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TEMA : SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN

1. INTRODUCCIÓN
2. PRINCIPIOS DE FUNCIONAMIENTO BÁSICO
DE LA SENSACIÓN-PERCEPCIÓN
3. SISTEMAS SENSORIALES
4. PERCEPCIÓN

1. INTRODUCCIÓN

¿Cómo penetra en el interior el mundo exterior? En términos modernos, ¿cómo construimos las representaciones del
mundo externo? Para representar el mundo en nuestra cabeza, debemos detectar la energía física del entorno y
codificarla en señales nerviosas, un proceso que tradicionalmente se ha denominado sensación. Y debemos
seleccionar, organizar e interpretar las sensaciones, proceso que se ha venido llamando percepción.

Los psic denominan procesamiento ascendente al análisis sensorial que se inicia en el nivel de entradas.
Construimos el dibujo de nuestras percepciones no sólo basándonos en las sensaciones que ‘suben’ al cerebro, sino
también en la experiencia y las expectativas, operación que los psic denominan procesamiento descendente.

2. PRINCIPIOS DE FUNCIONAMIENTO BÁSICO DE LA SENSACIÓN-PERCEPCIÓN

2.1. LOS UMBRALES

La psicofísica estudia la relación entre esa energía física y nuestra experiencia psicológica.

- Umbrales absolutos: Nuestra conciencia de estímulos apenas perceptibles son la prueba de nuestros umbrales
absolutos, esto es, la estimulación mínima necesaria para detectar un estímulo.
- Umbrales diferenciales: El umbral diferencial (también llamado diferencia mínima detectable o dmd) es la
diferencia mínima que una persona puede identificar entre cualquier pareja de estímulos el 50% de las veces.

Si añades 10 gr a un peso de 100 gr, detectarás la diferencia; si añades 10 gr a un peso de un kg. no notas la
diferencia, porque el umbral diferencial ha aumentado. E. Weber descubrió que, independientemente de la
magnitud, dos estímulos deben diferir en una proporción constante para que su diferencia sea perceptible (ley de
Weber).

Para que una persona normal pueda percibir la diferencia entre dos luces, la intensidad de éstas debe diferir en un
8%; el peso de dos objetos en un 2%; y la frecuencia de dos sonidos en un 0,3%.

 La teoría de la detección de señales (TDS)

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La detección de un estímulo débil, o de una señal, depende no sólo de la fuerza de éste, sino también del estado
psicológico, es decir, la experiencia, las expectativas, la motivación y el cansancio. La teoría de la detección de
señales predice cuándo detectaremos señales débiles. Sus teóricos han demostrado que los umbrales absolutos
varían. Aunque cansados, los padres no dejan de percibir por ello el más ligero quejido de sus hijos, pero pueden no
percibir otros sonidos más fuertes pero carentes de importancia para ellos.

2.2. LA ESTIMULACIÓN SUBLIMINAL

En 1956 causó mucho revuelo un informe falso acerca de la influencia inconsciente que ejercían sobre el público en
los cines de New Jersey unos mensajes imperceptibles que decían ‘BEBA COCA-COLA’ y ‘COMA
PALOMITAS’. Esto nos permite extraer dos conclusiones: por una parte, que inconscientemente podemos sentir
estímulos subliminales (literalmente, ‘debajo del umbral’) y por otra, que, también de forma inconsciente, dichos
estímulos ejercen extraordinarios poderes sugestivos.

¿Podemos sentir estímulos por debajo de los umbrales absolutos? Sí. ¿Pueden afectarnos estímulos tan débiles que
nunca podremos llegar a notar? En ciertas condiciones sí. En un experimento se mostraban escenas subliminales
emocionalmente positivas (como unos gatitos o una pareja de enamorados) o negativas (como un hombre-lobo o un
cadáver) antes de que los participantes vieran nueve diapositivas de diferentes personas. Las personas que aparecían
en las diapositivas parecían más agradables si su foto aparecía inmediatamente después de la imagen imperceptible
de unos gatitos que si aparecían después de la de un hombre-lobo. Por tanto, podemos procesar información sin ser
consciente de ella.

¿Pueden realmente los publicistas manipularnos mediante la ‘percepción oculta’? Los psicólogos afirman casi
unánimemente que no. Ej: la Corporación de Emisoras de Canadá utilizó una popular serie de televisión para lanzar
un mensaje subliminal 352 veces. Al preguntarles cuál creían que era el mensaje, ninguna de las 500 personas que
contestaron por carta a la pregunta lo adivinaron. Sin embargo, casi la mitad afirmaron haberse sentido extrañamente
hambrientos o sedientos mientras veían la serie. Pero no fue más que el efecto de las expectativas. El mensaje real
era ‘LLAME POR TELÉFONO, YA’. Pero no produjo efecto alguno en la utilización de teléfonos en Canadá. A la
vista de todas las pruebas se afirma ‘los procedimientos subliminales aportan un valor escaso o nulo al marketing’.
2.3. LA ADAPTACIÓN SENSORIAL

Al sumergirte en una piscina, sientes frío y te quejas de lo fría que está el agua. Pero poco tiempo después, animas a
tus amigos a que te acompañen diciéndoles: “¡Venga, que el agua está buenísima!” Estos ejemplos ilustran el
fenómeno de la adaptación sensorial, esto es, la disminución de la sensibilidad ante un estímulo constante.

Tras una exposición constante a un estímulo, la frecuencia de excitación de las células nerviosas disminuye.
Nuestros receptores sensoriales están alerta ante la novedad; si se les aburre con repeticiones, liberan nuestra
atención para que podamos ocuparnos de cosas más importantes. Estos refuerza una afirmación fundamental: no
percibimos el mundo exactamente como es, sino como nos resulta útil percibirlo.

3. SISTEMAS SENSORIALES

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3.1. EL SENTIDO DE LA VISTA

Los ojos reciben energía luminosa que translucen (transforman) en mensajes nerviosos que el cerebro procesa para
convertirlos en las imágenes que vemos conscientemente.

1. Importancia de la información visual: la captura visual.

La información visual se filtra a través de niveles progresivamente más abstractos. En el nivel de entrada, la
retina procesa la información antes de enviarla a la corteza. Las capas de células de la retina ayudan a codificar y
analizar la información sensorial.
En el ojo humano hay aproximadamente un millón de células ganglionares. Una célula ganglionar normal
responde a los contrastes de luz y oscuridad detectados por sus células receptoras. Pero la mayor parte de
procesamiento de la información tiene lugar en el cerebro. Cada área de la retina transmite la información al lugar
correspondiente del lóbulo occipital, la corteza visual situada en la parte posterior del cerebro. Las células de la
retina son tan sensibles que incluso la presión las activa.

a) La detección de características : Las células ganglionares registran información en su zona del campo visual y
envían señales a la corteza. D. Hubel y T. Wiesel (1979) demostraron que cuando ciertas neuronas de la corteza,
denominadas detectores de características, reciben esa información, responden a las características específicas
de una escena (los bordes, los ángulos, las líneas y los movimientos). Sobre la base de esos elementos, el
cerebro forma las imágenes.

b) El procesamiento paralelo: Aunque los impulsos nerviosos viajan 3 millones de veces más lentos que la
información interna de un ordenador, la capacidad del cerebro para reconocer caras conocidas es infinitamente
superior a la de cualquier microprocesador. A diferencia de la mayoría de los ordenadores, que realizan
procesamientos secuenciales, el cerebro realiza un procesamiento paralelo, lo cual significa que podemos hacer
varias a la vez. El cerebro divide una escena visual en subdimensiones, como el color, la profundidad, el
movimiento y la forma, y trabaja simultáneamente en cada uno de dichos aspectos. El proceso completo del
reconocimiento de las caras requiere un enorme esfuerzo por parte del cerebro (30% de la corteza, es decir, 10
veces el área que le cerebro dedica al oído).

2. Espectro visual.

Lo que golpea nuestros ojos no es el color sino las ondas de energía electromagnética que el sistema visual
experimenta como colores. Lo que para nosotros es luz visible, en realidad no es otra cosa que una pequeña porción
de todo el espectro de radiación electromagnética. Cada organismo es sensible a diferentes partes del espectro. La
longitud de onda de la luz determina su tonalidad (color); y la intensidad (amplitud) influye en el brillo (pureza,
claridad).

3. La anatomía del ojo.

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La luz entra en el ojo a través de la córnea, una protección transparente que recubre el ojo, y penetra por la
pupila, una pequeña entrada ajustable. El diámetro de la apertura de la pupila, que determina la cantidad de luz que
entra en el ojo, se regula mediante el iris, un músculo de colores que rodea a la pupila. Detrás de la pupila se
encuentra el cristalino, que enfoca los rayos luminosos para formar una imagen sobre los rayos que se proyectan
sobre dicha superficie, cambiando su propia curvatura en un proceso denominado acomodación. La superficie
interior sensible a la luz sobre la que se proyectan los rayos es la retina, un tejido formado por varias capas de
células.

a) La retina: Una partícula de energía luminosa primero llega a las células receptoras, los bastones y los conos. Al
chocare con los bastones y los conos, la energía luminosa provoca cambios químicos que generan señales
nerviosas. Dichas señales activan las células bipolares, que a su vez activan las células ganglionares para formar
el nervio óptica que transporta la información al cerebro. En el lugar del ojo de donde parte el nervio óptico no
hay células receptoras. Es por ello que se le denomina punto ciego.
La mayoría de los conos están agrupados alrededor de la fóvea, el área de máxima acuidad visual de la
retina. Muchos conos disponen de sus propias células bipolares para facilitar la transmisión de los mensajes a la
corteza, la cual dedica una gran parte de su área a los impulsos procedentes de la fóvea. Los ojos suelen tardar
20 minutos en adaptarse completamente a las nuevas condiciones de luz.
b) La visión del color: ¿El tomate es rojo? No. En primer lugar, el tomate es todo menos rojo, porque lo que hace
es rechazar (reflejar) las largas longitudes de onda del color rojo. En segundo lugar, el color del tomate es el
resultado de nuestra construcción mental. Como afirmó Newton “los rayos (de luz) no tienen color”. El color,
como todos los demás aspectos de la visión, no reside en el objeto sino en nuestro cerebro.
Young y Helmholtz demostraron que, combinando rayos de luz de los tres colores básicos (rojo, verde y
azul) era posible crear cualquier color. Muchos años más tarde, unos investigadores midieron la respuesta de
varios conos a diferentes estímulos de color y confirmaron la Teoría tricromática Young-Helmholtz, que afirma
simplemente que la retina tiene tres tipos de receptores del color.
Hering descubrió que cuando miramos un cuadrado verde durante un trato y a continuación miramos una
hoja en blanco, vemos rojo, el color opuesto al verde. Al mirar un cuadro amarillo, veremos a su opuesto, el
azul, sobre una hoja de papel en blanco. Hering supuso que existían dos procesos adicionales del color, uno
responsable de la percepción del rojo en oposición al verde y otro para el azul en oposición al amarillo. Un siglo
más tarde, los investigadores confirmaron la teoría del proceso opuesto de Hering.
La respuesta actual al misterio de la visión del color es a grandes rasgos la siguiente: el procesamiento del
color tiene lugar en dos etapas. Los conos de la retina sensibles al rojo, al verde y al azul responden en grados
variables a diferentes estímulos de color, tal como afirmaba la teoría tricromática Young-Helmholtz. A
continuación, las células del sistema nervioso sensibles a los colores opuestos procesan las señales, antes de que
lleguen a la corteza visual.

3.2. EL SENTIDO DEL OÍDO

1. Las ondas sonoras.

La fuerza, o amplitud, de las ondas sonoras determinan la intensidad del sonido. Las ondas también varían en su
longitud, y, por tanto, en su frecuencia, que determina el tono. Los decibelios son la unidad de medida de la energía

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del sonido. La exposición prolongada a sonidos de intensidad superior a 85 decibelios puede acarrear una pérdida de
audición.

2. Anatomía del oído.

Para oír el órgano del oído humano lleva a cabo dicha operación mediante una intrincada reacción en cadena
mecánica. En primer lugar, el oído experto canaliza las ondas sonoras a través del conducto auditivo externo hasta el
tímpano, una membrana tensa que hacen vibrar las ondas. El oído medio transmite las vibraciones del tímpano a
través de un pistón formado por tres huesecillos (martillo, yunque y estribo), desde la cual se introducen en el oído
interno a través de un conducto en forma de caracol, la cóclea.
Las vibraciones provocan una oscilación en la membrana de la cóclea (la ventana oval) que hace vibrar el fluido
que contiene el conducto. Este movimiento crea unas ondas en la membrana basilar, formada por líneas de células
filiares, así denominadas por sus pequeñas proyecciones en forma de vello. Al final de la secuencia, las ondas de la
membrana basilar tuercen las células ciliares. Este movimiento crea unos impulsos en las fibras nerviosas
adyacentes, que convergen para formar el nervio acústico.
Mediante esta cadena mecánica de operaciones, las ondas sonoras se convierten en mensajes nerviosos que
llegan a la corteza auditiva del lóbulo temporal. El oído es, pues, el resultado de la transformación de vibraciones del
aire en ondas líquidas y, finalmente, en impulsos eléctricos.

3. Teorías de la audición.

Las teorías actuales sobre la diferenciación del tono son el resultado de la combinación de dos teorías.

a) La teoría del lugar: Afirma que oímos diferentes tonos porque las diferentes ondas sonoras provocan actividades
en diferentes lugares de la membrana basilar de la cóclea. De este modo, el cerebro puede determinar el tono de
un sonido identificando el lugar de la membrana desde el que recibe las señales nerviosas. Aunque la teoría del
lugar explica cómo oímos los sonidos de tono elevado, no explica cómo oímos los tonos bajos.

b) La teoría de la frecuencia: Las ondas sonoras que penetran en el oído provocan vibraciones en la membrana
basilar, que a su vez crea impulsos nerviosos que se dirigen al cerebro al mismo ritmo que las ondas sonoras. Si
la onda sonora tiene una frecuencia de 100 ondas por segundo, ello significa que el nervio acústico transporta
100 impulsos por segundo. De este modo, el cerebro puede determinar el tono sobre la base de la frecuencia de
los impulsos nerviosos.
La teoría de la frecuencia presenta dos problemas: las neuronas no pueden activarse más de 1000 veces por
segundo. ¿Cómo es posible entonces que percibamos sonidos cuya frecuencia supera las 1000 ondas por
segundo? La explicación se halla en el principio de la rotación: igual que los soldados llevan a cabo una
rotación de disparo, de manera que mientras unos disparan otros cargan sus armas, las células nerviosas pueden
activarse en rotación, y conseguir así frecuencias muy superiores a los 1000 impulsos por segundo. La solución
más plausible para explicar cómo oímos los tonos medios es utilizar la combinación de ambas teorías.

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3.3. EL SENTIDO DEL TACTO.

Desde el principio de la vida, el contacto es esencial para el desarrollo de las personas. Los bebés prematuros ganan
peso más deprisa y pueden irse a casa más pronto si se les estimula con masajes. El sentido del tacto es en realidad
una mezcla de al menos cuatro sentidos epidérmicos diferentes: la presión, el calor, el frío y el dolor. La piel
contiene diferentes tipos de terminaciones nerviosos.

No existe una relación simple entre lo que sentimos en un lugar específico de la piel y el tipo de terminaciones
nerviosas presentes en dicho punto. Sólo la presión tiene receptores identificables. La relación entre el calor, el frío
y el dolor y los receptores que responden a ellos es un misterio. El dolor es la forma en que nuestro cuerpo nos
informa de que algo no funciona. Las pocas personas que nacen sin la capacidad de sentir dolor, normalmente,
mueren al principio de la edad adulta.

3.4. LOS SENTIDOS QUÍMICOS

1. El gusto.

El sentido del gusto incluye cuatro sensaciones básicas: dulce, agrio, salado y amargo. Existen receptores que
responden especialmente a las moléculas del sabor dulce, del salado, el amargo e del agrio. Los receptores del gusto
se regeneran cada semana o cada dos. El tabaco y el alcohol aceleran la degeneración de las papilas y de la
sensibilidad.
Las personas que pierden el olfato creen haber perdido también el sentido del gusto. El olfato no sólo mejora la
percepción del gusto, sino que modifica. El aroma de fresa de una bebida mejora nuestra percepción de su dulzura.
El olfato más el gusto dan lugar al sabor.

2. El olfato.

La respiración se realiza en dos fases, inhalación y exhalación, salvo en dos momentos, al nacer y al morir. Las
células olfativas alertan instantáneamente el cerebro a través de las fibras del nervio olfativo. El funcionamiento
exacto de las células olfativas es un misterio. Los receptores olfativos identifican los olores individualmente. Los
olores también tienen la facultad de evocar recuerdos y sentimientos. El olfato es un sentido primitivo.

3.5. OTROS SENTIDOS: LA PRIOCEPCIÓN Y EL EQUILIBRIO

Nuestro funcionamiento efectivo requiere un sentido cinestésico, que informa al cerebro de la posición y el
movimiento de todas las partes del cuerpo, y un sentido del equilibrio, que controla la posición y el movimiento de
todo el cuerpo.
4. PERCEPCIÓN

Para poder construir una imagen del mundo en nuestra mente, debemos captar energía física de nuestro entorno y
codificarla en forma de señales neuronales (sensación). Acto seguido, tenemos que seleccionar, organizar e

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interpretar nuestras sensaciones (percepción). En cualquier momento, el ser humano es consciente de una pequeña
parte de todo o que es capaz de percibir. Un ejemplo de la atención selectiva es el efecto de la fiesta multitudinaria,
que consiste en prestar atención a una voz entre las muchas que se oyen.

Cuando el ser humano recibe varias sensaciones, las organiza en una Gestalt, palabra alemana que significa “forma”
o “conjunto”. Los psicólogos de la Gestalt aportaron una serie de demostraciones de la percepción Gestalt y
establecieron los principios según los cuales organizamos las sensaciones en percepciones. Tal y como afirmaron los
psicólogos de la Gestalt, en la percepción, el conjunto puede eclipsar a la suma de las partes. La tendencia del ser
humano a agrupar sensaciones visuales en formas completas desencadena tanto procesamientos ascendentes (que se
inician con un análisis sensorial básico) como procesamientos descendentes (que se basan en las experiencias y
expectativas para interpretar dichas sensaciones).

La sensación y la percepción se mezclan en un proceso continuo que se desarrolla de forma ascendente, a partir de
unas células que detectan sensaciones; y también de forma descendente, a partir de nuestras hipótesis.

4.1. PERCEPCIÓN DE LA FORMA: LEYES GESTÁLTICAS DE LA ORGANIZACIÓN PERCEPTIVA

- Principio figura-fondo: organización del campo visual en objetos (las figuras) que sobresalen de los que los
rodea (el fondo).
- Principio de proximidad: agrupamos las figuras más próximas en un mismo conjunto.
- Principio de similitud: agrupamos las figuras similares.
- Principio de continuidad: percibimos mejor los trazos continuos que los discontinuos.
- Principio de cierre: tenemos tendencia a unir los espacios en blanco para crear un objeto completo.
- Principio de conexión: cuando las manchas, líneas o áreas son uniformes y están unidas, las percibimos como si
fueran unidades.

4.2. PERCEPCIÓN DE LA PROFUNDIDAD

Implica visión en 3D y es en parte innato. El precipicio visual es un dispositivo de laboratorio diseñado para
experimentar con la percepción de la profundidad en niños y animales de corta edad.
Indicadores binoculares: pista para captar la profundidad, como la disparidad retiniana y la convergencia, que
depende de la utilización de los dos ojos.
Indicadores monoculares: pista para captar la distancia, como por ejemplo la perspectiva lineal y la superposición,
propia de la utilización independiente de un solo ojo.

- Tamaño relativo: si asumimos que dos objetos tienen un tamaño parecido, percibimos el que reproduce la
imagen retiniana más pequeña como si estuviera más lejos de nosotros.
- Interposición: si un objeto tapa parcialmente a otro, lo percibimos como si estuviera más cerca.
- Claridad relativa: como la luz de los objetos lejanos pasa a través de la atmósfera, percibimos los objetos
borrosos como si estuvieran más lejos de nosotros que los objetos claros.
- Gradiente de textura: cambio gradual de una textura rugosa a una fina, las texturas borrosas hacen que aumente
la distancia. Los objetos alejados parece que sean más pequeños y que formen grupos más densos.

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- Altura relativa: el ser humano percibe los objetos más altos como si estuvieran más lejos. La altura relativa
puede contribuir al hecho de que percibamos las dimensiones verticales como más largas que las dimensiones
horizontales que tienen la misma longitud.
- Movimiento relativo: cuando nos movemos, los objetos estáticos parece que se desplacen en función de nuestro
desplazamiento.
- Perspectiva lineal: las líneas paralelas parece que converjan en la distancia. Cuanto más convergen dichas
líneas, mayor parece la distancia que percibimos.
- Brillo relativo: los objetos que se encuentran cerca de nosotros reflejan más luz en nuestros ojos. Del mismo
modo, si vemos dos objetos idénticos, el más oscuro parece estar más lejos. La sombra también produce una
sensación de profundidad que consiste en asumir el origen de la luz.

4.3. PERCEPCIÓN DEL MOVIMIENTO

Nuestro cerebro calcula el movimiento basándose parcialmente en la suposición que sostiene que los objetos que
disminuyen del tamaño se alejan y que los objetos que aumentan de tamaño se aproximan. El fenómeno phi es una
ilusión del movimiento que aparece cuando dos o más luces adyacentes se encienden y se apagan de forma sucesiva.

4.4. CONSTANCIAS PERCEPTIVAS

Muchas veces la constancia perceptiva hace que percibamos los objetos conocidos como si tuvieran una forma
constante a pesar de los cambios que experimentan sus imágenes retinianas.

4.5. ILUSIONES PERCEPTIVAS: Superioridad de la vista sobre el resto de los sentidos.

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