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Operación Antropoide

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Operación Antropoide

Obergruppenführer Rein
hard Heydrich.
Lugar Praga, Protectora
do de Bohemia y
Moravia (actual 
República
Checa).
Coord 50°07′04″N 14°
enadas 27′51″ECoorden
adas:  50°07′04″
N 14°27′51″E (m
apa)
Blanco Reinhard
(s) Heydrich
Fecha 27 de mayo
de 1942
10:45 horas
(Aprox.)
(CET (UTC+1))
Tipo Homicidio
de
ataque
Arma( Granada, subfusi
s) l Sten
Muert 1
os
Herido 1
s
Perpet Comandos
rador( checos del SOE
es)
Sospec Jan Kubiš
hoso(s) Jozef Gabčík
Adolf Opálka
Josef Bublík
Jan Hrubý
Jaroslav Švarc
Josef Valčík
Karel
Čurda (delator)
Motiv Desestabilizar el
ación régimen nazi en
Checoslovaquia
[editar datos en
Wikidata]
Durante la Segunda Guerra Mundial,
la Operación Antropoide consistió en el
atentado contra el más poderoso y temido
de los jerarcas nazis,
el Obergruppenführer (Teniente
General) Reinhard Heydrich, jefe de
la RSHA, Protector de Bohemia y
Moravia y uno de los artífices de
la Solución Final.

Índice
 1Contexto
 2Operación Antropoide (Operation
Anthropoid)
 3La operación
 4Consecuencias del atentado
 5Cultura popular
 6Referencias
 7Enlaces externos
Contexto[editar]
En el año 1941, los ejércitos alemanes se
acercaron mucho a Moscú. En
el Atlántico, los submarinos
alemanes hundían los barcos de
los aliados y Japón dominaba en
el Pacífico. La situación para los aliados
era crítica.
El mismo año, Heydrich fue enviado por
el comandante de las SS Heinrich
Himmler a Praga para relevar
al Gauleiter Konstantin von Neurath, que
se mostraba demasiado condescendiente
con los checos. De este modo, Himmler
alejaba momentáneamente a quien le
hacía sombra ante Hitler y, asimismo, este
último enviaba a la capital checa a uno de
los más competentes y temidos de la
cúpula de las temibles SS.
La falta de mano dura de von Neurath
había desembocado en
atentados, huelgas y un ambiente de
desestabilización en el protectorado
alemán. Heydrich asumió
como Reichsprotektor el 27 de septiembre
de 1941
Heydrich tenía un segundo al mando,
el Gruppenführer (General de
División) Karl Hermann Frank, el
exsecretario de Estado de von Neurath,
siendo Frank no menos competente que él
mismo. Heydrich se puso desde el primer
día manos a la obra y decretó la ley
marcial, detuvo a numerosos intelectuales
y los ejecutó, e incluso arrestó al Primer
Ministro Alois Eliáš, miembro del
gobierno títere checo impuesto por los
propios alemanes y fusilado el 19 de junio
de 1942. El total de ejecutados alcanzó la
cifra de 550, lo que le valió los apodos
de El carnicero de Praga o La bestia
rubia.
Heydrich se instaló en el Castillo de
Praga para gobernar el territorio
checoslovaco. Su gestión diezmó
la resistencia checa, responsable de
diversos sabotajes, y aumentó la
fabricación de material militar. Una vez
logrado esto, Heydrich aplicó la política
del palo y la zanahoria, aumentando los
beneficios laborales pero a su vez
imponiendo una mano dura en el
gobierno. El aparente estado de bonanza
económica logrado en el Protectorado
despertó cierto grado de filiación en la
población checa hacia el nazismo.1
Operación Antropoide (Operation
Anthropoid)[editar]
Se hacía necesario mantener la resistencia
en las tierras checas.2 Para mostrar a los
Aliados que los checos también eran
amigos, el presidente checo, exiliado en
el Reino Unido, Edvard Beneš, aceptó un
plan de Winston Churchill para
desestabilizar el régimen nazi en
Checoslovaquia, ya que la hábil política
de Heydrich había llevado a la población
a aceptar de muy buen grado la ocupación
gracias a las condiciones de vida
excepcionalmente favorables que
Heydrich había impuesto a cambio de una
producción militar eficiente para el Tercer
Reich. Esto atentaba contra los intereses
aliados, ya que la sumisión de
Checoslovaquia podría ser imitada por
otros países y así acabar indirectamente
con la resistencia y fortalecer el nazismo
en Europa.
Según el diputado laborista británico T.
Paget,3 para Londres era vital que muriera
Heydrich y nada mejor que esa muerte
causara un holocausto en alguna ciudad,
producto de la represalia que acarrearía tal
acción. Esa represalia daría, como
resultado final, que la población checa se
volcaría a apoyar decididamente a la
resistencia, la cual recibiría a su vez el
apoyo logístico de Londres.
«En Praga hay dos personas que
representan el exterminio. Es el líder
sudeto-alemán Karl Hermann Frank y el
recién llegado Heydrich. Es necesario que
uno de ellos pague por ello».
Palabras del coronel Frantisek Moravec,
jefe del servicio de inteligencia
checoslovaco, a Jozef Gabcík, en octubre
de 1941.4
Para ello se planeó el atentado contra uno
de sus líderes más poderosos. Reinhard
Heydrich era incluso considerado por
Hitler como su eventual sucesor. A su
edad (38 años) dirigía la poderosa Oficina
Central de Seguridad del Reich y era, con
mucho, uno de los líderes más odiados de
la Alemania Nazi. Tan temido era
Heydrich que él mismo consideraba
imposible que alguien se atreviera a
atentar contra su persona.

Otro de los autos Mercedes Benz Typ 320


cabriolet de Heydrich, similar al que fue
herido de muerte (actualmente en el
Museo de Historia Militar de Praga), el
original se encuentra en el Museo
Egholm, Dinamarca.
La operación[editar]
La operación comenzó la noche del 28 de
diciembre de 1941 con la llegada de dos
comandos checos, los Rotmistr
(Sargentos) Jan Kubiš y Jozef Gabčík,
provenientes del Reino Unido a bordo de
un bombardero Halifax perteneciente al
escuadrón 138 de la RAF, que fueron
lanzados en paracaídas junto con otros
comandos británicos. Por un error de
navegación se los lanzó en Nehvizdy, a
20 km de la capital checa, pero provistos
de papeles falsos de identificación y
vestidos de paisanos lograron contactar a
la resistencia checa en Pilsen.
En Praga contactarían a otro
guerrillero, Karel Čurda, para ultimar los
detalles con la resistencia checa.
Una vez contactados, comenzaron por
estudiar minuciosamente los hábitos de
desplazamiento de Heydrich y advirtieron
que invariablemente empleaba la misma
ruta cuando marchaba desde el castillo
hacia el aeropuerto, en Praga, y siempre a
la misma hora. La elaboración del
atentado era sumamente simple: emboscar
el cabriolet de Heydrich y asesinarlo.
En la ruta del Castillo de Praga a las
oficinas de Heydrich había una curva muy
cerrada que obligaba al chofer a aminorar
la velocidad del vehículo del dirigente
nazi y este fue el punto de ataque elegido.
Por fin, después de varios ensayos y
titubeos, la fecha del atentado fue fijada
para la mañana del 27 de mayo de 1942.
El martes 26 por la noche, Heydrich
asistió con su esposa Lina a un homenaje
a su padre, el músico Bruno Heydrich, en
el palacio de Waldstein, en Praga. La
última foto en vida le fue tomada a la
salida del homenaje.
Última fotografía de Heydrich, tomada el
26 de mayo de 1942.
Tres guerrilleros se apostaron en un
recodo del camino a la entrada a Praga,
justo por donde pasaría Heydrich ese
domingo. Uno de ellos, Kubiš, llevaba
una granada británica antitanque No. 73
modificada; otro, Gabčík, un
subfusil Sten y el tercero, el Podporučík
(subteniente) Josef Valčík, haría las
señales con un pequeño espejo a una
distancia de unos 100 metros (109
yardas).
El día fijado suponían que Heydrich
pasaría por allí cerca de las diez de la
mañana, pero excepcionalmente, y para
sorpresa de los comandos, no apareció a
la hora estimada, por lo que se pusieron
muy nerviosos y pensaron en abortar la
misión.
Heydrich, en efecto, se había retrasado,
pues de modo inusual se había quedado
media hora más en el castillo para atender
un asunto urgente de última hora, pero
después subió a su coche descapotable y
tomó la ruta habitual.
Cuando ya iban a abandonar la zona,
Valcik avisó a los demás que el vehículo
venía en camino y sin escolta, por lo que
los militares rápidamente volvieron a sus
puestos.
El coche en el que venía Heydrich no
llevaba escolta de protección, pues éste
pensaba que era imposible arriesgarse a
atentar contra alguien tan poderoso como
él.
Al llegar a la curva, el Mercedes-
Benz Typ 320 redujo la velocidad y en
ese momento Gabčík empuñó su Sten con
la intención de abrir fuego, pero el arma
se encasquilló y Gabčík se puso muy
nervioso, mientras observaba al temido
jefe de las SS.
Heydrich, al percatarse de la situación, se
levantó del asiento con el coche aún en
marcha y se aprestó a sacar su Luger para
repeler el ataque. Gabčík, completamente
aterrorizado, abandonó el subfusil
lanzándolo a la vereda y echó a correr.
Kubiš, menos nervioso, pudo activar la
granada y arrojarla en el momento justo
en que Heydrich apuntaba con la pistola
en su dirección, cayendo al costado de la
rueda trasera derecha.
Recompensa ofrecida por los nazis para
capturar a Josef Valčík
El Oberscharführer (suboficial) Klein,
chófer de Heydrich, pistola en mano
también, consiguió bajarse en persecución
de Kubiš. En ese momento, la granada
estalló al lado de la puerta trasera derecha,
alcanzando las esquirlas en la espalda de
Heydrich, hiriéndole. Instintivamente, se
volteó protegiendo su rostro con los
brazos; aun así, pudo bajarse del vehículo
y lograr dar algunos pasos y disparar a los
atacantes, antes de quedar tumbado en la
acera agarrado a una reja y
desangrándose. El SS Klein alcanzó a
Kubiš en una esquina, pero este le disparó
por sorpresa, dejándolo malherido. Kubiš
tomó una bicicleta y escapó ileso del
lugar.

Un Sten Mark II, similar al empleado por


Gabčík.
El resto de los comandos checos lograron
huir a la carrera, con la amarga sensación
de haber fallado en el objetivo de la
misión.

El Mercedes-Benz Typ 320 de Heydrich


tras el atentado.
Heydrich fue auxiliado por una mujer
checa y llevado al hospital de Bulovka,
en Praga, donde insistió en ser atendido
solamente por médicos alemanes. Las
heridas de Heydrich comprometían
el bazo; había restos de crin del relleno
del asiento, la tela, metales y parte de su
uniforme. Parecía que Heydrich podría
salvarse si era tratado a tiempo, pero un
obstinado Heydrich prefirió ser atendido
por doctores de absoluta confianza.
El Reichsführer-SS Heinrich Himmler
envió al médico del Waffen-SS Karl
Gebhardt, quien inició un tratamiento
con sulfamidas. El retraso en recibir
atención médica permitió que
las esquirlas de metal y restos
de crines del asiento incrustados
infectaran no solo la herida, sino que se
propagaran al torrente sanguíneo a través
del bazo que estaba abierto.
Esto probablemente le costó la vida, pues
cuarenta y ocho horas después las heridas
recibidas, en especial una esquirla alojada
en el bazo, se infectaron y provocaron
una septicemia generalizada, que al cabo
de ocho días le causaron la muerte.
Mientras Heydrich estaba en el hospital,
las tropas SS salieron a las calles de Praga
y se dedicaron a buscar a los guerrilleros.
Aunque se detuvo a miles de sospechosos,
no lograron dar con su paradero y se
ofreció una recompensa de
100.000 coronas checas a quien revelara
el escondite de los atacantes de Heydrich.
Pero mientras tanto Heydrich fallecía sin
salir del coma el 4 de junio de 1942. Se
empezó ofreciendo recompensas y se
desató una ola de ejecuciones en la capital
checa.
Ventanilla de la Iglesia de San Cirilo, que
da a la cripta en donde fueron acorralados
los comandos. Conmemoración de 2017.
Al final, el 16 de junio, uno de los
implicados, Karel Čurda, impactado con
la ola de ejecuciones entre la población
checa, cometió delación y se presentó
ante el Obergruppenführer Karl Hermann
Frank, traicionando a sus camaradas. Los
denunció al SS dando su paradero, con la
esperanza ingenua de que, si sacrificaba a
sus compañeros, las ejecuciones sumarias
se detendrían, lo que en la realidad no
sucedió.
Los guerrilleros checos se habían
refugiado en la antigua iglesia de
los Santos Cirilo y Metodio, en una
especie de cripta subterránea con
catacumbas, donde una de las ventanillas
daba a la calle.
Finalmente, los principales perpetradores
del atentado, Josef Bublík, Jozef Gabčík,
Jan Hrubý, Jan Kubiš, Adolf Opálka,
Jaroslav Švarc y Josef Valčík, quedaron
atrapados en la iglesia. A las 4:15 del 18
de junio de 1942, la cripta fue rodeada y
asediada por unos 750 soldados
del Heer y el Waffen-SS bajo el mando
del Gruppenführer Karl Fischer von
Treuenfeld. Después de una lucha de siete
horas, los nazis habían perdido catorce
hombres y otros veintiuno resultaron
heridos. Seis comandos se suicidaron para
no caer vivos en manos alemanas; el
séptimo, Kubiš, que había sido
gravemente herido por la metralla de una
granada, murió desangrado. El traidor
Karel Čurda reconocería los cadáveres de
sus ex camaradas.5
El obispo Gorazd asumió la culpa de las
acciones en la catedral para minimizar las
represalias entre sus feligreses e incluso
escribió cartas a las autoridades nazis, que
lo arrestaron el 27 de junio de 1942 y lo
torturaron. El 4 de septiembre de 1942, el
obispo, los sacerdotes de la iglesia y los
principales líderes laicos fueron llevados
al campo de tiro de Kobylisy en un
suburbio al norte de Praga y fusilados.
Por sus acciones, el obispo Gorazd fue
luego glorificado como mártir de
la Iglesia Ortodoxa Oriental.
 Miembros del comando checo autor
del atentado

Jan Kubiš
Sargento
Perteneciente a las fuerzas checas en el
exilio. Reclutado por el SOE para el
contacto con la clandestinidad checa-
Activó la granada de mano que hirió de
gravedad a Heydrich.
 

Jozef Gabčík
Sargento.
Soldado eslovaco reclutado por el SOE
para apoyar en el remate de la
operación.
 

Adolf Opálka
Teniente primero
Soldado checo reclutado por el SOE
para dirigir la Operación.
 

Karel Čurda
Sargento mayor
Soldado de las fuerzas checas en el
exilio, reclutado por el SOE.
Cometió traición al revelar la ubicación
de los autores del atentado.
 

Josef Valčík
Teniente.
Soldado checo reclutado por el SOE
para apoyar en la operación. Catorce
familiares de Valčík sería detenidos,
deportados y asesinados en el Campo de
concentración de Mauthausen-Gusen.
Consecuencias del atentado[editar]
Artículo principal: Masacre de Lídice

Lídice, destruida. Imagen de 1942.


El cuerpo de Heydrich fue llevado
a Berlín y se le dio un funeral apoteósico,
al cual acudió toda la alta jerarquía nazi y
donde el mismo Hitler estuvo presente,
mostrándose en todo momento
apesadumbrado.
Hitler quiso emprender graves represalias
contra los checos, pero como eso
perturbaría la producción industrial (tan
necesaria para la guerra), las tropas SS de
Frank ejecutaron a 340 habitantes del
pueblo de Lídice (192 hombres, 60
mujeres y 88 niños).
Lo mismo le sucedió a otro pequeño
poblado llamado Ležáky dos semanas
después: los hombres asesinados, las
mujeres enviadas a los campos de
concentración y los niños «arianizados» o
enviados a las cámaras de gas. El
resultado final de la represión por la
muerte de Heydrich fue de 1300 personas,
entre partisanos, altos dirigentes checos y
víctimas circunstanciales, como los
habitantes de Lídice.
Escultura conmemorativa de la Masacre
de Lídice.
Luego, dicha población se hizo
desaparecer de los mapas y físicamente.
En total murieron unos 4.600 checos
como represalia por el asesinato de
Heydrich. Con la muerte de Heydrich se
privó al régimen nazi del más brutal e
inteligente esbirro que pudo tener Hitler.
Lamentablemente, los dados lanzados por
Heydrich ya estaban rodando y la muerte
de cientos de miles de judíos no se detuvo
con su muerte.
Entre los miles de detenidos estuvo Ana
Malinová, novia de Jan Kubiš, quien
murió en el campo de concentración de
Mauthausen-Gusen.
Marie Opálková, tía del Nadporučík
(teniente primero) Adolf Opálka, fue
ejecutada en Mauthausen el 24 de octubre
de 1942. Su padre, Viktor Jarolím,
también fue asesinado.
La Operación Antropoide fue el único
intento exitoso de asesinar a un
importante líder nazi.
Karel Čurda fue recompensado con casi
dos millones de Reichsmarks. Después de
la guerra, el 29 de abril de 1947, fue
ejecutado en Praga por
el delito de traición.

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