Pensar la

educación
en tiempos de
distanciamiento
Reflexiones de docentes
graduadxs e investigadores

PROGRAMA DE ACTUALIZACIÓN EN
DOCENCIA UNIVERSITARIA

MAYO 2020
Coordinado por Esther Levy y Belén Sotelo
Estamos atravesando un tiempo excepcional. La pandemia del COVID - 19 puso en suspenso
todas nuestras certezas cotidianas. Entre ellas, la forma en que pensamos, construimos y
reproducimos los procesos de enseñanza-aprendizaje. El escenario actual marca la
necesidad de adaptar los dispositivos académicos e institucionales y las prácticas
pedagógicas para el sostenimiento del trabajo académico y del derecho a la educación en
estas particulares circunstancias. Las universidades, instituciones complejas y de
politicidades múltiples, oscilan entre la inercia institucional y la rápida y muchas veces,
irreflexiva adaptación a formatos de enseñanza virtuales. Es por ello que desde la
coordinación del PADOC pensamos este DOSSIER como una puesta en común de reflexiones,
ideas, preguntas para seguir construyendo juntxs, más y mejor Universidad Pública.

ÍNDICE

La virtualización en la docencia universitaria: desafíos y oportunidades............................................2

Pablo Molina

Agudizar la mirada…........................................................…...............................................…................................................................6
Silvana Paris

Asegurar el derecho a la educación de todxs...........................................................................................................11

Fabián Terán

Pensando la educación superior desde la virtualidad en tiempos de Covid19............................13

María Florencia Alaminos

1
 La virtualización en la
docencia universitaria:
desafíos y oportunidades

DR. PABLO MOLINA DERTEANO

Dr. en Ciencias Sociales (UBA), co director del PADOC -
Programa de Actualización en Docencia Universitaria
CLACSO - FEDUBA -UBA Sociales - IEC.

2
 La virtualización en la docencia
universitaria: desafíos y
oportunidades
PABLO MOLINA DERTEANO
La virtualización del dictado de clases en todos
los niveles en el marco de la emergencia
sanitaria declarada por el COVID es un
fenómeno extendido en muchos países en el
marco de la pandemia. En el caso de la
educación superior comenzó como ciencia
ficción optimista y termina como la peor
pesadilla de la saga de Terminator. De recurso
que fue planteado livianamente como
“reemplazo” de la clase presencial, terminó
evidenciando asimetrías y desigualdades,
resultantes de condiciones de vida y trabajo que
pre existían a la pandemia.
VIRTUALIZACIÓN Y DOCENCIA PRESENCIAL:
COMPLEMENTOS, NO SUSTITUTOS
Frente a esta crisis inédita – comparable sólo a
la de la fiebre amarilla, más de 150 años atrás –
las respuestas del gobierno actual de Alberto
Fernández han sido más que atinadas como lo
muestran los resultados hasta ahora. La
suspensión de clases y la apelación de las
instancias virtuales se encuentra en sintonía con
las medidas tomadas en otras partes del
mundo.
En este escenario, la virtualización fue llevada
adelante en muchas facultades de UUNN a
través de sus campus virtuales e, inclusive con
herramientas más heterodoxas asociadas a las
redes sociales y hasta el envío de materiales y
consignas a través de mailinglists. La variedad
de modalidades – repetida también en
secundaria, pero en paralelo al Edmondo – y las
reacciones expresadas en diversos ámbitos,
indica que esa heterogeneidad está en línea
con la situación de emergencia. Dicho en
términos más simples: hacemos lo que
podemos.
Partimos de plantear que la virtualización de los
procesos de enseñanza-aprendizaje son un
“No construirás una máquina que imite la mente humana”
Manifiesto del Jihad Butleriano, de la saga DUNE.
Responsabilizar a las plataformas como si
fueran máquinas inteligentes en contra de la
Humanidad sirve como argumento de cuento,
novela o película de Ciencia Ficción. Esta breve
reflexión apunta a caracterizar las dificultades y
potencialidades que emergen de esta presente
situación, para poder dimensionar los procesos
de enseñanza-aprendizaje en el entorno virtual.
complemento de la práctica presencial. En
primer lugar, porque los procesos no son
intercambiables, y lo ideal es que sean,
complementarios. Cuando son virtuales, es un
proceso cualitativamente diferente, que
requiere un tiempo considerable de
preparación, una evaluación de los saberes
previos de los y las estudiantes y; una política de
formación para los y las docentes de educación
superior.
En segundo lugar, no se evidenció un programa
sostenido y coordinado, que necesariamente
interpele las instancias institucionales (marcos
regulatorios), gremiales, técnicas y
administrativas y prueba de ello es que las
estrategias de digitalización fueron hete-
rogéneas y dispares, inclusive entre cátedras
dentro de una misma carrera. Esa hetero-
geneidad era previa a la situación de la
pandemia, pero es un elemento a considerar si
se encara un programa de virtualización, que
tendría que implicar, por lo menos, cambios en
la estructura de cátedra y en la normativa de
evaluación.
3
En tercer lugar, la virtualización no es sólo una
“solución de contingencia”, es una instancia que
ha ganado espacio en la educación superior y
que esta crisis, evidenció la necesidad de su
adopción y regulación. Más allá de los
argumentos y discusiones sobre sus alcances,
resulta importante considerar prioritario el
debate y la regulación de su incorporación entre
los recursos pedagógicos. La ampliación del
acceso a la educación superior, incorpora las
necesidades de estudiantes que no pueden
sostener una cursada presencial tradicional y
requieren el auxilio de estas herramientas.
Por ello, tanto la evaluación como la exigencia
de impacto en la presente coyuntura deberían
tener el siguiente punto de partida: se le está
pidiendo a una instancia complementaria, que
se vuelva en único soporte en virtud de una
situación de emergencia como la actual.
Por ello su impacto será limitado, dependiendo
de factores técnicos tanto de los emisores
LAS BRECHAS
El intento de virtualizar la cursada evidenció las
desigualdades socioeconómicas existentes
entre los hogares de los y las estudiantes que
concurren a la universidad, así como ocurre en
otros niveles. Pero en el caso de esta población
específica, su heterogeneidad ha ido creciendo
con la movilidad ascendente de primera
generación de universitarios, que provienen de
hogares que evidencian déficits, que se agrupan
en el concepto de brecha Digital, (Ragnedda,
1
2017) Ambas brechas alcanzan tanto a docentes
como alumnos.
La primera brecha refiere a la falta de acceso a
las herramientas básicas para poder utilizar
internet y acceder a una cursada virtual. Van
desde la provisión de servicio y el contar con una
computadora hasta la velocidad de la conexión.
A pesar de iniciativas como fue el programa
Conectar Igualdad, los y las estudiantes vienen
de 4 años de gestión macrista en donde sus
condiciones de vida e ingreso se han
deteriorado, condicionando el acceso a internet
a estrategias más accesibles en términos
económicos.
1- Ragnedda, M., Telematics and Informatics, https://doi.org/10.1016/j.tele.2018.10.006
como de los usuarios; del nivel y forma de
familiarización de los y las docentes con los
instrumentos, el manejo de dispositivos
virtuales por parte de los estudiantes; la
influencia de las dinámicas institucionales y las
condiciones de vida, trabajo y dinámicas
familiares de docentes y estudiantes.
Tuits publicados durante la campaña #TodesConectades
por el acceso libre a plataformas educativas y material de
estudio.
“No es una persona; es un robot que te asusta”
Cameron, de “The Sarah Connor Chronicles”
.
Según relevamiento del Ente Nacional de
Comunicaciones (Enacom), para 2019, dos de
cada tres hogares en Argentina (66,7%) cuentan
con Internet wifi o fija en sus casas. En el NEA o
Santa Cruz, cae al 40%. Según el propio ente, un
56% de los hogares se conecta a una velocidad
de bajada inferior a los 20mbs, cuando esa
velocidad es la recomendada para plataformas
online. La encuesta de Consumos Culturales de
2017 realizado por el ENACOM revela que el 70%
utiliza los datos del celular como forma de
acceso. Estos datos indican que el país cuenta
con una considerable expansión del acceso a
internet pero con limitaciones y heteroge-
neidades. En este universo de hogares
desiguales están nuestros docentes y
estudiantes, sobre quienes recae el peso de la
virtualización. Y muchas veces, esa desigualdad
se refleja inclusive en la estructura de cátedra
con la asignación de funciones.
La segunda brecha digital refiere al uso
satisfactorio de internet, y se relaciona con
contar con las capacidades necesarias, una vez
garantizado el acceso. No basta sólo con
4
asegurar los contenidos, y pensar que alcanza
con ello sólo o con el desarrollo de la
navegabilidad de la plataforma. Tiene que ver
con que la experiencia de virtualización se
realiza en el hogar, interactuando con otros y
otras, teniendo que hacerse cargo de trabajos
de cuidado de niños, niñas, adolescentes y/o
adultos mayores. También donde hay otros y
otras demandantes de las computadoras. Todo
ello contribuye a que se profundice la segunda
brecha digital, en donde, aún cuando se cuenta
con el acceso en términos técnicos, resta saber
si se cuentan con otros recursos para hacer de
ella una experiencia satisfactoria. En este caso,
si se puede dar un aprendizaje significativo en
los términos que lo permite la experiencia
virtual.
La tercera brecha remite al proceso de
apropiación individual y, en qué medida, la
utilización de un entorno virtual permite
mejorar sus condiciones de vida y sus
LOS Y LAS DOCENTES ANTE LA VIRTUALIZACIÓN
“Un juego extraño. El único movimiento ganador es no jugar”
La virtualización de las cursadas, llevada delante
de maneras diversas y heterogéneas, resulta en
una desorganización del trabajo de cátedra ya
planificado. Reitero: la virtualización es una
solución de contingencia de la que se deberían
extraer lecciones importantes. Sugiero que las
empecemos a considerar en dos grupos o
campos problemáticos.
El primero es que, y ya a esta altura debería
quedar claro, que la virtualidad no sustituye las
clases presenciales. Puede complementarlas.
En ese sentido, se debe prestar mucha atención
a las limitaciones que necesariamente van a
emerger para reforzar la comple- mentariedad y
encarar una formación integral de los y las
docentes para el uso de campus virtuales.
También reforzar los aspectos técnicos, y,
también la estructura de cátedra destinando
dedicaciones a los contenidos virtuales y el
contacto con los y las estudiantes. Es
fundamental un trabajo institucional conjunto de
recolección de las experiencias de las cátedras
para poder tener un mejor diagnóstico del
impacto de este proceso.
Un segundo grupo refiere a las asimetrías que se
ha hecho patentes en estos meses. Aquí es
oportunidades de desarrollo individual y social.
Se trata del efecto multiplicador. Con el
diagnóstico actual que se lee en redes sociales
y en ámbitos institucionales, consideraciones
sobre esta brecha son de segundo orden. En
cambio, el peso de la primera y segunda son
considerables.
Superar estas brechas interpela las condiciones
de desigualdad, e interpela el proceso reciente
de ampliación de acceso a la educación superior.
Es preciso una mirada amplia, que tenga en
cuenta estas dificultades sea desde las
instancias institucionales como en las propias
prácticas de docentes y estudiantes. Las
brechas antecedían a la cuarentena y la
virtualización es una solución de contingencia
que requiere estrategias sostenidas que partan
de ir amigando a los y las estudiantes con el
entorno virtual, proceso que debe realizarse a la
par del dictado presencial.
Joshua, de “Juegos de Guerra”
.
importante tener en consideración que opera
cierto imaginario de clase, que caracteriza a los y
las trabajadoras de educación superior como
miembros de clases sociales medias altas o
altas, con suficiente acceso a tecnologías,
conexión digital y con conocimiento de las
herramientas digitales. No es el caso, ni en las
condiciones de vida ni de trabajo. La hete-
rogeneidad de respuestas es resultante de la
heterogeneidad del sistema de cátedras, la
superposición de niveles institucionales y otros
factores que impactan en las condiciones de
trabajo de los y las docentes. Negar la vir-
tualización puede conducir a seguir invisibi-
lizando temas centrales como la carrera do-
cente, las dedicaciones fragmentadas o los
mismos mecanismos de decisión del cogobierno.
Se requiere una mirada que vuelva a
profesionalizar el rol docente, separándolo de la
figura de docente investigador que, en la
práctica ha relegado la práctica docente a un rol
secundario. Reafirmar el rol docente,
sucentralidad y luego, la complementariedad
de las herramientas virtuales. Se necesitan
todos los elementos para una práctica de
enseñanza significativa.
5
 Agudizar la mirada

SILVANA PARIS
Docente de la Universidad Nacional del Rosario.
Egresada del PADOC - Programa de Actualización en Docencia
Universitaria CLACSO - FEDUBA -UBA Sociales - IEC

6
 Agudizar la mirada
SILVANA PARIS

““…porque se necesita construir un conocimiento que tenga

sentido no solamente para los códigos teóricos, sino para
el momento histórico donde ese código disciplinario se pretende
utilizar, intervenir sobre la realidad.” (Zemelman H. 2013; p.46)

Sin dudas el contexto histórico que estamos
viviendo implica una ruptura, un quiebre
repentino, el COVID-19 nos ha dejado en
algunos casos solxs, nos ha separado de
nuestras familias, amigxs, o nos ha confinado a
los peores escenarios: la violencia al interior del
ámbito doméstico, 19 femicidios 2 , desde el
comienzo de la cuarentena.
Al mismo tiempo nos encontramos bom-
bardeadxs de noticias que imparten medi-
das de cuidados del cuerpo, individual y social.
Nos enmudecemos ante los números sobre la
cantidad de muertes, de infectadxs a nivel
global, interpeladxs a la vez por las coyunturas
económicas que auguran más recesión, más
pobreza, más exclusión social. CEPAL estima
una contracción de -1,8% del PBI regional y
aumento del desempleo de 10 puntos
porcentuales.3

LA PANDEMIA EN UN ESTADO ARRASADO

Cabe aquí una breve referencia al intenso de alta vulnerabilidad. Asimismo, el capitalismo
proceso de financiarización que la economía de financiero, como modo de producción, distribu-
nuestro país ha experimentado en los últimos ción y consumo devela la situación de mercanti-
cuatro años de gobierno neoliberal, lización de la salud pública a nivel planetario,
desnudando la situación de desfinanciamiento aún en los países denominados “potencias” se
de áreas sensibles; salud y educación, sumado ilustran las desigualdades económico-sociales
al proceso de endeudamiento, fuga de de décadas de gobiernos neoliberales y el pro-
capitales, concentración económica y ceso de exclusión de inmensas mayorías pobla-
destrucción de buena parte del entramado cionales.
productivo. Todo esto nos ubica en un espacio

2- https://www.pagina12.com.ar/259600-18-1
3- https://www.cepal.org/es/comunicados/covid-19-tendra-graves-efectos-la-economia-mundial-impactara-paises-america-latina
7
 LA PERSISTENCIA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
Este es el contexto sobre el que la Universidad
Pública se ve obligada a iniciar el nuevo año
lectivo; resignificándose, reasignando recursos,
produciendo sentidos, así como respiradores, o
camillas especiales para el traslado de
pacientes con corona virus, brindando comida
desde los comedores universitarios, fabricando
protectores faciales y alcohol en gel,
entregando módems para garantizar la
conexión de estudiantes, docentes y no
docentes.
En esta coyuntura extraordinaria que
nombramos como pandemia o referenciamos
por el nombre del corona-virus, pero que su
efecto en la vida de las personas, de las
economías, del rol del Estado todavía no ha
acuñado nominación, los procesos de
enseñanza aprendizaje continúan. Las clases en
la Universidad Nacional de Rosario comenzaron
este año a partir de un espacio virtual ya
existente: Comunidades/campus virtual UNR,
basada en plataforma Moodle. Al mismo
tiempo se habilitaron otros dispositivos
comunicacionales, Zoom, Jitsi, WhatsApp,
CUANDO LOS DERECHOS NO NOS TOCAN POR IGUAL
Por otro lado, también nos encontramos con
nuevas dinámicas familiares ante la pandemia:
convivencia, tareas domésticas, cuidado de
niñxs y adolescentes, y la imposibilidad de
continuar con los proyectos de extensión
universitaria en territorio, me refiero
específicamente a Universidad en las cárceles.
En relación a este último punto es significativo
tanto en términos concretos como simbólicos,
las poblaciones que quedan excluidas.
Todxs acordamos que el cuidado de la salud se
inscribe como el bien común a ser priorizado,
4- http://www.mcep.es/2020/04/18/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-philippe-meirieu
Facebook, Instagram, como complementarios al
espacio central de Comunidades.
Repentinamente docentes y estudiantes nos
encontramos mediatizando la totalidad de los
procesos de enseñanza y enfrentando las
problemáticas consecuencias que esta
situación significa. Algunas complicaciones que
acarrea este repentino pasaje a la educación a
distancia son: carencias respecto al manejo de
las TICs, falta o mala calidad de la conectividad,
desorganización respecto de la división del
trabajo dentro de las cátedras, en especial
cuando se está a cargo de primer año con
alrededor de 500 estudiantes.
pero también se visibiliza que el derecho
universal a la educación y a la salud no nos toca
a todxs por igual. Las Unidades Penitenciarias
del sur de la Provincia de Santa Fe han debido
discontinuar todos los dispositivos de
educación, primaria, secundaria y universitaria.
«La educación a distancia aumenta las
desigualdades» 4 , ya que se refiere a las
condiciones materiales, sociales, culturales y
psicológicas de las familias. Por supuesto, esto
no significa que la escuela, en su forma
tradicional, ya haya logrado reducir las
desigualdades de manera muy significativa –
¡estamos lejos de ello! – ni que hubiera sido
preferible la ausencia de toda «continuidad
pedagógica», con el pretexto de no avalar las
desigualdades: en efecto, era necesario
mantener el contacto con el mayor número
posible de alumnxs y ofrecerles actividades
para consolidar sus logros y estimularlos
intelectualmente.
8
LA AUSENCIA DE LOS CUERPOS Y LA PRESENCIA DE LAS REDES
Creo que en este punto nos tenemos que
permitir agudizar nuestras miradas. El
aislamiento social obligatorio nos ha colocado
en una nueva dimensión del tiempo y del
espacio, la ausencia material de los cuerpos en
los lugares de trabajo, de aprendizaje, de
recreación, de interlocución/intercambio, y la
dinámica misma del capitalismo como libre
circulación de mercancías y personas se ha
detenido.
“Ahora el cuerpo es el lugar de la vulnerabilidad,
donde yacen la enfermedad y la muerte para
precipitarse por la brecha más pequeña. Más que
nunca el cuerpo es el lugar de la amenaza, es
importante sellarlo, clausurarlo, por medio de los
“protocolos de barrera”, tan adecuadamente
nominados... El cuerpo debe ser lavado, fregado,
examinado, purificado constante- mente,
mantenido fuera de todo contacto con el otro
desconocido, y por ende sospechoso. No más
besos, no más apretones de manos o abrazos en
las pocas relaciones todavía físicas que sólo se
sostienen a distancia. El deseo es un peligro
porque escapa a todo control y expone a lo peor
a quienes ceden a él. Una forma inédita de
puritanismo acompaña las medidas de
confinamiento y las precauciones a tomar para no
ser alcanzado por la enfermedad y no contaminar
a los otros. Asistimos a un endurecimiento
sociológico del individualismo con esta reclusión
necesaria. La privatización de la existencia
elimina el espacio público.” 5(Le Breton; 2020)
La construcción de sentidos y significados, la
producción y re significación de subjetividades,
el modo en cómo arbitramos nuestros sentires,
queda sujetado a un espacio atemporal, a la
dinámica que imponen las redes, a la soledad
que implica no estar siendo mirados/as, pero el
acto Pedagógico no es una simple
yuxtaposición de intervenciones individuales,
por muy precisas que sean, sino una
construcción, tanto material como simbólica.
Estar dando clases, cumpliendo los
cronogramas en medio de esta situación
inédita, sin precedentes, pareciera romper la
lógica misma de lo que estamos vivenciando
cotidianamente, un hacer de cuenta como, que
pareciera natural. Y me permito pensar que no
lo es. No resulta natural llevar adelante los
5- http://lobosuelto.com/una-ruptura-antropologica-importante-david-le-breton
6- http://www.xpsicopedagogia.com.ar/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-philippe-meirieu-mcep-18-4-20.html
programas estipulados sin siquiera detenernos
a reflexionar sobre las condiciones en las que
estamos produciendo estos saberes, que en
algunos momentos resulta alienante, tanto para
docentes como para estudiantes. Creo que
necesitamos dotar de sentido al proceso de
enseñanza aprendizaje hoy, dando cuenta de lo
que estamos experimentando individual y
socialmente para justamente poner en valor la
construcción de conocimiento como
herramienta para comprender nuestras
realidades y poder intervenir en ellas.
Al mismo tiempo lo que queda claro es que las
desigualdades materiales, sociales y subjetivas
se profundizan en esta instancia de
aislamiento/confinamiento y que la educación
superior se encuentra frente a un gran desafío
no sólo en términos de producción y
distribución de conocimiento democrático,
crítico, inclusivo, sino en su contribución al
análisis de los significantes que estamos
produciendo, para que no nos suceda aquello
sobre lo que Meirieu advierte: ¿«La escuela se
comporta como un hospital que, para mejorar
sus resultados, se ocuparía de los sanos y se
desharía de los enfermos»? 6
Creo que más que nunca necesitamos
interpelarnos sobre los Derechos a la Salud y a
la Educación como Derechos Humanos
irrenunciables, y las Universidades Públicas
deben accionar en este sentido. Nos debemos
un debate sobre el alcance de la educación a
distancia, quiénes acceden, quiénes quedan
excluidxs, cómo garantizar el proceso
pedagógico en las carreras de grado
construyendo conocimiento con el otro, y que
no signifique una simple sumatoria de
intervenciones individuales.
Pensarnos como sujetos sujetados en este
devenir nuevo donde se reedita la biopolítica
foulcultiana inscribe en el cuerpo (ausente) un
doble significado: disciplinamiento social e
individual para preservarnos y preservar al otro,
a la vez que las desigualdades sociales,
económicas y subjetivas construyen y
profundizan una otredad aún más vulnerable, la
que no tiene, no puede “quedarse en casa”.
Parafraseando al Indio Solari, “el futuro ya llegó,
llegó como vos no lo esperabas… no tengo dónde ir”.
9
 BIBLIOGRAFÍA

• Citro S. y Roa M.Pandemia: yo me quedo en casa pero en communitas,

https://latfem.org/pandemia-yo-me-quedo-en-casa-pero-en-communitas/

• Lagunas D. Qué significa estar confinados,

https:/theconversation.com/coronavirus-que-significa-estar-confinados-133880

• Freire P. 2002, Cartas a quien pretende enseñar, Argentina , Siglo XXI.

• Quintar E. La enseñanza como puente a la vida,

https://www.academia.edu/26546608/Quintar-Estela-La-ensenanza-como-puente-a-la-
vida.pdf

• Morgade G. Niñas y niños en la escuela: cuerpos sexuados, derechos humanos y

relaciones de género,
http://www.edumargen.org/docs/curso25-6/unid04/apunte03_04.pdf

• Zemelman H. 2013 El lugar del pensamiento y la tendencia a la burocratización del

intelecto en la universidad, en Reflexiones prospectivas sobre la universidad pública,
Buenos Aires, Ed. Facultad de Filosofía y Letras UBA 6

• Meirieu P. La escuela después ¿con la pedagogía de antes?

http://www.xpsicopedagogia.com.ar/la-escuela-despues-con-la-pedagogia-de-antes-
philippe-meirieu-mcep-18-4-20.html

• Le Breton D. 2020, Una ruptura antropológica importante,

http://lobosuelto.com/una-ruptura-antropologica-importante-david-le-breton/

10
Asegurar el derecho a la
educación de todxs

FABIÁN TERÁN
Docente de la Universidad Nacional de La Rioja. Egresado del
PADOC - Programa de Actualización en Docencia Universitaria
CLACSO - FEDUBA -UBA Sociales - IEC.

11
 Asegurar el derecho a la
educación de todxs
FABIÁN TERÁN
Esta pandemia nos está dejando a todos los que
estamos involucrados en este proceso de
aprendizaje continuo, la enseñanza de repensar
la forma de llegar a nuestros alumnxs. Aceleró
nuestros tiempos y nos llevó hacia un camino
que inexorablemente, más tarde o más
temprano, debíamos transitar: el camino de la
enseñanza virtual. Valiéndonos de las
numerosas tecnologías que tenemos a nuestro
alcance y que debemos, sobre todo lxs
docentes de edad más avanzada, saber utilizar;
ya que es la manera en que nuestrxs jóvenes se
comunican cada vez más en la actualidad.
Como docente JTP de las cátedras de Fru-
APRENDER A ENSEÑAR EN LA VIRTUALIDAD
Nuestra Universidad cuenta con una plataforma
virtual muy completa aunque debo reconocer
que no la utilizábamos en ninguna de las dos
cátedras. El aislamiento social preventivo y
obligatorio nos llevó a descubrirla, aprendiendo
a aprovecharla pero también maravillándonos
con la cantidad de experiencias que nos
permite. Se trata de un proceso diario de
aprendizaje en el cual nos involucramos tanto el
equipo de cátedra, como lxs estudiantes. Es en
este punto que debo agradecer el haber
cursado el PADOC porque su formato es muy
similar al campus virtual la universidad.
Otra cosa que facilita mucho el uso y la
comunicación entre todxs es la poca cantidad
de estudiantes que tenemos en cada cátedra
(entre 6 y 8), lo cual hace más rápidas las
devoluciones y más ágil el proceso. También me
doy cuenta ahora que nuestra Universidad, y
particularmente nuestra carrera, debe ocuparse
más de la capacitación de lxs profesorxs en el
uso de estas herramientas ya que muchos
nunca tuvimos un curso sobre el manejo de la
misma, y existen algunxs profesorxs que no
saben ni siquiera cómo ingresar a la plataforma.
Considero además que en nuestro caso, por
tratarse de un grupo reducido de alumnxs, y con
ticultura y Olivicultura (materias de 4º y 5º año
respectivamente) de la carrera de ingeniería
agronómica, de la Universidad Nacional de La
Rioja, parte de la materia que enseño tiene una
alta carga horaria de salidas al campo, muchas
de las cuales son imposibles de reemplazar con
clases virtuales. En la medida que podemos, y
hasta que se subsane el problema de la
cuarentena, tratamos de ir avanzando con los
temas que usualmente trabajamos en gabinete.
Para poder seguir con el programa, decidimos
postergar aquellas prácticas que requieren de
una salida al campo y reemplazar con videos,
audios etc. las clases que si lo permiten.
un nivel socioeconómico bastante similar, este
entorno virtual de aprendizaje está ayudando a
mitigar las desigualdades que pudiera haber,
poniendo también de manifiesto una alta cuota
de solidaridad entre todxs para crear un
ambiente de trabajo agradable, donde se
respetan las consignas, los tiempos y hay una
muy buena participación en equipo; pero
también quiero dejar en claro que pienso que en
otras carreras, con alta cantidad de alumnxs,
donde existe una mayor desigualdad
socio-cultural-económica, este tipo de
entornos virtuales, pueden acarrear el riesgo de
profundizar las desigualdades existentes,
provocando deserciones en alumnxs que les
cueste adaptarse a este sistema.
Creo que esta coyuntura por la que atraviesa
todo el sistema educativo y la sociedad en
suconjunto es la misma para todxs, la diferencia
fundamental está en la forma en que cada unx
la enfrenta y las herramientas de las que nos
valemos para salir fortalecidos en un futuro
próximo, dándonos la posibilidad de repensar
nuestra práctica de enseñanza, hacer una
mirada crítica de lo que venimos haciendo y
cambiando las cosas que deben ser cambiadas
para un futuro mejor.
12
 Pensando la educación
superior desde la
virtualidad en tiempos
de covid 19
MARIA FLORENCIA ALAMINOS
Licenciada en Trabajo Social (Universidad Nacional de Córdoba)
Docente de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad
Nacional de Rio Cuarto.

13
 Pensando la educacion superior
desde la virtualidad en tiempos
de covid 19
MARIA FLORENCIA ALAMINOS
La situación sanitaria mundial que estamos
atravesando ha tenido un impacto en todas las
áreas: economía, política, salud no quedando la
educación por fuera de estas. De repente
estudiantes y docentes nos vimos obligados a
migrar a plataformas virtuales para hacer
efectivo el acceso a la educación en todos sus
niveles. Es así que esta situación superó
cualquier planificación que se tuviere y exigió
poseer recursos materiales para garantizar los
procesos de enseñanza-aprendizaje, como el
acceso a internet, disponibilidad de medios
tales como: pc, tablets y celulares, de manera
que aquellos grupos familiares que no
disponían de los medios suficientes por
individuo, debieran desarrollar estrategias y
negociaciones hacia adentro de sus núcleos
familiares para compartir recursos y acceder de
forma organizada a estos medios.
Lo anteriormente descripto, nos coloca en una
situación coyuntural que nos desafía en la
experimentación, improvisación y aprendizaje
diario de nuevas tecnologías y formas de uso de
lo virtual en la urgencia e inmediatez. Esta
situación excepcional de aislamiento social
obligatorio y preventivo nos lleva a repensar y
reorganizar toda nuestra cotidianeidad es decir:
combinar, la familia, el trabajo y lo cotidiano
desde un espacio común “el hogar”
enfrentándonos a repensar y reformular
nuestras tareas y rutinas, para que se llevan a
cabo desde “esta nueva normalidad”, cuestión
que pareciera verse resuelta de la forma más
inmediata gracias a los tiempos y tecnología
como aliados en garantizar el acceso a la
educación y ejercer nuestro rol docente.
Pasada la pandemia, deberemos evaluar el
impacto de los procesos de virtualización en
relación a las formas tradicionales presenciales
de enseñanza, dado que ha sido llevado
adelante desde la necesidad y la urgencia
muchas veces caracterizada por la irreflexión.
Esto nos llevará a pensar necesariamente en las
nuevas formas posibles de enseñanza-
aprendizaje y repensar los sentidos de lo
construido hasta hoy en las instituciones
educativas, esta situación singular que nos
encontramos atravesando se puede leer como
un momento disruptivo en la vida de todos y
como tal genera aprendizajes, lo hasta aquí
aprendido nos interpela y nos desafía a crear
nuevos modos de enseñar.
En la emergencia de garantizar el dictado de
clases en tiempos de pandemia, nos vimos
obligados a realizar estas formaciones a prueba
y error, dejando aprendizajes tanto para
docentes como estudiantes. Es así que debimos
desarrollar estrategias personales y colectivas
para poder sostener los espacios de
intercambio y encuentro, me parece importante
destacar que los hogares se convirtieron en
aulas, aun no estando preparadas para cumplir
este rol, por más esfuerzo que realicemos de
organización doméstica y familiar, en los videos
y clases virtuales que hacemos llegar a nuestros
estudiantes y en el intercambio, nos atraviesa la
misma cotidianeidad. Necesariamente
debemos pensar, analizar y evaluar los tiempos
reales posibles de estar frente a una pantalla en
un contexto de hogar atravesado por rutinas,
espacios diferentes, no pensados para estos
procesos. Esta experiencia nos ha desafiado en
la adaptabilidad y sorteo de estas cuestiones,
tan intimas como lo es el núcleo del hogar, a la
vez que nos obliga a repensar las prácticas
como la duración de las clases, lo didáctico y la
comunicación. Nos volvimos en pocos días
unos aprendices en tiempo record de
plataformas interactivas como Jitsi, Zoom,
Meetings, entre otras. De esta manera, esta
situación nos llevó a tender lazos y redes ya que
las conquistas son colectivas, en el prueba y
error, nos vinculamos con quien se encontraba
del otro lado, “probando”, pensando entre todos
cuáles eran las mejores estrategias y las
posibilidades. También del intercambio con
colegas docentes, puedo decir que esta
situación es vivida con mucha presión y
cansancio, dado que la coyuntura nos lleva a
disponer de muchas horas para el aprendizaje
en el uso de plataformas o de una planificación
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que se acomode a la virtualidad como: diseño disponer de los medios como el acceso a
de clases, formas de evaluación y estrategias internet y un dispositivo electrónico como
para fomentar la participación y el encuentro, recursos fundamentales para que el acceso
ya sea creación de foros, por nombrar alguna de desde la virtualidad sea eficiente, deja
las formas, lo cual insume una revisión expuesto que, en la búsqueda de garantizar el
constante que lleva a disponer de muchas derecho en estos contextos aquellos
horas más allá de las que dedicamos estudiantes que se encuentran en una situación
habitualmente . Se vive con una presión del de desventaja, ya sea que no disponen de los
poder llegar a todos los estudiantes, en el medios económicos para el acceso a pc,
armado de consignas más aun estudiantes internet o la diversidad de familias y formas de
ingresantes al nivel superior que deben transitar lo cotidiano que muchas veces dificulta
adaptarse a nuevas estructuras de aprendizaje la disponibilidad del estudiante se vuelve en
con el agravado de la virtualidad. Desde el términos de Ezcurra en una inclusión-
intercambio realizado con estudiantes lo excluyente acentuando y haciendo más visibles
vivencian desde la incertidumbre y la ansiedad, las desigualdades en el acceso a la educación.
dejando entrever la tranquilidad al poder “ver” a
los docentes a través de una pantalla, pero Para finalizar considero que el uso de la
preocupados por el devenir, la evaluación y tecnología con un fin pedagógico, nos obliga
como se verán afectados sus procesos. necesariamente a replantearnos nuestra

Como estudiante transité la formación de manera de enseñar y las posibilidades de

PADOC a través de formación virtual: ha sido creación desde un hacer colectivo, pensando
una experiencia muy enriquecedora, no dejo de en aprendizajes mutuos y atendiendo a la
pensar en la necesidad de un compromiso de diversidad que se nos presenta en el aula (hoy
ambos lados de la pantallas (docentes y situaciones de los estudiantes).
estudiantes); considero que este mecanismo en
la urgencia, posibilita como estudiante el poder La educación pensada desde la
ordenarse los tiempos personales, algo que con responsabilidad como docente o tutor virtual,
las rutinas que tenemos hoy en día es muy debe plantearse desde la producción de
positivo y provechoso para poder seguir saberes provocando el intercambio de
formándonos pese a la multiplicidad de materiales, sentires y pensares, en constante
actividades y tareas que nos comprometen a movimiento por el acontecer que hoy atraviesa
diario. Esto siempre que sea una decisión y se los procesos, debemos en esto pensar las
posean los medios para acceder a una nuevas formas del enseñar-aprender. Es lo
computadora y disponer de la misma cuando se virtual posibilidad de crear desde lo educativo
requiera ya que en mi experiencia fue una una didáctica que dinamice la práctica docente
decisión el abordar la formación desde la y el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir
virtualidad pero, reflexionado con los del uso de las TIC (Tecnologías de la
estudiantes en estos días debemos contemplar Información y la Comunicación).
el real acceso a las condiciones objetivas, para
que la educación virtual garantice el derecho a
la educación, como dije anteriormente el

7- Ezcurra Ana. M (2019): Derecho a la educación: Expansión y desigualdad: Tendencias y políticas en América Latina. Universidad Nacional del 3 de Febrero.
Buenos Aires. Libro Digital. PDF.
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DOCENCIA UNIVERSITARIA

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