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hidropónicos, son un tipo de cultivo que requiere que la tierra esté ausente para su
propósito, en cambio los cultivos orgánicos necesitan que toda la materia prima usada para
su propósito, sea de origen natural.
No obstante, existen diferencias más importantes en la actualidad cuando se observa la
manera en que ambos se ejecutan.
Los cultivos hidropónicos se caracterizan por colocar las plantas en recipientes para que sus
raíces entren en contacto con una solución llena de nutrientes que la planta necesita para
desarrollarse, tales como:
Perlita.
Cascarilla.
Vermiculita.
La solución para este tipo de cultivo debe ser preparada con una base de sales inorgánicas
de alta pureza y que son sintetizadas industrialmente.
El propósito de los cultivos hidropónicos es un mayor nivel de productividad,
reproducibilidad, alta densidad en la siembra y la homogeneidad. Es decir, pretende crear
un desarrollo potencialmente sostenible entre el cultivador y la tierra.
A diferencia de este, los cultivos orgánicos procuran mantener y promover el desarrollo de
la siembra y toda su simbiosis, de la manera más natural posible.
Su idea es que tales interacciones, integren la adición de sustancias naturales al suelo
para que progresivamente aumente su fertilidad.
En el agua, al igual que en la tierra, las plantas absorben los nutrientes que requieren en
forma de iones, y realmente no existe una diferencia entre los iones orgánicos y los
minerales.
Cuando se trata de cultivos orgánicos y lo que su proceso implica, es posible que pese a ser
una transformación natural, el compostaje introduce cierta inseguridad.
Así mismo, si tomamos en cuenta las nubes de gases tóxicos que provocan las lluvias
ácidas, y que además se transportan por medio de las corrientes atmosféricas y alcanzan
todos los rincones del planeta.
Entonces, podemos afirmar que ya no existe lugar alguno en el mundo que esté
totalmente libre de contaminación.