso es una muy buena noticia para Chile y habla muy bien de
la institucionalidad de este país. Gozo de la más absoluta libertad para tomar
nuestras decisiones, obviamente, fundadas en criterios técnicos, de peso. Como
SMA me doy cuenta de que hay mucha ansiedad en la gente y que necesita saber
qué pasó. Pero también, que un escenario posible es que no lleguemos a
determinar qué sucedió, por la dificultad intrínseca que tiene este caso, de que el
incumplimiento ocurrió durante un período muy corto de tiempo, entonces no hay
evidencia física hoy que nos permita ver la emanación. Tendríamos que haber
estado ahí en ese mismo momento para comprobar el incumplimiento, y eso no es
posible”.

“Las mediciones que hemos hecho con posterioridad contribuyen a alimentar, en


primer término, una presunción, y en base a eso, se tomó una medida. Las
mediciones que tomamos después de la presunción, nos van a permitir determinar
si hay o no un incumplimiento”.

-Hay también la opción para un superintendente de no tomar ninguna medida si es


que no encuentra evidencia suficiente. Sin embargo, usted tomó una medida que
ha causado polémica.

“La medida está perfectamente respaldada. La medida es preventiva. La ley le


entrega al superintendente del Medio Ambiente la facultad del principio
precautorio, que significa frente a una circunstancia, asumir una posición
conservadora (asumir el peor de los escenarios) y sobre la base de eso, dictar una
medida para prevenirlo para que no ocurra. Eso fue lo que hice tomando los

5
elementos que teníamos a la vista el día 24 de agosto de 2018, ni más ni menos. Y
no implica culpabilidad, no hemos hecho una imputación (…). Es una cuestión
técnica, nadie me obliga a dictar la medida”.

-La semana pasada, la ministra Carolina Schmidt dijo: “Hemos detectado que en
algunas faenas realizadas por Enap se ha producido emanación de gases tóxicos”
¿Por qué la diferencia con ella?

“No me voy a pronunciar respecto de las declaraciones de la ministra. Por lo


demás, en las últimas entrevistas que le he escuchado estos últimos días ha sido
súper clara, en el sentido de que la determinación de lo que ocurrió y la
responsabilidad nos corresponden a nosotros, como SMA, y yo me quedo con eso.
Estamos gozando de absoluta independencia, pero le estoy informando a la
ministra lo que hacemos en terreno”.

-En el caso de Oxiquim (de ahí eran los trabajadores que se sintieron mal), trabaja
con compuestos químicos. ¿No había evidencia para tomar la misma medida que
se tomó con Enap?

“No había evidencia que nos indicara que el origen podía haber estado en
Oxiquim”.

-¿Cuál es su límite para seguir investigando? ¿Cuándo va a tirar la esponja?

“No, la esponja no la voy a tirar nunca. Este no es un trabajo para débiles; al revés,
hay que ponerse duro para llegar a una conclusión y, en este caso, lo más pronto
posible. Estamos cerrando el círculo, atando cabos y a partir de los análisis que
hemos hecho, estamos empezando a construir una hipótesis y eso significa que
estamos cerca de tomar una decisión”.

III.- LOS DOLORES QUE AQUEJAN A QUINTERO Y PUCHUNCAVÍ


Infartos al miocardio, tumores malignos de la próstata y del estómago son las tres
primeras causas de muerte en hombres de la denominada ‘Zona de Sacrificio’, que
actualmente se encuentra con alerta amarilla debido a una nube tóxica que dejó a más
de 300 personas intoxicadas. Fuente: La Tercera. 2 septiembre de 2018.

6
Dolor de cabeza, mareos, vómitos y taquicardia. Esos fueron los síntomas que
sintió Milenka Arraiza el jueves 23 de agosto en la mañana, cuando salió al patio
de su casa. En el consultorio le dijeron que tenía gastritis, pero Alejandra, su
mamá, prefirió llevarla al Hospital de Quintero. Desde ahí en adelante fueron
cayendo uno a uno en la familia Cárdenas Arraiza: Alejandra; su nuera con siete
meses de embarazo; sus nietos de dos y cuatro años; su otra hija y su pareja.
Siete intoxicados en total en menos de 24 horas. ¿La causa? Vivir en Ventanas,
Bahía de Quintero.

La familia Arraiza son solo algunos de los 358 casos de personas intoxicadas en
Quintero y Puchuncaví producto de la nube tóxica que desde ese jueves mantiene
a ambas comunas con alerta amarilla, un nuevo episodio de contaminación en la
denominada ‘Zona de Sacrificio’, como ha sido reconocida por el Instituto Nacional
de Derechos Humanos (INDH), debido a que sus habitantes están expuestos a las
fuertes consecuencias de las actividades productivas, que impactan la calidad del
aire, suelo y agua.

La crisis ambiental desatada en las localidades de la Región de Valparaíso motivó


incluso la visita al lugar del Presidente Sebastián Piñera el martes 28, quien
anunció un plan de descontaminación para la zona, además de mejoras
hospitalarias y de la red de agua potable. El Mandatario hizo un llamado a las 17
empresas de la zona a disminuir sus emisiones y actividades aun por debajo de la
norma vigente, para superar prontamente la emergencia ambiental.

Sin embargo, tal como recuerdan sus habitantes, este no es un hecho aislado, sino
que se inserta en una historia que se remonta desde fines de los años 60, cuando
se presentaron los primeros reclamos por contaminación en la zona, producto de la
instalación de la división Ventanas de Codelco, en ese entonces Enami.

“Cuando yo era chica, los papás nos encerraban en la casa a las 5 de la tarde,
porque las industrias soltaban los gases que caían sobre la población. Ahora se
supone que no los sueltan, pero nosotros conocemos los olores, los aromas.
Sabemos cuándo hay algo tóxico en el aire, te empiezan a picar los ojos, la
garganta”, recuerda María Benavides, quien lleva más de 50 años viviendo en
Puchuncaví.

7
“(La salud) es lo único que ha motivado a la comunidad para exigir cambios de la
forma de producción de las empresas y dar mayor garantía a la comunidad de no
estar en permanente amenaza de nubes tóxicas o patologías como el cáncer,
enfermedades respiratorias y también enfermedades que afectan la capacidad
intelectual”, señala Hernán Ramírez, ingeniero en pesca, miembro del colectivo
Dunas de Ritoque e investigador de la Fundación Terram.

“Es un miedo permanente, una tortura que se le hace a la comunidad, porque


saben que corren riesgo. Cuando se les dice ‘oye, estás viviendo en una zona
donde el arsénico supera hasta 23 veces lo que recomienda la norma de la Unión
Europea’, ¿Qué haces tú si eres mamá y tienes niños? ¿Qué haces tú si no tienes
la capacidad de cambiarte de ciudad?”, agrega.

La cantidad de enfermos de cáncer y de otras enfermedades que se producen en


la zona producto de los altos niveles de contaminación presentes tanto en el suelo,
como el agua y el aire, son algunas de las interrogantes que han quedado abiertas
tras el reciente episodio de emergencia ambiental.

Desde la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud indicaron que las cifras
más actualizadas respecto de la salud de los habitantes de las comunas de
Quintero y Puchuncaví se encuentran en el estudio ‘Diagnóstico Regional de
Salud’, informe que se realiza cada tres años y que considera variables que
interfieren en la salud, como demografía, situación socioeconómica y cobertura del
sistema de salud en la zona, entre otros.

En su última versión, correspondiente a 2016, el estudio muestra una tasa superior


para la comuna de Puchuncaví en comparación con la región en los cinco
indicadores de mortalidad entre 2004 y 2013: general, por tumores malignos,
enfermedades del sistema circulatorio, por traumatismos y envenenamiento y
enfermedades respiratorias.

Otro de los aspectos que recoge el diagnóstico regional de salud es la tasa de


años de vida potencial perdidos (AVPP), que se calculan considerando como
prematuras las muertes ocurridas antes de los 80 años. En este aspecto,
Puchuncaví -entre 2004 y 2013- tiene una tasa de 77,1 por cada 1.000 habitantes,

8
mayor al valor regional (72,2 por 1.000 habitantes), ocupando el sexto lugar más
alto en la región.

Para comparar las comunas de la región, el estudio realiza el denominado


‘semáforo de datos comunales’, en el que se agrupa a las comunas en ‘tercios’,
donde verde significa que la comuna se ubica en el mejor rango regional, amarillo
en el intermedio y rojo en el peor. En este último, Puchuncaví se encuentra en
‘rojo’ en ocho de los 22 indicadores: tasa ajustada de mortalidad general (2004-
2013); tasa ajustada mortalidad tumores malignos (2004-2013); tasa ajustada
mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio (2004-2013) y tasa AVPP,
entre otros.

Eduardo Carvajal (64), casado y padre de dos hijas, llegó a vivir a Ventanas, en la
comuna de Puchuncaví, hace 45 años, cuando junto a su familia se trasladaron
hasta el sector acompañando a su padre, quien buscaba mejores oportunidades
laborales en la zona. Carvajal creció allí y se dedicó a la pesca artesanal, aunque
cuando está “malo el asunto del mar” trabaja por temporadas en Codelco y en
Puerto Ventanas.

En enero de este año le diagnosticaron cáncer de próstata con metástasis. “Por


supuesto que hay una relación con la contaminación. Aquí, en casi toda la
comunidad hay varios casos de enfermos de cáncer, e incluso muchos han
muerto. Nosotros, por mis hijas sobre todo, pensamos en cambiarnos, pero por el
tema económico no se ha podido”, cuenta, en alusión al trabajo de su esposa
como auxiliar de párvulos en la comuna.

Eduardo Carvajal padece uno de los cánceres más comunes como causa de
muerte entre los hombres de Puchuncaví, como establece el ranking de las 10
primeras causas específicas de mortalidad 2004-2013. En la estadística figura en
primer lugar el infarto agudo al miocardio (40,5 por cada 100.000 habitantes), le
sigue el tumor maligno a la próstata (28,4) y en tercer lugar el cáncer maligno de
estómago (27,3). Todas enfermedades cuyo promedio es más alto que en el resto
de la V Región.

En el caso de las mujeres, la primera causa de mortalidad es la neumonía (26,7


por cada 100.000 habitantes), seguida de insuficiencia cardíaca (25,5) y, en tercer

9
lugar, accidente cerebro vascular encefálico agudo (20,7). Los tumores malignos
se ubican un poco más abajo, en el séptimo y octavo lugar (de mama y de los
bronquios y del pulmón).

Margarita Pereira (71) ha vivido toda su vida en Ventanas, en la misma casa donde
crió a sus dos hijos, desde donde puede ver el mar y también las industrias con
sus columnas de humo, desde donde se sienten distintos olores dependiendo de la
hora y donde actualmente pasa sus últimos días producto de un cáncer de pulmón
terminal.

Se lo diagnosticaron hace un año, y los múltiples doctores que la trataron le dijeron


que se trataba de una enfermedad que avanzaba rápido, fulminante. Le dieron
ocho meses de vida.

Coincidieron también en otra cosa: tenía que irse de Ventanas. ‘Pero a dónde
vamos a ir, si no tenemos otro lugar’, dice Alejandra Mujica, su hija, quien se
devolvió de Antofagasta para cuidar a su madre a tiempo completo.

Alejandra cuenta que los exámenes que le hicieron a Margarita para ver la causa
de su enfermedad determinaron que su cáncer era producto de químicos
acumulados en su cuerpo.

“Aquí hay una situación de agresión permanente. Esto es solo la punta del iceberg,
esta gente que acudió, más de 300 personas, pero hay mucha más gente que fue
expuesta y las consecuencias de eso y los cánceres que se produzcan se van a
ver en años”, plantea la presidenta del Departamento de Derechos Humanos,
Medio Ambiente y Biodiversidad del Regional Valparaíso del Colegio Médico,
doctora Juanita Fernández.

La doctora destaca que entre los elementos identificados en la nube tóxica está el
metilcloroformo, una sustancia prohibida hace muchos años por el Protocolo de
Montreal, porque no solamente es potencialmente mortal, sino que, además,
destruye la capa de ozono.

Desde el Colegio Médico de Valparaíso han solicitado que se paralicen las


industrias hasta que se determine fehacientemente qué sucedió, en primer lugar.
Si no se puede hacer eso, evacuar a la población, en tercer lugar cambiar la norma

10
de emisión de contaminantes a la brevedad y, en cuarto lugar, establecer un
consultorio especializado en contaminación, que vea los contaminados e
intoxicados crónicos, los agudos y a los empleados de las industrias.

Fernández hace hincapié en que sin que exista una norma que regule las
emisiones de arsénico, entre otros metales pesados, este problema se va a volver
a repetir, porque es la ausencia legal la que permite que se generen estas crisis
ambientales.

“El contaminante que más nos genera preocupación por su toxicidad y por su altas
concentraciones es el arsénico: respirable y en el agua, que ha sido detectado en
un estudio reciente que realizó la ONG estadounidense Water Keeper en pozos de
Ventanas. En los dos pozos que midió encontró niveles de arsénico y plomo sobre
la norma de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU’, señala Hernán
Ramínez.

A eso agrega que “los niveles de arsénico que hay en todas las estaciones de
monitoreo del territorio marcan niveles que superan 23 veces la norma europea y
los niveles que recomienda la OMS. El arsénico tiene relación con cáncer, pérdida
de bebés en gestación, con pérdidas de coeficiente intelectual, entre otras causas”.

A diferencia de Puchuncaví, el diagnóstico regional de salud correspondiente a


Quintero muestra en los cinco indicadores de tasas ajustadas de mortalidad
niveles inferiores al promedio de la región.

En cuanto al ‘semáforo de datos comunales’ -a diferencia de Puchuncaví, que


aparece en ‘rojo’ en ocho de los 22 criterios-, Quintero solo se encuentra en ‘rojo’
en dos criterios: porcentaje de niños/as con lactancia exclusiva seis meses (2013)
y tasa AVPP por 1.000 habitantes.

“Hay múltiples explicaciones de por qué las tasas no reflejen la realidad. Lo que
pasa es que la gente de Quintero se va a atender a Viña del Mar con más facilidad
que la gente de Puchuncaví, entonces hay un problema de que se enlistan en
otros lugares”, explica la doctora Juanita Fernández.

“Ha habido más tiempo de exposición de los punchuncavinos que de los


quinteranos y no cabe duda de que es por esa razón que hay más nivel de cáncer

11
en Puchuncaví que en Quintero. Esto se debe a que el viento predominante en la
zona es de sur a norte, es decir, el viento va hacia Puchuncaví”, explica, por su
parte, el activista ambiental e ingeniero en pesca Hernán Ramírez.

Más allá de eso, para poder establecer una comparación entre las tasas de cáncer
como causa de mortalidad que afectan a Quintero y Puchuncaví y las cifras a nivel
nacional, la doctora Fernández aclara que es muy difícil, ya que las tasas
nacionales no están disponibles para poder compararse de forma correcta. A eso
agrega que últimamente muchos certificados de defunción de quienes mueren en
sus hogares no son atribuidos a la enfermedad que padecían, sino que a un paro
cardiorrespiratorio.

12

También podría gustarte