Está en la página 1de 3

“Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”

Albert Einsten.

Señor Rector, autoridades de la mesa directiva, docentes, estudiantes y padres de


familia, invitados especiales que nos acompañan.

A todos, mi más sincero agradecimiento, por asistir a este acto en el que


conmemoramos el trigésimo noveno aniversario de la creación de la Unidad
Educativa “Rafael Suárez Meneses”. Gracias, por celebrar con nosotros treinta y
nueve años de historia, de proyectos y de oportunidades de futuro para Ibarra y sus
ciudadanos, treinta y nueve años de compromiso con una ciudad que durante siglos
vivió el anhelo de tener una institución donde todos los niños, y adolescentes sean
tratados por igual sin distinción de ninguna clase.

Constituye una antigua tradición, rememorar a nivel de las personas y de las diversas
instituciones, aquellos acontecimientos que marcan su existencia, y en particular las
fechas de nacimiento o creación, lo que nosotros hacemos año a año, siempre con esa
misma emotividad que conlleva remontarse a la génesis de un proyecto institucional
que por sobre todo ha estado destinado a ocupar un espacio en el centro de la vida de
tantas personas.

Ya en ocasiones anteriores se ha hecho referencia detallada de lo que fueran nuestros


inicios como institución educativa, fruto de una inteligente mirada en el horizonte
del tiempo, capaz de descubrir una necesidad social y proyectar significativos y
persistentes esfuerzos hacia su logro, los que con el paso del tiempo constituyen una
realidad que supera las expectativas de origen.

Si alguien no hubiere hecho algo afín en (1550) con el Colegio de San Andrés en
Quito; a fines del siglo XVIII, la educación de las niñas se radicaba en los conventos,
en 1871 se dispuso que la educación primaria fuera gratuita y obligatoria en todo el
país. (1883-1895) la educación primaria tuvo un empuje inédito tanto en número de
nuevas escuelas como de estudiantes: Ecuador, llegó a ser el país de América Latina
con mayor cantidad de escolares en proporción al número de habitantes. El 5 de
Abril de 1884 fue fundado el Colegio Nacional Teodoro Gómez de la Torre, una de las
diez instituciones centenarias del Ecuador.

Todas estas antiguas instituciones han nacido pensando en el devenir de sus


comunidades más próximas, pero animadas ciertamente por la convicción de que
algún día ocuparían un lugar en la historia del desarrollo humano.

No olvidemos en el siglo XVIII varios pensadores europeos, habían señalado que el


hombre, es un ser racional por excelencia, debía basar su vida en la razón, entendida
como único medio para conocer y comprender la compleja realidad sensible e
inteligible; conducir al hombre a la felicidad y al bien, vencer la obscuridad de la
ignorancia y los prejuicios. Así, esa semilla del saber en su constante evolución ha
estado presente en cada una de las entidades creadas para colaborar a los fines de
transformación del pensamiento, de la conducta y de las costumbres. Es por allí
donde la U. E. Rafael Suárez Meneses va encontrando sus espacios y también va de a
poco multiplicándose.

Han transcurrido solo 39 años desde su creación, si nos comparamos con otras
instituciones educativas, estamos comenzando. El tiempo no es sino el espacio entre
nuestros recuerdos, y hoy quiero invitarles a recorrer juntos ese espacio y a
compartir los recuerdos, porque recordando rendimos homenaje a quienes nos
precedieron, ponemos en valor su trabajo y nos hacemos merecedores de su legado.

En ese orden de pensamientos, y en medio de un camino que ofrece muchas


distracciones, continuamente nos detenemos a dar una mirada acerca de cómo se
avanza, para mantener activa la brújula y corregir lo necesario. Ello ha hecho
necesario un apego estricto a aquellos parámetros y elementos que guían nuestro
norte, y que encontramos señalados en nuestra Misión y Visión institucional y todo
lo que de allí se deriva. Lo que posibilita el grado de madurez alcanzado a la fecha, en
donde, en un tiempo que aún es breve, hemos acumulado valiosas experiencias
producto de los obstáculos que hemos debido vencer a diario.

Podemos asegurar que nos tenemos fe, pero no es una certidumbre vana o
superficial, sino férrea y respaldada por los resultados que hemos ido alcanzando, y
cuyas cifras así lo demuestran fehacientemente. No me anima un interés por
mostrarles los numerosos datos que registramos, que estoy consciente pueden
resultar algo cansadores para un acto de celebración. Sin embargo, permítanme
solamente referirme a algunos “botones de muestra”, que poseen la virtud de
mostrarnos un panorama sintético en pocas líneas, y centrándonos solamente en
aquellos ámbitos que caracterizan con mayor propiedad nuestro quehacer:

La. U. E. Rafael Suárez Meneses nace como “Escuela sin Nombre” el 17 de


septiembre de 1981, en la ciudadela “Los Ceibos” de la ciudad de Ibarra con 40
estudiantes: 20 en primero y 20 en segundo grado, estudiantes que vivían en el
entorno. Sus fundadores Lic. Julio César Vivero, quién ejerció el cargo de Director y
la Prof. Myriam Yépez. Escuela que posteriormente llevará el Nombre Rafael Suárez
Meneses, prestigioso maestro Imbabureño a quién me gustaría describir toda su
trayectoria de vida con dos frases: “Si no fuiste un buen aprendiz, nunca serás un
buen maestro”, Platón; “La mejor educación del mundo es ver a los maestros
trabajando”, Michael Jacson. Es así que pasa a ser la primera Institución Educativa
Inclusiva de la provincia de Imbabura.

En la actualidad contamos con los niveles de Educación Inicial y Educación General


Básica en los subniveles Preparatoria, Elemental, Medio y Superior; un total de 1.234
estudiantes, 4 autoridades, docentes, dos responsables del DECE, y tres
auxiliares de servicio.
Así mientras el mundo gira y otros se lamentan, nosotros hemos continuado
avanzando, siendo capaces de estar por sobre las contingencias y proyectarnos con
optimismo hacia nuevos estadios de la vida institucional. Y lo hemos logrado siendo
rigurosos con nosotros mismos, a la vez que aplicando cada vez con mayor
intensidad una cultura de calidad, y que a menudo trae consigo mayores exigencias.

Hoy nos percibimos hacia adelante con un crecimiento y desarrollo sostenido, de


forma ordenada y sistemática, tras las metas que nos hemos propuesto, para
continuar sirviendo a la comunidad. Tenemos una visión optimista sobre el destino
de la sociedad, y grandes esperanzas en el potencial de nuestros estudiantes, a pesar
del relativismo moral que nos acecha, y que ha sido descrito por algunos pensadores
contemporáneos como el gran mal que azota a la humanidad en estos tiempos.

Pero somos ante todo educadores y formadores, y no podemos perder de vista esos
avatares, para transformar positivamente todo aquello que esté al alcance de
nuestras posibilidades. Vivir es aprender. Cada instante de la vida es una
oportunidad para adquirir un nuevo conocimiento, y ello, si es acertadamente
encauzado, ayudará a reconstruir esa escala de valores que tanto anhelamos para
nuestros educandos.

Mi gratitud infinita y el homenaje a la comunidad del Barrio “Los Ceibos” de la


ciudad de Ibarra; aquellos que celebraron el día 17 de Septiembre de 1981 el anuncio
de una Escuela Inclusiva para Ibarra, todos los que han confiado a esta Institución la
formación de sus hijos, los que se han formado en sus primeros pasos al
conocimiento, los que reconocen y valoran el papel transformador del día a día
realizado en los salones de clases por los docentes, son los que hoy merecen mi más
sincero agradecimiento.

Queremos ser parte de esa fuerza moral en la que se apoyen todos quienes comparten
una mirada de un Ecuador grande y con mejor educación de sus ciudadanos; desafío,
que por cierto requiere abordarse de manera compartida.

Finalizo mi intervención diciéndoles que me siento orgullosa de formar parte de la


comunidad Rafaelina, donde se germina el espíritu creativo y el pensamiento libre.
“El saber no es suficiente, debemos aplicarlo. El querer no es suficiente debemos
hacerlo” Bruce Lee. Por eso “no me gusta estudiar. Odio estudiar, me gusta
aprender. Aprender es hermosos” Natlie Portman.

Muchas gracias.

También podría gustarte