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La Remuneracion
La Remuneracion
1. Introducción
Teniendo en cuenta este marco, el presente trabajo busca analizar, bajo una perspectiva
descriptiva, el derecho a la remuneración, desde su contenido de derecho fundamental.
Para lograr dicho objetivo, se analizará su ubicación y conceptualización desde ubicación
en el contrato de trabajo, para luego identificar y analizar su contenido de derecho
fundamental a partir de las normas que reconocen los derechos humanos-
fundamentales1.
El contrato de trabajo, sin embargo, no se agota en estos requisitos de validez, sino que
de él se desprende la institución mediante la cual se centra el análisis tutelar del Derecho
del Trabajo: la relación laboral2. Así, los elementos que configuran la relación laboral
encontramos la prestación personal de servicios, la remuneración percibida como
contrapartida de los servicios del trabajador, y la subordinación, es decir, el vínculo
jurídico de sujeción que ostenta el empleador para direccionar los recursos humanos que
le son puestos a disposición.
3. Conceptualización de remuneración
No existe consenso pacífico sobre la definición de remuneración. Así, por ejemplo, López
Basanta3 identifica al salario como “la prestación debida al trabajador subordinado, por su
empleador, en relación sinalagmática con la debida retribución por aquel a este
(prestación del trabajo). El salario, para el jurista es, ante todo, la contraprestación del
trabajo subordinado”4.
Desde otra perspectiva, Mario de la Cueva5 establece que el salario o remuneración “es la
retribución que debe percibir el trabajador por su trabajo, a fin de que pueda conducir una
2
En esa línea, Alonso Olea y Casas Baamonde señalan que “el contrato de trabajo, en puridad, es una
relación jurídica en virtud de la cual los frutos del trabajo pasan, ab initio, desde el momento mismo de su
producción, a integrar el patrimonio de persona distinta del trabajador. El contrato de trabajo es el título
determinante de la ajenidad de los frutos del trabajo en régimen de trabajo libre” (ALONSO OLEA, Manuel y
CASAS BAAMONDE, María Emilia, Derecho del trabajo, 19ª ed., Civitas, Madrid, 2001, p. 55).
3
LÓPEZ BASANTA, Justo, El Salario, Ediciones Jurídicas, Buenos Aires, 1988, p. 33.
4
En el mismo sentido, Rendón Vasquez declara que “dinama del hecho de ser la remuneración una
contraprestación que en la estructura del contrato de trabajo, ya que como un acuerdo o como una relación en
ejecución, equilibra la obligación del trabajador de poner a disposición del empleador su fuerza de trabajo.
Esta reciprocidad obligacional constituye la causa del contrato […], y es esencial en el contrato de trabajo”
(RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge, Derecho individual del trabajo, Tarpuy, Lima, 1988, p. 286). Para el caso de la
doctrina peruana –preguntándose sobre qué es lo que contrapresta la remuneración en nuestro ordenamiento
4
jurídico laboral- Pizarro Díaz concluye que esta es “la ventaja patrimonial percibida por el trabajador como
contraprestación global o genérica, principalmente conmutativa, pero con rasgos aleatorios, a la puesta a
disposición de su fuerza de trabajo” (PIZARRO DÍAZ, Mónica, La remuneración en el Perú. Análisis jurídico
laboral, González & Asociados - Consultores laborales, Lima, 2006, p. 51). Por su parte, Gonzales Rincón
definido al salario como: “la retribución de origen legal o contractual, en dinero, especio o constitutiva de
cualquier provecho o ventaja patrimonial que el empleador está obligado a pagar al trabajador por la labor
prestada o convenida por razones de protección social o, en todo caso, que le corresponda por efecto de la
relación de trabajo, como medio de vida para el trabajador y su familia” (GONZALES RINCÓN, Ricardo,
“Conceptualización y naturaleza del salario” en Gaceta Laboral, Nº 1, Vol. 1, Maracaibo, 1995, p. 75.)
5
DE LA CUEVA, Mario, El nuevo Derecho mexicano del trabajo, México, 3era ed., Ed. Porrua, 1975, T. I, p. 297.
existencia que corresponda a la dignidad de la persona humana, o bien una retribución
que asegure al trabajador y a su familia una existencia decorosa”6.
Tratando de condensar las diversas posturas que existen, Mascaro Nascimiento clasifica
las concepciones que definen a la remuneración desde el punto de vista contraprestativo
y desde el no contraprestativo. En cuanto al primero, encontramos distintos niveles de
contraprestatividad de la remuneración: al trabajo efectivo, a la disponibilidad del
trabajador y la contraprestación del contrato de trabajo. Respecto al segundo, se
encuentra la teoría del salario social y el salario como conjunto de prestaciones
económicas del trabajador7.
Como se aprecia de las definiciones citadas, que tratan de condensar las diversas
posturas sobre la remuneración, algunas de ellas tienen como común denominador la
prevalencia su carácter retributivo, mientras que otras involucran tanto su carácter
contraprestativo como la función social que esta cumple en los trabajadores.
Tomando en cuenta ello, y acorde con la línea descriptiva del presente trabajo, no es
nuestra intención incorporar una definición adicional a las diversas posturas que se tienen
sobre la remuneración. Lo importante, consideramos nosotros, es la identificación de los
caracteres que se toman en cuenta para su conceptualización. Así, para el análisis de la
remuneración como derecho fundamental es importante identificar su carácter retributivo y
el carácter de sustento acorde con la función social que cumple, conforme lo señalado en
el punto ulterior.
4. Caracteres de la remuneración
6
Desde similar caracterización, Marín Valverde, Et. Al. expresa que “el salario recibe tradicionalmente por
parte del ordenamiento jurídico un tratamiento mucho más atento y detallado que la mayoría de esas otras
prestaciones dinerarias, lo que significa que el margen de libertad de las partes del contrato para fijar su
cuantía y establecer su régimen jurídico es notablemente más reducido. Ello es así debido a que la mayoría
de los ciudadanos activos cuenta para atender a sus necesidades”. (MARTÍN VALVERDE, Antonio, RODRÍGUEZ-
SAÑUDO GUTIÉRREZ, Fermín y GARCÍA MURCIA, Joaquín, Derecho del trabajo, 6ta ed., Tecnos, Madrid, 1997, p.
579).
7
MASCARO NASCIMIENTO, Amauri, “Lineamientos del concepto de salario, en El Salario, Estudios en Homenaje
al Profesor Américo Plá Rodríguez, Ediciones Jurídicas Amalio Fernandez, Montevideo, T. 1, pp. 55-78.
- Carácter de sustento: La remuneración puede entenderse también como ingreso
personal del trabajador mediante el cual este se beneficie materialmente de su
percepción a través de su manutención y la de su familia. De ahí que desde la
política laboral, la remuneración, entendida desde el carácter de sustento, puede
ser analizada en relación a la disminución de la capacidad adquisitiva de los
trabajadores y, por ejemplo, la reducción de los niveles de pobreza de la
población. En efecto, “desde una perspectiva política-social el salario tiene el
carácter de sustento, no en el sentido minimalista sino el de ser medio para
alcanzar una vida digna”8.
8
VIDA SORIA, J., MONEREO PÉREZ, J. L. y MOLINA NAVARRETE, C., Manual de Derecho del Trabajo, en “ARCE
ORTIZ, Elmer, Derecho individual del trabajo en el Perú. Desafíos y Deficiencias, Palestra, Lima, 2008, p. 327”
9
ALFONSO MELLADO, Carlos, “Salarios y Negociación Colectiva”, en Estudios Sobre el Salario (Coord.: Aparicio
Tovar, Joaquin), Bomarzo, Albacete, 2004, p. 9.
10
Según el Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta, aprobado por el Decreto Supremo Nº
179-2004-EF, una vez deducido la cantidad de 7 Unidades Impositivas Tributarias anuales, los ingresos de un
trabajador dependiente calculados anualmente, será objeto de impuesto de acuerdo con a los porcentajes y
escalas siguientes: si el resultando de la deducción anual de 7 UIT no supera las 27 UIT, se aplicará la tasa
del 15%; si supera las 27 UIT y hasta el límite de 54 UIT, al exceso del monto se le aplicará la tasa del 21%; y
cuando el monto del impuesto sea superior a 54 UIT se aplicará el 30% del Impuesto a la Renta de Quinta
Categoría.
11
Cuando se hace mención al carácter alimentario de la remuneración, nos referimos a aquellos casos
mayoritarios donde el trabajador destina el monto que recibe de remuneración para su manutención y, de ser
ser el caso, la de su familia. Como señala, Guillermo Cabanellas: “el salario convenido
[…] está destinado a cubrir las necesidades primordiales del trabajador, ya que constituye
el medio normal que tiene de sustentarse”12.
En ese mismo sentido, desde el punto de vista del trabajo en cuanto relación social, un
rasgo sustancial que se deprende del fundamento alimentario de la remuneración es la
determinación de este hacía el nivel de vida y condiciones económica determinativas de
las relaciones sociales del trabajador. Así pues, como señala Jorge García, en relación al
valor social del ingreso proveniente del trabajo: “con las oscilaciones de las relaciones de
proporcionalidad en los intercambios de las mercancías, con las oscilaciones de sus
precios, nos jugamos siempre mucho más que un ingreso ocasional, nos jugamos nuestro
propio valor social y con él, el conjunto de nuestras condiciones de vida”14.
Esto es así, porque también en el marco de una relación laboral “el empresario se
muestra como un centro de poder, [el cual] se da no solo por la propia debilidad
contractual del trabajador, sino también por la cantidad de recursos que cuenta frente a
él16. En ese sentido, el centro de poder que se ejerce dentro de la relación laboral requiere
un control en los mismos términos que ocurre con los otros poderes de la sociedad,
porque ambos son un eventual peligro para la libertad”17.
el caso, para la de su familia. En ese sentido, deberá diferenciarse el carácter alimentario de la remuneración
de aquella cuota alimentaria que se debe a algunos parientes y que se regula en el Derecho de Familia. Sin
embargo, “ello no quita que el salario tenga en común con la ‘cuota alimentaria’ una finalidad de subsistencia
para quien recibe una u otra prestación” (LÓPEZ BASANTA, Justo, “El salario”, en Instituciones del Derecho del
trabajo y de la seguridad social, AISDTSS-UNAM, México D.F., 1997, p. 447).
12
CABANELLAS, Guillermo, Contrato de Trabajo, OMEBA, Buenos Aires, 1964, pp. 328.
13
ALFONSO MELLADO, Carlos “Salario y Negociación Colectiva”, en Estudios Sobre el Salario, Edit. Bomarzo,
2004, p.10.
14
GARCÍA, Jorge, Et. Al. “Una introducción al trabajo como relación social”, en Lo que el trabajo esconde.
Materiales para un replanteamiento de los análisis sobre el trabajo, Traficantes de Sueños, Madrid, 2005, p.
40.
15
VV.AA., Las normas internacionales de trabajo: un enfoque global, OIT, Suiza, 2002, p. 251, en
www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---normes/documents/publication/wcms_087694.pdf.
16
CANESSA MONTEJO, Miguel, “La singularidad de los derechos humanos laborales”, en
www.trabajo.gob.pe/boletin/documentos/boletin_12/doc_boletin_12_01.pdf
17
Ibídem.
dependencia económica o personal entre el empleador y el trabajador, dentro de las
cuales encontramos las siguientes18:
“2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.
3. Toda persona que trabajo tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualquiera otros
medios de protección social”.
Toda persona que trabaja tiene derecho a recibir una remuneración que, en
relación con su capacidad y destreza le asegure un nivel de vida conveniente para
sí misma y su familia”
18
Sobre el desarrollo de cada una de dichas características, recomendamos ver: HUERTA RODRÍGUEZ, Hugo, El
privilegio del crédito laboral en el Perú, Montivensa, Lima, 2011, p. 28-45.
Por su parte, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos
en materia laboral de derechos económicos Sociales y Culturales, “Protocolo de San
Salvador”, señala las siguientes garantías del derecho a la remuneración en el artículo 7º:
El Convenio 95, sobre Protección del Salario, establece las garantías de protección del
salario ya pactado previamente con un empleador y dentro del desenvolvimiento de la
relación laboral. En efecto, al tener la remuneración un contenido también patrimonial,
este puede ser objeto de descuentos indebidos y otras formas de menoscabar la garantía
de percepción y disfrute efectivo.
19
Este convenio no ha sido ratificado con el Estado Peruano por lo que solo tiene calidad de recomendación.
20
Convenio ratificado por el Estado Peruano mediante Resolución Legislativa Nº 13284, de fecha 01 de
febrero de 1960.
21
Este convenio no ha sido ratificado con el Estado Peruano por lo que solo tiene calidad de recomendación.
El Convenio 131, sobre Fijación de Salarios Mínimos establece los criterios para
determinar y aplicar la remuneración mínima. De esta manera, si bien sus disposiciones
no formulan expresamente una definición del salario mínimo, “de la lectura de estas
normas se pudiera considerar que es aquel nivel de salario por debajo del cual las partes
en un contrato de trabajo no pueden pactar una remuneración, salvo autorización legal
expresa. Este nivel mínimo debe tener en cuenta las necesidades de los trabajadores y de
sus familias, como también factores económicos, incluyendo los requerimientos del
desarrollo económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y
mantener un alto nivel de empleo”22.
Por su parte, el primer párrafo del artículo 24º de la Carta Política establece que: “el
trabajador tiene derecho a una remuneración equitativa y suficiente, que procure, para él y
su familia, el bienestar material y espiritual”24. De esta manera, el precepto en mención
establece el contenido del derecho a una remuneración equitativa y a una remuneración
suficiente. El derecho a una remuneración suficiente, se relaciona directamente con el
establecimiento de pisos mínimos de percepción remunerativa, esto es, del pago de una
remuneración mínima para los trabajadores, la cual, según señala el tercer párrafo del
artículo 24º “se regulan por el Estado con participación de las organizaciones
representativas de los trabajadores y de los empleadores”. La suficiencia de la
remuneración vendría a ser pues el criterio de política social que incide en el ámbitos
económico-sociológico cuya delimitación se debe realizar teniendo en cuenta factores
externos al contrato de trabajo25.
22
BRONSTEIN, Arturo, “Regulación del salario mínimo: normas internacionales y legislación nacional”, en
Relasur, Nº 03, Montevideo, 1994.
23
SARZO TAMAYO, Renato, “La configuración constitucional del derecho a la remuneración en el ordenamiento
jurídico peruano”, texto mimeografiado, en
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/1364/SARZO_TAMAYO_VICTOR_CONFIGU
RACION_DERECHO.pdf?sequence=1.
24
El carácter de suficiencia de la remuneración y de la aplicación del principio de igualdad salarial, se
encuentra establecido en la Constitución española de 1978, en cuyo artículo 35.1° señala que: “Todos los
españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la
promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su
familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.
25
ALONSO GARCÍA, Manuel, Curso de Derecho del Trabajo, Ed. Ariel, Barcelona, 1975, pp. 521-522. Al
respecto de la definición expuesta este autor considera que la característica del salario suficiente es una
característica ajurídica, es decir, que intervienen en su definición criterios externos al debate jurídico de la
institución; sin embargo, coincidimos con Najarro Ponce cuando, citando y comentado a este autor, señala
que: “Creemos […] que se trata de un concepto jurídico, aunque como todo lo relacionado con el salario tiene
fuertes elementos políticos, económicos y sociales. No olvidemos que todo el Derecho del Trabajo es
eminentemente humano, que mira a la dignidad del hombre que da su fuerza de trabajo.” (NAJARRO PONCE,
Desde esta perspectiva, el establecimiento de una remuneración mínima “se justifica por
su forma eficaz de crear condiciones laborales aceptables para diferentes grupos
vulnerables, en un contexto de economía de mercado. Se busca proteger a los sectores
en condiciones de empleo precario dentro de los asalariados y otros grupos minoritarios,
particularmente en situaciones cuando, por diferentes circunstancias, la tasa de
sindicalización y de negociación colectiva no presenta una cobertura amplia entre los
trabajadores”26.
Finalmente, el segundo párrafo del artículo 24º de nuestra Constitución, establece que: “el
pago de la remuneración y de los beneficios sociales del trabajador tiene prioridad sobre
cualquiera otra obligación del empleador”28. Así, el carácter prioritario de la remuneración
comprende los distintos mecanismos a través de los cuales se tutela su percepción
efectiva por parte del trabajador y, consecuentemente, es posible garantizar su finalidad:
procurar para él y su familia el bienestar material y espiritual. Dicha preferencia o prioridad
del pago del crédito laboral se sustenta “en el principio protector del derecho del trabajo,
razón por la cual dichos créditos tienen un orden superior de prelación sobre otro tipo de
acreencias. Es por ello que tanto el constituyente como el legislador han establecido un
conjunto de garantías dirigidas a asegurar la percepción, completa y puntual de las rentas
saláriales”29.
Oscar, “Los Principios del Derecho del Salario” en El Salario, Estudios en Homenaje al Profesor Américo Plá
Rodríguez, Ediciones Jurídicas Amalio Fernandez, Montevideo, T. 1).
26
MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCIÓN DEL EMPLEO, Remuneración Mínima y Canasta Básica de Consumo:
recuperación de capacidad adquisitiva y equidad distributiva, en
http://www.mintra.gob.pe/archivos/file/CNTPE/Remuneracion%20Minima%20y%20Canasta%20Basica%20de
%20Consumo_recuperacion%20de%20capacidad%20adquisitiva%20y%20equidad%20distributiva_%20Propu
esta%20de%20la%20representacion%20del%20Sector%20Trabajador.pdf
27
CABANELLAS, Guillermo, Contrato de Trabajo, Ed. Ameba, Buenos Aires, 1964, T. II, p. 335.
28
Resulta por demás curiosa la diferenciación que señala el Texto Constitucional, cuando establece que la
prioridad comprende tanto al pago de la remuneración como de los beneficios sociales, sin embargo, sólo
identifica a la remuneración con la finalidad de subsistencia: nada se dice de del cumplimiento de esta función
de los beneficios sociales. En otras palabras, si bien el artículo 24º de nuestra Constitución establece que es
la remuneración la que cumple con la finalidad de subsistencia, empero se establece que, además de la
remuneración, los beneficios sociales también gozarán del derecho de prioridad de pago. Bajo estos
presupuestos, nos preguntamos ¿los beneficios laborales no cumplen también con la función alimenticia –
subsistencia del trabajador y su familia– que dictamina el artículo 24º de nuestra Constitución? Al respecto,
Arce Ortiz ha determinado que esta diferenciación es insubstancial, dado que para el autor cuando el precepto
citado se hace referencia a los beneficios sociales, se está haciendo alusión a la dimensión social de la
remuneración (ARCE ORTIZ, Elmer, Derecho individual del trabajo en el Perú. Desafíos y Deficiencias, Palestra,
Lima, 2008, p. 327). Además, si los beneficios sociales son aquellas “percepciones otorgadas por ley, cuyo
objeto no es de retribuir la prestación de servicios del trabajador, sino el de asegurar su inclusión así como el
de su familia” (Ibídem, p 350).
29
SAMAMÉ MORANTE, Raúl, “Los actos de desprendimiento patrimonial con posterioridad a la demanda de
cobro de beneficios laborales, ¿son ineficaces?”, en Jus Jurisprudencia, Nº 07, Lima, 2007, p. 313.
Tomando como referencia la regulación constitucional del derecho a la remuneración
establecida en los artículos 23º y 24º de la Constitución, en concordancia con la
interpretación de los Tratados Internacionales de los cuales nuestro país es parte30, el TC
en la Sentencias recaída en los Expedientes Nºs 0020-2012-PI/TC y 00018-2013-P/TC,
ha delimitado el contenido esencial y no esencial o accidental del derecho a la
remuneración.
i) Acceso, en tanto nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución (artículo
23º de la Constitución).
ii) No privación arbitraria, como reflejo del acceso, en tanto ningún empleador
puede dejar de otorgar la remuneración sin causa justificada.
iii) Prioritario, en tanto su pago es preferente frente a las demás obligaciones del
empleador, de cada a su naturaleza alimentaria y su relación con el derecho a
la vida y el principio-derecho a la igualdad y la dignidad.
iv) Equidad, al no ser posible la discriminación en el pago de la remuneración.
v) Suficiencia, por constituir el quantum mínimo que garantiza el trabajador y a su
familiar su bienestar.
30
De conformidad con el artículo 55º de la Constitución, “los tratados celebrados por el Estado y en vigor
forman parte del derecho nacional.”
esencialmente los distintos caracteres de la remuneración establecidos en la propia
Constitución y en los principales Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
Otro punto que amerita nuestra crítica a la construcción jurisprudencial del contenido
esencial del derecho a la remuneración, son las relativas a las posibles consecuencias
que este pueda traer respecto a la competencia del proceso constitucional de amparo
para tutelar los aspectos determinados como de carácter esencial.
31
HABERLE, Peter H., La Garantía del Contenido Esencial de los Derechos Fundamentales en la Ley
Fundamental de Bonn, Dykinson, Madrid, 2007, p. 7.
32
HABERLE, Peter H. citado por PÉREZ LUÑO, Antonio-Enrique, La interpretación de los derechos
fundamentales p. 300.
33
Sentencia recaída en el Expediente Nº 976-2001-AA/TC, fundamento 5. El extracto de esta sentencia
pertenece a una cita que el TC peruano realiza al TC Español. Este último, como es lógico deducir, ha
acogido también la teoría institucional de los derechos fundamentales, indicando que: “el doble carácter que
tiene los derechos fundamentales. En primer lugar, los derechos fundamentales son derechos subjetivos,
derechos de los individuos no solo en cuanto derechos de los ciudadanos en sentido estricto, sino en cuanto
garantizan un estatus jurídico o la libertad en un ámbito de la existencia. Pero al propio tiempo son elementos
esenciales de un ordenamiento objeto de la comunidad nacional, en cuanto esta se configura como marco de
una convivencia humana justa y pacífica, plasmada históricamente en el Estado de Derecho y, más tarde, en
el Estado Social de Derecho o el Estado social y democrática de Derecho, según la fórmula de nuestra
Constitución (artículo 1.1.)”.
contrario del artículo 38º del Código Procesal Constitucional34, es posible que se pueda
concluir que a partir de la determinación del contenido esencial del derecho a la
remuneración, que en buena cuenta puede ser identificado con el contenido
constitucionalmente proteguido, los Juzgados Constitucionales, por ejemplo, conozcan
controversias sobre el acceso a una remuneración mínima, o sobre los supuestos de
preferencial y persecutoriedad del crédito laboral establecidos en el Decreto Legislativo
865, que precisan los alcances y prioridades de los créditos laborales.
6. A modo de conclusión
34
Código Procesal Constitucional
Artículo 38.- Derechos no protegidos
“No procede el amparo en defensa de un derecho que carece de sustento constitucional directo o que no está
referido a los aspectos constitucionalmente protegidos del mismo”.
35
Ley Nº 27986, Ley de Trabajadores del Hogar
Artículo 5.- Monto de la remuneración
“El monto de la remuneración de los trabajadores del hogar en cualquiera de sus modalidades será la
señalada por acuerdo libre de las partes.
El empleador se encuentra en la obligación de proporcionar alimentación y/o alojamiento al trabajador del
hogar, adecuados al nivel económico del empleador. Tales conceptos no serán considerados como parte
integrante de la remuneración” (el subrayado es nuestro).
36
Coincidimos, en ese sentido con lo señalado por Lily Ku Yanasupo y Fernando Cuadros Luque sobre esta
problemática, cuando señalan: “las inequidades de esta legislación (Ley Nº 27986) se traducen en la
posibilidad que la remuneración pueda ser pactada por las partes por “acuerdo libre”, pudiendo ser inferior al
mínimo legal […]. (KU YANASUPO, Lily y CUADROS LUQUE, Fernando, “Crecimiento económico y contenido
esencial de los derechos fundamentales: Una aproximación a nuestra realidad laboral”, en
http://www.comunidadandina.org/camtandinos/OLA/Actualidad.asp?MnuSup=5&AP=3&B=9).