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UNIVERSIDAD DE FALCÓN
CARRERA: DERECHO
SECCION: D2CA01
AUTORES
DAVILA LAURA
GAMBOA MARIA
MOLINA RAYMAR
QUEVEDO JOHANNYS
SANCHEZ RIXMARYS
INDICE
INTRODUCCION……………………………………………………………. 3
DERECHOS HUMANOS……………………………………..……………….4
SISTEMA PENITENCIARIO…………………………………………………5,6
CONCLUSION………………………………………………………………….15
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFICAS……………………………………………………………..16
INTRODUCCION
Desde hace bastantes años; más de cuatro décadas, Venezuela vive una realidad
carcelaria profundamente deteriorada, la cual resulta imposible ocultar. Sobre éste
fenómeno social, han investigado y escrito abundantemente diferentes estudiosos,
tanto en nuestro País, como en otras partes del mundo, de allí la universalidad del
conocimiento.
Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como
las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y
la sociedad, que permita a los individuos ser personas jurídicas, identificándose
consigo mismos y con los demás.
SISTEMA PENITENCIARIO
Iris Varela, una vez creado el Ministerio en cuestión el 27 de julio de 2011, al asumir
su gestión, anunció que construiría 24 centros penitenciarios para procesados, uno en
cada estado. El 16 de octubre de 2012 el fallecido Presidente Hugo Chávez decretó la
emergencia de infraestructura carcelaria para poner en práctica el proyecto de
construcción de los centros de procesados judiciales para el sistema penitenciario
venezolano en todas sus fases. Esto no fue cumplido. En 2016 la Comisión de
Contraloría de la Asamblea Nacional investigaba a la ministra de Servicio
Penitenciario por corrupción, pues habría desviado fondos públicos por 6.5 millones
de dólares. Para ese año la ministra solo había entregado dos de los 24 centros
penitenciarios que anunció en 2012.
Una semana después que Iris Varela se estrenara como ministra de Servicio
Penitenciario se inició la etapa de hacinamiento y colapso en los centros de detención
preventiva, pues por órdenes de este despacho quedaron suspendidos los ingresos de
privados de libertad en los centros penitenciarios hasta que lo autorizara la
institución. El 3 de agosto de 2011 los directores de las cárceles venezolanas
recibieron la circular emitida por Iris Varela y, de inmediato, los jefes y
coordinadores de las policías municipales y estadales se pronunciaron para rechazar
esta orden pues, vaticinaban lo que sería un sistema penitenciario paralelo, del que
ninguna autoridad se haría cargo. Desde ese entonces los presos detenidos en
calabozos policiales han sufrido las consecuencias del retardo procesal, las demoras
en la asignación de los cupos para centros carcelarios, del hacinamiento, de la
hambruna y enfermedades que hay en estos espacios.
Según durante la gestión de Iris Varela, el número de muertos por violencia
disminuyó. Según aseveraciones de familiares, reclusos, líderes negativos e, incluso,
trabajadores de la propia cartera penitenciaria –todos consultados bajo la condición
del anonimato– presuntamente todo tiene que ver con una negociación: se disminuyen
el número de muertos por violencia para bajar el impacto en la opinión pública, y
desde el ministerio se hace caso omiso a las irregularidades que adentro ocurren -
cobro de causas, impuestos por puestos de venta, bancos, narcotráfico, discotecas,
juegos de envite y azar, tráfico de armas-.
Rentabilidad en prisión
Tocorón, Tocuyito, Puente Ayala, La Pica, y Vista Hermosa, son las cinco cárceles
emblemáticas que aún se mantienen como territorio independiente, es por ello que allí
prevalecen ciertos privilegios para los privados de libertad que cumplen, en esos
centros, su tiempo en prisión. De acuerdo a conversaciones que mantuvo el equipo de
investigación de UVL con familiares y reclusos de Tocorón, Tocuyito y Puente
Ayala, guardando sus identidades por temor a represalias, se pudo conocer que el
control gubernamental no ha llegado a esos lugares.
Los líderes o “pranes” manejan sus negocios sin ningún tipo de control por parte de
las autoridades, y han logrado levantar una suerte de estructura recreativa. En esas
cárceles se sigue manteniendo la pernocta de familiares, todo esto siempre que se
pague una renta especial por el beneficio. Establecer el precio exacto de algunos de
los negocios fue imposible para el equipo de investigación de Una Ventana a La
Libertad, pues algunos tienen que ver con un porcentaje de lo que el establecimiento
intramuros produzca a la semana, como en el caso de los restaurantes.
Se estima que el 100% de la población paga por derecho a estadía. Entonces una
cárcel como Tocorón con una población de 7.792 presos produciría 805.632 $ al año,
una cárcel como Tocuyito con 7632 presos produciría 790.272 $ al año y una cárcel
como Puente Ayala con 5028 presos produciría 540.288 $ al año. Otro de los ingresos
fuertes que se generan en una cárcel tiene que ver, según explicaron varios ex
privados de libertad, con la venta de armas y municiones. Desde esos recintos
penitenciarios se comercializan armas largas, revólveres, pistolas automáticas y
municiones. El monto de cada una varía semanalmente, pues están dolarizadas.
SITUACION ACTUAL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LOS
PENITENCIARIOS A NIVEL MUNDIAL
Para América Latina, la expansión del modelo industrial de prisiones del buró federal
de los Estados Unidos ya no es simplemente una alerta, es un plan en ejecución, en el
cual Colombia, como aliado estratégico del imperio, juega un papel protagónico, ya
que no sólo ha construido nuevas prisiones21 e implementado reformas y políticas
restrictivas, sino que está sirviendo al imperio como exportador del modelo industrial
de prisiones a México, Honduras, Panamá y Perú. Según JAMES JORDAN, entre el
2009 y el 2013, Colombia ha dado formación a 21.949 militares, policías,
funcionarios judiciales y penitenciarios, de los cuales la mitad son de México,
Honduras, Guatemala y Panamá, entrenando a más de 11.000 agentes de policía en 20
países de África y América Latina y a 6.000 funcionarios federales y estatales de
México encargados de hacer cumplir la ley entre los cuales se encuentran guardias y
funcionarios de instituciones penitenciaria.
Por su parte, a partir del año 2000, Colombia inició el proceso de transformación al
sistema penitenciario y carcelario con la construcción de nuevas prisiones y
pabellones de máxima seguridad, así mismo, transformó los reglamentos internos de
las prisiones endureciendo el régimen disciplinario, reprodujo la política de
dispersión carcelaria, especialmente cuando se trata de prisioneras y prisioneros
políticos, y de manera insistente el gobierno ha presentado reformas legislativas al
régimen penitenciario y carcelario que buscan la privatización. Así mismo, en el año
2004, se expidió la ley 906 que reformó el procedimiento penal colombiano y en su
desarrollo se incrementó una tendencia de abuso de la medida de detención
preventiva por parte de los jueces penales, esto aumentó la sobrepoblación carcelaria,
factor que agudizó la situación carcelaria y provocó que la corte constitucional
declarara el estado de cosas inconstitucionales en su Sentencia T-153/98.
En pleno siglo XXI, la prisión continúa siendo un castigo para quienes son
considerados por quienes ostentan el poder como las clases peligrosas y/o criminales,
para esconder detrás de las rejas y los muros la realidad de un mundo en crisis, de una
sociedad enferma y en descomposición, de un sistema económico criminal que ha
arrasado con la humanidad durante siglos y que cada vez es más brutal.