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La conducta humana, es coaccionada por una gran serie de elementos con los que a su
vez interactúa cotidianamente, haciendo que, generalmente los seres humanos actuemos de
estos seres humanos, estas estructuras a su vez, se ven implicadas en una gran cantidad de
esta cuestión. El hecho de “ser ético”, posibilita ampliamente el avance de estas y asimismo
limita de alguna manera sus excesos. En este orden de ideas, podemos hablar entonces del
ético a manera de horizonte, en la vida no solo de todas las comunidades y grupos, sino
también en la de los individuos. Sin embargo, vale la pena preguntarse también, por la
naturaleza de este mismo criterio, por lo cual, algunas preguntas naturales serían: ¿hasta
qué punto podemos concebirlo de manera objetiva y universal? O si por otro lado ¿la idea
de una “buena acción” esta siempre sujeta a la actitud, el carácter y la opinión personal?
Siendo así, el objetivo de este texto es resolver las dudas que nos orientan en la discusión,
este sentido se pasará a defender la siguiente tesis: el criterio ético, debe entenderse más
En primer lugar, podemos evidenciar que lo que se plantea en esta problemática son las
posibilidades para la idea universal de lo bueno en cada acción, de tal manera que a pesar
de la multiplicidad de afirmaciones o acciones éticas en la realidad, en estas esencialmente
cada persona puede llegar a percibir lo mismo en cuanto a “lo bueno” o por el contrario “lo
malo” de las mismas, haciendo así, que la concepción de un criterio sobre estas, sea
existencia de una idea en común sobre lo considerado como ético, filósofos como Scheler
(1923) afirman que la percepción de los valores puede incluso compararse con la de los
sentidos en cuanto a los colores: “la unidad de valor y la forma del objeto está dada ya
siempre como "una y la misma", es decir, dada, como un complejo estructural en que se
(p.49) esto trae consigo a su vez, una gran cantidad de implicaciones problemáticas, por un
lado, proponer una objetividad en la ética, más precisamente en la acción ética, podría
considerados como absolutos, sean de la misma manera considerados como los únicos
autoritarismo moral, en el que se creé una escala jerárquica de valores, de hecho, el mismo
Scheler da cuenta de que para concebir esta estructura que él llama material (objetiva), en
puede que a la larga, no sea capaz de dilucidar o discernir más allá del bien o del mal.
la figura de los valores, deberes y derechos contemplados por la condición del criterio ético,
como reacciones subjetivas del sujeto que las percibe, esto supone otro tipo de condiciones
particulares respecto a la perspectiva anterior, pues al afirmar que el criterio ético puede
entenderse como subjetivo, se tienen en cuenta para el mismo las características propias de
cada individuo, como por ejemplo: su contexto, sus circunstancias personales, su desarrollo
histórico, familiar, social y biológico. Además, otra cuestión que se admite junto con esta
pensamiento de cada persona la que le atribuye esta condición a cada acontecimiento que
empirismo nos hablan de un “sentimiento moral”: para hume (1739) “el conocimiento se
las relaciones de ideas” (Sepúlveda, 2017, p.03) de esta manera, podemos evidenciar que
los enunciados éticos no pueden explicarse a través de la primera operación, ya que, junto
con los hechos que se nos presentan ante nuestros sentidos, no se encuentran añadidos el
bien y el mal de los mismos, por el contrario, lo que percibimos es la sensación que nos es
producida debido a esta percepción, bien sea su aprobación o su rechazo. Por su parte,
ellos, nos dice que radicalizar esta postura, puede llevar incluso a desdibujar cualquier
criterio ético mismo, bajo la premisa de que cada sujeto construye el propio, haciendo
ético.
Una vez expuestas las dos posturas establecidas en esta problemática, junto con sus
implicaciones en cuanto a diferentes aspectos, podemos dar cuenta de que estas obedecen a
dos extremos, los cuales en ultimas resultan inviables en tanto que derivan a diversos,
personajes en aras de sus propios beneficios, hace posible poner de manifiesto la manera en
perspectiva respecto a “lo bueno”, sobre la de los demás seres humanos a partir del
sectores. Si revisamos el ejemplo que se acaba de plantear, (sin ánimo de condenar por
radicales en una sola situación concreta: afirmar sobre el subjetivismo, que una concepción
debe tomarse por objetiva y en este caso jerárquica sobre lo que los individuos pueden
extremos para la sociedad, cuando nos remitimos a la cuestión del discernimiento ético. En
este caso lo que se necesitaría, sería un relato que se vea en las facultades de compatibilizar
las dos perspectivas que hasta ahora podemos reconocer y, que por un lado sea capaz de
otorgar libertad de construcción personal a sus individuos y por otro se establezca como tal,
compatibilización entre las mismas. Por otro lado, la contradicción que esto nos suscita,
“los primeros sustentan que toda fundamentación del valor, trátese del que se trate,
depende del sujeto que observa, que siente, que comprende, que se permite explicar e
interpretar su realidad y, por otro, los segundos, afirman que es el objeto quien
sin retorno alguno, sin ninguna interacción posible, en suma, ninguna relación entre sujeto
En este orden de ideas, y teniendo en cuenta que el camino por el que transitan ambas
posturas, va encaminado hacia una sola dirección, pero en polos opuestos, es válido
preguntarnos entonces ¿Qué otra salida existe para el criterio ético en este sentido? si
problemático y que, según los elementos abordados, suponer un camino reconciliador entre
ambos elementos es a fin de cuentas inviable, sería correcto de esta manera, pensar que lo
que se precisa en este ámbito, para explicar la manera y las diferentes condiciones de
posibilidad, para la concepción de la naturaleza de un criterio ético, que sea acorde a las
así pues, una dimensión posible que toma en cuenta los inconvenientes ya abordados, pero
sin intenciones de generar una suerte de aleación contradictoria entre los mismos, es optar
por la explicación de la naturaleza ética a partir de un concepto, que amplíe los horizontes
del criterio ético. Ya hemos evidenciado, la forma en la cual, los anteriores intentos
maldad (ya sea avalando estos reductos o rechazándolos) que no dan cuenta de la amplia
entre seres humanos. En este sentido, podemos referirnos a otro concepto, el cual, ha sido
vista intersubjetivo según pensadores como Edmund Husserl (1931), es una concepción que
como elementos claves para generación de una ética con enunciados renovados y más
acordes a la condición humana, esta renovación a su vez “es una tarea en primer lugar
personal, pero también intersubjetiva, que tiene carácter racional, gracias al cual una
comunidad de personas resuelve seguir ciertos ideales que la unifican y la cohesionan; tal
2007, p.73) Esto último, nos orienta hacia la visualización de la intersubjetividad como un
nivel de entendimiento ético, que aporta una apertura en el horizonte del desarrollo
partir de cualquiera de estas dos posturas, supone desconocer diferentes aspectos presentes
en el devenir histórico humano, e ignorar la manera en la que este tipo de posturas se han
percepción valorativa de la ética, que tome en cuenta la participación de “lo otro” y “los
éticas, además de que entienda de forma intersubjetiva, que dentro del espectro entre bien y
el mal, existe una amplia gama de disertaciones separadas de los extremos que estos pueden
llegar a comprender.
REFERENCIAS:
Losada.