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EXCEPCION DE FALSEDAD y REDARGUCION DE

FALSEDAD: admisibilidad.-

C. 533. XXXI.
RECURSO DE HECHO
Creditar S.A. c/ Carfagna, Daniel
Omar y otra.
Buenos Aires, 30 de abril de 1996.

Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido por Patricia Alejandra


Basone (codemandada) en la causa Creditar S.A. c/ Carfagna, Daniel
Omar y otra", para decidir sobre su procedencia.

Considerando:

1°) Que contra el pronunciamiento de la Sala L de la Cámara Nacional


de Apelaciones en lo Civil que –al confirmar la resolución de primera
instancia-, rechazó la nulidad articulada respecto del mandamiento de
intimación de pago, la excepción de falsedad y el incidente de
redargución de falsedad opuestas por la codemandada Basone, ésta
interpuso el recurso extraordinario cuya denegación motiva la presente
queja.

2°) Que la recurrente había alegado en su oportunidad la falsedad del


mutuo hipotecario, desde que no habría firmado la escritura pertinente.
Negó haber recibido ni adeudar suma alguna. De ese modo, no habría
gravado el inmueble de su propiedad ni -por consiguiente- constituido
domicilio especial en la calle Núñez 3978, donde se diligenció el
mandamiento de intimación de pago y citación de remate.

En esa inteligencia, planteó la nulidad del referido mandamiento,


articuló un incidente de redargución de falsedad del instrumento base de
la ejecución a la vez que interpuso la excepción de falsedad (art. 544,
inc. 4°, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).

3°) Que la alzada consideró que resultaba válido el domicilio especial


constituido en instrumento público y surtía todos los efectos legales
aunque no coincida con el domicilio real del ejecutado, razón por la cual
la queja de la codemandada no podía prosperar, "hasta tanto no exista
un pronunciamiento sobre la falta de validez del instrumento" (fs. 115
vta.), el que ya no podría tener lugar en el marco de la ejecución en
virtud de la extemporaneidad de la excepción deducida.

Por otra parte, expresó que la falsedad de un instrumento público no


podía argüirse en el juicio ejecutivo -sin perjuicio de la acción reservada
a la vía del juicio ordinario- ya que "por su ubicación en el Código
Procesal, como por su sentido literal y su espíritu, es evidente que el
art.395 se aplica exclusivamente al juicio ordinario o al plenario
abreviado, es decir, procesos de conocimiento contradictorios, con
mayor posibilidad de debate y prueba", y no a ejecuciones, donde en
razón de la ejecutividad del título se restringe el ámbito cognoscitivo.

4°) Que si bien es cierto que las decisiones recaídas en los juicios
ejecutivos no son, en principio, susceptibles de recurso extraordinario,
por no revestir el carácter de sentencias definitivas, ello no resulta óbice
decisivo para invalidar lo resuelto cuando el tribunal provocó con su
decisión un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior
(Fallos: 313:899; 315:305), lo que sucede en el caso al haberse
frustrado la interposición de la defensa conducente -y admisible dentro
de la limitada cognición del proceso-, de modo que la cuestión no podría
hacerse valer nuevamente en el juicio ordinario posterior (art. 553, 3er.
párrafo, del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) (Fallos:
304:1014; 307:1449; 312:2141; T.228.XXIV., "Taboada de Arias, Laura
María C. y otros c/ Dirección General Impositiva", del 14 de marzo de
1995).

5°) Que, por lo demás, los agravios de la recurrente suscitan cuestión


federal que habilita la instancia extraordinaria toda vez que el tribunal,
al resolver en la forma señalada, aplicó mecánicamente un precepto
formal fuera del ámbito que le es propio y por esa vía hizo gala de un
ciego formalismo incompatible con el debido proceso adjetivo (Fallos:
310:933, 1012; 311:645; 314:1683).

6°) Que, en este sentido, cabe recordar que las normas procesales
no se reducen a una mera técnica de organización formal de los
procesos sino que, en su ámbito específico, tienen por finalidad y
objetivo ordenar adecuadamente el ejercicio de los derechos en
aras de lograr la concreción del valor justicia en cada caso y
salvaguardar la garantía de la defensa en juicio (Fallos:
310:870).

7°) Que, en efecto, la alzada se limitó a desestimar la redargución de


falsedad -sustento de la nulidad de la intimación- por considerarla
incompatible con el trámite ejecutivo, sin advertir que en el caso, por
haberse alegado la falsedad absoluta del instrumento base de la
ejecución, se encontraban inescindiblemente vinculados el
desconocimiento del domicilio especial -nulidad procesal- con la
inexistencia de la deuda por adulteración del título, a la vez que la
suerte de la primera cuestión resultaba condicionante de la interposición
oportuna de la excepción de falsedad.

8°) Que, en tales condiciones, al haberse practicado la citación de


remate en un domicilio ajeno al real de la parte que desconoció haber
suscripto la escritura pública, se vedaría a la interesada de toda
oportunidad útil de plantear la falsedad del título, toda vez que la
excepción pertinente resultaría extemporánea en ese estado del proceso
y, por ese motivo, no sería susceptible de discusión en el juicio ordinario
posterior.

9°) Que, de este modo, se incurrió en una desnaturalización de las


formas procesales que expondría a la acción ejecutiva a quien, por
hipótesis, podría resultar ajeno a la deuda que se reclama, frustrándole
a priori toda vía idónea para la defensa de sus derechos. Así las cosas,
las garantías constitucionales que se dicen vulneradas guardan relación
directa e inmediata con lo resuelto (art. 15 de la ley 48), por lo que
corresponde descalificar la sentencia como acto jurisdiccional y mandar
que se dicte una nueva con arreglo a lo expresado en los considerandos
precedentes.

Por ello, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin


efecto la sentencia en cuanto fue materia de agravios. Con costas.
Vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por medio de quien
corresponda, proceda a dictar un nuevo fallo. Reintégrese el depósito de
fs. 30. Agréguese la queja al principal. Notifíquese y devuélvase. JULIO
S. NAZARENO (en disidencia) – EDUARDO MOLINE O'CONNOR - CARLOS
S. FAYT - AUGUSTO CESAR BELLUSCIO (en disidencia) - ENRIQUE
SANTIAGO PETRACCHI (en disidencia) - ANTONIO BOGGIANO -
GUILLERMO A. F. LOPEZ - GUSTAVO A. BOSSERT - ADOLFO ROBERTO
VAZQUEZ.

ES COPIA

DISIDENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DOCTOR DON JULIO S.


NAZARENO Y DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON AUGUSTO
CESAR BELLUSCIO

Considerando:

Que el recurso extraordinario, cuya denegación origina la presente


queja, no se refiere a una sentencia definitiva o equiparable a tal (art.
14, ley 48).

Por ello, se desestima la queja y se da por perdido el depósito.


Notifíquese y devuélvase, previa devolución de los autos principales.
JULIO S. NAZARENO - AUGUSTO CESAR BELLUSCIO.

ES COPIA

DISIDENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON ENRIQUE


SANTIAGO PETRACCHI
Considerando:

Que el recurso extraordinario, cuya denegación origina la presente


queja, es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación).

Por ello, se desestima esta presentación directa y se da por perdido el


depósito. Notifíquese y archívese, previa devolución de los autos
principales. ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI.

ES COPIA

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