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CULTURA ANDINA
industrializados y en aquellos no occidentales que
aprendieron posteriormente la revolución
industrial, como los factores fundamentales de su
desarrollo. Contrariamente, en los países que
conforman la ecorregión andina, hemos transitado
al revés: Hemos sido obligados a abandonar nuestra
cultura y nuestras lenguas maternas, es decir, la
esencia de nuestra identidad cultural, para
"aprender" dolorosamente el castellano como lengua
extranjera, y reemplazar nuestra cultura por la
occidental extraña: ¿No será este hecho una de las
causas profundas de nuestro empobrecimiento,
denominado equivocadamente como subdesarrollo?"
P. ENRIQUEZ S.
MINISTERIO DE EDUCACION
CULTURA
ANDINA
3
INDICE
Pag.
PRESENTACIÓN 9
PROLOGO 11
INTRODUCCIÓN 15
CAPÍTULO I 19
REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN Y CULTURA ANDINA
1.1. La educación colonial modernizante y la cultura andina 19
1.2. Cultura, desarrollo y educación 23
CAPÍTULO II 31
LA CULTURA: PRECISIONES TEÓRICAS
2.1. Reflexiones preliminares 31
2.2. ¿Qué es la cultura? 33
2.2.1. Elementos de la cultura 34
2.2.2. La cultura como patrimonio de los pueblos 46
2.2.3. Importancia de la cultura 47
CAPÍTULO III 51
LA ECORREGIÓN ANDINA: EL FUNDAMENTO
GEOGRÁFICO DE LA CULTURA ANDINA
3.1. El origen del nombre “Ande” 51
3.2. La ecorregión andina y sus características 55
3.3. Las formas de ver la ecorregión andina 66
3.3.1. La visión capitalina o foránea 66
3.3.2. La visión del poblador originario 71
CAPÍTULO IV 79
LO ANDINO Y LA CULTURA ANDINA
4.1. ¿Qué es lo andino? 79
4.2. ¿Qué es la cultura andina? 83
CAPÍTULO V 85
LA COSMOVISIÓN ANDINA Y SUS FUNDAMENTOS
5.1. ¿Qué es la cosmovisión andina? 85
5.2. Los fundamentos de la cosmovisión andina 86
5
Pag.
CAPÍTULO VI 91
LA FILOSOFÍA ANDINA
6.1. Algunas consideraciones preliminares 91
6.2. Dificultades metodológicas propuestas por Sterman para 92
comprender el pensamiento andino
6.3. Elementos fundamentales del pensamiento andino 94
6.3.1. La relacionalidad de todo ser y todo acontecer 95
6.3.2. El cosmos como sistema ético 97
6.3.3. El principio de la complementariedad 98
6.3.4. El principio de la reciprocidad 99
6.3.5. La concepción cíclica del tiempo 101
6.3.6. La correspondencia y transición entre micro y macro 103
cosmos
6.3.7. La conciencia natural 104
6.4. Desafíos 106
6
Pag.
8.7. Segunda temporada: diálogo con las señas de corto plazo y la 127
ejecución del plan agrícola
8.7.1. Señas que anuncian la ausencia de lluvias 127
8.7.2. Señas que anuncian el cambio en el régimen de lluvias 127
8.7.3. Señas que anuncian la caída o reinicio de las lluvias 128
8.7.4. Señas que anuncian la intensificación de lluvias 128
8.7.5. Señas que anuncian la buena producción durante la 128
estación de lluvias
8.7.6. Señas que anuncian la presencia de granizadas 128
CAPÍTULO IX 131
LA TECNOLOGÍA ANDINA Y EL DESARROLLO
9.1. Desarrollo emancipatorio 131
9.2. Tecnología adecuada 133
9.3. La historia del desarrollo andino 134
CAPÍTULO X 139
LA CONCEPCIÓN ANDINA Y OCCIDENTAL DEL TRABAJO
10.1. Algunas reflexiones preliminares 139
10.2. La valorización del trabajo en el mundo griego clásico 141
10.3. La visión cristiana medieval del trabajo 142
10.4. La ética protestante y la visión capitalista del trabajo 143
10.5. La visión capitalista del trabajo: es unidimensional y carece de 145
toda motivación religiosa
10.6. Los marxistas y la definición del trabajo en términos 146
positivistas como generadora de relaciones interhumanas
10.7. El concepto del trabajo de acuerdo a la doctrina social de la 147
Iglesia Católica
CAPÍTULO XI 149
LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA ECONOMÍA
MODERNA DE PRODUCCIÓN Y LA ECONOMÍA ANDINA DE
CRIANZA
11.1. Reflexiones preliminares 149
11.2. La economía occidental moderna de producción 151
11.3. La economía andina tradicional de crianza 157
11.4. Algunas conclusiones 173
BIBLIOGRAFÍA
7
PRESENTACION
Mucho se ha escrito hasta ahora acerca de la cultura andina; pese a esto, queda
siempre la sensación de que no se ha dicho todo. Estos vacíos de información vienen
siendo abordados con meridiana claridad y conocimiento del tema por antropólogos,
sociólogos, profesores y otros estudiosos desde sus particulares concepciones e ideas,
fruto de su formación profesional.
CARE PERU, a través del Proyecto “Educación Bilingüe Multicultural de los Andes”
- EDUBIMA, está trabajando una propuesta curricular que busca rescatar y
desarrollar los valores y la cultura andina partiendo del uso del quechua, como
instrumento educativo y de comunicación para, a partir de ella, comunicarse en
castellano y asumir los valores positivos de está cultura. De este modo, revalorando y
asumiendo comprometidamente nuestra lengua y cultura podremos establecer los
espacios de dialogo más horizontales y democráticos entre diferentes culturas.
En este contexto, Care Perú en Puno, contando con la valiosa colaboración del
docente universitario Msc. Porfirio Enríquez Salas, especializado en Lingüística
Andina y Educación, presenta este texto, fruto de las experiencias e intervenciones en
el campo educativo de está institución. En este trabajo se parte desde
cuestionamientos y reflexiones sobre la educación, que el autor llama colonial-
modernizante formula precisiones teóricas sobre la cultura y lo andino, nos describe
la ecorregión andina; así como la cosmovisión y filosofías andinas. Parte importante
de este trabajo lo constituye la información que nos presenta sobre la tecnología
andina y las señas y señaleros de la madre tierra. No podemos, dejar de mencionar
también el análisis que hace sobre la concepción que los andinos y occidentales tienen
acerca del trabajo.
Sin duda la contribución de este texto será muy significativa para maestros, alumnos
de secundaria, niños y niñas de educación primaria quienes encontrarán en estas
páginas muchas respuestas a sus interrogantes y documentada información a sus
ansias de conocer más a cerca de su propia cultura.
La publicación de este documento, ha sido realizada por CARE-Perú en Puno, con el
apoyo de la Dirección Regional de Educación de Puno, institución con quien venimos
trabajando estrechamente para contribuir al mejoramiento de la Educación Bilingüe
Intercultural en Puno.
Woodro Andia Castelo
Director Regional Puno
CARE PERÚ.
9
PRÓLOGO
Por su carácter académico, es ante todo una obra que valora las diferentes
expresiones culturales del hombre andino como una alternativa frente a la cultura
homogenizante y globalizadora. Nos presenta la posibilidad de respetar y
reafirmar la diversidad, cultural y étnica del poblador andino a través de la
educación; dentro del marco de la búsqueda de la calidad en el medio rural
regional y nacional.
12
hermanos. Esta actividad es real, no es fingida, ni lo hacen por cumplir; el pago a
la Pachamama lo hacen con toda unción; por que saben ellos que al entregar todo
eso, ella lo recibirá agradecida. Por todo esto, no sólo por el buen trato que es
recíproco, sino por el amor que se profesan, el hombre andino y la naturaleza,
conforman una simbiosis indestructible.
13
INTRODUCCIÓN
15
dentro del sistema educativo. Es necesario entender hoy, que la modalidad EBI y los
docentes que laboran en ella, ya no pueden sustraerse a considerar dentro del proceso
educativo a la cultura andina, como la cultura propia de los educandos del
departamento de Puno y de la ecorregión andina peruana en general.
16
Teniendo en cuenta estas reflexiones previas, el presente trabajo, tiene el
propósito de propiciar en los alumnos y principalmente a los profesores del
proyecto “Nueva Educación Bilingüe Multicultural de los Andes” (EDUBIMA),
que viene implementándose en la provincia de Azangaro, por CARE Perú, un
mejor entendimiento de los fundamentos geográficos, sociales y culturales
(cosmovisión, filosofía, tecnología, etc.) de la cultura andina, como cultura viva y
vigente en los Andes. Se trata, entonces, de un material básico destinado a
viabilizar una mejor comprensión de la cultura andina, la cultura materna de las
niñas y los niños, conforme es el requerimiento de la interculturalidad. El otro
propósito de este trabajo es incentivar el reconocimiento de la raíz cultural andina,
ya que el desarrollo comienza cuando una sociedad aprende a reconocerse
asimismo y a sentirse orgullosa de las personas que la conforman, de sus recursos,
de sus lenguas, de sus conocimientos y tecnologías; en fin, a sentirse orgullosa de
su herencia cultural.
Este trabajo se nutre de diversas fuentes. Por un lado, está presente la vivencia
propia y la permanente reflexión sobre la realidad geográfica y sociocultural de
los Andes, en el cual desarrollamos nuestras actividades cotidianas, como parte de
nuestra especialización en Lingüística Andina y Educación. A la vez, hemos
tenido la suerte de recorrerla a través de una serie de actividades académicas
(foros especializados, grupos de trabajo, seminarios, congresos nacionales e
internacionales, implementación de la EBI entre los quechuas de la segunda
región de la República de Chile, etc.), ligadas a la tarea docente que llevamos a
cabo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Altiplano
de Puno. De otro lado, está la permanente consulta de distintas teorías generadas
sobre la realidad sociocultural andina, de los trabajos elaborados por Josep
Estermann, así como la posibilidad de compartir reflexiones y realizar trabajos
conjuntos con especialistas que tienen toda una experiencia de vida en el estudio
de la cultura andina, me refiero a Juan Van Kessel.
Este libro está organizado en once capítulos. El primero de los cuales reflexiona
sobre la educación colonial modernizante y sus consecuencias para la cultura
andina. Se analiza también la relación que existe entre cultura, educación y
desarrollo. El segundo capítulo presenta algunas reflexiones sobre el concepto de
cultura, sus elementos constitutivos, la cultura como patrimonio de los pueblos y
su importancia. El tercer capítulo ofrece un tratado sobre la ecorregión andina,
considerada como el fundamento geográfico de la cultura andina. En este sentido,
se analiza el origen del nombre “Ande”, para luego describir las características de
17
la ecorregión andina. Se finaliza este capítulo, presentando la visión foránea y la
del poblador andino sobre la realidad montañosa de los Andes.
En el cuarto capítulo se hace un intento por definir las diferentes facetas que están
inmersas en “lo andino” y se ensaya una definición sobre la cultura andina. Del
quinto al octavo capítulo, se tratan cuatro temas importantes, que permiten
caracterizar, en esencia, a la cultura andina. Por este motivo, el quinto capítulo
está destinado a la cosmovisión andina; el sexto, a la filosofía andina; el sétimo, a
la tecnología andina; y el octavo capítulo, a las señas y señaleros de la madre
tierra. En el noveno capítulo, se reflexiona sobre la relación que existe entre
tecnología andina y desarrollo, como propuesta para la revaloración y el rescate
de la cultura y la tecnología andina, en la perspectiva de un desarrollo endógeno y
con identidad andina. En el décimo capítulo, se trata uno de los valores éticos
importantes de la cultura andina: el trabajo. Se trata este tema efectuando un
paralelo con la concepción occidental sobre el tema. Finalmente, en el undécimo
capítulo se presentan los fundamentos filosóficos de la economía moderna de
producción y la economía andina de crianza. Este tema incluye un discernimiento
teórico sobre los diversos conceptos desarrollados en este libro.
18
Cultura Andina
CAPÍTULO I
REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN Y CULTURA
ANDINA
Subrayando este problema, una profesora rural de la zona del Cusco afirma lo
siguiente: "Los libros tienen contenidos y mensajes extraños a los niños del
campo. Se privilegia lo urbano, fundamentalmente lo limeño, y, en general lo
costeño. Las referencias a la vida andina son folclóricas o piadosas. Para los
autores y editores de libros, el Ande es la parte del Perú que no hay que respetar,
que se debe de extirpar. Es doloroso, incomprensible, sublevante ver a los niños
campesinos, indígenas, quechuahablantes, aprender a leer, a memorizar palabras
desconocidas, a repetirlas obligatoria y torturantemente" (Carazas, 1989: 29)
19
P. Enriquez S.
Esta característica hace que la educación colonial modernizante, sea tipificada
como una educación que "no tiene un espíritu nacional" (Mariátegui, 1982: 106),
porque en los textos que se usan como material didáctico dentro del proceso
educativo en la escuela y el colegio, se ignora a la cultura andina, conforme
sucede con los de historia universal, donde se prefiere mostrar en primer plano y
con exclusividad a las culturas lejanas, como a los caldeos, asirios, fenicios,
persas, egipcios, griegos, romanos, chinos, etc., en calidad de grandes
civilizaciones, con actores sociales excepcionales, obras y aportes
impresionantes (en ciencias, artes, educación, escritura, derecho, arquitectura,
religión, etc.) a la cultura universal.
En el material educativo de historia universal y otras fuentes de información no
aparecen referencias a la cultura andina ni a su inmensa y riquísima creación
cultural, vigente como cultura viva en el contexto de la ecorregión andina en
general y peruana en particular. No hay testimonio sobre los aportes de la cultura
andina, como temas de estudio relacionados con la tecnología andina, es decir
con las técnicas de crianza de los camélidos domésticos (alpaca y llama),
aprovechamiento de la fibra (catalogada como la mejor fibra animal natural del
mundo por la existencia de 20 tonalidades de colores, que en la raza suri es más
exótica), carne de alpaca y llama (catalogadas como carne ecológica, por su
escaso contenido de grasas saturadas), elaboración de tejidos con fibra de alpaca;
tampoco aparecen los cientos de variedades de papa (dulce y amarga); los
tubérculos menores (oca, olluco, izano); las quenopodiáceas andinas (quinua,
cañihua), las diferentes variedades de maíz (dentro de ellas el maíz blanco de
Urubamba, tipificado como el mejor maíz del mundo); el uso de plantas
medicinales; las formas de crianza del cuy; el cultivo de la maca, la quihuicha,
etc. No hay referencia a la tecnología agrícola adecuada y adaptada al carácter
pluriecológico de los Andes, en consecuencia, a las formas de aprovechamiento
de la tierra mediante parcelas fragmentadas y dispersas en el espacio andino,
conforme se hace hoy en las comunidades y parcialidades campesinas de Puno y
la ecorregión andina en general.
No está presente la tecnología simbólica ni la cosmovisión tan apreciada por la
cultura andina. La tecnología simbólica, desde los ancestros es consustancial a la
realización de las diferentes actividades económicas (agricultura, ganadería,
artesanía, medicina, pesca, etc.), la vida y la salud (de la familia y la comunidad)
y se manifiesta en forma de ritos y ceremonias de agradecimiento y reciprocidad
dirigidas a la Pachamama, los Apus y otras deidades locales. Esto quiere decir,
que las actividades económicas, no pueden llevarse a cabo si previamente no se
agradece y se pide licencia a la Pachamama, tampoco se hace la cosecha de los
20
Cultura Andina
21
P. Enriquez S.
interaccionar en las ciudades modernas de la costa buscando trabajo o
dedicándose a los estudios.
22
Cultura Andina
Los logros de la educación colonial - modernizante no se muestran alentadores
dentro del concierto de los países del mundo donde se inserta el Perú. En el plano
económico lo que precariamente se ha logrado como país, es integrarse al
mercado mundial como simple productor y exportador tradicional de productos
primarios (minerales, alimentos no transformados, etc.), sin la adición de valor
agregado. Pero por otra parte, se ha creado la necesidad de ser importadores
netos de bienes industrializados hechos en los países desarrollados, así como
alimentos, por ejemplo el trigo, el que puede ser muy bien sustituido por la
quinua, la cañihua y el maíz, de abundante producción en la ecorregión andina.
Fieles a esta propuesta, a partir de la década del 50 del siglo pasado, el sistema
educativo peruano, en el ámbito urbano y rural de los Andes, se dedicó a
aculturar a la población autóctona con el propósito de que adquieran formas
occidentales de vida, como condición necesaria para difundir el progreso
económico mediante la difusión de contenidos exógenos asimiladores acordes
con la modernidad. En este sentido, el desarrollo fue visto como la superación de
las estructuras socioeconómicas y culturales tradicionales hasta convertirlas en
modernas en la misma forma de las sociedades occidentales. Concibiéndose el
desarrollo, equivocadamente, como modernización, es decir como la
universalización de la civilización occidental. También se proponía que el
23
P. Enriquez S.
"desarrollo debía estimularse desde el exterior, por medio de la adopción de la
cultura, los métodos y las técnicas de los países industrializados de este y oeste"
(Ferdowsi, 1994: 9)
Con el transcurso del tiempo, hacia los años 80 del siglo pasado, se impone el
concepto de desarrollo humano, y luego, gracias a la Cumbre de Río de 1992, el
desarrollo sostenible, dentro de los cuales la cultura juega un papel esencial,
como lo establece el Plan de Acción de Estocolmo de 1998, al afirmar que "el
desarrollo sostenible y el auge de la cultura dependen mutuamente". Es a partir
de esta iniciativa en que las diferencias culturales dejen de ser consideradas
como obstáculos para ser apreciadas como grandes oportunidades abiertas al
desarrollo.
25
P. Enriquez S.
La escuela, entonces, debe de apostar por una educación que fomente aquel
desarrollo que respete las especificidades culturales como su fin supremo,
porque sólo se puede asegurar un desarrollo endógeno y equilibrado mediante la
integración de los factores culturales en las diversas estrategias para alcanzarlo,
sólo de esta forma se enriquece la identidad profunda de un pueblo, sus
aspiraciones, la calidad integral de su vida tanto en el plano colectivo como en el
individual.
26
Cultura Andina
Por otra parte, la perspectiva de "la interculturalidad, debe ser el eje orientador
del currículo, de manera que los objetivos, contenidos y metodologías se
enraícen en la cosmovisión, conocimiento y prácticas propias, para
gradualmente abrirse e incorporar, reflexiva y críticamente, elementos
culturales ajenos, necesarios ya sea para mejorar las condiciones actuales de
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P. Enriquez S.
1 La revolución industrial se ha dedicado a desarrollar la ciencia y la tecnología, especialmente al nivel de las ciencias
naturales. Por ejemplo, fabrican aparatos mecánicos (vehículos, línea electrónica) y maquinarias que reemplazan a la
mano del hombre en cientos de actividades de transformación (productos alimenticios, vestido, calzado, etc.);
ingeniería genética, aplicada a la agricultura y la ganadería; la tecnología del plástico aplicado exitosamente, entre
otros, a la confección de ropas y productos químicos destinados a la salud de las plantas, animales y seres humanos. Su
poderío económico viene de la venta de estos productos en todos los países pobres del mundo. Por este motivo,
alientan el consumo y las formas de vida modernas en los países pobres. Para tener mayores ganancias económicas y
circulación irrestricta de sus mercaderías, están exigiendo que todas sus mercaderías mediante el TLC (tratado de
libre comercio) circulen libremente en todos los países pobres del mundo, catalogados como sus mercados
globalizados de consumo.
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Cultura Andina
29
P. Enriquez S.
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Cultura Andina
CAPÍTULO II
PRECISIONES TEÓRICAS SOBRE CULTURA
A partir de esta facultad y el hecho de que los seres humanos estén insertados en
el contexto de las relaciones sociales dentro de una determinada sociedad,
entendida como "un sistema de interrelaciones que vincula a los individuos"
(Guiddens, 1999: 44), los seres humanos han generado y aprendido muchas
formas de responder a los diversos problemas que le impone su sobrevivencia en
este mundo, como formas de vida (cultura) variadas y complejas. Por el
contrario, la conducta de los animales está gobernada por el instinto programado
genéticamente. Por ejemplo, una vicuña que nace en la fría cordillera andina, no
necesita que su madre le enseñe a incorporarse y correr, la cría ya nace con esa
facultad, que le es muy importante para ponerse a buen recaudo del ataque de los
depredadores.
La cultura entonces, es muy importante para los seres humanos que viven en
sociedad, porque "ninguna cultura podría existir sin sociedad pero, del mismo
modo, no puede haber una sociedad carente de cultura. Sin cultura no seríamos
en absoluto 'humanos', en el sentido en que normalmente entendemos este
31
P. Enriquez S.
El término cultura de acuerdo con Amodio (1993) empieza a utilizarse a fines del
siglo XIX, en reemplazo del término folklore (saber del pueblo) Actualmente, la
palabra cultura se emplea en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana. Sin
embargo, dentro de una concepción equivocada de cultura, algunos la usan para
referirse a una persona respetuosa y de buenos modales, asignándole en
consecuencia la denominación de "culta". Por otra parte, también se utiliza para
decir que una persona es instruida y de muchos conocimientos, literato o artista
caracterizándola como una persona que tiene cultura.
Lo cierto es que ambos personajes, hombres o mujeres ya sea del medio urbano y
rural, tienen cultura y las diferencias se refieren al tipo de actividad de cada uno y
al contexto social en el que interactúan. De hecho, el saber del campesino andino
puede ser muy amplio, complejo y profundo. Por ejemplo, un campesino andino
de cualquier comunidad conoce las diferentes etapas del ciclo climatológico y lo
que sucede con el clima en cada fase del ciclo; conoce las técnicas de crianza de
los camélidos domésticos; los nombres de decenas de variedades de papa dulce,
amarga y tubérculos menores; el uso apropiado de los diferentes lugares del
espacio pluriecológico andino, el aprovechamiento de dichos espacios
mediante parcelas fragmentadas y dispersadas; sobre el diálogo con la
naturaleza mediante señas, para determinar las fluctuaciones del clima, que una
persona "culta" de la ciudad o profesional, aun cuando el campesino no posea
estudios universitarios.
32
Cultura Andina
Por este motivo, no se trata de elaborar un concepto más de cultura, sino que a
partir de los conceptos existentes y las observaciones realizadas, se trata de
incluir aquellas complejas relaciones que establece el término cultura. En
consecuencia, la entendemos como a "un proceso acumulativo de
conocimientos (ciencia, tecnología, filosofía...), formas de comportamiento y
33
P. Enriquez S.
34
Cultura Andina
a) Los conocimientos
35
P. Enriquez S.
CUADRO Nº 1
ALGUNAS PLANTAS PERTENECIENTES A LA CULTURA AMAZÓNICA
Y LOS USOS EN LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA MODERNA
b) Las creencias
Las creencias son ideas compartidas acerca de cómo opera el mundo. Pueden
ser sumarias interpretaciones del pasado, explicaciones del presente y
predicciones del futuro, y pueden tener fundamento en el sentido común,
36
Cultura Andina
c) Los valores
iii) Los valores actúan como freno para los cambios impetuosos, porque
generalmente retarda el proceso, haciendo que la sociedad asimile las
innovaciones sin que peligre su estructura básica.
37
P. Enriquez S.
Después de una lectura acuciosa de las obras de Guamán Poma de Ayala (1614
1980) y Garcilaso de la Vega (1609 1984), se puede deducir, que para el tipo de
sociedad al que aspiraron, los Incas formaron a los hombres y mujeres guiadas,
entre otros, por los siguientes valores y cualidades:
38
Cultura Andina
h) Que respeten la vida, que no maten por ningún medio ni que hagan abortar.
i) Que respeten la biodiversidad de la naturaleza, que no depreden a los
animales silvestres.
j) Que obedezcan y respeten a sus padres, a los ancianos y a las autoridades
del Inca.
k) Que no mendiguen o pidan. (hoy se conoce que en la concepción andina no
existe el hecho de recibir algo sin dar nada a cambio. Cuando alguien recibe
un convido, no es ético hacerlo en la mano, se extiende alguna prenda)
l) Que estén dispuestos a ayudarse unos con otros en el trabajo agrícola y otras
actividades.
Mientras los valores son ideales abstractos; las normas son reglas acerca de lo
que la gente debe o no debe hacer, decir o pensar en una situación determinada.
Las normas describen cómo debe comportarse la gente, es decir, son reglas que
se comparten y guías para todas las actividades. Por ejemplo en el mundo andino
una norma socialmente aceptada, es el respeto irrestricto a los padres de familia
y a las personas mayores, quienes falten de palabra y obra a sus padres y a las
personas mayores, se convierten en condenados, no tendrán paz inclusive
después de estar muertos. De igual forma, es una norma socialmente aceptada el
respeto irrestricto y el trato afectuoso a los frutos que da la tierra, es decir, no se
les puede botar ni pisar, por ejemplo, las papas o el maíz u otros productos, por
estar consideradas como personas que sienten y lloran.
Por sí mismas, las normas son solamente guías con sanciones que le
proporcionan la fuerza necesaria. Las sanciones son las recompensas y castigos
39
P. Enriquez S.
impuestos socialmente, con las cuales las personas son alentadas a apegarse a las
normas. Las sanciones pueden ser formales e informales. Las sanciones
formales incluyen una aprobación o reprobación individual o colectiva, tales
como una llamada de atención; las sanciones informales, gobiernan la conducta
de las personas en situaciones cotidianas, tales como una mirada de aceptación o
de rechazo.
e) Los símbolos
La coca elegida de tres en tres por una persona en el proceso de ritual, representa
las tres dimensiones del universo (hanaq pacha, kay pacha y ukhu pacha), como
parte de la percepción andina del espacio. De igual forma, las hojas de coca en
forma individual, también tienen su propio significado. Así por ejemplo, una
hoja de coca doblada, simboliza muerte; una hoja de coca dentada, simboliza
dinero y una hoja de coca manchada, simboliza enfermedad (Información de
Emilio Chambi, ibid.)
40
Cultura Andina
f) La lengua
La lengua de acuerdo con Saussure, es un hecho social colectivo, en
consecuencia, un juego compartido de símbolos hablados (y escritos), reglas
para combinar esos símbolos (normas gramaticales) en modo significativo,
vocabulario y sistema de pronunciación de una comunidad determinada. Por este
motivo, y con mucha razón, ha sido llamado como el almacén de la cultura,
siendo, en esencia, el medio primario para captar, comunicar, discutir y transmitir
conocimientos compartidos a las nuevas generaciones.
Los pobladores que pertenecen a la cultura andina, tienen al quechua y al aimará
como sus lenguas maternas, que tienen sus propias características. Por ejemplo, a
diferencia del castellano, cuya estructura sintáctica es SVO (Antonio come pan),
las lenguas andinas se caracterizan por ser lenguas del tipo SOV (Antuku t'antata
mikhun) De igual forma, como las lenguas andinas no están emparentadas con el
castellano, de acuerdo con su propia naturaleza tienen tres vocales /i, u, a/, y no
por ello son inferiores al castellano. En las lenguas andinas el proceso de
pluralización de la primera persona distingue un plural inclusivo (-nchik) y un
plural exclusivo (-yku) respectivamente, dando origen a la "nostridad". Esta
particularidad, que no se presenta en el castellano, ha determinado que el
hablante quechua utilice generalmente el término "nosotros" en vez de utilizar
exclusivamente yo o él. De igual forma, la variedad del quechua denominada
Cusco Collao, así como el aimará, poseen las consonantes post-velares /q, qh, q'/
que le dan su identidad propia a las lenguas andinas.
Las diferencias existentes entre las lenguas, son un reflejo de los modos
diferentes de mirar el mundo que tiene cada cultura, lo que a dado origen a la
famosa hipótesis Sapir Whorf. Según esta hipótesis, el lenguaje provoca que la
gente ponga atención en ciertas cosas pero ignore otras. Por ejemplo, los
hablantes castellanos, tienen algunas palabras para designar a las papas
mejoradas, sin embargo en el mundo andino existen cientos de nombres para
designar a las diferentes variedades de papas, sucediendo lo propio con el maíz y
los colores de la fibra de alpaca. Sapir Whorf alegan que la lengua fuerza la
realidad dentro de determinados moldes, de aquí que nuestra visión de la realidad
sea una versión abreviada del mundo que ha sido editada por el lenguaje.
Las lenguas andinas quechua y aimará (y otras del mundo) son sistemas virtuales
no realizables que carecen de hablantes que le den vida. Se realizan a partir de sus
variedades o dialectos, que tienen hablantes en la realidad. Los dialectos de
ambas lenguas se muestran a continuación en los cuadros 2 y 3.
41
P. Enriquez S.
CUADRO Nº 2
LOS DIALECTOS DE LA LENGUA QUECHUA
PROTOQUECHUA
HUAIHUASH (QI)
HUAMPUY (QII)
CENTRAL Pacaraos
CUADRO N° 3
LOS DIALECTOS DE LA LENGUA AIMARA
FAMILIA AIMARA
LENGUAS AIMARA CENTRAL AIMARA SUREÑO
Jacaru Norteño
DIALECTOS Cauqui Intermedio
Sureño
Fuente: Cerrón - Palomino, 2000 (p. 7)
g) La tecnología
A menudo cuando se habla de tecnología, este término, desde una visión europea
- norteamericana de la ciencia y la tecnología, está relacionado con aparatos
mecánicos, instrumentos y maquinarias. Así por ejemplo, una definición de
tecnología en esta línea dice lo siguiente: La tecnología "es la sistematización de
los conocimientos y prácticas aplicables a cualquier actividad y más corriente a
los procesos industriales. La tecnología esta ligada a la ciencia y la ingeniería. La
ciencia trata del conocimiento humano, del mundo real, que nos rodea; las
propiedades inherentes al espacio, la materia, la energía y sus interacciones. La
ingeniería es la aplicación del conocimiento objetivo la creación de planes,
esquemas y medios para alcanzar los objetivos deseados" (Enciclopedia Salvat,
1968)
i) La cosmovisión.
A pesar de ser importante los elementos de la cultura andina para los niños y
niñas de las zonas rurales de la ecorregión andina, la escuela aún no la considera
dentro del proceso de su formación. Por este motivo, aún siguen cumpliendo la
penosa tarea de deseducar a las juventudes de procedencia andina. Los niños y
niñas, saben cada vez menos de los valiosos elementos que posee su cultura
47
P. Enriquez S.
Cuando los niños y niñas no han aprendido en las escuelas, por un lado, a
apreciar y querer los diferentes recursos que existen en sus comunidades
campesinas; y por otro lado, las diversas formas de aprovecharlas, ignoran el
valor que tienen estos recursos, entonces, creen que viven en un espacio
absolutamente pobre, inhóspito y desolador, donde es imposible vivir
humanamente y realizarse como persona. Sin embargo, otros que tuvieron la
oportunidad de conocer las bondades nutritivas de los cultivos y las crianzas
andinas, generalmente expertos extranjeros, difunden noticias favorables y
alentadoras sobre nuestra herencia cultural. En los titulares de sus escritos
dicen lo siguiente: "Cultivos incas (andinos), alimentos redescubiertos". El
artículo continúa manifestando: "Con emoción creciente los científicos
investigan una posible fuente nueva de comestibles nutritivos y sabrosos para el
mundo" (Vietmeyer, 1987:15) ¿Y... saben de qué cultivos se trata? Nada menos
que de la: Oca. Olluco, quinua, quihuicha (amaranto) y la arracacha, entre otros.
Reconociendo al alto valor nutritivo de los cultivos andinos, otros expertos los
utilizan para su alimentación. Un artículo destaca este uso de la siguiente forma:
"Las nuevas promociones de los astronautas de la NASA (National Aeronauties
And Space Aministration), son preparadas física e intelectualmente a base de un
cereal andino preinca, que es considerado por la NASS (Academia Nacional de
Ciencias de los Estados Unidos) como el más rico en proteínas y aminoácidos
que existe en el mundo. Se ha demostrado en los análisis efectuados por la
NASS, que la quihuicha, contiene un altísimo porcentaje de lecitina, aminoácido
esencial para el desarrollo de las células cerebrales y las de reproducción"
(Documental del Perú, Puno, 1984: 154)
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Cultura Andina
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P. Enriquez S.
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Cultura Andina
CAPITULO III
LA ECORREGIÓN ANDINA: EL FUNDAMENTO
GEOGRÁFICO DE LA CULTURA ANDINA
El término Ande es una denominación espacial que se utiliza hoy para nombrar
al espacio montañoso o cordillerano de 7,200 km. de longitud, cuyo recorrido de
norte a sur por el continente sudamericano, abarca siete países (Venezuela
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina), y se caracteriza por la
"presencia de fuertes contrastes ambientales: Árida a lo largo de la costa
occidental con un empinado ascenso hacia los volcanes y macizos glaciares por
encima de los 5,000m. Y un descenso igualmente abrupto en el este, hacia las
húmedas selvas tropicales del Amazonas. El trecho más angosto de esta gran
extensión de sistemas ecológicos está en el Ecuador, con un ancho de 200 km. en
su dimensión horizontal, alcanzando su mayor anchura en el sur del Perú y
Bolivia donde alcanza los 500 km. en su dimensión este oeste" (Brush, 1984: 16
17)
El cronista español Pedro Cieza de León (1553 1973), en su obra La crónica del
Perú, al describir el espacio territorial del antiguo Perú dice lo siguiente: "Y para
que esto mejor se entienda, digo que esta tierra del Perú son tres cordilleras o
cumbres desiertas y a donde los hombres por ninguna manera podrán vivir. La
una de estas cordilleras es la montaña de los Andes, llena de grandes espesuras, y
la tierra tan enferma que, si no es pasado el monte, no hay gente ni jamás lo hubo.
La otra es la serranía que va de luengo de esta cordillera o montaña de los Andes,
51
P. Enriquez S.
hasta la montaña y la otra parte hacia lamar del norte es cierra. Cantan y danzan
uarmi auca, anca uallo" (p. 296)
¿Cuáles son las conclusiones que se pueden obtener de las evidencias empíricas
que dejaron estos cronistas en relación con los orígenes del término Ande?
Hoy sabemos por diversos estudios realizados (Tosi, 1960; Pulgar, ob. cit;
Brack, 2000), que ambos espacios ecológicos o regiones, pertenecen a la
totalidad llamada ecorregión andina. Por este motivo, al no poder separarse
53
P. Enriquez S.
nítidamente uno del otro, ha tomado el nombre genérico de Ande o Andes. Esta
aseveración es corroborada por los cronistas mestizos Garcilaso de la Vega y
Guamán Poma. Cuando Garcilaso de la Vega describe las denominaciones de la
división política del Tawantinsuyu dice: "Llamaron a la parte del oriente
Antisuyu por una provincia llamada Anti que está al oriente, por la cual también
llaman Anti a toda aquella gran cordillera de sierra nevada que pasa al oriente
del Perú, por dar a entender que está al oriente". Por su parte Guamán Poma dice:
"Ande Suyos desde el Cozco hasta la montaña y la otra parte hacia lamar (hacia
el mar) del norte es cierra".
En esta parte también cabe hacer una aclaración en relación con la delimitación
del antisuyu que se ofrece en los libros de historia del Perú, cuando se refiere a la
división política del Tawantinsuyu. En los citados libros, el antisuyu se dibuja
como un pequeño espacio de color verde al este del Cusco. Parece que ésta es
una delimitación arbitraria elaborada por los historiadores contemporáneos
sobre la dimensión de este suyo. Habrá que ponerle más atención a lo que
propone Cieza de León cuando dice: "serranía que va de luengo de esta
cordillera o montaña de los Andes".
Así pues, se generalizó hoy el nombre de Ande2 (Andes en plural), utilizado más
frecuentemente desde inicios del siglo XX por antropólogos, etnohistoriadores,
arqueólogos y sociólogos, para denominar al gran macizo montañoso o
cordillera que forma el actual territorio peruano, llamado como: cordillera de los
Andes, ecorregión andina o simplemente los Andes.
2 El historiador Prescott (1972), en relación con el origen de la denominación Ande, sin dar mayores
argumentos dice: “Tal es la famosa cordillera de los Andes o 'montaña del cobre' ” (p.24, tomo I) Para
fundamentar la denominación “montaña de cobre”, recurre al tomo II, cap. XIV de Garcilaso de la Vega,
que afirma lo siguiente: “Del cobre que ellos llaman anta, se servían en lugar del hierro” (p. 77, tomo I)
54
Cultura Andina
3 La ecorregión andina, según el Programa 21 o Programa para el Cambio, resultado de la Cumbre para la
Tierra, llevado a cabo en Río de Janeiro en 1992, esta considerado como una de las fuentes importantes
de agua dulce del mundo. En un futuro muy cercano, se dice el 2025, se producirán guerras por el agua.
Estado Unidos y las corporaciones transnacionales mediante el ALCA, tratarán de privatizar las fuentes
de agua, alterando su flujo mediante megaproyectos. Esto hace prever que los Andes, será uno de esos
escenarios de la “guerra por el agua”.
55
P. Enriquez S.
56
Cultura Andina
Según Lumbreras (1970), desde el punto de vista cultural, la ecorregión andina
no es un área de desarrollo sociocultural uniforme y es posible considerar que en
ella existieron al menos tres grandes núcleos a los que se puede identificar como
áreas de "cotradición", con desarrollo desigual entre ellas "pero que sin
embargo, mantienen cierto número de elementos comunes, que permiten
separar al área andina total como una ´super área (véase mapa 2), distinta a la
otra Mesoamérica que completa el núcleo de la civilización Americana" (ibid.,
p. 126).
En el estudio de la cultura andina, "Diferente a la clasificación de área cultural,
las culturas incluidas en el área de cotradición se consideran en conjunto... Cada
una tiene su propia historia, sus propias tradiciones persistentes. La palabra
cotradición se refiere a la unión, a la interrelación de esas tradiciones culturales
en el tiempo y espacio... Un área de cotradición es la unidad total de la historia
cultural de un área dentro de la cual las culturas componentes se relacionan a un
determinado periodo... debe tener límites definidos en el espacio, como en el
tiempo. Deben hallarse sus enlaces entre (las diferentes regiones donde ocurren)
y las evidencias de que se encuentran sujetas a las mismas influencias
generales... (En número o importancia) los cambios que se han producido dentro
de un periodo... deben ser más o menos uniformes aunque no necesariamente
idénticos... (Bennet, 1948: 1 - 2; citado por Ravines, 1982: 37).
Las áreas de cotradición identificadas por Lumbreras (op. cit.) en el proceso de
desarrollo de la cultura andina son las siguientes: el área septentrional, el área
central y la meridional andina. El área septentrional andina, comprende el actual
territorio ecuatoriano y pequeñas áreas del territorio colombiano y el norte
peruano. En ella se reconoce la existencia de los siguientes periodos culturales:
Lítico, Arcaico, Formativo, Desarrollo Regional, Integración Regional e
Influencia Inca.
El área central andina, comprende una extensa región que abarca del norte
peruano hasta los límites de los departamentos de Arequipa, Puno, en la
república peruana. Se reconoce la existencia de los siguientes periodos
culturales: Lítico, Arcaico, Formativo, Desarrollo Regional, Expansión Wari,
Estados Regionales e Imperio Inca. El área meridional andina, es el área más
extensa de los Andes; comprende todo el sur grande del Perú, desde Arequipa y
Puno, todo el norte chileno, hasta cerca de Santiago, todo el territorio andino de
Bolivia y el noroeste argentino. Se reconoce la existencia de los siguientes
periodos culturales: Lítico, Arcaico, Formativo, Integración Regional,
Expansivo Altiplánico y Colonial Incaico.
57
P. Enriquez S.
58
Cultura Andina
A escala mundial, la ecorregión andina en general, especialmente aquellas donde
se encuentran los departamentos andinos de la actual república peruana, también
están consideradas como el centro de cultura y cuna de agricultura y ganadería
4
original (Valladolid, 1993a) En ella se domesticaron muchas plantas y animales
silvestres, que son los ancestros de las actuales plantas y animales domesticados,
que se crían en la ecorregión andina, cuyo proceso de domesticación, constituyen
importantes revoluciones agropecuarias que la humanidad haya podido conocer,
la misma que estuvo directamente relacionada con la producción de alimentos,
para sostener y mantener la vida humana vigente sobre el planeta tierra. Estos
aportes también pueden ser catalogados como una "super revolución
agroalimentaria donde las diferentes culturas de la ecorregión andina aportaron
una diversidad de cultivos y crianzas al mundo Contemporáneo", las mismas que
se encuentran magistralmente descritas e ilustradas en el libro de Antonio Brack,
titulado: Perú: Diez mil años de domesticación (2003)
Algunos de los animales y plantas domesticadas de sus ancestros son: La vicuña,
como el ancestro silvestre de las dos razas de alpacas (wakaya y suri); el guanaco,
es el ancestro silvestre de las dos razas de llamas (q'ara y ch'aku), ambos
camélidos domesticados en el altiplano. La quinua y cañihua ayara, son los
ancestros silvestres de la quinua y la cañihua cultivada, domesticadas también en
el altiplano. Los tubérculos andinos mayores (papa) y menores, como la oca,
olluco e izaño y sus diferentes variedades, fueron domesticados de sus
correspondientes ancestros silvestres. Es significativa también la domesticación
del purum quwi, en el altiplano peruano para dar origen al actual cuy o cobayo
(quwi) Lo propio se puede afirmar del maíz y sus variedades, cuyo centro de
cultivo del mejor maíz del mundo, el paraqay sara (maíz blanco), se encuentra en
la localidad de Urubamba (Cusco) Este enorme aporte original de la cultura
andina al mundo, permanece hoy como un legado fabuloso de recursos genéticos
en la ecorregión andina, el mismo que le permite compararse con otras culturas
milenarias que se desarrollaron en Centroamérica, India, China, Medio Oriente y
las Costas del Mediterráneo, los mismos que también hicieron aportes originales
al mundo mediante sus correspondientes revoluciones agropecuarias5.
4 A estos centros también se les conoce con el nombre de Centros Vavilov. Este nombre se origina a partir de
las expediciones científicas realizadas en 1935 por el sabio ruso Vavilov a diferentes lugares del mundo. A
partir de la evaluación de amplias colecciones de plantas obtenidas en diferentes lugares del planeta,
concluyó que las plantas de cultivo sólo se originaron en ciertas áreas geográficamente determinadas,
llamadas “centros de origen de plantas cultivadas.
5 Es necesario aclarar que las áreas de desarrollo de las actuales culturas occidentales, no están consideradas
como centros de cultura original. El mundo occidental sólo cobra importancia después de la invención de la
revolución industrial con la fabricación de una diversidad de instrumentos a partir de la aplicación de la
ciencia y la tecnología moderna.
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P. Enriquez S.
Consumada la invasión española, durante la colonia, muchos de los cultivos
originarios de la ecorregión andina, fueron transportados a otras latitudes del
planeta. De tal forma que hoy muchas de ellas, como la papa, el maíz y el tomate,
se cultivan a escala mundial, fuera de la ecorregión andina. Estos productos
exportados de la ecorregión andina, se han convertido en uno de los factores
fundamentales para la solución de los problemas alimentarios en los diferentes
países del orbe; de igual forma, influyeron en los hábitos alimentarios mediante
la introducción de nuevos alimentos y sus formas de preparación en el mundo.
También han generado grandes empresas lucrativas como: la salsa de tomate o
ketchup usada en la industria alimentaria de los tallarines, la lucrativa industria
norteamericana de los pringles o crujientes de papa, y todas aquellas empresas
dedicadas a utilizar el maíz en la alimentación humana y animal (caso del maíz
amiláceo, utilizado en la lucrativa industria de la crianza de pollos).
El aporte más importante logrado por la civilización andina pasada y presente al
mundo, es la ganadería sustentada en la domesticación y crianza de "cuatro
formas de la misma familia de los camellos" (Comisión de Medio Ambiente y
Desarrollo de América Latina, 1996: 30), conocidos con el nombre de camélidos
andinos o camélidos de la ecorregión andina, por ser originarios y patrimonio
de este espacio, de los cuales la alpaca y la llama son las formas domesticadas de
la vicuña y el guanaco, que son sus ancestros silvestres6. Dentro del espacio
andino, los camélidos domésticos y silvestres, son las especies perfectamente
adaptadas al tipo de vegetación y condiciones climáticas rigurosas de los Andes.
Antes de la invasión española hace más de 500 años y la división colonial de la
ecorregión andina en fronteras de países independientes, cerca del 90% del
espacio andino perteneció al Tawantinsuyu o Imperio Inca (véase el mapa 3),
gobernado por los Qhapaq Apu Inka (Soberano y Poderoso Inca) Esta fue la
continuidad y la última fase de desarrollo autónomo de la llamada Cultura
Andina, que tuvo su centro fundamental de gobierno en este mismo territorio, es
decir en la ciudad del Cusco, perteneciente al actual territorio peruano. Los incas
60
Cultura Andina
61
P. Enriquez S.
La cordillera andina peruana, "se caracteriza por presentar una gran variación
altitudinal que en muchos puntos supera los 5,000 metros. Esta variación en la
altura sobre el nivel del mar genera diferentes condiciones climáticas y
biológicas a medida que se asciende, al punto de provocar que las zonas
ecológicas en la cordillera se dividan por pisos altitudinales" (Brack, 2004: 50),
determinando la presencia de una gran diversidad y heterogeneidad de climas,
hábitat y unidades ambientales, es decir una extraordinaria heterogeneidad
ecológica, por lo que, el Perú, no sólo es pluricultural y multilingüe, sino
también pluriecológico.
Muchos son los autores que han tratado de destacar esta característica
fundamental de la ecorregión andina Así por ejemplo, desde la perspectiva de las
zonas de vida natural, se destaca que "de las 103 zonas de vida identificadas para
todo el globo, el Perú tiene 84. Sólo la sierra tiene 62, y la sierra más la ceja de
selva 69. La sierra muestra, por tanto, un 60% del conjunto de las zonas de vida
clasificadas para todo el mundo, lo que expresa la gran heterogeneidad climática
de la serranía peruana" (Caballero, 1981: 32)
63
P. Enriquez S.
De los puntos de vista de ambos autores, se puede deducir que el espacio andino
se caracteriza por la diversidad y la variabilidad del clima y del suelo
(Valladolid, 1993b) La variabilidad del clima se manifiesta en el ciclo
climatológico anual, caracterizado por la presencia cíclica de lluvias, heladas,
sequías e inundaciones, las mismas que se manifiestan regularmente en tres
estaciones o épocas claramente diferenciadas: estación de lluvias (para pacha),
estación de heladas (qasa pacha, chirawa pacha) y estación de secas (ch'aki
pacha) (Van Kessel y Enríquez, 2002)
Para el caso del departamento de Puno, la estación de lluvias (para pacha) se
inicia, después de esporádicas lluvias en los meses de octubre y noviembre, con
normalidad aproximadamente a partir del mes de diciembre, alcanzando su
punto más alto durante los meses de enero, febrero y marzo, para luego declinar
en su intensidad a inicios del mes de abril. Durante esta estación o época se
presentan una serie de manifestaciones climáticas, pudiéndose observar en un
sólo día tempestades eléctricas, rayos, truenos y granizadas, que usualmente
preceden a torrenciales lluvias, acompañado de fuertes vientos que a veces
concluyen en copiosas nevadas que duran varias horas y días, inclusive.
Las precipitaciones pluviales son de vital importancia porque permiten el
crecimiento y la fructificación de los cultivos alimenticios, así como el
reverdecimiento de la diversidad de pastos naturales que sirven de alimento
fundamental a las alpacas y otras especies animales. Las lluvias también son
importantes para la dotación del agua dulce, elemento vital para la vida y la salud
del hombre y los animales, que además permite la formación de lagunas, ríos,
riachuelos y ojos de agua permanentes y temporales.
La estación de heladas (qasa pacha, chirawa pacha) sigue inmediatamente a la
de lluvias. Es la estación donde cotidianamente se hace presente la helada con
toda su fuerza y crudeza. Durante esta estación que aproximadamente va de la
segunda quincena del mes de abril hasta la primera quincena de agosto, el cielo
se limpia de nubes presentándose una fuerte irradiación solar en el día y fuertes
heladas por las noches, que amarilla los pastos y coadyuva a la sequedad
paulatina del ambiente, conforme transcurre la estación de heladas, que además
es ingeniosamente aprovechada por las familias rurales para la transformación
de la papa en chuño y tunta; y la carne, en charqui.
Sin embargo, las heladas pueden ocurrir en cualquier época del año, siendo
frecuentes por encima de los 4,000 msnm. Junio y julio son los meses de mayor
presencia de este fenómeno climatológico y diciembre a marzo, los meses
65
P. Enriquez S.
menos probables de presencia de heladas. A los 4,500 msnm., la helada cae casi
todas las noches. Las temperaturas nocturnas en las laderas inferiores de las
montañas se mantienen ligeramente por debajo de aquellas del piso de valle
como resultado de la inversión térmica. Es en estas laderas inferiores en que se
realizan la mayor parte de la agricultura, cultivándose el suelo de valle por
debajo de los 4,000 msnm.
A la estación de heladas le sigue la estación de secas (ch'aki pacha) Se inicia
aproximadamente en la segunda quincena del mes de agosto, hasta fines del mes
noviembre. En esta estación dejan de caer las heladas y en consecuencia cambia
el clima, de un frío intenso a uno más templado y apropiado, por este motivo
también se le denomina como q'uñi pacha (época caliente) Aunque se presentan
esporádicas lluvias, la sequedad del ambiente es lo que más caracteriza a la
estación. El momento más seco se presenta en el mes de octubre y especialmente
en el mes de noviembre, donde escasea el agua por la intensa radiación solar, que
ocasiona la sequedad del suelo y del ambiente. Por esta característica, al mes de
noviembre, se le conoce con el nombre de lapaca, término aimará que quiere
decir "tiempo de mucha sequía por el mes de noviembre" (Bertonio, [1612]
1984: 189)
El otro elemento diverso y variable en la ecorregión andina peruana es el suelo,
es decir la presencia de los diferentes espacios existentes en la cordillera andina
(laderas, hondonadas, pampas y cerros) En este contexto espacial se lleva a cabo
la actividad agropecuaria. Conforme se hizo en la época de los ancestros, la
actividad agrícola se caracteriza por utilizar una diversidad de parcelas
fragmentadas y dispersas en el espacio andino. Este uso "diversificado de
espacios, tiene la finalidad de contrarrestar los efectos de los diferentes
fenómenos climatológicos en los Andes. Cada lugar se comporta de diferente
manera y muestra diferentes niveles de vulnerabilidad a la helada, granizada,
sequía e inundación. Teniendo parcelas en espacios discontinuos, unas parcelas
son asoladas y otras no por los fenómenos climatológicos" (Van Kessel y
Enríquez, op.cit.: 136)
67
P. Enriquez S.
d) Limitan el desarrollo biológico. Se indica que "La altitud de los Andes y sus
bajas temperaturas actúan como factores limitantes del desarrollo de la vida
vegetal y animal... La vegetación imperante en las altas punas se reduce a
un conjunto de especies raquíticas..."
68
Cultura Andina
Por su parte Zuzunaga (1976: 74), precisa que "la altitud del Ande condena las
tierras a la sed y al hombre a la pobreza". En la misma línea Martínez (1969),
detallando la explicación indica que "Las adversas condiciones naturales,
reflexión de las grandes altitudes, de la difícil topografía, del clima en extremo
riguroso y de las catástrofes naturales, son una limitante para el desarrollo de la
agricultura. Las bajas temperaturas medias restringen la diversificación de los
cultivos; las heladas, granizadas y frecuentes sequías en los períodos más
críticos de la producción, ocasionan graves daños a los cultivos, reducen
drásticamente los rendimientos o destruyen en muchos casos,
irremediablemente las pobres cosechas. En general, los fenómenos climáticos
hacen muy aleatoria la producción agrícola... como en el Altiplano del Collao.
La topografía, en extremo abrupta y de elevaciones insospechadas, restringen el
desarrollo de la agricultura. Las faldas de los cerros y las mesetas planas y
onduladas por lo general situadas sobre los 3.500 metros, donde son más
frecuentes las heladas, las granizadas e inclusive las sequías, ofrecen obstáculos
para la vialidad, existiendo zonas inaccesibles por falta de caminos, donde la
agricultura tiene que ser necesariamente de subsistencia" (p. 95)
Complementando esta perspectiva, Diez Canseco (1969: 103), afirma que: "La
producción agropecuaria dadas las características orográficas y topográficas del
Perú, tropieza con una dificultad poco común y general, que consiste en un
espacio económico, no uniforme, lleno de vacíos, que origina una economía de
núcleos aislados por desiertos, montañas, páramos y selvas. La cordillera de los
Andes, por el lado occidental, árida, abrupta e inhóspita; por el lado oriental,
muy húmeda, escabrosa y potencialmente poco productiva; en términos
generales, los Andes constituyen un accidente geográfico, que desafía la
economía y le plantea su más grande escollo..."
69
P. Enriquez S.
71
P. Enriquez S.
72
Cultura Andina
El runa debe realizar las labores culturales de la chacra, como son: Sembrar,
desyerbar y aporcar a su debido tiempo; ver constantemente si la chacra tiene
plagas o enfermedades y darle un tratamiento oportuno; defender a la chacra de
las inclemencias climatológicas como la granizada (con cohetes y humo) y de la
helada, cuidarla toda la noche y amanecer junto con la chacra "dándole humo";
acompañar esta crianza empírica con una "crianza simbólica", cumpliendo
fielmente los rituales de la producción, ya que la mano del yachaq, el ritualista
da el impulso generador a la vida que se desarrolla en la chacra. En otras
palabras, el término makichana esta relacionado con cuidar, atender cariñosa y
afectuosamente a la chacra, pero a la mano, sin despegarse de ella; estar atento
con todo lo que pueda sucederle y atender sus necesidades. Por ejemplo, si tiene
frío, hay que darle ropa (aporcarle) para que crezca y dé buenos frutos. Sólo
cuando se cuida bien, la chacra empatiza con la persona y le produce cariñosa y
generosamente.
Para formarse una idea de la riqueza semántica del vocablo makichana, -tomar
de la mano criando- hay que comprenderlo en su verdadero significado meta-
empírico y metafórico, para concebirlo tal como es: un concepto cargado de un
profundo significado ético y cúltico. Hay que entender makichana como
actividad ritual y como celebración. Efectivamente, maki ("mano") tiene un
significado tan metafórico como por ejemplo "corazón" u "ojo". La expresión
makimanta ("lo que sale de la mano") indica todo trabajo y todo ritual que sale de
las manos del agricultor (que está criando la vida en su chacra) y también del
73
P. Enriquez S.
yachaq (que se ocupa del ritual de producción y de todo tipo de rituales) Indica la
actividad de crianza en su doble dimensión, empírica y simbólica. El yachaq con
sus "manos sabias", expertas y diestras, es el especialista encargado de la
preparación de las complicadísimas ofrendas para los rituales de producción (cf.
Fernández Juárez, 1995)
Las ofrendas son platos rituales, delicados y refinados con gran variedad de
ingredientes y sabores, según la preferencia de cada wak'a (con su personalidad
y carácter particular) y la necesidad de cada caso (sequía, helada, lluvia,
granizada) Estos platos se ofrecen a la Pachamama, los Apus y a las wak'a
locales, comprometidos todos con la crianza de la chacra, para ganar su
benevolencia y para estimular su fuerza generadora. La experiencia y la eficacia
del yachaq esta en sus "benditas manos". Citando a Ina Rosing (1996, 525): "La
mano es de gran importancia en la acción ritual y la invocación. En la acción
ritual se distinguen diferentes "manos", manos de ritualistas, que tienen un poder
específico: así hay ritualistas que tienen wayra maki (literalmente: mano de
viento), es decir que tienen poder sobre el viento; en el mismo sentido hay
ritualistas con qasa maki (mano de helada), khaqya maki (mano de rayo), ruphay
maki (mano de sequía), para maki (mano de lluvia) y mikhuy maki (mano de
comida)"
En las oraciones con que los ritualistas kallawaya acompañan sus rituales de
producción, aparece la expresión "makimanta" (de la mano de...), como una
fórmula muchísimas veces repetida. En este contexto significa también "en
nombre de...", o "en el sentido de..." Por ejemplo, en las siguientes oraciones
transcritas por Rosing (ibid.):
"Ima sumaqta sirvishaykicheq,
sumaq sonqowan jamushayku...
Tukuy yachaqkunaq makinmanta,
kaytaq mari T'iliakán qochapaq,
Uj platota sirvirimushaykicheq.
74
Cultura Andina
Rosing explica (ibid., p. 526): "En nombre de otro yo puedo orar, actuar, curar,
etc.". Las manos a que se alude en las oraciones son siempre las "manos" de un
sabio, de un médico, de un ritualista. Y lo que ocurre en su "nombre", ocurre
realmente mediante sus manos: son las manos que preparan la mesa sacrificial,
que levantan el brasero hacia el cielo nocturno, que atizan el fuego sacrificial. Y
cuando se dice... makinmanta, se está significando que lo que aquí acontece,
acontece mediante las "manos de aquel otro". Nuestra conclusión es simple: Si
makichana indica una actividad ritual, entonces "trabajar" es para el agricultor
andino: Celebrar la vida; esto es, criar la vida celebrándola.
75
P. Enriquez S.
Por eso muchas veces, los agricultores experimentados durante la cosecha, antes
de llevar las papas a la casa para ser seleccionadas y almacenadas, hacen un
ritual a la Pachamama. En este ritual, el agricultor se pone de pie, levanta su
ch'uspa lleno de coca en la mano derecha y moviéndose en círculo llama
simbólicamente a las papas que no fueron bien tratadas en las chacras vecinas en
los siguientes términos: "Ñiñacha, hampuy makiyman, ñuqap makiypi sumaqta
urinki, sumaqta miranki" (niñita, vente a mis manos, en mis manos crecerás
bonita, te multiplicarás bonita).
76
Cultura Andina
77
P. Enriquez S.
78
Cultura Andina
CAPÍTULO IV
LO ANDINO Y LA CULTURA ANDINA
Como en muchos otros casos, la terminología nos plantea un problema que tiene
que ver con la misma condición supercultural de la ciencia: El lenguaje
"científico" refleja una cierta cultura (ante todo la occidental) y un cierto modo
de concebir el mundo. La terminología extra-científica y heterodoxa (jerga) no
llega a alcanzar "dignidad científica", y, por lo tanto, es excluida del lenguaje
técnico de las ciencias establecidas.
En este sentido, hoy día se habla de una "teología indígena", de una "filosofía
latinoamericana", de una "filosofía indígena", de una tecnología indígena, etc., y
80
Cultura Andina
todas las corrientes que están detrás de estas expresiones justamente pretenden
acabar con la alineación cultural y la inautenticidad del quehacer antropológico
y filosófico en América Latina. ¿Se podría emplear una terminología netamente
"endógena", autóctona y auténtica, sin renunciar a la posibilidad de hacerse
entender? ¿Podríamos pensar en una antropología, sociología, o filosofía con
una terminología distinta a la que se acuñó y "dogmatizó" en Occidente?
81
P. Enriquez S.
3. Los términos runa / jaqi no solamente tiene una aceptación étnica ("la raza
india"), sino cultural y geográfica: es el hombre arraigado e identificado
con el mundo andino.
82
Cultura Andina
En sus orígenes, tal como propone Valcárcel (1967), la cultura andina se nutre de
dos fuentes importantes: de las culturas de los pueblos de clima tropical del
mundo amazónico y de los pueblos ubicados en la cordillera. "Si examinamos
las bases económicas de ambos mundos dice el autor- encontramos que
realmente se ha producido la fusión. Tenemos, por ejemplo, que el mundo
tropical amazónico consigue para el hombre la experiencia extraordinaria del
cultivo o domesticación de plantas de gran importancia para la alimentación
como son el maíz, la yuca, la batata o camote, el maní, el fríjol, el tomate, el ají,
etc. Mientras que, por otro lado los pueblos de clima frío, domesticaron la papa,
cañihua, quinua, olluco, papa, etc., alimentos de gran virtud nutritiva" (p.79)
83
P. Enriquez S.
También son herederos de la cultura andina, los cientos de miles y hasta millones
de migrantes, que desde la década del cuarenta del siglo pasado, se instalaron en
las ciudades andinas y costeñas, como parte de su proyecto de vida destinada a
satisfacer las carencias económicas y fundamentalmente la falta de mayores
oportunidades en sus lugares de origen. La fuerza y la intensidad de la migración
andina, por ejemplo hacia Lima, donde se ubica la tercera parte de la población
peruana, modificó irreversiblemente el mapa socioeconómico y cultural
virreinal colonial existente en la ciudad de los reyes. La modificación de este
mapa sociocultural virreinal, se manifiesta en la imposición de la basta tradición
cultural andina (mediante asociaciones de migrantes de todas las latitudes del
Perú andino, imposición de la música, las danzas, la alimentación, las fiestas
patronales, entre otros), dándole un nuevo rostro al Perú, es decir un rostro
típicamente andino (Matos, 1986).
84
Cultura Andina
CAPÍTULO V
LA COSMOVISIÓN ANDINA
Y SUS FUNDAMENTOS
con el objeto de su trabajo. Ésta no es una relación fría y racional, sino que está
cargada de afectividad y dedicación. Es casi una relación de convivencia entre el
poblador andino y su chacra, su ganado, su casa, su tejido y sus herramientas.
La "comprensión" se refiere a la actitud fundamental de acuciosa observación de
los fenómenos de la naturaleza y la capacidad de sentir la vida íntima en las cosas,
de entender su lenguaje secreto y de sintonizarse delicadamente con ellas. El
pensamiento seminal es una lógica discursiva muy propia del poblador andino:
una "bio-lógica", y el guión metodológico que dirigió el desarrollo de su
tecnología. Al tiempo que la lógica occidental desarrolló una tecnología
mecánica para su economía de la producción, la lógica andina desarrolló su
propia tecnología de una producción orgánica al servicio de su economía. El
sistema tecnológico andino se ha ido configurando en el marco de una
cosmovisión distinta de la cosmovisión occidental cristiana.
La cosmovisión del andino, según Van Kessel (ob. cit.), expresada en su
mitología, su religión y su ética, es la que da el sentido al quehacer económico, a
la tecnología y al trabajo del andino; un sentido que va más allá de los valores
económicos y que alcanza el nivel de los valores afectivos, humanos y religiosos.
Esta valorización es la que da, en última instancia, sentido y relevancia social a su
tecnología y a su trabajo técnico. Esta cosmovisión define y sanciona también el
modo particular en que el hombre andino se relaciona con su medio natural, la
clave ideológica de su tecnología y su ética de trabajo.
Para diferenciar la cosmovisión andina de la europeo-cristiana, el autor citado
manifiesta que es necesario recurrir a los mitos cosmogónicos de ambas culturas.
Por ejemplo, el mito bíblico judío-cristiano de la creación, es el fundamento que
representa las raíces de la cosmovisión del Homo Faber europeo moderno y de su
paradigma tecnológico. El contenido de este mito cosmogónico occidental,
trascrito en sus aspectos esenciales, dice lo siguiente:
Al principio Dios creó el cielo y la tierra
La tierra estaba desierta y sin nada y las tinieblas cubrían los abismos...
Dijo Dios: "Haya luz", y hubo luz. Dios vio que la luz estaba bien hecha"
Dijo Dios: "Haya un firmamento..."
Dijo Dios: "Júntense las aguas de debajo de los cielos en un sólo lugar y aparezca
el suelo seco" Y vio Dios que estaba bien hecho.
Dijo Dios: "Que produzca la tierra toda clase de plantas... hierbas... árboles que
den fruto, con su semilla adentro" Y vio Dios que estaba bien hecho.
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P. Enriquez S.
Dijo Dios: "Haya lámparas en el cielo... que brillen para iluminar la tierra" E hizo
dos grandes lámparas, una grande para el día y otra más chica para la noche, y
también hizo las estrellas. Las colocó en lo alto del cielo para alumbrar la tierra. Y
vio Dios que estaba bien hecho.
Dijo Dios: "Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la
tierra". Produzca la tierra animales vivientes, bestias, reptiles y animales
salvajes..." Y vio Dios que estaba bien hecho.
Dijo Dios: "Ahora hagamos al hombre..." Entonces formó Dios al hombre del
barro de la tierra y sopló en sus narices aliento de vida y lo hizo un ser viviente...
Vio Dios que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció el
día sexto.
Así fueron hechos el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos. Dios terminó su
trabajo el séptimo día y descansó en este día... de todo su trabajo de creación.
(Gen.1/1, ss)
En este mito bíblico, considerado como el mito cosmogónico fundacional de
occidente, se presenta a la imagen de Dios como al ser supremo que se distingue
del mundo y que se le opone como el trabajador a su obra. Es totalmente ajeno y
trascendente al mundo y al universo creado. Es un Dios Hacedor. El creador
bíblico no es de ninguna manera un dios procreador, un padre o progenitor, como
la Madre Tierra y el Padre Sol en la mitología andina, sino un dios hacedor, que
confecciona (a modo del artesano), o que produce, que ordena y organiza (a
modo del empresario) el mundo, a los animales y al hombre mismo. Produce
hábilmente, con total autonomía y con gran facilidad, ingenio y perfección, y a su
libre criterio. Este Dios creador es realmente: "el Supremo Hacedor".
A diferencia del mito cosmogónico occidental, la mitología cosmogónica andina,
no conoce un dios hacedor, trascendente y ajeno al mundo, ni una construcción
del mundo. El mito cosmogónico andino explica cómo el mundo mismo es
divino y eterno; cómo las cosas y los seres "nacieron" en este medio divino, y
cómo el hombre mismo también nació de Ella. La divinidad andina es inmanente
en el mundo, está dentro del mundo y se identifica plenamente con la tierra. La
relación entre Pachamama y sus criaturas es la de una madre a sus hijos, y de
éstos hacia ella. Es una relación cargada de afecto.
Otro aspecto del mito bíblico judeo-cristiano llama poderosamente la atención: A
consecuencia de su "trabajo", el Dios Hacedor es el propietario y dueño absoluto
del mundo y su plenitud. Las criaturas le deben estricta obediencia.
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Cultura Andina
más que una inmensa reserva de recursos naturales que está a su disposición para
trabajarlo a su gusto y criterio autónomo, y aún legitimado por la Biblia cuando
dice:
"Después Dios (el empresario divino) plantó un jardín en Edén y puso allí al
hombre... para que lo motivara y cuidara (Génesis 2/8)... Llevó todos los
animales de la tierra al hombre para que les pusiera nombre. El hombre le puso
nombre a todos los animales y ese nombre quedó" (Génesis 2/19)
Este detalle de los nombres puestos por Adán, expresa que él es su dueño. Así se
justifica a partir del mito bíblico, una relación hombre - medio natural de
dominio, un modo de tratar el mundo como materia disponible, y de trabajarla
con una tecnología de fuerza, sujetando, dominando, y controlando este medio, y
aún violentándolo; y ello se apoya en una autonomía total a imagen del Supremo
Hacedor. Por este motivo, el hombre occidental moderno, se prepara en los
estudios para dominar y transformar la naturaleza.
La relación del hombre andino con su medio natural es muy distinta. Consciente
de ser un hijo de la Santa Tierra y como un "hermano de madre" de la flora y
fauna, el andino ha desarrollado de esta conciencia una ética, no de poder y
dominio sobre la tierra, sino de respeto, gratitud y responsabilidad para la flora y
fauna, una ética de compartir la vida. Es más, el andino no conoce el concepto
"materia" que es un concepto de origen griego-occidental incompatible con su
cosmovisión.
En su visión, todas las cosas, llamadas "materiales" (la piedra, el río, el
manantial, el árbol), tienen una vida íntima que merecen respeto. Cuando el
andino se relaciona con los elementos de su medio ecológico, en su trabajo, y en
su uso y consumo, entabla un diálogo con ellos. Los trata como seres vivos, casi
personales. En los ritos de producción los personifica y les habla en un tono de
respeto y cariño, pidiéndoles "licencia".
De estas diferencias, se deduce que la cosmovisión andina no es antropocéntrica,
sino agrocéntrica: está centrada en la Tierra, pero una Tierra personificada y
divinizada como la Madre Universal e inmanente. De ello resulta una relación del
hombre con su medio natural que es de diálogo respetuoso y de reciprocidad, y
que considera las cosas como vivas y crías de la misma Madre Tierra. De ello
resulta una tecnología benévola, respetuosa, no violenta sino de adaptación
refinada, no sujetando las cosas por la fuerza sino ganando su voluntad y siempre
"pidiendo licencia", intención que es un elemento fijo y constante en todos los
rituales de producción.
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Cultura Andina
CAPITULO VI
LA FILOSOFÍA ANDINA
Sólo a partir del respeto a la diversidad cultural, se podrá lograr una educación en
valores de ciudadanía intercultural, como el fundamento y la finalidad de la
educación intercultural, considerada como el camino más apropiado para
corregir los desequilibrios sociales a través de la interacción de las culturas
como una vía para la convivencia pacífica, justa, solidaria y responsable. Los
elementos fundamentales del pensamiento andino son los siguientes:
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P. Enriquez S.
Los actos de un individuo tienen impacto mucho más allá del alcance de la
influencia personal; esto es muy parecido a la doctrina cristiana del pecado
original. El cosmos es un sistema de relaciones múltiples. El trastorno o la
interrupción de tales relaciones (como en el caso de absolutizar al individuo)
tienen entonces consecuencias cósmicas.
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Cultura Andina
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P. Enriquez S.
acción (y por lo tanto de una relación) trastorna este orden y lo desequilibra. Por
eso cada relación tiene que ser bi-direccional; es decir, recíproca.
Esto no significa que los polos de la relación tienen que ser equivalentes. Pero sí
implica que una iniciativa de un polo tiene que corresponder con una reacción
respectiva o contra-iniciativa por parte del otro polo. Una relación en la cual uno
sólo da (activo), y el otro sólo recibe (pasivo), no es imaginable para la filosofía
andina, si se trata de una relación perdurable.
El Dios del hombre andino está más cerca al Dios "justo" de la Biblia Hebrea que
al Dios "benigno" de Jesucristo.
Entonces existen kairoi, es decir tiempos decisivos que muchas veces coinciden
con grandes fiestas.
101
P. Enriquez S.
Para mucha gente estos períodos coinciden con las tres clásicas eras religiosas: 1
y 2 corresponden con la "era del Padre", 3 y 4 con la "era del Hijo", y 5 con la "era
del Espíritu Santo".
Las polaridades cósmicas entre sol y luna, día y noche corresponden en el nivel
humano con la polaridad sexual entre lo masculino y lo femenino. En el tiempo
incaico estos acontecimientos fueron representados simbólicamente por el Inca
como Intip Churin (Hijo del Sol) y su esposa Quya quien mitológicamente es
descendiente de la luna.
Las transiciones entre día y noche -amanecer y atardecer-, como también los
cambios de luna y los solsticios necesitan una atención y un acompañamiento
ritual-simbólico especial de parte del hombre para que la vida siga en su orden
establecido.
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Cultura Andina
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P. Enriquez S.
6.4. DESAFÍOS
Hay voces que dicen que una filosofía andina recién debería ser creada. Si con
esto se entiende el análisis sistemático y racional de un conglomerado disperso
de ideas, imágenes, mitos y demás expresiones culturales, concordaríamos.
Antes de desarrollar esta crítica mutua habría que fomentar la propia expresión
de un pensamiento andino y de la concientización de éste sin sujetarse a la
reivindicación hegemónica del logos (tratado) occidental.
Este desafío puede ser un aporte esencial para la "descolonización de las almas"
(Fernando Mires) y para encontrar la identidad y liberación de un pueblo
determinado desde afuera.
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Cultura Andina
CAPITULO VII
LA TECNOLOGÍA ANDINA
d) Desde fines de la segunda guerra mundial (años 40 del siglo pasado), los
proyectos de desarrollo y modernización de la agricultura y la ganadería
andina, no han logrado los efectos esperados en los Andes: Incremento de la
producción y de los ingresos, con el propósito de superar la pobreza,
problema que, contradictoriamente, se ha profundizado aún más a inicios
del siglo XXI.
Por su parte, Ravines (1978: XVII), manifiesta que "como aspecto cultural, la
denominación tecnología andina es igualmente válida en cuanto sus prácticas o
procedimientos específicos o generales son andinos, no solamente porque
109
P. Enriquez S.
fueron inventados o desarrollados en esta parte del mundo, sino porque sugieren
o reflejan la actitud de un pueblo, etnía, nación o colectividad, hacia su mundo
material o espiritual". Resaltando su milenario origen, manifiesta "que la
tecnología andina es el resultado de un proceso de varios milenios, en el cual el
hombre logró apropiarse e integrar un mundo natural a un mundo cultural". La
tecnología andina, también es parte de la economía de solidaridad, que viene a
ser el llamado ético a la ayuda mutua para abordar problemas compartidos en las
comunidades y parcialidades campesinas, integradas por vínculos de amistad y
reciprocidad (Razeto, 1997)
La tecnología andina tiene muchas ramas, las mismas que están ligadas a las
diferentes áreas del saber humano. La mayoría y las más desarrolladas de ellas se
encuentran en la agricultura y la ganadería, las que son las actividades
fundamentales que sustentan a la economía andina. Dentro de la actividad
agrícola destacan las técnicas relacionadas con la construcción de
infraestructuras agrícolas: andenes, camellones (De la Torre y Burga, 1986),
cercos, sistemas de riego; el uso de múltiples parcelas fragmentadas y
dispersadas en las diferentes zonas de producción del espacio andino; la
organización de las tierras de cultivo mediante el sistema de la aynuqa; el uso de
los policultivos y la conservación de cientos de variedades; el sembrío de
cultivos en diferentes fechas o épocas; diversas formas de elaboración de surcos
(wachu) en pampa y ladera para cultivo de los tubérculos andinos (papa, oca,
olluco e izaño) y granos andinos (quinua y cañihua).
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Cultura Andina
111
P. Enriquez S.
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Cultura Andina
Figura N° 1
Paradigma: "La Cosmovisión Andina"
Wak'a Sallqa
Chakra
El ayllu
andino
Runa
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P. Enriquez S.
Las relaciones entre las tres comunidades del ayllu se activan más en el ritual.
Éste se celebra en la chacra, el corral y la casa, lugares sagrados donde se cría
la vida que genéricamente podemos llamar "la chacra andina". Todas las
relaciones, dentro y entre las comunidades del cosmos andino, convergen en la
chacra andina. Este es el lugar, el templo de la crianza mutua. Nótese que la
crianza de la vida es mutua, tanto dentro, como entre las tres comunidades.
114
Cultura Andina
La tecnología andina está centrada en el agro y tiene sus mayores logros en una
sofisticada producción de vida, salud y bienestar, no sólo para los humanos,
sino también, para las wak'a y la sallqa. Tecnología y trabajo es para el andino
cultivar la vida en el sentido más amplio, digamos ecológico, de la palabra. La
definición andina de "tecnología" sería "saber criar la vida y saber dejarse
criar por la vida"
115
P. Enriquez S.
Es necesario destacar que todo trabajo productivo del andino ha de lograr éxito
en la medida en que: a) Sea técnicamente bien hecho, y b) Religiosamente
bien encaminado y concluido. Esta dimensión religiosa, o simbólica, si se
prefiere, es parte integral de la tecnología andina. Interpreta el sentido real y
profundo que para él tiene el trabajo y es la garantía de su éxito. Por la
dimensión simbólica, el andino eleva su trabajo al rango de culto a la vida, lo
que abre una gran perspectiva a un sistema de producción ecológicamente
armonioso, equilibrado y sostenible.
Esta dimensión simbólica junto con la ética cósmica del andino constituye una
garantía para una tecnología no depredadora; una producción sostenible para
un bienestar seguro y duradero. En la propuesta andina para el desarrollo de la
región no podría figurar en primer lugar el crecimiento indefinido de la
economía, sino la garantía de un bienestar seguro y duradero.
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Cultura Andina
117
P. Enriquez S.
118
Cultura Andina
CAPÍTULO VIII
LAS SEÑAS Y SEÑALEROS DE LA MADRE TIERRA
Las señas vienen a ser componentes vivos de la propia naturaleza. Son plantas
(las gramíneas y cactáceas, los árboles y arbustos silvestres y los mismos
cultivos) y animales (los mamíferos, las aves, los peces, los insectos, los
batracios y los reptiles) Son también fenómenos atmosféricos (la lluvia, la
nevada, la granizada, la helada, las nubes, los vientos, el arco iris, los celajes, las
tormentas y la neblina), astros (el sol, la luna, las planetas, la vía láctea, las
constelaciones y las estrellas), y hasta el propio hombre (sus sueños,
comportamientos y actitudes)
120
Cultura Andina
Las señas a la vez son señaleros, es decir a partir de las múltiples formas de
comportarse en un momento determinado, avisan y señalan los cambios internos
que se producen en la naturaleza. Por eso se dice que las señas son conversadoras
y cada uno de ellos le cuenta al campesino lo que sabe sobre los secretos de la
naturaleza, suponiéndose que éste sabe conversar con ellos, preguntarles y
comprenderles con la misma sensibilidad y sutileza.
El agricultor andino en un diálogo íntimo y recíproco con los seres vivos (la
biodiversidad) del medio natural (la Pacha), interpreta y entiende esas formas de
manifestarse de las señas, a fin de determinar las variaciones climáticas que
pueden tener influencia directa sobre la crianza de la vida (de las plantas y
animales) en la chacra.
Este diálogo o conversación con las señas, se realiza todos los días del año
siguiendo una estrategia determinada fundamentalmente por el acontecer del
ciclo climático, las diferentes actividades que demanda el ciclo agrícola.
Se puede dialogar o conversar con las señas cuando se va por el camino a visitar
al familiar que vive en la comunidad vecina, cuando se va a preparar el terreno de
las diferentes parcelas ubicadas en los pisos ecológicos, cuando se concurre a la
feria semanal, cuando se asiste a las fiestas comunales, rituales familiares y
comunales, cuando se visita a otras comunidades hermanas o cuando llegan a la
casa visitas de comadres y viajeros de otros pisos ecológicos.
También se dialoga con las señas de otros pisos ecológicos cuando se efectúan
los procesos de migración a los valles costeños e interandinos, se va de viaje a las
zonas bajas para hacer el trueque con sus productos o cuando se recibe la visita
de un familiar de otros pisos ecológicos. En estas circunstancias la travesía
121
P. Enriquez S.
realizada por los diferentes lugares constituye una revisión exhaustiva de señas
de varios pisos ecológicos.
Sólo después de observar pacientemente las señas y dialogar con los señaleros,
los agricultores deciden en comunidad, cuáles serían los momentos más
oportunos de sembrío para los diferentes cultivos y cuáles serán las diferentes
estrategias a seguir durante el proceso de crecimiento, floración y maduración
de cultivos.
Son las señas con las que se dialogan generalmente a partir del barbecho
(chakmay), es decir en el mes de marzo y continúa ininterrumpidamente hasta
fines del mes de noviembre, cuando finalizan los sembríos. El diálogo con este
tipo de señas se realiza básicamente con tres objetivos:
122
Cultura Andina
Son aquellas señas con las que se dialogan aproximadamente a partir del mes de
diciembre hasta abril, es decir, el periodo en que los cultivos están en
emergencia, crecimiento, floración y maduración.
El diálogo con los señaleros que avisan a largo plazo comienza en el mes de
marzo y finaliza en el mes de noviembre. En el transcurso del año, los diferentes
señas y señaleros de largo plazo hablan por turno, cada uno en su temporada
pasando por cuatro sub - fases, de la siguiente forma:
Esta primera fase, se inicia en la segunda quincena del mes de marzo y abarca
hasta la primera quincena del mes de abril, periodo en que se lleva a cabo la
actividad del barbecho (chakmay) en las comunidades campesinas. En este
momento, se conversan con las siguientes señas:
! Ch'aka phiri
! Allqamari
! Q'awsillu
Estas señas relacionadas con la flora y la fauna andina, anuncian una tendencia
general del ciclo agrícola que se avecina.
123
P. Enriquez S.
El diálogo con las señas en esta segunda fase se inicia casi conjuntamente con la
presencia de la estación de heladas (qasa pacha) en el mes de mayo, prosigue en
el mes de junio y concluye durante la primera quincena del mes de julio.
Las señas del cosmos con las que se dialoga son las siguientes:
Las señas con las cuales se conversa en esta sub fase, corresponden a fenómenos
climáticos y a los de la flora y la fauna andina, y son las siguientes:
124
Cultura Andina
! Agustu phuyu
! Agustu wayra
! Kanikuq huch'uy ch'uspi
! Añas
! Kusi kusi q'isa
! Mayu laqu
! Q'illu pisqu
! Sinkata qucha
! Llachu
! Chichiranca
125
P. Enriquez S.
Las señas con las que se dialogan en este periodo son los siguientes:
! Hamp'atu
! Chhuwachanqa / Pankatu
! Qaraywa uña
! Kiyu
! Ch'uñu ch'illpi
! Mach'aqwa
! Atuq
! Durazno
! Kanlli
! Ullunkuya / Khumuna
! Taqachilla
! Liqichu
! Wik'uña qara q'ipi
! Qiwña sach'a
! Apharu papa
! Mayu (vía láctea)
! Such'i
! Qariwa / waych'a
! Papa tapuy
! ¿Qué sembrar?
! ¿Cómo sembrar?
! ¿Dónde sembrar?
! ¿Cuánto sembrar?, y
! ¿Cuándo sembrar?
126
Cultura Andina
Se dialoga con estas señas una vez finalizada el sembrío de los diferentes
cultivos. Esta fase comienza aproximadamente en la primera quincena del mes
de noviembre, después del sembrío, cuando los diversos cultivos inician su
emergencia y crecimiento. En este caso preocupa, la previsión de las ocurrencias
climáticas cotidianas, dentro del marco general de la previsión efectuada a largo
plazo.
! Kiyu
! Qhichincha
! Lluthu
! Thuta
! Qampu qampu
! Para unu phullpuy
! Para wayra
! Rit'i wayra
! Q'illu t'ika
! K'ipa papa
! Ch'illiwa
! Hamp'atu
El siguiente cuadro resume a las señas de largo y corto plazo durante el ciclo
climatológico y el ciclo agrícola, bajo la influencia de las precipitaciones
pluviales y heladas.
128
CUADRO N° 4
PROCESO DE DIÁLOGO CON LAS SEÑAS Y SEÑALEROS DE LA MADRE TIERRA
Almacenamiento Preparación
Crecimiento, floración y Cosecha Q-C-P-C. Sembrío Q-C-P-C Emergencia y
Barbecho (Chakra del terreno
Ciclo Agrícola maduración de cultivos (Chakra Huqariy (Chakra Tarpuy Crecimiento
(Chakmay Waqaychay para Sembrío
(Chakra Pacha) Pacha) Pacha) (Chakra Pacha)
Pacha) Pacha) de papa
Cultura Andina
Meses ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
Ciclo de los Ciclo de las precipitaciones
Fenómenos pluviales
Climatológicos
(Precipitaciones
y Heladas) Ciclo de las heladas
Meses ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
Ciclo Para Pacha Qasa Pacha - Chirawa Pacha Ch'aki Pacha Para Pacha (Esta-
Climatológico (Estación de lluvias) (Estación de Heladas) (estación de secas) ción de Lluvias.)
Ciclo de Diálogo 3. Caída o reinicio 1. SUB FASE 2. SUB FASE 3. SUB FASE 4. SUB FASE 1. Ausencia de
con las Señas y de Lluvias Lluvias.
129
Señaleros de la - Qhichincha - Ch'aka Phiri - Papa Qaqya - Agustu Phuyu - Chhuwachanqa - Ch'aki Chikchi
Naturaleza - Lluthu - Allqamari - Kiwna Qaqya - Agustu Wayra - Qaraywa Uña - Kanlli Kuru
- Thuta - Qillwa - Mayu Rit'i - Kanikuq Huch'uy - Ch'unu Ch'illpi - Pacha T'impuy
(Ciclo de - Wik'uña Qara Q'ipi
Observación) - Q'awsillu - Qutu Ch'uspi - K'uychi
4. Intensificación de - Lluvias y nevadas de Julio - Añas - Qiwña Sach'a - Mayu Qapariy
lluvias - Heladas de Junio y Julio - Kusi Kusi Q'isa - Papa Tapuy
- Nube de los días Festivos - Mayu Laqu - Hamp'atu 2. Ausencia y
- Qampu Qampu - Kiyu reinicio de
- Para Unu Phullpuy - Echar suerte - Q'illu Pisqu
- Sink'awi - Urpi - Mach'aqwa lluvias
- Rit'i Wayra - Atuq
- Sinkata Qucha - Hak'akllu
(Señas de presencia - Durazno - Mach'aqwa
- Llachu - kanlli
de Granizada) - Chichiranka - Hamp'atu
- Taqachilla - Antawara
- Khumuna - Phuyu
- Liqichu - Q'usñi
- Mayu - Killa
- Such'i - Qillwa
- Apharu Papa
130
Cultura Andina
CAPÍTULO IX
LA TECNOLOGÍA ANDINA Y EL DESARROLLO
132
Cultura Andina
Cultura
Organización Social
133
P. Enriquez S.
Las cinco variables de este modelo se relacionan por un sistema muy complejo
de interdependencias, que vinculan variables infra y super estructurales y que
no necesitamos explicar aquí. Importa señalar solamente que la tecnología
está orgánicamente relacionada al total de un sistema social y forma parte
integral de él. Cambiar este "órgano vital" del sistema social por un injerto
alógeno, significa una operación muy riesgosa, que en el mejor de los casos
debilita sustancialmente el sistema, pero que suele ser fatal: entonces ocurre el
fenómeno que llamamos etnocidio.
Sin embargo, la realidad histórica es que, desde hace mucho tiempo, el sistema
social andino ya no constituye un sistema cerrado, sino que está muy abierto
hacia afuera. Lo que es más: por su posición periférica y dependiente, el
sistema andino está controlado e invadido, violentamente y en forma múltiple,
por el sistema dominante de la metrópolis nacional e internacional.
134
Cultura Andina
La cuarta hipótesis, que dice que, hasta hoy día, la tecnología agropecuaria
andina es económicamente la más adecuada, se confirma por la persistencia de
su práctica entre los pobladores de la extensa ecorregión andina, y se explica
por la llamada "racionalidad propia" del campesino andino, que centra su
sistema de producción, no en el mercado ni en la producción de valores de
cambio mercantil, sino antes que nada en su economía familiar y comunal y en
la producción de valores de uso y consumo. "Modernización, sí, pero que el
remedio (mayor dependencia, mayor riesgo, amenaza de fracaso fatal,
irrecuperable) no sea peor que el mal (la pobreza)" El problema puede ser
formulado también de otro modo: "La tecnología andina, ¿responde a las
exigencias modernas de productividad?" En este caso, la respuesta no está
clara. Más bien, necesita de mucha reflexión por parte de los economistas
agrarios que para contestarla ello han de dar una amplia atención a la visión
andina de la economía.
137
Cultura Andina
CAPÍTULO X
LA CONCEPCIÓN ANDINA Y OCCIDENTAL DEL
TRABAJO
La historia a partir de los testimonios de Guamán Poma de Ayala (ob. cit., Tomo
I), muestra que todas las personas, ya sean hombres y mujeres se dedicaban a
realizar determinadas actividades de acuerdo a su edad y sexo, inclusive los
niños y niñas menores de cinco años, se dedicaban a realizar labores por
mandato y vigilancia de sus padres. Sólo los niños y niñas menores de un año,
necesitaban que otro les cuide. Este cronista, describe en detalle y con
ilustraciones las diversas actividades a las que se dedicaban los hombres y las
mujeres de setenta, ochenta, y hasta ciento cincuenta años (en el caso de los
varones); las actividades de los hombres y mujeres que tenían defectos físicos,
las actividades de los hombres y mujeres de 18, 12 y 9 años.
Garcilaso de la Vega (ob. cit., tomo I, cap. XII, p. 23 25), manifiesta que la
educación y formación de la persona, hombre y mujer en el trabajo, empezaba
dentro de la familia desde el nacimiento. Del capítulo titulado: Criaban a los
hijos sin regalo alguno, se pueden obtener las siguientes reflexiones:
donde a los niños y niñas se les colma de regales. ¿No será ésta una forma de
iniciar al niño en la sociedad de consumo?.
c) Se enseñaba a los niños a valerse por sí solos en los diferentes momentos de
la primera infancia. Este ejercicio empezaba en la forma de
amamantamiento al niño y la niña.
d) Se criaba a un niño y niña fortalecidos por el proceso de crianza para el
trabajo y la resistencia al clima frío de los Andes.
e) Se controlaba la frecuencia de amamantamiento a lo necesario.
Esta forma de educación de las niñas y los niños, aún se practica hoy en las
comunidades campesinas de la ecorregión andina. Por este motivo, cuando se
realizan estudios para resaltar el mayor valor de los hombres y mujeres que
proceden de los Andes, inmediatamente se dice: son trabajadores.
Los medita y se pregunta, qué le está diciendo la planta, el agua, la piedra; qué le
está pidiendo. En este diálogo contemplativo participan los Achachilas, la
Pachamama y aún los difuntos. El andino medita, contempla y dialoga en su
trabajo con la naturaleza personificada y divinizada. En cambio, el monje
contempla en su trabajo al cielo, al creador trascendental y le ofrece en alabanza
su labor, el medio natural y el producto de sus manos.
Otra diferencia con el tomismo y sus antecedentes en el mundo greco-romano,
es que para el andino no existe el problema del dualismo entre trabajo manual e
intelectual (y contemplativo), ni el problema de los diferentes niveles de
prestigio social y remuneraciones correspondientes. Si hay diferencias en
prestigio social de los comuneros que trabajan la sayaña, éstas se definen a partir
de otro tipo de normas o metas que en última instancia no son económicas, sino
sociales y éticas. Es porque en su concepción del trabajo y de la tecnología
aparece la actividad humana productiva como bi-dimensional: empírica y
simbólica a la vez. La tecnología andina, en sus dos dimensiones, es dominio
colectivo. El comunero es el depositario. El trabajo andino no es
profesionalizado, ni repartido entre especialistas.
La ética del trabajo que mueve al andino a una vida tanto o más laboriosa que el
protestante está centrada, no en la angustia por el juicio divino sino en su
responsabilidad de "hijo de la tierra"; no en el más-allá, sino en el más-acá. El
trabajo no remedia ningún pecado del andino. Pero la flojera y el
incumplimiento en el trabajo son sancionados, porque el flojo que desatiende su
chacra, su ganado o su casa, está "comiendo la carne de su madre", tal como nos
enseña el mito dc los tres hermanos. La chacra, el ganado desatendidos, están
tristes y agonizando. Lo reclaman y lo acusan. Es una falta de respeto a la
Pachamama que se los ha confiado al andino en calidad de préstamo y para
criárselos. A la vez es una falta de respeto a sus padres y abuelos que le dejaron
chacra y ganado en herencia: se le presentarán en sueños para recordarle de su
deber y finalmente, si no hay cambio de conducta, lo castigarán también.
10.5. L A V I S I Ó N C A P I TA L I S TA D E L T R A B A J O : E S
UNIDIMENSIONAL Y CARECE DE TODA MOTIVACIÓN
RELIGIOSA
Según John Locke que abrió camino a esta filosofía, el trabajo genera la riqueza
y legitima la propiedad, pues todo lo que el hombre mediante su "esfuerzo e
industria" ha extraído, reduce el trabajo a su valor de mercado y lo define como
un factor de producción en la empresa, la que tiene por finalidad la ganancia.
Concibe el trabajo como fuente de riqueza y no lo considera más que en un
aspecto económico. Remite el valor de todas las cosas al trabajo incorporado en
ellas. La racionalidad de la sociedad no reside más que en los intereses egoístas
de sus individuos. Su "homo económicus" es autónomo, no sujeto a la religión o
la ética, sino a la ley de la demanda y oferta, que es la mano invisible que ordena
la economía y asegura el progreso.
Nada más lejos de la visión andina del trabajo que siempre está sujeto a la ética
e inserto en la cosmovisión religiosa del andino. Mientras que Smith despoja el
trabajo de su calidad humana, enajenándolo de la persona del trabajador y
privándolo de todo sentido no-económico, el andino no se encuentra nunca con
el problema de la dignidad y el sentido del trabajo; el cual es pluridimensional y
que tiene sentido económico, a la vez que social, ético, religioso, estético,
afectivo y emocional. El trabajo representa su realidad existencial misma. Al
mismo tiempo la praxis del trabajo en la comunidad andina no separa la persona
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Para Hegel, los objetos de trabajo no son cosas muertas sino encaminaciones
vivas del sujeto trabajador, el que les marca con su sello creador. Marx critica
duramente la degeneración del trabajo humano, "alienado" por efecto de la
revolución industrial, la excesiva división del trabajo y la división capital-
trabajo, que hacen al hombre víctima de las relaciones de producción y de su
propio trabajo. Considera el trabajo como fundamento y especificidad en el
hombre. Superar la alineación del trabajo por la abolición del capitalismo es
devolverle a la existencia humana su sentido originario. Así el trabajo vuelve a
ser la actividad mediante la cual el hombre desarrolla su capacidad de creación y
transformación del mundo.
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Cultura Andina
Las encíclicas sociales del último siglo insisten en los temas antiguos y, todas
juntas, representan un desarrollo progresivo de esta doctrina asentada en la
visión bíblica y la filosofía tomista. El Papa León XIII (1891) recuerda el
carácter expiatorio del trabajo, insiste en la armoniosa coexistencia de la familia
cristiana y en el rescate de la dignidad del trabajo productivo. El trabajo es
dignificado por el ejemplo de Jesús, obrero de Nazaret. El papa Pío XI (1931)
insiste en la necesidad de premisas éticas para orientar el trabajo y la economía.
Juan XXIII (1961), vuelve a recordar que el trabajo no es una mercancía sino
expresión de la persona humana concepto central en la teología contemporánea
del trabajo- y exige que sea la expresión de la iniciativa personal y del sentido de
responsabilidad del trabajador.
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Valoriza la facultad humana del trabajo como un talento que debe rendir en
desarrollo y progreso (Mateo, 25/26-28) La última encíclica social de Juan
Pablo II -una relectura y actualización de los documentos anteriores- rechaza la
idea del trabajo-mercancía, de la oposición capital-trabajo y de la separación
hombre-trabajo. Expresa también el derecho limitado a la propiedad privada y el
destino universal de los "bienes de la tierra" y acusa los daños desastrosos a la
ecología natural y humana por el abuso de los bienes de la tierra y la facultad
humana para "dominar y transformarla".
En cambio, para el andino, los elementos más familiares en esta teología son: la
armoniosa coexistencia de la familia humana en el trabajo y la dignidad del
trabajador que produce en armonía con la Madre Tierra; la vigencia de un marco
ético-religioso que impone sus normas al trabajo y el rechazo del derecho
absoluto de la propiedad privada; el respeto concienzudo ante el medio natural,
la sallqa. En la cumbre de su jerarquía de valores está la "Santa Tierra". La
responsabilidad y la creatividad del trabajador andino se asientan, no en su
concepto de la persona humana ("libre y creadora, como imagen de Dios"), sino
en su religión telúrica, que lo vincula, radical y definitivamente, a los procesos
vitales del medio ambiente concebido como su Madre Tierra.
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CAPITULO XI
LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA
ECONOMÍA MODERNA DE PRODUCCIÓN Y LA
ECONOMÍA ANDINA DE CRIANZA
En los últimos 50 años del siglo pasado, los estudiosos que trataron el problema,
demostraron que el desarrollo económico unilineal, sustentado en la economía
de producción y la tecnología industrial, viene ocasionando este problema
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personas. Ella se mantiene vigente gracias a una cultura, una técnica, una ciencia
y una política que la legitiman" (Gydinas y Evia, 1992: 13) A partir de esta
legitimación justificada por la ciencia, la técnica y la política, se cree firmemente
que los problemas ambientales ocasionados por la economía de producción en la
vida de la naturaleza de la cual depende la vida del hombre, pueden ser
solucionados utópicamente por la ciencia y la tecnología moderna, sin pensar
que su racionalidad instrumental no se adapta ni se adecua a los ritmos y a los
ciclos de la naturaleza, por el contrario, "se va diferenciando y oponiéndose a la
naturaleza y diferenciándose de ella como algo esencialmente distinto" (Peña,
ob. cit.: 9)
Finalmente, en la economía de producción de bienes, el trabajador moderno es
un hacedor autónomo, donde el límite de sus éxitos y fracasos en la actividad
técnico - productiva de bienes y servicios, se circunscribe a su decisión
individual, a las posibilidades de utilización de conocimientos y factores de
producción primarios e insumos. Así lo han entendido y demostrado los
economistas modernos, que han explicado reiterativamente, por ejemplo, el
funcionamiento de la comunidad campesina andina, a partir de la ciencia
positivista y la teoría neoclásica de la economía campesina (cf. Archetti, et. al.,
1979; Figueroa, 1981; Bartra, 1982; Gonzáles de Olarte, 1984), haciendo
resaltar sesgadamente sólo el comportamiento económico, productivo y
mercantil de la unidad familiar campesina. Así, Figueroa (ob. cit.), prestándole
importancia sólo a los factores de producción, manifiesta que: "Para la actividad
productiva... la comunidad cuenta, de un lado, con dos factores de producción
primarios, que son trabajo y tierra; y de otro con tres tipos de stocks que
corresponden a los tres sectores productivos mencionados: semillas, animales y
herramientas".
Esta forma de abordar el proceso de crianza de la vida en la comunidad, ignora la
existencia de una dimensión cultural mitológico - simbólica, haciendo
abstracción intencionada de los valores éticos y religiosos, es decir de la
dimensión simbólica, enmarcada en una mitología y ceremonias religiosas que
interrelacionan recíprocamente a los seres humanos (Runa), a las deidades
(Wak'a) y la naturaleza (Sallqa), componentes fundamentales de la totalidad
denominada como Pacha. Estas tres comunidades sustentan, mas allá de los
valores estrictamente económicos, el proceso de crianza de la vida en la chacra.
La economía de producción de bienes y servicios, al desconocer el verdadero rol
que cumple la dimensión simbólica dentro de la economía de la crianza, la
califica de simples "costumbres mágico religiosas", "idolatría", "ignorancia de
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celebra y donde además convergen las tres comunidades de seres vivos: la sallqa
(comunidad de los seres vivientes que pertenecen a la naturaleza silvestre), la
runa (comunidad humana) y la wak'a (comunidad de los seres espirituales o
divinidades). Estas tres comunidades convergen en la chacra andina (uywa
chakra, mikhuy chakra), que es el centro y el escenario de la vida, el templo del
culto andino a la vida.
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Cuando se constata que alguien golpea y da mal trato a los animales durante
el proceso de la crianza, se le dice: ama uywata maqaychu, ñakasunki (no le
pegues a ese animal te va a maldecir) De igual forma, cuando se encuentran
tiradas intencionalmente algunas papas, maíz u otro comestible, se dice:
imapaqmi kay mikhuykunata wikch'unku, waqachkankucha (para que
botan estos alimentos, estarán llorando) Nuevamente Guamán Poma de
Ayala, proyecta el fundamento histórico de esta tradición a los ancestros,
cuando en sus ordenanzas las describe de la siguiente forma: "Yten:
mandamos que nenguna persona que no derrame el mays ni otras comidas
ni papas ni lo monden la cascara, porque si tuviese entendimiento, llorarían
cuando le monda y ací no lo monden, so pena que sería castigado" (ibid., p.
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De igual forma son importantes los términos: uriy, miray y wiñay. El término
uriy en el proceso de la crianza de la vida, se refiere al hecho de dar los frutos
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Sin embargo, el allin uriy y el allin miray, relacionado con el uyway, no son
posibles si sólo se siembran los cultivos y se crían los ganados al azar. En la
concepción andina, el allin uyway está relacionado con tres exigencias
necesarias y vitales que sustentan a la economía de crianza. Estas exigencias
son: a) makichana / runachana, b) pachamama yuyariy (también se le puede
llamar: pachamamaman haywakuy o pachamamaman churakuy), y c) runapura
allin kawsay.
El oficiante retorna donde está el grupo y les dice: "Dios pagarachun ninmi
Pachamama ("Que Dios se los pague", ha dicho la madre tierra)".
Seguidamente el oficiante dice: "Kunanqa pirdunakusunchis llapanchis
(nos perdonaremos mutuamente todos)" y todos se abrazan mutuamente,
diciendo:"Allin urallapi kachun (que sea en buena hora)". Antes de
finalizar el ritual, la esposa del celebrante reparte pequeños puñados de
coca a todas las persona mayores presentes para que picchen, a la espera de
los resultados de la quema de la ofrenda. El acto de picchar empieza con el
convido recíproco por persona de tres hojas de coca en la boca de cada
asistente a la ceremonia.
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de la madre tierra a comerse las chacras, el zorro se lleva a las crías de las
ovejas y las alpacas; le da enfermedades al ganado y a las plantas, por tanto
el ganado y las plantas mueren, van disminuyendo poco a poco. No caen las
lluvias, viene mucho viento, cae la helada y la granizada que se lleva a la
chacra. También entran los ganados de los vecinos a comer la chacra y se
producen peleas entre vecinos. Cualquier descuerdo siempre llega cuando
el criador no se acuerda de la madre tierra.
(q'uñi maki), tiene mano de comida (mikhuy maki). Si el criador de los cultivos y
ganados cumple a medias estos tres mandatos éticos, las chacras y los ganados
producen poco, casi a medias. De dar dan, pero muy poco, no dan bien. Entonces
se produce el ripuy (irse) de los cultivos y animales y después el chinkay,
perderse definitivamente, quedando el hombre en la más absoluta miseria.
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